La levantó de la cama y la tomó por sus brazos, comenzó a caminar por todo el lugar diciéndole: – Estoy muy contento de tenerte a mi lado, te enseñaré todo lo que yo sé, haremos cosas muy divertidas, te ense- ñaré todo. La llevó al comando de la nave, se sentaron ahí y vieron el espacio. – No te preocupes, yo te cuidaré. Ella solo escuchaba. Al tener viva a su hija Moret se sentía muy, pero muy con- tento, al estar con ella comenzó enseñándole lo básico, buscó todo lo que había en la biblioteca universal de la inteligencia artificial y comenzó a enseñarle todo. Pasaron los días y su hija se sentía muy cómoda con aquel robot que se hacía llamar su padre. Un día ella le preguntó – ¿Papi, ¿cómo me llamo? Se quedó pensando por un momento, es verdad que aún no le había puesto un nombre y en ese momento se acordó de uno que le gustaba mucho, porque el amor de su vida le había dicho ese nombre muchos años atrás. - Tu nombre es Paulet Sofía. Ese es tu nombre. 251
Estuvieron por hablar más cuando la inteligencia de la nave se activó y dio el aviso al acercamiento de la nave hacia la atmósfera del planeta. Moret se acercó al comando para ver la situación actual, vio que estaban por encima del planeta y era su decisión empezar el descenso o no. Tomó el control manual y se alejó un poco de él, de manera que se quede estático en el espacio. Estaba todo listo para empezar el coloniaje, Moret desde el espacio activó las cámaras de la nave, y comenzó a estudiar el planeta, su hija estaba al lado. Activó sus cámaras y comenzaron a ver en la pantalla gigante. Moret vio vegetación en el planeta, vio tierra fértil, además que estaba compuesta por ríos y mares, tenía el líquido vital para la supervivencia. Antes de ascender al planeta quería seguir estudiándolo. Tenía mucho por hacer, estudiar el planeta, estar con su hija, sin duda necesitaba ayuda. Moret entró al sistema de la inteligencia artificial y hackeó el sistema, de inmediato activó un grupo de robots para enviar al planeta, quería estar seguro de las condiciones de este mis- mo, envió 3 robots militares y 2 exploradores. Los activó y les dio la misión de reportar todo lo que encuen- 252
tren a los exploradores mientras que los escoltas deberán cui- darlos de toda amenaza. Activó una de las naves para controlarlo desde la nave princi- pal, y así fue como Moret envió a los primeros exploradores, lograron aterrizar sin ningún problema al planeta, desde las cámaras observaban todo lo que pasaba y todo lo que ellos veían durante 3 días. Al cuarto día Moret comenzó a sentirse medio raro, ya no te- nía esas energías como los días anteriores, pensó que era algo de su cuerpo, alguna pieza de cambiar algo parecido a esto. Mientras seguía estudiando el planeta, Moret escuchó un pe- queño sonido que salía de su cuerpo, se dio cuenta de que tan solo se escuchaba por unos segundos y luego se apagaba, era raro para él, ya que no comprendía nada. Estando trabajando al lado de su hija, ella notó algo raro en el pecho de él. – ¿Papi qué es esa luz que sale de tu cuerpo? De inmediato, se quedó pensando y se vio aquella luz, tiempo atrás esa luz no estaba ahí, no sabía qué era y esto lo asustaba, lo que sí sabía es que tiene alguna relación con los extraños sonidos que escuchaba anteriormente, se quedó pensando por un momento en que, si tal vez era algún problema con este cuerpo, o si era la falla de algún sistema energético, pen- só en muchas cosas. O tal vez sea, lo dijo en voz baja y muy despacio – la batería – Se acordó que este modelo de robots es muy antiguo y que esta base de batería, baterías muy avanza- das, pero al pasar con los años estas se agotan. 253
Recordó efectivamente que son las baterías, lo cual asustó mucho a Moret, sabía que estas baterías no pueden ser cam- biadas al menos que sean del mismo modelo. Estaba en un gran aprieto, tenía miedo de morir, aquel sen- timiento era tan real como si estuviera esperando su muerte. Miró a su hija parada a su lado y la llevó a la cabina de man- do, entró al sistema y cambió las configuraciones del sistema; de inmediato, ingresó los datos de su pequeña hija. Ahora la inteligencia obedecía las órdenes que le daba su hija, tenía el comando de voz activado y también se podía hacer manualmente. Moret hizo eso rápido, ya que no sabía cuál era el tiempo de vida que le quedaba. Pensaba en algo, pero nada se le venía a la cabeza tenía mucha presión, sabía lo que estaba a punto de pasar, para empeorar las cosas se acordó de Soret, sabía que ella también tenía el mismo cuerpo que el suyo, lo que no sabía era si ella seguía viva o si estaba muerta, buscó en su rastreador y, efectiva- mente, aunque la señal era débil la pudo encontrar. Le envió un mensaje por video hacia su nave, diciéndole. – Soret, ha pasado mucho tiempo, no sé dónde estás, qué es lo que estás haciendo o cómo te está yendo, no lo sé, el dispositivo que tienes en tu cuerpo me permite saber si es- tás cerca o lejos. Y sé dónde estás Soret, pero este no es el motivo de mi llamada, esto es algo real que está pasando, no sé si lo recuerdas, pero tienes un cuerpo metálico que 254
es consumido por una batería. Hace 2 días mi batería co- menzó a agotarse, eso significa que muy pronto nos apaga- remos y moriremos para siempre. Intenté descifrar cómo revertirlo o como cargar las baterías, pero es un compuesto que no hay en la nave. No sé cómo detener esto, nuestras baterías tienen ya en funcionamiento casi 5 mil años y tú lo sabes, la mayor par- te del consumo se gastó en el viaje. Solo hemos estado des- piertos poco tiempo y ha sido hermoso para mí, esta ha sido mi segunda vida y la tuya también. No sé dónde estás Soret, pero te extraño, desde hace tiempo que te extraño aún más que antes, yo te sigo amando como no te lo imagi- nas. No sé si tengo suerte o muy mala suerte, pero te con- taré algo. Fecunde al óvulo que era nuestro, sí, ya sé que tú me dijiste que no, pero al parecer, tú no lo querías tener y yo sí lo quería, por eso cuando te fuiste al poco tiempo ella despertó. Ella es una niña, la he llamado Paulet Sofía, porque una vez me dijiste que te gustaría tener una hija con ese nombre y yo me acordé de ese momento es, por esa razón, que ella tiene ese nombre. Suena bonito cuando se lo digo y ella viene corriendo a abrazarme. Diciendo estas palabras su hija entró a la habitación. – ¿Papi con quien hablas? – Hija mía, amor de mis amores, reina linda, preciosa. La tomó entre sus brazos y la alzó. – Detrás de esta cámara está tu madre, nunca te lo había dicho, pero tienes una madre y ella te está viendo en este 255
momento. Salúdala. – Hola mami, hola– lo dijo con una voz muy dulce. – ¿Qué haces mami qué no vienes? Ya llegamos al pla- neta y papi envió una nave para allá. No demores mucha mami, te estaré esperando mami. Te amo mami. Moret cortó la llamada. Mientras que, al otro lado, minutos después ella recibió el mensaje, al igual que todo el tiempo no estaba haciendo nada, automáticamente el mensaje se abrió y, sin querer, empezó a verlo. Vio todo lo que le decía Moret, llamó más su atención cuando habló de las baterías, porque ella al igual que Moret había comenzado a escuchar ese sonido y a ver esa luz. Moret había llamado su atención, con lo que le dijo de las ba- terías, pero nunca se imaginó que le daría esta noticia. Soret vio a una niña muy hermosa, tenía todo de ella, sus ojos, sus cejas, su sonrisa, su nariz, su boca, era una copia de ella, de inmediato ella le creyó porque ella era muy idéntica a So- ret. Tenía un sentimiento difícil de describir, sentía muchas cosas al mismo tiempo, también tenía una tristeza muy grande en su corazón, el sentimiento de madre no lo sentía porque esa niña no había estado en su vientre, y solo fue un óvulo fertili- zado que se desarrolló en una cápsula, sin embargo, era como verse a ella después de mucho tiempo. 256
Ese sentimiento no lo podía negar, quería verla de frente, quería recordar lo que es un ser humano. La quería. Luego de terminar de ver el video Soret se quedó pensando en muchas cosas, lo que acababa de ver no era fácil de asimi- lar, tenía muchos problemas consigo misma, otro con aquella niña, y lo más doloroso es que dentro de poco tiempo ella se apagaría por completo. Moret, por otro lugar, estaba más que descontrolado, su hija no sabía qué era lo que estaba pasando, tan solo miraba como su padre se movía de un lado para el otro. Entre muchas ideas que se le vino a mente, recordó el funcio- namiento del casco neuronal e intentó transmitir su concien- cia a otro cuerpo, era una de las ideas más rápidas que tuvo. Lo intentó, pero al conectarse con el sistema de aquellos ro- bots, esta información no era aceptada por ellos, vio que era inútil, podía modificarlos, pero eso tardaría mucho tiempo, ese era un trabajo de varios meses y ese tiempo no lo tenía. Moret buscó un modelo capaz de receptar esta información, pero ninguno le servía. Volvió a encontrar después de mucho tiempo al robot que estaba en la cabina de mando. Lo tomó y lo conectó a la computadora de la nave. Y vio que no era compatible con él, pero notó que este si era compatible con los demás, sabía que lo podía que hacer era revivirlo nuevamente, no lo dudó y copió sus archivos y se lo trasladó a otro cuerpo, de inmediatamente este revivió. 257
Como todo ser vivo, al levantarse muy despacio reaccionó después de un tiempo. Vio a Moret – Moret estás vivo, estoy sorprendido de que mi plan funcionó, temía que no funcionara ¿Y dónde está Soret? – este se levantó del suelo. – Te lo diré todo, pero necesito que me ayudes con una información. Mi batería solo tiene 5 mil años de vida y mi tiempo está llegando a su fin, quiero pasar mi conciencia a otro cuerpo, pero mi sistema no es compatible con los de- más, ¿Existe alguna forma de poder hacerlo? Dime lo que sabes Saru. – Moret yo también soy obra suya, tú me despertaste la primera vez al separarme de Kloe. Kloe me programó con las primeras versiones de inteligen- cia artificial, por eso soy lento y torpe, no soy como Kloe por el mismo hecho de que yo no tengo esa actualización. Pienso que, si existiera un cuerpo con características muy grandes como las de Kloe o la suya podría insertar su in- formación, pero yo he pasado mucho tiempo en esta nave estudiando y no existe ese robot aquí dentro. Saru vio como una niña se acercaba a lo lejos a Moret y a ella y preguntó: – ¿Quién es ella? – Es mi hija, es una larga historia, pero no es momento de contarla, me queda poco tiempo y debo pensar en algo. – ¿Cómo la hiciste Moret?, si tú no tienes el cuerpo orgá- 258
nico, ¿cómo sucedió? – Tenía un embrión fecundado, una vez se lo extraje a Soret junto con Kloe. Gracias al embrión ella pudo existir. – ¿Hay más de esos embriones? – Hay muchos en la nave, pero son embriones fecunda- dos de distintas personas. – Creo tener la respuesta y se encuentra en el cuerpo de ella. Si logramos obtener su ADN podemos sacar tu ADN e insertarlo a otro embrión fecundado, a este lo incubamos y dentro de poco tiempo te tendremos de vuelta con un cuerpo orgánico. – ¿Eso es posible? – preguntó Moret. – Es difícil pero no imposible. Intentémoslo. Moret salió corriendo del lugar y fue a llevar las buenas no- ticias a Soret porque ella quería tener de vuelta su cuerpo or- gánico. Le envió un mensaje. – Soret tengo buenas noticias, puedo trasladar mi mente al cuerpo orgánico de otra persona, la respuesta está en el ADN de nuestra hija, si logramos sacar la cadena de ADN de ambos, podemos insertarlas a óvulos fecundados y, dándoles nuestras características, tendremos un cuerpo nuevo. Quiero que regreses Soret por favor tengo ya la so- lución a este problema, por favor regresa si no regresas no podré pasar tu conciencia a tu nuevo cuerpo, por eso nece- sito que regreses Soret, por favor, regresa mi amor – Le dijo con voz destrozada. 259
Saru tomó muestras de ADN y comenzó a estudiarlas en el laboratorio de la nave. Minutos después Soret respondió a su mensaje. Moret lo abrió – ¿Es verdad lo que me estás diciendo Moret? ¿Es posi- ble eso? ¿Estás seguro de que eso va a funcionar? Quisiera ir para allá, pero mi nave ya no tiene energía y estoy flotan- do sin rumbo en el espacio. Ya no puedo hacer nada, solo espero hasta el momento de mi muerte. Dijo esto con una voz desanimada. Moret tenía una idea y esta era traerla de vuelta. Se acercó a Saru y le dio órdenes de cuidar a su hija cueste lo que cueste, sin importar nada de lo que pase. – Recuerda la misión. Iré por Soret. Me llevaré una de las naves guardadas. Cuida a mi hija, ¡Regresaré hija! – gritaba mientras corría hacia la nave. Moret se sentó en la cabina principal e iba detrás del amor de su vida, estaba muy triste por todo lo que había pasado, pero, sin embargo, tenía una esperanza de vida. Iba detrás de ella porque ella era lo mejor que le había pa- sado, tenía muchos recuerdos guardados en su mente, tenía todo, a pesar de estar en el cuerpo de un robot Moret seguía sintiendo las emociones que sentía cuando tenía un cuerpo 260
orgánico. Vio que el tiempo de llegada eran 4 días terrestres hasta la ubicación de Soret. Tenía tiempo suficiente para pensar en todo lo hermoso que fue vivir su vida, una vida de misterio, una vida de aprendizaje, una vida de emociones destruidas, de discriminación de la sociedad, una miserable vida sin nin- gún sentido, una vida de dolor. Sabía que algo malo podría pasar como quedarse varado en el espacio mucho antes de llegar donde Soret. Esperó 4 días hasta llegar donde ella, desde lejos veía como la nave de Soret estaba varado en el espacio, se acercó muy despacio y se comunicó con Soret. Soret estoy fuera, abre la escotilla iré por ti. – La escotilla se abrió y vio a Soret ahí con un gesto de esperanza. Moret se vinculó a un mando para poder salir de la nave y acercarse donde ella, la tomó de los brazos, la abrazó y regre- só a la nave. Ya estando dentro Moret solo intentó relajar toda esa incomo- didad causada. Nuevamente, repitió el plan para ver si de esa forma podía liberar la tensión. – Soret como te había comentado, existe una forma para poder recuperar nuestros cuerpos orgánicos, en el cuerpo 261
de Paule Sofía, ahí está la única salvación que tenemos. Saru se quedó estudiando la cadena de ADN de nuestra hija. Soret lo quedó viendo cuando él dijo “nuestra hija”. – En 3 días llegaremos, para acelerar nuestro tiempo de llegada, debo desacoplarme de varias partes de la nave para hacerla más liviano y poner todos sus propulsores a máxima potencia. Sabía que esto podría causar daños en la nave si se mantienen así por mucho tiempo. Comenzaron a recalentarse los motores después de dos días de uso continuo a todo el poder, para cuando se estuvieron acercando al planeta s17 ya era imparable controlar a la nave debido a la velocidad a la que iban. Habían superado la ve- locidad de la luz. Para cuando estuvieron cerca de entrar a la atmósfera del planeta Moret ordenó a Soret que se ponga un traje protector que consistía en armaduras para los soldados en conflictos de guerra eso era muy útil porque eran muy re- sistente a los golpes, sobrecalentamientos extremos, era algo muy fuerte, difícil de romper. Moret también se equipó con accesorios para su cuerpo, por- que sabía que era un aterrizaje muy peligroso y no estaba se- guro de las probabilidades de éxito. Debido a la gran velocidad que viajaban, existía una gran po- sibilidad de un impacto directo si no logran detener aquella 262
nave que se movía mucho más rápido que la velocidad de la luz 263
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EPISODIO 17 “5 MIL AÑOS CONTIGO” 265
Al tercer día Moret intentó apagar los motores, pero estos no respondían, razón por la cual, tenía que utilizar los propulso- res del frente para frenar aquella velocidad. Los activó, pero era poca la diferencia, todavía seguían via- jando muy rápido, al planeta ya se lo podía ver en el radar, la única esperanza que tenía Moret era destruir dos de los propulsores principales. Lo hizo, destruyó los propulsores principales, tenía que hacerlo, personalmente con un reactor de energía que había encontrado en la nave, estos son muy comunes para guardar energía por pequeños períodos. Junto con explosivos los colocaron en el lugar de la nave y cerraron las compuertas para que no afecte con la gravedad. Moret sabía que esos explosivos eran muy pequeños, pero esa era la intención, colocar explosivos pequeños para que no afecte con la velocidad de la nave y sobre todo con la direc- ción. Fue como una pequeña corriente que llegó hacia el sistema energético de los propulsores provocando un choque de ener- gía y averiándolos. Después de destruir los propulsores, Moret ideaba un des- censo, y este era rodear el planeta para que la gravedad del mismo disminuyera poco a poco, no iba a hacer suficiente, pero ayudaría en mucho para el aterrizaje. Se encontraban aproximándose al planeta, listos para comen- zar con la maniobra de descenso, ya en ejecución Moret co- menzó a hablar porque no era seguro si llegarían con vida a 266
la superficie. – Soret por favor escúchame, aún tenemos poca batería en nuestros cuerpos, mis reacciones comenzarían a fallar, mis sistemas están más lentos, dentro de poco tiempo es probable que comience a apagarme y perderé mi visión y mis sentidos. Soret si esta idea logra tener resultado, te prometo que te devolveré a tu cuerpo tal y como eras. Hay algo que no te he contado Soret, pero yo tengo el ADN de Endamin, hace tiempo me contaste de él y de su muerte, pensé en guardar su ADN para algún día traerlo a la vida. Y yo sé que hoy es el gran día. Yo lo tengo Soret, robé eso que por tanto tiempo llevabas cuidando, el que cuidabas no era el verdadero. Nunca te dije por qué quería que sea una sorpresa. Quería trasladar su mente al cuerpo de un robot como lo hicimos contigo y conmigo, eso quería hacer. Pero después me contaste mucha información de él que perdí esos deseos de hacerlo, sentía muchos celos entre más me con- tabas de él me hacías sentir más pequeño a diferencia de él. Espero que él al despertar sepa valorar un amor que ha estado esperando mucho tiempo, espero que no te haga su- frir, que no se burle de ti, que sea un gran apoyo para todo lo que quieras hacer, espero que ambos sean muy felices. Me gustaría verte feliz, yo no tuve esa suerte, ese privile- gio, esa razón inmemorable para yo ser el amor de tu vida, tal vez tú fuiste el amor de mi vida, pero yo no fui el amor de la tuya, lo supe desde la primera vez que me contabas tus cosas. Desde ese momento creció una duda en mí, cre- ció mucho más cuando me hablabas de él, tenías que ver tu rostro, esa emoción que transmitías, era algo que nunca había visto en mi vida, lo amabas demasiado, un amor que 267
no tiene límites, tú sabes muy bien cuánto lo llegaste amar, y por eso buscabas otro amor como él. Cada vez que me contabas de él te veía, una tristeza de amor en tus ojos, y me decías todas sus aventuras con mu- cha pasión. Cuando me hablaste de él, cuando se dieron la prueba de amor, eso fue lo que más me partió el corazón, yo pensé que yo era el amor de tu vida, viví engañándome por mucho tiempo, eso pensaba yo, pensé que era especial y muy diferente a los demás, pensé que yo había sem- brado un sentimiento de amor dentro de ti, así como tú lo hiciste con él. Me destrozaba el alma solo el pensar, sólo con decirlo, como aquella vez cuando te pregunté qué tanto lo lograste amar. Tú me dijiste que lo amaste como nunca habías ama- do a un hombre en todo el universo. Y tú eso me lo habías dicho antes, haciéndome creer que yo era él, me mentiste, me mentiste Soret, gracias a esas palabras me habías lleva- do a lo más alto del cielo. Te recuerdo que también me di- jiste que nunca vas a amar a otro hombre como lo amabas a él, tú me dijiste que eso era algo incomprensible, algo fuera de este mundo. Y yo solo me quedé como un gran idiota, estaba sembrando en tierras no fértiles, no sé lo que estaba haciendo, en mi mente quería pesar que esto era mentira, pero tus palabras me hacían creer todo lo contrario. Cuando yo te pregunté si sentías pasión por mí, me dijiste que sí, pero muy diferente a lo que tú sentías por él. ¿Qué fue lo que me dijiste?, que, él te había llevado a un alto ni- vel de orgasmos que con solo tocar tu espalda era mucho más que suficiente para activar todos tus sensores emocio- nes y llevarte hasta lo más alto del placer. Eso también me lo dijiste a mí, que yo había causado eso en ti, que yo era 268
el primero. Maldita sea, me dijiste que yo era el primero en hacerte sentir ese placer y luego me dijiste que él fue él. ¿Por qué? ¿Por qué amor? ¿Por qué me ocultaste todo eso? Sabes lo mucho que yo hice por ti, no tienes ni idea cuántas veces dejé de hacer mi trabajo para dedicarme a ti. ¿Cuántos de- talles te hice? ¿Cuántos fueron? Arriesgué mi vida por dar- te una sonrisa, he hecho mucho por ti, y no me valoraste no sé para qué mierda seguías conmigo si ya no me amabas. No sabes que al hacer eso solo me causaste daño y des- trucción, no entiendo por qué lo hiciste, no entiendo eso. Pensé que todo el mundo tenía el mismo pensamiento que el mío, o las mismas emociones y sentimientos. Ahora me doy cuenta que no sirve de nada amar a alguien con todo el corazón, eso es lo peor que se puede hacer porque no estás seguro de que el otro hará lo mismo contigo. Suspiró. Soret, poco a poco te fuiste alejando de mí, poco a poco sentí esa frialdad en mí, primero fue que no te besara, lue- go fue que ya no te tomara de la mano, luego fue que ya no me acercará hacia ti, luego los abrazos, por último, me de- cías que ya no tenías tiempo para mí. Ya no te voy a amar eso sí te lo digo Soret, te odiaré hasta que muera, porque este amor se ha transformado en odio y envidia, yo sé que nunca me llegaste amar, eso lo sé. Y si lo hiciste fue solo una mierda de amor, algo pequeño, insignificante, que no tuvo validez para ti, pero para mí fue algo muy grande. Me gustaría volver en el tiempo y decirme a mí mismo que ese día me quedara en casa para no ir a la feria. La vida 269
no fue como yo pensaba, pensé que el amor que mi madre cuando era niño me lo ibas a dar. Pensé que ese sentimien- to me lo daba una mujer. No sabes el olor que has dejado justo en mí, muchas cosas han pasado mucho tiempo. Pero yo he comprendido en todo el tiempo que pasó que este amor ya no tiene salvación, dime ¿qué hago con este amor que siento? Dímelo, ¿qué hago con esto que era para ti? Esta será mi prueba de amor, en la nave están el ADN de Endamin yo sé que tú lo amas y que él es el amor de tu vida y no yo. Mi amor es diferente a comparación de él. Solo tienes que insertar el ADN en un óvulo y dentro de poco tiempo podrás reencontrarte con tu amor. Esa será la mayor prueba de amor que yo te puedo dar, espero que seas feliz y que vivas una vida muy linda porque te lo me- reces Soret. Adiós y cuida a mi hija por favor. Moret comenzó a soltar la cabina secundaria enviando por los aires a Soret, calculó que esta caería en alguna parte del mar, las coordenadas fueron enviadas a Saru para que comenzara la búsqueda. Después de ver a Soret salir por los aires y de regalarle una nueva oportunidad de vida y a su verdadero amor, vio cómo se alejaba y activó su traje, este envolvió a Moret en un campo gravitatorio y lo cubrió formando un círculo metálico. Moret ya no podía hacer nada más, la nave comenzó a des- cender cada vez más y más hasta chocar con una inmensa vegetación que destruyó la nave en miles de pedazos. Moret salió volando del impacto enviándolo a cientos de me- 270
tros del choque. Su traje de protección no había sido de gran ayuda. Moret se había detenido en tierra fértil, su impacto hizo un camino con su cuerpo. Aquellos golpes habían afectado su sistema, reaccionó des- pués de varias horas de estar tirado en el suelo. Tiempo des- pués de tenerse Moret abrió sus ojos y vio la situación, estaba por anochecer. Moret intentó buscar la localización de Soret, pero estaba da- ñado su depósito debido a los golpes, intentó pararse, pero fue inútil. Entonces, se dio cuenta de que su pierna derecha estaba destrozada, aunque la izquierda estaba casi en buen estado. Vio sus brazos y el izquierdo estaba muy dañado, los golpes sacaban choques eléctricos. Ya no podía hacer nada, intentó comunicarse con Saru, pero fue inútil, estaba todo dañado, vio la luz que salía de su pecho y sabía que le quedaba muy poco tiempo de vida. Tocó su batería, sintió que tocaba su corazón, por alguna ex- traña razón pudo sentir latir su batería, él sabía que eso era producto de su imaginación de la inteligencia artificial que estaba con él. Pero se sintió tan real, que esto le hizo sentir estar en un cuer- po orgánico. Miraba el cielo aceptando su destino. Cuando, de pronto, es- 271
cuchó un sonido que se acercaba por su delante, le pareció ver algo, sí, efectivamente, era Soret. Se quedó sorprendido al ver a Soret acercándose muy despa- cio, ella no tenía su brazo derecho y estaba en pésimas condi- ciones. Poco a poco se acercaba dónde Moret. Llegó donde él e intentó ponerlo de pie para llevarlo de ahí, lo agarró del suelo, lo levantó e hizo que se apoyara en ella, pero fue inútil, pues al tercer paso cayeron al piso. Soret no estaba en condiciones para llevarlo y Moret no tenía una de sus piernas funcionales. – ¿Soret porque viniste por mí? Sabes que ya no tengo remedio, y tú sí lo tienes, debías ir a las coordenadas que te envié. – Mi sistema se dañó y no recuerdo la coordenada, vi el humo del impacto de la nave vine a buscarte, pude encon- trarte por los restos de la armadura que estaban esparcidas por este lugar. Moret losiento, perdóname si te hice daño, perdóname Moret, no quiero revivir el pasado, sabes me gustaría ver a la pequeña Paulet, ella es muy linda. Sentí emociones muy fuertes cuando me dijo mami, la sonrisa que vi en su rostro me causó una alegría inigualable, me da un poco de tristeza al saber que estará sola sus próximos días. Discúlpame si alguna vez te hice sentir mal Moret, lo único que puedo hacer antes de morir es pedirte perdón. Tengo miedo de morir Moret, sé que ya morí hace miles de años, pero siento que es la primera vez que voy a morir, se siente muy cercano. 272
Tomó la mano de él y la apretó repitiendo sus palabras. – Tengo miedo. – Yo también lo tengo, quisiera ver a mi hija crecer, le es- taba enseñando las cosas básicas, me ha preguntado cosas de ti. Y yo le he contado nuestra historia. Como la primera vez en que nos conocimos, o nuestra primera cita. ¿Aún las recuerdas amor? ¿Recuerdas nuestro primer beso? O ¿Cuándo fui devorado por aquella planta para luego ir a lavar mi ropa más adelante? – Sí lo recuerdo, fue gracioso y muy lindo ese día, tam- bién me acuerdo de aquella vez que… – Moret toma fuerte mi mano porque me voy, hazlo por favor. Moret vio como el amor de su vida se moría en frente de sus ojos, y él no podía hacer nada para detenerlo. Finalmente dijo: – Te amo Moret – para luego apagarse. Vio como la luz de su pecho se apagaba muy despacio, hasta apagarse por completo. Ella murió. La oscuridad acompañó a Moret en su triste pérdida, recor- dó varios momentos en los que fue muy feliz, en su concien- cia reproduciendo como un video todos aquellos momentos, desde el más lejano hasta el más cercano. 273
Volvió a recordar toda su vida, segundo a segundo su cuer- po iba perdiendo sincronización, como método de defensa su conciencia reprodujo él audio que una vez Soret le envió. Durante muchos años lo había guardado, Moret vio las estre- llas en el cielo, cerró sus ojos y escuchó esa calidad voz que decía. - “hay amor como crees, no, no, no, no, 5 mil años contigo”, escuchó sus risas por última vez. Finalmente, perdió su conciencia diciendo estas palabras, te amo Soret, en esta vida o en la otra siempre te amaré. poco a poco se apagó su luz y murió. FIN 274
POST CRÉDITO 1 Varios días después cayó una tormenta eléctrica cerca del lu- gar, un rayo logró alcanzar el cuerpo de Moret provocando una sobrecarga de energía en todo su cuerpo, lo que llevó a encender la luz celeste de su batería. El cuerpo tirado de Moret ahora daba una luz de esperanza. 275
POST CRÉDITO 2 Saru encuentra la cura. Saru tomó el ADN de Paulet y comenzó a estudiarlo, revisó su cadena con mucha atención solo necesitaba separarlo y re- visar los datos. Saru recordó donde guardó los cuerpos de Moret y Soret, des- cubrió la forma para tener el acceso a ese lugar, fue a aquella sala, ingresó y notó que nadie había entrado hace miles de años, entonces pensó que Soret nunca sabía que dentro de la nave se encontraban sus cuerpos. Se acercó donde ellos y los miró a través del vidrio, estaban como el día que les dejó en ese lugar, habían envejecido un poco, como se encontraban en hibernación sin fecha para que esta se abriera. Miró a Soret y se encontraba de igual manera, hermosa como la última vez, abrió su cápsula y comenzó el proceso de puri- ficación del cuerpo, Saru tenía que ser paciente con eso por- que no es automático. 276
Esperó pacientemente, al terminar se acercó donde Soret y comenzó a extraerle muestras de su cuerpo para revisarlas, cuando notó un sonido. Era el latir de su corazón automáti- camente Saru se quedó sorprendida, revisó en los datos de la cápsula y era cierto, estaba viva. Voltio donde Moret y abrió la cápsula, esperó la purificación y vio sus datos. Saltó de la emoción al ver esos datos. – ¡Moret está vivo!, gritó. No paraba de gritar de emoción. Nunca perdiste la fe en ti Moret, te repetiré lo que siempre decías: “La constancia y la disciplina forman el carácter, los sueños solo son el reflejo de nuestros logros. Si tienes un sueño, Si lo puedes imaginar, también lo puedes crear, busca la razón de vivir y vivirás una vida que nunca olvidarás.” -Moret Walker. 277
EDITORIAL E-BOOKS DEL ECUADOR 5000 AÑOS CONTIGO Autor : Wilmer Zambrano Edición : Ab. María Padilla Ab. Mariangel Marval Ab. Verónica Moreno Ab. Michelle Cevallos Ab. Jéssica Garcés Director : David F. Moreno Subdirectora : Angélica Sanmartín T Dpto. de encuadernación y creación Artesanal: Claudia Andérica Diseño y Maquetación : Jonatan Bohórquez Primera Edición : Noviembre 2022 ISBN: 978-9942-612-01-4 Formato: Electrónico e Impreso Contiene información publicada La actividad editorial está reconocida por la Cámara Ecuatoriana del Libro. Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con la autorización previa del titular de propiedad in- telectual de esta obra. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva del delito contra la propiedad intelectual. Las opiniones con- tenidas en esta publicación, son de exclusiva responsabilidad de su autor. Quito – Ecuador
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