Bichos implumes es una publicación de alumnos y profesoresde la Preparatoria 7 de la Universidad de Guadalajara quebusca fomentar el las expresiones literarias y artísticasde nuestra comunidad.Si te gusta escribir o tienes propuestas gráficas, envíanoslas avictor.villalobos@sems.udg.mx
Drew Beamer @Unsplash Editorial Bichos curiosos Platón definió, entre sus jóvenes mancebos, al Hombre como un bípedo implume, ya que camina en dos patas y carece de plumas. Diógenes llegó al Ágora un día con una gallina despumada y la soltó en el centro del patio donde estaba el filósofo con sus alumnos: “ahí tienen al Hombre de Platón”, soltó mientras el bicho despluma- do corría sin ton ni son entre los jóvenes que pensaban la vida y el mundo. En la Preparatoria 7 de la Universidad de Gua- dalajara nos gusta la idea de que los bichos, -los jó- venes, los profesores y los exalumnos-, encuentren sus propias respuestas ante la vida, se cuestionen y nos cuenten de qué va esto de estar en el mundo desde su perspectiva. En esta idea cabe la imaginación, la vivencia cotidiana, la ciudad que habitamos y las historias que suceden en esas cabezas despiertas y atentas, como las de las galli- nas que soltó Diógenes aquel día en el Ágora. Bichos implumes quiere ser ese espacio donde quepan los mundos de nuestra comunidad escolar: narrativa -crónica, ficción y microrrelatos; artes gráficas y poe- sía y como buen lugar de reunión, Bichos Implumes no nació de la nada. La Preparatoria 7 tiene una larga tradición de revistas de literatura desde los años 80 del siglo 20 que han buscado difundir la creación literaria
de alumnos, profesores y de lo mejor de la literatura ta-patía. Esta revista es hija directa de Río Subterráneo, proyectodel taller de literatura de los profesores Efraín AmadorSánchez y Luis Martín Ulloa que vio luz a mediados delos años 90.A través de un formato sencillo y casi artesanal, bus-camos que lo que prive sean las buenas letras que seproducen en nuestro entorno educativo. De la mismaforma, hemos trabajado de forma colaborativa con losalumnos en la edición y selección; así como con el otroproyecto editorial de la escuela: DADA Fanzine.Los Bichos implumes que recorrerán estas páginasdeambulan por el manto de la creación literaria, la ex-periencia gráfica y el ojo fotográfico con la finalidad demostrarnos cómo es el mundo en todas sus aristas y vo-ces. Víctor César Villalobos
MinificcionesDivina secuela En rachados Fernando Cocolán Villegas Fernando Cocolán VillegasY en vida fui tan indeciso que alcanzando un mejor Sonó el teléfono, rápidamente la señorita atendió.puesto en mi carrera política preferí, a la mitad delcamino de la vida, perderme en una selva oscura y -Hola, muy buenas tardes, estamos para ser-horrible. No pude evitar ser expulsado de mi pueblo, virle en estos momentos de dolor sabemos que…después de que el sueño terminó el infierno no lo hizo. -Ha caído el veinte, y en tan solo diecisieteLaboral días-, interrumpió una voz seca y apagada. Fernando Cocolán Villegas -¿Con quién tengo el gusto?-, prosiguió ella, después de un silencio la línea se rompió.Creí que se había dado cuenta, pero en realidadfue todo lo contrario, Cuando finalmente se percató Busco el titular del periódico del día y, porde mí corría detrás de la justicia. El viejo celular, protocolo, llamo a la familia del ejecutado, preguntomi rota cartera y mi bolso de mano aparecieron por si querían conocer los paquetes funerarios, envió flo-la mañana junto a mi cama, la nota “No visites a res y chocolates.papá en horario laboral” encabezaba mi regalo. Sonó el teléfono.Matthiew Henry, @Unsplash
Dana Deaner @Unsplash Golpes de infancia Juan Carlos RodríguezLa historia se remonta al año 2006 en una humilde casa Tras tomarlo sentía que era demasiado liviano, perfectoubicada en Zapopan, mi hogar. Vivía junto a mi abuela para ser lanzado y recorrer una distancia colosal. Lo lan-y mi madre que trabajaba casi todo el día, era un niño cé con todas mis fuerzas y dicho objeto chocó contra lamuy curioso al que todo le parecía un juguete con el pared. Fue una sorpresa observar cómo se hacía peda-cual jugar. zos. “Qué desperdicio”, me repetía a mí mismo mientras veía con sumó desprecio a los pedazos oscuros reposan-Un día por la mañana, mi madre fue a su trabajo y mi do en el suelo.abuela fue a comprar carne en la carnicería de la esqui-na. Me quede en la casa de dos pisos para mí solo. El ocio La televisión parecía ser más interesante que antes,y la vagancia crecían en mi interior. La televisión ya no quién lo diría.mostraba nada interesante, así que sali en búsqueda dediversión. Pasaron solo unos minutos cuando llegó mi abuelita, me llamo por mi nombre completo, algo sonaba mal en elFui directo al cuarto de mi abuela ya que ella tenia en tono imponente con el que lo decía, el peligro se sentíasu poder una extensa colección de juguetes que yo y mis en el ambiente. Cuando ella tiró los pedazos negros enprimos olvidábamos o “perdíamos” durante nuestras conjunto con las palabras “Qué es esto” fue todo lo quehoras de juego. Todos y cada uno de ellos fueron regis- necesite para salir corriendo, corrí y corrí con todas mistrados con mi vista. Ninguno fue digno de ser elegido, fuerzas cuando sentí un golpe en la cabeza, todo se tor-pero algo llamo mi atención: un disco de vinilo negro nó negro, abrí los ojos solo para horrorisarme, mi abuelaque ante mis ojos se posaba como un buen frizbee que venía con una manguera mojada, pese a mi corta edadme proporcionaría horas de diversión. tuve que aceptar mi destino. Lo último que recuerdo de ese día es dolor y mis pompis rosadas que no me permi- tieron sentarme un buen tiempo.
Edson Saldaña me abrazaste supe que estaba bien, luego el sorprendi- do fui yo al sentir cómo me tomabas por la nuca y abra- Me atreví zabas por las costillas y me ponías debajo de ti, sentía tus labios en mi oreja, cerré los ojos y me dediqué a sentir. Darío Abad Sentí cómo descendían hasta mi cuello, cambiaban deEn ese momento, bañada por la luz que se abría paso a lado y continuaban en lo suyo, luego sentí tus labios so-través de las cortinas de aquella ventana, el halo que se bre los míos. Yo no sabía cómo moverlos, mi mente seformó en tu rostro, evocaba en mi ser tal nivel de paz, llenó de dudas en ese momentocomo la que siento al recostarme luego de un largo día.Tú eras esa paz, en aquel momento eras la solución a ¿Debo abrir la boca mucho o poco? ¿Debería morder sumis problemas. Esa habitación se convirtió en el universo labio? Me han dicho muchas veces que haga eso, peroy tú eras el sol que alegraba mis días. En ese momento ¿Si no le gusta? ¿Qué debo hacer y qué no debo?éramos solo tú y yo, los únicos sonidos que importabaneran nuestra respiración y pulso. Después de tantas dudas estúpidas, como leyéndome laEn ese momento me atreví. Te tomé por los hombros y mente, al ver que tenía los ojos abiertos como platos:te derribé sobre las sabanas, puse mi rostro en tu cuello “todo lo que hagas me gusta” justo al lado de mi oídoy me embriague con tu dulce aroma, escuché tu respira- te escuché recitar esas palabras. Luego de oír tan bellación ligeramente agitada por la sorpresa, pero cuando frase, me atreví, te tomé por la nuca y acerqué tus la- bios a los míos, abrí levemente la boca y te besé. Sentí un nivel de éxtasis que jamás había sentido: te tomé por la cintura y tú lo hiciste por el cuello, te puse debajo de mí, me puse de rodillas sobre la cama, tome mi playera desde abajo y me la quité de encima. Iba a colocarme de nuevo como estaba, pero te sentaste y pasaste tus manos por mi pecho, deteniéndote por cortos periodos en las cicatrices y lunares que había, me abrazaste por la cintura tan rápido que apenas me di cuenta. Me que- de inmóvil, ¿Por qué sentía tanta paz al estar a tu lado? ¿Eres acaso la persona que quería a mi lado cada ma- ñana el resto de mis días? Me derribaste en el frio suelo, casi me sofoqué. Nos reí- mos y me diste un pequeño beso en la mejilla. Te sacaste la blusa, entonces te vi con una expresión tan atrevi- da pero con las mejillas de un tono rojizo muy claro a la vista, no dejaba de admirarte, admirar tu belleza, “¿me ayudas?”, dijiste y te diste ligeramente la vuelta para que observara tu espalda, y lo vi, era el broche del sostén que traías puesto, contesté afirmativamente con la cabeza. Me senté en el piso y lo abrí, de repente te levantaste y subiste a la cama sin dejar de darme la espalda. Te seguí y tomé por la cintura, pasee las manos por tu espalda, tus hombros, tu cuello e hice girar tu ca- beza: te vi a los ojos y comencé a descender las manos y te tom por el abdomen, fui ascendiendo hasta tener los pulgares sobre tu sostén que lo único que lo mantenía ahí eran tus tersas manos, lo retiraste y dejaste caer al suelo, cuando te diste la vuelta fue cuando pude verte totalmente vulnerable y bella, como una gacela siendo cazada, fue entonces, que nos atrevimos.
Cristina Gottardi En cuanto llegué al pasillo, las luces tanto de mi cuarto @Unsplash como del pasillo se apagaron con brusquedad pero sin ruido, como si se hubieran fundido los focos. Las sombras En seguida en la pared de enfrente vi una silueta, pare- cía una sombra oscura que resaltaba del resto de oscuri- Fátima Aranzazú López Caballero dad. Tenía forma de cabeza pero abarcaba casi toda la pared, e incluso más; no tenía sentido. No se asemejabaEran las 4 a.m. cuando todo comenzó. Me encontraba a alguna cabeza humana, sino que tenía forma demo-sentado en la esquina de mi cuarto. No lo podía sopor- niaca. Cuando me di cuenta, cerca de mí había otrastar mas. Esto tenía que parar, pero no sabia como. las dos, una de cada lado.cabezas en el pasillo no salían de mi mente. Eran comosombras enormes plasmadas en la pared, pero a dife- Susurraban cosas que hasta hoy no he podido saber surencia de una sombra, se veían en la oscuridad sin ne- significado, y no es que lo haya investigado ya, o quecesidad de luz. Susurraban cosas que solo un demente quiera saber qué era.podría entender. Tomando todo el valor que pude, y a la vez la cobardía que asomaba, corrí hasta mi cuarto sin detenerme. En este momento me encuentro en la esquina de mi cuarto, sollozando. No se por qué rayos me puse a escri- bir esto, creo que es una carta de arrepentimiento.No tengo idea por qué me siguen, solo sé que están ahí. Escucho los susurros cada vez mas cercanos, mas fuerte.Mis padres se fueron el fin de semana a pasar unos días Tengo a mi derecha la única solución después de trescon mis abuelos; yo me quedé en casa. No me agrada horas. un arma que conseguí hace dos meses en caso de peligrar mi seguridad en el hogar.salir y tenia otras cosas que hacer.Durante la primer noche me puse a ver películas hasta Antes de poner el fin a todo tengo que esconder el Libroquedar dormido. Al día siguiente hice unos deberes y de las almas, el Necronomicon, nadie más puede pasar por esto como yo.me dispuse a ver mas películas.Hoy, después de dormir, me he despertado al escuchar Dejo esta nota cerca de donde se tenderá mi cuerpounos susurros extraños. Asustado de que alguien se hu- como advertencia, como aviso, si alguna vez alguienbiera metido a casa, me levante a ver qué había, de- encuentra la libreta escrita con sangre humana sobreseando que fuera mi imaginación. piel humana, de muertos, deben deshacerse de él y bajo ninguna circunstancia abrirlo.Al salir encendí todas las luces de la casa, pero no se veíanadie. No obstante, los susurros seguían. Una sombra ha llegado al umbral de la puerta. Es mu- cho mas perversa y horrible, se acerca con lentitud bur-Busque cada aparato: televisiones y radios. Comprobé lesca. Es ahora o nunca...que estuvieran apagados, y así era... -la expuesta nota fue encontrada como prueba de sui-Al regresar a mi cuarto fui apagando todas las luces de cidio en un presunto acto de la misma naturaleza.la casa, una por una, hasta llegar al pasillo. En ese ins-tante mi plan era apagar la luz y correr hacia mi cuarto, Las pruebas recabadas son un revolver .38, las hojas depuesto que el interruptor está lejos de él. la nota, y una libreta extraña encontrada debajo de su cuerpo metida en un mosaico flojo del piso.
De una vieja historia Los ancianos hacían memoria. Ellos habían conocido y tratado en sus tiempos mozos, a jóvenes conciudadanosque escuché no recuerdo cuándo, dónde que armados de valor irrumpían en las entrañas de la ni a quién, y que hoy paso a recrear montaña para no volver jamás. Pero esos fueron otros y viejos tiempos, y ahora, a los pobladores, no les falta- Roberto Pérez Jiménez ba paciencia. La historia mostraba cómo de generación en generación, la vida, para éstas, había sido y era unEl tributo era estricto e inaplazable. De manera fiel, gru- continuo tributo, un perene sometimiento que se apo-pos de personas de diferentes puntos de la región aban- deró de las conciencias de las personas de esta nacióndonaban periódicamente grandes porciones de riqueza obnubilándolas y creándoles un exiguo confort desde elpor ellos generada en la boca de una profunda cueva. que buscaban conservar el delgado hilo de la tranqui-Sobresalían de la obligada contribución joyas que de- lidad vivenciada. Desde esta ceguera, los más ancianosjaban lucir exquisitas piedras preciosas incrustadas ma- desdeñaban con doloroso donaire el para ellos inconve-gistralmente, objetos de oro y otros metales de diferen- niente arrojo que más de algún joven buscaba realizar ytes formas y tamaños dignos de admirar. Aunada a la poder así romper la sumisión formulada día a día.fortuna, se agregaban cantidades enormes de víveres ygranos que permitían alimentar y conservar en calma Algunos pobladores, sobre todo jóvenes, discutían cómoal portentoso dragón que habitaba en el interior de la trasgredir lo establecido, referían la necesidad de enca-cueva y para el que eran todos los bienes. minarse rumbo a lo sinuoso de la montaña en busca de la cueva con un sentido claro de su obligación: destruirEntre los pobladores, las versiones sobre el alado rep- al reptil alado, rescatar la riqueza acumulada por eltil, sus características y crueldad cuando no eran aten- monstruoso animal y distribuir esta riqueza entre los ha-didas sus demandas, sonaban diferentes y, las más de bitantes de la región para que rehicieran con ella el tipolas veces, contradictorias; algunos decían que tenía tres de existencia que, en su mayoría, habían soñado.cabezas, los más ancianos sólo mencionaban una, perotodos coincidían en que la ferocidad de éste era tal, que De entre el grupo que manifestaba su inconformidadbastaba un mínimo retraso en la tributación o una dis- por la reiterada demostración de cobardía, conserva-minución de la misma para que con su rugido, como durismo u obnubilación de los habitantes de esa comar-respuesta a la desatención, hiciera remover las piedras ca, sobresalía uno de mente lúcida, buen orador, fuertesde la tierra y los aires del cielo provocando movimientos puños y, sobre todo, de una fidelidad demostrada en-telúricos en los poblados y los bosques de los alrededores. tre sus hacer y decir. Su obsesión era una: acabar conDel sorpresivo estupor, debido al estridente bramido, se el dragón, llevar la o las cabezas de éste al centro de lapasaba al pánico, de tal manera que, sin opciones, los plaza, hacer con ellas una gran fogata, tan grande, queciudadanos se desprendían de una parte de sus produc- las llamas lograran verse a lo largo y ancho de la nacióntos y riquezas para, con ello, dispensar el agravio del festejando así la liberación de tantos años de opresión.que había sido objeto el dragón, por la demora. Sin mayores preámbulos, y una vez resueltos los porme-Los más jóvenes, bajo el cobijo de las nocturnales som- nores, el grupo decidió pasar a los hechos fortaleciendobras y la información que tenían de otros habitantes el ánimo del valeroso joven cuya tarea ya había sidoallende las fronteras, se preguntaban en reuniones clan- discutida ampliamente. Los mejores herreros forjaron sudestinas el porqué de la sumisión y el tributo. Que si era espada y su escudo; se le dio el mejor caballo y la mejorjusta o injusta la continua carga que de manera dócil la armadura, sólo faltaba esperar el tiempo adecuado, yregión soportaba. Y entre charlas y arengas, más de al- éste, según decir de los ancianos, era aquel cuyo cuerpoguno aceptaba incursionar en la cueva para destruir al no reflejara sombras durante la noche. El valiente y lealdragón y así liberar al pueblo de su malévola demanda. joven espero el momento oportuno con parsimonia, sí, pero también con un poco de ansiedad dado el alto y trascendente compromiso adquirido. La noche propicia se acercó: un gran nubarrón cubrió el cielo nocturno os- cureciendo aún más la atmosfera que se antojaba fa-
vorable al propósito. Lo profundo de la noche se perdía La espada, zigzagueante, no vacilaba en su intrépidoen la nada volviendo invisible toda huella o imagen en afán: un corazón, como objetivo final, era buscado in-movimiento. Éste era el momento y lo aprovecho; sabía cesantemente por ésta, logrando, después de una arduaque la sensibilidad y percepción del animal era tal que y nocturna batalla, su cometido.el deslizamiento de una sombra podía alertarlo, no elruido, no las voces, eran las sombras las que lo ponían El amanecer coincidió con la muerte. El alado reptil, enen alerta ofensiva, de ahí su peligrosidad al pretender sus estertores, parecía agradecer con gestos y compade-atacarle y de ahí la excesiva precaución al buscarle con cer con lastimosos y sutiles rugidos, a su victimario. Estosel fin por él deseado: finalizar la existencia del dragón; ademanes pasaron desapercibidos. El joven, victorioso ymatarlo. altivo al mirar caído y ya sin aliento al escamoso tirano, no percibió los agradecidos y compasivos gestos del dra-Cumplió sus primeras metas trazadas: atravesar el um- gón a él vertidos.bral de la cueva, trasladarse por los torcidos caminosdel interior de la montaña y aparecer de frente al por- Ahí estaba, henchido de orgullo, con su espada en altotentoso animal para, finalmente, lograr su objetivo. viéndolo expirar. El caído, en su último aliento, cerro sus voluminosos ojos sin escuchar la enjundiosa alegríaEstaban frente a frente, era un encuentro insólito. El jo- del valiente joven. Al grito de <¡“triunfé… he alcanza-ven logró comprobar que no eran tres las cabezas que do la victoria”!> la figura humana del hombre honestocolgaban de su cuello sino una, sólo una espeluznante y sencillo, del joven leal y responsable empezó a sufriry extraordinaria cabeza pendía de su cuerpo. Miró con mutaciones. La armadura que le envolvía no fue lo su-cierta asquerosidad que colas tenía de más y de sus pa- ficientemente firme y sólida para contener el cambio entas brotaban largas y filosas pezuñas que acicateaban el él cifrado: su cuerpo se expandía, su anatomía crecía yvacío de la amplia cueva en espera de su presa; las mil y cambiaba radicalmente. En sus manos surgieron, pro-una escamas que cubrían su cuerpo como bruscas pero gresivamente, filosas garras, y sus brazos se transforma-resistentes rocas, esperaban las caricias de los posibles ron en largas extensiones de su tórax. Su piel, antes blan-golpes propinados por las espadas de sus adversarios. da y corpulenta, sufrió de cambios dolorosos y fueron apareciendo escamas que como lozas, cubrieron poco aEl joven no se inmutó. Su decisión y coraje le hicieron poco todo su cuerpo. Sintió aparecer en su parte traserapermanecer inmutable en la sentencia prefigurada de largas y puntiagudas colas que acicalaban el espacio desu misión. Antes bien, amenazando al reptil, lo increpó la cueva, fragmentándolo. Su cabeza, de larga y firmea defenderse pues de su parte no habría ni perdón ni cabellera, fue la última en modificarse. Sin dar créditomisericordia. Una sonrisa burlona apareció en las fauces a los cambios sentidos, quiso lanzar un fuerte grito dedel dragón y con voz categórica, retumbada, compa- dolor y auxilio mas lo único que salió de su voluminosadeció el atrevimiento del pobre y mortal joven: y tosca garganta fue un poderoso rugido que sacudió la comarca entera. La metamorfosis había terminado.-“Hombre sagaz e ingenuo, le dijo, ¿crees que con esasarmas me vas a vencer? Yo soy más fuerte y grande que La cueva era de él, las riquezas acumuladas durantetú, soy más hábil que cualquier mortal, y mi experiencia largos años también eran de él, los futuros tributos se-en combates rebasa la experiencia que tú puedas tener. rían para él. Babeante, con mirada lasciva y los ojos fijosAdemás, continuó diciendo, en el supuesto de que me en los abundantes bienes que le rodeaban, se recostósometieras, pensemos por un momento que eso pueda sobre ellos protegiéndolos con sus largas extremidadessuceder, prometo solemnemente que te arrepentirás de para, después de lamer regocijante su amplio hocico conhaberme vencido”. su repulsiva y larga lengua, pasar a descansar y dormir…No se cruzaron más palabras, las mutuas intimidacio- El tributo era estricto e inaplazable. De manera fiel,nes y escarceos de agresión pasaron de la palabra a los grupos de personas provenientes de diferentes puntoshechos: la lucha a muerte comenzó con violentos y pe- de la región, abandonaban periódicamente en la bocasados movimientos del dragón. Sus rugidos trascendían de una profunda cueva…la montaña e impactaban las chozas a ella colindante.
Y por un descuido, a mi papá se le escapó el león Michael Estefanía Ortega BustamanteJeff Rodgers @UnsplashUno de los primeros trabajos que consiguió mi papá fue daje por unos días.el de mozo en una veterinaria. Pensó que sería fácil,pues se imaginaba que solo era hacer el aseo de ahí y Un día, iniciando ya su trabajo, les dijeron que le tocabarealizar mandados. baño al león. Al menos mi papá pensó que era broma, pero no fue así. Era un león no muy grande que estabaAl principio así era... pero no por mucho tiempo. Llegó ahí en la veterinaria.otro muchacho un poco más grande a solicitar el tra-bajo, entonces los dos estaban a prueba. Aquella ve- A mi papá le dio mucho miedo el león, pues nuncaterinaria se encontraba en un centro comercial llama- había visto uno de cerca, pero tenía que bañarlo condo “Plaza Comercial Mexicana”, ubicada en la Colonia la manguera y con la ayuda de su compañero. En unAmericana entre avenida Américas y Manuel Acuña. descuido, se les salió de la jaula, pero los demás traba- jadores reaccionaron rápido y no hizo nada el león yaAunque esta plaza no era un lugar muy grande había que era “mansito”. Solo no le gustaba que lo baññaranun banco, una pequeña joyería, varios locales donde y empujaba con la cabeza a quien intentara echarlevendían diferentes cosas como bolsas, entre otros nego- agua.cios. A mi papá seguido les decían que le tocaba bañoalEn la veterinaria podías encontrar perros de diferente león, pero se lo decían un día antes, lo que a mi papá leraza, aves, cuyos, conejos, gatos y un león, mi papá dice impedía poder dormir por el miedo.que seguramente a este último lo tenían para vendercomo a los demás animales, ya que antes no estaba El personal veía el desempeño de los dos ayudantes, suprohibido como hoy. compañero tenía más conocimiento por ser de la ciu- dad, era más grande y lucia más fuerte; en cambio, miMi papá nació en Michoacán, cuando cumplió 16 años papá solo tenía 16 años y venía del pueblo, por eso de-decidió venirse a Guadalajara en busca de mejores cidieron despedir a mi papá, así fue como se quedó sinoportunidades, pues en el pueblo no podía aspirar más trabajo, pero también sin la preocupación de tener queque a seguir trabajando en el campo de las cañas. bañar a un león.Llegó a Guadalajara con una de sus tías y le dio hospe-
Después de cuatro años de impartir clases a adolescen- mente, decide introducir uno de los dedos y siente unates, un maestro de preparatoria pública se encuentra brisa fresca. Su curiosidad puede más que su sentido co-con una alumna que le llama bastante la atención. No mún, y después de meter todo el brazo, decide entrar ales muy participativa, pero las tareas que hace reflejan portal. Del otro lado estaba su cuarto, sólo que no era suuna inteligencia superior a la media. Delgada, de carác- cuarto. Parecía más el cuarto de una mujer. Un cuartoter explosivo y cambios de humor como si se tratara de ordenado, con fotografías de un grupo de amigas, otraun péndulo, la chica se le hacía extrañamente familiar. foto de una de ellas recibiendo un reconocimiento por algún logro, y otra foto de ella misma con los que pare- Sin darle mayor importancia, él continúa dando cían ser sus padres y hermanos. En la foto, la mujer tienesus clases semana tras semana. Un día, mientras leía uno unos ojos muy grandes, de color café oscuro, tan obscurosde los documentos de la adolescente, se percata de fra- que podrían pasar por negros. Su lacio cabello rozandoses que él mismo utiliza de manera cotidiana pero que sus hombros, y su escultural figura enamoran de inme-definitivamente no ha dicho dentro del salón. diato a Adrián. En ese momento se abre la puerta del cuarto y entra la joven de las fotos. De alguna manera Durante una de las clases, un alumno pregun- reconoce al intruso y sin emitir alguna señal de miedo,ta qué es una paradoja. Nuestro profesor, de nombre se acerca a él y lo toma del rostro. No puedo creer queAdrián, buscando la participación de los demás, permite seas tú, susurra y le da un fuerte abrazo. Adrián estáque sea alguien más quien responda a esa duda. Varios desconcertado y retrocede un poco. La mujer le explicalevantan la mano, entre ellos, Zaragoza. El maestro se que ha soñado con él desde que era pequeña. Que essorprende ya que es la primera vez que aquella chica el hombre de sus sueños. De alguna manera el sueñotímida y con aire misterioso decide participar. Comienza empieza a moverse mediante escenas, en la primera sea hablar de viajes en el tiempo, de cómo la necesidad enamoran, son novios y comparten momentos románti-de crear una máquina del tiempo para solucionar un cos, en la segunda están en su boda, en la tercera estánerror del pasado, en el supuesto de lograrlo y viajar en en su casa, y hay una pequeña niña con los ojos igualesel tiempo y solucionarlo, hace innecesaria la creación de a los de su madre. La esposa de sus sueños la llama pordicha máquina y por consecuente, no habría manera su nombre: Alejandra, y la niña camina hacia la cocinade que la pudiera crear en primer lugar. Todo esto deja donde se encuentra su querida mamá. Adrián se dirigemuy confundido a sus compañeros pero en especial al al jardín, pero al abrir el ventanal ve que éste se muevedocente. como lo hiciera una gelatina. Se da cuenta que es igual al portal que tiempo atrás lo trajo con su amada. Sin- En la noche, mientras se está sirviendo un vaso tiendo curiosidad, lo atraviesa nuevamente y aparecede leche, el joven maestro, quien estaba próximo a los en su cuarto de soltero. Se da cuenta que dejó atrás a suveinticinco, recuerda un sueño que tuvo un par de años familia y busca desesperadamente volver. Tanta angus-atrás. En el mundo onírico existía un portal que de re- tia lo hace despertarse. Fue un sueño después de todo.pente aparecía en su cuarto. Como si fuera un espejoalgo borroso, pero hecho de gelatina, el mismo emitía Casi al finalizar el semestre, Adrián le dice a suondas —como cuando una piedra cae en un lago— cada alumna Zaragoza que necesita hablar con sus papás,vez que Adrián lo tocaba con su mano izquierda. Final-AlejandraSaíd González Edson Saldaña
que viene un concurso de ortografía en la Ciudad de PoesíaMéxico y que le gustaría que ella representara a la pre-pa. La chica le responde que muchas gracias, pero que Mónica Martellsu papá no podrá venir porque ya no vive con ellos. Elprofesor emite un comentario de disculpa por la separa-ción de sus padres, pero la chica le responde que no es-tán divorciados, que en realidad no recuerda a su papá.Que su mamá le dijo que un día las abandonó cuandoella era pequeña. Sin más, Zaragoza toma sus cosas ycamina hacia la puerta. Se detiene justo en la entrada, levanta la miraday con una forzada sonrisa se despide de su maestro: ¡has-ta mañana, profe! -hasta mañana Alejandra-. contestaAdrián. Virgen Cristina Meza A Selene, que a veces es Victoria, otras Soledad. Salpico el abismo bajo mis pies con la sangre más pura que ningún mortal probó antes. En forma de hilos casi transparentes desciende, atorándose en mis muslos y rodillas. Hasta llegar a tu boca. Tú, que llevas años suplicando que calme tu sed, la bebes toda. Yo busco alojarme en el pasto húmedo de tu pecho. No salir. Aun cuando me llames de nuevo para beber de mí. Quedar- me, fingir demencia. Vas a buscarme. Pretenderás que sea el oráculo que te diga lo que tu inconsciente ya co- noce. Que te han mentido, que te he mentido. Disfracé la sangre de mi entraña en todo lo que tú deseabas. Soy lo suficientemente vieja para ya no cargar con el rojo de la caperuza, suficientemente lista para que tú no lo notes. Por amor y protección a lo único que no es tuyo, decido negarte la línea fértil de mis raíces, el engendro que de mí te asquea. Llevas sobre tu espalda el miedo de que te digan que no fui virgen, que el himen que esperabas se fundió en dedos ajenos a tus manos, y sobre tus manos corre la única sangre más limpia, sangre que odias. Que el rojo fueron mis bragas y no la capa. Que malintencionada mancho las sábanas. Yo temo por tu rostro, verte con- vertido en coyote y no en lobo.
Lima limón Víctor César VillalobosImelda CarbajalSe secaron las dos palmerasPar de pájaros citrinosDadoras de muerte tropical.Se va la vida del cieloY las hormigas ya no treparán;No montarán de las salvajes datileras.Bina de mujeres saladas,Ahora los animales se trepan en mi cuerpo:Libres, escalan y dejan piquetes sagrados.Sudaban agua benditaY cubrían de polen el lugar.Desde que se secaron las palmeras-pies fundidos en arena-Solo se escucha el crujir de ramas color pardo,Color común en aves pasajeras;Mis amigas se preocupan por mi ausenciaY mis suspiros mueren en sus quejidos.Ahora sostengo a las hormigas en mi torsoSe secaron las palmeras:Murieron perforadas por el deseoQuedaron inertes en el placerLeve putrefacción el tiempoY de ellas solo quedan rastrojos marrón-la última pareja en el recuelo-Cayendo polvo a polvoAcariciando el sol con mi cabelloY alimentando a los insectos de tristeza y de recuerdo.
Vivien Yulissa AbonseMe retuerzo Ingrata la mujercita que escupe el pronombre que no [somos Elizabeth Mejía aunque soy yo de nuevo quejándome de ti y del [gobierno pero no hago nada, sólo lloró acurrucada en mi cama. Me retuerzo en los resultados de las elecciones, en el [plagio, en los versos-besos posmodernos en el transporte público, en la ciudad de eco perpetuo en el silencio de tus ojos grandes, cristales rotos por la [rabia y el coraje de una guerra fantasma entre tus sueños y [tus verdades. Soy destiempo cuando grito me retuerzo en los perros que no ladran, en la mujer [dormida en el baldío malditos los perros que con sangre ajena marcan su [territorioMe retuerzo en mí, en mi sentir cuando abro la no más impunidad a los hablantes de la violencia, la [ventana [perfeccionada lengua de los cínicosy entra el orgasmo tartamudo en medio de un y que importa será sólo otra cruz rosa en la arena, será [viernes-sábado. [otra madre, hija o hermana desaparecida es 1993 Después del te quiero desnudodescubro que me gustas más vestido de negro. el viento se disfraza de miedo, el miedo ruge, araña y [desgarra el desierto El paraíso entre mis piernas pero no hago nada, sólo lloro acurrucada en mi cama. tu espalda la sábana que me arropaahora que son las cuatro de la mañana Y me retuerzo veinticuatro años después, durante [veinticuatro horas al día y maldita sea es sólo un recuerdo. Me retuerzo cuando te digo Voluble retrasosaunque soy yo la que se despierta un día creyéndose espasmos melancolía. Bruja al otro día Sirena y por fin he decido creerme Gitana, Ingrata.
Duncan Shaffer @Unsplash Bitácora de Corazón Blando III Esto no es una bitácora Adolfo González La proclamo como bitácora, aunque no se realmente si (Nhomada) este es el día dos o si ya van mas de cien. La noción del tiempo dejó de importarme cuando los lunes se recon- I ciliaron con los domingos, hermanados por mismo sentir Infierno y Saliva meloso.Disfruto ver tu boca al fumar; pareciera que el infierno Llevo algunas noches en vela, tatuando sobre el papelse oculta tras tu paladar, y la curva que describen tus con la tinta que escurrió por ojos lacrimosos.labios al exhalar el humo, me hace pensar que no seríamala idea ser exorcista de tu garganta. Quizá acabe IVendemoniado, aunque ese sea el menor de los riesgos de Papelera de Reciclajeestar a tu lado. Te escribí una tarde de febrero estando bajo influenciaFui niño y tu belladona. De tus bayas disfruté el jugo de sinceridad, lo que probablemente fue amor y un parque regó mi lengua, tanto como mis ojos lo hicieron al de estupefacientes:ver tus flores, tarde comprendí que aquello y un tiro en Te he dicho que ahí donde has visto un rostro sencillola cien eran la misma chingadera. durante toda una vida, alguien puede ver a la mas be- lla de las mujeres; incluso puede ver mas allá, es capaz II de observar hasta la mas pequeña de las estrellas colap- Café para los Ojos sando entre pestañeos.Porque me gustas para comerte dulce y sorberte amar- Hoy, relativamente sobrio, lo reafirmo. Aunque todoga al romper el alba, cual perro sarnoso, terco a diluir esto se quede entre garabatos y pastas de cartón.sus penurias, sorbiendo de aun mas amargura. Mi amores así; a chupetones, queriendo devorar aunque limi-tándome a lamer, temiendo al desgaste, temiendo aldesazón.Los remolinos blanquecinos que revolotean en tu negrofondo catapultan mis sentidos, y tu espeso vapor mehace desear atragantarme, aunque me queme el ho-cico.
Yo no nací loca,culpo al mundoy al internetPaola Llamas Dinero Tom Sodoge @Unsplash Nací a las 3 de la mañana, no conozca el dolor un apretón de huevos, cuando las brujas hablan pero me imagino. y mueven sus manos Mi madre le teme a mi vida, en el desierto único me borra de los ojos sus ojos y me dice del vientre estrecho. alguna grosería con ternura y coraje Nací de madrugada ella culpa a padre y a internet no hay otro camino, como los perros con lagañas, y me odia a veces del vientre inundado de una ballena y me da comida a veces y me extraña a veces en medio de un mar seco, y me exige a Dios a veces, espuma evaporada y me dice que nací con otro rostro que no es este, enterregado y seco aullido del mar en las rocas. como un cactus vivo, Mi vocación no existe sangre de salvia caliente ella me llamaba “cebollita” culpo al cielo y al internet, en el poema perpetuo. mi cachondeo adolescente Nací un miércoles a las 3 de la mañana y no culpo a nadie la juventud y el internet, porque así es la vida, hay un pájaro estampado en la pantalla, como un apretón de huevos que duele pero no sé cuánto, cosmosatómicotípicolírico. como una canción de 0:30 segundos Nací un miércoles porque con doble pedal y golpes, google me lo dijo: como saber que el punk no ha muerto y es la vida “calendario 1992 México” y la verdad, cómo duele nacer en 1992 no culpo al internet. o en cualquiera. Pienso Como culpar la imagen de mi madre en mi rostro y llorar de histeria, que la locura no es mía como saber que son las 3 de la mañanasino de alguien más a quien debo culpar porque no soy yo y escribo este poema y no pasa nada ni debo serlo, y la culpa no es de nadie. la habitación del tiempo, la locura no es mía. Nací y ellos temieron al grito golondrina púrpura en llamas nos dio miedo la vida, como el dolor en un pecho que se asfixia muriendo el parpadeo último o primero. La vida es dolorosa como un apretón de huevos, aunque yo
Consejo editorialCoordinador editorial: José Antonio Neri TelloEditora literaria y gráfica: Imelda CarbajalDiseño y diagramación: Víctor César Villalobos Agosto 2018
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