Mis versos

Mis versos Carlos H Macchiaroli

Mis versos Tienen mis pequeños y amados versos Ciertos reflejos de algo que fue, Imágenes confusas, vagos recuerdos Como la luz tenue del anochecer. También contiene descarnados sueños Como tristura sobre un gris papel, Lo que vivió mi alma hace un tiempo Recuerdo hiriente que duerme bajo la piel. No fueron solamente rotos sueños Historias dolientes, desengaños de ayer, También contienen mis versos Estrofas de esperanza, ilusión y fe. Lo mejor, guardo en alforjas de mis versos Un amor que tuve nunca y tanto amé, Cada vez que abro el libro es un consuelo Saber que ella, a su modo, me amó también.

Triste la tarde Esta triste la tarde Muy triste y muy grave, Te vas y hasta las aves Enmudece su canto. Se enrareció el aire Y los árboles no se mueven, Las flores se mueren, Todo pierde su encanto. De repente un tono gris Contamina el bello paisaje, Y allí entre el ramaje Hay como perdido un llanto. La casa queda a oscuras Silencio en cada rincón, Tú te has ido y yo… Yo me quedo mientras tanto.

Misterio Cuál misterio encierran tus ojos divinos Tan grandes, tan claros y tan bellos, Que los miro y los veo de mi tan lejos Como si el amor ya se nos hubiese ido. No sé por qué ya no es el mismo cariño El tuyo y el mío hoy están distantes, Nada es igual a como lo era antes Juntos ya no andamos el mismo camino. Hoy me asfixia el aire que respiro El que te lastima cuando me miras, Estás triste, callada, como con espinas, sientes que el amor se ha perdido. Yo también tengo el corazón herido, Siento mi pobre alma toda en pena Y aunque te amo, desató la cadena Que te encadena a mi destino.

¡Vuela! ¡Mira! las aves pasan serenas Y un suave estar. Hacia algún lugar. Quédate por allá, alma mía ¡Vamos alma mía! Despierta No regreses jamás. Vete a volar. ¡Vamos, despierta, alma mía! Vuela lejos, busca la altura Échate a volar. Deja de penar. Que allá en las grandes alturas Allá arriba todo se olvida No llega ningún mal. Ya no llorarás. Dolor, engaño, desengaño Vuela por todas las cumbres Todo es terrenal. Busca la inmensidad. Vuela y cerca del cielo Esta tristeza que nos embarga Hallarás tu paz. Allí jamás te alcanzará. Despliega tus secretas alas Y cuando sientas el dulce alivio Y échate a volar.

El sendero A veces regreso por el sendero Que juntos recorrimos aquel día, Recuerdo la bella tarde de otoño Soñolienta, solitaria y tranquila. Hablamos del lazo de amor Que esa tarde bella nos unía, Prometí amarte para siempre Y juraste que siempre me querrías. Un ave malagüero nos chilló cerca Dijiste; no hacer caso a su melodía. Pero otra tarde cualquiera deshizo La promesa de que me querrías. Es hermoso y frondoso este sendero Tan pleno de colores y de vida, Hoy será la última vez que pise esta senda Que juntos recorrimos aquel día.

“Esa niebla” Como una nube densa tiene el aire Como si fuese una tela de gasa, Hace que sean confusas y borrosas Las arboledas y la gente que pasa. La noche se extiende y la niebla Dibuja extrañas sombras en las casas, Giró en una esquina y es como que siento Que algo fantasmal se acerca y me abraza. Apuro el paso, quiero escapar de la niebla Llegar a mi casa lo antes posible. No veo mucho pero sé que me siguen Varias siluetas gigantes e invisibles. Llego a casa, abro y me encierro Enciendo la luz, vuelve la calma. La noche y la niebla quedaron atrás Que serena la siento a mi alma.

Extraño amor Te llevo conmigo en mi verso Como el agua que lleva un río. Pero no lo sabes, nunca dije nada Y no sé si habré de decirlo. Mi verso habla de un extraño amor Que de pronto en mis ojos ha surgido, Como esa rara flor en el desierto Que nadie sabe cómo ha nacido. Pero nació, está aquí, yo lo siento Misterio de la vida que no deshilo, Tampoco necesitaré hacerlo Me alcanza saber que va conmigo. Te veo llegar, te veo preciosa pasar Y no digo nada, solo te admiro. Extraño amor de un extraño poeta Que se enamora de todo lo divino.

Marzul No dejaré de quererte Aunque te hayas ido. Ni dejaré de quererte Aunque ya nunca vuelvas. Y si algún día, tal vez Con otro yo te vea, No dejaré de quererte Aunque me duela. Te llevaré conmigo Por todas partes, Porque estás en mi cuerpo Imborrable tatuaje. Y si ya más no me quiere No dejaré de amarte, Jamás tendré otro amor Que pueda igualarte.

Carlos H. Macchiaroli