ANTOLOGÍA ILUSTRADA "RECUERDOS"

De la mano Apega tu alma a la mía. Pidamos la paz. Una pluma de ave en vuelo bien alto será nuestro símbolo. Dancemos alegres en la sabia luz. Respiremos el aire con la frente erguida. Que pueda extasiarse el ánimo en la trémula belleza. Gocemos el canto del agua que corre… Oigamos letanías del mar que brama. Copiemos la ternura con que besa la arena… la pasión de su líquida boca que lame la piel de la roca. Sangre encendida crepitando en las venas Rosa Graciela Carretto 145

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Liliana Chuzeville Córdoba, Nació en Córdoba, Veracruz -. MÉXICO Profesora de educación primaria, técnica en Alimentos, actualmente cursa la Licenciatura en Criminología y Criminalística presidente de la Sociedad de Escritores de Tabasco \"Letras y Voces\" A.C., miembro del consejo consultivo de la secretaria de cultura., pertenece al consejo académico de la escuela de escritores José Gorostiza, tiene diversos diplomados, en literatura mexicana siglo XX, ensayo, novela, etc. LUGAR DE RESIDENCIA: VILLAHERMOSA, TABASCO CORREO ELECTRONICO: [email protected] TELEFONO: 993 264 7502 147

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¿Recuerdas cariño? Esa tacita de café En las noches frías de invierno Tu lo tomabas con leche Yo con un poquito de aguardiente ¡Qué delicia! Tomarnos de las manos Mirarnos a los ojos Empezar a desnudarnos Cumplir todos nuestros antojos Muchas horas después Saciados nuestros deseos Arreglábamos juntos la cama Me acurrucaba junto a ti Dormíamos hasta el amanecer Solo el aroma me despertaba Sí, el aroma de esa tacita de café Que día a día y noche a noche Imagino me sigue trayendo a él. Liliana Chuzeville Córdoba 149

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Mirtha del Valle Córdoba Poeta y narradora catamarqueña. Participa en encuentros literarios y en diversos concursos y certámenes literarios, obteniendo 1º, 2º, 3º premios y menciones especiales. Últimamente está incursionando exitosamente en el ámbito de las Trovas. Integra una treintena de Antologías compartidas con autores de nuestro país y del extranjero. Publicó CATÁLOGO DE CATAMARQUEÑISMOS (El Habla Popular de los Siglos XX, XXI de carácter lingüístico en 2010), ENHEBRANDO LA VIDA (Antología de poesía y narrativa, en 2018) [email protected] 151

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Domingos felices Descorro un telón de niebla Y sale la niña Infancia, Con dulce mano me lleva A mi abuela y a su casa. Empanadas de domingo En risueña mesa larga; Duendes de siesta y safari Por baldíos de la cuadra: Constructores de casitas, Alpinistas de las tapias, Ladronzuelos de los nidos ¡el terror de las bandadas! Corretear las lagartijas Y de la cola jalarlos. El cañaveral era refugio De nuestros pasos fantasmas Para jugar las escondidas Con sigilo y asustadas. Luego, rocío de manguera Sacudía la embarrada. La tropa de nietos se iba Con la noche y carbonada… Y se durmió el rancho y mi abuela Entre un polvo de nostalgia. Mirtha del Valle Córdoba 153

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Yuleisy Cruz Lezcano. Nació en la isla Cuba el 13 marzo del 1973, vive en Marzabotto (Bolonia; Italia). La poetisa emigró a Italia a la edad de 18 años, estudió en la Universidad de Bolonia y consiguió el título en “Ciencias enfermeristicas y obstetricia” consiguió, además, un segundo título en “Ciencias biológicas”. Trabaja en la salud pública. En su tiempo libre ama dedicarse a la escritura de poemas, poesías, relatos, a la pintura y a la escultura. Numerosos son los premios literarios donde ha obtenido reconocimientos importantes. Su poética trae inspiración sea de la literatura Europea (Rimbaud, Baudelaire, H. Hesse, F. Pessoa, G. D’Annunzio, E. Montale, G. Gozzano, P. Salinas…) sea de la poética americana y latino-americana (Edgar Lee, Walt Whitman, Rubén Darío, Julio Cortázar, Alejandra Pizarnik…). 155

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Ecos Pasan mis muertos entre los muebles trasladados, testigos de climas con memorias vaciadas en una casa llena de ecos, de polvorientas fotografías, imagen de un decir \"Quédate\" cuando todo se marcha. Entonces, me percato del sonido cuando el sonido se aleja, corte de caras con abrazos cortados, los recuerdos desaparecen entre los ecos conservados. Yuleisy Cruz Lezcano 157

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José Onías Cuellar Calderón - Neiva, Huila, Colombia (1967) Docente y escritor. Seudónimo, JOSIO Recibió Premios Nacionales e Internacionales Ha participado de la Antología Poética – Tiempos de Resiliencia 159

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La abuela Ana Era un ángel allí sentado en su silla al lado de la sala, suimpecable madeja deaños bordados en su cabellera acompañada de su sibila mirada. A menudo la encontraba dándole consejos a la luna y reparando el vuelo de los astros a hurtadillas llegaba hasta su cama y ella me encargaba los recados alas rebeldes estrellas como un colibrí viajaba hasta ellas. Implacable sus palabras signaron misendero y sus encargos aún no los he cumplido me han distraído las araucarias, las rosas de los vientos, las marchas de los reclamantes el Paro Nacional la palabralibertad y las formas de las nubes. Mi abuela Ana María tenía ensusojos todas las figurascelestes, y yotomaba sus sales burbujeantes antes de cada vuelo sideral. Hoy sigo en su esquina del tiempo capturando arreboles, signando las rebeldes estrellas aconsejando a la luna y acompañando el alba de los caminantes. La gente que pasa y mira dice que pierdo el tiempo, sólo sonrío ¡Aún no entienden el vuelo del colibrí! Josio 161

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Horacio De Stefano – 26 de junio 1967- Argentino - Pcia de Bs As. Poeta cantautor 5 libros editados Participó en antología internacional Tiempos de Resiliencia. Fundador y editor del periódico El Desván. Editor del periódico pintadas... 163

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El reflejo de un hombre (no cedió la huella, ni cedió la rueda… y ahí nomás se dijo un nombre… “ a don Atahualpa Yupanqui”)… no cedió la huella, ni cedió la rueda que mancó a ese carro de piedras… pa’l rumor del alba ya no había ni un alma entre maldiciones, nubes y viento… no cedió la huella, ni cedió la rueda… y ahí nomás se dijo un nombre… ni esa luz tristona enrejada de lejos le escapó a la piel de la tierra… pa’ la flor de cardo, nada más hay caranchos y ánimas cantoras que andan murmurando… ni esa luz tristona enrejada de lejos empañó al reflejo de un nombre… nada más un suspiro se levantó de los barros, entre maldiciones, nubes y viento… no cedió la huella, ni cedió la rueda… y ahí nomás se dijo un nombre… Horacio De Stefano 165

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Ariel Roberto Dietz - Docente, escritor, nacido en Colonia Barón (La Pampa- Argentina). Reside en General Pico – La Pampa. Ha publicado 4 libros de poesía: Quijote Deshilachado, 80Poesías y 8 Relatos, Piquillín Pampa, Pintor de Sueños. Sus poemas fueron publicados en diversas revistas y antologías; entre ellas: Poesía Inmune (Ed. Sofía), 100 Poetas por la Paz (2021), Crepúsculo (Sade Moreno), Historiadores del Norte Pampeano, etc. Es integrante de la Asociación Civil Historiadores del Norte Pampeano. Sus poesías fueron premiadas a nivel regional, nacional e internacional. Obtuvo el 1º Premio con su poesía Quijote deshilachado (Catamarca)y el 2º Premio en el 74º Concurso del Instituto Cultual Latinoamericano con la poesía Sutilezas (2021). Reconocido por SADE Moreno como Escritor del Año (2020). 167

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Recuerdos ¿Quién diría? Los ojos lagrimean por cosas simples, por voces escondidas en los rincones de la casa, por imágenes que la mente vuelve al presente. Se me escurre una lágrima con el pensamiento. Tiemblan mis manos, se me seca la garganta y la voz sale a duras penas con tonalidades angustiantes, intento decir varias palabras juntas y no puedo. Las primaveras volaron, la mariposa azul ha mutado en grises y la rueda de la vida gira sin parar. Tal vez debí bajarme en otros lugares o subir más lentamente al tren, pero aquí estoy en pedazos repartidos. Mi cuerpo reposa en el sillón, no así mi mente. que viaja por lugares que recorrí siendo un niño, el patio de casa, el club, el barrio, la escuela y aquellos blancos delantales, pichones que revolotean y buscan un horizonte. El árbol pierde las hojas y nosotros la suavidad de la piel, el color del cabello, la profundidad de la vista, la rapidez del andar, pero no la dulzura del beso. Mientras el mundo gira y cambia, cambia y gira y llega el atardecer y el silencio de la noche nos envuelve en la magia estrellada de la luna y el sol comienza a salir más tarde hasta que se oculte de nuestra vista para siempre. Ariel Roberto Dietz 169

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Valentín Farfán (Poeta), nació el 14 de Septiembre de 1982. Es residente de la ciudad de Lanús, Buenos Aires-Argentina. Su nombre es Jorge Atilio Benitez, es autor de más de 200 poemas, entre ellos: Hace frío en el olvido, Seré Inmortal, 14 de febrero, Te abrazaré y Mil trescientos días. Ha participado en varias Antologías Nacionales e Internacionales. En Septiembre de 2020, publicó Poemas para llevarte conmigo, su primer libro. Pueden ver sus escritos a través de su página de Facebook: https://www.facebook.com/valentinfarfan82 171

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La historia de mi memoria Recuerdo un viaje sin pasaje, una cantina en la esquina de una ciudad casi perdida. Recuerdo a un hombre cantando alegrías en sus melodías, contaba que se las escribía a su mitad que no veía. Recuerdo haberme perdido en el beso de una botella, con el corazón casi herido, terminé durmiendo con ella. Un viaje sin destino en una noche sin estrellas, me dijo el vaso de vino: ¡La noche recién comienza! Por las noches y en las calles, bailaba una mujer que no envejecía, Ella también tenía un gran amor al que no veía. Se rumoreaba que ese amor le cantaba todos los viernes en la cantina. Fue un viaje sin pasaje a un lugar no encontrado, lo he soñado. Desde los 40 años llevo narrando esta historia, la que aún me queda en la memoria. Cada viernes me pierdo con alguna copa, cantando en la cantina con el alma rota. Valentín Farfán Argentina 173

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Diana Flores, tengo 58 años. Comencé en el año 2019 andar este bello camino de la literatura, junto a la Profesora Lidia Puterman que guio mis primeros pasos Desde mi juventud amé leer y escribir. Hoy después de mucho tiempo concreté mi sueño de aprender a expresar en poemas mis sentimientos He participado en eventos literarios: Presentaciones de Radioteatros, Cierres de talleres de narrativa y poesía, Antología “Plumas al viento” I y II, en Sade de Moreno con una poesía Mi agradecimiento a todos aquellos que de alguna manera me alentaron a seguir este bello camino. 175

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La última rosa Miradas tristes, rostros cansados de buscar entre los escombros de la vida. Calles vacías, desiertos poblados de horas inciertas. Y en mis manos…, La última rosa Lágrimas peregrinan mi rostro. Sonrisas por lo que vendrá, esperanza en lo que queda. Paz añorada entra en mi alma inquieta. Dame descanso Sueños dulces de amor Seca mis lágrimas… Y volveré a reír llevando aún en mi pecho La última rosa 177

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Adriana Patricia Fook nació en C.A.B.A Realizó sus estudios primarios y secundarios en dos instituciones católicas de Merlo (provincia de Buenos Aires) y sus estudios terciarios en el I.S.F.D N°29 obteniendo el título de docente especializada en Educación Primaria. Se desempeñó como ayudante de cátedra en didáctica de la lengua, desarrolló varios talleres de literatura y de medios. En el instituto universitario nacional del arte, participó del noveno congreso latinoamericano de folklore del Mercosur (2003) Varios de sus trabajos fueron publicados en las revistas del primero y segundo ciclo de la Editorial Ediva Por su ductilidad en la comunicación participó en emisoras radiales y en distintas actividades de locución en eventos de festivales de toda índole. Actualmente continúa abocada a la docencia. 179

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Un inocente recuerdo…. En la sosegada y fría tarde, dos corazones expusieron sus secretos, y en ese pequeño auto, sobrepasaron sus ganas con risas y besos. Tan solo fue una ilusión, el despertar de lo prohibido, ella fue la mujer para plasmar su pasión, pues el tenia, su esposa, su sol. Quería abrazarla y así la uso, el cuerpo ardiente de él, la cubrió, pero ella, muy dulcemente como una adolescente, dijo que no. Muy pronto se encontraron su mujer y sus amigos, estaban allí, se quedaron casi en silencio, mirándose fijamente, con ganas de un si. El si consigue algo de pasión, piensa en su amante de sueños, y ella se conforma con ser su motivación tener en sus noches una ilusión, algo de amor. Transcurrió mucho tiempo y se conformaron de ser un dulce recuerdo, besos, abrazos y un tímido adiós ninguno quiso hacerle mal a su esposa, su sol. Adriana Patricia Fook 181

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Liliana Graciela Fresco Nació en Quilmes, radicada en Florencio Varela - Buenos Aires, Argentina. Autora de “Mauro por siempre”, publicado en 2018. Pertenece al Círculo Literario Varelense y SADE Florencio Varela. Ha participado en diferentes Antologías nacionales e internacionales, como así también en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y otras en distintas localidades del país. Participa en diversos eventos y encuentros literarios. Ha recibido menciones en Poesía y Narrativa en diferentes concursos 183

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Recuerdos Recuerdos, sólo recuerdos, vagando en los silencios, saltando entre los versos, dibujando las ausencias, de los rostros iluminados, con sus sonrisas plenas. Recuerdos, sólo recuerdos, divagando en los grises, de tantos besos furtivos, entre las quietas sombras del pensamiento que ronda, y cuando cierro mis ojos, mi alma, aún te nombra. Recuerdos, sólo recuerdos, volando en mi memoria, de tantas noches perdidas, de tanta pena sin gloria, de tanto sueño truncado, de amaneceres dormidos, y de amores, sin historia. Liliana Graciela Fresco 185

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Soy Andrea V. Giuseppucci y ahora, transitando mis 55 años, me animo y doy a conocer algunos de mis escritos. Con conocimientos (sigo estudiando…) en derecho, psicología, grafología y en el contacto “ser con ser”, la comunicación en sus diversas formas, haciendo hincapié en aquellas donde el arte forma parte, la música, el color, sabores y olores, palabras y letras son fundamentales para poder expresarnos. Trabajé como docente, administrativa, en comercio, en el sistema legal y bancario, coincidiendo estas tareas con las de hija, madre y esposa. Amiga de mis amigos y compañera de aquellas “almas” que lo necesiten. 187

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Aromas de ensueño Aromas de Ensueño, poesía escondida… camina la Vida sus dulces Recuerdos. La casa de la Abuela, el patio y sus juegos… el colegio, la rayuela ¡piedra libre!, el estanciero… Montañas de caramelos, ríos de gelatina… Hermanos y Primos, Juntos! la mesa servida. Volados y puntillas, medias cortas, zapatillas todo Impecable, Humilde… en la siesta y a hurtadillas a la plaza, sin permiso! De la hamaca al bebedero arena, barro y pañuelo… Cómo olvidar esa tarde, con frutilla en las rodillas caramelo en el mentón, pochoclos en el bolsillo y el Corazón Agradecido de Vivir tanta Emoción. Andrea V. Giuseppucci 189

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Ana María Göede, nace en Rancagua-Chile un 10 de enero. - Contadora, Poetisa, Gestora Cultural, Comunicadora social, Prologuista, -Antologista, revisión y corrección de textos -Fotografía y diseño de Portadas de libros -Agente mediador entre la Empresa Privada y Escritores Noveles. -Participante en la Mesa regional de literatura Consejo Regional de la Cultura y las Artes años 2015 – 2016. Programas de Radio, “Palabra de Mujer”, “Chile País de Poetas”, “Consumidores al aire”, “Palabra de Poeta”. Reconocida con el Premio Grandes Mujeres, años 2019 y 2021, otorgado por la Federación Mundial de Mujeres Grandes Maestras en Buenos Aires Argentina. 1er. Lugar poesía en Concurso “Por siempre Mujer” “Yo Mujer”, organizado por World Federation for Ladies Grand Masters 2019 – 2021. 191

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Sin tregua Tras un desfile de ecos palpitantes, el tiempo pende de un hilo, las palabras resbalan, son lágrimas que golpean a modo de metálicas señales retumbando en la noche fría. Los minutos se arrodillan frente al misterio de aquellas sombras que proyectan las horas muertas, la noche duerme sobre la incertidumbre, es caprichosa lava que cae sellando los labios de aquel doliente. El murmullo de un Tic Tac parece abandonarlo, es la soledad petrificada que va recorriendo su columna. En sus plegarias, cierra los ojos, su destino, es beber del recuerdo, hoy camina a paso lento, con razones diminutas que solo pesan y angustian, es Lázaro que vuelve a morir ante la indolencia. El tiempo hace su trabajo lo convierte en muda silueta, en ojos tristes, frío latido, solo es vaho entre las manos emergiendo de aquella sombra que tiembla en soledad. el tiempo sigue pendiendo de un hilo, sin que nos demos cuenta que aquel ignorado en la acera, en su espera, desespera. Ana María Göede 193

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