4 de octubre 20:15 Guada, o como ella prefería que la llamaran, Lupe, era una chica bastante sociable, no pasaba sola la mayoría del tiempo, a pesar de esto, sus verdaderos amigos los tenía contados con los dedos de la mano. Leer estaba entre sus hobbies preferidos, algo que a diferencia de otros de estos, varios de sus amigos no compartían, pero nadie sabe lo que depara la vida. Esta es la historia de una amistad inesperada, un regalo que el 2021 dejó. Simplemente, lector, lee esta historia y comprende como dos personas desconocidas se vuelven amigas repentinamente, así como yo lo comprendí. Se podría poner fecha de inicio a esta historia... 4 de octubre 20:15 La emoción invadía todo de ella. El sueño que tuvo toda la tarde se había esfumado muy rápido. Lupe no paraba de ver el reloj, esperando a que sea la hora de que su amigo, Valentín, llegue para poder ir a la pintada, y así estar con Ange, que cumpliría quince años. Se puso la ropa más gastada que tenía en el ropero y se quedó esperando a que llegara su amigo. Instantes más tarde sonó el timbre, se precipitó rápidamente escaleras abajo, sabía que era vale. — ¡Hola Guada! ¿Todo bien?— dijo su amigo cuando ella abrió la puerta. — ¡Hola Vale! Pasa, pasa. — Vale pasó, cerrando la puerta detrás de él. Venía con una mochila negra y un bidón lleno con una mezcla extraña. El muchacho saludó a los padres de Lupe y los dos se fueron a la cocina. —Eso es la mezcla para tirarle a Ange hoy ¿no?— pregunto ella, aunque ya sabía la respuesta.
—Sí. — contesto vale con cara de malas intenciones — ¿Qué tiene?— —Ah si te digo te asustas o vomitas— ambos rieron. — Tenés razón, mejor ni me digas— digo Lupe entre risas. Le agregaron muchas cosas a la mezcla, cualquier cosa que veían en la cocina iba para ahí dentro. Esperaban impacientemente a que sean las 21:30 ya que se reunirían con varias personas en la casa de una amiga y allí partirán todos para la pintada. 4 de Octubre 21:30 Al fin era la hora de salir. Cortaron su charla y agarraron sus mochilas, camperas, los huevos que llevaban en un tupper y la mezcla ya dividida en dos grandes botellas para tirarle a la quinceañera. — ¿No se olvidaron de nada?— pregunto la madre de Lupe, quien los llevaría a la casa de su amiga. —No. — respondieron los dos al unísono. —Bueno, vamos entonces. — Amos fueron rápidamente al auto y emprendieron viaje. Cuando llegaron ya estaban un par de personas. Dejaron las mezclas y los huevos en una caja, donde también había harina y más cosas para la noche. Las demás personas llegaron rápidamente pero el tiempo no lo hacía, iba lento, se supone que el tiempo con amigos pasaba rápido, pero este no era el caso. 4 de octubre 22:45 Luego de una larga espera, la última persona llegó, resulta que se había retrasado y no todos estaban muy contentos por eso. De cualquier forma fueron camino a la casa de Ange mientras hablaban en el auto.
Llegaron, Vecinos, amigos y familiares estaban afuera de la casa de la quinceañera esperando a que sea la media noche. No se sorprendieron al ver que la calle ya estaba pintada, aunque si quedaron un poco tristes y decepcionados de haber llegado tarde. Lupe se corrió rápidamente a agarrar un pincel y un poco de lo que quedaba en el fondo de la lata de cal para pintar su nombre. Afortunadamente pudo hacerlo, aunque algunos de sus amigos no. 4 de octubre 23:45 Estuvieron alrededor de una hora adentro de la casa de Ange, comiendo, hablando, bailando, riendo y más. Todos estaban muy ansiosos, pero se notaba que Ange lo estaba muchísimo más. Lupe estaba hablando con ella de como se sentía y como la estaba pasando, cuando de repente, se dio cuenta que faltaban menos de quince minutos para las doce. Ange se fue a cambiar, y todos los demás invitados estaban ya afuera con los huevos, la harina, las mezclas y todo lo demás para poder tirarle a ella, y Lupe no era la excepción. 5 de octubre 00:00 Lupe estaba conversando con unos amigos, cuando se percato que el reloj que estaba en su muñeca izquierda empezó a vibrar, marcando la medianoche. Segundos más tarde un familiar de Ange la sacó de la casa corriendo, seguido de un fotógrafo con una gran cámara, en ese momento, decenas de personas se abalanzaron hacia ella. Para cuando se apartaron todos, ya estaba repleta de harina, huevos, pan rallado, mezclas y más cosas. Ella abrazo a Lupe, la cual no se quejó, ya que quería desearle a su amiga un muy feliz cumple. Minutos más tarde, todos estaban cantándole el feliz cumpleaños a Ange y luego entraron todos para continuar divirtiéndose en la espera de la quinceañera, quien se fue a bañar.
Estaba en un círculo Fio e Isa, dos de sus mejores amigas, Abi y con otras chicas que había conocido ahí hasta que una de ellas preguntó — ¿Y Ange?— — Se está bañando, ya viene— responde Abi. — ¿Y Shai?— pregunta fio — También se está bañando, como que vive al lado vuelve. — volvió a responder Abi. A lo que Lupe responde — ¡Ah! ¿Shai vive al lado? No sabía— Shania, la mejor amiga de Ange, no la conocía muy bien pero era la segunda vez que se veían y han hablado un poco esa misma noche, parecía ser una buena persona. Luego de un tiempo Shai volvió y se puso a hablar con el mismo grupo de amigas con el que Lupe estaba y todas charlaban y bailaban con los demás a la espera de Ange. 5 de octubre 00:45 La quinceañera ya había salido, todos la esperaban para cantar \"quince primaveras\" y poder sacarse fotos con ella, bailaron un rato más y comieron la torta que estaba en una mesa repleta de cosas riquísimas que llamaban la atención de todo el mundo. Fue un momento inolvidable para cada invitado allí. 5 de octubre 01:00 Vale llamo a Lupe para irse, porque, ya que vivían cerca, la dejaban en su casa de pasada.
Saludaron a algunos amigos suyos y salieron de la casa de Ange, no sin antes agradecerle a ella y a su familia por todo. Pusieron las botellas vacías y más camperas sucias en la parte de atrás del auto y emprendieron viaje de regreso mientras hablaban con la madre de Vale sobre cómo les fue esa noche. Cuando llegaron a la casa de Lupe, ella le aviso a su padre que estaba afuera, tomó sus cosas y fue para adentro. Su padre le pregunto cómo le había ido, a lo que ella respondió que la pasó genial. Su padre hizo unas caras al ver que estaba toda sucia, aunque no era sorpresa que iba a llegar así. Entre los dos pusieron la campera de Lupe en remojo y dejaron el tupper y las botellas en la cocina para lavarlas el otro día. Inmediatamente, Lupe subió escaleras arriba para poder bañarse y acostarse, ya que al otro día igual iría al liceo. 5 de octubre 00:50 Lupe ya había salido de bañarse, se puso el pijama, se secó el pelo, bajo la ropa que quedaba para lavar y luego subió para, por fin, poder acostarse. Se fue a dormir sin el más mínimo problema para conciliar el sueño. Para el final de la noche, Lupe había disfrutado un montón cada momento. Bailó, rio y habló con sus amigas y con algunas otras personas que no conocía tan bien, como por ejemplo... Shai. Al otro día despertaría sin saber que de ahí a los próximos meses una nueva amistad se formaría, y la próxima vez que se verían sería en la gran fiesta de Ange. 5 de octubre 06:15 La noche fue plácida, se descansó en paz. Lupe no se había dormido, se desmayó sobre la cama, pero algún sueño debe de haberla conquistado, porque con las primeras luces tenues del nuevo día, se la veía hecha un ovillo entre las sábanas y la manta, con los brazos sobre la almohada y un perfil de su rostro
pegado a ella. El despertador sonó al lado de su oreja, se trataba de una suave melodía, proveniente de su celular, que iba tomando intensidad con el pasar de los segundos, a su vez, su reloj también llamaba a Lupe a despertarse, vibrando en su muñeca izquierda. Sacó un brazo de abajo de las sábanas desencajadas y pudo apagar ese sonido y luego su reloj. Cuando cesaron los llamados de ambos dispositivos para que Lupe se despertase, miró los números luminosos de su reloj, se incorporó y quedó sentada en la cama. Fue directamente al baño para lavarse la cara y luego se puso el uniforme de la escuela. A pesar de que sabía que había dormido muy poco, Lupe estaba con todas las energías, probablemente porque todavía la emoción de la noche anterior no se había ido. Se fijó en su reloj cuántas horas había dormido, y notó que solo pudo descansar 4 horas con 6 minutos, se sorprendió, aunque no debía hacerlo, considerando que se fue a dormir cerca de las 2 de la mañana. 5 de octubre 06:30 Ni bien Lupe terminó de vestirse, bajó las escaleras para llegar a la mesa donde una taza de café humeante y unas tostadas la estarían esperando, junto con una sonrisa y los buenos días de su madre. —¡Buen día Lupita!—Dijo su madre cuando la vio llegar al comedor. —Buen día ma. —Respondió Lupe, quién se sentó rápidamente en la mesa para desayunar. — ¿Cómo te fue anoche? No me pudiste contar, ya estaba dormida cuando vos llegaste. — No hace falta volver a describir lo de anoche, el hecho de que Lupe la pasó más que bien no es algo que no sepamos. Lupe le contó a su madre, todavía emocionada, lo que había pasado la noche anterior. Cuando terminó de desayunar, volvió a subir al baño para cepillarse los dientes, y luego bajó de nuevo. Tenía catequesis a primera hora, así que no tenía tantas ganas de ir al colegio, de igual forma, tomó su mochila, su tapaboca y se subió al auto para ir hacia el liceo. 5 de octubre
07:00 Ya había llegado a la puerta del colegio, donde Mario, el portero esperaba a todos los alumnos con una botella de alcohol en gel, el cual desagradaba a la mayoría de estudiantes. Lupe subió las escaleras para dejar sus cosas en el salón y encontrarse con sus amigas, que seguramente estrían en el pasillo o en el salón de al lado, donde los alumnos de las dos clases de segundo se encontraban para charlar con chicos de la otra clase. Parecían ejércitos de hormigas que entraban por las diferentes puertas de la institución. El patio y los pasillos eran un gran hormiguero, Lupe podía verlo desde el pasillo del primer piso, donde se encontró con sus amigas. Juntas entraron al salón de segundo B. Varias de las personas que asistieron a la pintada anoche fueron al liceo, todas tenían algo en común, su rostro denotaba cansancio, y no se podía culparlos, considerando que había terminado bastante tarde. 5 de octubre 07:15 El timbre había sonado por todo el liceo, tan fuerte como siempre, un estridente sonido infernal lo que produjo que todos los estudiantes salgan de sus salones no correspondientes, caminen desde los pasillos o desde el patio hasta sus salones de clase. Los maestros entraban a dar su clase, los alumnos se sentaban de mala gana. Pero eso no importa, no influye en esta historia, por lo tanto, daremos un salto del tiempo, donde los caminos de las dos protagonistas se volverían a cruzar. ------------- Para ti lector, han pasado apenas unos segundos, o minutos; horas en caso que mis narraciones hayan hecho que abandones estas páginas. Tal vez incluso no vuelvas a consultarlas para saber cómo sigue esta historia. En caso de que sigas ahí, hola, aprecio que te quedaras, te advierto, estás a punto de leer un momento muy especial para las protagonistas, y además, se reencontrarían. Como dije, para ti, probablemente haya pasado un periodo de tiempo no muy largo, pero para ellas, pasó casi una semana.
9 de Octubre 11:40 Creo que tendrás un deja vú al escuchar las siguiente palabras. La emoción invadía todo de ella, solo que esta vez sí tenía sueño, puesto que estuvo toda la noche anterior imaginando lo que pasaría más tarde, que dormir ya no estaba dentro de sus prioridades. La semana había sido bastante agitada, pero llena de ilusión. Lupe, se mantuvo ocupada esos días buscando vestido, zapatos, viendo el regalo y más cosas para la fiesta de quince de Ange, probablemente porque se trataba de su primer quince estaba más ansiosa y emocionada de lo normal. Ni bien Lupe abrió sus ojos, vio la hora en su teléfono y se levantó rápidamente. Tenía muchas cosas por hacer ese día, recordó que esa tarde iría junto con una de sus mejores amigas, Juli, a la peluquería y más tarde ellas dos, Fio e Isa irían a su casa para llegar juntas al quince. Ni se molestó en cambiarse, se puso sus crocs y bajó con el pijama puesto. — ¡Buen día Lupi!—Dijo su madre, seguido de un sorbo de su mate. — ¡Hola ma!—respondió Lupe — ¿Dormiste bien?—Preguntó su madre con interés, probablemente porque sabía que esa noche su hija se desvelaría. —Sí, sí—Mentira, mentira, mentira. Se quedó leyendo libros hasta tarde, alguno que su madre no le haya confiscado luego de descubrir que sobrepasaba altas horas de la madrugada navegando entre las páginas de algún libro que esté en su biblioteca. Ciertamente, parte del tiempo que leía, lo compartía imaginando y repasando cada cosa que tendría que hacer previo al quince hasta que le dio el sueño suficiente como para descansar. No era algo que importara demasiado de todas formas, estaba demasiado atareada como para sentir sueño, así que Lupe, solo contaba las horas para que esa noche, indudablemente, mágica, ocurriera. Sinceramente, querido lector, no me permití redactar a lujo de detalle lo que Lupe hizo ese día en la mañana, pero podría resumírtelo, básicamente, tiempo más tarde, luego de haber bajado, comió su almuerzo con su hermano y su madre, mientras hablaba con ésta última sobre lo demás que tenían que hacer
esa tarde y otros temas como el torneo de fútbol en el que Lupe participaba con su equipo o el liceo… el estudio, últimamente esa palabra había desaparecido de su diccionario personal ero no tardaría en llegar de nuevo, junto a las mil tareas y luego, los parciales. Luego de comer, subió a su cuarto y pudo seguir leyendo el libro que había empezado y le faltaban pocas páginas para terminar, pero no pudo hacerlo porque, sin darse cuenta, sus ojos se cerraban lentamente y el libro que sostenían sus manos cayó abierto en su rostro de manera inmediata luego de que se había quedado dormida. 9 de octubre 16:15 Lupe se despertó tras oír los llamados de su madre para que se preparara para ir a la peluquería en un rato. Se sacó el libro de la cara y puso el marca libros en la página número 144 y se incorporó en su cama al ver la hora, contestó algunos mensajes y fue directo a bañarse. En ese momento eran solamente el agua, su música y ella. Sonaba “Traitor” de Olivia Rodrigo a todo volumen y Lupe la cantaba con cada parte de su ser, a ese punto ya no era una simple canción, era un sentimiento. Cuando empezaba a sonar “De Música Ligera” de Soda Stereo Lupe ya había salido de la bañera y se estaba secando. Salió sin apagar la música y se vistió. Esta cesó en el momento que Lupe ya salió del cuarto y fue a buscar un peine para poder peinarse y así encontrarse con su amiga en la peluquería. Cuando ya estaba lista se precipitó escaleras abajo y su madre la llevó. 9 de Octubre 17:00 Ahí estaba Juli, tan puntal como siempre, la estaba esperando adentro, sentada en una silla que a sus lados tenían otras, pero se encontraban vacías, solo una señora mayor se encontraba en frente, y cuando Lupe entró luego de saludar a su amiga, ésta le regaló una sonrisa, a lo que Lupe respondió de misma manera, luego de decirle buenas tardes. Juli y Lupe pasaron hablando de esa noche y el peinado que se harían, Juli le mostró una imagen que había sacado de Pinterest. Se trataba de una trenza en
la parte superior, sujeta con un hermoso broche que había llevado y en las puntas unas ondas delicadas. Lupe no sabía qué hacerse todavía, tenía un par de ideas, que luego de consultarlas con Juli, Fio e Isa pudo decidirse. Las dos pasaron un buen rato allí, conversando de lo que harían esa noche, ambas con la misma ilusión. Empezaron peinando a su amiga, y Lupe se entretenía viendo Instagram, iban navegando por las historias hasta que se encontraron con la cuenta de Ange, la quinceañera. Mientras tanto del otro lado de la pantalla se encontraba Ange preparándose para su fiesta y junto a ella, Shai, su mejor amiga, nuestra segunda protagonista. No era la gran sorpresa que ella estuviera allí, ya que básicamente crecieron juntas. Por lo visto, ambas estaban en el Hotel Salto. Mientras tanto, los peinados de Juli y Lupe ya estaban listos, terminaron cerca de las 19:20 y las dos se fueron al mismo tiempo debido a que ambas madres habían llegado casi al mismo tiempo. Las dos se fueron a sus casas, pero se volverían a ver a las 21:00 para ir juntas al quince. 9 de octubre 20:45 Luego de comer algo rápido, Lupe fue a bañarse y se puso su vestido, era uno de un color amarillo claro, con unas flores en la parte del escote. Lo acompañó con un maquillaje natural y una pulsera con una perla. En cualquier momento llegarían sus amigas y ella estaba muy ansiosa. Tiempo más tarde sonó el timbre y Lupe bajó lo más rápido que pudo para abrir la puerta. Eran Isa y Fio, ambas lucían muy bien y se emocionaron al verse. Minutos más tarde el timbre sonaba de vuelta pero esta vez era Juli quién llegaba, se veía muy bien también. Las cuatro se veían muy lindas, y por eso, aprovecharon para sacarse unas fotos antes de salir. El quince empezaba a las 21:30 y el reloj marcaba las 21:10, así que tenían tiempo para charlar de sus carteras o cómo se habían arreglado.
9 de octubre 21:20 Luego de unas fotos las cuatro se subieron al auto de Juli y fueron camino al salón. No podían más de la emoción, seguían hablando de cómo se veían y se ayudaban para darse unos últimos detalles en su maquillaje o atuendo. Fueron las primeras en llegar, detrás de ellas venían algunos de sus compañeros de clase, todos vestidos de traje, algunos con corbata, otros con moño. El salón estaba bellamente decorado, había mesas distribuidas por el salón, las luces de colores pasaban de un lado, a otro, por cada parte del salón, a un lado estaba la mesa con la torta y más cosas dulces. A la entrada les pidieron sus nombres y chequearon si estaban en la lista e inmediatamente las dejaron pasar. Poco a poco iban llegándolos invitados y el salón se iba llenando de gente, aunque todavía, Shai no llegaba. Pero lo que no tardaría en llegar, Abi estaba de camino a su casa, ya que ella ya se había vuelto del hotel para preparase. Shai salió de su casa y entró al auto de Abi donde también la esperaba su otra amiga de gimnasia Marti listas para ir al salón. Al igual que Lupe y sus amigas ellas también desbordaban de emoción y no veían la hora de llegar. Shai, Marti y Abi hablaron en el camino de cómo no se iban a separar en la noche ya que estaría lleno de gente y no conocían a la mayoría, pero eso no tendría mucha importancia en el futuro, luego sabrás por qué. 9 de octubre 22:00 La otra protagonista ya había llegado, y junto a sus amigas, entraron rápidamente al salón tras firmar un cuadro, el cual Lupe y otros invitados ya habían firmado.
El salón estaba repleto de invitados, todos hablaban entre sí a la espera de la quinceañera. Para ese entonces Lupe estaba hablando con sus amigas y otras que habían llegado hace unos momentos. Aunque no fue hasta tiempo más tarde que Ange había llegado que las protagonistas cruzaron las primeras palabras de la noche. Todos habían salido a recibir a la quinceañera. Ambas protagonistas fueron junto a sus amigas, tomaron una de las estrellitas que entregaban para encender cuando legara Ange y se pararon en la entrada a su espera. La quinceañera llegaba en un bellísimo Camaro rojo. Se bajó con su hermoso vestido blanco, junto a su padre. Todos la recibían con vítores y los fuegos artificiales salían disparados hacia el cielo, donde liberarían variados colores. Luego, todos y cada uno entraron al salón, donde Ange bailaría el Vals con algunos de sus familiares y amigos. Cuando terminaron, algunos se quedaron en las mesas y otros salieron, y en un momento todos fueron para afuera para poder sacarse fotos con la quinceañera, y fue ahí donde Shai y Lupe hablaron por primera vez en la noche. Voy a pedir que me disculpes, lector, ya que no he podido seguir las horas a partir de este momento, pero de igual manera pude registrar varios detalles de esa noche, si ya de por sí, eso es difícil, documentar cada uno con la hora en la que sucedió, la dificultad incrementa el doble. También quiero pedirte disculpas si mis relatos no son lo suficientemente entretenidos para ti, pero todavía no hemos llegado a las partes más importantes de esta historia. El resto de la noche fue eterna para Lupe (y en un muy buen sentido), esa noche conoció a varias personas y también se hizo nuevas amigas, entre ellas se encontraba Shai, quién ahí estaba, en la misma situación de emoción y nervios que Lupe, sólo que a diferencia de ella no conocía a nadie más que sus amigas de gimnasia. Al correr de la noche cruzaron conversaciones risas e incluso bailaron. Sus conversaciones se trataban de temas muy variados, pero en más de una ocasión se basaron en las personas que se estaban colando a la fiesta y de lo mucho que eso las hacía enojar, entre otras cosas. Cómo podrán ver nuestras protagonistas recién se estaban conociendo por lo tanto los temas de la conversación costaban un poco en fluir, y no hablaban mucho directamente todavía, si no que
entre el grupo de amigas que siempre estaban cerca, conformado por Abi, Fio, Ine, Juli, Isa, de vez en cuando Ange, que pasaba de un lado a otro, sacándose fotos o interactuando con otros invitados, y por último, claramente, las protagonistas, Lupe y Shai. Fue una larga noche, de emociones encontradas, sobre todo la felicidad, pero esta vez genuina. Definitivamente fue una noche que ambas protagonistas recordarán por siempre, y aquellos momentos que vivieron los tendrán atesorados en sus corazones por el resto de sus vidas. En un momento, los bailes y los cantos fueron interrumpidos para poder brindar en la mesa de la torta. Se sacaron más fotos, brindaron, cantaron, comieron y luego volvieron a la zona del baile. A esa altura de la noche a Lupe, a Shai y a todas las demás chicas le dolían los zapatos, lo que producía que se vayan a sentar por un tiempo. La última canción que sonó fue “Pepas” de Farruko, y al ser el último tema de la noche se disfrutó como se merece. Las protagonistas dejaron a un lado su dolor en los pies y bailaron, saltaron y cantaron a todo pulmón la canción juntas, abrazadas en una ronda acompañadas de Ange y otros amigos como Pancho o Matías. La música cesó, las luces se prendieron y los invitados iban saliendo. Lupe salió con el mismo grupo de amigas con el que pasó la mayoría de la noche. Estaban hablando todas juntas hasta que en un momento Shai salió bastante intranquila del salón. Había perdido su campera, con su celular y su cédula dentro. Estaba muy preocupada, era una campera negra y Lupe recordaba haber visto una tirada cerca de donde ella estaba sentada. —Ey, yo creo que vi una campera negra tirada en el suelo, si querés te ayudo a buscarla—Exclamó Lupe. —Ay si, por favor, ¿me ayudás a buscarla?—Respondió Shai, todavía muy alterada. —Sí, sí, tranqui. Yo te ayudo—Lupe tenía intenciones de ir, pero cuando estaba por subir las escaleras justo llegó el papá de Juli a buscarlas, ya que se iban de nuevo las cuatro juntas. —Pero Lupe, nos vamos—Exclamó Fio, quién también estaba en la ronda.
—Bueno, si te tenés que ir no pasa nada, gracias igual—Dijo Shai, a lo que Lupe respondió lo siguiente —Bueno, dale. Perdón por no poder ayudarte, espero que la encuentres. — Finalizó saludando a las demás chicas que estaban allí y se subió al auto de Juli. El viaje de vuelta fue más callado que el de ida, esto lo produjo el sueño y cansancio que tenían las cuatro en ese momento. Lupe se iba durmiendo en el camino, en su mente solo estaba esa noche, esa mágica noche. Cuando llegó a su casa lo primero que hizo fue sacarse los tacos, su madre fue quién la recibió, y, como era de esperarse, le preguntó todo sobre esa noche. Ella también estaba muy cansada, debido a que esa noche los primos de Lupe se habían quedado a dormir y se dejaron de hacer barullo bastante tarde. Lupe se cambió, se puso el pijama y se fue rápidamente a su cama. La maravillosa noche había terminado, podríamos considerarla el verdadero inicio de la amistad entre las dos protagonistas. Todavía queda mucho por contar, ese era solo el comienzo. A pesar de que Lupe ya estaba envuelta en las sábanas, descansando, el día no había terminado para Shai. Según los relatos de Ange ambas comieron un helado antes de irse, también observaron cómo poco a poco como aquel salón empezaba a quedar limpio y vacío. Por más bella y alegre que fue la noche, Shai se encontraba llorando y desesperada porque como te conté anteriormente, ella había perdido su cartera con su celular dentro, pero eso no duró mucho ya que luego se enteró que una señora se lo había llevado por accidente. A pesar de que fue una noche divertida nuestra protagonista y su mejor amiga, Ange ya estaban cansadas y con ganas de irse por lo que se subieron al auto (lo cual si ellas lo hicieron para dar señales de que se querían ir debo adelantar que eso no pasó) esperaron quince minutos en el auto haciendo Tik Toks hasta que por fin se fueron. Ya era un nuevo día. Lupe no se quería levantar, pero los sonidos de su hermano y sus primos corriendo, jugando y gritando, más los susurros de su madre,
pidiéndole a los chicos que no gritasen tanto lograron interrumpir con los sueños de Lupe. No había dormido nada, con cierta nostalgia y una pizca de melancolía por la noche anterior, con ganas de repetirla y revivir los inolvidables momentos, abrió la puerta y llamó a su madre. Ésta se lamentó que la hayan despertado, se había dormido a las 6:00 de la mañana y eran cerca de las 11:00. Era un día lluvioso, ese día Lupe tenía partido, no estaba segura de si iría ya que sentía dolor en los pies todavía y molestias en los músculos de las piernas, que habían aparecido sin explicación. Preparó sus cosas para ir a comer con su familia a la chacra de sus abuelos y se subió a la camioneta, escuchando la música lenta de su padre y con la cabeza recostada apreciando como las gotas de agua caían por ella. Estaba admirando la lluvia caía de lo más alto, a través de la ventana del living, hasta que recordó que Shai había perdido sus cosas y por eso estaba preocupada, motivo por el cual Lupe decidió escribirle para saber si había recuperado algo. Le mandó un mensaje en la tarde, pero no fue hasta la noche que Shai le pudo contestar, debido a que su día había empezado a eso de las 16:00. Se levantó a comer todo lo que haya encontrado en su casa y volvió a la cama, probablemente a dormir de nuevo o a pasar un rato con su celular.
Las conversaciones entre Lupe y Shai empezaron a surgir con el pasar de los días y poco a poco se empezaron a conocer más. Si estás leyendo esto y conoces a las protagonistas sabrás que un tema del que hasta el día de hoy hablan es de libros. Y retomando donde nos quedamos nuestras protagonistas hablaron por Instagram, respondiéndose historias sobre libros que habían leído. Fue Lupe quién descubrió que ambas compartían el gusto por la lectura, por una historia de Shai en la cual decía que uno de los primeros libros que leyó fue “A través de mi ventana” de Ariana Godoy, por una plataforma digital para leer libros llamada Wattpad. Poco a poco empezaron a construir conversaciones (y si, esta vez eran mejores que las anteriores), ambas estaban felices de haber encontrado un tema del cual podían sacar conversación y que disfrutaban hablar mucho. Por suerte les surgió la oportunidad de verse de nuevo. Ambas habían sido invitadas a celebrar Halloween en la casa de Pancho, con otros amigos y compañeros de Lupe, y algunos que las dos tenían en común, por ejemplo Ange, Ine, Abi y Fio. Tendrían que ir disfrazados todos, obviamente, porque ¿qué sería de una fiesta de Halloween si no hay disfraces? Exacto, nada. La idea era ir vestidos con algo de la inicial del nombre de cada uno, por lo que Lupe no sabía cómo ir vestida, no había muchas cosas con G, aunque no todos respetarían esa consigna. Ange le había dado la idea de ir de griega, de una diosa griega, lo que no le parecía una mala idea. Ese día habían hablado bastante, Shai le contó a Lupe que le daba vergüenza ir ya que no conocía a casi nadie, a lo que Lupe la alentó diciéndole que no tenía por qué sentir vergüenza. Fue entonces cuando ella se animó más y le contó a Lupe su idea para el disfraz. Por si todavía no se dieron cuenta nuestras protagonistas son amantes de los libros motivo por el que el disfraz de Shai estaba inspirado en el libro anteriormente mencionado, consistía en un disfraz de bruja, como la protagonista del libro. A lo que Lupe también le comentó de su única idea, la que le había dado su amiga, que era ir de diosa griega. En ese momento a Shai se dio cuenta que en el libro que ella se basó para su disfraz, un personaje se vestía así junto a la protagonista, eso le dio la idea de ir disfrazadas juntas. Siguieron hablando por Instagram, no solamente del tema
del disfraz, si no de varios temas incluso de la vez que Lupe terminó en la emergencia por un incidente que sucedió en la colegiada, o cuando el conductor del ómnibus no espero a Shai a que se subiera para ir al quince de Abi, tras esperar treinta minutos en la parada. Lupe decidió leer el libro en el cual se basarían para ir disfrazadas a la juntada de Pancho el 30 de octubre, un día antes de Halloween. Le gustó bastante el libro, y lo fue comentando con Shai, la cual se alegró al enterarse de eso. Se iban conociendo cada vez más, iban descubriendo detalles de la personalidad y gustos de cada una, por ejemplo, Lupe descubrió que a Shai le interesaban muchísimo los signos zodiacales y esas cosas, y a su vez ella conoció que Lupe leía desde los diez años, entre más cosas. Un día las dos se llevaron un susto, puesto que Lupe le contó a Shai que su familia tenía planeado pasar en fin de semana en Punta del Este y en caso de que eso sucediera, no podría estar para la fiesta de Halloween. Al final, se pudo quedar pero lastimosamente fue Pancho el que fue a Punta del Este y la juntada se suspendió. De igual forma, encontraron la manera de juntarse. Crearon un grupo para ir a comer, en el cual estaban Fio, Isa, Juli, Abi, Ange y las dos protagonistas, acordate de este grupo, tendrá gran importancia luego. Fueron todas a comer, menos Ange. Fio había llevado a Ori, una amiga que estaba un grado más bajo que Lupe en el colegio. Pasaron un muy buen momento, hablaron de muchas cosas mientras comían pizza. Cuando volvieron todas a sus casas, Shai y Lupe continuaron hablando de libros, y ahí fue cuando su amiga descubrió que a ella le encantaba Harry Potter. Lupe le había recomendado esa saga, por lo que Shai un día empezó a mirar las películas. Seguían hablando, hasta que un día Lupe pidió permiso para invitar unos amigos a la chacra de sus abuelos, y pasar la tarde en la piscina. Eran quince los que estaban invitados, sin contar a Lupe. Las chicas que ella había invitado eran Fio, Isa, Juli, Ange, Abi, Ine y por supuesto Shai. ¿Te acordás del grupo que mencioné que tendría importancia en el futuro? Bueno, Lupe y las chicas habían hablado unas veces por ahí sobre la juntada que ella estaría organizando y habían agregado a Ine, quién no estuvo en el grupo desde antes porque se encontraba de viaje cuando lo hicieron y no podía ir a comer con
ellas. Todavía este grupo no toma tal importancia, pero te aseguro que luego lo hará. El día de la juntada se encontraba en la casa de su tía con su familia. Estaba leyendo “A través de mi ventana” cuando le llegó un mensaje de Shai, éste decía que tal vez ella no podría ir a la juntada de Lupe, porque le dolía mucho el oído. A Lupe no le alegraba mucho la idea de que ella no vaya, pero su amiga no se sentía muy bien, y lo que Lupe quería más que nada es que ella se sintiera bien, así que pudo entenderlo. A pesar de todo, Shai no le confirmó que no iba a ir, así que había una pequeña posibilidad de que pueda ir. Al final todos sus amigos fueron, incluyendo a Shai, quién había llegado con Ange. Pasaron una muy buena tarde, se divirtieron mucho. Estuvieron en la piscina parte del tiempo, nadando, cantando, charlando, jugando, y en algunos momentos salieron para ir a la cancha de fútbol, para comer, o para jugar y caminar por ahí. Ahora sí, ahora el grupo anteriormente mencionado, el cual no había sido nombrado todavía, cobraría su importancia. Un día después de la juntada, Abi y Lupe hablaron, y se les ocurrió una idea, hacer de ese grupito de chicas, el GRUPITO DEL VERANO. Pasarla juntas, y de esa manera conocerse y volverse más cercanas. Fue así como se crearon nuevos lazos de amistad. Empezó como “Fasito Mañanero”, idea de la creativa Fio. Desde ese día, 14 de Noviembre de 2021, hasta el día de hoy, que estoy escribiendo estas palabras, hablan todos los días, se apoyan entre sí, se juntan bastante y tienen lindos días juntas. Me sorprende hasta a mí lo sano y lo duradero que parece ser ese grupo. Crearon una lista de planes de cosas que tendrían que hacer en el verano, cosas que esperan cumplir.
Una de las primeras veces que se juntaron la mayoría de las chicas del grupo fue para ver a Ange, Ine, Abi y Fio en una competencia de gimnasia. Las únicas que no pudieron ir fueron Isa y Juli. Las protagonistas no estuvieron allí para ver a Abi, pero sabían que lo había hecho muy bien. Para el momento en el que participaron Fio e Ine, Lupe ya estaba, vio toda su competencia, aunque Shai llegó junto con Ange un poco más tarde, vio igual una parte de la competencia y lo habían hecho muy bien también. Ya estaban habían competido todas y por eso pudieron ver la de Ange, ese día se había destacado mucho, había salido primera en dos de las tres instancias de la competencia. Luego de eso Abi, Fio, Lupe y otros de sus amigos fueron a la casa de Ine a comer unas pizzas y nadar en la piscina, aunque lastimosamente, Ange y Shai no pudieron ir. Algunas de las cosas que ya habían hecho y estaban en la lista fue salir a comer. Una de las últimas veces que se juntaron fueron a comer a la Trattoria después del liceo. Habían acordado encontrarse en el Salesianos, que es donde Abi estudiaba. Shai no fue a UTU ese día, por eso fue caminando desde su casa al punto de encuentro que habían acordado todas días antes. Eran los últimos días de clase, ese fue el penúltimo siendo concretos, por eso, Isa y Fio no asistieron ese día, por lo tanto no irían a comer, aunque de último momento Fio fue a la
salida para así poder ir, de modo que las únicas que no fueron ese día eran Isa y Ange, que aunque haya ido a clases no pudo ir. Lupe se quedó hablando un rato con Ine, Fio y Juli, hasta que vino su madre a buscarlas. Se bajó su hermano y se subieron todas a la camioneta, iban charlando hasta que vieron a Shai y Abi paradas al lado de un árbol en la puerta del Salesianos. Se bajaron y hablaron un rato, luego, las seis fueron caminando hasta la pizzería donde comerían. Allí hablaron muchísimo, chusmearon sobre compañeros de clase de cada una, hablaron de los signos y la quiromancia, temas en los que Shai era experta, incluso le leyó la mano a un amable mesero que las atendió muy bien esa tarde. Luego de comer, decidieron ir a lo de Abi, aunque antes pasaron por otros lugares, como la casa de Isa o la librería del tío de Fio. No solo nuestras protagonistas tienen un gran gusto por los libros, si no que sus amigas también. Pasaron unos minutos y decidieron volver al camino de la casa de Abi, en este hablaban sobre unas ideas que tenían de hacer un amigo invisible para navidad y regalar libros, o de hacer una especie de club de lectura en el fondo de la casa de Abi. En el camino Lupe se encontró a su tía y al padre de una amiga, por lo que cada tanto paraba a hablar con alguien, es que, como dije al principio de esta historia, Lupe es una persona muy sociable, y eso no era algo que sus amigas desconocían —Sos muy sociable boluda—Dijo Shai, a lo que Lupe respondió riéndose, al igual que algunas de sus amigas, las demás, confirmaban y mostraban su acuerdo con lo que había dicho Shai. Cuando llegaron a la casa de su amiga, fueron a su cuarto y todas se maravillaron con los libros que tenía Abi en su biblioteca, tomaron algunos y se fueron al fondo. Allí siguieron con sus entretenidas charlas, definieron un poco más lo del amigo invisible, y realizaron algunos sorteos fallidos, al final optaron por hacerlo mediante una aplicación, así las que no estaban presentes podían participar. Todas ya habían abierto sus sobres, menos Lupe, porque tenía el celular apagado, sin batería. Cuando llegó a su casa lo abrió, no te diré quién le tocó en este momento, lo sabrás más tarde, aunque si eres una persona en específico, ya te habrás enterado…
Todas pusieron su lista de cosas deseadas en el grupo, la mayoría pusieron libros, obviamente Shai y Lupe incluidas. Ésta última incluyó en su lista el libro número seis de la saga que tanto le, “Harry Potter y el príncipe mestizo” era uno de los únicos libros de la saga que no había leído todavía, mientras Shai los libros llamados “Al final mueren los dos” o “Boulevard”, éste último ya lo había leído pero quería tenerlo en físico. La próxima vez que se verían sería en menos de una semana. Fue la primera vez que se reunieron las ocho juntas desde que crearon ese grupo. Cumplieron uno de los objetivos que estaban en esa lista. Fueron a una pijamada en la casa de Ine. Las primeras en llegar fueron Juli y Lupe, pues venían de música con Ine. Luego llegó Abi, con su rica torta de chocolate que había preparado el día anterior. Varios minutos más tarde llegó nuestra otra protagonista junto a su mejor amiga. No mucho después, la madre de Ine fue a buscar a Fio a casa de sus abuelos, la cual no quedaba muy lejos, y luego llegó Isa. Estaban comiendo y charlando, cuando terminaron, jugaron a una serie de roles o un juego de actuación, para después hacer Tiktoks y luego volver a sus charlas, tan profundas como cualquier abismo que se encuentre más allá de las superficies. Fueron al cuarto de Ine, donde se acomodaron para dormir, aunque, ciertamente, no lo harían hasta ya muy tarde. Había tres colchones, dos de dos plazas y uno de una plaza. Principalmente se habían acomodado Ange, Fio e Ine durmiendo en la cama de ella, en el otro colchón de dos plazas, dormirían las protagonistas junto con Abi, en el último colchón, el de una plaza dormía Juli, e Isa… Isa dormía en el piso, no se quejaba, de hecho, ella fue la que solicitó dormir allí, aunque sus amigas sentían pena por ella y le ofrecieron un lugar en sus colchones en más de una ocasión, ella insistía en dormir allí. Se juntaron todas en una ronda y continuaron con sus charlas y jugando juegos como el conocido “yo nunca nunca” por un par de horas. Para el momento en el que decidieron acostarse, los grupos para dormir habían sufrido ciertas modificaciones, Fio terminó durmiendo con Juli y Abi con Ange e Ine, dejando a las protagonistas solas en el colchón. Ambas estaban muy cómodas, debido a que tenían mucho espacio de sobra, y eso, obviamente, no era algo que las molestaba. Estaban mirando una película hasta que a Lupe le atacó un poco el sueño y no llegó a notar cómo se le iban cerrando los ojos paulatinamente. Para cuando los
abrió las chicas estaban bastante revoltosas, excluyendo a Ange que estaba dormida, al igual que Shai, solo que ésta no estaba dormida del todo. El barullo llegó a tal intensidad que lograron despertar a Ange, quien no parecía dormida, si no desmayada sobre la almohada. Ésta se despertó riéndose a carcajadas, lo que produjo la risa de las demás. Estuvieron inquietas por un rato, hasta que decidieron dormirse por fin a eso de las 4:30. Ya habían despertado, todas estaban amontonadas en sus colchones, excepto ambas protagonistas, quienes habían descansado tan plácidamente. Fue la música que reconocieron como una de la banda de rock “ACDC” y los gritos de los vecinos lo que había logrado despertarlas. Hablaron un rato sentadas en los colchones hasta mientras esperaban a que se despertaran todas. Algunas se fueron a cambiar y otras fueron con pijama y todo a desayunar. Al comienzo, el desayuno estaba bastante callado, ya que todavía no estaban despiertas del todo, pero no tardarían de volver a la normalidad. Cuando terminaron de comer siguieron charlando hasta que sonó el timbre, habían venido a buscar a la primera. Se despidieron todas no sin antes haberse sacado unas fotos. Poco a poco se iban yendo todas, hasta que la siguiente conversación que tuvieron fue por el grupo de WhatsApp. Aunque en realidad, no estarían separadas por mucho tiempo, debido a que Fio las había invitado a ir al aniversario de un año de la librería de su tío, no fueron todas, pero claramente nuestras protagonistas, fieles a los libros, si asistieron. También habían ido Ine, Abi, Ori, la chica que fue con ellas a la pizzería aquel 30 de octubre, y Ari, amiga del colegio de Lupe y Fio. Para poder ir hasta allí, las protagonistas e Ine, irían a la casa de Abi, y de ahí partirían caminando. El evento comenzaba a las 21:00, por lo que tendrían que estar en la casa de Abi a las 20:30. Lupe fue la segunda en llegar, tras Ine. El reloj marcaba las 21:15 y Shai todavía no llegaba, y, tras llamarla unas veces, ella dijo que vayan hasta allí, ya que se retrasó. Lupe había llevado su dinero para comprar el libro de regalo del intercambio que harían días más tarde, aunque no sabía bien cómo hacerlo, ya que la persona que le había tocado estaría allí. Lupe, Ine y Abi ya habían llegado, y ahí se encontraron con Fio, Ari y Ori. Luego, un poco más tarde, Shai llegó. Jugaron y vieron libros todo el tiempo, la pasaron
muy bien. Fue Ari quien ayudó a Lupe a comprar el regalo en secreto y mantenerlo fuera de la vista de los demás. Las protagonistas siguieron hablando, como era de costumbre, tanto por el grupo como por privado, haciendo planes, hablando de películas y series, o cualquier otro tema que surgiera. Estuvieron planificando dónde sería el amigo invisible, y fue Lupe quién puso casa para poder reunirse. Se juntarían un día antes de navidad, cuando estés leyendo esto ya se habrán intercambiado los regalos y estas páginas estarían siendo exploradas por primera vez. Espero que hayas disfrutado de leer esta historia, así como yo también disfruté de escribirla y… de vivirla. Ciertamente, nunca te dije quién le había tocado a Lupe para el amigo invisible, aunque ya te deberías de haber dado cuenta, fue Shai. Yo, Lupe le regalé estas palabras a Shai, esta historia. Centrémonos un poco en mí, hablando en primera persona, siendo honesta, estoy agradecida de haber podido construir esta amistad, estoy feliz de decir que soy una de las protagonistas de esta historia. Pero la pregunta es, ¿por qué lo hice? ¿Por qué escribí toda la historia de mi amistad con Shai, siendo que ella también sabría cómo sucedió todo? La respuesta es porque ella se lo merece, desde que tengo memoria quise escribir un libro, me veo en mis recuerdos siendo una niña chica, sentada con una laptop en la mesa escribiendo narraciones inconclusas, porque sentía que no llegaba a nada, que no importaba nada si escribía para mí misma y luego guardar el documento y quede perdido por algún lugar de la computadora, pero lo que pasaba era que no tenía la motivación suficiente para poder hacer algo que me gustaba, aunque sea solo para mar el tiempo, nunca he estado tan motivada a hacerlo como lo estoy ahora, incluso mis ganas de leer habían decaído, fue Shai quién me motivó a hacer eso que siempre he querido, escribo para mí misma, y cuando lo leo, me gusta el resultado, me acerqué a los libros como lo era antes, pero sobretodo, me siento bien, me siento bien en el sentido de que mi vida va marchando bien, tengo amistades que se que valen la pena hacer lo que fuera, como quedarse redactando una larga historia hasta las 6:00 de la mañana, hasta ver el amanecer colándose a través de mi ventana. Sé que Shai está leyendo esto, así que me gustaría dedicarle unas palabras directamente
Estoy feliz de haberte conocido este año, nos falta mucho por recorrer, pero que sepas que ni siquiera Voldemort o alguno de sus mortífagos podrían hacer que yo termine esta amistad, porque esta podría ser como la de Raquel y Daniela, o la de Ron y Harry, o incluso la de Peter y Ned. Siempre estaré ahí, apoyándote, en las buenas y en las malas como Raquel estuvo para Ares cuando más lo necesitó, estaré para sostenerte cuando te caigas como Luke estuvo para Hasley, o para salvarte como Peter salvó a Mary Jane, no me olvidaría de las conversaciones que tuvimos y cada cosa que he redactado en esta historia ni aún así Dr. Strange lance su hechizo de olvido al mundo, serás mi boulevard, mi lugar para desconectarme del mundo para hablar sobre los libros y lo maravillosos que son. Como lector tienes suerte, pues puedo retroceder en las páginas y volver a verlo, pero yo tengo mucha más yo puedo buscar en mi memoria y revivir esos recuerdos. Lamento dejar la historia aquí sin más, sin un final concreto, pero debo ir a dormir para mañana poder terminar cada detalle de este regalo, tampoco se sentiría bien poner fin para cerrar esta historia sabiendo que no tiene final. Y ahora cierro mi laptop, esperando algún día volver a abrirla y así poder contarte las historias fascinantes de esta amistad.
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