Módulo 3 El diseño de las Instituciones Correccionales y su impacto en la población correccional Sistema carcelario en Puerto Rico
1. Diseño de la Institución Correccional Históricamente, una institución correccional es una estructura que puede ser diseñada con múltiples propósitos: 1. Castigar 2. Proteger 3. Reformar 4. Tratar 5. Rehabilitar Veamos estos principios en detalle: (1) Bajo el primer propósito, el castigo, las condiciones de la institución correccional tienen la intención de castigar al confinado y disuadir al público en general de delinquir. Sin embargo, es importante destacar que en Puerto Rico, la filosofía del sistema correccional, incluyendo las instituciones correccionales, no es el castigo, si no la rehabilitación. (2) El segundo propósito es proteger al público en general de aquellos que deseen hacer daño. (3) El tercero es el aspecto de la reforma del cliente. Esto significa que el edificio o edificios que conforman la estructura tienen espacios asignado para educación, aislamiento, capacitación social y similares. (4) El cuarto propósito es tratar al prisionero en términos de afecciones físicas o mentales que pueden conducir su comportamiento desviado a través de la terapia o actividades grupales. (5) Lograr la rehabilitación del cliente para que pueda reinsertarse en la comunidad. Los propósitos institucionales desempeñan un papel fundamental en la creación del entorno de encarcelamiento y rehabilitación. 1.1 Niveles de Seguridad El diseño de las instituciones correccionales también varía dependiendo del nivel de seguridad de los confinados. Hay cinco niveles de seguridad diferentes para las cárceles: ● Máxima seguridad ● Seguridad Mediana ● Seguridad mínima ● Mínima / Comunidad El primer nivel es la prisión de máxima seguridad que tiene celdas individuales, y múltiples ambientes internos extremadamente controlados. Las cárceles de mediana seguridad tienen viviendas de tipo celular, mayores medidas de seguridad y mayores controles internos. El tercer tipo de prisión es el de seguridad mínima, que cuenta con viviendas de estilo dormitorio o viviendas de cubículo, y tienen énfasis en el trabajo. El 1
cuarto tipo de prisión, mínima seguridad con comunidad, ofrece mayormente dormitorios cerca de las instituciones y programas comunitarios. Las cárceles pueden ubicarse en cualquier tipo de entorno, ya sea urbano o rural. La principal diferencia entre estos es la limitación espacial. Las instalaciones correccionales urbanas tienden a tener un diseño vertical, mientras que las instalaciones correccionales rurales pueden ser más extensas horizontalmente. 2. La sobrepoblación dentro de las Instituciones Correccionales Uno de los problemas más comunes en las prisiones es el hacinamiento o la sobrepoblación. Estudios han demostrado que como resultado del hacinamiento, las instalaciones correccionales sienten una mayor presión sobre su infraestructura, es decir que afecta la capacidad de la instalación para operar de manera efectiva. Con cada interno adicional a la capacidad planificada, se comprometen recursos tales como servicios de alimentos, educación y rehabilitación, y se presentan problemas de limpieza y salud. Debido al hacinamiento y sus efectos, es menos probable que se cumplan los objetivos del centro correccional para rehabilitar a los clientes. La Sociedad John Howard, que condujo un estudio sobre los problemas de las prisiones en el 1996, encontró que: El ambiente de la prisión se caracteriza por factores que pueden tener efectos adversos en los reclusos individuales. En la prisión, las condiciones de hacinamiento son crónicas, se conglomeran las personas propensas a comportamientos antisociales, hay una ausencia de control personal y la ociosidad y el aburrimiento pueden ser frecuentes. La investigación ha indicado que el hacinamiento tiene tres tipos de efectos en el entorno diario de la prisión. Primero, hay menos de todo para repartir, por lo que se hace que el mismo espacio y recursos se extiendan aún más. Se reducen las oportunidades de formación académica, laboral y profesional. La falta de trabajo u oportunidades de trabajo conducen a la ociosidad, a menudo reforzando la máxima de que la ociosidad genera descontento y conducta disruptiva (Cox, Paulus y McCain, 1984, p.1149). Además, la falta de recursos puede aplicarse a cualquier cosa que un recluso necesite usar, como la disponibilidad de baños, libros de la biblioteca, asientos de la sala de televisión y materiales recreativos. La falta de disponibilidad de recursos puede tener dos consecuencias. Uno es la frustración de lo desagradable de ser limitado o denegado un recurso y el otro es el hecho de que la competencia o el conflicto por recursos limitados a menudo conducen a la agresión y la violencia (Johnson, 1991). 2
3. Funciones del Personal Correccional Las instituciones correccionales son operadas por un equipo entrenado de profesionales que se encargan de cerciorarse de que los objetivos y propósitos de la institución de corrección se cumplan. En Puerto Rico, la “Ley Orgánica de la Administración de Corrección”, mejor conocida como el “Plan de Reorganización del Departamento de Corrección y Rehabilitación de 2011” detalla los diferentes componentes operacionales humanos de las instituciones en Puerto Rico y sus funciones. Esta Ley crea la oficina del Secretario del Departamento de Corrección y Rehabilitación, quien tiene, entre otras, las funciones, facultades y deberes de ejercer las funciones y deberes que el Gobernador le delegue, además de proveerle asesoramiento continuo a éste en todo lo relacionado con la rehabilitación de los transgresores y los convictos, así como sobre el sistema correccional y otros programas alternos a la reclusión; dirigir, planificar, coordinar, supervisar y evaluar las operaciones de los organismos, divisiones y oficinas que componen el Departamento; estudiar, diseñar y determinar la estructura organizacional y de puestos del Departamento con la coordinación, participación y asesoramiento de la Oficina de Gerencia y Presupuesto y la Oficina de Recursos Humanos del Estado Libre Asociado de Puerto Rico; y realizar todas las transacciones necesarias para el funcionamiento del Departamento de Corrección y Rehabilitación. Entre el personal correccional, la Ley crea un cuerpo integrado por oficiales con diferentes rangos: Oficiales Correccionales - Tienen a su cargo la responsabilidad de custodiar a los confinados, conservar el orden y la disciplina en las instituciones correccionales, proteger a la persona y a la propiedad, supervisar y ofrecer orientación social a los confinados. Pueden, además, perseguir a confinados evadidos y liberados contra quienes pesa una orden de arresto emitida por la Junta de Libertad Bajo Palabra, y para ello podrán utilizar los mismos medios autorizados a los agentes del orden público para realizar un arresto. En este Cuerpo de Oficiales Correccionales se encuentran los integrantes de la Unidad de Arrestos Especiales de la Administración de Corrección. Los funcionarios adscritos a la Unidad se desempeñarán en funciones de persecución, captura de delincuentes evadidos de los diferentes programas e instituciones correccionales y de la rehabilitación del país, y participan en la prevención de fugas, planes de contingencia a nivel interno e interagencial, vigilancia, registros, escoltas, disturbios y motines. 3
Oficiales de Servicios Juveniles - Tienen a su cargo la responsabilidad de custodiar a los miembros de la población correccional y conservar el orden y la disciplina en las instituciones correccionales. También están encargados de proteger a la persona y a la propiedad, supervisar y ofrecer orientación social a los miembros de la población correccional y a los jóvenes transgresores. Pueden, además, perseguir a miembros de la población correccional evadidos y liberados contra quienes pesa una orden de arresto emitida y aprehenderlos a cualquier hora y en cualquier lugar; y llevarlos ante un Magistrado sin demora innecesaria. Igualmente, pueden diligenciar notificaciones de los tribunales con relación a los imputados bajo libertad provisional. Los Oficiales de Servicios Juveniles forman parte de una clase distinta a las establecidas para los Oficiales Correccionales que brindan sus servicios a los adultos. 4. Breve historia del diseño y propósito de las Instituciones Correccionales Los chinos son la primera cultura conocida en la historia en utilizar alguna forma de encarcelamiento como medio de castigo. La primera prisión china se remonta al año 2000 a.C. Luego, los griegos fueron la segunda sociedad registrada en utilizar el encarcelamiento a partir del 1100 a.C. Las cárceles griegas se utilizaron únicamente para aquellas personas condenadas por alta traición o deuda hacia el gobierno. Por su parte, el Imperio Romano no reconoció el encarcelamiento como una forma de castigo, pero aun así practicó el confinamiento de personas acusadas de un delito. Las áreas de detención reflejaban las diferencias en las clases sociales, ya que cuanto más bajo era el nivel en la torre donde se encontraba un prisionero, menor era el estatus social y, por lo general, más grave era el crimen. La prisión mamertina de Roma es un buen ejemplo de cómo era una antigua prisión. Fue construida en algún momento durante el tercer y primer siglo a.C. Se cree que el nivel inferior albergaba a los condenados a cadena perpetua y la parte superior era reservada para criminales acusados de delitos menos severos. La Gran Bretaña medieval también tenía estructuras carcelarias, pero a menudo se ubicaban en espacios no utilizados en estructuras creadas para otros fines. Durante la Edad Media y el Renacimiento, el encarcelamiento se usó con el único propósito de detener a personas punitivamente. Las antiguas estructuras carcelarias eran rústicas en el mejor de los casos. Las condiciones en estas cárceles rara vez eran sanitarias o humanas, y se prestó poca atención a la salud y el bienestar de los prisioneros. El encarcelamiento durante este 4
período no estaba destinado a la reforma o la rehabilitación. El concepto de “reforma” a través del encarcelamiento fue introducido más tarde por la Iglesia Católica con el surgimiento del Cristianismo. La Iglesia Católica fue la primera en emplear modos de encarcelamiento como castigo. Por ejemplo, se creía que la miseria y la soledad del encierro conducirán al arrepentimiento. El trato y la clasificación de los prisioneros varió mucho con la clase social de los mismos. En ocasiones se les permita a las personas más importantes conservar empleados y sirvientes dentro de las facilidades, mientras que a las personas de estratas sociales más bajas eran encerradas bajo condición precaria. A medida que pasó el tiempo, las celdas de detención y las áreas de prisión se hicieron más numerosas. De hecho, para el siglo XII se construían porciones de castillos con el único propósito de confinar a los prisioneros. Durante los siglos XVI y XVIII, el objetivo principal de las cárceles era mantener a las personas encerradas. Hasta el siglo XVIII, prisioneros de todo tipo estaban encerrados en celdas comunales. Por ejemplo, las mujeres y los niños se mezclaban con asesinos, violadores y pedófilos. La falta de salubridad en las cárceles las hacía propensas a la transmisión de enfermedades entre los prisioneros. A partir del año 1780, la idea de la reforma penitenciaria realmente comenzó a surgir en algunos países europeos. Entre los cambios está la creación de fachadas amenazantes, con la esperanza de disuadir a futuros delincuentes. A medida que las reformas se extendieron por Europa, se comenzaron a ver cambios similares en Norteamérica. Eventualmente comenzaron a llenarse las cárceles con lo que aumentó la sobrepoblación y con ello la formación de gangas, y el aumento del mal comportamiento dentro de las instituciones. Esto dio paso a la necesidad de colocar a algunos prisioneros en confinamiento individual o confinamiento solitario. El razonamiento es que el confinamiento individual les daría más tiempo de reflexión y menos tiempo para conspirar con otros confinados. Después de la Segunda Guerra Mundial, el énfasis en la rehabilitación de los prisioneros continuó siendo de suma importancia en la operación de las cárceles. Los diseños de las estructuras de la prisión en sí no evolucionaron significativamente. 5. Normas relativas al diseño de las Instituciones Correccionales El diseño de una institución correccional es muy complejo. La seguridad y la protección son de suma importancia durante el diseño de una prisión, sin embargo, los costos operativos durante la vida útil de la instalación también juegan un papel importante en el diseño del edificio. Cada decisión de diseño tomada durante la planificación preliminar y las fases de diseño puede resultar en ahorros operativos, de 5
personal y de costos de mantenimiento a lo largo del ciclo de vida del edificio. El diseño de la prisión también debe ser muy versátil para acomodar las diversas necesidades de los reclusos. La “Guía de Diseños de Prisiones” del Instituto Nacional de Correcciones provee las guías mínimas para las prisiones en los Estados Unidos, y con ello, Puerto Rico. 5.1 Servicios dentro de la prisión Para operar de manera efectiva y responsable una instalación correccional, hay ciertas funciones que los operadores deben poder proporcionar. Estas funciones permiten que la institución correccional apoye un cierto nivel de condiciones de vida entre los reclusos. Esta guía establece que se deben establecer disposiciones básicas para mantener un nivel de vida mínimo para que los encarcelados no sean sometidos a castigos crueles o inusuales. En Puerto Rico, esto es un mandato constitucional. Algunas de estas disposiciones incluyen suficiente espacio habitable, duchas, servicios médicos, de alimentos y lavandería, áreas de recreación y actividades, etc. 5.2 Espacio de las celdas Muchas instalaciones correccionales tienen áreas de detención con celdas de ocupación simple o doble. Típicamente, hay un área mínima de piso para cada celda designada por la ocupación de la celda. El área mínima del piso de 70 a 80 pies cuadrados para ocupación individual es generalmente un tamaño aceptable para permitirle a los reclusos suficiente espacio para habitar la celda. Para las de ocupación doble, el área de piso permitida es de aproximadamente 100 pies cuadrados. Esta área mínima de celdas se establece para garantizar que los tamaños de celdas utilizados en las instalaciones correccionales sean humanos y estén dentro de estándares de vida aceptables. 5.3 Higiene Además de tener un espacio habitable de tamaño aceptable, se debe permitir que los reclusos mantengan un nivel mínimo de higiene. Se deben proporcionar duchas con cierta privacidad. Según las guías, por cada ocho reclusos, debe haber una ducha para permitir la seguridad e higiene adecuadas. Si bien los clientes pueden tener un número suficiente de duchas, también deben estar a cierta distancia de las celdas que ocupan. 5.4 Servicios de alimentación El servicio de alimentos también se debe proporcionar a los reclusos, ya que de lo contrario no pueden subsistir. En prisiones de alta seguridad, se llevan los alimentos a las salas comunes o incluso a las celdas individuales. Llevar comida a cada celda aumenta la cantidad de personal necesario, pero aísla a los reclusos, lo que disminuye el potencial de incidentes. Los alimentos deben cumplir con los estándares básicos consistentes con las prácticas seguras de servicio de alimentos, incluido el almacenamiento frío y seco de alimentos, la limpieza y el control de plagas. 6
5.5 Servicios de salud Mientras que subcontratar la atención médica a un proveedor médico externo podría ser útil para algunas pequeñas instalaciones correccionales, el costo, la seguridad y la frecuencia del transporte para la mayoría de las necesidades médicas de las cárceles requiere la colocación de servicios médicos en la propia institución. Por lo tanto, debe haber un espacio dedicado a ofrecer dichos servicios en la institución correccional. 5.6 Servicios de rehabilitación Uno de los servicios más importantes que se brinda a los internos de las instituciones correccionales es la programación de rehabilitación. Con el objetivo de que muchos individuos serán devueltos a la sociedad al final de su condena, la posibilidad de reintroducir un miembro seguro y productivo de la sociedad supera en gran medida el castigo de esas personas. La rehabilitación a menudo requiere recursos suficientes para asesoramiento, clases, biblioteca, vocación y recreación, entre otros. Muchas personas detenidas por delitos a menudo requieren asesoramiento para ayudarles en su rehabilitación e integración en la sociedad. Por ello, se establece que se debe proporcionar personal de asesoramiento profesional y las instalaciones adecuadas. Estas disposiciones pueden incluir salas aisladas para realizar sesiones de asesoramiento. Además del asesoramiento, muchos reclusos desean permanecer en contacto con personas fuera de la prisión. Por esta razón, existen áreas reservadas para permitir el contacto y las visitas de abogados. 5.7 Servicios de educación La educación de los reclusos es uno de los programas más utilizados en las correcciones. Esta educación puede incluir obtener un grado o aprender un oficio en cursos vocacionales. Muchas veces se incluye una biblioteca para apoyar la programación educativa. La biblioteca también sirve como posibles fuentes de entretenimiento a través de la lectura. Debido al espacio requerido para almacenar libros, las bibliotecas generalmente se encuentran en un lugar relativamente permanente en la instalación. Con una asignación adecuada de los servicios de los reclusos, muchos pueden ser rehabilitados durante su encarcelamiento. 6. Impacto del diseño en la población correccional El diseño de una institución correccional puede marcar la diferencia en la salud mental de los reclusos. Según varios estudios, algunos diseños, como espacios más abiertos, pueden mejorar las relaciones entre los oficiales correccionales y los reclusos y apoyar una cultura de progreso y rehabilitación. 7
Por ejemplo, un estudio dirigido por Beijersbergen y publicado en “Crime & Delinquency” ha concluido que los estilos de construcción, los planos de la instalación y otras características de diseño tienen un impacto significativo en la forma en que los prisioneros holandeses, en este caso, perciben sus relaciones con el personal de la prisión. Los autores del estudio sospecharon que el diseño panóptico, ideado por el reformador social Jeremy Bentham a fines de la década de 1700, donde todas las interacciones de la población correccional son vigiladas desde un centro, sería el más perjudicial para la vida de los reclusos. Ellos explican: “... La prisión panóptica consta de una estructura circular con un techo abovedado y celdas dispuestas en niveles en la circunferencia del círculo. El centro del edificio contiene el cuarto de inspección, desde el cual el personal puede observar a los prisioneros. Originalmente, este diseño permitió al personal observar a todos los prisioneros de la instalación sin que los prisioneros supieran que estaban siendo vigilados. Aunque las cárceles panópticas holandeses se basaron en la idea de Bentham, se hizo un cambio significativo, es decir, las paredes y puertas de las celdas son sólidas, por lo que no es posible una inspección completa como la imaginó Bentham”. El diseño radial y sus largos corredores también fueron populares durante este período y fueron creados con el “principio de mantener a los prisioneros en confinamiento solitario”. Como vimos al principio, esta idea parte de la premisa de que separar a los prisioneros y evitar que los presos se comuniquen entre sí conduce a la autorreflexión y al remordimiento. Después de controlar la edad, el origen étnico, las relaciones íntimas en el momento del arresto, el nivel de educación, los rasgos de personalidad, los antecedentes penales y la relación entre oficiales y reclusos, los autores descubrieron que su presentimiento era correcto. Si los prisioneros fueron alojados en panopticones con forma de cárcel, tendían a sentirse más alejados de los guardias. Pero si disfrutaban de arreglos de vivienda estilo campus o edificios de apartamentos, percibían las relaciones como más comprensivas. “... Los prisioneros en diseños panópticos fueron menos positivos acerca de sus relaciones con los oficiales. Los prisioneros en diseños radiales, de patio, rectangulares y de gran altura tenían un juicio cada vez más positivo sobre las relaciones entre oficiales y prisioneros. En comparación con los presos en diseños panópticos, los presos en diseños de campus fueron más positivos acerca de estas relaciones. ...” Las cárceles panópticas se construyeron con un enfoque en la vigilancia, ya que el personal podía observar a todos los prisioneros de la instalación desde el centro del edificio. Por ello, los autores creen que es probable que esta distancia física entre el personal y los prisioneros resulte en relaciones más distantes entre oficiales y prisioneros. Otras características del panóptico también pueden contribuir a relaciones distantes: (a) 8
el gran tamaño y la escala del panóptico pueden aumentar el anonimato y dar lugar a interacciones más oficiales y menos frecuentes entre oficiales y prisioneros y (b) la vejez de las cárceles panópticas con su apariencia sombría y las condiciones penitenciarias menos actualizadas pueden afectar negativamente la atmósfera en la prisión e influir negativamente en las interacciones entre oficiales y prisioneros. Beijersbergen cree que más arquitectos de prisiones necesitan comprender cómo sus edificios pueden afectar la vida de sus residentes, en lugar de centrarse únicamente en la estética o la seguridad. En otro estudio, usando una lista de verificación para incluir ciertas características en el diseño de las instalaciones de salud mental en las cárceles y viendo cómo podría ayudar a facilitar mejores resultados para los pacientes, la doctora Mary Colavita, psiquiatra asistente en la Instalación Correccional de Bedford Hills (NY) y la Instalación Correccional Sing-Sing en Ossining, Nueva York y sus colegas, enumeraron dos teorías del diseño de la prisión: Teoría de la privación: esta es la idea de que cuando un recluso está sujeto a un entorno restrictivo, ciertas necesidades básicas pueden quedar insatisfechas y un recluso puede adaptarse a la situación satisfaciendo las necesidades a través de comportamientos desadaptativos. Teoría situacional: esta es la idea de que los determinantes arquitectónicos y sociales pueden afectar la percepción de uno de su experiencia (seguridad, recursos disponibles, relaciones) y la probabilidad de involucrarse en violencia. Los investigadores revisaron la literatura médica, correccional y de salud para llegar a una lista de verificación de características arquitectónicas que fomentaran “resultados positivos de salud mental”, definidos como una mayor disposición a participar en el tratamiento y una menor intensidad de los síntomas. Luego visitaron una prisión y buscaron los elementos en la lista dentro de varias categorías diferentes de las unidades de salud mental de la prisión, incluida la unidad de salud mental de cuidados graves, la unidad de salud mental, viviendas disciplinarias especializadas en salud mental y a largo plazo, vivienda segregada de salud mental. Los ejemplos de elementos de diseño y sus efectos según lo informado en la literatura concluyen: Densidad residencial con un menor porcentaje de celdas dobles: esto les brinda a los reclusos una mayor sensación de privacidad y control sobre su entorno. La comunicación con el personal mejoró a medida que aumentó la sensación de privacidad de los reclusos. Longitud del corredor: los ecos y los sonidos repetitivos exacerban la psicosis. 9
Ventanas y luz natural: reducen la depresión, disminuyen la duración de la estadía, mejoran el sueño, disminuyen la agitación y reducen el dolor. Imágenes de la naturaleza / plantas: reducen la frecuencia del pulso y la presión arterial, y mejoran el funcionamiento cognitivo. Arte: los reclusos tienen menos PRN [medicamentos necesarios] para la ansiedad y la agitación cuando se exponen al arte del paisaje en comparación con el arte abstracto, dijeron los autores. Los reclusos prefieren imágenes de la naturaleza, expresiones faciales positivas y representaciones de relaciones afectuosas. División del espacio: aunque los espacios cerrados de enfermería a través de particiones de plexiglás hacen que el personal parezca inaccesible, los espacios privados discretos para que el personal se relaje y atienda a las tareas administrativas se han asociado con un aumento en las interacciones positivas entre enfermeras y pacientes. Características residenciales (es decir, lavandería, galería de cocina, baños privados / duchas): a veces surge un conflicto entre lo que es mejor para los pacientes y cómo la comunidad ve el diseño. Los baños y duchas con múltiples puestos pueden ser peligrosos para el personal y los pacientes. En la prisión que inspeccionaron, los investigadores encontraron que la unidad de vivienda segregada a largo plazo tenía un mayor número de elementos de la lista de verificación que otros tipos de unidades. Con la lista de verificación, Colavita dijo: “Queremos ser capaces de crear algún cambio en el sistema penitenciario para que sean más terapéuticos como lo son en Noruega, [aunque] tal vez una versión más ligera; es una población diferente con la que estamos trabajando”. 7. Nuevas tendencias en el desarrollo y diseño de las Instituciones Correccionales El diseño de las instalaciones correccionales ha evolucionado a lo largo de los años debido a muchos factores, incluidos la capacidad, los métodos de construcción, la política y la demanda. Históricamente, la capacidad de la arquitectura para expresar y mejorar las relaciones de poder nunca podría haber sido más obvia que en el concepto de Panopticon de Jeremy Bentham, una tipología de prisión que diseñó a fines del siglo XVIII. Bentham describió a su Panopticon como “un molino para matar a los pícaros honestos”. El encarcelamiento se ha convertido en una industria importante. Las instalaciones generalmente se construyen como fortalezas: monolitos en zonas rurales rodeadas de alambre de púas y paredes altas. Los interiores están detallados para resistir el abuso extremo, hechos con materiales duros como concreto, acero y bloques de concreto, elevando los niveles de estrés de los reclusos y de quienes trabajan con ellos. 10
Pero se ha probado que el diseño de la institución correccional tiene un impacto definido en el proceso de rehabilitación de los clientes. Por ejemplo, a diferencia del monolito original en forma de búnker, el nuevo campus de ocho edificios de la Penitenciaría Estatal de Iowa es una instalación de un piso con tres unidades de vivienda diseñadas en un plan radial con un patio abierto en sus centros. Las ventanas del triforio, los suelos de linóleo estampados y las salpicaduras de azul claro crean un interés visual. El complejo incluso cuenta con jardines curativos. Quizás el mejor ejemplo de diseño compasivo de una prisión estadounidense es la Instalación de Detención y Reingreso de Mujeres de Las Colinas, recientemente terminada, encargada por el Condado de San Diego. El complejo se encuentra en un campus de 45 acres y cuenta con edificios de escala residencial agrupados alrededor de patios exteriores. La investigación muestra que el aislamiento genera violencia y enojo; el entorno más normalizado está destinado a fomentar la socialización y “minimizar las barreras físicas y psicológicas” entre los reclusos y el personal. De hecho, las instalaciones se parecen mucho a los campus universitarios. Si bien es nuevo en los Estados Unidos, se han utilizado enfoques similares para el diseño de instalaciones correccionales en países de Europa Occidental durante años: Leoben en Austria y Bastoy en Noruega, en particular, han sido reconocidos como dos de las cárceles más humanas del mundo. Ambos proyectos se asemejan a pequeñas comunidades o pueblos en lugar de entornos cerrados. Los arquitectos de estos proyectos operaron bajo la premisa de que perder la libertad de uno es castigo suficiente, y las instalaciones correccionales deben diseñarse para abordar los problemas subyacentes que llevaron a los reclusos allí a fin de prepararlos mejor para una transición exitosa de regreso a la sociedad tras su liberación. Ese es el principio detrás de la prisión de Halden en Noruega, diseñada por Erik Møller Arkitekter. Este enfoque del diseño humano de las cárceles está respaldado por las estadísticas de delitos de Noruega, donde solo el 20% de los prisioneros liberados son arrestados por reincidencia, en comparación con el 43% en los Estados Unidos. En Puerto Rico, a finales del 2019 el gobierno ha comenzado a evaluar alternativas para hacer ajustes al sistema carcelario de la Isla. 11
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