Important Announcement
PubHTML5 Scheduled Server Maintenance on (GMT) Sunday, June 26th, 2:00 am - 8:00 am.
PubHTML5 site will be inoperative during the times indicated!

Home Explore Gabriel Taborin, Catequista Apostólico

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico

Published by Hermanos de la Sagrada Familia, 2020-07-06 15:48:22

Description: La publicación de este libro obedece al deseo de poner en manos de los Hermanos de habla española y de otras personas interesadas, un medio de estudio y de reflexión que lleve a un mejor conocimiento del Vble. Hermano Gabriel Taborin.

A pesar de los años transcurridos desde su redacción, estos estudios sobre la figura del Vble. Hno. Gabriel Taborin conservan una gran actualidad por dos razones igualmente importantes: están escritos con el rigor y la competencia de la metodología científica y son la expresión de un profundo interés y de un gran amor por la persona a la que se refieren. Además, el contenido de los mismos versa sobre aspectos fundamentales y en cierto modo, caracterizantes de la personalidad humana y espiritual del Fundador de los Hermanos de la Sagrada Familia.

Teniendo presente estas características, podemos decir que el Hno. autor de este trabajo, José María Esgueva, se coloca con veinte años de antelación en las perspectivas formuladas por el Capítulo General de...

Search

Read the Text Version

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico Más tarde, sus catequizados recordarán con gratitud aquellos tiempos entrañables que tuvieron la dicha de vivir y no tendrán inconveniente en dejarnos unos testimonios valiosos y elocuentes de la discreción y saber ha- cer de su Catequista al que siempre consideraron un hombre de Dios 128. 2.2.1. Maestro de su pueblo natal A los dieciséis años se le confía la escuela de su pueblo 129. Podía de este modo, por un lado, seguir ejerciendo el apostolado que tanto le atraía, y por otro, tratar de buscar una solución a la dificultad que sus padres le ponen para poder seguir la vocación a la que se sentía fuertemente llamado 130. Nos dejará escrito: \"A los dieciséis años fui elegido para cumplir en mi parroquia las funcio- nes de maestro, cantor y sacristán. En verdad, funciones muy modestas, pe- ro me encantaban, y las prefería al cetro o a la mitra. Las iba a ejercer y enseñar a otros más por la experiencia adquirida que por mi capacidad que, siempre ha sido muy escasa\" 131. Testigos contemporáneos lo describen como maestro un tanto seve- ro 132, pero, eso sí, de vocación entrañable, con un gran amor a los niños 133 y con una madurez espiritual excepcional que provenía principalmente de una vida interior intensa y de su espíritu de oración. (128) Carlier. Obra cit. p. 29. (129) \"A la espera de que Dios iluminase y tocase el corazón de sus padres, el piadoso joven se entregó a dar clase y ayudar en el servicio de la iglesia\". Carlier, Obra cit. p. 29. (130) \"El estado religioso me parecía el más santo y en el que, si uno es llamado a él, la salva- ción resulta más fácil y segura. Pero quise tomarme un tiempo para examinar mi voca- ción... Mis padres se opusieron al principio con tenacidad a que yo me hiciera religioso. Me querían tener con ellos y conservaban todavía la esperanza de que reanudara los es- tudios con vistas al sacerdocio\". Historique et Testament Spirituel, p. 4. (131) Idem. (132) ¿Causas? Su inexperiencia y la influencia del maestro de Plagnes. (133) Chiappini. Obra cit. p. 50. 41

Hno. José María Esgueva \"Mostraba gran celo en enseñar, en llevar a sus alumnos a la práctica de la virtud y acatar la disciplina\" 134. \"Pasaba por un predicador...\" 135. Y el Superior de los Hermanos de la Cruz de Jesús, Hermano Bernardo, dirá de su antiguo maestro: \"Entre nosotros, al Hermano Gabriel (así se le llamaba ya), se le respetaba tanto como al señor cura. Algunas familias que le habían visitado en Poi- sat... le ponían por las nubes, le consultaban y le confiaban sus hijos...\" 136. \"Gabriel poseía aquellas cualidades que fortalecen la amistad. Si la prime- ra impresión era de frialdad, pronto esas apariencias cambiaban, y se des- cubría el auténtico rostro de su alma y el temple de un corazón sensible, tierno, compasivo y lleno de agradecimiento. Todo esto quedará más tarde reflejado en sus extensas cartas llenas de frases de ánimo, alabando cuali- dades, virtudes y dones de aquellos a quienes iban dirigidas 137. Muchas personas, incluso personalidades importantes, fueron conquista- das desde el principio con su lenguaje sencillo, directo, confidente y abier- to\" 138. Sabemos que, ya desde esta época, jamás despedirá a sus alumnos sin haberles dirigido una breve exhortación animándoles al bien y a la vir- tud 139. (134) Testimonios. J. Humbert. (135) Testimonios. F. Chaveriat. (136) Testimonio del Hermano Bernardo, citado por Carlier, p. 30. (137) Un ejemplo en Carta a Mons. Billiet, 3-10-1861. \"¡Dios sea alabado y bendecido! pues ya puedo tratarle de Eminencia sin que me riña. Siempre fue eminente por su talento y virtud, y no es sin motivo que ya desde ahora el mundo entero os da este glorioso título por haber sido elevado definitivamente al carde- nalato\". (138) Entretiens, t. III, p. 382. (139) \"Dio muestras de una actitud excepcional para la enseñanza. Demostró que poseía el ar- te, tan importante para un maestro, de atraer a los niños. Sin descuidar la enseñanza de las ciencias humanas, daba prioridad a la Religión. En la explicación diaria del catecis- mo añadía algunas exhortaciones\". Carlier. p. 29. Testimonio de G. Félix: 42

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico En el año 1821 asistió en Saint Claude a una misión. Fue la \"hora de la gracia\". El hecho tendrá una importancia capital en el joven maestro. De esa misión saldrá decidido a poner en práctica su sueño: entregar su vida a la niñez y juventud como religioso catequista y educador 140. En un principio pensó ingresar en el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas y para llevar a cabo su deseo, partió hacia Lyon. Pero, antes de llegar, en la ciudad de Saint Claude, Gorod, Secretario del obispado, lo retuvo como camarero del obispo Antonio Santiago De Cha- mond. El bien que en Belleydoux Gabriel hizo fue considerable. Moutet, párro- co en aquel entonces, le concedió un certificado muy elogioso 141. Y su suce- sor, Humbert, marista, no dudó en afirmar que \"la vida edificante que llevaban en Belleydoux un cierto número de jóvenes\" era debido, en gran parte, a los avisos y ejemplos de Gabriel 142. 2.2.2. Su estancia en Saint Claude Al abandonar Belleydoux, Gabriel había comenzado a experimentar aquel largo camino de asperezas y soledades, un camino que le iba a condu- cir a una fundación religiosa muy útil dentro de la labor evangelizadora de la Iglesia. Su consagración como \"clérigo instructor\" está fechada el 14 de abril de 1823. Conservamos el texto original: \"El abajo firmante, Canónigo y Vicario General de Saint Claude, certifica que el Hermano Gabriel Taborin, natural de Belleydoux, cantón de Oyon- nax... ha sido recibido como clérigo instructor con el correspondiente per- (140) \"Mi vocación a la vida religiosa se decidió en una época en la que la fe era mucho más vi- va que hoy. Ocurrió durante la célebre y memorable misión que se realizó en Saint Clau- de en 1821 en la que tuve la dicha de participar...\" Historique et Testament Spirituel, p. 4. (141) \"... Certifico que el joven Gabriel ha llevado siempre una vida ejemplar, ha frecuentado con asiduidad los sacramentos destacando por su buena disposición, habilidad y empe- ño por dar bien la clase y adornar los altares...\" Certificado de M. Moutet. Manuscrito. Carp. 1. (142) Cfr. Carlier, Obra cit. p. 53. 43

Hno. José María Esgueva miso de llevar hábito religioso otorgado por el Obispo de Saint Claude y de ejercer las funciones propias de maestro en aquellos lugares de la diócesis en que S.E. se digne enviarle\" 143. Por esta época, año 1824, el Obispo De Chamond publicaba el \"Catecismo de la Diócesis de Saint Claude\", un texto que Gabriel explicaría por aquel en- tonces y que, sin duda, va a influir en su formación catequética. Todavía se conserva un ejemplar en los archivos de Belley enriquecido con su firma 144. Examinándolo, vemos que se trata de una adaptación del publicado por José Meallet de Farges, su predecesor en la Sede de Saint Claude. Como en la mayor parte de las obras de este género de la época, abunda el aspecto apologético. Pero, desde las primeras páginas se nota la preocupa- ción apostólica y pastoral del Obispo. Antonio de Chamond lanza una llamada, que calificaríamos de urgente, \"a trabajar con ese empeño infatigable que os distingue, instruyendo en las verdades de la Religión a los fieles confiados a vuestros cuidados 145. Se dirige a todos, tanto a los más instruidos como a ignorantes, a ricos y a pobres, porque la vida eterna está en conocer al Dios verdadero y a quien Él envió, Jesucristo, nuestro Salvador 146. Sobre todo, en las últimas palabras del \"Mandato\" del obispo de Saint Claude, Gabriel encontrará un programa catequético que tendrá en cuenta toda su vida: \"Ante todo, instruid a los niños para quienes este Catecismo va destinado. Las primeras lecciones que el hombre recibe y las primeras verdades que llegan a sus oídos, son las que mejor se graban en su mente y en su cora- zón. Esmeraos en cultivar esas tiernas plantas que, con la gracia de Dios, tan fá- cilmente emprenden el camino de la virtud. Que adquieran una disposi- (143) Certificado del Vic. Gen. de Saint Claude. Manuscrito. Arch. Carp. 1. (144) Mons. de Chamond : Catéchisme du diocèse de Saint Claude. S.C. 1824 (145) Mgr. de Chamond. Obra cit. Mandement. p. 8. (146) Id. p. 10. 44

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico ción y las condiciones necesarias para dar frutos abundantes de prudencia y de justicia. No dudéis, si fuera necesario, en regar con vuestro sudor esa parcela tan preciosa del campo del Padre de familia, y quien da el crecimiento, bendeci- rá vuestros trabajos...\" 147. De tal modo Gabriel se ha entusiasmado de las ideas e inquietudes de su Obispo que, al presentar la figura del Hermano Catequista, dejará consigna- do en el Nuevo Guía: \"No hay actividad más bella, más honrosa y más meritoria que la de cate- quista, si se ejerce con fe. Para comprender toda su grandeza e importancia hay que considerar que dar catequesis es enseñar lo que debemos creer, lo que debemos hacer, lo que debemos evitar, lo que debemos recibir y lo que debemos pedir para salvarnos... Y este es el ministerio del Hermano catequista de la Sagrada Familia\" 148. Este programa Gabriel lo tomó, textualmente, del índice de materias del Catecismo enunciado 149. Durante el período que permaneció en Saint Claude, los habitantes de la localidad y de las aldeas vecinas se vieron favorecidos de las enseñanzas del Hermano Gabriel. El Prelado aprovechó la buena disposición que veía en él y le envió don- de juzgó necesaria su presencia 150. Esto tiene una explicación. Una orden real del 8 de abril de 1824 confiaba a los obispos la Enseñan- za Primaria de la nación. A partir de entonces, cada diócesis pretendió tener en su seno la Casa Madre de alguna Congregación Religiosa dedicada a la enseñanza. (147) Mgr. de Chamond. Obra cit. Mandement. p. 8. (148) Nouveau Guide, art. 892. (149) Cfr. el Índice del Catecismo con el art. enunciado. (150) \"Monseñor de Chamond, obispo de Saint Claude nos asignó una localidad cerca de su se- de episcopal, de la cual guardamos un grato recuerdo. Un día estábamos en la iglesia dando el catecismo a nuestros alumnos, cuando...\" Circulaires et Lettres, del 1855. p. 5. 45

Hno. José María Esgueva Nos dice Louis Laurent: \"Cinco días después, en la soledad de Gauds, Marcelino Champagnat com- praba los primeros terrenos de Notre Dame de l'Hermitage. El 15 de octubre, en Saint Paul Trois Châteaux los Hermanos de M. Mazalier iniciaba su andadura en el antiguo convento de los Dominicos. El 16 de noviembre del mismo año, en el corazón de Bretaña, el V. P. de La Menais fundaba los Hermanitos de Ploërmel. Y en los primeros días de septiembre de 1824, el piadoso ayuda de cámara de Monseñor de Chamond había obtenido permiso para fundar una Con- gregación de Hermanos para la diócesis de Saint Claude: fue la Orden de San José, para la que un cierto Canónigo, Desrumeaux, escribió los Estatu- tos, ciertamente antes del 10 de septiembre 151. En este primer intento de fundación, Gabriel fracasará. Y fue precisamente a raíz de este fracaso, -lo que demuestra la fama que había conseguido y sus dotes pedagógicas- que De Chamond le confía una delicada misión: la reconciliación de los habitantes de Jeurre con su pastor legítimo 152. Con este fin es enviado a esta localidad, como maestro y catequista, con fecha 4 de abril de 1825. La situación religiosa de dicha parroquia era en extremo conflictiva. La tarea que se le confiaba, sumamente delicada. El fracaso le acechaba favore- cido por las circunstancias que la localidad padecía. Sin embargo, sus dotes y saber hacer dieron sus frutos obteniendo un gran éxito. De su permanen- cia en Jeurre guardó un excelente recuerdo. Todos sus biógrafos destacan el hecho 153. (151) F.Louis Laurent: Le Frère Gabriel Taborin, p. 4. (152) Cfr. Testament Spirituel, p. 7. (153) \"El Prelado conocía muy bien el celo que Gabriel había desarrollado en sus tareas y el bien que había hecho a los alumnos mediante sus conmovedoras exhortaciones. Por eso se decidió a confiarle una misión muy delicada. El párroco de Jeurre, una pequeña localidad a unos 17 kilómetros de Saint Claude, aca- baba de comunicar a su obispo el escaso fruto de su tarea ministerial y su falta de ilu- 46

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico Como a sus apóstoles predilectos, Dios le había hecho experimentar las alegrías del Tabor, pero no tardaría en hacerle probar las duras pruebas del Ge- tsemaní. Necesitó, sin duda, un tacto exquisito, una gran bondad y mucho em- puje, pero, además, auténtico espíritu de obediencia y audacia evangélica 154. Su presencia en los pueblos, equivalía en frutos espirituales a una au- téntica misión. Ponía todo su empeño pues era por él considerada como \"el gran medio de salvación de los pueblos\"  155. Varios casos narrados por sus biógrafos lo vienen a confirmar 156. Por su cercanía con la época, juzgamos oportuno transcribir un texto de las Constituciones de la Orden de San José, en el que con toda sencillez Ga- briel expone su pensamiento al respecto y que nos puede servir para descu- brir cómo se desarrollaban aquellas \"jornadas misionales\". sión de cara un futuro que no se presentaba prometedor. La causa de este fracaso era la presencia en la parroquia de un sacerdote que había jurado la Constitución; anterior- mente había sido párroco allí mismo y había fijado su residencia en aquel lugar. Como gozaba de la confianza de la gente, había logrado convencer a los fieles de que su legíti- mo pastor les enseñaba doctrinas erróneas. La gente asistía a los oficios litúrgicos, pero cuando el párroco intentaba darles una instrucción religiosa, todo el mundo abando- naba la iglesia...Allí fue enviado Gabriel como maestro y catequista... Algunos alumnos se presentaron en la escuela el primer día... Al terminar la jornada, antes de despedirlos, Taborin les recordó la obligación del cristiano de hacer la oración de la tarde, y les invitó a hacerla con él aquella noche en la iglesia. Los alumnos acogie- ron gustosamente la propuesta del maestro, cuya bondad había conquistado ya los co- razones. Al entrar en la iglesia, dieron unas campanadas, según había decidido previa- mente con el párroco. Algunas personas se dirigieron a la iglesia para ver qué pasaba. Al terminar la oración, el Hermano Gabriel con la fluidez de palabra que le era natural, contó una parábola del Padre Buenaventura, explicándola a continuación con un estilo que llegaba a los corazones. De vuelta a sus casas, contaron lo sucedido y decían: \"No nos han mandado un maestro sino a un misionero; ¡si le oyerais hablar!... Al día siguiente, aumentó el número de niños, asistiendo muchísima más gente a la ora- ción de la tarde. Y aprovechó para explicarles otra parábola... Fue así como Gabriel hizo volver las ovejas a su legítimo pastor...\" Proceso p. 27. (154) Cfr. Entretiens, t. III, p. 375. pp. 44-46. (155) \"Las misiones son un gran medio de salvación para la gente: yo mismo he podido experi- mentarlo. Los sacerdotes que se dedican a ellas y los que ponen los medios para realizar- las o para financiarlas, pueden presentarse verdaderamente con gran confianza delante de Dios. Lo mismo se diga de los buenos Hermanos catequistas que son los primeros mi- sioneros de los niños\". Historique et Testament Spirituel, p. 4. (156) Cfr. Carlier. Obra. cit. pp. 46 y 194. 47

Hno. José María Esgueva \"Las \"misiones\" dadas por los Hermanos, tal como las entiende la Congre- gación, no consisten en una serie de charlas dadas en las parroquias con motivo de un jubileo o en circunstancias semejantes. Para los Hermanos, la \"misión\" está en ser enviados por el padre abad, o en su ausencia, por el Hermano Director general, a petición de los párrocos que no tienen Hermanos en sus parroquias, para dar retiros preparatorios a la Primera Comunión de los niños. Con frecuencia los niños por miedo a no poder hacer la Primera Comunión, ocultan al Sacerdote sus faltas más graves... Para evitarlo, se escogerá, entre los Hermanos más instruidos de la Casa madre, a seis con esta ocupación exclusiva. Nunca irán más de dos cada vez, y su primer empeño durante el retiro con- sistirá en hacer repasar a los niños los puntos más importantes del Cate- cismo. Se los explicarán de una manera clara y atrayente. Con su dulzura, senci- llez y exquisito trato familiar, procurarán ganarse el espíritu y el corazón de los niños, para arrancarles, si lo hubiese, su funesto secreto. Su segunda ocupación será el dar durante esos días \"algunas charlas sen- cillas que, aunque dirigidas fundamentalmente a los niños, puedan servir también a las otras personas de la parroquia. El orden del día será éste: dos sesiones de catecismo matinales y una charla por la tarde...\" 157. 2.2.3. Catequista de Brenod y Maestro en Hauteville Otra fecha histórica en la vida del Hermano Gabriel fue el 25 de febrero de 1827. Ese día el futuro Fundador de los Hermanos de la Sagrada Familia se incorporó a la escuela de Alejandro Devie siguiendo la acertada orienta- ción de Charvet, párroco de Brenod y antiguo cura de Belleydoux. Su prime- ra entrevista con este Obispo catequista tuvo lugar en Genay 158. (157) Constitutions de l' Ordre de Saint Joseph. Cap. 16. (158) Cfr. Carlier, Obra cit. pp. 56-59. Proceso. n. 35. 48

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico \"Alejandro Devie no sólo aprobó los deseos que Gabriel le formuló, sino que le animó con sus consejos, con su autoridad y con grandes favores, ayu- dándole en muchas ocasiones ante las contrariedades y dificultades que encontró en su camino\" 159. La localidad de Brenod y las parroquias vecinas se beneficiaron ese año de 1827 de su influencia y celo apostólico 160. Dios le guiaba por derroteros insospechados. En aquel contacto con la niñez, irá adquiriendo una rica ex- periencia, tanto pedagógica como pastoral, que más tarde legará a sus Her- manos como preciado tesoro en conferencias, escritos y avisos particulares. Era un momento en el que el educar a la niñez le sonreía con los éxitos más halagüeños. En particular cuando se trataba de preparar a la Primera Comunión y los consiguientes retiros preparatorios 161. Sabía ganarse la con- fianza de sus oyentes que se le abrían sin dificultad. Aprovechando esas confidencias, los disponía a darse a conocer a su confesor 162. Algunos testi- monios así lo confirman. En aquellos retiros no escatimaba esfuerzo alguno. Su celo le llevará a pronunciar vibrantes alocuciones captando la atención de sus jóvenes oyentes con frecuentes e interesantes parábolas 163. Su tema preferido era el estado de gracia. \"Entre los votos que te formulo, hay uno que te deseo por encima de todos los demás. Es el primero y el más útil entre los bienes que debemos anhelar en este mundo: el permanente estado de gracia. Te lo deseo ardientemente. Sin él el hombre no puede vivir contento en este mundo ni ser feliz en el otro... 164. (159) Entretiens, t. III, p. 313. Tomado de la vida de Mons. Devie de Cognat. (160) Carlier, p. 57. Proceso, n. 37. (161) Chiappini, p. 60. (162) Carlier, p. 194 (163) Id. p. 195. Empleó frecuentemente el libro del P. B. Giraudeau: Histoires et Paraboles. Lyon. 1822. (164) Carta a G. Michaud, estudiante del Real Colegio de Pont de Beauvoisin, 8-1-44. 49

Hno. José María Esgueva El párroco y el alcalde de Hauteville, testigos del buen hacer del Herma- no Gabriel y del celo desplegado en uno de esos retiros, hicieron lo posible para retenerlo como maestro de la localidad. Su petición fue acogida por Alejandro Devie que, con fecha 30 de sep- tiembre, le confirió este nuevo puesto. Estamos en el año 1827 y el día 2 de noviembre, ayudado por un Hermano que le había acompañado de Champ- dor, abrió una escuela. También aquí el párroco quedó entusiasmado por el comportamiento excepcional del Hermano Gabriel, le confió la catequesis parroquial y la pre- paración de los niños que ese año debían hacer su Primera Comunión 165. Además, según confirman sus biógrafos, casi todos los días Gabriel im- partía la lección de catecismo en la iglesia parroquial 166. En las proximidades de Hauteville se encuentra la capilla de Nuestra Se- ñora de Mazières. Para él tenía un encanto especial. Allí había llevado en pe- regrinación a los niños de Brenod al día siguiente de su Primera Comunión y a ese santuario llevará y acompañará frecuentemente a sus alumnos de Hauteville 167. No es de extrañar que al finalizar su labor en Hauteville hubiese hecho méritos más que suficiente para que Monseñor Devie le diese un elogioso certificado por la labor que había desplegado instruyendo en la religión. 2.2.4. Fundador en Belmont A partir del día 4 de noviembre de 1829, vemos al Hermano Gabriel ins- talado en Belmont, pequeña localidad del Valromey. Este lugar de grato re- cuerdo será la cuna de la Sociedad de los Hermanos de la Sagrada Familia. (165) Cfr. Carlier, p. 58 (166) Id, (167) \"El Alcalde de Hauteville certificará que \"el Hermano Gabriel Taborin, cuya conducta es- tá por encima de cualquier consideración, durante un año nos ha dejado grandes leccio- nes de buen comportamiento... sobre todo instruyéndonos en la Religión, para la que está muy capacitado...\" Certificado de M. Collet, 12-12-1828. Archivos. Carp. de Cartas. R. 1. 50

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico Gabriel Taborin empezó por abrir un pensionado que ofreció a la socie- dad en general y a sus habitantes en particular en estos términos: \"El Pensionado tiene como finalidad preparar una generación de hombres que actúe con honor y rectitud, dispuesta a cualquier sacrificio por su Dios, por las leyes y por la patria\". \"Los alumnos que no hayan hecho todavía su Primera Comunión, podrán hacerla en la Casa del Pensionado, en donde serán preparados de un modo particular. \"Para mantener a los alumnos en el cumplimiento de sus deberes y para corregirlos, los maestros del Pensionado emplean medios inspirados en la amabilidad. Si estos medios fuesen incapaces de producir los fines desea- dos, el alumno será devuelto a sus padres, después de haber sido suficiente- mente probado, salvando siempre el honor de la familia\". \"La falta de moral, la irreligiosidad, la insubordinación, una pereza incorre- gible, son motivos de expulsión. Los padres y madres que tienen en gran esti- ma la inocencia de sus hijos y que son conscientes de la influencia de dichos y hechos contagiosos, sabrán apreciar la importancia de semejante medida\". \"... los maestros del Pensionado ejercerán una permanente vigilancia. To- dos se esforzarán en reemplazar a los padres de los internos, creando un clima que haga pensar a los alumnos que se encuentran en el seno de su familia\". \"Aquellos que se distingan en el saber y en la virtud, serán, de vez en cuan- do, recompensados\" 168. Como vemos, el Fundador de los Hermanos de la Sagrada Familia era un buen conocedor del mundo infantil y juvenil. Por eso, no duda en recomen- dar alicientes que ayuden a la superación personal y recompensar los es- fuerzos que los niños hacen en su proceso formativo. Gabriel siguió dando en las aldeas vecinas a Belmont retiros preparato- rios a la Primera Comunión e impartiendo como de costumbre sus leccio- (168) Prospecto del Pensionado de Belmont. Arch. Caja. 14. 51

Hno. José María Esgueva nes y charlas religiosas. En su ausencia, un tal Favier le suplía en la direc- ción del Pensionado 169. Dada su fama, le era del todo punto imposible poder complacer a todos los sacerdotes que le llamaban para ayudarles en este santo ministerio 170. Hasta se dio el caso de obligarlo a predicar en la iglesia 171. Conservamos la descripción detallada de aquellos \"retiros\" de Belmont. Van desde el 1833 al 1838. En el 1833, escribía: (169) He aquí varias peticiones: \"Me haría un gran favor, y Dios se lo recompensará con creces, si pudiese venir a dar al- gunas charlas a los niños de Vieux, y así disponerlos a ganar el jubileo. Comprendo que sus ocupaciones son muchas, pero no pierdo la esperanza de que pueda responder a mis deseos. ¿No podría hacer una pequeña escapadita y como San Juan Bautista dejar a Dios, sí, pero dejarlo por las cosas Dios...? Son tantos los deseos que tengo de verle, que me he permitido escribirle con la suficiente antelación para que pueda prever lo que puede impedir su venida. Hubiera querido visi- tarlo, pero no he podido... Espero que dentro de unos días lo pueda hacer. Entretanto, es- toy a la espera de una respuesta satisfactoria que me confirme que el día 14 de febrero estará en Vieux, fecha en que abriremos el jubileo en nuestra iglesia parroquial...\" Carta del Párroco de Vieux, 30-1-1830. Carp. 1. \"Estoy dispuesto a que el día de Pentecostés o el domingo precedente según convenga, tengamos la Primera Comunión de los niños. ¿Está Usted dispuesto a traerlos? ¿Prepa- ramos velas? ¿Cuántos serán...?\" Carta del Párroco de Lompnieu (?), 13-5-1830. Carp. n. 1. (170) Cfr. H. Patricio. Art. cit. en la Revista Mi Colegio, nº 31, p. 4. (171) He aquí la narración de Carlier: \"Un día en que se celebraba la fiesta patronal, el Cura de Belmont estaba a la espera de un sacerdote que debía predicar después de las Vísperas. La asistencia era muy numero- sa. Se empezó el Magníficat y el predicador no había aparecido. El párroco, Gâche, dijo al Hermano Gabriel que asistía con devoción a los oficios, que diese él el sermón. El Hermano, naturalmente, se disculpa aludiendo su falta de prepa- ración. Pero el sacerdote insiste con tono cada vez más imperativo. Ante tal insistencia y persuadido que Dios, en aquella circunstancia, le manifestaba su voluntad a través de su ministro, cae de rodillas, implora las luces del Espíritu Santo y sube al púlpito. Durante una hora, tuvo pendiente de sus labios a su auditorio. Su improvisado sermón giró en torno a dos pensamientos: lo que han hecho los santos para santificarse y lo que debemos hacer nosotros. \"Nunca he oído mejor sermón\" le dijo el Sr. Cura\". Carlier: Obra cit. p.195 52

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico \"Tenemos en nuestra escuela la mayor parte de los niños de Belmont. Qui- siera darles un retiro de varios días, y así contribuir a la salvación de sus almas. Realmente tienen necesidad ...\" 172. En el 1834: \"El día 12 de junio... con permiso del señor Gâche, Párroco de Belmont, y en la Capilla del Hermano Gabriel, han hecho su Primera Comunión seis ni- ños del Pensionado... (vienen a continuación sus nombres). Todos los alum- nos del mismo hicieron con ellos el retiro. Duró cuatro días y comulgaron. La misa y las vísperas se celebraron con gran solemnidad y fueron dirigi- das por Jeannet, nuestro Capellán\". En el 1835: \"El Hermano Gabriel obtuvo de Monseñor el Obispo de Belley una autoriza- ción oral y el derecho para dar un retiro no sólo a los niños de su escuela sino también a los de la parroquia como preparación a la Primera Comu- nión. Este año, 19 niños y 15 niñas, han hecho su Primera Comunión en la igle- sia de Belmont. La apertura del retiro tuvo lugar el día de Pascua, día 19 de abril, a las cinco de la tarde, y su clausura, el domingo de Quasimodo, día 26 del mismo mes, del año 1835. Terminó con la Primera Comunión. Los ejercicios del retiro tuvieron lugar en la capilla del establecimiento. Asistieron muchas personas de Belmont. Todos los días del retiro hubo Bendición con el Santísimo, con autorización verbal del Obispo\". En el 1836: \"El Hermano Gabriel ha dado un retiro de ocho días a cuarenta niños, mu- chachos y muchachas, en la capilla, para prepararlos a la Primera Comu- nión. La hicieron el día de Pentecostés del año 1836 en la iglesia de (172) Carta a Mons. Devie, 28-2-1833. R. 1. 53

Hno. José María Esgueva Belmont. Colocó, como recuerdo, una cruz cerca de la Curia. Los gastos co- rrieron por su cuenta... 173. En el 1838: \"El Hermano Gabriel ha dado en la capilla de su establecimiento un retiro de cinco días a 56 niños, tanto muchachos como muchachas, para prepa- rarlos a la Primera Comunión. La han hecho en la iglesia de Belmont, el día de la Ascensión del Señor, mayo de 1838. Dicho Hermano hizo poner a la entrada de su finca una cruz...\" 174. Como podemos ver, sencillez de términos en la redacción de estas lí- neas, pero con un contenido cargado de detalles en los que se vislumbra el empeño, los esfuerzos, el entusiasmo y hasta alguna dificultad ajena al esta- blecimiento (de ahí esa insistencia en reclamar su derecho y expresar los permisos oportunos de su obispo). Ante todo, como buen pedagogo, Gabriel pretendía que el acto religioso dejase una huella imborrable en el niño. \"Desde la vuelta a mi diócesis de origen hasta el 1829 175, fui enviado a va- rias parroquias como catequista. Me entregué a ese santo ministerio con gran alegría y procuré dar toda la solemnidad posible a las primeras co- muniones de los niños. Los preparaba con un retiro a ese acontecimiento, en el que en los albores de su vida reciben las arras de la vida eterna. En mis exhortaciones les invi- taba a recordar cada año con fervor el aniversario de su primera comu- nión; es algo que yo mismo he practicado siempre. La divina Eucaristía conserva y acrecienta en el hombre fiel la pureza, la (173) No se pudo realizar lo que Robert escribía ese año: \"El señor Cura de Belmont ha escrito una carta al P. Charles rogándole venga a predicar un retiro a los niños que tienen que hacer la Primera Comunión...\" Carta a Robert, 6-6-1836. R. 1. (174) Livre de DEPENSES. Notas en las últimas páginas. Arch. de Belley. C. B. (175) La tercera cifra del año no está bien clara. Parece un dos, pero podía ser un cuatro. 1829 o 1849. 54

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico fuerza, la alegría, la paz, la caridad y todo lo que nos lleva a la felicidad eterna: así lo he creído siempre...\" 176. Merece una mención especial las catequesis que dio en Châtillon-les- Dombes por lo que él mismo señala: \"Me sentí muy feliz de poder explicar el catecismo durante tres meses donde también lo había hecho San Vicente de Paúl\" 177. 2.2.5. Belley, centro de irradiación catequética Desde el año 1840, Gabriel fija su residencia en la ciudad episcopal de Belley. Y, aunque a partir de ahora, sus esfuerzos prioritariamente estarán encauzados a dar consistencia a la obra que había fundado, no por eso el período que va del 1840 al 1864, estará privado de la faceta apostólica que venimos estudiando 178. Sin renunciar a ella, aparece otra forma de apostolado en su vida: con frecuencia y gran celo visita las escuelas y clases de sus Hermanos en Reli- gión y aprovecha la circunstancia para dirigir a los alumnos oportunas exhortaciones religiosas 179. (176) Historique et Testament Spirituel. p. 8. (177) Historique et Testament Spirituel, p. 9. (178) Un testimonio entre muchos: \"Varios viajes y un retiro que acabo de predicar a los niños de la ciudad de Belley como preparación a la Primera Comunión, me han absorbido el tiempo hasta este día...\" Carta al Párroco de Boëge, 25-3-1844 (179) \"Cada año, cuando tengo la dicha de visitar los establecimientos en que la Divina Provi- dencia os ha colocado, os damos oportunos avisos y consejos...\" Lettres et Circulaires, agosto de 1850. p. 12. \"Hasta la fecha he estado visitando los establecimientos de nuestros Hermanos y, preci- samente, mañana debo dirigirme de nuevo hacia la Alta Saboya...\" Carta a M. Laurière, 25-1-1842, R. 1. \"Tengo el gusto de comunicarle que, dentro de unos días visitaré su escuela...\" Carta al Párroco de Freterive, 25-1-1842. \"Espero que el Hermano pueda reunir a sus alumnos para que yo les pueda hacer una visita...\" Carta al Párroco de Massignieu, 3-12-1844. R. 2. \"He inspeccionado la escuela de Yenne. No estoy muy contento... He exhortado a los Her- 55

Hno. José María Esgueva ¿Sobre qué temas insistía al hablar en estas visitas? Algo podemos deducir por la Circular que, con motivo de la muerte del Hermano Mauricio, envió a los Hermanos. Este Hermano, vicesuperior de la naciente Congregación, estaba encargado de visitar las escuelas en caso de que el Hermano Gabriel se viese imposibilitado. Y suponemos, no sin razón, que la actuación del fallecido estaba dentro de las normas que el Fundador le había señalado. \"... y con celo incansable exhortaba a sus alumnos a trabajar mucho y bien, a esforzarse en la práctica de las virtudes cristianas, sin las cuales el hom- bre no se puede salvar. Como vosotros, queridos Hermanos, les enseñaba el respeto y el amor que deben a sus padres, a sus maestros y a las autoridades que nos guían en el orden espiritual y temporal... a respetar el bien ajeno y a temer el vicio tan- to como a la muerte... Les hacía comprender que la ciencia es muy estimable pero que la virtud lo es mucho más\" 180. Un capítulo muy interesante sería el que describiese los esfuerzos e in- quietudes del Hermano Gabriel para que los jóvenes abrazasen el estado eclesiástico o el religioso. Estas palabras son hondamente significativas al respecto: manos a que cumplan con sus deberes con la dignidad y competencia que conviene a nuestra profesión...\" Carta a Mons. Billiet, 1-2-1849. R. 4. \"Si Dios quiere, iremos a visitaros, a vosotros y a vuestras casas, según es nuestro deseo desde hace tiempo. Será para nosotros un verdadero placer. Y aprovecharemos, para cumplir esta promesa, el momento que parezca más favorable. Probablemente visitare- mos las escuelas durante el invierno para encontrarlas en plena actividad...\" Lettres et Circulaires, 28-12-1847, p. 7. \"Creemos que es nuestro deber comunicaros que no podemos, muy a pesar nuestro, visi- tar vuestras escuelas este invierno como habían previsto. Pero lo haremos en primavera. Comenzaremos estas visitas el 4 del corriente mes, acompañado del Hermano Amadeo...\" Biographie des Frères Défunts. F. Clément, n. 8. (180) Biographie des Frères Défunts. F. Maurice, n.9 bis. p. 4. 56

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico \"Nada deseo tanto como el ver asociados a nuestra tarea a jóvenes que se sientan llamados a abrazar la vida religiosa. Estoy totalmente dispuesto a ayudarles si se deciden a ser enteramente de Dios y consagrarse a procurar su gloria\" 181. También él es consciente de la cita evangélica \"la mies es mucha y los obreros pocos\" 182. En aquel entonces, como ahora, se sentía la necesidad de contar con más brazos que trabajasen en la viña del Señor. Por eso, Gabriel animaba y lanzaba llamadas urgentes a comprometerse en este campo. Él mismo, personalmente, no escatimaba esfuerzos y aprovechaba cualquier ocasión para recordar a sus religiosos a que trabajasen en el campo vocacio- nal favoreciendo el despertar de la llamada del Señor. \"Echad la mirada en vuestro entorno y ved si podéis encontrar alguna pie- dra apta para construir el edificio de la Sagrada Familia, cuya formación nos ha costado tantos sudores y una constante vigilancia para preservarlo de manos enemigas que hubiesen preferido verlo destruido...\" 183. \"El estado religioso es donde se han santificado un gran número de santos: Hacédselo ver a los jóvenes que os consulten\" 184. Para Gabriel Taborin cualquier ocasión era buena para invitar a seguir a Cristo en la Vida Religiosa. Su secretario particular, el Hermano Prudencio, así lo asegura: \"Aprovechaba cualquier ocasión para arrancar a los jóvenes de los peli- gros que los acechan en este mundo. En especial se preocupaban por aque- (181) Carta a Foucart, de Vaux-Champagne (Ardèche), 9-2-1840. R.1. (182) Causas de la falta de vocaciones: \"...la experiencia me dice que las obras más santas y las más recomendadas no se llevan a cabo sin grandes dificultades, sobre todo por falta de hombres entregados y virtuosos. El dinero y el placer son, por desgracia, para la mayoría, su dios. Por eso encontramos hoy tan pocas vocaciones para la vida religiosa... Se es celoso de su independencia...\" Carta a M. Roussin, 11-7-1861. R. 9 (183) Biographie des Frères Défunts, Frère Régis, n. 16. p. 3. (184) Id. p. 2. 57

Hno. José María Esgueva llos que estaban más expuestos. Tenía la esperanza firme de que el bien que hacía retirando a un gran número de jóvenes de esos ambientes poco pro- picios a la práctica del bien, agradaba a Dios...\" 185 A Lamorcelle que por razones que ignoramos retrasaba su entrada en el Noviciado, le escribía: (185) Varios casos concretos: \"En año 1840, en el mes de febrero, el H. Gabriel visitaba la escuela de Avressieux, les diri- gió unas palabras de ánimo y quiso comprobar el trabajo de los alumnos. Me encontra- ba al final de la mesa y fui el último a quien se dirigió. Después de preguntarme sobre mis datos personales, edad, etc., me dio un golpecito en la espalda diciéndome: \"Dentro de quince días usted será uno de los nuestros\". Y en efecto, quince días más tarde, yo par- tía para Belmont\". Testimonios. Hno. Teodoro, Ambronay, 15-5-1866. \"El 15 de julio del 1.858, nos encontramos en una diligencia pública viniendo de Lyon. Durante el camino, vi en su cara que aquel joven no estaba hecho para el mundo y tras un coloquio que tuve con él sobre la vida religiosa, decidió dejar al instante todo y venir- se con nosotros\". Biographie des Frères Défunts. F. Gérasime. n. 26, p. 2. \"Poseía en alto grado el arte de ganarse la confianza de las personas con las que habla- ba, sobre todo de los postulantes. En una ocasión que habló con mis hermanos y les pro- puso entrar en el noviciado, no hubo medio de impedírselo. Varios familiares y amigos les aconsejaron el tomar las cosas con calma para reflexio- nar y actuar con prudencia. A cualquier objeción respondía: Hemos hablado con el Su- perior General y nos ha convencido de tal modo que nos resulta imposible dar marcha atrás, pues es un hombre extraordinario e incapaz de engañarnos... Una cosa semejante ocurrió con Joseph Doublier: Le encontró en Lyon y le preguntó a que se dedicaba. Doublier le dijo que era instructor en el Delfinado. - ¿Tiene título? - No. - Es una lástima, pues de haberlo tenido, le hubiera enviado a los Hermanos de la Sagra- da Familia de Belley. A pesar de la edad, aquel hombre de 62 años no tuvo inconveniente en ponerse a estu- diar y sacar el título. Lo obtuvo en Grenoble y una vez obtenido se presentó al Hermano Gabriel que gozoso le recibió por el coraje demostrado...\" Testimonio. Hno. Juan. Carpe- ta de Testimonios. Archivos. Cfr. Dos ejemplos narrados por el Hno. Plácido en su Notice. Uno de ellos en el año 1853, de un joven a punto de hacerse francmason, quien, tras una larga conversación con el Fundador, pedirá insistentemente ingresar en el Instituto. El otro, ocurrido en el 1856, en un viaje a Puget-Théniers. 58

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico \"Si hubiese conocido el contento que se experimenta en el estado religioso cuando se entra con buenas disposiciones no habría retrasado hasta hoy su entrada. Es verdad que Dios exige sacrificios a quienes se quieren entre- gar sin reservas, pero esos sacrificios se transforman en alegría para un al- ma que busca la vida eterna\" 186. Y a Challand que no se decidía a ir a Lyon como maestro, le aconsejaba: \"Abandonad todo y recogeréis esa mejor parte que anuncia el evangelio. Pensad que, si cuesta un poco darse a Dios en el estado religioso y vivir en él santamente, será muy consolador morir como predestinado después de haber trabajado con celo por la salvación de las almas y en la instrucción de esa porción del rebaño tan querida del Corazón de Cristo\" 187. Su alma se llenaba de gran alegría ante el anuncio de la ordenación sacerdotal de alguno de sus exalumnos o conocidos. A Gradot, recientemen- te ordenado en el Seminario de Sens, le escribe: \"Como me encantaría recibirte, escucharte, estar contigo unos instantes al menos y poderte abrir mi corazón como en otro tiempo tú me abriste el tu- yo...\" 188. A todas estas actividades, hemos de añadir las clases impartidas en vis- ta a formar en la vida religiosa a sus Hermanos y novicios  189, las orienta- ciones y consejos que daba a cuantos le visitaban en sus problemas, en (186) Carta a Lamorcelle, 22-2-1842. R. 1. (187) Carta a Challand, 15-2-1841. R.1. Cfr. Carta a Bachoud, 11-6-1842. R.1. Expresa idénticas ideas. (188) Carta al abate Gradot, Seminario de Sens. 10-5-1844 (189) \"Tengo la dicha de poder comunicarle que la mayor parte de nuestros Hermanos traba- jan por sentimientos de fe. Si, ocasionalmente, me he encontrado con alguno malo, lo he rechazado como se rechaza el veneno...\" Carta a Mons. Billiet, 2-4-1858. R. 7. \"De todas partes nos piden Hermanos y a veces me arrancan Hermanos no bien forma- dos...\" Carta a Dompier, Párroco de Modane, 19-8-1843. R. 2. 59

Hno. José María Esgueva especial a su hermano Francisco 190, las palabras de ánimo y de consuelo di- rigidas a los que padecían alguna dolencia 191, las conferencias durante los Retiros  192, la publicación de libros para sus escuelas con una marcada orientación catequética 193, etc. Quisiera completar la información sobre la actividad catequética de Ga- briel Taborin, haciendo una mención especial de dos acontecimientos de gran importancia: • el envío a Estados Unidos de cuatro Hermanos catequistas que secunda- sen a Monseñor Cretin en la tarea evangelizadora de sus diocesanos 194 (190) \"El amor fraterno me ha impulsado a recomendar a mi hermano Francisco que cumpla más fielmente con sus deberes cristianos. Le he visto con mejor disposición. Espero no haber predicado en el desierto...\" Carta a Mermillod, 20-11-1844. R. 2 \"Me encontraba un tanto entristecido por la situación familiar de mi hermano Francis- co que demostraba indiferencia en cumplir con sus deberes cristianos. Pero hoy, tengo la dicha de anunciarle que Dios tenía puestas sus miras misericordiosas en este hombre... Ha caído enfermo y he aprovechado la ocasión para hacerle ver dónde podía ir si murie- se y no pusiese orden en su conciencia. Me dijo que lo sentía y que desde hace tiempo de- seaba salir de ese estado. Me rogó le ayudase a hacer su examen de conciencia y me pidió un confesor. Me apresuré a llamar al P. Ducharme, religioso marista y confesor extraor- dinario de la Comunidad. Bendigo de corazón al Señor. Derramamos lágrimas de felici- dad...\" Carta a Mermillod, 29-2-1844. R. 2. Son impresionantes estas palabras: \"Siga considerándome todavía como un padre, a pe- sar de la herida que ha abierto en mi corazón y que seguirá sangrando durante mucho tiempo. Solo un buen comportamiento en el mundo la podrá cerrar. Si no le vuelvo a ver en este mundo, le veré el día del juicio, y allí, querido hermano, se dará cuenta de los bue- nos sentimiento que siempre tuve para con usted\". Carta a Rey, chez Bechaud, rue Rivet. Lyon, 2-11-1859. R. 7. Cfr. Otra Carta al mismo Sr. Rey, 16-11-1859. (191) \"Esta mañana, después de la oración comunitaria, nos dirigimos a la enfermería para visitar al Hermano enfermo y dirigirle algunas palabras de consuelo...\" Biographie des Frères Défunts: F.Frument. n. 18. p. 5. (192) Es muy interesante a este respecto una Carta a Rolland, 23-7-1842. R. 1. Se conservan las Circulares por las que se convocaba a los Hermanos a los Retiros anua- les. Van del año 1846 al 1864. En total 22. También se conservan varios esquemas y bo- rradores de algunas conferencias dadas con motivo de esos Ejercicios espirituales. (193) Entre ellos están: Chemin de la Santification. Trésor des Écoles. Una Gramática france- sa (hasta la fecha, desaparecida) (194) Conf. Entretiens. \"A petición de los obispos de América, vamos a enviar algunos Hermanos para fundar en Estados Unidos un noviciado que dé catequistas para las misiones de esos países...\" Car- ta al Santo Cura de Ars, 18-8-1854. R. 1. 60

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico • y la apertura al culto de la iglesia de Tamié, en donde pretendía dirigir a los fieles que la frecuentasen \"palabras de edificación\" 195. Aquí recibió la visita de un gran pedagogo y catequista, Monseñor Du- panloup 196. Estas palabras, escritas poco antes de morir el Hermano Gabriel, son ex- presión de unas metas conseguidas con mucho esfuerzo y dedicación. Eran premio a sus afanes y desvelos. El fruto, ya casi maduro, comenzaba a estar en sazón. \"Este año hemos tenido la dicha de visitar un cierto número de estableci- mientos. Y, en general, hemos encontrado las cosas según nuestros deseos... ¡Cuántos niños en nuestras clases! Nos ha llenado de gran alegría... 197. Era su \"Nunc dimittis\". Poco después entregaría su alma al Señor. Fue el 24 de noviembre de 1864. En su tumba, sus hijos pudieron grabar el siguien- te epitafio: A su Fundador quien desde sus primeros años mostró una fe viva y un ardiente anhelo por la salvación de las almas. Catequizó a la infancia a la que amaba, triunfó de todos los obstáculos para fundar en su favor una obra útil, y ayudado por la Providencia, realizó su proyecto\". (195) Cfr. Carta a Mons. Billiet, 9-3-1857. R. 6. Ephémerides, Año. 1861. 13 Oct. (196) \"Grandes personajes han visitado la semana última nuestro convento de Tamié, entre otros Monseñor Dupanloup, obispo de Orléans. Me ha felicitado por esta nueva adquisi- ción. Ojalá sea como puerta del cielo para muchas almas... \"Carta a M. Vianney, Canóni- go de Ars. 8-6-1856. R. 6. (197) Lettres et Circulaires. Año. 1864. p. 14. 61

Hno. José María Esgueva Como síntesis de este capítulo y dado el significado y contenido que en- cierra, vemos conveniente copiar textualmente una carta que Gabriel diri- gió al Obispo de Chambéry con fecha 9 de marzo de 1857. \"Últimamente le comuniqué el particular atractivo que siempre sentí por catequizar y aconsejar a la juventud y a los fieles. El obispo de Saint Clau- de, Monseñor de Chamond y el de Belley, Monseñor Devie, me autorizaron, sin estar revestido del orden sacerdotal, a catequizar y exhortar en público. He dado 36 retiros en las iglesias para la Primera Comunión en diversas lo- calidades, de los cuales diez en Belley. Durante tres años estuve solo encargado de la catequesis parroquial de Hauteville. Durante tres meses catequicé y exhorté a los fieles en la iglesia de Châtillon les Dombes y durante una Cuaresma en Brenod. En el jubileo de 1826 fui encargado durante un mes a dar en la iglesia de una importante parroquia dos instrucciones al día. Todo esto lo he hecho por petición de los señores curas y con el beneplácito de mi obispo. He hablado varias veces delante de él y a menudo en presencia de eclesiás- ticos que han mostrado una gran satisfacción por mis instrucciones y me lo han agradecido. Cada año en el retiro de mis Hermanos soy yo quien da las conferencias. Espero que mis trabajos agraden a Dios y que hayan producido algún bien, pues lo hice por espíritu de fe, con santas miras y por obediencia a mi obis- po\" 198. Y Carlier completa: \"Hizo el bien en los lugares donde estuvo. Se entregó al servicio de la juven- tud, instruyéndola, catequizándola, y por doquier se mostró como un va- liente soldado con la más hermosa página de servicios. Recibió, sin duda, heridas. Pero su alma fuerte las soportó pacientemente y cicatrizaron con pronti- tud. Lleno siempre de coraje, siempre confiado en Divina Providencia, se volvió a levantar como el atleta que ha tropezado ante un obstáculo\" 199. (198) Carta a Mons. Billiet, 9-3-1857. (199) Carlier. Obra cit. p. 69. 62

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico 2.3 Esfuerzos por encarnar un ideal \"Algún día la historia la contará para gloria del Autor de todo bien. Por nuestra parte, nos limitaremos a decir que nuestra Congregación es menos la obra de un hombre que la de Dios\" 200. Una vez expuesta la actividad catequética de Gabriel, vamos a procurar, en las páginas siguientes, presentarlo como fundador de un Instituto emi- nentemente catequético. Al abordar este nuevo aspecto, dejaremos de lado las narraciones de pruebas, fracasos, éxitos, etc., que toda fundación lleva consigo y de los que la obra de la Sagrada Familia no estuvo exenta. Nos limitaremos a estudiar las diversas etapas o, mejor, los intentos, por los que pasó el espíritu del Hermano Gabriel hasta ver convertido en gozosa realidad, un ideal de vida que se propone, como fin específico, una educa- ción cristiana del hombre inspirada en la familia de Nazaret. En esta fase las pruebas \"sello de las obras de Dios\" llamarán insistente- mente a su puerta. Tabor y Getsemaní serán puntos de referencia frecuen- tes. 2.3.1. Orden de San José Como indicábamos en su momento, fue en Châtillon de Michaille don- de había sentido por vez primera la llamada a la vida religiosa, pero, estuvo un tiempo prudencial sin decidirse y sin llevar a cabo su propósito. Temía ser víctima de su carácter o de alguna ilusión pasajera 201. El primer intento data de 1824, en La Poyat, cerca de Saint Claude: \"Hace ya tiempo que los párrocos se vienen quejando de la actuación de los maestros en sus escuelas, pues son, en su mayor parte, personas desconoci- das de diferentes diócesis que, en lugar de ayudar al pastor en su difícil ta- (200) Proclamation du Nouveau Guide, p. vi. Lettres et Circulaires, 24-6-1858, p. 7. (201) Cfr. Entretiens, t, III, p. 378. 63

Hno. José María Esgueva rea, dan a la juventud, tan susceptible a las malas impresiones, ejemplos de insubordinación y con frecuencia también de corrupción. Desde hace muchos años, el mayor anhelo de estos veteranos de los templos ha sido ver en sus parroquias a alguien como ellos que, sin más móvil y preocupación que la gloria de Dios, pudiera encargarse de una parte de su trabajo. Y precisamente para atender a estos deseos tan unánimes, va a iniciarse la pequeña Congregación de los Hermanos de San José, bajo los auspicios de un prelado amado y venerado, que se complace en hacer feliz al clero tan estimado por él. Los fines que esta Sociedad se propone son: educar a los niños, hacer de ellos buenos cristianos, encargarse de la sacristía y de la limpieza de la iglesia, dar la catequesis y algunas charlas a las familias y hacer que se lleven a cabo las ceremonias del culto\" 202. Un canónigo de la catedral de Saint Claude, Desrumeaux, le ayudó a re- dactar los estatutos de la futura Comunidad religiosa 203. Basta un somero análisis para hacer notar que una generosa entrega inspirada en la más profunda caridad evangélica, estaba en la base de estos primeros intentos fundacionales. \"Todos los asociados deberán estar sinceramente dispuestos a sacrificar su libertad, sus talentos, su salud e incluso su vida, para ser útiles al prójimo de cualquier manera con el fin de ganarlos todos a Cristo y, al mismo tiem- po, salvar ellos mismos su alma\" 204. \"Durante el período de la juventud... época rodeada de tantos peligros, es cuando más necesitamos un amigo fiel y generoso que nos muestre nues- tros fallos y nos haga evitar las ocasiones peligrosas... ¡Cuántos hay que si no hubieran abandonado la casa paterna conserva- rían aún la inocencia! Muchas veces ocurre que un joven conoce a un amigo un tanto libertino, co- mienza a caminar tras sus pasos y pronto traen el escándalo a la parroquia. (202) Constitutions de l'Ordre de Saint Joseph, c. I. p. 1. (203) Carlier Obra. cit. p. 39 (204) Constitutions des Frères de la Sainte Famille. Manusc. p. 4 64

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico He ahí, queridos Hermanos, unos males contra los que clama la caridad. Vosotros podéis evitarlos con vuestra prudencia y delicadeza. Vosotros podéis convertiros en ese amigo fiel que ellos buscan desde hace tiempo y que aún no han encontrado. Introduciros en su espíritu por me- dio de la dulzura, atraéroslos por medio de una amenidad bienhechora, he ahí el camino que podéis ofrecerles para que eviten los escollos y conserven su inocencia\" 205. Con este ideal en perspectiva, el domingo día 31 de octubre de 1824, Ga- briel, ilusionado y acompañado de cinco jóvenes, tomaba el hábito religioso en Bouchoux 206. \"Me resultaría difícil describir la alegría interior que experimenté y la be- lleza de una ceremonia tan conmovedora en la que yo era protagonista y que resultaba totalmente nueva en aquellas comarcas para nuestra gente, sin embargo, tan religiosa. Ese día fue sin lugar a dudas, uno de los más hermosos y consoladores de mi vida. Conservo de él un grato recuerdo que jamás se ha borrado de mi corazón\" 207. Aquella alegría duró poco. Seguirían horas tristes y de sumo abandono. Él mismo nos cuenta los días que siguieron a la ceremonia de la iglesia de Bouchoux: \"Inmediatamente después de la toma de hábito, volví a Saint Claude con mis compañeros. Nos confiaron el servicio de la catedral y la dirección de las escuelas a las que acudían los niños de la ciudad. (205) Constitutions de l' Ordre de Saint Joseph. cap. XXXI. p. 54. (206) \"Por orden del obispo de Saint Claude tomé solemnemente el santo hábito religioso en 1824, el segundo domingo de octubre, en la iglesia de Bouchoux. Para aquella circuns- tancia se reunieron al menos 8.000 personas... Todos estaban conmovidos, sobre todo, al escuchar el hermoso sermón pronunciado por el P. Charvin sobre la verdadera libertad de los hijos de Dios y sobre las inmensas ventajas que ofrece la vida religiosa\". Histori- que et Testament Spirituel p. 6. (207) Id. p.6 65

Hno. José María Esgueva Todo comenzaba a funcionar con gran satisfacción de Monseñor de Cha- mond, del clero de la ciudad y mía, como también de los buenos cristianos que veían con agrado la fundación de una institución muy útil para la re- ligión y para el pueblo. Pero, por desgracia, estos felices comienzos pasaron con más rapidez que un relámpago. Dios quería que esta obra pasara por el crisol de una gran prueba, seguida de muchas otras tribulaciones, las cuales han sido siem- pre a través de los siglos, la herencia y la marca de las obras de Dios. \"Mis compañeros, aunque en el fondo eran gente buena, se desanimaron por cosas de poco peso y me abandonaron dejándome con otro Hermano. Nos debíamos encargar de cerca de trescientos alumnos, más el servicio de la catedral y el cuidado de la casa...\" De las primeras Reglas entresacamos las siguientes líneas consagradas al Hermano catequista: \"La catequesis es una de las funciones más estimadas por los Hermanos y también aquella en la que deben poner mayor interés para que sea eficaz. Recordarán, al dar la catequesis, que en ese momento ocupan el lugar de Je- sucristo el cual se complacía en estar con los niños. Tendrán cuidado de prepararla y de no improvisar jamás, a no ser en caso de gran urgencia, pues recordarán que nada hay tan difícil como dar una buena catequesis y que es muy fácil que se deslicen errores cuando no se prepara. En cuanto a la manera de hacerla, se atendrán, a las orientacio- nes aprobadas por el obispo y que figuran al final del catecismo\" 208. \"Sobre todo el domingo por la tarde es cuando en zonas rurales los jóvenes aprovechan para juntarse y entregarse al mal. Pero también es precisa- mente el domingo cuando los Hermanos pueden dedicarse más a ellos. Des- pués de las vísperas intentarán que se vengan con ellos. Podrán así divertirlos con sanos pasatiempos y tratarán de hacerse todo de todos pa- ra ganarlos a todos para Jesucristo. (208) Historique et Testament Spirituel. Manusc. p. 7. (209) Constitutions de l'Ordre de Saint Joseph, cap. XXVII, p. 50 66

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico En cuanto se hayan ganado su confianza, todo estará conseguido. Los jóve- nes que son normalmente confiados les manifestarán sus preocupaciones e incluso las ocasiones en que hayan naufragado. Y así pronto se harán con ellos por medio de sus consejos que recibirán con agrado si no son ex- cesivamente largos y parecen ya preparados de antemano. Más vale ganar un alma que ganar el mundo entero y además es el medio más seguro de salvar la propia. Es también la mejor forma de apreciar el bien que Dios quiere obrar por medio de nuestras débiles fuerzas\" 210. Este primer fracaso no desalentará al Fundador 211. Jeurre, Courtefontaine, Poncin, Hauteville... le verán empezar. Y en esos mismos lugares Taborin ter- minará encontrándose solo con su ideal, pero jamás se dará por vencido y a la primera oportunidad que se le presenta, volverá a emprender la marcha co- mo \"un constructor empeñado en vencer la correntada de los acontecimien- tos adversos\", nos dirá Chiappini  212. Humanamente hablando es un \"enano metido en una empresa de gigantes\" 213. Gabriel nos dirá a este respecto: \"Gomme, misionero de Besançon; un venerado Padre capuchino de Cham- bery; y sobre todo Favre, superior de los Misioneros de Saboya, a quien hace unos años pude exponer mi proyecto y dar a conocer mi interior, mis incli- naciones, mi escasa cultura y fortuna, me dirán, tras haber sopesado bien las cosas ante Dios, que no dudaban de que el cielo tuviese particulares de- signios sobre mí para llevar a cabo esta obra; que podía actuar con toda seguridad y sin desanimarme en las diferentes pruebas que habría de so- portar; que la obra, enteramente de Dios, florecería y tendría un gran éxito, Monseñor, bajo sus poderosos auspicios. La decisión de estos hombres, dig- nos y piadosos, me ha servido de pauta y animado hasta este día\" 214. (210) Constitutions de l' Ordre de Saint Joseph, cap. XXX. p. 54. (211) \"Padecí esta humillante prueba, que era la primera, con una gran resignación, diciéndo- me: si esta obra es solamente tuya, es una obra que ha nacido muerta; pero si es la obra de Dios, él sabrá sostenerla frente a todos y contra todos\". Historique et Testament Spi- rituel. Manusc. p. 7. (212) Chiappini. Obra cit. p. 53. (213) Id. p. 55. (214) Carta a Monseñor Devie, 1-11-1835 R.1. 67

Hno. José María Esgueva 2.3.2. Asociación de Catequistas de Saint Arthaud. Gabriel Taborin quiere una Congregación eminentemente catequística, como lo demuestra una nueva Regla que redacta en los primeros años de su estancia en Belmont. Un nuevo ideal catequético le viene a la mente a raíz de la visita a la an- tigua abadía de Arvières y de la reciente publicación de la vida de Saint Ar- thaud, fundador de dicha cartuja 215. El convento, un día centro de irradiación religiosa, estaba reducido a un montón de escombros. Parece ser que, al visitarla, quedó vivamente impre- sionado. \"El nombre de Saint Arthaud, fundador de la cartuja de Arvières, a quien el Hermano Gabriel ha tomado como patrono y protector de la Asociación de catequistas, atraerá gran cantidad de aspirantes, sobre todo si la casa de noviciado se instalase en Arvières sobre las tristes ruinas de la célebre aba- día que antaño fundara Saint Arthaud. Seguro que, si este gran santo in- tercedió ante Dios por la antigua abadía de Arvières, protegerá también a esta nueva, que no va a ser menos útil que la primera, ya que una parte de sus miembros de dedicará a la contemplación como Saint Arthaud y sus discípulos y otros al servicio de los fieles saliendo a trabajar en la salvación de las almas particularmente de los jóvenes por medio de la enseñanza\" 216. El Fundador piensa que Arvières es \"el lugar más indicado para inspirar confianza a la gente y a los propios aspirantes, por estar al abrigo de un mundo engañoso... y en un lugar que ha engendrado tantos santos\" 217. (215) \"La vista desoladora del montón de escombros que es hoy Arvières,- antiguamente un lu- gar animado por la oración de los santos -, y la lectura de la vida de Saint Arthaud, im- presionaron vivamente al Hermano Gabriel y le impulsaron a tomar a este santo como protector de la Asociación de catequistas con el fin de obtener sus virtudes y favores\". Constitutions de Saint Arthaud. Cap. I. (216) Constitutions de Saint Arthaud. Cap. I. (217) Constitutions de Saint Arthaud. Cap. I. 68

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico Por ello redacta las: \"Constituciones de la Asociación de los Padres, Hermanos y Asociados, Ca- tequistas de Saint Arthaud, fundada bajo la protección de Monseñor Ale- jandro Raimundo Devie, Obispo de Belley \". La organización de la Asociación tal como la concibe y se refleja en estas nuevas Constituciones, era complejísima y de difícil realización. Haremos notar de paso que parece ser que se trataba de unir la vida benedictina, con- templativa y de oración, con la vida del religioso educador, orientada más bien a tareas profanas. Comprendía tres categorías de miembros: Padres, Hermanos y Asocia- dos catequistas, así distribuidos: 1. Padres Catequistas: a. Padres Superiores (administración). b. Padres de Coro (contemplación). c. Padres Predicadores (predicación). 2. Hermanos Catequistas: a. Hermanos Mayores (encargados de las principales escuelas). b. Hermanos Menores (pueden ir solos a parroquias pequeñas). c. Hermanos Conversos (empleados en trabajos manuales). 3. Catequistas Asociados: a. Padres: (Pueden estar al frente de una parroquia y conservar la pro- piedad de sus bienes). Cada provincia tendrá un Celador. b. Hermanos: (Hacen promesas de pobreza y obediencia y voto de cas- tidad por un año. Pueden conservar parte de sus bienes) 218. \"Si los catequistas de Saint Arthaud tiene la suerte de contar con la protec- ción de su obispo y de encontrar los recursos económicos para comprar la morada de aquel a quien han elegido por padre, harán allí su propia casa, (218) Cfr. Frère Louis Laurent, art. cit. p. 9. 69

Hno. José María Esgueva y entonces el internado de Belmont quedaría dirigido por alguno de los ca- tequistas e incluso podría suprimirse en caso de necesidad\" 219. No faltó la protección del obispo de Belley, pero como en tantas otras ocasiones, no llegaron los recursos económicos a los que hacía referencia, ya que los hijos espirituales del Hermano Gabriel no llegaron a establecerse en las agrestes montañas del Gran Colombier. Hoy día, un montón de rui- nas dan testimonio de la pasada existencia del antiguo convento. El fin que se proponía la nueva Asociación no difería mayormente de la finalidad de la primitiva Orden de San José: \"La Asociación tiene como objetivo fundamental la santificación de los ca- tequistas. En ella se formarán maestros piadosos que se encargarán de las escuelas primarias parroquiales. Estos maestros enseñarán además la doctrina cristiana en público y en privado. Se encargarán de las iglesias, las mantendrán limpias y las adornarán en las distintas solemnidades. Llevará a cabo las funciones de ayudantes del culto, cantores y sacristanes. Y, finalmente, se dedicarán a toda clase de buenas obras en las parroquias a las que sean enviados según el deseo y bajo la dirección de los párro- cos\" 220. Y mientras unos deberían estar entregados a \"la distribución del pan de la doctrina\", otros consagrarían sus días al rezo del Oficio divino, imitando así la vida de los antiguos monjes de Arvières 221. Durante el año en la Asociación habrá cuatro retiros espirituales: uno, al iniciarse el año, para los alumnos; el segundo, ocho días antes de la fiesta de Saint Arthaud y que se celebrará en la iglesia de Lochieux, el martes después de Pascua para los seglares de la región; el tercero, para los Padres, Herma- nos y Asociados Catequistas; el cuarto, al final de agosto, para los seglares que lo deseen 222. (219) Constitutions de Saint Arthaud, cap. 1. (220) Règle de Saint Arthaud, Cap. II, art. 1. (221) Cfr, Id. Cap. II. art. 2. (222) Id. Cap. II, art. 8. 70

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico En cuanto a la formación del Catequista y de los alumnos señala: \"Durante el noviciado se formará a los catequistas en las virtudes y conoci- mientos necesarios para ejercer santamente y con eficacia las funciones de su misión. Todos deberán conocer a fondo la doctrina cristiana y el ritual de Toulon, sobre todo los que están destinados a enseñar en público el cate- cismo...\" 223 \"Los catequistas se dedicarán, sobre todo, a formar el corazón de sus alum- nos en la fe católica y considerarán estas clases no como algo accesorio y aleatorio, sino como fundamento de toda la educación que imparten...\" 224 2.3.3. Congregación de los Hermanos de la Sagrada Familia \"Si la obra es de Dios... la llevará adelante\". En efecto, en 1838 nacía oficialmente el Instituto de los Hermanos de la Sagrada Familia. Ese año, Monseñor Devie aprobaba las Reglas de \"la peque- ña Asociación de los Hermanos de la Instrucción Cristiana, conocidos con el nombre de Hermanos de la Sagrada Familia\". Gabriel Taborin veía, por fin, coronados sus esfuerzos. Durante catorce años su vida había estado marcada por la tenacidad de los santos; una actitud humilde y respetuosa ante la autoridad, pero inflexi- ble y paciente esperando la hora de Dios 225. \"Las diferentes pruebas que he sufrido a lo largo de quince años para llevar a cabo esta buena obra que tiene la finalidad de proporcionar como ayuda a los señores curas del campo y de la ciudad piadosos maestros, abnegados catequistas, ayudantes del culto, cantores y sacristanes asiduos y edifican- tes, me habría desanimado. Lo mismo habrían hecho mis pocos estudios y mis escasos talentos. Pero me ha dado fuerzas Aquel que a veces se sirve de los débiles y sencillos como instrumentos para mostrar que él es poderoso (223) Règles de Saint Authaud. Cap. X, art. 2. (224) Id. Cap. XIII, art. 3. (225) Cfr. Entretien Familial, t. III. p. 378. 71

Hno. José María Esgueva y que puede realizar obras admirables y hacerlas triunfar contra toda es- peranza, incluso en medio de contradicciones y cuando parece que van a desaparecer... Varios de mis directores espirituales, todos ellos hombres tan doctos como piadosos, a quienes he comunicado la obra en la que me he sentido llama- do a trabajar desde mi más tierna infancia, siempre me han animado mu- cho a entregarme a ella sin descanso y a realizar mi proyecto, considerán- dolo como algo que venía de Dios e imponiéndome el deber de jamás abra- zar una vocación diferente... Mi humilde origen, mi condición de simple se- glar y la falta de medios económicos y de influencias me hicieron pensar que quizá mi propósito era temerario y que difícilmente se podría confiar en que yo lo llegara a realizar... Sabe Dios con qué intenciones algunas personas, tanto clérigos como se- glares, intentaron hace tiempo descalificarme ante quienes ellos sabían que podían ayudarme o serme útiles... Grandes han sido mis pruebas, pero puedo asegurarle monseñor, con toda sinceridad que nunca he experimen- tado mayor alegría interior que en esos momentos.... Y tengo que confesar que en medio de mis reflexiones la voz de la vocación se dejaba oír en mi in- terior y me sentía más impulsado que nunca a trabajar y a ofrecer mis fati- gas y vigilias en reparación de los pecados que hubiera podido cometer a lo largo de mi vida y por la gloria de Dios y la salvación de las almas... Mi intención al fundar el centro de los Hermanos de la Sagrada Familia no ha sido el hacerme famoso ni hacer valer mi persona o mi obra. Estoy total- mente convencido de que soy un siervo inútil... Puede, Monseñor, que haya temeridad de mi parte al meterme a dar reglas a los que quieran vivir los consejos evangélicos. Ciertamente para trazar este tipo de reglas hace falta tener la sensatez de un anciano, la sabiduría de los más prudentes y la pru- dencia de los más sabios. Mi único consuelo es haberle obedecido al escri- birlas y haber hecho lo que, a mi parecer, el Espíritu Santo me ha ido dictando... 226. (226) Carta a Monseñor Devie, 12-10-1836. R. 1. Esta carta está al principio de las Constitucio- nes. 72

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico Serían interminables los testimonios de Gabriel relacionados con su fundación que podríamos encontrar en su correspondencia, documentos y escritos 227, etc. Pero no son específicos dentro del trabajo que tratamos de realizar. Por eso acabaremos este apartado exponiendo brevemente cuanto dice sobre el catequista. Según estas nuevas Constituciones, tendrán derecho a catequizar, en público o privadamente, además de los Capellanes: \"los Hermanos constituidos en autoridad en la Sociedad, aquellos a quie- nes se reconozca como más aptos e instruidos y también quienes por su ca- pacidad hayan merecido ser colocados al frente de una escuela parroquial o comunal\" 228. Los Hermanos tendrán diariamente una lección de catecismo en sus clases. En la iglesia podrán reemplazar al párroco o al vicario cuando se lo pidan... (227) \"Hace ya quince años comencé con solo seis francos... Era tal nuestra pobreza que a me- nudo no tenía ni para un sello de correos...\" Carta a Modelonde, 1-9-1855. R. 5. \"Aunque indigno, el Señor se ha servido de mí para crear una Asociación religiosa, lla- mada de la Sagrada Familia. Tiene como fin específico proveer a las ciudades y al campo de Hermanos que hagan el bien ejerciendo las funciones de maestros, catequistas, can- tores y sacristanes... Nuestros Hermanos están ya en 17 diócesis, sin nombrar los que en- vié a las misiones...\" Carta al P. Benoît, abad de la Trapa de Grâce-Dieu (Dombes), 8-10-1856. R. 6. \"El fin que se propone nuestra Sociedad es: Proporcionar a los pueblos predicadores lle- nos de fe y celo, a las parroquias de nuestros pueblos y ciudades maestros piadosos que eduquen a la juventud en el temor de Dios y que ayuden a los sacerdotes como maestros de sus escuelas parroquiales, como catequistas, cantores...\" Carta a Mme. du Sacré Coeur. Delichtesse, 23-10-1835. R. 1. \"Cuando nació no era más que un grano de mostaza y estuvo muchas veces amenazado de ser ahogado... Para nosotros es una satisfacción, queridos Hermanos, el ver que las ramas de este árbol tan querido se extienden por un gran número de diócesis y que bajo su sombra bienhechora vienen a cobijarse miles de niños. Ojalá crezca aún más para que pueda servir de refugio a un mayor número de almas jóvenes a las que el viento de las pasiones amenaza con secarlas y quemarlas, incluso dentro del jardín de la Iglesia, donde les ha colocado la gracia del Bautismo\". Nouveau Guide. p. vj. (228) Constitutions et Règlement des Frères de la Sainte Famille. Manusc. c. 36. 73

Hno. José María Esgueva Su principal deber como catequistas, está en enseñar bien el catecismo a los niños, explicándoles con términos claros y sencillos los principales misterios de nuestra Religión. \"Los Hermanos deberán recordar que el buen catequista da siempre sus lec- ciones con el atractivo de la alegría y la sonrisa de la amabilidad...\" 229 \"El buen catequista sabe explicar las cosas más sublimes con las expresio- nes más sencillas y es capaz de revestir con formas sensibles y ya conocidas por sus discípulos las verdades más abstractas y que están más alejadas de la percepción de los sentidos. Como el soberano Maestro, habla con fre- cuencia en parábolas.\" 230. \"Dejar a los niños en la ignorancia es anular el ministerio sacerdotal... es privarlos de los medios de salvación...\" 231 Y pensando que \"las primeras lecciones que recibe el hombre, las prime- ras verdades que llegan a sus oídos, son las que mejor se graban en su es- píritu y en su corazón\", el catequista cuidará estas plantas jóvenes que fácilmente con la gracia de Dios, pueden ser guiadas por el camino de la vir- tud. Como catequistas \"estarán profundamente convencidos de que no es al párroco o al obispo a quienes reemplazan cuando dan catequesis sino al mismo Jesucristo\". Por eso, el catequista deberá preparar sus lecciones de una manera \"se- ria y escrupulosa\". Y para facilitar esta preparación propone leer todos los días un capítulo del Catecismo de Callot y estudiar, ante todo, • el Catecismo diocesano, • el Catecismo de Coutier, • el Catecismo de Constance. (229) Nouveau Guide, cap. XXXIV, art. 910 (230) Id. art. 912. (231) Id. art. 909. 74

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico Completa esta relación con • los Proyectos de instrucción familiar de Chambéry, • las explicaciones del Catecismo de Genève, • el que está en uso en las iglesias de Francia, • y otros buenos libros 232. Todo el Capítulo XXVI del Nuevo Guía está reservado a la catequesis y de- be ser estudiado con atención, pues refleja todo su pensamiento sobre el particular. \"No hay actividad más bella, más honrosa y más meritoria que la de cate- quista, si se ejerce con fe... Y este es el ministerio del Hermano catequista del Hermano de la Sagrada Familia\". 2.4. Tres Escritos. Al referirnos a esta nueva actividad apostólica de Gabriel, hemos de re- conocer que cada una de sus obras escritas contiene materia suficiente para desarrollar extensamente alguno de sus contenidos. Aquí nos limitaremos a destacar su carácter catequético. Entre las obras que escribió, tres escritos en particular se presentan a nuestra consideración con la finalidad de instruir. Los tituló: El Angel Con- ductor de los Peregrinos de Ars, El Tesoro de las Escuelas y el Camino de la Santificación 233. En un primer análisis de las tres, llama la atención dicha pretensión instructiva. (232) Cfr. Nouveau Guide, cap. XXXIV. (233) Tuvo intención de escribir una obra de pedagogía, pero tal vez por su intensa ocupación, no la llevó a cabo. Cfr. Nouveau Guide, p. 383. art. 816 75

Hno. José María Esgueva 2.4.1. El Angel Conductor. En el 1839, el Hermano Gabriel, atraído por la fama de santidad de San Juan Bautista María Vianney, visitaba Ars. Quedó sorprendido que el Santo se dirigiese a él personalmente y pronunciase aquellas palabras: \"Los ami- gos de Dios se conocen siempre\". El caso es que, a partir de entonces, una santa amistad y sincera colaboración unió a ambas personas 234. Fue precisamente el espectáculo de la gran masa de peregrinos que acu- dían a Ars lo que le indujo a contribuir al apostolado de su \"amigo\" publi- cando el Angel Conductor  235. La obra llevaba la aprobación de Alejandro Devie y estaba compuesta de quinientas páginas con: 1. Avisos y consideraciones sobre los viajes en general. 2. Una breve reseña sobre el Santo Cura, sobre las obras que fundó y las in- dulgencias que podía conceder. 3. Ejercicios para un retiro, seguido de unas reflexiones sobre los deberes de los distintos estados de vida 236. El Angel Conductor de los Peregrinos de Ars es de un carácter marcada- mente catequético e instructivo. \"Este pequeño libro será para los peregrinos como un ángel visible que les conducirá a lo largo de la vida. Les instruirá y les hablará al corazón con los ejercicios del retiro que contiene. Les hará reconocer sus faltas por el examen de conciencia que encierra. Les llevará a alabar y adorar a Dios y a recurrir a Él con las oraciones que contiene. En fin, a cada uno le dirá la verdad sin distingos ni reparos\" 237. (234) Cfr. Carlier, Obra cit. pp. 176-178. (235) Subtítulo del original: Petit Manuel de Piété à l'usage des fidèles que aspirent à la sanctification. (236) Cfr. Carlier Obra cit. p. 176. (237) L' Ange Conducteur. Prefacio. Carta a Mons. Devie, 22-4-1849. R. 4. 76

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico Pretende, pues, que su obra sirva de alimento a las almas y desea que pueda ser utilizada en las escuelas, en los hogares y en las iglesias, como lo da a entender en una carta al párroco Piotton. A este sacerdote le enviaba cincuenta ejemplares para ayudarle a remediar en algo los tristes efectos que produjo el incendio que devastó su parroquia. \"Quisiera, no obstante, hacer algo por vuestro pueblo con el que estoy afec- tuosamente unido, y pongo a vuestra disposición cincuenta ejemplares del Angel Conductor. Esta obra puede ser usada en la escuela, en las familias y en la iglesia... Presiento que quienes han padecido el incendio prefieren preferentemente pan. Pero el Evangelio nos enseña que el hombre no sólo vive de pan sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. La obra que os ofrezco, espero que contribuya a consolar los corazones afligidos al tiempo que alimenta- rá sus almas con santos pensamientos\" 238. 2.4.2. El Tesoro de las Escuelas Cuatro años antes de morir, publica el Tesoro de las Escuelas Cristianas. Se trata de un libro de lectura destinado a los alumnos que frecuentan sus escuelas. Los hechos narrados en el Antiguo y Nuevo Testamento, las instruccio- nes de los Patriarcas y Profetas de Israel, y la sublime doctrina de Cristo y de sus Apóstoles, van pasando ante la atención del niño en un estilo sencillo y claro. Para ser más precisos, diremos con palabras del Hno. Héctor da Rosa que el libro \"es una invasión del pensamiento de Dios en la lección de lectu- ra\" 239. En el Prólogo de la obra señala el fin transcendental y noble que se pro- puso al escribirlo: \"Ojalá que esta obra, al tiempo que marque a la juventud el camino de la salvación, contribuya a conducirla al Reino de los Cielos\". (238) Carta a M. Piotton, 24-2-1855. R. 5. (239) H. Héctor da Rosa: El celo apostólico del Hermano Gabriel, p. 58. 77

Hno. José María Esgueva 2.4.3. El Camino de la Santificación El título exacto y completo de la obra es: \"Camino de la Santificación o Guía de la Juventud y de las Familias en el Ejercicio de la Vida Cristiana\". Es anterior a las precedentes publicaciones que hemos estudiado. Data del año 1843 y Gabriel lo califica de \"biblioteca religiosa de las familias po- bres\" 240. Taborin tiene conciencia de sus \"débiles\" talentos, pero no puede resis- tirse a la pasión de hacer el bien en cualquier circunstancia que se presente. \"Si únicamente hubiese consultado a mis débiles luces, jamás habría em- prendido esta obra. Pero presionado de una parte, por el interés que me inspiran los jóvenes, y, ante todo, por los niños que frecuentan las escuelas de nuestro Instituto, y de otra, al no poder resistir la vivas y frecuentes in- sistencias de los Hermanos y de varios dignos y celosos eclesiásticos que co- nocían mi proyecto, me decidí a ejecutarlo 241. Como base tiene una rica experiencia vocacional. Estas palabras son elocuentes: \"Dios me ha concedido la gracia de trabajar de por vida en la instrucción de la juventud en las escuelas primarias y de catequizar a la porción más querida del rebaño de nuestro Salvador\" 242. Además, su oficio le ha puesto en contacto frecuente con familias, es- cuelas y parroquias diferentes. Ante las deficiencias y males que estas co- munidades padecían, decide llevar a cabo un proyecto que considera útil: (240) Chemin de la Sanctification, p.vi (241) Id. p. vi (242) Id. 78

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico \"Me decidí por la utilidad que resultaría el poner entre las manos de la ju- ventud cristiana, sobre todo de las zonas rurales, un libro barato que pu- diese a la vez servir en la escuela, en la iglesia y en la familia, y que fuese como la biblioteca religiosa de las familias pobres\" 243. Convencido de sus débiles talentos y limitaciones, según testimonio de él mismo, busca la ayuda necesaria, consulta a aquellos autores que cree le pueden ser útiles y cual hábil abeja entresaca de ellos \"lo que me ha parecido más idóneo para instruir, para animar, para des- viar del mal y llevar a las almas hacia la práctica de las virtudes cristia- nas\" 244. El resultado final de ese trabajo fue un libro de marcado signo cristiano y en la línea propia de nuestros catecismos. Mons. Alejandro Devie, al dar su aprobación, dirá: \"Lo aprobamos y lo recomendamos como apropiado para dar a conocer las verdades fundamentales de la religión y los deberes que ésta impone a to- dos los cristianos\". En cuanto al estilo, a pesar de tratar temas un tanto difíciles y abstrac- tos, emplea un lenguaje sumamente sencillo y al alcance de todos. Facilitan su lectura los numerosos ejemplos que intercala en la exposición. \"Nunca he buscado la elegancia al escribir, pues mi intención fue escribir no para los sabios de este mundo, sino, únicamente, para los niños que la Divina Providencia se ha dignado poner bajo mis cuidados y también para el pueblo sencillo de nuestras aldeas con el que siempre he vivido\" 245. He aquí el plan de la obra: (243) Chemin de la Sanctification. (244) Id. (245) Chemin de la Sanctification, p. vii 79

Hno. José María Esgueva a. Parte Primera: Una serie de instrucciones sobre la doctrina cristiana \"cuyo conocimiento es necesario a las personas de cualquier sexo, edad y condición que quieran salvarse\". En un estilo llano y sencillo va exponiendo no sólo las verdades más trascendentales del cristianismo sino también detalles y avisos prácticos para el vivir cristianamente el día. Varios capítulos, entre ellos los referen- tes a la oración, a la educación cristiana y a la vocación, merecen una aten- ción especial. El fin que se propuso al redactar esta primera parte lo expresa en estos términos: \"Estas lecturas fortificarán la fe de quienes las hagan o las oigan; a los pe- cadores les ayudarán a salir de su situación; a los justos les fortalecerán en la práctica de sus deberes. Harán un doble servicio a los niños, puesto que, al tener el Camino de la Santificación en la escuela, aprenderán en él a san- tificarse y al mismo tiempo aprenderán a leer. Por esas lecturas, las verda- des de nuestra religión, desde muy temprano, estarán presentes en su espíritu y corazón evitando las consecuencias del vicio que tanto daño oca- sionan en las familias, en las parroquias y comarcas que no las tienen en cuenta\" 246. b. Parte Segunda: Contiene una serie de consejos prácticos destinados a dirigir los ejerci- cios de piedad que el cristiano debe practicar en las distintas circunstancias de la vida. Completan esta sección, temas de meditación para cada día del mes y una rica colección de oraciones vocales. (246) Chemin de la Sanctification. p. vii. 80

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico c. Parte tercera: En ella encontramos el \"ordinario de la misa\", los salmos, antífonas, himnos, etc., para ser cantados durante los oficios divinos. \"Conozco muchas parroquias en las que los señores curas han introducido la loable costumbre de hacer cantar a sus fieles en la iglesia; nada más edi- ficante...\" 247. \"Ninguna cosa eleva tanto el ama a Dios como el canto divino, y ninguna otra cosa tan edificante como el oír cantar a todos los fieles en la iglesia, sobre todo, si unen sus voces los niños...\" 248. Y para facilitar este cometido, aconseja la enseñanza de la lectura del la- tín en clase. d. Parte Cuarta: Se trata de una colección de cánticos \"para ser cantados mientras las ta- reas del campo, en talleres y veladas... después de haberlo aprendido en la escuela o en la iglesia\". Lo que, en el fondo, Gabriel pretende queda reflejado en estas líneas: \"¡Cómo desearía que estos cantos pudiesen frenar o al menos disminuir la expansión de canciones profanas que hieren los oídos de los cristianos!\" 249. Gabriel deja bien claro su pensar respecto al canto al que considera un eficaz medio de apostolado: \"El canto sagrado da al culto del Señor y de los Santos mayor pompa y solemnidad\". \"Por él los fieles son más asiduos a los oficios divinos y a las instrucciones de sus pastores, atraen más a los niños a las escuelas cristianas, al tiempo (247) Chemin de la Sanctification, p. viii. (248) Id. p. 382. (249) Id. p. viii. 81

Hno. José María Esgueva que relajan a los obreros en sus trabajos, alimentan su piedad y reaniman su entusiasmo. El canto sagrado puede inspirar a la juventud desencanto hacia determi- nadas canciones profanas. Cantando a la virtud, uno se horroriza del crimen y anhela la felicidad de la otra vida, y así recuerda los misterios de la religión... El canto sagrado reaviva la fe entre los fieles. Tras las persecuciones de la Iglesia, se han visto pecadores insensibles a la palabra de Dios, enternecerse, llorar y convertirse por el canto, pues en él se encuentran temas de meditación, e incluso instrucciones sobre nuestra re- ligión\" 250. (250) \"Nos gustaría que formaseis a la juventud en el canto.\" Chemin de la Santification. p. 525. Cfr. Biographie des Frères Défunts, n. 12. p. 6. 82

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico CAPÍTULO III GABRIEL TABORIN Y EL HERMANO CATEQUISTA El Breve con el que el Papa Gregorio XVI aprobaba el Instituto de los Hermanos de la Sagrada Familia lleva la fecha de 28 de agosto de 1841. En él, Su Santidad se alegraba en el Señor por: \"haber encontrado un nuevo apoyo en obreros que, sin ser promovidos a las órdenes sagradas, han escogido trabajar una parcela humilde de la Iglesia: la formación en la piedad de los niños y jóvenes... y, sobre todo, por estar dispuestos a secundar en su labor al clero\" 251. Quedaba así aprobado, de forma definitiva y oficial, un modo de vida a cuya plasmación Gabriel había consagrado muchas de sus energías y lo me- jor de sus talentos y en el que la catequesis ocuparía un puesto destacado. Vamos, pues, a estudiar su pensar sobre el catequista, entresacando de sus escritos lo más notorio. En el número 896 del Nuevo Guía, Taborin hace una distinción clara en- tre: • \"Catequistas de las escuelas\" y que denominaremos \"maestros catequis- tas\", con una obligación especial de enseñar la doctrina cristiana a sus alumnos durante el horario lectivo, • y los \"Catequistas parroquiales”, quienes \"teniendo un conocimiento profundo de la religión, pueden dirigir las catequesis parroquiales en las iglesias o capillas y no sólo a los niños, sino también a las personas mayores de ambos sexos\" 252. (251) Nouveau Guide, nº 809. (252) Id. nº 896. 83

Hno. José María Esgueva Para una mejor compresión de los puntos fundamentales que a ambas categorías de personas dedica, juzgamos conveniente estudiarlos por sepa- rado, dando una síntesis final de aquellos puntos doctrinales de aplicación común. 3.1. El Maestro Catequista Partiendo de la célebre frase: \"De ahora en adelante será el maestro y no el cañón el árbitro de los destinos del mundo\" 253, Gabriel expone un rico contenido doctrinal sobre el educador que, a la postre, es fruto de su expe- riencia personal y de la lectura atenta e interesada de varias obras pedagó- gicas de la época. Sus orientaciones, leídas en clave de modernidad y con los esquemas que poseemos, pueden chocar. Pero muchas de ellas son sumamente intere- santes. Antes que nada, hemos de insistir que la educación que pretende im- partir es marcadamente religiosa. En 1852 escribía a sus Hermanos: \"De nuevo apelo a vuestra generosidad: hoy se comprende mejor la necesi- dad de regenerar el país dando a la juventud una educación fundamenta- da en la doctrina de nuestra santa religión. Por ello, los padres y madres de familia, las autoridades, y, de modo especial, los párrocos, dirigen su mira- da hacia aquellos maestros que saben enseñar a la juventud cómo ha sido creada para conocer, amar y servir a Dios, sobre todo, si esos maestros practican con fidelidad lo que enseñan a sus alumnos\" 254. Con San Juan Crisóstomo reconoce la belleza, la grandeza e, incluso, las dificultades que encuentra la vocación del educador 255. Está plenamente convencido de la buena disposición de los niños, de ahí su insistencia en (253) Nouveau Guide. nº 637. (254) Lettres et Circulaires, 3 agosto 1852. p. 17. (255) Nouveau Guide, nº 638. Lettres et Circulaires, 1 agosto 1855. p. 17. 84

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico ofrecerles el sustento que apetecen como hijos de Dios. Muchas de sus circu- lares, conferencias y algunos escritos van encaminados a que sus religiosos y demás educadores tomen conciencia de ello y actúen en consecuencia. \"Pensad con frecuencia en la juventud que os está confiada. Recordad que es la parte del rebaño de Cristo más querida al corazón de este buen Salva- dor. ¡Qué hermosa es la educación! Y esa misión es la vuestra, queridos Her- manos. Por vocación estáis llamados a formar buenos miembros de las familias y de la sociedad y santos para el cielo\" 256. \"El maestro religioso ilumina con sus lecciones, da a conocer las verdades eternas y educa los corazones en la virtud\" 257. Para él tiene mucha importancia el nombre de Hermano con el que se lla- marán entre sí sus religiosos. Apoyándose en los sentimientos que inspira, expone las características de la enseñanza que deberán impartir los miem- bros de la Congregación. Estará basada en la sencillez, la bondad y la caridad. \"Siempre los títulos y dignidades inspiran y exigen respeto, pero el nombre de Hermano solamente comporta sencillez, bondad y caridad. Es el nombre que Jesucristo, cordero sin mancha que fue inmolado por la salvación del género humano, ha escogido cuando quiso expresarnos con una sola pala- bra su inmensa bondad y amor: \"Id a decir a mis hermanos que vayan a Galilea: allí me verán\" 258. Veamos cómo concibe las escuelas primarias de su Asociación. Lo refleja en el número 639 del Nuevo Guía: (256) Lettres et Circulares, 3 agosto 1852. p. 23. (257) Nouveau Guide n. 638. \"El Hermano dedicado a la enseñanza ejerce desde la cátedra una especie de sacerdocio que sus Superiores le han confiado. En cierto modo, en ella se ofrece en sacrificio cada día por espíritu de fe y de caridad para ser útil a la juventud, que recibe sus lecciones y a la cual entrega sus talentos y su vida misma. Nouveau Guide. nº 718. (258) Nouveau Guide, nº 6. Cfr. también Nouveau Guide, nº 7 . 85

Hno. José María Esgueva \"Las cuatro artes fundamentales: hablar, leer, escribir y calcular serán siempre el marco de referencia de las escuelas primarias de la Asociación, es decir, el marco que debe abarcar y contener las demás cosas. En el centro se colocará la religión, y alrededor de ella se coordinarán los demás conoci- mientos que se juzguen convenientes para los alumnos...\" 259. Insiste en que el objetivo de la escuela cristiana no está únicamente puesto en la vida eterna. Una preparación adecuada con miras al fiel cum- plimiento de las tareas que impone la construcción de la ciudad terrena, en- tra dentro de su cometido. Por ello, nos dirá que no basta la enseñanza religiosa para caracterizar la escuela cristiana. Es necesario que la enseñan- za profana sea dada a la luz de la fe. Taborin no titubea en afirmar que el principal deber de sus Hermanos está en dar a los alumnos una buena educación 260. Un deber que recordará también a los padres de familia en el Camino de la Santificación: \"La voz de la sangre, la religión y los intereses que consideramos más esen- ciales, hacen de la educación el primero y el más importante de los deberes paternos y maternos\" 261. Siguiendo sus propias palabras, se trata de impartir una educación cen- trada, en \"desarrollar, fortalecer y perfeccionar los órganos corporales y las facultades del espíritu\". Especialmente, en \"educar su corazón, su voluntad, su carácter, su conciencia y su juicio\"262. (259) Nouveau Guide, n. 639. (260) Id. n. 643. (261) Chemin de la Sanctification, p. 211. Cfr. Carta a M. Bilion, Cura de Billeurbanne, 1-5-1843. R. 2. (262) Nouveau Guide. n. 643. cfr. Lettres et Circulaires. 1 agosto 1855. p. 19. 86

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico Sin menoscabo de los aspectos físicos e intelectuales, insiste de modo especial en el aspecto moral y religioso 263, y en el buen ejemplo del educa- dor 264. Dentro de la educación que pretende impartir, nunca llegó a considerar la doctrina cristiana como un fin en sí misma, la ve como un medio eficaz y necesario de orientación hacia Dios. Para él, el saber humano es, ciertamen- te, necesario. Es una ayuda muy importante para conocer el camino y las opciones que en la vida hay que tomar. Pero la vida de gracia, en germen dentro del alma del niño, necesita con- diciones apropiadas para ser desarrollada hasta llegar a una satisfactoria madurez cristiana. Una fe lúcida tiene que llevar a los educandos a la volun- taria aceptación del mensaje de Dios. Y de esta fe se desprenderá un com- portamiento basado en la esperanza, la caridad, la dedicación fervorosa a Dios, y a adoptar la debida postura ante las cosas terrenas ejercitando las virtudes morales 265. \"Formar desde la más tierna edad el espíritu y el corazón de los niños; en- derezar sus malas tendencias; moderar y regular prudentemente sus de- seos; favorecer la adquisición de hábitos religiosos, modales sobrios y honestos; corregir paternalmente sus defectos; desarrollar sus cualidades morales y físicas; adornar su espíritu con conocimientos que les guíen pru- (263) Cfr. Sobre la educación física, n. 644. Sobre la educación intelectual, n. 645. Sobre la educación moral, n. 646. \"Pero los Hermanos se preocuparán por encima de todo de la educación religiosa y mo- ral de sus alumnos habituándolos a las prácticas religiosas, inspirándolos el amor a la virtud, grabando profundamente en su alma la responsabilidad de sus deberes para con Dios, para con sus padres, para con los hombres y para consigo mismos. En especial in- siste en la formación en la caridad, \"que afianza y perfecciona todas las otras virtudes y crea entre todos relaciones de caridad, humildad y cortesía\". (264) \"...para poder dar esta educación religiosa y moral, los Hermanos no se limitarán a in- culcarla de palabra y a hacer cumplir los deberes prescritos por la religión; deben mos- trar a los alumnos que también ellos cumplen sus deberes religiosos...\" Nouveau Guide, n. 647. (265) Cfr. J. A. Jungman. Catequética. p. 73 ss. (265) Cfr. J. A. Jungman. Catequética. p. 73 ss. 87

Hno. José María Esgueva dentemente en la carrera que un día escogerán... ése es el fin que los Her- manos se proponen llevar a cabo\" 266. Dentro de esta formación moral y religiosa, ocupa un puesto destacado su insistencia en dedicar un tiempo a la oración, y el odio al pecado: \"El primer deber del Hermano dedicado a la enseñanza es el de enseñar a rezar a los alumnos...\" 267 \"Recordarán con frecuencia a sus alumnos la importancia, la necesidad y las ventajas de la oración: para ello, les darán las explicaciones que sobre este tema se encuentran en el capítulo XVII del Guía\" 268. \"Ante todo, inspiradles el amor y temor de Dios y el horror al pecado. Velad día y noche porque no caigan en el pecado que abrevia sus días y les condu- ce, ordinariamente, a la desesperación\" 269. Estas características cristalizarán más tarde en el lema: \"In oratione, la- bore et caritate: pax\". Lema que, juntamente, con el cuadro de la Sagrada Fa- milia, presidirá toda actividad escolar de los Hermanos. Para lograr esa formación cristiana integral, recomienda el empleo de los siguientes medios: (266) \"El papel del Hermano de enseñanza, no está restringido a comunicar sólo los conoci- mientos, está, ante todo, en formar el alma de los alumnos en las virtudes de Jesús Niño, y así santificar las familias preparando jefes cristianos y virtuosos\". Prospecto del Pensionado de Tamié. Tomado de un ejemplar impreso. (267) Nouveau Guide, n. 789. Otros testimonios: \"... Los Hermanos orarán por sus alumnos y les acostumbrarán a rezar con frecuencia.\" Nouveau Guide: n. 649. \"Cooperadores de la gracia divina, los Hermanos se preocuparán para que sus alumnos recen con atención y piedad\". Directoire. n. 278: \"En todos estos deberes hacia sus alumnos, que los maestros permanezcan unidos a Dios y que se persuadan que, sin una oración frecuente y fervorosa, sus esfuerzos serán va- nos...\" Id. n. 275: (268) Nouveau Guide. n. 790. Cfr. Id. n. 773 (269) Carta al Hno. Marie-Louis, 1-8-1851 R. 4. 88

Gabriel Taborin, Catequista Apostólico • santidad de vida. • sólida instrucción religiosa. • disposición humilde. • obediencia. • paternal vigilancia. • activa participación sacramental y litúrgica. 3.1.1. Santidad de vida: \"El espíritu de fe les enseñará que, al ser su ministerio de naturaleza sobre- natural, es decir, la búsqueda de la gloria de Dios y la salvación de las al- mas, únicamente por medios sobrenaturales lo pueden alcanzar. Por lo tanto, que sólo por la práctica de la virtud, el buen ejemplo y la oración pueden llevar a los niños a Dios y no tanto por medio de sus talentos o su ciencia. Los medios humanos sólo sirven cuando van unidos a la gracia y a la santidad\" 270. \"Como el medio más eficaz para obtener mucho fruto en las almas es llevar una vida santa e irreprochable, procuraréis, queridos Hermanos, dar buen ejemplo al prójimo, y especialmente a vuestros alumnos y Hermanos. Los llevaréis al bien y a la virtud más por vuestras obras que por vuestras pa- labras a imitación de Jesucristo de quien San Lucas dice que comenzó pri- mero a hacer y después a enseñar\" 271. \"Los Hermanos tratan de animar a los jóvenes que les son confiados con el buen ejemplo, el trabajo y la virtud; a ella les forman con celo y entrega, preparando así una generación que, como esperamos, amará y servirá con fidelidad a su Dios, a su rey y a su patria\" 272. \"Cuanto más santos seamos, mejor sabremos formar santos y hacer el bien exigido por nuestra profesión 273. (270) Nouveau Guide. n. 232. (271) Lettres et Circulaires, 6 de agosto de 1861. p. 2. (272) Notice que acompaña a la Circular del año 1848. p. 2. (273) Lettres et Circulaires, 15 agosto 1848. 89

Hno. José María Esgueva \"Los medios más eficaces para educar el corazón de los alumnos a la pie- dad cristiana son: la oración, la enseñanza de la religión y, como ya hemos dicho, el buen ejemplo... Deben llevar, sobre todo, una vida ejemplar, de tal manera que sus alumnos puedan decir: nuestro maestro es un excelente re- ligioso, lo queremos, lo escuchamos y lo respetamos porque es un hombre de Dios y un buen maestro\" 274. 3.1.2. Sólida instrucción religiosa. \"Los Hermanos dedicados a la enseñanza recordarán que para ellos es un deber sagrado el enseñar la doctrina cristiana a los niños que frecuentan su escuela. Entre todos los saberes, la religión debe ocupar siempre el pri- mer puesto, porque es necesaria para la salvación\" 275. \"... cuidarán de que los alumnos aprendan el texto del catecismo; si no, las explicaciones que se den producirán poco fruto \" 276. 3.1.3. Disposición humilde. \"Deben considerar la humildad como la característica de su vocación, per- suadiéndose que es su camino de santificación. Por la práctica constante de esta virtud llegarán a adquirir las demás; atraerán las bendiciones de Dios sobre el Instituto, sobre ellos mismos y sobre su ministerio, y se con- vertirán en agentes del bien allí donde la obediencia los lleve\" 277. Y se apoya en el ejemplo de Nazaret 278 y en su convencimiento de que: \"No hay ninguna virtud firme si no está fundamentada sobre la humil- dad\" 279. (274) Nouveau Guide, n. 649. (275) Nouveau Guide. n. 800. (276) Id. n. 799. (277) Nouveau Guide, n. 247. (278) Cfr. Id. n. 246. (279) Id. n. 248. 90


Like this book? You can publish your book online for free in a few minutes!
Create your own flipbook