El poder de la poesía Raúl Eduardo Sánchez
Sánchez, Raúl Eduardo El poder de la poesía / Raúl Eduardo Sánchez. - 1a ed. - Longchamps: LENÚ, 2021. Libro digital, EPUB Archivo Digital: descarga ISBN 978-987-4983-73-2 1. Poesía Argentina. I. Título. CDD A861 Título original: “El poder de la poesía” Poesías © Raúl Eduardo Sánchez Primera edición septiembre 2021 Editorial Ediciones Lenú Mail: [email protected] Facebook: Ediciones Lenú Aclaración: en determinadas expresiones y/o criterios narrativos, así como el vocabulario utilizado en todo el texto, se respetaron los gustos y deseos del propio autor. Hecho el depósito que previene la Ley N° 11.723 Esta obra se terminó de imprimir en talleres gráficos de Ediciones del País. Impreso en Argentina. Queda prohibido sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento comprendidos reprografía, tratamiento informático ni en otro sistema mecánico, fotocopias, ni otros medios, como también la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos. Esta obra se terminó de imprimir en los talleres gráficos de Ediciones del País S.R.L. en el mes de septiembre de 2021
“El amor es sin tiempo es una conexión en el más allá” El autor
SUEÑOS Sueños son los sueños de largas noches cobijadas por sus brazos cálidos. Por las incontables caricias de sus manos suaves como el viento que rozaban mi cuerpo vano bajo las sábanas. Sueños de a dos que se unen en infinitas miradas, en interminables suspiros. Sueños que son sueños de ignorar espejos rotos por la incongruencia de distinto sino, y de amarla hasta la eternidad. 7
LA MUJER QUE DESEO No puedo ver su cintura estrecha, solo me quedan recuerdos de caricias cálidas y de los besos dados. No alcanzo a oler su perfume y menos que nada de todo lo que su cuerpo de ensueño emana al calor de un abrazo. No puedo sentir la humedad de su tibia piel transpirada, no percibo el puro ardor ni la tersura de sus pechos. Quisiera al rozar sus labios llegar a ludir nuestros cuerpos, junto a mi lado atraerla y entre mis sábanas amarla. Que al besar la blanda piel de aquella dama de ensueño, se allegue a jugar en mi cama como niña enamorada. Quiero saltar a su universo hallar la mujer que deseo, quiero inventarla si no existe, no quiero a otra que a ella. 8
LA LUZ DE SUS OJOS La luz de sus ojos centelleaban en mi oscuro y abandonado rincón. Rincón de cúmulos de soledades. Iluminaba el sendero, salida segura, del dolor de no ser. La luz de sus ojos llenó de colores mi piel fría y opaca. Llenó de brillos mi sentir y devolvió a mi corazón su tibieza. La luz de sus ojos me inundó de magia, la magia de su mirar. 9
NUBES Nubes, qué cielo tan triste, qué gris está mi alma, sin Sol, sin su amor. Las figuras que en mis sueños dibujo en cada nube, no alejan la soledad que se adueña de este día. Nubes, día sin luz, haitado de memorias y de cosas no vividas, de cosas ocultadas mezquinamente. Amores egoístas nublan este día, no hay magia, no hay sonrisas que me devuelvan la luz. Qué opaco es este día, cuánto brillo ausente. 10
COMO EL AGUA QUE CORRE HASTA EL RÍO Llueve. Porque llora el viento, porque se vuelve agua el aire y el cielo, cuando mi reseco corazón se abre en grietas por la sed que me dejas. Sed del vino jugoso y ácido de tu tibia transpiración. Sed que sufro desde que no estás, desde que me amaste con ilusión con perdón. Sed de amarte en la cama bajo una nube de suspiros. De endulzar mis latidos y saciar mis labios con la miel cálida de tu piel. Llueve. Mi sed no cesa, las gotas no paran. Mis lágrimas se escurren como el agua que corre hasta el río. 11
EL AIRE QUE RESPIRAS No decías nada, las olas me traían el susurro de tus pensamientos. Cada gesto tuyo se dibujaba en la arena. Tus blandos pies marcaban senderos, senderos de destino aciago. Que no te encuentro, que aún te sigo esperando. No te vi en la brisa del mar, solo flotabas en mi respiración. Acércate pronto a mis latidos, devuélveme el rojo de tu herido palpitar, que en el fondo de este mar aún viven mis ilusiones. Llenaré de esperanzas tu dulce mirada, cuando por mí vuelvas a esta playa, devastada por mi soledad. 12
Llenaré de sosiego tu espíritu inquieto, llenaré el aire que respiras de incontables suspiros. 13
EL BAR Me esperabas en la puerta del bar. Te miraban curiosos los que pasaban. Tú, los encendías con tu luminosa e ingenua mirada. Te observé al bajar del auto, deslumbrante, única. Ansiaba tus labios del color de las rosas de mi jardín. Tu rostro brillaba como la luz del cielo, como un cielo soleado de verano. Tomé tu mano y nos fuimos del bar, a buscar un atardecer, o la noche quizás, tal vez hasta un amanecer. 14
VIEJO PUENTE Viejo puente que une distancias, las que crean los miedos, los rencores del alma. Separaciones sufridas que a un paso están de dejar de ser lo que son para ser perdón, y sueños de seguir la lucha. Sueños de cruzar a lo desconocido, a lo que no te has atrevido. A ser humillado y no poder vengarse, a hacer el ridículo ante la maldad de los que opinan. Cruza el puente que te lleva a reconciliarte, sin pensar siquiera si debo, si puedo, si quiero. El viejo puente nunca dejará de estar, solo requiere de valor para cruzarlo. 15
Tal vez del otro lado un nuevo cielo ilumine tu existir, y un nuevo brillo brotará de tu corazón. 16
VUELA Vuela como vuelan las calandrias que siguen la música de sus placeres, el placer de florar en el cielo, de ser libres al viento. Vuela como vuela mi alma cuando por ti sonríe cuando por ti sueña y se desvela. Vuela al lujurioso palacio de placeres que son las caricias que guardo para ti. Así es el infinito goce de rozar tus formas. Vuela en el aire que respiro, en el viento de mis suspiros. 17
MI AMOR IMPOSIBLE No vale sufrir, sufrir y pensar. No vale una guarida cualunque, ni un palenque do rascarse. No vale la pena amanecer extrañando aquel amor. Te olvidas de aquel amor o sufres infinito tormento. Busca un nuevo abrazo, nuevos besos, de esos que te sacuden el alma. O sufre como sufre aquel enamorado que no puede reconstruir su universo, que no regresará a su amor imposible. ¿Imposible? Créelo o créalo, (cada quien es feliz a su manera). Amores imposibles continuaron en otra vida. 18
DUALIDAD Todo era dualidad, suavidad, blandura y tibieza... Negrura y desamor. Cálido el aire de su boca, luciente su blanca sonrisa. Ásperas caricias las de sus manos trabajadas, gastadas. Su abrazo un refugio, para el alma del trajinado. Ni santa ni turbia, ser de dolores de oscuro interior. Yuxtapuesto a la blandura de su gesto, su decir rústico y malvado. Su celestial ser alado y el martirio infinito del rencor y el remordimiento. Las dos vivían en una, podías ver al ángel puro como al diablo mismo aleando. Diablo, ángel, mujer sufrida de dolores colmada. 19
Se la veía alimentando a las palomas. En la plaza donde perdiera sus sueños la soledad era su compañera. 20
TE PIDO PERDÓN Estás en la sombra fresca de un árbol. Estás allí en mi reposo del verano. En la fuente que no cesa de verter el agua cristalina para mi sed apagar. En la brisa de las noches de sonámbulos sueños. De sueños de extrañarte, de ilusiones que se apagan. Estás en el viento que impulsa un ave, en el colibrí que aún siendo tan frágil, hace la encantadora tarea de acercarme a tu alma. Un pequeño pájaro libre del cielo, me trae tu recuerdo, y te pido perdón... por añorarte tanto. 21
SE VOLVIÓ VERANO Su mirada cálida derretía el aire invernal, la helada sobre los campos se quebraba bajo sus pasos. Mientras la buscaba en el cielo de los dioses, ella inundó el paisaje a mi alrededor, sorprendiéndome su desnuda y sensual figura. Me acariciaba con su mirada. El solaz sosiego me devolvía su gesto, su excitante actitud, su respiración emocionada. Me llevó al paraíso atravesando muchos universos, me retuvo con sus infinitas caricias, me retuvo entre sus senos. Se volvió verano dentro de mi invierno, inundó de tibieza mi corazón, mi alma, mi ser. 22
Me llevó a la tierra a poner los pies, y también a su lado volar y flotar en su infinito mirar. 23
LOS SENTIDOS El placer del rose del viento en mis mejillas en invierno, de sentir que se enfrían... de chocar nuestras caras a pesar del gélido atardecer, es un placer. De oler su delicado cuello, de olerla al abrazarla, es perfume de campos verdes. De saborear cada tramo de su piel ardiente que sabe a fruta prohibida. Como a frutas del bosque saben sus pechos. De oír su musical voz, entre infantil e inocente, de inocencia de mujer madura, de madre, de amante. De ver el Sol ocultándose tiñendo de rojo el cielo, como el rojo de sus labios húmedos, que se posan en los míos. 24
El placer de sentirme parte de su historia, que no solo los sentidos cuentan... pues también se siente con el corazón. 25
DESEO SER Deseo ser el viento cálido de primavera que entibia tu piel sensible. Deseo ser quien llene tus pensamientos de imágenes de amores estelares. Deseo ser quien recorra cada curva de tus pechos como nubes, de tu cintura estrecha y de tu cálido vientre, hasta tu espalda y más. Deseo ser de tu sentir el mismo latir, y de tu corazón herido la misma roja sangre que le brinda su fuego. Deseo ser solo un sueño del que al despertar, me alcances con solo extender tu mano. 26
LOS SONIDOS DEL ALMA Cada tecla de este piano me recuerda sus suaves dedos que se posaban firmes, pero con dulzura, sacando siempre una nota a mi oxidado corazón. El brillo sensual de sus uñas que lograban las más altas notas, como también las más profundas y graves, dentro de mi pecho haitado de su música y de su armonía. Cada nota fue una experiencia sublime, cada día una sinfonía de amor. Oír la música de su sensualidad, oír y sentir el compás de su andar era nadar en su cadencia. Como flotar en un pentagrama era su dulce sonido. La interpretación más delicada de la naturaleza eran... los idílicos sonidos de su alma. 27
SU ROJO PALPITAR A los pétalos más delicados se asemejan sus tersas formas, a flores de manzanares huelen. A flores de mi jardín comparo sus pezones, colmados de néctar y coloreados por el arcoíris. Su primoroso pubis se asemeja a una fontana que sacia la sed del sediento, que baña las vides del vino embriagador. Sublime refugio de mis tantos ensueños. Alameda junto al río su vientre blando, donde reposo cuando agitado busco el solaz descanso. Porcelana fina sus manos frágiles, inquietas y ardientes, cual sueño de adolescentes, que buscan, hurgan y escarban hasta mi esencia. 28
Como la sangre de mi corazón, color de una puesta de Sol, es el rojo de su palpitar cuando junto a mi pecho siento su apresurado latido. Roja sangre que bulle con el ritmo de una música, música de corazones heridos, flechados por el mismo amor. 29
CONTANDO ESTRELLAS Contemos estrellas, esas que más brillan, las que parecen mirarnos. ¿Será que alguien nos mira, y que envidia nuestro amor? Tal vez solo deseen sentir el roce de mis dedos en tu rostro, o los tuyos cuando se enredan en mi pelo. Contemos solo las que nos miran, tal vez puedan sentir lo que entre nos sentimos. Si pudieran percibir con sus sentidos, y si de a dos se unieran, tal vez y solo tal vez, también ellas comprenderían cuánto te amo. 30
TU ALIENTO Tu aliento es perfume de azares, cálidos aires que mi respiración perturba. Que aumenta mis latidos, que eriza mi piel, que nubla mi mente y agita mi sentir. Tu aliento mueve dentro de mí todo lo que deseo, todo por lo que mi corazón palpita. Tu aliento es... cuanto respiro en mis sueños. 31
AMOR ALADO Alas al universal viento, que me llevan, me empujan. Como arrastrándome a la locura de no seguir siendo. Tanto me atraes que ya ni lo intento. Que ya no me resisto ni a ti ni a este viento. Me llevas por caminos de dulces tormentos. ¿Cuándo escaparé de tanto sufrimiento? ¡De cuanto por ti siento! Se plegarán mis alas en tanto estés a mi lado, en cuanto por mí también sufras... este amor alado. 32
TE PIENSO Te pienso en cualquier momento, pienso en instantes que se han marcado a fuego en mi ser. Te recuerdo sonriendo, al amanecer, al Sol, a la vida. Como cuando me mirabas de frente sin mezquinar suspiros. El viento del mar me lleva hasta tu imagen, este viento húmedo que se convierte en caricias. Te espero en este estío despertar, te espero como todos los días. 33
UN BRILLO EN TU ESTAMPA Vestías la más hermosa sonrisa, un brillo en tu estampa cual brillo nunca visto. El Sol te miraba y mis latidos por ti crecían, porque me miraras, porque por mí sonrieras. Hasta los mirasoles se daban vuelta a tu paso. Hasta la naturaleza has confundido, y a mi ser obnubilado. 34
COMO AVES QUE JUEGAN Como aves que juegan a planear en el viento, así vuelan jugando mis anhelos. Como aves sin límites vuelan mis sueños. Sueños de retenerte como ayer, como hoy. Anhelos de sentir tu piel pegada a la mía, a mi piel entibiada por el estrecho abrazo de cuerpos calientes. 35
DESPERTAR Desperté y aún sentía su perfumado aliento, aún oía la música de sus latidos, aún percibía la tibieza de sus palmas. Al despertar aún sonaba en mis oídos la sinfonía de sus palabras. Aún me agitaba y me abrasaba a mi almohada, hasta que un fantasmal suspiro llenó el aire que respiraba. 36
SUTILES PALABRAS Palabras sutiles para expresar lo que se lleva por dentro, aquello que inunda los pensamientos, que inquieta la mente, que provoca el deseo. Palabras sencillas para describir cosas profundas que llenan los huecos del corazón. Palabras que narran historias tal vez imaginadas, deseadas. Aquellas historias de experiencias posibles. Pero que vuelven a cobrar sentido dentro del marco de los latidos, de latidos que sufren, que se ilusionan, que sueñan. Palabras sutiles que rememoran historias de dos, dos que se buscan, que su sino es el mismo camino. Recurrentes versos del sentir sufrido de un corazón urgido. Son simples las palabras que hablan de amores eternos. 37
LOS OJOS MÁS LINDOS La mirada más linda que mortal sufriera de sus ojos redondos. ¡Que no me sonría! Me convertiría en siervo y latiría mi pecho solo y cuando me mirara, cuando me mirara así, de cerca, oliendo su aliento perfumado de azares. Se volverían mis latidos los suyos, y dejaría de ser cuando por mí sonriera. ¡Que no me acaricie! Me volvería nada a su lado y solo volvería a ser cuando en mi boca respirara. Ya no sería yo mismo cuando por mí hinchara su pecho glamoroso. Ya no podría ser cuando su respiración exhalara reavivando fantasías. 38
No sería yo cuando sus cálidas caricias bañaran mi piel, cuando me mirara a los ojos, cuando en mi boca sonriera. Cuando me inundara por dentro su primorosa y tibia exhalación. Cuando los más bellos ojos se fijaran en los míos, dejaría de ser para volverme su sombra. 39
INMORTAL ABRAZO Su figura apoteósica llenaba sus pensamientos. Ella abrazaba el Sol entre sus curvas. Él amaba el olor de amoríos de sábanas calientes, ella gemía con cada latido de sus profundos deseos. Así fue cómo amantes cósmicos dejaron de ser hologramas de un universo incierto, para ser piel y tibia sangre. La percepción de cuerpos ahora sensibles, ahora vulnerables, vulnerables al roce, a amoldarse uno contra el otro. Impotentes ante el amor de insolentes caricias, que se unieron en inmortal abrazo, iluminaron el firmamento con sensual encantamiento. Él, la buscó con ansias, ella, lo sujetó con fuerzas. 40
EL SOL Y LA LUNA Su hombría llenaba todo su universo. Sus huecos abrazaban el fuego del Sol. Él seguía el olor del amor, ella gozaba cada latido de su lívido. Y fue el comienzo de un amorío cósmico, él, el Sol, ella, la Luna. 41
EL RÍO Marrón, el río, lapachales, teros, chillidos. Su serrucho en la arena enlodada, las pisadas de aves hambrientas. Mugre, la del río, arbustos bajos, espinas y flores de Caesalpinia. Una nutria que bebe sus venas. La vida bajo el Sol que lastima la piel, el frío que hiela los pies, el viento de polvo que hiere los ojos. El río, los peces, las redes, la vida y su dolor de parir a su vera y llenar de críos y flores nuestro jardín. Mientras que el horizonte ilumine este espejo de agua, mientras que su orilla sea mi límite, seguiré sembrando flores y echando mis redes, seguiré amando a mi río. 42
NIÑA MUJER Camina en la vereda arbolada a la sombra de sus cuitas, sueña con ser princesa o la esposa de un valiente que se juegue por amor su sino. Mujer de ensueño de ilusiones miles, desde su interior sonríe, como niña sonríe, a la vida, al camino, al infinito. Por la vereda angosta se estrechan sus sueños y la esperanza es una sombra que en la noche se pierde. Brillos de una noche que su alma enceguece, que llevan su angelical figura por pasos que no vuelven. Busca el sentimiento en su esquina, donde ni el diablo camina, busca, tropieza, encuentra a cada paso su mal tino. Entonces se vuelve niña y otra vez al camino. 43
PODER AMAR La encenegaron en su propia letanía para no ser feliz, bruja meiga que la hizo infeliz. Más de Dios eres bendición, no abandones tu corazón urgido y vence en tu sentir demergido el óbice inicuo que impide alcanzar tus sueños. Deja de vanear, que tu retórica se vuelva lírica y encuentres en el amor a aquel que ya conoces. Que en tu pecho repose la paz y echa tus cuitas al ecuóreo fondo del olvido. Que a tu alma se allegue la fascinación de su canto idílico. Que un resplandeciente Lucero ilumine todo tu ser y enamorada vuelvas a cantar tú también de espaldas a la traición y el dolor. 44
Vuelve a amar para tu corazón sanar, porque el amor vence al mal y enamorada otra vez vivirás. 45
LO QUE VALE EL AMOR Corre a sus brazos, ama, sonríe, vive. Que no se olvide de quién por ser su amante se desvive. Corre a verla a reír con ella, a consolar sus desdichas y de la mano llevarla. Corre a beber de su cuerpo feérico las lágrimas, sus labios, su afluente hipnótico. Corre tras ella, no dejes de valorar por falsas consignas de la vida a quien te pueda amar. Corre a rescatarla del ludibrio y la canallada, que un amor vale lo que vale una vida. 46
LA NOCHE La noche prometía... prometía muchas cosas, lujuria tal vez. Sus cuerpos desnudos amor y más prometía. Invitaba a los amantes a hacer locuras de amor, como arrolladora magia saliendo de sus adentros. Suspiros y más suspiros y la piel ardiente al roce de sus deseos, la tentación de tocarse, de recorrerse, de descubrir cada parte. La noche invitaba a los besos desnudos, a sentir la piel en las palmas de sus manos. Noche demencial y de amatoria desenfrenada, como arrebato en un huracán llegaron a no poder parar, 47
a no poder controlar nada de tanto desborde pasional. La noche prometía el fin supremo de besarse sin ropas, de dejarse llevar por ese tornado de pasiones. La noche concluye y los amantes gimen aún al alba. La saliva de sus besos aún no acaban. 48
LABIOS ROJOS Una diáfana sonrisa imprime en sus labios rojos la luz de una estrella. Ungidos de miel saben a néctar del cielo, cálidos y húmedos al besar sientes el suave roce de su terciopelo. Son de nácar con un brillo tornasolado, a su blanda textura ansío llegar. Son labios que besan jugándose al amor, sin medir consecuencias su espalda dando al temor. Bésame con tus labios escarlata, transpórtame al más allá, que se fundan mi boca sedienta y tu boca. Vuelve a besar, devuélveme el amor. 49
VOLVER A SENTIR Prefiero el amor sufrir, prefiero sentir aunque duela, sentir que estoy vivo. Aunque me haga sufrir y el dolor sea en mi pecho, aunque pensarla me duela, me duela el amor. Soñar ilusionado y que el dolor me ate a su lado, que me devuelva el amor del corazón los latidos. Prefiero oír la música de su voz trémula y agitada, cuando ardiente y sensual me susurra extasiada. Que el juego de las manos recorran kilómetros de piel, que quiera perderme en su adentro, que me regale su cenit. Que mil besos en la noche sellen su presencia, aunque en la mañana siguiente sufra su ausencia. 50
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