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Aristóteles. (2000). Tratados de lógica (ôrganon), I. Editorial Gredos

Published by zsyszleaux.s2, 2017-05-21 03:33:23

Description: Aristóteles. (2000). Tratados de lógica (ôrganon), I. Editorial Gredos

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["T\u00d3PICOS (LIBRO VIII) 301 Al parecer, se postula lo del principio de cmco ma- neras. La primera y m\u00e1s manifiesta, si uno postula 35 aquello mismo que es preciso mostrar. Esto, en el casode (que se postule exactamente) la misma cosa, no es f\u00e1cil que pase desapercibido, pero lo es m\u00e1s en lossin\\\"\u00f3nimos y en cuantas cosas el nombre y el enunciadosignifican 10 mismo. La segunda, cuando, siendo preciso 163.mostrar algo particularmente, alguien postula que sedemuestre universalmente, v.g.: abordando (la tesis de)que el conocimiento de los contrarios es uno solo, sepodr\u00eda postular que es uno solo el conocimiento de losopuestos en general: pues es plausible que 10 que hab\u00edaque mostrar en s\u00ed mismo se postule junto con variasotras cosas. La tercera, si alguien, habi\u00e9ndose quedado 5en mostrar algo universalmente, postulara que se mos-trase particularmente, v.g.: si, habi\u00e9ndose establecidoalgo acerca de todos los contrarios, se postulara acercade tales contrarios individuales: pues tambi\u00e9n este ar-gumento es plausible, a saber, que lo que era precisomostrar junto con varias cosas, se postule en s\u00ed porseparado. Y a\u00fan, si alguien, habi\u00e9ndolo ya dividido,postula el problema, v.g.: si, siendo preciso mostrarque la medicina (versa) sobre lo sano y lo enfermo, 10se postulara sobre cada cosa por separado, o si alguienpostulara una de dos cosas que se siguen necesariamentela una a la otra, v.g.: que el lado (del cuadrado) esinconmensurable con la diagonal, siendo preciso de-mostrar que la diagonal 10 es con el lado. Los contrarios se postulan de tantas maneras comolo del principio. Primero, en efecto, si alguien postula 15la afirmaci\u00f3n y la negaci\u00f3n opuestas. Segundo, (si sepostulan) los contrarios por ant\u00edtesis, v.g.: (diciendo)que lo bueno y lo malo son 10 mismo. Tercero, si al-guien, tras postular 10 universal, postula la contradic-ci\u00f3n en lo particular, v.g.: si, habiendo aceptado quees uno solo el conocimiento de los contrarios, postula","302 TRATADOS DE L\u00f3GICA (\u00d3RGANON) 20 que el de lo sano es distinto del de lo enfermo, o bien si, habiendo postulado esto, intenta hacer aceptar la contradictoria universal. Y a\u00fan, si alguien postul\u00e1 lo contrario de lo que se desprende necesariamente a tra- v\u00e9s de lo establecido, incluso aunque no tome los opues- tos, postula dos cosas tales que, a partir de ellas, se dar\u00e1 la contradicci\u00f3n opuesta. Es diferente postular lo contrario de postular lo del principio, en cuanto que, en este \u00faltimo caso, el error es respecto a la conclu- 25 si\u00f3n (pues es teniendo en cuenta \u00e9sta como decimos que se postula lo del principio), mientras que los con- trarios se dan en las proposiciones por comportarse de cierta manera las unas respecto a las otras. 14. Sobre la pr\u00e1ctica de la discusi\u00f3n Para la ejercitaci\u00f3n y la preparaci\u00f3n en los argu- mentos de este tipo conviene primero acostumbrarse 30 a hacer la conversi\u00f3n de dichos argumentos: pues as\u00ed tendremos m\u00e1s abierto el camino hacia lo enunciado y, con unos pocos, llegaremos a conocer perfectamente muchos argumentos. En efecto, convertir (un argumen- to) es, tomando la inversa de la conclusi\u00f3n junto con las restantes cuestiones planteadas, eliminar una de las 35 cosas concedidas: pues es necesario, si la conclusi\u00f3n no es tal, que quede eliminada una de las proposicio- nes, si realmente la conclusi\u00f3n se hab\u00eda de dar nece- sariamente una vez aceptadas todas (las proposiciones). Respecto a toda tesis, hay que mirar la forma de abor-163 b darla, tanto (diciendo) que es as\u00ed como que no es as\u00ed, y, una vez hallada, buscar inmediatamente su disolu- ci\u00f3n; as\u00ed, en efecto, ocurrir\u00e1 que uno se ejercitar\u00e1 tanto en preguntar como en responder, si no tenemos nadie a quien dirigimos, a nosotros mismos. Y, al escoger los medios de atacar una misma tesis, debemos alinear- 5 los unos al lado de otros: pues esto produce una gran","T\u00d3PICOS (LIBRO VIII) 303abundancia de argumentos para forzar (al adversario),y constituye una gran ayuda para refutar cuando unoencuentra abundantes ejemplos de que la cosa es as\u00edy de que no es as\u00ed (pues ocurre que as\u00ed se toman pre-cauciones contra las (cr\u00edticas) contrarias); y el poderver y haber visto globalmente las consecuencias que se 10desprenden de una y otra hip\u00f3tesis no es un instru-mento de poca monta para el conocimiento y para elbuen sentido 148 filos\u00f3fico: pues s\u00f3lo resta elegir correc-tamente una de las dos cosas. Pero para un asunto deeste tipo es preciso que se den buenas dotes naturales,y la buena disposici\u00f3n natural es, en verdad, poder es-coger bien lo verdadero y rechazar lo falso: que es pre-cisamente lo que los naturalmente dotados pueden ha-cer bien: pues apreciando y desechando bien lo que se 15les propone disciernen bien lo mejor. Respecto a los problemas que m\u00e1s frecuentementese presentan, es preciso conocer perfectamente los ar-gumentos, y sobre todo acerca de las primeras tesis:pues en \u00e9stas encuentran disgusto muchas veces los queresponden. Adem\u00e1s, es preciso hacer acopio de defini- 20ciones y tenerlas disponibles, tanto las plausibles comolas primordiales: pues a trav\u00e9s de ellas se realizan losrazonamientos. Hay que intentar tambi\u00e9n dominar aque-llas cosas en las que los razonamientos inciden m\u00e1sveces. En efecto, as\u00ed como en geometr\u00eda es de utilidad,antes de empezar, ejercitarse en lo referente a los ele-mentos, y, en aritm\u00e9tica, el conocer al dedillo los n\u00fa-meros capitales 149 importa mucho para conocer tam- 2.5bi\u00e9n el resultado de la multiplicaci\u00f3n de otros n\u00fameros,as\u00ed tambi\u00e9n en las argumentaciones es de utilidad estara la mano con los principios, y conocer de memorialas proposiciones. En efecto, de la misma manera que148 Phr\u00f3n\u00e9sin (habitualmente traducido por \u00abprudencia.).149 Es decir, los diez primeros, o d\u00edgitos.","304 TRATADOS DE L6GICA (6RGANON) los lugares conservados en la memoria hacen por s\u00ed solos 30 recordar inmediatamente las cosas mismas, as\u00ed tambi\u00e9n estas cuestiones lo har\u00e1:n a uno m\u00e1s capaz de razonar, por el hecho de atender a cosas num\u00e9ricamente defini- das. Y una proposici\u00f3n com\u00fan se ha de guardar en la memoria m\u00e1s que un argumento: pues as\u00ed no es dema- siado dif\u00edcil tener principios e hip\u00f3tesis en abun- dancia. Adem\u00e1s, hay que acostumbrarse a hacer, de uno, 3.5 muchos argumentos, disimul\u00e1ndolo lo m\u00e1s posible. Esto ser\u00e1 posible si uno se aleja al m\u00e1ximo de las cuestiones164 a pr\u00f3ximas a aquellas sobre las que versa el argumento. Ser\u00e1n susct!ptibles de esto los argumentos m\u00e1s univer- sales, v.g.: que no hay un solo conocimiento de varias cosas: pues as\u00ed es tambi\u00e9n en el caso de lo respecto a algo, de los contrarios y de los coordinados. Es preciso tambi\u00e9n registrar los argumentos en for- ma universal, aunque se hubieran discutido como par- ticulares, pues as\u00ed ser\u00e1 posible tambi\u00e9n, de uno, hacer .5 muchos. De manera semejante en ret\u00f3rica, en al caso de los entimemas 150. Uno mismo, en cambio, ha de evi- tar al m\u00e1ximo presentar los razonamientos en forma universal. Y siempre es preciso mirar si los argumen- tos se discuten sobre casos comunes: pues todos los ar- gumentos particulares se pueden discutir tambi\u00e9n uni- versalmente, y en la demostraci\u00f3n particular est\u00e1 in- 10 cluida la universal, porque no es posible probar nada por razonamiento sin lo universal. Hay que aplicar, contra ~ debutante, la ejercitaci\u00f3n en argumentos de comprobaci\u00f3n, y, contra alguien ex- perimentado, los de razonamiento. Y hay que tratar de hacer aceptar, a los unos, las proposiciones de los razonamientos, y, a los otros, las comparaciones de las 1.5 comprobaciones: pues cada uno de los dos grupos est\u00e1 ISO Razonamientos con alguna proposici\u00f3n el\u00edptica.","T\u00d3PICOS (LIBRO VIII) 305ejercitado respectivamente en cada una de estas cosas.En general, del ejercicio en la discusi\u00f3n hay que in-tentar extraer un razonamiento acerca de algo, o laresoluci\u00f3n (de un argumento), o una proposici\u00f3n, ouna objeci\u00f3n, o (la constataci\u00f3n de) si se pregunt\u00f3 co-rrecta o incorrectamente, ya sea por parte de uno mis-mo, ya sea por parte de otro, y el porqu\u00e9 de cada unade estas cosas. En efecto, a partir de estas cosas (se 164 bobtiene) la capacidad, y la ejercitaci\u00f3n se hace por morde la capacidad, sobre todo acerca de las proposicionesy las objeciones; pues, por decirlo brevemente, un dia-l\u00e9ctico es aquel que es capaz de formular proposicionesy objeciones 151. Ahora bien, proponer algo es convertirvarias cosas en una (pues se debe considerar global-mente como una sola cosa aquello a lo que se refiereel argumento), y objetar es convertir una cosa en varias: 5pues, o bien se la divide, o bien se la elimina, concedien-do \u00e9sta y no concediendo aqu\u00e9lla entre las cosas pre-puestas. Ahora bien, no hay que discutir con todo el mundo,ni hay que ejercitarse frente a un individuo cualquiera.Pues, frente a algunos, los argumentos se tornan nece-sariamente viciados: en efecto, contra el que intenta 10por todos los medios parecer que evita el encuentro, esjusto intentar por todos los medios probar algo porrazonamiento, pero no es elegante. Por ello precisa-mente no hay que disputar de buenas a primeras concualesquiera individuos: pues necesariamente resultar\u00e1una mala conversaci\u00f3n; y, en efecto, los que se ejercitanas\u00ed son incapaces de evitar el discutir contenciosa- 15mente. y es preciso tambi\u00e9n tener argumentos ya hechospara aquella clase de problemas en los que, disponien-151 Protatik\u00f3s ka} enstatik\u00f3s.","306 TRATADOS DE L\u00d3GICA (\u00d3RGANON)do de unos pocos recursos, podremos aplicarlos a lamayor\u00eda de cuestiones: son \u00e9stos los universales y aque-llos que es m\u00e1s dif\u00edcil procurarse a partir de las co-sas con las que uno tropieza habitualmente.","SOBRE LAS REFUTACIONES SOFfSTICAS","","SOBRE LAS REFUTACIONES SOF1STICAS1. Razonamiento y refutaci\u00f3n sof\u00edstica Hablemos acerca de las refutaciones sofisticas y de ~~ alas refutaciones aparentes, que son en realidad razona-mientos desviados 1 y no refutaciones, y empecemoscon las que, por su naturaleza, son primeras. Que unos razonamientos, pues, lo son realmente,y otros, aunque no lo son, lo parecen, es manifiesto. Enefecto, as\u00ed como en otros casos sucede esto por causade alguna semejanza, as\u00ed tambi\u00e9n pasa con los argu- 25mentas. Pues tambi\u00e9n (entre los hombres) unos se ha-llan en buen estado y otros lo aparentan, al modo comolas tribus hinchan y aprestan (las v\u00edctimas de los sacri-ficios), y unos son bellos a causa de su belleza, mien- ~~ btras que otros lo aparentan adorn\u00e1ndose. Lo mismoocurre con las cosas inanimadas: en efecto, tambi\u00e9nentre \u00e9stas unas son verdaderamente de plata o de oro,mientras que otras no lo son pero lo parecen de acuerdocon la sensaci\u00f3n, v.g.: el litargirio 2 y la casiterita pare-cen plata, y las cosas de p\u00e1tina amarillenta parecen oro. 25Del mismo modo, esto es un razonamiento y una refu-taci\u00f3n, mientras que esto otro no lo es, pero lo parecea causa de la inexperiencia: pues los inexpertos con-templan las cosas como desde lejos. Paralogismon. Mineral a base de \u00f3xido de plomo.","310 TRATADOS DE L\u00d3GICA (\u00d3RGANON)165 a El razonamiento, en efecto, parte de unas cuestio- nes puestas de modo que necesariamente se ha de decir, a trav\u00e9s de lo establecido, algo distinto de lo estableci- do; una refutaci\u00f3n, en ca:mbio, es un razonamiento con contradicci\u00f3n en la conclusi\u00f3n 3. Ahora bien, aqu\u00e9llos 4 no hacen esto, pero parecen hacerlo, por muchas cau- 5 sas. De entre las cuales, el lugar m\u00e1s natural y corriente es el que se da a trav\u00e9s de los nombres. En efecto, como no es posible discutir trayendo a presencia los objetos mismos, sino que empleamos los nombres en lugar de los objetos, como unos s\u00edmbolos, creemos que lo que ocurre con los nombres ocurre tambi\u00e9n con los objetos, tal como les ocurre con los guijarros a los que cuentan. 10 Pero no hay tal semejanza: en efecto, los nombres y la cantidad de enunciados son limitados, mientras que los objetos son num\u00e9ricamente infinitos. Es, pues, necesa- rio que un mismo enunciado y un \u00fanico nombre signifi- quen varias cosas. Por tanto, al igual que en el caso anterior, los que no son h\u00e1biles en manejar los guijarros 15 son enga\u00f1ados por los que saben hacerlo, de la misma manera tambi\u00e9n, en el caso de los argumentos, los que no tienen experiencia de la capacidad de los nombres, hacen razonamientos desviados, tanto si discuten ellos co~o si escuchan a otros. Por esta causa, pues, y por las que se dir\u00e1n, es posible que haya razonamientos y refutaciones aparentes que no lo sean en realidad. Y, como para algunos es de m\u00e1s utilidad parecer que son 20 sabios que serlo y no parecerlo (pues la sof\u00edstica es una sabidur\u00eda que parece tal pero no lo es, y el sofista es uno que se lucra por medio de una sabidur\u00eda que parece tal pero no lo es), es obvio que necesitan pare- cer que hacen trabajo de sabios m\u00e1s que hacerlo y no 3 Es decir, que tiene como conclusi\u00f3n la proposici\u00f3n contra- dictoria de la defendida por el oponente. 4 Es decir, los sofistas.","REFUTACIONES SOF\u00cdSTICAS 311parecerlo. Y para comparar las cosas una a una, latarea del que sabe es, acerca de cada cuesti\u00f3n, evitar 25mentir \u00e9l acerca de lo que sabe, y ser capaz de poner enevidencia al que miente. Esto consiste en ser capazde dar argumentos y de recibirlos. Es necesario, pues,que los que quieran actuar como sofistas busquen elg\u00e9nero de argumentos mencionados; en efecto, es de uti-lidad: pues tal capacidad le har\u00e1 a uno parecer sabio, 30que es la intenci\u00f3n que vienen a tener aqu\u00e9llos. As\u00ed, pues, que existe un g\u00e9nero tal de argumentos yque es a esta capacidad a la que aspiran los que llama-mos sofistas, es evidente. Pero digamos ya cu\u00e1ntas sonlas especies de argumentos sof\u00edsticos, de cu\u00e1ntos (ele-mentos) consta aquella capacidad, cu\u00e1ntas vienen a ser 35las partes de este estudio, y las dem\u00e1s cosas que com-pletan esta t\u00e9cnica.2. Los distintos tipos de argumentos Hay cuatro g\u00e9neros de argumentos en la discusi\u00f3n:did\u00e1cticos, dial\u00e9cticos, cr\u00edticos 4 bis y er\u00edsticos. Son di- 165 bd\u00e1cticos los que prueban a partir de los principiospeculiares de cada disciplina y no a partir de las opi-niones del que responde (pues es preciso que el disc\u00ed-pulo se convenza); dial\u00e9cticos los que prueban la con-tradicci\u00f3n s a partir de cosas plausibles; cr\u00edticos, losconstruidos a partir de cosas que resultan plausiblespara el que responde y que es necesario que sepa el que 5presume tener un conocimiento (de qu\u00e9 manera, em-pero, se ha precisado en otros (textos) 6); er\u00edsticos, losque, a partir de cosas que parecen plausibles, pero nolo son, prueban o parece que prueban. As\u00ed, pues, acerca4 bis Peirastiko\u00ed, lit.: -tentativos\u2022.s Ver n. 3.6 Cf., T\u00f3p. VIII 5.","312 TRATADOS DE L\u00d3GICA (6RGANON) de los (argumentos) demostrativos se ha hablado en los Anal\u00edticos 7; acerca de los dial\u00e9cticos y cr\u00edticos, en otros10 (textos) 8; de los contenciosos y er\u00edsticos, hablemos ahora. 3. Los cinco fines de la argumentaci\u00f3n sof\u00edstica Primeramente hay que tomar en consideraci\u00f3n a cu\u00e1ntos fines apuntan los que contienden y aspiran a vencer (al otro). Estos fines son cinco: la refutaci\u00f3n, la falsedad 8 bis, la paradoja, la incorrecci\u00f3n 9 y, el quinto,15 hacer que el interlocutor parlotee vanamente (esto es, obligarle a decir muchas veces la misma cosa); o bien que cada una de estas cosas sea, no real, sino aparente. En efecto, (los sofistas) se proponen ante todo parecer que refutan, en segundo lugar mostrar que se dice al- guna falsedad, en tercero conducir a la paradoja, en20 cuarto hacer hablar incorrectamente (esto es, hacer que el que responde cometa barbarismos en la expre- si\u00f3n a partir del argumento); por \u00faltimo, hacer decir varias veces lo mismo. 4. Refutaciones en funci\u00f3n de la expresi\u00f3n Los modos de refutar, por su parte, son dos: unos, en efecto, se dan en funci\u00f3n de la expresi\u00f3n; otros, al 7 Las referencias a los Anal\u00edticos, tanto aqu\u00ed como en los T\u00f3picos, se han de considerar -dada la hoy indiscutida ante\u00b7 rioridad cronol\u00f3gica de estos tratados dial\u00e9cticos con respecto a la silog\u00edstica de los Anal\u00edticos- como interpolaciones poste- riores debidas a la mano, bien de disc\u00edpulos p\u00f3stumos, editores o comentadores, bien del propio Arist\u00f3teles al revisar estas obras tras la redacci\u00f3n de los Anal\u00edticos. 8 L\u00e9ase: \u00aben los T\u00f3picos\u00bb. 8 bis L\u00e9ase: \u00abhacer incurrir al adversario en falsedad-o 9 Soloikism\u00f3s (habitualmente trasliterado sin m\u00e1s: \u00absolecis- mo\u00bb). Es una expresi\u00f3n derivada de S\u00f3loi, nombre de una colo- nia ateniense de Cilicia, en la que se hablaba un p\u00e9simo dia- lecto.","REFUTACIONES SOF\u00cdSTICAS 313margen de la expresi\u00f3n. A su vez, las cosas que pro- 2.5vacan una (falsa) apariencia en funci\u00f3n de la expresi\u00f3nson seis, a saber: la homonimia, la ambig\u00fcedad, la com-posici\u00f3n, la divisi\u00f3n, la acentuaci\u00f3n y la forma de ex-presi\u00f3n. La garant\u00eda de esto es tanto la (obtenida) atrav\u00e9s de la comprobaci\u00f3n como la prueba por razona-miento (se podr\u00eda tomar tambi\u00e9n otra cualquiera) deque \u00e9sas son todas las maneras como podr\u00edamos indicar 30lo que no es id\u00e9ntico con id\u00e9nticos nombres y enun-ciados. En el campo de la homonimia se dan argumentosde este tenor, V.g.: que toman conocimiento los que co-nocen, pues (s\u00f3lo) los letrados toman conocimiento 10de lo 'que se recita; en efecto, el tomar conocimientoes hom\u00f3nimo, a saber, es tanto' comprender aplicandoel conocimiento (que ya se tiene) como adquirir (porprimera vez) tal conocimiento. Y a\u00fan, que los malesson bienes: pues las cosas que son necesarias son bienes,y los males son necesarios; en efecto, lo que es nece- 3.5sario 11 puede ser dos cosas: lo forzoso 12, que se datambi\u00e9n muchas veces en el caso de los males (puesalgunos males se dan forzosamente); y los bienes, quetambi\u00e9n, por otro lado, decimos que son necesarios. Ade-m\u00e1s, que el mismo individuo est\u00e1 sentado y de pie, yest\u00e1 enfermo y sano: pues el que se levanta est\u00e1 de pie, 166.y el que sana est\u00e1 sano; ahora bien, se levanta el queest\u00e1 sentado y sana el que est\u00e1 enfermo. En efecto, que 10 Manth\u00e1nousin: verbo que puede equivaler tanto a ucom-prender\u00bb una cosa (por tener ya elementos de juicio para ello)como a \u00abaprender\u00bb algo totalmente nuevo. Con esta equivocidad(homonimia) juega el argumento sof\u00edstico. 11 T\u00f3 d\u00e9on: indica indistintamente la necesidad moral (apli-cable s\u00f3lo al bien) y la necesidad f\u00edsica (aplicable tambi\u00e9n almal). 12 Anankalon, habitualmente traducido por \u00abnecesario\u00bb sinm\u00e1s.","314 TRATADOS DE L\u00d3GICA (\u00d3RGANON) el que est\u00e1 enfermo haga o padezca algo no significa una \u00fanica cosa, sino, unas veces, que est\u00e1 enfermo o s sentado ahora, y, otras, que estaba enfermo antes. S\u00f3lo que sana el que est\u00e1 enfermo y mientras est\u00e1 enfermo; pero no est\u00e1 sano mientras est\u00e1 enfermo, sino el que estaba enfermo, no ahora, sino antes. En el campo de la ambig\u00fcedad, por otra parte, los hay de este tipo: querer respecto a m\u00ed la captura de los enemigos 13. Y \u00bfacaso aquello que uno conoce no es lo que conoce? En efecto, tanto el conocedor como lo conocido puede ser indicado como conocedor en este enunciado. Y \u00bfacaso aquello que uno ve no es lo que10 ve? Ahora bien, ve la columna; luego la columna ve. Tambi\u00e9n: \u00bfacaso lo que t\u00fa dices que es no es lo que t\u00fa dices ser? Ahora bien, t\u00fa dices que es una piedra; luego t\u00fa dices ser una piedra. Tambi\u00e9n: \u00bfacaso cabe hablar lo silencioso? En efecto, que en cuanto a lo silencioso se hable puede ser dos cosas: que el que habla sea silencioso y que lo sean las cosas dichas por \u00e9l.15 Ahora bien, hay tres modos de (hablar) con homo- nimia y con ambig\u00fcedad: uno, cuando o bien el enun- ciado o bien el nombre significan con propiedad varias cosas, V.g.: \u00e1guila 14 y can 15; otro, cuando estamos habi- .tuados a tal o cual modo de decir 16; el tercero, cuando lo compuesto significa .varias cosas, mientras que lo separado significa algo de forma simple. V.g.: el cono- cimiento de las letras; en efecto, cada una de estas cosas, conocimiento y letras, si se da el caso, significan20 algo \u00fanico; en cambio, las dos juntas significan varias 13 La ambig\u00fcedad reside en que no est\u00e1 claro qui\u00e9n ha de capturar a qui\u00e9n. 14 Puede referirse al ave propiamente dicha o al front\u00f3n de un edificio (tambi\u00e9n puede ser un distintivo militar persa). 15 Puede referirse al perro viviente y a la constelaci\u00f3n del Can. 16 Es decir, cuando se emplea un modismo.","REFUTACIONES SOF\u00cdSTICAS 315cosas: o bien que las letras mismas tienen conocimien-to, o bien que otro tiene conocimiento de ellas. As\u00ed, pues, la ambig\u00fcedad y la homonimia est\u00e1n enfunci\u00f3n de estos modos. En funci\u00f3n de la composici\u00f3n,en cambio, cosas tales como: es posible que el queest\u00e1 sentado camine y que uno que no escribe escriba 25(pues no significa lo mismo que uno diga dividiendo odiga componiendo que es posible que el que est\u00e1 sen-tado camine; de la misma manera si uno establece porcomposici\u00f3n que el que no escribe escriba: pues signi-fica que tiene capacidad de escribir mientras no escribe;en cambio, si no compone, significa que, cuando no es-cribe, tiene capacidad de escribir); tambi\u00e9n: que toma 30ahora conocimiento de las letras, si es que realmentetoma conocimiento de lo que conoce. Adem\u00e1s, que, sien-do uno capaz de llevar una sola cosa, es capaz de llevarmuchas. En funci\u00f3n de la divisi\u00f3n: que cinco es dos y tres, y(por tanto) es par e impar, y 10 mayor es igual: pues esigual de grande y algo m\u00e1s 17. En efecto, el mismo enun- 35ciado, dividido o compuesto, no parece que signifiquesiempre lo mismo, v.g.: yo te hice esclavo siendo libre l',y el divino Aquiles dej\u00f3 cincuenta de cien hombres o ciende cincuenta 19. En funci\u00f3n de la acentuaci\u00f3n no es f\u00e1cil construir 166 bun argumento en las discusiones no escritas, mientras 17 En efecto, cinco es igual a dos y tres. Si se toma ese \\\"y.,no en sentido aditivo, sino separativo, cinco resultar\u00e1 ser, porun lado, igual que dos y, por otro, mayor que dos (pues tambi\u00e9nes igual a tres). 18 La ..divisi\u00f3n. podr\u00eda establecerse mediante una pausa (ouna coma) antes y despu\u00e9s de \u00abesclavo siendo.., con lo que lafrase equivaldr\u00eda a lo contrario de lo que parece decir sin comas:\u00absiendo esclavo, te hice libre\\\". 19 La frase griega, al utilizar el genitivo sin preposici\u00f3n en\u00abhombres. y ser indeclinables los dos numerales, deja abiertala posibilidad de la disyunci\u00f3n dada en nuestro texto.","316 TRATADOS DE L\u00d3GICA (\u00d3RGANON) que en los escritos y en los poemas es m\u00e1s f\u00e1cil. V.g.: algunos corrigen a Homero contra los que critican como absurdo el que haya djcho: por lo que \u00e9ste se pudre con 5 la lluvia 20; en efecto, lo solucionan con la acentuaci\u00f3n, pronunciando el ou m\u00e1s agudo. Tambi\u00e9n, en el caso del sue\u00f1o de Agamen\u00f3n, Zeus no dijo \u00e9l mismo: Le con- cedemos que sea satisfecha su plegaria, sino que le en- comendaba al Sue\u00f1o que se lo concediera 21. As\u00ed, pues, las cosas de este tipo son en funci\u00f3n de la acentua- ci\u00f3n.10 Las (refutaciones) en funci\u00f3n de la forma de expre- si\u00f3n se dan cuando lo que no es id\u00e9ntico se interpreta de manera id\u00e9ntica, v.g.: lo masculino como femenino o lo femenino como masculino, o lo neutro como uno de estos dos, o a\u00fan, lo cual como cuanto o lo cuanto como cual, o \u00b710 que hace como lo que padece, o lo que se halla situado como lo que hace, y as\u00ed sucesivamente15 seg\u00fan las divisiones anteriores 22; en efecto, es posible que lo que no es de las cosas que hacen algo se indique, por la expresi\u00f3n, como alguna de las que hacen. V.g.: el tener buena salud se dice, por la forma de expresi\u00f3n, de manera semejante a cortar o edificar; sin embargo, aquello indica un cual y un estar de alguna manera, y esto, un hacer algo. Del mismo modo tambi\u00e9n en los otros casos. 20 Cf. Po\u00e9t. 25, 146a25: Arist\u00f3teles atribuye a Hipias de Ta- sos la correcci\u00f3n de holl (<<por lo que,.) en ou (<<nol\u00bb, con lo que la frase de la Il\u00dalda (XXIII 328) parece m\u00e1s coherente con el contexto. 21 El cambio de acentuaci\u00f3n consistir\u00eda en sustituir un d\u00ed- domen (<<concedemos.) por un did\u00f3men (<<conceder, infinitivo jo- nio). El texto citado parece ser fruto de una confusi\u00f3n entre ll\u00edada 11 1-35 (sue\u00f1o de Agame\u00f1\u00f3n, en que esta frase no figura) y XXI 288-297 (visi\u00f3n de Aquiles, en cuyo \u00faltimo verso aparece la frase, pero en boca de Posid\u00f3n). 22 Es decir, las divisiones de las diez categor\u00edas o predica- mentos, en Categ. 4 y T\u00f3p. I 9.","REFUTACIONES SOfiSTICAS 317 As\u00ed, pues, las refutaciones en funci\u00f3n de la expresi\u00f3n 20son de estos tipos. Por su parte, las especies de razo-namientos desviados, al margen de la expresi\u00f3n, sonsiete: primera, en funci\u00f3n del accidente; segunda, de-cir de manera absoluta, o no absoluta sino bajo alg\u00fanaspecto, o en alg\u00fan sitio, o en alguna ocasi\u00f3n o respectoa algo; tercera, en funci\u00f3n del desconocimiento de larefutaci\u00f3n; cuarta, en funci\u00f3n de la consecuencia; quin- 25ta, asumir la proposici\u00f3n que al principio se ha pro-puesto probar; sexta, poner como causa lo que no escausa, y s\u00e9ptima, convertir varias preguntas en una.5. Refutaciones al margen de la expresi\u00f3n Los razonamientos desviados en funci\u00f3n del acciden-te se dan, pues, cuando se estima que una cosa cual-quiera se da de manera semejante en el objeto y en suaccidente. En efecto, como en una misma cosa se dan 30accidentalmente muchas, no necesariamente todas ellasse han de dar en todos los predicados y en aquellode lo que se predican. V.g.: si C\u00f3risco es distinto de unhombre, es distinto de s\u00ed mismo: pues es hombre. 0, sies distinto de S\u00f3crates, y S\u00f3crates es hombre, dicen quequeda as\u00ed convenido que es distinto de un hombre,por coincidir que, aquel del que se dijo que era distinto, 3.5es un hombre. Los (razonamientos desviados) en funci\u00f3n de que talcosa se diga de manera absoluta o bajo alg\u00fan aspecto,y no propiamente, (se dan) cuando lo que se enuncia 167 acomo particular se toma como dicho de manera abso-luta, v.g.: si lo que no es es opinable, (inferir) que loque no es es: pues no es lo mismo ser algo que ser sinm\u00e1s. 0, a\u00fan, que lo que es no es tal si no es algunade las cosas que son, v.g.: si no es hombre,\u00b7 pues no eslo mismo no ser algo que no ser sin m\u00e1s. Ahora bien,parecen ser lo mismo por la proximidad de la expre-","318 TRATADOS DE L\u00d3GICA (\u00d3RGANON) 5 si\u00f3n, y por diferir muy poco el ser algo del ser, y el no ser algo, del no ser. De manera semejante tambi\u00e9n en lo tocante al bajo alg~n aspecto y al simplemente, v.g.: el indio, que es completamente negro, es blanco de dien- tes: luego es blanco y no blanco. O, si ambas cosas se dan bajo alg\u00fan aspecto, (inferir) que los contrarios se10 dan simult\u00e1neamente. Pero esto, en algunos casos, es f\u00e1cil para todos constatarlo, v.g.: si, habiendo aceptado que el et\u00edope es negro, se preguntara si es blanco de dientes; si, pues, es blanco en este aspecto, se podr\u00eda creer que la discusi\u00f3n ha establecido que es negro y no negro, concluyendo la pregunta a modo de razonamien- to. En algunos otros casos, en cambio, pasa frecuente- mente desapercibida (la falsedad de la refutaci\u00f3n), a saber, en todos aquellos casos -en que, aun dici\u00e9ndose1.5 la cosa s\u00f3lo en un aspecto, parece que se sigue (la enunciaci\u00f3n) de forma absoluta, y en todos aquellos en que no es f\u00e1cil constatar cu\u00e1l de aquellos (atri- butos) se ha de aplicar con propiedad. Esto acaece en aquellas cosas en que se dan por igual los opuestos: pues parece que, o bien se ha de conceder que es posi- ble predicarlos ambos, o bien que no es posible pre- dicar ninguno; v.g.: si la mitad es blanca y la mitad20 negra, la cosa \u00bfes blanca o negra? Otras (falsas refutaciones se dan) en funci\u00f3n de que no se precisa qu\u00e9 es un razonamiento o una refutaci\u00f3n, sino que se producen en funci\u00f3n de que se deja algo fuera del enunciado; en efecto, una refutaci\u00f3n es una contradicci\u00f3n de una \u00fanica y misma cosa, no de un nombre, sino de un objeto, y no de un nombre sin\u00f3- nimo, sino del nombre mismo en cuesti\u00f3n, a partir de2.5 las cosas concedidas, y de forma necesaria (no contando para ello con lo del principio), en s\u00ed y respecto a lo mismo, del mismo modo y al mismo tiempo. De igual modo (se ha de precisar tambi\u00e9n qu\u00e9 es) decir una fal- sedad acerca de algo. Algunos, en cambio, descuidando","REFUTACIONES SOF\u00cdSTlCAS 319alguna de las cosas mencionadas, aparentan refutar,v.g.: (diciendo) que la misma cosa es doble y no doble:en efecto, el dos es el doble de uno, pero no el doble detres. O si la misma cosa es el doble y no es el doble de 30una misma cosa, pero no bajo el mismo aspecto; enefecto) es doble, (por ejemplo), en longitud, pero no esdoble en anchura. O bien, si lo es de la misma cosa ybajo el mismo aspecto, y de la misma manera, pero no ala vez: por todo eso puede ser una refutaci\u00f3n aparen-te. Pero quiz\u00e1 alguien reducir\u00e1 tambi\u00e9n este caso a 35los que se dan en funci\u00f3n de la expresi\u00f3n. Las (refutaciones) que se dan en funci\u00f3n de tomarlo del principio se producen as\u00ed y de tantas otras ma-neras como quepa la posibilidad de que se postule lodel principio; y refutan (s\u00f3lo) en apariencia por nopoder abarcar a la vez lo id\u00e9ntico y lo distinto. La refutaci\u00f3n (aparente) en funci\u00f3n de lo que se si- 167bgue (se da) por creer que la consecuencia es reversible;en efecto, cuando, al existir esto, necesariamente existeaquello, tambi\u00e9n --creen algunos-, al existir lo se-gundo, existir\u00e1 necesariamente lo primero. De aqu\u00ed sur-gen tambi\u00e9n los errores que envuelven la opini\u00f3n apartir de la sensaci\u00f3n: pues muchas veces se ha tI>- .5mado la bilis por miel, debido a que el color amarillentoacompa\u00f1a a la miel; y como ocurre que, al llover, latierra queda empapada, si est\u00e1 empapada se supone queha llovido: pero ello no es necesariamente as\u00ed. Y, enret\u00f3rica, las demostraciones de acuerdo con el signoproceden de aquello que se deriva de la cosa en cues-ti\u00f3n: pues, si se quiere mostrar que alguien es ad\u00fal- 10tero, se toma lo que de ello se sigue, a saber, que seadorna con afectaci\u00f3n o que se le ve vagar de noche.Pero en muchos individuos se da esto y, en cambio,DO se da lo predicado 23. De manera semejante tam-23 A saber, que sean ad\u00falteros.","320 TRATADOS DE L\u00d3GICA (\u00d3RGANON) bi\u00e9n en los argumentos por razonamiento, v.g.: el enun- ciado de Melisa de que el universo es ilimitado, to- mando, por un lado, que es ingenerado (pues de lo que15 no es no se genera nada), y, por otro lado, que lo que se genera lo hace a partir de un principio; si, pues, no se ha engendrado, el universo no tiene principio, de modo que ser\u00e1 ilimitado 24. Pero no necesariamente ha de ocurrir esto: pues, si todo lo engendrado tiene un principio, eso no quiere decir que, si algo tiene prin- cipio, haya sido engendrado, como tampoco, si el que20 tiene fiebre est\u00e1 caliente, es necesario que el que est\u00e1 caliente tenga fiebre. El (razonamiento desviado) en funci\u00f3n de tomar como causa lo que no es causa (se da) cuando se toma adem\u00e1s lo no causal como si la refutaci\u00f3n se produjera en funci\u00f3n de ello. Ocurre tal cosa en los razonamien- tos (por reducci\u00f3n) a lo imposible; en \u00e9stos, en efecto,25 es necesario eliminar alguna de las cosas establecidas. Si, pues, se toma en cuenta (lo no causal) entre las preguntas necesarias para que sobrevenga como con- clusi\u00f3n lo imposible, parecer\u00e1 frecuentemente que la re- futaci\u00f3n se produce en funci\u00f3n de esto, v.g.: que el alma y la vida no son lo mismo. En efecto, si la gene- raci\u00f3n es lo contrario de la destrucci\u00f3n, tambi\u00e9n la generaci\u00f3n concreta ser\u00e1 lo contrario de la destrucci\u00f3n concreta; ahora bien, la muerte es una destrucci\u00f3n concreta y tambi\u00e9n lo contrario de la vida: luego la vida es una generaci\u00f3n y vivir es generarse; pero esto es imposible: por tanto no es lo mismo el alma y la30 vida. Claro que esto no se ha probado por razonamien- to: pues, aunque nadie diga que es lo mismo la vida que el alma, sobreviene lo imposible, por m\u00e1s que s\u00f3lo (se diga que) la vida es lo contrario de la muerte, que es una destrucci\u00f3n, y que la generaci\u00f3n es lo contrario 24 En sentido temporal.","REFUTACIONES SOFISTICAS 321de la destrucci\u00f3n. As\u00ed, pues, tales argumentos no soninconcluyentes para probar sin m\u00e1s, pero s\u00ed lo son res-pecto a lo establecido previamente. Y tal cosa pasa 35muchas veces desapercibida, incluso a los mismos quepregwltan. As\u00ed, .pues, los argumentos en funci\u00f3n de lo que se si-gue y en funci\u00f3n de aquello que no es causa, son tales;en cambio, (los argumentos) en funci\u00f3n de convertirdos preguntas en una se dan cuando pasa desapercibidoque son varias cosas y se da una \u00fanica respuesta comosi fuera para una \u00fanica cuesti\u00f3n. As\u00ed, pues, en algunas 168acosas es f\u00e1cil ver que son varias y que no hay que daruna \u00fanica respuesta, v.g.: \u00bfla tierra es mar o lo es elcielo? En algunos casos, empero, es menos f\u00e1cil y, comosi se tratara de una \u00fanica cuesti\u00f3n, o bien se muestrauno de acuerdo al no responder a lo que se pregunta,o bien se da la impresi\u00f3n de haber quedado refutado. .5V.g.: \u00bfes un hombre este individuo y este otro? (-SL-) Luego, si alguien azota a \u00e9ste y a este otro, azotar\u00e1al hombre y no a los hombres. O a\u00fan, las cosas entrelas que unas son buenas y otras no, \u00bfson todas buenaso no? En efecto, diga uno lo que diga, se puede darla impresi\u00f3n de que incurre en una aparente refutaci\u00f3no en una aparente falsedad: pues decir que alguna de 10las cosas que no son buenas es buena, o que alguna delas buenas no es buena, es falso. A veces, sin embargo,tomando algunas cosas m\u00e1s, surge una refutaci\u00f3n ver-dadera, v.g.: si alguien concede que, tanto una solacomo muchas cosas, se pueden llamar blancas, desnu-das y ciegas. En efecto, si es ciego lo que no tienevista, pese a estar naturalmente dotado para tenerla,ser\u00e1n tambi\u00e9n ciegas las cosas que no tienen vista, pesea estar naturalmente dotadas para tenerla. As\u00ed, pues, 1.5cuando una cosa tiene vista y otra no la tiene, ser\u00e1nambas videntes o ciegas: lo cual es imposible.51. - 11","322 TRATADOS DE L\u00d3GICA (\u00d3RGANON) 6. Reducci\u00f3n de las falsas refutaciones a la \u00abignoratio elenchi\u00bb 2S AS\u00cd, ciertamente,' se han de dividir los razonamien- tos y refutaciones aparentes, o bien reducirlos al des- conocimiento de la refutaci\u00f3n, haciendo de \u00e9ste su prin- cipio; en efecto, es posible resolver todos los modos20 mencionados en la determinaci\u00f3n de la refutaci\u00f3n. En primer lugar, (mirar) si (los modos mencionados) son incapaces de probar: pues es preciso que de las cosas establecidas se desprenda la conclusi\u00f3n de modo que se diga necesariamente, y no (s\u00f3lo) que ]0 parezca. Despu\u00e9s, (mirar) tambi\u00e9n de acuerdo con las partes de la determinaci\u00f3n. En efecto, de las aparentes refu- taciones basadas en la expresi\u00f3n, unas lo son en funci\u00f3n2~ de la doblez de significaci\u00f3n, V.g.: la homonimia, el enunciado 26 y la semejanza de forma (pues es costum- bre tomar todas las cosas como si significaran un esto 27), mientras que la composici\u00f3n, la divisi\u00f3n y la acentuaci\u00f3n lo son porque el enunciado no es el mismo o porque el nombre es diferente. Ahora bien, ser\u00eda pre- ciso que tambi\u00e9n \u00e9ste fuera el mismo, tal como lo es el objeto, si se pretende que haya refutaci\u00f3n o razona-30 miento; v.g.: si es un sobretodo, no hay que razonar acerca de un manto, sino acerca de un sobretodo. En efecto, tambi\u00e9n con aqu\u00e9l ser\u00eda verdad (el argumento), pero no se habr\u00eda probado, sino que, al que investiga 2S Expresi\u00f3n latina (traducci\u00f3n literal del griego) del -des- conocimiento de la refutaci\u00f3n\u00bb, es decir, del desconocimiento de c\u00f3mo hacer que un razonamiento refutatorio concluya lo que debe concluir, por descuidar alguno de sus elementos esenciales. 26 Expresi\u00f3n oscura que, por exclusi\u00f3n, s\u00f3lo puede referirse a la ambig\u00fcedad, derivada de la construcci\u00f3n ambivalente del enunciado. 27 Es decir, una entidad determinada (cf., supra, Categ. S, 3blO-23).","REFUTACIONES SOFiSTICAS 323el porqu\u00e9, le har\u00eda falta a\u00fan una pregunta sobre si sig-nifican lo mismo. Por su parte, las (refutaciones aparentes) en fun-ci\u00f3n del accidente se ponen de manifiesto al definir elrazonamiento. En efecto, de la refutaci\u00f3n hay que darla misma definici\u00f3n, salvo que hay que agregar la con- 3.5tradicci\u00f3n 28: pues la refutaci\u00f3n (de algo) es el razona-miento probatorio de su contradicci\u00f3n. Si, pues, no hayrazonamiento del accidente, no se produce refutaci\u00f3n.En efecto, si, existiendo tales cosa\\\"s, es necesario queexista \u00e9sta, y \u00e9sta es blanca, no ser\u00e1 necesariamente 40blanca por el razonamiento. Y, si el tri\u00e1ngulo tiene 168 bsus \u00e1ngulos equivalentes a dos rectos, y se da acciden-talmente en \u00e9l ser una figura, o una cosa primordial,o un principio, no ser\u00e1 aquello 29 por ser figura, cosaprimordial o principio: pues la demostraci\u00f3n no es encuanto figura ni en cuanto cosa primordial, sino encuanto tri\u00e1ngulo. De manera semejante tambi\u00e9n en losdem\u00e1s casos. De modo que, si la refutaci\u00f3n es un razo-namiento, la refutaci\u00f3n por accidente no lo ser\u00e1. Pero, .5en funci\u00f3n de esto, tambi\u00e9n los expertos en una t\u00e9cni-ca y, en general, los entendidos son refutados por losno entendidos: pues construyen accidentalmente razo-namientos contra los que saben; mientras que estos\u00faltimos, si no pueden hacer una distinci\u00f3n, o bien con-ceden al ser preguntados, o bien, sin conceder, creen 10que han concedido. Las (refutaciones aparentes) en funci\u00f3n de un as-pecto, o sin m\u00e1s, lo son en cuanto que la afirmaci\u00f3ny la negaci\u00f3n no versan sobre la misma cosa. Enefecto, la negaci\u00f3n de lo blanco en alg\u00fan aspecto es lono blanco en alg\u00fan aspecto, y, de lo blanco sin m\u00e1s,es lo no blanco sin m\u00e1s. Si, pues, habi\u00e9ndose concedido28 A saber, la contradicci\u00f3n de la proposici\u00f3n a refutar.29 Es decir, equivalente a dos rectos.","324 TRATADOS DE L\u00d3GICA (\u00d3RGANON) que es blanco en alg\u00fan aspect-o, se toma como dicholS sin m\u00e1s, no se hace refutaci\u00f3n, aunque lo parece por el desconocimiento~e qu\u00e9 es una refutaci\u00f3n. Pero los casos m\u00e1s manifiestos de todos son los an- teriormente mencionados, en funci\u00f3n de la determina- ci\u00f3n de la refutaci\u00f3n: por eso se los ha denominado as\u00ed 30; en efecto, la (falsa) apariencia se produce en fun- ci\u00f3n de un defecto del enunciado y, si dividimos as\u00ed20 (las falsas refutaciones), hay que poner como com\u00fan a todas ellas el defecto del enunciado. Las (refutaciones aparentes) en funci\u00f3n de tomar lo del principio y de sostener como causa lo no causal, son evidentes a trav\u00e9s de la definici\u00f3n. En efecto, es preciso que la conclusi\u00f3n se desprenda por darse es- tas cosas 31, lo cual no ser\u00eda posible en lo no causal; y2S a\u00fan, 110 contando para ello con lo del principio 32, lo que no cumplen las (refutaciones que se dan) en fun- ci\u00f3n de la postulaci\u00f3n de lo del principio. Las (que se dan) en funci\u00f3n del consecuente son una parte de las del accidente: pues el consecuente es algo que sobreviene accidentalmente. Pero difiere del accidente en que el accidente s\u00f3lo es posible tomarlo30 sobre una cosa, v.g.: que es lo mismo lo amarillento y la miel, y lo blanco y el cisne; en cambio, el conse- cuente (se da) siempre en varias cosas; en efecto, las cosas\u00b7que son id\u00e9nticas a una misma tercera cosa es- timamos que son id\u00e9nticas tambi\u00e9n entre s\u00ed: por eso surge una refutaci\u00f3n en funci\u00f3n del consecuente. Pero esto no siempre es verdad, v.g.: si es por accidente; en efecto, tanto la nieve como el cisne son id\u00e9nticos a lo3S blanco. O a\u00fan, como en la frase de Melisa, que sostiene 30 A saber, \u00abdesconocimiento de la refutaci\u00f3n\u00bb propiamente dicho. 31 Es decir, en virtud de las proposiciones previas (o pre- misas). Cita textual de Anal. pro 1 1, 24blB. 32 Cita textual del cap. S, 167a25\u00b726.","REFUTACIONES SOF\u00cdSTICAS 325que es lo mismo haberse originado y tener principio,o llegar a ser igual y adoptar el mismo tama\u00f1o. En efec-to, postula que lo que se ha originado tiene principioy lo que tiene principio se ha originado, como si ambascosas, lo que se ha originado y lo limitado, tuvieran unprincipio. De manera semejante tambi\u00e9n en las cosas 40que llegan a ser iguales: si las que adquieren un mismo 169.y \u00fanico tama\u00f1o llegan a ser iguales, tambi\u00e9n las quellegan a ser iguales adquieren un \u00fanico tama\u00f1o. Demodo que se admite el consecuente. As\u00ed, pues, corno larefutaci\u00f3n en funci\u00f3n del accidente (estriba) en el des-conocimiento de la refutaci\u00f3n, es manifiesto que tam-bi\u00e9n la (que se da) en funci\u00f3n del consecuente (es as\u00ed). 5Pero esto se ha de examinar tambi\u00e9n de otra manera 33. Las (refutaciones aparentes) en funci\u00f3n de convertirvarias preguntas en una estriban en no detallar nos-otros el enunciado de la proposici\u00f3n. En efecto, la pro-posici\u00f3n es 33 bis una cosa \u00fanica acerca de otra cosa \u00fani-ca: pues la misma definici\u00f3n lo es de una sola cosa ydel objeto sin m\u00e1s, v.g.: de hombre y de un solo hom- 10bre; de manera semejante tambi\u00e9n en los dem\u00e1s casos.Si, pues, una proposici\u00f3n es la que postula una cosa\u00fanica acerca de otra cosa \u00fanica, tambi\u00e9n la preguntacorrespondiente ser\u00e1 una proposici\u00f3n simple. Y, pues-to que el razonamiento consta de proposiciones, y larefutaci\u00f3n es un razonamiento, tambi\u00e9n la refutaci\u00f3nconstar\u00e1 de proposiciones. Si, pues, la proposici\u00f3n(enuncia) una cosa \u00fanica acerca de otra cosa \u00fanica,es manifiesto que tambi\u00e9n esta (refutaci\u00f3n aparente)estriba en el desconocimiento de la refutaci\u00f3n: pues 15parece ser proposici\u00f3n la que no lo es. Si, pues, se hadado respuesta corno a una sola pregunta, ser\u00e1 una re-futaci\u00f3n; en cambio, si no se ha dado, sino que lo pa-33 Cf., infTa, caps. 24 y 25.33 bis L\u00e9ase: \u00abenuncia...","326 TRATADOS DE L6GICA(6RGANON) rece, ser\u00e1 una refutaci\u00f3n aparente. De modo que todos los lugares caen en el desconocimiento de la refutaci\u00f3n: unos, pues, en funci\u00f3~ de la expresi\u00f3n, en cuanto que20 la contradicci\u00f3n, que es lo propio de la refutaci\u00f3n, es (s\u00f3lo) aparente, y otros en funci\u00f3n de la definici\u00f3n del razonamiento. 7. Causas de los razonamientos desviados (paralo- gismos) El error se ongma, en unos casos, en funci\u00f3n de la homonimia y el enunciado 34, al no ser uno capaz de distinguir lo que se dice de muchas maneras (en efec- to, algunas cosas no es f\u00e1cil dividirlas, v.g.: lo uno, lo25 que es y lo id\u00e9ntico); en otros casos, en funci\u00f3n de la composici\u00f3n y la divisi\u00f3n, al creer que no hay ninguna diferencia entre que el enunciado est\u00e9 compuesto y que est\u00e9 dividido, tal como (ocurre) en la mayor\u00eda de los casos. De manera semejante tambi\u00e9n en las (refu- taciones) en funci\u00f3n de la acentuaci\u00f3n: pues parece 3S que el enunciado con entonaci\u00f3n grave no significa nada distinto de con entonaci\u00f3n aguda, bien en ning\u00fan caso,30 bien s\u00f3lo raramente. En las refutaciones en funci\u00f3n de la fonna, el error se origina por la semejanza de la expresi\u00f3n. En efecto, es dif\u00edcil distinguir qu\u00e9 tipo de cosas se dicen de la misma manera y cu\u00e1les de manera aistinta (pues, en la pr\u00e1ctica, el que es capaz de hacer esto est\u00e1 muy cerca de ver lo que es verdad y es el que en mayor medida sabe aceptarla); por cuan- to todo lo que se predica de una cosa suponemos que3.5 es un esto y lo escuchamos como un uno; en efecto, a lo uno y a la entidad es a lo que parece acompa\u00f1ar en mayor medida el esto y lo que es. Por ello hay que 34 Ver n. 26. 3S En la mayor\u00eda de los casos es as\u00ed: la minor\u00eda restante es la que da pie a los sofismas correspondientes.","REFUTACIONES SOFiSTICAS 327colocar tambi\u00e9n este modo entre los (que se dan) enfunci\u00f3n de la expresi\u00f3n; primero, porque el error seproduce m\u00e1s cuando investigamos la cosa con otrosque cuando lo hacemos para nosotros mismos (pues lainvestigaci\u00f3n con otros (se hace) mediante enunciados, 40mientras que para uno mismo se hace poco menosque a trav\u00e9s del objeto mismo); despu\u00e9s, porque tam- 169bbi\u00e9n para uno mismo cabe equivocarse, cuando la in-vestigaci\u00f3n se hace sobre el enunciado; adem\u00e1s, el error(procede) de la semejanza, y la semejanza, de la expre-si\u00f3n. En el caso de las (refutaciones aparentes) en fun-ci\u00f3n del accidente, (el error se produce) por no poderdiscernir lo id\u00e9ntico y lo distinto, lo uno y lo m\u00faltiple,ni a cu\u00e1les predicados les sobrevienen todas las mismascosas que al objeto. De manera semejante tambi\u00e9n en slas (refutaciones) en funci\u00f3n del consecuente: pues elconsecuente es una parte del accidente. Adem\u00e1s, en mu-chos casos tambi\u00e9n aparece, y se estima as\u00ed, que si talcosa no se separa de tal otra, tampoco esta otra sesepara de aqu\u00e9lla. En las (refutaciones) en funci\u00f3n 10del defecto del enunciado, de en un aspecto y de sinm\u00e1s, el error estriba en la peque\u00f1a separaci\u00f3n (entrelo uno y lo otro): pues damos nuestro acuerdo 36 a louniversal como si no a\u00f1adieran ning\u00fan significado niel algo TI, ni el en un aspecto, ni el c\u00f3mo, ni el ahora.De manera semejante en el caso de los que toman lodel principio, y de los no causales y de cuantos con-vierten varias preguntas en una; en efecto, en todos 15el enga\u00f1o (se produce) por la peque\u00f1a separaci\u00f3n: puesno distinguimos exactamente, por la causa m~ncionada,ni la definici\u00f3n de proposici\u00f3n ni la de razonamiento.36 Err\u00f3neamente.TI Es decir, la cuantificaci\u00f3n particular.","328 TRATADOS DE L\u00d3GICA (\u00d3RGANON) 8. Refutaciones sof\u00edsticas en virtud del contenido Puesto que nos consta en funci\u00f3n de cu\u00e1ntas cosas surgen los razonamientos aparentes, nos consta tam- bi\u00e9n en funci\u00f3n de cu\u00e1ntas cosas se originan los razo-20 namientos y refutaciones sofisticas. Llamo refutaci\u00f3n y razonamientos sof\u00edsticos, no s\u00f3lo a los que parecen razonamiento o refutaci\u00f3n y no lo son, sino tambi\u00e9n a aquellos que, si\u00e9ndolo, s\u00f3lo aparentemente son apro- piados para el objeto. Son estos (argumentos) los que no refutan ni muestran que (los adversarios) son ig- norantes en cuanto al objeto, que era precisamente lo25 que correspond\u00eda a la cr\u00edtica. Ahora bien, la cr\u00edtica es una parte de la dial\u00e9ctica: pero \u00e9sta puede probar por razonamiento una falsedad, a causa de la ignorancia del que da el enunciado. Y las refutaciones sofisticas, aunque prueban por razonamiento la contradicci\u00f3n, no ponen de manifiesto si (el adversario) ignora la cues- ti\u00f3n: y, en efecto, obstaculizan con estos argumentos incluso al que sabe.30 Que (las refutaciones sofisticas) las conocemos por el mismo m\u00e9todo, es evidente: en efecto, las cuestiones a prop\u00f3sito de las cuales les parece a los oyentes que se est\u00e1 razonando a partir de las preguntas, son tantas como le pueda resultar plausible al que responde, de modo que habr\u00e1 razonamientos falsos por estas cosas, bien por todas ellas, bien por algunas: pues, lo que uno cree haber concedido sin ser interrogado, lo sostendr\u00eda3.5 tambi\u00e9n al ser interrogado. S\u00f3lo que haya veces casos en que se a\u00f1ade la pregunta sobre lo que falta y se ponen de manifiesto los errores, v.g.: en las (refuta- ciones aparentes) en funci\u00f3n de la expresi\u00f3n y de la incorrecci\u00f3n. Si, pues, los razonamientos desviados acer- ca de la contradicci\u00f3n lo son en funci\u00f3n de la refutaci\u00f3n aparente, es evidente que los razonamientos de (conclu-","REFUTACIONES SOF\u00cdSTICAS 329siones) falsas lo ser\u00e1n en funci\u00f3n de tantas cosas comolo sea la refutaci\u00f3n aparente. Ahora bien, \u00e9sta lo es 40en funci\u00f3n de las partes de la refutaci\u00f3n verdadera: 171.pues, por cada una que falte, surgir\u00e1 la apariencia deuna refutaci\u00f3n 38, v.g.: la (que se da) en funci\u00f3n de quela con$ecuencia no se desprenda por medio del argu-mento (el argumento (por reducci\u00f3n) a lo imposible),y la que convierte dos preguntas en una, en funci\u00f3nde la proposici\u00f3n, y cuando, en lugar de la (refutaci\u00f3n)en s\u00ed, (se da la refut~i\u00f3n) en funci\u00f3n del accidente, yla que es parte de \u00e9sta, a saber, la (refutaci\u00f3n) en. fun-ci\u00f3n del consecuente; adem\u00e1s, el que la consecuencia .5no caiga sobre el objeto, sino sobre el enunciado; des-pu\u00e9s, cuando la contradicci\u00f3n, en lugar de ser univer-sal, con arreglo a la misma cosa, respecto a lo mismoy de la misma manera, versa (s\u00f3lo) sobre algunas cosas,o en funci\u00f3n de cada una de \u00e9stas (por separado); ade-m\u00e1s, tomar lo del principio salt\u00e1ndose (la regla de) nocontar con lo del principio 39. De modo que as\u00ed tendre- 10mos todas las cosas en funci\u00f3n de las cuales surgenlos razonamientos desviados: pues no lo ser\u00e1n en fun-ci\u00f3n de m\u00e1s cosas, sino que todos lo ser\u00e1n en funci\u00f3nde las mencionadas. Ahora bien, la refutaci\u00f3n sof\u00edstica no es una refu-taci\u00f3n sin m\u00e1s, sino respecto a algunas cosas; y de lamisma manera el razonamiento. En efecto, si no seadmite que (la refutaci\u00f3n) en funci\u00f3n de lo hom\u00f3nimosignifique una sola cosa, y que la en funci\u00f3n de la seme- 1.5janza de forma signifique s\u00f3lo el esto, y de la mismamanera las restantes, entonces no habr\u00e1 ni refutacio- 38 Es decir, por cada requisito que le falte a un razona-miento refutatorio para ser verdadero, habr\u00e1 una refutaci\u00f3naparente: luego habr\u00e1 tantos tipos de refutaciones aparentescomo requisitos de una refutaci\u00f3n verdadera. 39 Es decir, violando la regla que proscribe la petitio prin-cipii (cita textual del cap. S, 167a25-26).","330 TRATADOS DE L\u00d3GICA (\u00d3RGANON) nes ni razonamientos, ni simplemente ni respecto al que es interrogado. Pero, si eso se admite, lo ser\u00e1n respecto al que es interrogado, no simplemente: pues no se ha admitido que'signifiquen una sola cosa, sino que lo parecen, y para tal individuo (en concreto). 9. Imposibilidad de conocer todas las refutaciones20 No se ha de intentar comprender en funci\u00f3n de cu\u00e1ntas cosas son refutados los que lo son, sin el cono- cimiento de todas las cosas que existen. Ahora bien, esto no es propio de una sola t\u00e9cnica: pues los conoci- mientos son, sin duda, infinitos; conque es evidente que tambi\u00e9n lo son las demostraciones. Ahora bien, hay tam- bi\u00e9n refutaciones verdaderas: pues en todas las cosas cuya demostraci\u00f3n es posible es posible tambi\u00e9n re-25 futar al que sostiene la contradicci\u00f3n de lo verdadero; V.g.: si sostuvo que la diagonal es conmensurable, po- dr\u00eda uno refutarlo con la demostraci\u00f3n de que es in- conmensurable. De modo que habr\u00e1 que ser conocedo- res de todas las cosas: pues unas (refutaciones) ser\u00e1n en funci\u00f3n de los principios de la geometr\u00eda y de sus conclusiones, otras en funci\u00f3n de los de otros conoci-30 mientas. No obstante, tambi\u00e9n las falsas refutaciones se dar\u00e1n igualmente en infinitas cosas: pues con arre- glo a cada t\u00e9cnica hay un razonamiento falso, v.g.: en la geometr\u00eda el geom\u00e9trico y en la medicina el m\u00e9dico; dig(\\ con arreglo a cada t\u00e9cnica como con arreglo a los35 principios de \u00e9sta. As\u00ed, pues, es evidente que los luga- res no se han de tomar de todas las refutaciones, sino de las propias de la dial\u00e9ctica: pues \u00e9stas son comunes a toda t\u00e9cnica y capacidad. Y es propio del que posee el conocimiento ver si la refutaci\u00f3n correspondiente a cada conocimiento singular lo parece sin serlo, y si lo es, por qu\u00e9 lo es; mientras que la (refutaci\u00f3n) deri- vada de (principios) comunes y no subordinados a nin-","REFUTACIONES SOF\u00cdSTICAS 331guna t\u00e9cnica, es cosa de los dial\u00e9cticos. En efecto, si 40tenemos (los principios) de los que parten los razona-mientos plausibles sobre una cuesti\u00f3n cualquiera, tene- 171 bmos, (los principios) de los que parten las refutaciones:pues la refutaci\u00f3n es el razonamiento de la contradic-ci\u00f3n, de Il)odo que uno o dos razonamientos de la con-tradicci\u00f3n son una refutaci\u00f3n. Tenemos entonces enfunci\u00f3n de cu\u00e1ntas cosas se dan todas las (refutacio-nes) de este tipo. Y, si tenemos esto, tambi\u00e9n tenemossus soluciones: pues las objeciones a aqu\u00e9llas son sussoluciones. Tenemos, por otra parte, en funci\u00f3n de.5cu\u00e1ntas cosas se producen tambi\u00e9n las (refutaciones)aparentes, aparentes no para cualesquiera, sino para taltipo de individuos 40: pues (las refutaciones aparentes)son infinitas, si uno mira en funci\u00f3n de cu\u00e1ntas cosaslo son para individuos cualesquiera. De modo que esmanifiestamente propio del dial\u00e9ctico el poder captaren funci\u00f3n de qu\u00e9 cosas se produce, por medio de los(principios) comunes, la refutaci\u00f3n real o la aparente, 10la dial\u00e9ctica o la aparentemente dial\u00e9ctica o cr\u00edtica.10. Argumentos sobre palabras y argumentos sobre objetos No existen entre los argumentos las diferenciasque dicen algunos, a saber, que unos son argumentosrespecto al nombre y otros respecto al pensamiento: 1.5pues es absurdo suponer que unos son argumentosrespecto al nombre, y otros respecto al pensamiento,y que no son los mismos. En efecto, \u00bfcu\u00e1ndo no (seargumenta) respecto al pensamiento, sino cuando elnombre no se aplica a lo que el preguntado, creyendoser preguntado al respecto, ha concedido? Ahora bien, 40 Se alude con esta expresi\u00f3n a los expertos en el artedial\u00e9ctico.","332 TRATADOS DE L\u00d3GICA (\u00d3RGANON) esto es tambi\u00e9n lo mismo que (argumentar) respecto al nombre; y (argumentar) respecto al pensamiento es cuando (el nombre) se concedi\u00f3 aplicado tal como fue20 pensado (por el adversario). Si, de hecho, pese a signi- ficar el nombre varias cosas, algunos creen que significa una sola -tanto el que pregunta como el preguntado (v.g.: sin duda lo que es y lo uno significan muchas co- sas, pero tanto el que responde como el que pregunta han hablado creyendo que son una \u00fanica cosa, y el ar- gumento es que todo es uno)-, \u00bfser\u00e1, por ello, esta discusi\u00f3n relativa al nombre o bien al pensamiento del2.5 preguntado? Si uno cree que significa muchas cosas, es evidente que no (discute) respecto al pensamiento. En primer lugar, en efecto, lo relativo al nombre y lo rela- tivo al pensamiento afecta a todos aquellos argumentos que significan varias cosas; despu\u00e9s afecta a cualquier argumento: pues el ser relativo al pensamiento no de-JO pende del argumento, sino de que el que responde adopte una cierta actitud respecto a lo que ha con- cedido. Despu\u00e9s, cabe que todos ellos sean relativos al nombre: pues aqu\u00ed lo relativo al nombre es lo no relativo al pensamiento. En efecto, si no todos lo son, habr\u00e1 unos que no ser\u00e1n ni relativos al nombre ni rela- tivos al pensamiento; otros dicen que lo son todos y los dividen (diciendo) que todos son, o bien relativos al nombre, o bien relativos al pensamiento, y que noJ.5 hay m\u00e1~ Sin embargo, de todos los razonamientos que se dicen de varias maneras, (s\u00f3lo) algunos lo son en funci\u00f3n del nombre. Pues se habla absurdamente al decir que todos los argumentos en funci\u00f3n de la expre- si\u00f3n lo son en funci\u00f3n del nombre, siendo as\u00ed que algu- nos razonamientos desviados no dependen de que el40 que responde adopte una cierta actitud respecto a ellos, sino de que el argumento mismo contenga una pre- gunta tal que signifique varias cosas.","REFUTACIONES SOFiSTICAS 333 Es completamente absurdo discutir acerca de la re- 171 afutaci\u00f3n sin hacerlo antes acerca del razonamiento:pues la refutaci\u00f3n es un razonamiento, de modo que esconveniente (tratar) acerca del razonamiento antes quede la falsa refutaci\u00f3n: pues tal tipo de refutaci\u00f3n esun aparente razonamiento de la contradicci\u00f3n. Por ello 5la causa (del error) estar\u00e1, bien en el razonamiento,bien en la contradicci\u00f3n (en efecto, es preciso a\u00f1adirla contradicci\u00f3n), y a veces en ambos, si es una refu-taci\u00f3n aparente. El (error) de hablar lo silencioso 41 est\u00e1 en la contra-dicci\u00f3n, no en el razonamiento; el de uno podr\u00eda dar loque no tiene 42 est\u00e1 en ambas cosas, y el de que ellopoema de Homero es una figura por ser un ciclo est\u00e1en el razonamiento. Si no hay (error) en ninguna deambas cosas, es un razonamiento verdadero. Pero, volviendo al punto del que parti\u00f3 esta argu-mentaci\u00f3n, los argumentos de las matem\u00e1ticas \u00bfson re-lativos al pensamiento o no? Y, si a uno le parece queel tridngulo significa muchas cosas, y lo concedi\u00f3, pero 15no corno la figura sobre la que se ha concluido que(equivale a) dos rectos, \u00bfha sido esto discutido enrelaci\u00f3n al pensamiento de aqu\u00e9l 43 o no? Adem\u00e1s, si el nombre significa muchas cosas, pero\u00e9ste no lo percibe o no lo cree, \u00bfc\u00f3mo no (decir que)se ha discutido esto respecto al pensamiento? O \u00bfc\u00f3mohay que preguntar si no es dando una divisi\u00f3n -en casode que uno pregunte si es posible hablar lo silenciosoo no--, o (diciendo) que en un caso no y en otro s\u00ed. 20Ciertamente, si uno no lo concede de ninguna maneray el otro lo discute, \u00bfacaso no se ha discutido respecto 41 Cf., supra, cap. 4, 166a13: es un ejemplo de ambig\u00fcedad(sig6nta l\u00e9gein) en que la forma infinitiva no permite saber concerteza si .10 silencioso_ es sujeto u objeto de .hablar... 42 Cf., infra, cap. 22, 178a37. 43 L\u00e9ase) ..del adversario...","334 TRATADOS DE L\u00d3GICA (\u00d3RGANON) al pensamiento? Aunque el argumento parece ser de los que est\u00e1n en funci\u00f3n del nombre. Ciertamente, no hay g\u00e9nero alguno de argumentos relativos al pensamiento. Pero algunos s\u00ed son relativos al nombre: aunque no digo que todos sean de este tipo, ni siquiera que lo sean las 25 refutaciones ni (todas) las refutaciones aparentes. En efecto, hay tambi\u00e9n refutaciones aparentes no en fun- ci\u00f3n de la expresi\u00f3n, v.g.: las que lo son en funci\u00f3n del accidente, y otras. Si alguien exige que se haga una divisi\u00f3n, a saber, digo hablar lo silencioso, ora de este modo, ora de 30 este otro, esta exigencia es, en primer lugar, absurda: pues algunas veces no parece que lo preguntado se d\u00e9 de muchas maneras, y es imposible dividir lo que no se cree (que pueda dividirse). Despu\u00e9s, \u00bfqu\u00e9 otra cosa ser\u00e1 esto (sino) ense\u00f1ar 44? En efecto, pondr\u00e1 de ma- nifiesto que se da tal cosa ante el que no ha observado ni conoce ni sospecha siquiera que se dice tambi\u00e9n de otra manera: ya que, incluso en las cuestiones dobles 45, \u00bfqu\u00e9 impide que (al que aprende) le pase esto? (Por 35 ejemplo): -\u00bfAcaso las unidades son igual a las d\u00edadas en el cuatro? -Las d\u00edadas est\u00e1n incluidas en cuatro, ora de este modo, ora de este otro 45 bis. Tambi\u00e9n: -\u00bfHay un \u00fanico conocimiento de los contrarios o no? -Unos contrarios son cognoscibles y otros incognoscibles. De modo que el que plantea esto parece ignorar que en-171 b se\u00f1ar es distinto de discutir, y que es preciso que el que ~nse\u00f1a no pregunte, sino que \u00e9l mismo explique, y que el otro 46 pregunte. 44 L\u00e9ase: \u00abel argumento did\u00e1ctico\u00bb. 45 Es decir, las cuestiones cuya doble significaci\u00f3n es expl\u00ed- cita y no se prestan, por ende, al equ\u00edvoco. 4S bis Es decir, como suma global, las cuatro unidades son igual a las dos d\u00edadas, pero cada unidad por separado no es igual a ninguna d\u00edada. 46 L\u00e9ase: \u00abel dial\u00e9ctico\u00bb.","REFUTACIONES SOFfSTICAS 33511. Diferentes tipos de refutaciones Adem\u00e1s, exigir que se afirme o se niegue no es pro-pio del que muestra algo, sino del que se ocupa deponerlo a prueba: pues la cr\u00edtica 47 es como una d\u00eda- 5l\u00e9ctica y dirige su mirada, no al que sabe, sino al queignora y finge saber. As\u00ed, pues, el que dirige su miradaa las cosas comunes con arreglo al objeto en cuesti\u00f3nes un dial\u00e9ctico; el que hace esto de manera s\u00f3lo apa-rente es un sofista. Y un razonamiento er\u00edstico y so-f\u00edstico es, en un caso, el que es s\u00f3lo aparente razona-miento y versa en tomo a las cuestiones sobre las quela dial\u00e9ctica es cr\u00edtica, aunque la conclusi\u00f3n sea verda-dera (pues es enga\u00f1osa respecto al porqu\u00e9); y (son 10sofisticas tambi\u00e9n) todos los razonamientos desviadosque, no estando de acuerdo con el m\u00e9todo propio decada uno, parecen estar de acuerdo con la t\u00e9cnica encuesti\u00f3n. En efecto, los falsos trazados de figuras noson er\u00edsticos (pues los razonamientos desviados caenentonces bajo la t\u00e9cnica correspondiente), y tampocolo son si hay un falso trazado de figura que versasobre algo verdadero, v.g.: el de Hip\u00f3crates, o la cua- 15dratura por medio de l\u00fanulas. Por el contrario, la ma-nera como Bris\u00f3n cuadr\u00f3 el c\u00edrculo, aunque el c\u00edrculopueda realmente cuadrarse, (hay que decir) que es so-f\u00edstica por no ser conforme al objeto. De modo que elrazonamiento aparente en torno a estas cosas 47 bis es unargumento er\u00edstico, y el razonamiento aparentementeconforme al objeto, aunque sea un razonamiento, es 20tambi\u00e9n un argumento er\u00edstico: pues s\u00f3lo aparente-mente es conforme al objeto, de modo que es enga\u00f1osoe ileg\u00edtimo. En efecto, as\u00ed como la falta (cometida) en 47 Peirastikl: se podr\u00eda traducir tambi\u00e9n por uarte de ponera prueba\\\" (es un adjetivo sustantivado, como dialektikl). 47 bis Es decir, los principios comunes.","336 TRATADOS DE L\u00d3GICA (\u00d3RGANON) una competici\u00f3n tiene una forma espec\u00edfica 48 y es como un combate ileg\u00edtimo, as\u00ed tambi\u00e9n en la controversia la er\u00edstica es un combate ileg\u00edtimo: pues all\u00ed los que se proponen vencer por. todos los medios echan mano 25 de todo, y tambi\u00e9n aqu\u00ed los er\u00edsticos (hacen lo mismo). As\u00ed, pues, los que act\u00faan de tal modo por mor de la victoria en s\u00ed misma son considerados hombres dispu- tadores 49 y amigos de pendencias, y los que act\u00faan por mor de la reputaci\u00f3n (propicia) para el lucro son con- siderados sofistas: pues la sof\u00edstica es, como dijimos, una cierta (t\u00e9cnica) lucrativa basada en una sabidur\u00eda aparente; por ello aspiran a una demostraci\u00f3n pura- 30 mente aparente; y tanto los amigos de pendencias como los sofistas (se sirven) de los mismos argumentos, pero no con miras a las mismas cosas, y un mismo argu- mento ser\u00e1 sof\u00edstico, pero no en el mismo aspecto, sino que, en cuanto sea por mor de una aparente victoria, ser\u00e1 critico, y en cuanto sea por mor de una aparente sabiduria, sof\u00edstico: pues la sof\u00edstica es una sabidur\u00eda 3.5 aparente, pero no real. Y el er\u00edstico se comporta, de alguna maI)era, respecto al dial\u00e9ctico como el que traza falsas figuras respecto al ge\u00f3metra: pues razona falsa- mente a partir de las mismas cosas que el dial\u00e9ctico, igual que el que traza falsas figuras respecto al ge6-172 a metra. Pero este \u00faltimo no es er\u00edstico, en cuanto que traza falsas figuras a partir de los principios y con- clusiones que caen bajo la t\u00e9cnica en cuesti\u00f3n; en cam- bio, el (argumento) que en lo tocante a las dem\u00e1s co- sas \\\"'Cae bajo la dial\u00e9ctica es evidente que ser\u00e1 er\u00edstico; v.g.: la cuadratura por medio de l\u00fanulas no es er\u00edstica, pero la de Bris\u00f3n s\u00ed; y aquel (argumento) no puede ser transferido m\u00e1s que a la geometr\u00eda, por partir de los .5 principios propios de \u00e9sta; el segundo, en cambio, pue- 48 Eidos. 49 Eristiko\u00ed: damos aqu\u00ed la traducci\u00f3n etimol\u00f3gica.","REFUTACIONES SOFiSTICAS 337de servir a muchos, a saber, a todos los que no conocenlo posible y lo imposible de cada cosa: pues se adaptabien a esto. O la manera como hac\u00eda la cuadratura An-tif\u00f3n. O el caso en que se niega que sea mejor paseardespu\u00e9s del almuerzo, debido al argumento de Zen\u00f3n,lo cual no ser\u00e1 un argumento m\u00e9dico: pues es com\u00fan so. 10As\u00ed, pues, si el er\u00edstico se comportara respecto al dia-l\u00e9ctico de manera totalmente semejante a como el quetraza figuras falsas se comporta respecto al ge\u00f3metra,no habr\u00eda argumento er\u00edstico acerca de aquellas cues-tiones SI; pero en realidad el argumento dial\u00e9ctico noversa acerca de un g\u00e9nero definido, ni es demostrativode nada, ni es del mismo tipo que el universal 51 bis. Enefecto, ni todas las cosas est\u00e1n en un \u00fanico g\u00e9nero ni,si lo estuviesen, ser\u00eda posible que las cosas que existenestuvieran todas bajo los mismos principios. De manera 15que ninguna de las t\u00e9cnicas que muestran la naturalezade algo es interrogativa: pues no es posible concederuna cualquiera de las dos partes 52; en efecto, el razona-miento no se forma a partir de ambas cosas. La dial\u00e9c-tica, en cambio, es una (t\u00e9cnica) interrogativa, y, simostrara algo, evitar\u00eda preguntar, si no todas las cues-tiones, s\u00ed al menos las primordiales y los principios ade-cuados a cada cosa: pues, si no se le concedieran, ya no 20tendr\u00eda nada a partir de lo cual discutir contra la obje-ci\u00f3n. y la misma dial\u00e9ctica es tambi\u00e9n cr\u00edtica: pues tam-poco la cr\u00edtica es del mismo tipo que la geometr\u00eda, sinoalgo que puede uno dominar sin saber nada. Cabe, en 50 L\u00e9ase: \u00abcom\u00fan a toda clase de movimiento\\\". SI L\u00e9ase: \u00ablas cuestiones geom\u00e9tricas,.. SI bis Es decir, el argumento que versa sobre la totalidad deindividuos de una especie determinada. 52 Se refiere a los dos miembros, contradictorios entre si,del problema dial\u00e9ctico. En una ciencia propiamente dicha (de-mostrativa), no hay posibilidad de opci\u00f3n como en el pro-blema.","338 TRATADOS DE L\u00d3GICA (\u00d3RGANON) efecto, que aun el que no conoce el tema emprenda la cr\u00edtica de otro que no lo. conoce, si \u00e9ste concede, no de 25 lo que sabe, ni de lo propio del tema, sino de todas aquellas consecuencias tales que nada impide que el que las conozca no conozca su t\u00e9cnica, y que el que no las conozca la ignore tambi\u00e9n necesariamente. (Conque es manifiesto que la cr\u00edtica no es el conocimiento de nada definido. Por ello versa acerca de todas las cosas: pues 30 todas las t\u00e9cnicas emplean algunas cosas comunes. Por ello tambi\u00e9n todos los ignorantes emplean de alg\u00fan modo la dial\u00e9ctica y la cr\u00edtica: pues todos, hasta cierto punto, se esfuerzan en poner a prueba a los que hacen profesi\u00f3n (de sabios).) Y \u00e9stas son las cuestiones comu- nes: pues ellos 53 no las conocen menos (que los sabios), aunque parezcan hablar de forma muy ajena (a la de los sabios). As\u00ed, pues, todos refutan: pues participan sin t\u00e9cnica de aquello en lo que consiste t\u00e9cnicamente 35 la dial\u00e9ctica, y el que critica con la t\u00e9cnica del razo- namiento es un dial\u00e9ctico. Y, como muchas cuestiones son las mismas para todas las cosas, no pueden llegar a constituir una naturaleza y un g\u00e9nero, sino que son como las negaciones; y otras cuestiones, en cambio, no son as\u00ed, sino propias (de cada cosa). A partir de aqu\u00e9- llas 54, es posible emprender la cr\u00edtica de todo y dar lugar a una t\u00e9cnica, y que \u00e9sta no sea del tipo de las17Zb que. muestran algo (definido). Precisamente por ello el er\u00edstico no se comporta totalmente como el que traza figuras falsas: pues no har\u00e1 falsos razonamientos a par- tir de los principios de un g\u00e9nero definido, sino que el er\u00edstico se ocupar\u00e1 de todo g\u00e9nero. s ~stos son, pues, los modos de las refutaciones sofis- ticas. Y no es dif\u00edcil comprender que es propio del dia- l\u00e9ctico estudiarlos y ser capaz de aplicarlos: pues el 53 Es decir, los ignorantes. 54 Se refie\u00a1;e a las cuestiones comunes, o principios generales.",", REFUTACIONES SOFiSTICAS 339m\u00e9todo concerniente a las proposiciones requiere todoeste estudio.12. Segundo objetivo de la sof\u00edstica: inducir al error o a la paradoja Ya se ha hablado acerca de las refutaciones aparen-tes. En lo tocante a mostrar que uno dice alguna fal- 10sedad y a llevar el argumento a una (consecuencia) noplausible (en efecto, esta era la segunda parte del pro-grama sof\u00edstico), ello ocurre sobre todo al inquirir dedeterminada manera y por medio de las preguntas. Enefecto, preguntar sin definir la cuesti\u00f3n respecto a nin-guna cosa establecida es una buena manera de procuraraquello: pues los que hablan como les parece cometen lSm\u00e1s errores; y se habla como a uno le parece cuandono se tiene nada preestablecido. El preguntar muchascosas, aunque el tema est\u00e9 definido respecto a aquelloque se discute, y el postular que se diga lo que unoopina, crea una cierta facilidad para inducir a la (con-secuencia) no plausible o falsa, y, tanto si el pregunta-do afirma como si niega alguna de estas cosas, se lelleva a cuestiones a cuyo respecto hay abundancia demedios de ataque. Actualmente, sin embargo, hay me- 20nos posibilidades de actuar de mala fe que antes: pues(los interlocutores) reclaman que se les diga qu\u00e9 tieneque ver esto con lo del principio. Un elemento paraobtener (del adversario) algo falso o no plausible es nopreguntar directamente ninguna tesis 55, sino declararque se pregunta con intenci\u00f3n de aprender: pues la in-vestigaci\u00f3n da as\u00ed terreno para el ataque. Un lugar apropiado para poner en evidencia al que 2Sincurre en falsedad es aquel sof\u00edstico de llevarle a cues-tiones contra las cuales se dispone de abundancia de 55 Es decir, una cuesti\u00f3n controvertible, que choca con laopini\u00f3n corriente, seg\u00fan se defini\u00f3 en T\u00f3p, 1 11, 104b19-20.","340 TRATADOS DE L\u00d3GICA (\u00d3RGANON) argumentos. Pero esto, como se dijo anteriormente, pue- de hacerse correcta o incorrectamente. y a\u00fan, para hacer decir cosas parad\u00f3jicas, mirar de qu\u00e9 g\u00e9nero 56 es el que diScute, despu\u00e9s preguntar, de lo 30 que ellos dicen, aquello que resulta parad\u00f3jico para la mayor\u00eda: pues todos tienen alguna cuesti\u00f3n de ese tipo. Es elemental, en este punto, tener recogidas entre las proposiciones las tesis de cada grupo. Y la soluci\u00f3n conveniente de estas cuestiones se obtiene poniendo de relieve que lo no plausible no sobreviene debido al ar- 3S gumento, cosa que pretende siempre el contrincante. Adem\u00e1s, (argumentar) a partir de los deseos y opi- niones manifestados: pues las cosas que se pretenden y las que se dicen no son las mismas, sino que se enun- cian los argumentos de mejor apariencia y se pretenden las cosas que parecen ser ventajosas; V.g.: se dice que es m\u00e1s importante morir bien que vivir placenteramen-173a te, y que trabajar con justicia lo es m\u00e1s que disfrutar de la riqueza de forma vergonzosa, mientras que en realidad se pretende lo contrario. As\u00ed, pues, al que habla seg\u00fan sus deseos hay que llevarlo a sus opiniones mani- fiestas, y al que habla seg\u00fan \u00e9stas ~y que llevarlo a las ocultas: pues en ambos casos dir\u00e1n necesariamente ca- s sas parad\u00f3jicas; en efecto, dir\u00e1n 10 contrario, bien de sus opiniones manifiestas, bien de sus opiniones ocultas. El lugar m\u00e1s extendido es el de hacer decir cosas parad\u00f3jicas, como se escribe en el Gorgias que argu- mentaba Calicl\u00e9s y como todos los antiguos cre\u00edan que correspond\u00eda, en funci\u00f3n de lo acorde con la naturaleza 10 y de lo acorde con la ley: (diciendo,> en efecto, que la ley y la naturaleza son contrarias y que la justicia seg\u00fan la ley est\u00e1 bien, pero no seg\u00fan la naturaleza. As\u00ed, pues, respecto al que habla de acuerdo con la naturaleza es preciso oponerse seg\u00fan la ley, y al que habla de acuerdo 56 L\u00e9ase: \u00abde qu\u00e9 escuela\u00bb.","REFUTACIONES SOFiSTICAS 341con la ley, hay que llevarlo a la naturaleza: pues enambos casos ocurrir\u00e1 que dir\u00e1n cosas parad\u00f3jicas. Para 1~aqu\u00e9llos 57, lo conforme a la naturaleza ser\u00e1 lo verdadero,mientras que lo conforme a la ley ser\u00e1 lo plausiblepara la mayor\u00eda. De modo que es evidente que tambi\u00e9naqu\u00e9llos, igtJal que los de ahora, se esforzaban, bien enrefutar, bien en hacer decir cosas parad\u00f3jicas al queresponde. Algunas preguntas comportan que la respuesta seano plausible en ambos casos 58, v.g.: si hay que obedecer 20a los sabios o al propio padre, y si hay que hacer loconveniente o lo justo, Y si es preferible ser injuriado operjudicar. Es preciso entonces llevar a lo contrariode (lo que dice) la mayor\u00eda y de (lo que dicen) losentendidos; si uno habla como los avezados en argu-mentaciones, hay que enfrentarlo a la mayor\u00eda, y si ha-bla como la mayor\u00eda, a los sabios. En efecto, los unos 25dicen que el (que es) feliz es necesariamente justo, entanto que a la mayor\u00eda le parece poco plausible que unrey no sea feliz. Ahora bien, llevar a este tipo de cosasno plausibles es lo mismo que llevar a la contrariedadentre lo conforme a la naturaleza y lo conforme a la ley:pues la leyes la opini\u00f3n de la mayor\u00eda; en cambio, los 30sabios hablan conforme a la naturaleza y la verdad.13. Otro objetivo sof\u00edstico: la inducci\u00f3n al parloteo est\u00e9ril Las paradojas es preciso investigarlas a partir de loslugares anteriores; en cuanto a hacer parlotear (al ad-versario), ya hemos dicho a qu\u00e9 llamamos parlo-tear 58 bis; y esto es lo que pretenden hacer todos los ;\u00a1 Es decir, los sabios antiguos (por oposici\u00f3n a la ma-yor\u00eda). 58 Es decir, tanto si se afirma como si se niega. 58 bis <:t., supra, cap. 3, 165b16.","342 TRATADOS DE L6GICA (6RGANON) argumentos del tipo siguiente: si no hay ninguna dife- 3.5 rencia entre decir el nombre y decir la definici\u00f3n, es ciertamente lo mismo doble que doble de la mitad; y si doble es doble de la mitad, ser\u00e1 tambi\u00e9n doble de la mitad de la mitad. Y a\u00fan, si en lugar de doble se pone otra vez doble de la mitad, se habr\u00e1 dicho tres veces, a saber, doble de la mitad de la mitad de la mitad. Y tambi\u00e9n: \u00bfacaso la concupiscencia no lo es de lo agra- dable?; ahora bien, la concupiscencia es el deseo de lo agradable; luego la concupiscencia es el deseo de lo agra- dable de lo agradable.173 b Todos los argumentos de este tipo se basan en las cosas que son respecto a algo, en todas aquellas en las que no s\u00f3lo sus g\u00e9neros, sino tambi\u00e9n ellas mismas se dicen respecto a algo y se dan respecto a una \u00fanica y misma cosa (v.g.: el deseo es deseo de algo, y la concu- piscencia, concupiscencia de algo, y el doble, doble de .5 algo y doble de la mitad); tambi\u00e9n en todas aquellas cosas que, aun no siendo en absoluto respecto a algo, son' estados, o afecciones, o cualquier otra cosa por el estilo, en cuyo enunciado se indica ya la entidad de la que se predican. V.g.: el impar es un n\u00famero que tiene una (unidad) intermedia; ahora bien, hay alg\u00fan n\u00famero impar; luego es un n\u00famero n\u00famero que tiene una (un\u00ed- 10 dad) intermedia. Y si lo chato es una concavidad de la nariz y hay alguna nariz chata, entonces es una nariz nariz c\u00f3ncava. Con todo, a veces parece que se hace esto sin ha- cerlo realmente, porque no se inquiere tambi\u00e9n si lo doble, tomado en s\u00ed mismo, significa algo o no significa nada, y, de significar algo, si es lo mismo o es algo dis- tinto 59; sino que (, en vez de eso,) se enuncia directa- 1.5 mente la conclusi\u00f3n. Pero parece, por ser el nombre el mismo que significa tambi\u00e9n lo mismo. 59 L\u00e9ase: \u00abdistinto de cuando se toma con el otro t\u00e9rmino\u2022.","REFUTACIONES SOF\u00cdSTICAS 34314. Otro objetivo sof\u00edstico: provocar la incorrecci\u00f3n Ya se ha dicho antes 59 bis en qu\u00e9 consiste la inco-rrecci\u00f3n, pero es posible cometerla, aparentarla sin co-meterla y cometerla sin aparentarla, tal como, por ejem-plo, dec\u00eda Prot\u00e1goras, que si el ira y el celada 60 sonmasculinos, el que llame a aqu\u00e9l funesta 61 comete una 20incorrecci\u00f3n, seg\u00fan \u00e9l 62, pero no parece cometerla paralos otros; el que lo llame funesto lo aparenta, pero nocomete una incorrecci\u00f3n. As\u00ed, pues, es evidente quecon una cierta t\u00e9cnica podr\u00eda uno hacer esto; por ellomuchos de los argumentos que no prueban una inco-rrecci\u00f3n parecen probarla, como en las refutaciones. 2.5 Pr\u00e1cticamente todas las aparentes incorrecciones loson en funci\u00f3n del esto 63, cuando la inflexi\u00f3n no de-signa lo masculino ni lo femenino, sino lo neutro. Enefecto, \u00e9ste significa lo masculino y \u00e9sta lo femenino;en cambio, esto quiere significar lo neutro, aunquemuchas veces significa tambi\u00e9n cualquiera de las otrasdos cosas, V.g.: -\u00bfQu\u00e9 es esto? -Cal\u00edope, un le\u00f1o 64, 30C\u00f3risco. Por una parte, pues, todas las inflexiones delo masculino y lo femenino difieren entre s\u00ed, mientrasque las de lo neutro difieren unas, y otras no 65. Mu- 59 bis Cf., supra, cap. 3, 165b20. 60 Palabras gramaticalmente femeninas que, al parecer, Pro-t\u00e1goras masculinizaba, tal vez por razones sem\u00e1nticas. 61 Alusi\u00f3n al primer verso de la It\u00edada: \u00abCanta, oh diosa, laira funesta de Aquiles Pelida... ,.. 62 Prot\u00e1goras. 63 Es decir, de designar una cosa con un pronombre neutro,independientemente de que su nombre sea masculino o feme-runo. 64 Xjlon, sustantivo neutro, en griego. 6S Referencia a la declinaci\u00f3n, en que los nombres masculi-nos y femeninos tienen una desinencia diferente para cada caso,mientras que los neutros no diferencian el nominativo del acu-sativo.","344 TRATADOS DE L\u00d3GICA (\u00d3RGANON) chas veces, por cierto, al dar esto, se razona como si se hubiera dicho \u00e9ste; de manera semejante tambi\u00e9n se da una inflexi\u00f3n por otra. Por otra parte, el razona- miento desviado surge por ser el esto com\u00fan a varias 3!1 inflexiones: pues el esto significa unas veces \u00e9ste y otras a \u00e9ste 66. Y es preciso que signifique alternativamente, con es, \u00e9ste, y con ser, a \u00e9ste, v.g.: es C\u00f3risco y (enun- cia) a C\u00f3risco ser 67. Y de la misma manera en el caso de los nombres femeninos, y tambi\u00e9n en el de los lla- mados instrumentos, que tienen una denominaci\u00f3n de174 a femenino o de masculino. En efecto, todas las cosas que terminan en o o en n 68 son las \u00fanicas que tienen la denominaci\u00f3n de instrumento tN, V.g.: le\u00f1o, cuerda 70; en cambio, las que no son as\u00ed son (de inflexi\u00f3n) mascu- lina o femenina, aunque algunas de ellas las aplicamos a los instrumentos, v.g.: odre es de nombre masculino y cama femenino. Por ello precisamente tambi\u00e9n en los casos de este tipo habr\u00e1 igualmente diferencia entre el !I es y el ser 71. Y la incorrecci\u00f3n es, de alg\u00fan modo, se- mejante a las refutaciones que se dicen de manera semejante en funci\u00f3n de cosas no semejantes. En efec- to, as\u00ed como en aqu\u00e9llas acaece que se comete una in- 66 Es decir, puede tener valor de nominativo o de acusativo (ver nota anterior). 67 Se refiere a la diferente morfolog\u00eda del sujeto de una ora- ci\u00f3n con verbo finito y el llamado \u00absujeto\u00bb (en realidad, objeto diret:to del verbo principal) de una oraci\u00f3n de infinitivo predi\u00b7 cativo. 68 Intraducible literalmente: o y n son dos posibles desinen- cias de nominativos neutros en singular. 69 Arist\u00f3teles, como todos los ling\u00fcistas antiguos, confunde a\u00fan cuestiones puramente morfosint\u00e1cticas (como lo era ya el g\u00e9nero de los nombres en griego) con cuestiones sem\u00e1nticas; por ello, busca un correlato sem\u00e1ntico detenninado (-instrumentosa) para los t\u00e9rminos neutros (aunque \u00e9l mismo atribuye esta deno- minaci\u00f3n a Prot\u00e1goras: cf. Met. 111 S, l407b8). 70 Xjlon, schoin\u00edon, neutros ambos. 71 Ver n. 67.","REFUTACIONES SOfiSTICAS 345correcci\u00f3n en lo tocante a los objetos, en \u00e9stas se cometeen lo tocante a los nombres: pues hombre y blancoson un objeto y un nombre. As\u00ed, pues, es manifiesto que la incorrecci\u00f3n hay que 10intentar probarla a partir de las inflexiones mencio-nadas. \u00c9stas son, pues, las especies de los argumentos con-tenciosos, y las partes' y modos de esas especies son losmencionados; pero hay una diferencia no peque\u00f1a silas cuestiones que constituyen la interrogaci\u00f3n se colo-can de cierta manera con vistas a ocultar algo, como enlos (argumentos) dial\u00e9cticos. A continuaci\u00f3n, pues, de 1.5lo dicho hay que discutir primeramente esto.15. La ordenaci\u00f3n de los argumentos Ciertamente, un recurso para refutar es la exten-si\u00f3n (del argumento): pues es dif\u00edcil percibir a la vezmuchas cosas; y para (lograr) esa extensi\u00f3n hay queemplear los elementos anteriormente dichos 72. Otrorecurso es la rapidez (en hablar): pues los que se que-dan atr\u00e1s prev\u00e9n menos (la conclusi\u00f3n). Adem\u00e1s, est\u00e1 20la c\u00f3lera y la emulaci\u00f3n: pues todos, al agitarse, tienenmenos capacidad para ponerse en guardia; y son ele-mentos (de provocaci\u00f3n) de la c\u00f3lera el poner en evi-dencia que uno quiere injuriar y obrar sin ning\u00fanpudor. Adem\u00e1s, exponer las preguntas alternativamente,tanto si uno tiene varios argumentos para la mismacosa como si los tiene para probar indistintamente quealgo es as\u00ed y que no es as\u00ed: pues ocurre que hay que 2.5precaverse entonces. o contra varias cuestiones, o con-tra cuestiones contrarias. En conjunto, todo 10 dichoanteriormente respecto al ocultamiento 73 es \u00fatil tam-bi\u00e9n para los argumentos contenciosos: pues el ocul- 72 ef. T\u00f3p. VIII 1, 155b26-157a5. 73 L\u00e9ase: \u00abel ocultamiento de la intenci\u00f3n del que argumenta\u2022.","346 TRATADOS DE L\u00d3GICA (\u00d3RGANON) tamiento es por mor de que algo pase desapercibido, y esto es por mor de enga\u00f1ar (al contrario). 30 Respecto a los que rechazan lo que creen que es contrario al argumento, hay que preguntarles a partir de una negaci\u00f3n, como si uno pretendiera lo contrario (de lo que pretende), o como si se hiciera la pregunta desde la indiferencia: pues si no es patente lo que uno quiere hacer aceptar, el otro act\u00faa con menos mala fe. Y cuando, en (una argumentaci\u00f3n) sobre cuestiones 3.5 particulares, uno concede lo singular, es frecuente que el que hace la comprobaci\u00f3n no deba preguntar sobre lo universal sino servirse de ello como ya concedido: pues a veces aqu\u00e9llos 74 creen haberlo concedido, y as\u00ed se lo parece a los que escuchan, debido al recuerdo que tienen de la comprobaci\u00f3n, en cuanto que las preguntas no han sido en vano. En los casos en que lo universal no viene indicado por un nombre, sino por la semejanza, hay que usarla para lo que convenga: pues muchas veces 40 la semejanza pasa desapercibida. Y, para hacer aceptar una determinada proposicici\u00f3n, conviene inquirir sobre174 b ella poni\u00e9ndole al lado su contraria; v.g.: si fuera pre- ciso hacer aceptar que en todas las cosas se debe obe- decer al propio padre, (se preguntar\u00eda) si hay que obedecer a los progenitores en todo o desobedecerles en todo; y si se quisiera hacer aceptar que hay que obede- cerles muchas veces y en muchas cosas, (se pregun- tar\u00eda) si hay que admitir esto para muchas cosas o para pocas; en efecto, si realmente es necesario (responder), .5 ser\u00e1 m\u00e1s plausible que sea en muchas cosas: pues, al yuxtaponer directamente los contrarios, a los hombres les parecen, respectivamente, menores y mayores, peo- res y mejores. Una fuerte y frecuente apariencia de que uno ha sido refutado la produce la m\u00e1s sof\u00edstica artima\u00f1a de los 74 Los que responden.","REFUTACIONES SOFiSTICAS 347que preguntan, a saber: aun no habiendo probado nada, 10no hacer ninguna pregunta final, sino decir a modo deconclusi\u00f3n, como si ya se hubiera probado: en efecto,no (es verdad) tal y tal cosa. Tambi\u00e9n es (un recurso) sof\u00edstico el que, habi\u00e9ndoseestablecido una paradoja, se postule que el que res-ponde diga lo que le parece -siendo as\u00ed que al prin-cipio ha quedado establecido lo que es plausible-, yque la pregunta sobre tales cosas se haga as\u00ed: -\u00bfTe 15parece que ... ? En efecto, si la pregunta es algo de loque parte el razonamiento, necesariamente ha de re-sultar una refutaci\u00f3n o una paradoja: una refutaci\u00f3nsi se concede, algo no plausible si no se concede ni sedeclara que sea admisible, y algo similar a una refuta-ci\u00f3n si no se concede pero se est\u00e1 de acuerdo en quees admisible. Adem\u00e1s, tal como ocurre en los (enunciados) ret\u00f3ri-cos, tambi\u00e9n en los refutatorios hay que contemplar las(proposiciones) contrarias, bien a lo que uno mismo 20dice, bien a (lo que dicen o hacen) aquellos que unoest\u00e1 de acuerdo en que hablan o act\u00faan correctamente,bien aquellos que parecen tales, bien aquellos que se lesasemejan, bien la mayor\u00eda, bien la totalidad. Y as\u00ed comolos que responden, cuando son refutados, establecen mu-chas veces (una distinci\u00f3n) entre dos (sentidos) en elmomento de ir a ser refutados, tambi\u00e9n los que pre- 2Sguntan tienen, a veces, que servirse de esto contra losque les objetan, (diciendo que), si afecta a este (as-pecto), no afecta a este otro, y que se ha tomado este\u00faltimo, como hace, por ejemplo, Cleof\u00f3n en el Mandr6-bulo 75. Es preciso tambi\u00e9n que, abandonado el discurso,se corte de ra\u00edz el resto de los ataques; y si al respon-der se presiente (estos ataques), hay que adelantarsea objetar y arg\u00fcir. Y algunas veces hay que enfrentarse 3075 Tragedia o di\u00e1logo, quiz\u00e1 de Espeusipo.","348 TRATADOS DE L\u00d3GICA (\u00d3RGANON) a otras cosas distintas de lo enunciado, dando por des- contado que uno no tenga medios para enfrentarse a lo establecido: que es precisamente lo que hizo Licofr\u00f3n al plante\u00e1rsele que encomiara la lira. En cambio, a los que reclaman (que se diga) contra qu\u00e9 se dirige el ata- que, puesto que parece que es preciso dar el motivo, y que, por otra parte, al decirse determinadas cosas (el 35 adversario) est\u00e1 m\u00e1s sobre aviso (por darse lo univer- sal en las refutaciones), hay que enunciarles la contra- dicci\u00f3n, a saber, que, lo que se afirm\u00f3, se niega y, lo que se neg\u00f3, se afirma, pero no (, por ejemplo,) que el conocimiento de los contrarios es o no es el mismo. Y no se debe preguntar la conclusi\u00f3n en forma de propo- sici\u00f3n. Y algunas cosas ni siquiera hay que preguntar- 40 las, sino que se han de emplear corno cuestiones ya acordadas. 16. Resoluci\u00f3n de los paralogismos175 a As\u00ed, pues, ya se ha dicho de qu\u00e9 cosas parten las preguntas y c\u00f3mo se ha de preguntar en las discusio- nes contenciosas. Despu\u00e9s de esto, hay que hablar de la respuesta y de c\u00f3mo y qu\u00e9 conviene resolver, as\u00ed corno para qu\u00e9 uso son provechosos este tipo de argu- mentos. 5 Son, pues, \u00fatiles para la filosof\u00eda por dos motivos. Primeramente, en efecto, al surgir casi siempre en fun- c1\u00f3n de la expresi\u00f3n, hacen que se est\u00e9 en mejor situa- ci\u00f3n para (ver) de cu\u00e1ntas maneras se dice cada cosa, y qu\u00e9 cosas se dan de igual manera y cu\u00e1les de manera distinta, en los objetos y en los nombres. En segundo lugar, para las investigaciones que hace uno por s\u00ed mis- IO mo: pues al que cae f\u00e1cilmente en un razonamiento desviado hecho por otro sin darse cuenta de ello, tam- bi\u00e9n puede muchas veces pasarle otro tanto consigo mismo. En tercer y \u00faltimo lugar, para (adquirir) el","REFUTACIONES SOFiSTICAS 349prestigio de aparecer como ejercitado en todo y noinexperto en nada: pues el censurar argumentos queuno comparte sin tener nada que precisar acerca desus vicios, infunde la sospecha de que, plausiblemente, 15pone dificultades, no por (inter\u00e9s hacia) la verdad, sinopor inexperien~ia.Para los que responden, queda de manifiesto c\u00f3mohay que contestar a tales argumentos, si es que anteshemos enunciado correctamente las cosas a partir delas cuales se constituyen los razonamientos desviadosy hemos distinguido adecuadamente las maneras de sa-car ventaja al inquirir. Pero no es lo mismo, al tomar 20un argumento, ver y deshacer su car\u00e1cter vicioso, quepoder, al ser preguntado, contestar r\u00e1pidamente: puesaquello que sabemos, muchas veces no lo reconocemoscuando nos lo ponen de otra manera. Adem\u00e1s, as\u00ed comoocurre en otras cosas que la mayor rapidez o lentitudse acrecienta a partir del ejercicio, as\u00ed tambi\u00e9n pasacon los argumentos, de modo que si, aun result\u00e1ndonos 25Wla cosa evidente, estamos poco avezados a ella, llega-remos muchas veces tarde para (aprovechar) las oca-siones. Y ocurre algunas veces igual que en las figurasgeom\u00e9tricas: pues tambi\u00e9n all\u00ed muchas veces, tras ha-berlas descompuesto, no somos capaces de recompo-nerlas; as\u00ed tambi\u00e9n en las refutaciones, habiendo vistoaquello en funci\u00f3n de lo cual se produce la ilaci\u00f3n delargumento, encontramos dificultades en resolverlo. 3017. Aparentes soluciones de los sofismas Primeramente, pues, as\u00ed como decimos que a vecesse debe preferir dar una prueba plausible que unaprueba verdadera, as\u00ed tambi\u00e9n a veces hay que resolver(un falso argumento) de manera plausible m\u00e1s quecon arreglo a la verdad. Pues, en general, contra losdisputadores hay que luchar, no como contra aquellos","350 TRATADOS DE L\u00d3GICA (\u00d3RGANON) que refutan realmente, sino como contra aquellos que 3S lo aparentan; en efecto, decimos de ellos que no prue- ban, de modo que hay que enderezar (la argumentaci\u00f3n) a que no puedan aparentar (que refutan). En efecto, si la refutaci\u00f3n es una contradicci\u00f3n no hom\u00f3nima a partir de ciertos datos, no habr\u00e1 ninguna necesidad de hacer distinciones para (evitar) la ambig\u00fcedad y la homonimia (pues no se construye realmente un razo- namiento), sino que las distinciones no se han de a\u00f1a- dir por ning\u00fan motivo distinto de hacer que la con- 40 clusi\u00f3n tenga apariencia de refutaci\u00f3n. As\u00ed, pues, no175 b hay que guardarse de ser refutado, sino de parecerlo, puesto que las preguntas ambiguas y hom\u00f3nimas y to- dos los dem\u00e1s fraudes de este tipo ocultan incluso la verdadera refutaci\u00f3n, y no ponen en evidencia si uno ha sido refutado o no lo ha sido. En efecto, como al fi- nal, en el momento de la conclusi\u00f3n, es posible decir que (el adversario) no ha negado lo que realmente se dijo, sino algo hom\u00f3nimo, por m\u00e1s que aquel haya acer- s tado a llevar (la argumentaci\u00f3n) a la misma cosa, no queda claro si uno ha sido refutado: pues no est\u00e1 claro si ahora se dice la verdad. En cambio, si al hacer una distinci\u00f3n se preguntara por algo hom\u00f3nimo o ambiguo, la refutaci\u00f3n no quedar\u00eda oculta, y se dar\u00eda aquello que, ahora menos que antes, pretenden los disputadores, a 10 saber, que el preguntado responda s\u00ed o no. Pero actual- mente, debido a que los que inquieren preguntan de ma- nera incorrecta, necesariamente el interrogado ha de a\u00f1adir algo en su respuesta, corrigiendo el punto vi- cioso de la proposici\u00f3n: puesto que, una vez hecha la distinci\u00f3n oportuna, el que responde ha de decir nece- sariamente s\u00ed o no. IS Si uno, en cambio, supone que la refutaci\u00f3n con ho- monimia es realmente una refutaci\u00f3n, al que responde no le ser\u00e1 posible evitar ser refutado de alguna mane- ra: en efecto, en lo tocante a las cosas visibles es nece-"]


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