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Relatos de Equipos Interdisciplinarios de Heredia en tiempo de Pandemia 2020

Published by Laura Chavarría Brenes, 2020-10-01 14:21:55

Description: Relatos de Equipos Interdisciplinarios de Heredia en tiempo de Pandemia 2020

Equipo Interdisciplinario compilador
Escuela Miguel Aguilar Bonilla
Lucia Camacho Soto, Psicóloga
Laura Chavarría Brenes, Orientadora
Delmis Patricia Díaz Chavarría, Trabajadora Social
Setiembre 2020

Autores:
Profesionales de Equipos Interdisciplinarios de la Dirección Regional de Heredia
Ministerio de Educación Pública
Setiembre 2020


Créditos
Edición Grafica
Autoría de Frases
Laura Chavarría Brenes

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El bichito al que yo tengo tanto respeto, ese que causa enfermedad y en el peor de los casos muerte, ha provocado en cada miembro de la familia, muchos efectos positivos. La reflexión sobre la importancia de trabajar en equipo ha sido un elemento esencial desde el primer día en que nos recomendaron y decidimos quedarnos más tiempo en casa; todos los días hemos tenido que reinventarnos y reconstruir dentro de nuestra gran burbuja nuestros espacios personales más empáticos, más solidarios, más seguros y más flexibles cuando de acuerdos domésticos se trata. Todos los días hablamos sobre nuestros vínculos con la vida y de la importancia de fortalecerlos, estamos comiendo más sano, haciendo más ejercicio y cuidando de nuestra salud física y mental de diferentes formas. Aunque no hemos logrado escapar del enojo, del miedo y de la impotencia, Creo que nos hemos convertido en mejores personas y que estamos preparados para enfrentar la nueva normalidad. En lo personal he reconocido que lo importante nos son los zapatos que me compré en enero, y que me puse tan pocas veces. cada vez que abro mi closet, los veo en sus cajas le doy sentido, importancia y valor a las chanclas que uso para estar en la casa, porque la pandemia dejo en evidencia lo frágiles que somos. Abril, mayo, junio, agosto, setiembre… extraño mi rutina de trabajo y creo que ahora lo aprecio más que antes. Ahora teletrabajando, una nueva faceta que ha permitido descubrir nuevas habilidades y a reinventar el quehacer profesional. El teletrabajo también permite construir sueños, volver al trabajo presencial es una de mis metas, más comprometida, más organizada, más solidaria y responsable. Todos los días veo, cuento, sumo y resto los casos reportados con COVID-19 siempre con la esperanza y la de que los casos nuevos y activos sean menos. Cuando se acabe la pandemia no seremos las mismas personas, cuando regresemos seremos más fuertes por la experiencia y la oportunidad que el COVID-19 nos ha permitido 51

Licda. Silvia Rivera Ramirez Trabajadora Social Escuela Nuevo Horizonte Guarí, San Francisco, Heredia [email protected] 52

RELATO EN TIEMPO DE PANDEMIA Plasmar en unas líneas los sucesos relevantes ocurridos durante esta “nueva normalidad”, es una tarea que lleva a la reflexión de todas las áreas que contemplan nuestras vidas e incluso analizar y valorar las vidas de las personas que están a nuestro alrededor. Cuando se iniciaron los noticieros con la epidemia en China, que en cuestión de días estaba extendida por Europa, Asia y que ya se presentaban casos en América; empezó a generar una serie de reacciones, expectativas irreales y sentimientos encontrados que con el paso de las semanas para algunos la situación se tornó más complicada en la parte económica, para otros en lo emocional y así sucesivamente, pues a cada uno nos afectó de distinta forma. A Dios gracias, por tener nombramiento en propiedad no tenía temor de perder mi trabajo, pero de forma indirecta, amistades que se dedican al turismo, por ejemplo, dejaron de recibir ingresos de un día para otro, esto obviamente me generó mucha inquietud y había que buscar la manera de ayudar. Por otro lado, a diferencia de muchas personas, el tener que entrar en aislamiento desde casi el primer de miedo, golpea fuertemente la parte emocional y acrecenta los temores, pues mi hermana mayor y vecina, con quien tengo buena relación y compartía todas las semanas, trabaja en el área de la salud y fue del primer grupo de funcionarios del Hospital San Rafael que fueron enviados a cuarentena, con la sorpresa que quince días después les hicieron el rebajo salarial, irónicamente a quienes no se les afectaba el salario era a los que daban positivo. Esto llevó a que yo tuviera que indicar en la Escuela San José, lugar donde trabajo desde hace 4 años, que estaba en posible riesgo, con esto enfrentar comentarios y gestos incómodos, pues en ese momento la información era muy poca, la jefatura me indicó quedarme en la oficina y no tener contacto con ningún compañero/a hasta tener indicaciones más claras. Esto fue una situación que tomé “por el lado amable” e incluso hacía bromas con compañeras, como dicen, la procesión iba por dentro, pues en ese momento lo que mas me preocupaba era mi familia. Llega la tan esperada suspensión de la presencialidad -término que muy pronto llegó a formar parte del vocabulario del día a día-, pues se hablaba de 53

la facilidad casi instantánea del contagio del COVID-19 y el gobierno no tomaba medidas inmediatas y claramente los hábitos de higiene tanto personales, pues no me lavaba las manos “cada 5 minutos”, como en las instituciones educativas iban a generar un contagio masivo en cuestión de días. Ya en la casa, empieza el mal llamado correo de brujas, pues nadie sabía que iba a pasar con el trabajo, pues en ese momento trabajar desde la virtualidad era casi de una película de ciencia ficción, en mi caso solo había experimentado con cursos en línea. Se empiezan a tomar medidas en varios flancos y llegan las famosas restricciones, agravadas por las zonas amarillas y naranjas que a la postre dieron con un encierro casi igual para todos, en mi caso, orgulloso que mi cantón se mantuvo en naranja muy poco tiempo, tenía todos los cantones circundantes en naranja, por lo tanto, sentía que tenía derecho a salir a dar vueltas al patio. Aún con todas estas situaciones, nos atrevimos a hacer un par de reuniones sociales, unas cuatro amistades cada vez, unas carnitas azadas para liberar el estrés, tratando de cuidar las distancias y de no ser denunciados por los vecinos. A este respecto, mi principal temor era contagiar a mi mamá, que es una señora de 84 años y a la que visito casi a diario, me convertí en el mandadero oficial, cosa que me hacía muy feliz porque una de las actividades que más disfruto es ir al supermercado y ahora me tocaba ir por mis cosas y por las de ella; pero la idea de dar positivo y no saberlo, llevar el contagio a ella y que muriera, fue y a la fecha es un tormento, porque si muero, como digo, tal vez alguien llore tal vez muchos rían, pero si ella muere por mi culpa eso no me lo perdonaría nunca. Volviendo al ámbito laboral, se inicia con las reuniones virtuales, hasta una hora para todos estemos conectados, uno no escuchan, otros con el micrófono apagado, otros que lo dejan prendido y ya sea el ruido o algo que no debieron decir frente a todos, muchos son los relatos pero en resumidas cuentas, aunque desde las oficinas “de arriba” los lineamientos y directrices parecen una carta al Niñito Dios, cada una de las instituciones educativas de este hermoso país, tuvo que ver como jineteaba las consecuencias del virus, no se tenían correos, internet, los saldos no rendían, las indicaciones iban y venían, una semana se dice algo, la otra se dice lo contrario; poco a poco la virtualidad, palabra que también empezamos a usar a diario, fue tomando forma para convertirse en una maravilla para unos y un calvario para otros. 54

Muchas son las satisfacciones y muchos otros los desencantos, pues aunque quisiéramos que todo el alumnado pudieran convertirse en chicos y chicas en línea, esto no pasa, al atender poblaciones socioeconómicamente vulnerables, los recursos tanto materiales como familiares han sido un gran obstáculo; en lo particular, la directora de la institución siempre a sido de una política de no cobrar a los discentes dinero pero que los funcionarios tampoco incurrieran en gastos, esto se transformó en hacer grandes pedidos de resmas de papel y tintas para que, con las máquinas (impresoras) que si funcionan, empezar a sacar la tarea de reproducir las GTAs y todos los materiales que teníamos que hacer llegar a cada uno de los y las estudiantes para que pudieran continuar con el apoyo y acompañamiento requerido para que este curso lectivo 2020 continuara su curso, algunos, los más osados, aprendimos hasta a hacer un video con el power point, ya que ni eso sabía que existía. Las famosas entregas de alimentos, fueron al inicio una idea algo extraña, pues lo “normal” es que dada padre alimente a sus hijos, como ha tenido que ser siempre, aun así, sabiendo que la realidad de muchas familias ya era complicada por las características de la población que recibimos, poder participar en algunas de estas entregas, también llego a llenar de satisfacción este tan atropellado curso lectivo, pues saber que al menos con entregar estos paquetes alimentarios, estaba contribuyendo con el bienestar de cada uno de los estudiantes. Y si ya el ambiente no era lo suficientemente tenso, con los reportes diarios de aumento de casos y de pérdidas humanas por COVID, que día a día es más lamentable, los respiros de esperanza que orgullosamente disfrutaba al ver las noticias de los logros del instituto Clodomiro Picado, la implementación del bono PROTEGER y muchas otras iniciativas y logros a nivel nacional, la llegada de la tan esperada vacuna se hacía cada día más distante. Para poner una cereza en el pastel, mis mascotas, que en casi 3 años no se habían podido reproducir, pues ella es literalmente el doble en tamaño y peso que el, lo consiguieron y terminé atendiendo por primera vez un parto perruno y de 6 hermosos cachorros, que implicó toda una semana de no dormir y de tener contracturas a lo largo y ancho de mi espalda, pues me habían dicho muchas situaciones no muy agradables que podían ocurrir en estos proceso, afortunadamente, a la fecha, todo va de muy buena manera. Queda entonces seguir esperando a que la situación mejore, ver de qué manera la solidaridad sigue aumentando, se crean nuevas metas y se 55

alcanzan, en unos 5 años, que todo estos haya sido un mal sueño y hayamos podido salir airosos y seguir adelante con nuestras vidas. Bendiciones ! Lic. Christian Núñez Alfaro Orientador Escuela San José San Rafael, Heredia [email protected] 56

EL AQUÍ Y EL AHORA Filosofía de la vida el aquí y el ahora. Vivir en épocas de PANDEMIA profesionalmente me he enfrentado a uno de los retos más difíciles en mi vida profesional. De la noche a la mañana todo cambió. Se nos dice qué tenemos que retirarnos del Centro Educativo, en un momento sólo pensé que se trataban de unos meses, pero al transcurrir los días me di cuenta de que los meses se hicieron largos. Enfrentarme a la pandemia en el aquí y el ahora fue renunciar a la posibilidad de que un corto plazo podría estar de nuevo en uno de los lugares que me permitió tantas satisfacciones personales y profesionales. No volver a escuchar las sirenas para los recreos, los niñ@s correr, compartir el café y el almuerzo con mis compañer@s y amigas de trabajo, anécdotas, sonrisas, vivencias, caritas alegres y tristes. Sentimientos encontrados, miedo, tristeza, frustración me permite perseverar, reinventarme y salir de mi estado de confort. Saber qué todo se redujo a la virtualidad, no ha sido fácil, extraño el contacto humano. La pantalla no es suficiente, los correos y chats no son suficientes, pero a pesar de esto el aquí y el ahora es levantarme cada mañana y pensar que existe la necesidad de continuar en este caminar con la pandemia. Detrás de la pantalla y fuera de ellas hay personas que me necesitan. El distanciamiento profesionalmente me permitió valorar lo que estuvo más cerca de mi en mi entorno laboral y ahora ya no están. Lo más 57

cercano es el sentimiento de empatía hacia las personas que esperan lo mejor de mi profesionalmente. He tenido que dividirme en varias en un solo espacio, he tenido que organizar mis tiempos, aun así, muchas veces no logro salir y con disciplina tomo algún tiempo para mí. Días agotadores, horarios extensos y al escuchar colegas y compañeros sé que cada uno da su mayor esfuerzo, pero cada uno los vive en forma diferente. Al ver los niños detrás de la pantalla logro entender que igual muchos hacen su mayor esfuerzo, esta pandemia nos obligó a vivir y trabajar con lo necesario, el ser humano, un equipo y nada más. Como dice el libro el Principito: “SOLO CON EL CORAZÓN SE PUEDE VER BIEN, LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOS”. En mi espacio hasta mis mascotas comparten y me acompañan. El teletrabajo me ha permitido estar más con mi hijo y disfrutar las pequeñas cosas. Mis pausas activas es cuidar de las plantas, preparar uno que otro antojito o ver el noticiero de medio día. En el aquí y el ahora están presente los retos del día a día a los cuales me enfrento profesionalmente en épocas de pandemia. El mañana es incierto pero esperanzador cuando pienso que de todo esto quedaran los mejores aprendizajes. Mi aprendizaje es que dependo de otros 58

y otros dependen de mí, el darnos y apoyarnos tendrá sin duda ganancias para todos. “TODO ESTARÁ BIEN, VOLVEREMOS SI DIOS NOS PERMITE A DARLE VIDA A LAS AULAS, LOS PASILLOS Y ESOS ESPACIOS TAN MARAVILLOSOS LOS CUALES NO DEJARE DE EXTRAÑAR” Licda. Delmis Patricia Diaz Chavarría Trabajadora Social Escuela Miguel Aguilar Bonilla El Palmar, San Rafael de Heredia [email protected] 59

“Tenemos que agradecer cada momento y cada experiencia porque todo cuenta y nos hacemos más fuertes” 60

MI RELATO COMO BITÁCORA DE ESTE TIEMPO EN PANDEMIA Soy orientadora y lo he sido desde hace unos 17 años. Desde esa fecha, más o menos, trabajo con niños y niñas en primaria. Ha sido una experiencia de vida maravillosa puedo decir que amo lo que hago y ello me ha llevado a vivir momentos únicos, conocer lugares y personas extraordinarias. He crecido personal y profesionalmente, adquiriendo una suma de experiencias muy valiosas; sin embargo, toda esa experiencia no me dio una idea de cómo trabajar en medio de una pandemia mundial. Para todas las personas ha sido una experiencia de vida única. En mi caso fue difícil desde el inicio, un día después de la pérdida de una persona muy importante en mi familia, se da la orden de que tenemos que irnos a trabajar a la casa sin más, sin mucha explicación y sin saber qué hacer, todo en medio de la confusión, un duelo y la incertidumbre de lo que estaba por venir. En primera instancia, nos enfrentamos al trabajo en casa, sin un lugar preparado, sin una silla adecuada y hasta si un equipo de cómputo adecuado nos sentamos a atender lo que venía. Y es así como se vino esto: rápido, con muchas preguntas y sin respuestas, requiriendo que nos conectaramos a la virtualidad y nos distanciamos de la presencialidad. Yo necesitaba urgente ocuparme, no sabías cuánto duraría, pensaba que sería un par de meses cuando mucho, que equivocada estaba. 61

La tecnología, virtualidad y lo digital me es muy familiar, me gusta y lo disfruto. También tenía la ventaja de la experiencia del teletrabajo y el trabajo domiciliar que me dio el trabajar en la UNED, pero me di cuenta rápidamente que no era suficiente para poder seguir adelante con todo lo que esto demandaba. Se requirió muchas horas de lectura, búsqueda y pruebas para conocer a fondo distintas plataformas, programas y aplicaciones. Mi ingenio se puso al 100% a buscar estrategias para solucionar problemas diarios que tenia que remediar desde una oficina improvisada en mi casa. Sí, mi casa ese es otro tema… en mi casa ya éramos 4 personas, dos adultos y dos niñas, en horario de 24/7, antes de esto era muy normal vernos muy temprano en la mañana, salir a trabajar y a estudiar durante todo el día y no volver a vernos hasta la noche, pasar juntos todo el día solo los domingos por los trabajos de mi esposo y mío (ambos tenemos dos trabajos), pero ahora mis hijas de 9 años estaban en casa, adecuándose a la educación a distancia. Mi esposo trabajando en casa y yo también, se nos hizo pequeña la casa, era cómoda y acogedora para aquel estilo de vida antes de la pandemia, ahora se nos hace muy pequeña, creo que en especial a mí, siempre viví en una casa con gran terreno verde y ahora nuestra casa es un apartamento sin zona verde. Vaya, como empecé a extrañar eso, en su lugar empecé desde mi oficina improvisada a ver las montañas a la distancia y extrañar esos espacios, pero bueno nos acomodamos y vamos lográndolo. No ha sido fácil, 4 personas conectadas en clases, tareas, reuniones, atenciones y crisis ajenas… vamos lográndolo, aunque el cansancio en ocasiones se refleja en todos. Pero tengo que decirlo el apoyo de mi esposo ha sido invaluable, el trabajo de equipo que hemos venido desarrollando por años ha tenido sus frutos en esta etapa. En forma de broma lo digo, pero lo creo de verdad “el que no aprendió nada de tecnología ahora… no lo aprenderá nunca”, esta virtualidad nos abrió un mundo increíble, para mucho fue descubrir nuevas formas, para otras ha sido un camino empinado, pero si soy sincera para mí ha sido una aventura, como dije me gusta y creo tengo facilidades, siempre he pensado que si no se algo es mi responsabilidad buscar su respuesta, siempre he sido así. Mi cabeza 62

siempre está llena de preguntas…, “pero ¿cómo funciona?” me pregunto constantemente y allí me quedo hasta que lo descubra. Algunas veces son minutos otras son horas, en mi vida no puede ser de otra manera, pero tengo una ventaja enorme cuanto con el apoyo y ayuda de mi esposo, él es un tecnólogo innato y de verdad que ha sido un gran apoyo en todo en este momento. La Tecnología surgió al mismo tiempo que el ser humano requirió algún apoyo para hacer algo por mejorar su condición, pero es ahora como le damos un valor diferente a la tecnología desde el área social, porque se convirtió en el medio único de relacionarnos con otros en muchos casos, en mi situación personal es la forma real para llegar a mi población meta. La opción no ha sido fácil, pero se va logrando, llegando al 100% de la población que necesita el servicio. La creatividad ha aflorado en el uso de recursos como WhatsApp, Facebook, Zoom, WebEx, Teams y no sé cuántas otras aplicaciones tecnológicas. Aprendiendo primero y enseñando después a mis compañeras de equipo, compañeras, amigos y al que me ha solicitado la colaboración… un proceso que he disfrutado mucho. Pero también se ha sumado jornadas largas de trabajo, agotadoras y en ocasiones impotencia por no poder hacer más. Seguimos aprendiendo…, he logrado nivelar mi vida personal, familiar, social y laboral. No es fácil, pero se va cumpliendo con la tarea, voy aprendiendo cada día algo nuevo, no hay día que no aprenda algo, no hay día que no me permita reflexionar sobre algo vivido. Los esfuerzos son muchos, la esperanza para salir con bien es la meta, no importa lo que hagamos, cómo lo hagamos, pero lo que sí estoy segura de que importa, es el granito de arena que podamos aportar todos en estos momentos difíciles. He aprendido a incorporar cosas que me gusta hacer, cuesta mucho sacar tiempo para uno mismo, siempre hay un casa que atender, una reunión, una tarea de mis hijas, o algo que preparar, es nostálgico pensar en nuestra vida antes de la pandemia, en ocasiones me da tristeza por lo que estamos 63

perdiendo, contactos, abrazos, risas, experiencias y un sinfín de cosas que la presencialidad permite, pero esto es lo que tenemos y debemos aprovechar la experiencia para aprender, disfrutar y sobre todo vivir. No sé cómo contaremos esto a las nuevas generaciones, no sé cómo los libros de historia hablaran de nosotros en el futuro, pero lo que si se es que habrá cientos de páginas digitales escritos en cientos de páginas de internet, cientos de fotos en redes sociales, cientos de mensajes, ideas y pensamientos que quedaran y marcaran la historia del mundo, quiero creer que todas las personas vamos a aprender mucho de esto y que la humanidad ha prendido a reinventarse y a valorar más aquellos pequeños grandes momentos donde un abrazo, una sonrisa y hasta un apretón de manos vales más que muchas cosas materiales. Esas imágenes son de las bitácoras de este periodo de pandemia he ido realizando, las atesorare no solo por su contenido sino porque las hice yo misma con mis propias manos en forma artesanal y amorosamente para dejar en mi propia historia un legado de todo lo que soy capaz de hacer. Licda. Laura Chavarría Brenes Orientadora Escuela Miguel Aguilar Bonilla El Palmar, San Rafael, Heredia [email protected] 64

TELETRABAJO: AHORA SI VA! Aunque había solicitado teletrabajo muchas veces en el pasado, por alguna razón no se estimaba como una actividad posible, quizás porque no se tenía el conocimiento necesario de la plataforma, talvez porque no existía la confianza suficiente para semejante prueba de independencia y avance. No obstante, con la llegada de la pandemia, sin preguntarle a nadie, sin recibir capacitación alguna, sin saber si se contaba con la suficiente conectividad o equipo, de pronto el teletrabajo no solo fue posible sino más bien la modalidad de trabajo cotidiana desde el 17 de marzo 2002. A la fecha he podido corroborar el éxito de esta forma de trabajo y he llegado a la conclusión de que es una actividad imprescindible para atender todos los proyectos de prevención y atención propuestos para este 2020. De las principales habilidades adquiridas en esta etapa puedo señalar el uso de la tecnología como uno de los más importantes y por encima de mis propias expectativas personales. Otra que acompaña superlativamente esta etapa es el desarrollo de una capacidad para concentrarme, pensar, proponer y hacer en todo lo laboral, con un ojo en la cocina y otro en cada integrante de mi familia, incluido el cuido de mi mamá con alzheimer avanzado y las demandas de mi nieta para jugar. Todo ello en un aposento a veces compartido, a veces medio privado, con chancletas y shorts pero peinada y en ocasiones maquillada. La creatividad para desarrollar lo impensado es otro fuerte de esta etapa, quien diría jugar bingo, escondido o contar un cuento con títeres, hacer un taller con conejitos vivos y juguetones o sesiones de escuela para la familia todo virtualmente, son apenas algunas de las estrategias maravillosas que las otras personas han aceptado, sean estudiantes, familias o compañeros de trabajo. Actualmente contamos con una serie de estrategias lúdicas, un banco de actividades, recopilación de muchos materiales producidos a nivel nacional o internacional por colegas o compañeros de equipos interdisciplinarios que por primera vez se ponen a disposición de todos, porque el Otro ahora se mira desde otra perspectiva, esa que nos hermana, que nos permite poner el acento en el aprendizaje, pero no cualquier aprendizaje sino aquel que se logra en equipo, de manera conjunta, compartida. Son también algunos de los valores presentes en esta etapa que nos ha permitido mirarnos y redimensionar lo verdaderamente importante, que 65

“no se quede nadie atrás” nos dicen desde el MEP, pero con alegría de poder ir integrando a cada estudiante, buscando donación de celulares, tablets o computadoras en buen estado para llevar a las casas y a las guarderías, porque las necesidades son supremas. Cada estudiante cuenta y los esfuerzos son masivos para brindar oportunidades de conectividad, de diarios con asociaciones de desarrollo, de ayudas con IMAS, enlaces con las redes ya existentes, desde lo asistencial hasta lo elemental. El trabajo no se sujeta a lo existente, hemos tenido oportunidad para nuevos proyectos de capacitación, prevención, atención, en fin para lo que la imaginación pueda brindar. Y nos asesoramos con otras personas, y muchas otras nos buscan por la misma razón. Muchas veces olvidamos que las reuniones y las coordinaciones son virtuales, actuamos como si estuviéramos lado a lado, olvidamos los horarios que por salud mental tratamos de cumplir, pero con frecuencia la dimensión del tiempo se nos escapa hasta que sentimos hambre o un calambre que indica que llevamos horas sentadas, o bien algún integrante de la familia nos recuerda que el café está servido. Lo interesante es considerar que de repente a todo nos hemos apuntado, desde una transmisión en vivo en Facebook live, crear una historia, participar en un webinar, brindar primeros auxilios psicológicos, tomar un acta, crear una bomba o articular un caso con todos los participantes, hasta programar conversatorios, capacitar, ser tutora de una pasante, conformar una comisión, hacer talleres o dar clases no importa la edad porque pueden ser personas preescolares, escolares o personas docentes adultas. Este panorama no lo habíamos previsto ni en el mejor de los sueños anteriormente, sin embargo, constituye ahora una realidad. De lo que más me impresiono es de no titubear cuando se trata de ver algún tutorial sobre algo que no conozco, recibir asesoría de otro miembro de la familia más aventajado o preguntar en internet, total ahí esta todo. Francamente, no había pensado en realizar una convivencia digital, participar en un acto cívico masivo, alegre y colorido o reunirme con personas de todas las provincias del país para aprender conjuntamente. La mayoría de estas cosas no las previmos, simplemente llegaron y con complacencia las aceptamos, algunas las recibimos con agrado, otras con duda y algunas con reticencia, pero nuestra capacidad de cambio ha dado grandes pasos, ha crecido agigantadamente, en estos seis meses he aprendido más que en la última década podría decir. A nivel personal atesoro ahora ser más flexible y comprensiva, un poco más creativa e imaginativa, siempre responsable pero 66

ahora más respetuosa de la diversidad de seres que somos. A nivel profesional me siento más empoderada y capaz, con los temores de enfrentar lo nuevo pero con disposición y tomando riesgos, echando mano de lo que se hacer bien y aprendiendo lo que puedo, porque tengo alrededor un gran equipo de trabajo, mis amigas del Equipo Interdisciplinario a quienes quiero y admiro, a mis compañeros y compañeras docentes que han mostrado su tesón y nos hemos acompañado en la búsqueda del equilibrio personal. Esta pandemia ha dolido por muchas razones, pero ha sido la puerta a un viaje personal sin equipaje ni pasaporte, con renuncias y tensiones en algunos momentos, pero con crecimiento y mucho aprendizaje. Recuerdo ahora a la distancia como en una primera etapa la pronunciada tensión, temor a lo desconocido y pérdida de control, derivó en problemas para dormir, preocupación desmedida e irritabilidad. Poco a poco he ido llegando a una etapa de aprendizajes, de preparación y de anticipación. En ese trayecto todo se ha ido logrando: la coordinación intra e interinstitucional, participación en comités o equipos de trabajo en diversas áreas, atención a toda la comunidad educativa, continuidad a los proyectos existentes y cabida a los nuevos que se van suscitando, para todo hay agenda, para todo hay apoyo. No estoy sola, sigo teniendo un equipo de trabajo muy potente, dinámico y creativo, que me sostiene en los bajones y con quienes invento cada vez que se puede. Es extraordinario cómo hemos logrado acomodarnos a una realidad considerada tan ajena hace apenas unos meses. Continuamos teniendo dudas y momentos de crisis, pero con la certeza de que alguna ruta se abre. No puedo dejar de mencionar que he tenido que bucear y reclamar mis propios tiempos, los personales, los familiares, las reuniones de amistades virtuales y la continuidad de proyectos personales. Yo misma me asusto de cómo ahora le saco al tiempo el juguito. En mis espacios libres redescubro habilidades que no creía tener y he tenido momentos en que mi familia me rescata de la adicción a ciertas series maravillosas que también han acompañado y cumplido su cometido de entretenerme. Puedo decir para cerrar, que estar en casa es demasiado placentero, que no nos estancamos y más bien emprendemos nuevos viajes. Me siento bendecida de contar con un trabajo que me gusta, tengo compañeros y compañeras, comida, casa y familia, no puedo creer que hayan transcurrido tantos meses desde la última vez que fui a la escuela. Sin lugar a duda que la reinvención llego a mí, llego a mi casa llego a mi oficina y gustosa abrí la puerta para nutrirme de experiencias. Nada de lo 67

planificado este año se ha quedado sin hacer, eso no lo imaginaba cuando pensé que estaría en casa unos 15 días antes de regresar a mi escuela. Esta foto es de marzo, conservo un registro fotográfico de mis momentos de pandemia. Me recuerda que anduve por toda la casa buscando señal, hasta encontrar el mejor lugar. Mi familia se ha ido acostumbrando a que pido foto de casi todo, como si no quisiera que los momentos se me vayan. Me gusta mirarlas de vez en cuando para no olvidar las diferentes vivencias, las más duras y más más hermosas. 68

Ellas vinieron a trabajar conmigo, se colaron por mi ventana ofreciéndome su belleza. M. Ed. Lucía Camacho Soto Psicóloga Escuela Miguel Aguilar Bonilla El Palmar, San Rafael, Heredia [email protected] 69

“Y un día nos dimos cuenta que evolucionamos y la vida estaba llena de colores, aromas, sensaciones y ese día leímos nuestra historia” 70

INGREDIENTES ESENCIALES EN LA LABOR DE LOS EQUIPOS INTERDISCIPLINARIOS DE HEREDIA Al llegar al final de la lectura de los relatos podemos estimar algunos ingredientes que han estado presentes en nuestra historia como profesionales y son resaltados como puntos comunes en tiempos de pandemia. Sobre la pandemia Se reconoce como pesadilla, terror, angustia, estrés y sus síntomas, la causante de muchas emociones como enojo, desesperanza, sufrimiento, miedo, inseguridad, dolor, aflicción, incertidumbre, tristeza. A la pandemia se le reprocha habernos quitado la libertad, los contactos importantes de la familia y amigos, nos ha limitado las salidas, nos ha restringido ver a personas queridas en la familia y el trabajo, nos ha quitado las tardes de café y sus tertulias, nos ha causado más pobreza y brechas agigantadas, muchas pérdidas incluidas las laborales, nos limitó el contacto con el mundo tal y como lo conocíamos. La pandemia nos ha mostrado que no hay nada seguro, ni la vida, ni la salud, ni el trabajo. Aunque no fue una elección, nos ha obligado a hacer muchos cambios, a realizar nuevas rutinas de limpieza y a utilizar implementos para nuestra propia seguridad. Sobre el trabajo Las emociones no solo han estado asociadas a la falta de contacto con seres queridos sino también a la nueva forma de laborar, ya que especialmente al inicio, implicó sentimientos de frustración, enojo e impotencia. Han sido muchos los cambios experimentados, aumento en la cantidad de horas de trabajo y múltiples tareas sin horario, jornadas más amplias, sumadas a resistencias respecto al uso de la tecnología, que se han disipado paulatinamente. Implicó aprender muchos programas y aplicaciones, significó invertir horas explorando y en algunos casos una inversión de importantes recursos económicos para tener una buena computadora y aumentar el internet. 71

Ha sido un experimento desde el inicio al no tener una ruta clara, por lo cual iniciamos con un hiperactivismo laboral, capacitándonos, participando de cuanto webinar y capacitación había, todos los temas parecían importantes. Cuando nos vinimos a la casa no sabíamos a qué veníamos, por cuanto tiempo, cómo haríamos. Luego poco a poco empezamos a manejar el recurso tecnológico, a priorizar acciones y agendar, planificar constituyó el siguiente matiz. Antes de esta pandemia hubo innumerables esfuerzos por visualizar nuestra labor como equipos interdisciplinarios en el MEP y fue poco el camino recorrido, sin embargo, en pocos meses logramos evidenciar que aún en la virtualidad podíamos seguir dando seguimiento a muchas de las acciones relacionadas a la prevención y la atención en nuestros centros educativos y ahora más que nunca nos hemos visibilizado. Consultadas por directores, docentes, familias y estudiantes, nuestra labor ahora ampliada sigue siendo un reto. Un desafío por no poder estar presentes y hacer lectura de gestos, posturas, tonos de voz de forma cercana, estilos de comunicación y aun así, ofrecer el recurso pertinente, según las nuevas condiciones laborales. Lo que resulta impresionante es identificar ahora un trabajo solidario más palpable, una conexión mayor que estando juntas en la escuela como un equipo interdisciplinario. Otro elemento que ha sido muy potente es la combinación de los roles desde casa: teletrabajar, cocinar y atender la limpieza, ser madre/padre, esposa/o y poder cumplir con todo, con un temor latente de que el internet falle. La excelencia en el trabajo sigue siendo un interés, aunque ahora adicionalmente, toda la familia está conectada y surge el temor por no lograrlo. La sala, la cocina o las habitaciones son ahora oficinas equipadas y se trabaja conviviendo con el resto de la familia y las mascotas, a veces llevadero a veces con demasiada interferencia. Definitivamente ha implicado aumentar nuestra paciencia como un valor relevante. Es real que nos resulta muy difícil no compartir los momentos especiales y cotidianos como equipo: el saludo matutino, los cafés con tertulia, los recreos, las risas y las manifestaciones de compañerismo cotidianas, que ahora se echan de menos con nostalgia. A nivel general, se reconoce que esta coyuntura implica mayor desigualdad social y sigue siendo una encrucijada económica, que como en otras ocasiones amenaza con asfixiar al sector público profundamente, pero eso no nos paraliza, seguimos caminando con orgullo. Veinticinco años de labor de los equipos interdisciplinarios puestos a prueba durante la pandemia, nos lleva a una zona de nuevos desafíos. 72

SOBRE LOS APRENDIZAJES Es definitivamente una metamorfosis. Esta etapa de pandemia nos ha cambiado en muchos sentidos, en lo personal, en lo familiar, en lo laboral, en lo comunal, en lo social. COVID-19 nos ha impulsado a unir nuestras manos, a ser solidarios, volver a confiar a través de la tecnología, a generar oportunidades. Por lo tanto, debemos perdonar a COVID porque también ha sido motivo para cuestionar nuestros cimientos sobre el afecto, el consumo, la desigualdad y a valorar lo verdaderamente importante, a desnudar el corazón para conocernos más, reconocer nuestras actitudes e iniciar otra forma de convivencia, porque la capacidad de cambio esta presente. Muchos de los aprendizajes se relacionan con la toma de conciencia, ahora somos más fuertes, valoramos más el trabajo, especialmente al equipo interdisciplinario con quien se comparte y al cual se extraña de corazón. Valorar y celebrar los pequeños detalles como la naturaleza, adoptar nuevas rutinas y otros estilos de vida, son el ingrediente común ahora. La pandemia nos ha enseñado a valorar todo, a valorar más el trabajo, a salir de un estado de confort, a desear regresar para contar con las sonrisas, los gritos y abrazos de los niños y niñas. La formación profesional no dio para enfrentar la pandemia, por tanto, muchos aprendizajes recién se construyen, pero con mucha creatividad y tomando riesgos en el camino. Quedan presentes algunas bondades como la cooperación, la solidaridad, la unión, la empatía y el agradecimiento. 73

TODO VA A IR BIEN Letra y Música: Luis Guitarra Mientras haya un horizonte en esta tierra, mientras no pierdas las ganas de reír, mientras brille en nuestro cielo alguna estrella, no te rindas, no te canses de vivir. TODO VA A IR BIEN, TODO VA A IR BIEN TODO, TODO, TODO TODO VA A IR BIEN Mientras haya quien denuncie en las aceras la injusticia, las promesas sin cumplir… Mientras quede algún peldaño en tu escalera no te pares, no lo dejes sin subir. Mientras siga amaneciendo en cada aldea, mientras falte una canción por escribir, mientras sepas que aún te merece la pena no te calles, no te quedes sin decir… TODO VA A IR BIEN, TODO VA A IR BIEN TODO, TODO, TODO TODO VA A IR BIEN TODO VA A IR BIEN, TODO VA A IR BIEN DE ALGÚN MODO SÉ QUE TODO, TODO VA A IR BIEN. Hay ventanas en mitad de mi ciudad, 74

hay palabras en el aire, que nos hacen confiar. Y certezas que nos dan la libertad, que nos hablan de utopías, que contagian valentía, que nos muestran un camino por andar. TODO VA A IR BIEN… DE ALGÚN MODO SÉ QUE TODO… TODO VA A IR BIEN. https://www.youtube.com/watch?v=8r4Vs18vKO4&f eature=youtu.be 75

Gracias por ser parte de esta historia 76

Créditos Edición Grafica Autoría de Frases Laura Chavarría Brenes 77


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