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APUNTES DEL TIEMPO

Published by Gunrag Sigh, 2022-01-23 19:53:26

Description: APUNTES DEL TIEMPO

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Ranieri, Juan Apuntes del tiempo: autobiografía poética / Juan Ranieri; editado por Cecilia Muga; Marcelo Montero. - 1a ed. - Longchamps: LENÚ, 2019. 72 p.; 23 x 16 cm. ISBN 978-987-4983-07-7 1. Poesía. I. Muga, Cecilia, ed. II. Montero, Marcelo, ed. III. Título. CDD A861 Título original: “Apuntes del tiempo” Poesías © Juan Ranieri © Fotografías de tapa y contratapa: Silvana Laura Silva Primera edición Abril 2019 Editorial Ediciones Lenú Mail: [email protected] Facebook: Ediciones Lenú Aclaración: en determinadas expresiones y/o criterios narrativos, se respetaron los deseos del propio autor. Hecho el depósito que previene la Ley N° 11.723 Esta obra se terminó de imprimir en talleres gráficos de Ediciones del País. Impreso en Argentina. Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos reprografía, tratamiento informático, ni en otro sistema mecánico, fotocopias, ni por otros medios, como también la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos.

I Afirmaciones Las huellas de la infancia Las convicciones Las ideas A mi abuela Tata 5



Temprano y lejos Por aquí he comenzado a balbucir un poema que en el vértigo del tiempo jamás supe terminar acaso porque he perdido ciertas palabras queridas y un cansancio inevitable eficaz me fue durmiendo. Borró el tiempo esos caminos fui dejando de encontrarme y tanto me he despedido que ya dejé de extrañar. Por aquí pero temprano por aquí pero tan lejos que siento el eco punzante de una antigua cicatriz y nada más. 7

A aquellos amigos A todos los amigos que se fueron, un abrazo. Borracho y perdido en la vieja distancia el corazón ya es un dolor cansado que cuenta en el vacío la esperanza. Registra la memoria figuritas de un tiempo último, final, preciso y luego un estallido de senderos que salpicó los nombres con ausentes. Acaso mi insensata pesadilla fragua un regreso alguna vez, o acaso en este alcohólico terror me abrazo a la versión más simple de la muerte. 8

Figuración Quién fuera tren para llegar lejos y abrazar mil veces el regreso. Quién fuera tren para que me esperen y detenerme donde hace falta. Refugio constante y fugaz del pueblo que burla el viento en contra y burla el tiempo. Quién fuera tan fuerte también los domingos, también en invierno. Quién fuera lento pero veloz y viejo quizás, pero necesario. Quién volara como un tren que parece arrastrarse. Padre e hijo de la distancia. 9

Identidad Sentí que me mirabas de pronto algún día y desde entonces no pude -porque no quise, porque no debía- quitar los ojos de vos. Mi sombra vacía te siguió el camino y esforcé los pasos cuando te apurabas; me enredé en tu rumbo bajo mil banderas por calles, por tardes de lluvia, de sol. Tomé tus palabras sencillas y pocas sentí que mi voz era trueno en tus bocas que el grito era un mismo bramido ancestral. Entonces me entendí simple fragmento de un alma memoriosa de un gran sueño y al fin con tus ojos me miré pasar. A mi pueblo en las calles 10

Compromiso Son aves enamoradas de amaneceres futuros con los ojos atrapados en aquellos nuevos días. Callenautas incansables almas plenas de memoria íntima y secreta gloria de ir por la vida despiertos. Con sus bocas y sus manos emocionan, aletean y reeditan las consignas de un ancestral juramento. Nombrarlos deja en el alma cierto orgullo cotidiano: desafiante compromiso de parecerme algo a ellos. A todo el campo popular 11

Nuestra Bandera Quitaron mi bandera de los trenes que ya no pasan donde el pueblo espera y la han arrancado por cuatro billetes de las entrañas vírgenes del suelo. Quedó en los hospitales, olvidada y ondea hecha jirones en la escuela de espaldas al camino de su Historia ausente de los mares y los cielos. Quitaron mi bandera del futuro a fuerza de traiciones y de golpes: al luto impregnado entre sus fibras sueño un punzó de regeneración. ¿Serán capaces estas manos nuestras de convertir despojos en legado? Felices han de izarla nuestros hijos cuando le crezca al fin un nuevo sol. 12

Tu grito Espero tu grito y todo es silencio desde el primer amor que se ha ido desde el primer amor que no ha vuelto. Entre la inquietud de unas frágiles dudas y mi encuadernada razón que no alcanza lo espero en la asfixia y el desconcierto de estos pobres días que juegan su farsa. Clamor de los jóvenes sin primavera de madre sin pan de los hombres quietos. Un grito inicial y definitivo presagio de justicia voz de un sueño. A mi pueblo en silencio 13

Laberinto Laberinto de los sueños fronteras de lo insondable donde te veo de a ratos blanca y lenta caminar. Debajo de un cielo negro una ciudad negra yace sin habitantes, pequeña junto a una luna y un mar. Entre débiles destellos mis pasos aún te buscan aparición cotidiana imagen de eternidad. Tanteando en la sombra muda mi sangre transporta miedo a que tu sol salga oscuro y a que no salga jamás. A nuestros 30.000 Compañeros 14

Réquiem Son tus pasos que se van. No es el viento ni el murmullo de las preguntas inquietas ni es la estrella conocida a fuerza de estar presente. Es la mano que se suelta que para siempre se enfría los ojos grandes que miran al fin un poco más lejos ansiosos y preguntando por ausentes compañeros. Te diviso muy pequeño donde el camino se pierde con el modesto equipaje de tu antigua adolescencia. Con tu última mirada este perfume celeste que se disipa en el aire son tus pasos que se van. A Quique 15

A tus días ¿Cómo serán los días de tu idea y tu palabra cuando estas manos que juegan sean obreras del sol? Cuando conozcas la pena y acaricies la esperanza cuando lo propio y lo nuestro tengan la misma razón. ¿Cómo dormirá el pueblo sus ilusiones y cómo amanecerán los niños y las cocinas? ¿Qué agua qué escuela qué hambre qué luz en el horizonte? ¿A qué jugarán tus sueños? ¿Por qué lucharán tus días? A Lilen 16

Primero de enero Tu nombre está con lápiz en un borrador. Tu nombre está allí donde no se ve. Cada vez más lejos de mi boca y más adentro de mi corazón volviéndose azul remoto de mar y de cielo de nuevo confín. Tu nombre es la estación clara del tiempo que vamos a alcanzar tarde o temprano es la inevitable reversión del caos que nada ni nadie nos podrá impedir. A Victoria 17

Posdata al futuro Te sigo cansado, ansioso, de lejos. Soy un viejo sueño que te va a buscar. Hay tantos caminos a vos, tan dispersos que acaso me pierda sin edad ni esquina. Los ojos, ya hechos a imágenes rotas parecen mirar hace siglos lo mismo: el hambre y las pestes la herramienta quieta cuadernos ausentes remedios vencidos. Las muertes que moran aquí son tan propias que me han impregnado sedientas y amargas y si bien no muero de ninguna de ellas ya sangro su esencia y su gusto adquirí. Me encierro sin armas para la defensa te escribo estas líneas y vuelvo a salir. 18

Desde la mitad En el tiempo inabarcable debe haber una mitad una bisagra de hierro donde se doble la Historia. Día veloz y profundo cauce que a todos contenga ya quisiera oír tu ruido y revolcarme en tus horas. Rondas por sobre los vientos entre sueños y razones sol voraz del mediodía sol necesario del alba: que todos puedan leerte que todos sepan tu nombre que los niños no te lloren con el hambre de mañana. En el tiempo inabarcable debe haber una mitad que madura entre las calles que espontánea nos aguarda. Mientras tanto no te duermas que cada día es testigo mientras tanto no te olvides de cada día que pasa. 19



II Construcción El único amor de la vida Sus lluvias y soles A Silvana 21



Poema de mujer Una mujer me insinúa su más íntimo poema profundo y vivo en los ojos sediento de nueva sed como un salvaje noviembre de pura flor impregnado como un sueño milenario que despierta para ser. Silenciosa me convoca a su mar indescifrable con mil playas coloreadas de un amplio y fecundo enero. Una mujer que es camino raíz, abismo y estrella porque antes de ser algo todo fue mujer primero. 23

Pasajera Si te quedaras ahí apenas como la estrella como se quedan las flores sin lejos sin extrañar. Si sólo por una tarde si por un rato de lluvia tus ojos quietos y puros se encontraran con los míos. Si ya no fueras fugaz efímera pasajera si tuvieras una vida de tiempo para esta noche… quién se pudiera dormir en el vapor de tu cuerpo. 24

De lejos Es noche y silencio. Un tren ha partido. Se pierde en lo oscuro muriendo de lejos. Quién fuera regreso para estar a salvo quién viera en las sombras un tibio destello. Cruzando las vías detengo mis pasos los ojos allá se me quedan perdidos. Ella está esperando y con eso basta: esta noche al menos no hay lejos ni frío. 25

Perfuma mi flor Perfuma mi flor con tu risa. Tu risa de mujer pero no me despiertes todavía. Vení a mi antiguo llamado y escuchame soñar el sol se quedó tan lejos que tardará mucho tiempo en asumir otro día. Cuánto más fácil parece echarse a volar que aprestar los sentidos cuánto más cierto el silencio y apasionante volver. Allá afuera te reservan un lugar para que duermas entre las plásticas flores de un perpetuo atardecer. Perfuma mi flor con tu risa otra vez. 26

La tarde ha pasado La tarde ha pasado quedó su perfume impreso en las sombras de esta noche incierta. El último eco de un niño vecino el miedo a las horas que enhebran la vida. La tarde pasó por aquí puntualmente y me vio en los fondos de un reseco mar y me vio trotar los caminos del aire acaso esperando rozar tu silueta con tal convicción de poder alcanzarte que pasó la tarde y no me di cuenta. 27

Lo seguro Te pienso en soledad y te conservo aunque haya muerto demasiadas veces yo que he perdido el corazón y el tiempo contando pájaros en la distancia. Será posible regresar, no temas: habrá un después un siempre un todavía… En esta leve suspensión del día te pienso en soledad. 28

Lo esencial Me asomé para mirarte cuando se hizo ayer la noche silencio de madrugada vigilia del corazón. Todo cambió en el tablero indescifrable del tiempo y sólo aspiro hacer tablas en esta dura partida. ¿Qué soles se conjugaron para que no pueda verte? ¿A cuál ilusión de aquellas debo volver a trepar? Quiero sentir que aún nos quedan tres palabras encendidas y regresar a tu esencia para aprender a volar. 29

Nuevos comienzos Parece volver la lluvia después de tanta sequía y todavía le temo porque acaso no hay deseo sin un resto de dolor. Presiento tus pasos que andan desnudos hacia mi puerta avergonzando estas manos que se esconden abrumadas. Debo salvar de mi fuego la flor mansa que te habita para merecer la brisa silenciosa de tu voz. Parece volver la lluvia lanzada sobre tu cuerpo ya las presiento muy cerca ya no las puedo evitar. 30

Reencuentro Sabiendo que me esperabas sentí temor y dudé con la esperanza escondida en lo antiguo de mi alma. Era ir hacia tu encuentro un volver desesperado a mi inocencia a tu aroma al sabor de otras palabras. La noche bajó al camino tan raspado por mis pasos y fuiste horizonte nuevo faro que vuelve a encender. Lo demás es otra historia que acabamos de empezar nosotros dos, los de antes por el Universo a pie. 31

Poema necesario Enviarte un poema justo en esta tarde sintiendo que nada nos duele quisiera. Poema sin miedo poema seguro que sabe el camino y no quiere volver. Quizás lo descubras mintiéndote un poco ocultando piedras subiendo colores porque es un poema de lo necesario para transitar estos tiempos oscuros. A vos con el verbo más simple te hablo porque sos mi rumbo porque soy tu huella. Vendrán más tormentas pero en esta tarde te envío un poema de sol Compañera. 32

Tres razones Te supe inevitable como el amor y la muerte como la paz demorada como ciertas pesadillas anhelando el manto tibio de tu cuerpo en los inviernos descubriendo tu mirada desde los rápidos trenes. Porque no pude esconderme acaso lo suficiente porque ciertos ecos quedan en el corazón acaso porque tu luz siempre pasa mis más ínfimas rendijas me asumo desde tu aliento y entre tus sueños descanso. 33

Aquel amor y estos días Tu amor como si fuera el primer día en estos días crueles, sin sosiego aunque es recuerdo es expectativa: anida aquí y es alma de lo lejos. Tu amor que amó mi atardecer y guarda con tanto amor las noches que nos quedan lleva una mano nueva sobre mi hombro: es faro a la distancia y es vereda. La luz de su mirada ilumina fragmentos de lo escaso y lo ignorado: mi oído es la mitad de su palabra su boca la antesala de mis labios. Tu amor como si fuera el primer día en estos días crueles, sin sosiego se apropia del color y la poesía que habitan el futuro de los verbos. 34

Sin prisa Tu tiempo consume un espacio dormido mi espacio de insomnio es agujero del tiempo y en este acopio de palabras rotas por noches de ausencia y días largos te espero. Te espero en el amplio pesar de las horas repaso tu húmedo nombre y tu cara con esta improbable razón en las manos que a diario promete rebelarse un día. Te espero sin prisa yo siempre te espero (aunque sangre olvido mi última duda y estén los caminos cada vez más lejos) en un tiempo venidero que no deja de doler. 35



III Derrumbe Un abismo A los caminos inconclusos 37



Desde el final (de octubre) Se sabrá que soy una sombra vacía que mis valientes palabras han sido palabras. Las débiles manos la ocurrencia incierta un congénito pesimismo: todo quedará expuesto. Se sabrá que no puedo caminar lejos ni mirar lejos. Se sabrá que ya no tengo tiempo y que tampoco me queda pasado. Quieto en un rincón vacío de palabras quedaré en evidencia ahora que te vas. 30 de octubre de 2018 39

Vacío Llevo este dolor nuevo profundo, poderoso un dolor que te sabe que te nombra te describe y a cada rato te trae hasta aquí. Acaso ya estaba en mí como duermen por años los tumores. Llevo este dolor nuevo que habita el vacío inmenso de lo que fue tu esperanza. 40

Bicicleta Detrás, volaba tu castaña cabellera. Delante en la canasta cartulinas los libros y cuadernos de la escuela y una mochila plena de tesoros cotidianos. En tus viejas calles del sur quedó impreso un rastro luminoso y oscilante. Qué simple era la vida cuando amaba la luz sonriente de tu regreso. Piedrazo de la muerte por la espalda que no se animó a jugarte una carrera. 41

Soledad Aún estamos lejos de las diez y ya la noche empieza a derrumbarse afinando el silencio de la soledad. ¿Qué más decir? Tuve una vez un día luminoso que pude mirar de a ratos y tuve un camino también y un rumbo… Decía: aún estamos lejos de las diez y ya la noche empieza a derrumbarse. ¿Qué más decir? 42

Trinchera Nuestra cama es la trinchera donde resisto la noche. Tu recuerdo un árbol en la nada. No importa qué hora es fuera del tiempo giro en un círculo de estrellas y de lunas. La lluvia punzante de tu voz me alcanza y sin descanso lucho por dormir pero te reiteras en un sueño milenario: el mismo el mismo el mismo de siempre. Entonces despierto y asumo que mi trinchera no tiene salida. 43

Nada No existe otra vida donde imaginarte ni quién te proteja ni de qué protegerte. La nada te conjuga en todas sus variantes: la soledad el silencio la ausencia la muerte. 44

Aire que pasa Sensación de tu presencia perfume y aire que pasa miro en torno sorprendido: nada parece real. La tarde dicta impiadosa mil versiones de tu ausencia unánimes veredictos y cierto rumor fatal. Sensación de oírte lejos hablando acaso de mí. 45

Otra noche Es otra vez de noche. Un vacío inevitable y múltiple me espera. Habrá que tener corazón y paciencia. Habrá que pensar. Es un silencio grande, ancho, oscuro sin la emoción inquieta de un llamado de dos ansiados golpes a la puerta de mi nombre susurrado por tu voz de madrugada. Incrédula espera de un sol imposible. Memoria abrumadora de tus ojos. Es otra vez de noche y abro las velas a su inmenso mar. 46

Posdata Ayer pensé en escribirte. tu nombre rondaba inquieto de la memoria a los labios y aunque desnudé la sombra de cada antiguo recuerdo regresé hasta aquí vacío de camino y estación ante la luna de siempre la espera que me ha dejado y el blanco profundo, inmenso de una página frustrada. Ayer pensé en escribirte: no hallé razón en mis manos. 47

Hallazgo Desde que no estás comencé a buscarme. Anduve incierto y errante por los fondos a la muda sombra de las plantas. Seguí el derrotero de un pájaro hasta perderlo y entonces en vano por horas lo esperé. No fue fácil encontrarme: en unos papeles amarillentos cubiertos de objetos insensibles en pedazos, ahí estaba. A pesar del deterioro, de los años y las muertes me reconocí en el trazo de una letra desvelada en los verbos habituales en amados sustantivos. Leí tu ágrafo nombre escondido en los renglones insinuado entre jadeos invitándome al amor. Burlando tiempo y espacio seguiremos abrazados desde un viejo para siempre. Sólo a veces me pregunto quién es este que me halló. 48

Aquí te dejo Aquí te dejo, hermosa. Debo asumir tu última partida. Te llevas todo lo que recuerdo volviéndome ya un fantasma. Aquí dejo tus palabras finales, inconclusas. Ya no puedo repasar lugares y fechas instantes fugaces. Me iré de los espejos sin luz y sin historia para no trepar más sueños para ya no dormir nunca y quedarme murmurando por el resto de las noches tu antiguo y querido nombre. Aquí te dejo. 49


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