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Published by admin, 2023-01-29 15:02:45

Description: National Geographic

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Era un dinosaurio vemos plegado sobre estos tres decenios y, aunque los instrumentos enorme: Concavenator sí mismo, doblado por que se usan para excavar siguen siendo un mar- corcovatus medía cinco el rigor mortis, con el tillo y un cincel, la computación y la microscopía metros y era uno de los cuello hacia atrás y la han marcado importantes avances. «Sobre todo mayores depredadores cola curvada. Su silueta la tomografía computarizada, la TC –recalca de la época en este (arriba a la izquierda) Marugán–. Este examen diagnóstico por imagen ecosistema. Arriba lo es el logo del MUPA. permite observar las piezas en tres dimensiones mediante técnicas no destructivas que, virtual- dirigió Buscalioni y se centró en la ecología del mente, \"extraen\" el fósil de la matriz sin dañarlo sistema. Ahora, en la 3.0 queremos averiguar la para que podamos verlo con una precisión nunca estructura de este sistema, las interrelaciones vista, de hasta tres micras. Y ya no digamos el sin- entre los organismos, las cadenas tróficas». crotrón, que hace posible alcanzar la nanoescala». También los drones ayudan a los paleontólogos a Para ello echan mano de complejos modelos hacerse una composición de lugar gracias a la matemáticos que permiten a los bioinformáticos toma de imágenes cenitales de las excavaciones. hacer simulaciones en el ordenador y averiguar Todas estas nuevas técnicas y metodologías abren el rol que desempeñaban las distintas especies. un nuevo marco de futuro que permitirá observar Sin duda la tecnología ha avanzado mucho en un ecosistema integral pretérito de forma inédita. Pero ¿es que después de 35 años de trabajo toda- vía se esperan sorpresas paleontológicas aquí en Las Hoyas? «¡Uf, aquí hay trabajo para generacio- nes enteras! De los 70.000 metros cuadrados de superficie que abarca el yacimiento, apenas hemos actuado en unos 8.500», afirma el paleo- biólogo. Es decir: solo se ha explorado un 12 % del yacimiento, y en ese pequeño porcentaje se han encontrado hasta 25.000 fósiles que hoy están almacenados en el Museo Paleontológico de Cas- tilla-La Mancha (MUPA), ubicado en la ciudad de Cuenca. Esta es sin duda la colección joya del centro, donde se puede ver una exposición que explica lo más destacado de este lugar, un tesoro geológico equiparable a otros tesoros de la paleon- tología, como los sitios de Yixian en China y Mes- sel en Alemania, que tambien albergan fósiles en un extraordinario estado de conservación y que han ayudado a los expertos a profundizar en la historia pasada del planeta. «En Las Hoyas hemos trabajado durante los últimos 25 años en pequeñas parcelas delimitadas, abriendo niveles milímetro a milímetro, capa por capa, registrando en vertical todo lo que sale, lo que nos permite desvelar la ecología de aquella época», cuenta Marugán. Le pregunto cuál es su sueño, a lo que me responde: «Seguir haciendo lo mismo, pero en una superficie más grande, de 50 o 100 metros cuadrados, y dejar al descubierto una gran ventana al pasado que revele la evolu- ción en tiempo real de cómo era el mundo aquí hace 126 millones de años». Un viaje en el tiempo a golpe de martillo y cin- cel que quién sabe qué más sorpresas todavía nos deparará. j L A S H OYA S , V I A J E A L PA S A D O 21

EISKOGELHÖHLE AUSTRIA El agua que se filtra hacia el interior de las gélidas cuevas alpinas como esta, situada en las montañas de Tennen, al sur de Salzburgo, se congela y da lugar a unas estructuras hipnóticas: enormes carámbanos que penden cual espadas de Damocles, conos que se elevan desde el fondo y cascadas que cubren el suelo. Pueden tener miles de años de antigüedad. 22 N AT I O N A L G E O G R A P H I C

POR DENISE HRUBY FOTOGRAFÍAS DE ROBBIE SHONE CUANDO LA MAGIA SE FUNDE L AS C UEVAS D E H I E LO DE LOS ALP E S S ON UN A D E L AS MARAVILLAS DE L P LANETA. EL CAL EN TA MI EN TO ACTUAL AM E NAZA EST E ESPECTAC ULAR M UNDO OCULTO. 23

EL CENOTE ITALIA Al derretirse, la nieve invernal rellena una depresión de los Dolomitas que en su día albergaba un lago permanente. En 1994, unos exploradores italianos descubrieron que el lago había desaparecido; al fundirse el hielo que taponaba un agujero del fondo, el agua se vació por un estrecho pozo en dirección a una cueva de hielo a 285 metros de profundidad.



National Geographic Society, comprometida con la divulgación y la protección de las maravillas de nuestro planeta, financia la fotografía espeleológica del Explorador Robbie Shone desde 2018. ILUSTRACIÓN DE JOE MCKENDRY 26 N AT I O N A L G E O G R A P H I C

HOCHSCHNEID DE NIÑA, KAROLINE ZANKER tenía un patio de juegos mágico. Echaba a andar desde su casa AUSTRIA en el pintoresco pueblo austríaco de Sankt Martin bei Lofer, próximo a Salzburgo, pasaba junto a El paleoclimatólogo una ermita y subía las montañas de Lofer hasta de la Universidad un poco antes del límite de la vegetación arbórea, de Innsbruck Tanguy donde desaparecen incluso los resistentes aler- Racine recoge ramitas ces. A una cota de 1.585 metros, al pie de los y agujas de pino del altísimos picos, se colaba por un angosto acceso hielo de una cueva al abierto en la piedra caliza y se arrastraba hacia este de Salzburgo para el interior de la montaña. La cueva de hielo de someterlas a datación Prax, recuerda, era como un cuento de hadas. por carbono y conocer cuándo se formó el hielo El hielo caía desde el techo en forma de casca- y cómo ha aumentado das congeladas y se erguía, creando torres, desde y disminuido a lo largo de los milenios con las C U E VA S D E H I E L O D E L O S A L P E S 27 variaciones climáticas.



EISRIESENWELT AUSTRIA Desde una oquedad llamada el Castillo, un guía cuenta anécdotas acerca de los primeros exploradores de Eisriesenwelt («el mundo de los gigantes de hielo»), la mayor cueva helada de la Tierra. El explorador Alexander von Mörk quedó tan cautivado que quiso que sus cenizas fuesen enterradas en ella. Tras su muerte en la Primera Guerra Mundial, se cumplió su deseo.

el suelo de unos pasadizos que se alargaban cientos cueva asciende y sale por las aberturas más altas, de metros. En las paredes brillaban, como piedras aspirando así aire frío del exterior por las aberturas preciosas, los cristales de hielo y los carámbanos. más bajas. Esa circulación de aire refrigera la cue- «Era increíblemente maravilloso», rememora va.Enverano,lacorrienteseinvierte:elairecaliente, Zanker, que ahora tiene 48 años y trabaja como aspirado por la parte superior, es enfriado por la guía de espeleología. roca al descender, y el aire frío sale por la abertura Aquel cuento de hadas se ha perdido para siem- inferior. El efecto chimenea suele mantener las pre por culpa del cambio climático. El pasado secciones más bajas de la cueva, las que albergan otoño me arrastré, trepé y me deslicé durante los hielos perennes, a una temperatura baja y rela- horas por la cueva helada de Prax, dirigiendo mi tivamente constante durante todo el año. linterna frontal hacia los rincones más recónditos Cuando esa temperatura es lo bastante fría, el con la esperanza de divisar al menos un vestigio agua que gotea en el interior de la cueva se congela de lo que cautivó a la pequeña Karoline hace tantos dando lugar a formas hipnóticas y mutables. De años. Pero la temperatura rondaba los 3 °C. Ni los techos cuelgan carámbanos de varios metros siquiera en la galería más amplia quedaba un solo de largo o de ancho. Por las paredes bajan en cata- cristal de hielo. rata gruesas láminas de hielo. En el suelo, el «Quizás haya llegado la hora de llamarla oficial- parsimonioso goteo acaba erigiendo con el tiempo mente solo cueva, no cueva de hielo», dice Zanker. conos de hielo de varios pisos de altura o enormes placas que sellan pozos enteros. En algunas cue- vas, el hielo más antiguo se remonta a miles de A MAYORÍA DE LAS CUEVAS se años atrás. forman en calizas y dolomías, dos rocas Son lugares que, en el pasado, la gente más especialmente solubles. El agua que se supersticiosa prefería evitar, convencida de que el filtra desde la superficie desde hace aire frío que salía de ellos era el aliento del demo- cientos de miles de años abre pozos, nio. Otros adoptaron un enfoque más pragmático pasillos ramificados y salas cavernosas, y los utilizaron como frigoríficos naturales o inclu- a veces tan grandes que esconden ríos so como pistas de patinaje. Algunos se limitaron y lagos. En ocasiones los minerales a admirar su belleza y a hacer bosquejos para las disueltos en el agua que gotea en el inte- primeras revistas científicas. rior de las cuevas precipitan y se forman Hoy sería imposible encontrar las formaciones estalactitas en el techo y estalagmitas en el suelo. representadas en aquellos dibujos: se ha derretido En algunas zonas de los Alpes abundan este tipo demasiado hielo. Y al fundirse estamos perdiendo de cavidades, y algunas son tan frías que en su no solo una de las grandes maravillas del planeta, interior se forma hielo en vez de piedra. Nadie sabe sino también un indicador de su historia, se exactamente cuántas cuevas de hielo existen, pero lamenta el paleoclimatólogo Aurel Persoiu, del sin duda en la región alpina es donde más hay de Instituto de Espeleología Emil Racovita de Ruma- todo el mundo: solo en Austria se han localizado nía. «Estas cuevas preservan la memoria del clima unas 1.200, a las que se del pasado», afirma, lo suman otros cientos en mismo que los sedimen- el nordeste de Italia. EN EL FONDO DEL POZO, tos de las profundidades Algunas no son más oceánicas o el hielo de los que hoyos abiertos que ATERRIZAMOS EN SUELO glaciares polares. atrapan en el fondo el En la cueva Scărişoara, aire más frío y pesado. BLANDO. LA OSCURIDAD situada en los montes En otras, la diferencia de Apuseni de Rumanía, altitud entre el punto de NOS ENVUELVE. A LOS Persoiu ha descendido entrada y el de salida ge- por un pozo de 47 metros nera un poderoso efecto POCOS METROS, de profundidad hasta chimenea: en invierno, alcanzar un bloque de cuando la temperatura NUESTRAS BOTAS CRUJEN: hielo perenne de unos exterior es mucho más 3.000 metros cuadrados baja que la interior, el aire HEMOS TOCADO HIELO. de superficie. La datación más cálido y ligero de la por carbono del guano 30 N AT I O N A L G E O G R A P H I C

JOYAS DE HIELO OCULTAS Elevación 3.800 m Las cordilleras europeas esconden miles de cuevas con hielos perennes. 1.900 m ALEMANIA Linz Danubio En los Alpes austríacos e italianos, las 0m entradas a esas grutas heladas suelen hallarse a una altitud de entre 1.500 y Cueva de hielo citada Salzburgo Hochschneid Beilstein 2.000 metros. Conforme aumenta en el artículo Kolowratshöhle Schwarzmooskogel la temperatura en las montañas, el volumen de hielo de muchas de esas Sankt Martin cuevas se reduce. Y en algunas, ya bei Lofer no es perenne: desaparece en verano, derretido por la lluvia y el aire cálido Prax Eisgruben que se infiltran en las cuevas. Mts. Lofer Eisriesenwelt Eiskogelhöhle Mts. Tennen P. N. de GESÄUSE Innsbruck A U S T R I A Grossglockner A L P3.798 m E S El Cenote T A S Klagenfurt Liubliana Bolzano M I DOLO R OPA U Mts. Cárpatos E AL P E S RUMANÍA I TA L I A ESLOVENIA Cueva Pirineos ÁREA Scărișoara Trieste AMPLIADA 20 km Venecia Mar CROACIA Adriático de murciélago o de la materia vegetal atrapada en N UN PEQUEÑO CLARO al este del el hielo le indica en qué momento ese bloque se Parque Nacional de Gesäuse, en Aus- agrandó y en qué momento menguó, conforme se tria, el paleoclimatólogo francés Tanguy enfriaba o se calentaba el clima. Persoiu lo ha per- Racine se abrocha la cremallera de su forado hasta una profundidad de 25 metros y ni mono turquesa resistente a la abrasión siquiera ha llegado al fondo; las muestras de hielo y se ajusta a la barbilla la correa del más antiguas que ha tomado han resultado tener casco. Es otoño, y los arbustos que lo más de 10.000 años. rodean están cuajados de frambuesas. En lo alto, un pájaro carpintero golpe- El análisis químico del hielo reveló que la mayor tea un abeto, pero Racine tiene la mira- parte de las precipitaciones de la región procedían da fija en el hoyo oscuro que se abre a sus pies. Una del océano Atlántico hasta hace unos 5.000 años, pequeña placa lo identifica como la entrada a la cuando pivotaron hacia el Mediterráneo oriental. cueva de hielo de Beilstein. Hoy asistimos a otro gran cambio, tanto en Scă- Hace años, cuando se matriculó en el Imperial rişoara como en otras cuevas heladas de los Alpes: College de Londres, Racine se apuntó a una excur- el hielo está sucumbiendo a un aire cada vez más sión a una cueva galesa de 30 kilómetros de lon- caliente y a unas precipitaciones estivales cada vez gitud que organizaba el club de espeleología de la más abundantes. universidad. Estuvo a punto de perderse… y eso fue lo que le enganchó. «Puedes estar a menos de «Es como verter agua caliente sobre la superficie cinco metros de la entrada, pero te da la impresión del hielo», dice Persoiu. En 2018 localizó no muy de estar en otro mundo, ajeno a la civilización», lejos de Scărişoara una cueva prometedora que se cuenta. Los espeleólogos dicen en broma que su propuso estudiar. «Cuatro años después, cuando afición es la exploración espacial de los pobres. regresamos, no quedaba ni un centímetro de hielo –asegura–. Se había derretido completamente». RILEY D. CHAMPINE, NGM. FUENTE: TANGUY RACINE, UNIVERSIDAD DE INNSBRUCK C U E VA S D E H I E L O D E L O S A L P E S 31

EISGRUBEN AUSTRIA Mientras descienden en rápel por una pared de hielo de 21 metros, Racine (a la derecha) y una colega se detienen para recoger una muestra. Racine ha descubierto que el hielo que está cerca del fondo de esta cueva de 100 metros de profundidad puede tener 5.300 años de antigüedad. Se ha ido acumulando durante la mayor parte de los últimos 2.000 años.





SCHWARZMOOSKOGEL AUSTRIA Algunos de los conos de hielo de esta cueva tenían una altura de hasta 50 metros. Los científicos trabajan ahora contra reloj para descifrar la historia climática preservada en el hielo antes de que se derrita. El espectral resplandor amarillo que se aprecia en esta imagen quizá se deba a la incidencia de la luz sobre las impurezas del suelo atrapadas en un cono de hielo.



KOLOWRATSHÖHLE AUSTRIA El deshielo producido desde el siglo XIX ha cambiado de manera drástica la cueva de Kolowratshöhle, descubierta en la década de 1840 cerca de la actual frontera con Alemania, al oeste de Salzburgo. Los investigadores posan en la misma zona donde antes algunos visitantes acudían a patinar sobre hielo.

Agarrados a una cuerda, Racine y sus colegas de y el deshielo avanza a un ritmo muy rápido. Los la Universidad de Innsbruck –el director científico glaciólogos ya están planeando transportar testi- ChristophSpötl,GabriellaKoltaiyChloeSnowling– gos de hielo de los glaciares alpinos a la Antártida, empiezan a descender en rápel hacia el interior de donde, según Persoiu, «es imposible que la cosa Beilstein. Yo los sigo con cautela. El golpeteo del se ponga tan fea que se funda todo el hielo», al pájaro carpintero se desvanece. Al llegar al fondo menos por ahora. También en el caso del hielo de del pozo aterrizamos en suelo blando y piedra las cuevas, los investigadores confían en poder cubierta de líquenes; cuando seguimos avanzan- almacenar muestras en algún lugar seguro, para do,yacasienhorizontal,laoscuridadnosenvuelve. que puedan estudiarlas las generaciones futuras. A los pocos metros, los clavos de nuestras botas empiezan a rascar y crujir. Hemos tocado hielo. Un dibujo de 1881 de esta cavidad muestra a un N LAS MONTAÑAS de Tennen, subo hombre alzando una antorcha ante una pared de hasta la mayor cueva helada de la Tie- hielo que parece un tsunami, muy cerca de unos rra, un lugar llamado Eisriesenwelt, «el conos de hielo de muchos metros de altura. Hoy mundo de los gigantes de hielo». Situa- solo queda el bloque de hielo que estamos pisando. da a menos de una hora al sur de Salz- Los estudios con georradar indican que todavía burgo, hace un siglo que atrae turistas. podría tener unos 10 metros de espesor. Una puerta instalada en 1920 en su boca Racine y Snowling detectan en la pared de roca de acceso, a 1.641 metros de altitud, un punto en el que el hielo se ha separado de la probablemente ha ayudado a mantener pared al fundirse, creando un angosto pozo que la cueva fría en verano, como también desciende hacia el fondo del bloque de hielo, su formidable efecto chimenea: la salida de la cue- remontándose en el tiempo. Ambos se apretujan va está en la meseta superior, más de 450 metros para bajar por él –el pecho contra la roca, la espalda más arriba que la entrada. Cuando ese día de otoño contra el hielo– y desaparecen. Una hora más tarde el guía Franz Reinstadler abre la puerta, me golpea vuelven a salir, ayudándose de piolets y cuerdas, una ráfaga de viento que casi me hace caer. con material fresco para analizar. Ya en el interior, subimos 700 escalones, dejan- «Esta investigación no habría podido hacerse do atrás conos de hielo y formaciones onduladas antes, y será imposible hacerla dentro de 10 años, cuyas capas van del blanco a un azul casi eléctrico. cuando casi no quede hielo», afirma Racine. Incluso aquí se están deteriorando. Una figura de Mientras tanto, Koltai y Spötl han montado una cinco metros de grosor conocida como el Elefante barrena y empezado a perforar el hielo desde arri- ha perdido la trompa. En verano, Reinstadler pa- ba. Fragmento a fragmento, extraen testigos del trulla la cueva con un pequeño rifle, abatiendo diámetro aproximado de una taza de café. Con un carámbanos inestables para que no se desplomen miniserrucho, Koltai rebana pedazos más peque- sobre los visitantes. Cuando estos le preguntan ños para transportarlos al laboratorio. Al embolsar por los efectos del cambio climático, responde con un fragmento y anotar la profundidad –375 centí- evasivas. «Hay muchas cosas que aún no entende- metros–, vislumbra una mos sobre las cuevas y partícula oscura de ma- sobre el hielo», dice. Pero teria orgánica atrapada EL DESHIELO PERMITE luego añade: «Mejor no en el hielo, parte de una posponer la visita». Por hierba o de una hoja que A LOS CIENTÍFICOS ahora, entre los gigantes se coló en la cueva. Las de hielo, su aliento sigue mediciones por radiocar- ACCEDER A MATERIAL congelándose. j bono demostrarán con posterioridad que data FRESCO: INVESTIGACIONES La periodista austríaca del siglo XV. IMPOSIBLES HASTA Denise Hruby escribió LA FECHA O EN UN sobre los inviernos cada Gran parte de esta in- FUTURO SIN HIELO. vez más cálidos en los formación científica está Alpes para el número condenada a perderse; de marzo de 2022. El los recursos de los inves- fotógrafo Robbie Shone tigadores son limitados, vive en Innsbruck. Lleva hay demasiadas cuevas 22 años explorando cuevas. 38 N AT I O N A L G E O G R A P H I C

HOCHSCHNEID AUSTRIA Los investigadores Chloe Snowling (a la izquierda) y Tanguy Racine atraviesan la sala de entrada de la cueva de hielo de Hochschneid después de haber visitado sus profundidades. Los fuertes vientos han esculpido los depósitos de nieve. Esta suele bloquear el acceso, atrapando el aire frío en el interior de la cueva y propiciando así que se formen gruesas capas de hielo.

LAS NUTRIAS MARINAS VIVEN UN BUEN MOMENTO, DISPERSAS EN PEQUEÑOS GRUPOS A LO LARGO DE LA COSTA DESDE CALIFORNIA HASTA ALASKA, PERO NO TODO EL MUNDO ESTÁ CONTENTO. POR CYNTHIA GORNEY F OTO G R A F Í A S D E RALPH PACE Y KILIII YÜYAN LAS VECINAS Serena y a la vez dinámica bajo el fuerte oleaje de la bahía de Monterey, una joven nutria marina surca estas aguas de California en busca de mejillones. La capacidad de inmersión de estos mamíferos casa bien con su voraz apetito; cuando se sumergen en busca de alimento, suelen encontrarlo en un par de minutos. RALPH PACE

INCÓMODAS 41

Una hembra dormita con las patas recogidas en una tranquila zona de kelp de la bahía de Monterey. «El hecho de que las nutrias sean tan adorables es un problema para ellas», dice la bióloga Gena Bentall, directora de Sea Otter Savvy, una organización que da pautas a kayakistas y demás curiosos de cómo comportarse en presencia de nutrias marinas salvajes. La gente se entusiasma y se acerca demasiado, o incluso las persigue para conseguir la foto más simpática. RALPH PACE 42 N AT I O N A L G E O G R A P H I C



Una cría de nutria marina examina una de las inmensas frondas de kelp de la bahía en busca de cangrejos o caracoles para llevarlos a la superficie y comérselos. Los pliegues de piel que tienen en las axilas forman una especie de bolsillos que son un excelente portaobjetos. Siguiente parada: el fondo marino, donde buscará almejas, mejillones y erizos. RALPH PACE



LA NUTRIA 820 Sandrine Hazan, del APRETUJABA LA CARA Acuario de la Bahía de CONTRA LA REJILLA Monterey, da el biberón DE SU TRANSPORTÍN a una cría de nutria Y SE DESGAÑITABA, marina rescatada. Estos trajes de «Darth Vader» como se desgañitan las nutrias marinas cuando impiden que las crías sienten miedo, indignación o llaman a sus com- asocien a los humanos pañeras. (Suena algo así como un graznido de con consuelo o alimento gaviota, pero más agudo). Tenía los ojos negros, una vez son devueltas el pelaje marrón oscuro y un radiotransmisor im- a su medio natural. plantado en el abdomen. A sus 16 meses, era una nutria adolescente, cuya vida había quedado mar- CHARLIE HAMILTON JAMES cada por una serie de tribulaciones. Abandonada de recién nacida, subida a un camión por sus res- catadores, alimentada con biberón por humanos envueltos en capas negras y criada por una madre adoptiva de su misma especie en la piscina al aire libre de un acuario, la nutria 820 era un eslabón de un largo experimento ecológico, una suerte de compensación por la masacre que habían sufrido sus antepasadas más de cien años antes. Y por eso estaba ahora en un transportín, en la cubierta de una lancha neumática con motor. Ella arañaba el suelo y las paredes con las patas. «A ver qué tal sale», dijo Karl Mayer. Aquella mañana de finales de verano Mayer pilotaba la lancha hacia aguas más profundas, alejándose del Acuario de la Bahía de Monterey, donde él y su colega Sandrine Hazan son especia- listas en cuidado animal. En el acuario empezaba ya a congregarse una multitud en torno al tanque de las nutrias marinas; para sus ocupantes, la espe- cie humana debe de parecerles a veces una inter- minable fila de sonrisas bobaliconas y teléfonos móviles alzados. Un par de vueltas ondulantes, un restregón del hocico con las patas, una rápida sesión de Pelota de Plástico contra Rocas: todo parece divertir a los bípedos alineados al otro lado del cristal. Asoma del agua la bigotuda cabeza, elige un par de mirones con quienes flirtear y, estate segura, se volverán locos de alegría. 46 N AT I O N A L G E O G R A P H I C

National Geographic Society, comprometida con la divulgación y la protección de las maravillas de nuestro planeta, financia desde 2021 la labor del Explorador Kiliii Yüyan en la documentación de las comunidades humanas y el medio natural. ILUSTRACIÓN DE JOE McKENDRY IMÁGENES TOMADAS POR RALPH PACE Y KILIII YÜYAN CON LAS AUTORIZACIONES 37946D Y 37085D DEL SERVICIO DE PESCA Y VIDA SALVAJE DE ESTADOS UNIDOS

DORMIR EN LA SUPERFICIE En los bosques de kelp, las nutrias marinas se aferran a las algas a modo de ancla para que no se las lleve la corriente mientras duermen. A veces los tiburones blancos atacan a las nutrias al confundirlas con focas. Rara vez se las comen. ADAPTADAS EQUILIBRIO AL MAR Los bosques de kelp de la bahía Las nutrias marinas, dotadas de Monterey, en California, del pelaje más denso del se recuperaron al repuntar las reino animal, pueden pasar poblaciones de nutrias. La toda su vida en el agua; ictiomasa también se recobró; las nutrias de río, sus primas los lechos de kelp suelen lejanas, pasan dos terceras acoger viveros de peces. partes del tiempo en tierra. Para vivir en mares gélidos que para otros mamíferos cubiertos de pelo serían inhabitables, las nutrias marinas deben generar y conservar calor corporal constantemente. Erizo púrpura de California Strongylocentrotus purpuratus BOSQUE DE KELP DESEQUILIBRIO Las nutrias marinas comen cantidades ingentes de bivalvos y otros invertebrados, sobre todo almejas y erizos de mar. Sin ellas, habría una superabundancia de erizos que podría diezmar los bosques de kelp.

MADRES SOLTERAS Las madres deben acortar sus inmersiones al máximo para no dejar a sus vulnerables crías a merced de las águilas y otros depredadores. La flotabilidad de las crías es tan elevada que no pueden bucear hasta los dos meses de edad. DE UN COMERCIO LETAL A UN REPUNTE PROMETEDOR Es posible que antes de 1741, cuando empezó el auge del comercio mundial de pieles, la población de nutrias marinas rondase los 300.000 individuos. En el año 1911 estaban al borde de la extinción y se impusieron las primeras normativas de amparo. Hoy muchas poblaciones crecen a un ritmo constante. Polo Norte OCEÁNO ÁRTICO ASIA CANADÁ AMÉRICA DEL RUSIA ALASKA E S TA D O S (EE. UU.) UNIDOS Sitka C.B. N Ketchikan O R OMjoatrskde tka Mar de Estrecho B e r i n g Is. Pribilof del Príncipe Pen. de Kamcha Guillermo I. Príncipe WASH. Is. del Comandante Halibut de Gales OREG. E T Cove Sajalín Isla Vancouver I. Amchitka Bahía de San Francisco CALIFORNIA Islas Aleutianas Bahía de Monterey Islas Kuriles MEX. JAPÓN Distribución histórica de las O Baja nutrias marinas IC California OCÉANO C Í F P A 500 km CENSO DE NUTRIAS Asiática Del norte De California Enhydra lutris lutris Enhydra lutris kenyoni Enhydra lutris nereis Las tres subespecies de nutria marina corresponden 7.500 109.500 3.000 a poblaciones separadas geográficamente. Las (Población en 2012) (2021) (2019) diferencias biológicas son mínimas; las estimaciones se basan en estudios regionales. FUENTES DEL MAPA: JAMES BODKIN; EKATERINA OVSYANIKOVA Y OTROS, MARINE MAMMAL SCIENCE, 2020; COMISIÓN DE MAMÍFEROS MARINOS; SERVICIO DE PESCA Y VIDA SALVAJE DE ESTADOS UNIDOS; DEPARTAMENTO DE PESCA Y OCÉANOS DE CANADÁ

CUIDADO DEL PELAJE SIEMPRE ARRIBA El denso pelaje de la nutria requiere un acicalado Las nutrias marinas conservan constante para que no pierda la capa de aire que energía porque flotan; las de río proporciona aislamiento y flotabilidad al animal. tienen que nadar para no hundirse. RECIÉN LLEGADAS AL OCÉANO Ballenas y focas desarrollaron su gruesa capa de grasa aislante a lo largo de decenas de millones de años. Las nutrias marinas acumulan apenas tres millones de años de evolución y exhiben otras adaptaciones igualmente ingeniosas para mantener el calor. Pelos exteriores Pelos interiores Capa de aire Cola plana 25% de la longitud total Grandes pies palmeados Cola redondeada 40% Pelos exteriores Densidad del pelaje Pelos interiores Pelos interiores 140.000 apelmazados PELAJE AFIELTRADO pelos por centímetro Burbujas Los largos pelos exteriores se cuadrado de aire aplanan e impiden que el agua FUERZA ESTRATÉGICA alcance una capa subyacente Capa de aire, de pelos solapados. Cuando se La nutria marina posee unas acicalan, las nutrias apelmazan, 0,5 cm El aire atrapado por el potentes extremidades traseras o compactan, el pelaje inferior con pies palmeados; las patas para que atrape el aire. Piel pelaje inferior las aísla de delanteras quedan libres para las frías aguas del océano. rebuscar y agarrar el alimento. La nutria de río depende más de la ondulación de todo el cuerpo.

USO DE HERRAMIENTAS Las nutrias marinas usan piedras para desprender el marisco. Luego lo suben a la superficie, cascan las conchas y se comen la carne. Almeja Piedra 3,9% NUTRIA MARINA DE CALIFORNIA del peso corporal Enhydra lutris nereis 46 kg máx. Mínima grasa 1,5 m máx. corporal Los colgajos de piel de 2% las axilas le sirven para almacenar comida y las del peso corporal piedras que usan como herramientas. 12% 1,4% Piel Músculo NUTRIA DE RÍO NEÁRTICA Lontra canadensis 15,4 kg máx. 1,4 m máx. 70.000 Ingesta diaria como porcentaje del peso corporal pelos por centímetro cuadrado 25% 14%Nutria Nutria marina de río PELOS POTENCIA PULMONAR METABOLISMO INSACIABLE FERNANDO G. BAPTISTA, MOSTRADOS CHRISTINE FELLENZ Y EVE Los grandes pulmones añaden Su voracidad se explica porque CONANT, NGM. MESA A TAMAÑO flotabilidad en la superficie y deben alimentar un metabolismo SCHUMACHER REAL proporcionan una reserva de estratégicamente ineficiente. oxígeno al sistema circulatorio Sus mitocondrias –las centrales FUENTES: JAMES BODKIN, durante unas inmersiones de energéticas de las células– emiten BIÓLOGO EMÉRITO DEL SERVICIO búsqueda de alimento que calor constantemente para que GEOLÓGICO DE ESTADOS UNIDOS, pueden durar casi ocho minutos. el organismo no se enfríe. CENTRO CIENTÍFICO DE ALASKA; RANDALL DAVIS, UNIVERSIDAD DE TEXAS A&M



La peletera Christy Ruby, del pueblo indígena tlingit, regresa tras una jornada de caza en aguas de la isla del Príncipe de Gales. Como indígena de Alaska, está autorizada por ley a capturar nutrias marinas, siempre que se utilicen exclusivamente para la subsistencia o la elaboración de objetos artesanales tradicionales: en su caso, prendas de piel. «Yo no tomo una vida a la ligera –dice Ruby–. Es algo ancestral. Lo llevo en la sangre». KILIII YÜYAN

Existen motivos semirracionales para explicar desde Baja California, en México, hasta las islas por qué a la gente se le cae la baba al ver una nutria septentrionales de Alaska, Rusia y Japón. marina. Los expertos se los conocen todos: 1. Las nutrias marinas usan herramientas; cogen piedras Ahora, las aguas de América del Norte son esce- apropiadamente, se ponen boca arriba y se las nario de otro tipo de intervención humana, gra- colocan en el vientre para golpear y abrir las con- cias a la cual las nutrias marinas sobreviven y chas del marisco. 2. Se cuentan entre los mamífe- vuelven a expandirse. ¿Están prosperando? Pre- ros marinos más pequeños del planeta y nadan gunta peliaguda. ¿Estamos ante un final feliz? de espaldas, ofreciendo un espectáculo curiosa- Pregunta todavía más peliaguda. ¿Y qué hay de mente entretenido. 3. Tienen algo en esa carita, las propuestas más novedosas para acelerar esa en ese pelaje, en la gracilidad con la que se mue- expansión: reintroducirlas en más zonas de su ven en el agua… antigua área de distribución, como la bahía de San Francisco? Saque el tema entre los participantes Y en este punto los expertos suelen dejar de en el debate –sobre todo entre quienes se ganan enumerar motivos y rendirse a lo obvio. «Cuando la vida recogiendo el marisco que se multiplicó me preguntan por ellas, tengo que mostrarme cuando no había nutrias que se lo comiesen– y profesional y poner cara de póquer –me dijo agárrese, que vienen curvas. Diseñar el encaje de Hazan–, pero cuando no hay nadie... usamos esa unas voraces depredadoras carnívoras en un palabra que empieza por M, claro que sí». Se mundo que ha cambiado mientras ellas no esta- refiere a «monada». Hasta tal punto son monas ban tiene su intríngulis. En medio de este choque que quienes trabajan con ellas todo el día, pese a de opiniones a cuenta de Enhydra lutris, había no ser inmunes a sus encantos, pueden acabar un algo reconfortante en la tarea de aquella mañana: poco hartos. Pongamos por caso la idea de que las devolver a la nutria 820 sana y salva al mar. nutrias marinas salvajes se agarran unas a otras por las patas para que la corriente no las separe: Mayer apagó el motor y estudió el agua verde encantador, pero falso. (Siento la desilusión). Hace grisácea. En el acuario de Monterey, las nutrias unos años se publicaron las fotos de dos nutrias marinas rescatadas se identifican con números y de un acuario flotando cogidas de las patas; las no con nombre, para poner coto a los sentimien- imágenes aparecen constantemente en internet, tos: el plan es devolverlas a su hábitat natural pero no hay pruebas fehacientes de que se trate siempre que sea posible. La nutria 820 llegó a la de una conducta habitual en mar abierto. Es cierto unidad de cuidados intensivos del centro (llama- que abrazan a sus crías cuando nadan de espaldas, ron por teléfono para informar sobre el hallazgo y también que a veces se congregan en «balsas», de una cría varada; los rescatadores fueron a por dando la impresión de que se han reunido con sus ella) después de la 819 y antes de la 821. El intento amigas para una sesión de natación grupal. de suelta de esa mañana era el segundo, ya que meses antes había fracasado el primero: Mayer y Pero las nutrias marinas pueden ser feroces. Al Hazan la rastrearon con un transmisor y consta- fin y al cabo son depredadoras: carnívoras y duras taron que nadaba sin rumbo, comiendo poco y per- de pelar. Sus mandíbulas y dentadura pulverizan diendo peso. Cuando la recapturaron estaba tan bivalvos y destripan espinosos animalillos. La agotada que se dejó caer en la red sin una queja. historia de su cuasi extinción es un brutal eco- drama que comienza en el siglo XVIII, cuando los «La devolvimos a su peso normal y se recuperó marineros rusos que exploraban las islas Aleutia- –contó Mayer–. Ahora toca intentarlo otra vez». nas descubrieron lo que los pueblos costeros indí- Hizo un gesto a Hazan, quien empujó el transpor- genas del Pacífico ya sabían: que estos animales tín de 820 hasta el borde de la lancha, lo inclinó y poseen el pelaje más denso y tupido del mundo. abrió la portezuela. Las gentes de la costa también apreciaban esas pieles, pero cazaban a un ritmo que no hacía mella UNA NUTRIA RECIÉN NACIDA en las poblaciones; los nuevos cazadores, en cam- pesa unos dos kilos, parece una almohada peluda bio, no eran tan sabios. En 1911, cuando un tratado con ojos y durante unos meses necesitará a su restringió el comercio internacional de piel de madre para absolutamente todo, no solo para ali- foca y de nutria marina, unos cuantos grupos dis- mentarse, sino también para aprender las claves persos eran cuanto quedaba de la población de de la supervivencia. Los machos adultos no se nutrias marinas que en su día orlaba las costas del quedan a ayudar, y las crías no saben por instinto Pacífico: entre 150.000 y 300.000 individuos, lo que han de hacer para arrancar marisco del fondo del mar, abrir el caparazón de un cangrejo 54 N AT I O N A L G E O G R A P H I C

o almacenar bajo las axilas las piedras con las que no deben asociar la imagen y el olor de los humanos abrir las conchas para que no se les caigan mien- con el consuelo o el alimento, de modo que los tras nadan. Hay que enseñarles cómo acicalarse empleados que les daban el biberón improvisaron constantemente, esponjando el pelaje e insuflan- lo que denominaron disfraces de Darth Vader: do aire en la capa inferior de pelo; las nutrias ma- máscara negra, guantes y poncho oscuro para rinas carecen de la gruesa capa de grasa de otros disimular la forma humana. Con el tiempo, y deci- mamíferos marinos como la ballena, y su famoso didos a minimizar aún más el contacto entre crías pelaje es un grueso sistema de aislamiento para no perder calor en el agua, donde pasan casi todo el tiempo. En el Pací- fico, una nutria marina con el pelaje enmarañado o con heri- LAS NUTRIAS MARINAS das en la piel puede morir con- NO TIENEN GRASA. gelada en un santiamén. El Acuario de la Bahía de Monterey lleva experimen- tando con la recuperación de SU FAMOSO PELAJE las nutrias marinas desde que abrió sus puertas en 1984, cen- ES UN GRUESO SISTEMA trado en la fauna marina de la región. Algunas de las últimas DE AISLAMIENTO PARA NO que resistían en California PERDER CALOR EN EL AGUA. vivían no muy lejos de Monte- rey; los científicos las llaman nutrias marinas de California, o del sur, para distinguirlas de las del norte, que habitan en las inmediaciones de la fron- tera canadiense y en latitudes superiores. Enseguida empe- zaron a llegar al centro avisos de la presencia de y humanos, los biólogos del acuario decidieron nutrias de California heridas o varadas que pusie- intentar que las nutrias adultas que vivían en él ron en marcha una notable secuencia de rescate permanentemente se hiciesen cargo de enseñar y rehabilitación en el nuevo acuario. a las pequeñas. Se trataba de nutrias rescatadas Más adelante, y como incluso las crías sanas que por diversas razones no se consideraban aptas debían aprender a ser adultas, el personal empezó para regresar a la naturaleza, pero que conserva- a hacer las veces de madres sustitutas. Mayer ya ban una comprensión intuitiva de cómo se vivía no trabaja en el acuario, pero durante los primeros en ella: sabían cuidar una cría, enseñarle a buscar años que estuvo en él como investigador zoológico comida y a no enfriarse, prepararla para conocer se pasó más de una noche calmando y dando el a sus congéneres en el mar. biberón a un bebé ansioso. Solía meterse en la Ningún acuario había intentado jamás nada bahía con una cría, lastrado con un cinturón de semejante. Pero la primera de las madres sustitu- plomos sobre el traje de neopreno, y hacía una tas inspeccionó a sus nuevas pupilas, entendió la demostración de cómo sumergirse en busca de tarea que tenía entre manos y se puso a ello. Eso marisco mientras su alumnita lo observaba desde fue hace más de 20 años. Se calcula que la pobla- arriba. Rompía con los dientes cangrejos vivos ción actual de nutrias marinas de California es de mientras flotaba de espaldas. Se colocaba conchas unos 3.000 individuos, un paso alentador, aunque en el pecho y las cascaba con piedras. todavía modesto, hacia una auténtica recupera- «Básicamente era una enseñanza por imitación ción; están dispersas por todo el tercio central de –cuenta Mayer–. Nos seguían a todas partes». la costa californiana, y entre 100 y 150 de ellas viven A base de prueba y error, los humanos también en la marisma protegida de la bahía de Monterey fueron aprendiendo. Las nutrias marinas salvajes que el acuario usa como principal punto de suelta. N U T R I A S M A R I N A S 55

Mientras sus madres se dan un festín en las aguas someras de un banco de mejillones de la bahía de Monterey, alejándose lo justo para vigilarlas, estas dos crías se dedican a jugar: retozan, se persiguen y se turnan para montarse a caballito. RALPH PACE



Las nutrias marinas salvajes comparten hoy esa ensenada con las que han sido criadas por madres de acogida y sus descendientes, todas las cuales parecen haber descubierto cómo arrancar can- grejos y almejas del fondo fangoso. Allí donde escasean las piedras para aplastar el marisco, improvisan valiéndose de conchas vacías o gol- peándolo contra el casco de los barcos o los pilares de los muelles. Sobreviven. Crían. Satisfacen su formidable apetito. Y justo ahí estriba el gran problema de las nutrias marinas en el siglo XXI: en su voracidad. SON UN SACO SIN FONDO. –me dijo una tarde un mariscador de inmersión La ingesta diaria de una nutria marina adulta llamado Jeremy Leighton en una cafetería frente puede equivaler a una cuarta parte de su peso; las al mar, describiendo los fondos marinos tras el madres lactantes necesitan incluso más alimento. paso de las voraces nutrias–. Lo arrasan todo a Comen marisco, y cuando se dice que consumen medida que se expanden». alrededor de una cuarta parte de su peso corporal no se cuentan las conchas. (Para un ejemplar Leighton nació en Alaska, como su padre y su adulto de 30 kilos se calculan unos 7,5 kilos de abuela. Vive en Ketchikan. Extrae, entre otras carne de marisco). En su área de distribución, la especies, geoduck del Pacífico, una almeja de gran nutria marina es una especie clave, término que tamaño que se oculta bajo la arena, y pepino de asignan los biólogos a aquellos animales o plantas mar. Marisquea en el sudeste del estado, actual especialmente importantes para sus respectivos epicentro mundial del odio a la nutria marina. En ecosistemas. Su insaciable apetito, sumado a su esa zona oí calificarlas de «plaga» (en boca de un elección de presas, puede mantener –o restaurar– líder tribal haida) y de «catástrofe» (dicho por un un equilibrio saludable en su hábitat marino. cangrejero). «En realidad son una de las cosas más destructivas del planeta», afirmó un hombre que Entre los mariscos que devoran figuran, por lleva casi 40 años mariscando en la zona. ejemplo, los erizos de mar. Los erizos se alimentan de kelp; si no hay nutrias por la zona para impedir que proliferen en exceso, los erizos pueden arrasar bosques enteros de estas algas. Y la ciencia está descubriendo que los bosques de kelp, junto con las praderas marinas que prosperan cuando hay nutrias marinas de por medio, desempeñan una función crucial para la resiliencia del mar. Las marañas de kelp hacen las veces de viveros protec- tores para las crías de pez, con lo cual la ictiomasa aumenta tanto en volumen como en variedad. Las praderas marinas filtran los contaminantes del agua y fijan el carbono en el sedimento. «La presencia de nutrias marinas tiene efectos enormes –afirma Tim Tinker, profesor asociado de la Universidad de California en Santa Cruz y uno de los principales expertos del mundo en estos animales–. Por eso es tan importante enten- derlas. Cuando se las expulsa de un ecosistema o se las reintroduce en él, todo cambia y se produce una disrupción. Algunas personas estarán encan- tadas con las consecuencias. Otras no». Para muestra, un botón: los mariscadores profesionales. «Es como tirar la bomba atómica 58 N AT I O N A L G E O G R A P H I C

Jared Ellis termina de izar los pepinos de mar recolectados por Craig Thomas, el dueño de la embarcación. Aunque las nutrias marinas, ávidas de marisco, se han ido extendiendo por otras partes del sudeste de Alaska, hasta ahora prácticamente no se han acercado a esta zona, la bahía de Kasaan. Pero de vez en cuando ya se avistan ejemplares errantes. «Es cuestión de tiempo –dice Ellis, que en verano trabaja en la construcción, pero espera dedicarse profesionalmente al marisqueo de inmersión–. Y eso da miedo, desde luego». KILIII YÜYAN En honor a la verdad, esa última descripción calculan que en la costa de la Columbia Británica fue precedida de un «son preciosas, tan peluditas viven otras 8.000. y todo eso, pero en realidad…». Así hablaba Ed Hansen, que trabaja con la Alianza de Pescadores ¿A qué se debe esa diferencia en las cifras de del Sudeste de Alaska. Él y su esposa, Kathy, la recuperación de las del norte y las de California? directora ejecutiva de este colectivo, entienden Hay que remontarse a una intervención humana que a la gente les encanten, pero creen que la his- de hace más de medio siglo, cuando el Gobierno toria moderna de la nutria marina es un ejemplo estadounidense llevaba a cabo pruebas nucleares de tiro salido por la culata, porque a diferencia de subterráneas en Amchitka, una isla a 1.600 kiló- sus primas de California, en las últimas décadas metros al oeste de la Alaska continental. Amchitka las nutrias marinas del norte se han multiplicado forma parte de las Aleutianas, y aunque es en este sin freno en unas aguas de las que habían desa- archipiélago donde se inició la caza que estaría a parecido. Un estudio de 2021 respaldado por el punto de extinguir a las nutrias marinas, a media- Servicio de Pesca y Vida Salvaje de Estados Unidos dos de la década de 1960 también era el lugar en cifró la población del sudeste de Alaska en más que aún se podían hallar algunos de los pocos de 27.000 individuos. Los científicos canadienses ejemplares salvajes que quedaban en el mundo: colonias remanentes, las llamaban los biólogos. N U T R I A S M A R I N A S 59



Los grupos de nutrias marinas, como este avistado en Halibut Cove, en Alaska, se denominan «balsas». Suelen ser unisexuales: todas hembras, con sus crías y a menudo un macho territorial, o todos machos. Juntas se acicalan y descansan entre las frenéticas incursiones en busca de alimento que exasperan a los mariscadores humanos. «Tenemos con ellas una relación a largo plazo –dice el investigador Tim Tinker–. Nutrias y humanos debemos replantearnos cómo convivir». KILIII YÜYAN

Cuando las ondas de choque de la primera prueba Miller participa en una iniciativa cultural para acabaron en 1965 con cientos de aquellas nutrias, la enseñanza y el fomento del tipo de caza y pele- el Departamento de Pesca y Caza de Alaska em- tería nativas de Alaska que autoriza la ley, aunque prendió una extraordinaria sucesión de traslados articular un sector viable de peletería de nutria aéreos para reubicarlas: en los siguientes siete años marina ha resultado ser muy complicado, dadas se sacaron más de 700 nutrias marinas de las las incontables restricciones que limitan cómo Aleutianas y del estrecho del Príncipe Guillermo, obtener y utilizar las pieles. También se pregunta se trasladaron en avión hacia el este y se devol- qué estará ocurriendo en las aguas que bañan su vieron a su territorio ancestral de la costa oeste ciudad natal, Sitka: a principios de la década de de Canadá y la zona norte de Estados Unidos. 2000, las nutrias marinas en expansión arrasaban con el marisco que los lugareños extraían desde Las nutrias liberadas en la costa de Oregón no hacía generaciones. Sin embargo, desde hace un sobrevivieron; llegado 1981, todas habían muerto tiempo hay menos nutrias en el estrecho de Sitka o se habían dispersado. Las soltadas en aguas del y la masa marisquera está aumentando. ¿Se debe estado de Washington se quedaron en un tramo a la intervención de cazadores nativos que, alen- del litoral, y su número creció de forma lenta pero tados por esa iniciativa cultural, se han propuesto constante. En el sudeste de Alaska y la Columbia abatir nutrias, no tantas como para que desapa- Británica, en cambio, las nutrias se reubicaron en rezcan del estrecho, pero sí las suficientes para las incontables bahías y ensenadas de la costa, que que se den por aludidas y no se acerquen tanto? resultaron ser el entorno abrigado idóneo para que la población creciese a un ritmo acelerado; algu- «Las nutrias son listas –afirma Miller–. No hacía nos alaskeños dirían que explosivo. Las hembras falta eliminarlas a todas». Tanto la sabiduría tribal criaron (suelen parir entre siete y 10 crías a lo largo como la investigación académica respaldan la de su vida). Esas crías crecieron y se reprodujeron idea de que estos animales aprenden a reconocer a su vez. Las colonias en expansión ocuparon más y evitar las zonas de peligro, y que los indígenas bahías y ensenadas en busca de alimento. pueden haberlas cazado en lugares específicos para proteger zonas de marisqueo designadas LA LEY DE PROTECCIÓN como tales. No cabe duda de que en otro tiempo de Mamíferos Marinos de 1972 dice lo siguiente vivían en plena abundancia de mariscos y nutrias sobre matar cualquier animal de esta clase, marinas; hablamos de hace mucho, antes de que nutrias marinas incluidas, en territorio estadou- existiese el transporte refrigerado y que al mundo nidense: está taxativamente prohibido. Es más, se le despertase el apetito por los mariscos que es constitutivo de delito. Tampoco se les puede comen las nutrias. Hoy Miller forma parte de una «hostigar». Existe un número muy reducido de asamblea permanente de «actores interesados en excepciones, como la que ampara a los pueblos la nutria marina» del sudeste de Alaska, tal y como nativos de Alaska, autorizados a cazar nutrias se llaman a sí mismos –autoridades en materia de marinas por motivos de «subsistencia» o para con- pesca y caza, miembros de tribus, científicos y feccionar «genuinos artículos de artesanía y ves- pescadores y mariscadores profesionales–, unidos timenta», es decir, para desollarlas y utilizar sus en el empeño de elaborar un plan moderno para pieles única y exclusivamente de las maneras que compartir los recursos con una especie clave que detalla la ley. los humanos estuvieron a punto de aniquilar. Esto significa que si usted está viendo cómo las «Es importante que reaprendamos a coexistir nutrias devoran el sustento de su familia, esta ley con ellas –dice Tim Tinker–. Los nativos sabían le impide mover un dedo al respecto, y da igual hacerlo. Y después, durante 150 años, los europeos que sea usted nativo de Alaska. (En Canadá hay recién llegados hicieron todo lo contrario». prohibiciones similares, pero sin excepciones para sus pueblos nativos). «La ley no se redactó pen- De los debates de Alaska no ha surgido ninguna sando en una posible sobreabundancia –dice Mike propuesta concreta, pero hay quien está muy pen- Miller, miembro del Consejo Tribal de los Sitkas diente de ellos desde la costa oeste de los Estados y presidente del Consejo de Pueblos Indígenas de Unidos contiguos, sobre todo la bahía de San Alaska para los Mamíferos Marinos–. Pero si se Francisco y el litoral de Oregón. Ambas regiones analiza su impacto global sobre la salud del mar, están en estudio como posibles zonas de reintro- las nutrias también tienen un lado positivo. Tiene ducción: son aguas ricas en marisco que en su día que haber algún modo de hallar el equilibrio». acogieron a miles de nutrias marinas y quizá podrían volver a recibirlas. Y unas colonias sanas 62 N A T I O N A L G E O G R A P H I C

de nutrias podrían mejorar la calidad del agua y supervivencia: pocas semanas después de la de la flora en ambos lugares, haciendo al mismo segunda suelta recaló en un muelle cercano, tiempo las delicias de los turistas. herida y famélica. Tenía un mordisco de tiburón Los sectores locales del buceo y de la pesca del y estaba infestada de parásitos. Los rescatadores cangrejo responden con recelo: nosotros también volvieron a recogerla, el personal veterinario la somos parte del ecosistema. «No nos cerramos en curó de nuevo, y en esa ocasión 820 fue declarada banda a la reintroducción –matiza Tim Novotny, oficialmente no apta para volver a la naturaleza. director ejecutivo de la Comi- sión de Oregón para el Can- grejo Dungeness, que se ha unido a las conversaciones en curso con la Alianza Elakha, un colectivo de conservacio- EL PROBLEMADE LA NUTRIA nistas, científicos y líderes tri- MARINA EN EL SIGLO XXI ES bales que exploran un nuevo intento de devolver las nutrias marinas al estado–. La preocu- pación es que nadie quiere SU VORACIDAD. UNA meter en el agua una peluda bomba de relojería que se lleve ADULTA DE 30 KILOS por delante los cangrejos». COME UNOS7,5KILOS DE CARNE DE MARISCO AL DÍA. Elakha es una palabra chi- nook que significa «nutria de mar», y el presidente de la alianza, Robert Bailey, dice que sus colegas y él están decidi- dos a aprender de la experien- cia alaskeña: considerar a la nutria marina como «un tesoro común», según sus palabras, y elaborar propuestas de reintro- ducción capaces de evitar que los mariscadores Ahora vive en una piscina rodeada de rocas en el pierdan demasiadas capturas. En cualquier caso, SeaWorld de San Diego. Además, su nombre ya las nutrias tendrían que introducirse estratégica- no es un número. Una encuesta pública la rebau- mente, dice Bailey, y su población debería vigi- tizó como Nova, y Hill dice que, aunque a veces larse. «Queremos minimizar ese impacto», añade. trata de birlar comida a sus compañeras, parece ¿De dónde podrían proceder esas nutrias reu- haberse ganado el cariño hasta de la nutria más bicadas? Entre otras, de las poblaciones que inclu- vieja de la piscina, que suele ir a lo suyo. La última yen ejemplares criados por madres sustitutas, vez que la vi, nadaba jugueteando con un tubo de como la nutria 820. Un punto de reintroducción plástico lleno de trozos de oreja de mar y pulpo vigilado al detalle podría convertirse en una nueva congelados. Los empleados los lanzan a la piscina zona de suelta para las nutrias rescatadas del para que las nutrias saquen la comida del interior Acuario de la Bahía de Monterey, y otros dos acua- a base de golpecillos, y evidentemente Nova había rios de la costa Oeste están desarrollando progra- decidido jugar primero con el tubo: lo balanceaba mas del mismo estilo para emparejar madres sobre la barriga, lo empujaba con el morro, lo gol- sustitutas con crías rescatadas. Esos programas peaba contra el cristal. La gente señalaba y son- también necesitarán puntos de suelta adecuados. reía, y un hombre levantó a la niña que tenía a su Llegados a este punto sería estupendo poder lado para que viese mejor. j decir que la nutria 820 fue avistada por última vez nadando plácidamente en la bahía de Monterey, Cynthia Gorney colabora desde hace muchos aplastando cangrejos sobre la barriga. Por desgra- años con la revista. Ralph Pace está especializado cia, no fue así. Siguiendo la tradición de su espe- en fotografía submarina y medioambiental. Kiliii cie, la historia de 820 se convirtió en un drama de Yüyan documenta la relación que tienen las distintas culturas del mundo con la naturaleza. N U T R I A S M A R I N A S 63



POR PETER S C H WA R T Z S T E I N FOTOGRAFÍAS DE MOISÉS SAMAN HECHO DE BARRO La arquitectura de África occidental mira al pasado para combatir el calor del futuro. Los muros de adobe de la Gran Mezquita de Bobo-Dioulasso, construida a finales del siglo XIX en Burkina Faso, se impermeabilizan todos los años con manteca de karité. Pero a menudo el adobe no resiste las intensas lluvias que trae consigo el cambio climático. 65



Los muros del Instituto de Tecnología de Burkina, erigido en Koudougou por el célebre arquitecto burkinés Francis Kéré y concluido en 2020, son de arcilla colada. Una fachada de madera de eucalipto proporciona sombra. En lo alto de cada aula, un respiradero evacúa el aire caliente.

La ciudad yemení de Shibam se diseñó teniendo en cuenta el calor abrasador del desierto. Apodada la Manhattan del desierto, sus altísimos edificios de adobe de varias alturas proporcionan sombra. Los muros blancos reflejan la luz directa del sol y evitan que se acumule el calor.



ES UNA MAÑANA DE Con más de dos MEDIADOS DE MAYO. metros de grosor, EN KOUMI, UN PUEBLO los muros de adobe DE BURKINA FASO, de la Gran Mezquita SANON MOUSA CASI de Bobo-Dioulasso HA TERMINADO EL protegen a los fieles MANTENIMIENTO del calor. Al ser tan ANUAL DE SU CASA DE gruesos, absorben TRES HABITACIONES. lentamente el calor del día y lo disipan Ha sustituido los soportes de la techumbre roídos cuando la temperatura por las termitas por unas vigas recién cortadas y nocturna desciende. ha reforzado los muros de tierra, algunos de un metro de grosor y más de cien años de antigüedad, Este artículo ha sido que protegen la casa del calor. Tras reponer la cu- producido y publicado bierta vegetal y sacrificar una cabra en memoria por National Geographic de sus antepasados, solo le falta aplicar varias en colaboración con el capas de impermeabilizante en la parte exterior. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. «Con el barro estaremos frescos. Con el aceite de motor, la arcilla y el excremento de vaca esta- remos secos», dice Mousa mientras recorremos su vivienda, que está 13 grados más fresca que el exterior. Bibliotecario de escuela jubilado y ya entrado en la cincuentena, Mousa está orgulloso de su casa, aunque eso no significa que sea su opción de vivienda preferida. Últimamente ha visto cómo los vecinos más ricos de esta verde franja del sudoeste del país reconstruían las suyas con hormigón. Le duele que su casa sea símbolo de su relativa pobreza. Pese a acumular deudas y llevar años encadenando malas cosechas, de las que depende para complementar su pensión, siente la tentación de meterse en préstamos y abandonar su casa de adobe en busca de mayor estatus y segu- ridad. El día que lo entrevisté hacía poco que dos hermanos del pueblo habían muerto mientras dormían al desmoronarse un muro de tierra. En el interior de una maltrecha casa comunal hecha de tierra, Mousa se sienta junto al jefe de la aldea. Sanu –a secas– está furioso. Ha ordenado que en el centro de la aldea se construya con tierra en un intento de preservar las viejas costumbres, 70 N A T I O N A L G E O G R A P H I C


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