QUE LA POESÍA NOS ALCANCE - GLORIA ORTÍZ MÉNDEZ

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez SUDORES DE LA TIERRA Sobre las níveas sábanas de mi lecho, yaces, como como una diosa griega; yo te miro, embebido y en silencio, cómo quién contempla, el destellar de una estrella. Mi boca de salvaje labriego, se prende de tus labios, cuál abeja; y mis manos, impacientes, surcan tus caminos, y recorren sin reserva, tus veredas. Poco a poco, entre caricias y suspiros, me deslizo hasta tu vientre y tus caderas; y entre gemidos desbordantes, se exacerban las pasiones, y nos bebemos los sudores de la tierra.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez MIS VERSOS Desnudo mi alma entre versos, que son la expresión más sentida; impregnados de gran sencillez, y cotidianos como la vida misma. Mis versos son suaves caricias, que humectan la piel más sedienta; son hondos suspiros que envuelven, y palpitan en las venas. Mis versos no son modismos, mis versos rompen esquemas; mis versos no tienen cercos, mis versos fluyen sin riendas. Mis versos no tienen dueño, ni tiempo que los sostenga; mis versos abren caminos, mis versos cruzan fronteras; mis versos seguirán viviendo, mientras haya labios que los lean.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez POESÍA VIVA Poesía viva es usted, un listado de bellas palabras, un compendio de excelsas definiciones; un poemario, en toda la extensión de la palabra. Usted es del ruiseñor, el canto, en sus pupilas se refleja el brillo de la luna; en sus labios, se descubren los secretos del universo, en su cuerpo, el verdadero sentido de la vida.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez SU BOCA Dulce néctar, que impaciente espero, probar de esos labios purpurinos; boca sacra, que mi placidez conturba, y provoca mis desvelos. Su boca, es la tentación magna y sublime; besarla, es un viaje perpetuo al infinito; es el fuego incandescente que consume, y desborda mis deseos. Usted, en su boca se lleva mi vida; más qué importaría morir, si después de besarla, muero.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez LETRAS MUSAS Escurridizas y agazapadas, corren a mi encuentro, deseosas de ser versadas. Cuál bellas bailarinas, se presentan danzantes ante mí, mostrando su mejor dote. Me coquetean, se desnudan; se posan místicas, enigmáticas, y sugerentes. Me seducen, las tomo; se muestran dispuestas, las poseo.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez Su inmenso e irresistible encanto, desbordan mi imaginación, y su majestuosidad, se manifiesta ante mi pluma; ávida ya de darles vida, y eternizarlas en algún verso. Mis emociones se profundizan, y la inspiración se acrecienta; y poco tiempo después, de iniciado el romance, las historias poéticas, por fin se desdoblan. Hacemos un pacto. A partir de este momento, mis letras musas y yo, nos perteneceremos para siempre; ellas irán donde yo vaya, y yo iré a dónde ellas quieran.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez AMANTE FURTIVO Cuál amante furtivo, se presenta ante mí, rodeando mi cerco. Apacible se adueña de mis pensamientos, escudriña en mis entrañas, y me despoja de mis miedos; yo me entrego confiada, completa y sin reserva alguna. Y cómo habría de resistirme a los encantos, de tal gentil seductor; si el silencio es el único amante, capaz de desnudar el alma, desde lo más profundo.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez LETRAS VIVAS Amo el olor a letras vivas, que me acarician el alma, en los momentos de tempestad; me aclaran las sombras, si nublado estoy; y me resucitan, si muriendo voy.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez VERSO TU BOCA Verso tu boca, que me sabe a poesía, y es puro néctar de un soneto; es una oración, una elegía; es mi bendición, y mi infortunio.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez TU VIENTRE Dulce senda de tu vientre, de la que emana la más pura grandeza; paraíso sublime, que a mis manos dejan mudas; al recrearse sin riendas, en tal magnificencia.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez AGUA CLARA Aquietaste mis olas crespas, con tu agua mansa, y de mi mar embravecido, sólo quedó el recuerdo. Sucumbí ante la blanca arena de tu paraje, y sin piedad, me convertiste, en naufrago eterno. Cuál sirena con bello canto, me hipnotizaste, y me arrastraste a lo más profundo, del dulce abismo. Ya nada podría importarme, si en vez de mar, fuese riachuelo; si tu agua clara, recorriese por siempre mi cause.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez VUELO INFINITO Podrán romper mis huesos, y rasgar mi carne, pero jamás me cortarán las alas.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez MI LIBRO PREFERIDO Usted es mi libro preferido. Me cautiva en cada caricia, me atrapa en cada beso, y me seduce en cada suspiro. Usted es mi libro preferido, porque quiero releerla una y otra vez, y siempre me sorprende, cuando llego al final.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez DE MEMORIA Te conozco desde siempre, tanto, que me sé de memoria, hasta la más pequeña línea, incluso de tu sombra.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez ELLA Ella es de rostro ingenuo, y sonrisa diáfana; apacible, y un poco rebelde; ella es una niña, cuando es dulce y delicada, pero una fiera, cuando se vuelve indecente.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez OJOS DE MAR Ella era bella como los nardos, y de bermejos labios, dulces como el panal; copa sacra, febril quimera. ¡Ah!, pero sus ojos de mar, sus ojos de mar subían mi marea.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez CUANDO QUIERAS HALLARME Cuando quieras hallarme, no me busques en las cosas mundanas, en lo que carece de instinto, en lo que no tiene alma. Cuando quieras hallarme, búscame en las más simples cosas; en los detalles pequeños, en el pétalo de una rosa. Búscame, en el canto de los pájaros, y en la tierna sonrisa de un niño; en el mar, en el horizonte, y hasta en el cielo infinito. Cuando tú quieras hallarme, y aún no me encuentres en todas esas cosas; entonces sólo cierra los ojos, que ahí estaré yo contigo.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez NOCTURNO Suspirábamos estrellas, hasta ponerse el alba; perfumábamos quimeras, con jazmines empapados de rocío. Claros de luna, nos besaban los labios de purpura, sedientos. Mientras el viento, celoso, se acurrucaba, impetuoso, en tu anochecido pelo.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez MUJER ELEMENTO Soy más que huesos y carne, más que suspiro y aliento; soy más que utopía o quimera; soy tierra, agua, fuego y viento.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez MUDAR LA PIEL El día de hoy, lo reservaré para mí, sólo para mí, y nada más para mí. Y no es que sea egoísta, no; es sólo que para seguir viviendo en plenitud, de vez en cuando es necesario, mudar la piel.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez PÁJARO AZUL Liberaré mis manos de toda atadura, y como aquel pájaro azul, elevaré mi vuelo; hasta donde el horizonte, se junte con el cielo.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez FULGURANTE Sombras ocultas, podrán besar mi frente; pero mi luz es más fuerte, que cualquier oscuridad.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez SUPLICIO Marchita el alma, como rosa blanca, y llora el corazón con gran hastío; se extravia la mirada, entre paredes falsas; y se santiguan los recuerdos, convirtiéndose en suplicio.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez ERA MÍA Ella era un ave en migrantes noches, luna llena que acariciaba el alma; ella era un mar embravecido, cuando estaba entre mis brazos; pero al ponerse el alba, cuál estrella fugaz se disipaba. No era mía, como hubiese querido, pero era mía, porque ella me amaba; lo nuestro era mucho más profundo, que el fútil papel que la aprisionaba. Era un ave, en migrantes noches; pero sólo bajo mi cielo, ella volaba; sí, no era mía como hubiese querido, pero era mía, porque también yo la amaba.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez TELEPATÍA Quisiera que existiera la telepatía, porque de esta manera, mi corazón por fin se atrevería a decirle lo que siente; mi alma le revelaría, lo que en secreto guarda; y mi boca le confesaría, lo que por miedo calla.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez SOMOS Somos esas caricias, esas miradas, esos besos, y esos abrazos, que hemos recibido, y que hemos dado. Lo que hemos recibido, nos llena el corazón; lo que hemos dado, nos purifican el alma.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez LÁBIL Soy luz, soy viento, soy agua; y sin embargo, la nada, se posa persistente sobre mis huesos.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez OSADÍA Y así, sin más; poco a poco, y en el más puro silencio, adueñaste de mi corazón, e hiciste pedazos mi cordura.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez CON LOS OJOS DESNUDOS Te miro, como nunca antes te había mirado; o quizá, como nuca te había querido ver; te miro, despojándote del cuerpo, de esa esencia efímera y pueril. Te miro, ahora desde las entrañas, como intentando, el halo de tu alma, distinguir; te miro, con los ojos desnudos, con aquéllos, con los que únicamente, se puede percibir.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez GUERRERO Para el guerrero más grande de todos los tiempos. Para mi padre, con todo mi amor. Caballero de mil batallas, de mirada angelical; la vida te ha puesto mil pruebas, pero no te ha podido doblegar. Digno de admiración tú eres, por tu fuerza inquebrantable; a pesar de tus heridas, se te dibuja una sonrisa en los labios. De pie siempre has permanecido, y así seguirás estando; tu temple es obra divina, Dios nunca te ha abandonado. Eres de sus guerreros elegidos, y en esta lucha, también te mostrará tu mano.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez POETA Grandes y hermosas son las obras, de la mano de Dios realizadas; al cielo colmó de estrellas, al mar de mágicas aguas; y entre tanta excelsitud, también hizo que en la tierra, la vida entera aflorara. Al hombre dio gran talento, sensibilidad y gracia; y le otorgó un corazón, para que toda esa belleza, pudiera expresar en palabras. Poeta le dio por nombre, y puso en su pluma alas, para que cruzar lograran sus letras, fronteras, caminos y montañas.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez Divino don tienes poeta, tus versos son un jardín de flores; para el corazón son suaves caricias, y para el alma un bálsamo dulce.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez COMPLICIDAD Intenté pensarte en letras, pero el papel ha quedado en blanco; hoy las musas no han querido hablarme, ni inspirarme con su dulce canto. Intenté pensarte en letras, pero las musas parecen estar de tu lado; si no las conociera lo suficiente, diría que están conspirando.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez USTED Usted es un bello poema, un verso suave, de la cabeza hasta la punta de los dedos. Usted, es como la primavera, que vivifica y florece, mi escarchado invierno. Suave caricia, también es usted, rosa venus de enigmático misterio; usted, es el agua viva, que provee de vida a mi desierto.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez EMANCIPADA Me despojo de todos mis temores, de todos mis quebrantos, de todas mis angustias. Me libero de antiguos rencores, perennes tristezas, y amargas desventuras. Hoy he vuelto a abrir las alas, que yacían entumecidas; hoy he vuelto a levantar el rostro, y a vestirme de osadía. Hoy, he cerrado para siempre esa jaula, que entre lágrimas y lamentos, me mantuvo cautiva. Hoy, me libero de todos mis demonios, de todas mis cadenas, de cualquier atadura; hoy, de las cenizas he resurgido, y jamás permitiré, volver a estar sometida.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez MUSA Cuál lluvia venturosa, te cristalizas sobre mis labios; y te dibujas en mi pensamiento, como delicada quimera; en un mar de palabras, te deslizas hasta mi pluma; y te eternizas sublime, en el más bello poema.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez NATURA Qué maldad, emana de tu corazón, hombre insensible; qué sentimiento perverso, te delata; acaso crees, que por no ser un humano; no me duele profundo, el hacha que me clavas. Qué pensamiento, corrompe tu alma, hombre insensato; qué fuerzas te nublan, la razón y la cordura; no sabes, que al darme muerte, tu sentencia es clara; no sabes, que al darme muerte, se te va la vida.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez FÉNIX Recogeré cada fragmento de mi todo, y enjugaré las lágrimas que corran por mis mejillas; sacudiré el polvo de mis cansados pasos, y resurgiré de mis propias cenizas.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez INTROSPECCIÓN Y de pronto, nos refugiamos entre trincheras de concreto, entre silencios ensordecedores, y conturbadores pensamientos. Qué difícil es encarar la propia conciencia, qué sobrecogedor, es recluirse en nuestro propio templo; tenemos miedo de respirar el aire allá afuera, pero nos aterra más, resollar nuestro propio oxígeno.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez MÁS QUE PIEL Más que piel era ella, más que carne entre llamas; ella era un venero de agua dulce, brisa fresca que acariciaba el alma. Ella era un pájaro surcando el cielo, luz de luna, puesta de sol; ella era el más bello soneto, y yo, sin duda, su mejor lector.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez HAY AMORES, Y AMORES El amor en esta vida, tiene diversos matices; a veces blanco, a veces negro, pero es un manjar de los dioses. Amores hay como el aire, que purifican y dan vida; y amores hay que te duelen, incluso cuando respiras. Hay amores transparentes, como el agua de los ríos; y hay otros que en su cause arrastran, efímeros amoríos. Amores también existen, que sólo clavan espinas; y amores hay, como un bálsamo, que curan cualquier herida.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez Hay amores que perduran, lo que dura un corto invierno; y hay amores que se eternizan, y van más allá del tiempo.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez DESPERTAR DE UN PUEBLO En honor al pueblo de México, que despertó las conciencias en el 2019 Y cimbró la tierra en su centro, en señal de que convocando estaba, a un pueblo que permanecía dormido, a un pueblo que abatido estaba. Y cimbró la tierra en su centro, y removió conciencias y almas; la historia reclamó memoria, y se inició la rebelión de las masas. Y cimbró la tierra en su centro, y el clamor fue acallando falacias; ya era un pueblo despierto y deseoso, de luchar y abatir la ignorancia. Y cimbró la tierra en su centro, y el silencio se hizo palabra; hoy su voz se escucha a lo lejos, y en la patria ondea la esperanza.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez COMPLETA Me entrego completa, total y sin reservas. Ninguno de mis fragmentos, tomará otra dirección; ningún pensamiento, se hallará distraído; ningún sentimiento, andará extraviado.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez FANTASÍA Pintan mis dedos, la comisura de tus labios, y mientras delineo su borde, fugitivo, el pensamiento me traiciona.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez QUIÉREME Quiéreme con todos mis defectos, con todos mis temores, con todas mis locuras. Quiéreme en el silencio, y cuando me inunde el quebranto; cuando me abrace el recuerdo, cuando me sumerja en llanto Quiéreme sin maquillaje, y con las ojeras encendidas; con los cabellos despeinados, con las cicatrices suspendidas. Quiéreme entera, y cuando me rompa en pedazos; cuando me envuelvan las sombras, cuando detenga los pasos.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez Quiéreme sin tregua, y sin pedir nada a cambio; quiéreme en el otoño, porque en la primavera, lo tengo muy claro.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez EL SONETO MÁS BELLO Te voy hilando sutilmente entre mis letras, como se hila la seda entre los dedos; te voy versando poco a poco, y sin premura, con un lenguaje que sólo tú y yo conocemos. Te voy hilando sutilmente entre mis letras, hasta que gota no quede en el tintero; te voy versando poco a poco, y sin premura, hasta plasmarte en el más bello soneto.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez AMANÉCEME Amanéceme, abriga mi aurora en tu regazo; sacia mis ansias con tus besos, recórreme piel a piel.

Que la poesía nos alcance Gloria Ortíz Méndez UNO MISMO Así como la niebla descansa en la copa de los árboles, trémulo tu cuerpo, se posa en el mío; tu boca y mi boca, se buscan sedientas; y se sorben frenéticos, nuestros alientos. Se mecen impacientes, las caricias bastas; y claman los gemidos, con gran albedrío; se agitan las pasiones, en ardiente lava; y dos cuerpos se funden, hasta ser uno mismo.