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LUMEN 2014

Published by Revista MINERVAS, 2015-07-19 16:07:40

Description: LUMEN AGOSTO 2014

La historia detrás de dos historias. El traslado de la sede de la Gran Logia Soberana de Libres y Aceptados Masones de Puerto Rico en 1899

Apuntes sobre la vida masónica de Ramón Emeterio Betances

Los Betances: familia de masones

Análisis estatutario masónico sobre el derecho de representación
de las logias de la jurisdicción en todas las sesiones de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico y sobre el establecimiento legal de “Quorum”:
Un estudio de caso

Un estudio acerca de la percepción que sustentan algunos historiadores españoles sobre la masonería autóctona de Cuba y Puerto Rico durante el último tercio del siglo XIX

Un estudio sobre la posible afiliación masónica de
José Julián Acosta

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LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página i Mensaje del Venerable Maestro Nos complace enormemente presentar a masones y no masones de todo el mundo elprimer número de la Revista LUMEN. El lanzamiento de esta largamente necesitada publicaciónrepresenta no sólo el primer esfuerzo formal y estructurado de la Respetable Logia deInvestigación “José G. Bloise” #113 de difundir la luz del conocimiento masónico recopilado porsus miembros a través de una labor investigativa de estricto rigor académico, sino además laprimera revista de su clase en la historia de la masonería puertorriqueña. Cuando los hermanos de nuestro Taller nos honraron con su confianza para dirigir sustrabajos, les planteamos el reto de crear mecanismos que nos permitieran compartir con todos losinteresados en el estudio de la historia, el simbolismo y la jurisprudencia masónica el acervo deconocimientos que sobre dichas materias hemos compilado muchos de nosotros durante años degestión investigativa intensa y rigurosa. Fuimos enfáticos en afirmar que jamás cumpliríamos acabalidad con nuestra misión institucional si no difundíamos apropiadamente el resultado denuestras investigaciones. Con gran satisfacción hoy puedo decir que los hermanos de la Logia nosólo aceptaron el reto, sino que contribuyeron activamente a traducir las ideas y buenasintenciones de todos en el valioso proyecto educativo que les presentamos a continuación anuestros lectores. Los avances de la tecnología nos permiten compartir, con una audiencia más amplia quela que comúnmente ha tenido acceso a la información sobre la masonería en Puerto Rico, lostrabajos que presentamos en este primer número, y los que publicaremos a través de esta revistacibernética en los años por venir. Confiamos en que este espacio de difusión de informaciónrecogida y estructurada con rigor metodológico ayude a despertar el interés de aquellos que,

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página iidesde la masonería, desde la academia, o desde la sociedad civil, deseen acercarse al estudioformal de la historia y de los principios filosóficos y jurídicos de nuestra Orden. La Revista LUMEN complementará desde el campo editorial cibernético los proyectosque desarrollaremos a corto plazo para seguir compartiendo con nuestros hermanos masones, ycon aquellos que no pertenecen a nuestra Orden, los resultados de nuestros ejerciciosindagatorios. En un futuro cercano, confiamos en poder saludarles personalmente en lasconferencias y simposios que estaremos llevando a cabo en nuestro afán de difundir plenamentela luz del conocimiento masónico.Fraternalmente,R.H. Miguel A. Pereira, P:.M:., 32° KCCHVenerable MaestroRespetable Logia de Investigación “José G. Bloise” #113Gran HistoriadorGran Logia de Libres y Aceptados Masones de Puerto Rico



LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página iii Mensaje del Editor Deseo darle la bienvenida a nuestra revista Lumen que es la realización de muchos mesesde trabajo arduo por los miembros que la Respetable Logia de Investigación José G. Bloise #113,que forma parte de la federación de logias que componen la Gran Logia Soberana de Libres yAceptados Masones de Puerto Rico. Al igual que otras Grandes Logias en el mundo hemoscreado una logia dedicada a la investigación sobre la masonería con un enfoque académico paraque los investigadores que abordan el tema de la masonería tengan otro medio disponible parapresentar sus hallazgos. La revista está abierta a contribuciones que aporten al cuerpo de conocimiento de lamasonería y que promuevan el entendimiento de las bases filosóficas, los aspectos históricos ybiográficos de nuestra fraternidad, dentro de una perspectiva investigativa formal. Quiero darle las gracias a todos los que contribuyeron sus trabajos de investigación paraque Lumen saliera a la comunidad. Al presente los miembros de la R.L. José G. Bloise #113tienen en progreso investigaciones que esperamos publicar en nuestro próximo ejemplar y queestá pautado a salir en octubre del próximo año. Quiero exhortar a otros investigadores fuera denuestra logia y del territoria a que sometan sus trabajos. El cierre para enviar sus contribucioneses el 31 de mayo de 2015. Todo trabajo debe estar libre de errores gramaticales y puede someterlo utilizandocualquiera de los siguientes sistemas de estilo, Turabian, Chicago o APA. Los trabajos deben serenviados en formato Microsoft Word ya sea en cualquiera de sus versiones, 2003, XP, 2007 o2010. Todos los trabajos deben ser originales y no haberse publicado en otras revistas. Se le debedar crédito a las fuentes utilizadas y no vamos a permitir plagio. Los trabajos deben estar en unlenguaje académico serio y exhortamos evitar la utilización de lenguaje rebuscado y arcaico. Detener alguna pregunta se pueden comunicar con el Editor a [email protected]. Esperamos que la revista sea del agrado de todos y que haya añadido al cuerpo deconocimiento de la masonería que es nuestro objetivo principal.FraternalmenteLuis AntonioLuis Antonio Otero González, 32°, KT, RCCMiembro Numerario R.L. Investigación José G. Bloise #113Miembro del Scottish Rite Research SocietyGran Bibliotecario de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico





LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 1La historia detrás de dos historias. El traslado de la sede de la Gran Logia Soberana de Libres y Aceptados Masones de Puerto Rico en 1899 PorMiguel A. Pereira1Caguas, Puerto Rico Uno de los hitos más importantes dentro de la historiografía masónica puertorriqueña esel traslado de la sede de la Gran Logia Soberana de Libres y Aceptados Masones de Puerto Rico(GLSPR) desde Mayagüez a San Juan en el 1899. Todos los autores que en alguna ocasión handedicado parte de su tiempo a reseñar el quehacer masónico boricua no han podido pasar por altoeste inusual evento. No son muchas las Grandes Jurisdicciones Masónicas que han cambiado susede original a otro lugar dentro de su territorio, máxime cuando el uso y costumbre ha sido el deestablecer las Grandes Logias en las capitales de los países u otras unidades geopolíticas(estados, provincias, etc.) en los que opera la Potencia Masónica concernida. En el caso de Puerto Rico, la persecución que contra la masonería, y contra todaorganización identificada con el liberalismo sociopolítico y la tolerancia religiosa, desarrollarontanto el gobierno militar español como el clero católico que dominaban la Isla durante el sigloXIX, obligó a los masones de obediencia autóctona de la época a establecer sus principalescentros de operación lo más lejos posible del ambiente represivo y conservador que imperaba enla ciudad capital (Este no necesariamente fue el caso de los masones de obediencia española,quienes, dentro del clima de persecución que se vivía, eran más o menos tolerados por laoficialidad gubernamental2). Un fenómeno similar ocurrió en el caso de las organizaciones 1 Miguel A. Pereira es el Gran Historiador de la Gran Logia Soberana de Libres y Aceptados Masones dePuerto Rico (GLSPR), y Venerable Maestro de la Respetable Logia de Investigaciòn “José G. Bloise” #113 de laGLSPR. Pereira es también un Ex Venerable Maestro de la Respetable Logia “Uniòn y Amparo” #44 de Caguas,Puerto Rico, y Ex Venerable Maestro de la Logia de Perfección del Valle de Caguas del Rito Escocés Antiguo yAceptado, Supremo Consejo de la Jurisdicción Sur de los Estados Unidos de América. Este último organismo leotorgó el distintivo de Caballero Comendador de la Corte de Honor. Es estudiante del Programa Doctoral deHistoria de América de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, y miembro de la “Scottish Rite ResearchSociety”. 2 García Leduc, José M., Intolerancia y heterodoxias en Puerto Rico (siglo XIX), Protestantes, masones yespiritistas-kardecianos reclaman su espacio social, San Juan, Isla Negra Editores, 2009, Págs. 110-113.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 2políticas liberales y autonomistas de la época, cuyo principal centro operativo durante las últimastres décadas de la mencionada centuria fue la ciudad de Ponce.3 Con el cambio de soberanía política acontecido a raíz del resultado de la GuerraHispanoamericana en 1898, Puerto Rico pasó entonces a depender de un poder metropolitanocuya actitud hacia la masonería era más que favorable. A parte de que entre los llamados “PadresFundadores” de los Estados Unidos de América se contaban varios miembros de la Orden4,varios presidentes de dicha nación habían sido masones, incluyendo al morador de la CasaBlanca durante el periodo de la referida guerra, William Mc Kinley.5 Así las cosas, poco a poco las instituciones de corte liberal fueron reubicándose en SanJuan una vez terminó el conflicto bélico. De esta manera, se ubicaban más cerca de losorganismos que tenían el poder político y económico. La concentración del poder económico y político en San Juan fue convirtiendo a la capital en el principal foco de atracción para aquellos que intentaban ubicarse en la estructura de poder, o a aquellos que aspiraban desarrollar las bases de una nueva posible hegemonía. El periódico La Democracia, por ejemplo, tan importante para el movimiento liberal-autonomista, fundado en Ponce en 1890, se trasladó a San Juan en 1904. Los movimientos políticos y las principales organizaciones económicas van a establecer también sus oficinas centrales en San Juan.6 Es dentro de este contexto histórico que ocurre el traslado de la GLSPR desde Mayagüezhacia San Juan. Sobre este importante hito, se han hilvanado dos discursos historiográficos, loscuales discutiremos a continuación.Una cadena de eventos, dos historias El primero de los discursos es el que se ha desarrollado en el seno de la GLSPR,particularmente por varios masones que han asumido a través del tiempo la tarea de escribir la 3 Gautier Dapena, Losé A., Trayectoria del pensamiento liberal puertorriqueño en el siglo XIX, San Juan,Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1975, Págs. 54-60. Quintero Rivera, Ángel G., Patricios y plebeyos: Burgueses,hacendados, artesanos y obreros, Las relaciones de clase en el Puerto Rico de cambio de siglo, Rio Piedras,Ediciones Huracán, 1988, Págs. 42-48. 4 Escobar, Mario E., Historia de la masonería en Estados Unidos, Córdova, España, Editorial Almuzara,S.L., 2009, Págs. 57-79. Notes, Frank E., “The masonic compeers of Washington”, Of George Washington, Acollection of masonic papers, Ed. Michael R. Poll, New Orleans, Cornerstone Book Publishers, 2009, Págs. 47-54.Roberts, Allen E., George Washington, master mason, Richmond, VA., Macoy Publishing & Masonic Supply Co.,Inc., 1976, Págs. 191-193. 5 Fernández Méndez, Eugenio, “Notas sobre quince presidentes masònicos de los Estados Unidos”, RevistaUniversidad de América, Año 2, Núm. 1, Mayo 1990, Págs. 39-41. 6 Quintero Rivera, Op. Cit., Págs. 87-91.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 3historia de la Orden en Puerto Rico, destacando dentro de su gestión historiográfica los eventosrelacionados con el surgimiento y operación de la Obediencia fundada por Santiago R. Palmer en1885. Dicho discurso se fundamenta en el contenido de las actas de las sesiones de la GLSPRdesde el 27 de diciembre de 1896 hasta el 2 de abril de 1899.7 Para explicarlo en forma sucinta,se trata de las incidencias de tres sesiones de la GLSPR, en las cuales se tomaron las siguientesdecisiones: la suspensión temporal de los trabajos de la mencionada Obediencia, debido al tensoambiente político que se vivía en la Isla y en el resto del Imperio Español en ese momento (27 dediciembre de 1896); la aprobación de una proposición para autorizar el traslado de la GLSPR aSan Juan, y para entregar toda la documentación y parafernalia pertinente al Ex Gran MaestroSantiago R. Palmer para que éste procediera a dar nueva vida a los trabajos de la organización(27 de enero de 1899); y el reinicio de los trabajos en la ciudad capital, incluyendo la elección denuevos dignatarios y oficiales (2 de abril de 1899).8 Desde el punto de vista historiográfico, probablemente el más temprano recuento delreferido proceso de traslado está incluido en una reseña histórica que sobre la GLSPR preparó en1900 su entonces Gran Secretario, Federico Yumet. Luego de tratar el tema de la fundación delorganismo, y su consolidación durante los últimos quince años del siglo XIX, sostiene que: A fines del año 1896, y por razones de la política dominante, con motivo de la Guerra de Cuba, tuvo que suspender sus trabajos. Como resultado del Tratado de Paz Hispano-Americano, vino Puerto-Rico (sic) a entrar en un nuevo orden de cosas, bajo un nuevo gobierno que respeta y garantiza la libertad de asociación. En su consecuencia, se reunió la Gran Logia Soberana de Puerto-Rico (sic), el 18 de febrero de 1899 y acordó trasladar su residencia a San Juan, Capital de la Isla, de conformidad con el art. 2 de su Constitución. Realizados los preliminares de rigor, quedaron reorganizados en San Juan, los trabajos de la Gran Logia Soberana de Puerto-Rico (sic), el 2 de Abril (sic) de 1899, cuyo acontecimiento se anunció a todas las Potencias Masónicas.9 7 Actas 5 abril año 1890 hasta Dbre. 27, 1903, Libro de Actas Manuscrito, Parte de los fondosdocumentales de la GLSPR. Págs. 185-195. Agradezco infinitamente al R.H. Luis A. Otero González, GranBibliotecario, la reproducción digital de las mencionadas páginas. 8 Ibid. 9 Yumet, Federico, “Breve reseña històrica de la Gran Logia Soberana de Puerto-Rico (sic), Almanaquemasónico para el año de 1901, San Juan, Tip. “El País”, 1900, Págs. 35-36.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 4 Hay que destacar, como veremos en los próximos párrafos, que Yumet es el único de losescritores que han reseñado la cadena de eventos que culminaron en el traslado que señala lafecha del 18 de febrero de 1899 como aquella en la que se tomó el acuerdo para iniciar la gestiónde mudanza. Por otra parte, quince años después de efectuado el cambio de sede, el reconocido escritory masón Modesto Cordero lo rememoraba de la siguiente manera: Pero fue tan enojosa la conducta del Gobierno para con los TT. (talleres) durante los años 95 y 96, que se hizo imposible continuar los trabajos, so pena de pasar por la humillación de ser vigilados constantemente por la policía municipal y por la Guardia Civil. Unas cuantas Logias, tales como Aurora, Modestia e Hijos de la Luz, suspendieron sus trabajos temporalmente; otras tales como Tanamá y Sol Naciente, se clausuraron con carácter definitivo, arrolladas por los acontecimientos. Estos prolegómenos determinaron que la Gran Logia Soberana de P.R. acordara con fecha 27 de Diciembre (sic) de 1896 la suspensión temporal de toda labor masónica, recomendando esa conducta a los TT. De la obediencia. En la sesión en que se adoptó el acuerdo es digna de recordarse la manifestación del H. Juan C. Castera, de Ponce, quién significó la conveniencia de tomar el acuerdo en cuestión, toda vez que los Alcaldes tenían órdenes reservadas de vigilar las Logias cuidadosamente, según se lo había expresado el Alcalde de Ponce, rogándole a la vez que clausurara la Logia Aurora, “para evitarle trabajo a la policía”. Quiso la Gran Logia demostrar con su actitud al Gobierno de una manera elocuente que la masonería no es ni ha sido nunca una Institución política en el sentido que ordinariamente se le da a esa palabra, sino la portaestandarte de la fraternidad humana, siendo uno de sus preceptos el más absoluto respeto a los poderes constituidos. Así terminò el “segundo periodo” de la masonería en nuestro país, después de 20 años más o menos de luchas homéricas por el establecimiento de la hermosa Institución, que tan odiada y perseguida es por los Poderes despóticos como querida y respetada por los gobiernos democráticos. Nuestros hh.: procedieron de acuerdo con nuestras doctrinas, en la esperanza de que tal vez no muy tarde la luz de un nuevo Sol nos anunciaría el santo triunfo del “derecho”, como una realidad para la humilde isla, que solo había tenido por premio de su mansedumbre el “único premio” que los tiranos conceden a los pueblos pacíficos y tranquilos: la injusticia…. El renacimiento de la masonería, o sea su tercera época tuvo lugar en 1899, en que la bandera americana flotaba gallarda y majestuosa (sic) sobre nuestros edificios públicos, pregonando con sus franjas y con sus estrellas el entronizamiento (sic) de la razón y de la ciencia por los senderos del trabajo y de la virtud, así como la perfecta igualdad entre los hombres ante el imperio augusto de la Ley. El 27 de Febrero (sic) del referido año, reunida la Gran Logia, previa segunda convocatoria, se acordó dar vida a los trabajos masónicos en el territorio de P.R.; pasar la carta constitutiva de la Gran Logia y todos los demás documentos propios de dicho Centro al H. Santiago R. Palmer para que en su calidad de Ex Gran Maestro instalara la

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 5 referida Gran Logia en San Juan, y enviar a dicho H. todos los sellos, archivos, ect.,ect. (sic) a fin de que se llevara a efecto lo acordado, proposición que fue hecha por los hh:. Tomás C. vera, Federico Gatell, José Macías, Genaro Balzac, Francisco Vicentí, Juan Ma. Pujals, Rafael Monagas, José A. Caroli y J.B. Massanet y aceptada por unanimidad. El 2 de Abril (sic) del mismo año se constituyó la Gran Logia en San Juan, quedando nombrado como Gran Maestro el querido H. Santiago R. Palmer y de Gran Secretario el H. José Claudio Vera, siendo llamados al trabajo todos los hh:. de los Valles de Puerto Rico, a cuyo llamamiento respondieron casi todos los TT. Que habían abatido columnas o que habían cerrado sus labores temporalmente. Desde entonces hemos asistido a un verdadero despertar del espíritu de amor, de paz y de concordia que informa nuestra doctrina, y hemos contemplado con regocijo indecible como nuestra blanca bandera flota sobre nuestros templos, que constituyen la más positiva garantía de la libertad de conciencia, que es la base de la fraternidad humana.10 Si largo y lírico fue el recuento de Cordero en 1914, sumamente breve fue la menciónsobre el hecho redactada en 1922 por el entonces Gran Secretario, José G. Torres, como parte deuna reseña sobre la historia de la masonería en Puerto Rico que se publicó en el programa deactividades del Congreso Masónico Inter-Antillano, celebrado en San Juan ese año. La masonería continuó en progreso hasta que la guerra de Cuba en 1895 trajo como consecuencia la vigilancia de las Logias en nuestra isla, teniendo que clausurarse la mayor parte, y suspendiéndose hasta las reuniones de la Gran Logia que quedó en receso hasta que se reinstaló en San Juan, bajo la Maestría de Palmer el 2 de Abril (sic) de 1899. Desde esta fecha en adelante, la masonería en Puerto Rico ha ido de victoria en victoria, merced a la libertad de que ha venido gozando y que le ha permitido ampliar su esfera de acción y hace sentir su benéfico influjo en todas partes.11 Siguiendo con el recuento historiográfico, encontramos que, en 1944, Rodolfo RamírezPabón (Gran Maestro de la GLSPR de 1929 a 1935) escribió un ensayo histórico que formo partede un libro sobre la masonería en el Hemisferio Occidental, publicado en 1953 por el historiadormasónico norteamericano Ray V. Denslow. En su relato, Ramírez Pabón evita el estilo épico deotros historiadores de la masonería boricua, y ofrece información de trasfondo sobre el procesoque no aparece explícitamente las referidas actas. 10 Cordero, Modesto, “Apuntes històricos de la masonería en Puerto Rico”, Junto al ara, Mayaguez, Tip.Voz Escolar, circa 1919, Págs. 44-46. Este ensayo fue premiado con un Diploma de Honor en un certamencelebrado por la GLSPR en 1914. Cordero lo incluyó en la obra citada, que es una antología de trabajos en verso yprosa de su autoría. 11 Torres, José G., “Bosquejo històrico de la masonería en Puerto Rico”, Congreso Masónico Inter-Antillano, San Juan, Gran Logia Soberana de Puerto Rico, 1922, Pág. 236.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 6 In 1896, the Government authorities ordered the Alcaldes (mayors) of the various towns to attend the meetings of Masonic lodges, a right conferred on them by the “Ley de Asociaciones”…and although some mayors did not take advantage of this right, while others were Masons and could lawfully attend, many lodges were closed on the account of this situation, and on December 27, 1896, the Grand Lodge ordered work stopped in order to avoid suspicion on the part of the Government that Masonry had anything to do with the political activities that were then taking place in the Island. This state of affairs continued until the arrival of the American troops in 1898, when the lodges which had been closed started again their work, since the former secrecy which had been necessary now could be dispensed with. On February 27, 1899, the Grand Lodge met in Mayaguez and decided to transfer its seat to San Juan, where Past Grand Master Palmer was then residing after his return from the United States, where he had spent several years. On April 2, 1899, pursuant to the agreement reached in Mayaguez, the Grand Lodge established its headquarters in San Juan, and Past Grand Master Palmer was elected Grand Master for the fifth time. He continued his work of securing recognition for the Grand Lodge with the same zeal which he had previously displayed; in this task he was assisted by American masons residing in san Juan, who helped him to secure recognition from many Grand Lodges of the United States. At this time St. John the Baptist Lodge was reorganized in San Juan to work in the English language and under the York Rite, being subject, however, to the Grand Lodge of Puerto Rico, whose territorial jurisdiction was already undisputed and universally recognized by the leading American and European Grand Lodges (énfasis provisto en el original).12 Hay que aclarar, no obstante, que la última aseveración del escrito citado representa lapostura que la GLSPR ha asumido desde su fundación con relación a la legalidad de sujurisdicción sobre el territorio masónico de Puerto Rico, pero no era del todo correcta en elmomento histórico en el que ocurrieron los hechos. Aunque Palmer le dio siempre una altaprioridad a la búsqueda de reconocimiento de otras Grandes Potencias Masónicas a la GLSPR,como veremos más adelante, el Gran Oriente Español (GOE) mantenía un reclamo jurisdiccionalsobre la Isla, lo cual propició un diferendo que duro cerca de tres décadas en resolversedefinitivamente. El tema del traslado fue tratado también por Juan Palacín Mejías (quien llegó a ocupar lospuestos de Gran Secretario y Gran Historiador de la GLSPR) en una biografía sobre la vida yobra masónica del Gran Maestro Rafael Arrillaga (1894-1899). 12 Ramírez Pabón, Rodolfo, “Freemasonry in Puerto Rico”, en Denslow, Ray V., Freemasonry in thewestern hemisphere, Edición del Autor, 1953, Págs. 354-346.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 7 La Gran Logia suspendió sus trabajos el 27 de diciembre de 1896 y no fue hasta el 2 de abril de 1899 que se reabrió en San Juan. El R.H. Arrillaga continuó como Gran Maestro durante la suspensión temporera de la Gran Logia.... Fue el R.H. Arrillaga un masón muy entusiasta. Al ser preguntado por el R.H. Santiago R. Palmer en el año 1899 si no tenía objeción a que la Gran Logia se reinstalara en San Juan en vez de Mayagüez, le escribiò el 3 de marzo de 1899 como sigue: “Por mi parte y como último Gran Maestro, no tengo inconveniente alguno en que la Gran Logia pase a la Capital; por el contrario, me complace mucho, si ha de resultar por el esplendor de la Masonería. Sírvale, pues, esta manifestación para proceder desde luego a la traslación, que en mi sentir, no debe encontrar obstáculo alguno por parte de los Masones de Mayagüez.13 Ya más cercano a nuestro tiempo, Bolívar Pérez Ríos (quien ha sido Gran Maestro, GranSecretario, Gran Instructor General y Gran Historiador), escribió también una reseña sobre elsuceso que nos atañe. Luego de establecer la fecha de la sesión de 1896 e incluir un listado de lospresentes, sigue diciendo: Se acordó declarar la Gran Logia en receso hasta que mejorara la atmósfera política de la isla. Una vez efectuada la ceremonia de receso y ser la acción propiamente declarada los hermanos se retiraron a sus hogares. La Gran Logia Soberana se mantuvo durmiendo hasta el 27 de febrero de 1899. En ese día se celebró una Reunión Extraordinaria y se acordó transferir la sede de la Gran Logia a la ciudad capital de San Juan, Puerto Rico y se planificó su transferencia. El 2 de abril del 1899 se celebró la Primera Sesión de la Gran Logia en San Juan y se procedió a la elección de sus oficiales bajo el liderato del Muy Respetable Hermano Santiago R. Palmer, usando el Templo de la Logia Catalina #19, localizado en la calle Tanca del Viejo San Juan.14 Una de las controversias masónicas asociadas al cambio de soberanía política de 1898 yel reinicio de los trabajos de la GLSPR en 1899 fue la fundación de la logia “Regeneraciòn” #31en San Juan a raíz de una división dentro de la logia “Palafox”, la cual operaba en la ciudadcapital bajo la jurisdicción del GOE desde 1893. En una brevísima alusiòn a dicho evento, dentro de un artículo sobre la logia “Patria”,que también fue fundada por el GOE en 1893 pero se afilió a la GLSPR en 1914, el ya citadoJuan Palacín Mejías escribió en 1962: “El 4 de mayo de 1893 el Gran Oriente Español invadenuestro territorio fundando la resp. Logia Palafox Núm. 171 y el Capítulo Lanuza. La Logia 13 Palacín Mejías, Juan, “Resp. Hno. Rafael Arrillaga, Gran maestro de los masones de Puerto Rico durantelos años 1894 al 1898”, Nuestros Grandes Maestros, San Juan, Respetable Logia “Rosendo Matienzo Cintròn”#100, 1961, Pág. 26. 14 Pérez Ríos, Bolívar, La masonería en Puerto Rico, San Juan, Edición del Autor, 2010, Pág. 126.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 8Palafox vino a ser el 26 de mayo de 1899, la actual Resp. Logia Regeneración Núm. 31, pero elGran Oriente Español continuó los trabajos de la Logia Palafox por 30 años”.15 Sin embargo, ya en 1929 el reconocido tratadista masónico José González Ginorio (quienfue Gran Maestro, Gran Secretario, Gran Instructor General y primer Gran Historiador de laGLSPR, además de Presidente su Gran Comisión de Relaciones Exteriores) había tocado conmayor profundidad el tema de la logia Palafox, en un largo alegato a favor de la legalidadjurisdiccional de la GLSPR frente a los reclamos del GOE, que fue distribuido a nivelinternacional por la obediencia boricua. Al cesar el poder político de España en Puerto Rico en 1898, las varias logias simbólicas que el Gran Oriente Español había establecido en esta Isla, en vez de sumarse al poder regular y soberano constituido por la Gran Logia Soberana de Puerto Rico, continuaron separadas, aisladas, haciendo vida precaria, languideciendo visiblemente, sufriendo toda clase de alternativas y con una afiliación cada vez más raquítica. La convivencia de aquellas siete logias, a todas luces invasoras, a todas luces invasoras de nuestro territorio masónico, con las numerosas bajo la jurisdicción de nuestra Gran Logia pudo tolerarse, con la esperanza de que con el transcurso del tiempo los masones españoles residentes en Puerto Rico vendrían a sumar sus voluntades y esfuerzos con los masones regulares de nuestra Gran Logia, sacrificando amores nacionales en aras del amor fraternal universal. La Gran Logia Soberana de Puerto Rico trató siempre por todos los medios a su alcance de convencer a los masones españoles residentes en Puerto Rico de la inutilidad de una vida aislada y raquítica. Merced a esas fraternales excitaciones casi la totalidad de los miembros de la logia “Palafox” del Oriente Español se regularizaron en la Gran Logia Soberana de Puerto Rico, fundando la respetable Logia “REGENERACIÓN” No. 31, en la ciudad de San Juan, logia prestigiosa que ya es madre de otras logias (énfasis provisto en el original).16 El tema del cisma en la logia “Palafox” nos lleva al segundo discurso historiográfico quese ha construido alrededor del traslado de la GLSPR de Mayagüez a San Juan en 1899. El mismofue hilvanado por el respetado historiador español José Antonio Ayala, quien publicó variostrabajos sobre la práctica de la masonería durante los siglos XIX y XX en Puerto Rico. Este autorenfocó principalmente las actividades de las logias de obediencia peninsular que operaron en laIsla durante el mencionado periodo.17 15 Palacín Mejías, Juan, “Boceto històrico de la Resp. logia Patria”, Acacia, Año 36, Núm. 4, Oct.-Dic.1962, Pág. 14. 16 González Ginorio, José, Las actuaciones del “Gran Oriente Español” en el territorio de la Gran LogiaSoberana de Puerto Rico, San Juan, Gran Logia Soberana de Puerto Rico, 1929, Págs. 11-12. 17 Ayala, José Antonio, “El contencioso masònico por el territorio en Puerto Rico a finales del siglo XIX(1871-1899)”, La Revista del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe 8, Ene.-Jun. 1989, Págs. 98­117. Ayala, José Antonio, La masonería de obediencia española en Puerto Rico en el siglo XIX, Murcia,

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 9 Si bien Ayala da por buena la secuencia de eventos (y las fuentes) que han utilizado loshistoriadores de la GLSPR para describir el proceso, y ha narrado a su vez el cierre de variaslogias de obediencia española entre 1896 y 1899 por las mismas razones que provocaron elreceso de la obediencia autóctona, el historiador español le ha dado énfasis en susinvestigaciones al alegato del GOE de que el “abandono del territorio” por parte de la GLSPR alrecesar en 1896 y la continuidad de los trabajos masònicos de la mencionada logia “Palafox” y elCapítulo “Lanuza” (grados 4-33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado) le concedía a laobediencia española los derechos jurisdiccionales sobre Puerto Rico, a pesar del cambio desoberanía. Estas alegaciones fueron otro capítulo de una larga historia de recusaciones mutuasentre la GLSPR y el GOE, que comenzó en la década de 1890 y culminó durante la década del1930.18 Después de dejar establecido que la logia “Palafox” no recesò como el resto de las logiasque existían en el país en la época, Ayala nos dice: Durante dos años exactamente—de diciembre de 1896 al mismo mes de 1898—la masonería puertorriqueña, excepto la logia antes citada, interrumpió sus actividades. Desde principios de 1899, sin embargo, varios grupos de masones que habían estado bajo la obediencia de la Gran Logia Soberana se pusieron en movimiento a fin de lograr el permiso de las autoridades americanas para restablecer sus logias. Entre otros, algunos ex miembros de la antigua logia San Juan Bautista, de la capital, inactiva desde 1887, y que engrosada ahora por algunos oficiales americanos y empleados de la incipiente administración estadounidense, se dirigieron a las más altas instancias del país ocupante. La Gran Logia del Estado de Nueva York recibió ésta y otras solicitudes y dejó las cosas en suspenso hasta comprobar si la Gran Logia Soberana volvía por sus fueros en la isla. El gran maestro de la de Nueva York designó como enviado suyo en la capital a Mortimer D. Bowen, ex venerable de la logia Churville no. 667 y funcionario del Departamento de Sanidad de la isla, con el fin de que alentase a los principales masones de Puerto Rico a reorganizarse, y, en caso de que no lo hiciesen, proveer lo que conviniese en ese sentido.Universidad de Murcia, 1991. Ayala, José Antonio, “La masonería de obediencia española ante el conflicto colonialpuertorriqueño”, Cuadernos de Investigación Histórica Brocar 17, 1991, Págs. 21-36. Ayala, José Antonio, “Lamasonería de obediencia francesa en Puerto Rico de 1821 a 1841” Cuadernos Hispanoamericanos 491, 1991, Págs.65-82. Ayala, José Antonio, La masonería de obediencia española en Puerto Rico en el siglo XX, Murcia,Universidad de Murcia, 1993. Ayala, José Antonio, “La conjunciòn masònica-librepensadora-protestante contra laIglesia Católica. El caso de Puerto Rico (1898-1925)”, La masonería española entre Europa y América, Vol. I.,Coord. José Antonio Ferrer Benimeli, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 1995, Págs. 417-438. 18 Ayala, La masonería de obediencia española en Puerto Rico en el siglo XIX, Págs. 61-72. GonzálezGinorio, Op. Cit., Págs. 11-30. Palacín Mejías, Nuestros grandes maestros, Pág. 61.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 10 El 27 de febrero del referido año se reunieron en Mayagüez doce destacados masones de la Soberana que acordaron reanudar los trabajos masónicos en Puerto Rico y delegar en el ex gran maestro Santiago R. Palmer para que reinstalase la Gran Logia, pero no en Mayagüez como en años anteriores sino en San Juan, la capital. El motivo que se adujo fue que en esta ciudad existía un mayor número de logias y masonbes que podían dar vida y continuidad a dicho alto organismo. La reinstalación definitiva de la Gran Logia Soberana en San Juan se realizó el 2 de abril del mismo año. En la sesión, en la que estuvieron representadas cinco logias de la obediencia que habían reanudado sus trabajos, se procedió a la elección de los grandes dignatarios…. Cuatro de los nueve miembros del alto organismo masónico habían estado antes afiliados a logias de obediencia española: José Francisco Díaz a la Caballeros de la Verdad; Carlos B. Meltz, que sustituirá en 1900 como gran maestro a Palmer, perteneció a las logias Sinceridad y Alfonso XII; López Cepero había sido venerable de la logia Palafox y miembro del Consejo Regional del GOE; y José Claudio Biera había formado parte de la Regeneración. Además, aparecía nombrado como presidente de la Comisión de Beneficencia de la Gran Logia Manuel Fernández Juncos; pero éste debió presentar su renuncia, si es que se contó con él para el cargo, pues al mes siguiente se nombraba a otro masón en su puesto. A los pocos días, la GLS establecía relaciones con su mentora de Nueva York, nombrando representante ante aquella a Carlos B. Meltz, alemán de origen, yerno del patricio puertorriqueño José Julián Acosta, dedicado a actividades comerciales con el extranjero y a la sazón, masónicamente, venerable de la logia San Juan Bautista, constituida mayoritariamente por norteamericanos, hasta el punto que en 1900 decidió adoptar como idioma en sus sesiones el inglés y sustituyó el Rito Escocés en el que trabajaba por el de York (énfasis provisto en el original).19 Ayala continúa relatando que, en el caso de las logias españolas que quedaban en la isla,incluyendo la “Palafox”, las relaciones con sus organizaciones matrices se vieron afectadas porla falta de comunicación debido a la distancia, el cambio de soberanía política y el receso quetuvo que decretar el GOE en sus trabajos en toda España, el cual se extendió desde 1896 hastafinales de 1900.20 En estas circunstancias las relaciones del GOE con las logias de Puerto Rico—o mejor, con la única superviviente, la Palafox de San Juan—se restringieron notablemente o prácticamente se cortaron. Justamente fue esta la razón aducida por la mayoría de los miembros de esta logia, en marzo de 1898, para pedir su “plancha de quite” y constituir meses después la nueva logia Regeneración, auspiciada por la GLS….19 Ayala, La masonería de obediencia española en Puerto Rico en el siglo XIX, Págs. 243-244.20 Ibid, Págs. 246-247.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 11 La logia Regeneración, dolida por el abandono del GOE, se negaba ahora también a devolver la documentación que poseía de la logia madre Palafox, puesto que ninguna autoridad tenía sobre ellos la Orden española que, además, añadían, “ilegalmente y acaso por benevolencia nuestra trabaja en estos valles”. La “otra” logia Palafox fue, pues la única en activo bajo la obediencia del GOE desde la invasión norteamericana hasta 1900. Si pudo conservar su antiguo título y reconocimiento por el GOE, pese a que sus miembros eran minoría respecto a los que fundaron la Regeneración, fue por un hecho bastante polémico y que tendrá gran importancia para el futuro de la Orden en Puerto Rico: la posesión por esta minoría de la carta constitutiva de la logia de 1893. El protagonista de este hecho, o al menos así se presentaba él en un informe enviado a Miguel Morayta el 16 de octubre de 1899, fue el industrial catalán Rafael Creuets y Tous…. Fue, pues, Creuets…el que sustrajo la carta constitutiva sin permiso del venerable ni del secretario de la logia (que entraron a formar parte de Regeneración) y el que prescindió de unos y se atrajo a otros, lo cual es más discutible, para continuar los trabajos de la logia, bajo obediencia española…. Para unos, pues—el grupo mayoritario de la logia Palafox que fundó la Regeneración—, la apropiación de la carta constitutiva por Creuets fue un robo; para otros—el grupo minoritario que pensaba continuar bajo la obediencia del GOE—, fue un derecho, ya que ellos, a diferencia de los anteriores, no pensaban desertar del Oriente. La Gran Logia Soberana quedó frustrada, porque el paso como tal logia Palafox a su obediencia de los miembros que la componían hubiese supuesto, formalmente, el fin del dominio masónico español en la isla. En cambio, al tener que regularizar ahora a una parte de la logia Palafox con el nuevo nombre de Regeneración, sin que sus miembros hubiesen obtenido previamente la “plancha de quite” del GOE, era ilegal, en términos masònicos, y algunos componentes de la Gran Logia presentaron incluso una impugnación al procedimiento que se había seguido para incorporar aquel taller a la obediencia, impugnación que pasó a informe de la Comisión de Jurisprudencia.21 Es pertinente detenernos en este punto para retomar el planteamiento que hicimos alcomienzo de este trabajo. Hemos presentado los dos discursos historiográficos que se hanhilvanado alrededor del traslado desde Mayagüez a San Juan de la sede de la GLSPR en 1899.En cuanto a la relación de hechos (suspensión de los trabajos, toma de la decisión de traslado yreinicio de los trabajos en la nueva sede), casi la totalidad de los historiadores de la GLSPRcoinciden con José Antonio Ayala en cuanto a las fechas en las que ocurrieron los eventos,basándose en las actas de la obediencia autóctona que recogen las incidencias de los eventos.21 Ibid, Págs. 247-249.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 12Mientras los escritores puertorriqueños apenas contextualizan o profundizan en el proceso detoma de la decisión de mudanza (prefiriendo destacar el hecho de que la GLSPR pudoreactivarse gracias a la tolerancia del nuevo régimen de gobierno para con la Orden), y prestanpoca o ninguna importancia a la lucha por el territorio masónico de Puerto Rico que sedesarrollaba en ese momento histórico, Ayala complementa los datos obtenidos de las actas de laGLSPR con documentación de las logias españolas, y le otorga gran peso al conflictojurisdiccional en su análisis pormenorizado de los acontecimientos. En cuanto al cisma de la logia “Palafox” y la fundaciòn de la logia “Regeneraciòn”,Ayala le brinda más atención en su discurso, dado que el asunto está íntimamente ligado al temaprincipal de su ensayo histórico, que es el de las actividades de la masonería española en la Isladurante el siglo XIX. Sin embargo, éste no nos ofrece información en torno a cómo se dieron lasnegociaciones que culminaron con la “seducciòn” de la mayoría de los miembros de “Palafox”por parte de la GLSPR. Cuando mencionamos la temprana reseña de Federico Yumet sobre los eventos de 1899,llamamos la atención de que, contrario a los demás que han tratado el tema, éste menciona lafecha del 18 de febrero de 1899 como aquella en la que se tomó la decisión del traslado. ¿Seequivocó el entonces Gran Secretario en cuanto a la fecha de la asamblea extraordinaria de laGLSPR en Mayagüez (27 de febrero de 1899)? Por otro lado, en su biografía sobre Rafael Arrillaga (quien estaba al mando delorganismo masónico autóctono cuando se tomaron las decisiones de suspender sus trabajos,primero, y más adelante de reubicar su sede en la ciudad capital), Juan Palacín Mejías cita unacarta que su biografiado le envió a Santiago R. Palmer luego de haberse tomado la decisión deltraslado, expresando no tener objeciones en cuanto a dicha acción. ¿Por qué razón quien sesupone que presidiera la asamblea en la que se tomó tan importante decisión envió una cartaratificando ex post facto el traslado? Como ocurre comúnmente en el ámbito historiográfico, el descubrimiento y análisis dedocumentos inéditos y el reexamen de los documentos citados por otros historiadores puedeofrecernos una perspectiva totalmente diferente de una secuencia de eventos ya reseñada. Ennuestro caso (y como suele ocurrir también en el campo de la investigación histórica), mientrasbuscábamos información para redactar un trabajo sobre las relaciones exteriores de la GLSPRdurante el siglo XIX, nos encontramos con una valiosa compilación encuadernada de

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 13documentos masónicos titulada Documentos históricos de la Gran Logia Soberana de PuertoRico, 1883-1903. En la misma hallamos varios documentos relacionados con el traslado de laGLSPR en 1899, la mayoría de los cuales (con excepción de la carta de Arrillaga a Palmer del 3de marzo de 1899, citada por Palacín Mejías) no han sido citados directamente por loshistoriadores que han hilvanado los dos discursos historiográficos sobre los sucesos quediscutimos en este espacio. Como veremos más adelante, los documentos que analizaremos, en unión a una nuevamirada a las actas de la GLSPR de 1896 a 1899, nos permitirá presentar la historia detrás de lasdos historias que hemos resumido hasta el momento. Pero antes de movernos hacia ese apartado,es vital evaluar con mayor profundidad el contexto político, social y económico en el queocurrieron los acontecimientos documentados en las fuentes primarias inéditas que nos hanpermitido redactar este ensayo.El Puerto Rico de 1898-1899 Luego de terminada la Guerra Hispanoamericana, los Estados Unidos dejaron en manosde su milicia la administración de la Isla hasta el 1900. Durante este periodo, los puertorriqueñostuvieron que enfrentar cambios dramáticos que impactaron profundamente sus vidas. Loacelerado e impactante de estos cambios tuvo, entre otras consecuencias, como corolario laadopción de estrategias de supervivencia para la defensa de los diferentes intereses individualesy colectivos. Los 18 meses de gobierno militar estadounidense marcaron una transición importante en nuestra historia. La economía, la sociedad, la política, la cultura, en fin, todas las facetas claves de nuestra vida de pueblo se vieron afectadas por las acciones de los oficiales militares y por las imágenes que ellos y otros norteamericanos se formaron sobre nuestra realidad. De hecho, tanto las acciones de los gobernantes militares, como las relaciones del pueblo puertorriqueño y sus líderes, sentaron precedentes importantes. Por consiguiente, la estampa del periodo de mando militar quedó impresa firmemente en la trayectoria histórica posterior.22 Reflexionando a su vez sobre el impacto de la invasión y el cambio de soberanía, elhistoriador puertorriqueño Mariano Negrón Portillo ha dicho: La discontinuidad histórica que provocó en Puerto Rico la invasión de 1898 y los procesos de ruptura social y política que le siguieron, tuvieron como consecuencia una 22 Scarano, Francisco A., Puerto Rico, Cinco siglos de historia, Tercera Edición, México, Mc Graw-HillInteramericana, 2008, Pág. 454.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 14 transformación acelerada de la sociedad puertorriqueña. El régimen norteamericano se ocupó de tomar medidas que pusieron fin rápidamente a las instituciones del Estado español, a la efímera pero significativa presencia del reformismo liberal autonomista en la administración del país (a partir de la Carta Autonómica del 1897) y a las particulares formas de control de los sectores populares quienes experimentaban una difícil sofocación política bajo España. Los nuevos gobernantes no perdieron tiempo en dar inicio a la integración de Puerto Rico al Estado norteamericano y a la rearticulación de la economía del país, procesos éstos que estuvieron acompañados de un dramático intento de redefinición de las relaciones entre las clases sociales y la reorganizaciòn de las prácticas políticas…23. Dos de las medidas de mayor impacto en el ámbito económico fueron la suspensión porun año de los pagos de las hipotecas que gravaban las propiedades y maquinaria de losagricultores, y la sustitución de la moneda provincial por el dólar americano. En el primero delos casos, los comerciantes (quienes fungían como prestamistas) se afectaron significativamente;mientras que la sustitución monetaria tuvo la consecuencia inmediata de devaluar la riqueza delpaís en un cuarenta por ciento, ya que cada peso provincial tenía un valor de 60 centavos de undólar.24 Y junto con la inestabilidad económica de los primeros momentos, irónicamente, sefortaleció un discurso ideológico que proponía la ruptura total con el pasado, con el fin degarantizar la consolidación del nuevo régimen y, con ello, el control sobre los medios deproducción y sobre las instituciones hegemónicas del periodo finisecular. Muchos de los procesos de rápida transformación que conllevó el nuevo régimen estuvieron acompañados de un discurso que, en parte, existía previamente y que comenzó a desarrollarse con fuerza a partir de la invasión. El discurso, que hasta el 98 podría llamarse antiespañol y después de la invasión, antiespañol-anexionista, se basaba en dos importantes afirmaciones. Primero, que el régimen español había sido uno de gran opresión y carente de libertades y, segundo, que Estados Unidos significaría para Puerto Rico progreso, libertad y democracia. Este discurso sirvió para consolidar el poder norteamericano en la Isla, justificar medidas controversiales y, eventualmente, combatir el regionalismo de aquellos grupos que se opondrían a que la metrópoli asumiera completamente la dirección de la vida política y económica de Puerto Rico.25 23 Negrón Portillo, Mariano, Las turbas republicanas, 1900-1904, Rio Piedras, Ediciones Huracán, 1990,Pág. 11. 24 Scarano, Op. Cit., Pág. 458. Brau, Salvador, Historia de Puerto Rico, Rio Piedras, Editorial Edil, 1974,Págs. 274-275. Picó, Fernando, Historia general de Puerto Rico, Rio Piedras, Ediciones Huracán, 1986, Págs. 227­228. 25 Negrón Portillo, Op. Cit., Págs. 43-44.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 15 Pero este discurso, que caló hondo en las masas populares, ayudo eventualmente aldesplazamiento del poder de la que comenzaba a ubicarse como clase dominante en el país afinales del siglo XIX. La clase de hacendados reaccionò positivamente al llamado”cambio de soberanía” al concebirse éste precisamente en estos términos: como un cambio de metrópoli. Sin embargo, este cambio de metrópoli representó también un cambio en el tipo de relaciones coloniales. La invasión norteamericana del 98 marcó la transición de un colonialismo mercantilista a un colonialismo imperialista. A fines del siglo XIX la clase internamente hegemónica de hacendados se enfrentaba a una metrópoli débil, que seguía una política de defensa a sus intereses comerciales; a principios del siglo XX se encontraba frente a una metrópoli colonial muy diferente: una de las más poderosas naciones capitalistas, con una economía en expansión que necesitaba (de hecho) exportar capital, e interesaba controlar, no sólo el comercio, sino también la producción en la colonia. En este sentido, la naturaleza de los conflictos sociales sufrió una transformación radical cuyo alcance los hacendados no vieron en el momento de la invasión. Frente al interés de los inversionistas norteamericanos en la producción, específicamente en el control de tierras para el desarrollo de la industria azucarera, los hacendados constituían la clase antagónica de los intereses imperialistas, y la política colonial durante los primeros años de ocupación fue dirigida claramente a quebrar su hegemonía. La Invasión fue seguida de dos años de gobierno militar directo que, en términos de estrategia militar, es considerado un periodo sumamente largo para un territorio que presentó más apoyo que resistencia a los invasores. Para los intereses invesrionistas, sin embargo, era sumamente importante distanciar a los dueños de los medios de producción del proceso político-administrativo, proceso cuyo control en gran medida habían logrado los hacendados meses antes de la Invasión.26 Cuando los grupos hasta entonces hegemónicos comenzaron a ser sumergidos por la olade “americanizaciòn” que arropaba al país, reaccionaron primero con frustración, lo que trajocomo consecuencia que muchas de las “…simpatías iniciales se fueron desvaneciendo durantelos próximos meses y años. La fiesta se acabó pronto; el desencanto con las nuevas condicioneseconòmicas, sociales y políticas no tardò en imponerse”.27 Más adelante, la frustración continuóen aumento, llevándoles a asumir una postura de defensa de la identidad nacional puertorriqueña. Imposibilitados de lograr solos, como clase frente al poderío metropolitano imperialista, la satisfacción de sus demandas, y frente a la amenaza inminente de su hegemonía social, los hacendados retomaron la bandera de la “uniòn de la gran familia puertorriqueña”, elevando su política a unas demandas de tipo nacional.28 26 Quintero Rivera, Ángel G., Conflictos de clase y política en Puerto Rico, Segunda Edición, Rio Piedras,Ediciones Huracán, 1978, Págs. 33-34. 27 Scarano, Op. Cit., Pág. 452. 28 Quintero Rivera, Conflictos de clase y política, Pág. 51.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 16 Todos los cambios ocurridos durante el turbulento periodo que hemos venido discutiendotuvieron también un profundo impacto sobre la masonería en Puerto Rico. Sobre el particular,Ayala nos dice: Paralelamente a estos acontecimientos, la masonería puertorriqueña, sin acepción de obediencias, se vió también afectada por diversas presiones, internas y externas, y tuvo que autodisolverse, finalizando así un largo periodo de casi un cuarto de siglo en que, a pesar de algunos incidentes o crisis, había podido crecer y orientar con sus doctrinas a un sector nada despreciable de puertorriqueños. Cuando las aguas vuelvan a su cauce, en 1899, la masonería renacerá de sus cenizas, como el ave fénix, pero las cosas ya no serán igual para buena parte de las logias.29 Al enfocar con un poco más de detalle la situación de la Isla durante el bienio 1898-1899hemos visto mencionadas en varios lugares las palabras “cambio” y transiciòn”. Aunque muchagente piensa que los términos son sinónimos, un experto en conducta organizacional haestablecido la relación de complementariedad que existe entre los mismos. Change occurs when something new starts or something old stops, and it takes place at a particular point in time. But transition cannot be located in time that way, since it is the gradual psychological process through which individuals and groups reorient themselves so that they can function and find meaning in a changed situation. Change often starts with a new beginning, but transition must start with an ending—with people letting go of old attitudes and behaviors. Changes require people to make transitions, and it is these necessary transitions rather than the changes themselves that are difficult (énfasis provisto en el original). 30 Llegado este punto, tenemos que subrayar que la secuencia de eventos que culminó conel traslado y reinicio de operaciones de los trabajos de la GLSPR en 1899 ocurrió dentro delcontexto de un proceso de cambios profundos y acelerados que impactaron la vida de lospuertorriqueños del momento, y que dejaron una influencia sociopolítica y económica que tienevigencia aún en nuestros tiempos. Los masones de la época, fueran de obediencia autóctona oespañola, no eran inmunes a fenómenos tales como el rechazo a las instituciones creadas odominadas por peninsulares; o como el desplazamiento de la clase social cuyos principaleslíderes estaban afiliados a la masonería. Al enfrentar los cambios, ¿cómo se reorientaron para, aldecir del citado autor norteamericano experto en transiciones organizacionales, entender lasconsecuencias del cambio y procurar funcionalidad dentro de éste? ¿Cuáles fueron las actitudes y 29 Ayala, Op. Cit., 227. 30 Bridges, William, Surviving corporate transition, Mill Valley, CA, William Bridges & Associates, 1993.Pág. 17.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 17conductas que tuvieron que dejar atrás para transicionar efectivamente dentro de un nuevoorden? Y, sobre todo, ¿cómo maniobraron para manejar la amenaza de la potencial“americanizaciòn” de la masonería puertorriqueña? Las respuestas a estas preguntas, y a las queformulamos en el apartado anterior, las encontraremos en la lectura y relectura de las fuentesprimarias documentales que citaremos a continuación.La historia detrás de dos historias Como ha sido estipulado por los cronistas del proceso, el 27 de diciembre del 1896 laGLSPR decretó un receso en sus labores. Al examinar el acta de la sesión trimestral ordinaria dela citada fecha, encontramos que (como bien han lo han citado en sus trabajos Ayala y loshistoriadores masónicos a los que hemos hecho referencia anteriormente) se hace mención de losincidentes que llevaron al cierre de varias logias, así como de las directrices emitidas porfuncionarios públicos solicitando el cierre de los Talleres. Confrontados con dichas situaciones: …la Gran Logia acordò por unanimidad suspender por ahora los trabajos a fin de que no pueda sospecharse ni aún remotamente de una institución que es enteramente agena (sic) a la política y solo proclama la fraternidad universal y el bienestar de sus asociados; siendo por el contrario uno de sus preceptos el más absoluto respeto a los poderes constituidos; disponiéndose al propio tiempo que el acuerdo de suspensión sea comunicado a las Logias de la obediencia.31 Hay que destacar en esta relectura del documento que el lenguaje utilizado al aprobarse elacuerdo habla de “suspender por ahora los trabajos” y no “abatir columnas”, que es el términoque se usa para describir el cierre permanente de una logia o una gran logia. Este lenguajedescarta “a prima facie” cualquier alegaciòn de abandono de territorio o cesión de jurisdicción aotra obediencia. También establece la intención de regresar a sus labores tan pronto como lascircunstancias así lo permitieran. Un detalle interesante sobre esta acta es que de la misma se desprende que el GranMaestro, Rafael Arrillaga, nombrò una comisiòn “para cotejar el acta con esta minuta”, la cualestuvo compuesta por el Gran Primer Vigilante, Rafael Monagas, y por masones Otto Ohrt yPolicarpio Rosado, quienes ocuparon respectivamente los puestos de Maestro de Ceremonias yGran Segundo Vigilante, pro tempore, durante la sesión. Al pie del acta aparece una certificación31 Actas, Págs. 186-187.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 18de los miembros de la mencionada comisión, garantizando la concordancia entre el acta y laminuta, y firmada por estos.32 Aunque el próximo documento en el Libro de Actas de la GLSPR de la época es el querecoge las incidencias de la sesión extraordinaria del 27 de febrero de 1899, para entender lasrazones que motivaron la celebración de dicha sesión resulta apropiado comenzar a intercalar enorden cronológico los documentos que descubrimos en nuestras gestiones indagatorias. El primero es una minuta del 17 de enero de 1899, la cual documenta una reunióncelebrada “… en el salòn del T:. M:. (templo masònico) de la Log:. ‘Palafox’”, y en la que sereporta la asistencia de los siguientes masones: Santiago R. Palmer, Manuel Fernández Juncos,Manuel F. Rossy, Carlos B. Meltz, Eduardo López Cepero, Mortimer D. Bowen, Rafael Creuets,Francisco Acosta y Fernando Schlüten. Se indica que dicha reuniòn fue convocada “…porinvitaciòn del herm:. Lòpez Cepero”. El contenido íntegro del documento a partir de la última oración de su primer párrafo esel siguiente: …el h:. Meltz manifestó el objeto de la reunión, haciendo una breve reseña de la Masonería en el País y especialmente en esta Capital. Usó de la palabra el h:. Palmer, para manifestar la conveniencia de que se diese vida a la Gran Logia Sob:. de Pto. Rico, solicitando, tuviese su asiento en esta Ciudad, donde existen hoy mayores elementos al efecto. El h:. Rossy significó, que con el objeto de evitar divisiones y susceptibilidades de algunos cuerpos mas:. residentes en las poblaciones de la Isla, entendía, debía levantarse un Centro Superior Masónico, ajeno a los que han existido en el país. El herm:. Creuets expuso la conveniencia de que el territorio Pto, Riqueño (sic) conserve su masonería independiente, en la forma que la tuvo por cesión de derechos que hiciera la Gr:. Log:. Unida de Colón e Isla de Cuba. En su consecuencia, el herm:. Palmer ofrece dirigirse en el terreno particular a los hh:. de Mayagüez con el fin de que presten su asentimiento y adquicencia (sic) para trasladar la Capitalidad de la Gr:. Log:. Sob:. a esta Ciudad, y en su caso, le sean remitidos los sellos, libros y demás documentos correspondientes al Archivo de la misma. Y conforme todos con la proposición del ilustre h:. Palmer, se suspendió la sesión hasta recibir contestación de Mayagüez.32 Actas, Pág. 187.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 19 Y se hace constar este acuerdo para los efectos consiguientes y lo firmamos para constancia.33 Efectivamente, las firmas de todos los asistentes a la reunión aparecen al final de laminuta. Este documento presenta varios aspectos interesantes. En primer lugar, la reunión fueconvocada por el Venerable Maestro de la logia “Palafox” (y pasado miembro del ConsejoRegional del GOE en Puerto Rico), Eduardo López Cepero, y el cónclave tuvo lugar en el templode dicha logia. En segundo lugar, había mayoría de miembros de logias españolas que de laGLSPR, más el representante de la Gran Logia de Nueva York. No obstante, el plan de acción acorto plazo adoptado por el grupo, según propuesto por Santiago R. Palmer, fue el de revivir lostrabajos de la GLSPR, descartando la propuesta de Manuel F. Rossy de crear una nuevaobediencia para regir la masonería en Puerto Rico. Tercero, Rafael Creuets, nacional español ymiembro de Palafox, secundó la idea de Palmer y no la de su hermano de logia, Rossy. Este fueel mismo Creuets que más tarde se apropiaría de la carta patente de “Palafox” y proclamaría suadhesión y la del remanente de su logia al GOE luego de mayo de 1899. Y, en cuarto lugar,Palmer favorecía el traslado a San Juan, en “donde residen mayores elementos al efecto”, a pesarde que, en ese momento, la única logia organizada de la GLSPR en la capital era “Estrella deLuquillo”34, ya que “San Juan Bautista” había cesado sus funciones en 1887.35 Durante los últimos días de enero y la primera quincena de febrero de 1899, el grupo quese había reunido en Palafox en la fecha ya citada debió haberse mantenido en comunicación, a laexpectativa de recibir respuesta de Palmer en cuanto a las gestiones que haría con “los hh:. deMayagüez” con respecto a la aprobaciòn del traslado de la GLSPR a San Juan. Como prueba delinterés que tenían en ejecutar su plan de acción, presentamos esta convocatoria circulada entrevarios de los participantes de la reunión del 17 de enero, y otras importantes figuras de la 33 “Minuta del 17 de enero de 1899”, Documentos históricos de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico,1883-1903, Compilación encuadernada de documentos perteneciente a los fondos documentales de la Gran LogiaSoberana de Puerto Rico., s/p. 34 En el Anuario de 1900 de la GLSPR aparece la siguiente informaciòn sobre “Estrella de Luquillo”:Fundada en Bayamón en 1867, restablecida en San Juan en 1878, reorganizada en 4 de Julio (sic) de 1884 y vuelta areorganizar en 16 de Febrero de 1899. Anuario de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico, Año 1900, San Juan, Est.Tip. De A. Lynn e Hijos de Péres Moris, 1900, Pág. 31. 35 Esta logia volvería a la vida oficialmente el 29 de marzo de 1899, aunque parece que su líder, Carlos B.Meltz se había movido agresivamente para reclutar nuevos miembros entre la comunidad norteamericana que llegó ala Isla. De 43 miembros que reportó en 1900, 24 eran norteamericanos. Sobre la fecha de reorganización, ver:Anuario de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico (Masones libres y aceptados) año 1906, San Juan, Tipografíadel Boletín Mercantil, 1906, Pág. 35. En cuanto a la membresía al final del 1900, ver: Anuario 1900, Págs.45-46.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 20masonería autóctona y española, entre ellos José Celso Barbosa, Antonio Cordero, Francisco delValle Atiles y Eliseo Font y Guillot. Por indicación del Ilus:. H:. Palmer y con el fin de reorganizar los trabajos de la Gran Logia de Pto. Rico, cambiando su residencia de Mayagüez a esta Capital, se ruega a los hh:. anotados al margen, su concurrencia al Salòn de la Logia “Palafox” en la noche del próximo jueves 23 de los corrientes a las 71/2 de la noche, suplicándoles la puntual asistencia por tratarse de un acto de tanta trascendencia (énfasis provisto en el original).36 La citada convocatoria estaba firmada por la alta oficialidad de la logia “Palafox”:Eduardo López Cepero (Venerable Maestro), Francisco Acosta (Primer Vigilante) y Ramón H.Patrón (Segundo Vigilante). En el caso de este segundo documento hasta ahora inédito, llama la atención el que las“Tres Luces” de la logia que Ayala indica que ocupò el territorio masónico de Puerto Rico anombre del GOE ante el “abandono” de la jurisdicciòn por parte de la GLSPR, invocaran unadirectriz de Palmer como base para generar la convocatoria para “reorganizar los trabajos” de laobediencia autóctona. También llama la atención el que Palmer no generara la convocatoriadirectamente, y prefiriera recurrir a la ayuda de una logia “invasora” del territorio de la GLSPRpara aglutinar esfuerzos relacionados con las actividades de esta última organización. Noobstante, tal parece que “Palafox” en algún momento se declarò “independiente’ con miras aafiliarse eventualmente a la GLSPR. Por circunstancias que hemos descrito más arriba, eso noocurriò, y luego de un cisma, la mayoría de sus miembros organizò la logia “Regeneraciòn” el 26de mayo de 1899.37 La reunión del día 23 de febrero se llevó a cabo según convocada, con la participación delos siguientes masones, quienes fueron identificados en la minuta de la sesión según aparecejunto a cada nombre: Santiago R. Palmer (Ex Gran Maestro), Francisco del Valle (Ex VenerableMaestro de “Estrella de Luquillo”), José Francisco Díaz (Ex Venerable Maestro de “Caballerosde la Verdad”), Manuel F. Rossy (Ex Venerable Maestro de “Palafox”), José Celso Barbosa (ExVenerable Maestro de “Estrella de Luquillo”), Carlos B. Meltz (Ex Venerable Maestro de “SanJuan Bautista”), Eduardo Lòpez Cepero (Venerable Maestro de “Palafox”), Francisco Escalona 36 Convocatoria a sesiòn del 23 de febrero de 1899”, Documentos históricos de la Gran Logia Soberana dePuerto Rico, s/f, s/p. 37 En el ya citado Anuario de 1900 de la GLSPR aparece la siguiente informaciòn sobre “Regeneraciòn”:“Antes ‘Palafox’ del G.O. Español, después independiente. Expedida Carta Patente por la Gran Logia en 26 de mayode 1899”. Anuario 1900, Pág. 35. Hay que recordar que Ayala menciona en uno de los párrafos citados más arribaque “Palafox” había solicitado al GOE su “plancha de quite” en marzo de 1898, y se había negado a hacerle llegarsu documentación al GOE cuando le fue solicitada por su Gran Maestro Miguel Morayta.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 21(Ex Venerable Maestro de “Luz de Oriente”), Antonio Cordero (Ex Venerable Maestro de“Caballeros de la San Juan”), Armando Morales (Ex Venerable Maestro de “Estrella deLuquillo”), Rafael Creuets (Ex Venerable Maestro de “Alianza”), Benigno Lòpez Castro (ExVenerable Maestro de “Tanamá”), José Claudio Biera (Ex Venerable Maestro de “Uniòn yTrabajo”) y Antonio Ruiz Quiñones (Ex Gran Secretario). Eran siete masones por bando(GLSPR/GOE), pero había representación mayoritaria de las logias del GOE (6 a 2).38 La reunión comenzó con un informe de Palmer, en el cual señaló que, tal y como se habíaacordado anteriormente, había escrito a Mayagüez “…al Gr. Maestro ven. h. Rafael Arrillaga ydemás miembros de la Gran Logia allí residentes, suplicándoles el envío a esta Capital de losdocumentos de ese Alto Cuerpo, sin haber recibido contestaciòn alguna hasta el presente…”.Agregaba el ex Gran Maestro que dado que era muy difícil reunir en Mayagüez a los miembrosde la organizaciòn, “…estimaba oportuna esta reuniòn para acordar la mensionada (sic)reorganización, traslando (sic) la Gran Logia a esta ciudad, ya que aquí hay mayor número dehermanos y es más hacedera esa reorganizaciòn”.39 Más adelante, la minuta recoge lo siguiente: El ven. h. Manuel F. Rossy manifestó luego que debía procederse a la realización de ese propósito, a fin de que obrando con prudencia ese paso no de lugar a cisma alguno ni ocasione el menor disgusto. El ven. h. Barbosa expuso que abundaba en las ideas expuestas por el h. Rossy, creyendo también que debía procederse al nombramiento de unan comisión compuesta de tres miembros elegidos de entre los presentes, a cuyo efecto propuso a los hh. Palmer, Meltz y Ruiz Quiñones, proposición que fue desde luego aceptada por unanimidad en todas sus partes; designándose además al h. Ruiz Quiñones para que lo más brevemente posible pasase a Mayagüez y reclamase de los miembros de la Gran Logia allí residentes los efectos y documentos de esta Gran Logia. El ven. h. Francisco del Valle Atiles y algunos hermanos más manifestaron su adhesión.40 Los trabajos culminaron con la sugerencia de Lòpez Cepero de que “debía comunicarseeste acuerdo a las Logias en receso que existen en la Isla y participarse también la reorganizaciónde la Gran Logia a los Cuerpos de la correspondencia”.41 Del análisis de este documento se desprende que varios representantes de las logiasespañolas que operaban en San Juan estaban dispuestos a ayudar a Palmer a reorganizar la 38 “Minuta de la reuniòn del 23 de febrero de 1899”, Documentos históricos de la Gran Logia Soberana dePuerto Rico, s/p. 39 Ibid. 40 Ibid. 41 Ibid.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 22GLSPR, siempre y cuando el organismo convirtiera a San Juan en su centro de poder. Hay querecordar que, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX la habilidad para moverse de unpunto a otro de la Isla era bastante limitada. Debido a ello, por años la GLSPR había sesionadoen Mayagüez con diputados de las logias y apoderados de “las luces del Taller”, quienes eran porlo general masones del área oeste de Puerto Rico que asumían la representación de las logias delnorte, sur y este del país durante las asambleas. Si la sede de la GLSPR se movía a San Juan, losmiembros de las logias de la Capital tendrían entonces el control de las sesiones trimestrales yasambleas anuales. Tomando en cuenta las advertencias de Rossy y Barbosa (a la sazón los dos principaleslíderes del movimiento que se convertiría con el correr del tiempo en portaestandarte de laanexión política a los Estados Unidos; siendo, sin embargo, el primero afiliado hasta esemomento al GOE y el segundo a la GLSPR), el grupo heterogéneo de masones respetó loslinderos jurisdiccionales y comisionó a tres miembros de la GLSPR la misión de negociar consus hermanos de Mayagüez el traslado. Una vez nombrada la comisión, cuyo principal agente ejecutor debía ser, según acordado,Ruiz Quiñones, el curso de los acontecimientos se aceleró marcadamente. El ex Gran Secretariorecibió su encomienda en San Juan la noche del 23 de febrero de 1899. Dos días después, nuevemiembros de la GLSPR residentes en Mayagüez refrendaron con sus firmas la siguienteproposición: Los que suscriben miembros de esta Alta Cámara tienen el honor de someter a los miembros la siguiente proposición: Considerando que por acuerdo de la Gran Log. Unida de Colón e Isla de Cuba, en sesión ordinaria trimestral del año 1885 cedió el territorio de la isla de Pto. Rico a la Gran Logia Provincial y Logias de su dependencia para constituir la Gran Logia Soberana. Considerando que en virtud de ese acuerdo quedó constituida la referida Gran Logia Soberana de Pto. Rico, con domicilio en Mayagüez, el 20 de setiembre (sic) de dicho año 1885. Considerando que por consecuencia de las persecuciones contra la Institución Masónica por el Gobierno Español se suspendieron las sesiones, no solo de las Logias sino también de la Gran Logia. Considerando que habiendo cesado la dominación española y pasando esta isla a la libre y progresista Unión Americana, han cesado todas las causas existentes que se oponían a la continuación de los trabajos masónicos paralizados.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 23 Considerando que debemos evitar que se declare por las Grandes Logias Americanas que se encuentra el Territorio de Pto. Rico libre y expedito, y por consiguiente, se apodere de él cualquier Potencia Masónica. Considerando que existen grandes dificultades para dar vida a esta Alta Corporación, y en la ciudad de San Juan, capital de la isla, residen unos catorce ex Maestros de logias de nuestra jurisdicción, un ex Gran Maestro y un ex Gran Secretario, y que todos asumen la representación de la Gran Logia Soberana. Los proponentes someten a la deliberación el siguiente proyecto de Ley: 1º. Dar vida a los trabajos masónicos en el territorio de la Isla de Pto. Rico; 2º. Pasar la Carta Constitutiva de la Gran Logia Soberana y demás documentos al h. Santiago R. Palmer, para que en su calidad de ex Gran Maestro, instale los trabajos de dicha Gran Logia en la ciudad de San Juan, y 3º. Enviar a dicho hermano todos los sellos, archivos y demás correspondientes a dicha Gran Logia de Pto. Rico, a fin de que se lleve a efecto lo acordado.42 De la redacción del documento se desprende que, más allá de la cantidad de miembrosque podía haber en una u otra localidad, la mayor preocupación de los masones de la Isla era laposibilidad de una invasión de territorio por parte de alguna (o varias) de las grandes logiasnorteamericanas. Al ubicarse en el punto geográfico en donde había mayor concentración delogias con la capacidad de movilizarse rápidamente, y estando ese lugar en el proceso deconsolidarse como el principal centro de poder político y económico de la Isla, los masonesresidentes en la capital estarían en posición de detener cualquier intento de invasión de parte delas obediencias norteamericanas. Interesante por demás resulta la aseveraciòn en cuanto a los catorce ex maestros “delogias de nuestra jurisdicciòn”, que residían en San Juan. Como hemos visto, siete de elloscomparecieron a la reunión del 23 de febrero de 1899 en calidad de ex maestros o maestros(López Cepero) de logias fundadas por obediencias españolas. Hasta aquí hemos visto cómo las facciones masónicas que estuvieron en pugna por lajurisdicción sobre el territorio masónico puertorriqueño desde la década del 1880 hasta el finaldel siglo XIX, decretaron una tregua y diseñaron una estrategia para enfrentar a un enemigo 42 “Proposiciòn para el traslado de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico a San Juan de 25 de febrero de1899”, Documentos históricos de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico, s/p.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 24común. En ese diseño estratégico, soslayaron algunos conceptos legales masónicos, como laafiliación de los masones y las logias a una obediencia en particular. Los masones de obedienciaespañola se colocaron tácitamente al servicio de la GLSPR, con miras a evitar que se repitiera enla masonería el fenómeno de penetración y control institucional norteamericano que se verificabaen otros renglones de la vida cotidiana del periodo. Y el “padre fundador” de la GLSPR novacilò en maniobrar para dar “legitimidad” a las movidas que realizaba con la ayuda de masonesde otra obediencia para salvar su proyecto masónico autóctono. Planteada la estrategia, continuaron ejecutando la misma con gran rapidez. El 26 defebrero de 1899 se circulò la segunda convocatoria para “tratar y discutir la proposiciònpresentada por algunos diputados referente a la traslación de residencia de la Gr. Log. a la ciudadde San Juan”. 43 Otro detalle que nos llama la atención al analizar el documento es que el GranSecretario José Alberto Nadal convocó a la membresía de la GLSPR “/p/or orden del DiputadoGran Maestro” (Federico Gatell), dada la “ausencia del Gr. Maestro…”.44 Y así llegamos al 27 de febrero de 1899, día en que se llevó a cabo la asambleaextraordinaria en la que se dio paso a la citada proposición. Dado que en apartados anteriorescitamos in extenso las reseñas que diferentes historiadores han publicado sobre elacontecimiento, nosotros nos enfocaremos en dos aspectos que no han sido discutidos poraquellos que han estudiado el acta de la sesión con anterioridad. En primer término, resulta curioso que en una sesión en la que se tomaría una decisióntan importante para la organización, no estuviesen presentes ni el Gran Maestro ni el DiputadoGran Maestro. Los trabajos del día fueron dirigidos por el Gran Primer Vigilante, RafaelMonagas (en cuya residencia se celebró la sesión). 45 Ya sabemos que la orden para convocar lacámara no fue impartida por el Gran Maestro Arrillaga. En segundo término, y en otro ángulo que resulta interesante, una vez aprobada porunanimidad la proposiciòn ya citada, Tomás C. Vera de la logia “Adelphia” propuso que seremitiera a Palmer copia del acta de la sesión, así como la carta constitutiva y otros documentos, 43 “Segunda convocatoria para asamblea de la Gran Logia d Soberana de Puerto Rico”, Documentoshistóricos de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico, s/f, s/p. Aunque el documento no tiene fecha, en el mismo seplantea la siguiente exhortaciòn: “Se suplica encarecidamente la asistencia a dicha reunión que tendrá lugar mañanaa las 9 de la noche en la casa habitaciòn del h. Rafael Monagas, sita en la calle de Méndez Vigo”. Por tanto, laconvocatoria tuvo que haber sido circulada el 26 de febrero de 1899. 44 Ibid. 45 “Sesiòn extraordinaria de febrero”, Actas, Pág. 189.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 25“…por conducto del h. Ruiz Quiñones que actualmente se encuentra en esta ciudad…”.46 A pesarde haber estado en Mayagüez el día de la sesión, el ex Gran Secretario no participó en la misma,pero, como veremos más adelante, sí cumplió a cabalidad la encomienda de recoger y llevar aSan Juan toda la documentación que le entregaron sus hermanos del área oeste. Los presentes aprobaron también por unanimidad “…que este acuerdo se comunique a lasLogias de la jurisdicción notificándole además que deben proceder a nuevas elecciones deDiputados y nombrar representantes que residan en San Juan, donde residirá la Gr. Log. Sob. dePto. Rico”.47 Cumpliendo con lo ordenado por la asamblea, el Gran Secretario Nadal preparó una copiadel acta de la sesión, y la remitió a Palmer con una carta introductoria el 28 de febrero de 1899.48Podemos lógicamente pensar que estos documentos formaban parte de los legajos que fueronentregados a Ruiz Quiñones para ser trasladados a la capital. El 2 de marzo de 1899, el ex Gran Secretario preparó un informe de gastos incurridos porsu viaje a Mayagüez. En el desglose de los $35.80 que gastó, se destaca, además de lo incurridopor los conceptos de transportación en tren y coche y consumo de alimentos, el pago de tresnoches de hotel (la primera noche en Mayagüez, la segunda noche en San Germán, y la tercerade vuelta en Mayagüez). Si fuese el caso de que Ruiz Quiñones regresó a San Juan el día 28 defebrero (luego de haber recibido de manos de Nadal la copia del acta arriba indicada), esto loubicaría en el área oeste (Mayagüez/San Germán) desde el 25 de febrero, fecha cuando seredactó y firmó la proposición de traslado aprobada el 27 de febrero.49 Al día siguiente de haberse preparado el susodicho informe financiero, Ruiz Quiñones losometiò para aprobaciòn en una reuniòn celebrada en la logia “Palafox”; ocasión que aprovechóademás para ofrecer un resumen de sus gestiones en Mayagüez y para leer a los presentes lacopia certificada del acta que le había sido entregada.50 A renglón seguido: Acordóse (sic) asimismo dirigir circular a las Logias en receso del Territorio y demás masones para que pongan en vigor los trabajos, en el término más breve posible. Que tan luego como se efectúe la reorganización de la Gran Logia se participe ese hecho a las 46 Ibid, Pág. 191. 47 Ibid. 48 “Carta de J. Alberto Nadal a Santiago R. Palmer del 28 de febrero de 1899”, Documentos históricos de laGran Logia Soberana de Puerto Rico, s/p. 49 “Cuenta que rinde el comisionado por la comisiòn organizadora de la ‘Gran Logia’ de los gastos de suviaje a Mayaguez, 2 de marzo de 1899”, Documentos históricos de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico, s/p. 50 “Reuniòn del 3 de marzo de 1899”, Documentos históricos de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico,s/p.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 26 Potencias masónicas de la correspondencia y al mayor número posible de los poderes masónicos del Orbe. …acordándose también la convocatoria a nueva reuniòn en tiempo y lugar oportunos.51 Palmer y su grupo de trabajo se encaminaban con paso firme a ejecutar el plan de acciónque había viabilizado la transferencia de autoridad que les había hecho el pleno de la GLSPR.Para apuntalar esa investidura de poder, el mismo 3 de marzo de 1899 el todavía Gran Maestroen funciones, Rafael Arrillaga, cursaba desde Añasco a Palmer la carta mencionada por PalacínMejías en su trabajo ya citado. Sin embargo, hay una parte de la misiva que el referidohistoriador masònico no cita, la cual lee como sigue: “Mi querido amigo: Ante ayer me hanenviado carta respecto a su deseo de que se traslade a la capital la ‘Gran Logia’ cuyo domicilioha sido hasta la fecha en Mayagüez”. Después de esa introducciòn, es que Arrillaga expresa “notener inconveniente alguno” con el traslado.52 Si Arrillaga recibiò la carta “ante ayer”, quiere decir que fue el 1 de marzo de 1899; osea, dos días después de la sesión en la que sus hermanos tomaron la decisión de apoderar aPalmer y a su grupo para que procedieran con la reubicación de sede y reinicio de trabajos de laGLSPR. Obviamente, este dato produce en nosotros sorpresa, cuando no suspicacia.Ciertamente, Arrillaga no vivía en Mayagüez, pero la distancia entre “La Sultana del Oeste” yAñasco no es mucha, dado que son pueblos colindantes. La convocatoria a la sesión del 27 defebrero fue hecha el día antes por orden del Diputado Gran Maestro, “por ausencia del GranMaestro propietario”, y ni Arrillaga ni el Diputado Gran Maestro comparecieron. Dos días antesde la sesión, se había circulado la proposición a discutirse. Además, Palmer se quejaba en lareunión del 23 de febrero que le había escrito a Arrillaga (en algún momento entre el 17 de eneroy la fecha de ese cónclave) sobre el tema, y que éste no le había contestado. Las preguntasobligadas son: ¿Acaso Arrillaga no sabía lo que estaba pasando? ¿Se enteró ex post facto de lareunión y de la decisión? ¿O sería que, por alguna razón, no quiso participar de la decisión? Nopodemos contestar categóricamente estos cuestionamientos, ya que su expresión cuatro díasdespués de la asamblea fue favorable al acuerdo tomado: “Por mi parte y como último Gran 51 Ibid. 52 “Carta de Rafael Arrillaga a Santiago R. Palmer de 3 de marzo de 1899”, Documentos históricos de laGran Logia Soberana de Puerto Rico, s/p.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 27Maestro, no tengo inconveniente alguno en que la Gran Logia pase a la Capital; por el contrario,me complace mucho, si ha de resultar por el esplendor de la Masonería”.53 Retomando el tema de la ejecuciòn de la estrategia para “dar fuerza y vigor” a lostrabajos de la GLSPR en su nueva sede, en algún momento durante el periodo del 4 al 25 demarzo de 1899 se circuló la siguiente comunicación a los Diputados y apoderados de losoficiales de las logias “Adelphia”, “Aurora”, y “Prudencia”: Por iniciativa del ex Gran Maestro, ex Gran Secretario y catorce ex Maestros de Logias residentes en esta Capital, la Gran Logia Soberana de Pto. Rico, residente en Mayagüez, fue invitada a reanudar sus trabajos en receso con motivo de la guerra y otros acontecimientos, a cuyo efecto, dicha Gran Logia en sesión extraordinaria celebrada en la mencionada ciudad acordó la traslación de dicho alto cuerpo a la ciudad de San Juan nombrando una comisión compuesta del ex Gran Maestro, Gran Secretario y hh. iniciadores para reorganizar dicho alto cuerpo a fin de evitar la invasión de este Territorio por Logias Americanas y otras potencias masónicas. En su virtud: en cumplimiento de este beneficioso acuerdo, se os invita a poner en vigor los trabajos de esa Logia, en el término más breve posible, efectuando las elecciones de las luces y demás funcionarios…designado también a los hh. Maestros que deben ser electos por su taller Diputados de esa Logia y apoderados de las luces que residan en esta localidad y han de componer esta Gran Logia, de conformidad con lo estatuido, recomendándoos la premura….54 Según la documentación existente, tal parece que el grupo de trabajo encabezado porPalmer convocó la asamblea para la reorganización de la GLSPR para el 26 de marzo de 1899.Sin embargo, la reuniòn no pudo realizarse “por falta de representaciòn de algunas logias”; por loque el 27 de marzo de 1899 se convocó a un grupo de 31 masones (incluyendo a los “14 exmaestros” que habían tomado la iniciativa de promover el traslado) para una asamblea acelebrarse el 2 de abril de 1899 en el templo de la logia “Palafox”, localizado en la calle SanSebastián esquina calle Cruz de San Juan. Encarecemos a todos los venerables hermanos…la necesidad de su asistencia para la solemnidad del acto y para la celebración de las elecciones de los funcionarios que han de regir dicha alta Cámara. Esperando ser atendidos para daros cuenta del resultado de la Comisión que nos conferisteis, os saludamos fraternalmente.55 53 Ibid. 54 “Instrucciones a las logias ‘Aurora’, ‘Adelphia’ y ‘Prudencia’”, Documentos históricos de la Gran LogiaSoberana de Puerto Rico, s/f, s/p. Al pie del documento dice “Os saludamos fraternalmente. San Juan Marzo 1899”. 55 “Convocatoria a sesiòn para restablecer la Gran Logia Soberana de Puerto Rico del 27 de marzo de1899”, Documentos históricos de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico, s/p.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 28 Al revisar los acuses de recibo de los convocados (los cuales firmaban el documento conla anotaciòn “enterado” o expresando su imposibilidad de asistir), encontramos que sobre lafirma de Rafael Creuets aparece la palabra “impedido”. ¿Acaso había ocurrido ya el diferendoentre el grupo que eventualmente creò la logia “Regeneraciòn” y los que se unieron a Creuetspara mantenerse bajo la jurisdicción del GOE? No podemos contestar la pregunta con certeza. Loque sí sabemos es que aquel que el 17 de febrero de 1899 “expuso la conveniencia de que elterritorio Pto, Riqueño (sic) conserve su masonería independiente, en la forma que la tuvo porcesión de derechos que hiciera la Gr:. Log:. Unida de Colòn e Isla de Cuba”, terminòapropiándose de la Carta Patente de “Palafox” de forma cuestionable, no asistiò a la asamblea dereorganización del 2 de abril, y se dedicó después atacar la legitimidad de la GLSPR. Y así llegamos al examen del acta del 2 de abril de 1899. Los trabajos iniciaron bajo lapresidencia de Santiago R. Palmer, con la asistencia de oficiales, diputados o apoderados deoficiales de las logias “Estrella de Luquillo”, “San Juan Bautista”, “Palafox”, “Aurora” (Ponce),“Faro de Borinquen” (Lares), y “Sol Naciente”, (Aguadilla). A renglòn seguido: …se procediò a la lectura de la lista de las Logias de la jurisdicción que tienen actualmente en actividad sus trabajos, y resultando representadas cinco Logias por sus Diputados y sus luces, en número de diez y ocho miembros, entre ellos dos ex maestros de Logias y varios visitadores, el Ex Gran maestro declaró que había quorum y fue abierta la sesión (énfasis provisto en el original).56 Lo anterior quiere decir que, aunque “Palafox” compareciò como logia, no se tomó encuenta para la constitución del quorum, ya que se indica que eran cinco las logias debidamenterepresentadas. Debemos entender que están considerados dentro del grupo de “variosvisitadores”. En cuanto a los “dos ex maestros de Logias” estos eran José Francisco Díaz(“Caballeros de la Verdad”) y Francisco Escalona (“Luz de Oriente”), ambos hasta ese momentomasones de obediencia española. Luego de esto, Palmer dio lectura al acta de la Asamblea Constituyente de la GLSPR en1885, y procedió a ordenar la realización de la elección de dignatarios y oficiales. Luego de lavotación y escrutinio, resultaron electos: Santiago R. Palmer (EGM/”Estrella de Luquillo”57)—Gran Maestro 56“ Acta No. 1, 1a. sesiòn=2 de abril de 1899”, Actas, Pág. 193. 57 En el ya citado Anuario de la GLSPR para el año 1900, Palmer aparece en el cuadro de miembros de“Estrella de Luquillo”. Anuario 1900, Pág. 45.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 29José Francisco Díaz (EVM de “Caballeros de la Verdad”58)—Diputado Gran Maestro Carlos B. Meltz (VM de “San Juan Bautista”)—Gran Primer Vigilante Francisco Escalona (EVM de “Luz de Oriente”)—Gran Segundo Vigilante Eduardo Lòpez Cepero (VM de “Palafox”)—Gran Tesorero José Claudio Biera (EVM de “Uniòn y Trabajo”)—Gran Secretario59 Seguidamente, Palmer nombrò a Francisco Acosta (PV de “Palafox”) como GranMaestro de Ceremonias, a Emigdio Ginorio (Diputado de “Faro de Borinquen”60) como PrimerDiácono, y a Manuel Soto (Apoderado del VM de “Faro de Borinquen”61) como SegundoDiácono. En cuanto a las comisiones permanentes (Jurisprudencia, Beneficencia, Judicial yRelaciones Exteriores, el recién electo Gran Maestro designo tanto miembros de logias afiliadasa la GLSPR como de “Palafox”. Así las cosas, la mayoría de los funcionarios electos y designados en la asamblea no eranmiembros de logias afiliadas a la GLSPR al momento de su selección. No cabe duda de que huboalguna negociaciòn con los miembros de “Palafox” por su apoyo en el proceso de traslado de laGLSPR a San Juan. Al concretarse el polémico cisma de la logia “Palafox”, se constituyò la logia“Regeneraciòn” mediante Carta Patente emitida el 26 de mayo de 1899.62 En la sesión ordinariadel 25 de junio de 1899, “/s/e informò a la Cámara del expediente de la Logia “Regeneraciòn” deSan Juan”.63 Tal y como mencionara Ayala en su libro ya citado, en ese momento varios de lospresentes (cinco miembros de la logia “Estrella de Luquillo”64) impugnaron el proceso por elcual se permitiò la afiliaciòn de “Regeneraciòn” a la GLSPR. El asunto fue referido a laComisión de Jurisprudencia para examen. Aparentemente la impugnación no prosperó, porqueen el acta de la sesión ordinaria trimestral de 24 de septiembre de 1899, no se menciona el 58 Diaz fue identificado en el acta como ex Venerable Maestro de la logia “Caballeros de la Verdad”. Sinembargo, en el Anuario de 1900 figura como Venerable Maestro de “Estrella de Luquillo”. Anuario 1900, Pág. 31. 59 En el acta se indica que Claudio Biera no participó de la sesión. En el Anuario de 1900, figura dentro delcuadro de miembros de “Regeneraciòn”. Anuario 1900, Pág. 45. 60 Ginorio aparece en el Anuario de 1900 como miembro de “Regeneraciòn”, así que presumimos que eramiembro de “Palafox” al momento de su nombramiento. Ibid. 61 Caso similar al de Ginorio. Ibid. 62 Anuario 1900, Pág. 35. 63 Actas, Pág. 198. 64 En el acta se indica que fueron los “VV.HH. Moraza, Ardín, Rivera Nuñez, Lòpez Castro y Beltrán”.Todos aparecen incluidos en el listado de miembros de “Estrella de Luquillo que se publicò en el Anuario de laGLSPR de 1900. Ver: Anuario 1900, Pág. 11.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 30asunto; mas, sin embargo, se hace constar la aprobación por la Alta Cámara del ReglamentoInterior de la logia “Regeneraciòn”.65 Regresando a la sesión de junio, es pertinente apuntar que en la misma se informó elnombramiento de Carlos B. Meltz como representante de la Gran Logia de Nueva York ante laGLSPR.66 Como dijimos anteriormente, buena parte de la membresía de logia “San JuanBautista” que Meltz dirigía estaba compuesta por norteamericanos que llegaron como soldados ofuncionarios civiles del nuevo gobierno. Es muy probable que, según hubo negociaciones con lalogia “Palafox” y con otros masones de logias españolas, al recién electo Gran Primer Vigilantele tocara llegar a algún tipo de acuerdo con la potencia masónica que le designaba comorepresentante suyo en la Isla, a cambio de que se reconociera la jurisdicción de la GLSPR. Luego de un año de trabajo a partir del traslado y reorganización de la Obedienciapuertorriqueña, el organismo contaba con once logias activas al terminar la gestión de Palmer el25 de abril de 1900. Tan exitoso había sido en “resucitar” la GLSPR, que los asistentes a lasesión lo reeligieron para que continuara al frente de la obediencia autóctona. No obstante, estedeclinó ocupar el cargo nuevamente, y la asamblea eligió a Meltz como Gran Maestro.67 Creemos apropiado cerrar este apartado con una parte de las expresiones que hiciera elGran Maestro saliente en su informe a la asamblea. En las mismas, resume la gestión hecha parareactivar la GLSPR, y apunta la importancia del proceso dentro del ambiente de cambio que sevivía en el país en ese momento. Si difícil fue la vida de esta Gran Logia en época anterior, debido al ambiente de opresión e injusticias de aquellos tiempos, no ha alcanzado mejores días desde su reorganización, sino por aquellas causas, por otras de índole diferente. Acababa el país de experimentar una brusca transformación en todos sus organismos, después de los azares de algunos meses de incertidumbres y esperanzas y de las penalidades que aporta toda guerra. Al brillar en lontananza la estrella refulgente de la libertad, apresuróse (sic) la Gran Logia—que nació bajo el amparo de la de Colón e Isla de Cuba, por cesión de territorio que ésta le hiciera en acuerdo de 12 de junio de 1885—a reanudar sus trabajos, a fin de no perder los derechos adquiridos a costa de sus afanes y de sus méritos de largos años….65 Anuario 1900, Pág. 35.66 Actas, Pág. 197.67 Anuario 1900, Pags. 16-17.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 31 Conocido es de todos el procedimiento seguido para reorganizar esta Gran Logia: la parte de iniciativa que en ello tomó el Muy Respetable Gran Maestro de la Gran Logia de New York por conducto del Honorable Hermano Mortimer D. Bowen residente en esta Isla en aquella fecha; el acuerdo fundado de trasladar el asiento de la misma de Mayagüez a esta Ciudad de San Juan; traslado del archivo de dicho punto a éste, y apertura de la Cámara en 2 de abril último, en que tuvieron lugar las elecciones. Contábase (sic) en aquella fecha con seis Logias de la jurisdicción, en actividad. Simultáneamente la Logia “Palafox” del Oriente Español, acordó incorporarse con el título de “Regeneraciòn” a esta Gran Logia; acojiendo (sic) con júbilo este hecho con arreglo a la práctica sancionada de largos años, seguida tanto aquí como en nuestra antigua madre Gran Logia de Colón, para éstos casos, y en virtud del inciso sexto del artículo 27 de la Constituciòn…. Tenemos pues, que de seis Logias con que empezamos nuestra reorganización, hoy contamos con once bien nutridas.68 Conclusiones Al acercarnos al tema del traslado de la sede de la GLSPR de Mayagüez a San Juan, y laconsecuente reorganización y reinicio de sus trabajos en 1899, establecimos que la secuencia deeventos que culminó con dichas acciones estuvo enmarcada dentro un convulso periodo decambios dramáticos en todos los órdenes de la vida puertorriqueña. Dichos cambios activarondifíciles procesos de transición en los movimientos políticos, en las actividades económicas y enlas relaciones sociales de los habitantes de la Isla en dicha época. La práctica de la masonería en Puerto Rico no fue inmune a los múltiples cambios en elentorno en el que se desarrollaba; y los masones del citado período tuvieron que diseñar eimplantar estrategias de transición para evitar el naufragio en las aguas turbulentas por las quenavegaban en ese momento histórico. Para el estudio del tema principal de este ensayo, empleamos un acercamiento dual. Enprimer lugar, realizamos un análisis historiográfico de los dos discursos que se han hilvanado através del tiempo con relación a los mencionados acontecimientos. De ese análisis se desprendeque, por un lado, los historiadores afiliados a la GLSPR adoptaron básicamente lo que NegrónPortillo llamò “el discurso antiespañol”, adjudicando la reorganización y reanudación de lostrabajos de la obediencia puertorriqueña únicamente al nuevo clima de tolerancia que para con lainstitución tenía el nuevo régimen de gobierno. Esta tendencia historiográfica trata el tema del 68 “Mensaje del gran maestro de los masones de Puerto Rico”, Anuario 1900, Págs. 18-19.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 32cisma en la logia “Palafox” del GOE y la posterior creaciòn de la logia “Regeneraciòn” de laGLSPR como un evento resultante de la consolidación del reclamo jurisdiccional de lainstitución autóctona dada la nueva realidad política del país. Por otro lado, José Antonio Ayalase acerca a los eventos que aquí estudiamos desde el punto de vista de la lucha por el territoriomasónico de Puerto Rico entre el GOE y la GLSPR. Aunque provee una contextualizaciónsociopolítica más amplia que la de sus colegas puertorriqueños, el historiador españolbásicamente da por buena la crónica estructurada a base de las actas de la GLSPR, y discute conmayor detalle la tesis de que la “continuidad” de los trabajos de “Palafox” durante el receso de laobediencia autóctona desde finales de 1896 hasta principios de 1899 le daba al GOE base parareclamar la jurisdicción exclusiva de esa obediencia peninsular sobre la práctica de la masoneríaen Puerto Rico. Para Ayala, el diferendo ocurrido en “Palafox” y el nacimiento de“Regeneraciòn” fueron el resultado de alguna gestión realizada por el liderato de la GLSPR parasonsacar a los miembros de la logia española, que a la sazón le había expresado a su obedienciasus frustraciones por la falta de comunicación durante el periodo de 1896 a 1899. Continuando con nuestro enfoque metodológico, en segundo lugar hicimos unareconstrucción del proceso de traslado y reorganización de la GLSPR, a la luz de evidenciadocumental inédita proveniente de los archivos de la obediencia puertorriqueña, y en el contextode un escenario político, económico y sociocultural cambiante, que generó la necesidad deadoptar estrategias aceleradas de transición y supervivencia. Esta lectura de documentos inéditosy relectura de las actas y correspondencia de la GLSPR nos permitió presentar información sobreel proceso que no había sido presentada en las dos vertientes historiográficas mencionadas. Como habrá podido apreciar el lector al leer este trabajo, el cambio de sede y reinicio deoperaciones de la GLSPR en 1899 fue el resultado de una concertación de esfuerzos entreSantiago R. Palmer, varios masones afiliados a la obediencia puertorriqueña, la logia “Palafox” yotros masones de obediencia española. La razón para dicho junte de voluntades fue la amenazade que el territorio masònico borincano fuera “invadido” por alguna gran logia norteamericana, atono con el ambiente de “americanizaciòn” en boga durante el periodo. De forma consistente conlo descrito por William Bridges al hablar sobre cómo se materializan los procesos de transición,los masones puertorriqueños y españoles depusieron sus actitudes de confrontación e hicieroncausa común para evitar perder su autoridad sobre la práctica de la masonería simbólica en laIsla.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 33 Para lograr su objetivo, establecieron un plan de acción y lo ejecutaron de maneraexpedita. Dicho plan tuvo dos vertientes. La primera fue obtener la aprobación del liderato de lahasta entonces en receso GLSPR, no sólo para el traslado de sede (en consonancia con latendencia de la época de consolidar a San Juan como centro de poder del país), sino también paragenerar una delegación de autoridad para reorganizar la institución con un nuevo equipo deliderato. La manera como se logró dicha meta fue un tanto inusual y atropellada, dado que elGran Maestro en funciones, Rafael Arrillaga, estuvo prácticamente excluido del proceso. Lasegunda vertiente del plan (la cual no está tan documentada como la primera) fue la integración ala logia “San Juan Bautista” de un gran contingente de masones norteamericanos, ganándose asíla buena voluntad de la Gran Logia de Nueva York, la cual brindó su apoyo incondicional yreconocimiento a la reestructurada GLSPR. Uno de los más importantes hallazgos de esta investigación es el haber dado a la luz el rolprotagònico de la mayoría de los miembros de la logia “Palafox” y de otros masones deobediencia española en el proceso de revivir la GLSPR y reafirmar sus reclamos jurisdiccionales.A corto plazo, los que prestaron su ayuda a Palmer para reorganizar la GLSPR vieronrecompensado con creces su apoyo, ya que accedieron a las posiciones de mayor jerarquía en laorganización recién renovada. Con el correr de los años, figuras que ocuparon a finales del sigloXIX puestos de liderato a nivel regional dentro de las obediencias españolas que operaban enPuerto Rico llegaron a ser grandes maestros de la GLSPR (Armando Morales Rildón y AntonioCordero Fuertes). A tono con estos hallazgos, creemos que en algún momento debe generarse uncuestionamiento crítico en torno a la tesis de Ayala sobre el rol de la logia “Palafox” como“cabeza de playa” del GOE en Puerto Rico durante el periodo finisecular decimonònico. Luego de haber evaluado el proceso a la luz del contexto en el que ocurrió y la nuevaevidencia que lo documenta, tenemos que concluir que el mismo resultó ser exitoso, dado que sedetuvo la amenaza de invasión al territorio por parte de obediencias estadounidenses, se dionueva vida a la GLSPR, y se posicionó a la obediencia puertorriqueña de manera efectiva paraprevalecer eventualmente sobre el GOE en el reclamo por la jurisdicción masónica de PuertoRico; en este último caso, “usando las cuñas del propio palo”. Al final del camino, el gran ganador en esta historia fue Santiago R. Palmer, ya que pudodar continuidad al gran proyecto de su vida: una obediencia masónica puertorriqueña

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 34independiente, cuya soberanía fue reconocida desde el siglo XIX, y que ha trascendido la vidaterrenal de su creador hasta nuestros días.





LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 35Apuntes sobre la vida masónica de Ramón Emeterio Betances Por: Luis E. Santiago Ramos1 San Juan, Puerto Rico Todos conocemos las fructíferas gestiones del Ilustre Hermano Ramón EmeterioBetances como médico, político, abolicionista, revolucionario, diplomático, escritor y patriota.Betances también fue masón, pero conocemos muy poco sobre este aspecto de la vida de esteilustre puertorriqueño. Hasta el momento muy pocos historiadores y estudiosos de la vida deBetances nos han ofrecido datos significativos sobre su actividad masónica. Betances nació en Cabo Rojo el 8 de abril de 1827.2 El apellido Betances proviene de laRepública Dominicana y es una transformación del apellido Betanzos. El genealogistadominicano Antonio José Guerra Sánchez expresa que el apellido Betanzos se encuentra porprimera vez en Santo Domingo en 1514 con la llegada del Fray Domingo de Betanzos, de laOrden de los Predicadores. 3 Al hablar sobre su genealogía nos dice Betances respecto a estefraile lo siguiente: En tiempo de la conquista hubo en Santo Domingo un fraile que no quiso ser obispo, llamado Betanzos, de talento seguramente. Dios creyó tal vez que rehusaba la dignidad por soberbia y nos está castigando. Digo, si el tal fraile es el jefe de la familia. Cuando no1 Pasado Maestro de la Respetable Logia Loarina No. 17 de los Valles de Bayamón, Puerto Rico, Expresidente de laGran Comisión de Justicia y Jurisprudencia, Expresidente de la Gran Comisión de Revista y Publicidad, Exdirectorde la Revista Acacia, Miembro de la Gran Comisión de Biblioteca y Venerable Segundo Vigilante de la Logia deInvestigación José G. Bloise #113 de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico. Abogado retirado del Departamentodel Trabajo del Estado Libre Asociado de Puerto Rico y actualmente ejerce la práctica privada de abogado.2 Suárez Díaz, Ada El Antillano: Biografía del Dr. Ramón Emeterio Betances 1827-1898, Centro de EstudiosAvanzados de Puerto Rico y el Caribe, Revista EL Caribe, San Juan, 1988, 13.3 Guerra Sánchez, Antonio José – Familias Dominico-Boricuas en los movimientos independentistas de Puerto Ricoy República Dominicana. Ponencia presentada en el Primer Simposio Caribeño de Genealogía e Historia que secelebró en Santo Domingo, República Dominicana los días 18 y 19 de noviembre de 2011,17.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 36fue más que por desprecio a la riqueza y los honores, que es unacualidad eminentemente cristiana. En cambio, el fraile se echó atener hijos a pares; y los tuvo en Santo Domingo, y los tuvo enMéxico, adonde fue después, y todavía hay Betanzos, Uno de éstoses conocido como bandido, creo como general. No me acuerdobien.4 Como veremos más adelante Betances no desciende del llamado fraile.El apellido aparece nuevamente en Santo Domingo con la llegada de Juan de Betanzos quien fueescribano de la Real Audiencia en 1540.5 Según Guerra Sánchez el apellido Betances puedesurgir de un gentilicio del pueblo Betanzos de Galicia, España y Betanzos puede ser unatransformación del apellido Betancourt.6 Juan de Betanzos se casa con Luisa Martínez y procrean a Isabel Betances Martínez.7Vemos que ya se comienza a utilizar el apellido convertido en Betances. Isabel se casa con JuanIsidro Cerezo el 19 de mayo de 1717.8 Los hijos de ellos llevarán el apellido Betances comoprimer apellido posiblemente por hidalguía o por la costumbre portuguesa de utilizar el apellidode la madre según utilizado en algunas familias de Las Canarias.9 Ellos procrearon a AndreaMaría, Isabel, María Tomasina y José del Rosario.10 José del Rosario Betances Cerezo contrae nupcias con Juana Núñez y procrearon a JoséTomás Betances Núñez.11 Este se casa con María Merced Aguilar y procrearon a Luis Joaquín,Miguel, Isabel, Teresa, Pedro, Sebastián y Francisco.124 Carreras, Carlos N. – Betances el Antillano Proscrito, Editorial Club de la Prensa, San Juan, 1961, 8.5 Cf. Nota 3,26.6 Ibíd.7 Ibíd.8 Ibíd.9 Ibíd.10 Ibíd.11 Ibíd.12 Ibíd,26,27.

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 37 Francisco Javier Betances Núñez se une en matrimonio con Clara Ponce de León y sushijos fueron José María, Pedro, Andrea Josefa, Isidoro, Francisco, Eleuterio, Vicente y Felipe.13Este último nació en Santo Domingo en 1792 y se casó el 12 de agosto de 1812 con CarmenAlacán Montalvo en Cabo Rojo, quienes son los padres de Ramón Emeterio Betances Alacán.14No se sabe con certeza cuando los Betances llegaron a Puerto Rico. El historiador Félix OjedaReyes lo expresa diciendo:Todavía se desconoce el año en que los Betances emigran a PuertoRico. Se debe suponer que la llegada Cabo Rojo data de fines delsiglo XVIII o de los primeros años del XIX. Por el tratado deBasilea firmado en 1795 España cede a Francia la parte españolade la Isla de Santo Domingo, cuya cesión, agravada por lasinvasiones haitianas de1801, 1805 y 1822, propiciaron la salida denumerosos dominicanos, muchos de los cuales se establecen enPuerto Rico, Cuba y Venezuela.15 El historiador dominicano Emilio Rodríguez Demorizi, nos dice que a Puerto Ricoemigraron los Angulo, los Foxá, los Betances, los Tejera, los Hostos, los Rodríguez.16 Según elprofesor Jacques Gilard durante la ocupación francesa de la República Dominicana, con motivodel Tratado de Basilea, los Betances se convirtieron en afrancesados lo que causó que después dela salida de los franceses se vieran obligados a emigrar a Puerto Rico.17 Los dos hermanos menores de Felipe Betances, Manuel de Jesús y José, nacieron enPuerto Rico en 1805 y 180718 respectivamente, por lo que podemos inferir que Felipe Betancesllegó a Puerto Rico en o antes de los 13 años de edad aproximadamente, ya que éste nació en13 Ibíd,27.14 Ibíd.15 Ojeda Reyes, Félix – El desterrado de París: Biografía del Doctor Ramón Emeterio Betances (1827-1898),Ediciones Puerto, 2001, 5.16 Véase la nota al calce número 5 de Ada Suárez Díaz, El Antillano: Biografía del Dr. Ramón Emeterio Betances1827-1898, Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, Revista El Caribe, San Juan, 1988, 15.17 Gilard, Jacques – “Betances en Francia” en Betances, Casa Nacional de la Cultura y el Instituto de CulturaPuertorriqueña, San Juan, 1980, 57-90.18 Ojeda-Reyes, 6

LUMEN Edición #1 • Agosto 2014 • Página 381792. Estos datos son importantes para determinar la filiación masónica de él. El propio RamónEmeterio Betances en carta escrita su hermana Demetria, el 30 de marzo de 1879, nos revela lamilitancia masónica de su padre cuando dice:Mi padre no tenía relación con ninguno de ellos, [los sacerdotes] niformó nunca parte de ninguna cofradía. Era masón. Asistía a misarezada los domingos, muy retirado hacía atrás en la iglesia, sinsentarse nunca ni acudir a los bancos principales y me llevaba de lamano.19 Ramón Emeterio Betances nació cuando su padre contaba con 35 años de edad y si comoél mismo dice, “me llevaba de la mano” a la iglesia, tenemos que inferir que se inició en lamasonería a una edad cuando su hijo era apenas un niño o antes. Si tomamos en consideraciónque la edad propicia para iniciarse como masón es a los 21 años Felipe Betances pudo seriniciado en el año 1813, cuando ya residía en Puerto Rico. De ser así, él fue de los primerosmasones establecidos en Puerto Rico de los que tenemos conocimiento. Otra teoría sería que seinició en Santo Domingo en algún momento debido a los viajes que por relación familiar se veríaprecisado a realizar. Precisamente desde la República Dominicana estaban llegando la isla las ideaslibertadoras que tanto preocupaban al régimen español y los masones dominicanos eranportadores de las mismas. La masonería dominicana fue crucial en la formación de nuevas logiasen Puerto Rico. Posiblemente Felipe Betances inculcó en su hijo los principios masónicos paraque éste se interesara en la fraternidad. A muy temprana edad Betances se traslada al pueblo de Grisolles al sur de Francia aestudiar hospedándose en la residencia de la familia Prévost.20 Su estadía en ese lugar fue motivode estudio por parte del profesor francés Jacques Gilard quien la relacionó con los contactos19 Bonafoux, Luis – Betances, Instituto de Cultura Puertorriqueña, San Juan, 1987, IX.20 Ojeda Reyes, 19.


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