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Antología III

Published by SERVICIOS GRAFICOS, 2022-01-26 09:28:30

Description: Antología III

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Antología Vuelos Insomnes III Poesía - Narrativa Artes Plásticas 67

Jorge Vicente Eneas Piccoli nació el 24 de abril de 1970 Es abogado de extensa trayectoria en la función públi ca ejerciendo responsabilidades en organismos provinciales y municipales. Organizó el 8vo. Congreso de Historia de los Pueblos para el Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires (2001). Trabajó en el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires. Fue Secretario de Promoción Social y Políticas Cultu rales del Municipio de Ituzaingó (2011- 2017). Fue concejal de Ituzaingó en dos períodos (2007 - 2011 y 2017 - 2021). Como Concejal de Ituzaingó presidió la Comisión de Cultura y Educación del HCD. Aunque escribe desde hace tiempo esta es la primera vez que publica uno de sus cuentos. 68

Las Campanas y una Bendición de San Juan Pablo II Es normal en mí, tener presente recuerdos, distintos momentos que fueron dejando enseñanzas o vivencias que también se unen al afecto hacia las personas con quienes los he coprotagonizado. Historias de todo tipo me han dejado enseñanzas, recuerdos y experiencias a la hora de resolver situaciones difíciles de la gente o de las instituciones. En los años de inicio del siglo XXI, la madre de una amiga, cada vez que un viaje de trabajo se iniciaba, solía decirnos antes de partir: “Que la sangre de Cristo los cubra…” y luego de esa especie de bendición, con el equipo de trabajo nos disponíamos a viajar hacia algún municipio del interior de la provincia de Buenos Aires. Esa expresión se argumenta en que la “Sangre de Cristo” tiene el poder de purificarnos de los pecados. Por el derramamiento de su preciosísima sangre obtuvimos el perdón, la sanación y la salvación. LA MOTIVACION: MOTOR DE LA VOCACIÓN Las problemáticas que aquejan a la sociedad suelen tener como características motivaciones y aspectos morales y religiosos que no pueden soslayarse sin su encuadre, acorde a la gente que las profesa. Pero más allá de quienes profesen o no una religión, siempre digo que la religión es ordenadora de una sociedad. Hay liderazgos que marcaron un rumbo e influyeron en mi con sus ejemplos desde la juventud. Es conocida mi devoción por su Santidad el Papa Juan Pablo II cuyo nombre era Karol Wojtyla. 69

Antología Vuelos Insomnes III Había nacido en Polonia el 18 de mayo de 1920. Asumió su pontificado el 16 de octubre de 1978 hasta su fallecimiento a la edad de 85 años, el 2 de abril de 2005 en Ciudad del Vaticano. Fue el Papa número 265 que gobernó a la Iglesia Católica durante 27 años. Juan Pablo II ya había establecido al año 1985 como año Internacional de la Juventud y siempre les hablaba a los jóvenes diciéndoles que son la esperanza del mundo y de la Iglesia, que la juventud es la etapa en la cual se forja el proyecto de vida. Nos impulsaba a que trabajáramos acompañados por el trato con Cristo. También recuerdo una frase que siempre hacía sonar en sus alocuciones: “…No tengáis miedo. Seguid a Cristo…”. Fue él quien estableció la realización de las jornadas mundiales de la juventud en distintos puntos del planeta y organizó el Jubileo del año 2000 para recibir al tercer milenio. A poco de su llegada al Papado ya había mediado entre Argentina y Chile sobre el diferendo en el canal de Beagle, pero en aquella ocasión envió en diciembre de 1978 a su representante, el Cardenal Antonio Samoré. En Argentina estuvo de visita en dos oportunidades. La primera fue cuando llegó al país el 11 de junio de 1982 para bregar por la Paz ante el conflicto bélico entre nuestro país y el Reino Unido por la soberanía sobre las islas Malvinas. En esa oportunidad cuando se dirigía hacia la basílica de Nuestra Señora de Luján llegó en vehículo hasta la estación de tren en la localidad de Morón para abordar la formación ferroviaria que lo trasladaría a la ciudad de Lujan. Fue esa vez cuando en su trayecto pasó por la estación de Ituzaingó y allí esperábamos su paso al borde de las vías donde reci 70

bimos una primera bendición desde el vagón que lo transportaba. Luego nos visitó en 1987 y su estancia fue de siete días en los que recorrió gran parte de nuestro país. Fue en el marco de una gira que realizó por Latinoamérica. El cierre del recorrido por Argentina fue con una misa el domingo 12 de abril en la 3er. Jornada Mundial de la Juventud que se celebró en la Avenida 9 de julio. A doce días de cumplir dieciocho años me preparaba para vivir otro momento maravilloso. Por entonces me encontraba cursando mi último año de escuela secunda ria en el Instituto San Antonio, un colegio Franciscano muy caro a mis afectos. En los días previos al encuentro mundial de la Juven tud con Juan Pablo II me convocaron para colaborar con la organización y para ser parte del cordón humano que se ubicaría en los laterales de la avenida 9 de Julio para custodiar el paso del Papa Móvil que trasladaría a Su Santidad hasta el altar que se encontraba en la esquina de 9 de Julio y Avenida Santa Fe. Mi lugar estaría a la altura del Teatro Colón. Llegado el día todo se desarrolló con total tranquilidad. El sol brillaba plenamente y el orden fue respetado más allá de que hubo una concurrencia estimada en un millón de personas. Y llegó el momento esperado. La comitiva comenzó a pasar por delante nuestro como en un desfile, una cantidad de motos y automóviles que escoltaban al ilustre huésped. El Papa se acercó y pasó ante nosotros y a pocos metros, ya que entrelazado con los codos de mis compañeros manteníamos alineado el cordón. El Papa móvil, pese a su blindex y con las puertas de atrás abier tas, dejó ver a su paso la bendición que nos impartiera 71

Antología Vuelos Insomnes III Su Santidad. Esa segunda bendición me generó gran emoción mientras observaba cómo luego se alejaba con su “capa roja” en dirección al altar principal. Desde entonces comencé a seguirlo en sus mensajes y enseñanzas. Con el tiempo y desde los comienzos de mi militancia política también lo seguí en su pensamiento y acción frente a distintas situaciones internacionales, ya que más allá de los asuntos espirituales tenía un gran desempeño en los temas vinculados a la geopolítica y gran influencia en los procesos de cambio de aquellos años. Este aspecto de la vida de Juan Pablo II lo terminé de internalizar cuando tuve la oportunidad de asistir a una reunión de la Comisión de Niñez y Juventud del Parlamento Latinoamericano (PARLATINO) en Cuba. Fue en ese momento que fuimos invitados a una conversación con Fidel Castro la noche del 13 de noviembre de 1997 en el Palacio de la Revolución donde, Castro, dedicó gran parte de su charla a la visita que Juan Pablo II haría a la Habana en enero de 1998. Recuerdo que luego de ponderar de sobre manera a Su Santidad, el líder de la Revolución Cubana fue enfático cuando nos dijo que: “…Recuerden lo que les digo hoy. A ese hombre cuando se muera lo van a hacer Santo”. Así sucedió. Juan Pablo II fue beatificado (es cuando un difunto, con virtudes previamente certificadas puede ser honrado con culto) en enero del 2011 por Benedicto XVI, el Papa que lo sucedió. Tiempo después este último renunció al Papado y fue sucedido por el argentino Jorge Bergoglio quien adoptó el nombre de Papa Francisco. 72

El 5 de julio de 2013 el Papa Francisco firma el decreto que canoniza a los Papas Juan Pablo II y Juan XXIII. La ceremonia de canonización como Santos se realizó en la Ciudad del Vaticano el 27 de abril de 2014. EL ACCIDENTE Y UN MILAGRO Era el 2 de abril del año 2005 y en horas de la madrugada regresaba con mi familia de una cena en Capital Federal. En el automóvil Ford Escort venía yo sentado al volante y mi hijo de cuatro años y su madre sentados detrás. Todos con nuestros cinturones de seguridad colocados debidamente. Me dispuse a subir a la autopista a la altura del barrio de Liniers. Prácticamente no había casi circulación. Pocas horas antes habían anunciado el fallecimiento del Papa Juan Pablo II (a las 21:37). La radio encendida comentaba en forma permanente la noticia. Yo venía pensando y rezando por su eterno descanso. La noticia, si bien se sabía que el desenlace era inminente, no la esperaba ya que pocos días antes había salido al balcón ante la Plaza de San Pedro, pese a la traqueotomía que le impedía hablar Es en ese momento cuando me incorporé a una autopista totalmente vacía, continué en el carril lento de la derecha y a una velocidad entre lenta y moderada dado el reciente ingreso a la pista. Fue en ese momento que observé por el espejo retrovisor un bólido blanco sin luces y a alta velocidad que se aproximaba a nuestro vehículo por el mismo carril. Vi en el espejo que la imagen se acrecentaba sin pausa hasta que impactó en la parte trasera. Mi auto detuvo su andar instantáneamente, con el motor aún encendido. El vehículo que nos había impactado, luego 73

Antología Vuelos Insomnes III del choque patinó hacia la izquierda, se despegó de nosotros y siguió su rumbo por inercia quedando detenido en el medio de la autopista mirando hacia Lujan a unos 100 metros aproximadamente de distancia de donde quedamos varados. En segundos pasé de pensar en Juan Pablo II a pensar en mi familia y giré con angustia hacia atrás y para mi grata sorpresa me encontré con que estaban ilesos aunque con el shock que generan este tipo de situaciones. No entendía que era lo que había pasado. El des concierto era grande. Prendí las balizas sabiendo que las de atrás no deberían funcionar. Nuestro automóvil funcionaba pero tenía trabadas las ruedas traseras por el impacto. Eso lo comprobé cuando bajé para sacar de baúl las balizas manuales y vi que ya no existía el baúl. Había quedado terriblemente aplastado y hacia abajo. La cabina y la luneta trasera habían quedado milagro samente intactas. Los ocupantes no sufrimos ninguna lesión. Me preocupé porque no podía señalizar y advertir a otros vehículos de la situación. En ese momento se acercaba una patrulla de la policía a quienes les hice señas con los brazos y se pusieron detrás de nuestro automóvil con sus luces de emergencia a la vez que llamaron a los equipos de la autopista. A los pocos minutos había un ejército de personas con ropa refractaria y dos ambulancias que felizmente ni nosotros ni la mujer alcoholizada que manejaba el Fiat 147 blanco y sin luces que nos envistió, llegamos a necesitar. Si hubiesen visto como quedó la parte trasera del automóvil en el que nos desplazábamos seguramente coincidirían conmigo de que fue un verdadero milagro yo así lo consideré como una tercera bendición originada en el Papa recientemente fallecido. 74

DE CAMPANAS Y BENDICIONES El 2 de mayo del año 2019 asumo un nuevo rol en mi desempeño como funcionario público que me ubica a cargo de la Delegación Ituzaingó de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires. Mi designación abarcaba los partidos de Hurlingham, Morón, Ituzaingó, Merlo, Moreno y General Rodríguez. Mientras Morón estuvo dentro de nuestro alcance regional, se nos planteó un desafío interesante. QUE LLEGUEN LAS CAMPANAS En Marzo del año 2020 y ante la pandemia mundial que se desencadenó por la presencia dañina del Corona Virus, el país entró en un Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio. En los primeros días de agosto del mismo año se comunicó a mi teléfono un amigo que se desempeña como Director General de la Subsecretaría General de la Presidencia de la Nación. Me contó que en los primeros días del año le solicitaron colaboración en orientar a una Parroquia de Avellaneda para que se formalizara la entrega de una Virgen cuya imagen estaba en los depósitos de la Aduana de Buenos Aires. El sacerdote esperaba contar con la presencia de la virgen en las futuras celebraciones de la Parroquia. Hecha la tramitación correspondiente, lo que habitualmente solía tardar no menos de quince días, se resolvió en cuarenta y ocho horas. Fue en esa tramitación donde mi amigo se enteró que en igual situación se encontraban unas campanas y un equipo de sonido que constituían una donación para el 75

Antología Vuelos Insomnes III Obispado de Morón que estaba sin concretarse desde el año 2013. Entonces me pidió que averiguara sobre las razones por las que no pudieron ser retiradas. Entonces le pedí a una de mis colaboradoras del equipo de la defensoría que está en contacto con el Obispado que me generara una reunión y así comenzamos a trabajar en el tema. Fue en agosto de 2020 que al ponerlos en recuerdo de esta situación, el Obispado le pidió a nuestra Defensoría del Pueblo Provincial a través de la Delegación Ituzaingó a mi cargo, orientación para terminar las tramitaciones necesarias y que se lograra la entrega pendiente. Iniciamos las gestiones ante la Dirección General de la Subsecretaría General de la Presidencia de la Nación y se pudo construir un puente de acciones entre la Aduana y el Obispado de Morón y así concretar la llegada de las Campanas a la Parroquia San José de la localidad de Morón (Lado Sur). Dichas Campanas fueron donadas por una iglesia de Polonia gracias a una gestión del Padre Casimiro Lorencowich, quien se desempeñaba en esos años en la Parroquia San José. Finalmente llegó el viernes 21 de mayo del año 2021 cuando el Presbítero de la parroquia San José JACEK ZIELINSKI (conocido como Padre Jacinto) debió presentarse en los depósitos de la Aduana a retirar dos campanas (una con la inscripción Beato Juan Pablo II y otra con el nombre del fundador de la congregación de los Miguelinos) y un equipo de sonido con micrófonos y altavoces para procesión. Al llegar las campanas fueron ingresadas frente a dos grandes imágenes: la del Santo San Juan Pablo II y otra de su Santidad , el argentino, Papa Francisco. 76

De esa manera la Diócesis de Morón y el Obispo Jorge Vázquez pueden ver ocho años después el obje tivo cumplido y seguramente que a la brevedad esas campanas podrán estar tañendo en las alturas del lugar. LA NUEVA BENDICIÓN El día estaba frío y lluvioso. Con alegría el Padre Jacinto de la Parroquia San José me invitó a tomar un café en agradecimiento por las gestiones realizadas. Yo seguía sorprendido por haber encontrado en el frontispicio de la Parroquia una hermosa gigantografía de Juan Pablo II con la “capa roja” que recordaba de la bendición de 1987. Entré a la casa parroquial junto al Padre Jacinto y los dos colaboradores que ayudaron a bajar las campanas del transporte en que venían y mientras el Sacerdote molía el café que luego prepararía me comentó su alegría por la coincidencia del día ya que estaba cumpliendo 21 años de sacerdocio. Inmediatamente caí en la cuenta de que el padre estaba cumpliendo 21 años el día 21 de mayo del año 2021. Pero mientras conversábamos usando el tapabocas co rrespondiente y manteniendo las medidas de distanciamiento, giré mi cabeza hacia la izquierda y vi una foto muy grande del Papa Juan Pablo II y otros portaretratos del mismo pero en sus años jóvenes colgados en la pared. Al preguntar el porqué de tantas imágenes del santo en el lugar, el Padre Jacinto me habló de su admiración, de que lo había conocido en Polonia pero que si bien no tuvo oportunidad de hablar con él siempre lo siguió. Fue en ese momento que uno de los muchachos comentó que en el lugar había una reliquia de primer grado 77

Antología Vuelos Insomnes III (considerado así por contener un fragmento del cuerpo del Papa) y sentí una sensación especial. Pregunté si podía verla, pensando que era un objeto y mi sorpresa fue grande cuando el Padre Jacinto puso en mis manos una estatuilla de bronce de San Juan Pablo II sosteniendo un barquito que en sus velas tenía un pequeño relicario que contenía “una gotita de sangre” de Karol Wojtyla. Seguidamente el Padre Jacinto tomó la estatuilla y me bendijo con ella, siendo para mí la cuarta bendición. Luego me obsequió un rosario con los colores papales y las imágenes de San Juan Pablo II y del Papa Francisco. Sentí una emoción muy profunda que no puedo describir. 78

Antes de alejarme del lugar, me acerqué al oratorio donde estaba apoyada nuevamente su reliquia y donde también se encontraba una reliquia del recientemente santificado Cura Brochero. Recé con gran intensidad ante ellos, para que “su sangre nos cubra” y para que quienes me ayudaron a concretar ese momento, como así también mi hijo, mi pareja, mi familia, mis amigos, mi país y todos mis seres queridos, podamos sentirnos felizmente bendecidos. AMÉN. 79

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