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Un poco de mi

Ciudades de papel Una noche Felipe estaba contándole a Mat- hias, su hijo historias fantásticas para hacer- lo dormir. A Felipe se le ocurrió contarle a su hijo una historia donde ambos navegaran por el mar encantado de recuerdos los cua- les no eran nada más que memorias de su niñez donde le decía porque su infancia valió la pena y lo importante que fue para su desarrollo. Saltos, carreras canciones, juegos y tardes llenas de diversión que habían quedado en el pasado porque la tecnología los había cambiado por redes sociales, memes y vidas poco

saludables, en el padre se podía notar la tristeza que sentía al ver su hijo encontrar la diversión en un dispositivo cuando su propuesta de fin de semana no le interesaba.

YO EN 10 AÑOS En 10 años me veo como un pero respecto a mi vida fami- profesional en ciencias del de- liar me veo trabajando al cien porte y fisioterapeuta ayudan- por ciento de mis capacidades do a las personas a recuperar- con el fin de mejorar nuestra se de lesiones pero también situación económica, no me entrenando a otras para que veo con una familia más gran- logren llegar a sus objetivos, de puesto que no me gustan eso en cuanto a lo laboral, los niños.

En ese momento tendré 28 años, la edad perfecta para indepen- dizarme y llevar una vida por fuera de mi casa, con mis propias reglas y comodidades. Pero también seguir en contacto frecuen- temente con mi familia

JURO QUE NO HABIA MENTIDO Estas fueron las palabras de un jo- ven que estaba siendo acusado de estafa por el juez, el joven juraba que no había robado dinero a los pobres, él les ofrecía a las personas mejorar la calidad de vida si inver- tían en su empresa pero esta no pu- do crecer como espera. La empresa era una comercializado- ra de granos que eran producidos por las fincas aledañas a su vivien- da.

El joven cuyo nombre era juan les había prometido devolver la in- versión inicial en ganancias con el paso de solo 3 meses si la em- presa alcanzaba a posicionarse en el mercado pero no lo logro. El juicio fue tan solo a los 4 meses por ende juan no había logrado encontrar una solución inmediata pero estaba trabajando en ella. La defensa de juan era que ya tenía la mitad del dinero conseguido y pedía 2 meses para entregar el restante.

Hecho por: Juan Pablo Grajales