Cuentos de una nueva era de luz - extracto

Cuentos de una nueva era de luz Luis Eduardo Vivero Peña 2014

© Luis Eduardo ViveroEdición independiente, 20141ª ediciónIlustración por Mackarena Molina PastenPortada por Ernesto Valdes

Dedicado a quien ha invertido una buena parte de suvida en enseñarme el camino del amor: a mi mamá, unamujer extraordinaria y multifacética, experta en amar enforma ilimitada e incondicional.



ÍndicePalabras del autor......................................................................9Un nuevo mundo.....................................................................15Unidad arbórea........................................................................21La revolución del mundo animal y vegetal...............................29La historia del gato vegetariano...............................................41Melito, el Doctor Cheese y las terapias holísticas....................53El Samurái y Darián nos enseñan a meditar.............................73El portal mágico.......................................................................87Irene habla de la muerte, la reencarnación y la vidaextraterrestre........................................................................115Las claves de la felicidad........................................................139

Palabras del autorEn cierto momento de mi vida me di cuenta quesolemos mencionar poco la palabra «amor». Tienetanto significado y a la vez ocupa una porción tanpequeña en el día a día de la mayoría de las personas.Incluso cuando se habla de «amor», se le vinculafundamentalmente con las relaciones de pareja,dejando de lado otros tipos de expresión. ¿Se hanpreguntado cuántas personas le dicen «te amo» a sushijos, hijas, mamás, papás, hermanos, abuelos yamigos? Tal vez en los últimos años esto ha idocambiando, pero por mucho tiempo ha sido casi untabú decirlo y la gente ha preferido usar: te quiero, teestimo, etc.Algo similar sucede con pedir «perdón». Muchos dicen«lo siento» o «disculpa», pero la minoría pide «perdón»de forma abierta y sincera, como si fuera algo malo,cuando es todo lo contrario. ¿Será que es muy difícildecir «te amo» o pedir «perdón» porque para ello hayque mostrar el alma desnuda? Y estar desnudo dapudor, al menos como norma general; pero estandodesnudos, sin máscaras, podemos sacar lo mejor denosotros y compartir esta vibración benevolente conquien esté cerca de nosotros. 9

Es increíble que podamos llegar a amar a los árboles, alas libélulas y pajaritos. ¡Incluso a personas que noconocemos o que alguna vez nos han hecho daño!Justamente de eso se trata el amor incondicional: «teamo porque decidí hacerlo, sin esperar nada a cambioy pese a cualquier circunstancia». Cuando nos abrimosal amor, la forma en la cual experimentamos la vidacambia radicalmente. Cierta mañana te das cuenta queel cielo tiene un color particular y que una pequeñagota de agua sobre la hierba es la perfección mismasobre la tierra.Para que eso sea posible, es necesario sanaremocionalmente. Difícilmente nos vamos a sentir biensi mantenemos odio, rencor o resentimiento ennuestro corazón, sin haber dejado atrás las situacionesque nos han herido en algún momento. En ese caso, elser feliz se transforma en todo un problema ybuscamos una aparente felicidad fuera de nosotros, enlas cosas materiales o en un modelo de vida, cuandomás bien hay que comenzar por dentro, sacando todolo que no sirve y haciendo espacio para lo nuevo yluminoso.La mayor revolución que podemos llevar a cabo es lainterior. Si somos capaces de sanar y hacer florecer eljardín que tenemos dentro, de tal forma que lasmargaritas y las rosas salgan hasta por nuestros poros; 10

entonces no será necesario buscar la felicidad, porqueen el camino nos encontraremos con ella cara a cara ycomprenderemos que fuimos hechos para ser felicessin esfuerzo, que es algo con lo que venimos desdeque nacemos.Una vez que hemos sanado lo de adentro, es naturalque lo de afuera sane también. Comenzando por lasrelaciones familiares, con nuestros amigos, pareja,laborales, etc. Incluso la expresión del rostro se tornamás cálida y suave, como resultado de una armoníainterior.Creamos con la mente todo el tiempo, aunque noestemos conscientes de ello. Hacemos eso con eltrabajo que queremos tener, con la casa en la cualdeseamos vivir, con la pareja que atraemos, amigos,actividades, viajes, etc. Y si somos capaces de crearcosas pequeñas, también lo somos para crear cosasmás grandes, como sociedades justas, bondadosas,amorosas e integradas de forma adecuada con lamadre tierra.Las cosas suelen ser una utopía o incluso una locurahasta que las creamos, es tan simple como eso. Así esque no es descabellado pensar en sociedades en lascuales prime el respeto, la comunicación, la justicia, elentendimiento y el amor. Es algo que realmente 11

podemos hacer una vez que constituyamos una masacrítica. De hecho, ya se está construyendo en diversoslugares en el mundo, en comunidades ecológicas,autosustentables y colaborativas.¿Qué necesitamos para salir adelante como especiehumana? Saber que las diferencias que tenemos sonexternas y culturales, pero que básicamente somosiguales. Todos necesitamos acceso a alimentossaludables, salud y educación de buena calidad,tiempo y recursos para divertirnos y desarrollarnos.Cuando nos pongamos todos del mismo lado,incluyendo trabajadores, empresarios, eruditos ycampesinos; entonces nos daremos una oportunidadpara ponernos de acuerdo en lo que deseamosconstruir y finalmente lo haremos.Es a través de historias y personajes simples comointento entregar estos principios de vida e interacción,procurando respetar a toda persona, sin la intenciónde convencer a nadie, simplemente ofreciendo unpunto de vista que creo que tiene el potencial paracambiar positivamente nuestro destino.Te invito a detenerte tan solo un instante. Siente turespiración, mira alrededor, siente el viento en turostro y percibe que la vida es una fiesta. 12

La federación de monjas rezadoras, meditadores ypacifistas logró por fin enviar una delegación al congresocósmico. Llevaban las firmas digitales solicitadas, lascuales superaban en gran número la masa críticarequerida.La jerarquía celestial actuó con rapidez y en menos deveinticuatro horas, el creador principal presionaba elbotón rojo que decía «Plan B». 13

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Un nuevo mundoEra un cálido y tranquilo amanecer, sin ruidosmolestos ni estrés, sin esmog ni horarios rígidos quecumplir. El sol mostraba sus primeros rayos, la brumadejaba el monte como una sábana que se retirasuavemente. Las flores se erguían y comolevantándose de una reverencia saludaban a toda lavida existente.No importaba que año corriera ya que el paso deltiempo había dejado de ser relevante. Habíamostrabajado mucho para dar ese salto dimensional ypasar a otra etapa en la evolución humana. Luego deuna gran lucha entre lo que considerábamos como elbien y el mal, la realidad dual en la cual se nosmantuvo por un largo período había transmutado auna era de luz. Las nuevas generaciones crecían ya enun medio ambiente limpio, en donde se trabajaba deforma colaborativa para el bien de todos. Ya no eranecesario vivir para trabajar y cada uno sedesempeñaba en lo que le gustaba hacer, encontrandoasí la realización personal, como también cumpliendoun rol importante en la construcción de esta nuevasociedad. 15

La pequeña Ramia y su abuelo Silvestre habían hechoplanes para ver el amanecer. Estaban sentados sobrela hierba, cuando de pronto ella le preguntó:―¿Abuelo, es verdad que antes las personas de tuedad se veían viejas, estaban enfermas y no eranfuertes ni saludables como tú?El hombre de pelo blanco y larga barba respondió:―En el mundo anterior, los gobernantes y poderosostenían sumida a la población en el miedo. Nos hacíancreer que lo mejor para cada uno era velar por elbienestar personal y aferrarse a una forma de vidacómoda aunque grandes sectores humanos notuvieran acceso a las necesidades básicas de alimento,salud, educación, vivienda y entretenimiento; perollegó un momento en que todo cambió para el bien dela humanidad. A ese evento le llamamos el despertarde la conciencia.―Abuelo, mi mamá y mi papá dicen que un día lascosas comenzaron a ser diferentes; pero yo noentiendo cómo algo puede cambiar tan rápido ya quellevaban muchas generaciones viviendo de esa forma.―Lo que cambia al mundo es el amor y la concienciaen cuanto a que estamos conectados unos con otros;lo que te pasa a ti me afecta a mí; lo que le ocurre a la 16

«madre naturaleza» tiene consecuencias en todos loshabitantes de este planeta. Lo que le sucede al planetatierra tiene efectos en el resto del universo. Por eso, siproyectas amor en el prójimo, esa persona también losentirá en su corazón como tú lo sientes y asísucesivamente. ―y tapando el camino de unashormigas con una ramita, el abuelo continuó ―: Deesa forma se fue elevando la vibración de lahumanidad y los seres de la oscuridad perdieron lacapacidad de controlar a la gente. Ahora que vivimosen un mundo en donde todo lo que no sirve alpropósito mayor del ser humano ha quedado atrás,reina la paz, la armonía, la justicia, la compasión, labenevolencia, el bien común y por sobre todo, el amor.Ramia sonrió, quitó la ramita del camino de lashormigas, abrazó a su abuelo y tomados de la mano,volvieron con los demás.Toda la familia fue a bañarse al río, saltando, alegrescon ánimo de fiesta. Bebieron el agua cristalina quebajaba por la montaña, libre y pura. Dieron gracias conlos brazos abiertos, mirando al cielo, comieron frutascampestres, las cuales crecían por doquier, sin ningúntipo de ingrediente artificial. 17

Ramia y Silvestre jugaron animadamente con losanimales del lugar, a quienes veían y trataban comosus amigos.Los girasoles danzaban delicadamente al ritmo de labrisa. Fue una mañana perfecta, sus corazonesrebosaban de amor y felicidad. 18

Los árboles que habían sido talados injustamentedurante toda la historia humana fueron apareciendo engrandes grupos, de tal forma que al cabo de unassemanas no quedó espacio para quienes le hacían dañoal planeta. 19

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Unidad arbóreaUn meditador que iba caminando hacia el bosque depronto se encontró con un amigo, quien le preguntó adónde iba.―Voy al bosque, a fundirme con un árbol ―contestó.El amigo se rió, sabiendo de las locuras de Edison y ledeseó buena suerte.El meditador escogió un árbol grande y frondoso queestaba a la orilla del río, se sentó y se puso a meditar.Pasaron las horas y aún seguía ahí. Meditó abrazandoal árbol, también acostado, al siguiente día sentadosobre una rama. Estaba decidido a quedarse hastafundirse con él.Al tercer día, cuando el alba despuntaba, Edisoncomenzó a sentir las venas del árbol. Hizo todo loposible para que su corazón se mantuviera tranquilo ysus ansias no significaran un estorbo en el proceso detransmutación. Poco a poco se iba sintiendo rígidopero poderoso, con hondas raíces. Finalmente, estabatotalmente integrado al árbol. Pudo sentir la energíasutil que se movía por todo el tronco, llegando a cadahoja. Tomó consciencia de la multitud de insectos quese alojaban en sus recovecos y de su gran capacidadpara albergar vida. Se sintió maravillado al percibir 21

cómo el flujo de agua, que venía del río, subía por todosu cuerpo de árbol, hidratándolo y permitiendo que lavida continúe.De pronto, sintió un grito desgarrador; su cuerpo seestremeció como si le estuvieran haciendo algo malo.Era otro árbol, que estaba siendo talado a unos pocoskilómetros de ahí. Por increíble que pareciera, losárboles se unen a través de una red neural que puedeextenderse tanto como todo el largo y ancho de unbosque. Cuando un árbol es cortado, quemado odañado de cualquier forma, el bosque completo losiente ya que forma una matriz de vida.Edison, se sentía extraño y gritó pidiendo auxilio. Enese instante, el alma del árbol le explicó lo que estabasucediendo y le dijo que tenían que permanecerunidos y ser fuertes ya que la «madre naturaleza»estaba de su lado y no permitiría que todossucumbieran de esa forma, debiendo además honraral hermano que estaba partiendo. Edison le preguntópor qué no se rebelaban, ellos eran más fuertes ypodrían destruir las máquinas con la que les hacíandaño. El árbol respondió que una de las reglas básicaspara vivir en el planeta Tierra es no dañar a nadie, porlo cual les estaba prohibido hacer eso, incluso contraquienes parecían ser sus enemigos. Le pidió que no sepreocupara, ya que la «madre naturaleza» se 22

encargaría, de una u otra forma, de traer armoníaentre las especies y que el ser humano aprendería avivir respetando a las diferentes formas de vida,dejando de explotar los recursos naturales de maneraindiscriminada.―Todo lo que nos hacen se lo hacen a ellos mismos―le dijo el árbol. El meditador estaba muy molesto yrefunfuñó:―No quiero ser más un humano, me quedaré así parasiempre.―Hermano, no puedes renegar de tu especie, nosacarás nada bueno con eso.―¿Pero qué haremos si destruyen todo lo que se poneen su camino? ―respondió Edison con congoja ydesesperanza.―Tienes muchos años por delante todavía. ¿Qué teparece si vuelves con ellos y les cuentas cómo es lavida de un árbol? Si les dices que sentimos y queconstituimos vida inteligente y organizada? ―lepropuso el árbol.Edison lo pensó por unos minutos sin estar seguro deaceptar la sugerencia. Hasta que le hizo saber supreocupación principal: 23

―¡Pero no me van a creer! Es que los humanos sonuna tropa de incrédulos y creen que lo saben todo...―Si hay una persona que esté dispuesta a escuchartey logre comprender el mensaje, entonces tu misiónhabrá valido la pena. Tienes que pensar de formapositiva para que logres atraer lo que deseas; en estecaso, sensibilizar a la gente en relación a cómo sevinculan con la naturaleza, específicamente connosotros.―¿Y si necesito ayuda? ―preguntó Edison. El árboldejó la puerta abierta para que volviera cuantas vecesfuera necesario para recibir su ayuda y energíasanadora.El meditador sonrió y cerró los ojos. Poco a poco ibarecobrando su cuerpo de humano y sintiendo elmundo de otra forma, como antes de comenzar laexperiencia.Le tomó unos días el reintegrarse completamente a lasociedad humana. Cuando llegó a su casa, pasó algúntiempo meditando e intentando encontrar una vía parallevar a cabo su propósito; pero por más que buscaba,no encontraba la respuesta. Hasta que una mañanaunas personas fueron a su casa a preguntarle si podríair a dar una charla al colegio del barrio, en relación alcuidado del medio ambiente. Quedó atónito y por 24