Artesanias De La Pluma

Artesanías de la pluma “Creo firmemente en milocura y con ello pierdo mi cordura”

27 DE MARZOY es justo aquí donde me siento tura mientras que su mano iz-más segura, después de tantos quierda sostiene suave pero fir-tortuosos meses, meses en los memente mis manos, mi cabezaque por un momento sentí que reposa sobre su pecho y sientoestaba desconectada de la reali- cada uno de sus latidos, misdad. sentidos se agudizan y siento suSí, tenía que es- pulso, su respiración, para mítar desconecta- en esta sala de cine sólo esta-da porque de lo mos él y yo.contrario todos No estoy dispuesta a perdermeesos pedazos ningún detalle porque sé que enque con tanto este instante elesmero me es- tiempo no estáforzaba por a mi favor y almantener unidos dentro de mí parecer la vidase desplomarían y ya no habría o el destino, yanada que armar, más que polvo ni sé cómo lla-y escombros de lo que algún día marlo, tampocofue el más fuerte de los pilares. lo está.Entre sus brazos es donde sien- Él es esa boca-to que cada uno de esos pedazos nada de aire después de tantosque tanto he sostenido se com- meses de estar absorta de todospactan en uno y todo está bien. esos conflictos y dilemas que ro- dean mi vida en este momento.Su brazo derecho rodea mi cin-

Ese respiro no sólo me despertó simple casualidad de tener ladel ensimismamiento sino que forma que encaja con la delal hacerlo choque con la reali- otro.dad en la que estoy y es comosentirme en medio del océano, ¿será suficiente? No sé, pero esdonde esa falsa seguridad queme sostenía ya no se encuentra allí en esa inmensi- dady por primera vez en muchotiempo me enfrento a una de del vacío dondelas cosas de las que más temoperder: el control. tendré quePor control me refiero a ser descubrirlo,completamente dueña de mimisma, ser libre y capaz, tener no con él sinola entereza y la templanza dela cual muchos carecen, pero conmigo, en-eso se ha quedado en el fondode aquel mar en el que me es- contrarétoy encontrando, donde sientoque poco a poco me voy hun- algúndiendo junto con todo. puerto, ¿con quéÉl, mi sosiego, No es más queun martillazo a los pocos tro- fuerza? Eso sízos que no se desplomaron por-que sé que somos dos piezas de que menos lo sé, sólo sé que loun rompecabezas en el cuál en-cajamos pero no combinamos, haré y que espero con todo mino formamos nada más que la corazón que en ese puerto haya espacio para él. -¿te gustó la película? - sí, bastante.

En la profundidad del armarioYa había culminado el día confiado, escuché un pequeñodespués de una ardua jorna- ruido en la habitación de misda, mi casa iba a estar sola o padres, les dije a Andrés y aal menos eso se suponía, de ca- mi primo que esperaran, iba amino me encontré a mi primo mirar si mamá o papá se en-y a Andrés, un amigo aunque contraban pero al subir me dimi mamá no creía lo mismo. cuenta que no era así... ¡lástima! Lo único que faltabaAl encontrarlos y hablar un para revivir viejos tiemposrato de todo un poco nos entu- era a mamá preparando pa-siasmó la idea de recordar vie-jos tiempos en los que nos re- necillos pa-uníamos en mi casa a jugar los ra cuandotípicos juegos de infancia, pero terminá-si me preguntan, mi favoritoera y sigue siendo las escondi- ramosdas. de jugar y escucharlaLos invité a mi casa a pasar gritar de vez en cuando por-la tarde y jugar un rato como que se había encontrado unohace mucho no lo hacíamos, al que otro ratoncillollegar a casa abrí la puertacon las llaves que hace algúntiempo mi mamá me había

y llamaba a papá con la es- años y no cambiaba Su típi- peranza de co escondite en el armario que la soco- de la habitación de visitas. rrería pero aunque De repente se escuchó un es- papá lo du- truendoso ruido que proven- daba, todos ía de la habitación de mis sabíamos padres y sonaba como la que se es- puerta de su armario con el típico rechinon, como por condía en el ar- arte de magia mamá apare-mario porque no era capaz ció mientras estábamos deci-de admitir su fobia y quería diendo a quien le iba a tocarhacernos creer que no se en- contar la próxima ronda.contraba en casa. Jamás había visto a mamáVolví con mi primo y tan molesta como aquel día, leAndrés para comenzar a ju- disgustó la idea de que hayagar escondite, encontré a traído invitados justo cuandoAndrés debajo del escritorio se suponíade uno de mis hermanos, que ni elladebíamos aprovechar que ni papá seno se encontraba porque de encontra-lo contrario se habría pues- rían, alto inaguantable. Al cabo de parecerunos minutos no me tardó me estabadeducir donde se encontra- tendiendo una trampa.ba mi primo, después de

Intenté explicarle la situa- ¡Andrés! Qué pena con él, noción pero no quiso escuchar, iba a ser capaz de volverle apor el contrario echó delibe- mirar a los ojos, de pronto el ruido de la puerta principal radamente a me devolvió de mis pensa- mi primo y mientos, era mi tía que de se- ni hablar de guro venía a reclamarle a mi cómo trató mamá la forma injusta en que había tratado a mi primo. a Andrés, esto jamás se Mi tía era maravillosa pues al lo perdonaría, menos ella se tomaba el traba- me fui corrien- jo de escuchar a sus hijos y les do a mi habi- deba crédito a sus palabras, de tación mien- inmediato entró mi gato co- tras escucha- rriendo a esconderse en mi ar- mario, seguramente porque mi ba cada tía como de costumbre traía a vez más lejos su no muy agradable perro.los gritos de mi madre anun-ciándome mi castigo, tiré la -¡Ana!puerta de un portazo. Mamá me estaba llamando,Ella no tenía porqué descon- No quería hablar con ella, nofiar de mi ya que yo jamás le ahora, no después de eso.había dado motivos y al me-nos merecía el derecho de que -¡Ana! Dígnate a bajar, necesi-me escuchara para que así to que traigas unas cosas.pudiese entender que estabamalinterpretado la situacióny más que todo con Andrés.

De inmediato corrí tras mi traría pero yo no era la úni-gato, definitivamente ya es- ca que tenía este particulartaba cobrando el castigo, ella sentimiento por los armarios,sabía que odiaba salir hasta al parecer esto venía de fa-el supermercado y más a es- milia, qué más da, en ese es-ta hora. trecho armario todo estaba bien y estaba segura que alAl entrar al armario me cal- salir volvería a la realidadme un poco y al hacerlo pero también sabía que aque-aprecie la ironía de encon- lla realidad era débil y quetrarme allí justo en ese mo- ella también tenía su propiomento, allí donde desde pe- armario para esconderse dequeña veía aquel armario co- vez en cuando al darse cuen-mo mi refugio, como si al ce- ta de su agobiante trabajo yrrar las puertas, tras ellas se era justo en ese momentoquedara todo y la realidad cuando se solucionaban losestando allí jamás me encon- problemas y en esa pequeña brecha mi mamá me daría el chance de explicarle, sólo tenía que esconder- me hasta que la realidad se dignase a tomar mi puesto.

Por: Mariana Martínez Castillo.