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Santiago Echeverri Bocarejo

Published by yvquiceno, 2018-09-17 18:43:49

Description: Santiago Echeverri Bocarejo

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MI HISTORIA A 5 AÑOS la moto, un carro y dinero en el bancoCuando yo tenga 26 añosestaré viviendo en un apar- De salud estaré muy bien,tamento ubicado en Mede- seguramente duelan algu-llín trabajando en coldepor- nas articulaciones pero na-tes como profesional en da grave, estaré pesandociencias del deporte y la re- 90 kilos magros y siemprecreación como gestor de cuidándome los riñones ehábitos y estilos de vida sa- hígado así como el correctoludable, ganando 4’500.000 funcionamiento del organis-a 6’000.000 de pesos, me mo, los fines de semana es-estaré transportando una taré planeando objetivos yKawasaki z800, estaré sol- planificando nuevos méto-tero y sin hijos y para ese dos de ingresosmomento habré conocido el80 a 90 % del territorio co- Finalmente planeo que nolombiano. me falte ningún sueño pla- neado hasta esa fecha.Académicamente tendré elpregrado profesional enciencias del deporte y la re-creación y estaré cursandoun posgrado o maestría enfisiología o docencia univer-sitaria, así mismo, mi patri-monio será el apartamento,



PROMESA DE AMORHistorias de amor se conocen muchas pero esta es sin duda una de las más ori-ginales que nos hace pensar en lo más ilimitado de este sentimiento, capaz dellevarnos a realizar los más locos y descabellados actos en una constante luchaentre la locura y la razón.Cuando moría me abrazó y con una voz quebra-da y lastimera me pidió que en recuerdo de es-te amor cuidara de su blanca calavera, que lacuidara en su propia tumba y que en mis horasalegres o de duelo, su espíritu vendría desde elcielo y atreves de ella me vería.Promesa que no pude cumplir pues mi mayortemor era el ver un simple ratón!Mi amor era tan grande hacia ella que intenteaniquilarlos como fuera, ubicaba trampas y ve-nenos en la entrada de sus grandes madrigueras, luego desespere al ver que eraineficiente y trate de aniquilarlas a tiros pero de nada servía, ellas seguían ahí,Sus hordas voraces se multiplicaban, infestando el cementerio. Eran grandes,aun tratándose de la especie mus decumanus, cuyos ejemplares llegan a lostreinta y cinco centímetros de largo sin contar la cola, pelada y gris. Por lo quefinalmente opte por abandonar esta promesa de amor.Grave errorY el tiempo paso y escucho su voz!! Cumple tu promesa y al fin llego esa nochellena de oscuridad y viento batiéndose la lluvia y los truenos, el mar rugía a lolejos.Ardiente de este amor y preso del dolor escale la muralla de los muertos, sentíde inmediato su presencia en aquel viejo cementerio infestado de ratas que fá-

cilmente vendrían del infierno.Por las calles sombrías de aquel desierto campo santo llegue por fin a mi des-tino, rodeado de ratas, coronas y de santos, una lámpara me dio el brillo ymiles de ojos me miraban con sigilo, rompí la lapida con un martillo. Una rá-faga pestilente un fuerte olor a muer-te.Al fondo de ese sombrío cajón envuel-ta entre vendajes y de ratas, olas hir-vientes de gusanos se la tragan lenta-mente y de sus hermosos ojos quedandos grande agujeros y de su hermosasonrisa una pálida y sombría carcaja-da, la mire contristado, mudo, inerte,medite entre los festines de la muerte rodeado de ratas, hadas e inclusoduendes, temblorosas mis manos accedieron a aquel hervidero de gusanos,busque de la garganta la unión entre el las primeras cervicales y el agujeromagno, nervioso retorcí rompiendo sus vertebras hasta que sin más hui mie- doso entre las sombras las cuales en mi mente parecía que los muertos en tro- peles levantaban de su forma descarna- da para recuperar el cráneo, el cráneo de mi fallecida amada Todo esto paso, fue ayer y hoy en mi mesa cual escombro final de su belleza helada, muda, lívida e inerte sobre mis libros de morfología cual una hermosa y blanca rosa que simulara la risa de la muerte descansa- ra finalmente vigilante, eternamente.

Por: Santiago Echeverri Bocarejo


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