s Número 2 afAgenda 2020
En tiempo de COVID 19 también vivimos LA ALEGRIA DE COMPARTIR Y SERVIR A partir de la declaración de la emergencia Sanitaria en nuestro país por el surgimiento de casos del COVID 19 el 13 de marzo, como es de público conocimiento, debido a las medidas que se debieron tomar, muchas de las familias más carenciadas de nuestra ciudad y del país vieron seriamente comprometidas sus posibilidades de alimentación por lo que, como consecuencia, esta situación trajo consigo también una emergencia social. Esto generó que, espontánea y solidariamente en los barrios periféricos de las ciudades, también en la nuestra, fueran surgiendo ollas y merenderos que buscaron responder a la necesidad de alimentación de muchas familias, especialmente de niños y niñas. Paralelamente, la solidaridad también se manifestó entre quienes tenían la posibilidad de echar una mano y sensibilizados buscaron cómo hacerlo. En este contexto recibimos y seguimos recibiendo una serie de donaciones en dinero efectivo y en especies con las que se han realizado una serie de servicios coordinados desde Pastoral Social más allá que en forma personal y silenciosamente muchos también han colaborado y lo siguen haciendo. Compartimos algunos de los servicios que se realizan: - Colaboración con unas 16 ollas y merenderos solidarios. Se recorren dos veces a la semana (miércoles y sábados a la tarde); en muchas ocasiones se colabora también con otros lugares. En las visitas se conversa con quienes están a cargo de esos servicios y se entrega alimentos según las necesidades y nuestra disponibilidad, pero podemos decir que han sido muchos cientos de kilos de alimentos secos, frutas, verduras, carne, leche, etc.Así como artículos de limpieza. - Preparación y entrega de viandas para la gente en situación de calle los sábados y domingos al mediodía en Casa Diocesana, distribuyendo entre 100 y 150 por fin de semana. - Distribución de canastas en barrios y zona rural: a través de diferentes iniciativas que recibimos y de gestiones que realizamos se consiguieron cientos de canastas que se están entregando a familias de muy bajos recursos. - La ropería con la campaña de donaciones para la compra de frazadas y mantas que se están distribuyendo, así como ropa de abrigo y calzado y otros. - Confección de prendas para personal sanitario, un grupo de costureras ha trabajado en la confección de vestimenta especial para el personal a cargo de la atención médica. Todo este trabajo es realizado por diferentes equipos y grupos vinculados a Casa Diocesana que, cada uno, en sus servicios, lugares y jornadas dedican una buena cantidad de horas para llevarlos adelante. Valoramos y celebramos la generosidad de quienes han hecho posible esta cercanía, colaboración y servicio: los que hicieron llegar sus donaciones, los que preparan y distribuyen las mismas y, quienes, desde la humildad de su casa y abriéndola a sus vecinos, con dedicación y cariño, diariamente o en algunos días a la semana, preparan y entregan los alimentos a sus hermanos. Queremos agradecer a todos la colaboración recibida hasta el momento e invitarlos a quienes quieran acerca la suya hacerlo ya que están a tiempo porque el invierno recién comienza y al recorrer los barrios y asentamientos la necesidad de abrigo y alimentación se hace sentir. Salto, 22 de junio de 2020 Padre José García
Docente en época de cuarentena Viernes 13 de marzo… 17 y 25 horas….Secretaría del Colegio… Muchos docentes reunidos… Y la noticia que nadie quería escuchar, llegó. A partir de ese momento, todo cambió. Aprender tecnologías que no sabía que existían, pidiendo ayuda a los compañeros, a los niños, a familiares; buscar estrategias para llegar a los alumnos, para “conquistarlos”, sin poder mirarlos a los ojos, sin saludarlos con una caricia en la cabeza o con un beso, intentando trasmitirles mis sentimientos por la voz o un pobre gesto a través de la cámara. ¡Y cómo respondieron, cómo atendieron, cómo me ayudaron ¡Ellos y sus familias! En este camino que estamos construyendo, solo puedo decir: ¡GRACIAS! ¡GRACIAS a mis alumnos, a sus familias, a Fanny y a Mercedes, a Sergio, a mis compañeros, a la Comunidad Educativa! Ahora me queda decir, imitando a un sacerdote de nuestra ciudad: ¡Vamos, arriba, con fe y esperanza! Mtra. Inés Barcos ¿Qué es ser maestro en tiempos de pandemia? Para mí fue un doble reto o desafío que me planteó la vida, ya que es mi primer año con una clase a cargo y no hacerlo de forma habitual en un aula, cara a cara con el niño, me permitió crear e implementar herramientas que nunca había utilizado, innovando, ensayando nuevas maneras de enseñar y aprender. Si bien he realizado cursos de cómo implementar la tecnología en la educación, no me fue una tarea muy fácil de realizar. Tendríamos que implementar un enfoque pedagógico en el cual se le dé valor a las diferentes soluciones o estrategias que los niños creen para solucionar o resolver problemas que se le presenten en la vida cotidiana, aprendiendo en comunidad con el otro, organizando nuestros propios tiempos, no siendo esto una tarea fácil de realizar. Mtra. Alba Taruselli
¿Cómo estamos viviendo en FAMILIA en este tiempo de pandemia? Ya han pasado 100 días desde aquel 13 de marzo, días en los cuales hemos tenido que transformarnos en los primeros en educar, cuidar, hacer home office, cuidar la economía, compartir espacios, entretener, controlar las emociones, entre otras, tareas que han despertado sentimientos encontrados y que no ha sido fácil para nadie de nuestra familia. En algunos, la cuarentena ha provocado conductas como irritabilidad, preocupación, agotamiento, indecisión, ansiedad y miedo a lo que podrá venir. A pesar de ello, también nos ha permitido reconocer que el funcionamiento familiar se construye y reconstruye permanentemente, que como familia somos capaces de ser el mejor equipo, donde el amor, el respeto, la solidaridad, la fraternidad y la Fe en Dios, hacen que podamos sobrellevar y superar las situaciones adversas. En todo este tiempo hemos sido personas, padres, hijos, esposos, maestros, profesores, un sinfín de actividades las cuales quizás hacía mucho tiempo que las teníamos “archivadas” en nuestro interior y que las supimos realzar y fortalecer ante esta nueva realidad que nos presentó la vida. Vivir y convivir las 24 horas, los 7 días a la semana, nos ha hecho pensar que, como familia nos unimos para hacer de este tiempo un espacio de conocimiento y reconocimiento de cada uno. Supimos como padres que podemos colaborarles a nuestros hijos con sus tareas, pero que no debemos hacerlas por ellos y de su parte, comprender que cumplir con la tarea diaria de ser hijos, hermanos y estudiantes, es alcanzar la felicidad por los logros que se consiguen por sí mismos.
La “receta” para sobrevivir en familia en este tiempo de cuarentena lleva dos ingredientes en cantidades sin límite como los son el amor y la fe. Estar en oración, dejar que el Espíritu Santo nos inunde día a día, hace que sintamos alivio en el alma. Ser tolerantes con cada integrante, ser empático en los momentos de desánimo, no dejar caer la Fe en Dios y en la providencia, fue y será la gran clave para poder sobrepasar este y muchos otros de momentos de incertidumbre que la vida por si misma presenta. En este momento surgen interrogantes como ¿cuándo saldremos de esto? o ¿por qué está pasando esto? Para ello hay que recordar que es una situación a la cual no podemos cambiarla pero si podemos cambiar nuestra manera de encarar el camino y poder salir victoriosos y fortalecidos de la cuarentena. Como reza el Salmo 23 “El Señor es mi pastor, nada me faltará; en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce; me infunde nuevas fuerzas. Me guía por sendas de justicia por amor a su nombre. Aún si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta…” Que así sea.
Misiones Primera misión del grupo de misioneros de 4to año, llevada a cabo en barrio caballero el día 19 de junio de 2020. Se invitaron muchas niños a realizar actividades al aire libre con música en una plaza de la zona. Olla de los sábados y merendero Nos invitaron a la olla con el fin de ayudar y animar a algunos de los niños que asistían para merendar. El primer Sábado que fuimos estábamos un poco nerviosas porque era la primera vez y no sabíamos mucho cómo funcionaba. No sabíamos mucho que hacer y nos pusimos a cantar.Al principio los niños estaban tímidos. Después de cantar un par de canciones algunos arrancaron a arrimarse y a proponernos canciones para cantar en común. El segundo Sábado nos divertimos mucho más. Perdimos esa vergüenza que teníamos al principio y comenzamos a formar un vínculo entre todos. Después de ir algunos Sábados ya teníamos un gran afecto hacía los niños. Conocimos algunas realidades que nos impactaron. Aprendimos un montón de cosas, y sobre todo, sentimos el bien que nosotros le hacíamos a ellos y de alguna forma ellos a nosotras. Definitivamente verlos felices nos motivan a volver cada Sábado. Es una experiencia increíble el poder ayudar a otros y esperamos que más gente se sume a hacerlo
¿Si tienes una meta? ¿Si hay algo por lo que quieres luchar? entonces, ¡¡TIENES QUE INTENTARLO!! Si fallas en el primer intento; que eso NO CONDICIONE la posibilidad de UN SEGUNDO INTENTO... ¡¡NI DE UN TERCERO!! Perder una batalla no es fracasar, es aprender que uno de los caminos NO te llevará a la meta, pero te permite buscar nuevos caminos para alcanzarla. Lo importante es ¡NO RENDIRSE! Con tanto aprendizaje, seremos cada vez MÁS FUERTES! APRENDER A ENCONTRAR EL CAMINO
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