REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”materias primas fue más pronunciado, generando una baja del 23% en los términos deintercambio de Colombia entre 1925-9 y 1930-4 (véase el cuadro 6.1). Aunque lascantidades exportadas de petróleo y banano también retrocedieron, el dinamismo delcafé y del oro compensó con creces la caída de ambos productos.Según se aprecia en el cuadro 6.1, las exportaciones reales de Colombia (o quantum deexportaciones) aumentaron incluso en los años más agudos de la crisis. No obstante, elimpacto del deterioro de los términos de intercambio terminó prevaleciendo,provocando una merma del 8% en el poder de compra de las exportaciones entre losaños de bonanza y la primera mitad de la década del treinta. Esta caída, sin embargo,fue moderada y ciertamente insuficiente para desencadenar una crisis de grandesproporciones. El colapso del sector externo colombiano en los años treinta estuvoligado así a los desarrollos del mercado internacional de capitales. Entre 1926 y 1928 el país había acudido en gran escala al mercado de capitales parafinanciar una expansión sin precedentes de las obras públicas. El mecanismofundamental fue la emisión de bonos de los gobiernos nacional, departamentales ymunicipales y de otras entidades públicas, como el Banco Agrícola Hipotecario, que sevendían en la bolsa de valores de Nueva York.En el segundo semestre de 1928, varios factores se conjugaron para interrumpirbruscamente estos flujos de divisas. Desde julio de dicho año las autoridadesmonetarias norteamericanas comenzaron a adoptar medidas restrictivas para tratar defrenar la especulación en la bolsa de valores. Fuera de ello, la actitud firme delgobierno de Abadía Méndez ante los intereses petroleros norteamericanos y lascrecientes dudas en el exterior sobre la situación fiscal del país llevaron alDepartamento de Comercio de Estados Unidos a hacer circular entre los banquerosnorteamericanos en septiembre de 1928 un documento en el cual se manifestaban porprimera vez recelos sobre la capacidad del gobierno de pagar la deuda que estabacontrayendo. 51
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”El colapso de la bolsa de valores de Nueva York en octubre de 1929 interrumpiódefinitivamente esta fuente de recursos. Los esfuerzos de los gobiernos de AbadíaMéndez y Olaya Herrera por conseguir recursos alternativos por conducto de la bancaprivada resultaron relativamente infructuosos. Este último, desde su elección comopresidente de la República, en 1930, emprendió una campaña entre los círculosfinancieros norteamericanos para conseguir préstamos de corto plazo apoyándose, enparte, en su política de apertura a las inversiones petroleras norteamericanas.Aun así, el nuevo presidente sólo pudo obtener créditos por $17 millones durante elprimer año de su mandato, una cantidad insuficiente si se tiene en cuenta que el pagode la deuda externa acumulada durante los años de bonanza ya sumaba $19 millonesanuales. 52
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”CUADRO (6.1) COMERCIO EXTERIOR Y FLUJOS DE CAPITALES, 1925-1944 1925-9 1930-4 1935-9 1940-4A.Valores (miles de dolares anuales) 93.6 64.2 76.5 106.1Exportaciones efectivasa (f.o.b.) 129.9 50.0 86.7 85.1Importaciones (c.i.f.) 39.1 -18.9 12.3 5.7Flujo neto de capitales e intereses 1925-9 1930-4 1935-9 1940-4 2.8 -4.7 2.1 26.7Cambio en reservasB. Indices (1925-9 = 100) 100.0 77.2 65.8 66.3Términos de intercambio 100.0 125.4 156.0 162.8Exportaciones reales 100.0 92.1 99.9 115.6Poder de compra de las exportaciones 100.0 51.0 81.3 68.1Importaciones realesFUENTE: José Antonio Ocampo y Santiago Montenegro, Crisis mundial, protección eindustrialización, Bogotá, 1984. 53
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”La conjunción de menores ingresos de capitales y mayores pagos por concepto de ladeuda adquirida en los años veinte fue desastrosa. Según se aprecia en el cuadro 6.1,el país pasó de recibir ingresos netos por US$39 millones anuales de 1925-1929 apagar US$19 millones al año en 1930-1934. La primera suma equivalía al 42% de lasexportaciones extraordinarias de los años veinte; la segunda consumía, por elcontrario, el 29% de los ya mermados ingresos de exportación de la primera mitad dela década del treinta. Como la disminución del poder de compra de las exportacionesentre ambos períodos fue modesta, según hemos visto, la violenta caída de lasimportaciones reales (del 49% según el cuadro 6.1 y del 68% si se compara el últimoaño de bonanza, 1928, con el más agudo de la crisis, 1932) debe atribuirse ante todo alestrangulamiento generado por el brusco viraje del mercado internacional decapitales.MORATORIA SOBRE EL SERVICIO DE LA DEUDA EXTERNA A COMIENZOS DE LOSAÑOS TREINTA = IMPLANTACIÓN DEL CONTROL DE CAMBIOS EN SEPTIEMBRE DE1931.Dada la magnitud del drenaje de divisas, no es sorprendente que Colombia, como lamayoría de los países latinoamericanos, haya declarado la moratoria sobre el serviciode la deuda externa a comienzos de los años treinta, a pesar de los esfuerzos delgobierno de Olaya Herrera por mantenerse dentro de las reglas de juego de la bancainternacional. Los primeros pasos hacia la moratoria se dieron a raíz de la implantacióndel control de cambios en septiembre de 1931.En efecto, en octubre de 1931 se decidió que los pagos de la deuda externa de losdepartamentos, municipios y bancos debían ser autorizados por la Oficina de Controlde Cambios; si los giros correspondientes no eran aprobados, las entidades respectivasdebían depositar de todas maneras el pago correspondiente, en pesos, en el Banco dela República. En diciembre de 1931, el gobierno nacional llegó a un acuerdo con lamayoría de los tenedores de la deuda externa colombiana, por medio del cual sesuspendían temporalmente las amortizaciones de todas las deudas y se permitía pagarlos intereses de aquellas que no estaban garantizadas por la nación con vales a tresaños e intereses del 6%. La combinación de estas medidas equivalía a obligar a las 54
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”entidades subnacionales y a los bancos a pagar al Banco de la República una deudasobre la cual se había decretado una suspensión de pagos. No es extraño, por ello, quelos departamentos y municipios hayan decidido en marzo y abril de 1932 suspender lasconsignaciones en el Banco de la República.El gobierno nacional consideró entonces que no podía cumplir el acuerdo con losacreedores extranjeros y el 23 de mayo comunicó en la prensa norteamericana quesólo seguiría pagando los intereses de la deuda nacional y la del Banco AgrícolaHipotecario, que estaba garantizada por la nación.De esta manera, desde 1932 se dejó de pagar suma alguna por el 43% de la deudaexterna de largo plazo del país, lo cual representaba un ahorro de $9 millones al año;la suspensión de la amortización de las deudas garantizadas por la nación significabaun ahorro adicional de $2 millones. A pesar de una oposición generalizada, losintereses de la deuda nacional se cancelaron puntualmente hasta principios de 1933,cuando la guerra con el Perú llevó al gobierno nacional a suspenderlos en su totalidad.Los pagos de los intereses de 1933 y 1934 se siguieron haciendo con vales y solamenteen 1935 se interrumpió por entero el servicio de la deuda de largo plazo, aunque secontinuó pagando la de corto plazo y los vales emitidos durante los dos añosanteriores. A partir de entonces el país comenzó, además, a presionar a los acreedoresextranjeros para que llegaran a un arreglo global, que tuviera en cuenta la capacidadde pagos del país. La política del buen vecino de Roosevelt y su franca animadversión alos intereses financieros norteamericanos fueron decisivos, sin duda, en la declaraciónde la moratoria definitiva y en la búsqueda de un arreglo ventajoso para el país.El arreglo sobre la deuda nacional concluyó al inicio de la segunda guerra mundial; seconvino en reducir los intereses originales del 6 al 3%, capitalizar solamente la mitadde aquellos que no habían sido pagados desde 1935 y establecer un fondo paraamortizar anualmente parte de la deuda externa, mediante el sistema de compras enel mercado abierto. El arreglo fue posible gracias a la mediación del gobiernonorteamericano ante el comité de tenedores de bonos colombianos, en un contextoen el cual el primero buscaba el alinderamiento de nuestro país en el conflicto bélico.No menos importante fue el interés del gobierno colombiano en normalizar susituación de deuda externa para acudir a los créditos otorgados por el recién creadoBanco de Exportaciones e Importaciones de Estados Unidos. 55
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”2. La agudización de la crisis cafetera y la Segunda Guerra Mundial A partir de 1933,la moratoria sobre la deuda externa posibilitó una recuperación de las importacionesreales y facilitó el proceso de reactivación de la economía. En 1935-1939 lasimportaciones reales subieron 59% en relación con la primera mitad de la década deltreinta, aunque permanecieron por debajo de los niveles de bonanza de los añosveinte. La inversión directa dirigida al sector petrolero y la recuperación del créditocomercial permitieron, además, algunas entradas de capital. El poder de compra de lasexportaciones aumentó muy poco, por el contrario, y contribuyó apenas en formamarginal a la recuperación del sector externo.Este último resultado no puede atribuirse al escaso dinamismo de los sectores deexportación. Por el contrario, la producción de café y oro mostraron hasta fines de losaños treinta un gran empuje. En el primer caso, el país no sólo consolidó su posición enel mercado norteamericano sino que logró grandes avances en el alemán, gracias a unacuerdo de compensación del comercio con dicho país que se firmó a mediados de ladécada. Las cantidades exportadas de café se incrementaron así en un 62% entre1925-9 y 1935-9. El dinamismo del sector aurífero fue aún más impresionante, del158% entre estos dos lustros. A pesar del escaso crecimiento de los otros dosproductos de exportación del país, el petróleo y el banano, las exportaciones realescrecieron en un 56%, un crecimiento sin duda apreciable en medio de la peor crisisinternacional de la historia.El problema esencial residía en la creciente debilidad de los precios del grano. Enefecto, según se aprecia en el cuadro 6.1, los términos de intercambio del paíssiguieron disminuyendo a lo largo de la década del treinta y en 1935-1939 se habíanreducido a dos terceras partes de su nivel de bonanza. En el caso del café, los términosde intercambio se habían reducido a la mitad y, en el año más crítico de nuestroperíodo de estudio, en 1940, a sólo un 37% de su nivel de 1925-1929.La dificultad más importante era el enorme peso de la sobreproducción de café delBrasil, que alcanzaba una tercera parte de la cosecha anual de dicho país a comienzosde los años treinta. Aunque a partir de 1931 empezó a destruir los excedentes,quemándolos o lanzándolos al mar, y a erradicar parte de las siembras, los excesos deproducción del Brasil fueron un factor depresivo del mercado a lo largo de la década.La debilidad del mercado se reflejó en cortas recuperaciones seguidas de crisis cadavez peores. 56
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”El repunte de los precios en 1934 se vio sucedido por una nueva reducción de lascotizaciones en 1935. En 1936 y 1937 se presentó una nueva recuperación, gracias enparte al pacto colombo-brasileño suscrito a fines de 1936, que establecía que ambospaíses intervendrían para mantener unos precios mínimos de café. Sin embargo, con laruptura del pacto en noviembre de 1937 se desencadenó una nueva crisis. Finalmente,la corta recuperación de 1939 fue seguida de la peor crisis cafetera de la época, en1940, generada por la virtual desaparición de la demanda europea a raíz de la rupturade las hostilidades en el viejo continente. En agosto de 1940, las cotizaciones del cafécolombiano habían llegado a uno de los peores niveles de la historia (US7.5 c/lb.). 57
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL” EL CAFÉ COLOMBIANO – FOTOGRAFÍAS FEDERACIÓN NACIONAL DE CAFETEROS COLOMBIA Columnista invitado: JOSÉ ANTONIO OCAMPO EL ACUERDO INTERNACIONAL DEL CAFÉ – NOVIEMBRE DE 1940La magnitud de la crisis cafetera, a más de evidentes móviles políticos, llevaron aEstados Unidos a propiciar el Acuerdo Interamericano de Café, que se firmó ennoviembre de 1940. El pacto estableció un sistema de cuotas para los paísesexportadores, garantizado por la participación del principal país consumidor comoparte integral del convenio. En el caso colombiano, la cuota asignada (3.150.000 sacos)representaba un 80% de las exportaciones promedio del país en los cinco años 58
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”anteriores y cerca del 20% de la cuota total asignada dentro del Acuerdo para elprimer año cafetero (octubre de 1940 a septiembre de 1941).Los precios internacionales del grano comenzaron a recobrarse en octubre de 1940, yya a mediados del año siguiente habían llegado a US15.9 ¢/lb., para el cafécolombiano, más del doble del nivel alcanzado durante los meses críticos de agosto yseptiembre de 1940. Las sucesivas ampliaciones de las cuotas finalmente estabilizaronlos precios en junio de 1941. Para evitar que la entrada de Estados Unidos a la guerramundial, el 7 de diciembre de 1941, produjera una nueva ola alcista, el 11 dediciembre el gobierno norteamericano fijó unos precios máximos tentativos para lascompras de Café. El 29 de diciembre se establecieron los precios definitivos, que en elcaso del café Manizales fueron de US15.9 ¢/lb., un nivel similar al de mediados delaño. Este precio se mantuvo invariable hasta después de terminado el conflicto bélico.La campaña submarina alemana en la Costa Atlántica de Estados Unidos y el Caribegeneró severos problemas en el transporte marítimo desde comienzos de 1942, queafectaron especialmente a las exportaciones brasileñas. Aunque el problemadisminuyó un tanto a finales del mismo año, sólo desapareció a mediados de 1943.Gracias a su mejor acceso al mercado norteamericano, Colombia y los paísescentroamericanos se beneficiaron de los acontecimientos, ya que los subembarquesbrasileños obligaron a decretar varios aumentos de las cuotas. En compensación, laCorporación de Crédito Comercial de Estados Unidos compró aquellas partes de lascuotas brasileñas de los años cafeteros 1941/2 y 1942/3 que no pudierontransportarse. Los años siguientes fueron menos agitados. El problema deabastecimiento desapareció gradualmente y, gracias al dinamismo de la economíanorteamericana, el consumo de dicho país absorbió una proporción creciente de laproducción mundial. Como la cosecha brasileña había seguido descendiendo, elequilibrio en el mercado mundial del grano había sido restablecido por fin en losúltimos años del conflicto bélico.Pese al alza en los precios del café en 1941, los términos de intercambio del paíspermanecieron relativamente deprimidos durante los años de la guerra. Aun si seexcluye el año 1940, la relación de precios de intercambio permaneció por debajo, nosólo de los niveles de la bonanza de los años veinte sino de los de primera mitad de la 59
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”década del treinta. Sin embargo, como la recuperación de los precios del café coincidiócon incrementos adicionales en las cantidades exportadas, el poder de compra de lasventas externas del país superó por primera vez los niveles de los años veinte.En cualquier caso, es difícil afirmar que los años de la segunda guerra mundial sehayan caracterizado por los cuantiosos ingresos de divisas. Más bien, el problemaesencial fue la dificultad para importar, debido al racionamiento impuesto por EstadosUnidos a muchos productos durante los años críticos de la conflagración bélica, a lautilización para fines militares de la flota mercante de dicho país y a la campañasubmarina alemana de 1942-1943. En efecto, a pesar de los mayores ingresosgenerados por las exportaciones, las importaciones reales se redujeron en un 16%entre 1935-1939 y 1940-1944.Los años 1942 y 1943 fueron particularmente críticos y obligaron al gobiernocolombiano a racionar algunos bienes importados, en especial hierro y llantas.Además, la dificultad para importar se reflejó en una considerable acumulación dereservas internacionales durante estos años. Las reservas del Banco de la Repúblicapasaron de US$22.5 millones en 1941 a US$176.8 millones en 1945.Al adquirir estas divisas, el Banco emitía una cantidad correspondiente en pesoscolombianos, generando así una ampliación considerable de los medios de pago. Estaexpansión monetaria generó grandes retos a la política económica, según veremosmás adelante.Así las cosas, es evidente que para el período 1925-1945, visto como un todo, losgrandes beneficiarios del proceso de desarrollo fueron los propietarios del capital. Losasalariados urbanos aumentaron su participación en el ingreso durante la primeramitad, pero perdieron gran parte del terreno ganado durante la segunda década quecubre este período. Los trabajadores rurales, finalmente, experimentaron un avancenulo o un retroceso absoluto durante estos veinte años. 60
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”DESARROLLO ECONÓMICO DURANTE LA REPÚBLICA LIBERALSi se comparan tanto con la década del veinte como con la posguerra, los años de laRepública Liberal fueron de un crecimiento económico relativamente lento. En efecto,entre 1929 y 1945 el Producto Interno Bruto creció apenas a una tasa del 3.3% anual(véase el cuadro 6.4), el ritmo más bajo para un período similar desde que se tienenregistros de Cuentas Nacionales. Durante estos 16 años, el PIB per cápita apenas crecióen un 21%, menos de lo que aumentó durante los cuatro años de bonanza de ladécada del veinte (23% entre 1925 y 1929). Obviamente, la época analizada incluye losaños adversos de la gran depresión y la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, inclusosi se excluyen estos años, el crecimiento apenas se eleva al 5.0% anual, ciertamenteinferior al de los períodos de bonanza de los años veinte y de épocas posteriores.El desarrollo económico de estos años debe juzgarse así en términos de algunossectores específicos que experimentaron una transformación importante. Entre ellosse destaca, en primer término, la industria manufacturera, que incrementó suparticipación en el PIB total del 8.9% en 1929 a 16.5% en 1945 y que creció a un ritmoextremadamente dinámico entre 1931 y 1939. La producción de oro también vivió unagran bonanza, pero el sector minero en su conjunto creció a un ritmo lento. Fuera deestos dos sectores, la construcción y el transporte disfrutaron también de unaexpansión dinámica en los años treinta.En el sector agropecuario, algunos productos también manifestaron algún dinamismo,al menos durante algunos años. Conviene destacar, en particular, la produccióncafetera, que continuó creciendo a ritmos relativamente elevados hasta fines de ladécada del treinta, la producción de caña de azúcar en el Valle del Cauca, que tuvo unabonanza paralela a la del sector industrial al que servía de insumo, y la producción dealgunos alimentos sustitutivos de importación (nuevamente el azúcar, pero también elarroz, el trigo, el cacao y el ganado porcino) que presentaron un fuerte dinamismo acomienzos del período, gracias a la política de protección al sector agropecuarioadoptada en 1931. 61
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”Debido a su gran dinamismo, el avance industrial ha sido el eje de atención de losanalistas del período. El desarrollo se concentró fundamentalmente en la producciónde bienes de consumo no duradero, con algunas excepciones notables, el cemento enparticular. Las empresas que le sirvieron de apoyo habían sido o fueron fundadas porcolombianos o inmigrantes y hasta bien avanzado el proceso conservaron unaestructura esencialmente familiar. En ausencia de un mercado desarrollado decapitales, los nexos familiares fueron fundamentales para canalizar recursosprovenientes de otras actividades económicas. No obstante, ya en los años treinta y,especialmente, durante la Segunda Guerra Mundial, las bolsas de valores sirvieroncomo mecanismo para transferir capitales hacia las empresas más dinámicas. Noaconteció lo mismo, sin embargo, con el sistema bancario, que durante el períododesempeñó un papel muy secundario en la canalización de recursos hacía el sectormanufacturero. El desarrollo de la industria tuvo, además, una base regionalrelativamente diversificada, que contrasta con la experiencia de otros paíseslatinoamericanos. Ya desde fines del siglo XIX y comienzos del XX se habían insinuadotres polos de desarrollo importantes —Bogotá, Medellín y Barranquilla—, a los cualesse unió en la década del veinte el Valle del Cauca. Esta estructura regional se mantuvorelativamente inalterada durante los años treinta y la guerra, aunque hubo algunatendencia hacia la especialización, según veremos más adelante.El mercado de bienes industriales se había ampliado considerablemente durante lafase de desarrollo exportador, pero estaba abastecido en gran medida conimportaciones. El caso más importante era el de los textiles, que todavía continuabansiendo en los años veinte y comienzos de los treinta el principal renglón de lasimportaciones colombianas y cuyo consumo interno seguía siendo satisfecho entre un80 y un 90% por bienes producidos en el exterior. Otro caso importante es el delcemento, cuya producción era apenas incipiente antes de la crisis del treinta y estabaconcentrada en una sola empresa. Gracias a la sustitución de importaciones, el paísexperimentó un cambio radical en la composición de las compras externas. Los bienesde consumo, que todavía representaban cerca de la mitad de las importaciones en losaños veinte y comienzos de los treinta, habían disminuido a una cuarta parte a fines denuestro período de estudio. Ello hizo posible ampliar las compras de bienesintermedios y de capital necesarias para llevar a cabo el proceso de industrialización. 62
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”Sería inexacto, sin embargo, considerar el proceso de industrialización como una purasustitución de importaciones, como se le ha caracterizado a menudo. Incluso antes dela crisis del treinta muchos sectores industriales lograron ampliarse, no sustituyendobienes extranjeros, sino produciendo artículos que por sus características no eransujetos de comercialización internacional (las bebidas o ciertos alimentos, porejemplo) o estaban asociados al sector de exportación (la trilla de café y la producciónde despulpadoras del grano). Durante los años treinta y cuarenta muchos sectoresdinámicos siguieron dependiendo fundamentalmente de la expansión del consumointerno (la cerveza y el azúcar, por ejemplo), e incluso sectores de sustitución deimportaciones también experimentaron un importante crecimiento del consumo, quefacilitó la penetración de las nuevas empresas.No menos importante fue el impacto de la integración del mercado durante los añosveinteReferenciasCEPAL: Biografía Señor José Antonio OcampoBiblioteca Luis Ángel Arango: José Antonio Ocampo 63
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”Bavaria S.AEMPRESAS ENBLEMÁTICAS DE LA INDUSRIA COLOMBIANA EN BOGOTÁ Y MEDELLÍNBavaria S.A. es la mayor cervecería de Colombia, y una de las más influyentes deAmérica Latina y la décima del mundo. Fue fundada el 4 de abril de 1889 por el alemánLeo S. Kopp con el nombre Sociedad Kopp's Deutsche Brauerei. En 1910 se lanzó lacerveza La Pola. En 1930 el Consorcio de Cervecerías Bavaria surgió de la fusión de laKopp's Deutsche Brauerei y algunas cervecerías regionales, y cambiaría su nombre aBavaria S.A. en 1959.EMPRESAS ENBLEMÁTICAS DE LA INDUSRIA COLOMBIANA EN BOGOTÁ Y MEDELLÍN 64
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”La compañia Colombiana de Tejidos S.A., Coltejer, fué fundada por AlejandroEchavarría el 22 de octubre de 1907, con mil pesos oro, cuatro telares y doce hombres.Desde entonces, el crecimiento y el afán por diversificarse en la producción de nuevasreferencias en telas e hilazas, se constituye en un reto, que años más tarde la lleva aposicionarse como la empresa textil líder en Colombia y la primera de América Latina.Siete años más tarde, el aporte de capital permite a la empresa hacer frente a nuevasnecesidades al completar 130 telares manuales y un equipo de máquinas circularespara tejido de punto y tintorería.Durante los años veinte, llegan al país los primeros telares automáticos accionados conelectricidad y Coltejer compite en el mercado con tres textileras mßs. Aunque afectadapor la recesión de los años treinta, la compañía inicia en ésta década el proceso deestampación y modernizan los procesos de acabados, noticia bien recibida por losconsumidores, con lo cual fué posible ofrecer géneros blancos aprestados paracamisería de hombre, famosos por su acabado inglés y su reconocido brillo de algodónmercerizado.Durante la década de los años cuarenta y cincuenta la compañía vive una de las etapasmás decisivas, caracterizada por su expansión y consolidación. Así lo confirman lacompra de las fábricas Rosellón en 1942, Sedeco en 1944, y Medias Fatesa (hoyColtepunto) en 1950, como también la construcción y puesta en marcha de la Plantade Acabados en 1953, la adquisición de Textiles Doña María y la hilandería Coltehilosen 1957. 65
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”EMPRESAS ENBLEMÁTICAS DE LA INDUSRIA COLOMBIANA EN BOGOTÁ Y MEDELLÍNLa empresaque actualmente gira bajo la razón social de Manufacturas de Cemento S.A.tiene su origen remoto en la actividad creadora y el ejemplo de espíritu público quedon Miguel Samper Agudelo legó a sus hijos, los hermanos Samper Brush, durante lasegunda mitad del siglo XIXHacia 1900, Miguel Samper estaba poniendo en operación una empresa de generaciónhidroeléctrica en Bogotá. En 1909, sus hijos Santiago, Antonio y José María SamperBrush emprendieron la construcción de una fábrica de cemento. Este era un productode lujo, que se importaba y se vendía por cucharadas para trabajos de extremadelicadeza. Cementos Samper gozaría de una posición de privilegio en el mercadonacional durante las décadas siguientes. Las sucesivas oleadas urbanizadorasgarantizaron su crecimiento casi interrumpido, afectándose en forma mínima por lascrisis económicas.Y que el año 1909, fue una fecha histórica para esta familia, debido que con los hijosde don Miguel Samper Agudelo iniciaron en el municipio de la Calera, a pocoskilómetros al nordeste de Bogotá, la extracción industrial de piedra caliza destinada ala producción de cemento, con la cual se abasteció la planta que inicialmente fabricóeste producto, situada en lo que hoy es el centro de la capital. En esta forma nació enColombia la industria del cemento, producto indispensable para la construcción de lainfraestructura y para el desarrollo de un país. 66
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”Durante este ya largo periodo la compañía fundada por los hermanos Samper Brushcreció y se transformó, venciendo innumerables obstáculos y dificultades, hastaconvertirse en la sociedad denominada hoy \"Industrias e InversionesSamper, S. A.\",con cerca de 1600 accionistas, conocida ampliamente en el país y también, dentro desu especialidad, en el exterior. LA FÁBRICA DE HILADOS Y TEJIDOS EL HATO FUE FUNDADA EN 1920EMPRESAS ENBLEMÁTICAS DE LA INDUSRIA COLOMBIANA EN BOGOTÁ Y MEDELLÍN La Fábrica de Hilados y Tejidos el Hato fue fundada en 1920 por Carlos Mejía, Antonio Navarro y Alberto Echavarría, pero sólo hasta 1923 inició labores con 80 trabajadores, 104 telares y 3.284 husos que hilaron algodón de la Costa Atlántica y de Estados Unidos.El 19 de diciembre llegaron a la estación del Ferrocarril de Antioquia en Bello cuatrovagones con las primeras cajas de maquinaria.El primer producto sacado al mercado fue la Coleta Gloria que no tuvo al principio elrecibimiento esperado, ya que le tocó competir con las telas extranjeras, inglesas yfrancesas, de libre importación en el país, pero luego se ganó el favor del público,gracias a su buena calidad y precio. 67
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL” LOS TELARES DE FABRICATOEn 1932 inicia la producción de telas a cuadros, toallas y telas de fantasía.En 1939 Fabricato compra la Fábrica de Tejidos de Bello. 68
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL” “LA MANUELITA” Y LA GRAN DEPRESIÓN DE 1929 LA FAMILIA EDER BENJAMÍN PRIMERA Y SEGUNDA GENERACIÓNPADRES: Santiago M. Eder (1837-1921)(82 años) y Lezzie Benjamín –(1843-1937) (94 años)Sus hijos vinculados con Palmira y La Manuelita: Enrique J. Eder (1870-1949); Phanor J. Eder (1880-1971) y Carlos J. Eder (1872-1942) “LA MANUELITA” Y LA GRAN DEPRESIÓN DE 1929 LA FAMILIA EDER BENJAMÍN PRIMERA Y SEGUNDA GENERACIÓN 69
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL” Columnistas invitados: PHANOR J. EDER LIBRO “EL FUNDADOR” Y PLAZA Y PERRY LTDA., BOGOTÁ LA FAMILIA EDER BENJAMÍN PRIMERA GENERACIÓNJAMES MARTIN EDER, su nombre de pila, nacido en 1837 en Mitau, de las ProvinciasBálticas, más tarde Letonia, su nombre castellanizado DON SANTIAGO EDER, apellidotípicamente Alemán, a los 12 años emigró a los Estados Unidos, a New York, meta delos emigrantes europeos, después pasó a California, de allí a Panamá comorepresentante de negocios de su hermano Enrique, estudió en Harvard y se recibió deAbogado, viajó a Chile, conoció el Perú, y pasó por Panamá y luego a Buenaventura acobrar varias cuentas de la sociedad de su hermano, se hizo comerciante y conoció loque hoy es el Valle del Cauca. El 21 de abril de 1864 nace la sociedad Eder-Rengifo conla compra de la “Manuelita” mediante postura en un remate. De estos temas ymuchos mas relacionados con el nacimiento de esta empresa y su vinculación alprogreso de Palmira, escribiremos en su momento.LIZZIE BENJAMÍN, nacida en Londres el 7 de mayo de 1843, para los Palmiranos “MisiaELISA”, su noviazgo fue de cinco semanas en un viaje a Europa de Don Santiago, eltestimonio histórico data del 11 de junio de 1867. Vivió casi siempre en la Manuelita.Enseño a confeccionar la ropa con la primera máquina de coser que se trajo a la regiónpor Don Santiago, y enseñó el cultivo de hortalizas con semillas traídas de Jamaica.(Notas extractadas del libro de Manuelita, una Industria Centenaria) 70
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL” LA FAMILIA EDER BENJAMÍN SEGUNDA GENERACIÓNCAMBIO DE GUARDIA EN LOS CUADROS DIRECTIVOS DE MANUELITA DE LA PRIMERA A LA SEGUNDA GENERACIÓN Y SU VINCULACIÓN CON PALMIRA1903“El Fundador” había cumplido con eficacia y responsabilidad insuperables la MisiónCreadora que le había señalado su propio destino, a su relevo contaba con 63 años ycon 35 años de batallar en el “Trópico”.ENRIQUE J. EDER ( 1870-1949)Intrépido y Empeñoso. Ingeniero de Minas de la universidad de Lieja. Fue Cónsul enCali, Gerente de la Compañía de Navegación del Río Cauca. Fue socio fundador delBanco Comercial y Contratista de las Rentas de licores de Cali y Palmira. Introdujo paraCali y Palmira el alumbrado público con lámparas de alcohol, a cambio de las farolasalimentadas con petróleo. Miembro de la Junta Directiva de Manuelita y Gerenteinterino en las ausencias de su hermano Carlos. Fue accionista y Consejero de laCompañía del Tranvía de Cali y Fundador de la Compañía de Luz y Energía. Casó en1902 con Benilda Caicedo, su hijos Elisa, Luisa, Amy y Harold (Futuro Presidente deManuelita). Muere en Cali a los 79 años de edad.CARLOS J. EDER (1872-1942)Prudente y Cauto. Gerente de la Manuelita entre 1905 y 1927. Experto en cienciasContables y Organización Empresarial de la universidad de Lieja. Dedicó todos susesfuerzos, conocimientos e iniciativas al constante mejoramiento y expansión de LaManuelita. Accionista y gran propulsor del Acueducto de Cali. Falleció en 1942 en Calia la edad de 70 años. Se casa en 1897 con Italia Cerruti, su hijo Walter sería Gerente deManuelita. 71
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”PHANOR J. EDEREl menor de los hijos varones. Abogado de profesión con estudios en Londres y Lieja.En 1903 acompañó a su padre en el viaje de New York a Colombia, para activar eltraspaso notarial que del manejo del patrimonio familiar hizo a cabeza de la nuevageneración. Fue gerente de la Manuelita entre 1928 y 1929, fundador de IndustriasMetálicas de Palmira. Escribió muchas obras sobre Derecho Comparado y su LibroFilial “EL FUNDADOR”, obra que hoy nos sirve de referencia para estos comentarios yhomenaje a familias hacedoras de ciudad y empresa. Casado con Violeta Lindo sushijos James y Linda. 72
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL” SEGUNDA Y TERCERA GENERACIÓN DE LOS EDER FUNDADORES DEL LA MANUELITAEN LA FOTOGRAFÍA, PRIMERA LÍNEA: Los hijos del Fundador vinculados con Palmira y Manuelita: Enrique J. Eder (1870-1949); Phanor J. Eder (1880-1971) y Carlos J. Eder (1872-1942) EN LA FOTOGRAFÍA SEGUNDA LÍNEA: SUS NIETOS: TERCERA GENERACIÓN: WALTER C. EDER, HIJO DE CARLOS Y HAROLD H. EDER, HIJO DE ENRIQUE 73
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL” LA MANUELITA Y LA GRAN DEPRESIÓN DE 1929 (continúa) SEGUNDA Y TERCERA GENERACIÓN DE LOS EDER FUNDADORES DEL MANUELITA Columnistas invitados: PHANOR J. EDER LIBRO “EL FUNDADOR” Y PLAZA Y PERRY LTDA.,BOGOTÁHACIA 1924 REGRESÓ AL PAÍS WALTER C. EDER, HIJO DE CARLOS Y DON HAROLD H. EDER, HIJO DE DON ENRIQUE, EXPONENTES DE LA TERCERA GENERACIÓNLa tercera generación irrumpía a plenitud y conciencia en la orientación y manejo de laprincipal empresa industrial del Valle del Cauca. Fue así como en 1921 ocupó interinamente la gerencia de La Manuelita donPablo Montoya, a quien se recuerda por su dedicación casi apasionada a lasactividades y negocios agrícolas y quien dejó muy grata memoria entre el personal dela empresa.Hacia 1924 regresó al país Walter C. Eder, exponente de la tercera generación.Desempeñó inicialmente algunas funciones secundarias del rol administrativo delingenio y dicho año recibió la alternativa de manos de su padre don Carlos, quien leconfió la gerencia efectiva, reservándose él la nominal, situación que perduró tres añoshasta 1927, durante los cuales el principal permaneció casi todo el tiempo fuera deColombia.Otro joven elemento de esta tercera generación, don Harold H. Eder, hijo de donEnrique, también educado en Norteamérica —en el famoso M. I. T. de Boston—,donde se recibiera de ingeniero electricista, profesión que allí mismo ejerció con ricasexperiencias en California, ya de regreso a su patria tomó partido en los negocios delgrupo familiar Eder, primero con funciones de auditor y por el año de 1927 con las dedirector principal, con cuyo carácter fue actor primordial de la bifurcación que en-tonces se le hizo a la ya grande empresa Compañía Agrícola Caucana, medianteescritura que se corrió ante la notaría de Palmira, ratificada meses después ante unade las notarías de Cali. 74
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”NACIMIENTO DEL INGENIO MANUELITA S.A.Tales escrituras protocolizan el acuerdo a que llegaron los accionistas principales —losdel grupo familiar Eder— para zanjar diferencias de criterio respecto a métodosadministrativos. El acuerdo establecía dividir en dos la ya muy grande organizaciónagrícola industrial: una, dedicada a la fabricación de azúcar, con sus cultivos de cañadulce, que se llamaría Ingenio Manuelita S. A. —sigla IMSA—, y la otra de tipoexclusivamente agrícola y ganadero. De la primera, el documento notarial respectivomostraba como fundadores a Walter C. y Carlos J. Eder. Se dedicaría exclusivamente ala producción y venta de azúcar y a los cultivos inherentes a la industria. Para elloadquirió de la Compañía Agrícola Caucana los terrenos correspondientes —LaManuelita que comprendía, a más del globo así llamado, los que se conocían con losnombres de La Rita y La Primitiva, El Cambio, El Rosario y Santa Gertrudis—.Primer gerente de la nueva compañía industrial fue nombrado Carlos J. Eder. El capitalcon que inició operaciones fue de $ 2.000.000, dividido en 10.000 acciones preferidasy 100.000 ordinarias, de valores nominales, en su orden, de $ 100 y $ 10 por acción. Sepreveía una posible financiación con capital extranjero; al prescindirse de ese recurso,las preferidas se convirtieron a ordinarias, único tipo de ellas que desde entonces hatenido la empresa.Carlos J. Eder vendió pocos meses después las dos terceras partes de su interés en lanueva compañía y renunció a la gerencia de la misma. Los compradores fueronEnrique J. y Phanor J. Eder y Jorge Garcés B.Para remplazarlo, se designó al señor Edwin L. Anderson, ciudadano americano,reputado y diligente técnico de la fabricación de azúcar, buen conocedor de losprocesos agrícolas de la gramínea, con larga experiencia y salientes éxitos en losingenios más grandes de Cuba, con la asesoría de una junta directiva, integrada porHarold H. Eder, Walter C. Eder. Gonzalo Lourido y Jaime Rodas. 75
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”La Compañía Agrícola Caucana, la empresa matriz, siguió funcionando comoorganización de definido carácter agropecuario, contando básicamente con los fundosGarcía y Guengue del departamento del Cauca y La Paila del Valle. Para ella fuenombrado gerente Walter C. Eder. Ausente él, ejerció la gerencia el señor Harold H.Eder, con su carácter de primer director de la misma. La tercera generación irrumpía aplenitud y conciencia en la orientación y manejo de la principal empresa industrial delValle del Cauca.ENSANCHE A FONDOEl Ingenio Manuelita S. A. —1MSA— al constituirse independientemente como quedóestablecido, hecho que tuvo lugar el 6 de diciembre de 1927, por escritura 644 de lanotaría 1 de Palmira, contempló las posibilidades de obtener en los Estados Unidosuna financiación de elevada cuantía como base para ejecutar un programa deensanches y modernización de las instalaciones de la fábrica. Al viejo equipo mecánicotraído de Glasgow se le habían hecho, año tras año, las reformas y adiciones de queera susceptible, buscando con ello llevar la producción al grado máximo que pudieranrendir los diseños escoceses. Pero casi siempre, después de suplida una deficiencia endeterminado sector del conjunto mecánico, se hacía presente, con iguales o másalarmantes características en otro.Las mudanzas de las varias máquinas e implementos exigidas por los expertos y por lanecesidad de procurar la mejor coordinación operacional, casi se habían convertido enrutina de cada año por la época de cese de actividades (fines de diciembre y principiosde enero) y el área Edificada había llegado a su aprovechamiento máximo.Por otra parte, el ferrocarril del Pacífico, según ya se dijo, había llegado desde 1917 aPalmira; además el mejoramiento del puerto de Buenaventura, facilitaba el atraque devapores trasatlánticos allí. Cualquier pieza por voluminosa y pesada que fuera contabacon fácil y eficiente transporte, pues la estrecha puerta que le opuso severasrestricciones al Fundador era ahora tan amplia que a todo daba paso. 76
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”En tales circunstancias y al comprobar que lo existente ya no ofrecía perspectivaalguna para acrecentar la producción al grado que la demanda lo imponía, se abriócamino fácilmente el criterio del gerente Dr. Phanor J. Eder, quien propugnaba por unatransformación a fondo que abarcara todos los aspectos de la fabricación: ampliar laedificación, tanto la superficie como la capacidad cubierta; remplazar las calderas porotras de mayor potencia; instalar nuevas unidades de clarificación, evaporación ycocción al vacío; reforzar las baterías de centrífugas y granuladoras. 77
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL” DR. CARLOS EUGENIO CHARDÓN, D.SC., D.LITT (SEPTEMBER 28, 1897 - MARCH 7, 1965)FOTOGRAFÍA DE: Dr. Carlos Eugenio Chardón, d.Sc.., d.Litt. (28 de septiembre de 1897-7 de marzo de 1965)BIOGRAFÍADr. Carlos Eugenio Chardón, d.Sc.., d.Litt. (28 de septiembre de 1897-7 de marzo de1965) también conocido como el \"padre de Micología en Puerto Rico\" es el primermicóloga de Puerto Rico. En 1922, descubrió el pulgón \"Aphis maidis\", el vector delmosaico de la caña de azúcar. También fue el primer puertorriqueño para ocupar elcargo de Canciller de la Universidad de Puerto Rico.Primeros años: nombre de nacimiento: Carlos Eugenio Chardón Palacios, nació enPonce, Puerto Rico, hijo de Carlos Felix Chardón e Isabel Palacios Pelletier. Subisabuelo, Juan Bautista Chardón, nativo de Champagne, France, emigró a Puerto Ricodesde Louisiana en 1816, alentado por el Real Decreto de gracias, expedido por lacorona española.El Real Decreto de gracias (Real Cédula de Gracias) fomentó la inmigración de loscatólicos no-hispanos de origen a las colonias del Caribe en el nuevo mundo. [1]Chardón recibió su educación primaria y secundaria en su ciudad natal y en 1915,comenzó sus estudios en la agricultura en el Colegio de agricultura y artes mecánicas 78
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”de Mayagüez (más tarde rebautizada como la Universidad de Puerto Rico enMayagüez.Mayagüez fue golpeado por un terremoto en 1918 que destruyó casi por completo dela Universidad y por lo tanto, Chardón se vio obligado a continuar su educación haciauna licenciatura en Cornell University. [2] él obtuvo su licenciatura en 1919 y continuóhacia su Máster. Dedicó a fitopatología y Micología y enfermedades estudiadas decaña de azúcar bajo la supervisión del profesor Herbert H. Whetzel. [3]Chardón, quien obtuvo su grado en 1921 y convirtiéndose así en el primer micóloga dePuerto Rico, regresaron a Puerto Rico y comenzaron su carrera en los campos de lataxonomía de los hongos, fitopatología y desarrollo agrícola [2].El Primer “Micóloga” de Puerto Rico - En 1922 descubrió el vector del mosaico de lacaña de azúcar, el áfido “Aphis maidis”Primer micóloga de Puerto Rico Chardón trabajó como un Phytopathologist en laestación experimental agrícola en Río Piedras, donde en 1922 descubrió el vector delmosaico de la caña de azúcar, el áfido Aphis maidis. Sus hallazgos fueron publicados enla revista de fitopatología. Chardón fue nombrado Comisario de agricultura y trabajo,por los Estados Unidos nombrado gobernador Horace E. Towner. [3] comoComisionado continuó sus estudios de las enfermedades de tabaco y caña de azúcar.Chardón viajó a Colombia donde en 1926 reorganizó la escuela de agricultura deMedellín. También viajó a Venezuela, Bolivia y la República Dominicana. En 1929regresó a Colombia y estableció la Experimental Station de Palmira. [2] él renunció a sucargo como Comisionado de agricultura y trabajo en 1931, mismo año en el que seconvirtió en el primer puertorriqueño para ocupar el cargo de Canciller de laUniversidad de Puerto Rico. En 1932, Chardón hizo un viaje a Venezuela y recogida de 79
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”plantas y hongos de los Andes. En 1936, Chardón estuvo involucrado en laorganización de la administración de reconstrucción de Puerto Rico (PRRA) y se inicióun proyecto conocido como el Chardón de plan que incluía un plan para el desarrollode la agricultura técnicos. Chardón renunció a sus posiciones en la PRRA y laUniversidad de Puerto Rico debido a sus desacuerdos con el Gobierno de Puerto Rico.Chardón partió de Puerto Rico y ayudó en el desarrollo agrícola y económico de variospaíses de las Antillas (República Dominicana), Sudamérica (Colombia) y Asia, dondecolaboró con el Gobierno de Irán. Regresó a Puerto Rico y ocupó el cargo de directorde la Authority(1940) de la tierra y el Instituto de agricultura tropical en Mayagüez(1942). [2]countries in the Antilles (Dominican Republic) , South America (Colombia)and Asia, where he collaborated with the government of Iran. He returned to PuertoRico and held the position of director of the Land Authority(1940) and the TropicalAgricultural Institute in Mayagüez (1942).[2]HONORSIn 1932 the Venezuelan government gave Chardón the Liberator Cross and the Medalof Honor in Public Instruction.In 1935 he received an Honorary Doctorate from Dartmouth College in NewHampshire.In 1953 he received an Honorary Doctorate from the University of Puerto Rico in RíoPiedras.Written worksChardón published the following books in regard to his scientific work:\"Mycological Explorations of Colombia\" (1930)\"Mycological Explorations of Venezuela\" (1934)\"Viajes y Naturaleza\" (1941), where he described his trips in America and thecontributions of Latin American scientists.The first, second and third volume of \"Los Naturalistas en América Latina\" (1949). 80
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”LEGADO DE CHARDÓNLegado de Chardón fue en el proceso de publicación de los volúmenes cuarto y quintode \"Los Naturalistas en América Latina\" cuando murió el 7 de marzo de 1965, en SanJuan, Puerto Rico. Médico de su hijo, Carlos Chardón, sirvió como Secretario deeducación de Puerto Rico en 1977 y 2009. [4] el puertorriqueño Mycological Society hahonrado la memoria de Chardón con la \"Carlos E. Chardón Conferencia\" ofrece cadaaño durante el simposio anual de Micología. [2] el Gobierno de Puerto Rico tambiénhonró su memoria nombrando una avenida después de él en Hato Rey, San Juan. Losestudios generales de edificio en la Universidad de Puerto Rico, Campus de Mayagüezes nombrado \"Carlos E. Chardón\" en su honor [5].References^ Archivo General de Puerto Rico: Documentos Retrieved August 3, 2007^ a b c d e MYCOLOGICAL NEWS^ a b Mycologia^ Puerto Rico^ http://oiip.uprm.edu/building.php?id=3&lang=2 81
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”MOSAICO COMÚN DE LA CAÑAEnfermedad de importancia económicaEs causada por el virus del mosaico común de la caña de azúcar (SCMV) y afecta lashojas de tallos maduros produciendo decoloraciones de la lámina foliar. La siembra devariedades resistentes y las labores de cultivo constituyen las mejores medidas decontrol.Agente causal y distribuciónEl mosaico es una de las enfermedades más ampliamente distribuidas en el mundo,causada por el virus del mosaico común de la caña de azúcar (SCMV) el cual esmiembro del grupo de los potyvirus.En Colombia se han observado las mayores incidencias de mosaico en las variedadescriollas o cristalinas sembradas hasta la época de 1930 cuando fueron reemplazadaspor las siembras de POJ 2878, resistente a esta enfermedad. Sin embargo, laenfermedad reapareció a partir de 1974 con la siembra comercial de CP 57-603,susceptible a la infección de SCMV.Infección y síntomasLa enfermedad se caracteriza por presentar decoloraciones de la lámina foliar, dondese observan zonas de color verde normal alternando con áreas verde pálido oamarillento y cuya proporción varía con la variedad de caña afectada o la variante delvirus presente. Las áreas amarillentas son más evidentes en las hojas jóvenes queestán creciendo rápidamente y son particularmente distintas en la base o en la porciónmás joven de las hojas. 82
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”Las diversas razas del virus del mosaico difieren en su habilidad para causar infección odaño. Una determinación efectuada sobre las distintas variantes del virus del mosaicode la caña de azúcar en el Valle del Cauca demuestra la presencia de tres variantes delvirus: A, B, y D.La alta presión de inóculo y presencia de insectos vectores provocan una rápidadiseminación de la enfermedad. El principal vector registrado en el Valle del Cauca esel áfido (pulgón) Rhopalosiphum maidis Fitch., el cual tiene al sorgo y al maíz como susprincipales fuentes de inóculo. En 1992 se encontró en el Valle del Cauca otro áfido,Hysteroneura setariae Thos., que tiene por hospedante primario el pasto argentina ycuya eficiencia de transmisión es inferior a la de R. Maidis.EFECTOS EN LA PRODUCCIÓNEn 1978, en el valle del río Cauca, la incidencia de la infección por el mosaico encultivos comerciales de la variedad CP 57-603 era, en promedio del 15%.En 1981, la incidencia aumentó considerablemente en todo el departamento y varióentre 30% y 40%, llegando en algunos casos hasta el 100%.MEDIDAS DE CONTROLLas medidas de control del mosaico son quizás unas de las más difíciles de ejecutar conéxito. Los sistemas más comunes consisten en la eliminación de plantas enfermas, usode semilla libre de la enfermedad, siembra de variedades resistentes y algunasprácticas de cultivo.Con la eliminación de plantas enfermas es posible mantener niveles bajos deincidencia, pero esto depende de la variedad y variante del virus y de la abundancia delos vectores presentes en la zona del cultivo.VARIEDADES RESISTENTESTodas las variedades Cenicaña Colombia son resistentes a esta enfermedad.FUENTE CENICAÑA 83
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL” FOTOGRAFÍA CENICAÑA: EL MOSAICO EN LA CAÑA DE AZÚCAR – SE OBSERVAN ZONAS DE COLOR VERDE NORMAL ALTERNANDO CON ÁREAS VERDE PÁLIDO O AMARILLENTO, SÍNTOMA DE MOSAICO. LA MANUELITA Y LA GRAN DEPRESIÓN DE 1929 (continúa)LA MISIÓN CHARDÓN EN EL VALLE DEL CAUCA- 1929 Columnistas invitados: PHANOR J. EDER LIBRO “EL FUNDADOR” Y PLAZA Y PERRY LTDA.,BOGOTÁEl señor Anderson trajo con su equipaje, cuando vino de Cuba contratado por LaManuelita, buen número de cepas o semillas de variedades de caña dulcecomprobadamente inmunes a las más temibles plagas que en aquella comarca y otrospaíses azucareros habían atacado y diezmado las plantaciones. De esas plagas la mástemible era la del mosaico, que solo vino a conocerse en Colombia hacia los años 1934y 1935.Con las variedades que importó Anderson se hicieron semilleros escogiendo tierrasbien preparadas de la hacienda cerca al ingenio y, bajo la vigilancia de aquel y deprácticos al servicio de la empresa, casi todos tuvieron buen éxito. Entre lasimportaciones venía la variedad POJ-2878, llamada entonces la maravilla azucareramundial, según lo dice en su informe la misión Chardón.Esta misión, integrada por expertos de Puerto Rico, con larga práctica llegó aBuenaventura en mayo de 1929 y por agosto del mismo año rendía informe algobierno del Valle del Cauca, cuyo secretario de agricultura, doctor Ciro MolinaGarcés, verdadero apóstol de estas actividades, la había contratado. El fruto de sutrabajo, que abarca todos los aspectos de la agricultura regional, está contenido en un 84
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”pequeño libro donde se le da preferente atención al problema de la industriaazucarera del departamento. También los expertos puertorriqueños considerabanequivocada la política importadora de azúcar.Estimando que ese año la producción proveniente de tres de los principales ingeniosdel Valle sería de 6.000 toneladas, que el aumento de esa producción, por razón de losensanches en marcha, la haría llegar a 15.000 toneladas, y que la producción paneleradurante el mismo lapso alcanzaría a 1.997.412 arrobas y la de pan de azúcar a 262.777arrobas, el informe concluye: \"Esta producción, complementada con la de la costaAtlántica y las regiones del interior, no es suficiente en la actualidad ni aun para elconsumo del país, como lo demuestran las estadísticas de importación. El año pasado(1928) se importaron por Buenaventura 1.800 toneladas de azúcar.\"Esto es realmente inexplicable y antieconómico en un país como Colombia quecuenta con regiones tan vastas, fértiles y adecuadas para el cultivo de la caña deazúcar, como el Valle del Cauca. Lo más sorprendente es que gran parte de estasimportaciones de azúcares extranjeros se han hecho por Buenaventura, la entradamisma al Valle, que en nuestro concepto debería estar abasteciendo toda la demandanacional\".EL POTENCIAL AZUCARERO DEL VALLESegún opinan el señor Chardon y sus compañeros, si del área global del Valle, 20.620kilómetros cuadrados, solamente se destinaran 4.000 a cultivos técnicos de caña y subeneficio, la producción azucarera de esta sección del país sería suficiente paraabastecer una población de 62.500.000 habitantes —meta que aún está un tantolejana— con un consumo anual de 100 libras per cápita.Para sus estudios e investigaciones, la misión echó mano de muchas de lasexperiencias acumuladas por La Manuelita durante 60 años; entre ellas los registrosclimatológicos de 28 años, estimados como valiosos para justipreciar uno de losfactores básicos de la industria. Encontraron los técnicos, en primer término, que elValle del Cauca era una de las rarísimas zonas del mundo donde todavía la caña nohabía sido atacada por enfermedades graves, especialmente el sereh, el fiji, la gomosis 85
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”o el mosaico. Para contrapesar tan favorable panorama, el aludido estudio anotabacomo falla sustancial del sistema de cultivos imperante en la región, que casi todas lasplantaciones estuvieran hechas a base de una sola variedad de caña, la blanca uotahití.…\"Consideramos este problema —dice el documento ya citado— como el de másimportancia actualmente para la industria azucarera del Valle: primero, porque laúnica variedad que aquí se cultiva es la caña blanca, que como ya hemos indicado, haprobado ser muy susceptible a los cambios de suelo y a las enfermedades del mosaico,gomosis y la enfermedad de la raíz. Por lo tanto la industria se halla en inminentepeligro el día que por desgracia, cualquiera de estos azotes haga su aparición en elValle\".Estas juiciosas observaciones que a plazo muy corto tuvieron dramática confirmación,cuando el mosaico apareció por tierras del occidente, obligando a la total renovaciónde las plantaciones, no cobijaban casi nada a los extensos cultivos de La Manuelita, endonde de tiempo atrás se habían aclimatado otras variedades con excelente resultado,preocupación que si bien se hizo presente durante la gerencia de Carlos J. Eder, seacentuó con la del señor Anderson, quien, realmente, fue el primero que llevó al Valle,casi todas las variedades que luego recomendó la misión Chardon.Los semilleros hechos en la hacienda estaban todos crecidos y logrados cuando lostécnicos puertorriqueños la visitaron. Solo que entonces se encontró aconsejabledestruirlos íntegramente para sustituirlos por otros que bajo la dirección de losmismos expertos quiso plantar la estación experimental de Palmira. De talesvariedades, la JOP-2878 de que arriba se habló, es la que ha tenido más generalizadaaceptación y se ha propagado por todas las plantaciones azucareras. El equipocientífico y de investigación de la empresa, sin embargo, continuamente realizaexperiencias, buscando las mejores calidades para un más económicoaprovechamiento de los fértiles suelos de la región. 86
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL” FOTOGRAFÍA CENICAÑA: EL MOSAICO EN LA CAÑA DE AZÚCAR - DECOLORACIONES DE LA LÁMINA FOLIAR CAUSADAS POR MOSAICO. LA MANUELITA Y LA GRAN DEPRESIÓN DE 1929 (CONTINÚA) COLUMNISTAS INVITADOS: PHANOR J. EDER LIBRO “EL FUNDADOR” Y PLAZA Y PERRY LTDA.,BOGOTÁ CONTROL DEL MOSAICOLas importaciones de azúcar aquellos años sacaron verdaderos a quienespronosticaron que sería fugaz el fenómeno de la superproducción en Colombia.Parte de las utilidades oficiales dentro de la Sociedad se dedicó a la defensa de laindustria. Los ingenieros agrónomos colombianos que, luchando contra laincredulidad, o la apatía de los interesados, habían descubierto la presencia delmosaico en algunas plantaciones de caña, primero de Antioquia y más tarde del Valle,no solo lanzaron la voz de alarma respecto a los peligros que entrañaba laenfermedad, sino que prospectaron planes para su total erradicación. Pero como esta 87
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”implicaba el arrasamiento de plantaciones ya afectadas y la rápida sustitución de otraspor variedades de comprobada inmunidad al mosaico, la resistencia fue intransigentey tenaz; llegó hasta el Congreso para oponerse a la ley y solo cedió a regañadientes,cuando las mismas medidas fueron propuestas, para ser adoptadas en plazoperentorio, por el técnico Chardon durante su tercera visita a Colombia.Huelga agregar que la campaña al fin alcanzó éxito rotundo, quedando de manifiestoel beneficio que brinda el espíritu de asociación.LA DISTRIBUIDORA DE AZÚCARESEn 1937 el organismo de distribución fue objeto de sustanciales cambios, a virtud delos cuales adquirió la fisonomía que aún conserva en nuestros días, con los pulimentosque el decurso del tiempo ha reclamado. Exenta su estructura de la participaciónestatal, pero contando siempre con su apoyo, y sujeta a su reglamentación y vigilancia,tiene las características de una asociación con los lineamientos clásicos de la empresaprivada y con funciones que son básicas para el conjunto de la política industrial.A ella ingresan y de ella se apartan, de tiempo en tiempo, algunos de los productores,según soplen los vientos de la competencia; pero por sobre todas las alternativas hasido un instrumento apto para agilizar las relaciones y contactos entre el industrial y elconsumidor de sus productos.Una nueva reforma adoptada en 1951 limitó aún más su campo de acción yactualmente, cuando estas líneas se escriben, aparece como evidente la necesidad deproceder a la creación de organismos de tal naturaleza, siempre que se ha tratado deejecutar, a través de ellos, la política exportadora que va formando mentalidad enColombia. 88
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL” EQUIPO FABRIL, DEPARTAMENTO DE CLARIFICACIÓN Y EVAPORACIÓN, MANUELITA 1930. FOTOGRAFÍA EQUIPO FABRIL, DEPARTAMENTO DE CLARIFICACIÓN Y EVAPORACIÓN, DE LA MANUELITA 1930. COLUMNISTAS INVITADOS: PHANOR J. EDER LIBRO “EL FUNDADOR” Y PLAZA Y PERRY LTDA.,BOGOTÁ LA MANUELITA Y LA GRAN DEPRESIÓN DE 1929 (CONTINÚA) LA DISTRIBUCIÓN:Permitió la suerte al señor Anderson y a su excelente equipo de colabo-radores asistir a la inauguración de las potentes maquinarias con que sehabía transformado la fábrica, \"la más moderna y eficiente central que 89
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”existe hoy en el país\", según afirmaba una prestigiosa publicación de laépoca. En la primera junta directiva predominaba el elemento joven, condos definidos exponentes de la tercera generación de los Eder: los señoresHarold H. y Walter C., compañeros en esas funciones de los señores Gon-zalo Lourido y Jaime Rodas y quienes los años subsiguientes alternaroncon los veteranos de la segunda promoción, don Enrique J., don Carlos J. ydon Phanor J., reforzados con destacados capitalistas del Valle que comen-zaban a interesarse por la asociación industrial.Anderson se retiró de la empresa el año 1930. Interinamente lo remplazócomo gerente por elección unánime de la junta directiva, el joven inge-niero electricista Harold H. Eder, quien a su regreso de Estados Unidoshabía fijado su residencia y centro de actividades en Cali; fue designadoentonces administrador el señor Harry Taylor.Al señor Eder le sucedió por un año, 1933, su tío, el abogado Phanor J.,quien ha conservado fuerte interés económico en el ingenio. El año 1934 volvió nuevamente a la gerencia Harold H., quien laejerció ininterrumpidamente hasta 1953, cuando se creó la presidencia dela compañía, cuyas funciones ha desempeñado de manera tambiénpermanente hasta la fecha en que se escriben estas líneas. 90
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL” EL EDIFICIO DE LA FÁBRICA, DE LA MANUELITA 1930.LA GRAN CRISIS DEL AÑO 30:Coincidió la primera gerencia de don Harold H. Eder con la gran crisis delaño 30. A los problemas que habían creado la ley de emergencia —rebajade los derechos de aduana para la importación de azúcares e invasión detodas las plazas del país con azúcar foráneo— se sumaban los producidospor la despiadada competencia que los ingenios se venían haciendo a basede la quiebra total de precios, con la aspiración de conservar o conquistarmercados, de antemano seducidos por artículos similares que se ofrecíancon cualquier rótulo extranjero. 91
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”Cuando se discutía públicamente la ley de emergencia, los economistasde La Manuelita demostraron, sin contradicción, que le costaba 11,68centavos, producir un kilo de azúcar, sin hacer cuenta de los factores dedepreciación. Para 1930 esos costos eran de 11 centavos kilo, contando ladepreciación, y de 9, sin ella. En otras empresas los índices eran más altos.Por contra, el azúcar se vendía en la Costa y el Valle a 10 centavos el kilo yen Bogotá a 16.De otra parte, la política de fletes adoptada por el ferrocarril del Pacíficoconstituía un gravoso lastre, que no daba mayores esperanzas para buscara través de ella rutas de defensa en la tremenda lucha que se estabalibrando. \"Examinando las tarifas para azúcar del ferrocarril del Pacífico —dice el informe de la misión Chardon— que consideramos como factor degran importancia, si se piensa en una industria azucarera paraexportación, encontramos que los actuales fletes son prohibitivos. Eltransporte de 100 libras de azúcar desde Palmira hasta Buenaventuracuesta actualmente treinta y cuatro centavos, mucho más de lo quecuesta llevar esas 100 libras de Puerto Rico a Nueva York, incluyendomuellaje, carga, flete y seguro marítimo. De, manera pues, que con lasactuales tarifas ferroviarias no hay que hacerse ilusiones de establecer unaindustria azucarera para exportación\".Los expertos extranjeros contratados por el gobierno para estudiar elproblema de transportes terrestres y especialmente el aspecto de losfletes, coincidieron con los de la citada misión, según lo dice el estudio deque se ha hecho mérito, en el consejo que daban a los organismosestatales de fijar, siquiera fuera con carácter transitorio, tarifasferroviarias que apenas cubrieran los costos operacionales yconsiderando, además, que los trenes hacia Buenaventura corríanprácticamente vacíos, mientras que los provenientes del puerto hacia elinterior lo hacían sobrecargados. 92
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”La enorme crisis cuyo colapso bursátil de 1929 causó en Nueva York pér-didas por 30.000 millones de dólares y que al filo de 1932 hizo trepidar loscimientos mismos de la organización capitalista norteamericana, cuandolas estadísticas acusaron que el ejército de los sin empleo totalizaba enaquella nación 12.000.000 de almas, no salvó de su impacto a Colombia. Elsúbito y drástico cese de las operaciones crediticias; la presión, agresiva osuplicante, de los acreedores ultramarinos para obtener pagos, aun los demás modesta cuantía; el desquiciamiento del comercio por la inestabilidady anarquía de los precios, cuyas fluctuaciones se registraban con términosde días y también de horas; el derrumbe de muchos frentes de trabajo y elconsiguiente licenciamiento de obreros, cuya secuela inmediata era eldesempleo; la sensible disminución de los ingresos del erario público, fueron algunas de las más notorias manifestaciones que tuvo la crisis en Co-lombia.Aquí también flaquearon en sus ambiciosos prospectos muchasorganizaciones y firmas y no pocas debieron sucumbir al embate del caosfinanciero; solo gracias a un gran movimiento de solidaridad colectiva, quellevó a la nación a soportar estoicamente un severo régimen de austeridady privaciones, fue posible reducir las proporciones de la catástrofe.En el Valle, todos los ingenios de azúcar existentes, que no alcanzaban auna docena, se vieron enfrentados a muy serias dificultades económicas.ANÁRQUICA COMPETENCIAMediando circunstancias tan poco propicias, las empresas azucareras sedespedazaban como se ha dicho, luchando sin cuartel por conservar,algunas, y por conquistar, otras, la supremacía en los empobrecidos mer-cados internos. Unos pocos datos comparativos permiten formar juiciosobre lo que fue aquella especie de carrera hacia la ruina de todos. 93
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”La Manuelita, cuyo producto gozaba del mejor crédito, por su calidad ypresentación y también por la eficiencia de su red de distribución, parecíatener posición ventajosa. Sin embargo, en enero de 1931, vendía el quintala $ 7.11 y por diciembre del mismo año, a $ 3.00. Y cuando los productosde las fábricas de la costa atlántica inundaban los mercados del interior yaun los del occidente colombiano, para disputar el campo a los del Valle,los tres ingenios principales de este departamento: La Manuelita,Providencia y Riopaila, llevaron los suyos a Barranquilla, Cartagena, SantaMarta y todo el litoral del norte, para vender el saco a $ 1.50, precio queno alcanzaba siquiera a cubrir lo que costaba el respectivo transporte. Elcaos había llegado en 1933 a un límite que hubiera sido catastróficotraspasar. Las empresas, no solo contabilizaban pérdidas, sino que al de-sarrollar sus prospectos económico-industriales, experimentaron lasconsecuencias fatales de la anarquía, que señoreó todos los factores enjuego dentro de una planeación racional y prudente.También La Manuelita tuvo momentos de estrechez en sus cajas; la su-perioridad que había conquistado por su experiencia de 60 años y la po-lítica prudente que había observado los años anteriores sobre distribuciónde utilidades, destinando gran parte a la constitución de reservas, no bas-taron, sin embargo, a evitarle situaciones de apremio. Al final del dra-mático ciclo pudo superar las dificultades gracias a una metódica tareaejecutada en equipo, donde desempeñaron papel de importancia, primeroque todo, la estimulante confianza de los directores; segundo, la solidezdel crédito de que gozaba la empresa y por último, la versatilidad de acti-vidades y fuentes de producción de que siempre ha dispuesto. 94
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL” FOTOGRAFÍA: TRAPICHE EN EL EDIFICIO DE LA FÁBRICA, DE LA MANUELITA QUE TRABAJÓ DE 1927 A 1952. SOCIEDAD SECCIONAL DE CRÉDITO AZUCARERO 95
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”El gobierno no se limitó a patrocinar la primera conferencia de losproductores de azúcar y a ser allí, aunque con muy precario resultado, unamigable conciliador. Utilizando las atribuciones que le otorgó la leyorgánica de la Caja de Crédito Agrario, y su decreto reglamentario,propició la formación de una cooperativa de crédito al servicio de la in-dustria.Las fábricas acogieron la fórmula y tras del inevitable forcejeo formalista,quedó el 10 de mayo de 1933 notarialmente constituida la SociedadSeccional de Crédito Azucarero, a la cual dio espaldarazo oficial el PoderEjecutivo, el 9 de junio del mismo año. De las 30.000 acciones, al valornominal de $ 10 cada una, que formaban el capital inicial, La Manuelitasuscribió 4.823, número igual al adquirido por Sincerín.A decir verdad, la nueva organización se inició dentro de un ambientedominado por la desconfianza y el escepticismo. Su propia existencia noestaría, justificada sino sobre la base de que lograra ponerle coto, casi demanera instantánea, a la catastrófica anarquía de precios en que veníanembarcados todos los productores. Para fijar una tabla de preciosmínimos y lograr que se adoptara unánimemente o, al menos, por fuertemayoría de los productores, le era forzoso adelantar un estudio técnicosobre costos que no pudiera ser honestamente redargüido y enfrentarse,además, con razonamientos irrebatibles, a quienes opinaban que lasituación de la industria en Colombia, como la del resto del mundo, era desuperproducción, fenómeno que prácticamente hacía utópico todointento de fijarle límites intrasgredibles a la competencia. Sin embargo,quienes simpatizaban y propiciaban el funcionamiento de la nuevaorganización, partían del hecho, evidente para todos, de que el negocioadolecía de graves fallas en los medios de distribución, tan deficientes,irregulares y empíricos que era imposible estructurar a base de ellos unsistema adecuado para tan importante rama del proceso económico 96
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”industrial. A las preocupaciones inevitables de toda empresa que se inicia,se agregaron los recelos que provocó la intempestiva deserción de una delas empresas fundadoras, actitud que entrañaba un peligro nodesdeñable, pero cuyos efectos fueron, a la postre, menos perniciosos delo que se temía.Sacar adelante la naciente organización implicó, por parte de algunos delos ingenios asociados como La Manuelita, sacrificios considerables, tantomás duros para esta cuanto debió soportarlos todavía imperando la crisis,durante la cual se sucedían las operaciones financieras de semana a sema-na para que los trabajadores al servicio de la empresa no sufrieran losrigores de la moratoria, común denominador a que apelaron hasta las másgrandes potencias capitalistas del mundo.Abundaban los depósitos de la hacienda, los de Palmira, Cali y otraspoblaciones, de cantidades muy grandes de azúcar. Las ventas eran lentasy la demanda continuó siendo por algún tiempo inferior en grado sensiblea la producción, que para los años 34 y 35 representaba el 38% de lacorrespondiente a todo el país.Durante 1934 se hizo exportación de azúcar en cuantía de 2.800 tone-ladas, según estadísticas a que da crédito un estudio hecho por Miguel Fa-dul y Enrique Peñalosa en 1961 sobre La Industria Azucarera en la Eco-nomía Colombiana. Aparentemente ello respaldaba la tesis de la super-producción azucarera. Precario argumento si ha de considerarse que elaño siguiente, a cambio de exportaciones, registró importaciones por9.000 toneladas; 1936, por 22.900 y 1937, por 14.900. De hecho, la nuevapolítica arancelaria que adoptó la administración Olaya Herrera y lainfluencia de la Sociedad Seccional de Crédito Azucarero frenaron laguerra de precios y abrieron los canales para normalizar con criterioeconómico la distribución del producto a los mercados de consumo. 97
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL” FOTOGRAFÍA EL TRABAJO DE CAMPO EN LA MANUELITA EN 1928 Y SUS DOS GERENTES DE LA TERCERA GENERACIÓN DE LOS EDER WALTER Y HAROLD LA MANUELITA Y LA TIERRA FECUNDAAunque los fundos dedicados a las plantaciones de caña en La Manuelitacomprendían para 1931 un área bastante grande, los industriales de latercera promoción comprendieron que los ensanches concluidos aquelaño exigían nuevas ampliaciones del sector agrícola. Para entonces la ha-cienda comprendía un área total de 2.300 fanegadas, aproximadamente.Entre el 30 y el 31 fueron adquiridos, San Rafael, con 97 fanegadas y LaHacienda Real —o lo que de ella quedaba con tal nombre—, con 445 fane-gadas. Y de ahí en adelante, concretamente desde 1935, ha vuelto a impe-rar, quizá acendrada con un más técnico conocimiento de los valores 98
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”económicos, la inclinación por las adquisiciones territoriales que fuecaracterística del primer período, cuando tan ocupadas estuvieronpermanentemente las notarías de Palmira y Cali. Así se ha constituido unbonito lote de 10.000 fanegadas.La influencia de la técnica agronómica, servida por un equipo de pro-fesionales altamente calificados y de ejemplar consagración, enrumbó a sutiempo este aspecto de la política de expansiones hacia los cultivos inten-sivos, que han remplazado los extensivos a que se referían lasobservaciones de la misión Chardon sobre la generalidad de los queencontró en el Valle del Cauca. Pero el mejor y más técnicoaprovechamiento de las excelencias del suelo no podía excluir y no haexcluido el programa de nuevas adquisiciones territoriales, a fin de noatender a determinados requerimientos a costa de otros, que siguenteniendo importancia dentro del conjunto del patrimonio global de laempresa.LA SEGUNDA GUERRA MUNDIALTodavía se siguen escribiendo crónicas, ensayos y memorias sobre la se-gunda guerra mundial. Es uno de los temas del siglo XX de que más abun-da la bibliografía. Es posible que a la mayor parte de esa literatura le hayahecho falta el asentamiento que solo da la llamada perspectiva histórica, osea, el transcurso de los siglos. Aunque está fuera de propósito y lugar eneste estudio encarar el conjunto de sus repercusiones, sería error inexcu-sable, ignorar los fenómenos que originó dentro de todas las estructuraseconómicas e industriales.Colombia, al final de este tercera década del siglo, ofrecía loslineamientos de una nación joven, con una ambiciosa meta de cultura y deprogreso, que incluía el aprovechamiento de la actividad industrial, sinmerma ni perjuicio de la producción agrícola y pecuaria, vocacióntradicional del pueblo. Su nivel de vida, aun sin posible parangón con elconquistado por las grandes potencias financieras, no desconocía loselementos de confort que brinda la civilización moderna y resistía victorio- 99
REVISTA No. 9 – TOMO I PRIMERA PARTE “LOS AÑOS TREINTA” - “UNA MIRADA DESDE PALMIRA A COLOMBIA Y EL MUNDO” - “DÉCADA DE LA GRAN DEPRESIÓN UNIVERSAL”samente la comparación con el de casi todos los países del continente sur-americano. Gozaba de prestigio moral entre los demás países y sueconomía era sana, estable y de halagüeño equilibrio en la balanzainternacional. El café alcanzaba precios remunerativos de los mercadosexternos y en todos los órdenes, la nación se esforzaba por abastecerse asímisma.Adicta al régimen democrático de gobierno, disfrutaba años atrás de paz ysosiego, al par que mantenía con sus vecinos y con todos los estados delmundo civilizado estrechas relaciones de amistad. Los poderes estatales ylas diferentes fuerzas directivas, comenzaban a preocuparse por el graveproblema de la educación popular, interés que se tradujo en máscuantiosas apropiaciones de los ingresos públicos a ese ramo gubernativo.Al estallar la gran conflagración mundial, a Colombia le fue posible —aunque no fácil— prepararse para hacerle frente al inevitable impacto quedebía recibir. El trastorno fue especialmente sensible para el comercio deaquellos artículos y elementos que los contendores consideraban comomateriales críticos para la guerra, a los que muy pronto se implantódondequiera un drástico régimen de racionamiento. Siendo Colombia unpaís cuyos recursos naturales lo capacitaban para actuar como fuente desuministro de importantes materias primas industriales, hacia esaactividad se enrumbaron no pocas de las iniciativas públicas y privadas,con lo que, no solo fue posible mantener, sino aumentar los frentes detrabajo. El café alcanzó precios aún más halagadores y ello determinó laintensificación de sus cultivos, si bien desde entonces previsivamente elgobierno propició el acuerdo de los varios países productores del grano,buscando una defensa común de su comercio en los mercadosinternacionales que los pusiera a cubierto de los riesgos ocasionados poruna posible superproducción. 100
Search
Read the Text Version
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
- 6
- 7
- 8
- 9
- 10
- 11
- 12
- 13
- 14
- 15
- 16
- 17
- 18
- 19
- 20
- 21
- 22
- 23
- 24
- 25
- 26
- 27
- 28
- 29
- 30
- 31
- 32
- 33
- 34
- 35
- 36
- 37
- 38
- 39
- 40
- 41
- 42
- 43
- 44
- 45
- 46
- 47
- 48
- 49
- 50
- 51
- 52
- 53
- 54
- 55
- 56
- 57
- 58
- 59
- 60
- 61
- 62
- 63
- 64
- 65
- 66
- 67
- 68
- 69
- 70
- 71
- 72
- 73
- 74
- 75
- 76
- 77
- 78
- 79
- 80
- 81
- 82
- 83
- 84
- 85
- 86
- 87
- 88
- 89
- 90
- 91
- 92
- 93
- 94
- 95
- 96
- 97
- 98
- 99
- 100
- 101
- 102
- 103
- 104
- 105
- 106
- 107
- 108
- 109
- 110
- 111
- 112
- 113
- 114
- 115
- 116
- 117
- 118
- 119
- 120
- 121
- 122
- 123
- 124
- 125
- 126
- 127
- 128
- 129
- 130
- 131
- 132
- 133
- 134
- 135
- 136
- 137
- 138
- 139
- 140
- 141
- 142
- 143
- 144
- 145
- 146
- 147
- 148
- 149
- 150
- 151
- 152
- 153
- 154
- 155
- 156
- 157
- 158
- 159
- 160
- 161
- 162
- 163
- 164
- 165
- 166
- 167
- 168
- 169
- 170
- 171
- 172
- 173
- 174
- 175
- 176
- 177
- 178
- 179
- 180
- 181
- 182
- 183
- 184
- 185
- 186
- 187
- 188
- 189
- 190
- 191
- 192
- 193
- 194
- 195
- 196
- 197
- 198
- 199
- 200
- 201
- 202
- 203
- 204
- 205
- 206
- 207
- 208
- 209
- 210
- 211
- 212
- 213
- 214
- 215
- 216
- 217
- 218
- 219
- 220
- 221
- 222
- 223
- 224
- 225
- 226
- 227
- 228
- 229
- 230
- 231
- 232
- 233
- 234
- 235
- 236
- 237
- 238
- 239
- 240
- 241
- 242
- 243
- 244
- 245
- 246