Perras Negras - Foro de Cuentos y Relatos Breves http://www.foros.net/perrasnegras.htm Revista Digital Perras Negras - Año 3, N° 7 - Junio de 2009
Editorial Q uizá por mis orígenes, intención de emprender algo con siempre sentí que las los demás, sabiendo que ni soy el La carnicería de Edine, otro negocio de único ni que podría hacerlo solo. Y proximidad que desaparece. grandes empresas eran aquellas como soy un gran inconformista, vivo proponiendo cosas, buscando fortalezas infranqueables que resoluciones e incitando a los demás a que le encuentren la estaban a dos cuadras o a vuelta a este mundo, complicado e inacabado, en el que vivimos. doscientos kilómetros, Tanto el foro Perras Negras como la Revista Digital tuvieron por enriqueciendo a su propietario. razón de principio esas inquietudes. Quizá por eso también me gustan Hoy estás leyendo, querido los pequeños emprendimientos. lector, el séptimo número de la revista digital de nuestro foro de Soy de los que mueren en el cuenteros, cuentosos, cuentistas o cuentófilos, como quieras. Es supermercado sólo por falta de parte de esa pequeña empresa de la que escribía más arriba. tiempo y por practicidad, pero que Pequeña, en este caso, porque somos pocos, porque no pedimos disfruta de las visitas al carnicero nada a cambio de lo que ofrecemos, y porque no nos de la esquina, al verdulero de a la auspicia nadie. Nuestro impacto –si existiera– quedará en algún vuelta, o al tipo del bar de comentario perdido, un rato de ocio en el trabajo, una hojeada enfrente que me sirve un café acompañada de una sonrisa en el transporte diario o un gesto de calentito, fuerte y cortito, con el reflexión por la noche, cuando se repasador colgándole del hombro izquierdo y que me habla sesudamente, y con acento árabe, de fútbol y de política. Sí, creo que toda mi vida ha rondado en el intento de lo pequeño, en el esfuerzo individual desde la
tiene el momento de hacer algo tres años de distancia, es un poco blanco. Que el emprendimiento,antes de dormirse. así, como la primera, porque no que siempre depende de los otros, hubo un tema explícito que se cobrará su verdadero valor en la Siempre he intentado armar haya postulado para que los lectura, que es el fin de estalas revistas (salvo la primera) autores lo desarrollemos (a veces empresa. Me quedo con el corazónsobre un tema a desarrollar por las condiciones no están dadas tranquilo y el sentimiento delos autores participantes. Así para ese tipo de emprendimiento) haber servido.imaginamos entre todos y cada y porque pedí una confianza que,uno los vericuetos de la tal vez, no merezca y que, por eso Si al principio de este billetecomunicación, nos preguntamos mismo, admiro y respeto al punto mencioné los negocios decómo se perdura y cómo se de haber puesto lo mejor de mí proximidad y mis gustos, esevoluciona, medimos el tiempo en como pequeño emprendedor. porque mañana comenzarán atodas sus posibilidades (las demoler la esquina donde estuvonuestras, obvio), caminamos la Pero el tema estaba en los hasta hace un mes la carniceríanoche y nos confrontamos con el mismos escritos que subimos para del barrio. Supe que el carnicerosexo tópico y no tanto, y nos compartir en Perras Negras: el estuvo pidiendo firmas y que nopreguntamos y respondimos todo recuerdo indeleble que nos hace llegó a las ochenta. Su pequeñolo que se nos vino al espíritu sobre ser lo que somos, saberse vivo, emprendimiento de veintiochotolerar y aceptar. existiendo, contra todas las años tendrá que darle lugar a uno vicisitudes, la cuota de lo más grande que tiene que ver con Pero esta revista es diferente, misterioso, lo mágico y lo extraño un hotel. A veces el desinterés –oquizá tan diferente como la que nos acontece, y ese momento el acuerdo– duelen. Soy de losprimera. Porque la entrega de único en el que estamos solos, que añoran lo que tuvo porque noagosto de 2006 fue el intento, el frente a nosotros mismos. “Eso termina de convencerse de lo quepequeño emprendimiento, la que somos”, como seres humanos supuestamente ha ganado.voluntad compartida a ciegas, ya y como escritores.que les pedí a los perranegreños No puedo negar que la suerteuna confianza que me Reconozco que puede sonar de mi carnicero –se llama Edine,retribuyeron, aún sin saber con forzado lo que digo, una excusa de es un gordo enorme y muyqué fin. pacotilla, pero no lo es. Confío, simpático– me toque, como no como antes, en que la línea puedo dejar de pensar que nada Esta séptima entrega, a casi trazada y certera conducirá al que emprendamos depende
enteramente de uno mismo.Dependemos de los otros,siempre. Y no estamos excentosde los ciclos que nos incluyen. Esta revista quedará, conseguridad, en un escalafóndiferente, como la primera. Por loque cuenta, por cómo lo cuenta,por la confianza de los autores aeste proyecto de editor, por lostemas, por el arte de susparticipantes, y porque es laúltima del foro Perras Negras quepropondré por fuerzas que, contoda franqueza, me sobrepasan,quizás como le pasa a Edine. Mis sinceras disculpas, queridolector, por la ausencia deobjetividad en esta editorial, peroasí soy, sea quien sea, y doy porseguro que sabrás olvidar aldisfrutar el ingenio indiscutible deestos autores, y luego también.Alejandro Luque, París, 14 de junio de2009.[Las portadas de las seis revistas sonenlances para descargarlas... al pinchar.]
índice Este documento se visualiza mejor en \"pantalla completa\". Presionando en su teclado las teclas \"Ctrl+L\", puede optar entre la visualización de \"pantalla completa\" y la \"vista normal\". Use las fechas del teclado para avanzar o retroceder de una página a la otra, o el botón izquierdo/derecho del ratón. En este índice, pinche el título del texto para ir directamente a la página del relato. Para volver al índice, pinche el rectángulo que se encuentra en el extremo inferior derecho de la página. El tríangulo celeste indica que el texto continúa en la página siguiente.PORTADA 1 LO EXTRAÑO, EL MISTERIO Y EL MIEDOEDITORIAL 2 El oso, Arturo Herrera 34 A solas, Elena González 36INDICE 5 Oso enjaulado, Haydée Guzmán 39 El oso duerme en la cueva, Iris Leda Faba 41RELATOS DESDE EL RECUERDO El \"C\", Luis Morales 42 El contrato, María Rosa Giovanazzi 43Alma, vaivén y góspel, Alejandro Luque 6 18 Romina o la hora del lobo, Arturo Herrera 46Mis XV, Chicome Océlotl 8 La trampa de Puerto Blest, Rosario Collico 49La manzana entre sedas, Elena González 10 Mi amigo Pedro, María Rosa Giovanazzi 52El pueblo, María Prolog 11El instinto, Haydée Guzmán 14 CEREMONIAS PRIVADASDiferente, María Rosa Giovanazzi 16Los tres hermanitos locos, Rosario Collico 17 Nochebuena sin prejuicio, Chicome Océlotl 54Las puertas de Tannhäusser, Alejandro Luque Primavera, pero ella cae, Elena González 57Verano trágico, Haydée Guzmán 21 Gira, gira, María Prolog 58 Posesión, Iris Leda Faba 60REFLEXIONES SOBRE LA EXISTENCIA Y un mordisco aquí, Luis Morales 61Aqualung, Alejandro Luque 23 ENTREVISTASMelancolía, Arturo Herrera 26Así es mi vida, Chicome Océlotl 28 De Rosario 62El reto, María Prolog 30 A Rosario 69Emo, Iris Leda Faba 31¿Adónde van los zapatos?, Luis Morales 32 NOTA LEGAL Y \"STAFF\" 72La cuadratura del círculo, Rosario Collico 33
Relatos Alma, vaivén y e impenetrable –ojos que a mí me desde el góspel olían a helechos–, y yo que merecuerdo derrito buscando la excusa Alejandro Luque perfecta para lograr que su verde se atreva a desnudar el púrpura que se esconde debajo de mi piel sólo para él. L a preparación de los Nunca lo pude verificar por finales era siempre eso. falta de experiencia, pero siempre Nos dábamos los cuatro cita en la estuve convencido de que el Pato casa de Manu una semana antes, me reservaba celosamente mimos y nos acovachábamos todo ese en su alma. Por eso, seguro, nos tiempo en el altillo con un buen brindábamos el vaivén del acuerdo arsenal de yerba, cerveza, implícito sin dejar de soñarnos cigarrillos y mucha música. Con juntos, verdaderamente juntos. Yo seguridad también comíamos. jugaba a las escondidas con las proteínas y el deseo, casi de la misma manera que como lo hago hoy. Quizá la imagen que mejor Es verdad: es lo que ahora quiero creer que vivíamos en nos representaba es esta que aquel altillo impregnado de bio- química, de sistemática y de física recuerdo ahora de aquellos cuatro dos. Jota-los-brazos-larguísimos le explicaba a Manu-boca-abierta el incondicionales: Marta que secreto inconfesable de los celenterados; desde su rincón, el revuelve el mate con la bombilla y Pato-sugerente-y-preocupado me preguntaba si la incisiva velocidad Jota que replica barbaridades con máxima de una enzima dependía su sonrisa Colgate y la necesidad de ser él el primero en retarla. Al mismo tiempo, el Pato que mira la acción y busca mi opinión con esos ojos irrepetibles de bosque espeso
de la naturaleza del tubo de tantes a millones de micrones deensayo, y yo-desgarrado-de-placer distancia, y al final era yo quienle respondía que no; Manu se reía daba vuelta el casete y apretabade la dualidad de la luz –Jota la como un esclavo complaciente lareprimía dulcemente con sus tecla del play.gestos de oso de peluche–; el Patohacía guiños irresistibles con losojos y yo los cuestionaba a lostres, en una arenga poco creíble,sobre si habría una química delamor. Todo era risa y miradas queno miran pero ven. Por las madrugadas, uno denosotros se levantaba delescondrijo de papeles y botellasvacías y abría de par en par laúnica ventanita existente. Allíafuera estaba la noche queignorábamos como tantas otrascosas. Y alguien proponía un matea falta de cervezas. Y otroincondicional sugería algo demúsica. Y siempre, siempre, elPato replicaba: “Para mí góspel, ytodo lo que ustedes quieran des-pués”. Nos mirábamos expec-Las palabras \"amigos\", \"sensual\" y \"selva\" Foto de Mariano Garate © están escondidas en el texto. El Secreto Reproducida con la autorización del autor.
Mis XV Afortunadamente para todas piso a zapatillas; incluso les han las mujeres de mi familia que ofrecido los servicios de aca- chicome océlotl influyeron en mi decisión, desde demias de baile profesionales en mi abuela hasta mi madre y todas donde los chambelanes son A bro la página que me mis primas, entendí que quince se bailarines que, por unos pesos, lleva a la consigna de este cumplen sólo una vez y así hacen de esa noche “unjueves y ¡Oh sorpresa! Una de organizamos una fiesta tradicional, espectáculo inolvidable”. Cuandoellas nos invita a escribir acerca de aclarando que era tradicional de me enteré de tan espectacularpercibir la vejez y la otra trata esa época, por supuesto. acontecimiento, a la distanciasobre el cumpleaños de quince, y descubrí que mis quince no fueronesto me removió muchos Pastel, chambelanes, un vals, en nada parecidos a sus quince.recuerdos y alentó mis ideas para un baile de moda, las palabras depresentarles el relato de hoy que mi padre y párenle de contar, ahí También existe ahora latodavía no sé si entra dentro de terminó todo el festejo de mis modalidad de que laslas 400 o las 600 palabras. dulces quince y todo esto en el quinceañeras hagan ese viaje que patio de la casa de mi abuela que en su momento me ofreció mi Cuando era niña, por consejo era enorme y con toda la familia padre, pero por supuesto que nofamiliar y sobre todo de mis tías al como invitados. De esto ya hace es a Cuba, ¡A Europa, ni más nicumplir mis tan espectaculares casi veintiún años. menos! Solas, por supuesto, conquince, destruí sin querer el sueño cadetes para hacer de su vals unde mi viejo que insistía en Hace una semana me avisó mi momento inolvidable, una nochellevarme de viaje a Cuba. Podría de discoteca en el crucero que lashaber sido cualquier otro punto, hermano que su hija ya está lleva del otro lado del continentepero tenía que ser Cuba porque él y, al fin, quince días en los queinsistía en que ese era mi sueño planeando sus ahora quince, están festejan quince años com-(ficticio por supuesto), hecho su pletamente solas y a sus anchas.realidad porque era el suyo, no el buscando salón, madrinas,mío. Pero hoy me entero de la chambelanes, pero ahora las cosas última modalidad en festejos para esa fecha tan importante en la han cambiado mucho. Necesita vida de toda mujer ¿supongo? Me enteré que en Colombia ahora las madrina de última muñeca que va a recibir; la corona que la recibe como “señorita de sociedad”; la madrina de cambio de zapatos de
niñas piden para festejar susquince primaveras “¡SU PRIMERIMPLANTE DE SENOS!” Si a todos los atentos lectoresesto hasta aquí no les ha parecidoun cuento, yo no puedo más queadmitir que me declaro incom-petente para distinguir en dóndecomienzan los sueños y en dóndelas realidades de mi relato. Sobretodo porque mis quince ya fueronhace muchos, muchos años. Yo enlo personal, en aquella época,hubiera preferido el implante. Por cierto, en un mes y un díacumplo quince años... másveintiuno. No quiero ni viaje, nifiesta, y mucho menos implantes.Por desgracia mis quince no sonlos quince de las quinceañeras deahora, y a estas alturas de mivida, ya no lo necesito. Foto montage a partir del afiche de American Beauty. Encontrado en la red, sin derechos explícitos.
La manzana entre como el azabache; su mirada sedas penetrante de tono escarlata se dibujaba en unos ojos rasgados y Elena González perfilados con kohol inten- sificándola aún más; los labios Z uleika se encontraba en carnosos y rojos como rubíes y su cuarto acariciando sus su rostro se encontraban casi alcabellos cuando la visión de un desnudo a excepción de lasjoven alto y de complexión sedas granates y doradas que laatlética la obnubiló por completo. cubrían.En un primer momento norecordaba haberlo visto antes, Una vez uno frente al otro, sepero luego se dio cuenta de queaquellos ojos oscuros se habían trazó en los labios de Zuleika unacruzado antes con los suyos en elmercado, cuando su marido sonrisa tan atractiva y sensualPutifar compró al joven comoesclavo. Recordaba vagamente el que José no pudo dejar de rozarnombre del joven, así que suslabios lo pronunciaron tímida- acariciando aquel cuellomente, José. bronceado por el sol, bajando El chico, al oír su nombre, sevolvió y al igual que le ocurrió a hasta llegar al hombro. Ella fueZuleika, no pudo creer queexistiera una mujer tan bella: acercando despacio sus labiossus cabellos largos eran ra-diantes, oscuros y brillantes que se juntaron con los del joven. Al darse cuenta de la situación, José se apartó bruscamente y abandonó los perfumes e inciensos de Zuleika. Sin embargo, antes de que huyera, ella le arrebató su túnica que quedó rasgada… Aubrey Beardsley (1894) Salome
El Pueblo incluso años, del tiempo que Dios mojón que anunciaba la entrada nos ha concedido; nos con- sin salida del pueblo. María Prolog formamos con vivir lo suficiente como para continuar el círculo, Nuestro profesor sabía que el N uestro pueblo es una con saber que nuestros hijos tiempo jugaba en su contra y que letanía de tierras áridas y seguirán nuestros pasos, como pronto nos encadenaríamos al picopaisaje agreste. Ello ha marcado nosotros seguimos los de nuestros y a la oscuridad, así que seuna impronta de hosquedad y mayores. esforzaba en cincelar el granito derudeza en nuestros hombres. Si nuestras cabezas a base de letrasnaces varón, como es mi caso, Tal vez fuera por eso que la y sueños.sabes que tu destino será trabajar violencia de mi padre se ensañóen la mina; si naces mujer más con el niño que fui. Mi Manuel, mi amigo de laindefectiblemente será zurcir rebeldía le resultaba desafiante deperneras desgastadas, tener su vida y de la tradición en la que infancia, al que sentía mássiempre la comida a punto y el creía. Nunca quise convertirme enhogar en orden. él, como habían hecho mis hermano que los míos propios, no hermanos mayores. Nunca quise La vida de los pueblos es ser sombra anclada en repetir tenía aptitudes para los libros; nosimple, primaria; cuando se ama, ecos del pasado. A ciencia cierta,nos abandonamos al placer no sabía bien qué quería, y sigo obstante poseía esa curiosidadgozando intensamente; cuando se sin saberlo; pero encontré en lasufre, nos plegamos al dolor que educación, en la lectura, la única típica de los científicos, ese interéssabemos es inherente al vivir. forma de salvación posible.Todo es parte de la misma rueda y por entender el mundo que leasí lo tomamos. Don Julián, el maestro, se tomó especial interés en alimentar rodeaba y sus mecanismos. La silicosis es un miembro mi inquietud, a escondidas, memás de la familia que no nos prestaba libros que, por las Cuántas tardes pasamosimpide fumar; tal vez los cigarros noches, devoraba ávidamente enconviertan en humo meses, compañía de una vela. Libros de estudiando la forma caprichosa de viajes que hablaban de otros mundos que existían más allá del las plantas. Analizábamos las diferencias y similitudes de cada especie, catalogándolas mental- mente; nos preguntábamos el porqué de tanto rotundo equilibrio, de tanta belleza, de tanta perfección. Los doce años nos sorpren- dieron a traición y llegó la hora de decir adiós al plumier y al cabás.
Aquella tarde que volvimos El cinturón rompía el silencio vida de dos de mis hermanos.por primera vez de la mina, de la habitación y se estrellabaManuel y yo nos abrazamos y contra mi cuerpo, una y otra vez. No hizo falta que nadie meocultamos nuestros llantos en la Sus insultos me herían tanto o hablase de que Manuel tambiéncuadra. Se acababa nuestra más que sus golpes. Escuché a mi había muerto, me lo dijo élinfancia a golpe de martillo. Esa madre suplicarle que parara, que mismo. Se paseaba por lamisma noche prometimos no ya era suficiente, que seguro que habitación y me contaba queregresar al enjambre de galerías, había aprendido la lección y ahora sabía por qué los helechospasase lo que pasase. A la regresaría, a la mañana siguiente, no podrían ser nunca madreselva.mañana siguiente tuvimos que a la mina. Pero yo me mantuve Durante mi convalecencia, le leíaenfrentarnos cada uno con firme, lloraba es cierto, pero mi los libros que el maestro me traíanuestros respectivos padres. boca reiteraba un continuo ¡No! en sus visitas. Don Julián se había que me salía de lo más profundo reunido con el párroco, y le No olvidaré jamás la expresión de mi desesperación y se propusieron a mi padre enviarmede fiereza del mío cuando me confundía con mis gemidos. al Seminario. A los ojos de miescuchó decir que no estaba padre la mina había sepultado ahecho para minero y que me Mi padre estuvo a punto de tres de sus hijos y no pusonegaba a volver. Sus ojos me matarme, recuerdo la hebilla de inconveniente en no volver amiraron fijamente mientras sus hierro golpear mi cabeza, la saber de mí.manos liberaban la correa con la sangre resbalando hasta misque sujetaba sus pantalones. labios, su sabor y después, la Le ofrecí a Manuel venirse oscuridad. conmigo, ahora que parecía que Gaceta peruana de noticias PLADES ninguno de los dos teníamos http://sisviso.plades.org.pe/sisviso/ El médico tuvo que emplear barreras. Él prefirió quedarse al todo su arte para salvarme una cuidado del pueblo, velando por Mineros vida que había dejado de los mineros. importarme. Estuve más de un mes en la cama, recuperándome. Hoy, después de tantos Mi padre pasó quince días en el lustros, he regresado al pueblo a cuartelillo y eso le salvó de morir enterrar a mi madre. Me dicen lo sepultado. Un derrumbamiento en orgullosa que estaba de tener un la mina se llevó, entre otros, la hijo catedrático, aunque no
supiese bien qué era eso. Intuíaque era mejor que habermeconvertido en cura, vocación quenunca encontré. Antes de dejar el cementerio,visito la tumba de Manuel ydeposito un nomeolvides sobre sulápida. Afortunadamente mi adultoy mi niño habitan en mí enperfecto equilibrio; por eso no meresulta extraño ver a Manuel depie, junto a un árbol,esperándome. Me acerco con unasonrisa de afecto y cariño que medevuelve, extraigo de mi carteraun libro que, curiosamente, llevami nombre y le empiezo a contaruna historia que habla de unpueblo. Foto de Valentín Vega © (1945-1951) Gacetilla Asturiana del turista Jóvenes mineros asturianos
El instinto afecto. Pero no, a la que se le Llegó un día en que mi voz ocurrió llamarme así fue a la interior me dijo que debía meterHaydée Guzmán abuela Gloria y ahí, sí, se trans- mis cinco dedos en la torta de formó en un problema familiar. chocolate que mi abuela GloriaR ecuerdo con claridad que había preparado para festejar el mi abuela Gloria siempre A los cinco años, era capaz de cumpleaños de Joaquín, mi primodecía que yo era como un escribir una silla, de abrirle la por parte de padre. Y ahí, sí, jaula al canario y también de recibí la expulsión familiar. Misanimalito salvaje, que actuaba por ponerle el pie para que se cayera abuelos, los dos, porque el padre alguno de mis primos. Llegué, de mi papá también se hizo ecoinstinto, que resultaba imposible incluso, a meterme con personas de los rezongos de la abuela, mayores, en realidad con las decidieron que hasta que nohacerme integrar algunas gordas y besuconas amigas de recibiera una mejor educación por Gloria. Algo que no podía parte de mi mamá (parece ser“conductas sociales imprescin- identificar me llevaba a cometer que mi papá quedaba eximido de esas maldades; “travesuras”, estas responsabilidades) no iba adibles”. Mi mamá adjudicaba mi como las llamaba la abuela Marta. tener acceso a su casa.comportamiento a mis escasos Si bien tenía el apoyo Mi mamá dijo “mejor, así yo irrestricto de mi mamá en lo que tampoco voy”. Mi papá me pusoaños. Lo hacía para defenderme se refiriera a enfrentarme con su en penitencia al mismo tiempo suegra, no me salvaba del trágico que discutía con mi mamá sobreporque la abuela que decía eso interrogatorio con el que se lo flexible que era conmigo, que intentaba averiguar por qué lo me estaba haciendo un dañoera la madre de mi papá, y ya había hecho. “Nunca llegamos a terrible. Como mis grandes una respuesta razonable”, decía pecados se repetían en la casa desabemos lo que sienten las nueras mi papá. Yo insistía en que había Gloria, también dijo que era alguien en mi interior que me influencia de “ella” –señalandocuando son las suegras las que indicaba que lo hiciera. Cuando con un dedo acusador a mi me brotaban ganas profundas de madre. Mi padre le reprochó quecritican a sus hijos. También hacer algo, no podía reprimirme, tenía que hacerlo.recuerdo que esos comentarioshacían que Gloria no recibiera mimayor cariño, aunque ahora, conlos años, siento que la quiero bien. Si la que me hubiera com-parado con un animalito salvajehubiera sido mi abuela Marta, lamamá de mi mamá, la cosa nohubiera pasado de un comentariogracioso o un reconocimiento de
criticara a su familia sin tener en atenta a mi voz interior, así voy a Qué raro, ¿no?, parece sercuenta todo lo que nos habían saber qué hacer en cada que la voz interior, según la fecha,ayudado cuando nací yo. Mamá no momento, quiénes son mis nos muestra instintos buenos ose quedó atrás y le recordó que la amigos... \"Siempre -dijo- nuestra instintos malos, porque la abuelaúnica ayuda que recibimos “de voz íntima nos lleva por buen Gloria ya no insiste en que soy unparte de tu mamita”, fue un camino.\" animalito salvaje, ahora dice quehermoso colchón para la cuna que siempre fui alguien con muchanunca pudimos usar porque era personalidad.más largo de lo necesario.Y así siguió la discusión queterminó con cada uno de mispadres durmiendo en habitacionesseparadas. Yo dejé de ir a la casade esa abuela, pero no de recibircada noche a una hermosa leonacon su reiterado e incansablemensaje. Me decía que me dejarallevar por mis instintos. Estopodría traerme algunosproblemas, seguro, pero mepermitirá en definitiva ser yomisma que es la única forma deser alguien. Y parece que mi leona tenía Fotomontaje de Alejandro Luque © (2009)razón porque, superada la etapa Los dedos en la torta de chocolatede mis terribles maldades, miabuela Gloria volvió a recibirme ensu casa (eso sí, sin mi mamá) y mipapá cambió un poco su discurso.Desde entonces, me dice que esté
Diferente –Sí, de plástico, ¿Quién sabe a sonrisa. qué se dedica la mina esta? María Rosa Giovanazzi –sentenció una tercera. Por eso, cuando te vi paseando por el centro del brazo D esde el primer día que Cuando el farmacéutico de aquel hombre tan parecido al llegaste comprobé que comenzó a visitarte, ellas farmacéutico, estoy seguro de queeras distinta a las féminas del enfermaron de celos. El día que te era él, me sentí muy feliz y ante labarrio. Fue por eso que las vieron salir de su brazo la envidia cara extrañada de los transeúntesmujeres del inquilinato las carcomió. Esperaron hasta me largué a reír como un loco.comenzaron a tejer historias pasada la medianoche para verlossobre tu vida. regresar. No soportaban tu sonrisa ni Ellas comenzaron a visitar laque fueras diferente. Vivías como farmacia, cada una dejaba suellas en una pieza de lata donde la gotita de veneno en los oídos delluvia entraba a chorros, te tu enamorado. Hasta que un día,molestaba el olor de los baños y el él dejó de visitarte. Cambiaste, yagriterío de los días domingo. Sin no sonreías, tus ojos estabanembargo nunca protestabas. siempre ocultos tras tus anteojos negros. Te espiaban escondidas tras Los años pasaron, la farmacia Pintura de Libit ©las persianas. Salías muy cerró y según me contaron el http://libit.net/wildlife.htmtemprano y regresabas por la farmacéutico se fue a Chile.noche con la misma sonrisa, Las Comadressaludando a todos. Un día escuché Las vecinas del conventilloa una de las vecinas decir: siguieron su vida de miseria y chusmerío, tan vulgares como los –¿Pero a esta mujer nunca le yuyos del patio.duele la cabeza? Vos te fuiste del lugar, yo crecí –Parece una Barbie –acotó y nunca olvide tu cara ni tuotra.
Los tres hermanitos –Y que el gato Periscopio vaya locos con ellos– decía Daniel Rosario Collico –Y que Mariana tenga el pato rosado en el bolsillo– agregaba E n su primera infancia, Mariana sacándose el chupete Rosario, Mariana y Daniel sonoramente.dormían en el mismo cuarto, enun par de cuchetas y en la “cama –No se preocupen que vanmarrón” que tenía un fantástico todos los animales: el gato, elcolchón de resortes con pozo perro salchicha, el patito rosa y losincluido y cuyo cubrecama era, tres ositos y además cada unoobviamente, marrón. lleva colgada del cuello una bolsita con palibun, quesbun y una Con los tres niños acostados, botellita de Coca Cola.Antonia se sentaba a los pies deuna cama y les contaba -nos –¡¡¡Síiiiiiii!!! –chillábamos loscontaba- un cuento. El resplandor tres más despiertos que nunca.de un velador lejano le doraba elperfil. Y así, con lo imprescindible a cuestas, los tres hermanitos locos En esa semipenumbra transitábamos el camino del sueñoinventaba, cada noche, un nuevo acompañados de magos ycapítulo de Los tres hermanitos princesas, hadas y dragoneslocos que narraba las aventuras de dibujados en el aire por la voz denuestros álter ego. mi mamá. –Que lleven varitas mágicas, Pintura de Michelle Watson © (2007)mamá– rogaba Rosario http://www.saatchi-gallery.co.uk/yourgallery/artist_profile/Kevin+Timmins/86715.html –Sí, claro, cada uno tiene la Fantasy Talesuya.
Las puertas de mano nuestra que se vuelve ¡Ay! Imperativamente un Tannhäuser traslúcida de tanto vos y yo. El salto, un rompimiento urgente, intento de un templo, el último una fuga para ponernos en foco. Alejandro Luque ramalazo feroz de la utopía. Como si mis límites que fueran la consecuencia de tu presencia me … a A. T., porque al leerme nos reconocerás. Caricias cotidianas. Nosotros resultaran insoportables. Vos las manos, nuestras irrepetibles aquella vez, yo entonces, por eso Y despertar con un mate huellas dactilares que convertimos ahora nosotros. ¿Qué más? Tanto henchido de fiaca en signos irrelevantes a fuerza de recuerdo inasible y próximo ymañanera y un bombón el cuerpo, sacarnos guantes, de arrancarnos absurdo duele, pesa, pero escon don Julio la ternura todavía máscaras, de fundir pieles. Sol y verdad que también cobija depalpitándonos en las orejas, nubes, y las tormentas de siempre forma extraña. Tanta comuniónvibrándonos sobre todas nuestras cuando nos volvemos un menos creada y suspendida por algúncortezas y sub-cortezas que no frente a un más, aunque ya recóndito mago, insuperable por lodejaron de repetir al unísono “pero hayamos aprehendido a ser algo sabio, que terminó siendo ni másel amor, esa palabra”. Con los más relevantes que la neutralidad ni menos eso que somos vos y yo.restos de tu olor resumido entre del resultado. Sombras ahuyen- ¡Cuánto antiguo temor a un lado,mis manos siento ampliar los tando soledades, para no dejarnos cuánta ternura justo aquí, cuántosutiles límites de mi alma. Tras el abatir por la insistencia de la silencio repleto ahora!invierno de Vivaldi, tu voz se me distancia que acecha. Pero en esteresbala por la piel como un frío de exacto momento y a dúo, un no Una atmósfera azul como aausencia inevitable que pretendo querer salir de la hojarasca, de vos te gusta, un aire tibio que meolvidar. Anoche, antes y siempre, este bendito sopor que invalida la reconforta y me eriza la piel, estela imagen estampada de vos lúcida dialéctica en la que nos nido que sofoca las maneras, losconmigo, de yo en vos, de relamemos de singularidad, de esa gestos cotidianos de lo mudable,nosotros, tan indeleble como un pesadez de un par de ojos las leves aproximaciones, lostatuaje milenario que se resiste a cerrados, del par cuando deviene imperceptibles roces, nuestropartir, un coraje que podría uno más el otro. Pero tu cara y tu aliento descompasado. El olor delparecer temerario, y una única sonrisa, aquí y ahora, se me café que preparó algún aprendiz asoman como tímidos brotes de brujo y tu figura de pie que se desde la comisura del espacio alza inalcanzable sobre mi pecho, fértil que nos recibe. completan el acorde perfecto
(sería insoportable una nota más). Manos y piernas trazan una¡Tanto se derrama aquí dentro, geometría de todas las formasque necesito estirarnos! más vagas aunque no menos armoniosas; corean himnos y Fotomontaje de Alejandro Luque © (2009) epitafios, y no exagero; circulan Puertas de Tannhäusser entre amalgamas de tonos ocres y recortes de siluetas indefinidas e indecisas: se acercan, deambulan por las paredes e intentan rasgar las sábanas, se alejan rechazándose por un segundo para tomar envión y recrear una trigonometría inconcebible. Es nuestra sombra, isósceles del rectángulo, gelatina con sabor a terciopelo, sangre y saliva, sueños, claridad espumosa que se zambulle en el océano de nuestras voces que ya saben cómo no prometer nada más profundo que la forma que proyectamos a nuestro rededor. En un recodo de la cueva, un oscuro códice prestidigita labios, hombros, cabelleras y espaldas y piernas, peces y valvas, improbables destinos y sonetos entrecortados. Saturno cae ahí afuera, en una esquina húmeda de gente que busca sin saber, pero sus anillos se despliegan y nos envuelven, nos distorsionan, sístole y
diástole, en un abrazo que Buscando una respuesta entre ¿Pero qué cuando telatiguea toda su dulzura. Hay el nuestras dos sombras a punto dedestiempo y el agujero negro que disgregarse, mis dedos se deslizan encuentre? ¿Qué cuando todo selo engulle todo. Y por un brevísimo por las cuerdas de tus melodíasmomento, ese que dicen dura el que se extinguen. Para reduzca a la urgencia de unapaso de un ángel, nada, pero reconocerte intento tañirte.nada, tiene importancia. Volvemos Husmeo tu rastro en el aire puerta que se cierra y lacondensados como el vapor en porque me niego a creer quegotas de lluvia. todos esos momentos se perderán ondulación del agua cese y nos en el tiempo como lágrimas en la Puede que quede por ahí lluvia. veamos instantáneamentealgún resquicio de solidez dormidodesde siempre que se niegue a enfrentados, sin cercos nidespertar, a dilatarse y despegar.Equilibrios que nos consolidan virtudes, al recuerdo de nosotros?cuando recuperamos el aliento ynos volvemos vos y yo, esos que Entonces, ¿dónde las palabras ybuscan tocar fondo con los piespara sentirse seguros en medio de las cifras, los disfraces y lo mustioun mar demasiado vasto. del universo? ¿Dónde nosotros? ¿Dónde la búsqueda cuando al final se encuentra?Entonces surgen viajes, miles,ausencias en años luz y quimerasde yo. Encuentros posibles ydesencuentros estúpidamenteinnecesarios. Escapes al borde delhastío porque la rutina. Y no soy quien, ¿pero quién Foto de Alejandro Luque © (2009)soy para agregar un límite más? Luz ocre ¿Quiénes somos?
Verano trágico marco un papel amarillo como el ritos de cuanto chanta quisiera tiempo que pasó sin hablar de aprovecharse de la situación. Fue Haydée Guzmán ella, y me contó la historia. así como mucha gente logró hacer fortuna vendiendo cuevas o M i familia tiene un secreto, El verano de 1910 fue refugios subterráneos para prote- un tierno y dulce secreto especialmente caluroso. A la gerse durante el tiempo quede amor. Digo tierno y dulce temperatura del ambiente se le durara la toxicidad del aire. Otrosporque Elvira, la hermana de mi sumó la temperatura de un rumor vendieron máscaras, o herméticosabuela, tiene que haber sido así. general. El calor se hizo inso- trajes de caucho.Aunque esto no quita que ese portable y culminó en terriblessecreto fuera un dolor inacabable episodios, entre ellos, la historia Los más pesimistas prefirieronpara mi abuela. Ellas se querían de Elvira. anticipar su muerte a sufrirde verdad, eran compañeras, semejante horror, y ese año seamigas inseparables, y también, Prestigiosos astrónomos, llegó a cifras extraordinarias deparedón para hacer frente a las suicidios. Hubo quienes optaronexigencias de un padre recto. Lo matemáticos, físicos y también por vender todas sus propiedades,que le pasaba a una lo sentían las abandonar su trabajo y vivir ados, así fue como mi abuela vivió videntes coincidieron en asegurar pleno los últimos días de la Tierra.el profundo amor que sintió Elvirael verano de 1910, y con la misma que el 18 de mayo de ese año Alguien también aseguró queintensidad sufrió la decisión de sus el escaso tiempo que quedaba erapadres de no hablar nunca más de “¡Llegaba el fin del mundo!” para aprovecharlo de la mejorella, ni de ese año. manera y así surgió una frase que, La gente dudaba, los aunque con menor justificación Mi abuela, poco antes de científicos cada día confirmaban que entonces, perdura enmorir, o mejor dicho cuando yo con mayores fundamentos y más nuestros días. La frase, dicha portuve edad para comprender firme rigor. Según cálculos un hombre de la calle que todosamores y desengaños –tiempos realizados por los mejores prefirieron identificar como loco,que se confunden– dio vuelta la especialistas, el cometa Halley se aseguraba “a coger que se acabafoto de Elvira y sacó de detrás del estrellaría contra la Tierra o, con el mundo”, lo que indignaba a más suerte, su cola pasaría tan cerca de una madre de familia de bien, de nuestro planeta que haría la pero que justificaba el accionar de atmósfera irrespirable. Tan singular presagio fue confirmado por las runas y los
otros tantos. “Victoria” y tomar el líquido obtenido. Nadie puede imaginar Entre esos tantos estaban los una muerte más cruel y dolorosa,que vieron la oportunidad de su pero es la que estaba al alcancevida y se arriesgaron a concretar de Elvira.infidelidades latentes. Muchosnovios lograron la tan ansiada Esto pasó el 4 de enero de eseprueba de amor en razón de que fatídico verano. Elvira dejó unano había tiempo para llegar carta, la que mi abuela escondióíntegros al casamiento. detrás del único retrato que pudo conservar de su hermana. En ella Y eso fue lo que le pasó a la explicaba su desengaño de amor,hermana de mi abuela, cuya foto, también aclaraba que sólo estabaaún hoy que mi abuela no está, anticipando unos meses susigue teniendo un lugar de muerte.privilegio en la casa familiar. Elviraestaba enamorada, perdidamente Esas líneas, escondidas en elenamorada. El calor del verano, el reverso del retrato, fueron secretocalor del amor y la insistencia del familiar durante dos generacionesnovio la llevaron a otorgar la tan hasta que mi abuela me lasesperada prueba de amor. No mostró porque de alguna maneratenía sentido irse de este mundo quería recuperar a su hermana encon la virginidad a cuesta. Lo que la familia, y, además, yono imaginaba la pobre Elvira era entendiera lo difícil que podían serque, después de lograr sus fines, aquellos tiempos para una mujerel fiel amante iba a desaparecer. enamorada. El desengaño, la vergüenza y Carta postal alemana de 1910 aunciando el paso del cometa Halleyla seguridad de una muerte a http://www.wordcraft.net/comets7.htmlfecha cierta la decidieron adisolver en un vaso de agua elcontenido de dos cajas de fósforos
Reflexiones los Jean Valjean perseguidos y sobre la acosados por el rigor intransigente existencia de los Javert. Dios y sus miserias. Aqualung Desde el confort de mi trono, mi identidad con papeles posee Alejandro Luque la calma que se me ocurre imponer. Puedo bajar el volumen L lueve y hace frío. Un burla del reproductor y sumirme en un más del tiempo a esta silencio tumultuoso y apagado, y altura del año. Una noche invernal dejar que la ciudad y su ruido a un paso del junio parisino. Estoy incesante se filtren por todos los sentado en esa especie de trono rincones. Puedo apagar las luces inalterable que me contiene por y cerrar los postigos, para luego horas y horas. El lugar desde disfrutar de una penumbra donde escribo, fumo, bebo, plagada de los resquicios de la escucho música, le grito a la gata, luz de alumbrado. Puedo veo los noticieros y observo la conectar mi web cam a la red y avenida y las dos calles que hablar con desconocidos, confluyen sobre ella. Todo mucho. desnudarme ante la cámara o Demasiado. Suena Aqualung* y verlos desnudarse en mi ese alegato a la miseria humana pantalla. Sexo sin riesgos de que nos rodea, aunque esta era solipsista. También pretendamos no verla. Una puedo cortar ese flujo de miseria que golpea más allá de la información cuando quiera, o ventana, afuera, en la calle, en cuando me haya sentido ese lugar que alberga miserables satisfecho. Sino, puedo leer mis como los de Victor Hugo… sólo que mails, los que acaban de llegar - Les miserables se publicó hace si los hay- o simplemente los 143 años, et pour tant… allí siguen viejos. Puedo tomar el telecomando de la tele y hacer un zapping indefinido, con o sin
volumen, avanzando los canales desordenadas y transparentes que Rachid eclosionará de su capulloo retrocediendo, inventando nú- transforman la imagen en un de nylon y se vestirá de láminasmeros, jugar a buscar la niebla cuadro surrealista. Rachid, que de cartones para resistir losde cenizas. Ver otra vez un DVD vive justo en frente de casa desde embates de la noche, aunque seo un video o, también, cambiar el hace cinco años, al menos. trate del verano.CD de Aqualung por el de The Rachid, que para vivir así y en eselamb o por Las variaciones de lugar, quemó sus papeles, como Una ráfaga brutal de vientoGoldberg, o volver a escuchar tantos habitantes de la calle. me arranca de los dedos laAqualung en bucle. Rachid allí, en ese mismo rincón maceta con los malvones donde todos le llevamos café, un púrpuras. Se hace trizas en el Lueve más intensamente que yogurt, un croissant. A veces le plano del balcón y no puedocuando empecé a escribir. Hay tiramos en su tarrito -que él contener una puteada profunda.ráfagas de viento que parecen cambia todos los días- unos Se la lleva el viento y la depositainflar la puerta ventana por la que centavos, un euro. Cuando no en la orejas de Rachid. Él levantaveo la Avenida. Las plantas en mi tiene sus ataques de violencia en la cabeza y lo veo lidiar con elbalcón se agitan y sus macetas los que le grita a todo el mundo, fardo transparente, con muchoabsorben el agua. Y eso está bien. Rachid es afable, conversador, esfuerzo, hasta que logra sacar suAunque mucha agua. Demasiada. contador de historias, y nostálgico brazo izquierdo. Lo agita,Y demasiado viento violento. de una familia lejana, cuyos saludándome. La lluvia arrecia.Quizá deba entrar alguno de mis personajes cambian de nombre y Rachid vuelve a introducir suprimores de malvones tan residencia con cada estación. Es mano en su huevo industrial. Mirosensibles a esta penuria in- más joven que yo. Hace cinco la maceta rota y se me cae unaesperada. años que veo a Rachid a través de lágrima. Una más. Se me van las mi puerta ventana; los que llevo ganas de recoger la tierra y de Abro la puerta ventana y veo a sentado en este trono desde el transplantar urgentemente elRachid, justo en frente, a unos que decido cada día cómo manejar malvón. Me vuelvo para constatarcincuenta metros, envuelto con mi orden desde mi papeles. Rachid la puerta ventana desde afuera.una especie de escudo de nylon en hoy decide el suyo dentro de su Veo el trono y siento el olor de miun rincón de la entrada de la caparazón de nylon. Cuando deje intimidad. Una nueva ráfaga mePoste. Alcanzo a ver sus cartones de llover y el viento frío e despeina y me empapa. Un BMWsirviéndole de respaldo. Está insospechado para esta época gira impunemente a la izquierdaencogido y rodeado de capas acabe de burlarse de nosotros, del semáforo. Alguien corre hasta
el garito donde se detiene el busnocturno. Un grito de una mujer -¿un perro, una frenada?- me llegaa los oídos. Rachid está quieto,seguramente ya dormido. Lara seasoma al balcón y me maúlla sunecesidad del calor de la cama. Elviento violento se lleva su osadíafelina. Entro en mi capullo connombre y apellido, cuentabancaria con domicilio. Mi capulloatestado de las contradicciones desiempre. Y me siento sobre mitrono para terminar de escribireste texto envuelto en una calmaque creo manejar, sin vientos fríosy DNI que atestigua. (*) Aqualung: álbum de Jethro Tull, editado en 1971, con una meridiana actualidad social. Foto de Mariano Garate © Sin título Reproducida con la autorización del autor.
Melancolía experiencia y vida. el género humano). Mientras más Entonces de forma aristotélica especializada, más frágil. Arturo Herrera nos preguntaremos: ¿por qué la El cerebro, la consciencia, el \"¿Por qué razón todos aquellos que han sido melancolía? lenguaje, la capacidad gregaria yhombres de excepción, bien en lo que respecta a el pensamiento son las La respuesta en mi caso fue el consecuencias de esta adaptación la filosofía, o bien a la ciencia del Estado, la vacío. de la especie al medio y el poesía o las artes, resultan ser claramente resultado de la capacidad de melancólicos?\" Aristóteles. Nada es justo, porque no es acumular conocimiento; todo esto necesario que lo sea. sólo puede realizarse desde laH oy sólo me queda consciencia del individuo y es ahí contestar desde mi No hay sentido, porque somos donde este bono evolutivo míseros granos de arena en una produce resultados sorprendentes.persona, con preguntas y infinita playa. Las mismas capacidades querespuestas conseguidas por el No hay deidad, porque nos nos han llevado como especie a olvidó en el más lejano rincón de estar en la cima, nos llevan (comotiempo transcurrido y no por la galaxia. individuo) a preguntarnos por el sentido y la justicia de estaclaridad de la mente o de la No hay respuestas, porque supremacía. Y, contradicción ex- somos clase, somos género, trema, a sentirnos solos.inteligencia. somos especie… no individuos.Le respondo a mi hijo La única respuesta tangible es la de la supervivencia, super-adolescente cuando sobre alguna vivencia de la especie; cualquier otra contingencia es prescindible.exigencia me increpa: ¡No es Entonces, de nuevo, ¿por quéjusto!, o ante una duda pregunta: la melancolía?¿cuál es el sentido? La respuesta es simple, este rasgo evolutivo que nos hizo laLas respuestas son siempre, especie dominante en el planeta Ahora, cómo podemos (por el conlleva, como toda virtudde forma socrática, preguntas: evolutiva, grandes aspectos lenguaje) nombrar este negativos (de nuevo pensando en¿quién te dijo que la vida es justa? sentimiento de soledad o expresaro ¿por qué la vida tendría que nuestro desasosiego ante latener sentido? inmensidad, inventar deidadesA sus dieciséis años y con una para preservar nuestra memoriaeternidad acotada por delante, sus ante la muerte personal,ojos brillan de desconcierto y no pretender trascender más allá delpuedo hacer nada para iluminarlo abismo individual. Todo eso, nosporque le faltan algunos detalles; lleva a la melancolía.
Porque en el fondo, en lo másprofundo de nuestra memoria deespecie, sabemos que el individuono importa, es la especie la quedebe prevalecer. Sabia naturaleza que habilita ala especie y prescinde delindividuo. Necio individuo queantepone su realización a lasupervivencia. Decía: el vacío ha sido mirespuesta. Porque ante loinevitable sólo queda disfrutar locontingente. En el día a díaconsciente del devenir geológico yen el disfrute (cercano a latotalidad) de este micro-instanteestelar que me tocó vivir. ¿Vivir? Foto de Paulo Lobo © http://paulolobo.blogspot.com/2008/03/shadows.html Shadows
Así es mi día yo preparo el lunch que cada uno A las cinco de la tarde se lleva, él a la escuela y yo a la literalmente corro a registrar la Chicome Océlotl oficina. salida para pasar por mi hijo al colegio. Más transporte y más D e lunes a viernes me Salimos a las 7:00, corremos carreras y el parte de la maestra despierto a las cinco de la a la avenida y ahí tomamos el con respecto a sumañana y engaño al cuerpo con transporte a la escuela. Lo dejo y comportamiento, si hizo o no lamedia hora más de sueño, así es tomo otro transporte a mi oficina a tarea, si ingirió bien todos susque me levanto a las 5:30 a.m. la que debo llegar entre las 8:00 y alimentos y demás.Primera parada, una ducha 8:20. Por supuesto algunas veces‘calientita’ para terminar de sí llego a tiempo y otras, la gran De ahí otra carrera, otrodespertar y correr a vestirme. A mayoría, tengo retardo. transporte y buscar cómo llegar alas 6:00 a.m., levanto a mi hijo de la Universidad a las 6:00 p.m.cinco años para que comience a Llegar, poner café, entregar Entre la atención al gordito y ladespertar y la batalla no se deja documentos, preparar otros atención al profesor se me van lasesperar, entre los “¡Tengo sueño! tantos. No sé por qué en una dos horas de clase, con tanto¡Hace frío! ¡Otro ratito! ¡Me duele oficina todo está pendiente y estrés que el cansancio yala panza!” Esto me da sólo media nunca llega el día en que dices: comienza a hacer estragos.hora para maquillarme (aunque la ¡Por fin acabé!verdad no uso gran cosa), vigilar Salir a las 8:00 p.m., verque se vista, peinarme y peinarlo, Así llega la hora del almuerzo, tareas con los compañeros,y ponernos guapos para y como la crisis en México está preparar clases, sacar copias,desayunar. muy fuerte (y digo, ¿en qué país comprar un tentempié rápido y no?), desde hace un tiempo económico para que el gordito Me he hecho la costumbre de preparo la comida en casa para cene en el transporte. Con todoque desayunemos juntos y todo lo economizar. El inconveniente es esto fácilmente estamos partiendopreparo al momento: unos huevos que como devoramos nuestros a casa a eso de las 8:45 p.m.con jamón, pan francés, cereal lunchs en la oficina, si llega algúncon leche, y mientras él desayuna despistado a entregar oficios o Para dar una idea de la pedir sellos a esa hora, una que distancia, en un taxi hacemos una tiene espíritu de servicio ¿cómo hora para llegar a casa, en el les dice que ya cerramos? transporte público hasta una hora y media o más, y como el gordito
ya está más que cansado, aburrido una hora más. Y esto de lunes ay con sueño, pues otra vez a viernes durante tres meses.correr. Pero lo escrito no es la Llegamos y literalmente muestra de un día agitado.botamos mochila, bolsas, libros y Agitado sería una manifestacióna meterlo al baño y en diez inesperada que bloquea el tráfico,minutos ya está empijamado y mi hijo enfermo, cierrelisto para dormir. Ponerle su presupuestal en la oficina, huelgamúsica clásica, estar con él un en la universidad, tarea extra enrato por aquello de los terrores el diplomado.nocturnos, y así, juntitos,aprovecho para dormir cinco Por eso ofrezco una disculpa siminutos que siempre son de es que no cumplí con la consignamucho alivio. de describir o escribir respecto de un día agitado. Solo pude plasmarYa cuando por fin se duerme, lo que es un día común y corriente: normal, diría yo.levantarme, encender lacomputadora y teclear y teclearensayos, opiniones, disertacionese incluso investigaciones, un sinfínde tareas que urge entregarporque estudio en un sistematrimestral y eso hace los periodosdemasiado acelerados. Pero lasnoches son largas y me encanta elcafé, que a mí si me puede quitarel sueño. Y bueno, así son los días, más Tráfico en el D.F. de Méjicoo menos regulares. Los jueves Foto obtenida en la red sin derechosasisto a un diplomado en TerapiaGestáltica, lo que alarga la jornada explícitos
El Reto gallina, hasta que nuestras burlas Damián eligió cuidadosamente le empujaron a subir al acantilado, la ola, calculó el mejor momento y María Prolog no sin antes exigir que André se saltó. André, imitándole, saltó al tirase también. vacío un segundo tarde, cuando la E l jefe indiscutible de la ola se retiraba y sólo encontró el pandilla era Damián. El Les jaleábamos a ambos, les abrazo de las rocas.más bestia, el más gamberro, el dábamos ánimos, gritábamos susmás irrespetuoso. No había locura nombres arrastrados por una Con ocho años, sobrevivimosque propusiese a la que no nos euforia desatada. como pudimos a la culpa delanzásemos de cabeza, sin medir sabernos cómplices de unalas consecuencias. muerte. Aquel año, un francés se unióal grupo y comenzó a erigirsecomo una seria amenaza alliderazgo de Damián. Un día,mientras nos bañábamos en unacala, André retó a Damián a queno sería capaz de subirse a lo altodel acantilado y tirarse. La distancia hasta las olas eraconsiderable y sabíamos que laprofundidad no era mucha. Habíapeligro, pero Damián era unexperto saltador. Damián trató de zafarse del todwood1 ©reto con excusas, pero no le http://outdoors.webshots.com/photo/1092541410049749689cshvZadejamos. Le llamamos cobarde, Rock Diving
Emo simuladas, que no son más que calaveras hundidas, oscuras. Iris Leda Faba Aquellas que representan el triste presagio de un rostro del ayer que P aseo mi depresión por no se dejó ver. este universo miserableque denigra mi ser. Los pies Hoy mi pelo cae sobre los ojosdesnudos sobre el asfalto van proclamando la ceguera de quiendejando huellas de dolor, las no desea mirar su paso por laplantas ajadas y resecas recorren vida. ¡Qué sentido tendría!...las calles buscando algo o alguiensin hallarlo. Mi aliada es la Castigo mi cuerpo, mi alma sesoledad, triste soledad que no me perdió en la tristeza del olvido.deja, que no dejo. Tal vez se nos recuerde. Permito que mi cuerpo –triste Tal vez alguien… algún día deenvase en desuso–, se autoflagele su perfecta existencia, se detengacon las cuchillas afiladas de la unos segundos a preguntar:inconsciencia. ¿Emo?... ¿Qué significa? Quiero grabar en cada pedazo Avatar de varios Emos en la blogósferade mi piel, el recuerdo del dolor desentirse ajeno y pasar… sólo pasar. Permanecer sin dejar otra cosamás que cicatrices y la sangrederramada en penumbras. Símbolos de muerte meacompañan en este sendero a lanada. Llevo mis alforjas saturadas decorazones rotos y estrellas
¿Adónde van los ambulancia. Inmediatamente le Sin embargo, nadie zapatos? pusimos los electrodos. Y el bip, preguntaría por sus últimos bip comenzó a escucharse. zapatos. Luis Morales En ese momento ya iba sin Al día siguiente vería el C onverse, Adidas, Nike, zapatillas. noticiario. El cuerpo solo me faltan unas Puma. ensangrentado, sus ropas En medio de la confusión uno Los reporteros aguardaban a rasgadas, sus pies descalzos. Yle canaliza una vena, otro le pone la entrada del cuarto de urgencias, jugando entre mis manos unasuna mascara de oxígeno. Y se van se peleaban la mejor toma. zapatillas puma esconderían miacercando más curiosos. El aire se Querían impactar al público. sonrisa.llena de toda clase de opiniones. Mostrarles la sangre, el dolor, la Yo vi cuando se tiró – dijo el desesperación de la familia.gordito Apártense, déjenlo respirar. Foto de Found Shit © El pulso está fino. http://www.foundshit.com/tag/shadows/ Déjenos trabajar. Ayúdenme a quitarle esta Sneaker Shadowscamisa. Pepe, llama a la central, avisaque estamos llevando unpolitraumatizado. Como si fuera una parte deltratamiento le desato las zapatillas. Mira cómo sangra- se alcanzaa escuchar. La venoclisis le inyectó fluidosa chorro. Vamos todos juntos, y uno,dos y tres, ya está. Lo pusimos enla camilla y lo llevamos a la
La cuadratura del mundo inevitablemente cuadrado. normalita hasta que llegó el día en círculo Muchos años transité la vida el que me mostré –aún para mi siendo lo que había que ser, y eso sorpresa porque nunca lo planeé–, Rosario Collico duele. tal cual soy. Por eso ha de ser que ando sola por la vida buscando U na se siente sola siendo Cierta vez, y en medio de una desesperadamente a gente que, distinta, ¿cómo explicarlo discusión, alguien me dijo: “Vos como yo, pertenece al mentadocon una metáfora? Tal vez si pertenecés a ese veinte por ciento veinte por ciento. Y por eso serádijera: “Siempre he sido un atún de gente rara”. Recuerdo que esa también que es escribiendoen un universo de sardinas” declaración me pegó fuerte, me cuando se me terminan de caerpodrían entender de qué hablo. sentí segregada, discriminada, los restos del disfraz y luzco ante herida; pero evocando ese la mirada de los otros sin otra Seguramente esto suene a momento y analizándolo con vestidura que mi propia piel.confesión y puede que así lo sea, mayor profundidad me parece quelo cierto es que nunca encajé del lo que me descolocó fue haber Fotomontage de Alejandro Luque © (2009)todo en el mundo. Algunas veces sido descubierta. Sí, descubierta, ... y otros nopor mucho y otras por poco tuve mi disfraz de ochenta por cientosiempre la sensación de quedar ya no era eficaz, no me cubría delbasculando en el borde aunque todo y dejaba ver, por entre lasexteriormente fuera socialmente costuras rasgadas por el hastío, elaceptada y hasta popular. hecho de que no me divirtieran los mismos programas de televisión, Desde chica traté de mi preferencia por leer a unaadaptarme, de ser igual a mis tertulia de antemano tediosa o mipares. Por un tiempo parecía que aburrimiento mortal ante lassí, que lo había logrado pero en repeticiones y las rutinas; eso dealgún nuevo giro de la noria me saber exactamente qué va decir elaburría y volvía a ser yo. Mirando otro, me mata.para atrás me veo, una y otra vez,tratando de acomodar los pasos Por fin entiendo la dolorosade mi realidad redonda a un verdad, soy rara y toda mi existencia la pasé disfrazada de
Lo extraño, El oso oscuridad, la nariz a los aromas el misterio arcaicos y los oídos a los sonidos y el miedo Arturo Herrera cotidianos de esta negrura. Ilustración de Xavier D’Abrigeon © L a grieta estaba ahí, A la izquierda dos manantialeshttp://www.trekearth.com/gallery/Europe/France enfrente, entramos en el fluían lentamente hacia varias hueco que se agrandaba a cada copas calcáreas de un blanco /photo454994.htm paso, la caverna apareció ante límpido, una tras otra se llenaban Le tunnel de la peur nuestros ojos con las proporciones hasta el borde y se derramaban de una catedral gótica. con parsimonia sobre la siguiente, Tiritábamos, el invierno era cruel y los vapores termales elevaban la este resguardo rocoso apenas nos temperatura que empezaba a protegía del frío exterior, el vapor parecer confortable. Sobre un que emanaba de las bocas se camino improvisado de piedras congelaba delante de nosotros atravesamos las lagunas hacia la para caer como copos ya formados parte más profunda de la cueva y el azul de los labios resultaba donde un inmenso monolito curioso porque se contraponía a la basáltico interrumpía el suave lividez de la piel. descenso del agua para formar un pequeño lago casi redondo y Caminamos hacia la penumbra estático donde el monstruo pétreo servía de tapón, de contrafuerte y con sólo dos linternas que de sustento a la blanca bóveda de calcio y sílice. rasgaban la noche perenne de la Una terraza casi horizontal cueva, el olor mohoso nos recibía que dominaba tanto la entrada como el fondo del sótano era como se recibe al invitado nuestro destino, tomábamos pedazos de madera arrojada ahí indiscreto que se apersona sin por el tiempo mientas subíamos lentamente hacia ella. Aquí la invitación y sin reserva; a cada paso nuestros ojos se acostumbraban un poco más a la
temperatura era agradable, la ventisca y terminamos, por –Señor –dijo el guardia queevitaba las ráfagas de la entrada y suerte, aquí –le dije a nuestro parecía ser el jefe–, llegamos aquípermitía que subiera lentamente el salvador. porque seguíamos a un oso quecalor que manaba de las termas. en sus fauces llevaba unaConfeccionamos un fuego Las miradas de los guardas chamarra roja, lo perseguimosreparador y nos dispusimos a eran de sorpresa, nos revisaban a durante dos días, entró por ladescansar después de dos días de los cuatro, que para entonces ya grieta y al buscarlo vimos elhuir del hielo, el frío y la ventisca estábamos despiertos, y sus caras abrigo que pendía de la terraza yque nos asaltaron fuera del refugio reflejaban su asombro. al subir los encontramos a ustedesvacacional donde nos sorprendió dormidos; el peor invierno en cienla primera nevada de la Fotomontage de Alejandro Luque © (2009) años no nos permitió salir atemporada. La señal buscarlos cuando se perdieron –con lágrimas en los ojos Este bienestar nos fue terminó–: la primera nevada fueacogiendo y nos quedamos hace tres meses.dormidos, uno a uno, con unasonrisa dibujada en el rostro. Vipor último una sombra gris que agran velocidad surcaba el fondo deesta inmensa oquedad. –¡Despierte, despierte! –medecía el guardia forestal mientrasagitaba mis hombros con pocaamabilidad–. Creímos que estabanmuertos, se perdieron en laprimera nevada y nunca losencontramos –seguía gritando elhombre. –¿La primera nevada? Haceunos días nevó, nos perdimos en
A solas Como cualquier otro día ella cruzarme con él en el más observaba con su mirada triste estrecho de los pasillos. Elena González cada uno de mis movimientos, y cómo me alejaba. Y allí, allí la deje Una vez terminada la rancia C omo cualquier otra de nuevo apoyada sobre el cristal jornada me dirigí como otras mañana, ayer subí al de la ventallita empapado por las veces al autobús, y cómo no, allíautobús y allí estaba ella, pálida, lágrimas de la lluvia. Era un día me encontré de nuevo con ella,con sus ojos tan expresivos pero a oscuro, tormentoso, revuelto y yo pero esta vez no sólo triste yla vez hundidos en unas profundas entraba por la puerta del hotel soñolienta, sino que el cansancioojeras y con sus cabellos negros y donde me esperaba el mismo era notorio entre sus rasgos. Noslargos entre cubriéndolo todo, panorama de siempre: las tres miramos y sentí algo de pena ypero no su rostro. Me preguntaba arpías que se habían pasado la compasión sin saber por qué:cómo lo hacíamos las dos para tarde anterior llamándose por ¿habría sido su día peor que elencontrarnos a cualquier hora en teléfono entre ellas para mío? ¿Tendría cargas mayores ael autobús que me llevara de chismorrear sobre el resto de las mías? ¿Sería un amorcamino al trabajo, a casa, al miembros del hotel; el imposible aquel que le dibujabacentro; también me preguntaba recepcionista, torpe y tímido que cada mañana en su rostro esascómo era posible que yo siempre me cuestionaría acerca de cada ojeras de falta de sueño? ¿Unatuviera mi destino, pero ella no. uno de mis pasos, las dos mujeres enfermedad? ¿Un hijo al que no mayores de la limpieza que sin poder alimentar? Sentía un Una vez bajé del autobús, motivo alguno miraban mal a tremendo impulso por acercarmepara mi desdichada suerte planté cualquiera que les pasara cerca… y ayudarla, pero sin darme cuentael pie en un charco y el agua y el director del hotel. Era la única ya había llegado a casa. Aquí mesalpicó los pantalones, recién motivación por la que iba cada día encontré lo mismo de siempre: loslimpios… pero bueno, más se al hotel El Gato Negro. Un hombre libros, un gato muerto de hambreperdió en la guerra. Después de alto, con unos ojos verdes al que alimentar como cada día,este pequeño percance, a la vez cristalinos y profundos, pelo un televisor al que las telarañasque abría el paraguas giré mis canoso, sarcástico como ninguno cubrían por completo, la radio, miojos hacia aquella “desconocida”. otro, pero con una tediosa e diario y la pluma. Por lo que me impertinente alianza en su mano puse a escribir, no sé qué, puesto izquierda. Aún así, me conformaba que tampoco tenía nada que con sonreírle humildemente y escribir. Con la pluma y el diario
en la mano, caí rendida en el sofá no quería llegar aún más tarde de acariciar mi pelo, hasta quesumergiéndome en un profundo lo que ya iba al trabajo. Y para mi finalmente su boca se encontrósueño. suerte, o mi desgracia, me volví a con mis labios, me abracé a él encontrar con la muchacha de fuertemente y nos fundimos Hoy me levanté, sin nada rostro pálido y ojos hundidos, pero durante un largo instante en unnuevo en el mundo, y me dispuse esta vez no con expresión triste beso tras otro, a la vez que éla hacer lo mismo de cada día. sino enfadada. Sin embargo, para acariciaba apasionadamente miDirigiéndome hacia el baño con mí expresaba sentimientos de cuello, mis hombros y alcanzabarestos de sabe Dios qué, ya que resignación. la cintura. Finalmente el ascensoraquella a la que pago por dio un pequeño brinco y sentimosrecogerme un poco la casa no sé A pesar de esto, el día no que volvía a funcionar.que hace, porque las cucarachas parecía que se fuese a presentarde mi cuarto me saludan cada vez como cualquier otro. Una vez Durante todo el día estuveque entro y se despiden en el dentro de El Gato Negro fui a algo inquieta en el hotel por miedomomento que salgo. Aunque, coger el ascensor, y al abrirse las a que alguien supiera o insinuasebueno, el cuarto de baño puertas encontré a mi querido y algo, aunque no podía saberlorealmente no está tan sucio, salvo amado director que venía del nadie. Pero no estaba muy segura.por la roña que hay entre los sótano e iba a la misma planta Después del trabajo cogí mirecovecos de los baldosines, la que yo. Para mi sorpresa, y autobús, y encontré a la chica desuciedad de los muebles, etc. No, aunque fue algo con lo que siempre muy nerviosa, sin pararno está tan sucio si se mira con siempre soñé que pasase, sólo por de moverse de un asiento a otro,buenos ojos. Antes de salir de la estar más tiempo junto a él, se tocándose el pelo, pestañeandocasa, pisé las caquitas de Bola de paró el ascensor y los dos mucho. Sin parar. Lo que menieve, lo cual hizo que me quedamos encerrados. Al principio extrañó al mismo tiempo es queretrasase un poco más ya que sólo bromeamos sobre la situación nadie se preocupara por ella ni letuve que entretenerme en en la que nos encontrábamos, dijera nada. Así que me acerqué ylimpiarlas. Y bajando hacia el hasta que de pronto noté que él se le pregunté si necesitaba ayuda;autobús me encontré con que hoy iba acercando a mí y al mismo empezó a llorar y me dio unatambién estaba lloviendo, pero tiempo yo me iba pegando más a carta, pero me dijo que por favorolvidé el paraguas en el piso y el la pared del ascensor temiendo lo me alejase de ella y que no laautobús acababa de llegar a la que más tarde pasaría. Me miró leyera hasta llegar a casa.parada, así que tuve que volar si muy intensamente y comenzó a
Y ya he llegado, y estoy No te tengo que relatar lo queimpaciente por saber qué pone en me sucede habitualmente, ya quela carta, pero pasándome antes eres tú la que lo sabes mejor quepor el baño. ¡Mierda! Justo se va nadie. Con esto sólo queríala luz, pero vuelve y siento un aclararte un poco las ideas.escalofrío que recorre todo micuerpo y cómo mi corazón late a Atentamentemil por hora al ver en el espejo el Berenicereflejo de la chica del autobús envez del mío. Sin embargo, en un No sé qué hacer ni qué pensar.abrir y cerrar de ojos me vuelvo a No me queda más remedio que irver a mí misma. Ahora no me a darme un baño y aclararme lasqueda más opción que leer la ideas. Y a ver si se me quitancarta a pesar del miedo que me estas ojeras y esta mala cara.invade. Querida Berenice: Dos días después la policía encontró el cuerpo de Berenice Me dirijo a ti, para decirte que inerte en la bañera.no volverás a verme más. Noshemos encontrado a diario en Foto de Jean Ruaud ©aquellos momentos en los que http://jrimages.blogspot.com/2007_06_01_archive.htmldedicabas un poco de tiempo apensar sobre ti misma sin tener Femme dans le busningún tipo de distracción; ya quea casa sólo llegabas, cenabas yprácticamente te acostabas. Perohe de decirte que recordarás queen sueños también nos vimos apesar de que nunca le disteimportancia.
Oso enjaulado Eso le pasó a Ernesto. Celia, su mujer, estaba a punto de parir Haydée Guzmán y la expectativa era absolutamente especial. Carta postal austríaca de principios de siglo S e dice que un padre Ernesto tenía una rara virtud esperando en la antesala de la que su mujer descreía, perode una sala de parto es una fiera él podía transformar a lasenjaulada. Camina de aquí para personas en el animal que se leallá, mira el reloj, se pasa la mano diera la gana. Su mujer negabapor el pelo. Compra un café que tanto ese poder que un día,no toma, prefiere una gaseosa, y Ernesto se lo demostró con suluego quiere una pastilla. propio cuñado, es decir, el hermano de Celia. Lo transformóEsto es así, no hay dudas, en gato y luego de hacerle comer comida para gatos, volvió atodo el que haya pasado por transformarlo en hombre.situación similar coincidiráconmigo. Nada tiene que ver con A partir de entonces, Celia dejó de negar la facultad especialun temor puntual, sino con la de su marido, pero hizo prometerle que nunca, jamás, porexperiencia en general. Del otro ningún motivo iba a usarla con nadie.lado de la puerta hay dospersonas que quiere, que están enmanos de personas, en definitiva,extrañas aunque sean los médicosde toda la vida, y él no puede Ernesto cumplió, hasta esehacer nada. maldito día en que fueron al Ahora, si esta situación se vive zoológico. Celia estabacon una carga de expectativaparticular, ya se puede tornar entusiasmada por ver al osoinsoportable. pardo, pero el oso dormía dentro de su cueva. Tanto esfuerzo hizo
Celia por llegar a ver al animal que Foto tomada de la red sin restricciones explícitasterminó cayendo en la fosa. Comoel oso dormía, todavía no habíapeligro y Ernesto podía ir porayuda. En cuanto Ernesto dio unospasos alejándose de la jaula, vioque el oso se despertó y caminóhacia Celia. La decisión de Ernesto fueinstantánea, convirtió a Celia enosa ya que el instinto del osopardo frente al ser humano escomerlo, instinto que cambianotablemente si tiene delante unaosa, y así fue que el oso,satisfecho, volvió a su cueva adormir y Ernesto pudo sacar aCelia del trance. Lo terrible vino unas semanasdespués, cuando Celia le dijo queestaba embarazada, por lo quecomprenderán que Ernesto en laantesala de la sala de partos es,literalmente, un oso enjaulado.
El oso duerme en estacas de madera en las que Dibujo (pastel) de Michael King © su cueva fuertes sogas ataban mis tobillos y http://www.michaelkingpaintings.com/ los brazos a la altura de las Iris Leda Faba muñecas para no dejarme caer. Reclining Male Publicado con la permisión del autor S é que me espera. Él sabe El dolor de mi cuerpo lacerado que estaré allí. Ya no hay se mezclaba con un gocesorpresa, sólo la necesidad de desconocido. A partir de esedespertar el morbo para instante fue una necesidad.alimentarlo una vez más. Gracias a él conocí el placer Entro despacio, temerosa pero infinito de sentirme golpeada,ansiosa a la vez. Duerme vejada, sometida, sin el menorprofundo, su respiración y los atisbo de conciencia por quererronquidos insurrectos lo delatan. otra cosa que no fuera esa.Al lado de la cama la silla demadera me ofrece su duro y viejo Me ahogo, necesito tomarasiento. Me deslizo sin hacer ruido aire, los ladrillos se cierran cadahasta allí. Él duerme boca abajo. vez más, siento que me van aContemplo con avidez su cuerpo aplastar si no actúo con rapidez.desnudo. El vello que desciende Uno de ellos, el más sucio está endesde la nuca por los hombros y mis rodillas, lo levanto con las doscubre los brazos para extenderse manos, pesa, no es una ladrillo esluego por el torso hasta las una piedra.piernas. Parece un oso, pero es un Mido la distancia hasta suhombre, mi hombre. cabeza y la dejo caer sin ruido. Las paredes rústicas de ladrillo Contemplo incrédula el cráneotraen a mi memoria viejos destrozado.recuerdos. Aún están las marcasde los clavos que sostenían Sonrío. El oso duerme en su cueva.
El “C” Luis MoralesT e llevaremos al “C”. Sigue así sin cooperar, dándoteuna de viva, rabiblanca de mierda.¡Vamos! ¡Desembucha! Teestamos vigilando desde hace dossemanas. Sabemos tusmovimientos. Te hemos tomadofotos con tus amiganchos. Solotienes que reconocerlos, decirnosquiénes son. No tienes que pasarpor todo esto. ¿Dinos quéplanean? Te llevaremos a tu casa.Solo tienes que decirnos losnombres. ¿Dices que no losconoces? ¡Déjate de pendejadas!¿Ese de ahí no es tu novio? Y porqué lo besaste así antes de irte.No me vengas con huevonadas. Tú Foto de Melisa Villaroel © http://www.panoramio.com/photo/9490643sabes lo que te espera, acaso no Escalera en la D2escuchas a los que llevamos al Ex centro clandestino de detención en San Vicente,“C”. Me va a gustar oírte cantar. Córdoba, Argentina.Dímelo, que ya estoy perdiendo lapaciencia. Todavía no te medesmayes. Oye Rambo apúrate,ven acá. Agárrala por ahí que nosla llevamos al “C”.
El contrato La invitó al bar. Conversaron, pesos. la voz del anciano era monótona. María Rosa Giovanazzi En un momento él se retiró. Al atardecer el deseo de jugar Advirtió que había dejado comenzó a rondarla. Fue al casino. S e hizo un clic en su olvidadas algunas fichas. Las tomó Su mala racha continuaba. Arrojó cabeza, noche en sus para devolverlas. su última esperanza en unasentimientos, y se dio cuenta de apuesta. Perdió.que estaba sola y que sólo ella era Preguntó al mozo la habitaciónla culpable. del señor que estuvo en la mesa El anciano vestido de blanco con ella. se acercó sonriente, la saludo y no Salió al parque del Hotel hizo ninguna referencia a lasCasino, respiró hondo un aroma a –No vi a nadie con usted fichas olvidadas, ella tampoco.pinos y césped recién segado. Los –respondió. Al retirarse reparó queárboles se recortaban negros los mozos la miraban murmurando Él la invitó a tomar algo.contra un cielo claro de verano. entre ellos. Se sentaron, Mónica se preguntó en voz alta ¿Cuál es el −¡Negro el diecisiete! −la voz Se levantó para ir a su cuarto. motivo de mi mala suerte?del crupier sonaba aún en su Se detuvo… ¿Y si jugaba las El anciano exclamó sonriente:cabeza, fue su última apuesta de fichas? Algo me dice que voy a −¿Quiere ganar?la noche. No tenía un centavo quebrar mi mala racha −pensó. −¿Para qué estoy acá? ¡Paramás. Volvió a entrar al salón, el jugar y ganar! deseo de jugar era más fuerte que −Puedo ayudarla, sería algo −Buenas noches −un señor su razonamiento. así como un negocio. ¿Acepta?mayor elegantemente vestido de Eran fichas grandes. Jugó. ¡En Mónica lo miraba sin entender.blanco la miraba sonriente poco tiempo perdió todo! −¿Qué me propone? −preguntó pensando que el −Hola −respondió. Regresó a su habitación, se hombre planeaba unas horas de −¿Qué tal le fue? miró al espejo y se dijo con pena: sexo. Ella negó con un movimiento −No piense mal −dijode cabeza. −¡Mónica, sólo te faltaba mientras se ponía de pie− El hombre tintineaba fichas en robar! −Se baño y se tiro en la vayamos a la mesa de juego yel bolsillo de su saco. cama. veamos qué sucede, tome mis fichas y apueste. Despertó tarde, pasado el mediodía. Salió a la calle, buscó un cajero y retiró sus últimos
La ruleta ejercía en ella −¿Qué quiere a cambio? La señora Mónica yacía sobrefascinación. En pocos minutos −preguntó Mónica. un escritorio, la llamó varias veceshabía duplicado la cantidad de y no obtuvo respuesta, al tocarladinero. Era un sueño largamente −Necesito un anzuelo. Usted se estremeció: estaba helada.acariciado, vivir esa sensación es hermosa, cualquier hombreplacentera de jugar y ganar. Ella, perdería la cabeza si le da sexo y Llegó un detectiveel crupier y nadie más. Miró al el poder de ganar. ¿Qué le parece?anciano que seguía sonriente a su acompañado por dos agentes,lado. Volvió a la realidad. La cara del anciano era mueca maligna. revisaron la alcoba, uno de ellos −¿Qué sucede? −preguntó conla felicidad dibujada en su cara− −¿Entendí bien…? Usted dijo:¿Usted tiene algún talismán con quiere que sea una puta del diablopoderes? que gana almas para sus dominios −Que extraño olor ¿Qué es? −Él asintió con la cabeza. El hombre la tomó del brazo y −No sé −respondió ella llevó nuevamente a la mesa. Mónica no respondió. −Usted, por el juego, dejó a detective y agregó: −Habrán las −Le dije que era un trato. su marido en la calle, a su La miraba fijo a los ojos. hermana le hipotecó la casa y por ventanas, es irrespirable el aire de −No le entiendo ¿de qué trato dinero se acostó con su jefe. ¿Quéme habla? responde? –¿No comprende quién soy? −¿Y si no aceptó? −El anciano Lo miraba. ¿Sería un ángel? la miró burlón jugando con unEstaba vestido de blanco, él lanzó encendedor.una risa burlona como si hubiera −Ya aceptó el día que se jugóleído sus pensamientos. mis fichas, si dice que no… −¿Cree que soy un ángel? perderá el único bien que leSoy un ángel caído, al fin es lo queda…mismo. Tengo la fórmula para −Déjeme pensarlo, mañana leacertar en la ruleta, nos tenemos respondo.que poner de acuerdo en unascláusulas. Al otro día por la tarde, la mucama cansada de golpear entró a la habitación. ¡El cuadro la paralizó!
este lugar. Sobre el escritorio, una hojade color amarillento llamó laatención de los policías. Uno deellos intentó leerlo. −Parece un contrato –eldetective pidió a sus compañerosque lo llevaran como prueba. Al tomarlo con una pinza paraguardarlo se convirtió en unallama… comenzó a girar ante losojos asombrados de los policías.Papel y cenizas se volaron por elhueco de la ventana.
Romina o la hora leyendas urbanas han hecho creer. hábitos de sueño y aparecen en del lobo horas que deberían ser de Somos muchos y de diferentes descanso. Eso facilita las cosas. Arturo Herrera tipos, los hay que se alimentan del *** E s un hecho científico que justo después de las dos y miedo, de las emanaciones En el bar de moda, todohasta las cuatro de la mañana el aluminio y madera formada alpeligro de sufrir un accidente o ser alcohólicas, de la risa o de las calor, sobre la barra cristalina, casilastimado por asaltantes o por la acostado, sostengo mi Bloodysimple maldad se incrementa en lágrimas. Los vampiros no Mary que me oculta y me permitegrandes proporciones, a este lapso observar a los personajes quese le denomina ‘la hora del lobo’. necesitamos sangre sino energía y entran y salen de mi amplioNo sé si se deba a los ritmos campo de visión. Mesas estrechascircadianos que hemos maltrecho los más animosos, por los que la y con bancos altos, meseras concon la vida moderna o si la falditas de colegio y bombachasabundancia de personas que viven ‘hora’ lleva su nombre, solo con holanes que vibran al compásen las grandes urbes permite que de sus pasos, espejos difuminadosexistan distintos tipos de requieren compañía como todo por pátinas metálicas y, para miindividuos en diferentes tipos de desgracia, falta total del humo dehorarios o si la gran cantidad de can que se respete, el resto cigarro que le daba el toquemitos relacionados con la apacible y difuso a los bares delperversidad provengan de estos necesita aún menos. pasado.incidentes nocturnos. El hecho esque ‘la hora del lobo’ afecta a un Los nocturnos nos Entra Romina y provoca ungran número de personas diurnas impasse, un rasguño en laque se atreven a forzar su horario encontramos en bares y clubes continuidad del espacio-tiempo,y deambulan por las calles con un las miradas atraídas como por unletrero de ‘víctima’ en la espalda. donde aparentamos no imán la tocan, la acarician. Los nocturnos somos simples Consciente de su poder caminade localizar y nuestro apetito se ve reconocernos y nos alimentamos despacio y segura sobre taconescolmado con menos de lo que las de seis pulgadas; pantalones de los sutiles efluvios que nos azules de mezclilla, entallados y proporcionan los diurnos trasnochados; en la actualidad es mucho más fácil para nosotros mantener nuestra dieta ya que las grandes ciudades apenas duermen y las modas mundiales se ceban con lo que los diurnos piensan de nuestra estirpe. Así vemos pasar por la noche a grandes cantidades de personas que se creen nocturnos por el solo hecho de vestirse de negro o de utilizar artículos con estoperoles o pantalones estrechos y emotivos. Todos ellos han cambiado sus
que no ocultan la longitud de sus prometedora. puertas con dobles herrajes, elpiernas; abrigo con cuello y puños –No, tendremos que irnos a pasillo tenebroso y húmedo quede piel blanquísima que destaca el desembocaba en el primer patiotono durazno de su piel, cabellera dormir con hambre –dije. Aunque interno. Adoquines nuevamentegris, casi azabache y ojos, ojos en realidad, como en cualquier grises y añejos hierbajos en lascomo nunca he visto, sibilinos, tipo de pesca, si el pescador no juntas, al fondo una ampliaquiméricos, amarillos. está realmente hambriento, escalera ya ladeada por los años prefiere los mejores manjares o daba paso a los pisos superiores. Deja la bolsa y el abrigo que las piezas más suculentas. Este Tres habitaciones por ladojuntos representan más de lo que era el caso, ambos navegábamos destinadas a usos diferentes queun honesto trabajador promedio esta agua con bandera de anhelo asomaban al pasillo perimetralpuede ganar en mucho tiempo y a pesar de estar ya satisfechos y que con, ahora sí, arcos y piedraque con el ámbar, del mismo color la multitud de opciones sólo de toque cerraban la columnatade su mirada, engarzado en el despertaban nuestro hartazgo. que se asomaba al patio interior.collar de platino podrían salvar la Hoy no era día de manjares, nos El segundo patio de tierra,economía de un pequeño país. Sus vimos cómplices y salimos directo arbustos, rastrojos y árbolescaderas, sólo un poco más a casa. leñosos, ahora más una selvaestrechas de lo deseable, sus descuidada que el hermoso jardínpiernas y sus brazos atléticos, dan Cien aceras después de sus edades tempranas al quenoticia cierta de su ‘vigorexia’ se asomaban las habitaciones delprofunda. Recorre el lugar y sus encontramos la entrada al hogar: fondo que en los extremos eranpechos enhiestos y certeros de servicios, cocina y baño porapuntan hacia el cielo con desvencijada y decrépita fachada cada uno de los tres pisos.seguridad y amedrentan con suexactitud a más de uno de los de granito en cuadrángulosparroquianos que desvían la vistaintimidados por su presencia. exactos, grises y oscuros. Arcadas Encuentra un lugar a mi lado y clasicistas que semejan puertas ysaluda fría y displicente, –HolaAsh, ¿no hay más nocturnos por que están rematadas con unaaquí? imagen del averno, “las caras del Patroclo, el único y –No, sólo nosotros. –La noche no se ve horror”, decían los arquitectos omnipresente sirviente, nos medievales. Tres pisos sólidos y encontró ya asomándonos al altos que le dan a toda la tercer piso donde se hallaba composición un sentimiento nuestra protegida habitación, macizo y lóbrego a la vez. ventanas clausuradas y Al entrar, el sempiterno olor a humedades eternas eran los herrumbre y cansancio de las primeros indicios de nuestra
condición. Echados sobrepoltronas decidimos dejar llegar eldía con mi mano acariciando supelo hasta que el amanecer loconvirtiera en áspero y gris. *** Eso que somos nos hacecaminar la noche como extraños,cuando un mastín y su amodeberían caminar el mundocompartido y vivir sus aventurasunidos por la intensa liga de lafidelidad. Foto de Eric David © www.toocharger.com/.../la-nuit-du-loup/70819.htm La Nuit du Loup
La trampa de habitan la validez del propio Hasta el día de la revelación Puerto Blest reflejo. de su madre todo había sido una Rosario Collico Los últimos dos años habían tenido la crueldad de un tornado sensación furtiva ocultada tras el H ablá mamá, decime la tal vez para oponerse a la verdad. benevolencia de los anteriores ademán de desdén como de treinta y cuatro. De pronto le Aunque la verdad no había estalló en plena cara una crisis de espantar moscas que se dibuja ensido dicha hasta ese día y ni identidad que incluyó detectives,siquiera era una verdad concreta psicólogos y abogados. Todavía no el aire ante un malestar pasajero–solo un montón de cabos sueltos, había perspectivas de solución.voces deshilachadas, precisiones con la vana intención –ni siquieradesdibujadas por la cola del Roberto era el típico niño bien,tiempo– él la intuyó por siempre. educado en los mejores colegios y mencionada- de no lastimarse.Se había sentido distinto a todos acostumbrado a que sus menoresdesde que tenía memoria y se caprichos fueran satisfechos. Recordaba alguna lejanamantuvo reacio al amor que el Como era previsible terminófamilión se obstinaba en ocupando un lugar de privilegio en conversación entre sus tíosprodigarle. Ni siquiera había la empresa familiar y casándosellorado en el funeral de su padre. con una reina de belleza cuyo pescada de contrabando duranteHay cosas que están dentro de amor duró sólo lo suficiente parauno, que no han llegado a través darle a Teo, el hijo de ambos, el una tarde de verano que, aunquede las palabras ni se han leído en único ser en cuyos ojos podíadocumentos con la firma de un reconocerse. “Son igualitos”, le abonaba la bola negra que crecíanotario, que poseen la decían cuando estaban juntos, y élcontundencia del hierro. Son explotaba de orgullo porque nunca en su interior, había decididocertezas que, aunque el universo antes había sido igualito a nadie.las niegue, tienen en quien ignorar. Y algo más: aquella visión Hablá mamá, decime la verdad. en la Terminal de micros de Retiro, cuando tendría catorce o quince años, la cara de aquel chico desconocido que no había podido olvidar –su propia cara en realidad– pegada a la ventanilla del ómnibus que se iba a Córdoba. Tal vez las cosas hubieran seguido así, en una continua negación, si el destino, tan despiadado como inexorable, no le hubiera tendido la trampa de Puerto Blest. En enero de 2006, todavía casado con Helena y en un intento de salvar el matrimonio (que ni un viaje a la Luna hubiera logrado
componer), eligió Bariloche como bienvenida, le dijo: Esa noche, en el restaurante,destino de vacaciones. Roberto el mozo lo saludó con demasiadapensó que el ambiente diferente, –¿Otra vez por acá, tanto le afabilidad. Roberto le preguntó:las bellezas naturales y la impactó el paseo?propuesta de una no rutina –¿Nos conocemos?devolverían algún rescoldo a una –No entiendo– dijo Roberto –Sí, bueno, en realidad no,pasión extinguida. Nada de eso desconcertado. usted vino hace unos días y yo lopasó, un gesto de asco perpetuo atendí, me acuerdo porque mese instaló en la cara de Helena ni –Se lo pregunto porque es dejó una buena propina.bien despegó el avión y raro que un turista haga la mismapermaneció allí hasta el regreso a excursión dos días seguidos, como Roberto no pudo probar laBuenos Aires. Pero como ya usted vino ayer… pizza de tomate y roquefort, sóloestaban en el baile, y había que jugueteó con la porción en subailar, concertaron la excursión a –Yo no vine ayer. Nunca había plato. Intentó explicarle a HelenaPuerto Blest. estado aquí antes. lo que creía que estaba pasando, pero ella estaba lejos de allí, No obstante el sol, hacía frío. –Entonces tiene un doble. hablando por celular quién sabeSe felicitó por haber llevado la Búsquelo, no debe andar lejos con quién. De inmediato pensócampera; compró los tickets y se –dijo la mujer con una risotada que era una suerte no haberledispusieron en el último lugar de final, y de inmediato tomó el dicho nada a su mujer ya quela fila de turistas que, como ellos, micrófono para darles a los jamás le había planteado suspretendían subir a la embarcación pasajeros las instrucciones de la temores, sabía de antemano queque los llevaría a través de uno de zarpada. la respuesta de la reina de bellezalos brazos del Nahuel Huapí hasta sería: “Roberto, no rompas más,ese puerto recóndito, perdido No pudo explicar, en ese ¿querés?”entre las montañas. momento, la desolación helada que se le montó en el alma. Nada, Los dos días siguientes los Nunca pensó, al subir la ni el azul profundo del agua, ni la pasó ensimismado, rumiandoescala, que su interés por navegar tumba del Perito Moreno, ni la conjeturas, buscando en lasel Blest se desvanecería en los fantasmal presencia de la cumbre veredas, en el interior de lossegundos siguientes cuando la del Tronador eternamente autos, en las ventanas de lasguía de turismo que les daba la festoneada de nubes negras, logró sacarlo de su abstracción. Sólo quería volver a la ciudad para mirarse al espejo o para buscar al otro.
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