fabulas1

MUSICA PARA UNA VACA Un día, el célebre músico Kung Ming-yi tocó música clásica ante una vaca; ésta continuó pastando, inmutable. \"No es que ella no la oiga, es mi música que no le interesa” —se dijo el músico. Se puso entonces a imitar en su chin e l zumbido de las moscas y el mujido de los terneritos. Al instante la vaca paró la oreja, y balanceando su cola se acercó al músico para escuchar hasta el final la música, que esta vez tenía un significado para ella. Mu Dsí 1 i Por mu rung ^siglo i o ii;. EL CIEGO Y EL COJO DOS PARES DE OJOS Cierto país fue invadido por Había una vez dos hombres que dis­ el enemigo. Cuando un cojo se cutían a propósito del rostro del rey. —¡Qué bello es! —decía uno. lo comunicó a un ciego, éste se —¡Qué feo es! —decía el otro. cargó al cojo a sus espaldas y Después de una larga y vana discusión, escaparon juntos. Lo hicieron se dijeron el uno al otro: aprovechando lo mejor de cada —¡Pidámosle la opinión a un tercero y uno. usted verá que yo tengo razón! Juai Nan Dsi La fisonomía del rey er$ como era y nada podía cambiarla; sin embargo, uno veía a su soberano bajo un aspecto ventajoso y el otro, todo lo contrario. No era por el placer de contradecirse que sostenían opiniones diferentes, sino porque cada cual veía al rey de manera distinta. Wan Chi Lun1 1 Por Chiang Chi (siglo II).

LA PARABOLA DEL ESTUDIO —Ya tengo setenta años —dijo el duque Ping de Dsin a su músico ciego, Shi Kuang—. Aunque quisiera estudiar y leer algunos libros, creo que ya es demasiado tarde. — ¿Por qué no enciende la vela? —sugirió Shi Kuang. — ¿Cómo se atreve un súbdito a bromear con su señor? —exclamó el duque enojado. —Yo, un músico ciego no me atrevería —protestó Shi Kuang—. Pero he oído decir que si un hombre es estudioso en su juven tud, su futuro será brillante como el sol matinal; si se aficiona al estudio en su edad media, es como el sol de mediodía; mientras que si comienza a estudiar de viejo, es como la llama de la vela. Aunque la vela no es muy brillante, por lo menos es mejor que andar a tientas en la obscuridad. El duque estuvo de acuerdo. Jardín de las Anécdotas

LA CURA HIJO DE UN BUEN NADADOR Chu era un célebre médico del Estado Un hombre iba caminando por de Chin. Había operado de un tumor al la orilla del río, cuando vio a rey Suan, y cuidaba las hemorroides del alguien que estaba por arrojar a un rey Jui. A ambos los había mejorado. Un niño pequeño al agua. El niño tal señor Chang, que padecía de un tumor gritaba, aterrorizado. en la es palda, rogó a Chu que lo curara. ¿Por que quiere lanzar a esa - ¡Ahora esta espalda ya no me criatura al río? —preguntó el perte nece, cuídela como a usted le dé la paseante. gana, doctor! —dijo al facultativo. Chu lo trató y lo sanó. —Su padre es un buen nadador —fue la respuesta. Es indudable que Chu era excelente en el arte de curar, pero la plena confianza No se puede esperar que el hijo que Chang, le manifestara fue también un de un buen nadador haya de saber importante factor en esta mejoría. nadar. Che Dsi 1 Discursos de Llui Bu-wei 1 che dsi, obra de Che Chiao EL PAJARO VICTIMA DE LA que vivió en el siglo I BONDAD EL ZORRO QUE SE APROVECHO Una gaviota descendió en un DEL PODER DEL TIGRE suburbio de la capital de Lu. El marqués de Lu le dio la bienvenida Andando de cacería, el tigre cazó un y la festejó en el templo, dis zorro. poniendo para ella la mejor música y los más importantes sacrificios. —A mí no puedes comerme —dijo el Pero el ave estaba aturdida y zorro—. El Emperador del Cielo me ha parecía muy triste, no atrevién designado rey de todas las bestias. Si me dose a tragar un bocado de carne comes desobedecerás sus órdenes. Si no o una sola copa de vino. Al cabo de me crees, ven conmigo. Pronto verás có tres días, murió. mo los otros animales huyen en cuanto me ven. El marqués de Lu agasajó a la gaviota como a él le gustaba ser El tigre accedió a acompañarle; y en agasajado y no co mo a la gaviota cuanto los otros animales los veían le habría gustado. llegar, escapaban. El tigre creyó que temían al zorro, y no se daba cuenta de Chuang Tsé que a quien temían era a él. Anécdotas de los Reinos Combatientes

DESAFIO “Es imprescindible un poco de lucha. Las tormentas con sus truenos, relámpagos y tristezas, nos enriquecen tanto como la felicidad y la alegría. Oí una parábola antigua. Y debe ser muy antigua porque en aquellos días Dios acostumbraba a vivir en la tierra. Un día un viejo campesino fue a verle y le dijo: “Mira, tú debes ser Dios y debes haber creado el mundo, pero hay una cosa que tengo que decirte: No eres un campesino, no conoces ni siquiera el ABC de la agricultura. Tienes algo que aprender”. Dios dijo: “¿Cual es tu consejo?” El granjero dijo:” Dame un año y déjame que las cosas se hagan como yo quiero y veamos que pasa. La pobreza no existirá más.” Dios aceptó y le concedió al campesino un año. Naturalmente pidió lo mejor y solo lo mejor: ni tormentas, ni ventarrones, ni peligros para el grano. Todo confortable, cómodo y él era muy feliz. El trigo crecía altísimo. Cuando quería sol, había sol; cuando quería lluvia, había tanta lluvia como hiciera falta. Este año todo fue perfecto, matemáticamente perfecto. El trigo crecía tan alto......que el granjero fue a ver a Dios y le dijo:”¡Mira! esta vez tendremos tanto grano que si la gente no trabaja en diez años, aún así tendremos comida suficiente”. Pero cuando se recogieron los granos estaban vacíos. El granjero se sorprendió. Le preguntó a Dios :”¿Qué pasó, qué error hubo?”. Dios dijo:” Como no hubo desafío, no hubo conflicto, ni fricción, como tu evitaste todo lo que era malo, el trigo se volvió impotente. Un poco de lucha es imprescindible. Las tormentas, los truenos, los relámpagos, son necesarios, porque sacuden el alma dentro del trigo”. La noche es tan necesaria como el día y los días de tristeza son tan esenciales como los días de felicidad. A esto se le llama entendimiento. Entendiendo este secreto descubrirás cuán grande es la belleza de la vida, cuanta riqueza llueve sobre tí en todo momento, dejando de sentirte miserable porque las cosas no van de acuerdo con tus deseos.