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Callejero ‘¿A quién le hablas cuando escribes?’

Published by Natalia Guadalupe Arias, 2020-09-17 04:45:06

Description: Callejero hace parte del trabajo de grado:
‘¿A quién le hablas cuando escribes?’
Disponible en: www.nataliaguadalupe.com
Tutor: Raúl Cristancho

Keywords: Callejero,¿A quién le hablas cuando escribes?,Natalia Guadalupe,Natalia Arias Valenzuela

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A Juan David, quien predijo que hablaría de y a él.

Callejero hace parte del trabajo de grado: ‘¿A quién le hablas cuando escribes?’ Disponible en: www.nataliaguadalupe.com Tutor: Raúl Cristancho ������������������������⦗������������������������������������⦘ XLII Muestra de trabajos de grado Escuela de Artes Plásticas y Visuales Universidad Nacional de Colombia 2020





CALLEJERO por Natalia Guadalupe

Este es el mapa de Ciudad. Las siguientes páginas se ennumeran en coordenadas.



CALLEJERO 1. adj. Perteneciente o relativo a la calle. U. especialmente para referirse a lo que actúa, se mueve o existe en la calle. 2. adj. Que gusta de callejear. 3. m. Lista de las calles de una ciudad populosa que traen las guías descriptivas de ella.

ESPACIO PÚBLICO 40S 70o 40S 30o Ser transeúnte Para ser trashumante 30S 15o 15S 10E CALLE GÉNESIS 16S 20E Construir 20N 18E una ciudad latinoamericana 38N 15E en bucle 35N 20E 30N 48E CALLE AZUl 20N 17o 18N 30o Afuera buscando 1N 51E qué leer 4N 57E y cómo escribir. CALLE FANTASMA Gritar correspondencia públicamente CALLE VERTICAL - HOGAR Ser patria CANCIONERO



Nota aclaratoria Permítase leer el libro sin orden. Es la acumulación de textos lo que construye el paisaje. El texto, tanto como las imágenes, están construidos a partir de la colección y diálogo entre fotografías, textos y canciones. En el Cancionero encontrará las referencias correspondientes.



ESPACIO PÚBLICO





Recuerdo los domingos divinos saliendo a caminar con mi mamá y mi herma- na. Una con sus sombrillas de ojos y otra con su mochila terciada. No teníamos destino, sí teníamos pies. Recuerdo sobre todo sol, sol y calles empinadas. Mi mamá nunca le tuvo miedo a la calle. En ese tiempo, creo, yo ya tomaba fotos. 40S 80o

Ser transeúnte La ciudad es muy grande para ser recorrida a pie. Afortunadamente tengo dos piernas largas que me permiten ir más rápido que los demás; me enseñaron de altura. Hay dos palabras que no pude rayar esa noche; me sentí intrusa, incó- moda. La noche gritaba y la ciudad estaba sorda. Intenté recordar rutas, no fue posible, me perdí buscando y no hallé nada; no me agobia si no pienso en el limbo. Encontré en imágenes que ya había recolectado afuera la estructura para una ciudad. Hace años que guardaba fotografías, imágenes que individualmente no tenían sentido. Guardé los colores de unos pisos que brillaban, los colores ne- ones artificiales, también un fuego que quemaba bajo un puente. Las calles se edifican en tanto se caminan. 40S 70o

40S 60o visitar los lugares frecuentemente

y cuidar de ellos 40S 50o

Caminé en contravía sin saber solo cuando me atropellaron pude ver las señales que indicaban que no iba en la dirección que yo quería. Dormí dos meses en la acera de una ciudad. He comenzado varias veces. Desde cero. He abandonado la construcción y vuel- to a ella. Me he deshecho de todo, incluso de lo que parecía ya haberse conver- tido en asentamiento. Yo, como tú, soy nómada. Había decidido no cargar con nadie. Ahora decido encontrar qué cargar. 40S 40o

Para ser trashumante Yo no soy de aquí, pero tú tampoco De ningún lado del todo Y de todos lados un poco Sin la necesidad de cazar para vivir aunque con las libertades para moverse, el trashumante urbano lleva su casa en la espalda. quizá incluso la busca sin el peso en la espalda. Sus pasos se sienten livianos, ahogados y rápidos. Sus ganas de moverse queman debajo de las costillas, donde se encuentra lo esencial. Quisieran vivir en mundo donde uno no tuviera que llevar nada. También un mundo donde uno no tenga que cargar equipaje alguno. Porque el peso es apabullante. Se sabe bien que eso da lumbago y jorobas y otras malformaciones óseas y musculares. Viajar ligero es lo mejor. Sin billetera ni plata ni llaves. Hasta sin destino, sin planes, sin esperanzas. Viendo apenas lo que se tiene al frente y respirando los olores que lo rodean, caminando hacia adelante hasta no poder seguir más y, ahí, empezar a caminar por las paredes hasta encontrar otro camino. 40S 30o

Cada semana vivió en un barrio distinto, cada noche durmió en un nuevo in- quilinato, o en la casa de un amigo, o con un conocido en algún amoblado de la carretera. Rodó por donde no la conocieran, donde la gente que se cruzara por la calle con su cara bonita no se imaginara siquiera la pálida que llevaba encima, no tuviera idea del olor de esa noche, no adivinara los recuerdos que guardaba en su cabeza. 40S 20o

Ese domingo pasé a buscarte en el carro lo dejé frente a tu casa y le compré un jugo a tu mami tú saliste sonriendo -con ganas de abrazarme como siempre que me veías- tenías las medias que te regalé me preguntaste a dónde íbamos a pasear te llevé a mi lugar favorito -a todos mis lugares favoritos- te dejé plantar rosas mi corazón estaba lleno de tus flores te llevé de vuelta en la madrugada ambos estábamos muy cansados de andar -demasiado cansados- bajaste tu bici del carro me miraste un segundo con tristeza te fuiste sin ganas de hablar. 30S 10o



CALLE GÉNESIS





Al principio era calma, luego pusieron música y nadie pudo volver a escuchar sus propios pensamientos. 30S 10o

Construir El origen se dio al decidir pensarlo como tal. La reunión es la malla de alambre y encima va lo demás porque al principio no hay gran cosa y luego estamos nosotros. Los que, al no encontrarnos en los lugares existentes, nos inventam- os excusas para crearnos otros. Los que, al no ver señales, se las inventan. ¿Qué hay para mí en la ciudad si para la mayoría no hay nada? 30S 15o

Nos sacaron de las calles por la incapacidad del gobierno y del sistema de salud de cuidarnos y soportar este golpe. Nos sacan de las calles y repiten tanto que no salgamos que terminamos teniendo miedo. Ellas ganan, teniéndonos lejos las unas de las otras. Afuera, suponemos, no pasa nada. Para nosotras las que podemos estar adentro a nuestras anchas (en espacios reducidos), el afuera fue temporal, un espacio ya caduco al que no se puede acceder y el reverso de las fachadas es el nuevo permanente. La calle no se irá y esperará que yo vaya por ella como espero volver. El hablar de las ciudades conocidas construyó, entonces, a Ciudad desde mis recuerdos. Desde revisar lo que había recolectado en años anteriores en mis recorridos. Desde leer lo que había escrito sobre eso y a quién lo había hecho. La calle siempre me habló de otras personas; me habló de las causas. Cada imagen que construía me hablaba de calles que podía recorrer en sueños y la acumu- lación de estas me habló de un principio de ciudad, de construirse la patria, ese territorio que escojo como mío. 20S 15o

Las letras grandes sirven para que sea más legible, pero estas letras tan grandes no parecen ser hechas para que los mortales las leamos. Las letras pequeñas en los papeles rasgados de cuadernos que nos pasamos en clase son mensajes pequeños para ser leídos solo una vez, mensajes ocultos y susur- rados. Entonces, los mensajes grandes a los que yo me refiero deben ser para que alguien (¿algo?) con ojos más grandes que lo lea. Alguien/algo cósmico/ místico/esotérico fuera de las casas Un espectador de calles con ojos muy grandes. Espectador porque no hace más que mirar. 10s 8o

Soy víctima de un dios Frágil, temperamental Que en vez de rezar Por mi Se fue a bailar Se fue a la disco de un lugar Quiso mi disfraz Vivir como un mortal El poder de construcción es vital para conocerse a sí mismo, en su identidad y presentación, y también a los espacios en los que se quiere participar y estar. Poder construirse y poder construir edificando lo que hace falta, manipular ma- teriales para conseguir uno nuevo. Ser dios. 4S 9o



Esta construcción no se realizó sobre sumas (fueron perdidas) en estas faltas y despojos se construyeron cimientos. Ahora hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Ahora hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Ahora haré esta ciudad a mi imagen y semejanza. ¿Acaso hay otra opción? Las ciudades son un producto nuestro y por lo tanto son como nosotros. Las ciudades no pueden parecerse más sino a aquellos a los que las hacen. 8S 0

Dios es temporal y el tiempo ataca su figura Dios sale a bailar Con su nuevo cuerpo y su cara ajada se sienta en la mesa del bar de salsa Porque dios además Es latinoamericano 10S 5E

una ciudad latinoamericana La ciudad es un proyecto humano a veces planeado pero la mayoría de las vec- es es una improvisación colectiva que se adapta al terreno y a las personas. Las ciudades de Latinoamérica hablan de independencia e identidad. Sewell en Chile, es una ciudad que se adaptó a la cordillera de los Andes con la creación de infinitas escaleras. Las escaleras no dejaban subir vehículos con ruedas, pero si pies con fuerza. Las casas se ubicaron circundando el sistema de escalones. En algunas ciudades se ven las manos de los constructores que son sus mismos habitantes. La desigualdad que ha generado el crecimiento de la urbanización en Latinoamérica ha llevado a que las personas que migran a la ciudad vivan en asentamientos informales mientras otros no solo tienen una vivienda digna si no que ignoran a los que no las tienen. Crear ciudad es una suma de fuerzas y de necesidades. - ¿y si las calles son chiquitas y no nos devoran? - Entonces dibujemos las calles en mis dedos, de los dedos a mis brazos. No dejemos que salgan de mis pies. 15S 10E

en bucle. Similitudes que soñás Lugares que no existen Pero vuelves a pasar Errores ópticos del tiempo y de la luz Mi brújula nunca funciona. ‘Al oriente están los cerros’ me recuerdan. Pero Bo- gotá se dobla en sí misma para ser infinita. Las mazorcas del parque nacional se repiten metódicamente a lo largo de la ciclovía; al igual que las casas de Mar- sella se parecen a las de Cedritos. ¿Cómo no perderse? Las puntas de los cerros tutelares tocan los aviones y el cielo está en los humedales; Bogotá no tiene mar, pero sí bucles. Mire donde mire encontrará familiaridad. La aguja no apunta al norte porque toda la capital es hogar. 16S 20E

La ciudad se repite a sí misma. Las imágenes que vemos en un punto se pueden encontrar con una similitud casi inverosímil a quince kilómetros de distancia de este. Las mismas intenciones casi con los mismos materiales. Propuesta que puede aplicarse también a lugares que quedan a miles de kilómetros de distancia. En Paraguay, donde visité brevemente, las calles se si- enten cercanas. Entre naranja y marrón, violeta y rojo carmín son las paredes del centro de Asunción. Roídas, rotas, amplias y con pocos graffitis. El centro de la ciudad parece abandonado, pero se siente vivo. En oposición a las las fra- ses simples escritas con aerosol, en los edificios más altos hay murales que, a diferencia de la movida local, se ven creados con apoyo económico y logístico; luego me enteraré que fueron creados el año pasado en el marco de la segunda versión de LatidoAmericano, un festival internacional que reúne muralistas lati- noamericanos para pintar historias durante quince días. 10S 22E





CALLE AZUL

Ningún semáforo parecía funcionar. En otra tienda, una alarma electrónica soltaba acompasados aullidos de tristeza, sin que nadie acudiera. 12N 18E

Afuera Te desnudaré Por las calles azules Me refugiaré Antes que todos despierten Eran más de las once, no sé menos que. Mientras me acercaba a la calle em- pezaba a desafinar en mí el sonido. Ya no recuerdo qué suplicaba la persona; (sólo que) suplicaba a gritos. La persona gritaba. Nadie escuchaba. La ciudad está sorda. Yo, espectadora de todas las escenas de la calle, me pregunté si a la persona le molestaría ser observada. ¿Debería cambiar de camino para evitar el encuentro? Pensé sin dejar de pedalear. Inevitablemente llegué a la esquina que me dejaba ver el cuerpo de la persona que seguía con su monólogo. Estaba solo. Ahora, en la cercanía, entendía que la persona misma no estaba consciente de dónde estaba: no estaba en esta esquina y quizá ni en su propio cuerpo. Ver al sujeto con ropa ligera me hizo sentir frío. Debería seguir. No. ¿Debería preocuparme por él? Aunque... ¿Qué tal me pase algo? Por un momento se sin- tió como si él y yo estuviéramos solos en la noche. Probablemente lo estuvimos; una tercera persona debió pasar con audífonos y decidió no vernos. Así de fácil no nos vio, ni nosotros a ella. Debería seguir mi camino. No quiero sentir afán. Yo manejo mis tiempos; nadie me espera ni nadie me busca. ¿Por qué debería seguir? Me rehúso a sentir miedo de estar afuera. 20N 18E

Trabajar desde el recuerdo. Las imágenes que ahora parecen postapocalípticas eran las que yo aceptaba como cotidianas. En la calle se encuentra la verdad. Tengo que observar lo que sucede, lo mal llamado sucio que expulsa ese hombre; no puedo desviar la mirada. Tengo que escudriñar lo real. Estoy casi al lado de ellos, pero no puedo entender por com- pleto. No sabemos lo que es cuidar la calle a menos de que deseen estar en ella. Cómo van a querer cuidarla si no han estado de pie sacando callos en los pies por más de doce horas, o aguantando el frío de la madrugada que te congela la vértebra. Cómo van a entender qué es la ciudad si no han almorzado desayuno a las tres de la mañana cuando aparecen los desconocidos que te cuidan porque todos salen a la misma hora. 30N 15E

buscando la ansiedad y el energizante la noche no quiero dormir En un punto empecé a reconocer los trazos Luego de la insistencia de estos en apa- recer donde yo iba, entendí que decían. Luego quise empezar a escribir los míos. Ubicarseenrelacióndeestossevolvióunjuegoyrecolectarestascoordenadas,otro. Unos graffiti misteriosos aparecían hace pocos años en los muros de la ciu- dad nueva de Fez, en Marruecos. Se descubrió que los trazaba un vagabundo analfabeto, campesino emigrado que no se había integrado en la vida urbana y que para orientarse debía marcar itinerarios de su propio mapa secreto, su- perponiéndolos a la topografía de la ciudad moderna que le era extraña y hos- til. Yo te veré allá fuera. Perdido igual que cualquiera. 38N 15E

**** PANFLETOS ESCANEADOS***


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