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Fuentes [Parte1]

Published by lestela, 2018-12-03 11:07:20

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“PROCESOS POLÍTICOS EN CHINA: SEGUNDO FRENTE UNIDO” “Pacto Tripartito, el estallido de la guerra y ataque a Pearl Harbor”. FUENTE A: Caricatura de Georges Ferdinand Bigot. Old England en el Lejano Oriente. Inglaterra (Hombre) enfoques mujer (Japón). Pacto tripartito está viendo. Alemania Izquierda, Derecha, Superior, Rusia, justo debajo de Francia. 1895. FUENTE B: Pacto Tripartito Entre Alemania, Italia y Japón, firmado en Berlín, 27 de septiembre de 1940 Los gobiernos de Alemania, Italia y Japón, considerando que se trata de una condición de cualquier paz duradera que todas las naciones del mundo dispongan cada una de su propio lugar, han decidido mantener y cooperar unos con otros en cuanto a sus esfuerzos en el de Asia Oriental y las regiones de Europa, respectivamente, en el que es su objetivo primordial establecer y mantener un nuevo orden de cosas calculado para promover la prosperidad mutua y el bienestar de los pueblos interesados. Además, es el deseo de los tres gobiernos extender la cooperación a tales naciones en otros ámbitos del mundo siendo inclinados a presentar iniciativas a lo largo de líneas similares a los suyos, con el fin último de que sus aspiraciones para la paz en el mundo puedan, pues, Hacerse realidad. En consecuencia, los gobiernos de Alemania, Italia y Japón han acordado lo siguiente: ARTÍCULO UNO Japón reconoce y respeta el liderazgo de Alemania e Italia en el establecimiento de un nuevo orden en Europa. ARTICULO DOS Alemania e Italia reconocen y respetan el liderazgo de Japón en el establecimiento de un nuevo orden en Asia oriental. ARTÍCULO TRES

Alemania, Italia y Japón acuerdan cooperar en sus esfuerzos en dicha dirección. Asimismo, se comprometen a prestarse asistencia mutua con todos los aspectos políticos, económicos y militares cuando una de las tres facultades de contratación sea atacado por un poder en la actualidad no participante en la guerra europea o en el conflicto chino - japonés. ARTÍCULO CUATRO Con el fin de aplicar el presente pacto, las comisiones técnicas conjuntas, los miembros que han de ser nombrados por los respectivos gobiernos de Alemania, Italia y el Japón se reunirá sin demora. ARTÍCULO CINCO Alemania, Italia y Japón afirman que los términos mencionados no afectarán de manera alguna a la situación política que existe en la actualidad en las relaciones entre cada uno de los tres poderes de contratación y la Rusia soviética. ARTÍCULO SEIS El presente pacto entrará en vigor inmediatamente después de su firma y permanecerá en vigor 10 años después de la fecha de su entrada en vigor. En el momento oportuno antes de la expiración de dicho plazo, las altas partes contratantes, a petición de cualquiera de ellos entrarán en negociaciones para su renovación. En fe de lo cual, los infrascritos, debidamente autorizados por sus respectivos gobiernos han firmado este pacto y han colocado sus firmas en el presente Reglamento. Hecho en triplicado en Berlín, el 27 de septiembre de 1940, en la 19º año de la época fascista, correspondientes a los 27 días del noveno mes de la 15º año de Showa (el reinado del emperador Hirohito). Recuperado de: https://www.lasegundaguerra.com/viewtopic.php?t=8883 Fuente C: Adolf Hitler, 1 de septiembre de 1939. “El Estado de Polonia ha rechazado el establecimiento de relaciones pacíficas, como yo he deseado, y ha apelado a las armas. Los alemanes en Polonia son sacados de sus hogares y perseguidos con un terror sangriento. Una serie de violaciones de la frontera, intolerables para una gran potencia, prueban que Polonia, a la larga, no respetará las fronteras del Reich. Con el fin de poner fin a su locura, no tengo otra alternativa que responder fuerza contra fuerza desde ahora. El ejército alemán deberá combatir por el honor y los derechos vitales de Alemania con una ardua determinación. Yo espero que cada soldado sea merecedor de las grandes tradiciones del eterno soldado alemán, que sea consciente de que es el representante de la gran Alemania nacionalsocialista. Larga vida a nuestro pueblo y nuestro Reich.” Recuperado de: http://www.claseshistoria.com/2guerramundial/textos/hitler-invasion-polonia.html. Fecha de consulta 03-08-17

Fuente D: Pacto de no agresión firmado en Moscú el 23 de agosto de 1939- Hecho en dos originales, en ruso y en alemán. Por el gobierno alemán: J. von Ribbentrop. Con plenos poderes del gobierno de la URSS: V: Molotov. Texto del Pacto Germano-Soviético de no agresión El Gobierno del Reich Alemán y el Gobierno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, deseosos de fortalecer la causa de la paz entre Alemania y la URSS, y partiendo de las disposiciones fundamentales del Acuerdo de Neutralidad concluyeron en Abril de 1926 entre Alemania y la URSS, han llegado al siguiente acuerdo: Artículo I. Ambas Altas Partes Contratantes se obligan a desistir de cualquier acto de violencia, cualquier acción agresiva, y cualquier ataque contra uno al otro, ya sea individual o conjuntamente con otras potencias. Artículo II. Si una de las Altas Partes Contratantes convertido en el objeto de la acción beligerante por una tercera potencia, la otra Alta Parte Contratante podrá, en ningún modo que dé su apoyo a esta tercera Potencia. Artículo III. Los Gobiernos de las dos Altas Partes Contratantes en el futuro mantener un contacto continuo entre sí con el propósito de la consulta con el fin de intercambiar información sobre los problemas que afectan a sus intereses comunes. Artículo V. Los conflictos y disputas entre las Altas Partes Contratantes sobre problemas de un tipo u otro, ambas partes resolverán estas disputas o conflictos exclusivamente a través de intercambios amistosos de opinión o, si es necesario, a través de la creación de comisiones de arbitraje. Fuente E: José Miguel Fernández Gil 2002 escribe Pearl Harbor 7 de diciembre de 1941 Yamamoto y la historia. Recuperado de: http://www.de1939a1945.com/pacifico/007pearlharbor.htm Eran las 11:30 de la mañana del 8 de Diciembre de 1941 a bordo del Nagato, buque insignia de la flota combinada (Teikoku Kaigun), cuando un hombre estaba sentado con los ojos cerrados, parecía dormido, pero en realidad estaba sumido en sus propios pensamientos. Era tal la profundidad de su concentración que permanecía ajeno al ajetreo que le rodeaba. En el camarote no solo se encontraba el Almirante Isoroku Yamamoto, sino todo su estado mayor al completo así como los oficiales de operaciones de la flota combinada, estaban expectantes del próximo ataque que se llevaría a cabo en Pearl Harbor a más de 4.000 millas de donde se encontraban en ese momento. Todo estaba en manos del destino y en la de un hombre que no compartía la misma confianza que Yamamoto en este ataque: el Vicealmirante Chuichi Nagumo. Nagumo se había opuesto desde el principio al plan, pero su profesionalidad y su obligación hacia su superior le obligaban a realizar el plan que le habían encomendado: la destrucción de la flota del pacífico de los EEUU en su base Hawaiana. Unos minutos antes del mediodía un joven oficial de comunicaciones entró eufórico dentro de la cabina donde la actividad frenética de los oficiales lo inundaba todo, con una hoja de papel en las manos pronunció tres palabras: “Tora, Tora, Tora”. De repente toda actividad cesó y un sepulcral silencio se adueñó del camarote, todas las miradas se dirigieron hacia un solo hombre expectante. Durante un segundo o quizás dos nada ocurrió, pero el hombre silencioso abrió lentamente los ojos y los dirigió hacia el reloj de pared que estaba en el camarote, luego con voz pausada pronunció la cita que años después se haría famosa entre las citas de la historia, sin dirigirse a nadie en particular pronunció: “Anote correctamente

la hora, pues creo que no hemos hecho más que despertar a un gigante dormido, y obligarle a tomar una terrible resolución”. ¿Por qué estas palabras?, estas palabras fueron hechas a raíz de un incidente que cambió para siempre la guerra que Yamamoto había ideado en su mente. Yamamoto había dado instrucciones para que la declaración de guerra fuera entregada al Gobierno de los EEUU a las 13:00 horas del 7 de Diciembre en Washington, el mensaje había llegado 5 minutos antes de la hora prevista, pero lo que Yamamoto ignoraba era que al final no serían solamente 5 minutos de retraso o adelanto, serían casi 40, pues en la embajada Japonesa en Washington se produjo un fatal retraso en la decodificación y mecanografiado del documento a entregar al Secretario de Estado de EEUU y por ello Roosevelt se agarró a este pequeño retraso, para declarar su “Día de la Infamia”. Habiendo servido como agregado Naval en Washington, Yamamoto había recorrido este inmenso país de costa a costa y conocido a su gente y su forma de pensar. Sabía que si el ataque a EEUU no se orquestaba a la perfección con la declaración oficial de guerra, estos se sentirían traicionados y humillados, lo que provocaría su furia incontenida y arrastrarían al Japón a una guerra total a la que no estaba preparado. Yamamoto abandonó el camarote unos instantes para alejarse de la euforia reinante, paseando tan solo con la compañía de su ayudante personal por la cubierta exterior del Nagato. Debía meditar sobre el sombrío futuro que acechaba al Japón, pues si en Washington no se habían seguido al pie de la letra sus instrucciones, el Japón se encontraba en guerra contra un enemigo del que la mayoría del pueblo Japonés no tenía ningún conocimiento real de su increíble y demoledor potencial. Habiendo escapado del poder destructivo de su ataque los potencialmente peligrosos portaaviones Estadounidenses, sus siguientes pasos eran acabar con ellos a la primera oportunidad. Desde ese instante y hasta la debacle de Midway ese pensamiento ocupó la totalidad de su tiempo. FUENTE F: Testimonios del ataque japonés a Pearl Harbor “Bombardear Pearl Harbor fue un alarde de estupidez total por parte de los japoneses, porque este hecho unió a toda la población de Estados Unidos. En el Congreso se habían abucheado muchas medidas de guerra […] Se tenía la sensación de que Inglaterra trataba con todas sus fuerzas de arrastrarnos a la guerra, de que la guerra no era asunto nuestro y todo desaparecería chascando los dedos. (Norman Corwin, escritor estadounidense) Se tenía la sensación de que, en caso de guerra, si Japón tenía que luchar de una forma convencional, había pocas esperanzas de vencer. Por lo tanto, la idea era inmovilizar la flota norteamericana del Pacífico en la zona de Hawai al mismo tiempo que empezaban las hostilidades. (Capitán Minoru Genda, planificador del ataque a Pearl Harbor) Lo más difícil era lanzar torpedos en aguas poco profundas. La solución para este tipo de lanzamientos se la debo en gran parte al ejemplo que dieron los británicos cuando atacaron la flota italiana en Tarento. (Capitán Mitsuo Fuchida, jefe de escuadrilla japonés) Me han hecho esa pregunta muy a menudo, si nos basamos en la operación británica en Tarento. Pero la respuesta es no. (Capitán Minoru Genda, planificador del ataque a Pearl Harbor) Eran poco después de las siete de la mañana cuando detectamos la gran formación de aviones y el operador Lockhart pensó en aquel momento que la máquina se había estropeado, porque era muy grande la señal que estábamos recibiendo. (George Elliot, soldado operador de radio en Hawai) Me despertó el ruido de las bombas que caían y un rugido de aviones a nuestro alrededor. Salí corriendo y vi inmediatamente que eran aviones japoneses, y un tipo que estaba a mi lado dijo: chico, parece de verdad, ¿no?. Y yo dije: me temo que sí. (Teniente Ken Murray) Mientras nos sobrevolaba parecía sonreír y miraba al buque, y voló hacia el hangar que había allí y arrojó las bombas. […] Eran bombarderos lanzatorpedos y unos nos alcanzaron y me envió hacia el otro lado del buque. […] Vi que el Arizona saltaba en pedazos y entonces fue como si llovieran marineros. Yo no estaba muy

asustado en aquel momento, porque no era capaz de concebir que aquello nos estuviera pasando a nosotros: sencillamente no era real; parecía una pesadilla. No asimilé realmente el impacto hasta después, cuando llegué a la orilla nadando y entonces me di cuenta: Dios mío, estamos en guerra. (Richard Fiske, marine a bordo del Acorazado USS West Virginia)” Recuperado de: http://www.curistoria.com/2013/06/testimonios. Fecha de consulta 03-08-18 FUENTE G: Testimonio de Zenji Abe El día del ataque, Abe se levantó a las tres de la mañana. Para una misión tan importante, él y sus camaradas vestían su uniforme de gala bajo el traje de aviador. Tras escribir una carta a su esposa y dejarla en su taquilla, visitó un altar sintoísta y realizó sus oraciones. Se unió al resto de sus compañeros para el desayuno y recibir el informe final del ataque. En toda la nave resonaba el rugido de los motores de los aviones calentando sobre la cubierta de vuelo. Un cuarto de hora tardaron los 167 aparatos de la segunda oleada en despegar de los seis navíos y alinearse en formación de combate. Una hazaña considerable testimonio de la habilidad de estos pilotos, que tuvieron estrictamente prohibido el contacto radiofónico de avión a barco. En vista del obligado silencio, las aeronaves volaban en formación cerrada, lo que hacía posible el contacto visual mediante señales con las manos o gestos faciales. Entre las alas de los aviones, que formaban escuadrones de nueve en nueve, no había más de un metro de distancia. Cada escuadrón volaba a distinta altitud para evitar las turbulencias de las hélices. \"El mío iba en el punto más elevado y retrasado de la oleada, con lo que tenía una buena panorámica de todos los de delante. Me sentí orgulloso, como un pastor guiando a sus ovejas\". Sus recuerdos del ataque en sí se centran en lo bien que los estadounidenses se recuperaron tras la sorpresa inicial, 30 minutos antes de que ellos llegaran. Como líder vio caer a dos de sus compañeros antes de que pudiera lanzarse en picado sobre el USS Arizona. Tres bombarderos que le seguían fueron abatidos bajo un intenso fuego antiaéreo. De regreso, con muchos de sus compañeros muertos y al ver los daños de las aeronaves, la desnuda realidad de la guerra le golpeó y lanzó sobre él la sombra de la duda sobre el conflicto. Recuperado de: http://www.elmundo.es/magazine/m92/textos/japon1.html Fecha de consulta 04-08-18 FUENTE H: Testimonio del ataque a Pearl Habor de Yvonne Boucher L. que en aquellos años contaba con once años En la mañana del 7 de diciembre de 1941 yo estaba viviendo con mi madre, mi hermana y mi padrastro en una vivienda militar situada a las afueras de Pearl Harbor. Yo tenía once años y estos son mis recuerdos de los bombardeos y los días siguientes. Esa mañana un ruido muy fuerte nos despertó a mi hermana y a mí. Cuando miramos por las ventanas para ver lo que estaba pasando, vimos cientos de escuadrillas aéreas. Aquí y allá se alzaban columnas de humo negro. Al igual que todos los demás, pensamos que se trataba de un ejercicio que los soldados norteamericanos llevan a cabo sobre el terreno de Hickam justo al otro lado de la carretera. Escuchamos el teléfono y la voz de nuestra madre, aunque no prestamos atención, a la conversación, nada más colgar ella corrió al piso de arriba, donde nos encontrábamos para decirnos que nuestro padrastro había llamado desde la base para avisarlas de que los japoneses estaban bombardeando Pearl Harbor. La mayor parte de nuestros vecinos se encontraban fuera de sus casas observando el espectáculo aéreo. Cuando mi madre salió corriendo y les dijo que estaban siendo bombardeos, algunas de las mujeres comenzaron a gritar y todo el mundo envió a sus hijos dentro de sus hogares. Todos los hombres que en aquel momento se encontraban en casa corrieron en dirección a la base y sus lugares de destino. No sabíamos aún que nuestros aviones ya habían sido destruidos sin tan siquiera despegar, pensamos que llegaría pronto una flota de aviones de los nuestros para hacerle frente a la japonesa. Mi madre y nuestros

vecinos, la señora Anderson y la Sra Pipes, tenían miedo de que con el fin de escapar, los japoneses lanzarían el resto de sus bombas en cualquier lugar, las viviendas serían el objetivo más cercano. Todo el mundo tenía prisa por vestirse y ponerse a salvo. Mi madre tenía sus pertenencias personales en el bolso negro que utilizó la noche anterior, al no coincidir con los zapatos que llevaba aquel día, tuvimos que esperar a que cambiara todas sus cosas a un bolso que si hiciera juego mientras todos esperaban con impaciencia a mi madre. Nos montamos en el coche de un amigo rumbo a su casa más que se encontraba un poco más alejada., sobrevoló en el trayecto un avión japonés afortunadamente el piloto pudo ver que se trataba de mujeres y niños, el piloto sonrió y nos dejó en paz. El ruido, el humo, las mujeres llorando, los hombres corriendo de acá para allá fueron momentos muy emocionantes para una niña de once años. Al fin llegamos a la casa en el monte de nuestro amigo. En el camino vimos los tejados cubiertos con personas viendo el ataque incapaces de asumir lo que estaban presenciando sus ojos. Cuando llegamos a la casa de nuestro amigo su mujer se sentó y guardo silencio. El estado de ánimo era sombrío. La radio se mantuvo encendida en todo momento a pesar de que no recibimos ninguna noticia incluso nosotros los niños guardamos silencio a la espera de que la radio nos diera noticias de la situación. Recuperado de: http://www.ww2pacific.com/yvonne.html Fecha de consulta 04-08-18


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