Espiritualidad

La experiencia carismática de la Beata Ana María Janer secentra en la contemplación y vivencia del misterio del Diosencarnado. Queremos que Jesucristo sea el ideal de vida y larazón de nuestra entrega a los hermanos, como lo es para AnaMaría.En Ana María Janer el amor personal al Verbo encarnado setransforma en fuente inagotable de caridad hacia el prójimo. Lacaridad es el centro de su proyecto de vida y la nota dominantede toda su actuación. Porque del ejercicio mismo de estacaridad dimana su modo de estar unida al Señor y su peculiarmanera de dejarse configurar por Él. Sin esfuerzo aparente ycomo dinamizada por el amor a su Señor, Ana María vive enperfecta unidad y armonía, por obra del Espíritu, el único ydoble mandamiento del amor a Dios y al prójimo. El Espírituabre su corazón y todas sus capacidades humanas a la vidamisma de Dios.La nota distintiva del verdadero amor, tanto desde el punto devista antropológico como teológico, la constituye el fenómenode la expropiación: el éxodo de quien sale de sí mismo y se vacíapara pertenecer a otra persona, hasta el punto de que el bienajeno se convierte en el bien propio. Este dato antropológicofundamental coincide con la forma revelada del amor en elmisterio de la encarnación. Así lo vivió Ana María. Del ejerciciode su caridad derivan los rasgos distintivos que ella nos halegado como herencia para que los mantengamos vivos ennuestra Familia Janeriana, puesto que forman parte del carismaque la Iglesia ha confirmado y aprobado (Carisma,Espiritualidad, Misión, 2.3).

Dimensión Universal de la CaridadAna María Janer vive la caridad como ductilidad para hacersetoda a todos. Con entrañable comprensión, no hace acepción depersonas, antes bien, su mayor desvelo recae siempre sobre elmás necesitado. “Háganse todas a todos como Jesucristo nos loenseña”. De esta manera,pone de relieve suclarividencia parareconocer el misterio divinoque se encierra en ladignidad de todo serhumano: su condición dehijo de Dios”.Identificación con la situación ajena, descubriendo en ella a Jesucristo Es notoria en Ana María Janer, su capacidad para salir de sí misma al encuentro del prójimo necesitado. “Yo recojo a todos los que tienen necesidad y están heridos”. Asume la situación ajena como propia, hasta el punto de identificarse con ella y de descubrir allí la presencia de Jesucristo. De

esta forma, vive en plenitud aquello que el mismo Señor nosdice acerca del juicio último sobre el amor.Actitud previsora, que vela por el bien de todosLa dimensión maternal,afable y vigilante de AnaMaría, la lleva aanticiparse con solicitud alas necesidades de losdemás. En ella, laafabilidad en el trato es elmedio del que Dios se sirvepara atraer las personas aSí. “En su trato sean amables con todos, para conquistarlos aJesucristo y ganarlos para el cielo”.Este rasgo peculiar distingue el amor juicioso, prudente yvigilante, propio de una persona humanamente equilibrada yalcanza en Ana María la plenitud de la madurez personal porobra del Espíritu. Es un amor previsor que cuida de lasnecesidades de quienes le rodean, pero que al mismo tiemposabe unir la firmeza y la suavidad que derivan de la prudentecaridad. Amor estable, paciente, fiel y misericordiosoEl amor estable, paciente, fiel y misericordioso, lleva a AnaMaría a hacerse cargo de las debilidades humanas y a soportarlas contrariedades de la vida, con tal de conducir a sus hermanos

al Señor. “Amen los desprecios, sin buscarlos ni pretenderlos,sino tomándolos del modo que vengan, por amor a Jesús”. Es lamadurez de un amor que, habiendo pasado por innumerablespruebas, ha recibido del Espíritu el don de la magnanimidad.Abandono en manos de la Providencia y de la voluntad divinaEn Ana María el amor se expresa como abandono confiado enmanos de la Providencia y de la voluntad divina. “Dejen hacera Dios que sabe todas las cosas”. Este paso fluido y natural delas realidades terrenas al misterio infinito del Padre, en cuyasmanos halla el consuelo de una seguridad providente, imprimea su caridad sentido de trascendencia. Por eso, en la realidadobjetiva y palpable de las necesidades ajenas, hace patente lacercanía del reino de Dios.