fernando granados Cristal cortado desigualmente, fundido a la tempera- tura incorrecta; este hombre se acostumbró a burlarse en la cara de los demás cristales sin ningún límite o consecuencia posibles. Se burla tan intensamente que revienta a los otros cristales, opacando su brillo y que- brando su autoestima. Cualquiera aseguraría que es el cristal más fuerte y seguro que se pueda meter en un horno de vitrofusión. Lo que no sale a la luz es que Fer- nando es así porque no se siente seguro de sí mismo y para lograr su objetivo, optó por burlarse despiadada- mente de su alrededor.
samantha cordboba Cristal pigmentado con color café, cobre y bronce, horneado sin remojo; esta mujer se caracteriza por su efusividad, carisma, sonrisa perdida y refinado sentido del humor. Todo el mundo soñaría ser amigo de este cristal tan atractivo y bello; pues para todo el mundo ella es un personaje de película de comedia. Saman- tha cuando intima más de la cuenta con las personas, las va atrapando con su personalidad, chupándoles la energía, el carisma, los sueños, el dinero, la autenti- cidad y, sobre todo, la estabilidad mental. Este cristal se alimenta de los demás cristales; pues sueña tener las cosas de los demás para ser cada día más fuerte, carismática y bella.
franchesca cuervo Cristal excesivamente trabajado, fundido y monitore- ado a la temperatura correcta; esta mujer dice ser la más hippie de las hippies. Con sus discursos y libros le manifiesta al mundo sus razones, sus argumentos y todas las cosas que le han ayudado a transformar y mejorar su vida. Todos se comen el cuento y empiezan a pensar que siguiendo ese estilo de vida, todo les va a cambiar, que los caminos se abrirán, que la alegría to- cara sus puertas y que por fin podrán vivir siendo libres como ella. A ningún cristal se le pasaría por la cabeza que ella llegó a este estilo de vida porque dejó sus es- tudios y luego no supo cómo ganarse la vida; acabó con sus ahorros y ahora pregona que es una mujer de- sprendida del dinero y las comodidades y así se siente libre. En realidad ella detesta con todas sus energías este estilo de vida y se culpa por haber malgastado su tiempo y su dinero.
juan carlos sanmiguel Cristal bellamente adornado con trozos brillantes en todo su centro, fundido delicadamente, formando una joya; él es un joven rico, se viste con la mejor ropa, se puede dar los mejores lujos, se la pasa montado en su BMW, tiene los relojes más bellos y costosos que puedan existir, pero sobre todo, se caracteriza porque usa gafas de sol las 24 horas del día. Para sus amigos y conocidos él es un cristal exitoso, tranquilo, feliz. Bel- lo interna y externamente, digno de envidiar. Pero a nadie se le podría pasar por la cabeza que Juan Carlos usa las gafas de sol porque no es capaz de mirar a los ojos a ningún ser humano, ya que en su niñez el novio de su mamá lo violo y lo usó como objeto sexual por muchos años. Lo que más le duele y lo parte en veinte mil pedazos de cristal es que su mamá nunca le creyó, ni se dio cuenta que se estaba fragmentando y fundi- endo por dentro.
juliana pimentel Cristal profundo y traslúcido, sin ningún pigmento y horneado como los demás cristales; esta mujer le dice a todo el mundo que es la mejor hermana de todas pues asegura que apoya, cuida, ama y defiende a capa y espada a sus hermanos. Todos los cristales se imag- inan que ella es la mejor hermana que puede existir, pues con los bellos destellos de cristal que salen de su boca nadie se podría imaginar que todo lo que habla son desperdicios ahumados de vidrios baratos. Ella es una basura con su hermano Félix, lo humilla y le dice que es un bueno para nada, que es un pobretón, que es un inepto, que es la vergüenza de la familia, que le habla por complacer a sus padres, que no vale nada y que cuando queden huérfanos le va dejar de hablar de por vida. Cristal putrio, negro, falso y enfermizo.
silvana bautista Cristal completamente transparente, horneado a muy baja temperatura, con diminutos pedazos de este en su costado derecho; esta mujer se caracteriza por no tener voluntad y decirle a todo y a todos que sí. Para los demás, ella es el mejor cristal de todos porque les lleva la corriente con su una gran sonrisa de cristal hir- viendo. Decir que si la hace ser feliz, interesante, me- jor persona y mejor amiga. Lo que no saben es que ella a todo y a todos les dice que si por miedo a quedarse sin amigos, sin pareja, para evitar el castigo de sus pa- dres; pero en realidad esta situación la pone en contra de sus convicciones y la está cortando en miles de pe- dazos por dentro con un cristal sin pulir.
gabriela fernandez Cristal sin pigmentos ni detalles; esta mujer se la pasa viajando todo el año, conoce casi todo el mundo y todavía anhela viajar más y más. Afirma que viajar la hace feliz, la hace más culta, le permite conocer nue- vas personas y que viajando se llena de energía. Los viajes son un cristal gruesísimo que la resguardan y la hacen olvidar el lugar de donde viene, evitando así el dolor tan amargo y profundo que siente al llegar a casa y no ser amada, valorada ni admirada por su madre.
lucidez La verdadera voz es la que me permite ser escuchado por el mundo como un ser transparente, sincero, auténtico, singular y real. Voz que lucha constantemente en contra de las mentiras, las fachadas, los tapones, las ataduras y prisiones que nos ponemos o son impuestas por los demás para poder ser comprendidos, aceptados, aplaudidos, reconocidos, amados y vener- ados por una sociedad que vive en una gran pecera de cristal. Cuando la pecera se rompa de manera definitiva, la voz saldrá disparada en todas las direcciones y los demás tendrán la oportunidad de escuchar una voz propia, orgánica y potente, que no lucha por agradar y com- placer sino por existir y ser. Hoy tengo la certeza que mi voz es la que está vencida, agrietada, ahogada, rota, interrumpida, entrelazada y sofocada en medio de una lucha continua por no permitir que la silencien, la reparen, la peguen, o la modifiquen. Hoy me doy cuenta que mi voz es única e irrepetible y que su fuerza radica en la posibilidad de cortar al mundo.
agradecimientos
Clara Acebedo García: Gracias por esculpirme, con tanta dedicación y amor. Clara García Navarro: Gracias por cubrirme con sus lágrimas, que brotan de un corazón puro y ex- tremadamente amoroso. Alfredo Acebedo Silva: Gracias por potenciarme cada día más y ver en mí un gran artista. Alejandra Vergel Acebedo: Gracias por enseñarme el valor de la estética y el trabajo bien hecho. Raül Leonardo Vergel Raad: Gracias por confiar en mí, con los ojos cerrados. Amelia Acebedo: Gracias por ver en mí talento y perseverancia. Daniel Castillo: Gracias por su tiempo y dedicación para transmitirme la técnica de vitrofusión. Johana Marín Carvajal: Gracias por su apoyo, compañía y amor, cuando más lo necesitaba. Carolina Saavedra Calvo: Gracias por ver en mí, un ser único y singular. Felipe Arturo Pérez: Gracias por enseñarme a producir obra con dedicación y sentimiento. Natalia Kempowskys Sánchez: Gracias por defenderme y protegerme a capa y espada, en el momen- to más injusto y humillante de mi carrera. Nathalie Buenaventura Granados: Gracias por recordarme el valor tan grande y significativo, que tiene mi tartamudez. Sylvia Suárez: Gracias porque recordarme que mi voz es un regalo de la vida para ver a los demás, con una percepción diferente. Mariela Vergel Lineros: Gracias por el amor y la compañía que necesitaba para enfrentarme a una nueva vida. Valentina Villegas Correal: Gracias por ver en mí al verdadero Felipe, que se dejó ver por todo el mundo. Camilo Andrés Perilla Rivera: Gracias por enseñarme, que primero me tenía que amar para que después los demás me pudieran amar. Juan Pablo Castro: Gracias por darse cuenta que mi obra de arte es mi lucha por vivir.
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