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Determinación de la Calidad de Maíz Pozolero

Published by Ana Gutierrez, 2020-01-21 17:22:26

Description: N° 290-2019

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www.cima.aserca.gob.mx Conoce las zonas de producción de granos más importantes para el mercado agroalimentario de México. Cartografía Infórmate sobre las variables climatológicas más importantes para la ac=vidad agrícola en el país. Ubica la infraestructura de transformación agrícola instalada en el país. Consulta más de 200 capas de información geoespacial Precios Seguimiento diario de los precios agroalimentarios al consumidor. Nacionales Consulta el resumen semanal de precios al mayoreo. Consulta el índice nacional de precios al consumidor. De los principales productos agroalimentarios Consulta el seguimiento al valor de la canasta alimentaria. Precios Consulta el reporte diario del comportamiento de precios internacionales de los principales productos agroalimentarios. Internacionales Consulta los reportes en moneda nacional. Visita el modulo de consulta de precios internacionales Productos agroalimentarios



hacia formas patronales y a veces gerenciales. En los países donde las técnicas de producción avanzaron menos, la diversificación de la producción siguió sien- do la regla, con el mantenimiento de una producción alimentaria básica, que no impidió el desarrollo de cultivos destinados a la exportación, por ejemplo3. Los tipos de explotación se mantuvieron más homogéneos y anclados en las formas familiares. En los casos de desarrollo exógeno, el aprovechamiento y la implantación de nuevos cultivos se llevaron a cabo con modalidades diferentes a los sistemas agrarios existentes — nuevos operadores, la mayoría extranjeros, técnicas y or- ganizaciones nuevas, y a menudo, nuevos cultivos destinados a los mercados de exportación — generalmente de tipo enclave, como en el caso de las plantacio- nes agroindustriales. Ese modelo es particular a las implantaciones coloniales de las regiones tropicales sin pobladores, donde grandes dominios y empresas agroindustriales llegaron a insertarse en los sistemas agrarios, sin cuestionarlos (o tal vez haciéndolo sólo localmente). Los grandes proyectos de desarrollo, aus- piciados a menudo por empresas públicas o semipúblicas, iniciados después de las independencias, corresponden a este modelo. Ese modelo ha marcado durablemente numerosas situaciones re- gionales en el mundo y hoy en día se mantiene bajo un esquema renovado, con las grandes adquisiciones territoriales por parte de operadores extranjeros, públicos y privados. Pero también ha suscitado numerosas dinámicas de apropiación por parte de in- versionistas locales que invierten en plantaciones agroindustria- les (como es el caso de la palma aceitera en el sudeste asiático), contribuyendo así a una hibridación de los procesos locales de desarrollo. El lugar que ocupan las agriculturas familiares en el caso de ciertos productos emblemáticos En razón de las dificultades estadísticas a las que nos hemos referido varias veces, no es posible presentar una situación de la contribución de las agriculturas familiares para todos los tipos de producción. Sin embargo, con el fin de presentar algunas situaciones concretas, se han revisado las grandes características de varios sectores de productos tropicales tratando de medir el segmento de la producción proveniente de las agriculturas familiares. Estimaciones según expertos, de la contribución de las empresas agricolas, de las explotaciones patronales y de las explotaciones familiares a la producción de arroz, algodón y banano (en % de volúmenes de productos) Sectores Agriculturas empresariales Explotaciones patronales Agriculturas familiares Arroz (%) Empresas agricolas 4 Explotaciones familiares Algodón (%) 2 8 Todos los bananos (%) 3 18 94 13 16 89 Plátanos (%) 2 13 69 Postre exportación (%) 78 82 9 * Estimaciones realizadas por F. Lancon (arroz), M. Fok (algodón), T. Lescot (banano) 3 En los territorios colonizados pero sin pobladores europeos, la introducción de nuevos cultivos en los sistemas agrarios existentes se tradujo en una hibridación y en una evolución de las agriculturas locales, como es el caso del desarrollo del cacao en los países del golfo de Guinea o del caucho en el sudeste asiático. 51 51

Los cuadros, Estimaciones según expertos, de la contribución de las empresas agricolas, de las explotaciones patronales y de las explotaciones familiares a la producción de arroz, algodón y banano y Estimaciones según expertos, de la contribución de las plantacio- nes industriales y de las plantaciones campesinas a la producción de coco, café, cacao, caucho, aceite de palma y caña de azúcar, presentan la parte correspondiente a los diferentes tipos de agriculturas en el caso de diez sectores de producción vegetal. Se han establecido a partir de la opinión de ex- pertos, cruzando las informaciones estadísticas existentes con datos sectoria- les, informaciones provenientes de empresas de los sectores concernidos y de los resultados de encuestas en el campo. Se trata de estimaciones. En ciertos sectores, la repartición entre los diferentes tipos de agricultura se llevó a cabo con base en volúmenes de productos, en otros casos solamente se contó con los datos de las superficies cultivadas. En este segundo caso, el peso efectivo de las agriculturas empresariales está subestimado, en la medida en que los rendimientos de las plantaciones agroindustriales son en promedio superiores a los que tienen los agricultores familiares, como lo ilustra el caso de la palma aceitera, que se presenta más adelante. Estimaciones según expertos, de la contribución de las plantaciones indus- triales y de las plantaciones campesinas a la producción de coco, café, cacao, caucho, aceite de palma y caña de azúcar (en % de volúmenes de productos o en % de superficies cultivadas)* Sectores Agriculturas empresariales Agriculturas familiares Coco (ha) Plantaciones industriales Plantaciones campesinas Café (%) Cacao (%) 4 96 Caucho (ha) 5 95 Palma aceitera (ha) 5 95 Caña de azúcar (ha) 24 76 59 41 60 40 * Estimaciones realizadas por A. Prades (coco), P. Charmetant (café), P. Bastide (cacao), J Sainte-Beuve (caucho), S. Rafflegeau y C. Jannot (aceite de palma) y R. Goebel (caña de azúcar La ausencia de información sistemática sobre las estructuras de producción obligó a recurrir a dos clasificaciones diferentes según los tipos de sectores. En algunos casos, pudo hacerse una distinción entre explotaciones familiares, patronales y empresariales (arroz, algodón, banano). En otros casos, solamente dos grandes tipos fueron señalados: las plantaciones industriales, que perte- necen a empresas de tipo capitalista, y las plantaciones campesinas, que cons- tituyen una categoría compleja que agrupa a la vez explotaciones familiares, administradas enteramente por el agricultor y su familia, explotaciones patro- nales — frecuentes — que recurren a asalariados permanentes, y finalmente, explotaciones gerenciales, donde la administración y el cultivo se delegan por completo a asalariados. Los sectores que presentamos aquí revelan el carácter predo- minante de las agriculturas familiares en el caso del arroz, el algodón, el café, el cacao y el coco, con una participación en la producción cercana o superior al 90 por ciento, mientras que las explotaciones patronales, las empresas y las plantaciones industriales ocupan un lugar significativo (caucho) o muy significativo en los otros productos (palma aceitera, banano como postre para la exportación, caña de azúcar). En el caso de productos altamente perecederos como ciertas frutas y legumbres, la agricultura familiar, cuando sus capacidades financieras son limitadas, tiende a comercializar directamente los productos 52 52

cosechados el mismo día, sin intermediarios y en los mercados locales, mientras que las empresas y las explotaciones patronales pueden invertir en una unidad de primera transformación o en una cadena de frío para transportar e incluso exportar productos frescos. La organización colectiva de los agricultores puede allanar ciertas limitaciones financieras, establecer contratos con empresas agrí- colas o con operadores especializados, que tienen la capacidad de manejar el embalaje o la transformación. Las restricciones técnicas para la transformación conducen frecuentemente a decisiones industriales que son el resultado de opciones de desarrollo del sector, en función de los intereses presentes (vendedores de materiales, opera- dores financieros, tipos de accionistas) y de los tipos de organización escogidos (descentralizados o fuertemente integrados)4. Los criterios de calidad y los vo- lúmenes de calidad homogénea que requiere la exportación constituyen otro ejemplo en la medida en que las normas de calidad reflejan una situación de la relación oferta/demanda. Producciones donde las agriculturas familiares son mayoritarias Productos alimentarios básicos Ilustrados aquí por el arroz y el plátano, los volúmenes de las producciones ali- mentarias básicas provienen esencialmente de las agriculturas familiares. Este carácter dominante resulta del peso del autoconsumo, de su lugar en la estruc- tura de actividad de las explotaciones, pero también de la importancia de los mercados domésticos. En todas las regiones del mundo, las agriculturas familia- res han respondido al crecimiento de la demanda global y urbana. Las explota- ciones de tipo patronal se han desarrollado particularmente en las regiones don- de la motorización es posible, con el consecuente aumento de las superficies cultivadas (como en el caso del trigo y del maíz). A proximidad de las ciudades, ciertas explotaciones se han especializado en la comercialización de productos alimentarios básicos con ayuda de mano de obra asalariada. Cacao La producción de cacao corresponde a un mundo de pequeños agricultores. La plantación mundial se estima en 10 millones de hectáreas en producción y la cosecha anual es del orden de 4 millones de toneladas de cacao comercial. Ocho países concentran el 90 por ciento de la producción, 65 por ciento de los cuales en el golfo de Guinea, con dos sitios principales de «origen», Costa de Marfil (38 por ciento) y Ghana (20 por ciento). Las explotaciones familiares y patronales son regla general (95 por ciento son plantaciones campesinas). Las superficies por explotación varían entre 0.5 y 30 hectáreas. Las va- riedades mejoradas, más o menos controladas, se han generali- zado, pero las diferencias de rendimiento son importantes, de 80 a 4 000 kg por año por hectárea, mientras que el rendimiento promedio mundial se estima en aproximadamente 400 kg por año por hectárea. La plantación campesina es generalmente vieja o muy vieja (> 30 años) y re- queriría una rehabilitación que se dificulta por los problemas de acceso a un material vegetal de calidad y a asesoría técnica, a veces financiada —cuando existe— por los operadores privados en la fase posterior de transformación en el sector. En las regiones donde el costo de la mano de obra es más elevado, como en América Latina, la aparición de un cultivo empresarial del cacao basa- do en personal asalariado con superficies de 100 hasta 2 500 hectáreas, reposa en la intensificación de la producción con rendimientos superiores a 1 500 kg por año por hectárea. En Ecuador por ejemplo, el 30 por ciento de la produc- ción proviene actualmente de la agricultura empresarial. 4 Una ilustración de ello es el caso del desgranado del café en Costa de Marfil en los años 1970 y 1980, basado en beneficios o fábricas de varias decenas de miles de toneladas en vez de mante- ner pequeños beneficios artesanales —que acabó en un fiasco. 53 53

Café Los pequeños productores familiares producen la mayoría del café del mundo, una producción que mantiene a cerca de 25 millones de personas. Once millo- nes de hectáreas producen 7 millones de toneladas al año, de las cuales 5.6 mi- llones se exportan, lo que representa una facturación de cerca de 20 mil millones de euros. El crecimiento sostenido de la producción en Brasil y en Vietnam com- pensa ampliamente el descenso de la producción africana y colombiana. Con ello, durante la última década, la oferta mundial aumentó más rápidamente que la demanda, provocando un estancamiento de los precios. El café sólo represen- ta un 2 por ciento de los ingresos a la exportación de la mayoría de los países que son grandes exportadores, pero va hasta el 59 por ciento en el caso de Burundi. Los cafetales plantados con variedades mejoradas representan como máximo un 10 % de la totalidad mundial, mientras que las plantaciones se caracterizan por una edad promedio elevada, con rendimientos muy variados. La agricultura familiar mantiene a menudo sistemas de cultivo sin insumos y con un mínimo de mano de obra, lo que explica sus bajos desempeños agronómicos. Esos siste- mas, que ocupan mucho espacio, producen una baja remuneración por hectá- rea, pero permiten a los pequeños productores adaptarse a las fluctuaciones del mercado, y pueden decidir si cosechan o no, y si asignan más o menos mano de obra al tratamiento post cosecha. La disminución de los precios mundiales ha provocado cambios en la utilización de las tierras dedicadas hasta entonces al cultivo del café, y se ha traducido en una depreciación de la calidad de las ope- raciones de transformación, causando así un problema de suministros en la fase previa de la industria. La producción de cafés «certificados» organizada por algunos operadores en esa fase, si bien solo representa un 8 por ciento del café exportado, ha contribuido a salir de esa espiral descendiente y a garantizar en ciertas regiones la sostenibili- dad del cultivo. También ha permitido modificar las prácticas de transformación y reforzar las organizaciones de productores y sus estrategias comerciales (pro- moción de sellos de calidad). Los operadores industriales intervienen también al- gunas veces en las fases anteriores contribuyendo a mejorar el material vegetal para la distribución de las plantas. Esas iniciativas también pueden corresponder a grandes federaciones de productores, que se comprometen además a dar ase- soría técnica a sus miembros. Coco La producción de coco proviene esencialmente de Asia y del Pacifico, con el 87 por ciento de las superficies cultivadas. Más allá de su función alimentaria prin- cipal, los cocoteros también se explotan, desde finales del siglo XIX, para la pro- ducción de copra (el coco seco) y de aceite. El aceite de copra constituye una fuente de ingresos puntuales y complementarios indispensables para un gran número de explotaciones de las zonas costeras subtropicales. Esas explotaciones son en su gran mayoría (96 por ciento cultivan general- mente entre 0.5 y 4 hectáreas de cocoteros. Algunas explotaciones industriales están presentes en África Occidental (Costa de Marfil, Ghana) y Oriental (Mozambique), donde los cocos constituyen cla- ramente la herencia del período colonial, que se cultivan en plan- taciones mono específicas en cientos de hectáreas y cuya salida principal sigue siendo la copra. En las parcelas correspondientes a las explotaciones familiares de Asia y de Oceanía —en India, Sri Lanka, Filipinas y en las zonas insulares—, los cocos casi nunca se cultivan solos, sino en parce- las agroforestales asociadas a numerosas otras plantas alimenta- rias como el banano, las raíces y tubérculos, las especias (pimien- ta, vainilla) y a veces el cacao. India, Filipinas e Indonesia son los tres principales países productores de coco. En cada uno de ellos, el sector se fundamenta en una red de cooperativas o de grupos de productores bien organizados, que les permite abastecer no solamente a un tejido in- dustrial antiguo pero exitoso, sino también a pequeñas unidades artesanales 54 54

de transformación innovadoras, que ofrecen productos con un gran valor agre- gado: bebidas a base de agua de coco, aceite virgen, productos derivados de la cáscara (xilosa), azúcar de coco, etc. Desde principios del 2000, el sector está en pleno auge, y en ciertos países como Brasil aparecen plantaciones industriales de miles de hectáreas de cocoteros, destinadas a alimentar el mercado interna- cional de bebidas «saludables». La demanda de biocarburantes de origen vegetal también ha llegado a transfor- mar el mercado de oleaginosas desde el 2006, creando un alza y una inestabili- dad de los precios del aceite de copra, que repercute en los pequeños producto- res. Con ello, las pequeñas explotaciones de coco, que por mucho tiempo fueron dependientes del sector poco dinámico de la copra, tienen hoy la posibilidad de optimizar sus productos, modernizando apenas sus prácticas y haciéndose acompañar en esta nueva vía. Producciones para las cuales otras formas de agricultura son importantes Caucho El 24% de las plantaciones mundiales de caucho son industriales, lo que posi- ciona al sector como intermedio entre los sectores tropicales perennes, como el aceite de palma, dominados por una agricultura capitalista, y los sectores de café, cacao y coco, donde las plantaciones corresponden más a la agricultura familiar. Esta posición intermedia procede de la estructura histórica del merca- do, donde los grandes fabricantes de llantas integraron inicialmente el sector de manera vertical, desarrollando ellos mismos sus plantaciones (Firestone o Michelin). La flexibilidad de la agricultura familiar permitió sin embargo, desde hace mucho tiempo, responder al crecimiento espectacular de la demanda de caucho estándar, ya se trate del látex tratado artesanalmente en forma de hojas ahumadas o del caucho a pie de copa. Las tres cuartas partes de las plantaciones corresponden a explotaciones familiares, asociadas o no a cultivos alimenticios en la fase pre-productiva (la explotación se hace hasta cinco o siete años des- pués de su plantación), o a cultivos agroforestales de caucho, bastante usuales en el sudeste asiático. Tailandia por ejemplo, que es el primer país productor, produce el 31 por ciento de la cosecha mundial a partir de un 99.6 por ciento de plantaciones campesinas. Aceite de palma Los dos primeros países productores, Indonesia y Malasia, producen 46 millones de toneladas de aceite de palma bruto dentro de los 54 millones producidos mundialmente. Para responder a la explosión de la demanda de aceite vegetal, las superficies en producción han aumentado en un 54 por ciento en siete años, pasando de cerca de 9.2 millones de hectáreas en el 2005 a 14.2 millones en el 2012, de las cuales 10.9 millones de hectáreas están en producción. El lugar preponderante que ocupan las agroindustrias de este sector obedece a la lógica industrial que ha dominado el desarrollo del mer- cado, en razón de la demanda mundial de materia grasa. El costo de una aceitera exitosa impone cierto nivel de suministros para poder rentabilizar la inversión; el desarrollo del cultivo se lleva entonces a cabo con un esquema de plantación-fábrica que ha estructu- rado el sector en los dos principales países productores. Detrás de esas tendencias mundiales, existen también plantaciones campesinas, pequeños agricultores independientes o contrata- dos por una fábrica, y formas de producción muy tradicionales dentro de sistemas de producción diversificados en las tres zonas de producción, en el sudeste asiático, en África central y occidental y en América Latina. Banano Como muchas otras producciones alimentarias y hortícolas tropicales, los ba- nanos constituyen une base importante de la alimentación cotidiana. En todas 55 55

las regiones tropicales, la inmensa mayoría de las plantaciones co- rresponde a explotaciones pequeñas (entre 0.3 y 10 hectáreas) de tipo familiar o patronal, ya se trate de plantaciones en monocultivo o en asociación con otros cultivos. La produc- ción de banano como fruta —destinada sobre todo a la exportación hacia países templados o al consumo en las ciudades de los países productores— está dominada en cambio por el sector de las plantaciones de tipo indus- trial, antiguo, pero que ha tenido un rápido desarrollo para responder a la demanda mundial. La búsqueda de economías de escala es la regla general, para poder satis- facer las necesidades crecientes tanto en volumen como en calidad. Las grandes plantaciones capitalistas son antiguas: América Latina, Filipinas, África Occidental (Costa de Marfil y Ghana) y cen- tral (Camerún). Han tenido un crecimiento sostenido y se han comple- mentado por la aparición gradual de explotaciones patronales especializadas de tamaño mediano (50-100 hectáreas). LOS DESAFÍOS DE UN MEJOR CONOCIMIENTO ESTADÍSTICO Las agriculturas familiares ocupan un lugar predominante en los mercados de los pro- ductos agrícolas. Un mejor conocimiento estadístico de su peso económico en los di- ferentes sectores constituye un reto importante que justificaría una acción coordinada entre los actores de la investigación y del desarrollo. Su sitio en la producción global es masivo, pero también se ven confrontadas a una fuer- te competencia por parte de las otras formas agrícolas, que a veces ocupan el primer lugar para ciertos productos, en razón de modelos específicos de desarrollo o de condi- ciones técnicas particulares. Esta competencia también se refiere al acceso a los recursos naturales, en particular a la tierra y al agua. En este caso igualmente, el acceso a una me- jor información permitiría comprender mejor esas competencias y sus consecuencias. La integración vertical creciente de ciertos sectores y el interés principal de las gran- des firmas mundiales de la transformación para la producción —a fin de garantizar suministros y de consolidar su parte de mercado— se traducen en el desarrollo de fór- mulas contractuales que resaltan las asimetrías, en términos de negociación, para los agricultores familiares. Con el fin de defender sus intereses y sus derechos frente a las grandes empresas o en el seno de organizaciones inter profesionales, pero también para beneficiarse con economías de escala en la producción y con el acceso a apoyos técnicos, los agricultores familiares deben reforzar sus organizaciones. Además, estas agrupaciones les permiten participar en el debate público en distintos niveles, desde lo local a lo internacional. 56 56

CONECTAR A LOS PEQUEÑOS vinculando a la agricultura familiar AGRICULTORES CON LOS a los mercados MERCADOS Autor: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Texto en: Transformar la alimentación y la agricultura para alcanzar los ODS. 20 acciones interconectadas para guiar a los encargados de adoptar decisiones. Organización de las Naciones Unidas para la Alimenta- ción y la Agricultura, Roma, 2018. Una parte fundamental de cualquier estrategia cuyo objetivo sea lograr una agricultura más productiva y sostenible, y desarrollar el medio rural es que los productores agrícolas y alimentarios tengan acceso a mercados más eficien- tes, transparentes y competitivos. A medida que la economía rural crece, se desarrollan las redes urbano-rurales, esto implicará tener acceso a mercados para bienes no agrícolas, así como a trabajo remunerado no agrícola. Unos mercados más conectados ofrecen más oportunidades para generar más ingresos, pero también conllevan los riesgos asociados a cadenas de va- lor de alimentos más largas en las que los factores externos tienen un papel más importante y en las cuales los pequeños agricultores tienen menos con- trol sobre los precios de los insumos y de la producción. Si bien los mercados de bienes de consumo internacionales aportan una mayor demanda, suelen ofrecer márgenes inferiores a los pequeños agricultores, pueden verse afec- tados más fácilmente por la corrupción y requieren contratos más complejos. • Mediante un marco macroeconómico que incluya mejores infraestructu- ras, bienes públicos, regulaciones y entornos políticos y legales, los peque- ños agricultores familiares podrán tener un mayor acceso al mercado. • Las organizaciones de productores pueden ayudar a los pequeños agricul- tores a acceder a una serie de servicios, ente los que se incluyen una mejor información sobre el mercado, directrices sobre seguridad alimentaria o información centrada en la producción y comercialización de mayor valor añadido. 57 57

• Generar aptitudes y capacidades empresariales y para emprender de los pequeños agricultores será fundamental para su plena participación en el mercado y para beneficiarse de las nuevas oportunidades. • La contratación pública puede ayudar a los agricultores y a los producto- res de alimentos para que puedan acceder a los mercados al tiempo que garantiza que los consumidores marginados puedan obtener alimentos asequibles y nutritivos en periodos de mal funcionamiento del mercado. La asistencia alimentaria y la alimentación escolar son solo dos ejemplos que ilustran cómo los pequeños agricultores pueden estar vinculados a la demanda de productos agrícolas y alimentarios. • Un elemento clave para crear mercados agrícolas sanos, sostenibles y que funcionen a nivel nacional e internacional es entender el efecto de las res- tricciones al comercio y las distorsiones en el mercado agrícola, como la eliminación de las subvenciones a la exportación del sector. • Fomentar un entorno de mercado más propicio para los pequeños agri- cultores puede contribuir a lograr unos precios justos y transparentes que remuneren adecuadamente el trabajo y las inversiones de los pequeños agricultores. • Luchar por tener empleos decentes y en contra del trabajo infantil en el sector agrícola y en las áreas rurales redundará positivamente no solo en la consecución de los objetivos de desarrollo social, sino también a la hora de certificar los productos agrícolas para exportarlos. • Tener acceso a la tecnología acelera el cambio. Los dispositivos de gestión de datos como los teléfonos móviles y las aplicaciones dan información rápida, transparente y precisa sobre los precios, y pueden contribuir a las negociaciones al facilitar los encuentros entre productores y comerciantes. 58 58

HACIA UNA DEFINICIÓN DE CADENAS CORTAS AGROALIMENTARIAS Autor: Pilar Santacoloma, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, Panamá. Texto en: Memoria del taller de intercambio de experiencias en cadenas cortas agroalimentarias. Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, Ciudad de México, 2016. ANTECEDENTES La proximidad es una característica definitoria de las cadenas cortas. Una proximidad en términos geográficos pero también en términos sociales u organizacionales permite la construcción de una visión o de una identidad en relación al consumo de alimentos. La proximidad organizacional se traduce en la construcción de nuevas relaciones entre consumidores y productores, quienes abandonan la actitud pasiva y adquieren un rol más activo, generan- do otro tipo de relaciones entre sí. Se puede incluso hablar de nuevas formas de ciudadanía alimentaria, con participación activa y pensada, con mejor cla- ridad sobre los alimentos y sobre cómo son producidos. Otro atributo importante de la proximidad es la calidad, referida no sólo a un aspecto físico y de frescura, sino a la asociación con un atributo que es valori- zado por el consumidor como es la tradición culinaria, o que los alimentos es- tén relacionados con una identidad. Para asegurar la calidad, los productores llevan a cabo prácticas agrícolas sostenibles en consideración a las caracterís- ticas del territorio. Los productos agroalimentarios se producen en espacios delimitados geográficamente y tienen características regionales. Hay un proceso de cambio que se observa en la generación de mecanismos de gobernanza de sistemas agroalimentarios, este concepto viene a dar alter- nativa frente a las cadenas globales agro industrializadas, fuertemente con- centradas. Para que este proceso suceda se necesita una construcción social y un componente de innovación en los roles de productores y consumidores. 59 59

APROXIMACIÓN A UNA TIPOLOGÍA Las tipologías se crean porque ayudan a generar políticas y estrategias de ac- ción diferenciadas. El punto central de la tipología propuesta aquí es el con- cepto de proximidad, tomando en cuenta tanto la proximidad geográfica en términos de distancia como la proximidad organizacional. Figura 1 tipos de cadenas productivas según la proximidad Proximidad Geográfica Débil Fuerte Proximidad organizacional Débil Caso 1: Cadenas productivas Caso 2: Cadenas productivas con relaciones con relaciones indirectas • Ventas a mercado internacional • Ventas a supermercado locales • Canastas vendidas por intermediarios • Centrales y mercado mayorista CADENA LARGA CADENA CORTA Fuerte Caso 3: Cadenas productivas Caso 4: Cadenas productivas con relaciones de distancia con relaciones directas • Ventas directas online • Ferias libres, mercados campesinos • Ventas pre ordenadas • Venta en finca • Canastas vendidas por catalogo/pre ordenadas • Compras públicas alimentación escolar CADENA CORTA CADENA CORTA Fuente: Adaptado de Aubry y Kebir, 2014 Hay cuatro tipos de cadenas productivas agroalimentarias que pueden iden- tificarse a partir del concepto de proximidad tal como se describió anterior- mente. El primer tipo es cuando la proximidad geográfica y organizacional es débil. Es el caso de las cadenas largas, el consumidor no conoce al productor ni sabe cómo se produce el producto. En el segundo tipo existe una relación de proximidad geográfica y aunque la venta se hace a través de intermedia- rios, se trata de productos locales. Lo que falta es una transmisión clara de in- formación, pero existe la posibilidad de que a futuro puede formarse una ma- yor proximidad social conforme vaya generándose la información requerida. El tercer tipo es cuando la proximidad organizacional o social es fuerte, aquí se pueden incluir las ventas online o pre ordenadas, en las que existe muy buena información acerca del productor y la forma de producción, pero las distancias entre productores y consumidores pueden ser muy largas. Por último, el cuarto caso es cuando la proximidad es fuerte en los dos niveles. En este caso se incluyen las ferias, tianguis, venta directas en finca, compras públicas de alimentación escolar a productores locales. 60 60

FACTORES DETONANTES E IMPULSORES En el modelo dominante la gobernanza de los sistemas agroalimentarios se da por parte del Estado y/o las leyes del mercado y la sociedad civil tiene un papel pasivo. Este modelo se ha generado por las privatizaciones y la libera- lización de los mercados, en donde un porcentaje altísimo de las ventas de alimentos se lleva a cabo en los supermercados. Sin embargo, este modelo está atravesado por varias crisis. En primer término, la crisis de confianza del consumidor que se observa principalmente en Europa. Es una crisis derivada sobre todo de las enfermedades transmitidas por los alimentos que ha hecho que el mercado, como uno de los actores en este esquema, sufra una crisis de credibilidad a nivel global. Por otro lado, debido al abandono a las fuerzas de la regulación del mercado por el Estado se ha generado una crisis económica acompañada de la aparición de estándares privados. Es así que los mercados de alimentos son gobernados por los grandes dis- tribuidores multinacionales. Estos supermercados intervienen incluso en los propios sistemas productivos, incluyendo ciertos tipos de buenas prác- ticas que imponen al productor. Otro elemento decisivo es la aparición de agentes nuevos en la gobernanza como son los gobiernos regionales o las municipalidades. Es en este contexto que surgen las Cadenas Cortas Alimentarias, como una respuesta a la crisis económica y financiera y también a la deslegitimación. En muchos lugares se observa un interés por este nuevo modelo. En este caso, la sociedad civil toma el rol activo interviniendo, preguntando, deman- dando. Es un proceso de aprendizaje social. No se puede dejar de mencionar la importancia de la creación de capacidades y de espacios de intercambio de productos y de saberes desde la gobernanza del Estado Se espera influen- ciar con eso las tendencias globales y la gobernanza del Estado. CONSTRUCCIÓN DE RELACIONES DE PROXIMIDAD PARA EL DESARROLLO DE CCA Se reconocen diversas necesidades para poder construir las relaciones de proximidad de manera más eficaz. Se requiere fortalecer las organizacio- nes de productores para asegurar el incremento de valor por ellos mismos, así como modificar y mejorar las estrategias de comercialización. Entre las principales estrategias se mencionan reformas a las regulaciones y políticas, como por ejemplo reformas a las políticas de compras públicas, políticas de agricultura familiar y por contrato. 61 61

Además, se necesita una reorganización de políticas relativas a los servicios de extensión y otros servicios financieros y de negocios, para asegurar una oferta más estable y sostenible por parte de las organizaciones de producto- res. Se debe tener en cuenta que estos cambios ocurren en el contexto del territorio, porque es la base de la relación entre productores y consumidores. Es allí donde se genera informaciones y saberes, donde es posible identifi- car el origen de una especie o producto, y donde es posible relacionarlo con una identidad cultural. Igualmente, dentro del enfoque territorial es posible tomar medidas para fortalecer los sistemas agroalimentarios con una visión de gestión de riesgo. Finalmente, para que el sistema de oferta-demanda funcione de manera sostenible e incluyente, es necesario pensar en ciertas innovaciones como los sistemas participativos de garantía, plataformas mul- ti-actores y la gestión integral de recursos. El desarrollo de las Cadenas Cortas Agroalimentarias no se da de manera tan sencilla como podría parecer a primera vista, hay contradicciones y tensiones en las regiones, por lo que se generan conflictos en distintos niveles. La ven- taja es que las Cadenas Cortas maximizan las interacciones positivas entre sectores y actores en un territorio. Resumiendo: la construcción tiene que hacerse tomando en cuenta los tres principales puntos: la agricultura familiar, cadenas cortas agroalimentarias y el territorio. En este sentido, en cuanto a la construcción de la proximidad geográfica y organizacional hay que ver cómo generar información para que la gente de- sarrolle identidad con sus alimentos. La triada mencionada estimula la aglo- meración fomentando el desarrollo de economías de escala y la creación y difusión de innovaciones institucionales y tecnologías agrícolas. No hay que olvidar en este punto el tema de la competitividad. Para asegurarla, debe ha- ber mayor apoyo de innovación institucional y tecnologías agrícolas, así como la provisión de bienes y servicios públicos como energía, agua o caminos que permitan que la agregación de valor sea posible. A manera de conclusión se puede afirmar que en la construcción de Cade- nas Cortas se movilizan valores sociales (confianza, salud y nutrición, culina- ria, tradición, empleo juvenil, medios de vida comunitarios) por los actores locales en un territorio para adaptar prácticas sostenibles para el contexto local y crear nuevos espacios de mercado para sus productos. Además, en el proceso surgen reglas nuevas para las interacciones de mercado que no reemplazan, sino complementan las cadenas largas. Es lógico que al adoptar reglas nuevas, el modelo crea tensiones con el sistema existente. Sin embar- go, las Cadenas Cortas Agroalimentarias permiten generar espacios nuevos de intercambio de saberes, prácticas y productos. 62 62

ESQUEMAS DE COMERCIALIZACIÓN PARA PRODUCTORES AGRÍCOLAS DE PEQUEÑA Y MEDIANA ESCALA, INCLUIDA LA AGRICULTURA FAMILIAR: CIRCUITOS CORTOS Autores: Daniel Rodríguez y Hernando Riveros Serrato. Texto en: Esquemas de comercialización que facilitan la vinculación de productores agrícolas con los mercados. Daniel Rodríguez y Hernando Riveros, San José, C.R., IICA, 2016. EL SUBSISTEMA DE LA AGRICULTURA FAMILIAR, LOS MERCADOS MAYORISTAS Y LOS CIRCUITOS CORTOS DE PRODUCCIÓN Y CONSUMO Este subsistema tiene una presencia importante en los ámbitos nacional y regional o subnacional, siendo generalmente aceptado que, en relación con su vinculación con los mercados, se pueden establecer por lo menos tres rea- lidades: una con predominancia del autoconsumo, otra sustentada en una limitada oferta comercial y una dependencia de apoyos públicos, y una terce- ra, alrededor de una oferta comercializable vinculada con mercados diversos. En América Latina y el Caribe, de acuerdo con información publicada por la CEPAL, la FAO y el IICA, alrededor de 16.5 millones de explotaciones perte- necen a agricultores familiares, las que agrupan una población de alrededor de 60 millones de personas. Cerca 56 por ciento de estas unidades se en- cuentran en Sudamérica, y 35 por ciento en los países de Centroamérica y México. Muchas de ellas acceden competitivamente a nuevos mercados sa- cando partido de las ventajas que les concede su tamaño y el uso de mano de obra familiar, combinando todo ello con las eficiencias de escala logra- das mediante la acción colectiva. En el caso de otras pequeñas explotacio- nes, su tamaño se está reduciendo tanto y sus vínculos con los mercados y su organización están empeorando, hasta tal grado que han dejado de ser económicamente viables. La vinculación tradicional de esa oferta con los mercados se ha dado, princi- palmente, mediante una cadena larga con alta participación de intermedia- rios que cumplen diversas funciones y que han tenido un punto importante de confluencia y redistribución en las centrales mayoristas. Además de esta situación, el acceso a los mercados presenta limitaciones por la dispersión de la producción, sus bajos volúmenes, la heterogeneidad de la calidad, los altos costos de producción y el poco rigor en el cálculo de estos, entre otros. En este subsistema participan simultáneamente la agricultura familiar y las agroindustrias rurales, junto a otros actores muy fuertes como las cadenas de distribución y las agroindustrias y exportadores grandes, que colocan exigencias altas, no solo en términos de calidad, sino también de logística y formas de pago, lo que obliga a buena parte de los productores familiares a vender a intermediarios, quienes en ocasiones consolidan una oferta para esos mismos actores. Esas cadenas largas distancian a los productores de los consumidores, con dos efectos notables: el poco aprovechamiento de la in- formación que se obtiene del consumidor, y la reducción de la participación de los productores en el precio final de los productos. 63 63

Aunque el agricultor familiar sacrifica un porcentaje de su ganancia al recu- rrir a estos agentes, elimina los costos y riesgos asociados a la participación directa en los mercados, sin obviar del todo el riesgo a la volatilidad de los precios. Un estudio realizado en Colombia, a nivel de microempresas rurales agrope- cuarias y agroindustriales, muestra que los mercados locales son el destino más importante de la oferta de la pequeña agricultura, incluyendo ferias, y en ocasiones tiendas, pequeños comercios, supermercados y mercados institu- cionales (representado por entidades gubernamentales, colegios y organiza- ciones empresariales, entre otras), lo cual no significa que se acceda a ellos sin participación de intermediarios. TIPOLOGÍA DE ESQUEMAS DE COMERCIALIZACIÓN QUE FACILITAN LA ARTICULACIÓN DE PRODUCTORES AGRÍCOLAS DE PEQUEÑA Y MEDIANA ESCALA, INCLUIDA LA AGRICULTURA FAMILIAR Teniendo en cuenta la heterogeneidad de subsistemas y circuitos de comer- cialización que se pueden identificar, la cantidad de actores involucrados y la enorme diferencia de capacidades y recursos de cada uno de ellos, se pre- senta a continuación una tipología de esquemas de comercialización, cuyas condiciones y características favorecen la vinculación y consolidación de la agricultura de pequeña y mediana escala, así como las MIPYME rurales, in- cluidas las agroindustrias. Dichos esquemas se caracterizan considerando los criterios señalados en el numeral anterior. Al proponer esta clasificación se reconoce que: • Los tres esquemas de comercialización propuestos (circuitos cortos, enca- denamientos productivos y encadenamientos comerciales de productos diferenciados) exigen cierto nivel de organización, aunque se den casos de presencia de productores individuales, así como el cumplimiento de exigencias de calidad y formalización en la oferta y, en cierta forma, corres- ponden a mercados “nicho”, por lo que las opciones que representan no pueden considerarse como la solución para todos los productores agríco- las de pequeña y mediana escala y los agricultores familiares, y tampoco se pueden tomar como el único canal para comercializar toda la oferta. • Esos mercados “nicho”, como ya se ha mostrado, presentan una tendencia general de crecimiento, con una mayor visibilidad en los países desarro- llados y, como su nombre lo indica, localizados en segmentos específicos conformados por consumidores que privilegian ese tipo de productos en el momento de la compra, en razón de los atributos especiales de calidad que poseen, se garantizan y se reconocen, incluido el precio. • A pesar del crecimiento y de la influencia que ese tipo de mercados van adquiriendo, los mercados tradicionales, con altos niveles de informalidad, siguen siendo los canales por los cuales se comercializa la mayor cantidad de los productos ofrecidos por los productores agrícolas de pequeña y me- diana escala, incluidos los de la agricultura familiar. • Buena parte de los problemas que enfrentan los productores agrícolas de pequeña y mediana escala y los agricultores familiares para acceder y per- manecer en los mercados tiene su origen en la oferta de sus productos, por lo que cualquier estrategia de comercialización exitosa requiere una oferta competitiva, desafío que es alcanzable en la medida en que haya una arquitectura institucional de soporte y unos instrumentos de política que creen un ambiente favorable para los negocios. En la tabla “Tipología de esquemas de comercialización según criterios de clasificación”, se presenta un resumen de los tres grandes esquemas de co- mercialización que se detallan a continuación, junto con el esquema más tradicional o convencional, con base en los cinco criterios señalados en la sección previa. 64 64


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