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CUANTIFICACION DE LA CARGA EN DEPORTES COLECTIVOS

Published by francisco.gallardo, 2017-11-05 17:23:24

Description: CUANTIFICACION DE LA CARGA EN DEPORTES COLECTIVOS

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 Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. Ignacio Refoyo Román Dr. en C.C. de la Actividad Física y el Deporte. Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. UPM. INEF Real Madrid C.F. Sección Baloncesto Javier Sampedro Molinuevo Dr. en C.C. de la Actividad Física y el Deporte. Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. UPM. INEF Alberto Lorenzo Calvo Dr. en C.C. de la Actividad Física y el Deporte. Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. UPM. INEF C.B. Estudiantes Juan del Campo Vecino Dr. en C.C. de la Actividad Física y el Deporte. Facultad de Educación y Formación del Profesorado. U.A.M.  

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica.1. Introducción En el entrenamiento deportivo la programación del estímulo óptimo ha sido el objeto de estudio de las distintas ciencias aplicadas al deporte. En deportes individuales, el componente fisiológico y anatómico ha tenido una gran importancia. Sin embargo, este modelo no se puede aplicar de la misma forma a deportes colectivos y en concreto al baloncesto. En los deportes colectivos no existe un perfil único y óptimo de jugador, ya que no solo existen diferentes puestos específicos, sino que también, se pueden alcanzar los mismos objetivos con capacidades individuales diferentes. Un ejemplo de esto, es la variedad de estilos de juego de diferentes jugadores. Aunque exista un perfil antropométrico mas o menos típico de cada puesto específico nos encontramos claras excepciones que suplen dichas mermas con otros aspectos del juego. En relación a esto, no deberíamos contemplar exclusivamente las cargas de tipo físico de una forma aislada. Es decir, sería interesante conocer cuales son las capacidades de cada jugador aplicadas al estímulo del juego. Pero ahondando mas en el concepto global de carga, sería interesante conocer cual sería la magnitud de carga global, incluyendo el componente de complejidad de dicha carga y la valoración de dicha complejidad. En definitiva la aplicación de los diferentes estímulos o CARGA DE ENTRENAMIENTO, es un proceso muy complejo que requiere respetar unos preceptos científicos que deben ser aplicados a cada circunstancia, deportista o grupo deportivo de una forma diferenciada. Según Manno (1991), las dimensiones de estos estímulos son tres: 1. Dimensión orgánico-muscular o de la condición física: Determinado fundamentalmente por un potencial genético del deportista y por los estímulos que desarrollan dicho potencial. Son las diferentes capacidades orgánicas que condicionan las capacidades físicas. En los deportes individuales esta dimensión es determinante para el alto rendimiento deportivo. En estos deportes, es fundamental adquirir y desarrollar al máximo el potencial del deportista sobre la especialidad específica.   1

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. 2. Dimensión técnico-táctica: Determinado por los aspectos reglamentarios de cada especialidad deportiva y por la inteligencia motriz de los deportivas. La capacidad de aprendizaje, afianzamiento y optimización de las diferentes técnicas se realiza a lo largo de varios años de entrenamiento. Incluso en aquellos deportes de técnicas de ejecución mas estandarizadas y cerradas como son los deportes individuales, el entrenamiento constante de la técnica es imprescindible para obtener el mejor rendimiento energético posible, minimizando los riesgos de lesión y sobrecargas provocadas por la aplicación de las cargas de entrenamiento. En los deportes de adversario y de equipo, además de los objetivos de técnica anterior deben desarrollar una técnica adaptativa a cada situación en las que las decisiones de las acciones a tomar son determinantes en el rendimiento final. La inteligencia motriz, por lo tanto, atañe no solo a la capacidad de realizar gestos deportivos con gran precisión y eficacia, sino también, a la capacidad de tomar decisiones adecuadas en juego o combate con gran acierto en las mismas y en las ejecuciones variables que conllevan dichas decisiones. 3. Dimensión psicológica. Esta dimensión es determinante para el óptimo rendimiento deportivo. En la actualidad, dentro del equipo de trabajo de entrenamiento se han incorporado psicólogos deportivos, al igual que existen médicos, fisioterapeutas o preparadores físicos. Es evidente que el entrenamiento psicológico de los deportistas de alto rendimiento es fundamental para obtener los mejores resultados. Hasta no hace mucho tiempo, este entrenamiento recaía sobre la capacidad y experiencia del entrenador para motivar, activar, minimizar los niveles de ansiedad, etc., de los deportistas ante los retos competitivos.   2

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. 1.1. Concepto de carga. En primer lugar definiremos el concepto de carga. Según Zintl (1991), la carga se define como: “La totalidad de estímulos de carga efectuados sobre el organismo”. Según Navarro, (1999), se define como el conjunto de estímulos que provocan unas determinadas adaptaciones en el organismo. Pero es evidente que la carga de entrenamiento de deportistas de alto nivel debe ubicarse en un rango de efecto óptimo, por encima del cual provocaría efectos de agotamiento excesivo o sobreentrenamiento y por debajo del umbral mínimo, el estímulo no es entrenable. Por ello, los deportistas del alto nivel, aunque pueden soportar grandes niveles de carga debido a su gran capacidad, no significa necesariamente que a mayor carga mejor rendimiento. En este capitulo abordaremos la administración de carga de para optimizar el rendimiento en aquellos momentos de la temporada en las que se necesite. Según estos autores se puede distinguir dos conceptos dentro de la carga: Carga externa: El conjunto de actividades que proponemos a los deportistas para provocar adaptaciones en el organismo. En definitiva, el número de repeticiones, series, metros, etc., que deben realizar los deportistas dentro de un programa de entrenamiento. Carga interna: Es la respuesta individual del organismo frente a las exigencias propuestas por la carga externa. Se pueden cuantificar en relación a la exactitud de diferentes parámetros fisiológicos (frecuencia cardiaca, concentración de lactato en sangre, concentración de hormonas, etc.) Es evidente, que este concepto hace referencia al individuo y que por supuesto la respuesta de cada individuo puede variar a lo largo del proceso de entrenamiento a medida que se adapta a los estímulos.   3

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. 1.2. Características de la carga. Para el análisis pormenorizado de la carga deberemos tener en cuenta una serie de factores que determinan la propia carga. Estas características determinan la naturaleza del estimulo aportado. En el siguiente cuadro se exponen todas ellas. CARACTERÍSTICAS DE LA CARGANaturaleza Magnitud Componentes Orientación Organización EfectosEspecificidad Carga Volumen Selectiva Distribución Técnico- Potencial Carga Intensidad Compleja Interconexión Físico- Carga de Densidad Psicológico Complejidad Carga de Carga IneficazFigura 1. Características de la carga. Adaptado de Godik, (1980) y de Navarro, (1999). 1.2.1. Naturaleza.Hace referencia a la naturaleza del estimulo que se va a entrenar. Esta naturaleza está enrelación a una mayor o menor especificidad del ejercicio en relación a la actividadcompetitiva. En relación al potencial del deportista, el estímulo debe tener en cuenta elpotencial adaptativo del deportista, a medida que el nivel de rendimiento mejora, el margende mejora se reduce. Es evidente que, a medida que nos aproximamos a la capacidadmáxima de rendimiento, la carga debe aumentarse para obtener unas mejorasporcentuales menores. Este fenómeno se explica en el siguiente gráfico: Potencial Máximo Adaptativo % Rendimiento Años de entrenamiento   4

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. 1.2.2. Magnitud. La magnitud de la carga hace referencia a aspectos cuantitativos o cualitativos. En función de estos criterios la carga puede ser: Carga excesiva. Cuando la carga supera el nivel máximo de adaptación y provocan sobreentrenamiento. Carga entrenable. Que provocan un efecto de entrenamiento en el organismo gracias a los procesos de adaptación. Carga de mantenimiento. Son estímulos que no provocan mejora de rendimiento pero evitan efectos de desentrenamiento. Cargas de recuperación. Destinadas a facilitar los procesos de regeneración después de estímulos elevados. Cargas ineficaces. Que no provocan ningún efecto de entrenamiento y además no facilitan los procesos de recuperación. 1.2.3. Componentes. La magnitud de la carga hace referencia a aspectos cuantitativos o cualitativos. De esta forma, podemos valorar la magnitud de la carga pero valorando sus componentes. Es evidente que la naturaleza de los esfuerzos y las adaptaciones que provoca son diferentes en función de la variación de los componentes. Estos componentes se explican en esta misma asignatura en el bloque común del primer nivel: VOLUMEN. INTENSIDAD. DENSIDAD. COMPLEJIDAD. Antes de comenzar a profundizar en las características propias del entrenamiento y la competición de este deporte y mostrar nuestra propuesta personal para la evaluación de las cargas, se hace necesario definir algunos términos muy utilizados en el campo del entrenamiento deportivo, a los que haremos alusión más tarde, como es el caso de: la medición, la cuantificación, la evaluación y el control; que en algunas ocasiones se utilizan como sinónimos y no lo son.   5

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, “medir” “es el acto de comparar una cantidad con su respectiva unidad, con el fin de averiguar cuántas veces la segunda está contenida en la primera”, y cuantificar es “valorar numéricamente una magnitud”. Por tanto, podemos observar que los dos términos sí son muy similares e implican la valoración en cuanto a una magnitud y a una escala. Sin embargo, evaluar es un concepto más amplio e integral que medir y cuantificar, ya que la evaluación contiene a ambas. Tembrink (1981) define la evaluación como “el proceso de obtención de información y su uso para formular juicios, que a su vez se utilizarán para tomar decisiones”. Evaluar es más que medir, supone un juicio de valor y se evalúa para tomar decisiones al respecto del aspecto evaluado (Zabala, 2002). El control se define como “la comprobación o inspección” (Diccionario de la Real Academia de la Lengua). “El control se basa en la confrontación real de los índices efectivos y esenciales del rendimiento y el modelo previamente fijado, calculando la discoordinación” (Padial, 2002). Para Zabala (2002) es necesario considerar la evaluación como un continente de los otros términos y valorar en el deporte y en el propio deportista el bloque físico, psíquico o volitivo, táctico y técnico. La intención en esta asignatura, es mostrar cómo evaluar la dificultad o complejidad de las cargas aplicadas, por considerar que este factor decide y condiciona el rendimiento en los deportes de colaboración-oposición y, a pesar de ello, debido a la dificultad que entraña su evaluación, ha sido menos tratado por los especialistas que otros factores del rendimiento. Por otra parte, se analizará la influencia de la fatiga causada por la aplicación de cargas de orientación biológica sobre los aspectos de percepción y decisión del movimiento, que tanta importancia tienen en la táctica de los deportes colectivos, y se propondrá una “herramienta” para la valoración de la carga interna utilizando la percepción de esfuerzo como medio de valoración. El texto se estructura en tres partes: análisis del esfuerzo en el entrenamiento y la competición, análisis de la complejidad de la carga y, por último, la percepción de esfuerzo como un medio para la valoración de la intensidad del entrenamiento.   6

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica.2. Análisis del esfuerzo en entrenamiento y competición 2.1. La carga de entrenamiento El conjunto de estímulos de entrenamiento constituye la carga física (Manno, 1994; Zintl, 1991), de manera que su administración en el proceso de entrenamiento sobresolicita a uno o varios sistemas orgánicos, rompiendo su equilibrio interno ( Bonete & Suay, 2003). La carga, como elemento central del sistema de entrenamiento, comprende, en un sentido amplio, el proceso de confrontación del deportista con las exigencias que le son presentadas durante el entrenamiento, con objeto de optimizar el rendimiento deportivo (Navarro & Rivas, 2001). González Badillo y Ribas (2002) definen la carga de entrenamiento como “el conjunto de exigencias biológicas y psicológicas (carga real, llamada generalmente carga interna) provocadas por las actividades del entrenamiento (carga propuesta, llamada generalmente carga externa)”. La carga se define por cuatro aspectos fundamentales: la naturaleza, la magnitud, la orientación y la organización, pudiendo ser valorada sobre dos tipos de índices: externos e internos. Los índices externos de la carga (también denominada carga externa) se traducen en las tareas que los deportistas deberán cumplir (Álvaro, 1999). La carga externa está determinada principalmente por su magnitud (volumen, intensidad y duración) y su orientación para el desarrollo de una determinada capacidad. La carga interna corresponde a la repercusión que provoca la aplicación de la carga externa en los diferentes recursos del practicante (informacionales, energéticos y afectivos), siendo altamente individualizada. Para Zintl (1991:12), la carga interna es “la reacción biológica de los sistemas orgánicos frente a la carga externa. Se puede reflejar sobre todo mediante parámetros fisiológicos y bioquímicos (por ejemplo, la frecuencia cardiaca, los valores de lactato sanguíneo, los valores de plasma, de urea, etc.).” Los índices externos e internos son interdependientes, puesto que el aumento del volumen y la intensidad determinan de inmediato el aumento de las solicitaciones de los sistemas funcionales. D e esta forma, el efecto de la carga se manifiesta en los cambios en el rendimiento y en las modificaciones biológicas que éste lleva consigo y que explican las modificaciones de dicho rendimiento (González Badillo y Ribas, 2002).   7

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. Son ya muy numerosos los autores (Chirosa & Chirosa, 2003; Costoya, 2002; Lorenzo, 1998; Martín, 2000) que tienen presente, en la programación y control de las cargas del entrenamiento en los deportes de equipo, los factores bioinformacionales y estratégicos que implican las cargas de entrenamiento aplicadas al jugador. Por ello, que en este módulo hayamos hecho un esfuerzo por mostrar cómo podemos evaluar las cargas técnico-tácticas, que suponen el factor principal de trabajo diario. Por otra parte, para Martín (2000), la carga más importante para el rendimiento en los deportes de equipo viene determinada por la intensidad de la carga interna, sobre todo en aspectos psicofisiológicos, muy difíciles de cuantificar. Para este autor, su identificación y representación metodológica es sustancial para la metodología del rendimiento en los deportes de equipo. En sentido, hemos considerado adecuado hacer una propuesta para el control sistemático de las cargas de entrenamiento, utilizando para ello la propia percepción del jugador, como luego describiremos más adelante. 2.2. Componentes de la carga en baloncesto 2.2.1. Volumen La distancia recorrida es uno de los indicadores existentes para valorar el volumen de trabajo realizado en el deporte. Su conocimiento ofrece información cuantitativa de los metros que recorre el jugador durante el encuentro. Esto, que en los deportes de individuales es de capital importancia, en los deportes de equipo pasa a ser un referente más, muy condicionado por la intensidad con la que se recorren dichos metros. La valoración del volumen del trabajo puede hacerse teniendo en cuenta la distancia recorrida (en metros o kilómetros) o a través del control de la duración de la actividad (segundos, minutos u horas que un deportista ha estado desplazándose). Esta segunda opción es más propia de los deportes en los que no existen pausas entre una acción y otra. El primer autor en preocuparse por la distancia recorrida en un partido de baloncesto fue Blake (1941), que encuentra que los jugadores universitarios recorren una media de 2 kilómetros durante su juego de defensa con un rango de 1,34 - 2,34 km. En un estudio realizado en la liga ACB, Riera (1992) promedió una distancia de 5675 metros por partido y jugador y no encontró ninguna relación entre la duración del partido y la distancia recorrida, lo que lleva a pensar al autor que el sistema táctico empleado, el tipo de defensa y la frecuencia y duración de los tiempos muertos,   8

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. cambios, etc... parecen tener una mayor influencia sobre la distancia total recorrida que la duración del encuentro. Cañizares & Sampedro (1993) encuentran que la distancia recorrida por un base durante partidos nacionales e internacionales es de 3755,2 metros. De estos metros, el 43% corresponden a acciones defensivas. También pudieron comprobar cómo 2494,61 metros eran recorridos a una velocidad superior a 3 m/s. REFERENCIA EQUIPO METROS RECORRIDOS Blake(1941) Universitario Aprox. 2000 m. Gradowska (1972) Equipo Nacional Konzag & Frey (1973) Equipo Nacional 3809 m. 1ª División Francesa 4480 m. Cohen (1980) 1ª División española 3890 m. Hernández (1988) 1ª División española 5763 m. Nacional e Internacional 5675 m. Riera (1992) 1ª División australiana 3755 m.Cañizares & Sampedro (1993) 1ª División Portuguesa 1340 – 2430 m. 4955 m. McInnes et al. (1995) Janeira & Maia (1998)Tabla 1. Distancia recorrida por los jugadores durante la competiciónLa distancia recorrida está condicionada, entre otras cosas, por los puestos específicosque desempeñan los jugadores, de tal forma que se puede observar cómo los jugadoresexteriores, y especialmente los bases, son los que recorren mayor distancia.En este sentido, Colli & Faina (1985a) indican que el base recorre 3500 m., distribuyendosu ritmo de desplazamiento de forma casi igual. El alero recorre unos 4000 m., la mayoríade ellos a media velocidad, la misma que parece preferir el pívot, el cual recorre menosdistancia a alta velocidad. REFERENCIA BASES ALEROS PÍVOTS Gradowska (1972) De 1970 a 1985 3949 (± 374)m. Cohen (1980) 3956 m. 3017 m. 3522 (± 501)m.Colli & Faina (1985a) 2775 m. Hernández (1988) 3500 m. 3171 m. 5552 m. De 1985 a 1990 3500 m. 4000 m. 6104 m. 5632 m.Tabla 2. Distancia recorrida por los jugadores que ocupan diferentes puestos en el campo durante la competición   9

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. Como puede comprobarse en la tabla anterior, el volumen de carrera ha aumentado con el paso del tiempo. En este sentido, Castro (2002) apunta algunos factores que tienen influencia en este hecho: los ataques son cada vez más rápidos (el número de posesiones de balón aumentan), las defensas individuales a media pista, y frecuentemente a toda la pista, están omnipresentes y los jugadores interiores son cada vez más polivalentes. Ya no existen tantas disparidades entre los jugadores de pista y los jugadores interiores. Las posiciones cerca de las líneas de fondo son ocupadas tanto por unos como por otros. Un equipo que practique un ataque dinámico y corto tendrá un kilometraje absoluto: un 40% mayor que un equipo que practique un baloncesto controlado (Castro, 2002). Por su carácter explosivo pueden considerarse como una manifestación de la intensidad del juego; sin embargo, en este apartado, se analiza el total de saltos realizados durante la competición. Castro (2002) describe distintas acciones donde el salto es cuantificable: Salto para el rebote defensivo. Salto para el rebote ofensivo. Salto para el saque entre dos. Salto para el tiro a canasta. Salto para pasar en suspensión. MacLaren (1984) describe 26,7 saltos en un estudio realizado en un equipo femenino universitario. Según Hernández (1988), en la distribución del número total de saltos por puesto de juego se presenta una clara ventaja a favor de los pívots, siendo el total de saltos realizados por los bases de 25, por los aleros de 71 y por los pívots de 100. Colli & Faina (1985a) coinciden con autores como Cañizares & Sampedro (1993) en que el número de saltos es aproximadamente de 30. En concreto describen 27 saltos para los bases y 32 para los pívots y aleros. Para Cañizares & Sampedro (1993) los saltos en un base se reparten de la siguiente forma: 3,1 saltos para intento de tapón, 5,23 saltos en rebote, 17,44 saltos para interceptar el balón, y 5,18 saltos en tiros en suspensión, 5,63 saltos en tiros en penetración, contabilizando un total de 31,17 saltos.   10

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. La diferencias entre unos y otros autores son debidas a los criterios para identificar este patrón motor, por ejemplo, para algunos, el tiro en suspensión no lo contabilizan como salto. En un estudio realizado recientemente, Rodríguez et al. (2003) pudieron observar después del análisis de 5 partidos de la liga ACB cómo la media de saltos por partido ascendía a 332,4. En un análisis por puestos se comprueba cómo los pívots realizan una media de saltos por partido de 149,5, los aleros 128,6 y los bases 54,2. En referencia a los saltos realizados en las diferentes fases del juego, se observa que el 51,5% de los saltos realizados en la fase de defensa, son ejecutados por los pívots, frente al 38,9 por los aleros y el 9,6% por los bases. En la fase de ataque son nuevamente los pívots los que obtienen un mayor porcentaje de saltos (40,6%, frente al 38,6% de los aleros y el 20,8 de los bases). Estos mismos autores estudiaron cómo es la ejecución de dichos saltos, con la importancia que esto tiene para el entrenamiento, y constataron que un 79% de los saltos son realizados batiendo con los dos pies y únicamente el 20,1% se llevan a cabo batiendo con un pie. Por puestos de juego se observa que los bases realizan, en los cinco partidos estudiados, un total de 84 saltos con un pie y 186 con dos pies, por su parte los aleros hacen el 48,6 saltos con dos pies y 157 con un pie y, por último, los pívots realizan un total de 43 saltos con un pie y 654 con dos pies. 2.2.2. Intensidad Zintl (1991) asocia el término de intensidad de la carga al grado de cada uno de los estímulos o al rendimiento definido como trabajo por unidad de tiempo. Para Manno (1994), la intensidad del estímulo es el nivel requerido a un sujeto en relación a su potencial máximo en las mismas condiciones. Hay autores que asocian la intensidad con la especificidad de los estímulos (Costoya, 2002; Manno, 1994; Verjoshanski, 1990). No existe ningún ejercicio más especial, y por lo tanto más intenso, que el ejercicio deportivo fundamental realizado en condiciones próximas a la competición (Verjoshanski, 1990). Cuando hablamos de intensidad debemos tener como referencia un umbral, que es propio de cada persona, de manera que un mismo estímulo puede suponer una intensidad diferente en función de la persona que lleve a cabo la actividad programada.   11

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. La intensidad durante un encuentro es variable (Colli & Faina, 1985; MacLaren, 1990; McInnes et al., 1995) y depende de múltiples factores entre los que destacan: la condición física del jugador, el tipo de acción ejecutada, la táctica y estrategia adoptada por los equipos, el tiempo de posesión restante, además de muchos otros factores que condicionan la velocidad de ejecución de los movimientos durante el juego (Grosgeorge & Bateau, 1987; McInnes et al., 1995; Ramsey, Ayoub, Dudek & Edgar, 1970; Riera, 1992; Terrados et al., 1995; Verma, Maindroo & Kansal, 1979). Para McInnes et al. (1995), la frecuencia media de acciones en un partido es de 997 ± 183 (rango de 756-1220), mientras que la duración media de éstas es menor de 3 sg. Durante un partido se llevan a cabo 105 ± 52 acciones de alta intensidad (duración media 1,7 segundos) cuya frecuencia es de una cada 20 segundos durante el tiempo de acción. Además, el 60% del tiempo de acción se emplea en acciones de baja intensidad, mientras que el 15% se utiliza en acciones de alta intensidad. MacLaren (1990), después de realizar una revisión bibliográfica, determina que el baloncesto se juega a una frecuencia cercana a 170 lpm. y supone una intensidad de ejercicio próxima al 70-75% del VO2máx, con concentraciones de lactato cercanas al umbral láctico. Cañizares & Sampedro (1993) llevan a cabo un análisis sobre las distancias recorridas por un base durante los partidos de categoría nacional e internacional, pudiendo comprobar cómo el 43% de las acciones son de carácter defensivo y cómo el 66% de los desplazamientos (2495 metros, de un total de 3755) se realizan a una velocidad superior a 3 m/s. Son muy variadas las formas y métodos utilizados para valorar la intensidad del juego y sus consecuencias e influencias sobre el organismo y entre ellas destacan: la frecuencia cardiaca, la velocidad de carrera, la concentración de lactato, la cuantificación del número de acciones explosivas, etc. Cada uno de los marcadores mencionados anteriormente presenta ciertos inconvenientes para la determinación de la intensidad del juego, debido fundamentalmente a la gran variabilidad de la duración de las acciones, a las diferencias temporales entre unas y otras y a la multitud de acciones y posibilidades que aparecen en el juego. En este mismo sentido, García (1999) entiende el entrenamiento de los deportes colectivos como un sistema determinístico de carácter dinámico que muestra un comportamiento   12

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. caótico, en el que los resultados del proceso se manifiestan de forma no siempre periódica (un mismo estímulo no siempre provoca las mismas alteraciones funcionales en un mismo deportista y mucho menos en diferentes deportistas). Todo lo anteriormente expuesto no hace más que justificar la dificultad que existe para valorar la intensidad del baloncesto. Para Rodríguez (1998), únicamente la medición repetida de la concentración de lactato durante el juego, así como la frecuencia cardiaca y la determinación de la velocidad de desplazamiento, comparando siempre ambos valores (una velocidad determinada puede ser para un jugador una intensidad de esfuerzo alta y para otro, con mayor condición física, la misma velocidad será un esfuerzo medio o bajo), podría determinar exactamente la intensidad de las acciones de juego. Sin embargo, es necesario tener presente a la hora de utilizar y valorar los resultados obtenidos a través del empleo de alguno de estos parámetros que, por ejemplo, la cinética del lactato es lenta, tanto en su detección en sangre como en su aclaramiento (MacLellan, 1985), lo que resulta incompatible con el dinamismo de los entrenamientos y la frecuencia, pese a ser uno de los mejores marcadores de la intensidad del esfuerzo en los deportes colectivos. En cuanto a la frecuencia cardiaca, hay que tener en cuenta que las constantes y breves paradas que caracterizan este deporte hacen difícil poder discriminar un valor de frecuencia cardiaca representativo del ejercicio o de la sesión (Feriche, Chirosa, & Chirosa, 2002). La intensidad y la corta duración de los movimientos explosivos, tal como ocurre en los ejercicios de repetición o en los trabajos interválicos, no nos permiten tampoco utilizar el consumo de oxígeno para valorar su intensidad, porque el tiempo de respuesta del sistema aeróbico es demasiado lento y muchos de los periodos de trabajo son supra máximos (Hopkins, 1991). Esto hace que sea conveniente utilizar, conjuntamente con los marcadores anteriormente citados, otros, como es el caso de la percepción subjetiva del esfuerzo que, como diferentes autores muestran (MacLellan, 1985; Martín & Andersen, 2000), presenta una buena correlación con parámetros fisiológicos como la frecuencia cardiaca y el lactato sanguíneo. La percepción que el jugador tiene del esfuerzo realizado es una referencia de la intensidad que el entrenamiento ha supuesto para él, a la vez que permite a los   13

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. entrenadores reflexionar sobre la adecuación de las cargas aplicadas y con ello programar el entrenamiento deportivo con mayor conocimiento de causa. A continuación se exponen aquellos marcadores más utilizados en la valoración de la intensidad del esfuerzo en baloncesto. a) La velocidad de desplazamiento La distancia recorrida únicamente nos va a indicar el volumen de metros realizados por el jugador, pero para poder valorar la intensidad del ejercicio es necesario conocer la velocidad de desplazamiento. En el alto rendimiento, la mayor parte de los resultados, y su incremento, dependen fundamentalmente de la rapidez, de la velocidad de respuestas, de movimiento o, en caso de los deportes de equipo, de la facultad del deportista de gestionar las aceleraciones segmentarias o globales, aumentando la velocidad y/o disminuyéndola según sea necesario (Martín, 2000). La carrera ha sido por sus características el parámetro más estudiado dentro de este apartado. Sin embargo, hay que tener presente que existen otros muchas acciones que, aunque no implican desplazamiento, su ejecución se realiza a alta intensidad, como es el caso de los lanzamientos, los saltos, etc. Fox & Mathews (1976) señalan que el 50% del tiempo el jugador se desplaza a una velocidad de recuperación (<3 m/s), el 15,3% a velocidad entre 3 y 5 m/s y sólo un 1,25% del tiempo real va al máximo y su velocidad es superior a 5 m/s. Riera (1992) pudo comprobar cómo durante el 50% del tiempo real de competición la velocidad de desplazamiento es inferior a 1 m/sg, el 39% se encuentra entre 1 y 3 m/sg; es decir, casi el 90% del tiempo el desplazamiento se realiza entre 0 y 3 m/sg. Colli & Faina (1985a) encuentran que el 33,571% de los metros recorridos por el base se realizan a una velocidad inferior a los 3 m/sg. Cañizares & Sampedro (1993) observan que el 43% de la distancia recorrida por un base durante un encuentro nacional o internacional corresponde a acciones defensivas, con un equilibrio entre esfuerzos de alta y de baja intensidad, mientras que el 56,94% corresponde a acciones ofensivas, de los que el 40% se realizan a baja intensidad.   14

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. En la siguiente tabla se recogen los metros recorridos a diferentes ritmos de desplazamiento según distintos autores (Colli & Faina, 1985; Hernández, 1987; Janeira & Maia, 1998; Riera, 1992). Referencia Andando Trotando Velocidad Velocidad Media AltaColli & Faina (1985a) 828 mts. 942 mts.Hernández (1987) 814 mts. 3091 mts. 1542 mts. 991 mts.Riera (1992) 1838 mts. 3052 mts.Janeira & Maia (1998) 1905 mts. 1577 mts. 267 mts. 1568 mts. 265 mts. 734 mts. 478 mts.Tabla 3. Distancia recorrida por los jugadores en metros en función de la velocidad dedesplazamientoSon varios los autores que han estudiado los metros recorridos por el base (Cañizares &Sampedro, 1993; Colli & Faina, 1985; Hernández, 1988) como representante del equipoque más metros recorre, a consecuencia de las funciones que tiene asignadas.Estudios sobre la cuantificación del esfuerzo en los bases durante un partido. (metros recorridos) Cañizares y Hernández Moreno Colli y Faina (1985) Sampedro (1993) (1988) Mts. a V=1 m/s 811,86 (recuperación) 1260,71Mts. a V = 1-3 m/s (trote) 2494,61 3305,43 1175 Mts. a V= 3-5 m/s 1125 1675,60 1200 (rápido) 311,31 (v= 7-8 m/s)Metros a V mayor 5m/s (máx. esfuerzo) Total de metrosrecorridos 3755,22 6.104,22 3500Tabla 4. Metros recorridos por el base atendiendo a la velocidad de desplazamiento.Hernández (1988) detalla por puestos los metros recorridos y el porcentaje de tiemporequerido en ello, atendiendo al siguiente criterio. 1. Recuperación: velocidad hasta 1 m/sg. 2. Trote: velocidad comprendida entre 1 y 3 m/sg. 3. Carrera rápida: velocidad comprendida entre 3 y 5 m/sg. 4. Esfuerzo máximo: velocidad entre 5 y 8 m/sg.   15

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. Puesto Intensidad de carrera % de metros % del tiempo específicos recorridos requerido 21 Base 13,30 46,04 3 54,15 42,26 Alero 4 27,45 10,44 12 5,10 1,26 Pívot 3 15,38 50,33Medias totales 4 54,02 39,53 21 26,31 9,16 4,29 0,99 3 4 14,40 52,53 21 52,76 36,80 28,33 9,65 3 4,51 1,02 4 14,36 49,36 53,64 39,53 27,36 9,75 4,64 1,09Tabla 5. Metros recorridos y porcentaje de tiempo requerido en ello, por puestos(Hernández, 1987) b) Duración de las acciones y las pausas. DensidadZintl (1991) define la densidad como la relación entre los periodos de pausa y accióndentro de una determinada actividad.El baloncesto se caracteriza por la alternancia de acciones intensas con otras deintensidad baja o media y entre todas ellas aparecen periodos de pausas, de mayor omenor duración. En este deporte el jugador debe responder a estímulos múltiples,eligiendo la respuesta más acertada y ejecutándola a través de una técnica precisa,repetidas veces, lo que exige una buena capacidad orgánica y muscular.Entre las acciones intensas se encuentran los saltos, las arrancadas, los cambios de ritmo,los lanzamientos, las defensas presionantes, determinados balances defensivos, etc.Dentro de las acciones de baja o media intensidad se incluyen las defensas del lado débil,transiciones ataque-defensa en ataques posicionales, saques de banda o fondo, etc.Dentro de los momentos de pausa aparecen: los tiempos muertos, la administración de lostiros libres, los descansos entre periodos, etc. (Refoyo, 2001).Uno de los estudios más detallados al respecto, es el realizado por Colli & Faina (1985a),sobre doce partidos de la liga italiana.   16

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. Intervalo T. de juego % T. de pausa % 1” – 10” 34 5,4 36 5,7 11” – 20” 141 22,5 153 54,4 21” –30” 108 17,2 14 18,2 31” – 40” 76 12,1 57 9,1 41” – 50” 43 6,8 66 10,5 51” – 60” 45 7,1 60 9,6 61” – 70” 37 5,9 45 7,1 71” – 80” 25 4,0 36 5,7 81” – 90” 30 4,8 6 1,091” – 100” 11 1,7 15 2,4101” – 110” 23 3,7 9 1,4111” – 120” 21 3,3 3 0,5 + 120” 33 5,3 3 0,5Tabla 6. Porcentaje de tiempos de acción y de pausa (Colli y Faina 1985)Atendiendo a este estudio, se puede comprobar cómo los diferentes periodos de juego sininterrupción se reparten de forma semejante a los periodos de pausa; es decir, existe ciertaproporcionalidad entre los tiempos de acción y de pausa. Dicha proporcionalidad es de 2:1,con lo que a un periodo de acción le sucede un periodo de pausa con una magnitud de lamitad del periodo de acción. Cuando aumenta el periodo de acción, aumentaproporcionalmente el periodo de pausa.Por otra parte, Colli & Faina (1985a) y Colli (1985b), establecen que el 51,8% de losperiodos de trabajo están concentrados en intervalos que van de los 11 a los 40 segundos.En cuanto a los periodos largos, solamente unas tres veces por partido se observanintervalos de juego mayores a dos minutos. El tiempo efectivo de juego es de unos 40minutos y el tiempo acumulado de pausa oscila entre 35 y 40 minutos. También constataque el 51,7% de los tiempos de pausa, se concentran entre 11 y 40 segundos. Estosautores dividen los tiempos de actuación en periodos de 10 segundos y entoncescomprueban que la moda está situada entre 11 y 20 segundos, apareciendo este intervalode juego unas 12 veces por partido. Por otra parte, Cañizares & Sampedro (1993)encuentran que la moda de duración de las acciones de un base durante partidosnacionales e internacionales es de 21 a 40” (37,5%), concentrándose el 85,93 % por   17

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. debajo del minuto de duración. En cuanto a los periodos de descanso, la moda se encuentra entre 0 – 20” (44,82 %), y el 89,64 % de las pausas duran menos de 1 minuto.Hay autores que reflejan en sus estudios cómo la duración de los esfuerzos rara vezsuperan los 40 sg. (Cañizares & Sampedro, 1993; Colli & Faina, 1985a; Hernández, 1988).   % Tiempos parciales 0-20” 21”-40” 41”-60” (0-40”)Cañizares & Sampedro (1993) 26,56 % 64,06 %Hernández (1988) 41,40 % 37,50 % 21,87 % 72,10 %Colli & Faina (1985a) 27,9 % 57,2 % 30,70 % 14,80 % 29,3 % 13,9 %Tabla 7. Tiempo de acción en competición   0-20” % (0-40”) 44,82% 21”-40” 81,02% Tiempos parciales 50,80% 36,20% 81,50%Cañizares & Sampedro (1993) 30,1% 30,70% 57,4%Hernández (1988) 27,3%Colli & Faina (1985a)Tabla 8. Tiempo de pausa en competiciónEstos dos estudios vienen a confirmar las afirmaciones anteriores. Además, se puedecomprobar cómo la proporción 2:1 (esfuerzo - recuperación), pasa a ser de 1:1, en lassituaciones finales del partido.Un estudio comparativo de tres ligas diferentes: Liga N.B.A. (reglamento propio) y ligasA.C.B. y F.I.B.A. (reglamento F.I.B.A.), realizado por Buscató, Massafret & Issern (1993),determinaba que en la N.B.A. un 62,3% de las acciones se realizan entre 0 y 30 segundos;en la liga ACB los tiempos de acción se sitúan en un 47%, las acciones entre 20 y 40segundos y en la liga europea de la F.I.B.A., encuentran que el 67,9% de las acciones seprolongan desde los 10 segundos a los 50 segundos.   18

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. Tipo de pausa Duración aproximada     Violaciones   Salidas del balón fuera de banda 5” – 10”   Reglamentarias Errores técnicos     Salto entre dos Medio tiempo 10’   Arbitrales Tiros libres después de falta 20”   Tiempos muertos por lesión del jugador 30”-60” Tiempos muertos 60” Entrenador Cambio de jugador 20”   Jugador eliminado 60” Tabla 9. Tipos de pausa y duraciónDal-Monte et al. (1987) constatan que el 16% de los periodos de juego duran 20 segundoso menos y que son muy escasos aquellos que sobrepasan el minuto de duración. Estosautores destacan que los tiempos de pausa, referidos al equipo entero y no a un únicojugador, se pueden superponer a los de juego en una representación gráfica de losmismos.En esta misma línea, Hernández (1988) observó que, durante la temporada 85-86 de laliga española de baloncesto ACB, el tiempo de juego era de 35 segundos y 95 centésimasy el de pausa de 27.Son pocos los estudios realizados con las normas actuales de juego (posesiones de 24segundos y cuatro cuartos de 10 minutos). Entre ellos destaca el de Barrios (2002), para elque el juego presenta estas características: La media del tiempo de juego es de 30,73 (muy cercana a la indicada por Hernández Moreno de 31,95 segundos en 1985). Las pausas por partido son 72. El 20,9 % de las acciones duran entre 1 y 10 segundos. El 24,5% de las acciones están comprendidas entre 11 y 20 segundos. Las acciones entre uno y veinte segundos conforman el 45,4% del total. Las acciones entre 21 y 40 segundos son el 27,9 % del total de las acciones.   19

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. Las acciones superiores a 120 segundos se dan una por partido (1,4% de las acciones totales). Respecto al tiempo de pausa, el 14,9% de las acciones de pausa duran entre 1 y 10 segundos, el 31,5% de las pausas están comprendidas entre 11 y 20 segundos, de tal forma que las pausas entre 1 y 20 segundos conforman el 46,4% del total. Las pausas entre 21 y 40 segundos suponen el 26,3 del total y las pausas superiores a 120 segundos se dan 1,4 por partido (2% de las pausas totales). Barrios (2002) concluye que, con las nuevas reglas, el tiempo de juego y de pausa disminuyen, la relación entre el tiempo de juego y el tiempo de pausa es de 1:1, se realizan más acciones a lo largo del partido y aumenta el número de pausas en el transcurso del mismo. En otro estudio, Papadopoulos et al. (2002), sobre 60 partidos, registran un total de 40,5 horas de juego (48,1%) y 43,7 horas de tiempo muerto (51,9%). Aproximadamente hay 19,42 interrupciones por cuarto. Esto corresponde a un número de intervalos de n =4709 para los tiempos de juego y un n= 4463 para los tiempos de descanso. Los resultados de este estudio muestran que el 88 % del tiempo de juego y el 86% de los tiempos de pausa son inferiores al minuto. La duración más frecuente de los tiempos de juego y descanso es de 16 y 17 segundos respectivamente, por lo que un entrenamiento específico de resistencia en baloncesto debe respetar intervalos de esfuerzo de 16-17 segundos con pausas del mismo tiempo (relación 1:1). 2.3. Gasto energético y vías metabólicas empleadas durante la competición Para Grosgeorge & Bateau (1987), la determinación del gasto energético en baloncesto es difícil de evaluar, ya que éste depende de la aptitud física, de la motivación y de la situación táctica. Estos autores destacan la importancia de la fuente de energía anaeróbica aláctica para la realización de las aceleraciones, cambios de dirección, arrancadas y frenazos. Dal-Monte et al. (1987) consideran que los jugadores de baloncesto se caracterizan por tener una buena potencia anaeróbica y una potencia aeróbica de grado medio. Para Zaragoza (1996b), el baloncesto es un deporte aeróbico-anaeróbico alternado, con fases donde se producen acciones máximas. Por ello, el entrenamiento debe ir orientado   20

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. preferentemente a mejorar la potencia y la capacidad anaeróbica aláctica. El tiempo de esfuerzos predominantes en el juego difícilmente llevan al agotamiento (se necesitan 20 sg. para recuperar el 50% de esta fuente energética). En su opinión, es comprensible que el jugador utilice esta vía, puesto que después de 7-8 segundos de práctica viene un tiempo de pausa que favorece la vuelta a un ritmo aeróbico, permitiendo recuperar el sistema anaeróbico aláctico. MacLaren (1990) opina que este deporte debe ser considerado como moderadamente aeróbico con elementos de energía anaeróbica. Para Smith & Thomas (1991), las demandas físicas del juego exigen la contribución del metabolismo aláctico, láctico y del sistema aeróbico de aporte de energía, además de fuerza y potencia muscular, flexibilidad y una favorable composición corporal. Tavino, Bowers & Archer (1995) estiman que en el baloncesto se desarrollan acciones de alta intensidad intercaladas entre periodos de recuperación, sugiriendo que la energía necesaria para realizar y mantener dichas intensidades proviene principalmente del metabolismo anaeróbico. Gillam (1985) ya determinaba que la energía necesaria para realizar los esfuerzos claves en el baloncesto debería provenir de las vías anaeróbicas. Algunos autores han intentado valorar las fuentes energéticas involucradas en la práctica de este deporte a través del estudio de las variaciones en las capacidades aeróbicas (Mcardle, Magel & Kyvallos, 1971; Ramsey et al., 1970; Tavino et al., 1995) y anaeróbicas a lo largo de una temporada de competición (Coleman, Kreuzer, Friedrich & Juvenal, 1974; Tavino et al., 1995), habiendo confirmado que no hay cambios significativos en la capacidad aeróbica de los jugadores a lo largo de la temporada. Sin embargo, la actividad del baloncesto incrementa la capacidad anaeróbica. En este mismo sentido, Gillam (1985) observa que los jugadores colegiales de baloncesto no mejoran su consumo máximo de oxígeno, pero sí lo hace su capacidad anaeróbica. A continuación expondremos detalladamente el estudio de llevado a cabo sobre determinados parámetros fisiológicos, que vienen a corroborar las ideas expuestas anteriormente.   21

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. a) El ácido láctico Uno de los parámetros más estudiados y más empleados en el control del entrenamiento es el ácido láctico (Yakovlev, Leshkevitch, Popova & Yampolskaya, 1954). Comúnmente ha sido utilizado para determinar la contribución de la glucogenólisis anaeróbica en la producción de energía durante el ejercicio. Los estudios realizados con radioisótopos han demostrado que la aparición y desaparición de lactato en sangre permanece constante hasta una cierta intensidad del ejercicio. En ejercicios de mayor intensidad, la aparición de lactato supera a la desaparición (Brooks, 1985). Por lo tanto, el lactato en sangre puede ser utilizado para caracterizar la contribución de la producción de energía anaeróbica en los músculos activos. A la intensidad de ejercicio o de trabajo físico por encima de la cual empieza a aumentar de forma progresiva la concentración de lactato en sangre, a la vez que la ventilación se intensifica de una manera desproporcionada con respecto al oxígeno consumido, es lo se denomina umbral anaerobio (Wasserman, Van Kesek & Burton, 1967). Generalmente, el valor pico de lactato en sangre se alcanza entre el minuto 3 y el 5 postesfuerzo aproximadamente y su valor puede verse alterado por el uso de una recuperación activa que facilite su aclarado en los tejidos (López & Legido, 1991). El valor del lactato en sangre es un valor orientativo de la intensidad del esfuerzo realizado, por ejemplo, si se realiza una sesión de resistencia aeróbica los niveles no deberían superar los 4-5 mMol/l. A partir de los valores obtenidos de láctico diversos autores (Billat, 1996; Jaesen, 1987; Kantola & Rusko, 1985; Liesen, 1985) han realizado propuestas para el diseño del entrenamiento. Sin embargo, en distintos estudios puede comprobarse cómo el lactato sanguíneo no siempre proporciona una valoración dependiente de la intensidad del ejercicio o la capacidad de rendimiento puntual (Busse, Maassen & Braumann, 1989; Hopkins, 1991). Los resultados negativos pueden estar relacionados con las características de la dieta y con otras variables (Fröhlich, Urhausen, Seul & Kindermann, 1989; Yoshida, 1989). Entre los estudios sobre los valores de ácido lástico en competición hay que destacar el de Rodríguez (1998), que comprobó cómo las jugadoras internacionales estudiadas soportaban durante el juego un 51,6% de su máxima producción de lactato (9,7 mmol/l), mientras que las de nivel nacional superaban el 65% (8,4 mmol/l). Estos datos coinciden con los descritos por Faina, mencionado por Colli & Faina (1985a), en un equipo femenino (50-60%).   22

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. Stone & Steingard (1993) sugieren que la mayor parte de las acciones del baloncesto son anaeróbicas, recomendando que los programas de entrenamiento enfaticen el trabajo muscular de alta intensidad, con periodos repetidos de recuperación.McInnes et al. (1995) determinaron la F.C. en jugadores de la liga australiana de máximacategoría y observaron una concentración media de lactato sanguíneo de 6,8 ± 2,8 mmol/l,la media máxima fue de 8,5 ± 3,1 mmol/l con el valor individual más alto de 13,2 mmol/l.Encontraron una correlación positiva entre la concentración de lactato y el porcentaje detiempo empleado a alta intensidad de F.C. (r=0,64, p<0.05) y también entre el lactato y laF.C. media (% F.C. máxima) (r=0,45, p<0.05).Terrados et al. (1995), en un estudio realizado con las jugadoras del equipo olímpicoespañol, en tres partidos del Campeonato de Europa, pudieron comprobar cómo laconcentración de lactato durante el juego es de 5,07 ± 2,42 (rango 1,4-12,1). El incrementode lactato en relación al tiempo de juego es gradual, con valores sobre 4mmol/l después de4,5 minutos, y sobre 7 mmol/l después de 9 minutos de juego. Concluyen diciendo quedurante el juego del baloncesto femenino existen muchos periodos en los que laconcentración de lactato y la frecuencia cardiaca son bastante altas.Rodríguez (1998) pudo observar cómo los niveles de lactato son menores enentrenamiento que en competición oficial. En su opinión podría ser debido a factores demotivación y/o de stress.Para Franco (1998), la potencia anaeróbica aláctica y la resistencia anaeróbica lácticaparecen tener mayor relevancia en el baloncesto que la potencia anaeróbica láctica.Algunos autores (Bell, Cooper, Cobner & Longville, 1994; Häkkinen, 1993) exponen cómolas únicas cualidades que se modifican de forma significativa son aquellas que serelacionan con el metabolismo anaeróbico.Referencia Niveles de láctico en competición mmol/lDal-Monte et al. (1987) De 2,1 a 6,5Colli & Faina (1987) Entre 2,2 y 6,4McInnes et al. (1995)Tavino, Bowers & Archer (1995) 6,8 ± 2,8 5,07 ± 2,42Tabla 10. Concentraciones de láctico en competición.   23

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica.Rodríguez (1998) encuentra valores similares en promedios de valores máximos entrejugadoras de rango internacional y jugadoras nacionales, siendo las bases las quemuestran valores máximos menores.   Jugadoras Internacionales Jugadoras Nacionales lactato máximo (mmol/L) lactato máximo (mmol/l) Base 8,5 ± 0,5 8,4 ± 1,6 Alero 9,8 ± 1,5 9,0 ± 0,6 Pívot 10,4 ± 3,6 7,8 ± 1,4 Media 9,7 ± 2,3 8,4 ± 0,5 Tabla 11. Concentraciones de láctico en competición por nivel deportivo y por puestosLa tendencia de estos valores se invierte cuando dentro del mismo estudio se comparanlas concentraciones medias en competición por puestos específicos, siendo los bases losque mantienen concentraciones más altas (6,5 ± 2,1 – 6,2 ± 1,5 mmol/l), después losaleros (4,9 ± 1,8 – 5,2 ± 2,2 mmol/l) y por último los pívots (3,7 ± 2,0 – 4,6 ± 1,9 mmol/l).Llama la atención que las jugadoras que mantienen concentraciones medias más altas sonlas que tienen valores máximos menores.En este mismo estudio se muestran diferencias significativas entre concentraciones mediasen competición y en entrenamiento, siendo mucho menores estas últimas (4,8 ± 2,1 – 5,6 ±1,8 mmol/l en competición y 2,7 ± 1 – 2,8 ± 2,1 mmol/l, en entrenamiento).En la siguiente tabla se muestran algunos datos de las concentraciones de lactato porperiodos. Referencia Equipo Primer Segundo Final periodo periodo Cohen (1980) 1,4 ± 0,7 Colli & Faina (1985a) 1ª División Francesa     4,2 1ª División Italiana     Buteau (1987a) 4,5 ± 0,8 Junior 5,6 ± 2,1 3,4 ± 1 Buteau, Grosgeorge & Junior 3,9 ± 1,3 2,9 ± 0,9 2,9 ± 0,9 Handschuh (1987b) 4,3 ± 2,1   Nac.,Inter. y Entre 4,7 ± 2,3 3,4 ± 0,5 2,3 ± 1,3 Rodríguez (1998) 1ª Div. Portuguesa 4,5 ± 0,8 Janeira & Maia (1998) Tabla 12. Concentraciones de lactato (mmol/l) en distintos periodos del partido   24

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. Salinas & Álvaro (2001) realizaron tomas de lactato en competición en un equipo junior de alto rendimiento de la liga española, determinando concentraciones de lactato en los bases de 5,38 ± 0,9 mmol/l, en los jugadores exteriores los valores fueron de 3,75 ± 0,57 mmol/l y en los pívots de 1,99 ± 1,01 mmol/l, existiendo una diferencia significativa entre puestos específicos (p = 0.0001). b) El consumo de oxígeno Es un buen indicador de la intensidad de la actividad física realizada. Sin embargo, es de difícil aplicación en el control diario de las cargas de trabajo por la complejidad de los aparatos de medida. Por esta razón, suele utilizarse su relación con otros indicadores de la intensidad del entrenamiento más asequibles para el entrenador, tales como la FC, la concentración de lactato, velocidad de carrera, potencia..., dado que la relación carga-VO2 es prácticamente lineal y varía con el cambio de forma física. Este incremento del consumo de oxígeno llega a un determinado nivel, a partir del cual, y pese a que se pueda seguir incrementando la intensidad, ya no se puede hacer a expensas de los procesos aeróbicos. Con la adaptación al entrenamiento, el VO2 submáximo disminuye, indicando una mejora en la eficiencia mecánica del gesto y metabólica del organismo, mientras que su valor máximo se incrementaría, poniendo de manifiesto un aumento en la máxima capacidad de captación, transporte y utilización del oxígeno en el músculo, como consecuencia directa de la mejora en el estado de entrenamiento del deportista (López & Vaquero, 1995). Una forma de facilitar el proceso de entrenamiento es extrapolar los valores de consumo de oxígeno de cada intensidad de trabajo a su correspondiente valor de frecuencia cardiaca (Marion, Kenny & Thoden, 1994). Esta relación no es exacta, pero permite aproximar con cierta fiabilidad la intensidad de la carga con la que interesa trabajar. El análisis de este parámetro nos aproxima al estudio del metabolismo aeróbico, analizado por numerosos autores. En este sentido, Tavino, Bowers & Archer (1995) realizaron el test de Bruce a 9 jugadores varones de la NCAA I Div., en tres momentos de la temporada, observando que la capacidad aeróbica aumentaba tras la pretemporada y disminuía a lo largo de la competición. Este autor afirma que los cambios en la capacidad aeróbica son insignificantes, quizás debido a la naturaleza del baloncesto. Frente a estas opiniones, otros autores como Riezebos et al. (1983) y Vaccaro, Clarke & Wrenn (1979) encuentran una correlación importante entre el rendimiento deportivo del jugador y sus valores de VO2máx.   25

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. Para Franco (1998), el estilo de juego influye en gran medida en las demandas aeróbicas del baloncesto. Así pues, se ha pasado de sistemas de juego lentos en los años 70, a los sistemas actuales en los que priman los contraataques y las fuertes defensas. La capacidad aeróbica en la actualidad es un 20% mayor que en los primeros tiempos del baloncesto. Stone & Steingard (1993), en estudios realizados en jugadores de la NBA, sugieren que se utilizan las tres vías o sistemas metabólicos, especialmente la resistencia aeróbica y la anaeróbica láctica. Para Franco (1998), la mejora del umbral anaeróbico en jugadores de baloncesto es fundamental, ya que permitirá que esfuerzos que eran anaeróbicos se vuelvan aeróbicos, consiguiendo un retraso de la aparición de la fatiga y una mejor recuperación de esfuerzos anaeróbicos, además de mejorar la asimilación del entrenamiento y mantener una mejor eficiencia técnica durante más tiempo (Franco, 1998). c) La frecuencia cardiaca Es de gran aplicación por su accesibilidad a través de los pulsómetros. La relación de la frecuencia cardiaca con la carga de trabajo y el VO2 es relativamente estable (por debajo del umbral anaeróbico) siempre que el ejercicio implique la participación de una masa muscular importante (Astrand & Rodahl, 1986). La frecuencia cardiaca puede servir para cuantificar la intensidad del ejercicio, midiendo, por ejemplo, el valor absoluto durante el entrenamiento como porcentaje del valor máximo teórico de FC o como porcentaje de la frecuencia cardiaca de reserva (FCmáx. - FCreposo), como valor correlacionado con los valores que se tengan de consumo de oxígeno o correlacionado con los valores de FC en la transición aeróbica anaeróbica (Padilla & Terrados, 1994). También es empleada como indicador del nivel de recuperación entre dos esfuerzos consecutivos, como los correspondientes a un entrenamiento interválico (Feriche et al., 2003). Urhausen, Coen & Kinderman (2000) compararon el valor del lactato y el control de la frecuencia cardiaca para la estimación de la intensidad del ejercicio, mediante el porcentaje del umbral anaeróbico individual. Establecieron que pequeños cambios en la intensidad del ejercicio hasta alcanzar el 80% del umbral anaeróbico individual podían valorarse mejor controlando la frecuencia cardiaca, puesto que el valor del lactato permanece invariable. Cuando la intensidad del ejercicio supera el 85% del umbral aneróbico individual, la   26

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. concentración de lactato distingue mejor las distintas intensidades, porque la pendiente de los cambios de la frecuencia cardiaca es menor que la del lactato con ejercicios de esta intensidad.La frecuencia cardiaca constituye un indicador válido para valorar la carga interna en losdeportes de equipo. Es un método práctico, sencillo y relativamente económico, que nos vaa proporcionar una información inmediata sobre la respuesta del jugador ante lasactividades planteadas.Sin embargo, es necesario tener presente que los datos referidos a la frecuencia cardiacaestán influenciados por numerosos factores: el nivel de preparación, la estrategia delpartido, la hora... (Zaragoza, 1996a).Los estudios que recogen la frecuencia cardiaca media de los jugadores de baloncesto sonmuy numerosos, como puede comprobarse en la siguiente tabla. Referencia Sexo Nivel FC. de juegoRamsey et al. (1970) V Universitario 170 lpm.McArdle, Katch & Katch (1991) F Universitario 172 lpm.Cohen (1980) M 1ª Div. FrancesaHiggs, Ridell & Barr(1982) F Universitario 140-160 lpm.Colli & Faina (1985a) M 1ª Div. Italiana 183 lpm.Buteau (1987a) MButeau, Grosgeorge & M Junior 160-180 lpm.Handschuh (1987b) Junior 173 lpm.Sampedro & Moral (1992) M 170 lpm.McInnes et al. (1995) M 1ª Div. EspañolaTerrados et al. (1995) F 1ª Div. Australiana 160-170 lpm.López & López (1997) M Equipo Nacional 168 ± 9 lpm.Janeira & Maia (1998) M 177 ± 7,7 lpm. Cadetes 1ª Div. Portuguesa 188 lpm. 167 lpm.Tabla 13. Frecuencia cardiaca en competición. (M) B. Masculino. (F) B. femeninoDesde un punto de vista fisiológico, la medición de la frecuencia cardiaca parece ser unmétodo más exacto que la velocidad, la distancia, etc. para valorar la intensidad delesfuerzo desarrollado por el jugador (McInnes et al., 1995; Ramsey et al., 1970).   27

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. Al ser una actividad competitiva intermitente e intensa, en lo que a sus acciones se refiere, la frecuencia cardiaca lógicamente también va variando en función del movimiento o la acción que se ejecute.Zaragoza (1996a) destaca que, motivado por los descansos cortos e incompletos, que nopermiten una recuperación total del sistema cardiorrespiratorio, no es frecuente encontrarvalores de frecuencia cardiaca por debajo de la 110 lpm. durante los partidos.Ramsey et al. (1970) monitorizaron la frecuencia cardiaca de un jugador de baloncestocolegial durante la competición y encontraron una media de 170 lpm., con considerablescaídas de la F.C. durante los tiempos muertos. Cuando dicho sujeto ejecutaba loslanzamientos de tiros libres apenas existía dicha disminución. Este autor concluye que ni eltalento ni ninguna actividad particular del juego (rebotes, tiros o anotaciones) fuerondirectamente reflejadas en la respuesta de la frecuencia cardiaca. Sí observó que para elmismo momento de recuperación era más pronunciada la disminución de la frecuenciacardiaca al finalizar el encuentro que en el periodo de descanso.Con el reglamento de juego anterior, Cohen (1980) determina frecuencias cardiacasmedias para la primera parte de 164,8 lpm., mientras que en las segundas partes estosvalores se sitúan en 157 lpm. Por su parte, Janeira & Maia (1998) determinaronfrecuencias de 168 lpm. en la primera parte y 165 lpm. en la segunda.Rodríguez (1998) no encuentra diferencias significativas en la frecuencia cardiaca mediadurante la competición entre la primera parte y la segunda parte del encuentro.   Jugadoras internacionales Jugadoras nacionales 1ª Parte 186,2 ± 6,3 lpm. 177,0 ± 10,9 lpm. 2ª Parte 185,3 ± 5,0 lpm. 172,3 ±13,9 lpm.Tabla 14. Frecuencia cardiaca de jugadoras de diferentes niveles en la 1ª y 2ª parte de un encuentro.La experiencia demuestra que la frecuencia cardiaca durante un encuentro sufre múltiplesaltibajos en función de las situaciones de juego (Colli & Faina, 1985a; McInnes et al.,1995), pero la frecuencia media de periodos parciales, sin pausas prolongadas (menor a100 s.), se mantiene estable a lo largo del encuentro. En lo que se refiere a la frecuencia cardiaca en función de las situaciones tácticas de juego y el puesto que ocupan los jugadores, algunos autores (Colli & Faina, 1985a; Riera, 1992)   28

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. han observado que al relacionar la frecuencia cardiaca con la posición ocupada en la cancha (base, alero, pívot), no existen diferencias significativas, excepto para algún movimiento de defensa que es realizado de forma más intensa por el base que por los otros dos tipos de jugadores.Para Rodríguez (1998), las jugadoras del perímetro (bases y aleros) mantienen frecuenciascardiacas superiores a las jugadoras interiores.   Jugadoras internacionales Jugadoras nacionales 190,3 ± 3,3 lpm. 186,3 ± 4,9 lpm. Base 184,0 ± 6,3 lpm. 178,8 ± 5,9 lpm. Alero 182,2 ± 2,5 lpm. 163,0 ± 9,6 lpm. Pívot Tabla 15. Frecuencia cardiaca por puestos y categoríasEn un estudio realizado por Fernández-Río et al. (2000), se determinó que los valores defrecuencia cardiaca en jugadoras de nivel nacional en la competición son los siguientes:bases 186,3 ± 5 lpm., aleros 178,8 ± 6,1 y pívots 162,9 ± 9,8.López & López (1997), tras realizar un seguimiento de la frecuencia cardiaca encompetición con 15 jugadores cadetes, pudieron comprobar cómo las medias más altascorresponden a los jugadores interiores (190 lpm.), seguidos de los bases (189 lpm.) y porúltimo los aleros (180 lpm.).Jiménez et al. (2004), tras registraron la frecuencia cardiaca de cinco jugadores cadetes dealto rendimiento durante 10 partidos, obteniendo valores de frecuencia cardiaca máxima de189 lpm., de frecuencia cardiaca media de 167 lpm. y de frecuencia cardiaca mínima de127 lpm. Los aleros presentaron una mayor frecuencia cardiaca, seguidos de los bases ypívots.Domínguez, Mena & Encinas (2000), en un estudio llevado a cabo con jugadores de ligaLEB, pudieron constatar cómo en situaciones de 5×5 en entrenamiento, la frecuenciacardiaca de los bases (165,29 ± 7,85 lpm.) se mueve en valores superiores a la de losaleros (157,2 ± 11,03 lpm.) y éstos a los pívots (156,82 ± 1,28 lpm.), considerandosignificativa (p < 0.05) esta diferencia entre bases y pívots.De igual manera, en situaciones de entrenamiento de 3×3 y 4×4, esas diferencias semantienen y así los bases presentan una frecuencia cardiaca media de 147,64 lpm.; los   29

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. ala-pívots 134,57 ± 3,55 lpm. y los pívots 150,42 ± 3,99 lpm., considerando también significativa (p<0,05) esa diferencia entre ala-pívots y pívots. Para estos autores la frecuencia cardiaca es superior en 5×5 que en 3×3 y 4× 4 y, en cualquier caso, en competición, es la situación donde los jugadores alcanzan la frecuencia cardiaca más alta. Colli & Faina (1987) exponen los valores de frecuencia cardiaca ante distintas situaciones de juego, diferenciando a los jugadores por puestos. Tipo de acción Promedio de Promedio de Promedio de latidos latidos latidos Base Alero PívotPausa 150 158 153Defensa balón 172 171 169Defensa balón todo campo 172    Defensa sin balón un pasoDefensa sin balón todo campo 167 166 164Defensa lado débil 166     164 154 154Avance lento 167 162 161Avance medio 174 171 170Avance rápido 175 175 177Salto para el tiro 208 207 204Salto en el rebote 178 178 180Uno contra uno sin balón 183 166 167Uno contra uno con balón 179Bloqueo 178 165Cruce   168Parado durante el juego   169 161 172Tabla 16. Relación entre diferentes tipos de acción y la frecuencia cardiaca según el puestoOtros autores han analizado la frecuencia cardiaca de juego en función de la frecuenciacardiaca máxima, y así Beam & Merrill (1994) vieron que las jugadoras colegialesamericanas se encontraban el 61,8% del tiempo de ejercicio a una intensidad superior al85% de la F.C. máxima, el 30,4% del tiempo por encima del 90% y un 3,8% por encima del95% de la F.C. máxima.   30

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. McInnes et al. (1995) determinaron la F.C. durante partidos de liga oficial de un equipo de la máxima categoría australiana, observando una F.C. media durante el tiempo de juego de 168 ± 9 lpm., lo que supone un 89 ± 2 % del pico de la F.C. Además, durante aproximadamente el 75% del tiempo de juego se mantuvo una F.C. superior al 85% de la F.C. máxima. A continuación se muestran los porcentajes del tiempo de juego en varios rangos de frecuencia cardiaca: 75 % del tiempo a F.C. mayor al 85 % F.C. máx. 50% del tiempo a F.C. mayor al 90% F.C. máx. 15% del tiempo a F.C. mayor al 95% F.C. máx. (McInnes et al., 1995) Terrados et al. (1995), tras realizar una valoración sobre varios partidos de un equipo femenino de alto nivel internacional, describen que los niveles de frecuencia cardiaca durante la competición son muy elevados (177 ± 7 lpm.). En un estudio realizado con jugadores cadetes por López & López (1997), se observa que la frecuencia cardiaca en un 70% del total del tiempo de la competición oscila entre 180- 200 lpm., un 18% por debajo de 180 lpm. y únicamente un 13% por encima de los 200 lpm. Si hacemos un análisis de todo lo expuesto hasta el momento, podemos observar que todas las mediciones de parámetros fisiológicos hacen referencia de forma más o menos directa a la implicación de los diferentes sistemas orgánicos y funcionales que se ponen en marcha en este deporte. Sin embargo, si atendemos a los factores que inciden en el rendimiento deportivo (ver figura 3) hay otros como la técnica, la táctica o los parámetros psíquicos, no tratados hasta el momento. De esta forma, a la hora de evaluar las cargas aplicadas en un deporte como el baloncesto, en el que todos los expertos coincidirían en afirmar que la táctica es un factor determinante en el rendimiento final, no podemos única y exclusivamente circunscribir la evaluación a los parámetros fisiológicos, sino que debemos evaluar la carga táctica como el componente clave que es de este tipo de deportes.   31

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica.      COORDINACI      DESTREZA        TÉCNI  CA         Capacidades RENDIMIENTO CapacidadesPsicológicas DEPORTIVO TácticasCapacidades CapacidadesIndividuales Tácticas(Talento, salud, (entorno, familia, entrenador, CONDICIÓN FÍSICAFlexibilidad Resistencia Fuerza Velocidad Figura 3. El rendimiento deportivo y sus componentes (Ehlenz,Groosser, Zimmermann, 1990: 13)Además, hay que tener presente que en muchas ocasiones no es posible disponer de losmedios necesarios para la valoración de los parámetros fisiológicos comentados y se hacenecesario tener otras “herramientas” más al alcance de todos para evaluar la incidenciaque tiene la carga aplicada en el organismo del jugador. De esta forma, entre losprincipales objetivos de esta asignatura se encuentra, como ya comentamos en laintroducción, analizar la dificultad de la carga, complejidad táctica, y la influencia que lafatiga puede tener en ella, así como proponer una “herramienta” para el análisis de laintensidad de la carga y su la asimilación que sea accesible a todos los jugadores,independientemente de sus recursos materiales. d) Complejidad- dificultadLa dificultad es un concepto que se ha valorado tradicionalmente de forma subjetiva porparte del entrenador. No obstante, entendemos que este componente de la cargadetermina en gran parte lo que los entrenadores determinan: “la calidad delentrenamiento”.   32

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. En este sentido debemos resaltar que la dificultad conlleva el concepto de “Carga Mental” (Ruiz y Bañuelos, 1997). El concepto de carga mental sería aquel que determinaría un esfuerzo cognitivo para resolver los problemas tácticos presentados. En definitiva, es un trabajo perceptivo-cognitivo que realizan los jugadores a la hora de tomar decisiones en juego.Pero al igual que en los esfuerzos físicos, podemos encontrarnos con una dificultadestándar que suponga diferentes grados de dificultas para los distintos jugadores de unequipo. Igual que podemos determinar una CARGA EXTERNA y una CARGA INTERNA,podemos determinar un complejidad absoluta y otra relativa, teniendo en cuenta unadificultad estandarizada y lo que supone esa dificultad para cada jugador.En definitiva, la dificultad es una realidad objetiva que es representada individualmente porel jugadorUna de las mayores inquietudes que ha movido el continuo avance en la optimización delos programas de entrenamiento es la de poder determinar las decisiones correctas querealizan los jugadores en las acciones de juego. Para ello, en primer lugar, analizaremoslos procesos cognitivos que intervienen en la realización de las acciones de juego yposteriormente definiremos el diseño de un mapa estratégico de decisiones de cualquieracción en juego.En el baloncesto se pone de manifiesto los procesos mas INFORMACIÓNcomplejos desde el punto de vista perceptivo, decisional y PERCEPCIÓNde ejecución ya que las posibilidades de variación delentorno hace que se produzcan constantes modificaciones DECISIÓNen el plan de actuación. A.T. Welford, en Ruiz, L.M., y EJECUCIÓNSánchez Bañuelos, F. (1997), determina que existen tresmecanismos básicos en las acciones motrices. Estos RESULTADOmecanismos sería el perceptivo, el decisional y el deejecución. Figura 4. Figura 4. Esquema reducido del sistema sensomotor humano.Sánchez Bañuelos, F., y Ruiz, L.M. (2000), establecen diferentes grados de dificultad enrelación a estos aspectos estructurando las tareas motrices en tres grandes grupos:   33

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. 1. Acciones deportivas basadas en la ejecución del movimiento, en donde la técnica adecuada es determinante para el rendimiento. 2. Acciones deportivas basadas fundamentalmente en los mecanismo perceptivo y de ejecución. En este tipo de tareas, la técnica se ajusta con una regulación perceptiva del movimiento. Es decir, una tarea estereotipada se ajusta a un ritmo musical o al grupo, por ejemplo, en gimnasia rítmica. 3. Por último, las acciones deportivas que tiene una gran exigencia en los tres mecanismos, perceptivo, decisión y ejecución. Predominantemente en deportes colectivos con un elevado componente táctico que exigen una constante regulación perceptiva para actuar adecuadamente a las situaciones cambiantes. Estos autores determinan la dificultad en una escala de siete teniendo en cuenta estos tres factores y sus combinaciones. Tabla 17. DIFICULTAD SIGNIFICATIVA 1 PERCEPCIÓN 2 DECISIÓN 3 EJECUCIÓN 4 PERCEPCIÓN + DECISIÓN 5 PERCEPCIÓN + EJECUCIÓN 6 DECISIÓN + EJECUCIÓN 7 PERCEPCIÓN + DECISIÓN + EJECUCIÓN Tabla 17. Dificultad en función la percepción, decisión y ejecución. Sánchez Bañuelos y Ruiz. (2000) 3. La percepción de esfuerzo como un procedimiento para la evaluación de las cargas El diccionario define la percepción como: “sensación interior que resulta de una impresión material hecha en nuestros sentidos” o “proceso por el cual llegamos a ser conscientes de los cambios” y el esfuerzo como: “el hecho o proceso de ponerse en acción” o “empleo enérgico de la fuerza física”.   34

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. Álvarez (1994) define la percepción del esfuerzo como “la idea o concepto que uno tiene de la intensidad física con que está aplicando su organismo a una tarea determinada, o la sensación de la magnitud de un trabajo físico”. Para Noble & Robertson (1996), la percepción del esfuerzo es una construcción psicológica que incluye sensaciones de esfuerzo, tensión, incomodidad y/o fatiga experimentada durante el ejercicio. En niños, la percepción de esfuerzo se identifica con la pregunta ¿cómo siento mi cuerpo de cansado durante el ejercicio? (Robertson, Goos et al., 2000). Son muy numerosos los estudios que consideran la percepción de esfuerzo como un parámetro válido, reproducible y con una gran correlación con otros parámetros fisiológicos como la frecuencia cardiaca (Borg, Ljunggren & Ceci, 1985; Glass, Knowlton & Becque, 1992; Potteiger & Evans, 1995; Ueda, Kurokawa, Kikkawa & Choi, 1993), el ácido láctico (Hetzler et al., 1991; Stoudemire et al., 1996; Ueda & Kurokawa, 1995), la ventilación (Green, Crews, Bosak & Perveler, 2003; Robertson, Falkel et al., 1986), etc. Esto ha sido demostrado tanto en laboratorio como en estudios de campo en deportes como el judo, el balonmano, el ciclismo, el atletismo, etc. (Arruza, 1996; Feriche, Chirosa & Chirosa, 2002; Pérez et al., 2002; Potteiger & Evans, 1995; Utter et al., 2003). Dentro del campo del deporte, y en lo que respecta a los deportes colectivos, son varios los autores, que han utilizado la percepción del esfuerzo para la monitorización de las cargas aplicada a los jugadores. Es necesario aclarar que, aunque la percepción de esfuerzo está considerada como un fenómeno “psicofisiológico”, y para tener una visión amplia del mismo ésta ha de ser completa e integrada, existe una aceptación general en cuanto a que los condicionantes fisiológicos tienen un peso específico mayor (Carton & Rhodes, 1985; Pandolf et al., 1975), que se hace incluso más patente a partir de ciertas cargas de trabajo. Feriche, Chirosa & Chirosa (2002), en un estudio realizado con jugadores de balonmano, en el que se monitorizó la frecuencia cardiaca y la percepción de esfuerzo durante un microciclo de entrenamiento, comprobaron cómo para cargas por debajo del umbral aeróbico la FC constituía un mejor indicador de la intensidad de esfuerzo que el RPE, puesto que como otros autores han podido ver, la pérdida de relación con la FC y el %VO2máx se produce cuando la intensidad del ejercicio se localiza por debajo de VT1 (Feriche et al., 1998; Robertson, Falkel et al., 1986). De forma que concluyen afirmando   35

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. que la percepción de esfuerzo es un procedimiento válido en el control de la intensidad de la carga de ejercicio en deportes colectivos. De esta misma opinión son Chirosa et al. (2001) que piensan que el uso del RPE en jugadores con una buena propiocepción es un adecuado medio de control del entrenamiento en los deportes colectivos. Nuñez, Carbonell & Raya (2004) en un estudio llevado a cabo con jugadores de fútbol de división de honor y regional preferente, para conocer la relación entre la valoración de la intensidad de los jugadores y la del preparador físico, pudieron ver cómo cuando los jugadores reciben información sobre la sesión prevista (contenidos e intensidad), antes de realizarla, ésta influye en su valoración, considerándose una variable contaminante. Por otro lado, cuando la valoración se hace pasado el tiempo, 24 horas, la relación con el entrenador disminuye, mientras que cuando los jugadores están familiarizados con la escala y el registro se hace al finalizar el entrenamiento la correlación entre la valoración del entrenador y los jugadores es alta. Aplicaciones como éstas en el campo del deporte, además de las altas correlaciones obtenidas con los parámetros fisiológicos anteriormente expuestos, hacen que consideremos adecuado la utilización de la escala de Borg para la valoración de la intensidad del entrenamiento. En una investigación llevada a cabo por Álvarez, del Campo y Lorenzo (2005), se expone la aplicación de este medio para la evaluación de las cargas, incorporando la comparación entre la intensidad estimada por el entrenador y la intensidad manifestada por los jugadores después de realizar la carga programada, con objeto de observar las posibles discrepancias entre uno y otro y entre los jugadores de un mismo equipo. Para llevar a cabo este estudio los autores diseñaron una hoja de registro para la toma de datos al finalizar la sesión, que cumple los requisitos de claridad y concisión que debe tener este tipo de material. Si queremos que la recogida de la información resulte operativa, no debemos olvidar que el jugador termina el entrenamiento con un importante grado de fatiga y, por tanto, es necesario facilitarle el registro.   36

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. Nombre del jugador/a: ............................. Día: ................. Fecha: ................ ! Valora del 1 al 5 tu estado de ánimo antes de comenzar el entrenamiento: ................ \" Sesión de preparación física. Hora .............. - Valor total .................. de la percepción de la intensidad del esfuerzo. \" Sesión de entrenamiento técnico–táctico. Hora ..... - Valor total ................ de la percepción de la intensidad del esfuerzo. Escala para la valoración de la intensidad del esfuerzo.Valora tu nivel de fatiga de 1 a 6 Valora tu nivel de fatiga de 1 a 10 antes de comenzar el 7 Muy, muy ligero 10 al finalizar el entrenamiento 8   1 9 Muy ligero   1   2   2   3 10   3   4 11 Ligero   4   5 12   5   6 13 Algo duro   6   7   7   8 14   8   9 15 Duro   9   10 16   10     17 Muy duro 18 19 Muy, muy duro 20Observaciones:.............................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................Figura 5. Hoja de registro utilizada al principio y al final de las sesiones de entrenamiento.   37

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. Además, los autores de este estudio utilizaron el diario de entrenamiento como un medio para comprobar el grado de asimilación de las cargas aplicadas. Para Álvaro (1999), este tipo de registro, menos utilizado en los deportes de equipo, permite tener una información bastante aproximada del efecto de las competiciones y los entrenamientos y, por otro lado, hay que tener en cuenta que el diario de entrenamiento es un medio sencillo, barato y muy relevante (Álvaro, 1999; Álvaro & Sánchez, 2003; García & Leibar, 1997). Para que el diario cumpla su función de análisis del grado de asimilación de las cargas debe utilizarse durante un tiempo relativamente prolongado. Esto implica un compromiso por parte de los jugadores y un trabajo del entrenador o investigador para registrar todos los datos para su estudio posterior. 4. Evaluación y distribución de las cargas mixtas. Uno de los retos en el análisis del rendimiento en el baloncesto es el poder determinar los aspectos fundamentales en la optimización del entrenamiento. Uno de estos aspectos es la búsqueda del estímulo óptimo en cada sesión de entrenamiento. Si bien, la teoría del entrenamiento ha desarrollado una amplia gama de principios que se pueden aplicar en mayor o menor medida en el entrenamiento de la preparación física en baloncesto, no pueden aplicarse de la misma forma en las sesiones de entrenamiento técnico-táctico-estratégico. No obstante, el entrenamiento integrado (Lorenzo, 1998) y el modelado en el entrenamiento en deportes de equipo (Mundina, 2001) son un intento de determinar la carga en busca de ese estímulo óptimo. Este tipo de modelos están en consonancia con las teorías del entrenamiento de la preparación física basados en una concepción congnitiva (Seirulo. 1993). El conginitivismo en el entrenamiento deportivo entiende el deporte de equipo como una globalidad, con situaciones variables y no estandarizada con exigencias motrices variables y adaptativas. 3.1. Evaluación de cargas en preparación física. A lo largo del módulo II se han desarrollado los aspectos condicionales del entrenamiento del baloncesto. Por este motivo, no abordaremos en profundidad este apartado, centrando el desarrollo de los contenidos en los aspectos condicionales del entrenamiento en cancha.   38

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. Sin embargo, si queremos poner atención a los efectos de transferencia positiva y negativa de los entrenamientos de condición física con los entrenamientos técnico-tácticos- estratégicos. En relación a la resistencia, hay que tener en cuenta la naturaleza del esfuerzo en competición y entrenamiento. Como ya hemos visto, las acciones son intermitentes y de elevada intensidad, aunque los indicadores de intensidad media proporcionan valores medios. Esto es debido a elevados microperiodos de pausa (15”-30”), ya sea durante el propio ejercicio o a lo largo de la sesión. Esto implica, que los jugadores son capaces de recuperar parte del gasto energético en esas pequeñas pausas. Estimamos que la preparación física en resistencia, primordialmente, debe ir destinada a facilitar estas recuperaciones con entrenamientos de resistencia que lo faciliten. Por lo que respecta al entrenamiento de fuerza y de la velocidad, las demandas de éstas en el baloncesto van destinadas a la realización de acciones explosivas. Estas acciones dependen del incremento de fuerza máxima y de la curva de potencia. La programación del entrenamiento de esta cualidad irá destina a la mejora de estas manifestaciones con el objeto de poder aplicarlas a situaciones de juego. En resumen, a la hora de determinar la carga en aspectos condicionales deberemos atender a: 3.1.1. Características de la contracción muscular. e) Tipo de contracción. 1) Estática – isométrica. 2) Dinámica. Concéntrica. Isocinética. Excéntrica. Ciclo estiramiento-acortamiento. f) Velocidad de contracción. g) Magnitud de la tensión. h) Fases del movimiento. Ángulo de tensión. i) Condiciones iniciales del movimiento.   39

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. 3.1.2. Aspectos de la resistencia a vencer. a) Déficit de fuerza b) Velocidad de movilización de la resistencia. c) Forma de movilizar la resistencia (cargas externas o autocargas) d) Situación con respecto al centro de gravedad. (desplazamientos) 3.1.3. Aspectos cuantitativos de la carga. Intensidad de realización. Densidad. (Micropausas, Macropausas, Continuos) Volumen (Series, repeticiones, tiempo.) 3.1.4. Medios a utilizar. a) Instrumentales. b) Naturales. c) Instalaciones. 3.2. Evaluación de cargas técnico-tácticas-estratégicas. Dentro del entrenamiento con balón, debemos especificar la naturaleza de la carga que este tipo de entrenamiento supone para el jugador. Ha habido aproximaciones para intentar evaluar objetivamente la magnitud de la carga de este tipo de entrenamiento, pero casi siempre se ha atendido a algún componente o característica de un tipo de esfuerzo y no a la globalidad de la carga. En este sentido, el conocimiento implícito de los entrenadores expertos, es el que más se aproxima a la concepción de este concepto global de carga, aunque, basados en aspectos subjetivos y de ponderación de diferentes variables. Entrenadores expertos saben valorar un entrenamiento e incluso determinar en una escala de valores la cantidad de carga y el rendimiento de los jugadores en el entrenamiento o la competición. En base a este análisis queremos objetivar los aspectos que entendemos pueden se objetivados para la valoración de las distintas naturalezas de carga en un mismo entrenamiento. A continuación mostramos algunos aspectos a tener en cuenta:   40

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. 3.2.1. Carga metabólica. Esta tipo de carga lo identificamos con la capacidad de producción energética y la recuperación en las distintas fases de pausa dentro del entrenamiento y la competición. A menudo se han utilizado indicadores fisiológicos para intentar valorar la carga en este tipo de entrenamientos con balón: VO2 Max.; Fcr.; La+; etc., en relación a rangos de intensidad relacionados con deportes cíclicos, como los umbrales aeróbicos y anaeróbicos. (UA – UAN) (Rodríguez, 1998 ;Vaquera, 2001; Refoyo, 2001; Terrados et col. 1995;2003; Janeira y Maia, 1998). En el módulo II, se ha desarrollado con amplitud este tema, pero la conclusión es que podemos encontrar intensidades muy elevadas en periodos de entrenamiento y competición muy amplios que no reflejan exactamente la naturaleza de la carga intermitente del baloncesto. Software, como el Polar, proporciona un índice de carga en función de la Fcr., y el tiempo que se mantiene esa intensidad. Pero, debemos comentar que este tipo de valoración se realiza en base a ejercicios continuos y nuestro deporte no lo es. Figura 6. Grafica de Fcr de un partido de baloncesto.   41

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica.Intervalo Tiempo Tiempo de Máx Med Mín Nota de la vuelta intervalo 1. 0:09:55.0 0:09:55.0 181 134 92 Calentamiento general 2. 0:20:40.0 0:10:45.0 185 162 127 Calentamiento específico 3. 0:22:54.8 0:02:14.8 134 118 109 Tiempo muerto antes del partido 4. 0:35:15.3 0:12:20.5 196 185 127 Juego de 1ª parte 5. 0:37:28.0 0:02:12.7 186 157 140 Tiempo muerto 6. 0:43:25.8 0:05:57.8 198 191 183 Juego de 1ª parte 7. 0:44:32.2 0:01:06.4 184 161 149 Tiempo muerto 8. 0:50:41.6 0:06:09.4 199 189 147 Juego de 1ª parte. 9. 0:58:30.0 0:07:48.4 192 130 112 Descanso 10. 1:00:22.8 0:01:52.8 169 147 119 Rueda 2ª parte 11. 1:04:23.2 0:04:00.4 158 127 112 Instrucciones antes de 2ª parte 12. 1:15:45.7 0:11:22.5 195 186 140 Tiempo de juego de 2ª parte 13. 1:18:00.0 0:02:14.3 190 159 134 Tiempo muerto 14. 1:22:25.0 0:04:25.0 195 189 172 Juego de 2ª parte 15. 1:24:15.0 0:01:50.0 177 154 145 Tiempo muerto 16. 1:29:47.5 0:05:32.5 194 185 137 Tiempo de juego en 2ª parte 17. 1:36:05.0 0:06:17.5 138 123 109 Banco 2ª parte y fin partidoTabla 18. Tiempos de accion y pausa con intensidades en partido de baloncestoComo podemos comprobar, simplemente en la segunda parte, la jugadora está durante21:19 a unas intensidades medias de 187 l/min. (alcanzando intensidades de 195 l/min),teniendo en cuenta que durante ese periodo solo descansa 4:04. Si esto fuera el resgistrode un deporte continuo, sería muy difícil mantener durante tanto tiempo la actividadcompetiva. Sin embargo, en el ejemplo propuesto, la jugadora en cuestión no solo pudoaguantar perfectamente sino que además, no hubo pérdida de intensidad de las accionesde juego. Además de los indicadores anteriormente mencionados, que fundamentalmente atienden a la valoración de la intensidad, podemos valorar este tipo de carga en función de el volumen de entrenamiento, valorado fundamentalmente en el tiempo, la densidad, o la valoración entre el tiempo de acción y pausa en los ejercicios, pero no solo en las pausas entre ejercicio, sino en las micro-pausas dentro del propio ejercicio. Es evidente que un ejercicio de contraataque organizado en puesto (p.e. contraataque de 11 jugadores), hay fases en los que los jugadores están esperando su turno en la línea de banda y esas pausas se deberían contemplar.   42

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. Es evidente que este tipo de indicadores es muy útil para una aproximación para la evaluación de la carga en entrenamientos no cíclicos pero debemos tener en cuenta que recogen de una forma parcial la realidad del esfuerzo real. 3.2.2. Carga neuromuscular. Este tipo de carga está más relacionado con aspectos de manifestaciones de fuerza. Como ya se ha comentado en el modulo II y como expone Martín Acero (1999) y Verma y col (1979), las exigencias de manifestaciones de fuerza-velocidad en los deportes de equipo son: Velocidad de reacción, Capacidad de aceleración, Resistencia a la velocidad y Resistencia a la fuerza rápida. Queremos diferenciar este tipo de carga con la relacionada con vías metabólicas. Indicadores de carga metabólica yo son suficientemente válidos para determinar este tipo de esfuerzos. Es evidente que, en la demanda de las acciones de juego no se dan independientemente las distintas cargas, pero si queremos mencionar como afecta al músculo este tipo de ejercicio. En estímulos de demanda de fuerza explosiva repetida es posible que se produzcan lesiones musculares a nivel del esqueleto celular. La rotura de los distintos filamentos que formar dicho citoesqueleto es lo que determina fundamentalmente la determinación de una mayor o menor carga. Igualmente, acompañando a estas microrroturas en los filamentos, encontramos una serie de cambio químicos en la célula muscular. Aquellos ejercicios de juego con gran cantidad de saltos y de desplazamientos en contracción excéntrica provocarán un exceso de estímulo muscular y por lo tanto, provocará este tipo de lesiones. Dentro de los ejercicios que mas pueden demandar este tipo manifestaciones de fuerza son situaciones de saltos en rebote, situaciones de gran aceleración y deceleración (1x1, ejercicios de defensa, ejercicios de levado grado de oposición, demarques). En rangos de carga media podríamos incluir situaciones a las anteriores pero en las que la participación   43

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. de los jugadores esté mas intercalada, es decir, aumentando el número de jugadores (atacantes y defensores). Y aquellos ejercicios de menor demanda de carga serían situaciones de entrenamiento estratégico (entrenamiento de jugadas propias y de los rivales), situaciones de entrenamiento de mecánica de tiro y ejercicios continuos de menor exigencia de fuerza explosiva (acciones continuas en ruedas de pase o tiro) 3.2.3. Carga cognitiva.Tiene que ver con la mayor o menor complejidad exigida en las acciones. Como hemosexplicado anteriormente, este tipo de carga es evidentemente individual ya que aunque elentrenador hace una estimación de la dificultad óptima para el entrenamiento para elequipo y para cada jugador, es exclusivamente eso, una estimación en base alconocimiento que tiene el entrenador de las capacidades de los jugadores.Este aspecto queda explicado en la figura 7.DIFICULTAD Disponibilidad Dificultad de recursos Percibida (Jugador) Dificultad RENDIMIENTO Estimada (Entrenador) Figura 7. Determinación de la dificultad objetiva y percibida en función de la estimación del entrenador y la percepción de los jugadores.Como vemos, el entrenador determina una dificultad óptima con la que se debe entrenaren función de las posibilidades de cada jugador. Igualmente, cada jugador, en función desu situación anímica y su preparación percibe un mayor o menor grado de dificultad en latarea que le encarga el entrenador.En este sentido, creemos que debe existir un rango de dificultades óptimas, al igual queexiste un rango de estímulo óptimo según la ley de estímulo eficaz de Shultz-Arnold.   44

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica.     NIVEL DE DIFICULTAD MÁXIMO     FRUSTRANTE UMBRAL DE DIFICULTAD         ATRACCIÓN PERDURABLE ATRACCIÓN HACIA LA   MOMENTANEA HACIA LA TAREA TAREA   ABURRIDA  Figura 8. Conceptualización teórica de la dificultad de la tarea, basada en el principio de estímulo eficaz de la carga (Ley de Shultz-Arnold) La disponibilidad y eficiencia de los ejercicios determinará la carga que supondrá cada ejercicio el equipo y cada jugador. La forma de determinar un estímulo óptimo en el entrenamiento vendrá determinado fundamentalmente por el nº y grado de errores cometidos, ya sea de etiología perceptiva, decisionales ó de ejecución. Es el propio entrenador el que debe determinar los porcentajes de errores aceptables en el entrenamiento, en relación a los contenidos a entrenar y momento de la temporada. Es evidente que al inicio de la temporada se asumen un mayor número de errores que en momentos de la temporada en los que la naturaleza del entrenamiento exige un nivel de equivocación menor. No obstante, podemos determinar una mayor o menor dificultad en relación a las ejecuciones, percepciones y decisiones exigidas. Entendemos que una de las mejores opciones dentro del entrenamiento táctico es la de la óptima asimilación de las cargas de complejidad determinando para cada situación y a cada jugador un mayor o menor grado de libertad para tomar decisiones. Es decir, un menor grado de libertad supondrá una vía convergente y un mayor grado de libertad será divergente. Es evidente que esta última opción supone mayor dificultad. En relación al entrenamiento de la técnica, las acciones aumentan en complejidad en función de los siguientes aspectos:No obstante, podemos determinar una mayor o menor dificultad en relación a las ejecuciones, percepciones y decisiones exigidas.   45

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica.En relación al entrenamiento de técnica, las acciones aumentan en complejidad en funciónde los siguientes aspectos: CUALITATIVOS   CUANTITATIVOSGrup. Mus. Tipo Velocidad Precisión C. Física Fina Continuas Baja Baja Fuerza Discretas Media Media Velocidad Global Seriadas Resistencia Alta Alta Flexibilidad      Tabla 19. Categorización de la dificultad en entrenamiento de la técnica.Además de estos aspectos cualitativos, deberemos tener en cuenta otros como son:   CUALITATIVOS   Factor de ejecución Naturaleza Plano regulador/intervención cognitivaProceso Organizada SensomotrizProducto No organizada PerceptivoTabla 20. Aspectos cualitativos en la valoración de la dificultad en la ejecución.En lo que atañe a ejercicios de táctica y estrategia contemplaremos los siguientesaspectos: Nº de alternativas de decisión Grado de oposición de los rivales Nº de elementos presentes a atender Variabilidad del entorno. Situación en el partido en relación a tiempo de posesión y marcadorEsto se puede resumir en situaciones de entrenamiento desde el 1 x 0 hasta el 5 x 5. Noobstante, dependiendo de las indicaciones del entrenador, el número de alternativas arealizar se puede reducir desde el juego libre, a situaciones estructuradas y limitadas.Valorando este aspecto, y entendiendo las teorías de valoración del control motor enejecuciones, la teoría que más puede aproximarse a la realidad es la “Teoría del Esquema”propuesta por Schmidt (1975). Esta teoría propone que los jugadores/as pueden aprendery almacenar en su memoria ciertos esquemas motrices generales, a partir de los cuales sepueden generar, en función de la situación y el ambiente, nuevos programas motoresespecíficos. Básicamente se trata de concretar un esquema motor general a unadeterminada situación a través de un programa motor específico.   46

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. 3.3. Componentes que determinan la carga compleja. A la hora de determinar una carga compleja como los entrenamientos de baloncesto deberemos determinar una serie de aspectos que aumentan o disminuyen estas cargas. Son como factores de corrección que pueden hacer que los entrenamientos adquieran cargas superiores a otros entrenamientos aparentemente similares: 3.3.1. Volumen. Todos los equipos y jugadores tienen un tiempo o volumen de entrenamiento por sesión óptimo. Por encima del cual, las intensidades de las acciones no son adecuadas y por lo tanto el grado de oposición para el entrenamiento no es adecuado. Aquellos entrenamientos y ciclos de entrenamiento en los que se aumenta este componente hace que la carga aumente. 3.3.2. Intensidad – grado de oposición En estudios de Fcr., se han encontrado correlaciones entre el grado de oposición y la fcr. A mayor grado de oposición mayor es el registro de Fcr. (Refoyo, 2001). Igualmente, en competiciones de equipos mas igualados, en los que la diferencia en marcador oscila poco, la intensidad media y máxima, medida a través de la Fcr., es mayor en competiciones de diferencia en el marcador, especialmente baja para aquellos jugadores que superan con facilidad a sus defensores. De igual modo, los jugadores de mayor nivel, son capaces de mantener en competición y entrenamiento intensidades superiores. (Rodríguez, 1998) Por esto y por la exigencia neuromuscular en aceleraciones y deceleraciones, los ejercicios de exijan un mayor grado de oposición serán aquellos que determinen una mayor carga en el entrenamiento. 3.3.3. Utilización del espacio. Tiene que ver con el ratio jugador-espacio de juego. Cuando mayor sea el espacio por jugador, mayor exigencia física y cognitiva (en igualdad de elementos de juego y decisiones a tomar). 3.3.4. Exigencia de velocidad. Aunque en algunos ejercicios de oposición exigen el mayor grado de velocidad, existen una gran variedad de situaciones de entrenamiento de oposición media y baja   47

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. (habitualmente por superioridad ofensiva) en las que las situaciones se desencadenan en un breve espacio de tiempo. Este aspecto, exige una elevada concentración aumentando la dificultad y en algunos casos la exigencia física. 3.3.5. Densidad. Es evidente que, a menor tiempo de pausa entre ejercicios y intraejercicios mayor es la carga de entrenamiento. Aunque existen situaciones en las que los jugadores no descansan apenas entre ejercicios, su participación dentro de éstos es muy espaciada por lo que esta densidad debe contemplarse en estas dos vertientes. Entre los ejercicios y pausas durante el ejercicio. 3.4. Propuestas de análisis de cargas complejas en el baloncesto. Es evidente la dificultad que nos encontramos en el análisis objetivo de las cargas en el entrenamiento y competición en baloncesto. No obstante, nos llama poderosamente la atención la gran facilidad que los entrenadores expertos pueden valorar sus entrenamientos y competiciones, dando valores porcentuales a ejercicios y entrenamientos. Entendemos que no podemos despreciar este tipo de valoración, aunque no podamos objetivarla absolutamente y que difícilmente podremos universalizar, pero tenemos que reconocer que es la mas utilizada por los técnicos y además, muestra ser una herramienta de gran utilidad en la ordenación de sus entrenamientos. Analizando todas estas variables, hemos concluido que la naturaleza de las cargas de entrenamiento se divide en tres tipos: Cargas de naturaleza metabólica. Cargas de naturaleza neuromuscular. Cargas de complejidad.   48

  Cuantificación de la carga de entrenamiento en deportes colectivos. Control de entrenamiento y competición. Fatiga psicológica. En función de este tipo de cargas, hemos diseñado un modelo multifactorial de dimensiones diferentes. Es decir, que cada componente de carga tiene un peso e importancia en la carga final, descontando que además, son de naturaleza distinta. Este modelo podría asemejarse a un sistema de referencias tridimensional. Carga compleja Carga neuromuscular Carga metabólicaFigura 9. Diagrama de conceptualización de combinación de cargas complejas.Esta conceptualización puede ayudarnos a valorar aspectos que no son equiparables entresi, como son esfuerzos metabólicos, neuromuscular y por su puesto, esfuerzos cognitivos.La propuesta de valoración de este tipo de cargas se puede resumir en la siguiente tabla:   20 % carga total 30 % carga total 50 % carga total Valor Carga metabólica Carga Neuromuscular Carga Cognitiva 9 8 Intensidad Densidad C. Rit. / Saltos Int. subjetiva Oposición Tipo 7 6 100% Fcr cont +30 100% Maxima Tct colect + 6 5 4 4:1 +25 90% M. Alta 3 3.5 : 1 2 +20 80% Alta Tct colectiva 6 1 3:1 +15 70% Tct colectiva 4 85% Fcr 2.5 : 1 +10 60% Media Tct individual 2:1 +8   1.5 : 1 +6 50% Baja 70% Fcr 1:1 +5 Tcn variable 50% Fcr 0.5 : 1 +4 30% Nula Tcn estable   49


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