Lidia Susana Puterman MICRÓFONO ABIERTO Ficción Radial 1
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DEDICADO Verónica Esteban Milton Walter Camila Lucila Joaquín Valentina Micaela Thiago Mateo 3
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INTRODUCCIÓN El especial motivo de escritura de esta obra, es llevar al lector a despertar la intriga, —que se ha sembrado en sus páginas—, detallando las historias de vida con máxima precisión, tanto en el tiempo de transcurrido, como el espacio donde se desarrollan, sin olvidar, el importante rol que cumplen los protagonistas y sus sentimientos, así como las razones que llevan a cada uno de los sorpresivos desenlaces. Mezcla de realidad y fantasía crecen como efervescencia en el desarrollo de las tramas, dando vueltas en espiral ascendente y descendente, para incentivar al lector a la culminación de la lectura y así abrir un abanico de circunstancias plagadas de incertidumbre, suspenso, pasión y desventura. El lector tendrá la oportunidad de saborear las distintas situaciones que se plantean, viviéndolas como si fuera el protagonista, con las mismas inquietudes y desavenencias, plasmadas con un sublime toque de magia. Micrófono Abierto —Ficción Radial— fue escrito con el propósito de hacer resurgir el género del radioteatro, no solo para que los radioyentes puedan disfrutar, sino que además es un material ideal para ser adaptado a libretos para teatro y/o series televisivas. Pueden ser utilizados por docentes y alumnos de escuelas secundarias y terciarias, profesores y alumnos de radio, teatro, actores, directores. Espero que esta selección de historias haga volar su imaginación y puedan ubicarse en cualquier época o lugar, con total albedrío, para vivenciar la maravillosa sensación que despierta el radioteatro. Un viaje entre letras, algunas llenas de amor y esperanza, otras de locura y muerte…, los espera. Lidia Susana Puterman 5
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ANILLO DE ORO (Sonido de mar) RELATOR Quique y sus padres salen de vacaciones en el verano; van a Miramar a una casa construida a escasos metros de la orilla del mar. La playa le provoca un sin fin de sensaciones. Siempre se recuesta un largo rato sobre la tibia arena, hasta que una tarde siente sus pies húmedos..., el agua del mar lo ha salpicado y un objeto extraño le roza el tobillo. Se incorpora con rapidez y se percata que es una botella de vidrio, de extraña forma triangular y de un color azul verdoso. Entra corriendo a la casa llamando a los gritos a sus padres, levanta su brazo en alto mostrando triunfante la botella. QUIQUE ¡Miren lo que encontré en la orilla! MADRE ¡Hay algo brillante en su interior! Vamos a abrirla. RELATOR Buscan alguna herramienta que los ayude y fuerzan la tapa hasta que lo logran. Con sumo cuidado sacan el contenido; les atemoriza el hecho que pueda quebrarse el objeto. Parece muy antiguo, pero se conserva en buen estado. Es un anillo que luce como de oro por el color, con incrustaciones de pequeños rubíes y esmeraldas. PADRE Aquí tiene una inscripción MADRE ¿Podes leer lo que dice? PADRE La letra es muy pequeña y está un poco borrosa. Espera que me ponga los lentes. QUIQUE Ya lo leí papa, dice “A Ana Laura de Edgardo” MADRE ¿Ana Laura? PADRE ¿Ana Laura? QUIQUE ¿Conocen a alguien con ese nombre? (Sonido de incertidumbre) 9
RELATOR Ninguno se atreve a responder, el asombro es demasiado grande, los embarga y enmudece. Magda se deja caer en el sillón y trata de mantenerse calmada. No puede creer lo que está ocurriendo; los recuerdos se agolpan en su mente. Le cuesta contener las lágrimas que están a flor de piel. Se pone de pie para esconderlas y va hasta un cajón de la repisa, toma un portarretrato con manos temblorosas mientras dice con un hilo en la voz MADRE ¡Ella es Ana Laura, mi hermana mayor! QUIQUE ¿Hermana mayor? ¿Dónde está ahora? MADRE Ven siéntate a mi lado. Voy a contarte. A los 17 años Ana Laura era una joven muy bella, con muchos proyectos en su carrera de modelo profesional; ya estaba muy afianzada a esa edad pues empezó desde muy joven a transitar distintas pasarelas del mundo. Hasta cambió su nombre porque le pareció que no tenía relevancia; se hizo llamar Laureana Salas. En uno de sus tantos viajes participó de un gran evento en París y allí conoció a Edgardo Fuentes Alvarado, hijo de un prominente director de cine y productor de películas. Edgardo, al igual que su padre, era muy reconocido por su amplia trayectoria en muy corto y vertiginoso tiempo. Se enamoraron de inmediato, a pesar de la diferencia de edad, pues él ya estaba cerca de los 30 años. Esto produjo ciertos roces, sobre todo en nuestra familia, porque sabíamos que sería un amor de adolescente, que no duraría mucho y tal vez traería un gran dolor en Ana Laura si él la abandonara. Sin embargo el tiempo pasó y el mundo los veía tan o más felices que al principio. Decidieron casarse para acallar las lenguas viperinas y se mudaron a una casa que Edgardo había comprado especialmente para ellos en New Jersey. Ana Laura se consagró como modelo luciendo su glamour en todas las pasarelas; fue contratada como modelo para publicidades de renombradas marcas de maquillaje y lencería. 10
Lució varias veces su imagen en revistas destacadas a nivel mundial y también contratada para filmar una película… ¡Ahí empezó el problema (Sonido de incertidumbre) RELATOR Las lágrimas brotan en tropel por las mejillas de Magda y le cuesta continuar. QUIQUE ¡Por favor mamá…, seguí contándome, quiero saber! MADRE ¡Seguí vos Pedro por favor! PADRE Tu tía se hizo muy famosa apenas filmó la primer película. Le aparecían propuestas de todos lados, para viajar a distintos países; tenía posibilidades de elegir donde quisiera, con pagos multimillonarios, con los galanes que más le gustara. Edgardo no lo resistió, los celos lo consumían sin límites y comenzó a beber. La bebida se fue apoderando de él y los terminó separando. QUIQUE ¿Separando? ¿Y dónde se fue mi tía? ¿Sigue viviendo en New Jersey? (Sonido de incertidumbre) RELATOR Magda y Pedro se miran dudosos de continuar con el relato. Tal vez no es apropiado contarle toda la verdad, mejor dicho, sólo la verdad que ellos conocen. Quique los mira con visible ansiedad. No quieren atemorizarlo…, así que son cautos y miden sus palabras. PADRE Edgardo se quedó en su casa y ella se marchó con rumbo desconocido. Allí comenzó el verdadero calvario de él porque no podía saber de su paradero, aunque la buscaba con desesperación y sin descanso. Contrató detectives privados…, pero fue inútil, no pudieron encontrarla. Ana Laura desapareció de los desfiles, de los sets de rodaje de películas…, ni siquiera el 11
periodismo podía encontrarla para entrevistas o los fotógrafos para incluirla en revistas de modas. Ya han pasado más de veinte años. QUIQUE Pero papá…, nadie desaparece así como así, durante tanto tiempo; en algún lado tiene que estar “escondida”. MADRE Eso pensamos todos, incluso Edgardo. Sin embargo nunca pudimos encontrarla, nunca supimos más nada de ella…, hasta hoy que apareció este “indicio”. QUIQUE Con más razón, ahora que apareció su anillo hay que empezar a buscarla otra vez. Tengo algunas ideas y voy a ponerlas en práctica. Hoy hay medios más avanzados que hace veinte años y se pueden hacer más cosas que ninguno de los dos puede llegar remotamente a imaginarse. RELATOR Pasan algunas semanas y las vacaciones llegan a su fin. Vuelven a su casa ubicada en la localidad de Avellaneda. Magda y Pedro retoman sus labores cotidianas en sus respectivos trabajos y Quique comienza en la escuela secundaria. Ya tiene definida su vocación: quiere ser Programador de Computadoras. Empieza con mucho entusiasmo y cada día aumenta más. Fuera de los horarios de estudio y de tareas específicas para la escuela, Quique se aboca de lleno a la búsqueda de su tía…, pero lo mantiene oculto para no despertar falsas expectativas, sobre todo a su mamá. No quiere que se angustie más de lo que ya ha sufrido. MADRE Hola hijo ¿Qué tal tu día en la escuela? QUIQUE Todo bien…Voy a mi cuarto a hacer la tarea. MADRE Cuando termines, arregla tu cuarto y pon a lavar tu ropa. QUIQUE Si claro. RELATOR Al llegar a su cuarto, se dispone a trabajar en su idea. Se le ocurre investigar en primera instancia la botella que ha encontrado. Tiene un formato poco común y un color más raro todavía. Ahora que está sin tapa, se percata que conserva en su interior un aroma a jazmines y romero. 12
Busca por internet consultando bodegas, marcas y todo lo relacionado con distintos etnólogos y conocedores del tema, llegando a investigar desde principios del siglo pasado. Aparece una botella similar en la computadora; mismo color, tamaño y formato, de origen francés, exclusivo de los viñedos de Burdeos y que podía ser vino blanco seco, rosado o espumoso “Crémant de Bordeaux”. (Sonido de puerta abre y cierra) PADRE Entre el trabajo y el tráfico, se me hizo un poco tarde… MADRE ¡Caramba Pedro…, podías haber llamado! ¡Ya me estaba preocupando! PADRE Batería del celular agotada…, para colmo un accidente cerca de la autopista. ¡Un caos total! MADRE Mejor date una buena ducha que cenamos en un rato. PADRE ¿Dónde está Quique? MADRE En su cuarto haciendo la tarea. Parece que hoy todo está demorado Voy a vigilar la comida…, no sea cosa que se me pase y nos quedemos sin cena. RELATOR Mientras tanto Quique continúa averiguando y descubre donde se vende y entrega esa variedad de vinos dentro y fuera de Francia. Sólo encuentra un lugar: la isla de Yeu, ubicada en la costa atlántica de Francia. (Sonido de golpes en la puerta) MADRE ¿Arreglaste tu cuarto? QUIQUE En eso estoy MADRE Tu padre ya llegó. La cena está lista… ¿Estás escuchando Quique? QUIQUE Si, ya bajo. 13
RELATOR Quique sigue muy entusiasmado con sus pesquisas. El siguiente paso es averiguar sobre los habitantes de la isla; investigar acerca de los que nacieron allí y también los que se han trasladado desde otros lugares del mundo. ¿Pero cómo averiguar, a quién preguntar, dónde…, dónde? Se pregunta Quique mientras comienza a angustiarse. Pero no puede resignarse, no quiere que la pregunta no tenga una respuesta…, tiene que seguir investigando a como dé lugar. (Sonido de golpes en la puerta) PADRE Segundo llamado a cenar y es el último. QUIQUE PADRE No tengo mucha hambre QUIQUE En esta casa se come con o sin hambre. Está bien…, ya voy. RELATOR Comienza el fin de semana y los padres de Quique hacen planes para salir de camping y pesca. Por primera vez Quique no está muy entusiasmado con la idea, pero decide no mencionarlo para evitar levantar sospechas. (Sonido de la naturaleza) MADRE Lo veo muy distraído a Quique. PADRE No creo que tenga problemas de estudio…, sus calificaciones son buenas. MADRE Sin embargo lo noto con poco entusiasmo. Antes tenía buen apetito…, ahora come muy poco. PADRE Está en la etapa del desarrollo…, quiere cuidar la silueta y no excederse de peso. MADRE ¿Estará buscando noviecita? PADRE Empieza la etapa de competencia con los amigos. Seguro es por eso…, no te preocupes. RELATOR Al iniciar la semana y después del horario de clases, Quique continúa con la investigación. 14
Tiene el nombre y apellido de su tía: Ana Laura Salas de Fuentes Alvarado. Salas como el de su mamá y Fuentes Alvarado como el de su esposo; con esos datos inicia la búsqueda en la computadora y…, no encuentra nada. Comienza a desanimarse. (Sonido de incertidumbre) ¡Pero un simple obstáculo no puede detenerlo! Piensa que tal vez deba figurar con su nombre artístico: Laureana Salas…, pero lo desecha de inmediato, pues de esa manera los detectives privados la hubieran encontrado. (Sonido de golpes en la puerta) MADRE Quique te preparé una rica merienda con alfajores de maicena. QUIQUE Si…, ya bajo. MADRE No demores que después se junta con la hora de cenar y… Si…, ya bajo. QUIQUE Salgo a hacer algunas compras. MADRE (Sonido de puerta abre y cierra) RELATOR Quique comienza a deambular por la casa mientras trata de pensar cómo continuar con la búsqueda…, hasta que se detiene frente a la repisa del comedor. Una idea empieza a crecer dentro de su cerebro. Se dirige hasta el cajón, busca el portarretrato de su tía y luego su cámara fotográfica. Le toma una foto y la introduce en la computadora. Sabe que a través de una búsqueda por imagen tiene mayores posibilidades… ¡Y lo logra! La imagen ingresada se transforma en una reciente, le da su nombre actual y ubicación geográfica: Annette Chambre —Ana Salas en español— (Isla de Yeu) Francia. ¡Quique está radiante! Decide escribirle una carta a su tía…, sin decir nada a sus padres por supuesto. Busca las palabras más dulces 15
y tiernas que se le ocurren. Mientras redacta la carta, su corazón late con increíble velocidad y lágrimas de emoción corren por su rostro. Quique tiene mucha fe en que dará resultado y que ella la leerá y… Una tarde de abril… QUIQUE El cartero dejó en el buzón una carta sin remitente. MADRE PEDRO ¡Por favor léela Pedro…, no tengo mis lentes! “…Cuando ella decidió partir, se despojó de todo lo que la unía con el pasado; por eso arrojó el anillo de oro al mar. Hace unos meses, una dolorosa y terrible enfermedad la arrancó de mi vida…, falleció en mis brazos…” Paloma (su hija) MÚSICA - TRISTEZA DE AMOR 16
CAFÉ CON CREMA RELATOR No tiene demasiada importancia indicar el lugar con exactitud ni el momento con precisión donde transcurre esta historia. Lo importante es que ha quedado grabada en la memoria de Adriana como un recuerdo imborrable. En uno de esos días en que su estado de ánimo está rozando el piso y su vida interior a punto de derrumbarse, se topa accidentalmente, a la salida de la oficina, con su compañera de trabajo y amiga Laura. ADRIANA Tengo la sensación que me estoy olvidando de algo. Últimamente no sé dónde tengo la cabeza. Me olvido de las cosas, no me acuerdo dónde las dejo. LAURA (sarcástica) Últimamente no. Desde que te conozco vivís en el aire. Espero que cuando aterrices no te des un porrazo. ADRIANA (triste) Laura no te burles. Estoy deprimida y no tengo ganas de escucharte para desanimarme todavía más. LAURA Bueno, bueno, así que andás con los ánimos caídos. ¡Vaya con la novedad…, hace rato que me di cuenta! ADRIANA ¿Se me nota mucho…, verdad? LAURA ¿Si se te nota? A más de cien metros se te ve demacrada, con ojeras, delgada como una espiga. Apenas si te maquillas para disimularlo ADRIANA (deprimida) Trato de sumergirme en el trabajo, me meto de lleno entre los papeles y los números para no pensar demasiado…, pero a veces no logro evadirme lo suficiente. LAURA Y es ahí donde se te nota la tristeza. Muchas veces intenté preguntarte que te pasaba, pero evadías con mucha astucia mi curiosidad. No es mi intención meterme en tu vida, pero me gustaría ayudarte…, si querés. ADRIANA ¿Ayudarme? Ni con fórmulas mágicas creo que puedo salir de esta soledad. LAURA Soledad es una palabra muy dura, muy cruel. No creo que nadie esté realmente solo si no quiere estarlo. 17
ADRIANA ¡Yo no quiero estar sola! ¡Quiero salir de este desgaste, de este aislamiento! ¡A veces pienso que me voy a quebrar en mil pedazos! LAURA ¿No será que te encerras en un capullo defensivo para protegerte de los posibles ataques o que te negás a la esperanza por miedo a sentirte invadida? ADRIANA ¡Quiero sentirme querida, Laura! Necesito un refugio, un apoyo. Alguien que me escuche y me comprenda. Un alma con sensibilidad, que se identifique con mis emociones e inquietudes. LAURA Si mal no recuerdo estabas involucrada con alguien que te movilizaba bastante. Al menos así parecía. ADRIANA Dijiste bien…, estaba. Y además…, parecía. Porque en realidad dejé de sentirme bien hace mucho tiempo. Sabés, me quería tanto que se transformó en una relación demasiado absorbente. LAURA Claro…, entiendo. No te dejaba ni a sol ni a sombra. Era muy celoso. ADRIANA No, fijate que curioso, no era para nada celoso. Incluso no le molestaba que yo tuviera amistades o hiciera distintos tipos de actividades. Pero siempre estaba ahí, como mi sombra, no para vigilarme, sino para protegerme. LAURA ¿Pero no dijiste recién que necesitabas apoyo, protección, cariño? ADRIANA Si por supuesto, pero no de una manera tan enfermiza que no me permita ni crecer ni crear en libertad, desarrollarme como persona o tener mi propio mundo en soledad. LAURA Adriana, sigo sin entenderte. Antes dijiste que querías escaparte de la soledad y ahora me decís que necesitas desarrollarte a solas. RELATOR Adriana está tan confundida que realmente no sabe lo que quiere. (Sonido de incertidumbre) 18
LAURA Adriana decime por favor, ¿Querés huir de la soledad o crecer a solas? ADRIANA Son dos cosas completamente distintas Laura. Cada persona necesita su tiempo de crecimiento, de enriquecimiento a solas y su tiempo de comunicación, contacto con la gente o con su pareja; si una de las dos te falta, es como si no estuvieras completa, como si la vida la vivieras a medias. ¡Por lo tanto, no estás satisfecha y te frustras! LAURA Creo que ahora tengo las ideas más claras. Vos necesitás un hombre que te permita organizar tus tiempos, tus espacios, que respete tus actividades privadas, pero que a la vez te brinde compañía y afecto para intimar en privado. ADRIANA ¡Fantástico! Lograste leer mis pensamientos y percibiste mis sentimientos como si estuvieras dentro de mí. Pero lo lamentable es que no logro hallar ese perfil de hombre por más esfuerzo que haga. LAURA (con tono burlón) Mirá, en realidad, si te miro detenidamente…, no veo los esfuerzos. Si me permitís hablar con sinceridad, das una imagen de lástima más que de sensualidad. ADRIANA ¡Querés dejar de criticarme! Así no vas a poder ayudarme. Ya te dije que estoy muy deprimida. LAURA Pero con la depresión no vas a encontrar a nadie. Sólo vas a hundirte cada vez más y vas a quedarte sola. ADRIANA ¡Me siento tremendamente sola! Como una pobre infeliz que únicamente parece mendigar amor a cualquier precio. LAURA ¡Basta Adriana, no sigas lastimándote sin piedad! ¡Necesitas revalorizarte! Tu autoestima está en total decadencia. Vamos, arriba ese ánimo, que la vida empieza todos los días y la conquista del amor está por iniciarse. ADRIANA ¡Como si fuera tan fácil! Vos pensas que es cuestión de abrir una puerta y allí está, esperándote con una sonrisa en los labios y una promesa de amor en el corazón. LAURA No seas tan escéptica Adriana. Hablás como si no tuvieras ninguna esperanza, como si quisieras renunciar a la felicidad y quedarte solterona para siempre. 19
ADRIANA A ver, decime…, vos que tenés ideas tan brillantes ¿Qué me aconsejas que haga? ¿Qué le prenda una vela a San Antonio? LAURA Para empezar hay que cambiar y renovar esa imagen de depresión por otra más cautivadora. Es necesario irradiar encanto y sensualidad desde el alma hasta la piel. ADRIANA Volvemos al principio de la cuestión. Si no tengo motivaciones ¿Cómo querés que me transforme? ¿Por arte de magia? LAURA No, la magia va a aparecer sola cuando vos tengas una mayor autoestima. ¿Por qué no te mirás al espejo y te confesas si realmente así como te ves podes seducir a alguien? ¡Por supuesto que no! ADRIANA Si…, tenés razón, así solamente doy lástima. Sabés qué, voy a empezar por un buen corte de pelo y unas clases de gimnasia modeladora. Tengo que averiguar días y horarios que sean compatibles con las clases de teatro, de inglés… LAURA Y fuera de los horarios de la oficina, por supuesto. Pero me pregunto…, con tantas ocupaciones, ¿Cuando le vas a dar tiempo al amor? ¡Con ese ritmo enloquecido, las oportunidades son escasas para disfrutar de un paseo o de un descanso...! ¿No te parece? ADRIANA Es que necesito aturdirme con muchas cosas para no deprimirme. LAURA ¡Pero es más difícil para ser feliz, Adriana! ¡Pará un poco en tu loca carrera y pensa más en vos! ADRIANA No sé cómo ni dónde buscar una alternativa. Ni en una confitería bailable, ni en reuniones de amigos pude conocer a alguien que realmente me motive. LAURA Lo primero es recomponer tu imagen y luego esperar… ¡No te imaginas la idea brillante que se me acaba de ocurrir! RELATOR Una sensación mezcla de curiosidad y temor, ha producido en Adriana la última frase dicha por Laura. 20
(Sonido de incertidumbre) LAURA Se me acaba de ocurrir una idea fantástica para cambiar tu vida. ¡Vamos…, no me mires con esa cara! ADRIANA Te miro así porque te conozco, sé que estás pensando en alguna locura que seguro va a traer graves consecuencias y yo no estoy dispuesta a… LAURA Adri, no empecés con tus delirios. Si todavía no sabes de qué se trata, no te apures en criticarme. ADRIANA Está bien, veamos pues cual es la gran idea. LAURA ¿Estás dispuesta a escucharla sin interrumpirme hasta el final? ADRIANA No me tengas en suspenso. Prometo escucharte sin abrir la boca…, soy toda oídos. LAURA Muy bien, atención, aquí va: “Relaciones personales, Revista “Tal Para Cual”, no dude en llamarnos, encontrará su ideal”. ¿Qué te parece? ADRIANA ¡Vos está totalmente loca, de la cabeza a los pies sin omitir un centímetro! LAURA ¿Por qué? ¿Qué tiene de malo? Es una alternativa como cualquier otra. ADRIANA ¡Yo diría mejor una absoluta y total…, locura! ¿Cómo pensás que voy a publicar un aviso en una revista contando mis intimidades, mis problemas de soledad y falta de afecto para que algún demente me llame…, seguramente con sucias intenciones o se burle de mis sentimientos? ¡No, me niego rotundamente! LAURA No seas tan escéptica Adri. Locos y con malas intenciones hay en todos lados, lo admito, pero pensa también, que si no lograste encontrar nada positivo en otros lugares como boliches o reuniones familiares, tal vez en esta oportunidad pueda surgir algo serio. ADRIANA Vamos Lau, ni vos misma crees lo que estás diciendo. A ver, decime, si vos estuvieras en mi lugar… ¿Lo harías realmente? LAURA Sí, claro que sí. ¿Qué puedo perder? ADRIANA Sigo pensando que es descabellado, cursi y… 21
LAURA Y…, nada. Es todo cuestión de intentarlo. ¡Vamos, animate! ADRIANA Pero… ¿Y cuál sería el texto? Vos fuiste la de la idea. Decime ahora que aviso puedo publicar para que resulte algo serio y no provoque risa ni bajas intenciones. LAURA Bueno, eso es muy simple: deja entrever cómo sos, qué cosas te gustan, cómo es tu hombre ideal. También que quede bien claro que tus intenciones son serias y que pretendes lo mismo. ADRIANA En realidad parece tan sencillo como lo planteas. No estoy muy decidida, no sé si me voy a animar. ¿Vos crees que alguien se fijará en mi aviso? LAURA Después de todo, con intentar no se pierde nada. Es todo cuestión de probar. ADRIANA Bueno, de acuerdo. Ayudame a redactar el aviso. No quiero equivocarme sola. Ya que vos tuviste la idea, ahora vas a ser mi colaboradora y mi cómplice en esta locura. LAURA Acepto el desafío y me encanta ser cómplice en esta locura. A veces actuar por impulso resulta mejor que cuando lo pensas detenidamente. ¡Muy bien…, manos a la obra! RELATOR Laura y Adriana se compenetran para redactar un texto que resulte audaz, misterioso y cautivante a la vez, para lograr un propósito eficaz. No es tan simple, hay que atraer al sexo opuesto a través de un aviso publicado en una revista que conecta a las personas. Después de revisarlo varias veces y a pesar de tener muchas dudas y recelos, Adriana al fin se decide y lo publica. Quince días después mientras entra a su departamento… (Sonido de Teléfono) ADRIANA Hola…si, es ese número…. habla ella. EDUARDO Mi nombre es Eduardo, te llamo por el aviso de la Revista. ¿Cómo estás? ADRIANA Bien…, muy bien. EDUARDO ¿Estás ocupada? Si preferís te llamo en otro momento, no quisiera... 22
ADRIANA No por favor, sólo estaba leyendo…, nada más. EDUARDO ¡Ah que bien…! ¿Qué lees? ADRIANA “Los Egresados” de Erich Segall. EDUARDO Yo también leo mucho, cuando las obligaciones me lo permiten. ADRIANA ¿A qué te dedicas? EDUARDO Soy Ingeniero Civil, trabajo en una empresa constructora en la zona de Palermo. Y vos ¿Qué hacés? ADRIANA Trabajo como empleada administrativa en una compañía metalúrgica en el micro centro. EDUARDO Y además de leer, en los ratos libres… ¿Qué te gusta hacer? ADRIANA Me gusta ir al cine, al teatro, escuchar buena música, pero sobre todo, me encanta salir a caminar. EDUARDO ¿Con sol o aunque llueva también? ADRIANA En especial cuando llueve. La lluvia tiene encantos y misterios escondidos que me apasiona descubrir. EDUARDO Tengo la impresión que debes ser muy romántica y soñadora… ¿Me equivoco? ADRIANA Ambas. Si bien me gustan las cosas sencillas, me motivan mucho las improvisaciones, porque en el fondo guardan sorpresas… ¿Y a vos que cosas te gustan? EDUARDO Me encanta el tenis. Juego los fines de semana en el club. Me encuentro con unos amigos y después de almorzar nos entretenemos con algunos partidos. Tiene muchas ventajas: gastas energías, te mantiene en buen estado físico y sobre todo, te ayuda para evitar el stress. ADRIANA Ah el stress…, mal de nuestra época. Yo también trato de evitarlo con una buena mezcla de imaginación y creatividad. EDUARDO Me parece una fórmula estupenda. ¿Y en qué la volcás? Espera…, dejame adivinar ¿Poesía? ADRIANA Vaya, vaya, que intuición, ¡Me leíste el pensamiento! EDUARDO Tal vez, soy bastante perceptivo. Me gusta escuchar a la gente. Por lo que me dicen, intuyo sus inquietudes y preferencias. 23
ADRIANA Pero qué maravilla, es extraordinario, como si fuera una onda telepática a través del teléfono. ¿Y qué otra cosa intuís? EDUARDO Que estás tan sola como yo… ADRIANA Pero… ¿Por qué supones eso? Me parece que… EDUARDO Se trasluce en tu aviso con mucha fuerza, en tu voz como un grito de auxilio ADRIANA Me parece que estás exagerando… Si bien estoy sola y por eso puse el aviso, lo que me estás diciendo es… EDUARDO Lo que quiero decir cuando me refiero a la soledad, es la falta de afecto sincero, espontáneo, del que no pide nada a cambio…, simplemente necesita recibirlo. ADRIANA Me dejaste sin palabras. Pero es cierto lo que decís. Nunca tuve ni siquiera la ilusión de un cariño verdadero. Siempre algún conflicto absurdo de familia o de dinero, me cortaron de raíz toda posibilidad de relación. EDUARDO Si, a veces las cosas se complican sin querer ni provocar… Pero qué te parece si cambiamos de conversación porque nos estamos poniendo tristes y yo quiero que te sientas bien, porque tenés mucha fuerza interior. Sos una persona que irradia ternura, con una gran capacidad de amar y de sentirse amada a la vez y… ADRIANA Bueno, bueno, me parece que otra vez estás exagerando ¿Cómo podés decir tantas cosas de mí sin conocerme? EDUARDO Ahora estás jugando vos con la intuición. ¿Cómo sabias que te iba a proponer eso? ADRIANA ¿Proponer qué? EDUARDO Conocernos ADRIANA Pero si yo no dije nada… EDUARDO Pero ambos lo intuimos. ¿Qué te parece si nos encontramos? ¿Podés mañana a las 10 de la noche? Yo puedo, sólo decime donde ADRIANA ¿Mañana? Si claro…, en la Confitería “Londres” ¿La conoces? EDUARDO Conozco la confitería, pero… ¿Cómo te reconozco a vos? 24
ADRIANA Ah claro, es un pequeño detalle de gran importancia. Voy a ir con un vestido negro y el libro que estoy leyendo. EDUARDO Sí, “Los Egresados”, tengo buena memoria. Yo voy a ir con un traje azul y un ramo de flores. ADRIANA Flores ¡Qué maravilla! ¡Hace tanto que nadie me regala flores! Sabes, me encantan… EDUARDO ¡Los jazmines…! ¿Te espero mañana, si? ADRIANA Increíble, no sé como lo adivinaste, estoy sorprendida… Hasta mañana a las 10…, en la confitería “Londres” ¡Allí estaré! RELATOR Casualidad, intuición, magia tal vez… Todo puede ser posible cuando existe un motivo de interés en el ser humano o una atracción de piel a través del hilo telefónico. Al cortar la comunicación Adriana se siente transportada como en un sueño del cual no desea despertar; piensa que es demasiado maravilloso para ser real. A la mañana siguiente Adriana va a la oficina deseando contárselo a su amiga Laura. Necesita un confidente para compartir sus emociones e inquietudes. LAURA Buen día Adri…, no lo puedo creer, llegaste antes que yo. ¿Acaso te caíste de la cama? ADRIANA No pude dormir en toda la noche LAURA Si te sentías mal, no hubieses venido, yo podía encargarme de tu trabajo. A ver… Mirame, ¿Te sentís mal o pasó algo? ¿Adri me estas escuchando? ADRIANA Sí, sí, si. LAURA ¿Vos te diste un golpe en la cabeza? ADRIANA LAURA Me lo dieron…, pero en el corazón. No me lo digas…, voy a adivinar. ¡Te llamaron por el aviso, fue maravilloso y se van a encontrar esta noche! ¿Es eso, si? ADRIANA Sí, sí, si. LAURA ¡Y te volviste totalmente loca! No lo niegues…, se te nota en la mirada, en la respiración, en el temblor. 25
ADRIANA ¿De veras se me nota? ¡Ay Laura…, no sé que voy a hacer! LAURA ¿Por qué? No entiendo. ¿No estás emocionada, ilusionada, encantadísima con la llamada? ADRIANA Es que tengo miedo…, pánico en realidad, que me paraliza. No sé cómo actuar, qué decir. LAURA Vamos Adri, esto no es el fin del mundo. Es sólo un encuentro, una cita, nada más. ADRIANA Una cita, si, pero a ciegas. ¿No te das cuenta lo riesgoso que puede ser? ¿Y si no le gusto? ¿O él me desagrada? ¿Qué hago? ¿Dónde me escondo? LAURA Estás exagerando las cosas de manera descomunal. Tranquilizate, estoy segura que todo va a salir bien. ADRIANA Voy a tratar, aunque dudo que pueda… ¡Estoy hecha un manojo de nervios! LAURA ¿Me permitís un consejo? Tomalo como algo natural, simple. Sé vos misma, espontánea, así las cosas van a encaminarse bien desde el principio. ADRIANA Lo intentaré, te lo prometo. Gracias por escucharme y darme aliento. Lo necesitaba, sabes. LAURA Yo voy a estar pensando en vos esta noche, con los dedos cruzados. RELATOR Adriana desea que el tiempo transcurra como en un soplo para provocar el momento del encuentro. Pero a su vez siente pánico de que ese instante llegue porque teme que la realidad le juegue una mala pasada y derrumbe sus ilusiones como un castillo de naipes. Pero las cartas ya están echadas. Al entrar a la confitería lo reconoce de inmediato por la descripción que le ha dado. La espera con una sonrisa y la saluda cordialmente. (Sonido de confitería) EDUARDO Hola ¿Cómo estás? Me imaginé que llegarías puntual. ADRIANA Es uno de mis defectos. Soy demasiado puntual. 26
EDUARDO Yo también y me parece una coincidencia de virtudes, no de defectos. ADRIANA Lo que me parece es que tenemos muchas coincidencias. EDUARDO ¿Y eso es bueno o malo? ADRIANA No lo sé, pero no es muy común. EDUARDO Sabes que pienso, que los hechos insólitos, tienen una especial atracción que nos deparan sorpresas, casi siempre agradables. ADRIANA ¿Y si no son agradables? EDUARDO Bueno, bueno, ya nos estamos poniendo demasiado filosóficos ¿Qué tal si me contas algo de vos? ¿Sos separada? ADRIANA Sí, me separé hace 10 años. En los últimos tiempos de matrimonio las cosas no funcionaron por diferencias de criterios. ¿Y vos? EDUARDO Hace poco más de un año, por diferencias económicas. ADRIANA ¿Cómo es eso? EDUARDO Ella piensa que un hombre que no tiene ambiciones económicas, no sirve. Yo las tengo, pero no desmedidas, no hasta el punto de dejar de disfrutar de mi familia para darle a ella todos los gustos y placeres. ¿Me entendes? ADRIANA Entiendo, vos querés decir “Trabajar para Vivir” y no “Vivir para Trabajar”, ¿Verdad? EDUARDO Exacto, y cambiando de tema… ¿Qué te gustaría tomar? ADRIANA Café con crema. EDUARDO Dos cafés con crema mozo por favor. Decime Adriana ¿Cuál fue el motivo que te impulsó a publicar un aviso en la revista? ADRIANA Bueno, en realidad…, deseo contactarme con la gente, para escapar de... EDUARDO De la soledad ¿No es cierto? Y además, ¿No estás necesitando encontrar el amor también?... Yo siento que lo encontré en tu mirada, en tu calidez, en tu ternura… 27
ADRIANA ¡Pero si apenas nos conocemos! EDUARDO Hay cosas que se sienten como un estallido. ADRIANA Me siento muy confundida, no sé qué decir. Es muy extraño, tengo la sensación que esto no me está pasando. EDUARDO Pero te está pasando y te entiendo. A veces cuesta creer que algo maravilloso nos sacude por dentro y nos deja sin aliento… ¿Te pusiste pálida, te sentís mal? ADRIANA Disculpame un momento por favor. Regreso enseguida. (Sonido de incertidumbre) RELATOR Adriana se queda petrificada al ver que, Rodolfo, su ex novio, está ingresando a la confitería. Se dirige al toilete y deja la puerta entreabierta; se queda observando, tratando de calmar los latidos de su corazón. No sabe qué hacer. Si sale y lo enfrenta, es capaz de hacer un escándalo, y si no sale, Eduardo podría cansarse e irse. ¡Qué situación embarazosa! Reza para sus adentros para darse fuerzas; decide salir y enfrentar lo que suceda. ADRIANA Pero Rodolfo, ¿Cómo te atreves a seguirme? RODOLFO No te seguí. Pasaba por aquí, de casualidad, y cuando te vi dentro de la confitería quise entrar a saludarte. ADRIANA ¿A saludarme? ¿Pero acaso no te diste cuenta que estaba acompañada? RODOLFO Si…, veo que me olvidaste pronto. ADRIANA Yo quiero olvidarte, pero… ¿Es que nunca me vas a dejar en paz? RODOLFO No quiero molestarte, pero creo que al menos tengo el derecho de… ADRIANA ¿Derechos? ¿De qué derechos me estás hablando? Ya no tenés ninguno. Los perdiste todos cuando yo perdí mis ilusiones. Y ahora no quiero perderme esta velada. RODOLFO Quiero verte a solas, cuando vos digas. 28
ADRIANA Ningún día a ninguna hora. EDUARDO Adri, ¿Qué sucede? ¿Algún problema? ADRIANA No, ninguno. El señor quería saber la hora. Pero las agujas de mi reloj se clavaron a las 10 hs. Lo siento señor, mi reloj se descompuso, como si el tiempo se hubiese detenido. EDUARDO Vamos Adri, el mozo acaba de traernos los cafés con crema. No quisiera que lo tomes frío. Sería una lástima desperdiciar el tiempo, tenemos mucho de qué hablar. ADRIANA Si vamos, ya me siento mucho mejor. ¿De qué estábamos hablando? EDUARDO De algo muy importante…, de nosotros. RELATOR El tiempo transcurre casi sin darse cuenta entre anécdotas y gustos afines. Es notorio que ambos se sienten muy a gusto y la velada resulta mucho más placentera de lo esperado. Eduardo la lleva a Adriana hasta su casa y se despiden con la promesa de hablarse para una nueva cita, sin precisar cuándo; ambos sienten que desean volver a verse. Al otro día, Laura y Adriana conversan a la salida de la oficina. LAURA Quiero que me cuentes todo, con lujo de detalles, sin omitir absolutamente nada. ¿Cómo es él? ¿De qué hablaron? ¿Es simpático…, buen mozo? ¿Te besó? ADRIANA Esperá…, no te apures tanto que me aturdís. Veamos…, es un sol que entibia los sentidos, es un dulce que no empalaga, tiene calidez en la mirada, una voz suave… LAURA ¿Todo eso tiene? Y por lo que veo te lo demostró sin esconder nada. ADRIANA La que tuvo que esconderse fui yo. LAURA ¿No me digas que te intimidó hasta tal punto? ADRIANA No sólo me intimidaron sus miradas y palabras, sino que además…, hubo otra cosa. LAURA Ya sé…, quiso propasarse. ADRIANA ¡No, para nada! Hubo un encuentro inoportuno e inesperado que casi me arruina la velada. 29
LAURA ¿Un encuentro…? ¡No me digas que Rodolfo se atrevió a seguirte! ADRIANA Sí, se apareció como salido de la nada. Por suerte me di cuenta que estaba espiando mientras pasaba frente a la confitería y con un pretexto fui al toilete para esconderme. ¡Ay Laura…, no sabés el susto que me llevé! LAURA ¿Se fue sin verte ni hablarte? ADRIANA Ojalá se hubiese ido. Cuando salí del toilete, estaba parado y se atrevió a decirme que pasaba de casualidad. LAURA Por lo que veo, no tiene la menor intención de liberarte de su obsesión ADRIANA Me persigue constantemente, se aparece como una sombra. ¿Es que nunca me va a dejar en paz? LAURA Preguntáselo personalmente. Ahí lo tenés de nuevo. Yo me voy, así pueden conversar tranquilos. Mañana hablamos, chau Adri. RELATOR Rodolfo va hacia el encuentro de Adriana; su aspecto no tiene la misma arrogancia y desenvoltura de la vez anterior. Hoy su imagen se encuentra vencida, como si el paso de los años y de los acontecimientos vividos, le pesaran más de la cuenta. (Sonido de incertidumbre) ADRIANA ¡Laura no te vayas, no me dejes sola. RODOLFO No tengas miedo, sólo quiero hablarte, por favor…, necesito hablarte. ADRIANA Pero yo no. ¡Lo nuestro terminó y el pasado no retrocede Rodolfo! RODOLFO ¡Quiero reconquistarte! ¡Dame una oportunidad! ADRIANA Después de tanto dolor, perdiste todas las oportunidades y el deseo de tu reconquista ya no me conmueve. RODOLFO ¡Por favor, no dejes que todo se muera así, de esta manera tan cruel y despiadada! ADRIANA ¡Soltame queres, me estás lastimando! ¡No quiero que nos hagamos más daño! 30
RODOLFO Necesito por lo menos tener la esperanza que vas a pensarlo, prometémelo. Lo nuestro fue demasiado hermoso. Nos sentimos mucho, nos entregamos con todo. No podés haberte olvidado lo que vivimos juntos. ¡No es posible…! ADRIANA ¡Por favor soltame! No puedo ni quiero prometerte nada. No queda ningún hermoso recuerdo de lo nuestro. Ahogaste mis emociones y sentimientos por absorber enloquecidamente todos mis tiempos y mis espacios. No me diste lugar para desarrollarme como persona. Fuiste una sombra, un vigía constante y… RODOLFO ¡Perdóname, perdóname si te cause dolor! ADRIANA Te perdono, aunque los recuerdos no se borran. A tu lado perdí muchas cosas y otras murieron dentro de mí. ¡Estoy tratando de olvidar, dejame hacerlo sin perseguirme, sin espiarme! ¡Tengo derecho a encontrar el sentido de mi vida! RELATOR Adriana no soporta más y sale corriendo como quien escapa de un peligro inminente. Tiene miedo que la siga, que la enfrente nuevamente, que la agreda con insultos o con súplicas. Camina varias cuadras con el corazón en la boca. Llega a su casa al caer la noche, necesita reacomodar su vida interior escuchando un poco de música o leyendo a Neruda. Al entrar… (Sonido de teléfono) ADRIANA Hola… ¿Quién habla? LAURA Soy yo, Laura. ADRIANA Ah, sos vos. ¿Sabés que sos vos? Una flor de amiga. En las buenas me apoyas, y cuando viene el huracán te escapas, por las dudas que te atrape la furia. LAURA ¡No te enojes! Ustedes necesitaban hablar y un tercero siempre incomoda. ADRIANA ¿Incomoda? Yo necesitaba que me salves y casi me aplasta como una topadora. LAURA ¿No me digas que se atrevió a ponerte un dedo encima? 31
ADRIANA ¡No se lo permití, que es distinto! Después de una acalorada discusión, mientras me tenia sujeta con ambos brazos, logré zafarme y salir corriendo como alma que lleva el diablo. LAURA ¡Que bárbaro! ¿Y él que hizo? ADRIANA No sé, supongo que se quedó ahí parado como un poste por el asombro de mi huída y la rotunda negativa de mi respuesta a sus intenciones de reconquista. LAURA ¿Y ahora que pensás hacer? ADRIANA ¿Ahora? ¿Ya? Tomarme un vaso de leche tibia y un calmante. Tengo los nervios destrozados. Nos vemos mañana en la oficina, chau. (Sonido de teléfono) ADRIANA Dejaré que el contestador tome el mensaje. Me voy a tomar el vaso de leche, un calmante y… EDUARDO Hola Adri, me hubiera gustado invitarte a tomar un café con crema. Te llamo otro día y… ADRIANA ¡Aquí estoy Eduardo…! ¡Que sean dos cafés con crema! RELATOR A veces obrar por impulso resulta positivo. Todo es cuestión de probar. Solo hay que…, animarse a vivir. MÚSICA - CUANDO UN HOMBRE AMA A UNA MUJER 32
CITA INFORMÁTICA RELATOR Alan Palmer es un reconocido programador informático. Administra su propia empresa —Technical Solutions— Si bien tiene un grupo de técnicos que trabajan con él, a veces debe hacerse cargo de algunas visitas en forma personal. En el mes de enero, un martes por la tarde… (Sonido de teléfono) HELEN Technical Solutions… ¿En qué puedo ayudarlo? G. SMITH Buenas tardes señorita. Mi nombre es Glen Smith…, le hablo de la firma Smith Brothers. Abrimos una nueva sucursal en New Jersey —tenemos una funcionando en New Orleans— el próximo lunes y necesitamos un programador para instalar nuestros archivos en las computadoras. HELEN Comprendo Mr. Smith. Permítame un mail para enviarle un presupuesto y luego, si está de acuerdo con los términos, le enviaremos un programador para instalárselos. G. SMITH Perfecto. Tome nota por favor… Quedo a la espera de su informe presupuestario a la mayor brevedad. Es indispensable que todo esté en funcionamiento la próxima semana. RELATOR Helen, la secretaria de Alan, le informa sobre el llamado y los requerimientos de Mr. G. Smith. De acuerdo a sus instrucciones, Helen prepara el presupuesto y previa revisión de Alan, lo envía con premura el miércoles por la mañana a la firma Smith Brothers. Horas más tarde, llega el mail con la aprobación del presupuesto firmado por G. Smith. Debido a la importancia de las programaciones, Alan decide realizar la tarea informática. El lunes a primera hora, toma un vuelo directo a New Jersey y llega a las oficinas de Smith Brothers, ubicado en el piso doce en un imponente edificio. Antes de ingresar se desata una fuerte tormenta. (Sonido música ambiental) 33
ALAN Buenos días señorita… Tengo cita con Mr. G. Smith MANDY Buenos días. Está por llegar en breve. Por favor aguarde en la recepción. Yo le avisaré cuando lo vea entrar. ALAN Gracias…, espero. RELATOR Media hora más tarde y después de leer algunas revistas, Alan es llamado por Mandy, la secretaria, quién lo conduce a la oficina de Mr. G. Smith. ALAN Buenos días Mr. G. Smith Mi nombre es Alan Palmer. Soy el programador informático de la empresa Technical Solutions. G. SMITH Disculpe…, no entiendo. ALAN Vengo a hacer las respectivas programaciones en las computadoras de su empresa. G. SMITH ¿Qué programaciones? ¿Qué computadoras? ¡Aquí debe haber un error! ALAN ¡Pero es imposible! ¡Ud. mismo aprobó el presupuesto que enviamos la semana pasada! G. SMITH ¿De qué presupuesto me está hablando? (Sonido de incertidumbre) RELATOR Ambos se miran entre confundidos y asombrados. Los ánimos se van caldeando y los tonos de voces…, elevando. Mandy, preocupada, ingresa a la oficina. MANDY ¿Qué sucede? ¿Hay algún problema? G. SMITH ¡El problema es que este señor quiere realizar las programaciones en las computadores sobre un presupuesto del cual no estoy enterado! ALAN ¡Tengo en mi poder el mail impreso con el presupuesto aprobado! MANDY ¡Existe un presupuesto aprobado Mr. G. Smith! G. SMITH ¡Quiero ver ese presupuesto aprobado…, en mi computadora…, de inmediato! 34
(Sonido de incertidumbre) RELATOR Como si una bomba se lanzara, todos saltan de sus asientos para comprobar la veracidad del escrito. De pronto la tormenta se intensifica y la caída de un rayo provoca el corte de luz en varias cuadras. Queda todo en absoluta oscuridad. Todo es confusión y angustia. G. SMITH Vamos a quedarnos quietos en nuestros lugares hasta tener algo de visión para poder movernos. ALAN No hay alternativa. Tenemos que estar tranquilos. MANDY Estoy muy asustada. Es la primera vez que sucede esto desde que trabajo aquí. (Sonido de gritos) G. SMITH Parece que alguien quedó atrapado en el ascensor. ALAN Tenemos que ir a revisar. MANDY ¡Voy a buscar mi linterna! (Sonido de incertidumbre) RELATOR Mandy logra encontrar su linterna, la enciende y los conduce a ambos hasta el ascensor. Alan y Mr. G. Smith después de varios intentos fallidos, pueden abrir la puerta del ascensor. G. SMITH ¡Hola…, vaya susto con el ascensor! ¡Viajé especialmente de New Orleans para estar presente cuando Mr. Palmer llegara para hacer las respectivas programaciones! ¡Mucho gusto Mr. Palmer, soy Glen Smith! ¿Ya conoció a mi hermano George? MÚSICA ÉPICA CINEMATOGRÁFICA 35
EL VIAJE INESPERADO RELATOR Es el primer jueves de febrero. Apenas son las 06.00 hs. Clarisa ya está despierta y con la valija lista para salir de vacaciones. Entra al baño, toma una ducha rápida, se maquilla, peina sus rebeldes rulos y se viste con ropa liviana. Mientras tanto… (Sonido de teléfono) Al salir del baño, se alista con los últimos preparativos, sin notar la luz roja de su teléfono, indicándole de un mensaje recibido. Sale de su departamento con valija y cartera en mano. En breve consigue un taxi y viaja directo a Retiro. (Sonido de estación de tren) Llega con bastante anticipación ya que la salida del tren es a las 11.30 hs. Mientras espera la llegada de su compañera de viaje Malena, decide tomar un café. (Sonido de confitería) Con el bullicio del lugar, no escucha sonar el celular. Después de un largo rato, al revisar su teléfono, se percata de una llamada perdida de su amiga Malena. Intenta llamarla pero no contesta. Clarisa comienza a inquietarse. Al rato… (Sonido de teléfono) CLARISA ¿Hola? MALENA Habla Malena ¿Me escuchas? CLARISA Te escucho muy bajo. Acá hay mucho ruido. MALENA ¡No puedo viajar! ¡Tengo casi 39º de fiebre! CLARISA ¿Fiebre? ¡Qué lástima! MALENA Estoy esperando al médico. Cualquier novedad te comento. 36
CLARISA Espero te alivies pronto. No será lo mismo sin ti. Te voy a extrañar amiga MALENA ¡Yo también! En cuanto mejore mi estado de salud…, viajo. ¡Te quiero amiga! CLARISA ¡También yo! RELATOR Clarisa sube al tren minutos antes de la salida. Busca el camarote 9. Al ingresar… CLARISA ¡Disculpe! ¡Creo que se equivocó de camarote! JUANJO No lo creo. Según mi pasaje este es el que me corresponde. CLARISA Por favor revise el suyo. JUANJO Yo lo revisé antes de ingresar al camarote. CLARISA ¡Esto es inaudito! Voy a llamar al guarda de inmediato para que aclare esta situación y… JUANJO ¡Aguarde un momento por favor! Antes de llamar al guarda vamos a revisar ambos y al mismo tiempo nuestros respectivos pasajes. CLARISA ¡De acuerdo…, vamos a revisarlos! JUANJO En mi pasaje dice camarote 6. CLARISA Y en el mío dice camarote 9. ¡Vio…, yo tenía razón! RELATOR Juanjo la mira perplejo y sin decir palabra sale del camarote. (Sonido de portazo) Al cerrarse de golpe la puerta se escucha un ruido extraño; Juanjo gira sobre sus talones y observa sorprendido, como el número del camarote queda invertido y de un 6 pasa a un 9. (Sonido de golpes en la puerta) CLARISA ¿Quién es? JUANJO Disculpe la molestia…, deseo mostrarle algo. 37
CLARISA ¡Pero caramba… otra vez Ud.! JUANJO Puede abrir la puerta un momentito por favor…es importante. CLARISA Creo que nos dijimos todo lo que era necesario. El viaje es largo, quiero descansar y… JUANJO ¡Este es mi camarote…, no el suyo! CLARISA ¡Pero esto es inaudito! ¡Ya habíamos aclarado el tema! Si sigue insistiendo llamaré al guarda. JUANJO De acuerdo…, salga del camarote y vaya a buscarlo. CLARISA ¡Pero Ud. es un insolente! (Sonido de puerta que abre y cierra) RELATOR Ambos están ahora en el pasillo del tren. Juanjo le indica a Clarisa el número giratorio de la puerta del camarote. A Clarisa se le enrojecen las mejillas y no puede emitir sonido alguno. Trata de explicarse haciendo señas con las manos y Juanjo al verla lanza una sonora carcajada. Ambos terminan riendo por el número invertido. CLARISA Tomaré mis cosas y me iré a mi camarote…, el auténtico 9. JUANJO Por lo que veo tenemos el mismo modelo y color de maleta. CLARISA ¡La mía es inconfundible! Tiene colgado un cordón rojo con un corazón de plata. JUANJO ¡Bien! De esa manera es imposible equivocarse. Espero que descanse. RELATOR Cerca de las 14.30 hs Clarisa siente apetito. Decide ir al salón comedor. (Sonido de restaurante) CLARISA Voy a tomar un jugo de naranjas y para comer un tostado de jamón y queso. Gracias mozo. 38
JUANJO Lo mismo para mi mozo. CLARISA Vaya, vaya…, parece que me está persiguiendo. JUANJO Es solo una coincidencia. Creo que a los dos nos dio hambre al mismo tiempo. Además pienso que empezamos con el pie izquierdo. En ningún momento quise ser grosero y… CLARISA Está bien…, queda disculpado. JUANJO Mi nombre es Juan José Ocampo, bisnieto de Manuel Ocampo, fundador de la localidad de Villa María. CLARISA ¿Vive en Villa María? JUANJO Así es. Desde que nací y ya van… CLARISA Más de cuarenta años supongo. JUANJO No, apenas veintiocho. ¿Tan viejo luzco? CLARISA Calculé mal…, debe ser por las canas. JUANJO En mi familia todos los hombres somos canosos. Debe ser el trabajo al aire libre. Mucho sol y viento. CLARISA Debe ser… JUANJO Háblame de ti. CLARISA Mi nombre es Clarisa Céspedes. Vivo en Buenos Aires, en el centro de la capital, soy maestra jardinera y voy de vacaciones a la ciudad de Córdoba. Me hospedo siempre en el mismo hotel. Se llama “Gran Palace”. JUANJO ¡Lo conozco muy bien…, es mi favorito cuando viajo a Córdoba capital! RELATOR El mozo trae el pedido. Mientras disfrutan del frugal almuerzo, la charla se va extendiendo, en forma amena y cordial. Al llegar la noche… CLARISA ¡Son casi las 22 hs! JUANJO Se nos pasó el tiempo…, en breve llegamos a Villa María CLARISA ¿En breve? ¡Recién estamos llegando a Cañada de Gómez! 39
JUANJO Y cerca de las cuatro a Villa María. Voy a tratar de descansar un rato. Un gusto haberte conocido. ¡Que tengas unas lindas vacaciones! CLARISA ¡Gracias! ¡Parece que ya nos tuteamos! JUANJO Ahora nos conocemos un poco más. ¿Te molesta? CLARISA ¡Al contrario! Me resulta más agradable así. ¡Qué descanses! CLARISA ¡Vos también! (Sonido de tren) RELATOR En principio, el viaje transcurre apacible y sin mayores inconvenientes. Ambos van a descansar cada uno en su respectivo camarote. Unos minutos antes de las 04.00 hs., Juanjo se despierta y medio adormilado, tropieza con un objeto…, un corazón de plata colgado de un cordón rojo. Sin prestarle mayor atención, lo guarda en el bolsillo de su pantalón. Al llegar a Villa María, desciende. Un auto lo está esperando para llevarlo a la hacienda “Los Ocampo”. El chofer sube la maleta en el baúl y en ese preciso momento, a Juanjo le surge la duda si en realidad es su maleta. Desesperado quiere subir al tren para consultarlo con Clarisa…, pero el tren ya ha partido. JUANJO Marcos por favor…, debemos alcanzar al tren. MARCOS ¡Pero señor…, el tren se detendrá recién en Córdoba capital! JUANJO ¡Iremos hasta Córdoba capital! MARCOS ¡Pero señor…, lo están esperando en la hacienda! JUANJO ¡Pues tendrán que seguir esperando…! ¡Tengo que averiguar si esta maleta es suya! ¡Además ella quizás tiene la mía! MARCOS ¡Pero señor…! ¿Acaso Ud. sabe a dónde se dirige la dueña de la valija? JUANJO ¡Claro que sí! ¡Al Hotel Gran Palace! MARCOS ¡Bien señor…, allá vamos! 40
RELATOR El auto iba a una velocidad inverosímil, atravesando caminos de sierras y bordeando lagos. A las 9.30 hs. el auto ingresa a Córdoba capital y en minutos llega al Hotel Gran Palace. Juanjo desciende con valija en mano, ingresa y se acerca al mostrador. CONSERJE ¡Buenos días Sr. Ocampo! ¡Qué placer verlo por aquí…! ¡Realmente no lo esperábamos para estas fechas! JUANJO ¡Buenos días Renato! No vengo a hospedarme, solo a…, hacer una entrega CONSERJE ¿Una entrega? JUANJO ¿Llegó ya la Srta. Clarisa Céspedes? CONSERJE Permítame ver en el registro…, no aún no ha llegado. (Sonido de teléfono) CLARISA ¿Hola? MALENA ¡Hola amiga! ¡Tengo faringitis! Recién puedo viajar en una semana CLARISA Cuidate mucho amiga. Estaré paseando sola mientras te espero. MALENA ¡Nos vemos amiga! RELATOR Juanjo reconoce la voz de Clarisa, gira sobre sus talones y se encuentra frente a ella. Balbuceando la saluda JUANJO ¡Hola Clarisa! ¿Cómo estás…, tanto tiempo? CLARISA ¡Pero esto ya es una persecución! JUANJO ¡Permitime que te explique! CLARISA ¿Qué vas a decirme…? Que tenías que hacer compras por Córdoba capital, que justo pasaste por la puerta del hotel, me viste entrar, pasaste a saludarme y… JUANJO ¡No, no, no…, esto es realmente muy gracioso pero…, hubo un intercambio de valijas…, yo tengo la tuya y vos la mía! 41
RELATOR Se produce un silencio incómodo entre ambos. Primero se miran sorprendidos y luego ambos miran las maletas que cada uno tiene en su mano. Clarisa solo atina a reír cada vez con más fuerza, hasta que se dobla cayendo sentada en un sillón del lobby del hotel. Juanjo se inclina para verla de cerca. JUANJO Entiendo que te rías de los nervios. Hemos tenido muchos tropiezos a lo largo de este viaje. Esta vez hubo un cambio de maletas…, no te preocupes, puede suceder y… CLARISA Si claro todos cometemos errores, pero… JUANJO ¿Pero qué? CLARISA Esta vez no lo hubo. JUANJO ¿Cómo que no lo hubo? ¡Yo encontré algo tuyo en el piso de mi camarote! CLARISA ¿Algo mío? RELATOR Juanjo saca el cordón rojo con el corazón de plata del bolsillo de su pantalón y se lo entrega a Clarisa. Al verlo, nuevamente se echa a reír a carcajadas y entre risas comenta. CLARISA Eso colgaba de la manija de mi maleta. Estaba furiosa al salir de tu camarote, le di un tirón y se cayó. JUANJO ¿O sea que yo tengo mi valija y vos la tuya? CLARISA Así es…, solo viniste hasta Córdoba capital a traerme el cordón rojo con el corazón de plata. JUANJO ¡Ésta vez me equivoqué yo! CLARISA ¡Ahora estamos empatados! JUANJO No pude evitar escuchar la conversación con tu amiga. Estaba pensando que…, puedo hacerte compañía hasta que ella llegue. ¿Qué te parece si vamos por unos tragos y empezamos de nuevo? CLARISA ¿A las nueve de la mañana? RELATOR Ahora ambos ríen a carcajadas. MÚSICA – PARA SIEMPRE – SIN BANDERA 42
FLORES AMARILLAS MUSICA ROMANTIC JAZZ RELATOR Todos los viernes recibe el mismo obsequio: un ramo de flores amarillas envuelto en celofán con un gran moño del mismo color y una tarjeta impregnada de perfume, escrita con el deseo de “Feliz Fin de Semana”… Sin remitente. CARLA ¿Otra vez? ¡Ya sé…, no me digas nada…, tenés una admiradora secreta…! ¿O tal…, vez un admirador? JOSÉ No empecés con tus insinuaciones hermanita. CARLA Yo no insinúo nada, a las pruebas me remito. Hoy es viernes y hay flores amarillas en el jarrón de cristal sobre la mesa del comedor. Son lirios, flores del amor… Y ya van… JOSÉ Si, no lo repitas…, todos los viernes. CARLA ¿Y ni idea de quién pueda mandarlas? JOSÉ No, ni la más mínima. Y me tiene muy intrigado. CARLA ¡Y perfumada la tarjeta! ¿Será perfume de hombre o de mujer? JOSÉ De mujer por supuesto. ¿Qué hombre envía flores con una tarjeta perfumada? CARLA Si, claro, en eso tenés razón ¿Y por la letra de la tarjeta…, no reconoces la escritura? JOSÉ Menos todavía. Hoy todo lo que veo escrito se hace con una computadora. CARLA Además siempre escribe lo mismo. “Feliz Fin de Semana”. ¿Será alguien que te envidia? JOSÉ ¿Quién me va a envidiar? Mis fines de semana son más rutinarios que los días laborales. Gimnasio, fútbol con amigos, asado los domingos en familia… Nada especial. CARLA ¿Y si es alguien que está buscando…, algo especial? MUSICA HOW DEEP IS YOUR LOVE 43
RELATOR Esta última frase queda retumbando en su cabeza. No tiene la menor idea quién pueda ser. ¿Alguna compañera de oficina? ¿Una vecina en su edificio? ¡Tiene que investigar! Empieza a observar más detenidamente a cada una de las mujeres que conoce. El lunes al llegar a la oficina… JOSÉ ¿Pero qué es esto? MÓNICA ¿A qué se refiere Sr. Roldán? JOSÉ Nunca hubo flores en esta oficina y ahora todos los escritorios tienen un florero con flores amarillas. MÓNICA Son lirios… Son flores muy vistosas y… ¡Con un perfume…! JOSÉ ¿De quién fue la idea? MÓNICA No lo sé Sr. JOSÉ ¿Pero quién las trajo? MÓNICA No lo sé Sr. Cuando yo llegué todos los floreros estaban repletos de flores amarillas. ¿Le dije que son lirios? Son lindas ¿Verdad? MUSICA VENGEFUL RELATOR José está cada vez más desorientado. Pregunta a otras empleadas pero nadie sabe nada…, o no quieren contar nada. Hay miradas furtivas en el ambiente, murmullos de voces en pasillos. Crecen los interrogantes en los pensamientos de José. Al volver a su casa… CARLA ¿Día complicado? JOSÉ Todo es muy extraño CARLA ¿Qué cosa? JOSÉ La oficina, los empleados…, todo. CARLA No entiendo… ¿Qué es lo extraño? ¿Se mudaron? ¿Hay gente nueva? JOSÉ No, nada de eso. Las flores…. CARLA ¿Las flores? 44
JOSÉ Si Carla. Había flores amarillas en cada escritorio. Las mismas que llegan a casa todos los viernes. CARLA ¿Ahora también en la oficina? JOSÉ Si…, ahora también. CARLA ¿Y pudiste averiguar quién las manda? Porque ahí sería más fácil averiguar… JOSÉ Nada, nadie sabe nada. CARLA O no te quieren decir. JOSÉ ¿Y por qué no querrían decírmelo? (Sonido de incertidumbre) RELATOR Un nuevo interrogante se abre en la mente de José. ¿Puede ser la esposa de algún directivo? ¿Alguien prohibido? ¡Cuántas preguntas sin respuestas! José piensa hacer una investigación a fondo. Tiene que descubrir de quién se trata. Esa noche en sus sueños puede ver una mujer con flores amarillas en su regazo, pero no llega a distinguir su rostro. Se despierta agitado. El sueño lo deja con más incertidumbre que antes. En la mañana del viernes… (Sonido de timbre) (Sonido de pasos puerta que abre y cierra) JOSÉ ¿Quién tocó el timbre? CARLA De la florería José. Lirios amarillos, con tarjeta perfumada que dice… JOSÉ Si ya sé: “Feliz Fin de Semana” CARLA No, esta vez no dice eso. JOSÉ ¿Qué dice? CARLA “Amarte me hace feliz” JOSÉ ¿Cómo? CARLA Los lirios amarillos tienen ese significado. ¿Lo sabías? No, no lo sabía, pero…. JOSÉ 45
CARLA Pero nada José. ¡Tenés que averiguar de quién se trata! JOSÉ Trato de averiguarlo, pero no puedo descubrir nada. Por más que pregunto, nadie me dice nada. Hay cuchicheos por toda la oficina y no pudo adivinar de qué o quién están hablando… CARLA Esperá un poco… Vos me dijiste que cuando llegaste a la oficina ya estaban los floreros con las flores amarillas. JOSÉ Si, ya estaban CARLA Y Mónica te informó que estaban antes que ella llegara. JOSÉ Así es, estaban antes de que ella llegara. CARLA Y que por supuesto no tenía ni la menor idea de quien las trajo. JOSÉ Ni ella ni ninguna otra empleada de la oficina. Le pregunté a todas, hasta la señora de mantenimiento. CARLA Es un fantasma o sabe esconderse muy bien JOSÉ Dejá de sacar conclusiones absurdas por favor… A ver, ya que sos tan astuta, decime… ¿Qué harías en mi lugar? CARLA Algo muy simple… Me quedaría a dormir el domingo a la noche en el sillón cama que tenes en tu oficina y así poder espiar quién llega con las flores. ¿Qué te parece? JOSÉ Pero vos te volviste total y absolutamente loca. ¿Cómo se te ocurre que yo voy a…?. CARLA Estoy muy cuerda para opinar de esta manera, que además es la única, para saber quién te está enviando flores en forma anónima y que por si fuera poco, declara en forma directa y sin rodeos que está enamorada de vos. José sos un hombre joven, buen mozo, soltero… ¿De qué tenes miedo? (Sonido de incertidumbre) RELATOR Realmente no sabe a qué le teme. Le resulta extraño todo esto que le está ocurriendo. Siente como una sombra que lo persigue, pero a la vez prefiere develar cuanto antes esta incertidumbre que lo está torturando… 46
La noche del domingo, José se queda a dormir en la oficina. Al amanecer, cerca de las 6 de la mañana, escucha un ruido de llaves en la puerta. Sin encender las luces, una figura femenina se acerca a cada escritorio y pone flores en los floreros. ¡Se devela el misterio! JOSÉ ¡Tanto tiempo juntos y nunca me dijo nada! MÓNICA ¡Sr. Roldán…, me asustó!¿Qué hace a esta hora? JOSÉ ¡Tenía que saber…, tenía que ver! MÓNICA ¿Saber qué? ¿Ver qué? JOSÉ Quien me enviaba flores en forma anónima. Quién era feliz amándome en silencio… MÓNICA Realmente no me animaba a mencionarle nada por temor a que me rechazara y… JOSÉ Y preferiste hacerlo sin darte a conocer MÓNICA ¿Hice mal? JOSÉ No…, vos no. Fui yo quien no se dio cuenta de las señales de amor que irradian tus ojos, tu sonrisa, tus palabras. MÓNICA ¡Realmente amarte me hace muy feliz! JOSÉ ¡Y yo deseo hacerte muy feliz! MUSICA THE POWER OF LOVE 47
HERIDAS ABIERTAS RELATOR Se dice que un matrimonio es la comunión de dos almas para toda la vida, con derechos y obligaciones de ambas partes, que están basadas en un mutuo respeto y cimentadas con un profundo amor. Pero… ¿Qué sucede cuando los derechos y obligaciones se distorsionan? ¿Se pierde el respeto? ¿Se apaga la llama del amor? CECILIA ¿Cómo pudiste olvidarte del compromiso que teníamos? ALBERTO No me olvidé. Simplemente tuve que asistir a una cesárea que se presentó con muchas complicaciones. Eso es todo. CECILIA Simplemente… ¿Eso es todo? ¡Claro que no! Yo tuve que dar la cara y pedir excusas en tu nombre. ALBERTO Lo mío no es una excusa, es una profesión ¿No te parece que hay una diferencia? CECILIA ¿Cuál es la diferencia? (apesadumbrada) Siempre estoy sola y tengo que dar explicaciones por tus ausencias. ALBERTO A nadie le incomoda mis ausencias…, salvo a vos, que pareces no comprender mis obligaciones. CECILIA ¿Y dónde quedan mis derechos? ¡Ni siquiera prevalecen en la cama últimamente! ¿No podes buscar alguien que te reemplace cuando tenes un compromiso conmigo? ¿O yo siempre quedo relegada para el final...? ALBERTO ¡No tiene ningún sentido seguir hablando con alguien totalmente cerrado, que no entiende razones de fondo, que no admite lo que es ser responsable y abnegado con su profesión, que debe dedicarle el tiempo requerido para atender a sus pacientes, que al fin y al cabo son seres humanos! ¡Nada menos! CECILIA ¿Y yo que soy? También soy una profesional que cumple abnegadamente con el periodismo y con el público, a veces más allá de los límites, en situaciones algunas de riesgo enfrentando reportajes difíciles… Pero además y sobre todas las cosas soy una mujer que necesita de su esposo, más de lo que él supone y no se da por aludido. 48
ALBERTO No exageres, mis deberes como esposo trato de llevarlos a cabo, en la medida que me lo permiten mis obligaciones como médico. CECILIA ¡Por supuesto, con los minutos contados y dando siempre la hora con retraso! Mejor me voy a la redacción, tengo que cubrir una nota sobre el orgasmo femenino. ¡Tengo mucho que aprender porque lo que sabía sobre el tema, ya me lo olvidé! (Sonido de portazo) RELATOR Cecilia sale furiosa de su departamento y tropieza en el pasillo con su vecina y amiga Sandra. SANDRA Hola Ceci. ¡Huy…, que cara! ¿Perdiste algo? CECILIA ¡Si…, mi matrimonio! ¡Se perdió la estima, el respeto, el afecto, la comprensión….! SANDRA ¡Para un poco...! Parece que los ánimos están un poco caídos. CECILIA ¿Caídos? Por el subsuelo…, además de estar ultrajados y pisoteados. SANDRA ¡Me parece que estás exagerando…! Pero por tu expresión creo que la pelea fue bastante violenta esta vez. CECILIA ¡Como una erupción volcánica! ¡Se derramó lava incandescente por todos lados! Ya no sé como pedirle que me brinde más atención. Siempre quedo relegada al último plano. Yo…, que me desvivo entre el trabajo y la casa. Nunca tengo derecho a compartir un buen momento con él. SANDRA Lo tuyo parece ser un problema de forma y no de fondo mi querida CECILIA No te entiendo. SANDRA ¿No será que exigís demasiado en lugar de pedir un poco? ¿No consideras que él no cumple con sus deberes maritales porque no puede y no porque no quiere? CECILIA Si quisiera…, intentaría acercarse a mí de cualquier forma. 49
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