Important Announcement
PubHTML5 Scheduled Server Maintenance on (GMT) Sunday, June 26th, 2:00 am - 8:00 am.
PubHTML5 site will be inoperative during the times indicated!

Home Explore Tardes soñadas

Tardes soñadas

Published by lupebordenave, 2021-12-01 10:55:50

Description: Tardes soñadas-Guadalupe Bordenave

Search

Read the Text Version

1 Un libro de Guadalupe Bordenave Tardes soñadas

2 Quiero dedicarles este cuento a mis amigas abi y shai, que siempre puedo hablar de libros con ellas cuando quiera. Pero principalmente a mi familia, que cada día hacen mi vida soñada.

3 Se despertó, podría ser por la tenue luz del sol que podría traspasar por los árboles que lo rodeaban. Parecía confundido, miró para un lado, para el otro y solo pudo ver pradera, un lago y muchas vacas detrás de un cerco.

4 Se dio vuelta, y notó que estaba a las afueras de una casa de campo, acostado sobre una manta que parecía ser para niños pequeños. A su lado, una chica, sentada en una reposera, leyendo un libro, alrededor, unas sillas plegables que se encontraban vacías. Por la vestimenta de la niña, parecía ser invierno, pero Luca no sentía frío.

5 —Ya despertaste, Luca. — Dijo la chica, sacándose el libro de la cara. —Y si, ¿no me ves acá, hermanita? — dijo con un tono medio burlón. Los dos se rieron y continuó. — Wow, dormí re bien. Re profundo. Tanto que me costó averiguar dónde estaba.— la chica lo miró sorprendida.

6 —Ah, despertaste justo a tiempo. Mamá, la tía y los primos están adentro, la abuela está haciendo su famosa torta de chocolate para merendar con la chocolatada. ¿Vamos?— —¡Sí! Me desperté con mucha hambre— agregó el chico, y sin más, Ambos fueron rumbo a la cocina. Al entrar a la casa, lo que se podía ver eran juguetes por todos lados, un hogar muy de familia. Llegaron al comedor y se sentaron.

7 —Che, ¿y si jugamos al Monopoly mientras merendamos?— dijo el primo menor. Todos aceptaron esa idea. Iban repartiendo las cosas hasta que el olor de la torta recién hecha los distrajo. Mientras pasaban ese lindo momento familiar, Luca pensaba que no había mejor lugar que ese, todo era pura risa. Sentía una tranquilidad inefable dentro de él. Como si no hubiese nada de qué preocuparse, ni asustarse, ni nada. Era el único lugar que podría hacer cálida una tarde de invierno.

8 En el medio de la partida, Luca escuchó una dulce voz atrás de él, diciendo su nombre suavemente, casi susurrando. Luca miró de para un lado, para otro, atrás, pero no vio a nadie y pensó que era invención de él, entonces siguió jugando con sus primos. Luca, LUCA...

—Ey, ¿después de comer quieren salir a jugar un partidito de fútbol?— no obtuvo ninguna respuesta que no fuera el silencio de todos. Sorprendido, volvió a hablar —¿Saben algo? Normalmente cuando estoy estresado salgo a jugar a la pelota y me tranquilizo—. Nuevamente parecía que nadie lo escuchó.

10 Luca iba a volve r a hablar hasta que volvió a escuc.har cada vez más fuerte los llamado s. Se alarmó. Un instante después pudo ver como todo a su alrededor se desvanecía. Segundos después todo se había apagado, como si tuviera los ojos cerrados. Los llamados no paraban, le retumbaban en los oídos y la cabeza, lo que produjo un dolor punzante en ella.

11 Tiempo después Luca abrió los ojos fuertemente, ya podía ver algo, pero no demasiado. Se encontraba en una habitación con persianas cerradas, la única luz que entraba venía de la puerta entreabierta de la habitación. Gracias a ese poco de luz, pudo distinguir que estaba acostado en una cama, y una mujer estaba sentada a sus pies. Era ella quién lo llamaba.

12 —¿Mamá?— pregunto muy confundido — ¿Qué pasa? —Son las cuatro y media, Luquita. Me pediste que te levantara a esta hora— contesta su madre —¿Eh?— dijo Luca, muy perdido. — Te dormiste una siesta luego de comer y me pediste que te levantara a las cuatro de la tarde, mira, agradece que te dejé dormir un ratito más, ¡eh!— exclamó su madre con una risita. Él la miró, todavía muy confundido.— Dale, levántate y no te hagas el tontito— finalizó su madre.

13 Todavía confundido, bajó lentamente. ¿Cómo pudo pasar de un lugar a otro? Cuando llegó al living de su casa, vio a su madre con su mate al lado, con una laptop en sus piernas y la estufa desprendiendo fuego, aparentemente estaba trabajando, aunque no le prestaba mucha atención a eso, si no a la televisión.

En el infor14mativo, los presentadores informaban que se confirmaron siete casos nuevos en todo el país, casos de un supuesto virus. Cada vez Luca iba recordando cada vez más lo que pasaba en el mundo, aunque había algo que no le cerraba, algo que no comprendía todavía…

15 Luego de hablar con su madre pudo averiguar que hace cuatro meses no veía a sus primos, ni a su tía ni abuela. El chico miraba a su alrededor, y allí comprendió todo. La pelota con la que solía desestresarse estaba allí, pinchada y un poco sucia, recordó que esa misma mañana se puso triste porque la encontró rota.

16 El mate que tomaba su madre, ya no se podía compartir con su tía, ya no podían charlar como lo hacían antes.

17 Los juegos de mesa, estaban contenidos en una caja, esperando a ser abiertos, pero no lo hacían, porque ya no tendría sentido hacerlo.

18 Ya no probaba la torta de su abuela en varios meses, ya no había pijamadas, noche de películas, ni historias ni risas con sus primos como antes, las tardes de invierno no eran cálidas, eran frías y solitarias.

19 Luca se dio cuenta de todo en ese momento. Todo fue un sueño, un anhelo, y estaba en el mundo real, en el caótico mundo real, con mil tareas para hacer del liceo. Sentía todo ese pesar por dentro de él, pero las cosas ya cambiaron, nada era como antes

20 Luca tuvo que hacer un gran esfuerzo para no llorar. Pudo disimular el llanto, pero no la expresión del rostro. Su madre no pudo notarlo, ya había vuelto al trabajo y su hijo estaba a espaldas de ella.

21 De repente algo distrajo a Luca de sus pensamientos, un aroma, uno muy peculiar y familiar. No pudo evitar preguntarle a su madre de donde venía ese olor, y obtuvo una respuesta. — ¡Ah! ¿Eso? Es la torta de tu abuela, hablé con ella esta mañana, y le pedí la receta para hacerla, ya que ahora nuestras tardes son tan aburridas—

22 Luca seguía triste, con la cabeza gacha, a espaldas de su madre, la cual estaba tan concentrada nuevamente en su trabajo que no pudo notar los sentimientos de su hijo. Él no dijo nada, el único sonido que se escuchaba en la habitación eran las teclas de la computadora de su madre, combinadas con el sonido de la leña ardiendo en el fuego de la estufa.

23 Luego de un sorbo de mate, su madre arqueó las cejas y le dijo —¡Ah, cierto! Me olvidé de decirte que tu tía nos invitó a pasar las vacaciones de julio en el campo con los abuelos y los primos, si quieren vamos.— Al finalizar su madre apartó la mirada de su computador y miró a su hijo, el cual, al escuchar esas palabras, pudo levantar la cabeza y voltearse hacia su madre.

24 ¡Wow! Es increíble el hecho de que tan solo unas palabras podrían cambiar sus emociones tan rápido, de todas formas, no eran unas simples palabras, sentía que le habían acabado de dar la noticia de que ganó una fortuna, y es que, de cierto modo, la había ganado, volvería a ver a su familia en algunos días, volverían a charlar, jugar, reír, merendar y corretear por el campo con sus primos.

25 La ilusión llegó más rápido de lo que la tristeza tardó en irse. Ahora, solo quedaba esperar con emoción e imaginar esas próximas tardes soñadas


Like this book? You can publish your book online for free in a few minutes!
Create your own flipbook