mandela julian pardo 222

MANDELAUN HOMBRE DE PAZ

MANDELA UN HOMBRE DE PAZque lucho se esforzó para que su país saliera de una época de te-rror , mándela un hombre del co- mún con ideas propias y pensa-miento de libertad , son muchas las imágenes y testimonios deloque un hombre puede hacer y re- sistir por su amor y ideales sin claudicar ni desfallecer

se podría creer que una vezsufridos todos estos desma-nes, propios de las guerras,la venganza sería la mejorrespuesta. Mandela, por suparte, eligió tender unamano a la minoría blancaque lo había encarcelado ysupo conducir a su país a unatransición histórica con elprimer gobierno que poníafin al régimen racista.

La vida de este hombre que,tras el sacrificio de muchos, su-po asestar el golpe mortal albrutal sistema en que le tocóvivir. Madiba, como le llamabansus paisanos, se mantuvo acti-vo en causas humanitarias has-ta que poco a poco se fue apa-gando y apartando de la vidapública aunque no de los pen-samientos y los corazones desu agradecido pueblo.

Pero ahí no ter-minó la historiaporque su lega-do se centra enun mensaje quetrasciende fron-teras y es símbo-lo de la capaci-dad del ser hu-mano de vermás allá de supropio dolor. Murió en Johannesburgo en el 2003.

JULIAN ESTEBAN PARDO