Alma Cierro mis ojos y vuelo hacia el abismo del alma. Alma qué en explosión fue expandiendo su fragancia, sensación de no existir... Estabas allí alma, no te percibía detrás de tantos velos. La delicada brisa del tibio amanecer alma, melodías olvidadas y los velos caen. Y... la nube rosa te arropa, alma En tibia caricia envuelves en suaves susurros mi corazón. La emoción me invade Alma. Sylviane Leleu
Abrazaste tu alma El recuerdo de su mirada en inmenso océano . Vivir como si el tiempo no hubiese pasado. El reloj se detuvo entre tu palpitar y el suyo, ese abismo qué frente a la inmensidad del mar, sueñas que el sol asoma en su esplendor y te maravillas. La brisa juega con las olas que mojan tus pies. Hoy en la impaciencia de la espera tu corazón acelera su latir. El mar abraza el sol, tú, abrazaste tu alma Sylviane Leleu
Danza estelar Aquella estrella querías alcanzar, tras el velo del crepúsculo que oscurecía sus colores. Ciudad callando su transitar, en tu caminar cansino, avanzabas, esperanzas escondidas en los bolsillos. Tus pensamientos en volteretas, tus sueños, mariposas que van en busca del sol en grandeza de fuerza. Te encuentras allí, entrelazando palabras en las páginas de tu vida. Tu perfecta melodía escondida en tu alma, viajera de tiempos lejanos, amor de miradas cómplices, latidos de danza estelar. Sylviane Leleu
El desván Desojando los recuerdos de libros guardados en el desván, perdí la noción del tiempo. Desván de infancia entre juguetes de cartón, dibujos desteñidos con el tiempo que pasa. Desván de escondites cuando, sin que la abuela se diera cuenta, le robábamos las tortas fritas calentitas qué degustábamos con un placer diferente. Desván impregnado de risas. Desván de proyectos y sueños, en la adolescencia de tantas preguntas sin respuestas. Desván que huele a ayeres, viejos muebles, cartas de amor, cuadros descoloridos. Desván, refugio de un amor apasionado. Desván de... tertulias interminables, de amores y desamores. Sylviane Leleu
Fugaz luna... fugaz estrella Fugaz luna, fugaz estrella, fugaz tú, detrás del telón de la vida. Corres en el vacío del existir sin existencia. Juntas tus recuerdos en la caja de juguetes, saltas horizontes, quieres alcanzar tus sueños. Llega la brisa de un amor y te aferras, te enamoras, ¡en ese instante ! se desvanece aquello qué lastima tu alma. El crepúsculo despliega sus colores con aromas de primavera. Tú pintas el mas bello paisaje con los pinceles de la vida y los colores del amor. Fugaz luna... Fugaz estrella. Sylviane Leleu
Nunca te olvidaré Escribo mil versos, entrelazando las letras en cada latido. Cierro los ojos y el eco de tu voz retumba en la bruma del amanecer. Siento escalofrío, el rocío humedece mis pies, el perfume de violetas penetra mi alma. Me sumerjo en mi poema , tratando de encontrar tu mirada, y leer en tu alma los versos del velo rosa. Mi voz se quiebra, solo puedo susurrar nunca te olvidaré... Maestro del alma. Sylviane Leleu
Sueños en melodías Sueños en melodías Inmensidad de infinitos cre- púsculos, sueños que guardados entre rayos de luna, inundan tu violonchelo de música encantada, sueños plateados, sueños añorados en sensibilidad del alma. Y te pierdes en la profundidad de notas musicales, creando horizontes sin frontera. Respiras esperanza en melodías. Me abrazas amor y tus caricias en sinfonía rozan mi piel, mis latidos abrazan tus latidos, tu música y mi canción rapsodias de nuestro más puro amor. Sylviane Leleu
Poeta Internacional Zulema Fermín Artíaga Munich / Alemania Latina de Origen, Europea / Estudios Superiores, Escritora / Viajera del Tiempo, sigue la Luz Divina
Los Ruiseñores. Llegaron como cada año, al inició de la Primavera. Hermosos de múltiples colores, plumajes de pecho azul y rojo. Sus silbidos alegra el balcón de la melancolía. El viento se lleva la melodía al los oídos del amado. Tu amor es pasajero pronto, volarás a buscar otros nidos. Tus caricias guardaré, tus huellas esconderé. Pero tu mi Ruiseñor ! te quedarás a pasar el invierno de la vida, junto a mi en el balcón de la melancolía. Zulema Fermín Artíaga
Te Extraño. Te extraño a morir, No me preguntes por qué Quizás tus ojos me hechizaron, Y tocan la puerta de mi corazón. La soledad sin ti tortura, la vida no tiene más dulzura. Le pregunté al tiempo, que pasará después Si tu ausencia agota mi agonía. Los días y las noches son frías. La oscuridad tomó espacio, arrasó con los recuerdos. Las sombras volaron, Para vivir en un mundo que no existe. Por qué Somos eternos viajeros del Espacio sideral. Eres la creación perfecta de mi fantasía, Desaparecisteis con el tiempo. Después aparecerás tal como yo te quiero en mis deseos. Zulema Fermín Artíaga
Anhelos Te miró a la distancia como algo imposible. Dame una señal que me retorne a la vida. Háblame de esperanzas en el lenguaje de las hadas. Deseo entrar en tus sueños, vivir días y noches eternas, sin pensar en otras cosas, que no sean de amor. Déjame entran en tu corazón, para encender la llama de la pasión. Anhelo besar tus labios, sentir tu piel y el calor de tu cuerpo. Tus besos serán para mí el toque mágico de mi despertar. En cada amanecer veré la gloria y llenarás de dicha mi alma que vivirá para ti. Cuéntame tus más íntimos secretos, ilusiones y fantasías. Yo escribiré la historia del atardecer de nuestras vidas Zulema Fermín Artíaga
La Promesa Volvisteis por mi al atardecer cogisteis mis manos y corrimos juntos con la inocencia sublime de la atracción. Nació con la adolescencia Jugando semidesnudos en las playas recorristeis mi cuerpo con tus dedos arenosos, para matarme de risa a cosquilleos. La playa y el mar fueron testigos del despertar juvenil jugando con el vaivén de las olas sintiendo el latir del corazón. Mudas palabras de ilusiones perdidas escribo en tu memoria, pasaron los años y aún viven los recuerdos. Como olvidar tu sonrisa y el brillo de tu ojos negros luceros de amor. Quizás, aún me esperas en aquellas playas, donde las brisas del mar se llevaron los suspiros. Crecimos con la promesa de cumplir el juramento, que un día entraremos juntos al altar de la Iglesia. El destino se encargó de todo, nunca entramos a la iglesia no sellamos nuestro amor con un beso, no llevo tu nombre en mis dedos, pero si grabado en el corazón para siempre. Zulema Fermín Artíaga
Siempre queda esa pregunta Al final Qué nos pasó? Confié en ti, Juntos teníamos sueños. Tu ausencia en este clima montañoso, me hace sentir culpables. Dime por qué Si todo empezó bonito, quizás fueron los sueños de mal presagio, que nada quedo de resquicios de las viejas quimeras. Dime que pasó? Que nos pasó? Acaso se derritió la flor de invierno que se pegaba al ventanal, esperando la luz del sol. Dijo adiós a las fantasías, abrazo a la soledad y el silencio dejó de cantar, la felicidad se marchó. A la distancia te veré con las doncellas veraniegas que robaron tu corazón. Disfrutando de los otoños en plena primavera Zulema Fermín Artíaga
Poeta Internacional Eva García Madueño Málaga / España Poeta y escritora Contemporánea. Autora de los siguientes libros entre otros: “Margaritas en el mar”, “Cuando regrese la lluvia”, “Ser espiritual”.
Mi credo Creo en la igualdad de oportunidades para todos los seres humanos, Creo en la libertad de expresión, en la libre elección de ideas y creencias, en el respeto y la solidaridad. Creo en el fin de las guerras, la injusticia, la represión, la xenofobia y cualquier acto que vulnere los derechos humanos. Creo en la capacidad del hombre y la mujer para convivir en libertad y armonía. Todavía creo en la humanidad. Eva García Madueño
Las estaciones Las estaciones se suceden indefinidamente, año tras año, irrevocables. Todo cambia, nada es igual excepto la incansable búsqueda de la belleza. Un insecto en una flor, una mirada, un abrazo, La música, la voz. No importa si hace frío o calor, en este corazón salvaje y palpitante siempre es tiempo de amapolas. Eva García Madueño
Pudimos... Morir entre tus manos, alcanzar al fin la paz, ver como la culpa deforma tu rostro y no sentir compasión. Saber que ya no te amo y no pedirte perdón. Sentir que la muerte me ha devuelto a la vida, que mi vida era muerte. Ver pasar los días -aquellos días lejanos- en los que el temor precedió al amor. Te quise, me heriste. Me dí, me poseíste. Me convertí en tu tesoro, no me dejaste brillar. ¡Pudimos ser tan felices! Pero tú -al final- me dejaste marchar. Eva García Madueño
Ansia de volar ¿Dónde van las oscuras aves del olvido? Apenas despunta la alborada una bandada vuela desde la playa, donde nace la luz y un cielo púrpura se deshace entre las olas. Aún es invierno y me pregunto que misteriosa fuerza les provoca tan vehementes ansias de volar allí donde la nieve permanece en las ramas y la vida se cubre de gotas de cristal. Eva García Madueño
Una parte de mí Solo conoces una parte de mí, aquella que quieres ver o tal vez la que yo -inconscientemente- permito que veas. Sucede que es tu propio reflejo el que contemplas cuando me miras, cuando me juzgas, cuando te sientes -de alguna manera- en posesión de mi verdad. Deja que por una vez me muestre completa. Mírate en mi espejo. Así, al fin, te descubriré las infinitas fracciones que me conforman. Así, al fin, encontrarás las infinitas realidades que componen tu mundo. Las infinitas posibilidades que habitan en ti. Y en mí. Eva García Madueño
Poeta Internacional Arabella Martínez Flórez Barranquilla / Colombia Su ciudad na- tal, Barranqui- lla, está ubica- da entre mar y río. Esta ba- rranquillera es amante de las diferentes mani- festaciones ar- tísticas, ve en las letras y en el arte en gene- ral; un territorio lleno de bonda- des: refugio, poder terapéuti- co, crecimiento personal, modo de expresión y transformación social; un puente con la sensibilidad del ser. Es pediatra de la Universidad Libre de Barranquilla, profesión que ejerce con entusiasmo y compromiso. Además, especialis- ta en Gerencia de la Calidad y Auditoría en Salud de la Universidad del Norte, y comunicadora social de Uniminuto.
Cuando vuelvas Cuando vuelvas hallarás café tibio en la mesa, un gabán en el espaldar de la cama, melodías caerán de las nubes para acompañar tus pasos, cerezas dulces correrán por lo ríos, y tus pies descalzos leerán en cada piedra mi amor enraizado. Cuando vuelvas, crepúsculos harán fiesta, las olas quebrarán los perfumes del alba, lloverá a raudales nuestra alianza. Cuando vuelvas hablarán de caricias las montañas, los riachuelos dibujarán en sus espumas tu cara, senderos habrá en el cielo, alfombras de anturios aguardarán tu llegada. Hoy, inéditas quimeras rodean, ¡esa espera! luciérnagas alumbran tu decisión y traen en su vuelo tu intención de volver. Arabella Martínez Flórez
Nos hicimos verbo Nos hicimos verbo en un verano, desde entonces vamos por el mundo de las manos, no deseo de ti versos de olvido, ni en tu vida ser un superfluo adjetivo. En una canción quedó nuestra unión grabada, trinitarias en el corazón sembradas, pasa el tiempo y en la memoria está el momento, de un alma con la otra entrelazadas. Nos hicimos verbo, amor como sustantivo la historia encabezó, nos hicimos verbo, y amar fue el conjugar, en todos los tiempos; desde los simples hasta los compuestos. Nos hicimos verbo y aprendimos: Amar es libertad, ¡es ser amigos! Arabella Martínez Flórez
Mi alma Mi alma es un enjambre de semillas de lino, en ellas busco tu amor siempre florido, en la pena de tu lontananza, navega mi esperanza, y así; con versos te despido. Como los palomares donde yacen los nidos, si no se acercan las viajeras palomas, habita un gran vacío, tu amor de cuando en vez se asoma, fugaz y esquivo, en esa incertidumbre pierdo mis estribos. Mi alma fontana es de poesía, no caben maldiciones, agua es de manantial, convierte tus desengaños en satisfacciones, y aumenta con pasión su caudal. Arabella Martínez Flórez
Aves canoras Llegó tu ausencia y con ella la mudez de las aves canoras, el tintineo de la lluvia partió a otro lugar, crucé los parajes en busca de tu silueta, en vano fue el recorrido. Le diste deceso a la intención de rastrearte, te llevaste mi ilusión a otro planeta, atravesaste con saeta los límites del predio de mi amor. En la lejanía enviaste mensajes con marchitos alelíes, olvidaste la dulzura, tu locura no vio del mundo su esplendor, devolví tus recados con pintorescos colibríes. Olvidas los buenos momentos, el oro del tiempo, la luna reclama tu compromiso, ella; testigo de nuestro idilio. Seguirán mudas las aves canoras, el tintineo de la lluvia en silencio, hasta el esplendor de tu regreso. Arabella Martínez Flórez
Astro Rey Soberano con tu corona radiante, das la bienvenida todos los días, celebras el milagro de la vida, eres luz para el caminante. Luces cual soberano, dominante en los puntos cardinales, sea invierno o sea verano, tu brillo adorna a los guaduales. Tu jornada es larga y admirable, dormimos al amparo de tus rayos, tu sonrisa matutina es tierna y amable, eres astro rey; los demás tus lacayos. Estás a la espera de tu relevo, marchas sumergido en el ocaso, con el cantar de los gallos vendrás de nuevo, y a tu llamado la luna hace caso. Arabella Martínez Flórez
Moda en poesía Poesía es una moda, gentileza da al hablar, brotan notas musicales del espíritu al cantar. Poesía es una moda, despierta sensibilidad, aroma de clavel, perfumes de azahar. Poesía es una moda, aviva los espejos del alma, en ella; la ausencia se convierte en letras, y la aflicción en dulce calma. Poesía es una moda, no tiene caducidad, en el presente no incomoda, alhaja es de eternidad. Arabella Martínez Flórez
Grafemas al amanecer 20 abril del 2018 Amanecer: con tu brillo matizas mis desvelos dejas atrás la noche fría y bajo tu aura aromatizas grafemas; llegan a corazones irrigados con zafiros, con acordes de piano, arrebatan millares de suspiros. Corazones disfrutan a pies descalzos, caminan entre púas de perfidia y el ocaso a cuestas, con flores en manojo; la sensatez se perfila, conocen el llanto volviéndolo su amigo convierten la tristeza en alegría o la melancolía en letras de fértil trigo. Palpitaciones extendidas en un mantel salta la ternura, y se derrumba la altivez; emociones preciosas como el rubí y otras, despiertan el olor a cobre, pudren las flores donde llega el colibrí. Emociones tocan las cuerdas de los escritores llevan su mano por el papel, plasman historias propias y ajenas, roban el sueño del noctámbulo con letras ácidas, letras cálidas, letras, letras, letras con sabor a cañamiel. Arabella Martínez Flórez
Poeta Internacional Alicia Herrera Cáceres Mendoza / Argentina Radicada en Las Heras, Pro- vincia de Mendoza. Dedicada a la docencia por muchos años. Estudió Bibliotecología y Promoción de la lectura, y continuó un par de años más en docencia. Actualmente trabajo en Administración. “Tengo 3 libros para editar, de poesías y narrativa, pero aún no lo hice, siempre que lo releo encuentro algo para cambiar o agregar. Participé de variadas Antolo- gías, de Argentina, E.E.U.U y España. Integro colectivos culturales y participo en cafés literarios. Tengo algunos reconocimientos literarios que me impulsan a continuar en este camino. Ya desde muy pequeña, de la mano de mi abuela mater- na, recorría fascinantes mundos a través de los libros. Ella también escri- bía. Con el correr de los años descubrí que yo lo hacía, que en mi interior habitaban letras que pugnaban por salir. Me animé, remonté vuelo, y empecé a escribir”.
Abismo Me asomé al abismo de tus ojos, en la cornisa de tus párpados. Caí, vertiginosamente, en el precipicio de tu mirada. Bebí el elixir de tus besos de fuego, que esclavizaron mis ansias. Sucumbí al deseo de tu cuerpo. Me descubrí animal en celo. Fui una víctima más del infierno de tu alma. En desvaríos perdí para siempre mi calma. No pude volver... tal vez no quise. Aún no lo sé. Alicia Herrera
Amor? Amé más de lo q debía amar, fui calmo cielo e impetuoso mar. Subí al alado corcel de la locura. Se llenaron mis daños de ternura. y creí... con la inocencia sin rebeldía. Soñé con mañanas de utopías, con la dulce ilusión del nuevo día. Sin ver la traición que se escondía. Até las vendas para no mirar aturdí los oídos por no escuchar. Fui un autómata sin dirección. Una marioneta de colección Me ahogué en el mar del desamor. Y naufragué a la deriva sin razón La cordura me gritó: ¡No es amor! Alicia Herrera
Te espero Hombre total, maravilloso y pleno. Recorre mi distancia en un sueño, extiende tus manos en mi desvelo. Navega mi infinito en fuerte vuelo. Borra mis dudas, calma mis miedos Eres tú el dueño de mis anhelos de mis suspiros y de mi fuego Atrévete, surca raudo este cielo y gaviotas seremos de nuevo abre tus brazos, yo acá te espero en el plenilunio de mis versos. Alicia Herrera
Me acepto Me acepto Me acepto... Miro mis pasados días Sabiéndome tan imperfecta, mis luchas, mis alegrías. Los reveses que dio la vida, caminante de línea recta, mi renacer y agonía. cayendo por sinuosas sendas Me acepto... o corriendo por las aceras. Soy un producto del ayer, de eso que pudiendo hacer Me acepto... no lo hice y dejé correr Con mi luz y mi oscuridad. o lo que enfrenté sin temer. Tendiendo la mano con bondad o avergonzada por la maldad, Me acepto... destruida viendo desigualdad. Con mis aciertos y errores, mis angustias y terrores, Me acepto... dulzuras y sinsabores, Sé que no soy lo que quise ser caminando sin rencores. ni poseo lo que quise tener, Me acepto... pero disfruto con gran placer Con mis lágrimas y sonrisas porque nada regalado me fue. Dolores, duelos y risas. A veces rápido, otras sin prisa, Me acepto... enojada o más tranquila. Sola, silente y sufrida o en familia contenida. Mujer que parió la vida con gritos hechos poesía. Alicia Herrera
Tristeza La tarde me sorprendió escribiéndole a tu recuerdo mensajes que no enviaré. La tristeza me abrazó, pero no enjugó la lágrima que solitaria en la mejilla rodó. Me llegó el eco de tu voz, y tu risa de nuevo me estremeció. A pesar de ya no ser nada, es mucho lo que duele la mirada. Cordura-locura Apareció así de pronto, en medio de una nada que lo auguraba Ella no lo imaginaba, pero muy dentro su alma lo esperaba... Aún sin verlo lo sintió sus manos al vacío extendió Fue entonces que descubrió La magia que su voz encerraba Los demás dijeron que deliraba, que la locura la embargaba. Qué saben para hablar de locura aquellos que nunca por amor perdieron la cordura. Alicia Herrera
Recuerdos Cada noche en cada sueño tengo un encuentro furtivo en etéreo disfrute prohibido, viajando en cada suspiro, en el humo de un cigarrillo. Los recuerdos del tiempo ido habitan allí, aún contenidos en ese gris adormecido de un amor ya perdido. Pinceladas de azul sufrido recuerdan todo lo vivido impidiendo que lo sentido parta en vientos de olvido. Alicia Herrera
A mis hijos Alicia, María Celeste, Carlos, Lucía, Soledad, Natalia y Gustavo. Juntos podemos Otro año más... pasamos los llantos, pasamos las sombras, callamos los gritos, gritamos los cantos. Cantamos los versos de un sueño esperado. Reímos y juntos lloramos juntando los sueños... soñamos con ansias, ansiando el mañana... Hoy llegó trayendo esperanzas. Compartamos desafíos, desafiemos al mundo. Extiende tu mano...toma la mía... juntos podemos hijos queridos. Agradecida de ser. Por mis hijos... Y los hijos de mis hijos. Por la familia... Por los amigos. Por los que están y los que no. Por los que se fueron en ausencias dolidas, y por los que vendrán con nuevas esperanzas.. Por las tristezas y alegrías. Por los ideales y las luchas. Por las letras y los sueños. Por la vida. Infinitas gracias. Alicia Herrera
Poeta Internacional Matilde M. Mesones Sernaqué Lima / Perú Matilde Mercedes Mesones Sernaqué, nació en la cuida de Ferreña- fe (Lambayeque-Perú). Radica actualmente en la cuidad de Lima. Biólogo Microbiólogo de profe- sión. Pertenece a la Asociación de Poetas y escritores de la pro- vincia de Ferreñafe. Ha participado en la Antología poética familiar “Al pie de la ga- llarda rosa” en el año 2018. Publicó su poemario “Colores de la vida “en el año 2018. Participó en varias oportunidades en tiempos de pandemia en el Programa “La poesía y tú” condu- cida por un gran poeta, decimista y periodista fallecido Víctor José La Chira Acevedo.y en el progra- ma “El canto del buho” conducido por el gran poeta. decimista, compositor Iván Santa María Saavedra. Asimismo, participa en eventos literarios convocados
Amor prohibido Amor prohibido amor puro, como blanco tu vestido. que espera ansiosa la noche virginal. Amor prohibido como una cándida paloma que apresura su vuelo, para no ser mancillada. Volemos, donde nadie nos alcance. Amor prohibido que vive y se pierde en la luz y en la oscuridad, que me arrulla y me besa. Que me abraza y me seduce para cantarme, versos de amor. Quiero vivir contigo un amor pleno, un amor perfecto, no me afecta la gente. Renaces mi sonrisa soñadora, solo percibo tu suave aroma. no puedo amarte, mi amor prohibido. Matilde Mercedes Mesones Sernaqué
Camino sin pasos Voy por la vida Caminando y contando mis pasos Y le pregunto ¿En qué camino, se quedaron mis pasos? Para mí, no cuenta los zapatos que he usado, ni su marca, ni su color, sí son duros o suaves. La vida va recogiendo las huellas que he dejado, se dibujan mis huellas, mis huesos, esos huesos debilitados de mis pies. Se van perdiendo…mis huellas. Camino…sin sendero preguntándole al mar ¿Dónde están mis huellas? se quedaron, junto a la arena tibia, junto a esa arena blanca. Las olas borraron mis huellas borraron mis pasos y caminar que perdieron su rastro. camino sin huellas, camino sin pasos. Matilde Mercedes Mesones Sernaqué
El almíbar de tus labios Bebo el almíbar de tus labios rojos inquietos, incitantes y seductores con sabor a cerezas, ansiosos de su frescura, hasta quedar sin aliento. Bebo el almíbar de tus labios rojos con sabor a dulce miel cuando recorres mi piel perfumada, para calmar esa sed insaciable, que me abate y me consume. Bebo el almíbar de tus labios rojos hasta sellar los latidos palpitantes callados…silenciosos de nuestros corazones. Con un tierno y dulce beso. Matilde Mercedes Mesones Sernaqué
Me gusta Me gusta … el olor a la mañana percibir de las flores su fragancia. divisar al sol, junto a mi ventana con destellos luminosos su elegancia. Me gusta… escuchar al río renacer con sus aguas cristalinas relucientes, mirar su cauce y volver a nacer, en las verdes montañas y sus vertientes. Me gusta… cuando el viento me acaricia me trae sosiego y tranquilidad. que esta alegría no sea ficticia, me devuelva paz y serenidad. Me gusta… vivir la vida a mi manera agradecer a Dios y a la naturaleza. ¡Señor! despierta mi vida entera, y disfrutar del campo y su belleza. Matilde Mercedes Mesones Sernaqué
Soy la mujer ¡Soy la mujer ¡ que se levanta cada día con su hermosa sonrisa. Unos días muy a prisa y otros muy serena y como el sol resplandeciente. ¡Soy la mujer ¡ que le canta a la vida sus alegrías, la mujer, que te regala su dulce mirada, una mirada de amor, que florece bajo la luz de un nuevo amanecer. ¡Soy la mujer ¡ que abraza sus sueños, bajo su almohada, la que va secando sus lágrimas con la miel de sus suaves pechos, hasta que el cansancio me agote. ¡Soy la mujer! que deja que el viento me acaricie, y que envuelva mis cabellos de oro. ¡Mujer ¡no dejes que el viento te robe tus sueños, que sean libres…como tus pensamientos. ¡Soy la mujer! que sabe ser mujer y de pie se ha de mantener para suavizar mi servil hastió, que la quietud y la calma, duerman en mi cabecera. Y el amor de Dios cobije mis ilusiones. Matilde Mercedes Mesones Sernaqué
Un café en la ventana Un café caliente un café humeante, un café negro. Ese delicioso olor de café junto a mi ventana. La tarde tibia divisa al sol brillante a ese sol candente, rusiente que me saluda, me sonríe y pasa por mi ventana. ¡Hoy ¡la música tocó una dulce melodía para alegrar mis días, para abrazar mis penas. Tomando un café caliente, un café negro…junto a mi ventana. Matilde Mercedes Mesones Sernaqué
La poesía y yo Aprendí de ti poesía Sellas lo inefable de mi vida y de la biología genuina. con una caricia de amor Yo soy vida y gozo, una sublime conexión y sacias el calor de mi alma mi corazón y tu cuerpo. con un verso en flor. Soy osamenta y de carne Esa eres tú, mi dulce poesía. en ansia constante. Tú eres mi inspiración Un suspiro en verso que aviva mis neuronas que brota de la nada, y mi vena emerge. un fragmento que se parte, un botón que se abre a la luz Eres bálsamo, aroma para dar vida a la poesía. que acaricia y abraza al más exquisito manjar. Se juntan: mi juicio y tú Eres lo más anhelado como el riachuelo una fusión de encanto el lirismo y yo. que busca su cauce, como el pájaro a la flor. Esa es mi ventura, La poesía y yo. Matilde Mercedes Mesones Sernaqué
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Creación, Diseño, diagramación, compaginación y edición Drugot Mayo 2022 Córdoba / Argentina
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