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Susana Claudia Rebequi OJOS DE TORMENTA Poemas 3
Hecho el depósito que indica la Ley 11.723 Impreso en la Argentina Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna, ni por ningún medio, ya sea eléctrico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopias, sin permiso previo del editor y/o autor. 4
Se los dedico a: Mis hijos, Daniela y Santiago; a Rodolfo y Hugo, mis hermanos; a mamá y papá, Julia y Domingo; a mis amigas- hermanas de corazón: Noemí, Patricia, Susana y a Luciano. 5
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PRÓLOGO “Ojos de Tormenta” es encontrar más allá de lo visible, aquello que nos transmuta hacia sitios recónditos, para elevarnos y traspasar todos los límites conocidos. “Ojos de Tormenta” es inundarse de poesía, llenando los vacíos que nos quiebran y desnudan. “Ojos de Tormenta” es lograr que el alma se sienta en sosiego, complacida, abrazando estas letras. Susana Claudia Rebequi lo consigue con su pluma rebelde y auténtica, escribiendo con inconmensurable gozo y despojada de toda atadura. Ella quisiera detener el tiempo…, para no perder vivencias propias y con su entorno, para aprisionar a través de sus escritos, todo el cúmulo de vaivenes que la vida conlleva. En sus palabras se reflejan los sentimientos de una mujer que se nutre de pasión al plasmar con frenesí y sin tapujos, sus emociones, tanto en el amor como en la desesperanza. ¡Luchadora, tenaz y emblemática…, mi corazón está contigo! Lidia Susana Puterman Escritora 7
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En tus ojos Fue un camino de ida mirarte. Me encontré en tus ojos cuando me perdí. 9
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¿A DÓNDE IR? ¿A dónde van las fuerzas cuando abruman las quejas? ¿A dónde van las Musas cuando las nubes se acercan? ¿Dónde comienza el frío cuando el amor se hace hastío? Tu cuerpo lo sabe bien cuando algo está sucediendo; deja mensajes grabados, los síntomas se hacen eco; son los miedos que se esconden para no ser descubiertos. El cielo se pinta de gris y el sol, se va a dar una vuelta; los consejos son espinas y los oídos, troncos secos; Afrodita saca de la espuma, la corona de Diosa de la tormenta. El corazón se hace pequeño, escondido entre las venas; la sangre, río espumoso, como batido de jabón y piedras que lastima en su recorrido, dejando llagas abiertas. ¿Cómo sanar el dolor cuando todo te atraviesa? ¿A dónde buscar soluciones con la mente abierta? ¿Será el lecho ese amigo que te invita a una siesta? Dejar navegar la mente, soltando amarras 11
en algún mar abierto; que el rocío salado lave la piel, exponga los sentimientos; y el corazón, se una con la razón rompiendo pactos de silencios. Mirar fijo a los ojos de ese amor enfrentándolo al espejo, descubrir cuáles son los motivos de los ruidos que lo acechan, abrazándolo muy fuerte y con el corazón bien abierto. No son necesarias las palabras cuando las miradas hablan; la sensibilidad de un abrazo hace caminar el fuego por tu espalda disipando las dudas, el miedo, el hastío, sanando el corazón y hasta el alma. 12
ALETEANDO Remar en los oleajes de mi bruma, trepar los muros fabricados de insistencia, conteniendo las fuerzas que, de a ratos, se ven vencidas, arremetiendo de nuevo por esos ojos que me observan. Así es cada día al despertarme; solo con el aire agónico de mis pulmones, abrazando la necesidad de nuevos climas, que pasen a mi interior, buscando la oportunidad de acomodarse. Paso a paso, caminando lento, lento… escarbando en la profundidad de mis cimientos; haciendo olas con las pasiones contenidas; mirando al cielo, buscando ese sol que, de vez en cuando, me abriga. Salir del capullo que me sostiene, en un campo hostil que genera controversias, abrir los ojos, observar mi entorno, para comprender que es hora de enfrentarlo todo. Abrir las alas y mostrarlas a quien quiera. 13
Ver la fluctuación de mis actos, serenando aires, rompiendo rocas, barriendo todo el polvo que el aleteo provoca. Cada día amanece y no es poco; aires nuevos que mis alas van conquistando, hasta serenar las ganas de rendirme en el sendero y blandir las alas, sosteniendo que puedo. . 14
ARGENTINA, MI PAÍS Todos los climas, millones de paisajes; de norte a sur, de oeste a este. Nada se escapa ni por tierra ni por aire. Desde el encantador “Cerro de los siete colores” hasta el vociferar del frio de la blanca Antártida; el océano imponente que poseemos o el cordón montañoso que recorre el oeste de nuestro suelo. Recorrer todo, entre águilas y jilgueros; ríos, bosques, selvas y canales, con autóctonos animales; fotografiar cada parte, cada elemento que habita y enriquece lo que es nuestro. Pueblos chicos, infiernos grandes, guerreros, audaces, salvajes; la inquebrantable benevolencia de sus habitantes, mi Argentina es de todos, y en particular, no es de nadie. Tiene historia más que sabida, que Moreno, en “La Gaceta”, con su pluma, nos dejó, cuando estaba inserta la revolución. San Martín dejó testimonio en sus máximas a Merceditas o en Uspallata, pasando a Chile, o en el alto Perú, liberándolos. 15
Calles distintas, en sus comienzos, como la Plaza de la Revolución, el puerto o la recova, la catedral, el cabildo, fueron testigos de libertad. Caminar por Barracas, es otra fiesta, con las tertulias de la ciudad, o conocer a Felicitas Guerrero; o cruzar el Riachuelo por el puente carretero. Historias vivas de mi Argentina. también sangrantes de Buenos Aires como el palacio de Díaz Vélez con sus leones, sobre la Montes de Oca de hoy. Simple enunciado de algunos lugares, sus hechos de lucha, desplegados; tobas, diaguitas, onas, matacos; quechuas, tehuelches, signos vibrantes de libertad. Negros, mestizos e inmigrantes, del mundo de enfrente, llegaron; creció la patria, crisol de razas, fundando ciudades, aquí y allá. Mi hermosa Argentina que tanto ha llorado, desde Pedro de Mendoza hasta la actualidad; vive creciendo, como la dejan, un paso al frente, dos para atrás. ella es de todos lo que quieran estar sin destruirla, edifiquemos con nuestras manos, que, si la cuidamos, remontará 16
ATAJOS Vivimos buscando atajos, desde que somos pequeños; para llegar primero, para hacer una tarea más ligera, para dormir más tiempo. Sin pensar que transitar el sendero, en el que estamos inmersos, nos llenará de belleza el alma, abrirá horizontes nuevos; descubriremos recovecos en los troncos de algunos árboles añejos. Buscamos no tropezarnos, caminar liso y sereno; pero, de vez en cuando, caernos, nos dará perspectivas nuevas; el pasto oleremos o la tierra, transpirada de rocío, la sequedad y sus grietas, tocaremos; la forma de las nubes, nos llevarán a dar un paseo. Vivimos apurados, dejamos pasar acontecimientos, olores, sabores, visiones del camino recorrido. Solemos recordar lo malo, aquello, en lo que fuimos vencidos; hacemos listas enormes, de todo lo que no hemos hecho. Y vivir… ¿Cuándo ocupará nuestro tiempo? 17
¿Por qué esperar a mañana, que aún están incierto? ¡No lloremos más por los tiempos muertos! Aún tenemos vida para sembrar terrenos abiertos. 18
AUSENCIA PRESENTE El Alzheimer (forma de demencia) es el deterioro continuo en el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales que afecta la capacidad de una persona para vivir de forma independiente. Me senté a tu lado, te besé en la frente: pero no observabas…estabas ausente. Mirada perdida sin saber quién era, esta señora que te interpelaba mientras desayunabas. Dijiste que estabas bastante cansada; tapabas tu cara mientras notaba que, en tus ojitos, el brillo faltaba. Manos confundidas trababan la taza; dedos atrofiados, asían un trozo de pan con mermelada. Se me parte el alma que vivas tu mundo; estando presente, ya no puedo tenerte. Apenas se entiende lo que dibuja tu mente; tu voz apagada dice frases incoherentes. Igual… yo te escucho, mientras mi corazón sangra, igual, te sonrío, te hablo, te cuento llevándote la corriente. Dolor en el alma camuflo al verte; tu mente ya no quiere recordar pero tú, estás presente. 19
BAILA CONMIGO Baila conmigo, sin importar el ritmo de la música, solo siguiendo los latidos de nuestro corazón. Baila conmigo, sostenidos en ese cielo que enaltece nuestras figuras, suspendiéndonos en el éter de nuestra propia inspiración. Baila conmigo, que no nos interese conocer el ritmo de la canción; tan solo el alma que palpita nuestro amor. Baila conmigo todo el tiempo; que nuestros besos sean las piruetas que nos eleven al cielo, testigo de lo que estamos sintiendo. Baila conmigo, en una nube o en el suelo, en la inmensidad de nuestros deseos, sin contar con el miedo que nos paralice el alma. https://youtu.be/yEiEARWNLlg 20
BALCONEAN Balconean las aguas saladas en una noche sin prisa, en el nudo marinero de mi vida; en los retorcidos hilos de seda que ciñen, que arden, que queman. Balconean y se acumulan; se empujan, sostenidas en las estrellas color siena de mis iris; en las pupilas dilatadas de estas ventanas que no se cierran. Balconean… entre los barrotes débiles de mis pestañas ya acobardadas de tantos mares, de tanto retorcerlas y limpiarlas, durante los insomnios que acumulo cada mañana. Balconean ya secos, en el alba, inmutables, tal noche en vela; agotados, rojos, malheridos. Disimulan… se ponen a trabajar por un rato, esperando que cese el ardor de haber andado tantos sueños sin hallarlo. 21
CAIRELES Esperaba ser tu prioridad. Ser el brillo de caireles en la vanidad de la noche. Esperaba ser tu diestra y tu reverso, tu complemento. Esperaba ser luz y opacidad de las aristas victoriosas de nuestra humanidad. Esperaba ser la cara de una misma moneda; tu espejo. Ser la marea y la calma, el bosque que te acompañara; el río donde saciar tu sed. Esperaba. Esperaba amarte con venas abiertas y entregar mi sangre para curar tus heridas. Esperaba ser el brillo de tus ojos; la voz que calma a las fieras; tu leona, tu mártir, tu mástil y hazaña más preciada. Esperaba ser tu contenido, tu savia; manantial, lumbre, carbón y seda. Agotarte en suspiros; ser diamante y gotas de rocío; lluvia, libélula, remanso y vuelo. 22
Aire y vida en este mundo terrenal que nos atrajo, que nos hundió en abrazos, que juntó nuestros labios y nos hizo ser uno con nuestras propias fantasías. Esperaba el tintinear de caireles y el sosiego de la música interpretada por querubines y estrellas. Esperaba ser la luz de tus ojos, la última visión que tuvieras antes de dormirte, el abrazo constante, la voz que nos guiara a nuestra propia eternidad. Esperaba ser cairel y diamante; pieza firme y transparente con los sentimientos que siempre nos elevaban. Esperaba morir a tu lado; abrazarte y no soltarte hasta el más allá. Ser tu barca en un mar hostil, tu balsa, tu frenesí. Esperaba ser tu cairel, tu piedra de la suerte, tu sed. Esperaba. 23
CALLARÉ Cuando los ríos corran al revés, cuando nuestra luna no se encienda; cuando la tormenta de tus ojos, ya no me quiera mirar, callaré. Callaré cuando se note la humanidad; cuando las pestes, sean evaporadas, la inequidad eliminada y el amor, no se sienta amenazado. Callaré cuando pueda pasar una mañana inundada por brisa marina; cuando tus manos, se unan a las mías, caminando en playas desoladas. Callaré cuando despierte a tu lado y tu respiración sea motivo de no gritar mas en el silencio, todo el amor que siento. 24
COLORES PARA SOÑAR Una tarde, una imagen, un soplido en el aire, soñar que será verdadero pintarte con los colores del viento. Usar el siena chocolate hasta el blanco sublime, usando el negro andrajoso o el gris bien brumoso, delineando los hilos filosos de estos cuerpos etéreos, pincelándonos en los ecos de ese aire quejoso. Tengo gamas de colores de variada intensidad, que viajan por toda mi mente entre tempestades y quimeras; mientras dibujo efusiva tu contorno junto al mío. Por momentos, tomo el plata hasta el rojo apasionado, sin olvidar el rosado con un touch de verde esperanza. Me apasiona el celeste claro en el azul negro de la noche; el naranja de un ocaso, el púrpura y el dorado. Bien arrogante el amarillo, sobre todo, en la mañanas; en las tardes, azul verdoso y verde egipcio en el agua. 25
El blanco para soñar que los sueños se han de cumplir; turquesa para concretar una noche junto al mar; índigo para hacer fluir el aliento, que a mi mar, hemos de ir; vistiendo rojo aterciopelado para en tus brazos morir. 26
CREÍ Creí que, con ese tríptico en la pared, no faltaba nada más en nuestra habitación, si estábamos juntos. Ese cuadro donde nos inunda el aroma a lavanda y la luna, hace aún más etéreo su espejo. Creí que, con tenerte de vez en cuando, sería suficiente para sentirme completa, haciéndome feliz el ver cómo te adueñabas de ese espacio que es nuestro. Creí que, con intuirnos y respondernos en tiempo récord los mensajes que cruzamos, era alcanzar el cielo con mis manos; o el salir corriendo cuando el timbre de la calle avisaba que estabas ahí. Creí que, Con solo espiar tu fotografía en las páginas sociales, me completaría, cuando el corazón pide ver tus ojos para adivinar qué está sucediéndote. Pero No. 27
Nada me satisface si estás lejos de mi pecho; cuando no puedo escucharte ni abrazar tu piel, ni oler cómo el café se entremezcla con tu aroma. No. Todo se me hace un martirio sin ti; agobiante es pensarte en otra cama que no es ésta… Voy acumulando insomnio en las noches, pensándote; recorriendo la casa, buscando un vaso con agua como para ahogar en él, el tiempo que nos separa; o fumando un cigarrillo con tal de quemar los minutos ausentes en mi vida. Creí que, tenía todo claro; pero No… Creí que esto sería sensación de un momento... pero No. Creí que duraría mucho menos, pero No. No tuve en cuenta que el amor verdadero es eterno; que no tiene límites ni plazos, que no se puede amordazar los “te quiero” que el alma ha musicalizado. 28
No se puede evitar el sol en pleno verano. No se puede evadir los momentos compartidos. Creí que iba a ser un instante, un soplido... pero No. Has llegado y has arrebatado todo, arrasaste con la calma de un ojo de tormenta, sin darme cuenta. Creí que sería un juego… pero No. Llegaste y te acomodaste y no hay dudas que, en mí, por siempre vivirás aunque tu presencia no esté en el mismo lugar. https://youtu.be/d-2WMc1FcKI 29
CUANDO Cuando ya no extrañe tu saludo en la mañana, y tampoco envíe el “que descanses\" de las noches. Cuando sienta frío al abrazarte o, eluda tus besos o no me atrapen. Cuando no emita un “te quiero\" cuando te vayas; ni tampoco siga tu auto, cuando vas en retirada. Cuando ya no te abrace por la espalda o… no busque tu pecho para sentirme resguardada. Cuando no tenga nada que contarte o, no pregunte el “cómo estamos” por las tardes. Cuando escuches el silencio de mis días o... tus gemidos se queden sin retorno. Entonces piensa… piensa cuántos espacios vacíos han quedado en un grito omiso. Y, si al mirarte, las chispas desaparecieron de mis ojos, entonces… entonces sabrás lo que es perderme. 30
CUANDO CAYÓ EL TELÓN Me imaginé que seríamos eternos a pesar de las circunstancias; que vendrías a abrazarme y dirías: “...ya fue, ya pasa…” Solo fue un sueño hermoso el tiempo compartido, los besos que nos dimos y los obstáculos derretidos. Me vi alcanzando la cima del monte más elevado, ese, que toca el cielo y desconocen los humanos. Pero esa misma utopía que encendió las estrellas, fue quien apagó la mirada de mis ojos de tormenta. Me imagine tantas cosas… la eternidad, la escalera, amaneceres sin frío y noches inundadas de luna. La realidad atravesó la vista de una soñadora compulsiva; el día, se hizo penumbras, y la noche, gotas de rocío. Se cerró el telón rojo de la obra; se esfumaron los pétalos de rosas, las luces de colores, los sueños... y llegó el momento de los tiempos muertos. 31
CUERPO DE ACERO Aún falta demasiado para completarme. Las esquirlas se van pegando como atraídas por un imán, formando una mujer de acero que, muchas veces, las circunstancias, quisieron quebrar. Desde los pies hasta la cintura, casi...no me puedo quejar; voy andando segura con mi eterno caminar. Busco flores que perfumen y brisas que completen mi embriaguez; en cada paso que doy, mirando al frente, busco lugares nuevos que eviten más dolor. Aún falta demasiado para estar entera, las astillas van generando un cuerpo que no quebrante, quizás, una coraza perpetua de sentimientos que opriman esos motivos que no dejan terminar de formarme. En mi cabeza bailan millones de ideas nuevas, ensoñaciones, quimeras que resultan difícil de alcanzar. Y entre esquirlas punzantes, dejo pasar esas plumas que acarician mi contorno pero no llegan hasta el fondo, por miedo a romperme de nuevo. 32
En mi sentir inconsciente es donde se baten a duelo emociones plantadas, que brotan entre matorrales de yuyos; fluyendo sangre en mis venas, que hagan latir en mi pecho, esos besos eternos de un sentir amordazado. Aún falta completarme con sentimientos correspondidos, que unan esos trocitos que quedaron sin pegamento. Alguien que tenga en claro que puede hacerme volar, entre frases y miradas, que no suelte mis manos, entre eclipses y suspiros, deseando un horizonte a mi lado. Que venga sin temores ni reveses, con sonido de agua fresca golpeteando en nuestros oídos, diversificando los ruidos e imantando este cuerpo que no posee más elementos para creer que es posible volver a amar. 33
DE PRONTO…, ESCARCHA De pronto, las manos, se quedaron vacías, sin nada que sostener; los ojos, sin luz… oscuros, sin nada por qué estremecer. La distancia ha sido el atino de un tiempo sostenido entre finos hilos deshilachados, que se van acortando con el correr de las horas. Hasta las vivencias selladas en el alma, están protegidas con un velo opaco, que no deja observar esas fotos animadas que me habitaban. De un día para otro, hubo que acostumbrarse a que el timbre ya no sonará, que el abrazo diario, se hiciera escarcha. Solo, de vez en cuando, se escucha la voz que apuntala mi jornada; pero el sol, ya no se asoma con tanta fuerza, ni la luna me alcanza para mandar mensajes telepáticos de lo mucho que te extraño. De pronto, el pánico y la soledad 34
se acomodaron en el perímetro de mi corazón, naciendo un sentimiento atroz que me grita una y mil veces “….éste es el inicio del adiós”. Como en un abrir y cerrar de ojos, el espacio se transforma en una imagen desolada, desierta del calor que emanaba tu mirada, estrujándome, entre palabras vivas. Una puntada en el pecho, habla de pocillos vacíos, de ese negro brebaje que compartíamos algunas tardes. Volvió el insomnio mudo, con imágenes que intentan borrarse. De pronto, el tiempo, el espacio, el amor, se hacen escarcha, como la que veía en las mañanas de mi niñez, cuando iba al colegio. De pronto..., el velo, el sonido, el cielo y el tiempo, son láminas de hielo en retazos que se parten, deshilachando mi corazón inmolado... al extrañarte. https://youtu.be/DJsG3xzE_jQ 35
DESEOS ESCONDIDOS DENTRO DE MÍ Seguir sembrando campos de papel con mis poemas e historias; buscar la complicidad de aquellas lenguas de fuego que encienden mi memoria. Volar sobre lechos de algodón observando la artesanía infinita de Dios; en cada punto cardinal de mi universo y de mi corazón. Púrpuras para soñar, verdes para respirar, azules para nadar y rojos pasión para amar; sin dejar de alumbrar mi vida con el sol de mi alma; con el blanco de mi conciencia y la voluntad, de seguir cosechando campos de amistades, en cada capullo de papel que se suelte y viaje a tu corazón. 36
DETRÁS DEL CRISTAL En su silla, acurrucada, parecía adormecida; manos temblorosas, arrugadas y atrofiadas. Peinada con rodete, tapada con manta de lana, balbuceaba, apenas algunas palabras que no se escuchaban. Volver a tenerla, después de tanto tiempo, abrió la esperanza, quizás… quizás me recordara. No abrió sus ojitos, sólo me escuchaba; detrás del cristal, no pude abrazarla. Noventa eneros, vistieron su alma; su mente perdida viaja sola…solo viaja. Sus ojos, apenas, entonaron un brillo chiquito; detrás del cristal... no pude abrazarla. Tampoco sabré si me recordaba. 37
DIOSAS Ahora, hablamos de otros temas, con mayor solemnidad… mujeres con carácter, que nos regaló la vida, mujeres con responsabilidad; donde armamos corazas, haciéndole frente al mundo, cara a cara. También, tenemos años encima, capa tras capa de tintes que nos cubre el paso del tiempo e inmerecidos kilos de más que llegaron para hacernos compañía… y es lo único que quisiéramos desechar. Mujeres con esas ganas de amar y ser amadas como corresponde; de reír a carcajadas, como las niñas que alguna vez fuimos, y seguimos llevando a cuestas, de vez en cuando, sacando a flote. Somos mujeres únicas, Diosas bajadas del cielo para seguir conquistando la tierra que pisamos; para seguir poniendo la cara ante los percances y superarlos. Somos amigas que nos conquistamos de chiquitas, sin saber que, 38
cincuenta años después, nos encontraría juntas y persistiendo; dando lo mejor de nosotras, como siempre, allá, acá, en la vereda de enfrente, en la calle o en la casa. Pero siempre… seremos mujeres con luz propia que nadie se atreve a apagar. Diosas que no aflojan y no saben lo que es vencerse. https://youtu.be/py02yJsJ-Ac 39
¿DÓNDE? ¿Dónde va la lluvia cuando cae, dónde se enclaustra el silencio, con sus votos, para no hablar? ¿Dónde se esconde el firmamento cuando todo está por estallar? ¿Qué hace florecer la tempestades y en qué momento, con firmeza, la calma intervendrá? ¿Cuáles son las palabras que amalgaman la tormenta, con las ganas de llorar? ¿Dónde saca el crepúsculo, los colores, y la brisa su intensidad? ¿Cuáles son las notas musicales que la paz, en tu alma, entonará? ¿Dónde interviene la templanza, por qué camino se irá la soledad? ¿Dónde encontrar el estadío que tu corazón hará estallar, con la felicidad en la mochila y en tus manos, la llave de la libertad? 40
ÉL ES Es la luz que ilumina mis mañanas; es el amanecer que despertó mi alma. Es el trigo centelleante en el campo; es el agua fresca de un río caudaloso y el oasis que me atrapa suspirando. Es quien matizó con verde nuevo mis hojas quebradas y encontró que en mis raíces había vida; es quien llega con los brazos extendidos cuando pendo del trampolín, allá en lo alto. Sus palabras, melodías en mis oídos, quien me arrulla y contiene en los ocasos; me acompaña en los momentos raros y me eleva hasta el cielo, cuando eclipsamos. Es el aire perfumado de lavandas, es la fuerza de huracanes que levantan; es quien descubrió que yo podía, expresar todo aquello que escondía. Es amor eterno sin sensaciones superfluas; es pertenencia sin acuerdos ni comodatos; es razón y corazón camuflado en sentimientos que no poseen nada firmado. Puede estar ausente en las noches, puede su mundo pertenecer a otro puerto, puede seguir así para siempre o cambiar el viento… y ya no mirarnos. Puede que sea un manantial permanente o erupción de un volcán reactivado; puede vivir la vida que quiera pero sé, que es mío, aunque no esté a mi lado. 41
Él es espíritu y emociones encontradas, amor y amigo totalmente instalado: es su rostro el que busco en la luna, son sus besos los que me acunan en plena trasnochada. 42
ÉL ME LA ROBÓ Muy silencioso, no vi su llegada… no me di cuenta de que se instalaba. Se fue trepando entre sus piernas, por su vientre, por su torso, y su memoria, la más afectada. Se instaló allí y se durmió un tiempo; luego despertó, vociferando. Manejo el cuerpo, olvidó recuerdos; voló al pasado, conspirando. Quemó comidas, olvido recetas; abrió las aguas; avivó el fuego; esperó a los muertos y hasta los sentó a su mesa. Hizo estragos, debilitando; juego macabro; olvidó el color; el canto y las caras. Despojó, de a poco, todo su entorno y casi, casi…le quitó su voz. Ya no me mira, casi no habla; reconocerme, no es su mejor acción. Ella no sufre, está ausente… y por su mente, viajan historias de un mundo antiguo, que otrora vivió. 43
Rasgo en el aire, broncas fundadas de este monstruo que la robó; en sus ojitos, no existen brillos, tampoco abrazos ni comentarios; sólo quedaron manos rugosas, mente perdida; no hay consejos ni charlas diarias, ni caminatas por el jardín. Él se ha instalado, sin su permiso; que quizás…, en la calle, alguna vez cruzó; ¿le habrá pedido un vaso de agua, o una silla donde dónde sentarse en otro idioma y no comprendió? Quizás… entendió “Hola, buen día” y él se metió, sin vacilar. Ese maldito, robó a mi madre; su conciencia, aniquiló. Me deja verla, de vez en cuando, pero ella olvidó quien soy yo. 44
EL TIEMPO DE NADIE NADIE dijo que iba a ser fácil, ni invitó a comer chocolates en una plaza o en la terraza de mi casa. NADIE dijo que iba a doler, que la soledad es cruel, o que estarías hablando a las paredes, respondiendo a la tele o a la radio, el resto del día quizás… hasta perecer. NADIE dijo que no, que me equivocara menos, que no experimentara con nada… que tuviera en cuenta el atuendo que vestía, o si salía a la calle despeinada, o maquillada en demasía; que no engordara, porque eso me haría débil; que las personas se reirían y al final del tiempo, los ahuyentaría. NADIE dijo que me fijara en las compañías porque son importantes, sobre todo, si dan que hablar; que midiera… que el esfuerzo vale mucho y siempre tenemos más cartucho del que creemos para no morir en el intento; que trabajar vale la pena, y estudiar como cien veces más. NADIE dijo que el tiempo pasa y no tiene retorno…, que, al perderlo, no se gana caminando más rápido; 45
porque el tiempo, no pega la vuelta en la esquina o gira en el carrusel del barrio; él sigue andando sin miramientos, sin temblarle el pulso. NADIE dijo que amara, que entregara todo de mí, que iba a ser extremadamente feliz al hacerlo a conciencia; que lo hiciera sin pensar en consecuencias, que me tire a “la pileta…” sin aclarar que el amar, es un ida y vuelta, que das para recibir, que dividir es ganar, porque, en definitiva, amar es compartir. NADIE incitó muchas veces a mirarme en un espejo e interpretar que me decía ese reflejo que frente a mí se sostenía. Nunca NADIE me dijo que me quería o que me quiera; que luchara, que ayudara o abriera la puerta para vivir. Nunca NADIE dijo que sería rápido conseguir lo deseado, que el tiempo no iba a ser tirano, que el dinero no cae de los árboles, que los viajes se sueñan más de los que se hacen y mi cabeza, es un trampolín de ideas frenéticas que intentan suicidarse todo el tiempo; porque el tiempo ha pasado para muchas cosas, porque la monotonía es dolorosa, porque las fuerzas claudican y el cuerpo también. 46
Porque Nadie más que yo, conoce mis achaques, mis lágrimas, mis sueños; mis fracasos y aciertos, mis esperas aletargadas; mis amores eternos, mis triunfos, mis desdichas, que quedaron girando en la veleta del vecino más antiguo del barrio. NADIE conoce bien de mí. NADIE toma decisiones por mí. Porque NADIE puede dar consejos a este cuerpo y alma que yace, muchas veces, a través de los intentos de resolver a favor. NADIE conoce el tiempo del tiempo, del mío, del tuyo, del nuestro… de la rosa china de mi patio, o ese galpón que parece que se cae y… desde hace años, sigue estando; ni del daño que nos hacemos cuando hablamos o, también, callando. Porque NADIE es el dueño de la última palabra; y hasta ese minúsculo de tiempo que quede para respirar, NADIE va a decirme como seguir, NADIE negará que no lo intenté. NADIE podrá contra mí… ni yo lo permitiré. 47
EL TIEMPO EN EL INTENTO Se nos escapa el tiempo entre los dedos, se nos consume el aire de nuestro propio cielo; se seca el agua de nuestros ojos, se nos vencen las fuerzas, estando lejos. El corazón desacelera los latidos, las manos entorpecen sus movimientos; las piernas no reaccionan ante el paso ágil del tiempo; a la memoria, le cuesta recodar momentos eternos. La palabra se hace más pausada, los silencios se vuelven más intensos; el actuar, es un proyecto analizado, el mandamiento furtivo, un recuerdo audaz, en el recuerdo. El tiempo pasa, los años pesan; la vida se vive HOY, con todo el aliento. Proyectos cortos, proyectos nuevos, para tener capacidad mental para resolverlos. El reloj, esa máquina exacta, va restando con zozobra lo que queda; hacerlo HOY, o mañana por la mañana, se va el tiempo…nos vamos poniendo añejos. Por eso mismo, por todo esto, ríe, ama, canta, baila; di a tu hermano, a tus amigos, lo que han sido y son, en tu universo. Viaja, vuela, abraza fuerte Antes que el tiempo… se nos pierda en el intento. 48
ELLA OLVIDÓ Ella buscó en cada rincón aquel fuego lleno de pasión, en cada estrofa de cada canción que con él escuchó. En cada sonido que el tiempo burló, disfrazando el cuerpo, también esa voz. Ella estudió cada palabra que le dictó el corazón; camufló de esperanza, lo que recordó, sintiendo pesar por lo que olvidó. Caminó por las calles que alguna vez la escuchó, hablando de todo... de su vivo amor, sin siquiera recordar por qué se perdió. Desconoce, ahora, la imagen que fue su sentido, y los pasos copiados sin ser percibida, hasta aquella brisa que despabiló sus latidos. Maquilló por años, casi sin notarlo, el surco de ojeras, por tantas quimeras, que alguna vez soñó estando despierta. 49
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