El Justo permanece de pie

El Justo Permanece de pie

EL JUSTO PERMANECE DE PIE De tanto en tanto me gusta revisar las notas que hago en el tiempo devocional que tengo a diario con Dios. Lo hago para recordar las enseñanzas que el Señor me ha dado y con las que ha transformado mi vida y también para no olvidar las promesas que me ha hecho, pero sin lugar a duda, uno de los mayores beneficios que tengo cuando vuelvo a las enseñanzas que Dios me da es: que aumenta la profundidad de cada instrucción y mi vida con Cristo se afirma cada vez más. En éstos días volví sobre el tema de la misericordia de Dios y no solamente la disfruté una vez más sino que me mostró lo profundo del propósito de su misericordia para con nosotros. Uno de los principales argumentos que usa Satanás para oprimir a los creyentes, es el hecho de que ocasionalmente caemos. Cedemos ante las presiones de la lucha interna de nuestra personalidad o también en la lucha con nuestra moribunda naturaleza carnal, en otras oportunidades caemos por presiones externas que vienen del mundo

EL JUSTO PERMANECE DE PIE y por supuesto caemos por las artimañas del enemigo que siempre anda como un león rugiente buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8) esperando la oportunidad para robar, matar y destruir nuestra vida, nuestra familia, nuestra relación con Dios, nuestras finanzas, en fin, cualquier cosa en la que le demos cabida y oportunidad. Dios conoce bien la naturaleza del hombre, conoce la debilidad del ser humano y sabe que hasta en los más fieles de sus seguidores hay una lucha interna, que eventualmente los hará tropezar; el Apóstol Pablo lo refleja en el capítulo 7 de la carta a los Romanos “Porque en lo íntimo de mi ser me deleito en la ley de Dios; pero me doy cuenta de que en los miembros de mi cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado. Esta ley lucha contra la ley de mi mente, y me tiene cautivo\" Romanos 7:22-23 Sin embargo una vez más, el amor y la misericordia de Dios se extienden, para alcanzar al pecador “si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra” 2 Crónicas 7:14

EL JUSTO PERMANECE DE PIE la mano extendida de Dios está para levantar y perdonar a su pueblo. ¡Tu solo no te puedes levantar! únicamente tu arrepentimiento, es el que puede alcanzar la mano de Dios que te sostiene y restaura. Lo que marca la diferencia entre el creyente y el inconverso es que el inconverso permanece caído en el suelo, derrotado, sin esperanza y sin querer cambiar su destino. Mientras que el creyente por medio del arrepentimiento, se levanta sostenido por Dios, perdonado y restaurado “porque siete veces podrá caer el justo, pero otras tantas se levantará; los malvados, en cambio, se hundirán en la desgracia” Proverbios 24:16 El amor de Dios está ahí listo para darte la mano y ayudarte a levantar. Si has pecado no te dejes engañar por el enemigo, arrepientete, que el Señor nos dice que al confesar nuestro pecado, él esta dispuesto para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad, por lo tanto levántate no te quedes derrotado, porque al que mucho se le ha perdonado mucho ama.