HOJAS DE OTOÑO RELATOR Martes por la tarde. El reloj de la pared marca las 5. El escritorio de Elena está lleno de fotografías y papeles dispersos, sin ningún orden…, los mira sin ver. Su mente está totalmente dispersa, como sus papeles. Afuera la lluvia no cesa, como si no quisiera parar nunca, El otoño está en su plenitud. Las hojas de los árboles revolotean por doquier, pierden subrillo y color… Sin golpear la puerta entra Marga a su oficina…
LABERINTO Como al descuido entré al laberinto de tus brazos y me perdí hasta el desmayo con tus besos largos, tibios, impertinentes. Me enredé sin querer en el estanque de tus ojos verdes y quedé prendida, hipnotizada por tu cálida mirada. Me adherí a tu piel de varonil hombría y sentí el calor que a mis sentidos marearon. Una a una tus caricias me inundaron de febril placer, se encendió mi piel y la locura nos embriagó a los dos.
Languidecía la tarde en el barrio de Palermo, el último día de enero. El sol dibujaba pinceladas de naranjas y violetas sobre el horizonte. Andrea se sentía inquieta. Dudaba si debía acudir al encuentro. Las charlas habían sido muy placenteras al teléfono, habían hablado de todo un poco, o casi todo… y ahora iban a conocerse. El momento crucial había llegado y, después de varias idas y venidas, decidió que era mejor lucir espléndida. Se vistió con una túnica verde esmeralda que resaltaba sus ojos claros. Deseaba deslumbrarlo, seducirlo. Al llegar al punto de encuentro, cruzaron sus miradas, florecieron las sonrisas y sobraron las palabras. Andrea lucía exquisita, radiante…, y Pablo lo notó; flotaba un halo mágico en el ambiente. Ambos parecían serenos, pero la ansiedad los movilizaba. El deseo ebullia por sus poros a punto de estallar… Una voz quebró el silencio y una imagen oscureció el resplandor. Se esfumó la magia cuando a la luz de las velas se vislumbró el rostro asombrado y lacrimoso de Vanina, su mujer.
IGNOMINIA …Chiara subió a su auto y fue detrás de Alessia. No tenía muy claro qué iba a decirle, pero pensaría algo llegado el momento del encuentro. Estaba por alcanzarla en la curva de Vía Covetta, cuando su auto patinó por una mancha de aceite, hizo un trompo, girando sobre su eje, justo frente a la gasolinera. Ambos autos se impactaron e impresionantes llamaradas surgieron como lenguas de fuego. Corridas, gritos, nubes de negro humo, olores a gasolina y hierros quemados, retorcidos, llenaban el aire. Sirenas de ambulancias, bomberos y policías se mezclaban…
ALMA Se me escapa el alma por los poros buscando imágenes amadas, ansiando regresos de lejanías, desmaya en la espera…, se levanta. Presionan con fuerza los recuerdos y en cada suspiro el mundo arrasan, duelen hondo, se precipitan con furia, desesperados te buscan, pero no te alcanzan. Es en vano la ilusión, inútil la esperanza de abrazar tu presencia deseada, de enlazar nuestras locuras infinitas…, por los poros el alma se me escapa.
CAFÉ CON CREMA RELATOR No tiene demasiada importancia indicar el lugar con exactitud ni el momento con precisión donde transcurre esta historia. Lo importante es que ha quedado grabada en la memoria de Adriana como un recuerdo imborrable. En uno de esos días en que su estado de ánimo está rozando el piso y su vida interior a punto de derrumbarse, se topa accidentalmente, a la salida de la oficina, con su compañera de trabajo y amiga Laura.
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