y no necesitaremos léxico, seremos telepáticos, nuestra piel florecerá, sin importar que galaxia habitemos, ni las cicatrices de otras vidas vividas. Solo nos encontraremos y comenzaremos a vivir por el resto de nuestro tiempo. 102
Si la hubiera mirado Deseaba que esta vez fuera distinto. Que el amanecer la acariciara; que sus sábanas fueran la hoja de la historia que habría escrito con él. Que su pluma remarcara con total desnudez que él no se iría; que su tinta se haría invisible porque ahora, ellos, eran los que pintaban. Pero se fue una vez más, mientras dormía; Nuevamente dejo sobre la cama una rosa roja de tallos sin espinas; las cortinas corridas para que no despertara; sobre la mesa de noche un cheque firmado para que ella, su precio completara. Pero nunca le preguntó que cosa era lo que necesitaba… jamás se detuvo a mirarle su interior, mientras la tomaba; jamás la sintió temblar cuando la besaba. Si la hubiera mirado… Si la hubiera sentido… Si la hubiera interpretado, no hubiera partido... Ella tampoco... inyectándose la savia de esa rosa que él le había dejado; sus lagrimas fueron el veneno para borronear de su lecho, la tinta de tantos capítulos que habían escrito. 103
¿Sí o No? Por tanto tiempo dije NO sintiendo en mi interior un caudaloso SÍ; carcomiéndome por dentro, negándome a ser feliz. Por fin, un día acepté, pausa enorme de por medio, aunque debí decir que NO, para no sufrir el ahogo del silencio que había florecido en mi basto invierno. Es difícil soltar amarras, encasillarse en el NO, cuando el entorno grita SÍ por todos los ángulos de mi alma. El NO que significaba SÍ, y el SÍ que debía seguir siendo NO, es mi vestido de espinas, es congelar las venas y mis ríos, dejando necrótico mi corazón que sigue diciendo que es tu amor, el que sigue existiendo, con el NO contundente en mi voz y el SÍ tatuándose en mis adentros. 104
Silencio sin pausa Ella enmudeció, no me quiere hablar; no quiere decirme como te ve, que sientes, que haces… Se cubrió con un velo oscuro y sus ojos… ya no se ven. Sus espacios son más lúgubres y su tez, esta mojada como si hubiera llovido por última vez… El rey tampoco calienta como lo solía hacer; posiblemente es porque el otoño ha llegado y el fresco, es el que muestra su tozudez. El viento no esquiva este cuerpo, lo trata a maltraer, dejando cicatrices y heridas dolientes en mi piel. Todo enmudeció de repente, nadie excusa a este presente. El agua toma la punta corriendo sin pausa por mi tez. 105
Sin resina Noche tensa la de anoche. Apenas pisando el suelo, ese, que marcaba los hechos de una manera y resultaron ser el argumento barato de una telenovela. Creer que las cosas fueron distintas, durante más de tres décadas, no está bueno; revisiones de un tiempo pasado, de equivocaciones construidas sobre estandartes de mentiras, mucho menos. Habrá que zurcir mochilas antiguas para que no se escapen pensamientos erróneos; quien sabe de qué árbol venían colgados esos hechos que crecían como las glicinas en primaveras… Habrá que adaptarse a esas verdades, con valores absolutos; que coaccionaron en lo que soy, o lo que era o lo que queda… Sentir que todo lo pasado fue cuento sin sustento; atrapadas en la imaginación de personajes sin razón, ni coherencia, ni corazón; dejando huellas que siguen hirviendo dentro de mis venas. 106
Despertarse una mañana sin aire, buscando excusar la idea de esta trama confundida, te prende el pecho; es como haberte fumado diez cartones de fábulas sin pestañear; es comerte la porción equivocada de pastel. Es saber que pintaste tus pasos con acuarelas y con la primera gota del destello de tus ojos, desaparece; o no poder identificar si la moneda de cambio, es válida o es otra copia falsa que cayó entre tus manos. No hay objetivo limpio; se desdibujan las consonantes, se entremezclan; se escapan las vocales dentro del abecedario de opciones que tenía a elección. La decepción está de fiesta junto a la pena. La resiliencia, no encuentra el punto de fuga; el caparazón, tiene grietas y el corazón…está frío y seco. Ya no hay penas que penar; ni ilusiones que colgar. No hay campo de acción para jugar; ni nudos para desatar… Adaptarse a vivir lo que venga; 107
resignarse a perdonar, retomar el tránsito sobre esta cuerda despeluchada, sin resina y con las ballerinas gastadas del tiempo. 108
Soledad marina Allí quedó… como siempre, desde que tallaron su primer surco. Cada surco es un pasaje, una ilusión; un recuerdo y un dolor. El agua la alcanza, la salpica… la baña de salitre, la carcome en ínfimos e imperceptibles granos que el mar se devora como fiera hambrienta ante su presa. Allí está, en el acantilado; arguye en su mirada, pesar. ¿Recuerdo de algún amor de antaño o pasado que hizo estragos en su caminar? ¿Donde van sus pensamientos, qué espera atrapada a esa roca en el espigón desolado, en su eterna Soledad? Hubo alguien que ha dejado, en cada grieta que fue cincelando su expresión, una lágrima, un recuerdo; una caricia o un grito salado que derrapa su corazón. 109
Sombrero de primavera Sobre su joven cabeza, sombrero de primavera, con aromas y colores que alegran la vida entera. El sol esparce el dorado, desde el cielo hasta la tierra, en una tarde rozagante que ilumina toda la pradera. Tímida imagen aniñada con inocencia perpleja, lilas, blancos y naranjas colman de dulzura la tierra. 110
Soñé realidad Te vi caminando hacia mí en nuestro invierno platino. Te sentí tan cerca de mí en el abrigo continuo. Te oí cantarme al oído sinfonías angelicales. Te olí y en tu aroma había amaneceres frutales. Soñé que eras realidad en este julio y en los febreros; también en abril, cuando los ojos se hundieron como cae la lluvia, en esta noche, donde busco y no te encuentro. 111
Tango Será por eso que me gusta tanto… porque entre sus fuelles, llora el alma; porque sus historias son un trozo de corazón que se desangra al paso del dos por cuatro, entre el paredón y el farol. Llora el bandoneón su aire con compás arrabalero, desmenuzando con furia loca la pasión del músico convirtiendo en teclas, sus dedos. Interpreta el cantor sus desventuras con sentida nostalgia que lo aqueja, desmembrando su voz en sublimes notas, con letargo de ese amor que entre sombras, lo ha sumido. Llora el tango bajo el farol en el Boedo antiguo de mi vieja de la calle Colombres e Independencia; en el puerto rosarino de mi padre, en el empedrado de la calle Balcarce. Allí, en el bajo, en el Palermo aristocrático o en La Boca, atestada de peringundines y conventillos. Me gusta el tango, y sin saber demasiado, el clamor de historias de malevos y pebetas; 112
el deshojar claveles o margaritas; de polainas, pañuelos y flores en el ojal, los caballeros; el baile, entre piruetas, chispas y sombreros. Me gusta el tango, la sensualidad que “yira” en la pareja; la vestimenta, la elegancia en llevar la pieza; el sufrir, el llorar, el decir; el amar; el recitar… ese sentimiento desdichado que te deja con los puños apretados. Me gusta el tango. será que en cada uno, de mi, convive algo; será que cada orquesta, cada fuelle que suena, cada tecla o cuerda que late; cada cantor que interpreta, una fibra o tendón de mi cuerpo, me enmudece cuando ésta se asemeja. Cada letra, suena a historia inconclusa que me acecha, cada agónica nota que se asoma, me abraza y me habla recordando las historias relatadas por mi tía y por mi vieja. Arrabal… empedrado, farol y noche; las pebetas en el club acompañadas por su madre o su abuela, la vuelta al perro, el cine, 113
el pasillo del conventillo y la vereda. Los muchachos ataviados, entrajeados, buscando alguna buena mina y el cortejo concedido de la familia en el zaguán de algún inquilinato . Volver entre historias dormidas, en la pasión del baile, los músicos en vivo, buscando nombre; y en el aire, resuenan fuelles perdidos mezclados con el devenir de tiempos nuevos; cerrando historias que rememoran flores en el ojal y sombreros, polainas y puchos, haciendo noche en alguna esquina o farol de mi Buenos Aires, de compadritos y fuelles, en los clubes y en las calles. Tango. Será por eso que me gusta tanto… porque entre sus fuelles, llora el alma de historias inconclusas; y en cada agónica nota que se asoma, las voces de mi tía y de mi vieja, me enmudece, cuando éstas se asemejan. 114
Tanto… Tengo tanto que contarte y no puedo. Se acumula tanta ausencia sin tocarte, palabras hechas témpanos; fuegos escarchados, cielos de veneno. Tengo tantos besos diluidos por aguaceros de pena; y en la cima de algún cerro, es el miedo quien sujeta, amordazando mis anhelos. Tengo tanto invierno entre mis huesos y océanos de ilusiones, desvanecido en el tiempo, que el rumbo se ha perdido en los ojos que no veo. Tengo voces que me gritan que ya no recuerdas ni mis manos ni mi cuerpo; que te importa nada mi ausencia o mis desvelos… Y yo aquí, esperándote como siempre, amándote más que nunca; adoleciendo suspiros, mientras mi piel, en cenizas va fluyendo. 115
Te vi al pasar Te vi al pasar; fue un sueño nomás, mas quisiera yo, sea real. Lo que yo haría por verte feliz; por cuidarte, atenderte y no verte así. Que pasa contigo…¿es que nadie ve? ¿Tu entorno es tan ciego que te permite caer? ¿O tienen tanto ego que venlo que quieren ver? Si yo estuviera allí…no estarías así. ¿Qué pasa contigo, te dejas morir? Qué pasa con ellos, actuar, ¿es mucho pedir? Si estuvieras aquí, no estarías tan frágil, tan triste, tan roto; saldrías adelante. ¿Porque? Porque eres mi estandarte, mi sol permanente, mi brillo constante. Tú siempre elegiste… Estás, donde quieres estar. Siempre he aceptado, al pie de la letra, tu eterna voluntad. Sufro en silencio…por ti y por mi; no encuentro consuelo al ver cómo vas perdiendo la vida, los años, lo que has armado. Somos tan egoístas… ¿Sabes algo…? Te vas desmoronando… Entorno de arena has construido; y aquí has dejado, un mundo perdido. 116
Todavía Todavía me asomo por la ventana para ver tu llegada. Todavía recuerdo la sombra, que el vidrio martelé, me mostraba. Todavía hace mella el picaporte de la puerta girando; y el sonido de los saxos, desde el cuarto, asomando. Los pétalos de rosas rojas y blancas en piso de la estancia… ¿Te acordás…? ¿Te acordás de las estrellas pendiendo de la araña? ¿Y la luna, en el centro de la manta negra, imitando el universo? ¿Y el sombrero negro… y la libélula volando hacia mi cuello? Las luces de colores y la tapa de mi primer libro titilando mientras llorando caía al piso, emocionada… Los brindis, el café de la tarde, las despedidas hasta mañana. 117
Todavía, cuando escucho el timbre, se me paraliza el alma; confundo tu figura recostado en el umbral, esperando mi llegada. Todavía pienso que tu pecho fue mi mejor reparo y almohada. Y se desata la opresión del aire cuando recuerdo tu espalda. Todavía espero que esto sea una mala jugada… He guardado tantas cosas y mis recuerdos no se guardan. El insomnio me despierta con tu voz, cada madrugada. Recorro la casa a oscuras con fantasmal alegoría; aunque cada paso sabe a ti, en cada sitio, con alevosía. ¿Te acordás…, te acordás….? No sé porque te pregunto si no estás… Si cada segundo es un abismo más; si en cada tormenta, cada diluvio solo espero que me preguntes si quiero ser tu refugio. Pero no hay cuestionarios, sino espacios en blancos. 118
Y en el satánico silencio, es cuando más presente estás; como esos días que venías y hacías pausas, por las dudas… que hubiera alguna palabra que nos estropeara la velada. ¿Te acordás…? Yo si…más que antes; con mayores paréntesis y menos puntos suspensivos: Con más desazón y nudos atados en un pañuelo, como cuando era chica, con los deseos. Todavía te quiero, pero no puedo. Todavía te extraño pero no debo. Todavía me haces falta y querer arrancarte de mí, es mi propia farsa. Todavía espero que me digas te quiero. Porque yo te amo y pasarán años, mientras tanto, seguiré diciendo: “te solté pero te amo, todavía\" 119
Todo pasó Fue marcar un antes y un después cuando apareció en su vida. Aun lo recuerda, en ese atardecer de brisas frías. Fue sentir la ebullición en su piel, el color pintándole desmesuradamente sus mejillas; hasta el ardor de esos ojos color miel fue tormenta que no se esquiva. Hasta ese momento, ella era una simple cala de piel curtida por el desamor, pero al oír esa voz que le hablaba, tamborileó abruptamente y su pétalo se quebró. Ella era inexperta en miradas, en voces que enamoraban; en gestos ataviados de sorpresas improvisadas. Ella, un querubín que estaba para todos, menos para sí misma; casta en arrebatos y erotismo desatado. Pero él la miro, y despertó demoníacamente intensa entre sus brazos; ferviente e intempestiva para sus años. 120
Él la siguió e hicieron de esos días, canto, chispas, mechas encendidas, fuego… cuando se tocaban sus labios o rozaban sus cuerpos. Un antes y un después a partir de esos ojos que no se dejaban; un inicio con final que pocos lo esperaban. Después de su mirada, todo tuvo otro color, después de su partida, el mundo retrocedió sin brisa ni fuego, ni mechas ni cantos. Todo… volvió a foja cero. 121
Último capítulo Hay páginas en blanco en mi libro donde escribir esos posibles finales que se imaginan. El tiempo pasa rudimentario, oculto, silencioso, mientras la pluma titubea entre mis manos. Ha llegado el momento crucial de nuestra historia y un cúmulo de ideas que no se desprenden de mis neuronas. Hay capítulos de ausencias y desencuentros; otros de trozos de chocolate y café. Hay brindis que hicimos por la vida y otros en silencio, solo mirándonos. Tengo sueños inventados en ese mar añorado donde el amanecer nos encontraba amándonos. Hubo un lago verde esmeralda entre las montañas; 122
una carpa, un fogón y la nieve dibujando ángeles de fe. Hay cuentos rabiosos por palabras no dichas, y lágrimas que se enjugan cuando te vas. Hay horizontes perdidos en mi camino y una luz a lo lejos que apaga mi sed. Ha llegado el momento de escribir las últimas páginas y no sé si atraparte o dejarte volar. Mis manos están dudosas con el color de tinta que debo usar; no sé si escribir en negro, azul o rojo dejando a la pasión entrar. Hay finales abiertos o cerrados, hay hilos enlazados que no se quieren soltar. 123
Vale la pena De vez en cuando me besa el alma o me abraza por la espalda mientras preparó café. De vez en cuando me sorprende con cosas nuevas, y en las noches de luna, me muestra los planetas que hay a su alrededor. Extiende sus brazos para sostenerme y me da aire cuando estoy a punto de demolerme. Si me mira, me ilumina; es una cascada de sueños que recorre mi cuerpo de norte a sur, de este a oeste. No hay día que no me dé consejos y es también mi mayor desvelo; irradia paz y conocimiento que obnubila cualquier desacierto. Hace dos años que fabricamos espacios ideales, y también, soledades existenciales… cuando se va, cuando no viene, 124
cuando está la tarde llena de silencios… que aprendí a soltar. Él habita en cada poro de mi cuerpo, y es ese sol que irradia buenos sentimientos. Pero a pesar de los huecos y de los espacios truncos, es una chispita de luz que me alegra y por lo cual, siempre promulgo: ¡Pucha que vale la pena esperar que el tiempo se conjugue en presente con los nuestros! 125
Veneno Cuando se rompe el cascarón, el ácido infecta las heridas, haciendo mella sobre esquinas descosidas, diseminando el veneno. Con cada respiración, muero; cada silencio, acuchilla; y mis poros se achican conteniendo el elemento. Cuando se rompe el cascarón, quema el recuerdo, muta la voz; arde la piel, transformándose en sopor, aquello que se protegía. Sentimientos infundados, pánicos arrebatados de ese benemérito pasado que pretende asomar, mostrando que la intención no es más, que hacer justicia por una verdad que destroza almas benditas; diálogos que aún palpitan debajo del cascarón. Póstuma rebelión de imágenes guardadas, inquisidoras y altivas, que oculta la humanidad del infierno que nos habita. 126
Ácido virulento que va quemando por dentro, recorriendo las paredes de esas redes descosidas; derrocha tu elemento para sanar mis heridas, despojándome de emociones que han cambiado mi vida. 127
Yo sin ti Un átomo. Solo un minúsculo cuerpo rebotando en el aire intempestivo de la poca voluntad que habita en él. Sin ganas de respirar, menos de caminar. Un tormento que vivo que hiela la sangre. Como el día que nació “Con el sombrero puesto”; la misma languidez de estomago; la misma desazón de sentirte lejos. Solo ganas de volar, sin voltear, a otras instancias o momentos que conduzcan este carruaje llamado cuerpo, a vivir sin ti. Porque yo sin ti, me ahogo; oculto mi ánimo en ese arco iris de derrotas que es pesado llevar. Sin ti no miro, no siento; acumulo pinceles para pintarte dentro de esas fotografías que están inmortalizadas en mi interior. 128
Asumo un temperamento ruin. Mirada gris, una piedra; una arenisca seca que, en cualquier momento, se ahoga en su propio mar. Nada hace que pueda tener visión futura; intento imaginar y todo se amontona, sin orden, sin materializar el amorfo cerebro que no reacciona. Hay quiebres, zanjas, pozos, abismos. Me duele el tórax; se aquieta el alma. Yo sin ti, no tengo praderas, ni primaveras, ni otoños crujientes. La inercia es la que me mueve, nada más. Yo sin ti, no puedo. Yo sin ti. 129
Tu vuelo ¡Ey, Tú! Ya sabes…,a ti te hablo, consiénteme un deseo: Cuando pases por mi casa, llama a mi puerta, róbame un beso, hazme una caricia y, si quieres… sigue tu vuelo. Me dejaras inconsciente de amor y deseo; apaciguarás mi alma, sabiendo que hoy te tengo. Aunque sea un minuto del resto de mi tiempo, esperaré impaciente a que llegues de nuevo; y con tu revoloteo, reviviré ese deseo. Después, si quieres, continúa tu vuelo… 130
Contenido Prólogo.......................................................................7 Ahí es donde quiero ir.............................................11 A veces ....................................................................15 A veces, otra piel.....................................................17 Agobio ......................................................................18 Ahora ........................................................................ 19 Alondras ................................................................... 21 Amor de nadie .........................................................22 Aquí y ahora ............................................................26 Buscándote..............................................................27 Calma .......................................................................28 Contigo ..................................................................... 32 Cuadrilátero .............................................................34 Cuando abras los ojos............................................36 Cuarenta y cuatro....................................................38 Cuatro estrofas........................................................40 Decreto..................................................................... 41 Dejarse ser ..............................................................43 Deseos escondidos dentro de mí ..........................45 Donde el viento .......................................................46 131
Duele ........................................................................47 El aguijón .................................................................49 El bosque del olvido................................................50 El horizonte..............................................................52 El molino ..................................................................54 Era ............................................................................56 Esas palabras..........................................................58 Esperando ...............................................................60 Espía del silencio ....................................................61 Exilio ......................................................................... 62 Hasta que la tormenta calle....................................64 Hasta que sea tiempo.............................................65 Historias para contar...............................................66 Ilusión de mar..........................................................68 Insinuación...............................................................70 Jazmines del alma ..................................................71 Juegos de seducción ..............................................73 La barca ...................................................................75 La escalera ..............................................................76 La Luna ....................................................................78 La sombra................................................................79 Libélulas en la estación ..........................................80 132
Lluvia, donde estés .................................................81 Mejor escapar..........................................................83 Melancolía de no ser...............................................84 Mi remedio ...............................................................85 Murallas de esperanza ...........................................87 No es fácil ................................................................89 Nos parecemos .......................................................92 Otras latitudes .........................................................95 Palabras de amor....................................................97 Parece que fue ayer................................................98 Quebranto ................................................................ 99 Seremos eternos...................................................101 Si la hubiera mirado ..............................................103 ¿Sí o No?...............................................................104 Silencio sin pausa .................................................105 Sin resina ...............................................................106 Soledad marina .....................................................109 Sombrero de primavera........................................110 Soñé realidad ........................................................111 Tango .....................................................................112 Tanto ......................................................................115 Todavía ..................................................................117 133
Todo pasó..............................................................120 Último capítulo.......................................................122 Vale la pena...........................................................124 Veneno ................................................................... 126 Yo sin ti ..................................................................128 Tu vuelo .................................................................130 134
SUSANA CLAUDIA REBEQUI Nació en marzo de 1966, en Lanús, Gran Buenos Aires – Argentina. Ha participado activamente en festivales de poesía y concursos como también en antologías, como ser: “Más allá del espejo” Antología de Ed. Dunken; 104° aniversario de “Multimedios. La Idea”, 2do. Puesto en Poesía y Antología; Mención de honor” en Antología. Internacional. \"Unidos por las palabras 2020”, Junín (Bs. As.); “A las madres”, Antología de Ed. Ancestralia SL.; Nominada por Edit. Hispana US de Atlanta: “Las 100 mejores escritoras del 2019-2020” y “2020-2021”; Biografías; “Patria, Paz y Progreso Humano” Antología
2020 y “Ensayos Latinoamericanos”, Editorial Hispana US de Atlanta; “Letras del mundo”, Antología virtual; “Cuesta arriba” - Poema e ilustración de Editorial. Rojo al Frente (2021); “Unidos pudimos” y “Poesía social”, Antología llevados adelante en pandemia (2020-2021); “Recuerdos” y “Sentires”, Antología. Organizada por Unión. Hispanomundial de escritores (UHE), filial Buenos Aires; Participación en medios radiales nacionales e internacionales; Ferias de libro internacionales virtuales de Colombia, España e Italia; Recibió el premio “Gaviota de Plata” Oct. 2021 - Mar del Plata. Sus publicaciones: “LIBÉLULAS PARA EL AMOR”- Poemas (2019), “CON EL SOMBRERO PUESTO”, Poemas (2020) “PUNTOS SUSPENSIVOS”, Cuentos de suspenso (2020) OJOS DE TORMENTA”, Poemas (2022)
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