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Antología Emb

Published by jpedrogut, 2019-05-11 19:05:51

Description: Antología Emb

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Antología poética Embalse Escritores, poetas, recitadores, músicos Unidos por una misma pasión: La palabra y el canto Ediciones Aper

Título: Antología Poético Ensamble Autor: Drugot Queda hecho el depósito que marca la Ley 11.723 Reservado todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización del titular del copy- right, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos la re- prografía y el tratamiento informático. ISBN 978-987-82731-4-1 Cámara Argentina Del Libro Ediciones APER Mayo 2019 [email protected]

Antología poética Embalse Diseño gráfico Diagramación Compaginación Edición Drugot Ediciones Aper

Torcedura del destino Esta nostalgia mía no me abandona. Se han deshojado tantos calendarios Y tu ausencia camina Casi encarnada En mi costado. Tu partida fue noche para mí. Un oleaje de viento trémulo que me dejó Con dolor amontonada En esa torcedura del destino. Esta nostalgia mía De intuir tus pasos De saberte cerca por el silbido Y la contención de tus manos. Torcedura del destino Que me ha abismado Son mis lágrimas Astillas de ruego Que buscan erguirme Ligando tu mundo y el mío Aunque estén separados. Carmen Santander Embalse. Córdoba

Carmen Santander

Por la senda del amor De los jardines de mi alma Pero si un día regresan Quiero ofrecerte una flor, Hablándome de amor No sé si es dulce su aroma Y me cuentan que en el fondo De tu pecho, un corazón Pero tiene un corazón. Está contando las horas Hay veces que se marchitan Que me separan de vos, Sabré que la flor de mi alma Flores de un lindo color, No ha perdido su color, Pero tan sólo perduran Entonces podré dejarla Las que se dan con amor. En tus manos, sin temor, En el cielo de tus ojos Ya no existirán olvidos Ha nacido una ilusión, Castigando al corazón, Si descubro en tu mirada Empapada de rocío La lumbre de una pasión Como si fuese una flor, Que me lleve a caminar Una flor que va ya los vientos Por la senda del amor. Le van quitando color; Pero en tus labios, de nuevo José Luis Acosta Se ha encendido su rubor. Santiago del Estero ¡Qué pequeñitos parecen Los versos de esta canción! Tal vez no alcancen sus alas Para llegar a tu amor; Quizá se queden perdidos Entre las nubes y el sol, Tal vez la noche profunda Los cubra con su mantón Y se vuelvan hojarascas Por la senda del dolor.

José Luis Acosta

Caminar Con el corazón lleno de ilusiones Transito los senderos, de un tiempo De amor y esperanza, Que se aleja, se aleja Perdiéndose en el horizonte de mi vida Dejándola muy vacía. Un vacío imposible de llenar, Porque hizo nido en el alma. Y la mirada se pierde en lontananza En busca de la esperanza olvidada En el tiempo, en los caminos. Escondiéndose en los recodos, Redonditos del alma, Transitando esta su pena y soledad. Estrella Tus pasos siento, En la oscuridad del tiempo Un tiempo sin retorno, Un tiempo sin presente, Un tiempo que duele, Con el dolor del olvido, Tiempo, retorno, dolor Se entrelazan y elevan. Se elevan hacia el infinito Formando tal vez Una estrella más En el azul del firmamento Mirna Márquez Córdoba Argentina

Mirna Márquez

Cosas de locos Esa locura de sentirse cuerdo Que lo mantiene atado a una sonrisa. La nitidez del cielo, la sonrisa. El espejismo de creer en el amor. El sortilegio de la vida misma. Mirar horizontes donde hay confines. Imaginar que no se ha dicho Todas las palabras. Que hay un fuego interno y moviliza. Respuestas inconclusas Y preguntas precisas. Incentivos más que suficientes Para no caer, De nuevo Al precipicio. Silencio El silencio vibra en un sonido mudo Inexplicablemente audible. Sí, se escucha su melodía armónica, ronca. Toca una nana… y canta… y cuenta… El letargo de su sociego despierta como rara Paradoja, inconsciencia lúcida profunda. Lágrimas de paz nacen al filo del alba, Con soles que apenas se insinúan En el paisaje todavía oscuro, mágico, libre. Al fin amanece, su mudez escapa Ya nadie lo escucha, se desvanece, Pierde la calma. Nora Serena Córdoba

Nora Serena

Murmullos Poema La corriente susurra Hoy te ví venir, cosas que sólo yo entiendo. aparecisteis de golpe, Atraviésame el río. como un ladrón. Mis ojos vagan en el azul. Me encontraste semi desnuda, Inaccesible y distante. de mí, de otros. Los fantasmas descienden. Mi mirada atravesó la tuya, Exigen que hable. Diste un paso atrás. Las palabras resbalan Qué buscabas? en mi desnudez de follaje Se abrió un horizonte implacable, Mi angustia rueda, No quise ni pude mirar. entre las piedras. Sólo balbuce, déjalas. Deshilachan mi ser. Y se las lleva el río. Tú ofrenda fue rechazada, tal cómo lo habías soñado. Como siesta. Hundo mi cabeza bajo el agua. Después no sé, quizá fue un Regreso de la absoluta Nunca más. IMPERMANECENCIA. Maru Crespo Erramuspe Me pregunto: ERA YO O ERA OTRA Córdoba

Maru C Erramuspe

Jorge Del Col

Regador de la vida (Al Paraná, padre de las aguas) Como un llanto milenario de la tierra Con tu médula de barro adormecido En turbia soledad por las distancias Vas lento hacia la sal de tu destino. Hay un indio atardecido en tus riberas Con mirada biguá en el horizonte Que llora recordando en cada ocaso Su última ilusión de camalotes. Todo el sol precipitado en tu bravura Se te vuelve un pez dorado y aguerrido, Tu blanda inmensidad bajo la noche Lleva escamas de luna y de rocío. Es tu nombre antiguo semen de la lluvia Regador del equilibrio de la vida Rubores de ceibales iluminan El sueño de tu magia humedecida. Paraná tu trajinar de ancho silencio Se parece al corazón de mi destino, Andar una esperanza solitaria Ser siempre adiós llevando olvido. Jorge Del Col Villa Ascasubi. Córdoba

Pájaro Tiene silencio de arena la gloria de tu vuelo. El canto majestuoso armoniza la mañana y un poema universal necesita de tu grito. Te escucho y me siento farsante ante tu trino. La tierra se empalabra con plumas de colores Solo cinco Busco el abrazo de tus ojos cuando la noche se hace espejo en la cosecha. Cuando la lluvia peregrina del viento golpea los charcos y la neblina se lleva la voz de la memoria. Hay un tiempo de siembra un abril rojizo despeina la tarde y germina en tu vientre la oración simple de harina y sudor. Jorge Antonio Farias. Rio Tercero. Córdoba

José Antonio Farías

Compañero fiel Drugot Compañero inteligente Me sigue como a la sombra Y a la vez se le nombra El amigo fiel del hombre. Cuando el caballo he largao Se va con él al potrero Y resulta un compañero Que siempre se halla a su lao. Si quiere alguno agarrarlo No ha de poder enfrentarlo Porque el perro al atrevido Lo aturde con sus ladridos. Solo oyendo mi silbido Sus arrebatos suspende, Porque a mi orden atiende. Y se me acerca vencido. Llega a lamerme la mano Y si lo acaricio ufano, Como un niño corre y salta Solo el habla le falta Para que parezca cristiano. Cuando lo reto comprende Y se arrastra por el suelo Como señal de respeto Y sujeto a mi propia voluntad. Pero a mí me basta y sobra Que esté a mi lao con su ternura, Su estampa, su figura Y su don de buena amistad. Drugot Buenos Aires

Para mi vida (Dedicado a mi querida esposa) Sos fuerte como una roca y pura como el cristal, sinónimo de entereza siempre luchas por tu hogar. Con tu brillo iluminas todo a tu alrededor, sos tan bella, tan perfecta, cariñosa por demás, conmigo y con tus hijos. ¡Nada nos haces faltar!. Te cuidaré con mi vida como a un valioso cristal. Sos el tesoro precioso que Dios me regaló. para compartir los días de alegría y de dolor. Guillermo A. Salinas San Rafael Mendoza

Mendoza Privilegiada por el cultivo de la vid, Mendoza, la de vendimia tocada por un hada la de uvas negras y rosadas entre cepas achaparrada otras blancas y amarillas despiertan con la vendimia de una perfecta alquimia. sueños de ideales y alegrías. ¡Hoy le canto al vendimiador La abundancia del agua por ser un gran labrador en esta tierra sagrada de estos campos en flor! hacen que el viñatero pueda cumplir su sueño, Adela Elisa Cornejo de recoger la cosecha trabajo de un año entero. San Rafael Mendoza Los racimos ¡Que racimos! apetitosos y dulces son de variados sabores según pintan sus colores. así se caracteriza por su sabor agridulce. El labriego atento mira con orgullo sin igual las tijeras, tachos y algunos canastos entre magníficos viñedos uvas y sarmientos, En el callejón los camiones esperan como señores ser llenados por los paisanos en todos sus rincones. Las uvas han madurado y la cosecha ha asegurado.

Adela Elisa Cornejo Guillermo A. Salinas

La puerta Se detiene mansamente frente a la puerta cerrada. La mira sin ha- blar, sin mover un músculo; ambas están quietas, parecen desafiarse. Una quiere traspasarla y la otra se niega. Ella, Carmen, arrastra torpe- mente un andador, con infinidad de bolsitas colgadas, tal vez sus últi- mos recuerdos. Traslada su cuerpo fatigado, lento. La puerta, fuerte, blanca, no se abre. Ella no quiere escapar, sólo desea respirar, oler los tilos. Tan sólo eso, pero, está muy agotada y, sus músculos no respon- den. ¿Levantar su brazo? Imposible. ¿Pedir ayuda? Aún es demasiado orgullosa. No habrá puerta que se le resista, pero ésta continúa mirán- dola con gesto imperturbable. ¿Cuánto tiempo permanecerán así? Im- previstamente su pierna reacciona, reúne todas sus fuerzas y patea la puerta, que se abre, escupiendo vidrios y astillas. La dama desparrama bolsitas e insultos contra la puerta que se re- tuerce en el suelo. El andador se estrella contra la vereda, angustiado inútil. Ella corre ágilmente hasta la calle y, como si lo hubiera invoca- do, un taxi se detiene, la dama sube sin decir una palabra y parten ve- loz. ¡Cuánto tiempo sin sentir el aroma del lago! Respira profundo. Atardece y la arena cruje bajo sus pies descalzos. Silencio, brisa fres- ca. Desde los asadores le llega el recuerdo del fuego recién apagado, de niños jugando entre los árboles. No siente frío, sus piernas están li- vianas y una hamaca se balancea, invitándola a jugar, no puede resis- tirse. Su risa feliz retumba en el atardecer. Ya debe volver, su marido la espera para cenar. Los patos ya buscan la orilla. Estira la mano para to- car el agua, cuando otra mano la aferra con energía. “¡Carmen, no abri- rás esa puerta, ya es hora de cenar!” Ella obedece sonriente, al menos por un momento estuvo en libertad. Beatriz Ortiz Córdoba

Beatriz Ortiz

El último perdón Desde hacía un tiempo, él regresaba de la calle mal- humorado, a disgusto. Nada le parecía bien, ni la comi- da, ni cómo estaba puesta la mesa y si yo demoraba un poco en servir la cena, comenzaba a golpearla con el puño; platos y vasos saltaban por el aire y los gritos se escuchaban desde la calle; mis vecinas, me lo decían preocupadas. Tantas veces me dijeron que me fuera, tantas veces que lo denunciara… ¿Pero cómo iba a denunciarlo? No me pegaba, no tenía marcas en el cuerpo o en la cara. Sólo las tenía adentro, muy adentro mío; y eso no sirve como prueba en la justicia. Anoche tuvimos sexo. Porque eso de hacer el amor era cosa del pasado, de los primeros tiempos, de esos que llaman ”del enamoramiento”. Yo me esmeré todo lo que pude, para que no se enojara, para que no se vio- lentara. Lo hizo de cualquier forma. Tuvimos una discusión, una fuerte discusión; me gritó e insultó. Frígida fue lo más suave que me di- jo .Que era mi culpa, que si yo hiciera lo que él espera- ba de mí, no se enojaría; pero como me quería, me perdonaba. Con el alma retorcida de dolor, me levanté y salí al balcón a tomar un poco de aire. Mientras intentaba re- cobrar el equilibrio de mis nervios, imaginaba lo distin- ta que sería mi vida, si lograra alejarme de él. Contaba con el apoyo de familiares y amigos que me ofrecían refugio en sus hogares, si me decidía a abandonarlo y comenzar una nueva vida, libre de agresiones.

Pero él me había dicho que me quería… que me trataba así porque yo lo hacía enojar. Tal vez si intentara complacerlo, lograría que volviera a ser como antes, el marido amoroso que volvía a casa con deseos de hacer- me el amor, siempre con un regalito: unos caramelos, una flor. La esperanza me inundó el pecho; hasta que sentí su mano apoyándose en mi espalda, grande, pesada; empujándome hacia el vacío. El desconcierto se dibujó en mi cara, para luego darle paso al horror. Ahora, me encuentro tirada en la calle como una muñeca de trapo des- membrada. La arena incrustada en la mejilla, la ropa y los cabellos enma- rañados; un hilo caliente y rojo que brota de mi boca y corre por el pavi- mento. Y en los ojos queda la pregunta congelada… ¿Porqué, porqué lo perdo- né una vez más’? Omi Ortiz La Plata /Buenos Aires Omi Ortiz

Cansancio Me cansé de ser ordenada El viento no se las podrá llevar. Dar a cada cosa su lugar Con una mente almidonada Me cansé de ser lámpara quemada Sin arrugas andar. No alumbrar ni mi pesar Ahora soy rayo de luz Me canse de las etiquetas ¡Cuidado!, hasta puedo deslumbrar. Y del qué dirán Prefiero pintar sin líneas Que delimiten mi pensar. Me canse un poco de las ovejas Aquellas blancas, puras están Prefiero ser oveja negra Sobresalir de las demás. Me cansé de andar descalza No hacer ruido al caminar Prefiero dejar huellas y sonidos De mi paso firme al andar. Me canse de tanto juicio Nancy Vechio D-R Sin pruebas ni delitos juzgar ¿Si desvelamos justicia Córdoba Que tan ciega, sorda y muda está?. Me canse de estar sin voz Y mis palabras callar Prefiero escribirlas

Nancy Vechio

“Soñé que te besaba” Anoche soñé contigo y te besaba... eran tan dulces tus labios.. tan tiernos !..y tan míos en madruga- da!!.. Recuerdo nos daba el sol que se pintaba en mi ventana...!! y nos mirábamos los dos sin decirnos una palabra ..!!... Me desperté y tu hermoso rostro en mi almohada se dibujaba..!!.. y hasta tu mismo perfume quedo impregnado en mi sábana;.. Y empecé a gritar tu nombre... loco de amor y con ansias !!... con esas ansias de amarte y no dejar que te vayas...!!! Anoche soñé que te besaba... y acariciando tu hermosa piel en secreto...yo te amaba..!!! Favio Daniel Muro Tucumán

Favio Daniel Muro

Me vestí de Primavera Hoy hay primavera en mí entre aromas, colores, revoloteos y trinos una gran emoción hace todo mi ser estremecer mi corazón florecer mi alma rejuvenecer Hoy muy afortunada me puedo sentir una gran bendición acabo de recibir el tan ansiado anhelo se pudo cumplir Hoy hay primavera en mí un torrente de felicidad me viene a inundar las palabras… cual dulce sinfonía se hacen escuchar mientras, lágrimas de alegría sobre mi mejilla comienzan a rodar Pues… ¡Que voy a ser abuela! me acaban de anunciar. Mercedes Luna Córdoba

Mercedes Luna

“En héroe me convertí” Un 20 de abril escuché un triste recitado Que me ha hecho pensar distinto, Porque en aquella noche embalseña, Mi ego, orgullo y machismo Dejaron de apoderarse de mí mismo, Mientras el recitador nombraba Una dama llamada Beatriz, Yo sentí palpitaciones como queriendo Correr sabiendo dónde debía ir!!! Yo no sé si aquel recitador me conocía O si sabía que en aquella noche embalseño Iba a encontrarme ahí, pero cada palabra Que salía de su boca penetraba en mí Y aquella palabra “Involucrarse” Como gota que rebalsa la copa Me di cuenta que no fue casualidad Que yo me encontrara ahí. Yo estaba siendo testigo De una violencia de género Y por arrogancia y orgullo Cerraba las persianas, subía la música Para no sentir los gritos y discusiones

Que se planteaban a diario Por los celos de aquel insignificante infeliz. Las madrugadas que Norma corría A golpear mi puerta Y yo diciéndole a mis hijos déjenla, Discusiones de parejas no debemos Intervenir y aquel enojo de familia Que siempre me lo hicieron sentir, Gracias a aquel recitado reflexioné Y esa noche me disculpé con mi familia Porque aunque yo no los maltratara Al no dejar que ellos se involucran Estaba apoyando aquel cobarde infeliz, Un verdadero hombre se estaba responsabilizando Y aquella firme decisión no tardó en venir. Abrí las puerta al dialogo, pedí perdón por la ausencia Nos quebramos en un momento Y fundidos en un abrazo Y mirando al cielo de mi vecina, como diciendo -No fue en vano orar y tener esperanzas… De testigo me acerqué a la comisaría Jamás pensé que podría opinar El maltratador de mi vecina yo solo le dije ¡Basta Ya! Ni una menos y hoy gracias a Dios Una mujer se encuentra con vida. Norma se encuentra feliz y yo como vecino Tal cual lo dice el recitado en HEROES me convertí

Y hoy puedo expresarlo así Que por haberme involucrado a tiempo Mi vecina Norma no padeció lo que le pasó a Beatriz!!! Miltón Eric Siano Fighiera Santa Fe Arg. Miltón Eric Siano

Por ella... Era una noche fría, oscura. El pueblo estaba silencioso, como dormido. La hora 23 había sido dada y yo aún daba vueltas por la cocina antes de irme a dormir. Repentinamente alguien llamó a la puerta. Me pregunté quién sería a semejante hora de la noche. Fui y pregunté, sin abrir la puerta, quién era. -¡Soy yo! –habló tímidamente cual niña asustadiza en la oscuridad. Me tomé varios segundos en responder. Nunca imaginé que podría ser ella, ella que regresaba después que me abandonase para irse con otro. Con ese… Omar Pérez Gar- cía. -¡Hace mucho frío! ¿Puedo entrar? Quiero hablar. Su oración era como un desesperado ruego, el mismo ruego que emití para que no se fuese, para que no me dejase aquella noche. Entonces abrí la puerta para decirle que no, porque me decepcionó, me lastimó, me llenó de penas, angustias y… fría soledad que no merecí. Pero vi su desencajado rostro, sus moretones, el ojo negro de los golpes que le habían da- do, aun le sangraba la nariz. Lloraba en silencio. Su mirada buscaba clemencia, compasión. Mi alma aun dolida por lo que me había hecho se apiadó al verla tan así y la hice pa- sar. -¿Fue García? –le pregunté con los dientes apretados, con rabia. -Sí. Asintió ella.

Dije que llamaría al doctor, me pidió que no. La metí en la ca- ma, limpié sus heridas y le hice un caldo caliente. Después cuan- do se durmió, salí a la calle para respirar aire fresco y la noche me atrapó, me devoró. Caminé por las calles oscuras de memoria, el pueblo no tenía luces. Crucé las vías, traspasé la luces. Crucé las vías, traspasé la vieja iglesia, la plaza y allá, orillando el pueblo, llamé a su rancho. Omar Pérez García sin preguntar quién iba a tal hora, abrió la puerta y se asomó. Sin mediar palabra alguna, le ensarté el puñal en el corazón y antes de verlo caer, me fui como llegué, por la ,oscuridad y en silencio. Llegué a casa, limpié el arma y la guardé. Después de beber un buen trago, me costé a su lado, sin despertarla. Al día siguiente en el trabajo, oí decir entre los compañeros que habían asesinado al vecino de Omar Pérez García. Proseguí trabajando duramente pero yo ya no estaba más ahí. Drugot

Manzanares Un bálsamo oloroso inunda la tarde sonrojada de manzanas. El fruto prohibido del génesis seduce las mariposas que ávidas de eternidad revolotean en el ocaso. Perfección de mujer magia y fertilidad se funden en la incertidumbre del pecado. La desnudez del invierno incendia los atardeceres de julio con el fulgor rojizo de los manzanares. María Angelina Bustos Bargas

Momento de alumbrar La armonía del círculo se conjuga en la redondez inmaculada de tu vientre encinto. Un tímido arco iris se perfila En la curvatura del ocaso para asistir a este instante de magia. Tu ombligo maltrecho cabalga las estrellas se amarra al cordón umbilical Y en el cuenco de mi mano se produce el milagro. Un retoño hambriento de sol irrumpe en el silencio de la noche su llanto se enarbola En la redonda luz de la lámpara hasta trepar a la cúpula de la existencia. María Angelina Bustos Bargas Córdoba. Argentina

María Angelina Bustos Bargas Nacida el 02/09/1959 –La Cruz-Córdoba-Argentina En 2003 en concurso zonal org. por Radio Delta Embalse obtiene 3ªPremio en la categoría Cuento Adultos, en 2005 en el mismo certamen obtiene Mención Especial en Cuento Corto adultos. Se desempeñó como corresponsal de notas en el diario regional Tiempo de Embalse y Revista zonal Ave Fénix (editada en Berrotaran) Ha publicado sus trabajos en las siguientes antologías: SINFONIA DEL ALMA (publicación S.A.L.A.C Filial 14 - año 2011) ENCUENTRO DE VOCES (publicación S.I.P.E.A – año 2015) GUARDIANES DEL CEIBO (publicación antología Taller Literario “La Plu- ma” Embalse 2016) HOMENAJE AL AMOR (Antología de Cuentos y Poemas publicado por Soc.Arg.de Esc.Bs.As.) REVISTA DIGITAL POETAS SIN FRONTE- RAS. MARIPOSA DE TINTA (antología taller literario La Pluma Embalse 2017) PARTICIPA DE LA ANTOLOGIA DE POEMAS LATINOAMERICANOS- UNIENDO FRONTERAS- BOLIVIA 2018 y del encuentro desarrollado en Cochabamba, Tarata y Sacaba LUNA ALFARERA (antología taller literario La Pluma Embalse 2018) MÁS DE 100 POETAS POR LA PAZ (antología internacional edición 2019 donde obtuvo mención por su poema Humanidad)

Blas Juan Zapata Entre Ríos

Lito Molina

Luis Martinelli Santiago del Estero

Escritores, poetas, recitadores, músicos Unidos por una misma pasión: La palabra y el canto Abril 2019

Diseño gráfico Diagramación Compaginación Edición Drugot [email protected] Esta edición Se edito en Mayo 2019 Ediciones Aper


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