BUSCANDO LA PAZ, ENCONTRÉ EL AMOR

BUSCANDO LA PAZ, ENCUENTRÉ EL AMOR Cuento Autora: Doris Carvajal, Ecuador Aconteció que en una mañana de junio, Igor, un niño con ojos vivaces, de manos grandes y piel blanca jugaba con sus juguetes. Asombrosamente, uno de ellos inició una conversación con Igor. ¿Por qué buscas afuera lo que está en tu interior? ¿Quién me habla…? Pensó que era su hermano mayor el que le estaba jugando una broma, regresó su mirada al lugar de donde surgía aquella voz….sin encontrar a Simón. Dando un salto se acercó a su carrito rojo que estaba en el patio de su casa, el que parecía se había movido de su caja. Se escuchó como un susurro, Igor con los ojos abiertos, como grandes soles, tomó su carro rojo, aquel que le había servido para recorrer el mundo en sus fantasías. ¿Acaso estoy soñando? ¡No! no estas soñando Igor, en este día nuestra aventura será diferente, ahora yo te llevaré a ese lugar donde la paz, que tanto buscas, fluye como un río. ¿Qué les esperaba en esa aventura? Nadie lo sabe. El carro rojo detuvo su marcha y abrió sus puertas esperando que su pasajero baje de él. Pronto encontraron varios niños que jugaban con unos conejitos blancos -Conejito, conejito, de blanca lana dile que la paz es un regalo a mi hermanito. -Conejito, conejito, de blanca lana dile cuanto amor por él siento. Con cierta curiosidad, Igor preguntó a los niños que estaban cantando. ¿Tienen hermanos? Uno de ellos, el más rubiecito le contestó: Claro que tenemos hermanos, salió una lágrima de sus ojos. Ellos, no entienden que nosotros les queremos mucho y que solo deseamos jugar. Igor, se quedó pensando en que su hermano mayor se molestaba siempre que él cogía uno de sus juguetes. ¡Se armaba cada pelea! Su mamá lloraba, su hermano gritaba y le arrebataba su muñeco. Su papá llegaba cansado del trabajo y al oír tantos gritos, decía: En casa no hay paz. Esas palabras rondaban su cabeza todos los días.

Se sentó junto al niño rubio y le contó la dolorida historia que se vivía en su casa. El conejito más grande, que parecía también el más viejo de todos, le dijo: -Todos atravesamos momentos difíciles en nuestros hogares, la diferencia y la respuesta la encontramos cuando buscamos dentro de nosotros y no afuera. ¿Cómo es eso? ¿Qué quieres decir? -Se trata de amor incondicional, de tolerancia. Todos los conejitos y los niños, hicieron una circunferencia alrededor de Igor, y emanaron una energía maravillosa que iluminó el valle de color púrpura Al abrir sus ojos, Igor se encontró nuevamente en el patio de su casa, cogió su carrito y salió corriendo hasta la habitación de su hermano, lo abrazó bien fuerte, lloró y le pidió perdón por haber cogido sus juguetes y hacerle tener rabietas. Su hermano asombrado lo abrazó fuerte y le dijo: - Te amo Igor- Con las lágrimas aún en sus ojos, buscó a su mamá y se encontró con que su papá ya había llegado a casa. Los abrazó y les pidió perdón. Ahora entiende que él puede generar la paz que tanto buscaba y contagiarla a su familia. Es así, abrazados todos, que Igor encuentra el amor buscando la paz. Fin