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POEMAS SECRETOS DE AMOR Y DE LA SELVA - ERCILIA MORALES

Published by Gunrag Sigh, 2022-03-18 00:07:09

Description: POEMAS SECRETOS DE AMOR Y DE LA SELVA - ERCILIA MORALES

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UNA ROSA ROJA Me pregunté extrañada, ¿tú quién eres? ¡tan parecido es a un joven que yo amaba! Más no luce el mismo brillo de sus ojos, y hay reflejos de tristeza en su mirada. No perfuma de su piel, la primavera, ni de sus manos caricias ardorosas, ni el profundo sentimiento de su alma; “un libro, un anillo y una rosa roja”. En la memoria que guarda mis recuerdos hay nostalgias de un amor nunca olvidado era un edén disfrutarlo cada día y el paraíso de dos enamorados. ¡El invierno era tan cálido en sus brazos! La emoción en el verano florecía savia fresca eran sus besos en mi boca y era suya mi pasión y mi alegría. 52

Hoy ninguna relación. La lejanía. Los dos solos, con vivencias entrañables, escribiendo cada cual de sus historias; ellas sí, serán por siempre inolvidables. 53

SI NO TE DAS ENTERO Si no te das entero, yo no podré entregarme, si no vas a brindarte, con todo el sentimiento, seré un acorazado, un armadillo errante. En cambio, cuando llegue, tu corazón abierto buscándolo a mi ser, mi piel, mi pelo, mi alma, tendrás esas caricias que rozaron tu cuerpo, las que un día sentiste, y mi ser que te llama y será todo entrega, será fusión sin tiempo. Seremos inconscientes, cual dos enamorados que se miran y atraen; magnético deseo, que no hay nada en el mundo, nada más anhelado que estar juntos sintiendo el idioma de un beso. Y será estremecernos, dormirnos abrazados seremos uno solo, según cuenta el recuerdo. Un dormir con los sueños, con aquellos soñados y no querer más nada y percibir lo eterno. 54

55

CUANDO ESTOY CON VOS Ver desde la costa un velero partir, gozar de un oculto rincón del jardín. Las hojas de otoño aleteando al caer, pasear con las sombras, al atardecer. En noches de luna, soñar y sentir, dos almas que buscan, unidas, vivir. Hundirse en tu pecho, refugio y calor recordar caminos, senderos de sol. Tristeza del alma, cuando tú no estás, nostalgia de ausencia, ¿cuándo volverás? Serán tus abrazos, cuando al regresar, escuche tus pasos por el valladar. Amar es la vida, amar es reír, Amar es un niño que juega feliz. Amor es el mundo, amor es tu Dios. Amor tu mirada, cuando estoy con vos. 56

57

TUS MANOS En tu recinto sombreado y solitario hay apuntes y libros por ahí, de filosofía antigua, de Epicuro, de Grecia, de la nota para hoy… Y en tu insondable silencio misterios y aventuras, inspiración, sabiduría… y tu perfume se escapa de tu piel. Y tus manos... ¡Ah! ¡Tus manos! de alguna dimensión del universo, supra terrenas, sanadoras, mágicas... fuerza sagrada, tu don y tu poder. 58

LUCEROS Y DUENDES Luceros, duendes y de ángeles legiones llegaron de aquella oscuridad contigo; ¡yo te esperaba desde hacía mucho tiempo! Viste la flor que en mi pelo había prendido... ¡Te acercaste y sentí que eras etéreo! Llenaste con tu luz, junto, a mi lado, tu alma por tus ojos encontró mis ojos. ¡Y fue el milagro que tanto había soñado! Tu aura y la mía fueron una sola, luna de marzo, afortunada estrella, me diste tu mirada y también tus manos, inolvidable noche, ¡la más bella! 59

ODAS A LA LUNA Relucientes, se embelesan las estrellas, y tú danzas en los ríos y los charcos. Das brillo a las honduras de la noche y tu lumbre a los puertos y los barcos. Eres faro para los campesinos y el ensueño para los amados, unes dos almas y a las nueve lunas es el milagro del recién llegado Mudas a los océanos bravíos, haces fluir las savias vegetales; así corren por sus cauces los ríos como también los frescos manantiales. Dirige a él, tus rayos prodigiosos, colma su corazón con ilusiones; que sienta para mí, muy dentro suyo, un deseo infinito de pasiones… 60

Hechízalo con tu sutil encanto, envuélvelo con amorosos hados, acércale tu luz y plenamente ¡hazlo sentir mi eterno enamorado! 61

CUANDO YO ME VAYA Cuando me esté yendo, no habrá poesía, a pesar de regia, no amaré la vida, ni aromas de flores, ni verdes, ni brisas ni tantos colores, ni cantos ni risas. Cuando me esté yendo, no extrañaré viajes, lugares exóticos, canto de las aves… Ni árboles plantados, ni libros escritos. Ni probar salados, ni dulces manjares, ¿Y de mi guitarra? ¡por siempre abrazada! vibrando en mi pecho sus bellos sonidos Que alegraron horas dichosas de vida y llenaron tantas de tristes vacíos… 62

Habré olvidado juegos, dichas juveniles ¿Vendrán a buscarme mi hermana y amigos, como antes, llegando fuertes y felices, con una sonrisa y sus brazos tendidos? Sentiré mi cuerpo, que estará cansado, o tal vez doliente, ¿estaré en mi lecho? o tal vez en otro… ¿estaré internada? ¿O estaré dormida, cuando me esté yendo? Pero sí que hay algo que no tiene olvido: siempre en mi memoria, mis hijas amadas… ¿Podré despedirlas? ¿estarán conmigo? ¿Tomando mi mano, o junto a mi cama? 63

Cuando yo me vaya, los jueces del cielo, tribunal del karma, -le pediré a ellos- la próxima vida no sea tan severa: acuerdos, consenso, ya decidiremos. ¿Cumplí la misión? ¿crecí en esta vida? ¿Pagué con dolores, errores causados? ¿Aprendió mi alma? ¿saldé alguna cuenta? ¿Aprendí con creces, males generados? Pensaré en el cosmos, los astros y estrellas; dimensión lejana me estará esperando, junto con las almas de quienes se fueron: mis padres queridos… ¿me estarán llamando? Cuando yo me vaya, quisiera sentirte, escuchar tu voz diciéndome te amo, y así venturosa, mi alma encantada, partirá repleta de luz, al espacio… 64

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Poemas de la selva



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NI EL PICAFLOR Cuando el viento me toca y acaricia, en la galería de madera y ramas, por el piso fresco, mariposas sueltas, sombras y reflejos, energía y prana. Límite de siesta y también Pombero; fuera, donde el sol se estampa y choca; y quema tanto que ciega la mirada y seca tanto que se siente en la boca. Quietud y silencio bajo la arboleda... ni el picaflor ni los pájaros asoman; húmeda pausa germinando vida que desde el fondo de la tierra aflora... Baja el ocaso y el alma se deleita, miran los ojos y ven tantos colores... verdes más verdes y la tierra roja y todo el aire tiene olor a flores... 70

71

IGUAZÚ Cuando comienza a crecer el alba y su luz se esfuma, con el azul más profundo y va apagando la luna. El rocío se descuelga por pastos y tacurúes, en la altivez de las cañas y en los surcos; y las luces de las estrellas que huyen del cielo. Y cuando ese trino del ave madrugadora se proyecta en mil sonidos por la copa milenaria de los árboles erguidos; y va cruzando en su juego todos ellos, uno a uno… * Iguazú va amaneciendo y sus ondeantes caminos rojos, de hierro, parecen salpicados de ladrillo. 72

El verde se hace más verde, el río se hace más río… La frescura del arroyo en el salto se hace añicos. Un instante, sólo, antes de que tus hilos dorados dejes entrar en las sombras de los montes, asombrados mis ojos de tu grandeza, paraíso y alborada: como fecundas la tierra, ¡yo quiero ser fecundada! 73

BARRO COLORADO Van saliendo del monte, moreno o rubiecito; sonrisas e inocencia ¡pequeños gurisitos! Sus piecitos desnudos –están acostumbrados- deditos muy bonitos con barro colorado. Alguno vende bollos, otro turrón, manzanas, Picolé, el diario, chipas, otro, vende empanadas. ¿Cuál será su destino? ¡Infancia desnutrida! Si llegan a ser grandes, ¿les cambiará la vida? ¿Cuál será su futuro? ¡Niñez desprotegida! La selva los sustenta… ¿Qué será de sus vidas? 74

75

El CRUCE EL cruce dos sesenta; camión, ruta, frontera, el obraje. Ciudad capital maderera. Cernidas en el tiempo, de las almas, simiente, hermanado el origen, matizada la frente. Piel morena, artesano, dignidad sometida; exterminio y destierro, camino y cestería. Inmigrantes colonos en busca de otro suelo, huyendo a nueva vida con temores y anhelos. 76

La neblina del gran socavón y las sombras del mudo pinar tras las sierras reflejos de sol y la helada y el jazmineral. San Vicente: la fecundidad y destino del Gran Aguador, de tus hijos futuro vendrá con tus ramas cargadas en flor. 77

PÁJAROS AZULES Repitiendo, año a año, la misma travesía, cruzan los continentes como si fuera un paso, los guía algo Supremo, para ser tan perfectos, desde esa lejanía que vuelan sin descanso. Van llegando por tandas al lugar de la posta, y en giros van volando durante largo rato, y cuando ya están todos, en el lugar marcado, se lanzan finalmente a su descenso grato. Manantial irreal de pájaros azules, parece un cántaro volcando su brebaje, todos unidos caerán en un momento, quedando en las ramas, sin ningún anclaje. No todos logran el descanso en esa noche, algunos terminan su vida en el intento, casi todos podrán partir en la mañana, para seguir de su destino el derrotero. 78

Hasta Posadas se llegaban en febrero y la gente a pleno, gozando la arboleda, mate en mano, el bulevar de la avenida, iban llenando los bancos, la vereda. Es un milagro de la Gran Naturaleza, verlo es la Providencia y su mejor regalo un privilegio, un espectáculo Divino las Golondrinas son guiadas por Su mano. 79

CAMINO A LA MADERA Remanso de tus montes, trascienden tu frontera; sajones o latinos camino a la madera. La selva misionera, picada, serranía, sudor, camino y monte, arriesgando la vida. Hacha, machete y sierra tu seguro destino; trabajando sin pausa para lograr tu sino. Cuando estés en el monte en la noche sin luna; no sueñes una “guayna”, allí no habrá ninguna. 80

Y si el sol ya despierta su caluroso estío; hachero misionero: tú, sigue tu camino. Pagarán tus jornales pero no lo talado, los codiciados rollos, los sacarán robados. Remanso de tus montes, trascienden tu frontera; vienen de todas partes, a saquear tu madera. 81

TORMENTA EN LAS MISIONES Aroma de azahares perfuman tus noches y la brisa tibia hamaca las ramas y la costanera se puebla de luces y el agua del río a la costa baña. ¿Cómo definirte con palabras? ¡Selva! El canto y los colores de los pájaros, tu naturaleza y los saltos frescos y ese clima tuyo que es como un abrazo. Habitan las plantas de hermosas orquídeas, helechos, palmeras y árboles frutales, bananeros, paltas, lapachos, laureles, tacuaras y mentas y otros vegetales. Cuando las tormentas arrasan los montes, rebasando arroyos fuera de sus cauces, limpiándolo todo, junto con el viento, se va re pintando de nuevo el paisaje. * 82

Hace muchos años llegaron a América, -histórico hecho del Reino de España- vinieron en barcos a las nuevas tierras los Comendadores a colonizarlas. Habitaban guaraníes primitivos, que por traficantes eran secuestrados, para esclavizarlos eran perseguidos, por Encomenderos eran explotados. Corrían los años mil seiscientos nueve y llegaron Padres, a evangelizarlos, de la Compañía de Jesús se venían, De Loyola, Ignacio, los había fundado. 83

Fueron “Reducciones”, así las llamaron, creando las bases de nuevas ciudades, en sector de montes rodeados de ríos; llegaron a treinta las comunidades. También en Corrientes y pueblos vecinos, su tierra fecunda Paraguay brindaba. En Brasil y al este de nuestra Misiones con la sede comercial en Candelaria. Siendo maestros de todos los oficios fabricaron instrumentos musicales. Exportaron bellas arpas y violines, se deleitaron con cánticos corales. 84

Cocinar sus panes y enseñar cocina, pintura, tareas con artesanías, vajillas y telas, hierro, plata y oro, sombreros, canastos y carpintería. Criaron ganado, sembraron sus chacras, fundaron escuelas, hicieron la imprenta, publicaron libros del habla aborigen. De todas sus obras muchas se conservan. La forma de vida era esplendorosa; “paraíso en tierra” fuera bautizada. Tenían el agua corriente que hoy día no gozan las zonas más civilizadas. Políticamente bien organizados, comenzaron a inspirarles desconfianza, con soldados y milicias naturales, a los Reyes que de lejos gobernaban. 85

Mas los párrocos respondían al Papa y las monarquías ya no lo aceptaban. Querían las tierras y las posesiones: ya con los tributos no se conformaban. A los privilegios de bienes de Roma, negaron regalías de las que gozaban. Temas de intereses y de economía, en secreto, hablaron los que dominaban. Portugal primero, seguido por Francia y más tarde España, con Carlos Tercero, ordenaron expulsar de sus colonias en total: seis mil jesuitas misioneros. Territorios de ultramar, del “nuevo mundo” establecidos en pueblos amerindios incautaron bienes de su patrimonio y tomaron posesión de los dominios. 86

Unos sacerdotes volvieron a España, otros se negaron, junto con el pueblo, que se resistía a dejar sus casas, su hogar y sus vidas por un siglo y medio. Los que no aceptaron dejar su terruño quedaron a expensas de los delegados. Mientras entonaban coros celestiales los mataron con las cruces en las manos. Los que acataron el cambio de mandatos, a las nuevas leyes fueron sojuzgados. Pero de a poco se alejaron emigrando, por querer ser libres, y no ser esclavos. * 87

Arrasan las lluvias y horadan el monte, a la tierra roja y caminos, los años y esplendor de joyas, y piedras preciosas, surgen de repente, como del Sagrario. Valiosos Copones y otras piezas de oro de capillas indias que fueron diezmadas. Con temor los indios lograron taparlas en el vientre mismo de la Pacha Mama. Hace tiempo afloran aquellos tesoros, vive la leyenda de los inmolados… Los sobrevivientes, nativo o mestizo, anhelan justicia: ¡sean dignificados! 88

Admitiendo su valor rinde homenaje; ¡Como Patrimonio –la Unesco declara– de la Humanidad toda, Misiones Jesuitas! ¿Podrán de esta forma ser desagraviadas? 89



FOTOS DE LOS PRIMEROS TIEMPOS MÚSICALES



REVISTA FOLKLORE La Revista Folklore publicaba las noticias y acontecimientos importantes sobre el tema de la música popular argentina. En este caso, muestra el programa de Canal 13 de Bs. As. donde se realizaba “Guitarreada Crush”, todos los sábados a la tarde, después de El Club del Clan. Eran competencias estudiantiles de conjuntos y solistas mixtos, de ambos sexos. 93

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FESTEJO DEL TRIUNFO EN EL CERTÁMEN El conductor del programa, Aníbal Cufré, con Las Jarilleras. 99

Las Jarilleras y Los Huilky Hué, participaron y ganaron los mismos sábados, cada uno en su categoría. Los Huilky Hué 100


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