Important Announcement
PubHTML5 Scheduled Server Maintenance on (GMT) Sunday, June 26th, 2:00 am - 8:00 am.
PubHTML5 site will be inoperative during the times indicated!

Home Explore Revista

Revista

Published by Sofía García Martínez, 2019-09-25 18:28:43

Description: Revista

Search

Read the Text Version

EL MUNDO DE SOFÍA.

El barquito de papel. sabia le señaló una me Un día muy soleado se encontraban Juanito ban unas hojas y le dij y su papá en el patio de la casa, sumergidos sario para cruzar solo en una pequeña piscina que habían instalado imaginación-, entonce para pasar las calurosas tardes del verano; tarea de intentar arm ya luego de haber jugado un rato el papá de pel que resistirá el cr Juanito le preguntó - ¿Quieres escuchar una largo río, luego de muc gran historia?, el niño muy emocionado de poco frustrado y que inmediato le contestó que sí, y así mismo la abuela le dijo: -intén narración comenzó: cuerda que todo lo que lograr si crees en ello- “Hace mucho tiempo en una ciudad muy pe- logró formar un barq queñita había un río muy grande y como en pudo emprender su vi todo lugar un niño muy inquieto que quería niño cumplió su sueñ cruzar pero no sabía cómo hacerlo, no tenía nada para armar su barco y fue un poco tris- pap te a contarle a su abuela, ella que era muy En el momento en el q

esa donde se encontra- Juanito salió rápido de la pequeña piscina y jo: -tienes todo lo nece- entró a la casa buscando desesperado algu- o usa un poco más tu nas hojas para armar su propio barquito, es el niño se puso en la cuando llegó donde su padre le conto que mar un barquito de pa- quería armar un barco para que cruzara su ruce del angosto pero piscina así mismo como lo había hecho el ni- chos intentos estaba un ño del cuento, Juanito se pasó el resto del ve- ería rendirse, pero sí rano haciendo barquitos con todo lo que en- ntalo una vez más, re- contrara, su pequeña piscina fue cruzada e te propones lo podrás por infinidad de barquitos de diferentes ma- - luego de esto el niño teriales; hoy Juanito sigue igual de entusias- quito sólido en el cual mado con los barquitos y al igual que el niño iaje a través del río, el del cuento está en el barco y cruza en ellos ño con un barquito de pero Juanito no cruza pequeños ríos, Juanito pel.” ahora cruza grandes mares y océanos, Juani- que el cuento terminó to también cumplió su sueño.

Proyección a diez años. Cuando yo tenga 29 años voy a estar viviendo en un apar- tamento en la ciudad de Río de Janeiro, trabajando en el área de deporte como administrativa ganando entre 10 y 15 millones de pesos Colombianos, me estaré transportan- do en mi propio carro, estaré soltera y no tendré hijos. En ese momento habré conocido todo Colombia, Brasil y Estados Unidos. Académicamente habré terminado el pre-grado y me ha- bré especializado en administración deportiva y fisiotera- pia, así mismo, mi patrimonio será una casa, un carro y un ahorro de más de por lo menos 100 millones de pesos, de salud estaré muy bien pesando 60kg. Los fines de se- mana estaré trabajando en crear mi propio negocio y compartiendo con mi familia y amigos. Finalmente, me faltará por cumplir un poco más adelante formar una familia y tener mi propio negocio y hacerlo exitoso.



Quizá no hubiese sido tan malo. Era una noche muy fría y como en muchas de estas nos en- contrábamos en la cama, él estaba recostado a mi lado y ro- zando sus dedos por mi espalda, yo estaba sentada mien- tras me fumaba un cigarrillo, el único ruido que había den- tro de la habitación era el de mis exhalaciones sacando el humo del cigarrillo, luego él tomaba sus cosas me besaba la frente y al igual que el humo de mi cigarrillo se desvanecía; ésta era nuestra rutina después de cada encuentro en el que desbordamos de pasión pero reprimíamos todas las demás emociones que deseaban salir junto a ella, pero esa noche fue diferente, esa noche algo más interrumpió aquel silen- cio infernal que nos acompañaba, era su voz dirigiéndose a la nada; decía: -¡Dios odio que fume!-, sonreí un poco y voltee a verlo con un poco de picardía en la miranda y con- vencida de que ya pronto se marcharía, como era costum- bre; está noche no fue así, él siguió diciendo cosas una tras otra “¿Sabias que tienes una mirada muy intensa?, hoy ha- ce más frío de lo normal ¿verdad?” así estuvo un buen rato y yo sólo le contestaba con gestos o palabras simples como sí o no, no me esforzaba mucho porque realmente estaba aterrada y tratando de encontrar una razón lógica para lo que estaba pasando, presentía que algo pasaría, que todas

sus preguntas tratando de tener una conversación conmigo tenían un propósito y no era simplemente salir de la rutina, - la cual nunca nos incómodo o por lo menos eso creía yo hasta que lo escuche decir: -Sabias que siempre que salgo de aquí espero un rato en la puerta esperando a que salgas a pedirme que me quede- está vez no lo mire al instante pri- mero fume un poco y dije: -Puedes quedarte cuando quie- ras, aunque necesito dormir un poco de vez en cuando- y lo e mire un poco inquieta a lo que me contestó -No es a lo que me refiero-; el silencio que hubo después fue muy incomo- do, yo estaba tratando de asimilar la situación y él supongo que esperaba que yo dijera algo, pero no fue así, por lo que él se vio obligado a continuar - Me gustaría que esto dejara de ser sólo un momento y se volviera algo más… Pero se que no va a pasar, se que en tu vida no hay tiempo para esas cosas-, les juro que no le había mentido hasta ese mo- mento, pero no sabía que hacer, creo que todo lo que dije fue simplemente porque sentí presión, opte por darle la ra- zón y simplemente fue porque tenía un poco de miedo, esta- ba acostumbrada a algo y me daba un poco de miedo ese cambio. Luego de esto no lo volví a ver y este cambio fue mucho más difícil de lo que pudo haber sido cualquier otro.

Realizado por: Sofía García.


Like this book? You can publish your book online for free in a few minutes!
Create your own flipbook