Important Announcement
PubHTML5 Scheduled Server Maintenance on (GMT) Sunday, June 26th, 2:00 am - 8:00 am.
PubHTML5 site will be inoperative during the times indicated!

Home Explore los muros

los muros

Published by Emyart, 2022-06-01 03:25:33

Description: los muros, carta de suicida a un preso

Keywords: suicida,preso,depresion,ira,libertad,prision,tristeza,experiencias

Search

Read the Text Version

LOS MUROS CARTA DE SUICIDA A UN PRESO SOEL J.

SOEL J. BOGOTA, COLOMBIA mayo de 2022



Con la publicación de esta carta, no pretendemos dar la verdad absoluta sobre el existir o el vivir; tampoco pretendemos conseguir adeptos para ninguna religión. Se hizo con la firme intención de compartir información aprendida durante muchos años, por medio de experiencias, estudios psicológicos y espirituales.

Bogotá D.C. febrero 15 de 2019 Pensando y pensando en ti… Hola amigo. Te escribo para contarte que he descubierto que me encuentro en una prisión; mi vida en estos muros es muy parecida a la tuya. Al comparar tus muros y los míos me sentí en desventaja dándome cuenta que tienes muchos beneficios sobre mí. Cuando veo que estoy en peores condiciones, recuerdo que muchas veces he escuchado a la gente pregonar que estas emociones no son sanas, que son pecaminosas y no son permitidas por Dios. Pero ¿de qué me sirve Dios? ya me cansé de rogarle y de suplicarle por su ayuda, no me escucha ni atiende mis suplicas, se fue a cuidar de ti, a protegerte, a cuidar tu salud, a mimarte, a consolarte, a prestarte ayuda incondicional. Dios conmigo es diferente, me puso como tarea protegerme, sanarme y hasta me dejo una serie de reglas y leyes para que yo me someta a ellas. - ¡que absurdo juego! -. Por otro lado, también sé que en la cárcel te permiten ver a tu familia, a tus hijos, tu pareja y a tus seres queridos, se ocupan de tus alimentos y pese a que el juez que te condenó (y dejo en su lugar a unos señores que te impiden el paso para salir de allí “hacia lo que tú llamas libertad”) hay leyes que protegen tus derechos. Ahora te contaré como es mi prisión: Yo no tengo contacto con mi familia, casi no veo a mis hijos, ellos ya están muy grandes. Tengo tanto odio con mi familia -pero no porque me hayan hecho algo- solo que no son lo que yo espero que sean, no los soporto, verlos tampoco y si llegan a donde estoy, no estoy para ellos. Me parece que los hijos son complicados, hay que educarlos, estar con ellos, ocuparse de sus necesidades, darles amor y todo tipo de cuidados, en sí, velar por toda su existencia; no estoy para eso es mucha responsabilidad, mejor que no se acerquen a mí porque ya cumplí con traerlos al mundo, que se defiendan solos. En cuanto a las amistades, no tengo, no le veo sentido perder mi tiempo hablando y hablando con personas que desean compartir historias y anécdotas de su vida conmigo, luego me invitan a un aburrido almuerzo y no contentos con todo esto también quieren incluirme en todos sus planes -que ridiculez, me exasperan, están en peores condiciones que yo, ¿Y ellos por qué quieren invadirme? -. Conservo tu amistad porque sé que en tu situación no puedes asediarme

de esa manera. Prefiero alejarme de todos, por eso hace muchos años tomé la firme decisión de renunciar a ese absurdo juego de tener amistades. Respecto a la pareja, que no tengo, es a causa de muchas razones: No he encontrado a nadie que se pueda moldear como a mí me gusta que sea, tampoco he encontrado a nadie que se responsabilice de mis expectativas, caprichos y deseos, porque soy una persona con muchas ambiciones, tendría que darme todo lo que yo le exija, sin armar líos y sin protestar, teniendo en cuenta que tampoco me gusta que impidan llevar mi vida sexual como yo deseo - ¡que no me reprochen ¡-. Por eso tengo muchas parejas de ocasión que soporto solo por el momento. También dicen que no me alimento bien. Los médicos me ordenan consumir vegetales, frutas y legumbres -me harta todo eso- creo que eso es para animales; a las aves les gustan las frutas, que se las coman ellas y los gusanos que se coman las verduras -prefiero no comer-; si me alimento de otras cosas como harinas, grasas, etc., entonces “supuestamente” me van hacer daño y que eso me llevará a ser una persona de muy poca salud. Es por esto que detesto a los médicos, siempre ordenando exámenes, preocupados por mi salud, mandándome una cantidad de medicamentos que dan unas instituciones encargadas de suministrarlos. - ¿acaso quién creen que soy? - A propósito y ahora que pienso en animales lo primero que llega a mi mente es que son un desagradable error de la naturaleza, no sé en qué momento se le ocurrió a Dios crear tanta deformidad, como los caballos, vacas, cerdos, cabras, pollos, etc., y los llamados animales domésticos, perros, gatos, ratas o como vulgarmente los llaman “Hámster”, nombre que eligieron para no asquearse de tan despreciables seres - de solo pensar en ellos me da fastidio-, llenos de pelo, oliendo feo, con formas raras que uno no entiende que son, me producen pánico, me causan mucho fastidio, me da todo tipo de alergias, evito pensar que existen. Por otra parte, sabes algo, ya no soporto la soledad en la que vivo, no te imaginas lo que se siente estar en esta prisión, hasta el sol me ha abandonado, si me acerco a él se retira; ya no disfruto de un amanecer, de un atardecer, de un día de lluvia, ni la puesta de sol. No hay nada que me haga sonreír, no me soporto, quisiera escapar de mí, ya ni el dolor me duele, no quiero estar cerca de nada ni de nadie. Creo que tengo el alma rota, quizás en algún momento murió (¿por qué no me di cuenta?, pensándolo bien será que murió en mi niñez, en mi adolescencia, ¿cuándo sería?). Quisiera morir, pero como hago si hasta me da miedo atentar contra mí,

aunque suene irónico. Quisiera estar en tu lugar porque tú por lo menos sabes que tienes un tiempo definido para estar ahí, no importa cuanto sea, pero lo tienes, yo no tengo un tiempo definido, no tengo ninguna esperanza de salir de esta prisión. Solución no veo, mi mente se cerró, no me sirve para tomar una decisión y repito, quisiera estar en tu lugar. Desde donde estas al menos tienes la visita de la lluvia y el sol, tienes suficiente tiempo para observarte, estar contigo mismo, para contar los huesos que forman tu sistema óseo, admirar tu sistema circulatorio, todos tus órganos, tu sistema glandular (que creo tiene conexión con Dios mismo ¡qué maravilla ¡), disfrutar al sentir, el fluir de la vida en el palpitar de tu corazón, darte cuenta que todo el universo vive dentro de ti (que fortuna tienes hasta Dios se recrea dentro de ti). Y así el día que se cumpla tu sueño de salir, podrás gozar de tanta libertad como jamás lo imaginaste porque ya habrás aprendido su inmenso valor. En cambio, yo pierdo cada día la noción de quién soy; sé que no te estoy hablando solo de mí, te hablo de hombres y mujeres que compartimos la misma prisión que construimos dentro de nosotros mismos, con muros tan fuertes que nada ni nadie pueden derribar; ¿Cuántas personas están igual?, yo diría que el 70 por ciento de los que estamos acá afuera donde tu deseas estar “ese lugar al que tú le llamas libertad”. Otra consecuencia de vivir en esta prisión es que nuestra propia mente es nuestro juez y cada día se ensancha en condenarnos; los señores que nos impiden el paso para salir de allí, son el odio, la sed de venganza, el miedo, el sufrimiento por no lograr que las cosas sean como esperamos que sean, nuestra ira por no poder cambiar el mundo, ni las realidades que en cada momento y en cada situación se nos presentan; el registro del dolor y del sufrimiento que llevamos dentro (desde mucho tiempo atrás) por todos los fracasos obtenidos en la vida. Nuestros sueños, nuestra paz, nuestra alma y nuestro ser, se encuentran atrapados ahí. Muchos nos miramos unos a otros como si tuviéramos ráfagas de proyectiles en los ojos para acabar con quien sea, por eso nuestro rostro habla a los demás del desagrado hacia nosotros mismos. Sin embargo, hay una solución, te sorprenderás con lo que he escuchado: Dicen algunos que saben, que estos muros sólo se derrumban con algo que se llama “amor” y es precisamente con el “amor a sí mismo”; pero ¿dónde y cómo se consigue?, acaso lo venden en un laboratorio o

¿qué cosa es? Como quiera que sea me seduce su inmenso poder, creo que solo descubriéndolo encontraré mi libertad. ¡Ah! mira, también descubrí algo que nos identifica: tú esperas libertad, yo en cambio cada mañana despierto con ansias desesperadas por descubrirla; debe ser algo muy bueno, debe ser sublime llevar la libertad dentro de uno, saber que nos pertenece, que somos dueños absolutos de ella, que solo cada uno de nosotros la puede conservar y cuidar de no entregarla a nuestros enemigos internos; cada día y a cada instante nos asechan para arrebatárnosla y destruirnos. Como me pasó a mí que fui muy frágil; constantemente me dejé debilitar por pretender no contrariar a nadie, siempre pretendí ser lo que mucha gente esperaba que yo fuera, quise agradar, tener la admiración de los demás y no sentir nunca el rechazo, hacer lo que esperaban de mí; pero luego no supe dónde quedó mi propia admiración, dónde quedo el agrado por lo mío. Así me acostumbre a creer que era más importante todo lo que me rodeaba, no lo que yo soy. - ¿por qué entregue mi libertad?, ¿por qué busque identificarme con tanta ambigüedad y con tanta confusión? -. Además, me deje de lado, nunca pregunte ni me preocupe por descubrir lo que realmente soy, lo que deseo, lo que pienso, ni siquiera mis pensamientos han sido propios, siempre creí que lo que pensaban los demás era lo correcto, en pocas palabras anulé mi ser y olvidé totalmente quien soy. A causa de todo este rechazo y anulación, empezaron a pugnar dentro de mí, el odio, la angustia, mi propio repudio y otras emociones negativas que fueron creciendo cada día más dentro de mí, llevándose mi libertad, encadenándome a una vida destruida, vacía, de mucho dolor y de todo tipo de sufrimiento. (¿por qué cree estos muros?, ¿será que alguien lo hizo, alguien me encerró?, ¿quién me hizo tanto daño?, -yo creo que fueron mis padres, mis hermanos o alguien de la familia-). Ahora quiero contarte que creo saber dónde empieza tú dolor y es en el momento en el que descubres que al igual que a mí, tú también te dejaste de lado y justo cuando te privaron de tu libertad física empiezas a descubrirte a ti mismo, descubrir que tienes una mente creadora, que te permite construir todo lo que deseas vivir, bueno o malo, pero cada quien a través de su mente está creando lo que está viviendo.

Como sea, y ahora que lo pienso, veo que no solamente tú gozas de tantos privilegios, que todos los humanos somos iguales, nadie es superior, ni inferior a otro. Anteriormente pensaba y pensaba en ti, ahora pienso en mí, y he descubierto que a uno nadie le hace daño, a uno nadie lo encierra en muros ni en prisiones; es uno mismo quien crea una vida de desgracia, de tormentos y después no sabemos salir de ahí, entonces, porque buscar culpables afuera si cada quien es responsable de todo lo que vive. Recuerdo, que en mis primeros años me sentía totalmente feliz, libre y gozaba de mucha dicha; me enlodaba, me bañaba en la tierra, gritaba de dicha por la caída de un rayo, disfrutaba bañándome en la lluvia, no sabía cocinar, pero me gustaba intentarlo, con un cuchillo cortaba las verduras para ponerlas a cocinar, me gustaba crear en la cocina; era alegre, disfrutaba de la espontaneidad al hablar y al actuar, gozaba de jugar y arrastrarme por el barro con cualquier animal o con los demás niños. Pero poco a poco me fui perdiendo, fui perdiendo lo que sentía, porque era más fuerte todo lo que en mi entorno decían. Fui aprendiendo que tenía que pertenecer a un grupo social, a una religión o un sistema político, que mi pensamiento no tenía validez y que tenía que pensar como pensaba la sociedad. Aprendí que enlodarme dañaba mi imagen (¿y de qué me sirvió tanta pulcritud?), tampoco me sirvió que me dijeran que no podía acercarme a la cocina porque me quemaba o me cortaba, para lo único que me sirvió fue para llenarme de miedos y de prejuicios, los mismos miedos y prejuicios que me enseñaron con los animales, los rayos, la lluvia y con todo lo que me hacía feliz. Con todo esto se empezaron a crear los cimientos de los muros que más adelante me atraparon de manera sutil y silenciosa sin que yo me diera cuenta. También olvide que es bonito tener metas, proponernos grandes cosas, como la ilusión que tenia de crearle un vestido a la cucaracha que veía pasar todos los días, porque lo que siempre escuchaba es que eran feas, sucias, peligrosas porque causaban enfermedades y además que eran detestables - ¡Que absurdo tanta estrechez mental! -. Ahora que lo pienso, el concepto de feo, bonito, peligroso, enfermizo, dañino es solo de humanos. Al observar a los animales veo que cada especie tiene una misión que cumplir en la tierra y que cada uno de nosotros fuimos creados con suficientes defensas para acercarnos a cualquier animal y en general para todo.

Amigo me gusta mucho escribirte porque cuando pienso en tu prisión mi mente me lleva a reflexionar acerca de la mía ¿Por qué sucederá esto? será porque siempre tengo mi mente distraída en los nuevos medios tecnológicos que muchos utilizamos tontamente para olvidarnos de nosotros mismos, es más, siempre estoy buscando como distraerla en cualquier situación que se desenvuelva fuera de mí. Como quiera que sea me causa dolor al descubrirme, pero es un dolor bueno y me llena de valor; me creerías si te digo que ese dolor me da la fuerza necesaria para tomar las decisiones que antes no podía y las que me podrían ayudar a encontrar la salida de mi prisión. En caso contrario a causa de mi ignorancia y odios internos, no sabría reaccionar ante alguna situación que requiera de mi reflexión o mi razonamiento y así podría generar inconscientemente una dura experiencia la cual me llevaría a los muros físicos en donde tu te encuentras en este momento. De esta otra manera y aún más dolorosa se podría alcanzar ese nivel en el que te encuentras de valorar la libertad, de ser tú mismo sin condicionamientos externos, ni falsas creencias, para llegar a ser una persona de gran crecimiento, porque tengo entendido que cada ser humano crea sus experiencias de acuerdo con lo que necesita aprender para dejar de sufrir y desarrollar cada día más eso que llaman amor; porque esa es la única meta para toda nuestra raza humana, crecer y crecer, liberarnos de lo que nos aleja de los demás seres humanos y de nosotros mismos, por lo tanto cada quien es dueño de sus propios pensamientos y no nos corresponde moldearnos al antojo de nadie. Mostrarnos como lo que somos, verdaderos seres diferentes unos de otros y llenos de luz. SOEL J.

[email protected] [email protected]


Like this book? You can publish your book online for free in a few minutes!
Create your own flipbook