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pereira 150 años de historia
pereira 150 años de historia EDITOR El Diario del Otún / R y R Ramírez y Ramírez Ltda. directores JAVIER IGNACIO RAMÍREZ MÚNERA - LUIS CARLOS RAMÍREZ MÚNERA COORDINADOR ÓSCAR OSORIO OSPINA
© El Diario del Otún / R y R Ramírez y Ramírez Editores. DIRECTORES FOTOGRAFÍA Javier Ignacio Ramírez Múnera - Luis Carlos Ramírez Múnera Álvaro Camacho, Óscar Jaramillo, Rocío Andrea López, Rafael García. COORDINADOR ilustraciones Óscar Osorio Ospina Juan Carlos Salcedo diseño y diagramación Impresión Mauricio Jaramillo Trujillo Panamericana Formas e Impresos S.A. quien sólo actua como impresor- Impreso en Bogotá D.C. - Colombia Investigación y textos Juan Alberto Rivera Gallego, Johanna Marcela Molano Marín, Viviana Ballesteros Susa, Lina ISBN: 978-958-58037-0-1 María Gaviria Nieto, Gabriel Jaime Giraldo, Edwin Herrera Bartolo, Diana Patricia Moreno Pereira, agosto de 2013 Rios, Ana Carolina Nuñez Rengifo, Catalina Osorio Martínez, Mónica Osorio Ramírez, Fernando Pineda Ortíz, Óscar Andrés Quintero Aguirre, Víctor Quinchía Vélez, Juan Manuel Está prohibida la reproducción parcial o total de esta publicación, para utilizar la información Toro Monsalve, Estefanny Torres Ángel, Natalia Trejos Marín, Sindy Lizeth Valbuena Larrota, contenida deberá citarse la fuente Rubén Darío Varela Hurtado y Jonatan Mauricio Vásquez López
R. y R. Ramírez y Ramírez Ltda. Javier Ignacio Ramírez Múnera Luis Carlos Ramírez Múnera directores
Parque El Lago Uribe Uribe
Parque de La Libertad
índice Presentación 15 1863 - 1893 Los orígenes de Pereira 17 1893 - 1903 La pequeña aldea 35 1903 - 1913 Los primeros cincuenta años 47 1913 - 1923 Tiempo de grandes transformaciones 59 1923 - 1933 Pereira no se detiene 71 1933 - 1943 El renacer del civismo 87 1943 - 1953 Matecaña alza el vuelo 107 1953 - 1963 Pereira, sigue avanzando 129 1963 - 1973 Una ciudad centenaria 145 1973 - 1983 Pereira, nunca falla 159 1983 - 1993 Pereira, hace historia 175 1993 - 2003 …y la tierra se sacudió 185 2003 - 2013 pereira, ciudad mundial 199 Instituciones que hacen historia 213
Glorieta de la Gobernación de Risaralda
presentación No somos capaces de imaginar como será Pereira en el año 2163 cuando Este libro es un recorrido cronológico de Pereira, desde sus primeros días cumpla 300 años y ni siquiera en el 2063 cuando esté celebrando el segundo hasta la urbe de hoy, pasando por cada uno de los acontecimientos que centenario de su fundación. Probablemente nada de lo que hoy existe han marcado su prodigioso desenvolvimiento y que la pusieron desde muy físicamente esté en pie en esas fechas, y la modernidad y el mal llamado temprano en los ojos del país. desarrollo habrán arrasado con muchas de las obras que hoy son testimonio inalterable de la pujanza de una raza, de la laboriosidad de un pueblo y del Esperamos que esta contribución que hacemos a la conservación de la amor encendido por lo propio. historia de Pereira y a la exaltación de sus mejores valores, sea útil y grata para quienes quieran refrescar su memoria o conocer de cerca el milagro de Esto es lo que nos ha movido a recoger, ahora que todavía es posible, la este pueblo. historia de Pereira y plasmarla en este documento que hoy le entregamos como regalo a la Ciudad con motivo de su sesquicentenario de fundación, como testimonio cierto de una generación que dio cátedra de civismo, de tenacidad y de desprendimiento, para referencia y orgullo de los que nos Javier Ignacio Ramírez Múnera vayan sucediendo con el paso de los años. Luis Carlos Ramírez Múnera Directores El Diario del Otún
1863 - 1893 Los orígenes de pereira Unos pocos días después de su muerte, se hizo realidad el sueño de don Aunque la selva implacable cubrió con su manto verde buena parte de los Francisco Pereira Martínez de fundar una nueva ciudad sobre la ruinas de la vestigios de la antigua Cartago, éstas tierras no estaban solas cuando llegaron antigua Cartago que siglos antes había levantado el Mariscal Jorge Robledo los nuevos pobladores, entre ellos Jesús María Ormaza, Elías Recio, Félix de en las montañas bordeadas por los ríos Otún y Consota. la Abadía y Petrona Pereira. Debido a la dinámica del comercio e intercambio de productos, se habían construído aquí algunas casas destinadas a servir de El artífice de esta gesta cívica fue el padre Cañarte, quien alentó y posada a los arrieros y de descanso para sus recuas. encabezó el grupo de hombres y mujeres que emprendió el camino de regreso, trayendo como protección espiritual la imagen de Nuestra Señora Así como la guadua facilitó la rápida formación de las primeras casas de de la Pobreza. Los 114 asistentes a la primera misa que se ofició el 30 de la aldea y aportó la materia prima para casi todas las construcciones y las agosto de 1863 como sello de identidad de la segunda fundación, fueron actividades humanas, los arrieros abrieron caminos, crearon rutas para el también los firmantes del acta que le dio vida a la nueva villa. comercio y fueron el principal medio de transporte de la naciente ciudad.
LA SEGUNDA FUNDACIÓN La historia de Pereira se remonta a lejanas épocas cuando estas tierras Jesús María Ormaza, emprendió el viaje de regreso para fundar la aldea que eran pobladas por orfebres pertenecientes a los Quimbaya, una tribu fuerte inicialmente se llamó Cartago Viejo. y vigorosa, cuyas piezas de oro evocan todo el esplendor de su cultura. El 30 de agosto de 1863 se ofició la primera misa que protocolizó la Aquí se levantó la primera ciudad fundada por el mariscal Jorge Robledo segunda fundación. En 1869 la municipalidad de Cartago le dio el nombre de el 9 de agosto de 1540, la cual fue abandonada años después debido al Villa de Pereira, en honor a Francisco Pereira Martínez, quien en 1816 se había asedio de los pijaos o bien por razones económicas. En 1691 sus habitantes refugiado en la zona, junto con su hermano Manuel- decidieron trasladarse a la otra orilla del río La Vieja, donde actualmente se levanta Cartago, mientras que los vestigios que quedaban de civilización Dado el potencial de la región como cruce de caminos entre Antioquia, fueron cubiertos por la selva. el Valle y el centro del país don Francisco Pereira siempre albergó el deseo de establecer una ciudad en dichos predios. El padre Cañarte y sus Cerca de 172 años después se hizo realidad el sueño de don Francisco acompañantes encontraron aquí un grupo de colonos que habían levantado Pereira Martínez de levantar una nueva ciudad sobre las ruinas de la antigua una aldea conformada por 6 manzanas y unas 100 casas, construidas en Cartago. Con ese ideal, el 24 de agosto de 1863 un grupo de pioneros guadua, bahareque y techo pajizo, dispersas entre Egoyá y el Otún. encabezados por el presbítero Remigio Antonio Cañarte, Félix de la Abadía, Jorge Martínez, el padre Francisco N. Penilla, y los jóvenes Elías Recio y El 25 de abril de 1870 se oficializó, por medio de Ley de la República, el establecimiento de la Villa de Pereira. 18
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Un crisol de razas En esta región, con una privilegiada ubicación geográfica, se encontraron Pereira, se unieron también inmigrantes antioqueños quienes le infundieron varias razas que dieron lugar a una comunidad con unas características muy vitalidad desde un comienzo. especiales. El proceso de colonización integró a la economía del país miles de La profunda crisis social y económica de finales del siglo XVIII obligó a la hectáreas de tierra que durante siglos habían permanecido inexplotadas y movilización de centenares de familias a otras regiones en busca de nuevas despobladas. El café fue el producto preferido por los colonos y su producción oportunidades, entre ellas la que hoy se conoce como el Eje Cafetero. llegó a convertirse, en las primeras décadas del siglo XX. La colonización fue protagonizada por familias que utilizaban mano de obra propia para La colonización antioqueña fue emprendida por un grupo de aventureros explotar tierras, lo que dio origen a un tipo de sociedad basada en la mediana proveniente del oriente de Antioquia en tierras concedidas por la Corona propiedad campesina y familiar. Española a don Felipe de Villegas y Córdoba, las cuales comprendían el territorio situado entre el río Aures y la quebrada de Arma. Primero fue Debido al aislamiento geográfico, los pobladores del occidente fundado Sonsón, luego Abejorral y después Aguadas. Posteriormente vinieron permanecieron ajenos a los conflictos armados que sucedieron en Colombia, Salamina, Neira, Santa Rosa de Cabal, Manizales y finalmente Chinchiná dando lo que permitió un desarrollo económico estable y continuo, en contraste con por terminada la colonización de esta zona. otras regiones. Los colonos antioqueños se preocuparon por comunicar entre sí los nuevos asentamientos y construyeron caminos y ferrocarriles. Fruto de la migración de colonos y arrieros antioqueños, en el norte y el oriente del antiguo Departamento del Cauca existía una fuerte influencia Gracias a esto se estableció un comercio interno que casi no existía y que paisa, la cual se mantiene vigente hasta nuestros días. Así que a las familias estuvo favorecido por la capacidad de compra de la que gozaban los colonos, caucanas procedentes de Cartago que se movilizaron en 1863 para fundar a resultado de una mejor distribución de los ingresos del trabajo. 20
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El Camino del Privilegio A medida que se extendió la colonización y creció el comercio con Antioquia, dades para albergar viajeros, sus cargamentos y darles corral a los animales se volvió urgente la construcción de un camino que uniera a Cartago con que lleven consigo. La construcción del camino empezó en enero de 1856 con Villamaría. En los primeros años de Manizales sus vecinos se comunicaban cien trabajadores que abrieron paso hasta la zona de los Cerrillos y llegaron con Santa Rosa y con Cartago por una trocha estrecha, intransitable en las a Cartagoviejo, donde se construyó un tambo en el sitio del actual parque épocas lluviosas debido a los ríos correntosos imposibles de pasar y por los Olaya Herrera y empalmaron con el puente que habían construido los santa- fangales de Dosquebradas que se tragaban hombres y bestias. rrosanos en 1852 en el paso de Los Frailes. Dado que Estado del Cauca no tenía recursos para emprender esa obra, En septiembre de 1858 el gobernador del Quindío, Ramón Rubiano, recorrió don Félix de la Abadía, un osado y rico empresario cartagüeño, solicitó a la los 72.5 kilómetros del Camino del Privilegio y no teniendo reparo alguno dio Legislación del Cauca para que le permitieran construir ese camino a cambio su conformidad y autorizó el cobro de peajes según las tarifas establecidas. de tierras baldías y explotarlo en concesión por el sistema de peajes. En poco tiempo el Camino del Privilegio intensificó el comercio entre En diciembre de 1855, mediante la Ordenanza No. 22 se dio vía libre a esta los dos estados limítrofes y se abrió la ruta del cacao que fue el motor del obra. Se trataba de camino de primera categoría, con una longitud de 70 progreso de Manizales y dio aliento a Cartagoviejo. kilómetros, amplio, con piso firme y parejo y con puentes capaces de resistir grandes pesos en los ríos Otún, San Eugenio, Rioclaro y Chinchiná, aptos para Entre esos primeros pobladores se encontraban José María Gallego, José el tráfico de recuas formadas por bueyes cargados. Manuel Ramírez y Guadalupe Zapata, de raza negra que murió en Pereira a los 97 años de edad. Esos primeros pobladores nunca pensaron en la fundación La Ordenanza especificaba que el camino tendría las obras complemen- de un pueblo, simplemente se limitaban a mantener sus tierras, a vivir del tarias necesarias y contaría con tambos cada 20 kilómetros con las comodi- comercio y a atender a los arrieros que pasaban aquí sus noches. 22
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Acerca de la primera misa En una capilla de madera y guadua, levantada en la esquina sureste de Gallego, José María Hernández, Polonia Marulanda, Juan C. Vallejo, Cayetano la plaza de Bolívar (hoy carrera 8ª con calle 19) se ofició la primera misa que Cadena, Sacramento Montoya, Manuel Ramírez, José María Bermúdez, marcó la fundación de Pereira, por parte del padre Cañarte. Manuel Enrique Bernardina, Cipriano Cortés, Manuel Soberano, Sebastián Osorio, Rosendo y Teodomiro Marulanda, Nicolás Giraldo, José M Ríos, Jesús Desde la víspera, todo había sido dispuesto para la ceremonia, la primera Ocampo, Joaquín Giraldo Restrepo, Antonio y Pedro Ramírez, Julián Caleño, que se celebraría en aquellas soledades de la selva. A ella acudieron todos Antonio, Gabriel y Wenceslao Gallego, Juan M. García, Antonio Jaramillo, los colonizadores, dándole así un día de descanso a sus herramientas de entre otros. trabajo. Dicen los historiadores que todo en la aldea recién fundada estaba quieto. Según dicen los historiógrafos, a ella asistieron: Petrona Pereira, Félix de Parecía que por este momento, el mundo estaba concentrado en la capilla la Abadía, Elías Recio, Jesús M. Ormaza, Jorge Martínez, Sebastián Montano, rústica. Era ella el corazón que vigila palpitante, esta vez acelerado en un acto Laurencio Carvajal, Tomás Cortés, Vicente García, Nepomuceno Buitrago, de ofrecimiento, que se da en las palabras de consagración del sacerdote. Rafael Ospina, Vicente Mendoza, Ramón Parra, Joaquín Ríos, José María 24
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El legado del padre Cañarte La historia de Pereira está ineludiblemente unida al nombre del padre El sacerdote, quien al igual que los condenados era un veterano de guerra, Remigio Antonio Cañarte, quien nació en Cartago la nueva el 1o de octubre de acompañó a los reos para darles fortaleza y asistirles espiritualmente en esas 1790, en el hogar de don Manuel Cañarte y doña Nicolasa Figueroa. horas tan amargas. La primera descarga acabó con la vida de seis de los prisioneros. Solo quedaba en pie Bibiano Robledo, mientras que la gente pedía Sirvió a la Patria y luego a Dios por medio de la Iglesia que tanto amó. que se le perdonara la vida. Pero el oficial al mando ordenó al pelotón que La guerra de la Independencia lo encontró muy joven. En el año de 1816 fue disparara. El padre Cañarte, curtido en la guerra del llano y acostumbrado a la enrolado en las huestes españolas por parte del comandante Calzada, quien lo violencia de esos años ingratos, experimentó una grande conmoción y perdió obligó junto con otros cartagüeños a servir a las órdenes del general español el conocimiento al oír la descarga. Antonio Plat en los Llanos del Casanare. Después del fusilamiento, Fermín López y sus paisanos se alejaron de Sin embargo, Cañarte logró abandonar las filas y pasarse a las guerrillas Cartago, olvidaron la propuesta de fundar un pueblo en Cartagoviejo y buscaron de Nonato Pérez para continuar la lucha al lado de los patriotas. Terminado las orillas del río San Eugenio, vírgenes y alejadas de las querellas políticas, para el conflicto, cursó sus estudios eclesiásticos y recibió las órdenes sagradas en darle vida a Santa Rosa de Cabal, dice el escritor Alfredo Cardona. Popayán de manos del Obispo de la Diócesis, Don Salvador Jiménez de Enciso. A la edad de 73 años y para cumplir la promesa que había hecho a don Años más tarde, en junio de 1841, en Cartago el Padre Cañarte habría de Francisco Pereira, el padre Cañarte encabezó la gesta de fundación de la vivir uno de los episodios más dolorosos de su vida: el fusilamiento de varias ciudad, fue el pastor de almas en estos predios y su misión fue desempeñada personas, entre ellas algunos paisanos suyos, ordenado por Tomás Cipriano dentro de las limitaciones de su edad y su precaria salud, durante 15 años. de Mosquera, acusados de haberse levantado en armas contra el gobierno de Márquez. Falleció en Pereira el 29 de octubre de 1878, a la edad de 88 años. 26
Padre Remigio Antonio Cañarte 27
Los primeros años de Pereira La Junta Auxiliar de la aldea, primera institución administrativa, compuesta Como la ciudad necesitaba mejorar su aspecto urbano, en 1867 se por Luciano Carvajal, Francisco Hernández, José María Gallego y Jesús estableció el trabajo subsidiario. Todos los vecinos adultos deberían prestar María Ormaza, como secretario, calculaba el presupuesto de rentas, fijaba durante el año un día de trabajo obligatorio, por sí mismo o enviando buenos las primeras contribuciones y establecía las primeras normas legales para peones para reemplazarlos, con el fin de hacer la limpieza de la plaza. regular la vida de la comunidad. Para la construcción de la iglesia se hizo una lista de los vecinos y se Esas medidas evidenciaban una preocupación particular por aspectos de señaló el número de días de trabajo que, según su patrimonio, deberían la vida urbana como la higiene, la educación y las costumbres morales. Muchas prestar como trabajo subsidiario para este fin particular. de ellas denunciaban cierto puritanismo de origen patriarcal antioqueño. Ese año se estableció la primera contribución directa de los ciudadanos, El primer decreto de la Junta prohibía el sacrificio de ganado vacuno llamada contribución vecinal. Los habitantes fueron divididos en tres clases, dentro del área de la población y señalaba una cuadra de terreno para teniendo en cuenta su patrimonio, apreciado en una forma empírica por los matadero oficial “abajo del puente de Egoyá”. Así mismo, se dictaron varias miembros de la comisión auxiliar o por declaración de los contribuyentes. medidas de carácter social. Por ejemplo, se permitió que “toda mujer sola, pero que tenga familia y no dependa de nadie, pueda poseer solar, como Un hecho que demuestra que tal clasificación no acarreaba ninguna cualquier agraciado del pueblo”. discriminación social, es que los vecinos pedían con frecuencia ser trasladados de la clase primera a la segunda y a la tercera, con el fin de pagar menos Se les prohibía a los menores de edad andar por las calles después de las impuestos. La conciencia económica del ahorro y el deseo de pagar menos 8 de la noche. También se prohibió el juego de dado y otros que perjudiquen dinero al tesoro público dominaba sobre cualquier preocupación respecto a el bien público. la jerarquía social. 28
Jesús María Ormaza Elías Recio 29
TIERRA, AGUA Y GUADUA La ciudad de Pereira creció y se desarrolló en tierras pródigas de origen En cuanto a las valiosas maderas de sus bosques, poblados de comino, volcánico, topografía ondulada, con una temperatura media de 21 grados y cedro, laurel, guayacanes, nogales y robles, la guadua fue decisiva para la humedad considerable, pero no excesiva. colonización, dada la facilidad para cortarla, transportarla, pulirla y manejarla. En ellas crecía una espesa selva de guaduales y otras maderas, entreverada La guadua facilitó la rápida formación de las aldeas y fue todo en la vida con bejucos y chuscales que hacían difícil la circulación. Esta selva debió rural, hizo más rápidas las operaciones de construcción, sirvió para edificar la domeñarse con el único auxilio del hacha, el machete, el calabozo y el azadón. vivienda completa. El trabajo humano debía llevar la mayor parte de la titánica empresa. Con la guadua gruesa se hizo la estructura, con la guadua picada la esterilla El territorio poseía tres elementos indispensables para el desarrollo de toda para las paredes, de guadua se fabricaron el techo y el cielo raso, de guadua civilización: agua, maderas y una rica fauna de animales de carne comestible. se hicieron las puertas, los camastros para dormir, los poyos para sentarse en los corredores. La guadua sirvió para conducir el agua de las tomas a la cocina Su abundante sistema hidrográfico tiene como matrices el Cauca, La Vieja, y los patios. De tarros de guadua se hicieron las vasijas para transportar miel y Consota y el Otún, así como un centenar de riachuelos y quebradas, como La leche; para guardar la sal, el chocolate y los granos. Con la guadua se cercaron Dulcera, La Arenosa, El Oso, La Esperanza, El Caucho, Los Angeles, Barbas los potreros y las propiedades. De guadua fue la incipiente capilla, la casa y Cestillal, que irrigan todos sus rincones y veredas. El agua en abundancia cural y la casa urbana. De guadua fueron los pueblos y de guadua fue Pereira permitió el desarrollo de sus tres mayores fuentes de riqueza: el café, la caña hasta finalizar el siglo XIX. y la ganadería. 30
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Nuestra Señora de la Pobreza Mientras lavaba ropas ajenas en las aguas del río Otún, una humilde mujer acontecimientos tuvieron lugar en 1608, cuando en estos predios existía la llamada María Ramos descubrió un lienzo roto y humilde, el cual llamó su ciudad Cartago fundada por el Mariscal Jorge Robledo. atención por la imagen religiosa que contenía. El lienzo original fue trasladado a la Cartago actual en 1691 cuando fue Contenta con su descubrimiento, María Ramos llevó el lienzo al convento abandonada la antigua ciudad debido al asedio de las tribus indígenas. Ese de San Antonio de Padua de la antigua Cartago y se lo mostró a fray Bernardo lienzo permanece en la Iglesia de San Francisco, en la imagen hay una serie de Macías. El sacerdote vio que de hecho una imagen fue alguna vez pintada en estrellas y eran favores que la gente agradecía colocándole en el manto una él, pero consideró el estado del paño tan precario que no tendría sentido estrella de oro a la Virgen. conservarlo en el convento, por eso lo cedió a la joven, para que ella lo llevara a su casa y lo pusiera en un lugar conveniente. Al producirse la fundación de Pereira el 30 de agosto de 1863, en el mismo sitio donde existió la antigua Cartago, la ciudad fue encomendada a la Virgen Así lo hizo María Ramos que puso el paño en su vivienda y comenzó a de la Pobreza con el fin de conservar intactas las leyendas y tradiciones que rezar delante de él. Con el tiempo invitó a otras personas a hacer lo mismo. ya se tenían de la imagen, y con tantos testigos de sus favores entregados, Así Nuestra Señora favoreció esta devoción popular, atendiendo los pedidos le hicieron una «adjudicación espiritual» a la Patrona de estas tierras y de sus que le eran hechos delante de tan modesta como primitiva imagen. Estos almas, para que las proteja y las anime y cuide en su progreso material. 32
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Una de las primeras fotos de la plaza principal 1880
1893 - 1903 la pequeña aldea Mientras los primeros colonos se dedicaban a descuajar la montaña para de encuentro ciudadano que comenzaron a darle un aire renovado a la villa expandir la pequeña aldea y abrirle campo sus cultivos y a sus reses, la llegada de Pereira. de los migrantes antioqueños marcó el rumbo económico de la ciudad. A la par con la apertura de las primeras escuelas, también se abrieron Comenzaron a surgir, entonces, las grandes haciendas dedicadas a la las boticas y los consultorios donde médicos sin títulos universitarios, como ganadería y el cultivo de cacao y café, los establecimientos comerciales don Delfín Cano y don Alcides Campo, ejercieron con toda propiedad y con sus estanterías repletas de toda suerte de mercancía y las agencias de encontraron un remedio para cada enfermedad. compra-venta de productos agrícolas para su intercambio con otras regiones. Instituciones como el Concejo Municipal, la Sociedad de Mejoras, la También la fisonomía urbana comenzó a cambiar, al aparecer las primeras Sociedad de Amigos del Progreso, entre otras, jugaron un papel determinante casas de dos pisos, la construcción del primer acueducto que llevó el agua en esta etapa inicial del desarrollo de la ciudad. Y a la par con ellas, prohombres hasta la antigua plaza Victoria, el trazado de las calles y el diseño de las plazas de la talla de Valentín Deaza, dejaron huella de su vida y de su obra.
El agua, elemento vital El agua, elemento fundamental para la vida y para toda actividad La situación se solucionó en 1887 cuando por iniciativa del presbítero económica, siempre ha estado presente en la historia de la ciudad, desde sus Nepomuceno Parra, se inauguró un buen acueducto de atanores de barro propios orígenes. y una hermosa pila de calicanto y cedro negro, el cual llevaba hasta la plaza Victoria agua potable y abundante proveniente de la quebrada El Chocho. En los primeros años, cuando la pequeña aldea aún carecía del servicio de Para infortunio de sus habitantes, ésta solución se convirtió en un dolor de acueducto, sus habitantes se abastecían del río Otún y la quebrada Egoyá, la cabeza, dado que la conducción no resistió el uso, a lo que se sumó una que con el correr del tiempo fue destinada para el lavado de ropas. amenaza de embargo a los bienes municipales por cuenta del constructor. Hacia 1871 se establecieron y arreglaron algunos pozos naturales, entre Doce años después, el Personero Municipal, don Bonifacio Giraldo, ellos uno situado al oriente de la plaza Victoria (hoy plaza de Bolívar) y el otro formalizó un contrato con José Vicente Arana para construir un acueducto hacia el occidente a dos cuadras de la misma plaza, los cuales se destacaban que llevara el agua hasta las casas de los habitantes de la aldea. El contrato por la calidad y abundancia de agua. se cumplió a cabalidad y prestó sus servicios hasta el año 1915 cuando se reemplazó por tubería de hierro. Los libros de historia reseñan a 1870 como la primera vez que se trató de poner agua corriente y potable al poblado, cuando se firmó con Víctor Gómez Cada vecino que hubiera contribuido a la construcción, tenía derecho a y Ezequiel Henao un contrato para llevar el agua hasta la plaza Victoria. Sin una “paja de agua” que se regulaba con una pequeña compuerta de madera embargo aquel acueducto, que costó $250, no duró mucho tiempo ya que o lajita de piedra y controlaba y administraba el fontanero llamado Emiliano el Municipio fue demandado por el incumplimiento del contrato y la aldea se Rivera. quedó sin agua. 36
La plaza La Victoria, con las primeras casas de dos plantas, la torre principal de la iglesia y los mangos en crecimiento. 37
Pereira, ciudad de comercio La tradición fenicia de los pereiranos afloró a finales del siglo XIX cuando portando en sus alforjas manojos de billetes para invertir. Por los tiempos en la época de los arrieros pasaba por el meridiano de la ciudad la obligada de ferias, la ciudad lucia impecable con sus casas recién pintadas y fueron ruta del intercambio comercial entre caucanos y antioqueños, en especial muchos los visitantes solteros que se quedaron en la ciudad por la belleza caucho, cacao y tabaco. de sus mujeres. Desde entonces, ya se vislumbraba un gran movimiento comercial en Para atender todo ese movimiento de pasajeros, mulas y ganado, la ciudad, señala el escritor e historiador Hugo Ángel Jaramillo. Al lado de comenzaron a aparecer las fondas que ofrecían descanso y alimento para los primeros negocios establecidos, tenían su asentamiento los cacharreros unos y otros. Entre ellas, la Fonda Cerritos de Ramón Correa, quien además y artesanos que surtían el mercado público e iban paulatinamente explotaba los montes circunvecinos proveyendo a los hacendados de madera sustituyendo las necesidades más vitales de los moradores que antes tenían aserrada, estacones para las cercas, postes para los teléfonos y traviesa para que desplazarse a Santa Rosa o Cartago para hacer sus compras. el Ferrocarril de Caldas. Los ganaderos llegaban a este lugar, luego de cruzar la trocha La Lorena con destino a las haciendas del Valle de Risaralda. Otros Con la realización de las ferias ganaderas y artesanales, la actividad negocios de esa naturaleza que surgieron entonces fueron la Fonda Central comercial tomó un gran impulso que se tradujo en el establecimiento de de Félix Cadavid y la Fonda Las Pavas. negocios de distinta índole. La primera feria ganadera se realizó en 1894 cuando llegaron los compradores de ganado para hacer negocios para surtir Uno de los primeros comerciantes fue don Eusebio Londoño, destacado las nuevas haciendas de la época. importador de mercancía fina, quien trajo productos como zarazas, un dril llamado manta de Garagoa y las llamadas regencias, telas de buen acabado y En el Hotel Colón de Barbarita Marín, fundado en 1892, solían reunirse finura. El almacén funcionaba en una casa pajiza de la carrera 8ª con calle 20. vendedores, compradores, jinetes de famosos caballos y espléndidas mulas 38
Matadero Municipal en 1924 39
Llegan los inmigrantes En esta segunda etapa y como consecuencia de las guerras civiles de 1876 occidente de Pereira y del Quindío, como San Felipe, Nápoles, San José, El y 1885 la ciudad recibió una oleada de inmigrantes antioqueños que estarían Orinoco, El Diamante y Maraveles. muy vinculados a su progreso y a las diversas actividades ciudadanas. De los tres hermanos Marulanda se decía que solos abrieron cerca de Mientras que el grupo que protagonizó la fundación en 1863 y el camino 25.000 hectáreas de tierras, hecho imposible dentro de un sistema de en los años siguientes estuvo formado por colonos descuajadores de selva colonización individual, sin la colaboración de peonadas asalariadas y sin los que sólo aspiraban a tener una parcela, el segundo lo integraban hombres medios financieros para pagarlas. con mayores ambiciones y mayor capacidad empresaria. La economía privada había crecido considerablemente para entonces. En Algunos de ellos estaban vinculados a capitales antioqueños que el cuadro de la riqueza del distrito de Pereira, elaborado por las autoridades financiaban sus actividades, que derribaban montañas y abrían haciendas locales en 1883, para fijar la contribución directa, aparecían 14 ciudadanos ganaderas utilizando peonadas y fuertes inversiones de capital. con patrimonios mayores de $2.000. Únicamente figuraban con más de $10.000 don Juan María Marulanda y la Compañía de la Salina de Consota, A esa colonización espontánea de pioneros que no disponían de otro cuyo capital ascendía a $18.000. recurso que sus brazos, sus hachas y sus machetes, que actuaban individual o familiarmente, se vendría a sumar una colonización empresaria y capitalista. Entre aquellos grandes los contribuyentes figuraban además Juan Crisóstomo Ángel, Dolores Posada de Toro, Julián Vélez, Manuel Salvador A este grupo pertenecían los hermanos Juan María, Francisco y Valeriano Ángel y Luis Jaramillo Walker. Marulanda, quienes abrieron las más grandes haciendas ganaderas del 40
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Los coadministradores de Pereira El Concejo Municipal, desde su creación en 1867, ha jugado un papel Deliberaciones. Las primeras estuvieron enfocadas a generar la costumbre del protagónico en el crecimiento y desarrollo de la ciudad. aseo y la limpieza de la villa, así como un verdadero sentido de pertenencia. Así lo detalla el libro Gestión Política del Concejo de Pereira a través de También le correspondió el trámite de los proyectos y acuerdos pertinentes la Historia, al indicar que “corresponde al Gobierno y al Concejo Municipal al catastro, trabajo obligatorio, reportes solares, organización de la actividad adelantar un sinnúmero de acciones políticas tendientes a la configuración, comercial, regulación de pesas y medidas, construcción de escuelas, cárcel ordenamiento y organización de la vida política, económica, social y cultural, y casa consistorial, las tarifas, los salarios de los empleados municipales, que llevaron a la construcción de la naciente municipalidad”. la construcción de acueductos, la planificación de calles, empedrado, construcción de caminos, puentes, regulación del orden público, desarrollo El compromiso de transformar el naciente caserío en una verdadera de los censos poblacionales, entre otros. ciudad tuvo como actores de primer orden al Gobierno Municipal, el Concejo, la sociedad, la Iglesia y distintas organizaciones sociales y gremiales, como la Hacendados, cafeteros, ganaderos, comerciantes, artesanos y la población Sociedad de Amigos del Progreso de Pereira, la Sociedad de Mejoras Públicas en general se vieron representados en el Concejo donde se tomaban y la Cámara de Comercio. decisiones fundamentales para el crecimiento y desarrollo de la ciudad. Para la comunidad, el Concejo era el instrumento apropiado para participar en De acuerdo con los anales históricos del Concejo Municipal, la aparición la administración de la ciudad, en tanto que el concejal era considerado un del órgano coadministrador se remonta al año de 1867, bajo el nombre de representante de aquella en la organización coadministradora. Junta Auxiliar Legislativa y cuyos Acuerdos anteriormente se le llamaban 42
Pavimentación de la plaza principal de la ciudad 43
La medicina, una larga historia Los orígenes de la medicina en Pereira se remontan al año 1893, cuando Don Delfín Cano Uribe, quien también se desempeñó en varias ocasiones hicieron su aparición los primeros botánicos o yerbateros y comadronas como presidente del Concejo Municipal, fue quien primero ejerció la medicina quienes atendían la mayoría de los padecimientos, enfermedades y de manera acertada, sin tener título universitario. Cano no solo alivió muchos alumbramientos de los pobladores de entonces. males endémicos, sino que ayudó al progreso de la ciudad gracias a su inteligencia y condiciones. Los yerbateros recorrían a pie largos caminos para atender los pacientes en sus posadas, empleando pócimas y ungüentos cuya fórmula era un secreto, A la par con él, también hicieron lo propio otros como Alcides Campo, elaboradas a base de productos naturales que decían eran muy efectivas conocido como un médico del pueblo, de quien las mujeres afirmaban que para curar enfermedades como la anemia, dolores de cabeza, lombrices, era un hombre muy acertado en lo que decía y le tenían mucha fe. debilidad, nervios, daño de estómago, entre otras. El hombre tenía para cada enfermedad su remedio. El primer médico graduado que se radicó aquí fue Adán Rodríguez, quien llegó a principios de 1889 y ejerció hasta noviembre de 1890. Rodríguez se Aquellos personajes comenzaron a ser desplazados, con la aparición de casó con la señora Clementina Ángel, con quien tuvo dos hijos. los primeros médicos, aunque algunos carecían de droga calificada y tenían que hacer grandes esfuerzos para cumplir con su deber. Los médicos de El segundo médico graduado que llegó a la Villa en 1891 fue Jaime Mejía entonces se transportaban en mulas y utilizaban la canela y los clavos como Mejía, quien además se destacó como miembro de la Academia de Medicina, elementos de farmacia, los cuales se guardaban en grandes frascos. También Diputado a la Asamblea de Caldas y Representante al Congreso. Fue elementos primarios como esencias y tinturas. condecorado con la Cruz de Boyacá, premiado en concursos de anatomía patológica y laureado en los Juegos Florales en Pereira en 1919. 44
Don Delfín Cano Uribe y doña Camila Montoya 45
Casas de dos plantas con balcones y tejados bordeaban las calles empedradas.
1903 - 191 3 Los primeros cincuenta años Cuando Pereira se asomaba a sus primeros cincuenta años, la ciudad caficultura, que con el paso del tiempo habría de convertirse en el eje y motor no sólo se había expandido en su casco urbano, sino que había logrado de la economía regional, Pereira comenzó a ser reconocida por propios y consolidar una economía muy dinámica basada en la producción agrícola y extraños como la “Ciudad Prodigio”, con lo cual se reconocía el extraordinario en la expansión del comercio. crecimiento alcanzado en los primeros años. De igual manera, aparecieron los primeros periódicos que le dieron cabida En la familia se cultivaban y fomentaban sólidos valores, que buscaban a la producción intelectual y literaria que se cultivaba en ese entonces, alejar a los jóvenes de la tentación del vicio para dedicar su tiempo al trabajo al tiempo que se abrió un amplio escenario para el debate ideológico y la y al estudio, bajo una férrea autoridad paterna. Así lo acataban y entendían defensa de los principios políticos que marcaban la sociedad de aquellos días. los muchachos, quienes siguiendo esos mandatos heredaban las ropas de los mayores, en rigurosa sucesión. A la par, la colonización antioqueña comenzó a sentar las bases de la
La Pereira de 1910 En los principios de este siglo, era Pereira una ciudad muy nombrada, rica encontraban exquisitos frutos en tiempo de cosecha. En la plazuela había y próspera, de calles empedradas, amplias y rectas, se decía que la había unas pocas casas, todas de bahareque, la mayor parte encaramadas sobre trazado don Valeriano Marulanda con una cabuya y un palito... y bien que la barrancos. trazó, porque no hay una manzana descuadrada. El Parque de la Libertad o “plaza de arriba “, ya estaba formada como Tenía tres plazas que se habían bautizado “El Parque de la Libertad”, “La parque, bien arborizado y en su centro se levantaba un kiosco, donde los Plaza de Bolívar” y “Plaza de la Concordia” que es hoy el Parque Uribe Uribe , domingos en la noche, la banda de músicos ejecutaba una brillante retreta, donde se llevaban a cabo las ferias semestrales. La Plaza de Bolívar ya en ese a la cual concurrían las parejas de novios y ponían su nota de encanto las entonces estaba enmarcada en casas de balcón, es decir de dos pisos, todas muchachas “en estado de merecer”, casi siempre acompañadas de sus tías, o ellas con largos balcones que daban sobre la plaza. de la mamá, que vigilaba discreta pero atentamente. En la ciudad no había más casas de tres pisos que el colegio de señoritas En la plaza de Bolívar, en una casita roja de dos pisos, situada cerca a la en la calle 18 con carrera 6a. y la casa de don Luis Jaramillo o de su viuda esquina donde hoy se levanta el Palacio Municipal en la calle 19, vivía don doña Camila González de Jaramillo. Había en el centro de la plaza una pila Jesusito Ormaza, uno de los beneméritos fundadores, como que vino con el con amplios surtidores, rodeada de patos de bronce por cuyos picos cantaba cargo de Maestro de escuela. Era él la reliquia del pueblo, menudito, sonriente el agua una canción desganada y en su pretil se peinaban, el sábado día de enfrascado dentro de un cuello tieso, muy pulcro en su vestir y con una figura mercado, los campesinos, abrevaban los caballos y recogían agua los vecinos. singularmente atrayente, rebosaba satisfacción, como quien ha cumplido en una larga vida de méritos todo su deber y al llegar al ocaso, recibe de sus Ya desde entonces existían los grandes árboles de mango donde las conciudadanos el respeto y consideración, justo premio a su virtud. chicharras templaban sus violines en las horas de calor y los muchachos 48
Parque del Lago Uribe Uribe con canoas de remos en los años 30. 49
Los mercados de antaño La plaza de Bolívar, que por entonces se llamaba de la Concordia, se La siguiente fila empezaba en la parte occidental, era llamada “calle de transformaba dos días a la semana en un inmenso mercado a cielo abierto en por medio” y la formaban los puestos del “revuelto” y los toldos de “chicha”. donde era posible encontrar todo tipo de productos, en especial alimentos Luego seguía la hilera de los cacharros. Posteriormente estaban los puestos provenientes del campo. de verduras, las tabaqueras y las pandequeseras. A partir de allí se ubicaban los vendedores de panela, a continuación los puestos de granos, las ventas de Como lo reseña el historiador Ricardo Sánchez Arenas, en aquel tiempo sal y en las últimas filas los expendios de carnes. los mangos aún no habían salido del corralito de piedra que los encerraba, la plaza era de tierra, la pila del acueducto permanecía seca, el sitio ocupado Sánchez Arenas, remata así su descripción de la plaza en días de mercado: por la catedral era una manga y en la esquina donde comenzó el Club Rialto “Así, como dejamos relatado, poco más, poco menos, eran los mercados funcionaba una venta de empanadas y de tamales. de nuestros tiempos. Mercados admirables aquellos, llenos de sinceridad y de confianza, en los cuales muchas veces no se necesitaba dinero para comprar, El día de mercado se realizaba los miércoles y sábados, en medio de una gran porque las transacciones se hacían cambiando artículos por artículos. algarabía y los olores propios de los alimentos y comidas que allí se disponían. Muchas ocasiones los muchachos de aquellas épocas sólo necesitábamos unos cuantos botones para hacernos al atado de moras, al puñado de La plaza de mercado se dividía por hileras desde el amanecer, siguiendo dolumocas, a la totumadita de chachafrutos, y botones, siempre los teníamos una estricta distribución, de la siguiente manera: la primera fila, frente a la casa listos, bastaba para ello meternos la mano por entre la “bragueta” y arrancarlos de don Rafael Ángel, la formaban los puestos de carbón y los toldos de las de los calzoncillos...” relleneras. Frente a la casa de don Valeriano Marulanda empezaba la fila de las “caucanas” con productos de la tierra caliente, en especial frutas y golosinas. 50
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