Dos Historias
Mariana. les lo que le estaba ocu- rriendo, pero sus padresHace unas semanas, nunca le creyeron, por-Mariana, una niña de que, no los escuchaban.ocho años que vivía con Un día antes de lo ocu-sus padres, en una ca- rrido Mariana escuchó abaña muy alejada de las once de la noche unacualquier rastro de civili- voz clara que le habló alzación, empezó a escu- oído y le dijo.char susurros que viaja-ban por el aire, los soni- –Morirás. Mariana,dos iniciaron a las seis esa noche no pudo dor-de la tarde, con el pasar mir preocupada por lode los días era cada vez que la voz le había di-más tarde la hora en que cho.Mariana escuchaba lossonidos, se hacían cadavez más fuertes y enten-dibles, pero al inicio eransimples murmullos deratones, un sonido míni-mo que apenas el oídode Mariana podía captar. Mariana acudió asus padres para contar-
Al día siguiente Mariana relojes marcando las do-les dijo a sus padres lo ce de la noche y juntoque la voz le dijo, pero con el sonar de los relo-ellos, caso omiso hicie- jes también escucho laron a lo que su hija les voz diciéndole –Tu noestaba contando. Esa morirás, Mariana se que-noche, Mariana se en- dó inmóvil y sin voz, co-contraba en su habita- mo si alguien la estuvieración temerosa de lo que deteniendo, una tercerala voz le podría decirle, persona entró a la habi-llegadas las 11:59 de la tación y asesinó a los pa-noche escuchó pasos dres de Mariana a tiros.fuertes que se acercabanrápidamente a su habita- Mariana se despertó alción, Mariana velozmen- día siguiente en un hos-te se escondió en su ar- pital psiquiátrico.mario, cerrándolo con lla-ve desde dentro, todoquedó en silencio, lapuerta de su habitaciónse abrió y entraron suspadres con armas en lasmanos y estaban llaman-do a su hija, Mariana es-cucho el sonido de los
El peor día. Pero no llovió, en el cole- gio todo transcurría nor-Hace tres años, desperté malmente, la tarde fuetemprano un día comple- alegre aunque el climatamente normal y realice no se sintiera así, esela misma rutina del día a día se terminó la jornadadía, y al llegar el medio más temprano y era horadía me dirigí a estudiar de volver a casa, volvípor la misma ruta, como por el mismo camino sinsiempre, pero el clima preocupación alguna.era diferente, el clima so-lía ser soleado pero esedía estaba nubado comosi fuera a llover pronto.
Tardé aproximadamente cuarenta minutos en llegar acasa, a punto de tocar la puerta se sintió un ´´aire´´ di-ferente, pesado, mi madre abrió la puerta llorandoporque mi primo había muerto.
Por: Esteban Molina Duque.
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