ITUZAINGÓ Y LA SEGUNDA FUNDACION Proyecto GENESIS 2000 1872 y 1994
Provincia de Buenos Aires. Instituto Cultural. Dirección Provincial de Patrimonio Cultural. Archivo Histórico “Dr. Ricardo Levene” Publicaciones del Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires Contribución a la Historia de los Pueblos de la Provincia de Buenos Aires. ITUZAINGÓ Y LA SEGUNDA FUNDACION Proyecto “GENESIS 2000” 1872 y 1994 Jorge Piccoli Programa de Apoyo al Desarrollo de los Archivos Iberoamericanos (ADAI) Asociación Amigos del Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires La Plata 2004
° Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires “Dr. Ricardo Levene” Pasaje Dardo Rocha, calle 49 N° 588 2° piso – La Plata (1900) Tel/fax. 0221-4824925 Correo electrónico: [email protected] ° Asociación Amigos del Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires Pasaje Dardo Rocha, calle 49 N° 588 2° piso – La Plata (1900) Tel/fax. 0221-4824925 Correo electrónico: [email protected] Impreso en: By Tonner de Digital Grafic S.R.L. Calle 6 Nº 770. Tel: (0221)425-7747. La Plata. Provincia de Buenos Aires Enero de 2004 Todos los derechos reservados. No puede reproducirse ninguna parte de este libro por ningún medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopiado, grabado, xerografiado o cualquier almacenaje de información o sistema de recuperación sin permiso de los organismos oficiales que lo han editado.
PROVINCIA DE BUENOS AIRES Ing. Felipe Carlos Solá Gobernador Dra. Graciela María Giannettasio Vice Gobernadora Arq. María Cristina Álvarez Rodríguez Presidenta del Instituto Cultural Prof. Juan José Ganduglia Director Provincial de Patrimonio Cultural Dr. Claudio Panella Director del Archivo Histórico
PROLOGO Arq. María Cristina Alvarez Rodríguez, Presidenta del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires Para entrar en el décimo año del nacimiento de Ituzaingó como municipio (1994-2004) no hay mejor forma de recordar aquel histórico momento, que ver volcado en estas páginas todo el esfuerzo que sus pobladores pusieron desde décadas pasadas. En este caso y con la concreta cooperación brindada por el programa de Apoyo al Desarrollo de los Archivos Iberoamericanos (ADAI), del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España, se enriquece el trabajo de nuestro Archivo Histórico \"Dr. Ricardo Levene\" en la preservación de la historia de los pueblos de la provincia de Buenos Aires. El aporte de Jorge Piccoli (h), refleja con objetividad y fundamento, el camino desandado por quienes buscaron prosperidad para los ituzainguenses, toda vez que, conocer el pasado y preservar la memoria, hacen que la identidad de un pueblo se proyecte hacia las generaciones futuras. El Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires hoy a mi cargo se complace en compartir con ADAI el deseo y la acción de organizar, conservar y difundir el acervo cultural iberoamericano. Acompaño así el trabajo del autor, sostenido en la base de que la identidad seguirá reflejándose en nuestra historia, trascendiendo las fronteras políticas y ensanchándose en la patria común de la cultura.
PRESENTACION Dr. Claudio Panella Director del Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires El Archivo Histórico de la provincia de Buenos Aires tiene entre sus funciones la de difundir su patrimonio documental como así también la de fomentar los estudios sobre la historia local y regional bonaerense. Desde su creación en 1925 a instancias del Dr. Ricardo Levene, ha publicado más de noventa libros sobre historia de los pueblos y partidos de la Provincia, procesos históricos regionales, catálogos, índices y transcripciones documentales. Continuando con esta política de divulgación, en esta oportunidad gracias al aporte económico brindado por el Programa de Apoyo al Desarrollo de los Archivos Iberoamericanos (ADAI), el Archivo Histórico atiende a un doble criterio. Por un lado, reedita obras totalmente agotadas, por el otro, da a conocer nuevos aportes en el campo de la historia local y provincial. El libro que aquí se presenta perteneciente a la serie Contribución a la Historia de los Pueblos de la Provincia de Buenos Aires, es un trabajo que viene a abordar la creación de un municipio del conurbano bonaerense cuya rica historia se remonta a 1872, cuando el pueblo de Santa Rosa, que por usos y costumbres se denominó Ituzaingó, nació en el seno del partido de Morón. El esfuerzo de los vecinos en pos de su separación de aquel, fructificaron luego de casi medio siglo de constante lucha al lograr Ituzaingó convertirse en municipio en 1994.
DEDICATORIA A mis padres Elisa y Jorge, forjadores de mi vida. A Eli y Federico, mi familia soñada y amada. A mi hermana querida, que junto a su familia es luchadora de alma. A mis sobrinos Nehuen, Suyai y Aucán, por quienes trabajo para un futuro mejor. A mis amigos, que siempre estuvieron a mi lado en los momentos más difíciles. A las Cristinas (madre e hija) y a Miguel, porque confiaron en mí en un momento importante de mi vida... y a Alma que recién llega!, por quien también trabajaremos para dejarle, como a todos los pequeños, un mundo mejor. A la JuLaD y a los amigos del Parlamento Latinoamericano, por abrirme las puertas y dejarme ser parte del trabajo por Latinoamérica. A la memoria de Blanca G. de Baravalle y Omar Lima Quintana, quienes velaron por mi educación. A la memoria de Eduardo Espíndola, Enrique Bataller y Luis Parola, que aunque hoy ya no estén, los llevo en el corazón porque pudimos vivir juntos el momento soñado. A Ituzaingó, mi lugar!
AGRADECIMIENTOS A Oscar y Carlos Raúl Alvarez, por convocarme para este trascendente hecho histórico. Al Archivo Histórico y su Director Claudio Panella, por ofrecerme esta oportunidad. A los que integraron la Asociciación Pro Autonomía de Ituzaingó, por confiar en mí desde el primer momento y ayudarme en este trabajo, Horacio Di Napoli, Rosa Delissage, Antonio Alfonso y a Nelida de Espíndola. Al Museo Clarisse Cloumbié de Goyaud, por el auspicio y el apoyo de siempre. A mi madre y a Marianela y Rodrigo Torre por colaborar en esta publicación.
EL AUTOR Jorge Piccoli (h) a los 33 años es un destacado investigador que ha demostrado sus cualidades en el manejo de las relaciones institucionales y públicas. En mayo de 1993 fue contratado por el Consejo Federal de Inversiones para el proyecto \"GÉNESIS 2000\", como asesor de la provincia de Buenos Aires para la coordinación y seguimiento en el análisis integral del conurbano bonaerense. Cumplió funciones en el Congreso de la Nación entre 1993 y 1999. En el año 2000 se desempeñó en el Instituto de Investigaciones Históricas \"EVA PERÓN\". En 2001 fue uno de los organizadores del \"Octavo Congreso de Historia de los Pueblos\" para el Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires. En el mismo año trabajó para la presidencia del Instituto de Previsión Social bonaerense. En 2002 ejerció la Secretaría Privada de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Buenos Aires, a cargo de la Arq. Cristina Alvarez Rodríguez y luego fue convocado por el Subsecretario Miguel Cuberos para ejercer la Dirección de Planificación y Análisis de Estudios y Proyectos en Relaciones con la Comunidad, del Ministerio de Seguridad provincial. En 2004 es funcionario del Ministerio de Desarrollo Humano y Trabajo. En el marco del Parlatino (Parlamento Latinoamericano) participó como observador en las reuniones de la Comisión de Niñez y Juventud que se llevaron a cabo en Uruguay, Brasil, México, Perú, Ecuador, Chile y Cuba, como presidente que es de la JuLaD (Juventud Latinoamericana por la Democracia). En 1997 y en ocasión de una reunión del Parlatino en Cuba, tuvo un encuentro con el presidente Fidel Castro e impulsó la idea de establecer una filial de la JuLaD en la isla. Inició sus estudios de abogacía y licenciatura en seguridad en la Universidad de Morón. En 1998 viajó a Estados Unidos donde asistió a una intensa capacitación sobre Federalismo Americano y Gestión de Gobierno, Relaciones Internacionales y Seguridad, desarrollados en las Naciones Unidas y la Alcaldía de Nueva York, en la Casa Blanca y el Congreso Nacional (Washington D.C.), en la gobernación del Estado de Delaware y la legislatura de Philadelphia; organizado por la Fundación Meridian International Center. Ha publicado notas, artículos y entrevistas como: \"Formar Jóvenes con valores: ¿El desafío de fin de siglo?\" - (para la Revista Alerta Rojo sobre prevención de adicciones, 1997), \"América Latina: Juventud e integración frente a un destino en común\" (ponencia para el II Foro intermunicipal Buenos aires sin fronteras - UBA 1999), y \"Mensaje a los jóvenes de 2000\" (Memorias de la Comisión de Niñez y Juventud del Parlatino - Perú 1999).
INTRODUCCION Poder plasmar en estas páginas todas las instancias que llevaron al nacimiento de Ituzaingó como municipio, quizá pase a tener un alto significado toda vez que es importante saber cómo se suscitaron los acontecimientos que permitieron hacer realidad un sueño largamente postergado. Modestamente, este es un sencillo aporte al trabajo que han venido desarrollando los historiadores e investigadores locales, y que busca contribuir en la solidificación de los cimientos de nuestra cultura local. Ello nos permitirá establecer bases firmes sobre las cuales se puedan asentar los pilares de un futuro con identidad. También para valorar el esfuerzos de los pioneros en el deseo de brindarle a las nuevas generaciones elementos válidos para proyectarse en el tiempo. En estas páginas podrán leerse secuencias de hechos que se fueron suscitando y que con una cronología ordenada pretenden mostrar los distintos eslabones que marcan la evolución de un pueblo, una ciudad y el comienzo de un municipio. Podrán apreciarse dos aspectos claros desde donde se desarrollaron los acontecimientos. Uno desde la visión del vecino autonomista, que fue registrando todos los detalles posibles del proceso y el otro más técnico, planteado desde los equipos del proyecto “GENESIS 2000”. En alguna medida puede parecer reiterativo que en la síntesis pretendida entre ambas visiones, vuelvan a aparecer situaciones comentadas con anterioridad, pero ello obedece a fijar en la línea del tiempo el orden en el que se produjeron. En el capítulo primero, se comienza con la enunciación de las razones que permitieron las circunstancias, para impulsar con éxito la división de los partidos del conurbano bonaerense. Los nombres de las personas que aparecen están mencionados sin ningún tipo de connotación política ni con juicio de valor alguno sobre ellas. He pretendido darle el lugar que le corresponde a cada uno, desde el rol que le tocara al momento de los sucesos. He querido resaltar el trabajo de los vecinos organizados por la autonomía y relatar cada paso dado en dirección al objetivo final, que en la línea del tiempo llevó a una espera de 47 años.
El segundo capítulo está dedicado a los fundadores del nuevo municipio, que a diferencia de la fundación del pueblo en 1872, en este caso no hay un solo fundador sino un conjunto de voluntades que confluyeron e insistieron hasta que la coyuntura histórica permitió lograr la pretendida independencia. Para contar con tan detallada información, pude lograr la reconstrucción gracias a las notas publicadas por los 116 boletínes mensuales “A.P.A.I. INFORMA al vecindario”, que distribuía la Asociación Pro Autonomía de Ituzaingó desde 1984 y que oportunamente me proporcionó la familia Espíndola, de gran afecto para mí. Además de haberme entrevistado con los protagonistas de dicha asociación y recibiendo el apoyo incondicional para llevar adelante este trabajo. En el capitulo tercero, se toma a “GENESIS 2000” como la herramienta utilizada para la instrumentación de la autonomía, explicando el cómo se llevó a cabo la división del partido de Morón y cuales fueron los pasos que abrieron la posibilidad. Incluso con un análisis pormenorizado en cuestiones de límites ante el trazado del mapa final del distrito. Para este capítulo, haber presenciado aquellas instancias me permitió seguir de cerca todo el proceso y más allá de la ley provincial que posibilitó que el municipio de Ituzaingó sea una realidad, considero que no se había escrito hasta hoy, cuáles fueron los pasos dados para tal fin. A 122 años de la primera fundación reaparece la posibilidad de ordenar el crecimiento de un pueblo que no ha cesado en la búsqueda de lo mejor para sus pobladores. Institucionalmente, ya no será el intendente de Morón quien designe un delegado municipal, son los propios vecinos quienes a partir de esta transformación comienzan por elegir a su intendente para lo que fue importante hacer un racconto histórico-institucional sobre aquel momento. Si bien las consideraciones técnicas descansan en los archivos del Consejo Federal de Inversiones, en este libro no transcribo dichos detalles, aunque sí relato y amplío un bosquejo de las investigaciones relevadas, debido a que presencié reuniones de gabinete provincial, del comité de seguimiento y de los equipos del CFI, en donde pude adquirir bastos conocimientos, apuntes, testimonios, archivos de prensa, documentos y explicaciones que creí importantes a los fines del presente texto.
El cuarto capítulo está dedicado a las fundaciones en razón de hacer una síntesis cronológica de los hechos que primero llevaron a ser pueblo a “Santa Rosa”, efectuada por historiadores locales que trabajaron intensamente para reconstruir aquellos momentos. Luego detallo los pasos que llevaron a concretar lo que considero la segunda fundación en 1994, como corolario al impulso que le dieron los distintos grupos de vecinos pro autonomía y que llevaron a la creación del municipio. Aquí conté con la supervisión y colaboración inestimable de Rolando Goyaud, quien dirige el Museo Clarisse Coulumbié de Goyaud, donde se atesora gran parte de la memoria ituzainguense. Los primeros pasos, las primeras autoridades y el establecimiento inicial, son parte del despertar institucional que abre las puertas hacia un futuro promisorio y modelado por quienes soñaron a Ituzaingó partido. Queda claro que la tarea está inconclusa, en razón de la expectativa de algunos vecinos que quieren pertenecer a Ituzaingó y que quedaron fuera del municipio por arbitrarias instancias al momento de la definición del territorio. Esos vecinos, aún guardan la esperanza de recuperar la pertenencia perdida. Finalmente, es importante preservar nuestro pasado y alimentarlo permanentemente con nuevos testimonios y documentos que sin duda servirán a los que vendrán. Recorrer con la lectura las vivencias que se fueron acopiando con el tiempo, ayudará a saber quiénes fueron los prohombres de la tierra que nos vio crecer, quiénes somos y hacia dónde vamos. Quienes cultivan la historia, pueden estar seguros de que “GENESIS 2000” será un proyecto del que seguirán hablando las futuras generaciones.
CAPITULO 1 “EN LAS PUERTAS DE UN CAMBIO HISTORICO” Relato de un testigo privilegiado A principios de la década de los 90, comencé a interiorizarme sobre las tendencias del momento que se encaminaban hacia los procesos de desconcentración, descentralización y al aumento de la participación ciudadana. Para ese fin busqué la manera de ponerme a la altura de las circunstancias, ya que la temática mostraba importantes aristas políticas que captaban mi interés. Eso me llevó a observar que en otros lugares del mundo este tipo de transformaciones daban buenos resultados, sobre todo en Latinoamérica y Europa. Por otra parte, mi participación en la política todavía no era muy activa pero mi vocación se encaminaba hacia ese lado. Para entonces participaba a través de organismos no gubernamentales, como ser en la Juventud Latinoamericana por la Democracia (ámbito joven al amparo del Parlamento Latinoamericano) o en Rotaract (ámbito joven del Rotary Club Internacional), y que gracias a ello había podido viajar por varios países latinoamericanos y a Estados Unidos, habiendo observado de cerca algunos de esos procesos. En 1993 y con 23 años, ya había profundizado conocimientos sobre temas que empezaban a marcar rumbos como ser: la descentralización territorial y administrativa, la reforma del estado, y los distintos mecanismos de participación comunitaria. Por eso es que las áreas vinculadas a las relaciones con la comunidad y desde un ámbito de gestión, se convirtieron en una temática en la que busqué capacitarme especialmente. Entre tantas cosas, lo que más me quedó claro fue el hecho de saber que todo cambio debería ser con marcadas características transformadoras. Esa transformación debería forjar cambios históricos, para permitir a las nuevas generaciones una dinámica diferente y acorde a las proyecciones que ya se vislumbraban para el tercer milenio.
Así fue que en el mes de enero de 1993 mi padre Jorge Ulises Piccoli, quien siempre es un gran ejemplo para mi, me presentó al profesor Oscar Alvarez quien por entonces era Concejal en el municipio de Morón. Para ese momento, tuve oportunidad de expresar en una serie de reuniones realizadas en Ituzaingó, algunos aspectos relacionados con lo que significaba la importancia de reformar el Estado en cuanto a sus dimensiones y sobre la necesidad de una descentralización con recurso, subrayando la importancia fundamental de acercar el municipio a la gente. El profesor Alvarez estuvo de acuerdo con mi padre en que pudiera dar una ponencia en una reunión que puso fin al ciclo de charlas. La misma se realizó el 6 de febrero de 1993 ante 300 personas en la escuela N° 32 de la calle Patagonia esquina Tel Aviv del barrio San Alberto de Ituzaingó. En esa reunión estuvo presente el hermano del concejal, el Dr. Carlos Raúl Alvarez, por entonces precandidato a Diputado de la Nación. (ver anexo fotográfico – N 1). Mi exposición fue muy bien aceptada por el público, aún por comentarios posteriores, y eso mereció que me incorporaran a su equipo permanente de trabajo en temas técnicos. Ya para junio de ese mismo año, el Dr. Carlos R. Alvarez, me convocó para una de las tareas más importantes de mi vida: ser asesor de la provincia de Buenos Aires para la coordinación y seguimiento de las tareas del Convenio Análisis Integral del Conurbano Bonaerense y colaborar en el Proyecto “GENESIS 2000”. (ver anexo documental – N 3). A partir de ese momento comenzamos a trabajar sin pausa en la estructuración del proyecto y la conformación del grupo de trabajo, pues estaba la confianza en Alvarez por parte del entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Dr. Eduardo Duahlde. Alvarez sería el coordinador general que llevaría adelante el tema y por eso había que articular los recursos disponibles para ese fin y llevar a cabo el desafío. El mismo día en que me convocó para trabajar a su lado, me explicó el tema y me di cuenta que era el primero en llegar a ese equipo. Luego de contarme la trascendencia del tema y de permitirme sugerirle profesionales para la consolidación del grupo de trabajo, me encargó la primera misión: las relaciones con los grupos de
vecinos que impulsaran las autonomías de sus comunidades en todo el conurbano de la provincia. Me dijo que me pusiera en contacto con ellos porque el proceso demandaría la opinión de los lugareños en cuestiones atinentes a la historia local, a opiniones sobre los resultados de gestiones municipales en municipios sobredimensionados y a la importancia de un trazado de límites para que fueran lo más justo posible. Claro que esto último no dependería de nosotros sino de la legislatura provincial bonaerense, a quienes el gobernador Duhalde le elevaría el proyecto de ley con las sugerencias que los equipos técnicos coordinados por el Dr. Alvarez le hicieran. Aquella noche de abril de 1993 Alvarez me dio la primer carta que le había llegado directamente a su casa de Ituzaingó, el 19 de abril. Era de los miembros de A.P.A.I (Asociación Pro Autonomía de Ituzaingó), cuyo texto se encuentra reproducido en el anexo documental. (ver anexo documental – N 1). Siguiendo las instrucciones que se me habían dado, una tarde de fines de abril, me apersoné en la sede de A.P.A.I., sin aviso previo. Para sorpresa de sus socios y autoridades de comisión que allí estaban, aparecí con la buena nueva de que comenzábamos el último tramo de la añosa espera. Allí estaban Don Eduardo Espíndola, Luis Parola, Rosa Delissague, Don Antonio Alfonso, Oscar Di Nápoli y a mitad de mi visita llegó Don Enrique Bataller. La felicidad con la que esta gente recibió la noticia de este certero intento, quedará en mi memoria para siempre. Sentía que estaba haciendo algo muy importante y que había sido elegido para estar ahí para vivirlo. Terminado aquel encuentro, Don Enrique y Oscar nos repartieron en sus automóviles (un Falcon 1962 color té con leche y un Fiat 125 de 1977 color celeste respectivamente), por nuestras respectivas casas a los que estábamos de a pie, mientras que Luis Parola se fue en su bicicleta. Estaban tan contentos que vaya uno a saber la cantidad de cosas que pasaban por sus cabezas luego de enterarse que se iniciaba la recta final. Poco después el boletín de publicación mensual INFORMA que distribuía A.P.A.I., expresaba en su página 2 del Nº 87 del mes de mayo de 1993, la siguiente información: “Sin caer en un triunfalismo desmedido, sin anticiparnos a los acontecimientos, estamos en condiciones de informar a nuestros
lectores, que las gestiones por la autonomía municipal de Ituzaingó avanzan con paso firme hacia su anhelada concreción. A continuación detallamos las últimas novedades producidas. A raíz de una nota publicada por el matutino Página 12, algunas semanas atrás, en la que se anunciaba que el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Eduardo Duhalde, había designado al Dr. Carlos Raúl Alvarez, ex diputado nacional y ex ministro de gobierno bonaerense, al frente del proyecto de subdivisión de grandes municipios, nos dirigimos por escrito al citado funcionario, solicitando una entrevista a realizarse en nuestra sede social o en el lugar que considerase más adecuado. En respuesta a dicho pedido y en representación del Dr. Alvarez, recibimos la visita del señor Jorge Piccoli (h), a quien hicimos entrega de una carpeta con toda la documentación correspondiente a la gestión que nos ocupa, cuyo contenido mereció la aprobación del Dr. Alvarez. Posteriormente, de acuerdo con las sugerencias que nos hiciera llegar, esta comisión directiva decidió invitar a las entidades representativas de nuestra comunidad a una reunión a celebrarse en las instalaciones del Club Fragio, el día 14 de Junio en horas de la tarde, en cuyo transcurso el citado señor Piccoli (h) informará a los presentes la situación actual del trámite...” Carlos Raúl Alvarez y Jorge Piccoli (h) en la gobernación de la provincia (1993). La subdivisión de municipios grandes volvió a estar en vigencia con la llegada del gobernador Duhalde quien parecía decidido a llevar adelante el correspondiente proceso y con decisión política. Lo había prometido en la campaña electoral que lo llevó a la gobernación de 1991 y luego en diversos anuncios hasta llegar a la
nota del diario Página 12 (ver anexo periodístico – N 1), punto de partida de una nueva y final etapa de las intensas gestiones. Había llegado entonces, el momento en el que los luchadores locales veían el brillo de aquella esperanza con más fuerza que nunca. Desde el comienzo de Génesis 2000 La organización territorial del Estado no estaba ajena a la percepción de la necesidad de encarar su reestructuración. En ese sentido, la reforma de éste comenzaba a tomar impulso en el sentido de ser instalada en la agenda política, posibilitando la difusión de nuevas orientaciones referidas a gestión pública que hacían hincapié en las políticas locales y fundamentalmente en el rol preponderante de los municipios. La descentralización, que significaba la transferencia de facultades decisorias, competencias y recursos, parecía ser la solución a los problemas que acuciaban a las localidades más alejadas de la cabecera municipal. Esto implicaba de alguna manera, la redistribución del “poder” decisorio de los recursos que hacían posible su ejercicio, además de las facultades y competencias que se les debía asignar a las instancias descentralizadas. Es directa la relación entre poder y conflicto social, ya que en relación directa con su distribución se encuentra la forma de determinar las características que asumiría el proceso descentralizador ante el denominado “Redimensionamiento del Conurbano Bonaerense”. Descentralizar tiene diversas implicancias: el hecho de motivar transformaciones democráticas como refuerzo de mecanismos locales de gestión, incrementar la eficacia y una mayor participación y representatividad en el sistema local de decisiones, como así también una baja en el gasto de la administración central y la segmentación de las demandas y conflictos sociales. De esta manera, el proceso descentralizador se ve en un escenario conflictivo en el que aparecen distintas posiciones en torno a políticas de modernización del Estado y referidas al sentido de la democratización del poder.
Siguiendo los lineamientos del principio de subsidiariedad, aplicado con gran aceptación en Europa, se puede descentralizar todo aquello que pueda gestionarse desde un nivel inferior sin aumentar los costos con respecto a si se realizara desde un nivel superior. También son descentralizables aquellas competencias en las que se desea potenciar la participación e integración de la comunidad en la cosa pública. Puede suceder que a veces se transfieran responsabilidades sin los recursos correspondientes, lo que no favorece a la gestión local. Para poder llegar a esta instancia trascendental, se debió iniciar un proceso de estudios y análisis que iban a llevar a determinar un diagnóstico acabado sobre la realidad del conurbano bonaerense. No obstante ello, revisamos algunos informes anteriores del CFI (Consejo Federal de Inversiones) que ya adelantaban algunas conclusiones. Ya en la década del 90 la problemática de la provincia se reflejaba en los siguientes parámetros: 1 Pérdida de peso propio en la Nación: En el reparto de los recursos. En la escala de inversión. Con respecto a la significación de su clase dirigente en las decisiones nacionales. 2 Pérdida en el rango de riqueza: De ser la provincia más rica por su renta/ cápita, paso a ocupar el lugar Nº11. En el gran Buenos Aires $850 ingreso / cápita y en Capital Federal $4.700 por habitante. 3 Contrastes más destacados: el eje circulatorio norte del Gran Buenos Aires, ingreso / cápita - $8.000.- (aproximadamente). En sectores del oeste (ej. Municipio de La Matanza) y sur (ej. Municipio de Berazategui), ingreso/cápita $500.- el contraste marcaba que en Buenos Aires convivían Canadá y Bolivia al mismo tiempo .
4 El Conurbano Bonaerense: solo el Gran Buenos Aires tenía casi 8.000.000 de habitantes. 3.000.000 de habitantes de esos 8, eran pobres. 1/3 de la población carecía de agua potable y 2/3 no tenían cloacas. 5 Catástrofes naturales (inundaciones y erosión eólica): Inundación: destrucción de campos, propiedades y vidas, tanto en la zona del río Salado como en el área metropolitana. Erosión: de campos (en el oeste) que afecta a más de 1.000.000 de hectáreas y desertifica el suelo de la provincia. 6 Pérdida de la Coparticipación: en 1970 recibía el 32% de la coparticipación nacional. en 1985 recibía el 17% de la coparticipación nacional. en 1990 llegó a coparticipar el 22%. Tal desequilibrio afectaba a lo social y político y hasta generaba resentimientos entre provincias. 7 No uso de la renta territorial: los gastos e ingresos de la administración provincial eran solo el 10% de su PBI. El grueso de producción estaba en la región pampeana y en el poder de conectividad del Río de la Plata y rutas adyacentes; puertos ferrocarriles y vías terrestres. En aquel momento el estado provincial no disponía de esa red de comunicación que le había dado poder históricamente. El poder fue delegado como subsidio bonaerense al resto del país. 8 Pérdida de identidad: se confunde a bonaerenses con porteños. Se olvida el papel estratégico de la provincia entre el interior del país y el resto del mundo a lo largo de su historia.
había poco arraigo a su terruño de la clase dirigente a pesar de su peso electoral. 9 Mal uso de su potencia: Mal uso o no uso de su fuerza política. Poseía 1/3 de los legisladores del país. Tenía poder de decisión en distintas instancias del gobierno nacional. Esta realidad era la que asomaba, ni bien comenzaba la década de 1990, incluso antes de que se comenzaran los estudios de “GENESIS 2000”. Es importante conocer algunos aspectos sobre el Consejo Federal de Inversiones (C.F.I.). Según su acta constitutiva, el Consejo Federal de Inversiones nace “...como organismo permanente de investigación, coordinación y asesoramiento, encargado de recomendar las medidas necesarias para una adecuada política de inversiones y una mejor utilización de los distintos medios económicos conducentes al logro de un desarrollo basado en la descentralización...” . Surge como consecuencia de un Pacto Federal suscripto el 29 de agosto de 1959 entre las Provincias Argentinas, la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires y el entonces Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. El CFI es un organismo que impulsa el desarrollo a través de la asistencia técnica y financiera. Está compuesto por la Asamblea de los gobernadores provinciales y la autoridad máxima de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Junta Permanente y la Secretaría General que por entonces la ejercía el Ing. Juan José Ciácera. La descentralización pasó a ser uno de los objetivos centrales en la reforma del Estado provincial, razón por la cual, los municipios pasarían a tener un rol importante en la reforma institucional que se pensaba, más allá de la gradualidad de las medidas. En este sentido descentralización y participación fueron dos ejes claves para fortalecer a los gobiernos locales, profundizando aspectos democráticos, tanto en lo social como en lo político. Sin duda que una transformación de esa naturaleza tendía a formular desde la política, una respuesta eficaz a las nuevas problemáticas sociales surgidas de la cotidianeidad y producto de
un desmedido crecimiento poblacional sin planificación ni control de las grandes concentraciones urbanas. Algunos estudiosos como el español Jordi Borja valoran y promueven este tipo de apreciaciones que buscan abrir los ojos de los políticos frente a esta necesidad que cada día se hace más inminente. Es así como el aumento de la burocracia en todos sus niveles hace que se pierda coherencia, lo que distancia más al gobierno de sus gobernados, brecha que siempre hay que tratar de achicar. Otro aspecto pasa por la falta de la infraestructura necesaria que en los grandes conglomerados urbanos genera desigualdades y hasta exclusiones sociales. En este caso, si el gobierno estuviera más próximo al ciudadano, el grado de respuesta sería mayor y por ende se tendería a revertir la situación. A mayor cantidad de necesidades y reclamos por parte de la sociedad, y frente a la dificultad de contar con magros recursos para enfrentar la situación desde una gestión de gobierno, motiva la idea de priorizar el consenso social para afrontar la situación, descentralizando recursos para una mejor administración y potenciación de los mismos. Para esto es menester estar informado en forma constante, recepcionar los reclamos comunitarios prácticamente in situ, fiscalizar los servicios públicos que se brindan y la participación comunitaria en el control de los mismos. Es vital dejar abierto un canal de diálogo entre el municipio y sus vecinos, como así también articular con sus organizaciones comunitarias, lo que solo se puede dar en una administración descentralizada. (bibliografía – N 2). Borja sostiene, que la descentralización municipal posibilita la reestructuración del territorio tanto desde lo funcional, creando ámbitos adecuados para la prestación de los servicios públicos locales, como político – cultural, reconociendo a las estructuras comunitarias y barriales y a las organizaciones de base existentes. Esta reestructuración se verifica en las megaciudades o zonas conurbanas; a título de ejemplo podríamos decir que por debajo de los municipios se podría citar la articulación con los barrios y si fuera supramunicipal hablaríamos, por ejemplo, de coordinar acciones a través de consorcios municipales o entidades metropolitanas. Volviendo a nuestro territorio nuevamente, a principios de la década del 40 el conurbano bonaerense creció en base a un
esquema tentacular con núcleo en la Capital Federal, el puerto y tentáculos a lo largo de los ejes de transporte. Además se detectó que en 1947 existían en el conurbano 16 municipios y 2.200.000 habitantes. Posteriormente y como consecuencia de la oferta de empleo, generada por el proceso de industrialización sustitutivo de importaciones, derivado de la crisis mundial de 1929, entre 1930 y 1960 se produce el mayor aumento de población en los municipios del conurbano, teniendo al momento de iniciarse “GENESIS 2000” 19 municipios para unos 8.500.000 habitantes, de acuerdo al censo poblacional de 1991 llevado a cabo por el INDEC. Tan solo tres municipios más que 46 años antes del proceso de descentralización territorial pretendido y con 6.300.000 habitantes más que en aquel entonces. A partir del derrocamiento del gobierno del presidente Juan Domingo Perón, con la caída de la capacidad de inversión y la eliminación de los créditos para la vivienda, los trabajadores y compradores de menores recursos, debieron ubicarse en zonas con riesgo de inundaciones y carentes de todo tipo de infraestructura. Esta población formada por inmigrantes del interior y del exterior del país, se fue estableciendo sin ningún tipo de control ni planificación y con una infraestructura escasa para sostener y acompañar un crecimiento poblacional desmedido. Ese permanente crecimiento y la continua extensión de la mancha urbana fue dificultando la administración de los gobiernos locales, que ante esas magnitudes habían perdido una de sus más importantes virtudes: estar próximos a la gente. Por todo este cuadro de situación, el redimensionamiento del conurbano bonaerense comenzó a materializarse en el mes de junio de 1993. La visión que se tuvo frente a los problemas generales del área en estudio, llevó a emprender un cambio verdaderamente histórico en la provincia de Buenos Aires. Puntualmente se tomó la decisión de transformar el Gran Buenos Aires, razón por la cual y por Decreto 1690/93 del Poder Ejecutivo provincial (ver anexo documental – N 2), se ordena la realización del Análisis Integral del Conurbano Bonaerense, encargándole su coordinación general al entonces diputado de la nación Dr. Carlos Raúl Alvarez. Para ello la provincia firmó un convenio con el Consejo Federal de Inversiones (C.F.I.), organismo que financió el Proyecto denominado “GENESIS 2000”. Se lo llamó así porque marcaba el
nacimiento de una nueva etapa en la planificación urbanística y poblacional y sobre todo en los umbrales del comienzo de un nuevo siglo. Está claro que el éxito de las políticas de descentralización y participación no podían verse con la sola sanción de las normas que transfieran facultades y recursos. También dependería de la forma en que tales políticas fueran gestionadas por los gobiernos municipales. Razones para la transformación La evaluación histórica de la institución municipal, demostró que el incremento de la densidad y del nivel de consolidación, había llevado en otros tiempos a la subdivisión de algunos municipios, como lo demuestran los casos de Lanús, Berazategui y Tres de Febrero, resultantes de la subdivisión de Avellaneda, Quilmes y San Martin respectivamente. El proyecto “Genesis 2000” valoró las tendencias del desarrollo que surgen de parámetros urbanísticos y de la existencia de movimientos vecinales que manifestaban su descontento por sufrir los efectos de la crisis urbana, que dificultaba sus condiciones de vida e impedían un desarrollo óptimo de sus comunidades. Fue así que comenzaron a movilizarse en grupos de vecinos preocupados por lograr lo que la tendencia ya marcaba, en cuanto a la falta de proximidad de las autoridades con la realidad, y buscando soluciones de fondo a un problema que se había escapado de todo esquema de contención. Las frases más simbólicas daban las bases para un diagnóstico que no estaba tan oculto y que explotaba ante nuestros ojos. “No queremos seguir siendo el patio trasero de...” Morón, General Sarmiento, Esteban Echeverría, o el megamunicipio que fuera. “Queremos que los dirigentes estén más cerca nuestro”, “nosotros pagamos nuestros impuestos y queremos las obras”, “estamos hartos de la burocracia del Estado”, “no queremos ser los que más aportan al erario municipal y que las mejoras vayan solo a las áreas céntricas”, etc. Todos los reclamos aportados por más de once comisiones pro autonomía de la provincia de Buenos Aires, fueron elevados a los equipos del C.F.I. para su tratamiento y estudio.
Los vecinos organizados de esta manera, eran nuestro cable a tierra que nos permitía chequear la veracidad de la información relevada desde los equipos técnicos, a través de las distintas reparticiones del Estado nacional y provincial. Muchas veces sucedía que parte de los datos oficiales, debían ser rechequeados con recorridas territoriales, sobrevuelos de las zonas en helicóptero o mediante el uso de fotogramas aéreos facilitados por Geodesia (organismo de la provincia de Buenos Aires). Esto también lo podíamos hacer mediante el chequeo personal del comité de seguimiento o conjuntamente con los grupos pro autonomía, ya que nos ayudaban a confirmar con certeza el dato relevado. O sea que se podía ver desde el aire la existencia de un galpón que parecería ser una industria y que coincidía con el censo económico de 1985, pero probablemente, para entonces era un galpón vacío y en venta. La participación de estos grupos fue muy activa y acercaron un valioso material de estudio sobre sus respectivas propuestas de creación de municipios. La lucha inicial de varios de estos proyectos, databa de muchos años y otros no tanto. La consigna inicial fue clara. La comunicación iba a ser fluida y la participación muy activa. Yo estuve a disposición en todo momento y pasé todas las sugerencias a la coordinación general para que se analizaran en las reuniones de gabinete. Ellos sabían que los límites trazados iban a ser responsabilidad final de la legislatura bonaerense y que las sugerencias técnicas de división iban a ser elevadas al gobernador para que las enviara al congreso provincial desde el Ejecutivo. Esos límites podrían llegar a pasar por el trazado pedido por los grupos vecinales organizados para esas instancias, ser modificados o directamente no ser posible su creación. Todo obedecía a diversos factores, en primer orden técnicos. Esto significaba que si el entrecruzamiento de información no habilitaba una factibilidad económica de autosuficiencia de la proyectada nueva comuna, no sería posible su concreción. Pero en el caso que sí lo fuera, no necesariamente tendría que tener la delimitación propuesta por los vecinos, toda vez que ello condicionara la factibilidad, aunque tomándose como importante la información que hubiesen brindado para el análisis.
También es cierto que desde el primer momento se evaluó con muy buen criterio cada propuesta autonomista y que varias de ellas fueron descartadas por su falta de sustento. Otro orden para tener en cuenta era el político. Ello significaba la voluntad y los consensos para hacer comprender las razones técnicas que se promovían como fundamento a una propuesta que se venía estudiando desde hacía casi dos años y con una gran cantidad de antecedentes. Sin duda que los criterios pudieron gustar a unos y enojar a otros pero este tipo de transformaciones, tienen implicancias políticas que son muy concretas y que marcan una necesidad y por ende una fuerte decisión. Frases como “quieren dividir para aumentar la cantidad de burocracia”, “quieren quitar poder político a intendentes de la oposición”, “quieren acabar con los caudillos territoriales”, “buscan aumentar la cantidad de intendentes de un mismo color político”, y tantas otras que se ligaban a cuestiones netamente políticas. A esa altura del proceso había ya una decisión del gobernador de dividir los grandes municipios. Sobre todo aquellos que superaban los 500.000 bonaerenses, queriéndolos bajar a un techo de 300.000 en una primera etapa. Habían claras razones técnicas como se detallan en el capítulo III de este libro y se logró un consenso para el nacimiento de nuevos municipios que permitieron dar principio de ejecución al proyecto “GENESIS 2000”. En este sentido, A.P.A.I. lideró el trabajo con los grupos pro autonomía, contando con la unanimidad de dichas instituciones en la decisión de ponerlos al frente de todos los grupos. Para mi fue de gran ayuda, más allá de que mi relación con todos los grupos fue amena y constante y sobre todo con un sinceramiento profundo desde el inicio. La principal idea estaba ligada al rechequeo de información, a la recopilación de datos históricos que evitarían dividir la idiosincrasia de un barrio por la mitad y la confirmación de ese deseo de independencia con un marcado sesgo local. La articulación con estos sectores de la comunidad me permitió ver el problema de cerca y conocer la realidad de toda la región estudiada, de manera que no fue un trabajo de escritorio sino de contacto directo, confianza y concreción.
Tal vez, aquellos que no vieron su sueño hecho realidad, obviamente no puedan sentirse satisfechos, pero me animaría a decir que no está dicha la última palabra, sobre todo cuando la política sigue siendo “el arte de lo posible”.
CAPITULO 2 “LA HISTORIA FORJADA POR SUS POBLADORES” A.P.A.I. Y EL CAMINO A LA AUTONOMIA Los primeros pasos de la autonomía fueron en el año 1947. Quien estaba al frente de la idea era el médico Idélico Gélpi (ver anexo fotográfico – N 2), quien formó junto a un grupo de vecinos la primera comisión para impulsar el tema. Ante esta iniciativa y para evitar el avance de la idea, desde el Concejo Deliberante de Morón de la época, se impulsó en 1949 la modificación de los límites territoriales de Ituzaingó, trasladando el límite Este de la ciudad al eje Santa Rosa – Blas Parera, a escasas tres cuadras de la estación de Ituzaingó, cercenando su superficie tanto del lado norte como en el sur. Otros intentos se manifestaron en los año 1957 por el Frente Unido Pro Autonomía de Ituzaingó encabezado por el vecino Jorge Galtié (ver anexo fotográfico – N 3) y en 1962 por Eduardo L. Firpo (ver anexo fotográfico – N 13), teniendo lugar otras comisiones. Finalmente, en marzo de 1984 se formó el grupo que vería plasmado en la realidad aquel sueño anhelado. Dr. Idélico Gelpi, primer impulsor de la autonomía municipal de Ituzaingó (1947). Los miembros de la comisión Pro – Autonomía de Ituzaingó, presentaron en el mes de junio de 1984, un proyecto con un
petitorio ante la Subsecretaría de Asuntos Municipales de la gobernación de la provincia de Buenos Aires (ver anexo periodístico – N 27). Luego se transformaron en asociación civil porque era la forma legal que les daba la posibilidad de seguir trabajando y así nace A.P.A.I. (Asociación Pro Autonomía de Ituzaingó) que tuvo personería jurídica en 1985 y reconocimiento municipal de Morón en 1987. Jorge Galtié, presidente del Frente Pro Autonomía de Ituzaingó (1957) Sus principios eran los siguientes: “La Asociación Pro Autonomía de Ituzaingó está constituida por vecinos que ponen su esfuerzo al servicio de un objetivo: la Creación del Municipio de Ituzaingó. A.P.A.I. abre sus puertas a todas las personas de buena voluntad que quieran aportar su trabajo y sus ideas en pos del logro de ese objetivo antes mencionado, convencidos todos sus miembros de que la autonomía es el único medio que nos permitiría alcanzar una mejor calidad de vida. A.P.A.I. ha sido, es y será una institución abierta a todas las inquietudes vecinales, y el hecho de integrarse para un fin determinado – la autonomía- no significa que transite su camino, ajena a los problemas que aquejan a nuestra ciudad; por el contrario, pretende ser portavoz ante quien
corresponda, de las carencias que afectan a nuestra querida Ituzaingó. Dr. Eduardo Firpo, hizo gestiones por la autonomía (1962). A.P.A.I. no permitirá que su acción comunitaria sea utilizada con fines políticos de cualquier signo o color. A.P.A.I. no está formada por personas apolíticas, de hecho creemos que el hombre y la mujer apolíticos no existen, pero quienes se unan a ella deberán anteponer, a sus intereses políticos, económicos o sociales, el bien común. A.P.A.I. respeta todas las ideas, todos los oficios y profesiones, todas las condiciones sociales. El pequeño aporte de los humildes tiene, muchas veces, más valor que la ayuda espectacular de los supuestos grandes, cuando se lo mide con la vara de la sinceridad.” Ante las distintas presentaciones, los pro-autonomistas recibían como respuesta expectativas sin fechas ciertas, ligadas algunas a una eventual reforma de la constitución provincial o voluntades políticas que recién empezaron a avizorarse con la llegada del Dr. Eduardo Duhalde a la gobernación bonaerense en 1991.
Los Ituzainguenses aducían como principal causal de justificación, el hecho de sentirse como una ciudad periférica del municipio de Morón del que no recibían ningún beneficio. Era la ciudad que más aportaba al erario municipal y que menos recibía en contrapartida. Salvo algunos servicios, como el de recolección de residuos, el resto dejaba mucho que desear. La ciudad de Ituzaingó representaba el 33 por ciento de la recaudación del partido de Morón, retornando al territorio local un promedio del 8 por ciento en concepto de obras y servicios dentro de los límites reclamados. Por otra parte solo un 20 por ciento de sus calles tenían asfalto. El crecimiento demográfico y las nuevas necesidades de la población iban evidenciando la dificultad de cumplimiento con las obras y servicios públicos que le correspondía brindar a los municipios grandes. Esto se vinculaba a que los mismos se encontraban asfixiados por la burocracia, lo que hacía difícil el óptimo manejo administrativo. La autonomía era deseada porque permitiría recuperar la confianza y el pensamiento localista de sus habitantes, además de dar forma a un futuro y delinear la ciudad del mañana. También sería posible recuperar un ritmo de crecimiento para garantizar la fuente de ingresos, cuyos recursos permitirían solventar obras y la prestación de servicios necesarios. El año 1987 no fue para A.P.A.I. un año de grandes concreciones. No lo fue por distintas razones, pese a la constancia con que aquella Comisión Directiva había trabajado. Muchos viajes a La Plata; entrevistas con autoridades nacionales, provinciales y municipales (de Morón y Buenos Aires); correspondencia; conversaciones telefónicas; mucho tiempo y esfuerzo dedicados al trabajo comunitario, no encontraron a veces el eco que merecían. Manifestaciones del Vicegobernador Lic. Luis Macaya, en favor de la Subdivisión de los grandes municipios, y la justicia del pedido, les permitía abrigar grandes esperanzas en un
futuro inmediato, aunque, bueno es decirlo, no manejaban los tiempos, y solo podían peticionar, exponer razones y esperar. Ya se hablaba de un proyecto de reforma de la constitución de la provincia de Buenos Aires que preveía la creación de nuevos municipios en ciudades que cumplieran con ciertos requisitos que Ituzaingó superaba ampliamente. Supieron desde el primer momento que no sería un trámite fácil, pero tampoco imposible. Durante ese año, como en los anteriores, habían avanzado, más lentamente de lo deseado, pero era un progreso. El 22 de diciembre de 1987 concurrieron a La Plata a raíz de una citación que les hiciera llegar el Subsecretario de Asuntos Municipales, Contador Raúl Alberto Fernández. Durante la entrevista se trataron distintos aspectos de los trámites por la autonomía municipal. Esta primera conversación con un funcionario del nuevo gobierno provincial que encabezaba el gobernador Antonio Cafiero, les permitió ser muy optimistas, en aquellas gestiones. El 11 de Abril de 1988 A.P.A.I fue recibida en una entrevista por el Dr. Eduardo Garimaldi, asesor del entonces intendente municipal de Morón, Juan Carlos Rousselot. Durante una prolongada entrevista, se hablaron de temas que ocupaban la gestión de la Asociación, entre los que se encontraba la autonomía municipal. Aunque para entonces no se podía hablar de plazos, cada conversación, reunión o gestión de índole local o provincial, permitía ver con más claridad el panorama para lograr la tan ansiada independencia. A esa altura de la cruzada, ya se empezaba a tener relación con los distintos bloques de la legislatura bonaerense. Mientras tanto, A.P.A.I. también se ocupaba de otros tantos reclamos sociales que hacían a la mejora de la calidad de vida del vecindario. Estos eran llevados como reclamo a los distintos ámbitos de gobierno, constituyéndose en una voz reconocida por las autoridades. En el mismo año, la asociación elige nuevas autoridades, quedando de presidente Argentino Sanzone (ver anexo fotográfico – N 4), como vicepresidente, Francisco Scalercio,
secretario Antonio Alfonso y cubriendo los cargos subsiguientes, Jorge Alberto Cebey, Luis Rodríguez Soto, Luis Tomás Parola, Oscar Horacio Di Napoli, Eduardo Teodoro Espíndola, Enrique Bataller, Norma Beatriz Áreas, Eduardo Bataller, Celia Olazábal, Rosa Delissague, Segundo Díaz y María Ríos. Todos integrantes de la única lista de candidatos presentada. Argentino Sanzone – Primer presidente de A.P.A.I. (1985) Foto: Archivo Museo Clarisse Coulombié de Goyaud. Todos durarían dos años en el cargo con excepción del secretario de actas que se renovaría en un año, por haberse elegido para concluir el mandato del señor Oscar Carlos Eriksson. Para poner fin a esa reunión firmaron el acta dos socios designados que fueron los señores Porta y Reale. Seguidamente se realizó una asamblea extraordinaria para temas relacionados a los cambios en la cuota social y otras temáticas de índole administrativa, cuya acta final fue signada por la señora de Espíndola y el señor Alberto Delissague. (Estas menciones apuntan básicamente a resaltar los nombres de todos aquellos vecinos que fueron parte del proceso que llevó a la autonomía municipal). El 23 de Noviembre de 1988 una representación de la comisión directiva visitó distintos despachos bonaerenses.
Con relación a la autonomía municipal, se pudo confirmar que el proyecto de Ley de Autonomías se encontraba para su estudio en la legislatura bonaerense y albergaba algún síntoma de progreso. A pesar de la demora observada en su tratamiento, vislumbraban una expectativa óptima. Para los autonomistas, los gobiernos municipales se suceden, se renuevan las promesas de un trato igualitario, se dan a conocer proyectos, se anuncian mejores servicios... Pero la situación de Ituzaingó, dentro del Partido de Morón, no variaba. Desde el 25 de junio de 1989 comienza a conducir la asociación la comisión directiva que entraría en la recta final para lograr la misión de ver cristalizada la autonomía. Las reuniones se hacían en el salón de actos del banco Credicoop y en esa oportunidad se presentó una sola lista, la nueva comisión se conformaba de la siguiente manera: Presidente: Argentino Sanzone Vicepresidente: Eduardo Teodoro Espíndola (ingresa en 1985). Secretario: Antonio Alfonso (ingresa en 1987). Tesorero: Luis Rodríguez Soto (ingreso en 1986). Protesorero: Enrique Bataller (ingreso en 1986). Secretario de Actas: Luis Tomás Parola (ingreso en 1988). Vocales Titulares: Oscar Horacio Di Napoli Ramón Salvador Gorosito Norma Beatriz Arias (ingresa en 1988). María Ignacia Ríos - Andrés Luis Castellano Vocales Suplentes: Jorge Pedro Allende (ingresa en 1987). María Elvira Manera (ingresa en 1989). Humberto Livolzi (ingresa en 1988). Comisión revisora de cuentas: Eduardo Bataller (ingresa en 1988). Segundo Díaz Rosa Delissague (ingresa en 1988).
Esta comisión se reunían los martes de 18 a 20 horas, en la sede de U.C.I.A.D.I. (Unión de Comerciantes, Industriales y Afines de Ituzaingó), Olazábal 841 de Ituzaingó, gentilmente cedida para ese fin en forma desinteresada. El 6 de julio de 1989 presentaron otro proyecto a la legislatura provincial bonaerense, avalado por 6.000 firmas y posteriormente al Ministerio de Gobierno provincial, sumándole otras 2.000 firmas más. En él, los autonomistas de Ituzaingó reclamaban la creación de un municipio que tuviera en cuenta sus límites históricos: calle Las Cabañas, Río Reconquista, Acevedo (lado norte) – Hortiguera (lado sur), Pedro Ferré, Gastón Jarry, Passadore, Coronel Arena, Estanislao López, San Nicolás, Pergamino y Avenida Gaona. (ver anexo documental – N 4). Las gestiones por la autonomía municipal de Ituzaingó llegaron a un punto importante en 1989. El proyecto correspondiente tuvo su ingreso en la Legislatura por la Cámara de Diputados bonaerense. A partir de ese logro, A.P.A.I. comenzó a difundir las razones que la llevaron a retomar las banderas que por primera vez en 1947, enarbolara el doctor Idélico Gelpi. Para esto se comenzaron a concretar reuniones con distintos legisladores, representantes de diferentes extracciones políticas y a través de diversos medios de comunicación. Para acompañar la documentación elaborada se procedió a la elaboración de un manifiesto con firma de numerosos vecinos y adhesiones de diversas instituciones. El proyecto de ley fue presentado por el diputado provincial Julio Assef. Desde ese momento aumentó el reconocimiento a la lucha de larga data y motivó el acercamiento, ofrecimiento desinteresado y valiosa colaboración que sorprendió a propios y extraños, muy estimable al momento de contar con ello. Aun los que no opinaban sobre la autonomía porque lo creían imposible, comenzaron a mostrar apoyo a la idea. Voces a favor y en contra comenzaron a multiplicarse, sin duda constituían el paso ineludible que a la larga llevaría al progreso de Ituzaingó. En otro de los tantos viajes a la ciudad de La Plata, A.P.A.I. logró una entrevista con el señor Raúl Héctor Burgos, quien
era asesor del entonces Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Carlos Raúl Alvarez (vecino de Ituzaingó y quien a futuro estaría muy ligado a los procesos de autonomía municipal), claro que el tema en cuestión en aquella visita era el trazado de las líneas de colectivos. El señor Burgos tomó nota de la anunciada extensión del recorrido número 1 de la línea de colectivos 312 que uniría la estación ferroviaria de Ituzaingó con la de Moreno, por calles de la zona norte de la ciudad. También conversaron sobre las gestiones relacionadas por el jardín de infantes a construirse en el terreno donado por la sucesión de don Mariano Piparola y cuyo trámite fue arduo. Por entonces se comentaba que un proyecto de ley de autonomías, emanado del Poder Ejecutivo Provincial, había sido enviado tiempo antes a la Legislatura Bonaerense para su tratamiento. La anunciada reforma de la Constitución provincial que se votaría en 1990 propiciaría, según la dirigencia política, “el fin de las grandes concentraciones burocráticas” y el fortalecimiento de las autonomías; pero la misma no prosperó. Hubo varios intentos por reducir el espacio territorial y el crecimiento de Ituzaingó para restarle mérito para la obtención de la autonomía, como el cercenamiento de su territorio cuando en 1949 se modificaron los límites de la ciudad. La medida absurda y sin fundamento, pese a no romper los vínculos del área afectada con Ituzaingó, sirvió para terminar las gestiones que por la autonomía municipal se venían intentando desde hacía dos años antes, por el doctor Idélico Gelpi. También sucedió con la modificación del diagrama del servicio de transporte automotor o los proyectos de red vial, que tendían a aislar cada vez más al incipiente centro comercial de Ituzaingó. No obstante, Ituzaingó con más población que varias capitales de provincias y que alguna provincia también, tenía todo el derecho de administrar su presente, decidir su futuro y de elegir su propio gobierno.
Hasta ese momento, todas las expectativas se centraban en el proyecto del Dr. Julio Asseff, y si dicha iniciativa no se concretaba lo iban a seguir intentando. La estrategia siguiente apuntaba a vincularse con otras comunidades que aspiraban al mismo objetivo en el resto de la provincia. Sabían que las cuestiones políticas no podían quedar al margen de tan trascendental objetivo. Estaban decididos a avanzar a toda costa, y hasta percibían que estaban cerca de lograrlo. Ya en marzo de 1991, se pudo constatar que la creación de nuevos partidos por medio de la subdivisión de grandes municipios, comenzó a ser tema de conversación en distintos ámbitos. A partir de allí los miembros de A.P.A.I. se dieron cuenta que no habían trabajado en vano. Para ellos, el derecho a la autonomía les permitiría definir el futuro de la ciudad, decidir el destino de sus aportes y atender la calidad de vida y elección del propio gobierno municipal. La comisión de vecinos entusiastas, aumentó los contactos con legisladores, funcionarios y dirigentes de distintos partidos políticos con representación parlamentaria. Al mismo tiempo, A.P.A.I. comenzó una campaña para difundir el término “autonomía municipal”, para que se conozca y sea fácilmente entendido por la población. El 3 de abril de 1991, enviaron una carta al presidente del Cámara de Diputados de la provincia Osvaldo Mercuri, solicitándole información sobre el estado en que se encontraba el Proyecto de Ley de Creación del Partido de Ituzaingó en esa Cámara. Este último había sido presentado por Julio Asseff el 6 de julio de 1989, según expediente D- 273/89-90. Desde el 14 de Julio de 1991 continúa la labor una nueva comisión directiva en A.P.A.I. La única lista presentada, fue elegida con el total apoyo y respaldo unánime de los presentes en la asamblea general ordinaria de esa institución. La misma quedó de la siguiente manera: Presidente Honorario: Argentino Sanzone.
Eduardo T. Espíndola - último presidente de A.P.A.I. (1994) Presidente: Eduardo Teodoro Espíndola. (ver anexo fotográfico – N 5). Vicepresidente: Antonio Alfonso. Secretaria: Rosa C. Delissague. Prosecretaria: María Elvira Manera. Tesorería: Lucía E. Marletto de Mel. (ingresa en 1990). Protesorero: Enrique Bataller. Secretario de Actas: Luis Tomás Parola. Vocales Titulares: Oscar Horacio Di Nápoli. Domingo Fantone. (ingresa en 1990). Pedro F. Fraccalvieri. (ingresa en 1990). Cristina Alejandra Juárez. (ingresa en 1991). Andrés Luis Castellano. Vocales Suplentes: Ramón Salvador Gorosito. Ernesto Rosales. (ingresa en 1991). José María Camarotta. (ingresa en 1991). Comisión Revisora de Cuentas: Eduardo Bataller. Jorge Allende. María Teresa M. de Sati. (ingresa en 1990).
También fueron parte del proceso pro autonomía durante todos estos años, entre otros las siguientes personas: Aguilar, Dora; Lopez, Carlos; Agustin, Enrique (ingresa en 1993); Mainero, Ediberto; Bataller, Eduardo T.; Mainero de, Amparo; Barba, Claudio (ingresa en 1993); Manera, María Elvira; Bernardini, Carlos Andres (ingresa en 1986); Marleto de Mel, Lucia Elena; Bernardini, María C. (ingresa en 1986); Monje, Leonardo César (ingresa en 1992); Cabró, Juan Carlos (ingresa en 1986); Olazabal de Queipo, Celia (ingresa en 1986); Cebey, Jorge Piccardi, Anselmo; Cogorno, Pedro M; Pironi, Irene; Di Crocco, Antonio (ingresa en 1986); Ponthieu, Mónica (ingresa en 1985); Erikson, Oscar (ingresa en 1987); Primavera, Andrea P.; Ferreyra, José; Rizzutti, Luis (ingresa en 1993); Frascarelli, Rodolfo; Rosemberg, Fabio (ingresa en 1992); Gorosito, Ramón; Scalercio, Francisco; Guida, José; Thisler, Fabián (ingresa en 1992); Introzzi, Etelvina; Villanueva, Oscar; Jukim, Abrakam; Legorburo, Carlos Alberto (ingresa en 1986). Se puso a consideración ante aquella asamblea, la designación del señor Argentino Sanzone como presidente honorario de la institución, moción que fue aprobada por aclamación. En esa oportunidad también estuvieron presentes Francisco Scalercio y Rodolfo Frascarelli, vicepresidente y secretario respectivamente en los inicios de A.P.A.I. desde 1984. Además de Frascarelli, también Luis A. Rizzutti, fueron los dos socios que firmaron el acta de esa asamblea. A siete años de su nacimiento como asociación que había visto la luz casi a la par del retorno de la democracia y con Don Eduardo Espíndola al frente, A.P.A.I, continuaba hacia la meta. Su consolidación institucional, permitió reponerse a numerosos intentos que no vieron un final feliz en aquellos momentos, siendo motivo esto de nuevos intentos. Todo indicaba que seguía la búsqueda de un sueño de cuarenta años: el nuevo municipio de Ituzaingó con sus límites históricos. Estaban dispuestos a revalorizar la esperanza que los motorizó siempre, pero no se imaginaban qué tan cerca estaban. Todo se resumía en el verbo PARTICIPAR.
El 7 de agosto de 1991, la comisión directiva se trasladó a la capital de la provincia (ciudad de La Plata), para entrevistarse con el diputado provincial Hugo Eduardo Bontempo, quien se hizo cargo de seguir los proyectos del Dr. Julio Asseff y entre los cuales se encontraba el de la creación del nuevo municipio de Ituzaingó. El proyecto debía ser tratado por la comisiones de Asuntos Municipales, Asuntos del Conurbano, de Legislación General y de Asuntos Constitucionales y Justicia, para ser tratado en el recinto y en sesión ordinaria. Aprobada en esa instancia, pasaría a la Cámara de Senadores. El intento legislativo ya tenía dos años en estudio, y ya había sido enviado al archivo por la Comisión de Asuntos Municipales. Por esa razón, el diputado Bontempo se había comprometido a reflotarlo para continuar con el curso pertinente. Se estaba en víspera de elecciones para elegir al gobernador y el tema de la subdivisión de los megapartidos gozaba de manifestaciones favorables por parte de algunos candidatos. De los dos candidatos con más posibilidades de ganar las elecciones que eran Eduardo Duhalde (por el Partido Justicialista) y Juan Carlos Pugliese (por el Partido Unión Cívica Radical), ambos se manifestaron a favor del achicamiento de los municipios grandes. En el mismo sentido se había expresado el Dr. Norberto García Silva (quién dejaba de ser intendente de Morón para ser candidato a Vicegobernador de la provincia). Por su parte, el entonces gobernador Antonio Cafiero, sostuvo en una intervención televisiva, un criterio similar poniendo como ejemplo a los partidos de La Matanza, General Sarmiento y Morón. El 8 de Septiembre de 1991, el Dr. Eduardo Duhalde fue electo Gobernador de la Provincia de Buenos Aires y las expectativas de A.P.A.I. comenzaban a tomar solidez. Desde la sede de Rodríguez Fragio 410/412 de Ituzaingó, los trabajos por lograr el cometido no cesaban. Hasta que se produjo la asunción de las nuevas autoridades, distintas versiones circulaban sobre la posibilidad de que
Ituzaingó sea cabecera de un nuevo partido. La autonomía comenzaba a traer discusiones mientras que algunos la daban como un hecho. Para alejar dudas, hubo una comunicación telefónica con el diputado Bontempo y este aseguró que el proyecto tomaría nuevo impulso después del 10 de diciembre de ese año, fecha prevista para el cambio de autoridades, entre la que se incluye la renovación parcial del congreso provincial. Ya en enero de 1992 se le mandó una carta al gobernador Duhalde, en la que se le envió un racconto histórico breve de las gestiones realizadas desde 1947 hasta esa fecha. Allí explicaban las causas del pedido, ya que se refería al atraso de la ciudad con relación a la dependencia de Morón y la reivindicación de sus límites históricos. El gobernador contestó la carta inmediatamente y a través de su secretaría privada, haciendo saber que derivó el tema al Ministerio de Gobierno y Justicia de la provincia, ante quienes se debía continuar las gestiones. La derivación los llevó nuevamente a la Subsecretaría de Asuntos Municipales como en las gestiones anteriores. El 13 de febrero de 1992, es contestada la presentación a esa Subsecretaría por una carta enviada por el Lic. Fernando Suárez, a cargo de la Dirección Provincial del Conurbano Bonaerense. Ahí le pedían que se comuniquen telefónicamente con esa Dirección Provincial a los efectos de concertar una entrevista para el 16 de Marzo con la Dra. Díaz, que cumplía funciones de asesora de dicha área. En la prolongada entrevista con la funcionaria, se procedió como siempre, a la enumeración de los pasos dados hasta el momento. La funcionaria escuchó interesada e hizo preguntas sobre el tema, comprometiéndose a transmitir lo expuesto al Lic. Suárez. Toda esta etapa era de una consideración positiva. Mientras tanto, para el mes de mayo, se sabía que el trámite parlamentario del proyecto de ley, ahora impulsado por el diputado Bontempo, seguía su camino. Aparentemente, había consenso de las fuerzas políticas y a su vez A.P.A.I. dejaba en
claro que no tenía compromiso alguno con ningún partido político. En el mes de junio de 1992, se anunciaba el ingreso a la legislatura bonaerense de otro proyecto de ley que pedía la autonomía municipal de Ituzaingó, para el que una fuerza política con representación local, recolectaba firmas de adhesión para acompañar el proyecto de ley que reclamaba los límites históricos. El 21 de Julio del mismo año, se le envió otra carta al diputado Osvaldo Mercuri solicitando información sobre el estado de los proyectos de ley que tenían que ver con la autonomía local de nuestra ciudad. La esperanza que significaba el ingreso al año 1993, sabiendo que mucho iba a depender de los tiempos políticos que ellos no manejaban, les ayudaba a no bajarían los brazos. A esas alturas ya nadie negaba la dificultad de gobernabilidad que tenían los municipios grandes, lo que estaba directamente relacionado con el sobredimensionamiento en su extensión y población. Las autoridades municipales se veían superadas por la magnitud y la cantidad de problemas que debían enfrentar, habida cuenta del número de localidades que dependían de la ciudad cabecera de cada municipio. Para el mes de abril de 1993 ya se sabía que el Dr. Alvarez sería el encargado de llevar adelante la coordinación del proyecto de subdivisión de los partidos grandes y deciden enviarle una carta para lograr una entrevista y poner en su conocimiento el trabajo que venían desplegando desde hacía años. Como ya expresé en el capítulo anterior, se me encargó entablar contacto con ellos y tomar conocimiento sobre las actividades que vinieron desarrollando, como así también saber si tenían contacto con otras agrupaciones vecinales similares a quienes pudiera contactar (ver anexo periodístico – N 22). Otro luchador incansable por la autonomía de su localidad, el Ingeniero José Guber, visitaba Ituzaingó en representación del movimiento que gestiona la creación del partido de Marcelo T. de Alvear con cabecera en Don Torcuato (partido de Tigre). El Ing. Guber explicó en Ituzaingó su proyecto y luego
quedaron en contacto para establecer nuevas vinculaciones para buscar la concreción de ambas iniciativas. El visitante dejó una carpeta con datos del censo de 1991, copia del proyecto de creación del partido Marcelo T. de Alvear y artículos periodísticos relacionados a sus gestiones, del diario del municipio de Tigre “Defensa” que se editaba en su ciudad. Sorprendieron entonces a los miembros de A.P.A.I., las cifras del censo que pertenecían a Morón, siendo estas discriminadas de la siguiente manera: Ituzaingó aparecía como la ciudad más grande del municipio y si se contemplaba la proporción de habitantes sobre parte de los límites reclamados, se podría llegar a una población aproximada a los 150.000 habitantes. El 14 de Junio de 1993 a las 16,00 horas, asistí a una reunión para brindar una charla informativa y en representación del Dr. Carlos Raúl Alvarez, dando a conocer detalles sobre el estado del proyecto de subdivisión de municipios sobredimensionados. Fueron convocadas las fuerzas vivas locales y los grupos pro autonomistas de otras latitudes de la provincia que buscaran el mismo objetivo. Pese a las desfavorables condiciones climáticas de aquel día, asistieron miembros de delegaciones pro autonomistas de
Bella Vista (partido de General Sarmiento), Don Torcuato (partido de Tigre), Garín (partido de Escobar) y Hurlingham. Asimismo, asistieron instituciones intermedias de Ituzaingó como ser representantes de la Sociedades de Fomento Villa Irupé, 17 de Agosto, Barrio Jardín Pintemar, del Museo Clarisse Coulumbié de Goyaud, Fundación Fernandez, Unión de Comerciantes, Industriales y Afines de Intuzaingó (U.C.I.A.D.I.), Centro de Comerciantes de Avenida Brandsen y aledaños (C.A.B.Y.A.), Centro Cultural Bernardino Rivadavia, Centro de Salud Elena Gorkin, Jorge Ulises Piccoli por ser presidente de la Sociedad de Fomento Unión de Villa las Naciones, y vecinos. En esa oportunidad hice una detallada exposición acerca de los alcances y la situación en la que se encontraba el proyecto oficial hasta aquel momento. Hasta entonces, los técnicos se encontraban trabajando en el relevamiento total del conurbano bonaerense a través de comisiones técnicas conformadas al efecto. Con los datos así obtenidos y los fundamentos que aportaban los pedidos de nuevas autonomías, se determinarían los límites que darían lugar a la conformación de los nuevos municipios. El tiempo previsto para la concreción de esa tarea estaba estipulado para dos años, pero la decisión de los responsables estaba orientada a reducir los plazos a uno, razón por la cual se trabajaba aceleradamente. No obstante ello, los estudios comenzaron en junio de 1993 y terminaron con los primeros municipios creados en diciembre de 1994. En aquella reunión, le pedí a los concurrentes que tuvieran una participación más activa con el aporte de información, la que nos sirvió para cruzar con los datos relevados por los equipos técnicos y así comprobar la veracidad del material recopilado. (ver anexo periodístico N 2). La reunión concluyó luego de las consultas evacuadas por los presentes y con el compromiso de nuestra parte de mantener el contacto fluido con las entidades autonomistas y extensivo a otras entidades similares que pudieran sumarse. Según los
anfitriones, quedaba flotando una sensación francamente optimista. Posterior a esa reunión, el Dr. Alvarez, encomendó a A.P.A.I. la misión de coordinar el accionar de los movimientos pro autonomistas similares en el ámbito del Gran Buenos Aires, en reconocimiento por ser una de las primeras entidades en acercarle sus inquietudes. El cumplimiento de esa responsabilidad la llevarían a cabo con la colaboración del Ing. José Guber (de Don Torcuato - Tigre). Para seguir con la tarea, se convocó a una nueva reunión de carácter informativo en la que también estuve explicando los alcances de los relevamientos, pero haciendo hincapié en la presencia de instituciones que no habían asistido a la reunión anterior. Esta última fue el sábado 17 de Julio de 1993 a las 19,00 horas y también en el Club Fragio. (ver anexo periodístico N 3). Asistieron representantes de Libertad-Pontevedra (partido de Merlo), San Francisco Solano (partido de Quilmes), Ciudadela (partido de Tres de Febrero), José C. Paz (partido de General Sarmiento), Cuartel 9 (partido de Lomas de Zamora) y 9 de Abril (partido de Esteban Echeverría). En esa ocasión reiteré los conceptos vertidos en reuniones anteriores acerca del funcionamiento de comisiones técnicas que estaban llevando a cabo un relevamiento del área en cuestión, poniendo especial atención en los aspectos económicos y jurídicos y también en los antecedentes históricos de cada sector que gestione su autonomía municipal. Todos los datos aportados por los grupos autonomistas, fueron elevados a los equipos técnicos. Para la segunda quincena de agosto de ese año, ya se pensaba en una reunión final con todos los grupos pro autonomistas representativos del conurbano, ya que esa era la zona en estudio. A esa altura de los acontecimientos, ya calculábamos llegar con todo listo para elegir los primeros intendentes del proyecto “GENESIS 2000” para las elecciones generales del año 1995. (ver anexo periodístico N 4).
Precisamente el 22 de agosto de 1993, nos reunimos en San Francisco Solano (Quilmes), en las instalaciones de los Bomberos Voluntarios y concurrieron autoridades de diversas instituciones locales. Esta vez me acompañó el asesor del Dr. Alvarez, el Dr. Mario O. Casesse (área Salud), quien hizo una interesante exposición sobre la descentralización de los servicios hospitalarios y la conveniencia de reemplazar los consultorios externos por unidades sanitarias distribuidas por los barrios, a los efectos de simplificar la atención primaria de los pacientes y su posterior derivación cuando el caso lo requiera. La reunión siguiente ya sería con el equipo de asesores en su totalidad y sobre todos los temas de estudios. (ver anexo periodístico N 5). El domingo 26 de septiembre del mismo año, asistí a una reunión con todas las entidades convocadas que se fueron sumando en los encuentros anteriores. Esta vez fue en la sociedad mutualista y de fomento de Don Torcuato y además de los anfitriones y las entidades ya nombradas, se sumaron Del Viso (del partido de General Sarmiento y que buscaba su anexión al municipio de Pilar), Pacheco – El Talar (partido de Tigre) y Ezeiza (partido de Esteban Echeverría). Las diversas entidades hicieron entrega de sus proyectos. En esa oportunidad, Ituzaingó sumó un listado actualizado de firmas comerciales, industriales y afines del futuro distrito. (ver anexo fotográfico – N 6) Fue en esa oportunidad que el equipo de asesores del Dr. Álvarez se hizo presente para explicar los detalles de los estudios avanzados, y anunciaron como fecha de posible conclusión de la primera etapa de los estudios, diciembre de 1993. Al finalizar el encuentro, por unanimidad, todas las entidades presentes eligieron a A.P.A.I. como asociación coordinadora de todos los grupos pro autonomías del conurbano bonaerense. (Ver anexo periodístico N 6 pág 1 y 2).
Reunión del Comité de Seguimiento en Don Torcuato (26/09/1993) Foto: Diario Defensa de Tigre Para entonces, las instituciones aguardaban con optimismo los resultados que concretarían sus respectivas iniciativas. Ituzaingó sentía que estaba más cerca que nunca del ansiado sueño, ya que a diferencia de intentos anteriores que chocaban con la indiferencia o la falta de realismo para resolver los agudos problemas que afectaban a la región, marcaba la diferencia en esos días, la decisión política del gobernador de la provincia de Buenos Aires de poner fin a ese estado de las cosas. A partir de allí y con muchos años de actividad y sin connotaciones político - partidaria, sin beneficios personales, con gestiones iniciadas y continuadas ante funcionarios de toda ideología política de gobierno, se comunicaba a la comunidad sobre cada paso dado en pos del objetivo trazado. Para confirmar dicha objetividad, el 23 de octubre, los diarios La Nación (ver anexo periodístico – N 18) y La Prensa reflejaban lo dicho en una entrevista realizada al Dr. Carlos R. Álvarez (ver anexo periodístico – N 7 páginas 4 y 5).
Todo indicaba que la autonomía venía con paso firme. La iniciativa oficial avanzaba hacia su concreción que coincidiría con la creación de nuevos partidos, pese a que la dirigencia política de algunos estamentos nunca creyó que el proyecto “GENESIS 2000” se convertiría en uno de los hechos políticos más trascendentes de los últimos tiempos. Alvarez había señalado el fin del relevamiento y el inicio del Análisis Integral del Conurbano Bonaerense. Sobre esa base se estudiaría las propuestas autonomistas y así definir la viabilidad de los nuevos municipios, tras lo cual, las propuestas de división se elevaría desde el Ejecutivo Provincial a la legislatura bonaerense para su definitiva aprobación. Los trámites seguían su curso normal y los plazos previstos se cumplían sin dificultades mientras ingresaban a la etapa de las definiciones. A partir de diciembre de 1993 A.P.A.I. trasladó su sede a Mansilla 926 – Ituzaingó, desde donde emprendería la recta final para ver el sueño del municipio nuevo. (ver anexo fotográfico – N 7). El 19 de diciembre por la mañana, en el Club “El Porvenir” de la ciudad de José C. Paz (partido de General Sarmiento), el Dr. Carlos R. Álvarez brindó una reunión informativa y quienes lo acompañamos fuimos presentados como los técnicos contratados por el Consejo Federal de Inversiones (CFI) que éramos integrantes del equipo de asesores que realizó el relevamiento socio – económico de la región. Nueva sede de A.P.A.I. / Horacio Di Nápoli, Eduardo Espíndola,
Antonio Alfonso y Enrique Bataller, 1994 El Dr. Álvarez dio precisiones acerca de las características y los alcances de la iniciativa, que se cumpliría en forma inexorable más allá de cualquier especulación política. Allí planteó que pretendía lograr que el proyecto “GENESIS 2000” en su faz técnica debería estar listo para el mes de febrero para que pueda ser ingresado a la legislatura bonaerense para su tratamiento, pero el cruce de información no era tan fácil, teniendo en cuenta el volumen de los datos relevados. Manifestó que se estaba iniciando el contacto con diputados y senadores provinciales como anticipo de esa etapa final. Luego, el equipo presentó los avances mediante gráficos, mapas y paneles con fotografías aéreas de las zonas que se estudiaban para su división. También se exhibió un video en el que se dieron a conocer datos y estadísticas correspondientes a los posibles nuevos distritos y a los municipios a los que pertenecían hasta ese momento. Comenzaba la etapa en la que se iniciaban los diálogos entre comisiones pro autonomías cuyas propuestas se encontraban en superposición con otras que buscaban del mismo objetivo. Mi tarea estaba en buscar consensos para equilibrar las distintas propuestas de los grupos autonomistas, tema en el que se logró un importante equilibrio en la mayoría de los casos que así se planteaban. De todas formas, la última palabra la tenían los técnicos, en cuanto al grado de factibilidad y a la decisión de los legisladores de la provincia en materia de límites. La idea se centraba en un esquema de división territorial interna de los municipios ya existentes. Solo Del Viso solicitaba salir del municipio de General Sarmiento para anexarse a Pilar. Se entraba ya al año 1994 con gran expectativa y diez años de lucha por parte de A.P.A.I. con un recuerdo emocionado de los primeros días de una institución que pasaba a continuar los pasos dados por los pioneros de la autonomía en 1947 que había encabezado el Dr. Idélico Gelpi.
Las comisiones de vecinos del conurbano que acompañaban intensamente la labor de los técnicos, trabajaban en coordinación con el proyecto del gobierno provincial. A.P.A.I. convocó a los representantes de las distintas comisiones para el 5 de febrero de 1994 en su sede social para intercambiar ideas e información y delinear los pasos a seguir. A las instituciones que habitualmente asistían se sumaron Virrey del Pino (partido de la Matanza), Los Querandíes (ciudad Madero - La Matanza) y Ciudad Evita (partido de la Matanza). Una vez analizadas las novedades, se coincidió en que había que informar al resto de la comunidad. Allí se acordó que el 5 de Marzo a las 17,00 horas, se convocara a una reunión en el Club Fragio para las fuerzas vivas locales y así poner en conocimiento a los vecinos de Ituzaingó sobre las gestiones. Lo mismo harían las otras comisiones en sus respectivos municipios. Esto se impulsó para informar a la ciudadanía. De esta manera, los vecinos podrían expresarse sobre la autonomía municipal. Concurrieron sociedades de fomento, escuelas, asociaciones cooperadoras, clubes, instituciones culturales, salas de primeros auxilios, centros de jubilados y vecinos en general. Hubo un interesante intercambio de ideas y se recogió un apoyo unánime a la autonomía de Ituzaingó. Se coincidió en promover la reforma de la ley orgánica de municipalidades, que para entonces establecía la cantidad de 24 concejales para todo distrito que tenga una población de 200.000 habitantes o más, por considerar ese número como excesivo y oneroso. No obstante la buena acogida que tuvo el trabajo de las comisiones territoriales, tanto por parte del gobernador Eduardo Duhalde como del diputado nacional Carlos R. Álvarez, las instituciones de base no podían disimular el hecho de ser conscientes de que la lucha no había terminado, si se tenía en cuenta que por algunos intereses afectados por la anunciada subdivisión de municipios sobredimensionados, verdaderos bastiones de poder político, iban a intentar dar una última batalla.
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