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Para no coger frío - Anna Lavatelli

Published by Ciencia Solar - Literatura científica, 2016-05-29 08:00:13

Description: Para no coger frío- Anna Lavatelli

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Edita El gato descalzo 12.www.about.me/elgatodescalzo¿Recuerdas? / Para no coger frío. Anna Lavatelli.

Edita El gato descalzo 12. Edita El gato descalzo Descarga nuestros libros en Pdf,ePub y Mobi o léelos en línea.elgatodescalzo.wordpress.comCultura libre:¿Recuerdas? / Para no coger frío. Anna Lavatelli.

Edita El gato descalzo 12. Bajo licencia:Los títulos de Edita El gato descalzo pueden ser leídos y distribuidoslibremente bajo una licencia Creative Commons “Reconocimiento –NoComercial – SinObraDerivada”.Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported (CC BY-NC-ND 3.0).¿Recuerdas? / Para no coger frío. Anna Lavatelli.

Edita El gato descalzo 12.Créditos ¿Recuerdas? /Para no coger fríoAnna Lavatelli Edita El gato descalzo Director: Germán Atoche Intili [email protected] edición en formato Pdf, ePub y Mobi: Lima, 03 de agosto 2012.¿Recuerdas? / Para no coger frío. Anna Lavatelli.

Edita El gato descalzo 12. Diseño de portada: Germán Atoche Intili. Imagen: Carlos Atoche Intili. Interior: Elizabeth López Avilés, Ayúdame. ¿Recuerdas? corregido por Liset Lantigua.Para no coger frío traducido por Blanca Liy.¿Recuerdas? / Para no coger frío. Anna Lavatelli.

Edita El gato descalzo 12. Presentación Iniciamos nuestro cuarto mes con los siguientestextos de Anna Lavatelli, merecedora del premioAndersen en 1988 y 2005. Este título, el número doce de Edita El gatodescalzo, es una de sus primeras publicaciones ene-book. En su cuento ¿Recuerdas?, la escritora italiana,explora una vertiente poco conocida de su obra, laliteratura para adultos. Además en Para no coger frío, el otro texto quecompleta este volumen, denuncia la problemática deltrabajo infantil. * Nota: Para esta fecha habíamos anunciado un nuevo capítulode Infierno Gómez contra el Vampiro matemático sin embargoen vista que cada día más autores valiosos se suman a nuestroproyecto editorial publicaremos de forma más espaciada elenfrentamiento entre el Vampiro matemático e Infierno Gómez.¿Recuerdas? / Para no coger frío. Anna Lavatelli.

Edita El gato descalzo 12. ¿Recuerdas? /Para no coger frío Anna Lavatelli¿Recuerdas? / Para no coger frío. Anna Lavatelli.

Edita El gato descalzo 12. ¿Recuerdas? Un campo de batalla parecía la cama, con las sábanas en el suelo, loscolchones empapados de un fuerte olor a adrenalina. Y nosotros allí, tendidos,abrazados en silencio, sudorosos, agotados, borrachos de pasión y ternura.Recuerdo el vaho tibio y perfumado de tu aliento sobre mi cuello, tus pezonesrozándome el pecho, nuestras piernas entrelazadas en un nudo entrañable quenunca se enfrió durante los veinticinco años de nuestro matrimonio, a pesar dela rutina diaria y de los golpes que nos dio la vida. Siempre luchamos juntos,contra vientos y mareas, logrando no ahogar nuestros afectos en el vaivén delamor, en los pantanos del aburrimiento. Cada detalle de aquella mañana primorosa está impreso en mi memoriacon la claridad de una fotografía, de esas que se guardan hoy en lacomputadora y no se pueden borrar, mientras no reviente el hard disk. Muchascosas he olvidado en mi vida pero estos momentos no, estos se moriránconmigo si no me coge el alzheimer primero. Recuerdo el sol entrando por laventana del hotel, el glorioso, magnificente sol andaluz que nos acompañóamigable durante todo nuestro viaje de bodas. Recuerdo el rayo que,iluminándote la nuca, hizo de tu oreja izquierda una resplandeciente concha demadreperla rosa. ¡Qué lindas tus orejas, María Elena! De ellas me enamoré primero. Notomes a mal si solamente ahora te hago esta confesión y fue precisamentecuando nos presentaron en esa fiesta aburrida de la financiera donde ambostrabajábamos sin conocernos todavía. Te habías peinado con un moño muyalto aquella tarde y tus orejas, bien asidas a la cabeza, resplandecían blancas yredondas, tan pequeñas y delicadas como no las había visto en ningún serhumano hasta entonces. Me fijé en su forma suave de caracoles marinos ypronto pensé en qué bonita cosa sería susurrar palabras de amor en unpabellón auricular tan perfecto, qué fácil descenderían a través del conductoauditivo, como si el sonido tuviese que llegar a tu alma más dulce, másagradecido. Así fue, aunque te parezca absurdo: por tus hermosas orejasempecé a quererte, vida mía.¿Recuerdas? / Para no coger frío. Anna Lavatelli.

Edita El gato descalzo 12. Y dentro de muy poco, sin percatarnos de cómo había ocurrido, yaestábamos casados. ¿Te acuerdas del día aquel, María Elena? Tú cantando enel camino y yo llevándote con mi flamante Seat Ronda a este mismo hotelcordobés, en una habitación con vista a la Mezquita, donde pasamos día ynoche haciendo el amor con entrega feroz y exaltada, igual que dos pájarosque recién han aprendido a volar. Parábamos solo para tomar aliento y comeralgo de la bandeja que nos subía de la cocina un viejo camarero de figuraenjuta y mirada de desaprobación. Nos hizo reír mucho este hombre, que al dejar los platos en la mesitaabrió la boca solo para decirnos “buen provecho”, mirándonos de soslayo,como si estuviera dirigiéndose al festín de sexo que consumábamos allí en lacama, y pensara para sí que éramos un par de pervertidos sin vergüenza. Y tú,con tu voz delicada de paloma, le contestaste “el apetito no nos hace falta” y leregalaste una sonrisa divina que todavía guardo en el estuche de mis memoriasdoradas. Qué sorprendido se quedó el camarero, no pensaba recibir una respuestaatrevida de una boca tan suave como la tuya, y se fue a la carrera, mascullandoentre dientes su amargura. Y yo le di gracias a Dios por recibir de la vida elregalo de amarnos e hice una plegaria para que nunca se agotara el manantialde donde brotaba nuestra buena suerte. Ya lo ves, mi querida, de estos días y noches inmortales que pasamosen el Maimonides no me he olvidado. Y cuando tu oreja dejó de ser unaconcha de luminoso color rosado, en aquella mañana que nos pilló sin másfuerzas para continuar nuestra batalla amorosa, recuerdo que salimos a lacalle, como niños hambrientos de luz. En la esquina, frente a la Mezquita,había una vendedora de flores y yo te regalé un ramo de claveles. “Mi amor es para siempre”, te musité. “Suficiente con quererme hastaque yo viva”, me contestaste tú, respondona como siempre.¿Recuerdas? / Para no coger frío. Anna Lavatelli.

Edita El gato descalzo 12. Compré otro ramo de claveles, hoy día, antes de entrar en la habitaciónnúmero 201, la misma de entonces. Están allí, en la parte de la cama que fuesiempre tuya, porque a ti te gustaban las paredes con ventana. ¿Dijiste en broma, eso de que tenía que quererte mientras estuvierasviva, María Helena? En todo caso, perdóname, pero te voy a desobedecer. Porque seguiréamándote, a pesar de la herida insanable que me dejaste muriendo tú primera.¿Recuerdas? / Para no coger frío. Anna Lavatelli.

Edita El gato descalzo 12. Interior¿Recuerdas? / Para no coger frío. Anna Lavatelli.

Edita El gato descalzo 12. Para no coger frío Miguelito tenía apenas doce años, pero a la escuela ya no iba desdehacía tiempo. Los vecinos de su casa le habían encontrado una colocación enuna empresa constructora donde trabajaba ocho horas al día, como si ya fueraun hombre. Por otro lado no había elección: era el mayor de los hermanos y letocaba a él pensar en la familia desde que el papá descansaba en elcementerio. Es por eso que había tenido que decir adiós a la maestra, queademás le era muy simpática. Como la construcción estaba lejos, el chico se levantaba muy temprano,cuando el cielo comenzaba apenas a aclarar. La mamá lo arropaba bien conuna triple capa de chompas porque el aire de la mañana es húmedo y malo. Ypara estar segura de que no cogiera frío en los pulmones, bajo la triple capa dechompas le ponía un periódico, aplanándolo con las manos. Todas las mamásdel mundo saben que los periódicos son muy útiles para este fin, y la mamá deMiguelito lo sabía mejor que cualquier otra, porque no tenía el dinero paracomprarle una casaca. A decir verdad, la señora Obdulia (la mamá de Miguelito) ni siquieratenía el dinero para comprarse un periódico todas las mañanas. Quien se loproporcionaba era el señor Victorino, la única persona en todo el barrio quetenía una suscripción a un periódico. Cada noche, puntualmente, el señor Victorino terminaba la lectura delperiódico –incluidas las necrologías y las cotizaciones de la bolsa– y lo dejabaen la puerta de su casa, así Obdulia podía pasar a retirarlo. Ese periódico no servía solamente para proteger a Miguelito del frío, delviento y de la humedad. Servía también para muchas otras cosas. Cuando llegaba a la construcción, el muchacho desprendía con cuidadouna página entera, la doblaba varias veces, como había visto hacer a los otrosalbañiles, y hacía un gorro para colocárselo en la cabeza y protegerse del sol,que entretanto había comenzado a calentar el aire.¿Recuerdas? / Para no coger frío. Anna Lavatelli.

Edita El gato descalzo 12. Cuando llegaba el mediodía, Miguelito abría una doble página en elpiso, apoyaba sobre ella la lonchera y comía en lugar limpio el tacu tacu que lehabía preparado mamá Obdulia la noche anterior. Y si le quedaba tiempo,antes de regresar a trabajar, extendía también las demás páginas y se echabapara hacer la siesta. En fin, antes de regresar a casa, apelotonaba algunas hojas y se limpiabalos zapatos de los grumos de cal y de tierra, porque esos eran los únicoszapatos que tenía y le debían durar mucho tiempo. A este punto le quedaban justo dos o tres páginas que poner bajo elestrato de chompas en el viaje de regreso, exactamente cuantas le bastabanpara no pescarse un resfrío. Pero no eran éstas las únicas ventajas. Gracias a las páginas del periódico que llevaba a la construcción todoslos días, Miguelito era querido por sus compañeros de trabajo. En la pausa delmediodía, le venían a pedir las noticias. - Lee tú –decían– que tienes los ojos jóvenes y ves mejor. La verdad era que no sabían leer. A Miguelito, al principio, le costaba trabajo también, porque loscaracteres del periódico eran más pequeños que los de su libro de escuelaelemental. Pero con el ejercicio fue mejorando. Y cuando encontraba palabrasdifíciles, siempre había alguien capaz de explicarle el significado. Los albañiles escuchaban sus lecturas y hacían comentarios: - ¡Esto está bien! ¡Esto otro no! –decían. - ¡Ésta es una vergüenza! ¡Éstaotra es un embuste seguramente! ¡Ésta sí que es interesante!... Un día dijeron también: - Pero, pensándolo bien, ¡no es justo que un chico de tu edad tenga quetrabajar! ¿No dice nada de esto, tu querido periódico?¿Recuerdas? / Para no coger frío. Anna Lavatelli.

Edita El gato descalzo 12. Miguelito se quedó mudo. Durante toda una semana pasó su tiempolibre leyendo todas las páginas, de arriba a abajo, incluso las insercionespublicitarias y las recensiones de las películas. Y cuando hubo encontrado larespuesta que buscaba, explicó: - No es cuestión de justo o errado. Es una cuestión de derechos. Estodice mi periódico. ¿Ah sí? –dijo el albañil más viejo. - Entonces nosotros iremos a sacarestos derechos, de donde quiera que se hayan escondido. Aún cuando fuera alfin del mundo. - ¿Lo harían de veras? –se sorprendió Miguelito. - ¿Lo harían por mí?¿Para hacerme regresar a la escuela? - Por ti, por nosotros y por nuestros hijos. Desde mañana empezamos. Cuando una mamá mete hojas de periódicos bajo la chompa de su hijo,dentro de sí espera que no le sirvan solo para no cogerse un resfrío. Espera quelo ayuden a conquistar las palabras para hacer sentir clara y fuerte su voz.¿Recuerdas? / Para no coger frío. Anna Lavatelli.

Edita El gato descalzo 12.Títulos de Edita El gato descalzo En nuestra biblioteca de e-books semana asemana encontrarás narrativa, poesía, novelas,ensayos, etc.1. Mudanza obligada: Cuento, Colección Lofantástico (4 de mayo).2. Más sabe el Diablo pordiablo: Cuento, Colección Lo fantástico (11 demayo).3. Alargoplazo. M i c r o f i c c i ó n: Selecciónde textos breves (18 de mayo).4. Los sobrevivientes: Antología de GermánAtoche Intili, Liliana Chaparro, Julio Meza Díazy Kevin Rojas Burgos, Colección Poesía (25 demayo).5. Infierno Gómez contra el Vampiromatemático: Novela, capítulo 1, Lagranja. Colección Lo fantástico (1 de junio).¿Recuerdas? / Para no coger frío. Anna Lavatelli.

Edita El gato descalzo 12. Daniel6. Clase de Historia: Cuento deSalvo, Colección CF (8 de junio).7. El abejorro negro: Relato de Max CastilloRodríguez (15 de junio).8. La señora M. y otras historias germinales:Textos de Sebastián Andrés Olave (22 de junio).9. Infierno Gómez contra el Vampiromatemático: Novela, capítulo 2, La aldea.Colección Lo fantástico (6 de julio).10. Blind mind: Cuento de Raúl Heraud.Colección Lo fantástico (13 de julio).11. Somos libres. Antología de literaturafantástica y de ciencia ficción peruana:Diversos autores. Colección Lo fantástico y CF(20 de julio).12. ¿Recuerdas? / Para no coger frío: Cuentosde Anna Lavatelli (03 de agosto).¿Recuerdas? / Para no coger frío. Anna Lavatelli.

Edita El gato descalzo 12.13. La fortaleza junto al río: Cuento de CarlosHerrera Novoa.Lanzamiento: 10 de agosto.y más...¿Recuerdas? / Para no coger frío. Anna Lavatelli.

Edita El gato descalzo 12.Datos de la autora Anna Lavatelli (Cameri, Italia, 1953). Estudió Filosofía en la Universitá Statale di Milano y fue por muchotiempo maestra. En 1986 entró al mundo de las letras al ganar un concursonacional para nuevos escritores de literatura infantil y juvenil. Ha obtenido, entre otros, el prestigioso premio Andersen, en 1988 porsu obra inédita La superbarba y en 2005 como mejor autora del año. El presente título de Edita El gato descalzo es una de sus primeraspublicaciones digitales en libro electrónico. Anna, autora de más de 60 libros, considera que la lectura “puedemejorarnos como personas, hacernos más sensibles, responsables ycooperativos”. Está casada con un peruano y tiene dos hijas. Es una entusiastacontadora de cuentos y animadora de la lectura, le gustan los títeres y elkamishibai (teatro japonés tradicional). Reside entre su lugar natal y Lima.¿Recuerdas? / Para no coger frío. Anna Lavatelli.

Edita El gato descalzo 12.Anuncio importante En Edita El gato descalzo apostamos porpublicar semanalmente en e-book a autores de calidad,de forma gratuita y ambientalmente amigable, a nivelmundial. Para sostener la realización de esteproyecto buscamos auspicios y donaciones deempresas - personas interesadas como nosotros endemocratizar el acceso a los libros, promover el hábitolector y desarrollar el bienestar personal. Esperamos sus comentarios, opiniones y otros alcorreo [email protected] ¡Nos leemos la próxima semana en Edita El gato descalzo!¿Recuerdas? / Para no coger frío. Anna Lavatelli.

Edita El gato descalzo 12. Encuéntrennos en Facebook y en Twitter: @Elgato_descalzo. * Ahora también en Issuu, Scribd y Slideshare. elgatodescalzo.wordpress.com about.me/elgatodescalzo¿Recuerdas? / Para no coger frío. Anna Lavatelli.


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