El Violinista

EL VIOLINISTA Por: Juliana Lagos Santamaría

Y de pronto me vi a su lado, sin sa- zos, podía sentir el latido de su co-ber de qué estaba hablando, obser- razón en mi oído y me dije \"no hayvando cómo su cabello rebelde se mejor lugar en el mundo\"negaba a ser peinado, cómo se mo- Mientras nos abrazábamos, comen-vían sus labios mientras hablaba, zamos a bailar, sin música, bailába-me detuve ver cómo su labio supe- mos como un solo cuerpo en per-rior formaba un perfecto corazón, fecta sintonía, yo tenía mis manosera precioso. De repente se rio y alrededor de su cuello, y él tenía lassólo pude concentrarme en lo sono- suyas alrededor de mi cintura, reía-ra que era su carcajada, pensé que mos y conversábamos, éramospodría oírlo reír para siempre, deta- eternos.llé las pequeñas arrugas que se for-maban alrededor de sus ojos, y lo Sabíamos que podríamos hablar delargas que eran sus pestañas. Se todo y de nada, no había silenciosexpresaba de una manera tan es- incómodos, era un ambiente suma-pontánea cuando estaba conmigo mente agradable, me tomó la manoque deseé que ese instante durara y me hizo girar, recordé que no era eterno, que debía irse y aquello tanpara siempre. bello que logramos tener en tan po-Me inundó una sensación de calma co tiempo, iba a desaparecer. Él de-que había tenido pocas veces an- bía viajar de vuelta, y yo me queda-tes, me sentí agradecida de tener a ría aquí solo con su recuerdo, espe-alguien con quien podía ser yo mis- rando algún día poder volver a ver-ma, y en quien confiaba plenamen- lo.te. De repente toda la felicidad que es-Estaba tan distraída con su manera taba sintiendo, se convirtió en unde actuar, que me tuvo que repetir gran nudo en la garganta que sela pregunta que había hecho, solo hacía más insoportable a cada mi-pude reír de pensar en la situación, nuto.me miraba confundido, pero con untoque de diversión en sus ojos, erauna imagen realmente tierna. Enese momento solo quise abrazarlomuy fuerte, me envolvió en sus bra-



Comencé a llorar, porque simple- me sintiera mejor, pero solo el he-mente no podía controlar el senti- cho de que me dejara abrazarlo ymiento tan abrumador de tristeza, llorar en él, ya era muy reconfortan-me sentía abatida, como si todo co- te.menzara a derrumbarse a mi alre- Decidí ser feliz, al menos por unosdedor, la escena se tornó gris, y co- meses. Las oportunidades así nomo si eso no bastara, empezó a llo- pueden desperdiciarse, y vaya que era agradable el roce de su manover, llovía tan fuerte como las lágri- buscando la mía, la manera que te-mas que caían por mis mejillas, co- nía al hablarme al oído, como memo si el clima se hubiera puedo de miraba a los ojos solo para deciracuerdo con mi corazón. cuánto me quería.Pero como siempre he escuchado Detallé todo de él, su manera de\"después de la tormenta, viene la ser, de expresarse, de hacer lo quecalma\" cuando pude manejar mi lo apasionaba, que era tocar el vio-respiración, e ignorar la presión que lín.sentía en el pecho, me di cuenta de Verlo tocar era mágico, tenía unalo afortunada que era, que, aunque forma especial para poner el arcosolo fueran unos cuantos meses, por primera vez en las cuerdas, y lohabía sentido, y eso, ya era mucha deslizaba tan delicadamente sobreganancia en comparación con los ellas que cualquiera sentiría envidiacientos de vidas tristes que se ven a del instrumento.diario. Él sentía cada nota, lo supe cuandoIba a aprovecharlo, a disfrutar al lo vi cerrando los ojos y dejándose llevar por la melodía, podría verlomáximo cada minuto que pudiera tocar por horas, era arte.pasar a su lado, sin arrepentimien-tos. De pronto, la presión en el pe-cho comenzó a irse, volví a sentir-me alegre y entendí que lo impor-tante en la vida, no se compra, nose negocia, no se pide, solo seagradece porque está.Me veía preocupado, no sabía có-mo calmarme o qué hacer para que