EL PESADO EQUIPAJE La luz comienza a desvanecerse la valija llena de recuerdos dividieron la vida en dos tiempos, el expreso precipita la partida, es doloroso partir, separaremos la piel pero…, la sangre religiosamente latirá en nuestros corazones al mismo tiempo. No temas... Apenas crucemos la vereda seré una predicadora de tu amor silencioso y viajarás conmigo a todas partes, serás la ausencia más pesada, mi último amor, el más dulce y cariñoso, en mi soledad retaceada..., serás mi eterna compañía.
EL SONIDO DE LO PERDIDO El sonido de lo perdido me golpea la puerta a menudo; eso me hace más libre, libertad que pago muy cara, libertad que sin darme cuenta hipotecó mi vida. El sonido de lo perdido acuesta en mi cama sin aviso y sin permiso, me despierta por la mañana se desviste y se pone un traje de nostalgias con nombre y apellido. El sonido de lo perdido me llena la boca de líquido amargo que derrama por todo el cuerpo, los órganos se envenenan contaminando la sangre, se confunde y la reemplaza. El sonido de lo ganado que hace eco, me hace inmensamente rica la voz de mis hijas, sus risas frescas, su ganas de vivir me transmiten el amor, ellas son para mí razón de ser la conjunción entre su generación y la mía. El sonido de lo ganado, me hace fuerte ante lo adverso, me hace digna de mi misma..., y a la hora de cosechar, recogeré mi cosecha más costosa y productiva, a la hora del balance final llena de brillo, remarcarte la forma y que con tu aliento a sabor a anís me sople en la cara, quiero que tu boca se instale en la mía y dormir succionándonos el deseo de seguir unidos, en la atracción que
compartimos, en una noche sin edad, sin pasado, el futuro que nos desgaste las ganas. Hoy me pongo mi mejor sonrisa, me apoyo en tus hermosos labios y..., me como todo lo que salga de ella: palabras dulces, suspiros, reproches, aliento, humedad, tacto, calor, gemidos, piel, sabor, sentimientos, dolor, el corazón...
CUANDO ME HAYA IDO Cundo me haya ido al otro lado del horizonte cuando deje la carne a otra especie, cuando mis huesos raídos queden a merced de una vagabunda oscuridad. No te asustes... que podrás encontrarme en la hoja que cae, en una hoja en blanco, en el poema archivado, en un puerto o por donde ronda la muerte, en un labial gastado por la mitad, en el circo que llega al pueblo viajando en autobús, en una cama desarreglada, en una pasión robada, en la lentitud del discapacitado, en la soledad del pordiosero, en la bohemia de un escritor, pero... , solo podrás encontrarme en la lluvia que cae, ¡Será que lloré tanto que casi me convertí en ella! Entonces..., extiende las manos y recibe las gotas en tus yemas
apretando fuertes los ojos y podrás revivir todos los buenos tiempos vividos... no te asustes la lluvia me reemplaza.
LA COMPLICIDAD DE LA LUNA Ella nos iluminó la cara, tu espalda estaba tibia como un rayo de sol escondido detrás de un árbol que calentó su sombra Tu espalda aun permanece cálida al roce. Tenías la mirada llena de premura y sostenía al andamio de llevarme a pasear los labios por un canal de espuma donde desaparezca la vida ahogada en la catarata de un primer beso. Tus manos me cercaron la cara, me arrastraron hasta ti donde una boca mayor me rescataba para hacerme la heredera de lo que vendrá mis ojos bajaron los brazos. Mis manos desanudadas intentaron en vano empujarte, apartarte, pero..., cayeron abnegadas careciendo de fuerza, se desvanecieron finalmente moribundas en el centro de tu pecho, la luna sonreía y vos..., lo tenías todo previsto.
PUNTOS SUSPENSIVOS Me saco la ropa ni bien llego me lleno de tu encuentro como es costumbre, guardo una ausencia prestada mientras espero recibirte en mi boca con tu beso altanero. Corro la cortina a los destiempos que nos tuvo suspendido por un tiempo sin edad, hacemos eco hilando situaciones en la que vos y yo vivimos involucrados. Tomo en mis manos un tenedor de carne, los dientes son mis dedos y los introduzco en tu boca la cereza seductora que es la vida misma que nos aguarda. Escribo renglones en tu historia mientras me regocijo en tu presencia Llenándote la vida de mi inquieta presencia virtual que te desea, “amor” hoy estamos, hoy somos, hoy seremos. Mañana..., puntos suspensivos…
LA NOCHE PRESTADA La noche está muy fría, hay una gata que se acomoda detrás de la salamandra caliente, a pesar de todas las almas del lugar que habitan. La casa es grande para el dolor y tiene una tranquilidad excedida de silencio terrenal, la gota invade a mi tiempo, una tras otra cae y forma un eco sonoro que perfora la noche de soledades viejas. La noche prestada se corre la seda se desliza en un cuerpo de mujer. Ya son casi las tres y estoy en la plenitud de una tardanza de quien tanto espero solo que él no lo sabe. En esta noche prestada tal vez alguien esté muriendo, tal vez alguien empezó a nacer, noche de sortilegios, de gatos en la ciudad, noche en donde todos los relojes dan la misma hora en distintos lugares. Todos estamos tocados por historias no muy lejanas, tenemos heridas en esta noche fría, muchos se escudan en la piel joven, otros tendrán un colchón improvisado hoy, pero si se sabe bien a qué lugar uno pertenece. Quiero reencontrar mis afectos verdaderos.
Me saco los zapatos, acurruco mis pies tomo otro mate, y vivo mi soledad sin sobresaltos, sin descargos, sin lamentar, algún tiempo que fue mejor…
EL POEMA QUE TE NOMBRA Te advierto que no será fácil el olvido que haré todo lo posible por quedarme a vivir en tus retinas, recurriré hasta lo imposible por marcar el llanto despiadado. Aunque me tome una vida llenarme de tu presencia, este poema que te nombra hombre, se dejará caer como una esquela arrugada, sublime y constante. “El que ya no esté a tu lado no quiere decir que no te ame, y si alguien tiene la desfachatez de preguntarme, me haré la distraída y responderé con mi mejor silencio, no haré otra cosa que llorarte en mi llanto interno.
UN ACTO DE AMOR No me tires alcohol en los ojos, no encierres en los cajones del mueble viejo a mi futuro. no tomes todo de mi todo que algo me pertenece de mis ganas de vivir. Si al fin y al cabo yo te amé como nadie te amó y si no me quedo es por no obstaculizar a tus necesidades del largo camino que te queda por recorrer, emprendiendo los desafíos de lograrla tan ansiada felicidad. Pero eso sí... Por favor... No me olvides...
ERES TÚ Sombra fresca en la incomodidad de un dolor encapotado en un sol adverso. Eres luz de faro solitario en mi ceguera que me dejó el último eclipse de amor. Eres la tarde que conquistó al horizonte para llegar y morir desangrándose para teñir al cielo. Eres la sonrisa cuarto creciente que ilumina la más oscura noche, y la mirada naciente del último ocaso. Soy la desnudez que mi alma expone sin proclamarse. Como un duende que se muda en cada parte de tu tiempo. Eres una guía en mi cansancio, y agua en mi sed devastadora. Eres brisa, eres aliento, eres hombre que me asiste. Eres como mazamorra caliente que nutre al niño, el trigo dorado que le da vida al pan. Eres tierra y tiempo, eres el que hará fértil a mi vientre… Así volverás a ser niño nuevamente.
LA ESPECIE HUMANA Siempre pensé que el niño más viejo de la humanidad es el que acaba de nacer Que el peor de los sentimientos es la indiferencia El sentimiento menos comprensible, el egoísmo El más estúpido, la soberbia El más autodestructivo, la venganza. El más miserable, el oportunismo. La grandeza, la humildad y la sabiduría están conjugadas en la humildad de un desolado cementerio de pueblo, donde sus construcciones precarias tienen grandeza del cielo que abre una plegaria celeste para todos iguales Y poseen la sabiduría de saber esperar al que debe llegar inexorablemente tarde o temprano para que exista el bueno tiene que existir el malo, o sea que de no haber bueno no habría malo, es decir que el bueno no es tan bueno, ya que es bueno a costa del malo.
AMANTES POR SIEMPRE A veces nos amamos con locura otras en silencioso suspenso y lo mejor de todo con la bravura que caracterizan a los amantes. Nos amamos con premura a veces nos lastimamos clavándonos los colmillos desgarrando el sentimiento hiriéndonos de gravedad. Pero luego..., como una lengua suave de amantes nobles nos lamerá las heridas nuevas, y cicatrices pasadas con amor reparamos el corazón. Luego de la tormenta el río se vuelve sabio, los amantes prometemos carne nuevamente, derroche de cuerpos entrelazados, saliva espesa mirada agonizante, corazones que cabalgan en un campo de piel de arenas calientes.
CUANDO LOS ÁNGELES ME HABLAN DE TI Niño yo que he robado tu sonrisa de niño para convertirte en un hombre pequeño. Niño que por mi has perdido tu inocencia y como río vertió tu adolescencia. Dejando dormido en el ataúd de los recuerdos el mejor y ultimo adiós, la última morada con el beso negro de la noche apagaban a tus labios azul mediterráneo mientras el tiempo nos arrastraba de la ropa hasta dejarnos en el límite donde descansa el sol, aquel sol que nos cegaría tanto que ya no nos volveríamos a vernos jamás. Niño yo que he malgastado tu frescura temprana construiste un puente tan eterno como ausente. Cuando los ángeles me pregunten por ti..., diré si..., aun lo recuerdo.
CORAZONADA Soy un pobre corazón que late por amor, por amor a vos, por amor a los tuyos y a mis muertos que están con sus recuerdos y su carga emocional, envueltos en sombras vienen como duendes, por amor a mis creadores y a mis sucesoras, todo lo que me sostiene es el amor recibido y el que me resta por dar, ¡Qué suerte tengo! El dar siempre te hace sentir bien En cambio el que solo espera... Si eso no llega muere un poco antes de lo previsto. Hoy me desperté feliz de vivir y creo que el amor hace buena a la gente. Pero bueno, no me hagas caso, es sólo una corazonada.
LOS GIRASOLES DESESPERADOS En la quietud de una noche fresca se abren las puertas del sentir, los girasoles se posan en mis ojos como imágenes místicas que se plasman en belleza y tristeza. Mis ojos se instalan en un sol petrificado, que con gran desesperación me tomaría para poder calentar mi implacable soledad. Con la impotencia de la mano que tiembla, con los ojos llorosos del pasado, labios desesperados de ausencia repetidas. Símbolo de una muerte temprana, que me dejó un espejo silencioso. Los girasoles me dejaron el corazón latiendo. Llegan a mis manos como ramilletes de uvas, me miran, me sonríen, me recuerdan a alguien. Los girasoles mientras adornan mi soledad, van ocultando mis recuerdos, son girasoles que florecen del amor, salpicando pedacitos de soles recortados en forma de estrellas.
SI EN TODO ESTE TIEMPO Si en todo lo que hace el mundo, si aun no encontraste lo mejor de toda mi razón de ser. Si en todo este tiempo no podes evitar que me moleste con tus irritaciones. Entonces..., no esperes lo mejor de mí, ya no habrán mejores tiempos, ya no esperes más de mi porque yo di todo lo mejor y no tengo más por dar, y lo mismo que te digo es lo mismo que me digo a mi misma. Si esto que te digo te pone triste a mí también me derrota el corazón, los dos perdemos la partida yo ya soy un árbol viejo, yo soy esto, el árbol que uno cree conocer por las hojas. Pero si en todo este tiempo no conoces el fruto, el tronco, la cantidad de agua que necesitan mis raíces para expandirse y crecer, para poder dar buenos frutos, y si mi fruto no te sirve entonces..., no me pidas lo que no se dar, si vos no lo encontraste, tal vez no está lo que a vos te hace falta después de todo este árbol está cansado de ser lo que es, los frutos si es que aún los hay, hacen mucho peso y las ramas terminaran por vencerse. Si en todo este tiempo no pude instalar la sonrisa que viva en tu boca, y no que venga de vez en cuando de visita, o dejarte un sabor a querer más y
no mojar tu garganta con tu propio veneno áspero, con la lengua pegada al paladar como sanguijuela quema el más amargo silencio, si en todo este tiempo no estás pleno…, entonces…, vuela alto.
LA MÁSCARA Una voz acude, hace jirones en el silencio, vibra una cortina y se mece lentamente la hoja de un libro gastado, cruje mi interior como hojas de otoño en las veredas, metida en la leyenda de Gustavo Adolfo Bécquer, parecía escaparse un personaje y al pasar rozar mi nariz, posarse en la cortina, igual que se escapa la oveja descarriada, la imaginación nos gobierna, luego que le abrimos las puertas, ahí jugamos a ser todos o nada, y si nos topamos con un espejo, siempre improvisamos una máscara, para no vernos tal cual somos, no siempre si profundizamos encontramos lo mejor. La máscara de nosotros mismo, nos cubre de lo que hay detrás de lo desconocido, de lo tempestuoso, de lo inservible, de lo que nos molesta; algo semejante a la brisa, atraviesa la cortina y la mueve, muevo suavemente la página amarillenta, un pequeño aire me roza la frente resbala hasta la nariz. El libro parece inquietarse, el personaje se volvió a meter dentro de él, mi imaginación me hace ver lo que quiero ver, cierro las puertas de mi imaginación, destiendo algo la cama, me
acuesto, me tapo los pies, a mi derecha tengo un espejo de tres cuerpos... El tic tac del reloj me recuerda que estoy despierta el silencio testimonial a veces, el silencio puede ser tu propio juez. Miro la mancha de humedad y me entusiasmo con ella, trato de ver jardines de infancia, trato de ver mujeres embarazadas, pero pronto, la mancha toma forma con ojos rasgados, con pómulos afilados, con nariz larga, con la boca cerrada me estoy enfrentando a mi propia máscara.
ZAPATOS VERDES Dejé escapar destellos violetas y corrí a tu encuentro. Te busqué en mi infancia. Vi a la niña morocha, menuda, de los zapatos rotos. El milagro se hizo. Recién arreglados los retiré, fui tan feliz; los abrazaba fuerte contra mi pecho flaco. Era muy parecido a estrenar zapatos nuevos. Y eso era un acontecimiento que no sucedía muy a menudo. Los saqué de su envoltura de diario, los olé, sentí florecer el olor a pomada Cobra que se mezclaba con el aroma a cuero y pegamento. El taco reparado. Muchas veces le hice poner chapitas en la punta de los talones. Sin permiso de mis padres, claro, eso era otro precio. Me encantaba el ruido que hacían al caminar. Siempre pensé que los zapatos anuncian la llegada. Y eso me parecía importante. Sabía que la vida no era nada fácil en mi familia. Pero igual nunca faltaron sueños en mis bolsillos. Nunca fui pobre de expectativas. Sabía lo que sería. De noche siempre pensaba ¿por qué? La sombra no tiene colores. Decididamente cerraba muy fuerte los ojos e imaginaba lo que deseaba, y se cumplía.
Veía las sombras color verde. Afortunadamente esa niña menuda e intrépida fue creciendo. El zapatero, Dos Pascual, ya había partido. La persiana baja nunca dejó de entristecerme. Los zapatos verdes ya habían caducado: estaban arqueados, resecos, endurecidos, desteñidos. Parecían difuntos abandonados al aire libre, tirado en el potrero de al lado, rodeados de sapos, hormigas y grillos. Así el cuerpo de niña se fue superponiendo a otros tiempos. Como un verbo conjugado llegó la adolescente reciente… En su recuerdo, quedaron aquellos zapatos verdes. Quedaron como despojos de ese pasado. La niñez permaneció con ojos mojados de tiempo gastado, que hoy asoma cada tanto en un andar sin tiempo ni espacio…
SENTIR El tiempo me mira y solo observa la fragilidad de los relojes. El tiempo eclosiona como las flores. Se eleva al cenit y se posa justo allí. Justo donde te veo, donde no te puedo olvidar, Donde tu aliento asfixia mi deseo. Donde sos excesiva. Donde tu avaricia no tiene parate. Donde no podría haber nada más perfecto que vos. Brisa y tiempo son así… caprichos de tu propósito sublime. Es que no concibo edad más allá de tus límites. Voy a tener que expresarme más urgentemente y contarte sin tregua que sólo si estás, se detienen las horas. Y las rosas esperan para florecer Oscar David Acevedo
ÁNGEL AUDAZ Niño, hoy has perdido tu inocencia de hijo. Hoy has perdido tu ilusión y presencia de niño. Desde hoy serás canción y serás presencia. Tus ojos de luna llena, se alejaban con sus últimos latidos al parpadear. Por dentro, veías un ángel azul. Que vino a llevarte a un lugar puro y sublime. Te guió ese ángel ciego, que necesitaba tu forma de ver. Tus manos cariñosas aleteaban, se agitaban con la brisa y de tus dedos salían rayos de luz. Dos grandes tajos paralelos se rasgaban en tu espalda. Ya eras inmortal. Te habían crecido alas color azul marina. El hombre alado ya cruzó la línea de lo mundano. Tus ojos veían manos extendidas hacia el cielo. Los llantos cada vez más lejos, Elevarte en vuelo fue inexorable. La lengua de la realidad te limpiaba las heridas. Ya no hay físico ni la crueldad de las despedidas, no hay dolor alguno. Jugabas, bailabas, girabas, mientras reías con pasión. Niño grande. Hoy has perdido la inocencia de niño. Tu vida anterior solo será un suspiro.
Tu resurrección te haría libre de injusticias mundanas, rodeado de ángeles. Y cuando los ángeles te pregunten por tu paso por la vida dirás… dirás… Si, aún la recuerdo. Ojos de mis lágrimas de fina sal líquida, de lágrimas de madre, ojos de estrellas nuevas. Desde tus manos nacen mariposas de alas multicolores. Ya sabemos que tu mirada se posa en ese tiempo de ausencia ingenua. Ya no existe dolor alguno. Poco a poco cierran las heridas. Niño, yo he robado tu sonrisa de niño para convertirte en un hombre pequeño. Niño has perdido tu inocencia y como río vertió tu adolescencia. Dejando dormido en el ataúd de los recuerdos el mejor y último adiós, la última morada con el beso negro de la noche. Apagaban a tus labios azul mediterráneo, mientras el tiempo nos arrastraba de la ropa hasta dejarnos en el límite donde descansa el sol, aquel sol que nos cegaría tanto que ya no nos volveríamos a ver jamás. Niño, yo he malgastado tu frescura temprana. Construiste un puente tan eterno como ausente. Cuando los ángeles me pregunten por ti… diré si aún lo recuerdo. El cielo se iluminó con tu llegada. Tu sonrisa, tus blancos dientes, esa mirada
de Emperador del sol. Tu sonrisa va montada en un caballo con grandes alas. Te pasea locamente en los amaneceres… como eras…un sol… Dedicado a Lautaro Emanuel Gómez
DAME TRANQUILIDAD He distinguido la pasión entre la desilusión, fui distinta pero siempre tan sincera. Fui especialista en seducción sin pensar en mi alma. Tal vez no te vuelva a ver porque otro camino tomaré, y cuando quieras volver, seguro yo ya no esté, entonces seguramente lograré enfriar la pasión. Fui feliz al ver cada mañana aquellos laberintos sin salidas, y aún siendo tan confusos sabíamos que cada caída nos hacía ver que éramos tan similares, tan similares que marchamos hacia el fuego de la pasión que nos quemaba a los dos. Fuiste mi alma preferida, me lo recuerdo a cada instante. Esos roces, esos que dieron vida a un alma retorcida, esa alma que ni una cierta cantidad de plata podía completarla, ni siquiera el placer de otras pieles. Yo aguanté lo que nadie aguantó, mantuve el equilibrio con cada grito que hacía en secreto, y te amo arriesgando lo prohibido porque así lo he decidido… Pero siempre en silencio, en lo falso y en lo correcto, porque no distingo el límite del tiempo. Sólo sé que eres mi mayor necesidad. Quiero verte y sentir nuevamente el perfume de tu suave piel, perderme en tus ojos, sentir el sabor de tus labios, o tan sólo ven y dime que mate mis
esperanzas, esas esperanzas que tengo de que algún día volverás a mí como un sueño hecho realidad. Si no eres capaz…, haz lo correcto y dame tranquilidad. Laurentina Nicacio
LAS HERMANAS Semillas que trajo el viento germinaron airosas en el útero sediento de soledad, la vida se ha sorteado dos veces. Así fue como sortearon mi humanidad, en esa caverna húmeda, caliente y en penumbras, sabiduría de nido; sus manitos giraban danzando, así formaban la Completud de concebirlas vivas y fuertes. Aún recuerdo el aroma de sus cuerpitos desnudos, su llanto tiritando melodía de salud manifiesta de algarabía. Sus pieles eudérmicas; en el primer beso fue como si pasara un ángel negro, fue la mayor suavidad que rozó mis labios sintiendo como entraba mi alma al cuerpo. Tesón, conciencia pura en su crianza, alegría y la más verde de las esperanzas llenaban mis ojos de riachos con lágrimas perennes, feliz de saber que mi vida les pertenecía como la mayor ofrende de amor que pude dar naturalmente a lo más sagrado que la vida desnudó ante mis ojos. Hoy mujeres, tierra fértil, huelen a tierra mojada y buena cosecha. Las hermanas se abrazan, bailan, discuten, se perdonan, intercambian y se salvan una a la otra, se salvan juntas y separadas.
Ellas son poderosas unidas, saben disculpar, saben dar y cobijar a quien lo necesita. El rencor, el fracaso y el desamor, no tienen lugar en su universo armónico. Para las hermanas Dayky y Magui
BESOS INOCENTES Juego en las alcantarillas de tu cuerpo ausente. Sonrojada de misterios y juegos oníricos. Tu cara de porcelana aumenta mi exilio, como nadie te extraño, siento en el viento el soplido de tu respiración agitada. Nada de lo que digan me conmueve. Sólo el recuerdo de tu pelo al viento, tu mejor sonrisa, tu manera de correr haciendo jirones el tiempo. Aúllo de silencio, te beso inocentemente reiteradas veces. Tu corazón de miel latente me salpica la cara de espesos recuerdos Estela Ceballos
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