fraude perpetrado por un comerciante HSX\\LJVUÄ}KPJOVKPULYVJVULSVIQL- [P]VKLYLU[HIPSPaHYSV Enferma y agotada, física y aními- JHTLU[L *YPZ[PUH HU W\\KV ZVIYL- vivir un tiempo gracias a la venta de HSN\\UHZ WYVWPLKHKLZ OLYLKHKHZ KL Z\\ WHKYL TPLU[YHZ JVU[PU\\HIH Z\\MYPLUKV SHZ JHS\\TUPHZ KL X\\PLULZ JYP[PJHIHU Z\\ KLJPZP}U KL I\\ZJHYZL SH ]PKH ZPU SH H`\\KHKL\\UTHYPKV`]LY[PLYVUZVIYL LSSHY\\TVYLZKLHTVYxVZPSxJP[VZ YxHU H *YPZ[PUH LU \\UH ZP[\\HJP}U T\\` TAMBIÉN FUERA DE LAS IGLESIAS, EN LAS LA ESCRITURA COMO SALVACIÓN CIUDADES PROLIFERARON MANUALES DE BUENA (NV[HKH I\\ZJHUKV KLZLZWLYHKHTLU- JVTWSPJHKH ( SH [YPZ[LaH WYVK\\JPKH CONDUCTA PARA LAS FUTURAS ESPOSAS COMO LE MÉNAGIER DE PARÍS, EN EL QUE ENCONTRAMOS [L\\UHTHULYHKLZHSPYHÅV[L*YPZ[PUH WVY SH KLZHWHYPJP}U KL Z\\ WYVNLUP[VY ASEVERACIONES COMO ESTA: \"QUERIDA, TE KL 7PamU WLUZ} X\\L Z\\Z WHSHIYHZ Z\\Z ` Z\\ HTHKV LZWVZV ZL H|HKP} SH K\\YH REPITO, DEBES OBEDECER A TU FUTURO MARIDO\". ]LYZVZZ\\ZSHPZ`YVUK}ZWVKxHUJVU- realidad de sacar adelante a su propia ]LY[PYZLLUZ\\ZHS]HJP}U,U KLJP- queños –una niña de nueve años y dos MHTPSPH4PLU[YHZSSVYHIHSHWYLTH[\\YH UP|VZ KL ZPL[L ` JPUJV H|VZ¶( WLZHY KP} W\\ISPJHY WHY[L KL Z\\ VIYH WVt[PJH T\\LY[LKL,[PLUULHSX\\LKLKPJ}OLY- de las críticas y las presiones sociales, LU \\U SPIYV [P[\\SHKV Cien baladas :\\ mosos versos (\"Sumida en la desespe- [VT} SH KL[LYTPUHJP}U KL UV ]VS]LY H ranza y el dolor / llevo el duelo amar- casarse: \"No olvidando mi fe y buen t_P[VSHHUPTHYxHHJVU[PU\\HYWVYLZ[L go que me mata\"WLUZHIHLUJ}TV amor a él prometido, deliberé en sano propósito no tener nunca otro\";VTH- ZVYWYLUKLU[L JHTPUV WHYH \\UH T\\QLY HZ\\TPYZ\\U\\L]VWHWLSKL]P\\KH KH LZ[H ]HSPLU[L KLJPZP}U *YPZ[PUH ZL en la Edad Media que la llevaría con- LUJVU[Y} KL YLWLU[L HS MYLU[L KL \\UH 7HYH T\\JOHZ T\\QLYLZ LU SH ,KHK MHTPSPH MVYTHKH WVY Z\\Z [YLZ OPQVZ Z\\ ]LY[PYSHLU\\UHLZJYP[VYHWYVMLZPVUHS Media, la viudedad suponía algo así THKYL ` \\UH ZVIYPUH ZPU YLJ\\YZVZ X\\L JVTV\\UHSPILYHJP}UW\\LZSH[\\[LSHSL- HJHI} TLUKPNHUKV Z\\ H`\\KH (SNV [L- +LZKL LU[VUJLZ ` OHZ[H WVJV HU[LZ gal a la que se veían sometida por ma- UxH X\\L OHJLY WVYX\\L SHZ KL\\KHZ YLH- [YPTVUPVKLZHWHYLJxH7LYVLUSHWYmJ- SLZ X\\L HU UV OHIxH JVIYHKV Z\\ `H KL Z\\ T\\LY[L *YPZ[PUH \\Z} Z\\ [HSLU[V KPM\\U[V LZWVZV [HYKHYxHU KtJHKHZ LU literario para alimentar a su familia y, [PJH \\UH T\\QLY ULJLZP[HIH LS HWV`V llamar a su puerta tras un largo proceso LUWVJVZH|VZZLJVU]PY[P}LU\\UHLZ- SLNHS LU LS X\\L *YPZ[PUH UV ZL YPUKP} JYP[VYH KL YLUVTIYL UV ZVSV LU -YHU- LJVU}TPJV KL \\U THYPKV `H X\\L Z\\ pero que supuso para ella un desgaste PTWVY[HU[L(KLTmZSVZWVJVZHOVYYVZ JPH [HTIPtU LU V[YVZ WHxZLZ (KLTmZ [YHIHQV ZP LZ X\\L [YHIHQHIH LU HSNU X\\LOHIxHKLQHKV,[PLUULKLZHWHYLJPL- KL ]LYZVZ Z\\ VIYH SP[LYHYPH LZ[m JVT- taller o comercio, solía ser un comple- ron cuando Cristina fue víctima de un W\\LZ[HWVYSPIYVZKLOPZ[VYPHLPUJS\\ZV TLU[VHSHLJVUVTxHMHTPSPHY7VYV[YV ]HYPHZ VIYHZ WVY SHZ X\\L ZL SH SSLN} H SHKVLU\\UHZVJPLKHKTPZ}NPUHJVTV considerar una feminista en la Edad SHTLKPL]HSLZ[HIHT\\`THS]PZ[VX\\L 4LKPH ,U LZJYPIP} KVZ LUZH`VZ en los que ponía de relieve la nece- \\UHT\\QLY]P]PLYHZVSHZPUZVTL[LYZLH ZPKHK KL LK\\JHY H SHZ T\\QLYLZ ` KL- SHH\\[VYPKHKKL\\UOVTIYL U\\UJPHIH SH TPZVNPUPH KL Z\\ [PLTWV A la muerte de su esposo, Cristina El libro de las tres virtudesWLYVZVIYL todo, La ciudad de las damas, se con- [LUxH ]LPU[PJPUJV H|VZ ` [YLZ OPQVZ WL- vertiría en todo un referente para los TV]PTPLU[VZMLTPUPZ[HZWVZ[LYPVYLZ 3H MHTH KL *YPZ[PUH JVU[PU\\} JYL- JPLUKVOHZ[HLSW\\U[VX\\LWHZ}KLLZ- JYPIPY SVZ SPIYVZ WVY PUPJPH[P]H WYVWPH H OHJLYSV WVY LUJHYNV :\\JLKP} J\\HUKV Felipe de Borgoña SL WPKP} X\\L LZJYP- IPLYH\\U[L_[VZVIYLSH]PKH`LSYLPUH- \"SI LAS MUJERES HUBIESES ESCRITO LIBROS, sé de cierto que de otro modo lo habrían hecho, porque ellas saben que se las acusa en falso\". CLÍO 51
ESPECIAL PIONERAS LA CIUDAD DE LAS DAMAS EN LAS BIBLIOTECAS hombre respetado por la siglos pasados: \"Me preguntaba limitan a los cuidados del hogar, PALACIEGAS, DE LOS comunidad intelectual, por cuáles podrían ser las razones que se quedan en casa, mientras CASTILLOS E INCLUSO lo que sorprende que una llevan a tantos hombres, clérigos CONVENTOS MEDIEVALES, mujer, a pesar de que fuera y laicos, a vituperar a las mujeres, ƋƵĞŶŽŚĂLJŶĂĚĂƚĂŶŝŶƐƚƌƵĐƟǀŽ sobresalía una obra que para ser dotado de razón como había sido escrita hacía mas ĂůŐƵŝĞŶĐŽŵŽƌŝƐƟŶĂĚĞ ĐƌŝƟĐĄŶĚŽůĂƐďŝĞŶĚĞƉĂůĂďƌĂďŝĞŶ ejercitarse y experimentar con de un siglo que desagradaba Pizán, que ya había escrito en escritos y tratados\"͘ƌŝƐƟŶĂƐĞ cosas variadas\". profundamente a ƌŝƐƟŶĂĚĞ más de una decena de obras y niega a resignarse a aceptar que WŝnjĄŶy que sería la razón por había recibido una respuesta la sabiduría de los hombres está ůĚŝƐĐƵƌƐŽĚĞƌŝƐƟŶĂ la cual, muy probablemente, favorable a su labor literaria, se por encima de una razón que le pretendía demostrar que las se decidiría a escribir uno de atreviera a atacar a un hombre susurra insistentemente al oído mujeres tenían alma como los textos más conocidos, La de una manera tan directa: los hombres, sus mismas ciudad de las damas. El libro \"Que no me sea imputado ƋƵĞůĂƐŵƵũĞƌĞƐŶŽƟĞŶĞŶƋƵĞ capacidades para ejecutar como locura, arrogancia o ser inferiores por el simple hecho decisiones de gobierno, tenían ĞŶĐƵĞƐƟſŶĞƌĂĞůĨĂŵŽƐŽ presunción el atreverme, de ser mujeres. La escritora Romance de la rosa, una obra yo, una mujer, a reprender y imagina una ciudad ideal ĐĂƉĂĐŝĚĂĚƐƵĮĐŝĞŶƚĞƉĂƌĂ escrita en verso por dos autores profundizar en los misterios ĐŽŶƚƌĂĚĞĐŝƌĂƵŶĂƵƚŽƌƚĂŶƐƵƟů͕ ΗůĞǀĂŶƚĂĚĂLJĞĚŝĮĐĂĚĂƉĂƌĂƚŽĚĂƐ ĚŝƐƟŶƚŽƐĞŶĚŽƐŵŽŵĞŶƚŽƐ cuando él, un solo hombre, se las mujeres de mérito, las de ĚĞůĂĐŝĞŶĐŝĂŽĮůŽƐŽĨĂƌĐŽŵŽ diferentes. Iniciada por atreve a difamar y culpar sin ayer, hoy y mañana\", en la que los grandes pensadores. Si no 'ƵŝůůĂƵŵĞĚĞ>ŽƌƌŝƐhacia 1225, excepción a todo un sexo\". pudieran demostrar sus virtudes lo hacían, era porque eran los quedó incompleta a su muerte, y desarrollar su inteligencia. hombres los que no las dejaban, alrededor de 1240. Décadas La ciudad de las damas es unos hombres. después, entre 1275 y 1280, ƌŝƐƟŶĂ͕ĞŶƐƵĞŵƉĞŹŽƉŽƌ :ĞĂŶĚĞDĞƵŶŐ se decidió a ƵŶůŝďƌŽĞŶĞůƋƵĞƌŝƐƟŶĂĚĞ La ciudad de las damas fue escribir un segundo libro que Pizán pone por primera vez ĚĞŵŽƐƚƌĂƌƋƵĞůĂƐĐƌşƟĐĂƐ concluyera la obra de de Lorris. sobre la mesa un debate sobre ƉƌŽďĂďůĞŵĞŶƚĞƌĞŇĞũŽĚĞůĂƐ la naturaleza de las mujeres ǀĞƌƟĚĂƐƐŽďƌĞůĂƐŵƵũĞƌĞƐŶŽƐŽŶ Mientras que la primera más de \"habladurías vergonzosas ĚŝƐƉƵƚĂƐĚŝĂůĠĐƟĐĂƐƋƵĞĞWŝnjĄŶ ĚĞƐĚĞƵŶĂƉĞƌƐƉĞĐƟǀĂĚĞ LJƉĂůƉĂďůĞƐŵĞŶƟƌĂƐΗ hace protagonizó con eruditos de la ƉĂƌƚĞƐĞŚĂďşĂĐŽŶǀĞƌƟĚŽ corte y de la universidad de París. en todo un referente para el ŐĠŶĞƌŽ͘ƌŝƐƟŶĂƉƌĞƚĞŶĚĞĂ ĚĞƐĮůĂƌƉŽƌƐƵĐŝƵĚĂĚŝĚĞĂůƵŶ amor cortés, el texto de Jean El mismo año que nacía La de Meung viró hacia otros ƉĂƌƟƌĚĞůĚŝĄůŽŐŽ͕ůĂƌĞŇĞdžŝſŶ ƐŝŶİŶĚĞƌĞŝŶĂƐ͕ƐŝďŝůĂƐ͕ƐĂďŝĂƐ͕ ciudad de las damas͕ƌŝƐƟŶĂĚĞ derroteros, en los que el ataque y la exposición de ejemplos de Pizán publicaba otro alegato en a todo lo relacionado con el mujeres destacadas demostrar ŐƵĞƌƌĞƌĂƐĚĞůĂĂŶƟŐƺĞĚĂĚ favor de las mujeres. El libro de sexo femenino fue la línea que \"la excelencia o inferioridad que demostraron ser capaces las tres virtudes hacía hincapié en argumental. Las palabras de de los seres no residen en sus la necesidad de poder acceder a aquel universitario parisino se cuerpos según el sexo, sino en ĚĞƌĞĂůŝnjĂƌŐƌĂŶĚĞƐŚĂnjĂŹĂƐ la educación para poder superar la perfección de sus conductas y o simplemente desarrollar esa supuesta inferioridad innata ĐŽŶǀŝƌƟĞƌŽŶĞŶƚŽĚŽƵŶĠdžŝƚŽ virtudes\". su inteligencia. Mujeres que que el género femenino tenía en su esencia. Solo accediendo ĚĞǀĞŶƚĂƐĞŶƵŶƟĞŵƉŽĞŶ ůŽůĂƌŐŽĚĞůĂŽďƌĂ͕ƌŝƐƟŶĂ ƌŽŵƉŝĞƌŽŶůŽƐĞƐƚĞƌĞŽƟƉŽƐĚĞ al conocimiento, las mujeres abre un debate con tres damas, su género y que superaron la podrían llegar a ser igual de ĞůƋƵĞůĂŝŵƉƌĞŶƚĂĚĞƟƉŽƐ ĞƌĞĐŚƵƌĂ, :ƵƐƟĐŝĂ y ZĂnjſŶ principal limitación con la que, capaces que los hombres, tesis móviles era todavía inexistente. ante la perplejidad que le que defenderían muchas otras Además, de Meung era un provoca una realidad imperante ƐĞŐƷŶƌŝƐƟŶĂ͕ƐĞĞŶĐƵĞŶƚƌĂŶ autoras feministas a lo largo de las mujeres desde el principio de los siglos. 52 CLÍO ĞŶƐƵƟĞŵƉŽ͕ŚĞƌĞĚĂĚĂĚĞ ůŽƐƟĞŵƉŽƐ͘>ĂƐŵƵũĞƌĞƐƐĂďĞŶ menos ΗƉŽƌƋƵĞŶŽƟĞŶĞŶ͕ĐŽŵŽ los hombres, la experiencia de ƚĂŶƚĂƐĐŽƐĂƐĚŝƐƟŶƚĂƐ͕ƐŝŶŽƋƵĞƐĞ
do de su hermano, el difunto rey Car- LA QUERELLA DE LAS MUJERES los V. Hasta entonces, habían sido los monjes de Saint-Denis los encargados LOS TEXTOS QUE escritas para defender cuales las mujeres podían de escribir la crónica de sus monarcas, CRISTINA DE PIZÁN que un sexo no tenía por haber sido inferiores a los por lo que el encargo no dejaba de ser ESCRIBIÓ EN DEFENSA qué ser inferior al otro, hombres era porque a excepcional. Si no era habitual que las DE LAS MUJERES, como planteamiento que abría aquellas se les había vetado mujeres escribieran de manera profe- La ciudad de las damas la puerta a plantear el sional, menos lo era que lo hicieran o El libro de las tres hecho de que la tradicional ĚĞŵĂŶĞƌĂƐŝƐƚĞŵĄƟĐĂĞů virtudes se consideran dominación de los hombres acceso al conocimiento. JVTVNHYHU[LZKLSHOPZ[VYPHVÄJPHSKL como impulsores de un sobre las mujeres que las una dinastía o un reino. Pero Cristina debate sobre la igualdad estructuras patriarcales Desde Inglaterra hasta no era la primera. Antes que ella en- de género que se inició en habían enraizado en Italia, pasando por España la Edad Media. Conocida las sociedades no tenía o Alemania, la Querella JVU[YHTVZKVZLQLTWSVZZPNUPÄJH[P]VZ como la Querella de las necesariamente una base de las mujeres iniciada Uno en la lejana China hacia el siglo mujeres, esta discusión en la Edad Media por I, donde Ban Zhao mantiene similitu- intelectual que se extendió ĐŝĞŶơĮĐĂ͕ŵŽƌĂůŶŝƌĞůŝŐŝŽƐĂ͘ pensadoras y eruditos des con la biografía de Cristina. Hija desde Francia por Europa En la Querella de las KL \\U LY\\KP[V HS X\\LKHY ]P\\KH KLKP- y permaneció viva hasta ĐŽŵŽƌŝƐƟŶĂĚĞWŝnjĄŶ la época de la Ilustración, mujeresƐĞŝŶƐŝƐƟſĞŶƋƵĞ sentarían las bases de las J}Z\\]PKHHSHLZJYP[\\YH`JVTWSL[}SH profundizó sobre la una de las razones por las reivindicaciones feministas historia de la dinastía Han, que habían naturaleza de las mujeres de los siglos XVIII, XIX y XX. iniciado su padre y su hermano. Mil y lo que debían o podían años después, Ana Comneno, hija del emperador bizantino Alejo I, escri- ůůĞŐĂƌĂƐĞƌ͘ZĞŇĞdžŝŽŶĞƐ bió La Alexiada, una crónica de más de diez tomos sobre el reinado de su ƋƵĞƐĞĐŽŶǀĞƌƟƌşĂŶĞŶůĂ padre. El libro de los hechos y buenas antesala del feminismo maneras del rey Carlos VJVU]LY[PYxHH moderno. Cristina de Pizán en heredera de estas historiadoras. Mientras que el discurso misógino *YPZ[PUHKL7PamUJVUZPN\\P}ZVIYL]P- fue protagonizado principalmente por ]PY H SVZ WYLQ\\PJPVZ KL NtULYV ` H SHZ hombres, en la Querella de las mujeresƉĂƌƟĐŝƉĂƌŽŶ TS[PWSLZ ]PJPZP[\\KLZ KL SH ]PKH (U eruditos de ambos sexos. sufriría una desgracia más, la muerte Tanto hombres como mujeres alzaron sus voces KL\\UVKLZ\\ZOPQVZWLYVW\\KV]LYJVU en debates y en obras satisfacción cómo su hija, que pronto \"LA EXCELENCIA O A su muerte, en un momento inde- KLTVZ[Y}\\UHNYHUKL]VJP}UYLSPNPVZH INFERIORIDAD DE terminado después de escribir su cró- LU[YHIH]VS\\U[HYPHTLU[LLULSJVU]LU- LOS SERES no residen nica sobre la Doncella de Orléans, to dominico de Saint-Louis de Poissy, en sus cuerpos según la obra de Cristina de Pizán perma- mientras que su hijo continuó la estela el sexo, sino en la neció en bibliotecas de mujeres de de su padre como secretario y notario perfección de sus su tiempo, como Isabel I de Castilla, real. La buena respuesta de la obra de conductas y virtudes\". y transcurridos los siglos pasaría a Cristina le permitió también continuar ayudando económicamente a aquella JVU]LY[PYZL LU [VKV \\U YLMLYLU[L KLS sobrina que había recalado en su ho- feminismo moderno y en una de las gar años atrás. escritoras más importantes del pen- samiento occidental. Dedicada de lleno a la escritura, Cristina de Pizán llegó a publicar has- ta una treintena de obras y a recibir el reconocimiento de reyes, nobles y \\UP]LYZP[HYPVZ :L KLZJVUVJL SH MLJOH de su muerte, pero sabemos que su última obra, escrita en 1429, fue un homenaje a Juana de Arco, otra mujer excepcional que fue coetánea suya y testigo de su auge y caída. CLÍO 53
ESPECIAL PIONERAS LUANEASFPEAMÑIANIISLUTASTERNADA CONTEMPORÁNEA DE AUTORAS ILUSTRADAS COMO JOSEFA AMAR Y BORBÓN O MARGARITA HICKEY, LA VIDA Y LA OBRA DE INÉS JOYES HA PASADO DESAPERCIBIDA DURANTE MUCHO TIEMPO. ESPAÑOLA DE NACIMIENTO, IRLANDESA DE ORIGEN, PERTENECIÓ A UNA FLORECIENTE FAMILIA DE LA BURGUESÍA CATÓLICA. AL FINAL DE SU VIDA ESCRIBIÓ UNA “APOLOGÍA DE LAS MUJERES”, UN TEXTO EN DEFENSA DE LA IGUALDAD ENTRE HOMBRES Y MUJERES EN EL QUE ABORDÓ TEMAS TAN ACTUALES COMO LA “SORORIDAD” O EL AMPLIO DEBATE ACERCA DE LA LACTANCIA MATERNA Y LAS “MALAS MADRES”. POR SANDRA FERRER www.mujeresenlahistoria.com SE CONOCEN MUY POCOS DATOS DE ve hijos. De su vida como mujer casada tampoco se conocen LA VIDA PRIVADA DE INÉS JOYES, UNA muchos datos. Como recuerda Bolufer, “la vida de Inés Joyes MUJER QUE NACIÓ EN MADRID EL 27 fue una vida discreta, casi oscura. La vida de una mujer que, DE DICIEMBRE DE 1731 EN EL SENO DE ĐŽŵŽůĂŵĂLJŽƌşĂĞŶƐƵƟĞŵƉŽLJƐƵŵĞĚŝŽ͕ŶŽƚƵǀŽƵŶĂĂĐƟ- UNA FAMILIA CATÓLICA DE ORIGEN IRͳ vidad pública de resonancia, sino que se desenvolvió funda- LANDÉS. Su padre, Patricio Joyes, era banquero, y tuvo mentalmente en un entorno familiar y local”. seis hijos con su esposa, Inés, de los cuales, la hija Inés APOLOGÍA DE LAS ĨƵĞ ůĂ ƚĞƌĐĞƌĂ͘ ƉĂƌƟƌ ĚĞ ĂƋƵş͕ ŶƐƵ͞ƉŽůŽŐşĂĚĞůĂƐ MUJERES no se sabe con certeza cuál fue mujeres”, INÉS JOYES su educación ni la vida que tuvo Ŷ ϭϳϵϴ͕ ĐƵĂŶĚŽ ƚĞŶşĂ ƐĞƐĞŶƚĂ en los primeros años de su vida. y siete años, Inés Joyes publicó En palabras de Mónica Bolufer, una traducción de la novela del autora de La vida y la escritura ĐŽŶĐůƵşĂƋƵĞ͕ĞŶĚĞĨŝŶŝƚŝǀĂ͕ escritor inglés Samuel Johnson, en el siglo XVIII, “tanto para sus los hombres “las quieren El príncipe de Abissia, en cuya contemporáneos como para las ignorantes, porque ĞĚŝĐŝſŶŝŶĐŽƌƉŽƌſƵŶƚĞdžƚŽĂůĮŶĂů generaciones posteriores parece ĮƌŵĂĚŽƉŽƌĞůůĂŵŝƐŵĂ͘ĂũŽĞůơ- haberse tratado de un personaje ƐŽůŽĂƐşŵĂŶƚŝĞŶĞŶůĂ tulo Apología de las mujeres, Inés bastante desconocido”. superioridad que se ŚĂĐşĂƵŶĂůĞŐĂƚŽĞŶĚĞĨĞŶƐĂĚĞůĂ figuran tener”. igualdad de hombres y mujeres A los trece años, Inés quedó huérfana de padre, por lo que su ĞŶůĂůşŶĞĂĚĞŽƚƌĂƐŽďƌĂƐĨĞŵŝŶŝƐ- madre se hizo cargo de los negocios tas ilustradas de su época. y de sus hijos. Tiempo después, la familia se trasladó a vivir ƉĞƐĂƌĚĞƋƵĞ/ŶĠƐŶŽƉƵďůŝĐſƐƵƉŽůŽŐşĂĐŽŵŽƵŶ a Málaga, donde en mayo de 1758 contrajo matrimonio con texto independiente, lo puso en valor cuando en la por- un primo lejano. ŐƵƐơŶůĂŬĞera un hombre de negocios tada de la traducción de la novela de Johnson obvió el doce años mayor que ella, con el que llegó a tener hasta nue- nombre del novelista inglés pero no se olvidó de incluir 54 CLÍO
RETRATO DE INÉS JOYES.
ESPECIAL PIONERAS CAULEASBTIIBOLNIAANDO el suyo y el de la dama a la que lo había dedica- ŵĂƐ ĨƵŶĚĂŵĞŶƚĂůĞƐ ůĂ ǀĞƌĚĂĚ͕ ůĂ ĮĚĞůŝĚĂĚ͕ ůĂ do, la duquesa de Osuna y condesa de Benaven- ĚŽĐŝůŝĚĂĚLJůĂĂƉůŝĐĂĐŝſŶ͘͟ AUNQUE ABOGABA te, María Josefa Pimentel, una de las mecenas POR UNA EDUCACIÓN CULTO A LA BELLEZA RELIGIOSA, INÉS ŝůƵƐƚƌĂĚĂƐŵĄƐŝŵƉŽƌƚĂŶƚĞƐĚĞƐƵƟĞŵƉŽ͘ JOYES PONÍA EN En la Apología de las mujeres, dedicada a sus En la Apología de las mujeres͕/ŶĠƐĐƌŝƟĐĂƋƵĞůŽ CUESTIÓN QUE LA hijas, Inés Joyes hace un alegato intenso a fa- único que se espera de ellas es que sean simples BIBLIA DEFENDIERA vor de las mujeres porque, objetos hermosos por fue- LA INFERIORIDAD DE como ella misma explica LAS MUJERES: “ASIGNÓ nada más empezar el texto, EN “APOLOGÍA DE ƌĂ ƉĞƌŽ ǀĂĐşŽƐ ƉŽƌ ĚĞŶƚƌŽ͘ DIOS A CADA SEXO “no puedo sufrir con pa- LAS MUJERES”, Este culto a la belleza y a las ^h^^d/EK^Ί͙͘ ĐŽƐĂƐ ďĂŶĂůĞƐ ƟĞŶĞ ĐŽŵŽ SIN EMBARGO, NO SE ciencia el ridículo papel que consecuencia una compe- HALLA EN NINGUNA generalmente hacemos las Inés Joyes hace un ƟĐŝſŶ ĂďƐƵƌĚĂ ĞŶƚƌĞ ĞůůĂƐ͗ PARTE QUE PROHIBIESE mujeres en el mundo, unas alegato intenso a “¡Qué anhelo para sobre- EL QUE MANDARA veces idolatradas como favor de las mujeres, salir unas entre otras! ¡Qué SOBERANAMENTE, deidades y otras despre- envidia, qué rabias cuando PUES VEMOS Y SE ciadas aun de hombres que porque “no puedo ǀĞŶ ĞŶ ŽƚƌĂ ŵĞũŽƌ ǀĞƐƟĚŽ͕ HAN VISTO EN TODOS ƟĞŶĞŶĨĂŵĂĚĞƐĂďŝŽƐ͘͟ sufrir con paciencia mejor peinado que el que TIEMPOS REINOS el ridículo papel ƟĞŶĞŶ Ž ƉƵĞĚĞŶ ƚĞŶĞƌ͊͘͟ GOBERNADOS POR Como para muchas otras Por el contrario, aquellas MUJERES CON MUCHO feministas, uno de los ele- ƋƵĞ ĐŽŶƐŝŐƵĞŶ ĐƵůƟǀĂƌƐĞ͕ /ZdKz&>//͘͟ mentos principales para que generalmente resultan ser muy diferen- TAMPOCO LE TEMBLÓ mejorar la situación de las hacemos en el EL PULSO A LA HORA ŵƵũĞƌĞƐ ĞƌĂ ůĂ ĞĚƵĐĂĐŝſŶ͘ ŵƵŶĚŽ͘͟ tes: ͋͞ƵĄŶ ĚŝƐƟŶƚĂ ĞƐ ůĂ DE CRITICAR A UN suerte de una mujer acos- SECTOR DE LA IGLESIA Para Inés, esta educación tumbrada a conocer su A LOS QUE ALUDÍA indispensable, pues son COMO “REVERENDOS ůĂƐŵƵũĞƌĞƐůĂƐƋƵĞĞĚƵĐĂŶĂƐƵƐŚŝũŽƐ͘ŽŵŽ alma, usar de su razón y a no dar a las prendas KEdzW/>>͘͟ católica, Inés defendía una formación basada ĞdžƚĞƌŝŽƌĞƐŵĄƐǀĂůŽƌĚĞůƋƵĞƐĞŵĞƌĞĐĞŶ͊͘͟ en las Sagradas Escrituras: “Empecemos desde /ŶĠƐƉŽŶşĂƐŽďƌĞůĂŵĞƐĂƵŶĂĐƵĞƐƟſŶƋƵĞĞŶ 56 CLÍO luego con espíritu de religión; sean las máxi- la actualidad se ha dado en llamar “sororidad”,
ƋƵĞĐƵůƟǀĂďĂŶůĂƐŵƵũĞƌĞƐ “que se crían con só- ĂĐƵƐĂďĂŶĚĞ “malas madres”ĂůĂƐƋƵĞŶŽůĂƉƌĂĐ- RILEULSIGTRIOASDIADAD lidos pensamientos”ƉŽƌƋƵĞ “se avergüenzan de ƟĐĂďĂŶ͗“Algunos que escriben de crianza empie- la envidia y se precian de reconocer el mérito de zan poniendo todo su conato en persuadir a las ENMARCADA EN las otras. […] Aman sinceramente a su sexo, ce- madres a que alimenten a sus hijos con su propia LO QUE BOLUFER lebran a todas aquellas que poseen cualidades leche. Tienen razón, pero no es justo que traten de LLAMADA dignas de aprecio”͘/ŶĠƐĚĞĮĞŶĚĞƋƵĞĞƐĂƌĞůĂ- malas madres a todas las que no lo hacen: muchas “RELIGIOSIDAD ILUSTRADA”, JOYES ĐŝſŶĚĞĂLJƵĚĂĞŶƚƌĞůĂƐŵƵũĞƌĞƐ ŚĂLJ ĐƵLJĂ ĐŽŶƐƟƚƵĐŝſŶ LANZA UN SENTIDO ĞƐ ĂůŐŽ ƌĞĂů LJ ŶĞĐĞƐĂƌŝŽ͗ “Dura delicada no les permi- DESEO: “YO QUISIERA cosa es que viva nuestro sexo INÉS, ĞŶƐƵ͞ƉŽůŽŐşĂ te tolerar los trabajos DESDE LO ALTO DE ĚĞůĂƐŵƵũĞƌĞƐ͕͟ƉŽŶşĂ de tal empeño, y yo ALGÚN MONTE DONDE ƉƌŝǀĂĚŽĚĞůĂƷŶŝĐĂƐĂƟƐĨĂĐĐŝſŶ ƐŽďƌĞůĂŵĞƐĂƵŶĂ he conocido algunas a FUERA POSIBLE QUE que hay en el mundo, que es la ĐƵĞƐƚŝſŶƋƵĞĞŶůĂ quienes costó la vida”. ME OYESEN TODAS de una sincera amistad. Esta es ĂĐƚƵĂůŝĚĂĚƐĞŚĂĚĂĚŽ ŽŶƟŶƷĂ ĂƐĞŐƵƌĂŶĚŽ DARLES UN CONSEJO. rara, sin duda, pero la hay, y ĞŶůůĂŵĂƌ͞ƐŽƌŽƌŝĚĂĚ͕͟ “que hay muchas que OÍD, MUJERES, ĂĮƌŵŽƋƵĞĞůŶĂƚƵƌĂůĚĞůĂƐŵƵ- ƋƵĞĐƵůƚŝǀĂŶůĂƐ no pueden criar y son LES DIRÍA, NO OS jeres es más propenso a ella que excelente madres de APOQUÉIS, VUESTRAS el de los hombres”. ĨĂŵŝůŝĂ͘͟ ĚĞŵĄƐ ĚĞ ALMAS SON IGUALES A LAS DEL SEXO QUE >ĂůĂĐƚĂŶĐŝĂŵĂƚĞƌŶĂƐĞŚĂďşĂ OS QUIERE TIRANIZAR; ĐŽŶǀĞƌƟĚŽ͕ ĞŶ ůĂ ĠƉŽĐĂ ĚĞ ůĂ ŵƵũĞƌĞƐ͞ƋƵĞƐĞ USAD DE LAS LUCES ĚĞĨĞŶĚĞƌƵŶĂƉŽƐƚƵƌĂ QUE EL CREADOR OS DIO”. /ůƵƐƚƌĂĐŝſŶ ĞŶ ƵŶ ĞůĞŵĞŶƚŽ ĚĞ ĐƌşĂŶĐŽŶƐſůŝĚŽƐ ŵĄƐ ŶĞƵƚƌĂů ĞŶ ĞƐƚĞ ĚĞĨĞŶƐĂ ĚĞ ůĂ ŵĂƚĞƌŶŝĚĂĚ ƉĞƌ- ƉĞŶƐĂŵŝĞŶƚŽƐ͘͟ ĂƐƵŶƚŽ͕ ĐƌŝƟĐĂďĂ ƋƵĞ ĨĞĐƚĂ ĞŶ ƉŽƐ ĚĞ ƵŶ ŵƵŶĚŽ ŵĞ- ƐĞ ĚĞĨĞŶĚŝĞƌĂ ůĂ ůĂĐ- ũŽƌ͘ ŽŵŽ LJĂ ĚŝũŽ Rousseau ĞŶ ƐƵ Emilio͕ “cuando las madres ƚĂŶĐŝĂ ŵĂƚĞƌŶĂ ƉĞƌŽ ŶŽ ƐĞ ĂLJƵĚĂďĂ Ă ůĂƐ se dignen criar a sus hijos, las costumbres se re- ŵƵũĞƌĞƐƋƵĞ͕ĚĂŶĚŽĞůƉĞĐŚŽ͕ƐƵĨƌşĂŶĞŶĨĞƌŵĞĚĂ- ĨŽƌŵĂƌĄŶĞŶƚŽĚŽƐůŽƐĐŽƌĂnjŽŶĞƐLJƐĞƌĞƉŽďůĂƌĄ ĚĞƐƋƵĞŶŽƐĂďşĂŶĐſŵŽƚƌĂƚĂƌ͘ el Estado”. ŝĞnj ĂŹŽƐ ĚĞƐƉƵĠƐ ĚĞ ƋƵĞ ƐĂůŝĞƌĂ Ă ůĂ ůƵnj ƐƵ /ŶĠƐ :ŽLJĞƐ ƚĂŵďŝĠŶ ĚĞĨĞŶ̺à ůĂ ůĂĐƚĂŶĐŝĂ ŵĂ- ƚƌĂĚƵĐĐŝſŶLJƐƵƚĞdžƚŽĞŶĚĞĨĞŶƐĂĚĞůĂƐŵƵũĞƌĞƐ͕ ƚĞƌŶĂ͕ ƉĞƌŽ ĐƌŝƟĐĂďĂ ĂƋƵĞůůĂƐ ĚƵƌĂƐ ǀŽĐĞƐ ƋƵĞ /ŶĠƐ:ŽLJĞƐĨĂůůĞĐşĂĞŶsĠůĞnjͲDĄůĂŐĂ͘ >1K 57
ESPECIAL PIONERAS MARY ASTELL LA PRIMERA FEMINISTA INGLESA VARIOS SIGLOS ANTES DE QUE EL SUFRAGISMO LLENARA LAS CALLES DE INGLATERRA, UNA MUJER SENTÓ LAS BASES DEL FEMINISMO CON DOS OBRAS CLAVE Y UN GRITO CONTUNDENTE: “SI LOS HOMBRES NACEN LIBRES, ¿POR QUÉ LAS MUJERES NACEN ESCLAVAS?”. NO EN VANO, A MARY ASTELL SE LA CONSIDERA LA PRIMERA FEMINISTA INGLESA. POR SANDRA FERRER www.mujeresenlahistoria.com C OMO SUCEDE CON MUCHAS MUJERES ILUSͳ UNA VIDA ÚNICA TRES DEL PASADO, LA BIOGRAFÍA DE MARY ASTELL ES MUY CONFUSA. Según los datos Instalada en el barrio de Chelsea, Mary Astell vivió una vida obtenidos después de un proceso de docu- independiente, nunca se casó, y estableció una amplia red mentación, habría nacido alrededor del 12 de amistades entre mujeres ilustres y eruditas. Allí maduró sus ideas acerca de la situación de las mujeres en el mun- do que se materializarían en 1694 LA OBRA DE MARY ASTELL FUE CONSIDERADA en su obra más famosa, “A serious UNO DE LOS PRIMEROS TEXTOS FEMINISTAS proposal to the ladies”. Tres años después completaría el texto con una segunda parte. DE LA HISTORIA DE INGLATERRA, Y TUVO UN GRAN ÉXITO. SE REALIZARON VARIAS EDICIONES EL PRIMER TEXTO FEMINISTA DESPUÉS DE SU PUBLICACIÓN EN 1694. La obra, considerado uno de los primeros textos feministas de la historia en Inglaterra, tuvo tanto de noviembre de 1666 en el seno de una familia burguesa éxito que se realizaron varias ediciones en los años siguien- acomodada dedicada al comercio en Newcastle upon Tyne. tes. Mary escondió su autoría firmando el texto como “una A los veinte años vivía en Londres. Para entonces sus dos amante de su sexo”. Pronto todo el mundo sabía que fue padres ya habían muerto y ella era una joven preparada ella la autora de este alegato en favor de los derechos de las que había recibido una buena educación gracias a un fami- mujeres, en el que reivindicaba apasionadamente la necesi- liar que la formó en disciplinas como las matemáticas o la dad de darles la misma educación que a los hombres de su filosofía. época: “Cuán injustamente se ha negado a las mujeres la 58 CLÍO
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ESPECIAL PIONERAS de las mujeres. Mary tuvo que conformarse con un proyecto menos ambicioso, pero igual- mente ilusionante. En 1709 consiguió abrir en Chelsea una escuela de caridad para niñas. Pocos años antes, en 1700, publicaba su segunda obra feminista. En esta ocasión, “Some Reflections upon Marriage”, abordaba las duras condiciones en las que las mujeres se encontraban a menudo cuando se conver- tían en esposas y asumía que el matrimonio debía ser una relación de iguales y no de sumisión de una respecto del otro: “El hom- bre no es nada sin la mujer, ni la mujer sin el hombre. […] La relación entre los dos sexos ha de ser mutua y la dependencia recíproca, ambos dependiendo íntegramente de Dios”. Basándose en las experiencias que observó a su alrededor, Mary se preguntaba: “Si el matrimonio es un estado bendecido, ¿cómo puede ser que haya tan pocos matrimonios felices?”. EL FINAL DE UNA FEMINISTA Al final de sus días, Mary fue diagnosticada de un cáncer de mama. El 11 de mayo de 1731, tras soportar una horrible masectomía oportunidad de mejorar. […] La incapacidad, que le fue realizada sin ningún tipo de anes- ͏^1^Yh͍͘͘͘ si es que existe, es adquirida, no natural”. tesia, fallecía en su casa de Chelsea. El nom- bre de Mary Astell cayó en un injusto olvido MARY PASÓ EL RESTO DE EL SUEÑO TRUNCADO DE MARY como ya sucedió y seguiría sucediendo con SU VIDA VOLCADA EN LA Mary fue más allá de la teoría y, entusiasmada mujeres intelectuales a lo largo de los siglos. EDUCACIÓN FEMENINA por el éxito de “A serious proposal to the ladies” Pero su obra aportó una importante visión EN LA ESCUELA QUE ELLA y con la ayuda de algunas de sus ilustres amigas, ĚĞ ůĂ ŵƵũĞƌ ĚĞŶƚƌŽ ĚĞ ůĂ ůůĂŵĂĚĂ ͞YƵĞƌĞůůĂ MISMA HABÍA AYUDADO se puso manos a la obra para hacer realidad una de las mujeres”, un debate intelectual que se A CREAR Y SIGUIÓ universidad ESCRIBIENDO, NO SOLO para mu- ENTUSIASMADA CON EL ÉXITO DE SU OBRA, ACERCA DE LA SITUACIÓN jeres. Un MARY ASTELL PUSO EN MARCHA UN AMBICIOSO DE LAS MUJERES EN LA proyecto SOCIEDAD EN GENERAL en el que Y EN EL SENO DE LA también se PROYECTO: LA CREACIÓN DE UNA UNIVERSIDAD FAMILIA EN PARTICULAR. habría im- PARA MUJERES. MARY ASTELL DEJÓ plicado la ESCRITOS ENSAYOS SOBRE futura reina DISCIPLINAS COMO LA Ana de Gran Bretaña con una importante suma había iniciado en la Francia medieval de la POLÍTICA O LA RELIGIÓN. de dinero. Sin embargo, el sueño de Mary y las mano de la escritora Cristina de Pizán y que SIN EMBARGO, LA VISTA mujeres que se embarcaron en aquel proyecto, se extendió por muchos países y sentó las EMPEZÓ A FALLARLE Y nunca se vio materializado. La férrea oposición bases de las teorías feministas de los siglos POCO A POCO TUVO QUE de los hombres fue más fuerte que la voluntad posteriores. DEJAR LA ESCRITURA. 60 >1K
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ESPECIAL PIONERAS DE GOUGES La voz femenina de la Revolución Francesa EL 26 DE AGOSTO DE 1789, LA ASAMBLEA NACIONAL DE FRANCIA PROCLAMABA CON GRAN SOLEMNIDAD LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO, UN TEXTO QUE MARCARÍA UN HITO EN LA REVOLUCIÓN FRANCESA Y SENTARÍA LAS BASES DE UNA NUEVA ÉPOCA. PERO EN ESTE TEXTO, CON EL QUE SE DEJABA ATRÁS EL ANTIGUO RÉGIMEN, ¿DÓNDE ESTABAN LAS MUJERES? LA MITAD DE LA POBLACIÓN FRANCESA QUEDABA RELEGADA AL SILENCIO, A PESAR DE QUE ELLAS TAMBIÉN SALIERON A LAS CALLES A LUCHAR POR SUS DERECHOS Y LLEGARON A PERDER LA VIDA POR LA CAUSA. OLYMPE DE GOUGES SE ENCARGARÍA DE SUBSANAR EL AGRAVIO. PERO PAGARÍA CON SU CABEZA LA OSADÍA. POR SANDRA FERRER A PASADO A LA FRQRFLGD SRU WRGRV ORV YHFLQRV GH OD HPSH³µHQKDFHUVHFDUJRGHODQL³D6L HISTORIA COMO HQWRQFHV SHTXH³D ORFDOLGDG GH 0RQ- $QQH2O\\PSH KXELHUD DFHSWDGR GHMDU OLYMPE DE GOU- WDXEDQ VLWXDGD DO VXURHVWH GH )UDQFLD D OD SHTXH³D 0DULH D FDUJR GH -HDQ GES, PERO SU VER- HUDTXH0DULHHUDKLMDLOHJ¯WLPDGHJean- -DFTXHVVHJXUDPHQWHKDEU¯DGLVIUXWDGR DADERO NOMBRE Jacques Lefranc de Caix PDUTX«V GH GHXQDEXHQDHGXFDFLµQDOJRGHORTXH ERA MARIE GOU- 3RPSLJQDQ FRQ TXLHQ $QQH2O\\PSH VH ODPHQWDU¯D OD IXWXUD 2O\\PSH WRGD VX ZE. Según los docu- KDE¯DWHQLGRXQDUHODFLµQH[WUDPDWULPR- YLGD 3RUTXH $QQH2O\\PSH VH QHJµ HQ PHQWRV RƓFLDOHV TXH QLDO UHGRQGR D TXH RWUD SHUVRQD DXQTXH IXHUDVXYHUGDGHURSDGUHVHKLFLHUDFDU- UHJLVWUDQ VX QDFLPLHQWR HO GH PD\\R &XDQGR0DULHWHQ¯DDSHQDVGRVD³RV JR GH OD QL³D TXH FUHFLµ VLQ DSHQDV VD- EHUOHHU\\HVFULELU$V¯TXH$QQH2O\\PSH GH 0DULH HUD KLMD GH XQ FDUQLFHUR IDOOHFLµVXSDGUHRƓFLDOORTXHSHUPLWLµ \\ 0DULH SHUPDQHFLHURQ MXQWDV GXUDQWH OODPDGRPierre Gouze\\VXHVSRVDAn- ne-Olympe Mouisset 3HUR OD YHUGDG D $QQH2O\\PSH LQWHQVLƓFDU VX UHODFLµQ FRQ HO PDUTX«V (VWH SRU VX SDUWH VH 62 CLÍO
unos años, hasta que, llegada la adoles- SXGLHVHHTXLOLEUDUODUHSXJQDQFLDTXH tauban y viajar hasta París en busca de cencia, se vio abocada a un matrimonio WHQ¯D SRU HVWH KRPEUHŐ DƓUPµ VLQ WD- sus sueños. contra su voluntad. pujos al hablar de su vida conyugal. Antes de cumplir el primer aniversario En la capital francesa, Olympe no Corría el año 1765 cuando Marie de bodas, Marie dio a luz al que se- era más que una muchacha sin estu- Gouze se casó con Louis-Yves Au- ría su único hijo, Pierre. Pocos meses dios, que sabía leer y escribir a mar- bry, miembro de la burguesía parisi- después, Louis-Yves fallecía dejando chas forzadas, pero con una voluntad na, al que nunca aceptó y cuya rela- a Marie viuda, algo que ella asumió de hierro. Además, Olympe había de- ción marcaría para siempre su propia como una verdadera liberación. cidido vivir su propia vida, indepen- diente, sin tener a un hombre al lado visión del matrimo- A partir de entonces decidió tomar las que la protegiera económica y social- nio: estado que riendas de su vida y Marie renació con un mente. A pesar de haber recibido va- GHƓQLµ FRPR nuevo nombre: Olympe de Gouges. rias propuestas en este sentido, ella lo “tumba de la tenía claro, iba a valerse por sí misma. FRQƓDQ]D \\ A LA CONQUISTA DE PARÍS del amor”. Olympe de Gouges decidió empezar de Poco a poco, Olympe se fue intro- “Fui sacri- nuevo y sabía que en una localidad de duciendo en los salones y círculos ƓFDGD VLQ provincias no lo iba a conseguir, así que distinguidos, en los que aplicó las nor- decidió abandonar para siempre Mon- mas de elegancia y cortesía que había Q L Q J X Q D aprendido de su madre y de su aristó- crata padre. Se presentaba como una UD]µQ TXH pequeña burguesía proveniente de Montauban, pues nunca negó ni rene- gó de sus orígenes aunque no volviera a pisar su ciudad natal. Su falta de cultura la suplió con una conversación amena y una capacidad extraordinaria para contestar con gracia y velocidad a todas las preguntas que se le planteaban. Así, hacia 1776, Olympe se había colado ya en el mundo social del París prerevolucionario. De los sa- lones más frívolos pasó a unirse a otros centrados en conversaciones intelectua- les, algunos dirigidos por damas de la DOWDVRFLHGDGUHƓQDGDV\\FXOWDVFRQRFL- das como las Salonières. Olympe escuchaba atentamente, ávi- da de conocimiento, y aprendió de arte, ciencia, literatura y política. Mientras en- contraba su lugar en el mundo, absorbió todo el conocimiento que tuvo a su al- cance en salones como los de la marque- sa de Montesson, amante del duque de Orléans, en los que se hablaba de todos los temas posibles. SU FALTA DE CULTURA la suplió EL NACIMIENTO DE UNA ESCRITORA con una conversación amena y En aquellos años de formación intelec- una capacidad extraordinaria para tual, se forjaría en el ánimo de Olympe la férrea voluntad de convertirse en es- contestar con gracia y velocidad a critora. Decidió escribir una suerte de todas las preguntas que se le planteaban. REUD DXWRELRJU£ƓFD XQDV PHPRULDV con nombres falsos para no ofender a sus protagonistas, la familia de su padre C L Í O 6363
ESPECIAL PIONERAS biológico, quien la había traicionado al acudiendo a todas las representaciones morir este en 1784 y negarle la parte de teatrales que se organizaban. la herencia que le tocaba. En 1785 publicó El hombre generoso, Cuando en 1788 recibió la noticia de una obra teatral que planteaba el proble- que su Memoria de madame de Valmont ma social que suponía el encarcelamien- sobre la ingratitud y la crueldad de la fa- to a causa de las deudas que sufrían los milia Flaucourt hacia la suya, que tantos trabajadores humildes. Basada en he- servicios le ha dado iba a ser publicada, es muy probable que Olympe sintiera FKRVUHDOHVHOWH[WRIXHUHFKD]DGRSRUOD la fuerza necesaria para alcanzar su si- Comédie Française. guiente objetivo. Quería gritar al mundo Lejos de abandonar en su empeño, VXVLGHDVVXVUHŴH[LRQHVVXVGHQXQFLDV Olympe continuó trabajando, esta vez sociales, por lo que decidió hacerlo más en una obra que abordaba un tema allá de los salones aristocráticos y erudi- controvertido, la esclavitud. La joven tos. Porque Olympe quería llegar a todo escritora criticaba abiertamente el uso el pueblo, por lo que pronto supo que la de mano de obra esclava en las colo- mejor manera de hacerlo iba a ser escri- nias americanas y no dudó en unirse biendo obras de teatro. a las voces públicas que también de- nunciaban la esclavitud, como la So- EL TEATRO COMO DENUNCIA SOCIAL ciedad de los Amigos de los Negros, Olympe de Gouges empezaba a tener entre cuyos miembros se encontraban claro lo que quería. El teatro era una ma- hombres como Nicolas de Condor- nera efectiva para convertirse en altavoz cet o el marqués de La Fayette. de sus pensamientos. Durante un tiem- po, en el hogar que había construido en En el año 1788 vio la luz Zamore y París con su hijo, convertido en un joven Mirza o la esclavitud de los negros, una adolescente, Olympe organizaba vela- obra de teatro en la que convertía en centro del mundo teatral parisino, había das en las que interpretaba obras de tea- protagonistas de una historia de amor decidido estrenar su obra. tro y llegó a crear un grupo teatral que a dos esclavos. terminó vendiendo para centrarse en su Entusiasmada con el futuro estreno, faceta de dramaturga. Ese mismo año también consiguió Olympe quería es- publicar su ensayo 5HŴH[LRQHVVREUH VH H[WUDOLPLWµ HQ VX SDSHO \\ H[DVSHUµ D cribir obras de teatro, los negros, en el que criticaba el ra- los actores con sus comentarios fuera de por lo que se puso cismo de los blancos y católicos que tono y sus constantes críticas en los en- manos a la obra y comerciaban con seres humanos. sayos. Críticas que hizo traspasar desde lo primero que hizo Olympe hacía historia convirtiéndo- las bambalinas hasta el espacio público, fue empaparse de se en la primera persona en publicar la vida artística una obra de teatro abolicionista, algo ORTXHSURYRFµTXHƓQDOPHQWHODREUD de la ciudad que la podía encumbrar, pero tam- fuera retirada del programa. Olympe bién llevar a prisión. consiguió con su actitud poner en contra a buena parte de los trabajadores de la Lejos de amedrentarse, Olympe dis- Comédie, quienes no dudaron en boi- cotear las siguientes obras teatrales que IUXWµGHVX«[LWR/D&RP«GLH)UDQ©DLVH presentó. Aunque también es probable que los actores se vieran presionados LUIS XVI. EN 1785 publicó \"El por voces ocultas que, tras el escenario, hombre generoso\", pedían que una obra subversiva como una obra teatral que aquella, que ponía el dedo en la llaga de planteaba el problema un tema controvertido, fuera estrenada con todos los honores. social que suponía el encarcelamiento a causa de Pero Olympe no se rindió y aprove- chó los aires revolucionarios que se vi- las deudas que sufrían los vían en la ciudad parisina para insistir trabajadores humildes. en la necesidad de estrenar Zamore y 64 CLÍO
PRISIÓN DE LA BASTILLA. AIRES DE REVOLUCIÓN CUANDO PARÍS ESTABA INICIANDO SU CAMINO DE NO RETORNO HACIA LA REVOLUCIÓN y el fin del Antiguo Régimen, Olympe se encontraba profundamente desanimada. Pero fue precisamente el espíritu revolucionario el que la llevó a encontrar una nueva razón para seguir luchando. MirzaDOJRTXHSRUƓQFRQVLJXLµTXH WHDWUDOLa entrada de Dumoriez en Bruse- XQD FXULRVD SURSXHVWD SDUD VXSHUDU VH FRQYLU WLHUD HQ UHDOLGDG D ƓQDOHV GH las o los cantineros. HO G«ƓFLW HFRQµPLFR FUHDU XQD FDMD GLFLHPEUHGH /$92=62/,7$5,$'(/$ SDWULµWLFD HQ OD TXH WRGRV ORV FLXGD- 5(92/8&,1 GDQRV DSRUWDUDQ OR TXH SXGLHUDQ HQ $ SHVDU GHO HQWXVLDVPR JHQHUDO $QWHV GH TXH ORV SDULVLQRV WRPDUDQ /D 2O\\PSH UHFLELµ GXUDV FU¯WLFDV SRU KD- %DVWLOOD2O\\PSHGH*RXJHV\\DVHKDE¯D IXQFLµQGHVXVSRVLELOLGDGHV EHU FRQYHU WLGR HQ K«URH D XQ HVFODYR HPSH]DGR D LQWHUHVDU SRU OD YLGD SRO¯WL- 0LHQWUDVSHG¯DDOSXHEORTXHFRODER- FDGHOSD¯V/DFULVLVHFRQµPLFDODPDOD QHJURTXHDGHP£VHUDXQDVHVLQR\\D JHVWLµQ GH ODV ƓQDQ]DV ODV FU¯WLFDV D XQ UDUD SDUD OD FDXVD 2O\\PSH VH SRVLFLR- UH\\ TXH QR UHLQDED HPSH]DEDQ D FRQ- QDEDHQIDYRUGHXQUH\\FDGDYH]PHQRV TXHKDE¯DPDWDGRDVXDPR$GHP£V YHUWLUVHHQHOJHUPHQGHORTXHVHU¯DOD SRSXODU3DUDHOODLuis XVIQRHUDFXOSD- 5HYROXFLµQ)UDQFHVD2O\\PSHVHFRQYHU- EOHGHODVSHQXULDVHFRQµPLFDVGHOSD¯V VX FRQGLFLµQ GH PXMHU TXH SUHWHQG¯D WLU¯D HQ XQD GH VXV YRFHV P£V LPSHWXR- VDV SHUR HQ SU£FWLFDPHQWH WRGR HO SH- VLQR TXH HUD Y¯FWLPD GH OD PDOD JHVWLµQ FRQYHUWLUVH HQ HVFULWRUD GUDP£WLFD ULRGRUHYROXFLRQDULRVHGHFDQWµGHOODGR GHVXVSUHGHFHVRUHVTXHŏORKDE¯DQKH- GHORVPRQ£UTXLFRVGHIHQGLHQGRTXHOD FKR PDOŐ < D³DG¯D \"El esfuerzo debía WDPEL«QVHU¯DREMHWRGHEXUODV UHYROXFLµQQRWHQ¯DSRUTX«LQYDOLGDUODV venir por parte de los ciudadanos, pero 3RUVXSXHVWR2O\\PSHQRVHDPHGUHQ- HVWUXFWXUDV GHO HVWDGR HQ IDYRU GH XQD no desde arriba, porque era necesario QXHYDUHS¼EOLFD mantener la imagen de una corte pode- Wµ DXQTXH WXYR TXH DFHSWDU OD GHUURWD rosa ante la mirada de las potencias ex- GHƓQLWLYD FXDQGR ODV SUHVLRQHV GHO JR- (Q2O\\PSHHVFULELµVXSULPHU tranjeras\". 3DUDHOODHOUH\\VLPEROL]DEDOD ELHUQRGLHURQVXVIUXWRV/DVDXWRULGDGHV WH[WR SRO¯WLFR TXH IXH SXEOLFDGR HQ XQLµQGHWRGRVORVIUDQFHVHVSRUORTXH Le Journal General de France(QCar- QRSRG¯DQSHUPLWLUVHOHYDQWDUORV£QLPRV ta al pueblo, o proyecto de una caja VHƓJXUDGHE¯DVHULQYLRODEOH patriótica, por una ciudadanía KDF¯D 'HVGHHQWRQFHV\\KDVWDTXHHOHQJUD- \\H[WHQGHUODVYRFHVFU¯WLFDVDODVFRORQLDV QDMHUHYROXFLRQDULRWHUPLQµFRQVXYLGD GRQGHODPDQRGHREUDHVFODYDHUDXQR 2O\\PSHGH*RXJHVVHYROFµGHOOHQRHQ GHORVSULQFLSDOHVSLODUHVGHODHFRQRP¯D HVFULELU SDQŴHWRV SRO¯WLFRV HQ ORV TXH 2O\\PSH GH *RXJHV KDE¯D LQWHQWDGR H[SUHVµ VXV LGHDV SDUD PHMRUDU OD HFR- FRQYHUWLUVHHQGUDPDWXUJDKDE¯DSXHVWR WRGR VX HPSH³R VX WLHPSR VX SURIXQ- GD GHGLFDFLµQ SHUR DO ƓQDO WXYR TXH UHQGLUVHDODHYLGHQFLD\\DEDQGRQDUHVWH VXH³R(QSXEOLFDEDVX¼OWLPDREUD CLÍO 65
ESPECIAL PIONERAS nomía, destruir de una vez por todas las injusticias sociales y hacer del mundo un lugar mejor. No le tembló el pulso a la hora de declararse autora de textos que podían llevarla a la detención y la muerte. Valiente o inconsciente, lo cierto es que Olympe no estaba dispuesta a mi- rar el fuego de la revolución desde su hogar ni tampoco convertirse en una más de la masa anónima de hombres y mujeres que se lanzaron a las calles de París y otras ciudades de la Francia re- volucionaria para derrocar el Antiguo Régimen y construir un nuevo orden republicano. CARÁCTER INDÓMITO Las ideas revolucionarias de Olympe GH *RXJHV QR HQFDMDURQ QL VDWLVƓFLH- ron a ninguno de los bandos enfrenta- dos. Porque Olympe no tenía reparos en alabar o criticar, según el momen- to, a todos, monárquicos, republica- QRV D SDUWHV LJXDOHV &RPR DƓUPD Laura Manzanera en su biografía so- bre Olympe, “siempre fue un alma li- bre” que “se jactaba de no pertenecer a ninguna formación política”. Segura de sí misma, quizás con un punto de inconsciencia, la realidad es que no le tembló el pulso a la hora 6666 CCLLÍ OÍ O
de plasmar sus ideas sobre el papel y EN 1793 Olympe de TXHVHQWDU¯DODVEDVHVOHJDOHVGHODVIX- ƓUPDUODVFRQVXSURSLRQRPEUH$OJR Gouges publicaba su WXUDV FRQVWLWXFLRQHV IUDQFHVDV H LQŴXLU¯D TXHQRVµORHQIXUHF¯DDORVHUDQREMH- última obra teatral: \"La HQORVFXHUSRVOHJDOHVGHRWURVHVWDGRV WR GH VXV FU¯WLFDV WDPEL«Q D DTXHOORV entrada de Dumoriez TXHYH¯DQPX\\PDOTXHIXHUDXQDPX- en Bruselas o los /DYHUVLµQIHPHQLQDGHOD'HFODUDFLµQ MHUTXLHQRVDUDVDOLUDODDUHQDS¼EOLFD cantineros\". GH GHUHFKRV GHO KRPEUHV \\ GHO FLXGD- GDQR TXH YLR OD OX] HQ SUHWHQG¯D \\ SUHWHQGHU PDUFDU HO FDPLQR GH OD 81$'(&/$5$&,1'('(5(&+26 GHQXQFLDU TXH ODV PXMHUHV KDE¯DQ VLGR 3$5$(//$6 REYLDGDVGHODUHYROXFLµQHQODTXHWDQWR UHYROXFLµQ /DV SDODEUDV UHLYLQGLFDWLYDV GH 2O\\PSH VHKDE¯DQLPSOLFDGR(OWH[WRGH2O\\PSH GH *RXJHV FRUU¯DQ LPSHWXRVDV SRU ODV VHJX¯DHOPLVPRSDWUµQTXHHODSUREDGR $ FDGD SDQŴHWR TXH SXEOLFDED VH FDOOHV GH 3DU¯V 3HUR HO WH[WR TXH G«FD- SRUOD$VDPEOHD1DFLRQDOFRQGLHFLVLHWH GDV GHVSX«V OD KDU¯D LQPRUWDO \\ OD FRQ- DUW¯FXORVHQORVTXHPRGLƓFµODIµUPXOD JDQDED QXHYRV HQHPLJRV 3HUR HVR D YHUWLU¯DHQWRGRXQUHIHUHQWHSDUDORVIH- PDVFXOLQDSRUODIHPHQLQDRVLPSOHPHQ- PLQLVPRVIXWXURVIXHVXIDPRVDU«SOLFDD WH ODV D³DGLµ MXQWR D ODV SDODEUDV ŏKRP- HOODQRSDUHF¯DLPSRUWDUOH7HQ¯DFODUR OD'HFODUDFLµQGHORVGHUHFKRVGHOKRP- EUHŐRŏFLXGDGDQRŐ EUH\\GHOFLXGDGDQRWH[WRDSUREDGRVR- TXHGHE¯DKDFHUORSRUVXSDWULD\\QDGD OHPQHPHQWH SRU OD $VDPEOHD 1DFLRQDO $V¯ SRU HMHPSOR HO DUW¯FXOR SULPHUR HOGHDJRVWRGH TXH DƓUPDED TXH ŏ/RV KRPEUHV QDFHQ QL QDGLH LEDQ D IUHQDUOD 3DUHF¯D TXH \\ SHUPDQHFHQ OLEUHV H LJXDOHV HQ GHUH- /D 'HFODUDFLµQ GH GHUHFKRV GH FKRV/DVGLVWLQFLRQHVVRFLDOHVVµORSXH- 2O\\PSH VH KDE¯D VXELGR D XQD DOWD SRQ¯D VREUH HO SDSHO OD LPSRUWDQFLD GH GHQIXQGDUVHHQODXWLOLGDGFRP¼QŐHOOD JDUDQWL]DU ORV GHUHFKRV IXQGDPHQWDOHV OR UHIRUPXOµ DV¯ “La mujer nace libre y PRQWD³DHLQWHQWDEDPLUDUFRQDPSOLD GHORVFLXGDGDQRVGH)UDQFLD'HUHFKRV permanece igual al hombre en derechos. FRPRODOLEHUWDGRODLJXDOGDGDQWHODOH\\ Las distinciones sociales sólo pueden es- SHUVSHFWLYDODRIXVFDFLµQHQODTXHVH 3HUR HO WH[WR VH ROYLGDED GH XQ DPSOLR tar fundadas en la utilidad común” VHFWRUGHODSREODFLµQODVPXMHUHV(OODV HQFRQWUDEDQ ORV EDQGRV HQIUHQWDGRV VHKDE¯DQXQLGRDODUHYROXFLµQ\\PXFKDV (Q HO SUH£PEXOR H[LJ¯D OD QHFHVLGDG HQ OD UHYROXFLµQ (Q VX Gran eclipse GDU¯DQ VX YLGD HQ HO FDPLQR 3HUR VH ODV GH KDFHU R¯U ODV YRFHV GH ODV PXMHUHV de sol jacobino y de la luna fuldense, KDE¯D REYLDGR GHO WH[WR IXQGDPHQWDO “Las madres, las hijas, las hermanas, re- 2O\\PSHVHGLULJLµDWRGRVHOORVHQHV- presentantes de la Nación, solicitan ser WRVW«UPLQRV“Hombres, reyes, ciuda- constituidas en Asamblea nacional. Con- danos libres, poneos de acuerdo para siderando que la ignorancia, el olvido o la felicidad del mundo. Hacen falta le- el desprecio de los derechos de la mujer yes y no prejuicios” son las únicas causas de las desgracias públicas y de la corrupción de los gobier- 2O\\PSH UHFLELµ FU¯WLFDV YHUEDOHV nos, han decidido exponer en una solem- ne declaración los derechos naturales, SHURWDPEL«QOOHJµDVXIULUDWDTXHVHQ inalienables y sagrados de la mujer” VXSURSLDFDVD\\VXKLMRVXIULµODVFRQ- VHFXHQFLDV GH XQD PDGUH GHPDVLDGR $SHVDUGHODLPSRUWDQFLDTXHSRGU¯D KDEHUWHQLGRHOWH[WRGH2O\\PSHHQVX UHLYLQGLFDWLYD DO VHU H[SXOVDGR GHO PRPHQWR QR WXYR GHPDVLDGD EXHQD DFRJLGD(OKHFKRGHKDEHUORGHGLFDGR &XHUSR GH ,QJHQLHURV 6LQ HPEDUJR DODUHLQDMaría AntonietaTXHVHKDE¯D JDQDGRODKRVWLOLGDGGHWRGRHOSXHEOR QDGD SDUHF¯D IUHQDU OD LPSHWXRVLGDG QR D\\XGµ GHPDVLDGR D GHVSHUWDU ODV VLPSDW¯DV GH VXV FRPSDWULRWDV 6X JULWR GHDTXHOODPXMHUUHYROXFLRQDULD “Mujer, despierta; el rebato de la razón se hace sentir en todo el universo; reconoce tus derechos”QRIXHVHFXQGDGR &$0,12$/$'(&(3&,1 ,PSHWXRVDVLQFHUDFRQXQDHQHUJ¯DYLWDO IXHUDGHORFRP¼Q2O\\PSHGH*RXJHV FRQWLQXµDWHQWDDORVPRYLPLHQWRVUHYR- CLÍO 67
ESPECIAL PIONERAS lucionarios para dar su propia opinión sada por su profundo sentimiento respiraba un aire viciado de fuego y de los mismos y seguir dando ideas de igualdad, que “si la mujer tiene sangre. Madame Guillotine se había para avanzar hacia la consecución derecho a subir al cadalso, debe te- convertido en protagonista absolu- de aquello por lo que el pueblo de ner derecho a subir a la tribuna”. Unas ta de una revolución que amenazaba Francia había salido a las calles y que palabras que serían dramáticamente con devorar a todos sus hijos. estaba provocando el desmorona- premonitorias. Madame de Gouges miento de un orden ancestral. Pero la había conseguido hacer oír su voz, su- Ni tan siquiera en aquellos momen- revolución terminó devorando su vo- bir a la tribuna de la opinión pública tos en los que cualquiera era sospe- luntad poco a poco. No sólo se sentía a través de sus escritos; también ten- choso de traición a la causa, Olympe incomprendida por todos los costa- dría el derecho a subir a ese cadalso cerró la boca. Denunció abiertamente dos, acosada físicamente por los más que terminaría con su vida. la violencia, mientras continuaba de- radicales y amenazada con la prisión fendiendo la constitución y la monar- continuamente. Además, los aconte- Los amigos de Olympe de Gou- TX¯DFRPR¼QLFDIµUPXODHƓFD]\\DFX- cimientos que se fueron sucediendo ges llevaban tiempo alertándole saba a los jacobinos de ejercer una no siempre fueron de su agrado. del peligro que corría si continuaba auténtica dictadura. criticando abiertamente a ciertos Uno de los golpes más duros que su- sectores revolucionarios. Con la lle- Madame de Gouges se posicio- frió una Olympe defensora a ultranza gada del Terror, la época más cruda nó públicamente contra los líderes de la monarquía y de un rey que creía y dramática de la Revolución Fran- jacobinos Marat y Robespierre. más víctima que verdugo sucedió al cesa, sus temores se convirtieron Mientras dijo de Marat que no tenía enterarse del vergonzoso episodio co- en realidad. Hacia 1793, en París se “ni el físico ni la moral de un hombre, nocido como la fuga de Varennes. En sí el deshonor por sus excesos”, a esta localidad, Luis XVI, su impopular esposa la reina María Antonieta y sus 5REHVSLHUUH OH GHGLFµ XQ SDQŴHWR hijos fueron interceptados en el vera- titulado Pronóstico sobre Maximilien no de 1791 cuando intentaban alcan- zar la frontera con Bélgica. Olympe se 5REHVSLHUUH SRU XQ DQLPDO DQƓELR sintió profundamente traicionada por en el que no le tembló el pulso a la un soberano al que había defendido hora de acusarlo de las ejecuciones abiertamente, y por lo que había reci- masivas y del baño de sangre per- bido duras críticas. Y, sin embargo, tras petrado contra la población. Aún la decepción inicial, continuó apostan- en otro texto, 5HVSXHVWD D OD MXVWLƓ- cación de Maximilien Robespierre, do por la monarquía consti- DƓUPµFRQWXQGHQWHTXH“la vida de tucional como la mejor fórmula para la nueva Francia postrevolu- cionaria. MADAME GUILLOTINE En cierta ocasión, Olympe de Gou- JHV DƓUPµ LPSXO- MARÍA EL TEXTO QUE LA HARÍA ANTONIETA. INMORTAL fue su famosa réplica a la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, texto aprobado por la Asamblea Nacional en 1789.
EL ÚLTIMO LA MEMORIA RESCATADA INTENTO DE SALVAR LA VIDA DURANTE TODO EL SIGLO XIX, LA VIDA Y LA OBRA DE OLYMPE DE GOUGES DE MARÍA DESAPARECIERON DE LA HISTORIA después de haber sido criticada por ANTONIETA. pretender convertirse en escritora e inmiscuirse en la vida política, ámbitos considerados exclusivamente masculinos. No fue hasta los primeros años del siglo pasado que sus palabras, sobre todo aquellas que nos hablaban de un mundo más justo, empezaron a ser rescatadas por los movimientos feministas del momento. Más de dos siglos después de su desaparición, la figura de Olympe de Gouges empieza a encontrar el lugar que se merece en la Historia. miles de hombres no es nada para GH OD 5HYROXFLµQ HUD HVFHQDULR GH OD En junio de aquel mismo año, mada- tus ojos”. muerte en la guillotina del último so- me de Gouges había escrito un texto berano de Francia representante del premonitorio, Testamento político de Mientras cargaba contra los jaco- Olympe de Gouges. Probablemente no binos, su mundo se desmoronaba. $QWLJXR5«JLPHQ Aquel rey al que había defendido Muerto el rey, con los jacobinos ex- VH LPDJLQDED VX GUDP£WLFR ƓQDO SHUR públicamente y en quien creía sin- sí que era consciente de que sus cada ceramente había resultado ser un tendiendo el terror, Olympe de Gou- vez más numerosos enemigos iban a hacer cualquier cosa por acallar su voz. WUDLGRU D )UDQFLD FRPR OR FRQƓUPµ JHVFHQWUµVXVHVIXHU]RVHQGHIHQGHU En su testamento, legaba “mi corazón a el descubrimiento de un cofre es- a los girondinos, representantes del la patria, mi honradez a los hombres, mi condido en el palacio de Versalles DODPRGHUDGDGHODUHYROXFLµQ$ƓQD- alma a las mujeres, […] mi don creativo con documentos comprometedores les de julio, las advertencias de los que DORVDXWRUHVGUDP£WLFRV>ř@PLƓORVR- para un soberano al que le queda- la querían se convirtieron en dramáti- fía a los perseguidos; mi espíritu a los ba muy poco tiempo de vida. Y aún ca realidad. Olympe fue detenida. fanáticos; mi religión a los ateos”. DV¯FRQWLQXµDSRVWDQGRSRU«OHQHO (Q VX UHFOXVLµQ FRQYHQFLGD GH VX “¡Hijos de la patria, vosotros venga- cada vez más peligroso escenario LQRFHQFLDHVFULELµFDUWDVDODVDXWRUL- réis mi muerte!”. Dicen que estas fue- GH OD UHYROXFLµQ OOHJDQGR D RI UHFHU- dades y a la prensa de París insistien- ron sus últimas palabras, antes que la se como defensora del ya ciudadano do en la injusticia a la que la habían Capeto en un juicio que le llevaría abocado. Tras varios interrogatorios DƓODGD KRMD GH OD JXLOORWLQD VLOHQFLDUD irremisiblemente al cadalso. Aque- y traslados de un lugar a otro en los para siempre la voz de una de las mu- llo no trajo los resultados deseados. que las condiciones eran cada vez más insalubres, Olympe estaba ex- MHUHV P£V YDOLHQWHV GH OD UHYROXFLµQ 1R VµOR QR FRQVLJXLµ OD OLEHU W DG GHO Tras su muerte, todos parecieron olvi- destronado rey Luis, sino que pro- KDXVWD SHUR VX I«UUHD YROXQWDG D¼Q darla, incluso su propio hijo, que días no había decaído. Pero cuando el 28 GHVSX«V GH YHU FµPR ORV UHVWRV PRU- YRFµ OD LUD GH VXV GHWUDFWRUHV \\ ORV de octubre de 1793 fue trasladada a tales de su madre eran depositados más radicales llegaron a atacar su la Conceirgerie, de donde ningún pri- en una fosa común, renegaba de ella. domicilio. sionero salía para abrazar la libertad, Su memoria, lejos de ser venerada, 2O\\PSH FRQWLQXµ DERJDQGR SRU HO HPSH]µ D VHU FRQVFLHQWH GH TXH VX IXHDGRUQDGDFRQDGMHWLYRVPLVµJLQRV exilio del rey despojado de todos los PXHU WH HVWDED SUµ[LPD 1XQFD VH UH- que criticaban a aquella mujer que honores como alternativa a su muerte había querido unirse a la causa revo- hasta el último instante de la vida de WUDFWµ GH QDGD $O ƓQDO WUDV XQ ODUJR lucionaria. Luis. El 21 de enero de 1793, la Plaza juicio, Olympe de Gouges fue conde- nada a morir en la guillotina. CLÍO 69
ESPECIAL PIONERAS VICTORIA WOODHULL 70 CLÍO
LA PRIMERA CANDIDATA A LA PRESIDENCIA DE EE.UU. EL 5 DE NOVIEMBRE DE 1872, ULYSSES S. GRANT FUE REELEGIDO COMO PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS EN UNAS ELECCIONES EN LAS QUE SE COLÓ EL NOMBRE DE UNA MUJER, VICTORIA C. WOODHULL. CON UN PASADO TURBULENTO Y UN CORAJE DE HIERRO. VICTORIA PASARÍA A LA HISTORIA POR SER LA PRIMERA CANDIDATA A LA PRESIDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS, EN UN TIEMPO EN EL QUE LAS MUJERES NI TAN SIQUIERA PODÍAN VOTAR. POR SANDRA FERRER, PERIODISTA ESPECIALIZADA EN HISTORIA L 23 DE SEPTIEMBRE DE 1838, VICTORIA bitantes de Homer estaban hartos de las fechorías de \"Buck\" CLAFLIN LLEGABA AL MUNDO EN UNA HUMILDE CABAÑA DE MADERA SITUADA *SHÅPU3HNV[HX\\LJVST}LS]HZVM\\L\\UPUJLUKPVX\\LWYV]VJ} EN HOMER, UNA PEQUEÑA LOCALIDAD él mismo en un molino que había comprado y había resultado CERCANA A OHIO (EE.UU.). Era la sexta hija de los diez vástagos de los *SHÅPU, una ZLY\\UULNVJPVMHSSPKV*VUZ\\KLZ[Y\\JJP}UWYL[LUKxHJVIYHYLS familia poco querida en la zona, lo que no es de extrañar, pues su padre, 9L\\ILU)\\JRTHU ZLN\\YVWLYVLULSW\\LISVUHKPLJYL`}SH]LYZP}UKLSHJJPKLU[L` *SHÅPULYH\\UKLSPUJ\\LU[LX\\L]P]xHKLSYVIV`SHMHSZPÄJHJP}U` ZLVYNHUPaHYVUWHYHWLYZLN\\PYSL)\\JRO\\`}KL/VTLYKLQHUKV se había dispuesto a educar a su amplia prole a base de azotes. Con su madre, =PJ[VYPH no tuvo tampoco demasiada suerte. 9V- H[YmZH[VKHZ\\MHTPSPHX\\LWYVU[VJVYYLYxHSHTPZTHZ\\LY[L3H _HUUH/\\TTLS*SHÅPUera una mujer extremadamente religio- sa, rayando en el fanatismo y tildada por sus vecinos como loca. PNSLZPHWYLZIP[LYPHUHKLSHSVJHSPKHKVYNHUPa}\\UHJVSLJ[HX\\L =PJ[VYPH]P]P}Z\\WYPTLYHPUMHUJPHLULZ[LHTIPLU[LKLWSVYH- ZPY]P}WHYHJVTWYHY\\UHJHYYL[H[PYHKHKLJHIHSSVZJVUSHX\\L ISL LU LS X\\L UV LTWLa} H LZ[\\KPHY OHZ[H SVZ VJOV H|VZ LU PU]P[HYVUHSHZL|VYH*SHÅPUHHIHUKVUHYWHYHZPLTWYLHX\\LS tranquilo lugar. SH LZJ\\LSH SVJHS KVUKL WLYTHULJP} OHZ[H SVZ VUJL ` YLJPIP} 3VZ*SHÅPUZLYLLUJVU[YHYVU`KLJPKPLYVULTWLaHYKLU\\L]V \\UHLK\\JHJP}UImZPJH;HU[VLUSHLZJ\\LSHJVTVLULSW\\LISV en Mount Gilead, una localidad también pequeña en el mismo Victoria era querida por su inteligencia y su encanto, virtudes estado de Ohio. Allí vivía 4HYNHYL[(UU, la hermana mayor de X\\LUVM\\LYVUZ\\ÄJPLU[LZWHYHZHS]HYH[VKHZ\\MHTPSPH3VZOH- =PJ[VYPHJVUZ\\THYPKV`Z\\ZOPQVZ)\\JR*SHÅPUKLIxHYLPU]LU- tarse a sí mismo y buscar una nueva manera de ganarse la vida JVU SH X\\L WVKLY THU[LULY H Z\\ MHTPSPH 3LQVZ KL I\\ZJHY \\U [YHIHQVUVYTHSKLJPKP}HIYPY\\UULNVJPVKLJVU[HJ[VZJVULS más allá a costa de dos de sus hijas. ;LUULZZLL, que entonces CLÍO 71
ESPECIAL PIONERAS ¿QUIÉN NOS HA HABLADO DE VICTORIA? LA VIDA DE VICTORIA como la de cualquier >ĂƷůƟŵĂ͕ĞƐĐƌŝƚĂƉŽƌ WOODHULL PARECE Mary Gabriel en 1998, SACADA DE UNA ŚĞƌŽşŶĂƌŽŵĄŶƟĐĂ͖ ha sido traducida por NOVELA PERO COMO cuyas habilidades primera vez al castellano EN MUCHAS OTRAS y carácter son muy de la mano de Ediciones OCASIONES, SU Casiopea. REALIDAD SUPERÓ ĚŝƐƟŶƚŽƐĂůŽŶŽƌŵĂů͖ LA FICCIÓN. En 1871, cuyos sufrimientos El libro de Gabriel Theodore Tilton, que personales son por sí había sido amante de mismos un completo ŚĂĐĞƵŶĂƌĂĚŝŽŐƌĂİĂ Victoria, escribió su completa de una mujer ĚƌĂŵĂ͖ĐƵLJŽŶŽŵďƌĞ que intentó socavar ƉƌŝŵĞƌĂďŝŽŐƌĂİĂ͕ƋƵĞ (gracias a la malicia de los cimientos de la pretendía ayudar a algunos y la ignorancia sociedad hipócrita de otros) ha caído en las norteamericana y a la ůĂĐĂƵƐĂƉŽůşƟĐĂĚĞůĂ sombras\". ƋƵĞĚĞĮŶĞĂƐş͗\"Una mujer a la que amaba. de las estadounidenses La propia Victoria más prominentes Tilton ensalzó la intentó escribir su cruzada de Victoria, a la ĚĞůĂĠƉŽĐĂ͕ƐĞƌşĂ ĂƵƚŽďŝŽŐƌĂİĂĂůĮŶĂůĚĞ apartada de la ƋƵĞĚĞĮŶŝſĐŽŵŽƵŶĂ sus días, pero no llegó Historia y olvidada. mujer extraordinaria: a tener éxito. Tras su Naturalmente la propia \"Voy a hacer un esbozo muerte, en los Estados de la vida de Victoria Unidos se han escrito sŝĐƚŽƌŝĂŝĚĞŶƟĮĐſ ůĂŇŝŶtŽŽĚŚƵůů͕ƵŶĂ ĂůŐƵŶĂƐďŝŽŐƌĂİĂƐ ůĂƌĂnjſŶ͗ƐĞŚĂďşĂ mujer joven cuya carrera sobre la primera adelantado a su ha sido tan singular mujer candidata a la ƟĞŵƉŽΗ. presidencia de su país. tenía siete años, había predicho aconteci- padre juez y un tío alcalde de la ciudad cidió tomar las riendas de su familia. Los mientos en el pasado, mientras que Vic- KL 5\\L]H@VYR *\\HUKV SVZ *SHÅPU SL SSH- Woodhull llegaron a San Francisco, donde toria, que por aquel entonces ya contaba maron para que tratase a Victoria de unas Victoria intentó buscar un trabajo, algo que con catorce años, siempre se había sentido tampoco fue fácil. Una mujer casada tenía atraída por las conexiones con los espíritus ÄLIYLZ YLJ\\YYLU[LZ ` YL\\TH[PZTV Z\\ ]PKH ZLYPHZ KPÄJ\\S[HKLZ WHYH LUJVU[YHY \\U LT- y creía ser capaz de curar a los enfermos cambiaría para siempre. Él tenía veintio- pleo respetable. Ella misma explicó años con sus dotes extrasensoriales. No es de cho años y ella apenas quince cuando se después que había trabajado como actriz extrañar que las niñas tuvieran estas ex- en un teatro, aunque algunos de sus bió- JHZHYVUHÄUHSLZKLSTLZKLUV]PLTIYLKL grafos también la situaron vendiendo ciga- [YH|HZHÄJPVULZJVU\\UHTHKYLX\\LKLJxH 1853. Victoria creía haber encontrado al rrillos en el puerto. experimentar éxtasis. Por otro lado, los príncipe azul del que hablaban los cuen- médiums eran cada vez más populares. tos, pero se topó con la cruda realidad de Estando en San Francisco, Victoria Tuvieran o no poderes reales, lo cierto es un matrimonio basado en mentiras. aseguró haber tenido una visión de Ten- queVictoria y Tennessee se convirtieron en nessee que le mandaba un mensaje des- Victoria no tardó en desenmascarar al de Ohio para que se reuniera con ella. LSTV[VYLJVU}TPJVKLSVZ*SHÅPUK\\YHU[L falso doctor Woodhull que no tenía con- Sin dudarlo, cogió sus pertenencias y se un tiempo. sultorio médico y tampoco tenía parientes marchó con Canning y Byron al encuen- ilustres. El verdadero marido de Victoria LA SEÑORA WOODHULL [YVKLSVZ*SHÅPU*VYYxHLSH|V ` Por aquel entonces, llegó a Mount Gilead LYH\\UIVYYHJOVHÄJPVUHKVHSVZI\\YKLSLZ Victoria decidió continuar en el negocio un joven médico proveniente del estado del que dependía legalmente. El nacimien- del espiritismo. de NuevaYork dispuesto a abrir un consul- to de su primer hijo en diciembre de 1854 torio médico en la ciudad. Canning Woo- no hizo sino empeorar su situación. El pe- Dos años después, nació Zulu Maud. dhull decía ser un respetado doctor con un queño Byron había nacido con un retra- Mientras el pequeño Byron dependería so psíquico. Sumida en la desesperación, toda su vida de Victoria, Zulu sería el prin- Victoria sacó fuerzas de donde pudo y de- 72 CLÍO
RETRATO DE VICTORIA WOODHULL. bién, y, sobre todo, como mujer, y juntos desarrollaron sus ideas sobre espiritismo a la vez que empezaron a acercarse a las co- rrientes feministas que estaban surgiendo. cipal apoyo de su madre, con quien per- consulta de Victoria, esta entró en trance y UNA BROKER DE NUEVA YORK manecería hasta su muerte. aseguró que Blood se convertiría en su se- gundo marido. No importaba que ambos De nuevo fue una visión la que marcó el Victoria y Tennessee se ganaron muy estuvieran casados y tuvieran hijos de sus destino de Victoria y los suyos. Un espíritu bien la vida como médiums y consiguie- respectivos matrimonios, las visiones eran la había guiado hasta Nueva York donde ron esquivar todas las acusaciones de frau- más poderosas para ellos que la realidad. en 1868 se instaló en una vivienda de la de que recibieron en distintas ciudades. Great Jones Street, en la que volvió a reen- La guerra civil americana, que había em- Victoria y James dejaron atrás sus fami- pezado el mismo año del nacimiento de lias y sus vidas como señor y señora Har- JVU[YHYZLJVULSJSHUKLSVZ*SHÅPU Zulu, en 1861, se alargó cuatro dramáticos vey. No habían formalizado ni sus divor- La buena estrella parecía acompañar a años en los que perdieron la vida miles de cios ni su unión, de eso ya se preocuparían soldados. Las hermanas Woodhull, apro- más tarde, pero poco les importaba. Eran la familia de Victoria. Mientras ella y Ten- vecharon la ocasión para lucrarse de la libres. Victoria sentía que podía volver a nessee continuaban con sus negocios es- desgracia de tanto desamparado necesita- empezar después de un matrimonio fraca- pirituales, su padre se afanaba en buscar do no solo de sanación física, sino también sado y una vida de responsabilidades que nuevos clientes para sus hijas y, entre ellos, no quería. consiguió acercar a la familia a Cornelius LZWPYP[\\HS3VZ*SHÅPUX\\LZLTV]xHUJVTV Vanderbilt, uno de los hombres más ricos un grupo de vendedores ambulantes, lle- Si con Canning Woodhull,Victoria había y poderosos de Manhattan. Conocido en garon a amasar una pequeña fortuna de sufrido un matrimonio desastroso en el que la ciudad como El Comodoro, Cornelius miles de dólares. ella había tenido que tomar las riendas y se sintió atraído por aquella excéntrica fa- ejercer de cabeza de familia, junto a James milia y empezó a ayudar económicamente Finalizada la contienda, Victoria decidió Blood disfrutó de una unión entre iguales. a Victoria y Tennessee, a la vez que aseso- establecerse en San Luis donde instaló su Él la respetaba, no solo como esposa, tam- raba a James Blood sobre las mejores in- consulta espiritual en un hotel de la ciu- versiones en la bolsa de Nueva York. dad. Fue allí donde conocería al que se- ría su segundo marido, el coronel James Victoria no tenía problemas económi- Harvey Blood. James acababa de regresar cos, por lo que pudo centrarse en sus in- de la guerra, tenía veintinueve años y pre- quietudes feministas. A principios de 1869 sidía los ferrocarriles de San Luis. Como se marchó a Washington D.C. para asistir Victoria, era también espiritista, cuya so- a la primera Convención Nacional sobre ciedad local presidía. Cuando acudió a la el sufragio femenino. En aquella ocasión, Victoria escuchó, observó y sacó sus pro- pias conclusiones. Las sufragistas, que por entonces estaban enzarzadas en discusio- nes acerca de la mejor manera de alcan- zar el derecho al voto, se centraban, según Victoria, en lo que ella consideraba una batalla en la gran lucha de las mujeres. Esa sería, de hecho, la diferencia que marcaría con los grandes movimientos feministas norteamericanos. Para Victoria, el voto era importante, pero aún más lo era alcanzar la igualdad en el seno del matrimonio y en otras esferas de la sociedad. Depositar VICTORIA Y TENNESSEE se ganaron muy bien la vida como médiums y consiguieron esquivar todas las acusaciones de fraude que recibieron en distintas ciudades. CLÍO 73
ESPECIAL PIONERAS un voto en una urna era importante, pero de ocupar la Casa Blanca, que entonces CARTEL DE LA CANDIDATURA no era la única ni principal solución a la se conocía como Palacio Presidencial DE VICTORIA WOODHULL A emancipación femenina. o Mansión Ejecutiva, no como Primera LA PRESIDENCIA DE ESTADOS Dama, sino como Presidenta. UNIDOS. De vuelta a la Gran Manzana, Victo- ria Woodhull se propuso introducirse en Victoria utilizó su columna del Herald REIVINDICACIONES uno de los ámbitos más masculinos de la para anunciar su revolucionaria candida- PERIODÍSTICAS ciudad, la Bolsa de Nueva York. Para ello, tura. Puso sobre el papel el que había sido HWYV]LJO}\\UHKLSHZKLZNYHJPHZÄUHUJPL- su método principal de lucha, el ejemplo. Los contenidos del tŽŽĚŚƵůůΘůĂŇŝŶ͛Ɛ ras más importantes que sucedieron en No le tembló el pulso para criticar a aque- WeeklyƐĞŝďĂŶĂĐĞŶƚƌĂƌĞŶĐƵĞƐƟŽŶĞƐ el siglo XIX. El 24 de septiembre de 1869 llas que llevaban décadas rezando \"para ƌĞůĂĐŝŽŶĂĚĂƐĐŽŶůĂũƵƐƟĐŝĂƐŽĐŝĂůLJ pasó a la historia como el Viernes Negro, que lleguen buenos tiempos, yo trabajo en las mejoras legales para que las en el que la especulación de unos ban- por ello; mientras otras debaten sobre la ŵƵũĞƌĞƐƉƵĚŝĞƌĂŶĂůĐĂŶnjĂƌƐƵĂŶŚĞůĂĚĂLJ queros con el mercado del oro provocó el igualdad entre hombres y mujeres, yo lo merecida igualdad. colapso y posterior desplome de las accio- he demostrado al entrar en los negocios\". nes bursátiles. Victoria había estado aten- En sus páginas se iban a abordar ta a los consejos de Vanderbilt, los cuales El NewYork Herald respondió a la osada ĐƵĞƐƟŽŶĞƐƚĂŶƉŽůĠŵŝĐĂƐĐŽŵŽůĂ candidatura de Victoria con una editorial ƉƌŽƐƟƚƵĐŝſŶŽůĂƐŵŝƐĞƌŝĂƐƋƵĞůĂƐ HWSPJ}JVUNYHULÄJHJPH`LZWLJ\\S}JVUSHZ premonitoria y muy realista de la situa- mujeres debían de soportar en la acciones de las inversores desesperados. ción: \"Parece que se ha adelantado a su ŝŶƟŵŝĚĂĚĚĞƐƵŵĂƚƌŝŵŽŶŝŽ͘ Sorprendentemente, se convirtió en una época. La conciencia pública aún no está avispada compradora y vendedora de ac- educada para aceptar los derechos univer- ciones. Meses después era una mujer rica. sales de las mujeres\". Mucho menos para abrir las puertas del poder a una de ellas. A principios de 1870, los periódicos neoyorquinos se hicieron eco de la inau- Victoria conocía el poder de la pren- sa y sabía que era necesario controlar N\\YHJP}U KL SH>VVKO\\SS *SHÅPU *V el discurso mediático como parte del la primera correduría de bolsa dirigida por éxito. Además de su columna en el He- dos mujeres, Victoria y Tennie. Victoria te- rald, Victoria decidió invertir parte de su nía treinta y dos años, había sobrevivido a fortuna para crear un periódico que ella una infancia triste y había resurgido de sus misma pudiera controlar, el Woodhull & propias cenizas pasando de ser una pobre *SHÅPU»Z>LLRS`. médium viviendo al límite a dirigir una po- derosa agencia de bolsa en una de las ciu- Convertida en editora, además de dades más importantes de Estados Unidos. broker, Victoria era mujer de hechos, Embriagada de éxito y sin olvidarse de las además de palabras. Así que, mientras reivindicaciones de todo su género, Victo- el debate entre las distintas facciones de ria puso el foco en la Casa Blanca. Quería feministas y sufragistas seguía sin dar re- convertirse en la primera mujer presidenta sultados efectivos, la candidata a la pre- de la historia de su país. sencia dio un nuevo golpe de efecto. En enero de 1871 se convirtió en la primera CANDIDATAA LA PRESIDENCIA DE EE.UU. mujer en dirigirse al comité del Congre- Desde que Victoria asistiera como oyente so para plantear una cuestión de forma en la convención de Washington, no se referente a la Decimoquinta Enmienda había olvidado de la lucha por la igual- a la Constitución, según la cual no se dad de las mujeres. Las principales diri- podía impedir votar a ningún ciudadano gentes del feminismo norteamericano sí (citizen, en inglés, sin distinción de gé- que se habían olvidado de ella, a la que nero) por motivo de color o raza. Victoria miraban con recelo. Pero Victoria era una alegó ante el Congreso que desde dicha luchadora nata y no se iba a rendir. Daba aprobación ningún estado \"había apro- igual que las mujeres no pudieran, aún, bado una ley que restringiera el derecho votar, que no tuvieran participación acti- al voto de ningún ciudadano de Estados va en el Congreso o que nunca antes una Unidos por razón de sexo o de raza\". mujer hubiera planteado la posibilidad Mientras la convención por los de- 74 CLÍO
VICTORIA conocía el poder de la prensa y sabía que era necesario controlar el discurso mediático como parte del éxito. Esto le llevó a fundar su propio diario, el Woodhull & Claflin's Weekly. rechos de la mujer que se celebraba LA DESTRUCCIÓN DE UNA LUCHADORA de haberla amenazado de muerte. Lo peor aquellos días en Washington aplaudió del juicio no fue tanto que la opinión pú- a Victoria, el Congreso respondió que Victoria Woodhull regresó a Nueva York aquella cuestión que ella planteaba de- convertida en toda una celebridad dentro ISPJHZLLU[YL[\\]PLYHJVUSVZYPÄYYHMLZLU[YL bía ser abordada en las Cortes. También del movimiento feminista sin formar par- suegra y yerno, sino que salió a la luz que empezaron a aparecer grupos puritanos te de ninguno de sus grupos formalmente Canning Woodhull, el primer marido de posicionándose abiertamente en contra creados. Sus palabras habían sacudido las Victoria, estaba viviendo con ellos, ade- del sufragio femenino. Pero nada pare- conciencias, aunque no hubiera consegui- cía frenar el ímpetu de Victoria que con- do sus objetivos de cambiar de verdad las TmZ KL )`YVU HS X\\L KLÄUPLYVU JVTV tinuó alzando su voz, cada vez con más cosas. Pero Victoria, como no había suce- \"medio idiota\". fuerza en favor de los derechos de las dido con las otras feministas y sufragistas, mujeres. Aún en Washington, Victoria empezaba a ser una personalidad incómo- La nueva líder de las feministas, la mujer daría un discurso en el que denunciaría da en la sociedad norteamericana. Con sus que parecía capaz de socavar los cimien- la tiranía de un estado que obligaba a palabras amenazantes de alterar el orden tos de la Constitución norteamericana no las mujeres a pagar impuestos y a ser constitucional, si no se daba a las mujeres era más que una embaucadora que con- \"controladas por una forma de gobierno los mismos derechos que los hombres y tactaba con espíritus y convivía con dos en cuya fundación no tuvimos voz, y en el poder que convocatoria que tenía cada maridos. Todo un material excepcional cuya administración se nos niega el de- vez más amplio, empezó a preocupar a los para la prensa sensacionalista dispuesta recho a participar\". que defensores de la causa contraria. a derrotar a Victoria. A nadie parecía im- portar que Woodhull estaba enfermo y Ante la popularidad de Victoria y la in- como ella misma dijo en una carta al New capacidad de atacarla con argumentos de York Times: \"Sentí que era un deber para peso, se inició una campaña de despresti- conmigo misma y para con la naturaleza gio personal. Una campaña que su pasa- humana cuidarlo. […] Con todo, varios do y su familia sirvieron en bandeja a sus editores me han tachado de ejemplo de cada vez más numerosos enemigos. Tal inmoralidad e impureza\". fue el revuelo que la propiaVictoria quedó sorprendida de la cantidad de calumnias Victoria no estaba dispuesta a rendirse. que empezaban a verterse sobre su perso- Lejos de abandonar, en 1871 dio un nue- na: \"Cuando fui sola a Washington –confe- vo paso en su carrera y consiguió, junto a só a una amiga– no imaginé que desenca- Tennessee, ser nombrada líder de la Sec- denaría tanta hostilidad\". ción 12 de la Asociación Internacional de Trabajadores. La lucha por los derechos También es cierto que las críticas hicie- de los trabajadores se unió a la cruzada ron crecer su popularidad por lo que Vic- por el sufragio y los derechos de las mu- toria intentó aprovecharla para presentar al jeres. Victoria tampoco estaba dispuesta a público el programa del Partido Cosmo- renunciar a su libertad personal. A pesar político por el que iba a presentarse a la de que sabía cómo se las gastaban sus presidencia de los Estados Unidos. enemigos, que no iban a dudar en sacar todos los trapos sucios de su vida privada, Mientras Victoria intentaba hacer oídos en aquella misma época, inició una rela- sordos a las críticas y acallarlos con sus ción sentimental con el periodista Theo- multitudinarios discursos en favor del su- dore Tilton, relación de la que tenía pleno fragio femenino y otras reformas en favor conocimiento su marido. de la igualdad de derechos, su excéntrica familia volvió a complicarle la existencia. Mientras Tilton escribía una biografía sobre su amante, Blood continuaba escri- ,Z[H]LaM\\LZ\\WYVWPHTHKYL(UUH*SHÅPU biendo sus discursos y acompañándola quien vivía con ella en Nueva York, quien en sus actos públicos en los que llenaba llevó a juicio a James Blood acusándolo auditorios. En noviembre de 1871 iba a te- CLÍO 75
ESPECIAL PIONERAS ner lugar uno de los más multitudinarios y RECORTE DE PRENSA QUE SE AMOR LIBRE controvertidos. Bajo el título Los principios HACE ECO DE LA CANDIDATURA de la libertad social, Victoria se dirigió al DE VICTORIA WOODHULL. Para Victoria͕ĞůĂŵŽƌůŝďƌĞĐŽŶƐŝƐơĂĞŶ público entusiasta que se congregó en el eliminar la autoridad que el hombre Steinway Hall para escuchar sus contro- amplia red de seguidores que apoyaban ejercía dentro del matrimonio y vertidas ideas sobre el amor libre, el matri- su candidatura a la presidencia. Mientras conseguir una sociedad en la que las monio, el divorcio y la prostitución. tanto, su economía era cada vez más pre- mujeres accedieran al matrimonio sin caria y llegó incluso a perder su casa. Si no \"condiciones opresivas\", libremente y Aquellas palabras y todas las que com- considerando la unión como un vínculo pusieron su discurso de más de dos horas OHIxHZVWVY[HKVZ\\ÄJPLU[LZKLZNYHJPHZLS ante unas tres mil personas, eran poco me- 2 de noviembre de 1872, tres días antes de ĞŶƚƌĞŝŐƵĂůĞƐ͘ĐŽŶƟŶƵĂĐŝſŶĐŽŶĨĞƐſ nos que escandalosas y revolucionarias las elecciones a la presidencia de los Es- para la sociedad decimonónica aposenta- tados Unidos, Victoria y Tennessee fueron ƋƵĞĞůůĂƉƌĂĐƟĐĂďĂĞƐƚĞĂŵŽƌůŝďƌĞ da en férreas estructuras patriarcales en las detenidas acusadas de vender pornografía. porque consideraba tener el \"derecho que el matrimonio era la institución que garantizaba el orden moral de la sociedad. ,S HY[xÄJL KL SH KLU\\UJPH LYH \\U OVTIYL ŝŶĂůŝĞŶĂďůĞ͕ĐŽŶƐƟƚƵĐŝŽŶĂůLJŶĂƚƵƌĂůĚĞ Tal fue el revuelo de sus palabras que la llamado Anthony Comstock que acusó a amar\" a quien ella quisiera. prensa la tildó de \"sucia e inmoral\". SHZOLYTHUHZ*SHÅPUKLOHILY\\[PSPaHKVLU Cuando un mes después volvió a su periódico palabras escandalosas, según Washington para participar en la con- él, como \"virginidad\". vención de la Asociación Nacional pro Sufragio de la Mujer, le fue denegado el El día de las elecciones, lejos de ejercer acceso. De vuelta a Nueva York, la AIT como candidata, Victoria se encontraba también le comunicó que la sección 12 detenida. Aquel día fue imputada junto a que ella dirigía había dejado de existir. su hermana por enviar por correo mate- Mientras las sufragistas no supieron acep- rial obsceno, por medio de su periódico tar la valentía de Victoria, los responsables y fueron trasladadas a la cárcel de Ludlow del movimiento obrero le cerraron sus Street. Un mes después, fueron liberadas puertas antes de que incorporara a las rei- vindicaciones sociales de los trabajadores WYL]PVWHNVKL\\UHÄHUaHKLKPLJPZtPZTPS los derechos de las mujeres. dólares cada una. Nada parecía frenar a Victoria, quien Victoria Woodhull había hecho historia en los meses posteriores se vio metida de al convertirse en la primera mujer candi- lleno en la campaña electoral. A pesar de que muy probablemente presentó su candidatura para hacer más patente la desigualdad entre hombres y mujeres pero nunca creyó que iba a convertirse en la primera presidenta de los Estados Unidos. Además, por aquel entonces, los WYVISLTHZ LJVU}TPJVZ KL SVZ *SHÅPU ZL iban agrandando. Ni la correduría ni el Weekly pasaban por su mejor momento y los ingresos familiares provenían princi- palmente de sus discursos. La muerte de Canning Woodhull añadió más leña al fuego de las críticas hacia Vic- toria. Los periódicos no perdieron el tiem- WV`HÄYTHYVUX\\LOHIxHWLYKPKVSH]PKHH causa de las drogas y el alcohol. Victoria pudo capear el temporal, con- tinuó dando discursos y aún mantuvo una 76 CLÍO
NUEVOS JUICIOS, demandas y panfletos acusatorios fueron haciendo mella en la dura resistencia de Victoria, que llegó a sufrir un infarto y encontrarse al borde de la ruina económica. data a la presidencia de los Estados Uni- ILYJVUZ\\TPKVHS[HZKVZPZKLHSJVOVS7HYH [\\]VT\\JOVZWYVISLTHZWHYHX\\LZ\\MHTP- SPHHJLW[HYHH=PJ[VYPH,SKLVJ[\\IYLKL KVZ <U OP[V SV Z\\ÄJPLU[LTLU[L NYHUKL JVSTVKLTHSLZSHWYVWPH<[PJHKLU\\UJP} ZLJHZHIHULU\\UHPNSLZPHKL:V\\[O para que saliera de prisión con la cabeza H=PJ[VYPH`H1HTLZ)SVVKWVYOHILYSHTHS- 2LUZPUN[VU ZPU UPUNU TPLTIYV KL SH MH- bien alta y dispuesta a continuar con la [YH[HKV7VJVZKxHZKLZW\\tZMHSSLJxHHJH\\- TPSPHKLSUV]PVWYLZLU[L=PJ[VYPH[LUxHLU- S\\JOHWVYSVZKLYLJOVZZVJPHSLZKLSHZT\\- sa de los excesos con la bebida. [VUJLZJ\\HYLU[H`JPUJVH|VZ`\\UHSHYNH jeres. Victoria continuó con sus discursos ]PKHKLS\\JOHHZ\\ZLZWHSKHZ7LYVHU[\\]V 5\\L]VZ Q\\PJPVZ KLTHUKHZ ` WHUÅL[VZ M\\LYaHZWHYHM\\UKHY\\UU\\L]VWLYP}KPJVLU H WLZHY KL X\\L LU HSN\\UVZ S\\NHYLZ SL M\\L 3VUKYLZYLNYLZHYLU]HYPHZVJHZPVULZHSVZ HJ\\ZH[VYPVZ M\\LYVU OHJPLUKV TLSSH LU SH Estados Unidos y continuar con la lucha ]L[HKH SH LU[YHKH <UVZ TLZLZ KLZW\\tZ WVYSVZKLYLJOVZKLSHZT\\QLYLZ K\\YH YLZPZ[LUJPH KL=PJ[VYPH X\\L SSLN} H *VTZ[VJR ]VS]P} H SH JHYNH ` \\[PSPa} \\UH ,S KL THYaV KL YLJPIxH \\U Z\\MYPY\\UPUMHY[V`LUJVU[YHYZLHSIVYKLKL [LSLNYHTH KLZKL 3HZ 7HSTHZ KL .YHU I\\YKHHY[PTH|HWHYH]VS]LYHHJ\\ZHYSHKL *HUHYPHHKVUKL1VOUOHIxH]PHQHKVWVY KPM\\UKPYWVYUVNYHMxH7PKP}KLTHULYHHU}- SHY\\PUHLJVU}TPJH,UZ\\KLZLZWLYHJP}U WYLZJYPWJP}UTtKPJH,UtSSLPUMVYTHIHU UPTH LQLTWSHYLZ KLS UTLYV KLS Weekly TVKPÄJ} SH SxULH LKP[VYPHS KLS Weekly KLSMHSSLJPTPLU[VKLZ\\THYPKV;YLZKxHZ JLU[YmUKVZLLU[LTHZYLSPNPVZVZ`HIHUKV- HU[LZ [HTIPtU OHIxH T\\LY[V Z\\ Z\\LNYV JVULSX\\LOHIxHSSL]HKVHSHZOLYTHUHZH WVYSVX\\LLUWVJVZKxHZZLJVU]LY[xHLU prisión y volvió a denunciarlas. De nuevo UHUKV LS WLYPVKPZTV KL KLU\\UJPH ZVJPHS SH YPJH OLYLKLYH KL SVZ 4HY[PU(KLTmZ (X\\LSSVUVZPY]P}WHYHUHKHTmZX\\LWLY- KL \\UH NYHU MVY[\\UH ` SHZ HJJPVULZ KLS X\\LKHYVUSPIYLZ[YHZWHNHY\\UHÄHUaHX\\L IHUJVKL1VOUOLYLK}]HYPHZWYVWPLKH- KLYSVZWVJVZZLN\\PKVYLZX\\LSLX\\LKHIHU KLZ+LZKLLU[VUJLZ`OHZ[HLSÄUHSKL WVUxHLUYPLZNVZ\\`HTHS[YLJOHLJVUVTxH (ÄUHSLZKLZ\\ZLN\\UKVTH[YPTV- Z\\Z KxHZ=PJ[VYPH ]P]P} HJVTWH|HKH KL :VYWYLUKLU[LTLU[L UHKH WHYLJxH HJH- sus dos hijos con los que se retiró a una UPV[HTIPtUZLKLZTVYVUHIH`=PJ[VYPH` OHJPLUKH LU SH JHTWP|H X\\L HOVYH LYH SSHY H HX\\LSSH T\\QLY PUJHUZHISL X\\L JVU- KL Z\\ WYVWPLKHK (SSx HU [\\]V LULYNxHZ 1HTLZÄYTHIHU\\UHJ\\LYKVKLKP]VYJPV para realizar obras sociales que ayuda- [PU\\}S\\JOHUKVWVYTHU[LULYHÅV[LHZ\\ YHUHSVZOHIP[HU[LZTmZULJLZP[HKVZKL MHTPSPH ` Z\\Z PKLHSLZ 1\\PJPVZ WVY KPMHTH- UNA RICA HEREDERA SH aVUH ` KPZMY\\[} KL SH ]PKH YLHSPaHUKV ción y obscenidad se sucedieron en los SHYNVZ ]PHQLZ LU HX\\LSSVZ U\\L]VZ HY[PS\\- (SH|VZPN\\PLU[LLSKLZ[PUVW\\ZVH=PJ[VYPH ZPN\\PLU[LZTLZLZJVU[YH=PJ[VYPHTPLU[YHZ NPVZ TV[VYPaHKVZ SSHTHKVZ JVJOLZ JVU Z\\OLYTHUHUticaZHSxHHSHWHSLZ[YHJVU- `;LUULZZLLHU[L\\UHZLN\\UKHVLUtZPTH SVZX\\LH[YH]LZ}TLKPH,\\YVWH ]PY[PtUKVZLLUUV[PJPHWVYOHILYZPKVHYYLZ- oportunidad en la vida. Cornelius Van- [HKHWVYKLZVYKLUWISPJVKLZW\\tZKLOH- ,UQ\\UPVKL HU[LZKLJ\\TWSPYSVZ KLYIPS[ MHSSLJxH H WYPUJPWPVZ KL ` Z\\ UV]LU[H H|VZ=PJ[VYPH >VVKO\\SS MHSSLJxH Q\\U[VHZ\\ZOPQVZLUSHS\\QVZHTHUZP}UKL [LZ[HTLU[VW\\ZVHSHZOLYTHUHZ>VVKO\\SS >VYJLZ[LYZOPYLLZJLUHYPVT\\`KPZ[PU[VKL Z\\UHJPTPLU[VLUHX\\LSSHO\\TPSKLJHIH|H LU\\UHZP[\\HJP}UT\\`ILULÄJPVZH<UVKL KLSVZ,Z[HKVZ<UPKVZ;LYTPUHIHHZx\\UH SHYNH ]PKH KL S\\JOH JVU[YH SH OPWVJYLZxH SVZOPQVZKLS*VTVKVYVWHYHL]P[HYX\\LZ\\Z de una sociedad que no supo entender o no quiso escuchar las duras acusaciones OLYTHUVZSLX\\P[HYHUZ\\WHY[LKLOLYLUJPH KL \\UH T\\QLY X\\L KLJxH SHZ JVZHZ WVY Z\\ UVTIYL`ZLH[YL]P}HKLU\\UJPHYPUQ\\Z[PJPHZ HK\\JPLUKVX\\LZ\\WHKYLOHIxHYLKHJ[HKV ZVJPHSLZSHYNHTLU[LPUZ[H\\YHKHZLU\\UHZV- LS[LZ[HTLU[VIHQVSHPUÅ\\LUJPHKLSVZLZWP- JPLKHKHWHYLU[LTLU[LW\\YP[HUH ritualistas (y por tanto de Victoria y Tennes- ZLLSLZVMYLJP}JPLUTPSK}SHYLZWHYHX\\L no declararan en el juicio. *VULSKPULYVLULSIVSZPSSV`HJVTWH- |HKHZKLZ\\THKYL`SVZKVZOPQVZKL=PJ[V- YPHZLLTIHYJHYVUY\\TIVH0UNSH[LYYH,U SH]PLQH,\\YVWHKVUKL[HTIPtUZLSPIYHIH SH IH[HSSH KLS MLTPUPZTV ` LS Z\\MYHNPZTV =PJ[VYPH]VS]P}HSHJHYNHJVUZ\\ZT\\S[P[\\- dinarios discursos. En uno de ellos conoció H\\UYPJVIHUX\\LYV John Biddulph Martin X\\LZLJVU]LY[PYxHLUZ\\[LYJLYTHYPKV (WLZHYKLSHKPZ[HUJPHSVZY\\TVYLZZV- IYLZ\\JVUK\\J[HPUTVYHSOHIxHUH[YH]LZH- KV[HTIPtULS([SmU[PJVWVYSVX\\L4HY[PU CLÍO 77
ESPECIAL PIONERAS LA LUCHA INCANSABLE POR EL VOTO FEMENINO SU LEMA VITAL FUE: \"EL FRACASO ES IMPOSIBLE\". DISPUESTA A ALCANZAR SU OBJETIVO –LA IGUALDAD ENTRE HOMBRES Y MUJERES–, SUSAN B. ANTHONY TERMINÓ CONVIRTIÉNDOSE EN REFERENTE INDISCUTIBLE DEL FEMINISMO NORTEAMERICANO. DEDICADA EN CUERPO Y ALMA A LUCHAR POR EL SUFRAGIO FEMENINO, SUSAN PASÓ TODA SU VIDA ABANDERANDO LA CRUZADA DE LAS MUJERES CONTRA LAS INJUSTICIAS DEL PATRIARCADO. POR SANDRA FERRER 78 CLÍO
USAN BROWNELL ANTHONY NACIÓ EN EL SENO DE UNA FAMIͳ Por suerte para Susan, su padre tampoco > / hYh Z D ^ ^ , h ^ d d ^Έ ͘h h͘Ή͕ >ϭϱ & Z ͳ se resignó a asumir aquella injusta situa- ZK ϭϴϮϬ͘ Susan creció en un hogar tradicional, con un padre, ción y decidió aplicar sus propias normas. Daniel Anthony, al frente de una fábrica de algodón y una madre, Daniel contrató a maestras y abrió sus aulas Lucy Read, encargada del hogar y de una larga lista de hijos. Sin em- a todo aquel que quisiera estudiar, sin im- bargo, los Anthony, como buenos cuáqueros, defendían que el alma portarle su sexo. de hombres y mujeres eran iguales, y se declaraban abiertamente ĂďŽůŝĐŝŽŶŝƐƚĂƐLJƉĂĐŝĮƐƚĂƐ͘ŶůĂĐŽŵƵŶŝĚĂĚĐƵĄƋƵĞƌĂĞŶůĂƋƵĞ^ƵƐĂŶ Susan siguió creciendo como alumna ĐƌĞĐŝſũƵŶƚŽĂƐƵƐŚĞƌŵĂŶŽƐ͕ůĂƐŵƵũĞƌĞƐƚĞŶşĂŶƵŶƉĂƉĞůĂĐƟǀŽLJĂůŐƵŶĂƐĞƌĂŶŝŶĐůƵƐŽƉƌĞ- ĂǀĞŶƚĂũĂĚĂ͘zĐŽŵŽŚŝũĂƌĞƐƉŽŶƐĂďůĞ͘ƐƵƐ dicadoras. Dentro de su hogar, su padre trató por igual a todos sus hijos e hijas. ŽŶĐĞĂŹŽƐ͕ĞŵƉĞnjſĂƚƌĂďĂũĂƌƵŶĂƐŚŽƌĂƐĂů ƋƵĞů ƉĞƋƵĞŹŽ ƵŶŝǀĞƌƐŽ ŝĚĞĂůŝnjĂĚŽ ƐĞ ƚƌƵŶĐſ ĐƵĂŶĚŽ ůŽƐ ŶƚŚŽŶLJ ƐĞ ŵĂƌĐŚĂƌŽŶ Ă ǀŝǀŝƌ Ă ƐĂůŝƌĚĞůĂĞƐĐƵĞůĂĞŶůĂĨĄďƌŝĐĂƚĞdžƟůĚĞƐƵ ƵŶĂůŽĐĂůŝĚĂĚĐĞƌĐĂŶĂĂEƵĞǀĂzŽƌŬĞŶďƵƐĐĂĚĞŶƵĞǀĂƐŽƉŽƌƚƵŶŝĚĂĚĞƐ͘>ĞũŽƐĚĞƐƵƉĞƋƵĞŹĂ ƉĂĚƌĞ LJ ĐƵĂŶĚŽ ƚƵǀŽ ĞĚĂĚ ƐƵĮĐŝĞŶƚĞ͕ ĨƵĞ comunidad cuáquera, el padre de Susan no pudo conseguir que sus hijas estudiaran lo mismo contratada por Daniel como maestra. ƋƵĞƐƵƐŚŝũŽƐ͘ŶĐŝĞƌƚĂŽĐĂƐŝſŶ͕^ƵƐĂŶƐĞĞŶĨƌĞŶƚſĂƵŶŽĚĞƐƵƐƉƌŽĨĞƐŽƌĞƐ͕ƉƵĞƐĞƐƚĞƐĞŶĞŐſ Ă ĞdžƉůŝĐĂƌůĞ ĐſŵŽ ĨƵŶĐŝŽŶĂďĂŶ ƵŶĂƐ ĚŝǀŝƐŝŽŶĞƐ͕ ƉƵĞƐ Ğů ŵĂĞƐƚƌŽ ĐŽŶƐŝĚĞƌſ ƋƵĞ ƵŶĂ ŶŝŹĂ ŶŽ Años después, terminada la educación ŶĞĐĞƐŝƚĂďĂĂƉƌĞŶĚĞƌƐĞŵĞũĂŶƚĞƐĞŶƚƌĞƐŝũŽƐŵĂƚĞŵĄƟĐŽƐƌĞƐĞƌǀĂĚŽƐƉĂƌĂŵĞŶƚĞƐŵĂƐĐƵůŝŶĂƐ͘ básica, Susan y una de sus hermanas pudie- ƌŽŶ ĐŽŶƟŶƵĂƌ ĞƐƚƵĚŝĂŶĚŽ ĞŶ Ğů ^ĞŵŝŶĂƌŝŽ de Deborah Moulson͕ĞŶ&ŝůĂĚĞůĮĂ͕ƵŶŽĚĞ CLÍO 79
ESPECIAL PIONERAS >/d,Ez^dEdKEΈ/Yh/ZΉz h^E͘Ed,KEz͘ ůŽƐ ƉŽĐŽƐ ĐĞŶƚƌŽƐ ĞĚƵĐĂƟǀŽƐ ĞŶ ůŽƐ ƋƵĞ ůĂƐ ĐŚŝĐĂƐ ĞƐƚƵĚŝĂďĂŶ ĚŝƐĐŝƉůŝŶĂƐ ĐŽŶƐŝĚĞƌĂĚĂƐ república, dedicó su vida al establecimien- ŵĂƐĐƵůŝŶĂƐ͕ĐŽŵŽůĂƐĐŝĞŶĐŝĂƐŽůĂĮůŽƐŽİĂ͘zůĂĚŝƐĐŝƉůŝŶĂŵĄƐŝŵƉŽƌƚĂŶƚĞLJƌĞǀŽůƵĐŝŽŶĂƌŝĂ to de este ideal”͘ ƉĂƌĂƵŶĂŵƵũĞƌ͕ĂƉƌĞŶĚĞƌĂƉĞŶƐĂƌƉŽƌƐşŵŝƐŵĂ͘ hED^dZKDWZKDd/ ^ƵƐĂŶƌĞŐƌĞƐſĂĐĂƐĂĂŶƚĞƐĚĞůŽĞƐƉĞƌĂĚŽ͘>ŽƐŶĞŐŽĐŝŽƐĚĞĂŶŝĞůŶŽŝďĂŶďŝĞŶLJƐĞ ǀŝĞƌŽŶĂƌƌĂƐƚƌĂĚŽƐƉŽƌůĂƚĞƌƌŝďůĞĐƌŝƐŝƐĞĐŽŶſŵŝĐĂƋƵĞĂƐŽůſĞŶƚŽŶĐĞƐĞůƉĂşƐ͘ ƵƌĂŶƚĞĂŹŽƐ͕^ƵƐĂŶƐĞǀŽůĐſĞŶƐƵůĂďŽƌĚŽĐĞŶ- ƚĞ͘WĞƌŽĐƵĂŶĚŽĞƐƚĂďĂĂƉƵŶƚŽĚĞĐƵŵƉůŝƌůŽƐ ĞŶƵĞǀŽĞŶĐĂƐĂ͕ĂƐƵƐĚŝĞĐŝŽĐŚŽĂŹŽƐ͕ĚĞĐŝĚŝſĂLJƵĚĂƌĂƐƵĨĂŵŝůŝĂƚƌĂďĂũĂŶĚŽĐŽŵŽ ƚƌĞŝŶƚĂ ƐĞ ƐĞŶơĂ ƐŽůĂ LJ ĚĞƉƌŝŵŝĚĂ͘ EĞĐĞƐŝƚĂďĂ ŵĂĞƐƚƌĂ͘WŽƌĂƋƵĞůĞŶƚŽŶĐĞƐLJĂŚĂďşĂĚĞĐŝĚŝĚŽƋƵĞŝďĂĂůůĞǀĂƌƵŶĂǀŝĚĂŵƵLJĚŝƐƟŶƚĂ ĚĂƌƐĞŶƟĚŽĂƐƵǀŝĚĂLJĞůĂďŽůŝĐŝŽŶŝƐŵŽĨƵĞƐƵ Ă ůĂ ƋƵĞ ƐĞ ĞƐƉĞƌĂďĂ ĚĞ ƵŶĂ ũŽǀĞŶ ĚĞ ƐƵ ĞĚĂĚ͘ ,Ăкà ƟĞŵƉŽ ƋƵĞ ŚĂďşĂ ƌĞĐŚĂnjĂĚŽ ůĂ ǀĄůǀƵůĂĚĞƐĂůǀĂĐŝſŶ͘&ƵĞĞŶĞůŵŝƐŵŽŚŽŐĂƌĚĞ ƉŽƐŝďŝůŝĚĂĚĚĞĐŽŶƚƌĂĞƌŵĂƚƌŝŵŽŶŝŽ͕LJŶŽĞƌĂƉŽƌůĂĨĂůƚĂĚĞƉƌĞƚĞŶĚŝĞŶƚĞƐ͘^ƵƐĂŶŚĂďşĂ ůŽƐŶƚŚŽŶLJĚŽŶĚĞ^ƵƐĂŶĐŽŶŽĐŝſĂƌĞƉƵƚĂĚŽƐ ĂŶƟĞƐĐůĂǀŝƐƚĂƐĐŽŵŽ William Lloyd Garrison o ĚĞĐŝĚŝĚŽƋƵĞŶŽƋƵĞƌşĂĐŽŶǀĞƌƟƌƐĞĞŶĞƐĐůĂǀĂĚĞŶĂĚŝĞ͘WŽƌƋƵĞŝďĂĂĚĞĚŝĐĂƌ Frederick Douglas͕ŚŽŵďƌĞƐƋƵĞůĞĂďƌŝĞƌŽŶůŽƐ ƐƵǀŝĚĂĂůƵĐŚĂƌƉŽƌůĂƐĚĞƐƵƐĞdžŽ͘ŽŵŽĞdžƉůŝĐĂAlma Lutz͕ĞŶƐƵďŝŽŐƌĂİĂ ŽũŽƐLJůĂĂŶŝŵĂƌŽŶĂƵŶŝƌƐĞĂƐƵĐĂƵƐĂ͘ ƐŽďƌĞ^ƵƐĂŶ͘ŶƚŚŽŶLJ͕“esta estaba convencida de que el principio de igualdad de derechos era para todos, como se establece en la Declara- KƚƌŽ ĚĞ ůŽƐ ŵŽǀŝŵŝĞŶƚŽƐ ƐŽĐŝĂůĞƐ ĞŶ ción de Independencia, debía expresarse en las leyes de una verdadera ďŽŐĂ ĞŶ ĂƋƵĞůůĂ ĠƉŽĐĂ͕ ĐŽŶŽĐŝĚŽ ĐŽŵŽ ͞ƚĞŵƉĞƌĂŶĐŝĂ͕͟ Ž ŵŽǀŝŵŝĞŶƚŽ ĐŽŶƚƌĂ Ğů ^h^E͘ EN 1852, ŚĂƌƚĂĚĞƚĂŶƚĂ ĂůĐŽŚŽůŝƐŵŽ͕ ůůĂŵſ ůĂ ĂƚĞŶĐŝſŶ ĚĞ ^ƵƐĂŶ͘ Ed,KEz͘ ŝŶũƵƐƚŝĐŝĂ͕ĚĞĐŝĚŝſƚŽŵĂƌ ŶƚƵƐŝĂƐŵĂĚĂ ĐŽŶ Ğů ŶƵĞǀŽ ƌƵŵďŽ ƋƵĞ ůĂƐƌŝĞŶĚĂƐĚĞůĂƐŝƚƵĂĐŝſŶLJ ƚŽŵĂďĂ ƐƵ ǀŝĚĂ͕ ĐĞŶƚƌĂĚĂ ĞŶ ůĂƐ ĐĂƵƐĂƐ ĐƌĞĂƌƐƵƉƌŽƉŝĂŽƌŐĂŶŝnjĂĐŝſŶ͕ ƐŽĐŝĂůĞƐ͕ƐĞĚŝŽĚĞďƌƵĐĞƐĐŽŶƵŶĂŶƵĞǀĂ la Woman's Temperance ŝŶũƵƐƚŝĐŝĂ͘ ,ĂƐƚĂ ĞŶƚŽŶĐĞƐ͕ ŚĂďşĂ ƐŽƉŽƌ- ^ŽĐŝĞƚLJŽĨEĞǁzŽƌŬ͘WĞƌŽ ƚĂĚŽ ƋƵĞ ƐƵ ĚĞĐŝƐŝſŶ ĚĞ ŶŽ ĐĂƐĂƌƐĞ ĨƵĞ- ĂƋƵĞůůĂŶŽĞƌĂƵŶĂƐŽůƵĐŝſŶ ƌĂ ǀŝƐƚĂ ĐŽŶ ƌĞĐĞůŽ͖ ŚĂďşĂ ĂƐƵŵŝĚŽ ĐŽŶ ĚĞĨŝŶŝƚŝǀĂ͘ ĨŽƌnjĂĚĂƌĞƐŝŐŶĂĐŝſŶ͕ƋƵĞƐƵƐƵĞůĚŽĐŽŵŽ ŵĂĞƐƚƌĂ ĨƵĞƌĂ ŝŶĨĞƌŝŽƌ Ăů ĚĞ ĐƵĂůƋƵŝĞƌ ŚŽŵďƌĞ ĞũĞƌĐŝĞŶĚŽ ůĂ ŵŝƐŵĂ ůĂďŽƌ͘ WĞƌŽ ĂŚŽƌĂ͕ĞŶůĂƐƌĞƵŶŝŽŶĞƐĚĞůĂƐƐŽĐŝĞĚĂĚĞƐ
LA PRIMERA MUJER EN UNA MONEDA EN 1979, EL TESORO DE LOS ESTADOS UNIDOS EMITIÓ UNA ĂƐş ƵŶĂ ĂŵŝƐƚĂĚ ƋƵĞ ĚƵƌĂƌşĂ ĚĠĐĂĚĂƐ LJ ůĂƐ MONEDA DE UN DÓLAR QUE REPRESENTABA POR PRIMERA VEZ EN ĐŽŶǀĞƌƟƌşĂ ĞŶ ƵŶ ƚĄŶĚĞŵ ŝŶƋƵĞďƌĂŶƚĂďůĞ SU HISTORIA EL ROSTRO DE UNA MUJER REAL. La moneda de Susan en la lucha por los derechos de las mujeres. B. Anthony se mantuvo en circulación hasta 1981 y volvió a ser emitida en 1999. hEWZ:>h,KZ^ por la temperancia, vio con estupefacción cómo las mujeres tenían permitido el acce- ^ƵƐĂŶLJůŝnjĂďĞƚŚĞŶĐĂũĂƌŽŶĂůĂƉĞƌĨĞĐĐŝſŶ͘ so pero vetada su participación. ŽŵŽůŝnjĂďĞƚŚƚĞŶşĂĚŝĮĐƵůƚĂĚĞƐƉĂƌĂŵŽ- ǀĞƌƐĞĚĞƵŶŚŽŐĂƌƌĞƉůĞƚŽĚĞŶŝŹŽƐLJŶŽĞƌĂ ŶϭϴϱϮ͕ŚĂƌƚĂĚĞƚĂŶƚĂŝŶũƵƐƟĐŝĂ͕ĚĞĐŝĚŝſƚŽŵĂƌůĂƐƌŝĞŶĚĂƐĚĞůĂƐŝƚƵĂĐŝſŶLJĐƌĞĂƌƐƵƉƌŽƉŝĂ ŵƵLJ ĂŵĂŶƚĞ ĚĞ ŚĂďůĂƌ ĚĞ ƉƷďůŝĐŽ͕ ƐĞ ǀŽů- ŽƌŐĂŶŝnjĂĐŝſŶ͕ůĂtŽŵĂŶ͛ƐdĞŵƉĞƌĂŶĐĞ^ŽĐŝĞƚLJŽĨEĞǁzŽƌŬ͘WĞƌŽĂƋƵĞůůĂŶŽĞƌĂůĂƐŽůƵĐŝſŶĚĞ- ĐſĞŶůĂƌĞĚĂĐĐŝſŶĚĞĚŝƐĐƵƌƐŽƐƋƵĞ^ƵƐĂŶ͕ ĮŶŝƟǀĂ͘^ƵƐĂŶƐĞĚŝŽĐƵĞŶƚĂĚĞƋƵĞŚĂďşĂƵŶƉƌŽďůĞŵĂĚĞĨŽŶĚŽ͘>ĂĚĞƐŝŐƵĂůĚĂĚĞŶƚƌĞŚŽŵďƌĞƐ ĐŽŶ ƐƵ ĨƵĞƌnjĂ LJ ĐĂƌŝƐŵĂ͕ ĞŵƉĞnjſ Ă ĚĂƌ ĞŶ LJŵƵũĞƌĞƐĂƚƌĂǀĞƐĂďĂƚŽĚĂƐůĂƐĚŝŵĞŶƐŝŽŶĞƐƐŽĐŝĂůĞƐ͘^ĞĚŝŽĐƵĞŶƚĂƋƵĞůĂƉƌŝŽƌŝĚĂĚŶŽĚĞďşĂ ůŽƐ ĐĂĚĂ ǀĞnj ŵĄƐ ĨƌĞĐƵĞŶƚĞƐ ĐŽŶŐƌĞƐŽƐ ĨĞ- ƐĞƌůĂůƵĐŚĂĐŽŶƚƌĂůĂĞƐĐůĂǀŝƚƵĚŽĐŽŶƚƌĂĞůĂůĐŽŚŽůŝƐŵŽ͘ůƉƌŝŵĞƌƉƌŽďůĞŵĂ͕ĞůƉƌŽďůĞŵĂĚĞ ŵŝŶŝƐƚĂƐ͘ Ŷ ƉŽĐŽ ƟĞŵƉŽ͕ ĂŵďĂƐ ŵƵũĞƌĞƐ ƌĂşnj͕ƐĞĞŶĐŽŶƚƌĂďĂĞŶůĂŝŶĨĞƌŝŽƌŝĚĂĚƐŽĐŝĂů͕ƉŽůşƟĐĂ͕ĞĐŽŶſŵŝĐĂ͕ĚĞůĂƐŵƵũĞƌĞƐ͘,ĂƐƚĂƋƵĞĞůůĂƐ ƐĞĐŽŶǀŝƌƟĞƌŽŶĞŶƵŶƌĞĨĞƌĞŶƚĞƉĂƌĂƚŽĚĂƐ no pudieran tomar sus propias decisiones como ciudadanas de pleno derecho, las desigualda- ĂƋƵĞůůĂƐƋƵĞƋƵĞƌşĂŶƵŶŝƌƐĞĂůĂĐĂƵƐĂ͘Ƶ- ĚĞƐĐŽŶƟŶƵĂƌşĂŶĞƐƚĂŶĚŽĞŶƉƌŝŵĞƌĂůşŶĞĂĚĞĨƵĞŐŽĂŵĞŶĂnjĂŶĚŽůĂƐĂƐƉŝƌĂĐŝŽŶĞƐĚĞƚŽĚĂƵŶĂ ƌĂŶƚĞ ĂŹŽƐ͕ ƐĞ ǀŽůĐĂƌŽŶ ĞŶ ůĂ ŽƌŐĂŶŝnjĂĐŝſŶ mita de la sociedad estadounidense. ĚĞĐŽŶŐƌĞƐŽƐ͕ƌĞĐĂƵĚĂƌŽŶĨŽŶĚŽƐLJƉƌĞƐŝŽ- ŶĂƌŽŶĂůŽƐƉŽůşƟĐŽƐƉĂƌĂƋƵĞƌĞǀŝƐĂƌĂŶƚŽ- ƋƵĞůůŽƐĂŹŽƐĐĞŶƚƌĂůĞƐĚĞůƐŝŐůŽy/y͕ĞůĨĞŵŝŶŝƐŵŽĞŵƉĞnjĂďĂĂǀŽůĂƌĐŽŵŽŵŽǀŝŵŝĞŶ- ĚĂƐ ĂƋƵĞůůĂƐ ůĞLJĞƐ ƋƵĞ ĐŽŶƐŝĚĞƌĂďĂŶ Ă ůĂƐ ƚŽĐŽŶŶŽŵďƌĞƐƉƌŽƉŝŽƐĞŶůŽƐƐƚĂĚŽƐhŶŝĚŽƐ͘ŶϭϴϰϴŚĂďşĂƚĞŶŝĚŽůƵŐĂƌĞůƉƌŝŵĞƌĞŶ- mujeres ciudadanas de segunda. ĐƵĞŶƚƌŽ ĚĞ ŵƵũĞƌĞƐ ƋƵĞ ĂďŽŐĂďĂŶ ƉŽƌ ůĂ ůƵĐŚĂ ĐŽŶƚƌĂ ůĂƐ ĚĞƐŝŐƵĂůĚĂĚĞƐ ĞŶƚƌĞ ŚŽŵďƌĞƐ LJ ŵƵũĞƌĞƐ LJ ƐĞ ŚĂďşĂ ĮƌŵĂĚŽ Ğů ƉƌŝŵĞƌ ĚŽĐƵŵĞŶƚŽ ĨĞŵŝŶŝƐƚĂ ĚĞů ƉĂşƐ͕ ůĂ ĞĐůĂƌĂĐŝſŶ ĚĞ WĂƌĂĞŶƚŽŶĐĞƐ͕^ƵƐĂŶLJĂĞƌĂƉůĞŶĂŵĞŶ- ƐĞŶƟŵŝĞŶƚŽƐ ĚĞ ^ĠŶĞĐĂ &ĂůůƐ͘ ĞƐĚĞ ĞŶƚŽŶĐĞƐ͕ ƐĞ ŚĂďşĂŶ ĐĞůĞďƌĂĚŽ ǀĂƌŝĂƐ ĐŽŶǀĞŶĐŝŽŶĞƐ ƚĞ ĐŽŶƐĐŝĞŶƚĞ ĚĞ ƋƵĞ ŚĂďşĂ ƋƵĞ ƚŽŵĂƌ ĞŶĨĂǀŽƌĚĞůŽƐĚĞƌĞĐŚŽƐĚĞůĂƐŵƵũĞƌĞƐĞŶĚŝƐƟŶƚĂƐĐŝƵĚĂĚĞƐLJĐĂĚĂǀĞnjĞƌĂŶŵĄƐŵƵũĞƌĞƐ cartas en el asunto: “Al pasar de pueblo ůĂƐƋƵĞƐĞƵŶşĂŶĂůĂĐĂƵƐĂ͘ en pueblo me hicieron sentir el gran mal de la dependencia total de la mujer sobre ŶĂƋƵĞůůĂĠƉŽĐĂ͕^ƵƐĂŶĂĐƵĚŝſĂƵŶĂƌĞƵŶŝſŶĂŶƟĞƐĐůĂǀŝƐƚĂŝŶǀŝƚĂĚĂƉŽƌƐƵĂŵŝŐĂ Ame- el hombre. Aunque había admitido por lia Bloomer, editora del periódico feminista The Lily͘&ƵĞĞŶƚŽŶĐĞƐĐƵĂŶĚŽĐŽŶŽĐŝſĂEliza- mucho tiempo el error, nunca hasta este beth Cady Stanton͕ƵŶĂĚĞůĂƐƉƌŝŶĐŝƉĂůĞƐŝŵƉƵůƐŽƌĂƐĚĞůĂĞĐůĂƌĂĐŝſŶĚĞ^ĠŶĞĐĂ&ĂůůƐLJ momento entendí tan claramente la gran ƵŶĂĚĞůĂƐĨĞŵŝŶŝƐƚĂƐŵĄƐŝŵƉŽƌƚĂŶƚĞƐĞŶĂƋƵĞůŵŽŵĞŶƚŽ͘ƉĞƐĂƌĚĞŚĂďĞƌůůĞǀĂĚŽǀŝĚĂƐ idea de la independencia pecuniaria y ŵƵLJĚŝƐƟŶƚĂƐ͕ůŝnjĂďĞƚŚĞƌĂĐŝŶĐŽĂŹŽƐŵĂLJŽƌLJĞƌĂŵĂĚƌĞĚĞĐŝŶĐŽŚŝũŽƐ;ĂƷŶƚĞŶĚƌşĂĚŽƐ personal de las mujeres”. ŵĄƐĞŶĂŹŽƐƉŽƐƚĞƌŝŽƌĞƐͿ͕ůĂƐĚŽƐŵƵũĞƌĞƐĐŽŶŐĞŶŝĂƌŽŶĚĞƐĚĞĞůƉƌŝŵĞƌŵŽŵĞŶƚŽ͘ŵƉĞnjſ >s^dKZ'hZZ/s/> ƉĞƐĂƌĚĞůĚƵƌŽƚƌĂďĂũŽ͕ĂƉĞƐĂƌĚĞůĂƐďƵƌ- ůĂƐ LJ ůĂƐ ĐƌşƟĐĂƐ ĚĞ ƵŶĂ ƉĂƌƚĞ ĚĞ ůĂ ƐŽĐŝĞ- ĚĂĚ͕ ^ƵƐĂŶ ĞƐƚĂďĂ ĞƐƉĞƌĂŶnjĂĚĂ͘ dĂŶƚŽ ĞůůĂ ĐŽŵŽ ůŝnjĂďĞƚŚ ǀĞşĂŶ ĐĂĚĂ ǀĞnj ŵĄƐ ĐĞƌĐĂ ƵŶŚŽƌŝnjŽŶƚĞĞŶĞůƋƵĞůĂƐŵƵũĞƌĞƐƉƵĚŝĞƌĂŶ ĂƐƉŝƌĂƌĂůĂŵŝƐŵĂĞĚƵĐĂĐŝſŶƋƵĞůŽƐŚŽŵ- ďƌĞƐ͖ƐĞůĂƐĐŽŶƐŝĚĞƌĂƌĂĐŽŵŽŝŐƵĂůĞƐĞŶĞů ƐĞŶŽĚĞůŵĂƚƌŝŵŽŶŝŽ͖ƋƵĞƉƵĚŝĞƌĂŶ͕ĞŶĮŶ͕ ĂůĐĂŶnjĂƌĞůǀŽƚŽLJĐŽŶǀĞƌƟƌƐĞĚĞƉůĞŶŽĚĞ- ƌĞĐŚŽĞŶĐŝƵĚĂĚĂŶĂƐĚĞůŽƐƐƚĂĚŽƐhŶŝĚŽƐ͘ hŶŽƐ ƐƵĞŹŽƐ ƋƵĞ Ğů ĞƐƚĂůůŝĚŽ ĚĞ ůĂ 'ƵĞƌƌĂ ŝǀŝů ŵĞƌŝĐĂŶĂ͕ Ğů ϭϮ ĚĞ Ăďƌŝů ĚĞ ϭϴϲϭ͕ ƐĞ desvanecieron. ^ƵƐĂŶĞƐƚĂďĂĚĞƐŽůĂĚĂ͘EŽƐŽůŽƉŽƌƋƵĞ ĐƌĞşĂƋƵĞƉĂƌĂůŝnjĂƌůĂůƵĐŚĂĨĞŵŝŶŝƐƚĂƉŽƌ tiempo indefinido era un desastre para ůĂ ĐĂƵƐĂ͘ ŽŵŽ ĐƵĄƋƵĞƌĂ͕ ĞƌĂ ƵŶĂ ĨŝƌŵĞ ƉĂĐŝĨŝƐƚĂ͕ ƉŽƌ ůŽ ƋƵĞ ĂƉŽLJĂƌ ůĂ ŐƵĞƌƌĂ͕ ĂƵŶƋƵĞ ĨƵĞƌĂ ŝŶĚŝƌĞĐƚĂŵĞŶƚĞ͕ ƐƵƉŽŶşĂ CLÍO 81
ESPECIAL PIONERAS para ella un conflicto moral. Pero Susan >/'Dh:Z^ ba sus esfuerzos únicamente en alcanzar hubo de rendirse a la evidencia. Sus aspi- el sufragio. Temas controvertidos como raciones feministas quedaron, por ahora, DURANTE EL CONFLICTO, SUSAN, el divorcio, el control de la natalidad o la guardadas en el fondo de un profundo ar- COMO MUCHAS OTRAS MUJERES prostitución se aparcaron en el seno de mario a lo largo de varios años. NORTEAMERICANAS, SE UNIERON la AWSA, mientras que las feministas de A LA LIGA LEAL NACIONAL DE la NWSA decidieron poner sobre la mesa En 1865 terminaba la guerra y las muje- MUJERES QUE AYUDÓ EN TODO LO todas las injusticias sufridas por las muje- ƌĞƐ ƐƵĨƌŝĞƌŽŶ ƵŶĂ ƚĞƌƌŝďůĞ ĚĞĐĞƉĐŝſŶ͘ > ĂƐ QUE PUDO A LOS EJÉRCITOS DE LA res para denunciarlas y reclamar así una enmiendas aprobadas tras el conflicto se UNIÓN. TODAS ELLAS SENTÍAN QUE igualdad total en la sociedad. centraron en la abolición de la esclavi- SU LABOR COMO ENFERMERAS, tud, pero se olvidaron de las reivindica- COCINERAS, COSTURERAS, Susan B. Anthony estaba dispuesta a ciones femeninas. “¿Acaso los africanos INCLUSO COMO SOLDADOS EN EL sacudir los cimientos de una sociedad se componen únicamente de hombres?”, CAMPO DE BATALLA, DURANTE EL patriarcal que denostaba reiteradamente preguntó indignada Susan. Tras la de- CONFLICTO, DEBERÍA TENER UNA a las mujeres en todos los ámbitos. Des- solación inicial, Susan volvió a la carga. COMPENSACIÓN AL FINAL DEL de su nueva publicación creada en 1868, A sus cuarenta y cinco años, con buena CONFLICTO. ALGO QUE NO FUE ASÍ. The Revolution, Susan abordó aquellas parte de su vida dedicada a defender sus cuestiones controvertidas, aborto, pros- derechos y los de todas las mujeres, no la Asociación Americana por el Sufragio titución, divorcio... junto a reivindicacio- iba a rendirse tan fácilmente. Había que Femenino (American Woman Suffrage nes tradicionales como el derecho a una seguir luchando y no iba a desistir has- Association, AWSA), liderada por Lucy educación igualitaria. Una publicación ta alcanzar su principal objetivo, el voto Stone͘>ĂƐƉƌŝŶĐŝƉĂůĞƐĚŝĨĞƌĞŶĐŝĂƐƌĂĚŝĐĂ- valiente, cuyo lema era: “Hombres, sus femenino, llave para lograr el resto de ban no tanto en el objetivo final, el su- derechos y nada más. Las mujeres, sus de- igualdades sociales, civiles, económicas y fragio femenino, como en la manera de rechos y nada menos”. políticas. Apoyada por Elizabeth y otras alcanzarlo. Mientras la NWSA defendía mujeres, reorganizaron el movimiento y una enmienda a la Constitución que diera Susan volcó en sus páginas la frustración empezaron de nuevo. el voto a las mujeres, la AWSA abogaba que suponía no alcanzar, al menos a corto por una estrategia menos ambiciosa, al- ƉůĂnjŽ͕ŽďũĞƟǀŽƐĐůĂƌŽƐƉĂƌĂůĂƐŵƵũĞƌĞƐ͘>Ă >&ZdhZ/EdZE canzando el voto estado por estado. A vida de dŚĞ ZĞǀŽůƵƟŽŶ fue breve, estuvo esta principal diferencia de base, se unían en circulación apenas cuatros años, pero Pocos años después de que Susan vol- otras como que la NWSA solo estaba inte- intensa. En sus números se denunció la viera a resurgir de sus cenizas, un nuevo grada por mujeres y se proponía abordar golpe sacudió su lucha. En 1869, el mo- otros derechos femeninos además del su- vimiento feminista en los Estados Uni- fragio, la AWSA, de tendencias más con- dos sufría una peligrosa fractura para la servadoras, aceptaba a los hombres en su causa. Esto hizo que Susan B. Anthony y organización y, por el momento, focaliza- Elizabeth Cady Stanton tomaran la deci- EN 1869, Susan B. sión de fundar la Aso- Anthony y Elizabeth ciación Nacional pro Cady Stanton fundaron Sufragio Femenino la Asociación Nacional (National Woman pro Sufragio Femenino. Suffrage Associa- tion, NWSA), que se contrapuso a >/d,z ^dEdKE͘ 82 >1K
HISTORIA DEL SUFRAGIO FEMENINO SUSAN B. ANTHONY FUE UNA LUCHADORA INCANSABLE “Ser historiadoras de una reforma en la que hemos estado QUE DEDICÓ TODA SU VIDA A DEFENDER LOS DERECHOS entre los actores principales ŊDƓUPDEDQODVDXWRUDVŊtienen DE LAS MUJERES. Pasó largas horas en los tortuosos sus puntos de desconcierto y ventaja. Aquellos que pelean caminos de una Norteamérica decimonónica que miraba la batalla pueden dar lo que a todos los lectores les gusta. con recelo a aquellas damas que salían de sus hogares para Conocen los motivos que impulsan la acción, la lucha en reclamar un modelo de sociedad muy distinto al que habían la cara de la oposición; la irritación bajo el ridículo; y la conocido, acudiendo a decenas de ciudades en las que daba desesperación por un éxito aplazado demasiado tiempo”. discursos y organizaba reuniones para implicar a todas las mujeres que quisieran seguirla en la cruzada a la que había La Historia del sufragio femenino culminó con un sexto decidido dedicar su vida. volumen que alcanzaba el año 1920, cuando las feministas en los Estados Unidos ya habían conseguido su principal Junto a Elizabeth Cady Stanton, pasó largas horas pensando objetivo, el sufragio femenino: “Las mujeres ahora tienen estrategias, escribiendo discursos y organizando todo tipo en un sentido general la igualdad de derechos, aunque de actos para mantener viva la causa feminista. De todos los en todos los Estados han aprendido o aprenderán que muchos proyectos que llevaron a cabo, su \"Historia del sufragio esto no es literalmente cierto y que se requerirá un mayor femenino\" fue uno de los más ambiciosos. Conscientes de que su esfuerzo, pero ahora, como nunca antes, están equipadas historia debía ser contada y que las generaciones futuras debían para lograrlo. Pasará mucho tiempo antes de que tengan tener referencias escritas en las que apoyarse, decidieron iniciar igualdad de oportunidades en el mundo empresarial y una extensa redacción de su propia historia. Así lo explicaban en político, pero para la mayoría esto no será necesario. Sin el prefacio del primer volumen: “Al preparar este trabajo, nuestro embargo, las mujeres descubrirán que en el hogar, en objetivo ha sido poner de forma permanente los pocos informes la vida social y en todas las líneas de trabajo religioso, dispersos del Movimiento del Sufragio de las Mujeres que aún filantrópico, educativo y cívico, la posesión del voto ha no se han encontrado, y convertirlo en un arsenal de hechos para aumentado su influencia y poder sin medida”. quienes comienzan a investigar las demandas y argumentos de líderes de esta reforma”. Al proyecto se unieron otras Plagada de documentos, discursos, cartas, testimonios feministas como Matilda Joslyn Gage e Ida Husted Harper que de aquellas mujeres luchadoras, la Historia del sufragio completaron la historia tras la desaparición de Susan. femenino se convirtió en un referente indiscutible para las próximas generaciones. desigualdad salarial de hombres y mujeres en ámbitos como el de la educación, algo que distinción entre “ciudadano” y “ciudada- Susan había sufrido en su propia piel: “Los hombres pueden llamarse liberales; pero si las na”; citizen englobaba, en su definición, mujeres son maestras competentes, se les paga más mal”͘dĂŵďŝĠŶĂďŽƌĚſĐƵĞƐƟŽŶĞƐ a ambos sexos. ƋƵĞĞƌĂŶĂďƐŽůƵƚĂŵĞŶƚĞƚĂďƷĞŶĂƋƵĞůůĂĠƉŽĐĂ͕ĐŽŵŽĞůŝŶĨĂŶƟĐŝĚŝŽŵĄƐŚĂďŝƚƵĂůĚĞůŽ que se podía imaginar en una sociedad en la que el aborto estaba totalmente prohibido y dE/WKZsKdZ ůĂƐŵƵũĞƌĞƐƐĞĞŶĐŽŶƚƌĂďĂŶƐŽŵĞƟĚĂƐĂůĂĚŝĐƚĂĚƵƌĂĚĞƵŶĂŵĂƚĞƌŶŝĚĂĚƚƌĂƐŽƚƌĂĂǀĞĐĞƐ ĚĞƐĞĂĚĂ͕ŽƚƌĂƐŝŵƉƵĞƐƚĂ͘WŽƌĞƐŽĨƵĞƌŽŶŵƵLJǀĂůŝĞŶƚĞƐůŽƐĂƌơĐƵůŽƐƉƵďůŝĐĂĚŽƐĞŶThe ů ϱ ĚĞ ŶŽǀŝĞŵďƌĞ ĚĞ ϭϴϳϮ͕ ůŽƐ ͞ĐŝƵĚĂĚĂ- ZĞǀŽůƵƟŽŶ que, si bien no hacían una defensa abierta, habría sido demasiado ambicioso nos” de los Estados Unidos estaban lla- ĞŝŶĐůƵƐŽƉĞůŝŐƌŽƐŽ͕ƐşĂďŽƌĚĂƌŽŶůĂĐƵĞƐƟſŶĞŶƚĠƌŵŝŶŽƐǀĂůŝĞŶƚĞƐ͗ “Ceded a las mujeres ŵĂĚŽƐ Ă ǀŽƚĂƌ ĞŶ ƵŶĂƐ ŶƵĞǀĂƐ ĞůĞĐĐŝŽŶĞƐ ƐƵĚĞƌĞĐŚŽĚĞŝŶĚŝǀŝĚƵĂůŝĚĂĚĚĂĚŽƉŽƌŝŽƐ͘,ĂĐĞĚůĞƐƐĞŶƟƌƋƵĞƐŽůŽĂŶƚĞŝŽƐƐŽŶĞůůĂƐ presidenciales. Susan no se lo pensó dos ůĂƐƌĞƐƉŽŶƐĂďůĞƐĚĞƐƵƐĂĐƚŽƐ͖ĞŶƐĠŹĞŶůĞƐƋƵĞůĂƐƵŵŝƐŝſŶĂĐƵĂůƋƵŝĞƌŚŽŵďƌĞƐŝŶĂŵŽƌLJ ǀĞĐĞƐ LJ͕ ĂĐŽŵƉĂŹĂĚĂ ĚĞ ŽƚƌĂƐ ƋƵŝŶĐĞ ŵƵ- ĚĞƐĞŽĞƐƉƌŽƐƟƚƵĐŝſŶ͖LJĐŽŵŽƐŝƐŽŶĂƌĂƵŶƚƌƵĞŶŽĞŶƐƵŽşĚŽ͕͚ƋƵŝĞŶƚĂŶƚŽĚĞƐĂİĂĞůĐƵĞƌ- jeres, se presentó en un colegio electoral ƉŽ͕ĐŽŶƚĂŵŝŶĂĞůƚĞŵƉůŽĚĞů^ĂŶƚŽƐƉşƌŝƚƵ͕͛ĚĞũĂĚƋƵĞůĂŵĂƚĞƌŶŝĚĂĚǀĞŶŐĂĂĞůůĂƉŽƌĞů para ejercer el que ellas consideraban su ĚĞƐĞŽĚĞĂƉƌĞĐŝĂƌĞůĂŵŽƌLJĞŶƚƌĞŶĂƌƉĂƌĂƵŶĂůƚŽƉƌŽƉſƐŝƚŽƵŶĂůŵĂŝŶŵŽƌƚĂů͕ĞŶƚŽŶĐĞƐ ůĞŐşƟŵŽ ĚĞƌĞĐŚŽ Ăů ǀŽƚŽ͕ ƐĞŐƷŶ ƐƵ ƉƌŽƉŝĂ habrás comenzado a erradicar este crimen tan monstruoso”. ŝŶƚĞƌƉƌĞƚĂĐŝſŶĚĞůĂĞĐŝŵŽƋƵŝŶƚĂŶŵŝĞŶ- da. Consciente de que aquel gesto podía ŶϭϴϳϬ͕^ƵƐĂŶƐƵĨƌŝſƵŶŶƵĞǀŽĚĞƐĞŶŐĂŹŽĐƵĂŶĚŽůĂĞĐŝŵŽƋƵŝŶƚĂŶŵŝĞŶĚĂĚŝŽ ƚĞŶĞƌĐŽŶƐĞĐƵĞŶĐŝĂƐƚĂŶŐƌĂǀĞƐĐŽŵŽůůĞŐĂƌ ĞůǀŽƚŽĂƚŽĚŽƐůŽƐĐŝƵĚĂĚĂŶŽƐ͕ĐŽŶƐŝĚĞƌĂŶĚŽĂĞƐƚŽƐ͕ƐĞƐŽďƌĞĞŶƚĞŶĚşĂ͕ƐŽůĂŵĞŶƚĞĂ a ser detenida, Susan siguió adelante con ůŽƐŚŽŵďƌĞƐ͘^ƵƐĂŶ͕ŝŶĚŝŐŶĂĚĂƵŶĂǀĞnjŵĄƐ͕ŶŽƋƵŝƐŽĂƐƵŵŝƌůĂĂŵďŝŐƺĞĚĂĚƋƵĞƐƵ- su plan. “Ya no se trata –escribió Susan– de ponía la palabra citizenŝŶĐŽƌƉŽƌĂĚĂĂůĂĞŶŵŝĞŶĚĂLJĞůůĂŚŝnjŽƐƵƉƌŽƉŝĂŝŶƚĞƌƉƌĞƚĂĐŝſŶ si las mujeres desean votar o los hombres incorporando en su significado también a las mujeres, pues en inglés no existía la están preparados para hacerlo, sino de re- CLÍO 83
ESPECIAL PIONERAS clamar el derecho al voto como un derecho ACTIVISTA enmienda contra las cuerdas. Finalmente, ĐŽŶƐƟƚƵĐŝŽŶĂůĚĞůĂŵƵũĞƌ͟. Como ella mis- INCANSABLE ^ƵƐĂŶ ĨƵĞ ĚĞĐůĂƌĂĚĂ ĐƵůƉĂďůĞ͕ ƉĞƌŽ ƐŽůŽ ma predijo, su decisión dio la vuelta a todo tuvo que pagar una multa de cien dólares el territorio americano. No en vano, Susan SUSAN B. ANTHONY LJůĂƐĐŽƐƚĂƐĚĞůũƵŝĐŝŽ͘ŶƐƵƐƷůƟŵŽƐĂůĞŐĂ- ĞƌĂ ƵŶĂ ƌĞĨĞƌĞŶƚĞ ŝŶĚŝƐĐƵƟďůĞ ĞŶ Ğů ŵŽǀŝ- SIGUIÓ EN ACTIVO ƚŽƐ͕ĂƷŶĐŽŶƟŶƵſĚĞĨĞŶĚŝĞŶĚŽƐƵůŝďĞƌƚĂĚ miento feminista en los Estados Unidos y HASTA LOS OCHENTA como individuo: “Pero su señoría no me ne- ĐƵĂůƋƵŝĞƌĐŽƐĂƋƵĞŚŝĐŝĞƌĂŝďĂĂƐĞƌŵŽƟǀŽ AÑOS DE EDAD, ŐĂƌĄĞƐƚĞƉƌŝǀŝůĞŐŝŽƷŶŝĐŽLJƉŽďƌĞĚĞƉƌŽƚĞƐ- de aplauso o escándalo a partes iguales. MOMENTO EN EL ƚĂƌ ĐŽŶƚƌĂ ĞƐƚĂ ŝŶĚŝŐŶĂĐŝſŶ ƌĞƐƉĞĐƚŽ Ă ŵŝƐ QUE UNA NUEVA ĚĞƌĞĐŚŽƐĚĞĐŝƵĚĂĚĂŶşĂ͟. Susan no llegó a Días después de las elecciones, Susan GENERACIÓN TOMÓ ingresar nunca en prisión. y las demás mujeres que la acompañaron LAS RIENDAS DE fueron detenidas. En un primer momento SU LEGADO EN LA EL CARISMA DE \"TÍA SUSAN\" ĨƵĞƌŽŶ ƉƵĞƐƚĂƐ ĞŶůŝďĞƌƚĂĚ͕ƉĞƌŽ ƚƌĂƐ ƵŶĂ >h,WKZ>sKdK ƉƌŝŵĞƌĂǀŝƐƚĂĂŶƚĞĞůũƵĞnjĚĞůďĂŶLJĞŶĞŶĞ- FEMENINO. Después de aquel proceso judicial, la ro de 1873, se decidió juzgar únicamente a figura de Susan como líder feminista ^ƵƐĂŶ Ă ƋƵŝĞŶ ƐĞ ůĞ ŝŵƉƵƐŽ ƵŶĂ ĮĂŶnjĂ ĚĞ ŶŽ͘ DŝƐ ĚĞƌĞĐŚŽƐ ŶĂƚƵƌĂůĞƐ͕ ŵŝƐ ĚĞƌĞ- salió reforzada. El juicio no derivó en mil euros. Susan se negó a pagar aquella ĐŚŽƐĐŝǀŝůĞƐ͕ŵŝƐĚĞƌĞĐŚŽƐƉŽůşƚŝĐŽƐ͕ŵŝƐ ůĂ ĂƉƌŽďĂĐŝſŶ ĚĞů ƐƵĨƌĂŐŝŽ ĨĞŵĞŶŝŶŽ͕ ƐƵŵĂ ĞdžŽƌďŝƚĂŶƚĞ ƉĂƌĂ ƐƵ ĠƉŽĐĂ͕ ƉĞƌŽ ƐĞ ĚĞƌĞĐŚŽƐ ũƵĚŝĐŝĂůĞƐ͕ ƐŽŶ ƚŽĚŽƐ ŝŐŶŽƌĂ- pero dio fuerzas a Susan y al resto de ůŝďƌſĚĞůĂĐĄƌĐĞůŐƌĂĐŝĂƐĂ Henry R. Selden, ĚŽƐ ƉŽƌ ŝŐƵĂů͘ ĞƐƉŽũĂĚĂ ĚĞů ƉƌŝǀŝůĞŐŝŽ ŵƵũĞƌĞƐ ƋƵĞ ůůĞǀĂďĂŶ ĂŹŽƐ ĂƉŽLJĄŶĚŽ- ƵŶ ũƵĞnj ƋƵĞ ŚĂďşĂ ĚĞĐŝĚŽ ĚĞƐĚĞ Ğů ƉƌŝŵĞƌ ĨƵŶĚĂŵĞŶƚĂůĚĞůĂĐŝƵĚĂĚĂŶşĂ͕ŵĞƐŝĞŶ- la para seguir luchando. A sus más de momento apoyar las decisiones de Susan y ƚŽĚĞŐƌĂĚĂĚĂĚĞůĂĐŽŶĚŝĐŝſŶĚĞĐŝƵĚĂ- ĐŝŶĐƵĞŶƚĂ ĂŹŽƐ͕ ůůĞǀĂďĂ ƚŽĚĂ ƵŶĂ ǀŝĚĂ ƉĂŐſĞůŵŝƐŵŽůĂĮĂŶnjĂ͘ƵƌĂŶƚĞĞůũƵŝĐŝŽ͕ ĚĂŶĂĂůĂĚĞƵŶƐƵũĞƚŽ͖LJŶŽƐŽůŽLJŽŝŶĚŝ- ďĂƚĂůůĂŶĚŽ ƉŽƌ ĂůŐŽ ƋƵĞ ĐŽŶƐŝĚĞƌĂďĂ ^ƵƐĂŶ ƐĞ ŵĂŶƚƵǀŽ ĮƌŵĞ ĞŶ ƐƵƐ ŝĚĞĂƐ͕ ĚĞ- ǀŝĚƵĂůŵĞŶƚĞƐŝŶŽƋƵĞƚŽĚŽŵŝƐĞdžŽĞƐƚĄ͕ ĞƐĞŶĐŝĂů ƉĂƌĂ ĐĂŵďŝĂƌ ůĂƐ ĐŽƐĂƐ͘ WŽƌ ůŽ fendiendo su tesis de que el redactado de ƉŽƌ ƐƵ ǀĞƌĞĚŝĐƚŽ ĚĞ ŚŽŶŽƌ͕ ĐŽŶĚĞŶĂĚŽ que, a pesar de la euforia inicial, seguía ůĂ ĞĐŝŵŽƋƵŝŶƚĂ ŶŵŝĞŶĚĂ ƉĞƌŵŝơĂ͕ ƚĂŵ- ĂůĂƐƵũĞĐŝſŶƉŽůşƚŝĐĂďĂũŽĞƐƚĂůůĂŵĂĚĂ sintiendo un profundo desánimo. La ďŝĠŶ Ă ůĂƐ ŵƵũĞƌĞƐ͕ ĞũĞƌĐĞƌ ƐƵ ĚĞƌĞĐŚŽ Ăů ĨŽƌŵĂƌĞƉƵďůŝĐĂŶĂĚĞŐŽďŝĞƌŶŽ͟. ũƵƐƚŝĐŝĂ ŶŽ ůĂ ŚĂďşĂ ĞŶĐĂƌĐĞůĂĚŽ͕ ƉĞƌŽ ǀŽƚŽĐŽŵŽĐŝƟnjĞŶƐĚĞůŽƐƐƚĂĚŽƐhŶŝĚŽƐ͘ ůŽƐƉŽůşƚŝĐŽƐŶŽƐĞŚĂďşĂŶĐŽŶŵŽǀŝĚŽŶŝ Incapaces de sacar nada en claro con un ƵŶ ĄƉŝĐĞ͘ >Ă ĚĞũĂďĂŶ ĞŶ ůŝďĞƌƚĂĚ͕ ƉĞƌŽ Durante el juicio, Susan se mantuvo ŝŶƚƌŝŶĐĂĚŽ ĚĞďĂƚĞ ĚŝĂůĠĐƟĐŽ͕ Ăů ĮŶĂů ƚŽĚŽ ĚĞĐůĂƌĂƌůĂĐƵůƉĂďůĞĞƌĂƚŽĚĂƵŶĂĚĞĐůĂ- firme en su postura y nunca se retractó ƐĞ ƌĞĚƵũŽ Ă ũƵnjŐĂƌ Ɛŝ ^ƵƐĂŶ ŚĂďşĂ ĂĐƚƵĂĚŽ de sus actos. Al contrario, en las oca- ĚĞďƵĞŶĂĨĞŽůŽŚĂďşĂŚĞĐŚŽĐŽŶůĂŝŶƚĞŶ- ƐŝŽŶĞƐĞŶůĂƐƋƵĞƐĞůĞƉĞƌŵŝƚŝſŚĂďůĂƌ͕ ción maliciosa de poner a los autores de la lo hizo alto y claro, como en los mu- ĐŚŽƐ ŵşƚŝŶĞƐ ƋƵĞ ŚĂďşĂ ĚĂĚŽ ĚƵƌĂŶƚĞ su vida: “Sí, su señoría, tengo muchas cosas ƋƵĞ ĚĞĐŝƌ͖ ƉŽƌƋƵĞ ĞŶ ƐƵ ǀĞƌĞĚŝĐƚŽ ĚĞ ĐƵůƉĂďŝůŝĚĂĚ Ɖŝ- soteará todos los ƉƌŝŶĐŝƉŝŽƐ ǀŝƚĂůĞƐ ĚĞ ŶƵĞƐƚƌŽ ŐŽďŝĞƌ- LUCY STONE. EL DESÁNIMO que Susan pudiera sentir se veía compensado por el apoyo de las miles de mujeres que ĚƵƌĂŶƚĞĂŹŽƐůůĞǀĂďĂŶ acudiendo a sus mítines, ĐŽůĂďŽƌĂŶĚŽĞŶůĂEt^͘
ración de intenciones de que no iban a aceptar su tesis acerca de la definición de organizaciones feministas que empezaban “ciudadano” incluida en la Decimoquinta Enmienda. Se seguía entendiendo como Ă ƐƵƌŐŝƌ ĞŶ Ğů sŝĞũŽ ŽŶƟŶĞŶƚĞ͘ hŶ ǀŝĂũĞ “ciudadanos” únicamente a los hombres. Las mujeres quedaban, sino explícita- que culminó con la idea de internaciona- mente, sí de hecho, excluidas del derecho al voto. lizar un movimiento que era ya imparable en todo el mundo. En 1888, a instancias de En 1876, durante el centenario de la Declaración de Independencia de los Estados mujeres como Susan B. Anthony se creó en Unidos, Susan denunció que “se celebraba la independencia de un pueblo, mientras la Washington el Congreso Internacional de mitad del mismo son esclavas políticas”, y añadía que las mujeres de 1876 sentían la Mujeres que aquel mismo año llegó a aglu- misma “degradación política que los hombres de 1776”. ƟŶĂƌ Ă ŵƵũĞƌĞƐ ĚĞ ƉĂşƐĞƐ ĐŽŵŽ &ƌĂŶĐŝĂ͕ Noruega, Dinamarca, Reino Unido, Canadá El desánimo que Susan pudiera sentir se veía compensado por el apoyo de las miles y los propios Estados Unidos. de mujeres que durante años llevaban acudiendo a sus mítines, colaborando en la NWSA y estando a su lado para lo que requiriera. Mujeres de su edad que veían con Dos años después, una nueva victoria orgullo como nuevas generaciones se unían con ímpetu a la causa feminista. Unas daba fuerzas a Susan para seguir luchan- mujeres que probablemente vieran cumplido el sueño de poder votar en igualdad de do. Tras años de desencuentros, la NWSA condiciones con los hombres. Porque Susan era cada vez más consciente de que el y la AWSA se unían en una única organiza- tiempo se acababa para ella y de que, probablemente, ella misma no llegaría nunca a ción, la Asociación Nacional Americana por alcanzarlo. Ğů ^ƵĨƌĂŐŝŽ &ĞŵĞŶŝŶŽ ;EĂƟŽŶĂů ŵĞƌŝĐĂŶ tŽŵĂŶ ^ƵīƌĂŐĞ ƐƐŽĐŝĂƟŽŶ͕ Et^Ϳ͘ ^Ƶ- A pesar de ese miedo, ahora no podía abandonar a aquellas que la llamaban cari- san tuvo el honor de ser elegida su primera ñosamente “Tía Susan” y la seguían allí donde les dijera. Mujeres que habían aplau- presidenta. dido con intenso entusiasmo palabras como estas: “Hemos tenido suficientes mujeres sacrificadas por esta actitud sentimental e hipócrita sobre la pureza del género fe- Con fuerzas renovadas, a pesar de haber menino. Este es uno de los motores más efectivos del hombre para nuestra división y superado los setenta años, regresó en va- subyugación. Ellos crean el sentimiento público, construyen la horca y luego nos hacen ƌŝĂƐ ŽĐĂƐŝŽŶĞƐ Ă ƵƌŽƉĂ LJ ĐŽŶƟŶƵſ ƐŝĞŶĚŽ verdugos de nuestro propio sexo. Las mujeres han crucificado a las Mary Wollstone- la misma Susan que había empezado a ba- crafts, las Fanny Wrights, las George Sands, las Fanny Kembles, de todas las edades; tallar por el sufragio femenino muchas dé- y ahora los hombres se burlan de nosotras y dicen que siempre somos crueles entre cadas atrás. Pero la edad empezó a hacer nosotras. Pongamos fin a esto y en adelante defendamos la feminidad”. mella en su salud y con la llegada del nuevo siglo, alcanzados los ochenta años, tuvo Ɛş ƋƵĞ ^ƵƐĂŶ ƐŝŐƵŝſ ďĂƚĂůůĂŶĚŽ ĞŶ ůŽƐ ƐƚĂĚŽƐ hŶŝĚŽƐ LJ Ăů ŽƚƌŽ ůĂĚŽ ĚĞů ƚůĄŶƟĐŽ͘ Ŷ que rendirse a la evidencia y asumir que ya ϭϴϴϯŚŝnjŽƵŶůĂƌŐŽǀŝĂũĞƉŽƌĚŝƐƟŶƚŽƐƉĂşƐĞƐĚĞƵƌŽƉĂƉĂƌĂĐŽŶŽĐĞƌĚĞƉƌŝŵĞƌĂŵĂŶŽůĂƐ ŶŽƉŽĚşĂĐŽŶƟŶƵĂƌĂůĂĐĂďĞnjĂĚĞƵŶŵŽǀŝ- miento que tenía un número incontable de mujeres que lo podían liderar. Situada en un segundo plano, Susan se resignaba a quedarse en casa. De nada sirvieron las recomendaciones de sus mé- ĚŝĐŽƐ Ŷŝ ůĂ ĨĂƟŐĂ ƋƵĞ ƐƵ ĂŶĐŝĂŶŽ ĐƵĞƌƉŽ ƐƵĨƌşĂ͘ >ŽƐ ƷůƟŵŽƐ ĂŹŽƐ ĚĞ ƐƵ ǀŝĚĂ ƐŝŐƵŝſ ǀŝŶĐƵůĂĚĂĂůĂEt^LJĐŽŶƟŶƵſǀŝĂũĂŶĚŽ por los Estados Unidos y por Europa. Has- ta que su frágil cuerpo dijo basta. En el invierno de 1906, cuando Susan se disponía a acudir a la convención anual de la NAWSA cogió una neumonía. El 13 de marzo fallecía en su casa de Rochester. Susan no pudo ver conseguido el sueño al que había dedicado toda su vida, pero su labor fue indispensable para que las ge- ŶĞƌĂĐŝŽŶĞƐĨƵƚƵƌĂƐĂůĐĂŶnjĂƌĂŶƐƵŽďũĞƟǀŽ͘ En 1919 se aprobaba la Decimonovena En- mienda que otorgaba el sufragio a las mu- jeres. Esta enmienda fue conocida como “Enmienda Susan B. Anthony”. CLÍO 85
ESPECIAL PIONERAS RETRATO DE FLORA TRISTÁN. LITOGRAFÍA. 86 CLÍO
FLORA TRISTÁN LA PARIA QUE LUCHÓ EN DEFENSA DE LOS OBREROS,LAS MUJERES Y LOS DESAMPARADOS FLORA TRISTÁN SUFRIÓ UNA TRAS OTRA UN SINFÍN DE INJUSTICIAS EN SU PROPIA PIEL. HIJA BASTARDA, CRECIÓ EN LA MISERIA Y SE CASÓ CON UN HOMBRE QUE LA MALTRATABA. TUVO TRES HIJOS QUE NO DESEABA Y ATRAVESÓ EL OCÉANO EN BUSCA DE UNA HERENCIA QUE NUNCA LE FUE DEVUELTA. LUCHÓ TODA SU VIDA POR SALIR A FLOTE Y EN EL CAMINO SE UNIÓ A LAS REIVINDICACIONES DE LOS MÁS DESAMPARADOS. NO EN VANO, ELLA MISMA SE CONSIDERÓ SIEMPRE UNA PARIA DE LA SOCIEDAD. WKZ^EZ&ZZZ ARL MARX ESTÁ aplastados bajo el peso de toda clase de miserias! ¡Pues salid de vuestro aislamiento! C O N S I D E R A D O ¡Uníos!”͘&ůŽƌĂdƌŝƐƚĄŶƐƵƉĞƌſƵŶĂŝŶĨĂŶĐŝĂƉĂƵƉĠƌƌŝŵĂ͕ƵŶŵĂƚƌŝŵŽŶŝŽďĂƐĂĚŽĞŶůŽƐ COMO UNO DE ŵĂůŽƐƚƌĂƚŽƐLJƵŶůĂƌŐŽǀŝĂũĞĞŶďƵƐĐĂĚĞƐƵƐƌĂşĐĞƐ͘ůŽůĂƌŐŽĚĞƐƵƉĞƌŝƉůŽǀŝƚĂůŶŽƐĞ LOS PRIMEROS ŽůǀŝĚſĚĞůŽƐŚŽŵďƌĞƐLJŵƵũĞƌĞƐƋƵĞƐƵĨƌşĂŶĐŽŵŽĞůůĂůĂƐŝŶũƵƐƟĐŝĂƐĚĞƵŶĂƐŽĐŝĞĚĂĚ LÍDERES DE LA ŝŶĚƵƐƚƌŝĂůĞŶƉůĞŶŽĐƌĞĐŝŵŝĞŶƚŽ͘&ůŽƌĂĨƵĞƵŶĂĚĞůĂƐƉƌŝŵĞƌĂƐůƵĐŚĂĚŽƌĂƐĚĞůŵŽǀŝŵŝĞŶ- LUCHA OBRERA ƚŽŽďƌĞƌŽ͘ EN LA EUROPA DEL SIGLO XIX. hE/E&E//1>/ CON SU GRITO ͌͞WZK>dZ/K^ > >ĂůůĞŐĂĚĂĂůŵƵŶĚŽĚĞ&ůŽƌĂdƌŝƐƚĄŶŶŽĂƵŐƵƌĂďĂůŽƐĂŐſŶŝĐŽƐĐĂŵŝŶŽƐƋƵĞĂƋƵĞůůĂŶŝŹĂ DhEK͕ hE1K^͊͟ MARX ENCENDÍA LA ƚĞŶĚƌşĂƋƵĞƚŽŵĂƌĞŶƐƵĞĚĂĚĂĚƵůƚĂ͘,ĂďşĂŶĂĐŝĚŽĞůϳĚĞĂďƌŝůĚĞϭϴϬϯ͕ĞŶĞůůƵũŽƐŽďĂƌƌŝŽ MECHA DE LAS REVOLUCIONES PROLEͳ ƉĂƌŝƐŝŶŽĚĞsĂƵŐŝƌĂƌĚ͘ůůşǀŝǀŝſůŽƐƉƌŝŵĞƌŽƐĂŹŽƐĚĞƐƵǀŝĚĂ͕ĨĞůŝnjLJĂũĞŶĂĂƐƵǀĞƌĚĂĚĞƌŽ TARIAS. Eso sucedía en 1848. Pero pocos años antes, en 1843, una mujer, con una A LO LARGO DE SU PERIPLO VITAL,&>KZEK ǀŝĚĂ ĚĞ ĚƌĂŵĄƟĐĂƐ ǀŝĐŝƐŝƚƵĚĞƐ͕ ŚĂкà ƟĞŵ- ƉŽƋƵĞŚĂďşĂĞŵƉĞnjĂĚŽƐƵƉƌŽƉŝĂůƵĐŚĂ͘^Ğ ^K>s/M>K^Yh^h&Z1E/E:h^d//^͘ ůůĂŵĂďĂFlora TristánLJĂƋƵĞůĂŹŽĚĞϭϴϰϯ ŚĂďşĂƉƵďůŝĐĂĚŽƐƵŽďƌĂUnión ObreraĞŶůĂ &hhE>^WZ/DZ^>h,KZ^> ƋƵĞ ĂĮƌŵſ͗ “¡Aislados sois débiles y caéis DKs/D/EdKKZZK͘ CLÍO 87
ESPECIAL PIONERAS ŽƌŝŐĞŶ͕ƋƵĞƚĂŶƚŽŵĂƌĐĂƌşĂƐƵĚĞƐƟŶŽ͘^ƵƉĂĚƌĞ͕Mariano de Tristán y Moscoso, era un ƉĂƌĂ ƉŽĚĞƌ ĐŽŵĞƌ͘ hŶ ĚşĂ͕ ƐĞ ǀŝƐƟſ ĐŽŶ ůŽ ƌĞƉƵƚĂĚŽĐŽƌŽŶĞůĚĞůĞũĠƌĐŝƚŽĞƐƉĂŹŽůĐŽŶŽƌşŐĞŶĞƐĞŶWĞƌƷ͕ƉĞƌƚĞŶĞĐŝĞŶƚĞĂƵŶĂĚĞůĂƐĨĂŵŝ- ŵĞũŽƌ ƋƵĞ ƚĞŶşĂ LJ ƐĞ ƉƌĞƐĞŶƚſ ĞŶ Ğů ĞƐƚƵ- ůŝĂƐŵĄƐŝŶŇƵLJĞŶƚĞƐĚĞůƉĂşƐĂŶĚŝŶŽ͘DĂƌŝĂŶŽƐĞŚĂďşĂĐĂƐĂĚŽĐŽŶThérèse Lesnais͕ƵŶĂũŽǀĞŶ ĚŝŽĚĞƵŶƉŝŶƚŽƌƋƵĞďƵƐĐĂďĂƉĞƌƐŽŶĂƐƋƵĞ ĨƌĂŶĐĞƐĂƋƵĞůĞŚĂďşĂƌŽďĂĚŽĞůĐŽƌĂnjſŶLJĐŽŶůĂƋƵĞůůĞŐĂƌşĂĂƚĞŶĞƌĚŽƐŚŝũŽƐ͘>ĂƉĂƌĞũĂƐĞ ƚƌĂďĂũĂƌĂŶĐŽŵŽĐŽůŽƌŝƐƚĂƐ͘ŝĐŚŽƉŝŶƚŽƌƐĞ ĐŽŶŽĐŝſĞŶŝůďĂŽ͕ĚŽŶĚĞƐĞĐĂƐĂƌŽŶĐŽŶůĂďĞŶĚŝĐŝſŶĚĞƵŶƉĄƌƌŽĐŽĨƌĂŶĐĠƐ͘hŶĂďŽĚĂƋƵĞ͕ ůůĂŵĂďĂ André Chazal͕ ƋƵĞ ĐŽůĂďŽƌĂďĂ ĞŶ ĂŶĚĂŶĚŽĞůƟĞŵƉŽ͕ƌĞƐƵůƚſŶŽƐĞƌǀĄůŝĚĂ͘ůĐŽƌŽŶĞůdƌŝƐƚĄŶŶŽŚĂďşĂƌĞĐŝďŝĚŽůĂĂƵƚŽƌŝnjĂĐŝſŶ ĞůƚĂůůĞƌĚĞƐƵŚĞƌŵĂŶŽAntoine͘ŶĚƌĠŶŽ ŶĞĐĞƐĂƌŝĂĚĞƐƵƐƐƵƉĞƌŝŽƌĞƐƉĂƌĂĐĂƐĂƌƐĞ͕ƉŽƌůŽƋƵĞĚŝĐŚŽŵĂƚƌŝŵŽŶŝŽŶƵŶĐĂĨƵĞƌĞĐŽŶŽĐŝĚŽ ƚƵǀŽ ŶŝŶŐƷŶ ƌĞƉĂƌŽ ĞŶ ĐŽŶƚƌĂƚĂƌ Ă &ůŽƌĂ͕ ŽĮĐŝĂůŵĞŶƚĞ͘ůĂƉĂƌĞũĂĚĞĞŶĂŵŽƌĂĚŽƐŶŽƉĂƌĞĐŝſŝŵƉŽƌƚĂƌůĞƐĂƋƵĞůƉĞƋƵĞŹŽĚĞƚĂůůĞďƵƌŽ- ƋƵŝĞŶƐĞƉƌĞƐĞŶƚſĐŽŵŽůĂŚŝũĂĚĞƵŶŵŝůŝƚĂƌ ĐƌĄƟĐŽLJƐĞŵĂƌĐŚĂƌŽŶĂǀŝǀŝƌĂWĂƌşƐ͕ĂũĞŶŽƐĂůŽƋƵĞĞůĚĞƐƟŶŽůĞƐƚĞŶşĂĚĞƉĂƌĂĚŽ͘ ĞƐƉĂŹŽů͘ &ůŽƌĂǀŝǀŝſƐƵƐƉƌŝŵĞƌŽƐĂŹŽƐƌŽĚĞĂĚĂĚĞĂůĞŐƌşĂLJĚĞƉĞƌƐŽŶĂůŝĚĂĚĞƐŝůƵƐƚƌĞƐƋƵĞĚĞƐĮůĂďĂŶ ŶĚƌĠ͕ ƋƵĞ ĞŶ ƌĞĂůŝĚĂĚ ĞƌĂ ƵŶ ŐƌĂďĂĚŽƌ ƉŽƌĞůƉƌĞƐƟŐŝŽƐŽŚŽŐĂƌĚĞůŽƐdƌŝƐƚĄŶ͕ĞŶƚƌĞĞůůŽƐ͕Simón Bolívar͘hŶĂĞƚĂƉĂĚĞƐƵǀŝĚĂƋƵĞ ŵĞĚŝŽĐƌĞ͕ ŶŽ ƐŽůŽ ĐŽŶƚƌĂƚſ Ă &ůŽƌĂ͕ ƐŝŶŽ ƐĞƚƌƵŶĐſĚĞůĂŶŽĐŚĞĂůĂŵĂŹĂŶĂĐŽŶůĂŵƵĞƌƚĞĞŶϭϴϬϴĚĞƐƵƉĂĚƌĞ͘&ƵĞĞŶƚŽŶĐĞƐĐƵĂŶĚŽ ƋƵĞ ĞŶ ƉŽĐŽ ƟĞŵƉŽ ƐĞ ŚĂďşĂ ĞŶĂŵŽƌĂĚŽ ůĂǀŝƵĚĂdŚĠƌğƐĞƐĞĚŝŽĚĞďƌƵĐĞƐĐŽŶůĂƌĞĂůŝĚĂĚ͘ŶǀĞƌĚĂĚ͕ŶŽĞƌĂůĂǀŝƵĚĂŽĮĐŝĂůĚĞůĐŽƌŽ- ĚĞ ĞůůĂ͘ ƵĂŶĚŽ ƐƵ ŵĂĚƌĞ ƐĞ ĞŶƚĞƌſ ĚĞ ůĂƐ ŶĞůDĂƌŝĂŶŽ͕ƉŽƌƋƵĞ͕ƐĞŐƷŶůĂƐĂƵƚŽƌŝĚĂĚĞƐ͕ŶƵŶĐĂŚĂďşĂŶĞƐƚĂĚŽĐĂƐĂĚŽƐ͘ƐŽƐŝŐŶŝĮĐĂďĂƋƵĞ ŝŶƚĞŶĐŝŽŶĞƐĚĞŶĚƌĠ͕ŶŽĚƵĚſĞŶĂĐĞƉƚĂƌ- dŚĠƌğƐĞLJƐƵƐŚŝũŽƐƐĞĐŽŶǀĞƌơĂŶĂƵƚŽŵĄƟĐĂŵĞŶƚĞĞŶƉĂƌŝĂƐĚĞƵŶĂƐŽĐŝĞĚĂĚƋƵĞŶŽĂĐĞƉƚĂďĂ ůŽĐŽŵŽĞƐƉŽƐŽĚĞƐƵŚŝũĂ͘&ůŽƌĂŶĂĚŝĞůĞ ůĞŐĂůŵĞŶƚĞĞůŶĂĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞŚŝũŽƐĨƵĞƌĂĚĞůŵĂƚƌŝŵŽŶŝŽ͕ƋƵĞĞƌĂĐŽŵŽƐĞĐŽŶƐŝĚĞƌĂƌŽŶĂ&ůŽƌĂ ƉŝĚŝſ ŽƉŝŶŝſŶ͕ ƉĞƌŽ Ă dŚĠƌğƐĞ ƚĂŵƉŽĐŽ ƐĞ LJƐƵŚĞƌŵĂŶŽ͘dŚĠƌğƐĞƚĂŵƉŽĐŽƉƵĚŽƋƵĞĚĂƌƐĞĞŶƐƵďŽŶŝƚŽŚŽŐĂƌ͕ŶŽƉŽĚşĂŚĞƌĞĚĂƌŶĂĚĂĚĞ ůĂƉŽĚşĂĐƵůƉĂƌĚĞďƵƐĐĂƌƵŶĂƐŽůƵĐŝſŶĂƐƵ ƐƵŵĂƌŝĚŽ͕ƉƵĞƐĂůŽƐŽũŽƐĚĞůŵƵŶĚŽŶƵŶĐĂůŽŚĂďşĂƐŝĚŽ͘ƐşƋƵĞŚŝnjŽůĂƐŵĂůĞƚĂƐĐŽŶůŽƉŽĐŽ ƐŝƚƵĂĐŝſŶĚĞƐĞƐƉĞƌĂĚĂ͘ŶƚĞƐĚĞƋƵĞĂŵďĂƐ ƋƵĞĞƌĂƐƵLJŽLJĂďĂŶĚŽŶſĂƋƵĞůŵƵŶĚŽĂůĞŐƌĞLJĚĞƐƉƌĞŽĐƵƉĂĚŽĚĞsĂƵŐŝƌĂƌĚƉĂƌĂĂĚĞŶƚƌĂƌƐĞ ŵƵũĞƌĞƐƐĞĚŝĞƌĂŶĐƵĞŶƚĂƋƵĞŵĄƐƋƵĞƵŶĂ ĞŶĞůWĂƌşƐŵĄƐůƷŐƵďƌĞ͘ ƐŽůƵĐŝſŶŝďĂĂƐĞƌƵŶƉƌŽďůĞŵĂĂƷŶŵĄƐŐƌĂ- ǀĞ͕LJĂĞƌĂĚĞŵĂƐŝĂĚŽƚĂƌĚĞ͘ &ůŽƌĂƚĞŶşĂĞŶƚŽŶĐĞƐĐŝŶĐŽĂŹŽƐLJ͕ĂƉĞƐĂƌĚĞƐƵĐŽƌƚĂĞĚĂĚ͕ĂďƵĞŶƐĞŐƵƌŽƋƵĞŶŽƚĂƌşĂůĂĚŝĨĞ- ƌĞŶĐŝĂĞŶƚƌĞĞůŵƵŶĚŽĞŶĞůƋƵĞŚĂďşĂŶĂĐŝĚŽLJĞůŶƵĞǀŽŚŽŐĂƌĞŶĞůƋƵĞƐĞŝŶƐƚĂůĂƌŽŶĞŶƵŶŽĚĞ ^WK^s/>/WE/ ůŽƐďĂƌƌŝŽƐŵĄƐƉŽďƌĞƐĚĞWĂƌşƐ͘ĞůŽƋƵĞĂƷŶŶŽĞƌĂĐŽŶƐĐŝĞŶƚĞĞƌĂĚĞƐƵĐŽŶĚŝĐŝſŶĚĞďĂƐƚĂƌĚĂ͕ ĂůŐŽƋƵĞŶŽůĞĂďƌŝƌşĂƉƌĞĐŝƐĂŵĞŶƚĞůĂƐƉƵĞƌƚĂƐĚĞůŵƵŶĚŽ͘ “A esta unión debo todos mis males”͘ƐşĚĞ ĐůĂƌŽůŽĚĞũſĂŹŽƐĚĞƐƉƵĠƐĐƵĂŶĚŽƌĞĐŽƌĚĂ- Ŷϭϴϭϴ͕ĞůŚŝũŽƉĞƋƵĞŹŽĚĞůŽƐdƌŝƐƚĄŶĨĂůůĞĐŝſ͕ƉŽƐŝďůĞŵĞŶƚĞĂĐĂƵƐĂĚĞůĂƐƉĂƵƉĠƌƌŝŵĂƐĐŽŶ- ďĂĐſŵŽŚĂďşĂƐŝĚŽƐƵǀŝĚĂĐŽŶLJƵŐĂů͘&ůŽƌĂ ĚŝĐŝŽŶĞƐĞŶůĂƐƋƵĞǀŝǀşĂŶ͘dŚĠƌğƐĞƚƌĂďĂũĂďĂĂĚĞƐƚĂũŽŵŝĞŶƚƌĂƐƐƵƉůŝĐĂďĂƵŶĂLJŽƚƌĂǀĞnjĂůŽƐ ƐĞǀŝŽĚĞůĂŶŽĐŚĞĂůĂŵĂŹĂŶĂĐŽŶǀĞƌƟĚĂ ĨĂŵŝůŝĂƌĞƐĚĞƐƵŵĂƌŝĚŽƋƵĞůĂĂLJƵĚĂƌĂŶĂƐŽďƌĞǀŝǀŝƌ͘WĞƌŽĞƐƚĂďĂŶĚĞŵĂƐŝĂĚŽůĞũŽƐ͕ƵŶŽĐĠĂŶŽLJ ĞŶ ůĂ ĞƐƉŽƐĂ ĚĞ ƵŶ ŚŽŵďƌĞ ŵĞĚŝŽĐƌĞ͕ ďĞ- ůŽƐŵƵĐŚŽƐƉƌĞũƵŝĐŝŽƐĚĞůĂĠƉŽĐĂ͕ůĂƐĞƉĂƌĂďĂŶĚĞůĂƐĂůǀĂĐŝſŶ͘WĂƌĂĞŶƚŽŶĐĞƐ͕ĞůĚŝŶĞƌŽƐĞŚĂďşĂ ďĞĚŽƌ LJ ĂĚƷůƚĞƌŽ ƋƵĞ ŶŽ ůĂ ƌĞƐƉĞƚĂďĂ ĞŶ ĂĐĂďĂĚŽLJ&ůŽƌĂĞƐƚĂďĂĂƉƵŶƚŽĚĞĚĞƐĐƵďƌŝƌĐƵĄůĞƌĂůĂǀĞƌĚĂĚĞƌĂƐŝƚƵĂĐŝſŶ͘ŽŶǀĞƌƟĚĂĞŶƵŶĂ ĂďƐŽůƵƚŽ͘ƐƚĂďĂĂƚƌĂƉĂĚĂĞŶƵŶŵĂƚƌŝŵŽ- ũŽǀĞŶƐŽŹĂĚŽƌĂ͕ƐĞŚĂďşĂĞŶĂŵŽƌĂĚŽĚĞƵŶŵƵĐŚĂĐŚŽ͕ĐƵLJĂĨĂŵŝůŝĂƌĞĐŚĂnjſĚĞƉůĞŶŽƋƵĞƐƵŚŝũŽ ŶŝŽ ĚĞů ƋƵĞ ŶĂĐĞƌşĂŶ ƚƌĞƐ ŚŝũŽƐ͘ >Ă ƚƌŝƐƚĞnjĂ ƐĞĐĂƐĂƌĂĐŽŶƵŶĂďĂƐƚĂƌĚĂ͘&ƵĞĞŶƚŽŶĐĞƐĐƵĂŶĚŽ&ůŽƌĂƐĞĚŝŽĐƵĞŶƚĂĚĞƐƵĐŽŶĚŝĐŝſŶĚĞƉĂƌŝĂ͘ ƐĞ ĂƉŽĚĞƌſ ĞŶƚŽŶĐĞƐ ĚĞ ůĂ ŶƵĞǀĂ ƐĞŹŽƌĂ ŚĂnjĂů͘ /ŶĐĂƉĂnj ĚĞ ƐŽƉŽƌƚĂƌ ůĂ ĂĐƟƚƵĚ ǀŝŽ- DhHZKd ůĞŶƚĂĚĞƐƵŵĂƌŝĚŽ͕ůĂŵĂƚĞƌŶŝĚĂĚƚĂŵƉŽĐŽ ƚƌĂũŽ ƐŽƐŝĞŐŽ Ă ƐƵ ĐŽƌĂnjſŶ͘ DĄƐ ďŝĞŶ ƚŽĚŽ &ůŽƌĂ ĚĞďŝſ ƐĞŶƟƌƐĞ ŚƵŶĚŝĚĂ͕ ĞƌĂ ĐŽŵŽ ƵŶ ũƵŐƵĞƚĞ ƌŽƚŽ͕ ƉĞƌŽ ŶŽ ŚĂďşĂ ƟĞŵƉŽ ƉĂƌĂ ůĂ- ŵĞŶƚĂƌƐĞ ĚĞ ŶĂĚĂ ƉŽƌƋƵĞ Ă ƐƵ ŵĂĚƌĞ LJĂ ƐŽůŽ ůĞ ƋƵĞĚĂďĂ ĞŵƉĞŹĂƌ ůŽ ƉŽĐŽ ƋƵĞ ƚĞŶşĂ FLORA dhsKYh^Z>EdYh>>&D/>/K >D/^Z/͕Wh^>WKK/EZKYhEdZE^^h DZ/K^>K'^dE:h'Kz/͘E^zE&ZD͕ &>KZdhsKYh^KWKZdZhEhZWZKWh^dWZ ^KZs/s/Z͕WZK^d/dh/Z^͘ ϴϴ >1 K
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ESPECIAL PIONERAS ͞ƐůĂŚŝũĂĚĞƐƵŚĞƌŵĂŶŽ͕ĚĞĞƐĞDĂ- ĚĞůŽƐƐƵLJŽƐ͕ŶŽƐŽůŽĞŵŽĐŝŽŶĂů͕ƚĂŵďŝĠŶ͕LJ ^Ƶ ơŽ͕ WşŽ dƌŝƐƚĄŶ͕ ůĂ ŚĂďşĂ ƌĞĐŝďŝĚŽ ĐŽŶ ƌŝĂŶŽƚĂŶƋƵĞƌŝĚŽƉĂƌĂƵƐƚĞĚ͕ƋƵŝĞŶƐĞƚŽŵĂ ƐŽďƌĞƚŽĚŽ͕ĞĐŽŶſŵŝĐŽ͘>ůĞŐĂƌŚĂƐƚĂĂůůş͕ƐŝŶ ůŽƐďƌĂnjŽƐĂďŝĞƌƚŽƐLJŶŽŚĂďşĂĚŝĐŚŽĞŶŶŝŶ- ůĂ ůŝďĞƌƚĂĚ ĚĞ ĞƐĐƌŝďŝƌůĞ͘ YƵŝĞƌŽ ĐƌĞĞƌ ƋƵĞ ĞŵďĂƌŐŽ͕ŶŽĨƵĞĨĄĐŝů͘ ŐƷŶŵŽŵĞŶƚŽƋƵĞƐƵĐŽŶĚŝĐŝſŶĚĞďĂƐƚĂƌ- ƵƐƚĞĚ ŝŐŶŽƌĂ ŵŝ ĞdžŝƐƚĞŶĐŝĂ LJ ƋƵĞ ĚĞ ŵĄƐ ĚĞ ǀĞŝŶƚĞĐĂƌƚĂƐĞƐĐƌŝƚĂƐĂƵƐƚĞĚƉŽƌŵŝŵĂĚƌĞ͕ >ĂƚƌĂǀĞƐşĂĞŵƉĞnjſĞůϳĚĞĂďƌŝůĚĞϭϴϯϯ͕ ĚĂĨƵĞƌĂƵŶŝŵƉĞĚŝŵĞŶƚŽƉĂƌĂƋƵĞĨŽƌŵĂƌĂ ĞŶĞůĞƐƉĂĐŝŽĚĞĚŝĞnjĂŹŽƐ͕ŶŝŶŐƵŶĂŚĂůůĞŐĂ- ĞůĚşĂĚĞƐƵƚƌŝŐĠƐŝŵŽĐƵŵƉůĞĂŹŽƐ͕ĐƵĂŶĚŽ ĚŽĂƐƵƉŽĚĞƌ͘^ŝŶƵŶĂƷůƟŵĂĚĞƐŐƌĂĐŝĂƋƵĞ ƐĞĞŵďĂƌĐſĞŶĞůDĞdžŝĐĂŶŽ͕ĞŶƵŶĂƚƌĂǀĞƐşĂ ƉĂƌƚĞĚĞƐƵĨĂŵŝůŝĂ͘^ŝŶĞŵďĂƌŐŽ͕ĞůĚŝŶĞƌŽ me ha reducido al colmo del infortunio no ƋƵĞƐĞĂůĂƌŐĂƌşĂĐŝŶĐŽŵĞƐĞƐ͘hŶǀŝĂũĞƋƵĞ ŵĞĚŝƌŝŐŝƌşĂĂƵƐƚĞĚ͘,ĞĞŶĐŽŶƚƌĂĚŽƵŶĐŽŶ- ůĂ ĚĞũſ ĂŐŽƚĂĚĂ͕ ƉĂƐĂŶĚŽ ďƵĞŶĂ ƉĂƌƚĞ ĚĞů ƋƵĞŚĂďşĂŝĚŽĂƌĞĐůĂŵĂƌĐŽŵŽƉĂƌƚĞĚĞůĂ ĚƵĐƚŽ ƐĞŐƵƌŽ ƉĂƌĂ ŚĂĐĞƌůĞ ůůĞŐĂƌ ĞƐƚĂ ĐĂƌƚĂ ƟĞŵƉŽĞŶĨĞƌŵĂ͘>ĂƚƌŝƉƵůĂĐŝſŶůĂĂLJƵĚſĞŶ LJ ĂďƌŝŐŽ ůĂ ĞƐƉĞƌĂŶnjĂ ĚĞ ƋƵĞ ŶŽ ƐĞƌĄ ƵƐƚĞĚ ƚŽĚŽ ŵŽŵĞŶƚŽ Ă ƉŽĚĞƌ ƐƵƉĞƌĂƌ ĂƋƵĞů ůĂƌ- ŚĞƌĞŶĐŝĂ ůĞŐşƟŵĂ ĚĞ ƐƵ ƉĂĚƌĞ ƐĞ ƌĞƐŝƐơĂ Ă ŝŶƐĞŶƐŝďůĞĂĞůůĂ͘ĚũƵŶƚŽŵŝƉĂƌƟĚĂĚĞďĂƵ- ŐŽ ƉĞƌŝƉůŽ͕ ĞŶ Ğů ƋƵĞ ĐŽŶŽĐŝſ ůĂ ĂŵŝƐƚĂĚ LJ ƟƐŵŽ͘^ŝůĞƋƵĞĚĂŶĂůŐƵŶĂƐĚƵĚĂƐ͕ĞůĐĠůĞďƌĞ Ğů ĂŵŽƌ ƐŝŶĐĞƌŽ ĚĞ ůĂ ŵĂŶŽ ĚĞ ƵŶŽ ĚĞ ůŽƐ ƐĂůŝƌ ĚĞ ůŽƐ ďŽůƐŝůůŽƐ ĚĞ ĚŽŶ WşŽ͘ ĂŶƐĂĚĂ ŽůşǀĂƌ͕ ĂŵŝŐŽ şŶƟŵŽ ĚĞ ůŽƐ ĂƵƚŽƌĞƐ ĚĞ ŵŝƐ ŚŽŵďƌĞƐ ƋƵĞ ǀŝĂũĂďĂ ĐŽŶ ĞůůĂ͘ ^Ğ ůůĂŵĂďĂ ĚşĂƐ͕ ƉŽĚƌĄ ĞƐĐůĂƌĞĐĞƌůĂƐ͘͟ Ŷ ůĂ ĐĂƌƚĂ Ğǀŝƚſ Zacarías Chabrié LJ ĞƌĂ Ğů ŵŝƐŵŽ ŚŽŵďƌĞ ĚĞ ĞƐƉĞƌĂƌ ƵŶĂ ƌĞƐƉƵĞƐƚĂ ĂĮƌŵĂƟǀĂ͕ ůůĞŐſ ŵĞŶĐŝŽŶĂƌ ůĂ ĞdžŝƐƚĞŶĐŝĂ ĚĞ ƐƵ ŵĂƌŝĚŽ LJ ƐƵƐ ƋƵĞůĞŚĂďşĂŝŶĨŽƌŵĂĚŽĚĞůĂĞdžŝƐƚĞŶĐŝĂĚĞ ŝŶĐůƵƐŽ Ă ĞŶĐĂƌĂƌƐĞ ĐŽŶ Ġů͗ “¿Me condena ŚŝũŽƐLJůĞŚŝnjŽƵŶĂƉĞƟĐŝſŶĚŝƌĞĐƚĂĚĞĂLJƵĚĂ ƐƵĨĂŵŝůŝĂƉĞƌƵĂŶĂ͘ fríamente a sufrir la miseria? ¡Cuando usted ĞŶ ŶŽŵďƌĞ ĚĞ ůĂ ŵĞŵŽƌŝĂ ĚĞ ƐƵ ŚĞƌŵĂŶŽ DĂƌŝĂŶŽ͘ >ĂĨĞůŝĐŝĚĂĚƋƵĞůĞƉƵĚŽĚĂƌƐĞŶƟƌƐĞƐŝŶ- ƟĞŶĞƵŶŵŝůůſŶLJŵĄƐ͕ƵƐƚĞĚŵĞĂďĂŶĚŽŶĂ ĐĞƌĂŵĞŶƚĞ ĂŵĂĚĂ ƉŽƌ ĂƋƵĞů ŚŽŵďƌĞ ƐĞ WƵĞĚĞ ƋƵĞ &ůŽƌĂ ŶŽ ĞƐƉĞƌĂƌĂ ƌĞƐƉƵĞƐƚĂ͕ ĚŝƐŝƉſƌĄƉŝĚĂŵĞŶƚĞĐƵĂŶĚŽĨƵĞĐŽŶƐĐŝĞŶƚĞ ĂůŽƐŚŽƌƌŽƌĞƐĚĞůĂƉŽďƌĞnjĂ͕ŵĞĞŶƚƌĞŐĂĂ ƉĞƌŽƐƵơŽůĞƌĞƐƉŽŶĚŝſ͘EŽƐŽůŽůĞŝŶĨŽƌŵſ ƋƵĞĞůůĂĂƷŶĞƐƚĂďĂůĞŐĂůŵĞŶƚĞĐĂƐĂĚĂĐŽŶ ĚĞƋƵĞLJĂĐŽŶŽĐşĂƐƵĞdžŝƐƚĞŶĐŝĂLJƐƵĐŽŶĚŝ- ŶĚƌĠ͕ĂůŐŽƋƵĞŚĂďşĂŽĐƵůƚĂĚŽĂĂĐĂƌşĂƐ͘ ůĂĚĞƐĞƐƉĞƌĂĐŝſŶ͕ŵĞŽďůŝŐĂĂĚĞƐƉƌĞĐŝĂƌůŽ͕ ĐŝſŶ ĚĞ ŚŝũĂ ŝůĞŐşƟŵĂ͕ ƐŝŶŽ ƋƵĞ ůĞ ĂƐĞŐƵƌſ ƐƚĞ͕ ĚĞƐĞƐƉĞƌĂĚŽ͕ ůĞ ŝŶƐŝƐơĂ ĐŽŶǀĞŶĐŝĚŽ ƋƵĞĞƐƚĂďĂĚŝƐƉƵĞƐƚŽĂĂLJƵĚĂƌůĂLJƉĂƌĂĞůůŽ ĚĞƋƵĞƐƵĂŵŽƌĞƌĂĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚŝĚŽ͕ƐŝŶƋƵĞ ƵƐƚĞĚĂƋƵŝĞŶŵŝƉĂĚƌĞŵĞĞŶƐĞŹſĂĂŵĂƌ͕ ůĂ ŝŶǀŝƚĂďĂ Ă ǀŝĂũĂƌ Ăůůş ĚŽŶĚĞ ƐĞ ĞŶĐŽŶƚƌĂ- &ůŽƌĂ ůĞ ƉƵĚŝĞƌĂ ĚĂƌ ůĂ ǀĞƌĚĂĚĞƌĂ ƌĂnjſŶ ĚĞ ƵƐƚĞĚ͕ĞůƷŶŝĐŽƉĂƌŝĞŶƚĞƐŽďƌĞƋƵŝĞŶĚĞƐĐĂŶ- ďĂŶůŽƐŽƌşŐĞŶĞƐĚĞƐƵĨĂŵŝůŝĂƉĂƚĞƌŶĂ͘dƌĂƐ ƐƵƌĞĐŚĂnjŽ͘EĂĚĂŵĄƐƉŝƐĂƌƟĞƌƌĂƐĂŵĞƌŝĐĂ- ŵƵĐŚŽ ŵĞĚŝƚĂƌ͕ &ůŽƌĂ ǀŝŽ ƋƵĞ ĞƌĂ ůĂ ƷŶŝĐĂ ŶĂƐ͕ƐĞƐĞƉĂƌĂƌŽŶƉĂƌĂƐŝĞŵƉƌĞ͕ƉƌŽǀŽĐĂŶ- ƐĂďĂŶƚŽĚĂƐŵŝƐĞƐƉĞƌĂŶnjĂƐ͊͘͟ ŵĂŶĞƌĂ ĚĞ ĞŶĐŽŶƚƌĂƌ ƵŶĂ ƐŽůƵĐŝſŶ Ă ƐƵƐ ĚŽƵŶĂŶƵĞǀĂŚĞƌŝĚĂĞŶĞůĐŽƌĂnjſŶĚĞ&ůŽƌĂ͘ EĂĚĂ ƉƵĚŽ ŚĂĐĞƌ ƉĂƌĂ ĂďůĂŶĚĂƌ Ğů ĐŽƌĂ- ƉƌŽďůĞŵĂƐ͘ Ɛş ƋƵĞ ĚĞũſ ďŝĞŶ ĐŽůŽĐĂĚŽƐ Ă ƐƵƐŚŝũŽƐLJƐĞĚŝƐƉƵƐŽĂĚĞũĂƌƐƵ&ƌĂŶĐŝĂŶĂ- ů ĞŶĐƵĞŶƚƌŽ ĐŽŶ ƐƵ ĨĂŵŝůŝĂ ƉĞƌƵĂŶĂ ĞŶ njſŶ ĚĞ ĂƋƵĞů ŚŽŵďƌĞ ƌŝĐŽ LJ ƉŽĚĞƌŽƐŽ͘ ^Ž- ƚĂůĞŶďƵƐĐĂĚĞƐƵƐƌĂşĐĞƐƉĞƌƵĂŶĂƐ͘ ƌĞƋƵŝƉĂƐƵƉƵƐŽĞůĞŶĐƵĞŶƚƌŽĐŽŶƵŶŵƵŶĚŽ ƋƵĞ&ůŽƌĂŶŽŚĂďşĂŶŝƚĂŶƐŝƋƵŝĞƌĂŝŵĂŐŝŶĂĚŽ͘ ůĂŵĞŶƚĞ ĐŽŶƐŝŐƵŝſ ƋƵĞ ůĞ ŵĂŶƚƵǀŝĞƌĂ ƵŶĂ ZhDKDZ/ hŶĂĐĂƐĂůůĞŶĂĚĞŽƉƵůĞŶĐŝĂ͕ĞŶůĂƋƵĞƵŶĞũĠƌ- ƌĞŶƚĂ ĚĞ ĚŽƐ ŵŝů ƋƵŝŶŝĞŶƚŽƐ ĨƌĂŶĐŽƐ ĂŶƵĂ- ĐŝƚŽĚĞĞƐĐůĂǀŽƐƐĞĞŶĐŽŶƚƌĂďĂĂůƐĞƌǀŝĐŝŽĚĞ ŽŵŽŚŝĐŝĞƌĂŶŵƵĐŚŽƐĚĞůŽƐĐŽŶƋƵŝƐƚĂĚŽ- ƐƵƌŝĐĂĨĂŵŝůŝĂ͘ƉĞƐĂƌĚĞƋƵĞƐŝŶƟſƵŶĂĐŝĞƌ- ůĞƐ͘ ^ŽůĂŵĞŶƚĞ ƚĞŶşĂ ƵŶĂ ƐĂůŝĚĂ͕ ŵĂƌĐŚĂƌ ƌĞƐĞƐƉĂŹŽůĞƐ͕&ůŽƌĂdƌŝƐƚĄŶƚĂŵďŝĠŶĨƵĞĞŶ ƚĂĚĞƐĂnjſŶƉŽƌĂƋƵĞůůĂƐŝƚƵĂĐŝſŶƚĂŶŝŶũƵƐƚĂ͕ ďƵƐĐĂ ĚĞ ƐƵ ƉƌŽƉŝŽ ů ŽƌĂĚŽ͘ hŶĂ ƟĞƌƌĂ &ůŽƌĂƐĞĞŶƚƌĞŐſƉŽƌƵŶŽƐŵĞƐĞƐĂůŵĞƌĞĐŝĚŽ ĚĞĂƋƵĞůůĂĐĂƐĂƋƵĞ͕ĞŶƌĞĂůŝĚĂĚ͕ŶŽĞƌĂŶŝ ƉƌŽŵĞƟĚĂ ĞŶ ůĂ ƋƵĞ ĞŶĐŽŶƚƌĂƌ Ğů ƌĞĨƵŐŝŽ ĚĞƐĐĂŶƐŽĚĞƵŶĂǀŝĚĂĚĞŵŝƐĞƌŝĂ͕ĂĐĞƉƚĂŶĚŽ ůŽƐĂŐĂƐĂũŽƐƋƵĞƌĞĐŝďŝſĚĞůŽƐdƌŝƐƚĄŶ͘ ŚĂďşĂƐŝĚŽŶƵŶĐĂƐƵŚŽŐĂƌ͘ƵĂŶĚŽƐĂůŝſƉŽƌ KDK,//ZEDh,K^>K^ ůĂƉƵĞƌƚĂĚĞůĂŚĂĐŝĞŶĚĂĚĞůŽƐdƌŝƐƚĄŶ͕&ůŽƌĂ KEYh/^dKZ^^WHK>^͕FLORA TRISTÁN dD/E&hEh^^hWZKW/K> KZK͘ 90 >1K
no sabía hacía donde ir. París estaba muy lejos y sabía que el viaje iba a ser largo y penoso. Primero se dirigió hacia Lima y des- de allí cogió un barco rumbo a Liverpool, desde donde viajaría hasta Francia. Llega- ba a casa en 1835. Y de nuevo la sombra de su marido, quien en cualquier momento podría encontrarla y denunciarla, volvía a hacerse intensa en su vida. UNA ESCRITORA DE ÉXITO Flora intentó seguir adelante y centró su existencia en la escritura de una obra en ůĂ ƋƵĞ ƉůĂƐŵĂƌşĂ ƐƵ ĞdžƉĞƌŝĞŶĐŝĂ ĞŶ ƟĞƌƌĂƐ americanas. También empezó a acudir a reuniones organizadas por las primeras or- ganizaciones obreras abanderadas por LA ABUELA DE GAUGUIN EL NOMBRE DE FLORA TRISTÁN LO CONOCEN AQUELLOS QUE SE ASÍ EMPEZABA LA HISTORIA DEL QUE TERMINARÍA SIENDO UN HAN INTERESADO POR LA LUCHA OBRERA Y POR LOS DERECHOS RECONOCIDO PINTOR Y UNA FIGURA HISTÓRICA MUY DISTINTA DE LAS MUJERES. UNA VALIOSA FIGURA HISTÓRICA QUE, SIN A LA DE SU ABUELA. ÉL, OBSESIONADO ÚNICAMENTE POR EL EMBARGO, MUCHOS CONOCEN PORQUE FUE LA ABUELA DE UNO ARTE, VIVIÓ AJENO A LAS INJUSTICIAS SOCIALES QUE TANTO DE LOS PINTORES MÁS FAMOSOS DEL POSIMPRESIONISMO, PAUL PREOCUPARON A FLORA TRISTÁN. GAUGUIN. PAUL ERA HIJO DE ALINE, LA HIJA DE FLORA QUIEN NO PUDO DESPEDIRSE DE SU MADRE, PUES CUANDO ESTA FALLECIÓ, ESTABA TRABAJANDO EN AMSTERDAM COMO MODISTA. ALINE REGRESÓ A FRANCIA DONDE ALGUNOS DE LOS AMIGOS DE FLORA SE ENCARGARON DE BUSCARLE UN MARIDO. EL ELEGIDO FUE CLOVIS GAUGUIN, UN PERIODISTA REPUBLICANO CON EL QUE TUVO DOS HIJOS, PAUL Y MARÍA FERNANDA. LA FAMILIA PRONTO SE VIO OBLIGADA A HUIR A PERÚ TRAS EL GOLPE DE ESTADO DE NAPOLEÓN III Y LA FUNDACIÓN DEL SEGUNDO IMPERIO. ALINE SEGUÍA ASÍ LOS PASOS DE SU PROPIA MADRE Y PONÍA RUMBO AL HOGAR DE LOS TRISTÁN DONDE AÚN VIVÍA EL TÍO DE FLORA, DON PÍO. ANTES DE PISAR TIERRA AMERICANA, ALINE VIO MORIR A SU MARIDO EN UN VIAJE TURBULENTO Y TUVO QUE ENTERRARLO EN UN PEQUEÑO PUEBLO DE CHILE. CLÍO 91
ESPECIAL PIONERAS unos hombres dispuestos a levantarse ƋƵĞŵĂƌůŽ ƉƷďůŝĐĂŵĞŶƚĞ͕ ƐŝŶŽ ƋƵĞ ƌĞƟƌſ Ă ŚŽŶƌĂĚĞ&ůŽƌĂdƌŝƐƚĄŶŚĂďşĂƋƵĞĚĂĚŽƉƷ- ƐƵƐŽďƌŝŶĂƐƵĂƐŝŐŶĂĐŝſŶ͘WŽĐŽƐŵĞƐĞƐĚĞƐ- ďůŝĐĂŵĞŶƚĞĚĂŹĂĚĂ͘“Fui mujer, fui madre, ĐŽŶƚƌĂ ůĂƐ ŝŶũƵƐƟĐŝĂƐ ƐŽĐŝĂůĞƐ ƋƵĞ ŚĂďşĂ y la sociedad me destrozó el corazón –se ƚƌú̎ ůĂ ŶƵĞǀĂ ŝŶĚƵƐƚƌŝĂ ĚĞĐŝŵŽŶſŶŝĐĂ͘ ƉƵĠƐƌĞĐƵƉĞƌĂďĂĂƐƵƐŚŝũŽƐ͕ƉĞƌŽǀŽůǀşĂĂ ůĂŵĞŶƚĂďĂ &ůŽƌĂʹ Me agredieron, pues Sus propias ideas, largamente maduradas, protestaba contra la infamia, y la sociedad ĞƐƚĂƌĞŶŽƚƌŽĐĂůůĞũſŶƐŝŶƐĂůŝĚĂ͘>ĂŵŝƐĞƌŝĂ me deshonró condenando a regañadientes ƐŝƌǀŝĞƌŽŶƉĂƌĂĞƐĐƌŝďŝƌĂƌơĐƵůŽƐĞŶĚŝƐƟŶƚŽƐ a mi agresor. Ahora ya no soy mujer, ya no ƉĞƌŝſĚŝĐŽƐĚĞWĂƌşƐ͘ƐŽ͕LJůĂĞdžŝƚŽƐĂƉƵďůŝ- ĐŽŶƟŶƵĂďĂĞƐĐĂŹĂŶĚŽƐƵĂůŵĂ͕ŵŝĞŶƚƌĂƐĞů soy madre, ¡soy la paria!”͘ ĐĂĐŝſŶĚĞ Peregrinaciones de una paria en 1838 fue un gran consuelo para ella, ade- ŵŝĞĚŽƉŽƌƵŶĂŶƵĞǀĂĂĐĐŝſŶĚĞƐƵŵĂƌŝĚŽ ^h>h, ŵĄƐ ĚĞ ƵŶ ďƵĞŶ ĐŽůĐŚſŶ ĞĐŽŶſŵŝĐŽ ƋƵĞ͕ ůĂƉĂƌĂůŝnjĂďĂĂĐĂĚĂƉĂƐŽƋƵĞĚĂďĂ͘ WƌŽďĂďůĞŵĞŶƚĞ ĂƋƵĞůůŽ ŶŽ ůĞ ŝŵƉŽƌƚſ͕ ƐƵŵĂĚŽĂůĂƌĞŶƚĂĚĞƐƵơŽůĞŚĂďşĂŶƉĞƌ- ^ƵƐƚĞŵŽƌĞƐŶŽĞƌĂŶŝŶĨƵŶĚĂĚŽƐ͘ĮŶĂ- ŵŝƟĚŽ ǀŝǀŝƌ ĞŶ ŵĞũŽƌ ƐŝƚƵĂĐŝſŶ ƋƵĞ ĂŶƚĞƐ͘ ƉƵĞƐƚŽ ƋƵĞ ĂŚŽƌĂ ĞŵƉĞnjĂďĂ ƵŶĂ ŶƵĞǀĂ WĞƌŽůĂĚĞƌŝǀĂƉƷďůŝĐĂƋƵĞŚĂďşĂƚŽŵĂĚŽƐƵ ůĞƐĚĞϭϴϯϴ͕ƐĞĐƌƵnjſĞŶĞůĐĂŵŝŶŽĚĞŶĚƌĠ ǀŝĚĂ͕ĐŽŵŽĞƐĐƌŝƚŽƌĂLJĂƌƟĐƵůŝƐƚĂ͕ƉĞƌŵŝƟſ ĞƚĂƉĂ ĞŶ ƐƵ ǀŝĚĂ ĞŶ ůĂ ƋƵĞ LJĂ ŶŽ ƚĞŶĚƌşĂ ƋƵĞ ŶĚƌĠ ůĂ ƉƵĚŝĞƌĂ ĞŶĐŽŶƚƌĂƌ ĐŽŶ ŵĄƐ ĞŶƵŶĂĐĂůůĞĚĞWĂƌşƐ͘ů͕ƐŝŶŵĞĚŝĂƌƉĂůĂďƌĂ͕ ĨĂĐŝůŝĚĂĚ͘ ƋƵĞ ƚĞŵĞƌ ƉŽƌ ƵŶ ƌĞĞŶĐƵĞŶƚƌŽ͕ Ăů ŵĞŶŽƐ ůĞ ĚŝƐƉĂƌſ͘ ƌĂ ƐƵ ŵĂŶĞƌĂ ĚĞ ǀĞŶŐĂƌƐĞ ĚĞ ƵĂŶĚŽ ĞƐƚĞ ƐƵƉŽ ĚſŶĚĞ ǀŝǀşĂ͕ ĚĞĐŝĚŝſ ĞŶ ŵƵĐŚŽ ƟĞŵƉŽ͕ ĐŽŶ ƐƵ ŵĂƌŝĚŽ͘ ŽŶ ůůĞǀĂƌƐĞƉŽƌůĂĨƵĞƌnjĂĂƐƵŚŝũĂ͕ůŝŶĞ͘^ƵŚŝũŽ ƵŶĂ ĞƐƉŽƐĂ ƋƵĞ ŚĂďşĂ ŚƵŵŝůůĂĚŽ ƐƵ ŚŽŶƌĂ LJĂ ǀŝǀşĂ ĐŽŶ Ġů͕ ƉĞƌŽ ƋƵĞ ůĞ ĂƌƌĞďĂƚĂƌĂŶ Ă ĨƵĞƌnjĂƐ ƌĞŶŽǀĂĚĂƐ͕ LJ Ă ƉĞƐĂƌ ĚĞ ƋƵĞ ůĂƐ ůŝŶĞĨƵĞƵŶĚƵƌŽŐŽůƉĞƉĂƌĂ&ůŽƌĂ͘EŽƐŽůŽ ĂďĂŶĚŽŶĂŶĚŽĞůŚŽŐĂƌĐŽŶLJƵŐĂůLJ͕ĂĚĞŵĄƐ͕ ƉŽƌƋƵĞůĞŚĂďşĂŶĂƌƌĞďĂƚĂĚŽĂůĂƷŶŝĐĂŚŝũĂ ƐĞĐƵĞůĂƐƋƵĞůĞŚĂďşĂĚĞũĂĚŽĞůŝŶƚĞŶƚŽĚĞ ƋƵĞ ŚĂďşĂ ƋƵĞƌŝĚŽ ĚĞ ǀĞƌĂƐ͕ ƐŝŶŽ ƉŽƌƋƵĞ ŚĂďşĂ ƚĞŶŝĚŽ ůĂ ĚĞƐĨĂĐŚĂƚĞnj ĚĞ ƉƌĞƚĞŶĚĞƌ ƉƌŽŶƚŽ ƐƵƉŽ ƋƵĞ ůĂ ƉĞƋƵĞŹĂ ƉŽĚƌşĂ ĞƐƚĂƌ ƐĞƌĂůŐƵŝĞŶĞŶůĂǀŝĚĂǀĂůŝĠŶĚŽƐĞƉŽƌƐşŵŝƐ- ĂƐĞƐŝŶĂƚŽ ƉŽŶşĂŶ ĞŶ ƉĞůŝŐƌŽ ƐƵ ǀŝĚĂ͕ &ůŽƌĂ ƐƵĨƌŝĞŶĚŽ ĂĐŽƐŽ ƐĞdžƵĂů ĚĞ ƐƵ ƉƌŽƉŝŽ ƉĂ- ĚƌĞ͘/ŶĐĂƉĂnjĚĞƐŽƉŽƌƚĂƌĂƋƵĞůůĂƐŝƚƵĂĐŝſŶ͕ ŵĂ͘ƉĞƐĂƌĚĞƋƵĞ&ůŽƌĂƐĂďşĂƋƵĞŶĚƌĠ ĞŵƉƌĞŶĚŝſ Ğů ĐĂŵŝŶŽ ĚĞ ůĂ ůƵĐŚĂ ĞŶ ĨĂǀŽƌ LJ ĐŽŶ ůĂ ĂLJƵĚĂ ĚĞ ƵŶŽƐ ĂŵŝŐŽƐ͕ ĐŽŶƐŝŐƵŝſ ƌĞĐƵƉĞƌĂƌ Ă ůĂ ƉĞƋƵĞŹĂ͘ &ůŽƌĂ ĚĞĐŝĚŝſ ĞŶ- ƉƌĞƚĞŶ̺à ŵĂƚĂƌůĂ͕ ĐŽŶƐŝŐƵŝſ ƐŽďƌĞǀŝǀŝƌ͘ ĚĞ ůĂƐ ŵƵũĞƌĞƐ LJ ĚĞ ůŽƐ ŵĄƐ ĚĠďŝůĞƐ ĚĞ ůĂ ƚŽŶĐĞƐĚĞŶƵŶĐŝĂƌĂŶĚƌĠ͕ĂůƋƵĞĐŽŶƐŝŐƵŝſ ŵĞƚĞƌ ĞŶƚƌĞ ƌĞũĂƐ ŐƌĂĐŝĂƐ Ă ůĂ ĚĞĐůĂƌĂĐŝſŶ ƵŶƋƵĞ ůŽ ŚŝnjŽ ĞŶ ƵŶĂƐ ĐŽŶĚŝĐŝŽŶĞƐ ŵƵLJ ƐŽĐŝĞĚĂĚ͘>ŽƉƌŝŵĞƌŽƋƵĞŚŝnjŽĨƵĞǀŝĂũĂƌĂ ĚĞůĂŶŝŹĂĂŶƚĞůĂƉŽůŝĐşĂ͘hŶĂůŝǀŝŽƋƵĞĚƵƌſ /ŶŐůĂƚĞƌƌĂ͘^ƵǀŝĂũĞŶŽĞƌĂƵŶǀŝĂũĞĚĞƉůĂ- ƉŽĐŽ͕ƉƵĞƐŶĚƌĠǀŽůǀŝſƉƌŽŶƚŽĂƐĞƌůŝďƌĞ ƉƌĞŽĐƵƉĂŶƚĞƐ͕ ƉƵĞƐƚŽ ƋƵĞ ŶŽ ƐĞ ůĞ ƉƵĚŽ cer, era el encuentro con la realidad de LJ Ğů ũƵĞnj ŽďůŝŐſ Ă ŝŶƚĞƌŶĂƌ Ă ůŽƐ ĚŽƐ ŶŝŹŽƐ las clases trabajadoras de las fábricas, una ůĞũŽƐĚĞƐƵƐƉĂĚƌĞƐ͘ ĞdžƚƌĂĞƌ ůĂ ďĂůĂ ƋƵĞ ƉĞƌŵĂŶĞĐĞƌşĂ ĂůŽũĂĚĂ ƌĞĂůŝĚĂĚƋƵĞƉůĂƐŵſĞŶƐƵůŝďƌŽPaseos en Londres͘ WĂƌĂ ĐŽůŵŽ ĚĞ ŵĂůĞƐ͕ Ğů ĠdžŝƚŽ ĚĞ ƐƵ ůŝ- ďĂũŽƐƵƉĞĐŚŽŝnjƋƵŝĞƌĚŽLJĂŚşƐĞƋƵĞĚſƉŽƌ ďƌŽ ĨƵĞ ƚĂŵďŝĠŶ ƐƵ ĐŽŶĚĞŶĂ͕ ƉƵĞƐƚŽ ƋƵĞ ^Ƶ ůŝďƌŽ ŶŽ ƐŽůŽ ĨƵĞ ƵŶ ĠdžŝƚŽ ĚĞ ǀĞŶƚĂƐ͕ ůĂŽďƌĂůůĞŐſĂƟĞƌƌĂƐĂŵĞƌŝĐĂŶĂƐLJĂůĐĂĞƌ ĞůƌĞƐƚŽĚĞƐƵƐĚşĂƐ͘ ƐŝŶŽƋƵĞƐŝƚƵſĚĞĮŶŝƟǀĂŵĞŶƚĞĂ&ůŽƌĂdƌŝƐ- ĞŶ ŵĂŶŽƐ ĚĞ ƐƵ ơŽ͕ ĞƐƚĞ ŶŽ ƐŽůŽ ŵĂŶĚſ tán entre los abanderados de la lucha so- DĞƐĞƐĚĞƐƉƵĠƐ͕ĚƵƌĂŶƚĞĞůũƵŝĐŝŽĐŽŶƚƌĂ ĐŝĂů͘ ^Ƶ ǀŝĚĂ ĐŽŶƟŶƵĂďĂ ƐŝŶ ƐĞƌ ƵŶ ĐĂŵŝŶŽ ŶĚƌĠ ŚĂnjĂů͕ ĨƵĞ ůĂ ƉƌŽƉŝĂ &ůŽƌĂ ůĂ ƋƵĞ vio poner en tela de juicio su comporta- ĚĞ ƌŽƐĂƐ͕ ƉĞƌŽ ĂƐƵŵŝſ ůĂƐ ĐŽŶƐĞĐƵĞŶĐŝĂƐ͗ ŵŝĞŶƚŽĐŽŵŽĞƐƉŽƐĂŝƌƌĞƐƉŽŶƐĂďůĞLJŵĂ- “Estoy viviendo sola, sin ningún apoyo, sin dinero para pagar a los periodistas provin- ĚƌĞŝŶĐĂƵƚĂ͘ůŚĂďşĂŝŶƚĞŶƚĂĚŽŵĂƚĂƌůĂ͕Ɛş͕ ciales para que hagan publicidad de mi la- pero en parte, la sociedad del momento ůŽĐŽŶƐŝĚĞƌĂďĂƵŶĂǀşĐƟŵĂĚĞĂƋƵĞůůĂŵƵ- ďŽƌ͕LJƉƌĄĐƟĐĂŵĞŶƚĞƚŽĚŽĞůŵƵŶĚŽĞƐƚĄĞŶ mi contra. Los hombres, porque demando ũĞƌƋƵĞŚĂďşĂŽƐĂĚŽƌŽŵƉĞƌĐŽŶĞůǀşŶĐƵůŽ ĚĞů ŵĂƚƌŝŵŽŶŝŽ͕ ĂůŐŽ ƋƵĞ ƚŽĚŽ Ğů ŵƵŶĚŽ ƉĞƌĨĞĐƚĂŵĞŶƚĞ ƐĂďşĂ ƋƵĞ ĞƌĂ ŝůĞŐĂů͘ ^ƵƐ ƉƌŽƉŝĂƐ ĐŽŶĨĞƐŝŽŶĞƐ ƌĞǀĞůĂĚĂƐ ĞŶ ƐƵ Ğdžŝ- toso libro Peregrinaciones de una paria ŶŽĂLJƵĚĂƌŽŶĂ&ůŽƌĂ͘dƌĂƐĞůũƵŝĐŝŽ͕ŶĚƌĠ ŚĂnjĂů ĨƵĞ ĐŽŶĚĞŶĂĚŽ Ă ƉƌŝƐŝſŶ͕ ƉĞƌŽ ůĂ AUNQUE SU MARIDO LA DISPARÓ͕/EdEdEKDdZ>͕K:K^ >^K/Yh>DKDEdK>Z>s1d/D͘z^Yh&>KZ ,1K^KZKDWZKE>s1Eh>K>DdZ/DKE/K͕>'KYhZ />'>͘ 92 CLÍO
la emancipación de las mujeres; los empre- SU OBRA PÓSTUMA. sarios, porque exijo la emancipación de los LA EMANCIPACIÓN DE LA MUJER asalariados”. FLORA TRISTÁN ESCRIBIÓ VARIAS OBRAS A LO LARGO DE SU VIDA, TEXTOS En 1843 publicaba su obra Unión obrera, IMPREGNADOS DE SU PROPIA EXPERIENCIA Y DE SUS PROPIOS IDEALES. SU en la que Flora Tristán hablaba de la nece- TRAUMÁTICA EXISTENCIA Y LA OBSERVACIÓN DE LAS INJUSTICIAS DE LA SOCIEDAD sidad de unir a todos los trabajadores y tra- FUERON FUENTE DE INSPIRACIÓN PARA TÍTULOS QUE TENDRÍAN UNA MUY BUENA bajadoras para poder superar las muchas ACOGIDA Y TERMINARÍAN CONVIRTIÉNDOSE EN TODO UN REFERENTE DE LA LUCHA ŝŶũƵƐƟĐŝĂƐ ƐŽĐŝĂůĞƐ ƋƵĞ ƐƵĨƌşĂŶ͗ “¡La unión SOCIAL. ADEMÁS DE PEREGRINACIONES DE UNA PARIA Y UNIÓN OBRERA ͵^h^ hace la fuerza. Tenéis a vuestro favor el nú- mero, y esto ya es mucho. Yo vengo a pro- KZ^D^KEK/^͵͕E>K^j>d/DK^HK^^hs/^Z//MhEdydK poneros una unión general de los obreros CENTRADO EXCLUSIVAMENTE EN LA DEFENSA DE LA IGUALDAD ENTRE HOMBRES Y y las obreras!”.&ůŽƌĂĚĞĨĞŶĚşĂ͕ƉŽƌĞŶĐŝŵĂ MUJERES. Y FUE GRACIAS AL ESCRITOR ALPHONSE CONSTANT QUE EMANCIPACIÓN DE LA MUJER O TESTAMENTO DE UNA PARIAdZD/EMs/EK>>hK^HK^ ĚĞƚŽĚŽ͕ƵŶĂůƵĐŚĂĚĞůƉƌŽůĞƚĂƌŝĂĚŽƉĂĐşĮĐĂ DESPUÉS DE LA MUERTE DE FLORA TRISTÁN. e internacional para poder superar aquella EN LA INTRODUCCIÓN A AQUELLA PRIMERA EDICIÓN, ALPHONSE DESCRIBIÓ ǀŝĚĂĚĞĐŽŶƐƚĂŶƚĞƐƐƵĨƌŝŵŝĞŶƚŽƐ͘ A FLORA COMO UNA MUJER QUE “CREYÓ EN SUS IDEAS HASTA SU MUERTE; SE A lo largo de su vida, Flora Tristán se man- CONSAGRÓ PRIMERO A LA CLASE OBRERA EN SU CONJUNTO, PERO LUEGO QUISO TRABAJAR POR LA EMANCIPACIÓN MORAL DE LA MUJER, Y ES POR ELLO QUE, EN ƚƵǀŽ Ăů ŵĂƌŐĞŶ ĚĞ ůŽƐ ŐƌƵƉŽƐ ĨĞŵŝŶŝƐƚĂƐ SILENCIO, SE CONSAGRÓ A UN LIBRO REPLETO DE PENSAMIENTOS VALIENTES Y surgidos en el siglo XIX. Para ella, la lucha GENEROSOS, QUE SE DEBÍA PUBLICAR TRAS SU MUERTE”. ĚĞ ůĂƐ ŵƵũĞƌĞƐ ĚĞďşĂ ƵŶŝƌƐĞ Ă ůĂ ĚĞ ŽƚƌŽƐ FLORA DENUNCIABA QUE “EN NUESTRA SOCIEDAD, LA MUJER ES PARIA DE ĐŽůĞĐƟǀŽƐĚĞƐĨĂǀŽƌĞĐŝĚŽƐ͗“En realidad no- NACIMIENTO, SIERVA DE CONDICIÓN, INFELIZ POR DEBER, Y CASI SIEMPRE TIENE QUE sotras, las mujeres, luchando solas, nunca ELEGIR ENTRE HIPOCRESÍA Y DESHONRA”. UN PANORAMA DESALENTADOR QUE ELLA vamos a transformar la sociedad. Vamos a HABÍA SUFRIDO EN SU PROPIA PIEL, POR LO QUE RECLAMABA QUE LA SOCIEDAD ser atajadas, frenadas, reprimidas, y nues- DEBÍA CAMBIAR Y DAR A LA MUJER LA OPORTUNIDAD DE SER IGUAL QUE LOS HOMBRES ANTE LA LEY. ƚƌĂ ůƵĐŚĂ ƐĞƌĄ ƵŶ ƐĂĐƌŝĮĐŝŽ ŝŶƷƟů͘ ,ĂLJ ƋƵĞ EN LA EMANCIPACIÓN DE LA MUJER FLORA TRISTÁN ALUDÍA MUCHO A LA ƵŶŝƌĂůĂƐŵƵũĞƌĞƐĐŽŶůĂƐŽƚƌĂƐǀşĐƟŵĂƐĚĞ IGLESIA Y A LA ESENCIA DE LA MISMA, CRITICANDO LA JERARQUÍA, MIENTRAS la sociedad, que son los obreros, los traba- jadores explotados”͘&ůŽƌĂŝŶƐŝƐơĂĞŶŝŶƚĞƌ- WKE1Es>KZ>&/'hZ:^j^KDK&E^KZ>K^WKZ^z ƉĞůĂƌůĂƐĞŶĞƐƚŽƐƚĠƌŵŝŶŽƐ͗“Mujeres, ¿qué MARGINADOS: “MIRAD A CRISTO, Y VED CÓMO PROTESTÓ CONTRA LOS TIRANOS”. papel desempeñáis en la sociedad? Ningu- TAMBIÉN CLAMABA POR UN PENSAMIENTO QUE UNIERA A TODOS LOS SERES no. Pues bien, si queréis vivir dignamente HUMANOS: “HERMANOS, QUIERO LA LIBERTAD DEL PUEBLO BAJO EL REINO vuestra vida, dedicadla al triunfo de la más ABSOLUTO DE LA JUSTICIA. QUIERO UNA FILOSOFÍA RELIGIOSA QUE CONCILIE santa de las causas. La unión obrera”. PARA SIEMPRE LA RAZÓN Y LA FE”. >ŽƐƐŝŐƵŝĞŶƚĞƐŵĞƐĞƐ͕ĐŽŶǀĞƌƟĚĂĞŶƐşŵ- A PESAR DE QUE FLORA TRISTÁN PUDO LIBRARSE DE UN MARIDO AGRESIVO, SU ďŽůŽ ĚĞ ůĂ ůƵĐŚĂ ĐŽŶƚƌĂ ůĂƐ ŝŶũƵƐƟĐŝĂƐ ƐŽ- EXISTENCIA QUEDÓ MARCADA PARA SIEMPRE POR AQUELLA RELACIÓN QUE NADA ĐŝĂůĞƐ͕ &ůŽƌĂ dƌŝƐƚĄŶ ǀŝĂũſ ƉŽƌ ĚŝƐƟŶƚĂƐ ĐŝƵ- TENÍA QUE VER CON EL AMOR. UN SENTIMIENTO QUE EL MUNDO, TAL Y COMO dades de Francia para exponer sus ideas. EXPLICA EN LA EMANCIPACIÓN DE LA MUJER, NO HABÍA ACABO DE ENTENDER: “LO Sin embargo, en el invierno de 1844, su QUE HACE QUE LA HUMANIDAD AÚN NO SEA LIBRE ES QUE HASTA HOY SIGUE SIN ENTENDER LO QUE ES AMAR. HASTA AHORA, SOLAMENTE SE HA ENTENDIDO BAJO ĐƵĞƌƉŽ ĚŝũŽ ǀĂƐƚĂ͘ &ůŽƌĂ dƌŝƐƚĄŶ ĨĂůůĞкà Ğů ϭϰĚĞŶŽǀŝĞŵďƌĞĚĞϭϴϰϰ͘dĞŶşĂƐŽůĂŵĞŶ- >EKDZ>DKZ>dZ/MEhE^yK,/KdZK͌͘hE/E^d/EdK DEhKZhd>͕^/DWZ'K1^dΊ͙͊͟. ƚĞĐƵĂƌĞŶƚĂLJƵŶĂŹŽƐ͘ůƉƵĞďůŽƋƵĞŚĂďşĂ empezado a entender su mensaje, lloró FLORA SIGUIÓ CON LA MISMA TESIS DEFENDIDA POR OTRAS FEMINISTAS, COMO sinceramente la muerte de esta luchadora MARY WOLLSTONECRAFT, RESPETO A LA VIOLACIÓN Y PROSTITUCIÓN DENTRO DEL MATRIMONIO. UNA UNIÓN REALIZADA A MENUDO SIN EL CONSENTIMIENTO DE LOS ĞŶŵŝůĨƌĞŶƚĞƐ͖ĚĞĞƐƚĂƐƵƉĞƌǀŝǀŝĞŶƚĞĚĞƵŶ CÓNYUGES, PROVOCABA SITUACIONES DRAMÁTICAS EN LAS QUE LAS MUJERES. ŵƵŶĚŽ ĐŽŶǀƵůƐŽ ƋƵĞ ƉŝƐŽƚĞſ ƐƵ ĨĞůŝĐŝĚĂĚ una y otra vez. CLÍO 93
ESPECIAL PIONERAS 94 CLÍO
SU VERDADERA LUCHA POR LA LIBERTAD DURANTE DÉCADAS FUE UN SECRETO A VOCES. PERO NADIE SE ATREVIÓ A HABLAR ABIERTAMENTE DE LA RELACIÓN QUE LA PRIMERA DAMA DE LOS ESTADOS UNIDOS MANTUVO DURANTE AÑOS CON UNA PERIODISTA DEL ASSOCIATED PRESS. ELEANOR ROOSEVELT Y LORENA HICK COMPARTIERON CONFIDENCIAS Y SE APOYARON EN UN MUNDO QUE NO LAS ENTENDÍA. WKZ^EZ&ZZZ N 1932, LA ASSOCIAͳ lugar idílico. Lorena y sus dos hermanas pequeñas crecieron en una casa llena de miseria TED PRESS ENCARGÓ y escasa de amor. El padre de Lorena era un hombre alcohólico y violento, que canalizaba A HICK SEGUIR LOS ƐƵŝƌĂŵĂůƚƌĂƚĂŶĚŽĂƐƵĨĂŵŝůŝĂ͘ŹŽƐĚĞƐƉƵĠƐ͕>ŽƌĞŶĂŝŶƚĞŶƚſĞŶƚĞŶĚĞƌĞůƉŽƌƋƵĠĚĞĂƋƵĞů PASOS DE ELEANOR comportamiento: “Él fue golpeado cuando era un niño, por lo que supongo que le parecía ROOSEVELT, LA PRIͳ correcto que yo también fuera golpeada”. MERA DAMA DE LOS ESTADOS UNIDOS. Al parecer, Addison J. HickokŶŽƚĞŶşĂƐƵĮĐŝĞŶƚĞĐŽŶŵĂůƚƌĂƚĂƌĂƐƵƐŚŝũĂƐLJƐĞĐĞďſŝŐƵĂů- Como explica Susan ŵĞŶƚĞĐŽŶůĂƐŵĂƐĐŽƚĂƐĚĞůĂƐƉĞƋƵĞŹĂƐ͘>ŽƌĞŶĂƌĞĐŽƌĚĂďĂĐŽŶƚƌŝƐƚĞnjĂĂƐƵŐĂƟƚŽĂůƋƵĞ Quinn, autora del libro Eleanor y Hick, la su padre “estampó contra el granero. Vi su pequeño cuerpo roto y ensangrentado yaciendo periodista “fue una de las pocas en per- entre la hierba”. La infancia de Lorena fue un duro camino hacia la madurez alimentado catarse de la infelicidad de Eleanor y se por el maltrato llegando incluso a insinuar haber sido violada por su propio padre. tomó aquello en serio”. Aquel fue el inicio de una relación que traspasó los límites de Lorena se refugió en los libros. Con el recuerdo de su primera lectura, La cabaña del Tío la amistad y que habría escandalizado a la Tom͕ĞŵƉĞnjſĂůĞĞƌƐŝŶĚĞƐĐĂŶƐŽƉĂƌĂĂůĞũĂƌƐĞĚĞůĂƌĞĂůŝĚĂĚƋƵĞůĂĂŚŽŐĂďĂ͘>ŽƐůŝďƌŽƐƐĞ estricta sociedad de principios del siglo XX ĐŽŶǀŝƌƟĞƌŽŶĞŶƐƵƐǀĞƌĚĂĚĞƌŽƐĂŵŝŐŽƐĚĂĚŽƋƵĞůĂƐĐŽŶƐƚĂŶƚĞƐŵƵĚĂŶnjĂƐĚĞƐƵĨĂŵŝůŝĂĞŶ de haberse hecho pública. Eleanor y Hick, una eterna huida hacia adelante le impedían arraigarse en ningún lugar. apodo con el que sus allegados conocían a Lorena Hickok, provenían de mundos muy La tristeza no dio tregua a los Hickok. En 1906, Anna͕ƐƵŵĂĚƌĞ͕ĨĂůůĞĐşĂ͕ĚĞũĂŶĚŽĂ>ŽƌĞ- ĚŝƐƟŶƚŽƐ͘ WĞƌŽ ĂŵďĂƐ ĞƌĂŶ ƚĂŵďŝĠŶ ŵƵLJ ŶĂLJĂƐƵƐĚŽƐŚĞƌŵĂŶĂƐƐŽůĂƐĐŽŶƵŶƉĂĚƌĞƉŽĐŽĚŝƐƉƵĞƐƚŽĂŵŽĚŝĮĐĂƌƐƵĐĂƌĄĐƚĞƌ͘WŽĐŽ parecidas, dos almas necesitadas de amor, ĚĞƐƉƵĠƐĚĞůĂŵƵĞƌƚĞĚĞŶŶĂ͕ƐƵƉĂĚƌĞĐŽŶƚƌĂƚſĂƵŶĂĂŵĂĚĞůůĂǀĞƐƋƵĞĐŽŶƐŝŐƵŝſƋƵĞ͕ que encontrarían profundo consuelo la una al menos, hubiera siempre un plato en la mesa. Sin embargo, Emma Flashman no era su en la otra. ŵĂĚƌĞ͘hŶĂŹŽĚĞƐƉƵĠƐĚĞůĂĚĞƐĂƉĂƌŝĐŝſŶĚĞŶŶĂ͕ŵŵĂƐĞĐĂƐĂďĂĐŽŶĚĚŝƐŽŶLJ>ŽƌĞŶĂ͕ que entonces contaba con catorce años, fue invitada a marcharse de casa y a buscarse la hEy/dK^WZ/K/^dKE ǀŝĚĂ͘>ĞũŽƐĚĞƐĞŶƟƌƐĞŵĂů͕>ŽƌĞŶĂƌĞĐŽƌĚſƋƵĞΗĚĞŚĞĐŚŽ͕ŵĞƐĞŶơĂůŝǀŝĂĚĂ͕ĞƵĨſƌŝĐĂ͘ŚŽ- hEdZ/^dW^K ƌĂƐĞƌşĂůŝďƌĞĚĞůŽƐůĂƟŐĂnjŽƐĚĞŵŝƉĂĚƌĞLJƐƵƐƌŝŹĂƐ͋͘^ĞƌşĂůŝďƌĞĂůĮŶ͊͘͟ El 7 de marzo de 1893 nacía Lorena Alice >ŽƐ ƉƌſdžŝŵŽƐ ĂŹŽƐ͕ >ŽƌĞŶĂ ƐŽďƌĞǀŝǀŝſ ƚƌĂďĂũĂŶĚŽ ĐŽŵŽ ƐŝƌǀŝĞŶƚĂ͕ ĐĂŵďŝĂŶĚŽ ĚĞ ĐĂƐĂ Hickok en una pequeña aldea de Wiscon- ĐŽŵŽƵŶŶſŵĂĚĂĞŶĞůĚĞƐŝĞƌƚŽĞŝŶƚĞŶƚĂŶĚŽĐŽŶƟŶƵĂƌĐŽŶƐƵƐĞƐƚƵĚŝŽƐ͘dƵǀŽƐƵĞƌƚĞĚĞ sin. El hogar de los Hickok no fue nunca un ĞŶĐŽŶƚƌĂƌƐĞĞŶĞůĐĂŵŝŶŽĂƉĞƌƐŽŶĂƐƋƵĞůĂĂLJƵĚĂƌŽŶ͕ƉĞƌŽĂůĮŶĂůĨƵĞĞůůĂůĂƋƵĞƐĞŵĂŶ- ƚƵǀŽ Ă ŇŽƚĞ ƐŽůĂ͘ ^Ğ ĞŶĐŽŶƚƌĂďĂ ĞŶ DŝĐŚŝŐĂŶ ĐƵĂŶĚŽ ĐŽŶƐŝŐƵŝſ ŐƌĂĚƵĂƌƐĞ ĞŶ Ğů ŝŶƐƟƚƵ- ƚŽLJĞŵƉĞnjſĂŚĂĐĞƌƐƵƐƉƌŝŵĞƌĂƐŝŶĐƵƌƐŝŽŶĞƐĞŶĞůŵƵŶĚŽĚĞůƉĞƌŝŽĚŝƐŵŽ͘WŽĐŽƟĞŵƉŽ ĚĞƐƉƵĠƐƐĞƚƌĂƐůĂĚſĂDŝŶŶĞĂƉŽůŝƐ͕ĚŽŶĚĞĐŽŶƐŝŐƵŝſƵŶƚƌĂďĂũŽĐŽŵŽƌĞĚĂĐƚŽƌĂĞŶĞů CLÍO 95
ESPECIAL PIONERAS Fue entonces cuando su vida se cruzó con la de una mujer igualmente infeliz a causa de su soledad. ELEANOR ROOSEVELT JUNTO A SU LA FLAMANTE PERO DESDICHADA ESPOSO, EN 1934. PRIMERA DAMA Minneapolis Tribune. Allí también conoció a Ella Morse, otra reportera con la que se fue El año que Lorena se enfrentaba a la dura Ă ǀŝǀŝƌ ĚƵƌĂŶƚĞ ǀĂƌŝŽƐ ĂŹŽƐ͕ ƵŶĂ ĠƉŽĐĂ ĞŶ ůĂ ƋƵĞ ƉŽƌ ĮŶ ƉƵĚŽ ĚŝƐĨƌƵƚĂƌ ĚĞ ƵŶ ǀĞƌĚĂĚĞ- prueba de la muerte de su madre y sufría ƌŽŚŽŐĂƌ͘WŽƌĂƋƵĞůĞŶƚŽŶĐĞƐ͕,ŝĐŬĨƵĞĚŝĂŐŶŽƐƟĐĂĚĂĚĞĚŝĂďĞƚĞƐ͕ƵŶĂĞŶĨĞƌŵĞĚĂĚƋƵĞ una existencia opresiva, Eleanor Roosevelt condicionaría su vida para siempre. Pero aún era joven y con todo un periplo vital por daba a luz a su primer hijo. Lo hacía en un ĚĞůĂŶƚĞ͘ůůĂDŽƌƐĞLJ,ŝĐŬƐĞŵĂƌĐŚĂƌŽŶĂǀŝǀŝƌĂĂůŝĨŽƌŶŝĂ͕ĚŽŶĚĞƐŽŹĂďĂĐŽŶĐŽŶǀĞƌƟƌƐĞ ĂŵďŝĞŶƚĞ ƌĞĮŶĂĚŽ͕ ĞŶ ƵŶ ŵƵŶĚŽ ƉƌŽƚĞŐŝ- en novelista y disfrutar de la paz emocional que siempre había anhelado. Sin embargo, ĚŽ͖ ƉĞƌŽ ŶŽ ƉŽƌ ĞůůŽ ƐĞ ƐĞŶơĂ ƉůĞŶĂŵĞŶƚĞ después de ocho años de convivencia, Ella Morse abandonó a Hick para casarse con un feliz. Eleanor llevaba casada un año con ĂŶƟŐƵŽĂŵŝŐŽ͘ su primo lejano, Franklin D. Roosevelt. A ƐƵƐǀĞŝŶƟĚſƐĂŹŽƐ͕ůĂũŽǀĞŶŚĂďşĂǀŝǀŝĚŽƐŝ- Hick quedó hundida ante aquel abandono. Dejó California y se marchó al este. En Nue- guiendo los dictámenes de la alta sociedad. va York, empezó a trabajar en la revista amarillista New York Daily Mirror. Allí permaneció ƉŽĐŽƟĞŵƉŽ͕ƉƵĞƐƉƌŽŶƚŽƉƵĚŽĞŶĐŽŶƚƌĂƌƵŶƚƌĂďĂũŽŵĞũŽƌĞŶĞůƐĞƌǀŝĐŝŽĚĞŝŶĨŽƌŵĂĐŝſŶ Eleanor pertenecía a dos de las familias nacional Associated Press. Hick parecía estar triunfando en la Gran Manzana como perio- más importantes de los Estados Unidos –los dista. Su carrera iba bien, pero su vida personal era un completo desastre. No había su- Roosevelt y los Livingston– y era sobrina de perado la ruptura con Ella y solamente encontraba consuelo en la compañía de su perro. un expresidente. Con estas credenciales, podemos imaginar que a la joven nunca le LA FALTA DE AMIGAS, LA iba a faltar de nada. De nada material. Por- SOLEDAD Y SU TRISTEZA FUERON que Eleanor descubrió que la felicidad no se MODELANDO UN CARÁCTER EN EL compra con dinero. En su infancia sufrió la QUE SOBRESALIÓ UN PROFUNDO desaparición prematura de un padre al que SENTIMIENTO DE INSEGURIDAD E adoraba pero del que evitó aceptar su letal INFERIORIDAD. dependencia de las drogas y el alcohol. Su madre, Anna Hall, no solo tuvo que soportar las debilidades de su marido, ya que también ƚƵǀŽƋƵĞĞŶĨƌĞŶƚĂƌƐĞĂƐƵƐŝŶĮĚĞůŝĚĂĚĞƐĐŽŶ ƵŶ ŚŝũŽ ŝůĞŐşƟŵŽ ŝŶĐůƵŝĚŽ͘ ƐƚŽ ŚŝnjŽ ƋƵĞ ƐĞ ĐŽŶǀŝƌƟĞƌĂ ĞŶ ĂůŐƵŝĞŶ ůĞũĂŶŽ ĞŵŽĐŝŽŶĂů- mente para Eleanor. De pequeña tuvo que soportar que su propia madre la llamara “abuelita”, por su carácter serio y retraído. ƵŶƋƵĞƚƵǀŽƉŽĐŽƟĞŵƉŽĚĞĞŶĨĂĚĂƌƐĞĐŽŶ ella, pues Anna falleció cuando Eleanor tenía apenas ocho años de edad. Por aquel enton- ces, ella y sus dos hermanos pequeños que- daron a cargo de su abuela materna, ya que su padre se encontraba lejos de casa luchan- do contra sus propios demonios. Los siguientes años de la infancia y la ũƵǀĞŶƚƵĚ ĚĞ ůĞĂŶŽƌ ĐŽŶƟŶƵĂƌŽŶ ǀĞůĂĚŽƐ por una sombra de desesperanza. En poco ƟĞŵƉŽ͕ǀŝŽŵŽƌŝƌĂƐƵŚĞƌŵĂŶŽElliot, con ƚĂŶƐŽůŽƚƌĞƐĂŹŽƐ͕ĂĐĂƵƐĂĚĞůĂĞƐĐĂƌůĂƟŶĂ͕ y a su propio padre, que falleció en el vera- no de 1894. Desde entonces, y hasta que se casó con su primo Franklin, Eleanor vagó
UNAS CARTAS REVELADORAS ƉŽƌĞůŵƵŶĚŽ͕ƐŝŶƟĠŶĚŽƐĞƐŽůĂĞŶĞůŚŽŐĂƌ ĚĞƵŶĂĂďƵĞůĂƌşŐŝĚĂLJŵĄƐƉƌĞŽĐƵƉĂĚĂƉŽƌ EN LOS ÚLTIMOS AÑOS DE SU VIDA, LORENA HICKOK DONÓ ĐƵŵƉůŝƌĐŽŶůŽƐƉƌŽƚŽĐŽůŽƐƐŽĐŝĂůĞƐƋƵĞƉŽƌ UNA GRAN CANTIDAD DE SUS CARTAS PERSONALES A LA ĐŽŶƐŽůĂƌĂƐƵƐĚŽƐŶŝĞƚŽƐŚƵĠƌĨĂŶŽƐ͘>ĂĨĂů- BIBLIOTECA FRANKLIN D. ROOSEVELT DE NUEVA YORK (EE. ƚĂĚĞĂŵŝŐĂƐ͕ůĂƐŽůĞĚĂĚLJƐƵƚƌŝƐƚĞnjĂĨƵĞƌŽŶ UU.). Lo hizo con una condición. No debían ser abiertas hasta ŵŽĚĞůĂŶĚŽƵŶĐĂƌĄĐƚĞƌĞŶĞůƋƵĞƐŽďƌĞƐĂ- pasados diez años de su muerte y serían solamente accesibles a un ůŝſƵŶƉƌŽĨƵŶĚŽƐĞŶƟŵŝĞŶƚŽĚĞŝŶƐĞŐƵƌŝĚĂĚ número reducido de personas. ĞŝŶĨĞƌŝŽƌŝĚĂĚ͘ El 1 de mayo de 1978, justo diez años después de la muerte de &ƵĞ ƉƌŽďĂďůĞŵĞŶƚĞ ĚƵƌĂŶƚĞ ƐƵ ĞƐƚĂŶĐŝĂ Lorena, sus cajas fueron desprecintadas. Allí aparecieron, entre ĞŶ /ŶŐůĂƚĞƌƌĂ͕ ĞŶ Ğů ŝŶƚĞƌŶĂĚŽ ĚĞ ůůĞŶ- otras, más de dos mil cartas destinadas a ella escritas por Eleanor ƐǁŽŽĚ͕ĐƵĂŶĚŽůĞĂŶŽƌƐĞƐĂůǀſĚĞŚƵŶĚŝƌ- Roosevelt. ƐĞ ĞŶ ůĂ ĚĞƐĞƐƉĞƌĂĐŝſŶ͘ ^Ƶ ĚŝƌĞĐƚŽƌĂ͕ Ma- rie Souvestre͕ƐĞĐŽŶǀŝƌƟſĞŶĞůƌĞĨĞƌĞŶƚĞ Estas cartas, definidas por una de las biógrafas de Lorena, Doris ĞŵŽĐŝŽŶĂů ƋƵĞ ƐŝĞŵƉƌĞ ŚĂďşĂ ŶĞĐĞƐŝƚĂĚŽ͘ Faber, como una amplia “correspondencia de extraordinario ^ŽƵǀĞƐƚƌĞ͕ƵŶĂŵƵũĞƌŝŶĚĞƉĞŶĚŝĞŶƚĞLJŵƵLJ impacto emocional”, sacaban a la luz la relación de una mujer por ƉŽĐŽ ĐŽŶǀĞŶĐŝŽŶĂů͕ ĂLJƵĚſ Ă ůĞĂŶŽƌ Ă Ğdž- todos conocida, la Primera Dama de los Estados Unidos, Eleanor ƚĞƌŝŽƌŝnjĂƌ ůŽ ŵĞũŽƌ ĚĞ Ɛş ŵŝƐŵĂ LJ͕ ůŽ ŵĄƐ Roosevelt, con una periodista prácticamente desconocida por el ŝŵƉŽƌƚĂŶƚĞĚĞƚŽĚŽ͕ůĞĚĞǀŽůǀŝſůĂĐŽŶĮĂŶ- gran público. njĂ LJ ůĂƐ ŐĂŶĂƐ ĚĞ ůƵĐŚĂƌ͕ ĐŽŵŽ ƌĞĐƵĞƌĚĂ J. William T. Youngs ĞŶ ƐƵ ďŝŽŐƌĂİĂ ƐŽďƌĞ Eleanor y Hick, apunta Susana Quinn, “se intercambiaron más ůĞĂŶŽƌ͗ “Los años que pasó Eleanor en de tres mil trescientas cartas, comenzando cuando se enamoraron ůůĞŶƐǁŽŽĚ ͙ ĂůŝŵĞŶƚĂƌŽŶ ůĂ ĐŽŶĮĂŶnjĂ en 1932, y terminando poco antes de la muerte de Eleanor, treinta en sí misma e hicieron que, de ser una niña años después”. Unas cartas que sacaron a la luz una historia “más ơŵŝĚĂLJƚŽƌƉĞ͕ƉĂƐĂƌĂĂĐŽŶǀĞƌƟƌƐĞĞŶƵŶĂ auténtica y convincente” que la que contaban todas las crónicas ũŽǀĞŶƐĞŐƵƌĂĚĞƐşŵŝƐŵĂLJůůĞŶĂĚĞŐƌĂĐŝĂ͘͟ oficiales, las cuales dieron una imagen real pero incompleta de la Primera Dama y obviaron a la periodista. Cartas en las que se ůĞĂŶŽƌ ƌĞŐƌĞƐſ Ă EƵĞǀĂ zŽƌŬ ĐŽŶǀĞƌƟĚĂ sinceraban, como en esta donde Eleanor se confesaba a Hick: ĞŶ ƵŶĂ ũŽǀĞŶ ĚĞ ĚŝĞĐŝƐŝĞƚĞ ĂŹŽƐ ƋƵĞ ŚĂďşĂ “Recuerda que nadie es lo que tú eres para mí, y nunca he disfrutado ĚĞƐĐƵďŝĞƌƚŽƵŶŵƵŶĚŽŵĄƐĂůůĄĚĞůĂĞƐƚƌŝĐƚĂ estando con nadie de la forma en que disfruto al estar contigo”. Hick ĞdžŝƐƚĞŶĐŝĂ ƋƵĞ ŵĂƌĐĂďĂ ƐƵ ĂďƵĞůĂ͘ ^ŝŶ Ğŵ- también expresaba sus sentimientos más íntimos: “¡Buenas noches, ďĂƌŐŽ͕ ĚĞ ŶƵĞǀŽ ĞŶ ĐĂƐĂ͕ ůĞĂŶŽƌ ƚƵǀŽ ƋƵĞ querida! Quiero abrazarte y besarte en la comisura de los labios. Y ĐŽŶƟŶƵĂƌĐŽŶĞůƉůĂŶŵĂƌĐĂĚŽƉŽƌůĂƐĞŹŽƌĂ dentro de poco más de una semana, ¡lo haré!”. ,ĂůůLJĂĐĞƉƚſƚĞŶĞƌƋƵĞƉƌĞƐĞŶƚĂƌƐĞĞŶƐŽĐŝĞ- ĚĂĚ͘ƵŶĂƐş͕ĂŚŽƌĂƐĂďşĂƋƵĞŶŽĞŶĐĂũĂďĂĞŶ Lorena y Eleanor vivieron en un tiempo en el que las mujeres ĂƋƵĞůůŽƐŵŽůĚĞƐĞƐƚƌŝĐƚŽƐĚĞďƵĞŶŽƐŵŽĚĂůĞƐ empezaban a conseguir algunos de los logros largamente LJĂƉĂƌŝĞŶĐŝĂƐǀĂŶĂƐ͘WƌŽŶƚŽĞŶĐŽŶƚƌſĐŽŶƐƵĞ- reivindicados. Pero aún debían pasar muchos años hasta que las ůŽǀŝŶĐƵůĄŶĚŽƐĞĂĚŝƐƟŶƚĂƐŽƌŐĂŶŝnjĂĐŝŽŶĞƐƐŽ- relaciones entre dos personas del mismo sexo fueran socialmente ĐŝĂůĞƐĚĞĂLJƵĚĂĂůŽƐŵĄƐŶĞĐĞƐŝƚĂĚŽƐ͘ aceptadas. ůĞĂŶŽƌ ƚĂŵďŝĠŶ ĞŶĐŽŶƚƌſ ĐŽŶƐƵĞůŽ ĞŶ ƐƵ Desde entonces, en los Estados Unidos se ha investigado ƉƌŝŵŽ&ƌĂŶŬůŝŶ͕ĐŽŶĞůƋƵĞĞŵƉĞnjſĂĐŽŝŶĐŝĚŝƌ y profundizado en esta unión de dos personas que no habría ĞŶ ĮĞƐƚĂƐ ĚĞ ůĂ ĂůƚĂ ƐŽĐŝĞĚĂĚ ŶĞŽLJŽƌƋƵŝŶĂ͘ sido aceptada abiertamente en su propia época, pero que en la ŵďŽƐĐŽŶŐĞŶŝĂƌŽŶĚĞƐĚĞĞůƉƌŝŵĞƌŵŽŵĞŶ- actualidad recupera un importante lugar en la Historia. Ahora, por ƚŽ LJ ĞŶ ƉŽĐŽ ƟĞŵƉŽ ĚĞĐŝĚŝĞƌŽŶ ĞŵƉƌĞŶĚĞƌ primera vez en España, Ediciones Casiopea publica una exhaustiva ƵŶƉƌŽLJĞĐƚŽĚĞǀŝĚĂũƵŶƚŽƐ͕ĚĞĐŝƐŝſŶƋƵĞ͕ƐŝŶ investigación de Susan Quinn sobre dicha relación. Una relación ĞŵďĂƌŐŽ͕ŶŽĨƵĞĚĞůĂŐƌĂĚŽĚĞƐƵƐĨĂŵŝůŝĂƌĞƐ͘ que aún hoy sigue despertando sorpresa, levantando incluso cejas &ƌĂŶŬůŝŶLJůĞĂŶŽƌƐŝŐƵŝĞƌŽŶĂĚĞůĂŶƚĞĐŽŶƐƵƐ de incredulidad, o como confiesa la propia Quinn, “sospecho que ƉůĂŶĞƐLJƐĞĐĂƐĂƌŽŶĞŶůĂƉƌŝŵĂǀĞƌĂĚĞϭϵϬϱ͘ la gente reacciona de esta manera porque tienen una visión fija de >ĂƉĂƌĞũĂƚƵǀŽƐĞŝƐŚŝũŽƐ͕ƵŶŽĚĞůŽƐĐƵĂůĞƐĨĂ- Eleanor Roosevelt, con su sombrero floreado, su bolso y sus zapatos ůůĞĐŝſƉŽĐŽĚĞƐƉƵĠƐĚĞŶĂĐĞƌ͘ŶůŽƐƐŝŐƵŝĞŶ- delicados, ligeramente inclinada hacia adelante mientras marcha ƚĞƐĂŹŽƐ͕ůĞĂŶŽƌĂƐƵŵŝſĞůƉĂƉĞůĚĞĞƐƉŽƐĂLJ para hacer del mundo un lugar mejor”. ŵĂĚƌĞ͕ƉĞƌŽƚĂŵƉŽĐŽĂƋƵĞůůĂŶƵĞǀĂǀŝĚĂ CLÍO 97
ESPECIAL PIONERAS ůĞ ŚĂкà ǀĞƌĚĂĚĞƌĂŵĞŶƚĞ ĨĞůŝnj͘ >Ă ŵƵĞƌƚĞ EL PRESIDENTE &ZE<>/E ƚƌĂƚĂƌ ĐƵĞƐƟŽŶĞƐ ƌĞƐĞƌǀĂĚĂƐ ŵĂLJŽƌŝƚĂƌŝĂ- ĚĞůƉĞƋƵĞŹŽ&ƌĂŶŬůŝŶĂĨĞĐƚſŵƵĐŚŽĂƐƵĚĞ- ZKK^s>d:hEdK^hDh:Z͘ ŵĞŶƚĞĂůŽƐŚŽŵďƌĞƐ͘,ŝĐŬƌĞĐŝďŝſĞůĞŶĐĂƌ- ďŝůŝƚĂĚŽĄŶŝŵŽŵŝĞŶƚƌĂƐǀĞşĂĐſŵŽƐƵŵĂƌŝĚŽ ŐŽĚĞĞŶƚƌĞǀŝƐƚĂƌĂůĂĞƐƉŽƐĂĚĞZŽŽƐĞǀĞůƚ ƐĞĂůĞũĂďĂĐĂĚĂǀĞnjŵĄƐĚĞƐƵůĂĚŽĞŶƵŶĂŝŵ- ĐŽŵŽĚŝƌĞĐƚŽƌĂĚĞůƉĞƌŝſĚŝĐŽĚĞůĂŝǀŝƐŝſŶ ĞŶƉůĞŶĂĐĂŵƉĂŹĂĐŽŵŽĐĂŶĚŝĚĂƚŽĂŐŽďĞƌ- ƉĂƌĂďůĞĐĂƌƌĞƌĂƉŽůşƟĐĂ͘ ĚĞDƵũĞƌĞƐĚĞůŽŵŝƚĠƐƚĂƚĂůĞŵſĐƌĂƚĂ͘ ŶĂĚŽƌĚĞůĞƐƚĂĚŽĚĞEƵĞǀĂzŽƌŬ͘ ĞƐĚĞĞŶƚŽŶĐĞƐ͕LJŚĂƐƚĂƐƵůůĞŐĂĚĂĂůĂĂƐĂ Ŷϭϵϭϭ&ƌĂŶŬůŝŶƐĞĐŽŶǀĞƌơĂĞŶƐĞŶĂĚŽƌ ůĂŶĐĂ͕ůĞĂŶŽƌĂƉƌĞŶĚĞƌşĂŵƵĐŚŽLJƐĞĐŽŶ- ŵĞĚŝĚĂ ƋƵĞ ƉĂƐĂďĂŶ ůŽƐ ĂŹŽƐ LJ ůĂ ĐĂ- ƉŽƌĞůWĂƌƟĚŽĞŵſĐƌĂƚĂ͘ƉĂƌƟƌĚĞĞŶƚŽŶ- ǀĞƌƟƌşĂĞŶƵŶĂŶĞĐĞƐĂƌŝĂĂůŝĂĚĂĞŶůĂƐŽŵ- ƌƌĞƌĂƉŽůşƟĐĂĚĞZŽŽƐĞǀĞůƚƉĂƌĞĐşĂŝŵƉĂƌĂ- ĐĞƐ͕ƐƵǀŝĚĂLJůĂĚĞƐƵĞƐƉŽƐĂLJĂŶƵŶĐĂƐĞƌşĂŶ ďƌĂĚĞƐƵŵĂƌŝĚŽ͘zĨƵĞĞŶƚŽŶĐĞƐĐƵĂŶĚŽƐƵ ďůĞ͕,ŝĐŬƐĞŐƵşĂƐƵƐƉĂƐŽƐLJůŽƐĚĞƚŽĚŽƐƵ ŝŐƵĂů͘ ůĞĂŶŽƌ ĞŵƉĞnjſ Ă ŽďƐĞƌǀĂƌ ůŽƐ ŵŽǀŝ- ǀŝĚĂƐĞĐƌƵnjſĐŽŶůĂĚĞ,ŝĐŬ͘ ĞƋƵŝƉŽ͕ŝŶĐůƵŝĚĂůĂƐĞŹŽƌĂZŽŽƐĞǀĞůƚ͘,ĂĐŝĂ ŵŝĞŶƚŽƐĚĞ&ƌĂŶŬůŝŶ͕ĂĂƉƌĞŶĚĞƌůŽƐĞŶƚƌĞƐŝ- ϭϵϯϮ,ŝĐŬLJĂƐĞŚĂďşĂĚĂĚŽĐƵĞŶƚĂĚĞƋƵĞ ũŽƐĚĞůĂƉŽůşƟĐĂLJƉŽĐŽĂƉŽĐŽƐĞƐƵŵĞƌŐŝſ hEhE/MEyW/KE> ůĞĂŶŽƌŶŽŝďĂĂƐĞƌ͞ůĂơƉŝĐĂWƌŝŵĞƌĂĂŵĂ ĞŶƵŶŵƵŶĚŽƋƵĞůĂĂďƐŽƌďŝſĚĞůůĞŶŽ͕ĂƉĞ- ĚĞů ƉĂƐĂĚŽ͘͟ Ɛş ƋƵĞ ŶŽ ƉĂƌſ ŚĂƐƚĂ ƋƵĞ ůĂ ƐĂƌĚĞƋƵĞƐŝĞŵƉƌĞƚƵǀŽĐůĂƌŽƋƵĞŶŽĚĞƐĞĂ- ŶϭϵϮϴ͕ůĞĂŶŽƌĞƌĂůĂĞƐƉŽƐĂĚĞůŇĂŵĂŶ- WůĞĂƐŝŐŶſĐƵďƌŝƌƚŽĚŽƐLJĐĂĚĂƵŶŽĚĞůŽƐ ďĂƐŝƚƵĂƌƐĞĞŶƉƌŝŵĞƌĂůşŶĞĂ͘ ƚĞ ƉŽůşƟĐŽ &ƌĂŶŬůŝŶ ͘ ZŽŽƐĞǀĞůƚ ƋƵĞ ŚĂďşĂ ƉĂƐŽƐĚĞůĂƋƵĞ,ŝĐŬĐŽŶƐŝĚĞƌĂďĂĐŽŵŽǀĞƌ- ĂĐĞƉƚĂĚŽĞůƌĞƚŽĚĞĚŝƌŝŐŝƌůĂƐĞĐĐŝſŶĨĞŵĞ- ĚĂĚĞƌĂƉƌŽƚĂŐŽŶŝƐƚĂ͘,ŝĐŬƐĞƐŝŶƟſŵƵLJƐĂ- ƵƌĂŶƚĞůŽƐĂŹŽƐƋƵĞĚƵƌſůĂ'ƌĂŶ'ƵĞƌƌĂ͕ ŶŝŶĂĚĞůĂĐĂŵƉĂŹĂŶĂĐŝŽŶĂůĚĞůWĂƌƟĚŽĞ- ƟƐĨĞĐŚĂĐƵĂŶĚŽƌĞĐŝďŝſĞƐƚĞŵĞŶƐĂũĞĚĞƐĚĞ &ƌĂŶŬůŝŶ ĂƐƵŵŝſ Ğů ĐĂƌŐŽ ĚĞ ƐĞĐƌĞƚĂƌŝŽ ĂLJƵ- ŵſĐƌĂƚĂ͘,ŝĐŬŚĂďşĂĂůĐĂŶnjĂĚŽƵŶĂƉŽƐŝĐŝſŶ ůĂ ĚŝƌĞĐĐŝſŶ ĚĞ W͗ ͞ŚŽƌĂ ĞƐ ƚŽĚĂ ƚƵLJĂ͕ ĚĂŶƚĞ ĚĞ ůĂ ƌŵĂĚĂ͕ ŵŝĞŶƚƌĂƐ ƋƵĞ ůĞĂŶŽƌ ĞdžĐĞƉĐŝŽŶĂů ĐŽŵŽ ƌĞƉŽƌƚĞƌĂ ĚĞŶƚƌŽ ĚĞ ůĂ ,ŝĐŬŽŬ͘ ͋ŝǀŝĠƌƚĞƚĞ͊͘͟ WŽĐŽ ƉŽĚşĂ ŝŵĂŐŝŶĂƌ- ƐĞƵŶŝſĂƵŶĞũĠƌĐŝƚŽĚĞŵƵũĞƌĞƐĚŝƐƉƵĞƐƚĂƐ ƐƐŽĐŝĂƚĞĚ WƌĞƐƐ͘ DŝĞŶƚƌĂƐ ŽƚƌĂƐ ƉĞƌŝŽĚŝƐ- ƐĞ ,ŝĐŬ ƋƵĞ ĞŵƉĞnjĂďĂ ƵŶĂ ŶƵĞǀĂ LJ ƷŶŝĐĂ ĂĂLJƵĚĂƌŝŶƚĞŶƐĂŵĞŶƚĞĞŶůĂƌĞƚĂŐƵĂƌĚŝĂ͘Ŷ ƚĂƐ ƐĞ ĐĞŶƚƌĂďĂŶ ƉƌŝŶĐŝƉĂůŵĞŶƚĞ ĞŶ ƚĞŵĂƐ ŽƉŽƌƚƵŶŝĚĂĚ ƉƌŽĨĞƐŝŽŶĂů͕ ƉĞƌŽ ƚĂŵďŝĠŶ ƵŶ ĂƋƵĞůůĂ ĠƉŽĐĂ ƚƌŝƐƚĞ ƉĂƌĂ ƚŽĚŽƐ͕ ůĞĂŶŽƌ ƐĞ ĚĞ ƐŽĐŝĞĚĂĚ͕ ĞůůĂ ĐŽŶƐŝŐƵŝſ ƋƵĞ ůĞ ĚĞũĂƌĂŶ ĐĂŵďŝŽ ĚĞƚĞƌŵŝŶĂŶƚĞ ĞŶ ƐƵ ǀŝĚĂ ƉĞƌƐŽŶĂů͘ ĞŶĨƌĞŶƚſ Ă ƵŶ ĚƵƌŽ ŐŽůƉĞ ƉĞƌƐŽŶĂů ĐƵĂŶĚŽ zĞŶůĂĚĞůĂƐĞŹŽƌĂZŽŽƐĞǀĞůƚ͘ ĚĞƐĐƵďƌŝſůĂŝŶĮĚĞůŝĚĂĚĚĞƐƵŵĂƌŝĚŽĐŽŶƐƵ ƐĞĐƌĞƚĂƌŝĂƉĞƌƐŽŶĂů͘z͕ĂƉĞƐĂƌĚĞƋƵĞƋƵĞĚſ ,ŝĐŬƐĞĐŽŶǀŝƌƟſĞŶůĂƐŽŵďƌĂĚĞůĞĂŶŽƌ͘ ĚĞǀĂƐƚĂĚĂ͕ ĞƌĂ ƉůĞŶĂŵĞŶƚĞ ĐŽŶƐĐŝĞŶƚĞ ĚĞ Ŷ ůŽƐ ƉƌŝŵĞƌŽƐ ŵŽŵĞŶƚŽƐ͕ ŽďƐĞƌǀſ ĐŽŶ ƋƵĞĞŶƐƵŵƵŶĚŽĞůĚŝǀŽƌĐŝŽĞƌĂƵŶĂĂďƐŽ- ƉĂĐŝĞŶĐŝĂĂĂƋƵĞůůĂŵƵũĞƌƋƵĞĚĞƐĚĞĨƵĞƌĂ ůƵƚĂƋƵŝŵĞƌĂ͘ƐşƋƵĞƐŝŐƵŝſĂĚĞůĂŶƚĞĐŽŶƵŶ ĐƵŵƉůşĂ ĐŽŶ ƐƵ ƉĂƉĞů ĚĞ ĞƐƉŽƐĂ ĞŶƚƌĞŐĂ- ŵĂƚƌŝŵŽŶŝŽƋƵĞLJĂŶƵŶĐĂƐĞƌşĂŝŐƵĂů͘ŽũŽƐ ĚĂ͘WƌŽŶƚŽ,ŝĐŬĞŵƉĞnjſĂĚĞƐĐƵďƌŝƌƋƵĞůĂ ĚĞůŽƐĚĞŵĄƐĐŽŶƟŶƵĂďĂŶƐŝĞŶĚŽůĂŇĂŵĂŶ- ƚĞƉĂƌĞũĂĐŽŶƵŶĨƵƚƵƌŽƉƌŽŵĞƚĞĚŽƌ͘ŶƌĞĂ- ůŝĚĂĚ͕ĚĞƐĚĞĞŶƚŽŶĐĞƐĚĞũĂƌŽŶĚĞƐĞƌŵĂƌŝĚŽ LJ ŵƵũĞƌ ƉĂƌĂ ĐŽŶǀĞƌƟƌƐĞ ƐŝŵƉůĞŵĞŶƚĞ ĞŶ ĐŽŵƉĂŹĞƌŽƐĚĞǀŝĚĂ͘ Ŷ ϭϵϮϭ͕ Ğů ŵƵŶĚŽ ǀŽůǀŝſ Ă ĂďƌŝƌƐĞ ďĂũŽ ƐƵƐƉŝĞƐĐƵĂŶĚŽ&ƌĂŶŬůŝŶĞŵƉĞnjſĂƐƵĨƌŝƌƐƵ ƉƌŝŵĞƌĂƚĂƋƵĞĚĞƉŽůŝŽŵŝĞůŝƟƐƋƵĞůŽĚĞũĂ- ƌşĂƉŽƐƚƌĂĚŽĞŶƵŶĂƐŝůůĂĚĞƌƵĞĚĂƐƉƵĚŝĞŶ- ĚŽ ĐĂŵŝŶĂƌ ĐŽŶ ŵƵĐŚĂ ĚŝĮĐƵůƚĂĚ ƚƌĂƐ ƵŶĂ ĚƵƌĂ ƌĞŚĂďŝůŝƚĂĐŝſŶ͘ ůĞĂŶŽƌ ŶŽ ĂďĂŶĚŽŶſ ŶƵŶĐĂ Ă ƐƵ ĞƐƉŽƐŽ͘ Ŷ ĂƋƵĞů ŵŽŵĞŶƚŽ ƚĂŵƉŽĐŽůŽŝďĂĂŚĂĐĞƌ͘ůĂŹŽƐŝŐƵŝĞŶƚĞ͕ŝŶ- ƚĞŶƐŝĮĐſƐƵƉĂƌƟĐŝƉĂĐŝſŶĞŶůĂǀŝĚĂƉŽůşƟĐĂ HICK Z//M>EZ'K EdZs/^dZ> ^WK^ZKK^s>dE W>EDWHKDK E/dK'KZEKZ͘ LORENA HICKOK z>EKZZKK^s>d͕ϭϵϯϱ͘
imagen pública no cuadraba al cien por cien con lo que sucedía cuando se apagaban los Hick se afanó en ayudar a dar esa imagen focos. Una de las primeras cosas que descubrió Hick fue el duro trance que tuvo que pasar diferente de Primera Dama con la que Elea- ůĞĂŶŽƌ ĐƵĂŶĚŽ ĚĞƐĐƵďƌŝſ ƋƵĞ ůĂ ƐĞĐƌĞƚĂƌŝĂ ĚĞ ƐƵ ŵĂƌŝĚŽ͕ Missy͕ ĞƌĂ ĂůŐŽ ŵĄƐ ƋƵĞ ƵŶĂ nor Roosevelt pasaría a la Historia. “Los ar- ĂLJƵĚĂŶƚĞƉĞƌƐŽŶĂůĚĞZŽŽƐĞǀĞůƚ͘ůĞĂŶŽƌƚĂŵďŝĠŶŽďƐĞƌǀſĂ,ŝĐŬ͕ĂƋƵĞůůĂƉĞƌŝŽĚŝƐƚĂƋƵĞ ơĐƵůŽƐĚĞ,ŝĐŬƉĂƌĂW –explica Quinn– ůŽ- ůĂƐĞŐƵşĂĂƚŽĚĂƐƉĂƌƚĞƐĐŽŵŽĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚşĂĂůĂƉƌĞŶƐĂĞŶĂƋƵĞůŵŽŵĞŶƚŽ͘zƚĂŵďŝĠŶĞŵ- ŐƌĂƌŽŶŵŽƐƚƌĂƌĂůƉƷďůŝĐŽůĂŝŵĂŐĞŶĚĞƵŶĂ ƉĞnjſĂĚĞƐĐƵďƌŝƌƋƵĞĞƌĂŵƵLJĚŝƐƟŶƚĂĂůŽƐĚĞŵĄƐƌĞƉŽƌƚĞƌŽƐ͘͞ĞŚĞĐŚŽʹƌĞůĂƚĂYƵŝŶŶʹ͕ ŵƵũĞƌƋƵĞŝďĂĂŚĂĐĞƌůĂƐĐŽƐĂƐĚĞŵĂŶĞƌĂ ĞƐƚĂďĂĞŵƉĞnjĂŶĚŽĂǀĞƌůĂĚĞƐĚĞƵŶĂƉĞƌƐƉĞĐƟǀĂĚŝĨĞƌĞŶƚĞ͗ĐŽŵŽƵŶĂƉĞƌƐŽŶĂƋƵĞƉŽĚƌşĂ ĚŝƐƟŶƚĂ͟. A pesar de deberse a su profesión ƐĂƟƐĨĂĐĞƌƐƵĂŶŚĞůŽĚĞĂĨĞĐƚŽLJĐŽŵƉƌĞŶƐŝſŶĞŶƵŶŵŽŵĞŶƚŽĚĞƐĂůĞŶƚĂĚŽƌĚĞƐƵǀŝĚĂ͟. ƉĞƌŝŽĚşƐƟĐĂ͕,ŝĐŬŶƵŶĐĂƚƌĂŝĐŝŽŶſĂůĞĂŶŽƌ͕ ŵĄƐďŝĞŶƚŽĚŽůŽĐŽŶƚƌĂƌŝŽ͕ůĂƉƌŽƚĞŐŝſĚĞů Las largas horas que Hick y Eleanor pasaron juntas empezaron a transformarse. Al prin- mundo obviando sus miedos y las historias ĐŝƉŝŽ͕ĞƌĂŶůĂƉĞƌŝŽĚŝƐƚĂLJůĂĞƐƉŽƐĂĚĞůƉƌĞƐŝĚĞŶƚĞĚĞůŽƐƐƚĂĚŽƐhŶŝĚŽƐ͘ŶƉŽĐŽƟĞŵƉŽ͕ ŵĄƐƚƌŝƐƚĞƐĚĞƐƵǀŝĚĂ͘ŽŵŽĂĮƌŵĂYƵŝŶŶ͕ eran dos mujeres que se comprendían y se apoyaban una en la otra. Abrirse a Hick podía ͞ůŽƐ ĂƌơĐƵůŽƐ ĚĞ ,ŝĐŬ ƉĂƌĂ W ŶŽ ĞƌĂŶ ĨĂů- ƌĞƐƵůƚĂƌƉĞůŝŐƌŽƐŽ͕ƉƵĞƐŶŽĚĞũĂďĂĚĞƐĞƌƵŶĂƉĞƌŝŽĚŝƐƚĂƋƵĞƉŽĚƌşĂƵƟůŝnjĂƌƚŽĚĂƐƐƵƐĐŽŶĮ- ƐŽƐ͕ƐŝŶŽŵĞƌĂŵĞŶƚĞƐĞůĞĐƟǀŽƐ͘&ƵĞƵŶĂĐƚŽ ĚĞŶĐŝĂƐƉĂƌĂƵŶďƵĞŶĂƌơĐƵůŽ͘^ŝŶĞŵďĂƌŐŽ͕ĚĞƐĚĞĞůƉƌŝŵĞƌŵŽŵĞŶƚŽƐĞĞƐƚĂďůĞĐŝſĞŶƚƌĞ ĚĞĚĞǀŽĐŝſŶ͟. ĞůůĂƐƵŶǀşŶĐƵůŽĚĞĐŽŶĮĂŶnjĂƋƵĞƚƌĂƐƉĂƐĂďĂůĂĞƐĨĞƌĂƉƷďůŝĐĂĚĞůĞĂŶŽƌLJůĂƉƌŽĨĞƐŝŽŶĂů ƉĞƌŝŽĚşƐƟĐĂĚĞ,ŝĐŬ͘ŶĐŝĞƌƚĂŽĐĂƐŝſŶ͕ĐƵĂŶĚŽĂŵďĂƐƐĞƐŝŶĐĞƌĂďĂŶƐŽďƌĞƐƵƐƌĞƐƉĞĐƟǀĂƐ En la vorágine que supuso la primera ǀŝĚĂƐ͕ůĞĂŶŽƌůĞĚŝũŽĂ,ŝĐŬ͗͞ŽŶİŽĞŶƟ͟. ĞƚĂƉĂĚĞůĂƉƌĞƐŝĚĞŶĐŝĂĚĞƐƵŵĂƌŝĚŽ͕ůĞĂ- nor Roosevelt cumplió a la perfección con Para cuando Franklin Delano Roosevelt ganó las elecciones a la presidencia de los Es- ƐƵ ƉĂƉĞů ĚĞ ĂŶĮƚƌŝŽŶĂ ĞŶ ůĂ ĂƐĂ ůĂŶĐĂ͕ ƚĂĚŽƐ hŶŝĚŽƐ ĞŶ ϭϵϯϮ͕ ůĞĂŶŽƌ LJ ,ŝĐŬ ƐĞ ŚĂďşĂŶ ŚĞĐŚŽ ŝŶƐĞƉĂƌĂďůĞƐ͘ WĞƌŽ ĂŵďĂƐ ƐĂďşĂŶ pero si por fuera era una perfecta Primera ƋƵĞ LJĂ ŶĂĚĂ ƐĞƌşĂ ůŽ ŵŝƐŵŽ͕ LJ ƋƵĞ ůĂ ͞ƐĞŹŽƌĂ Z͘͟ ĐŽŵŽ ůĂ ůůĂŵĂďĂ ,ŝĐŬ͕ ŝďĂ Ă ƚĞŶĞƌ ƋƵĞ ĂŵĂ͕ƉŽƌĚĞŶƚƌŽƐĞƐĞŶơĂŵƵLJŵĂů͘ŹŽ- ĞŶĨƌĞŶƚĂƌƐĞ Ă ƵŶ ƌĞƚŽ ƐŝŶ ƉƌĞĐĞĚĞŶƚĞƐ͘ ƵŶ ĂƐş͕ ůĞĂŶŽƌ ZŽŽƐĞǀĞůƚ ŶƵŶĐĂ ĚĞƐĞſ Ğů ƉĂƉĞů raba a Hick con la que se disculpaba una y ƋƵĞĞůĚĞƐƟŶŽůĞƚĞŶşĂĚĞƉĂƌĂĚĂĐŽŵŽWƌŝŵĞƌĂĂŵĂĚĞůŽƐƐƚĂĚŽƐhŶŝĚŽƐ͗͞^ŝƋƵŝƐŝĞƌĂƐĞƌ ŽƚƌĂ ǀĞnj ƉŽƌ ŶŽ ƉŽĚĞƌ ƉĂƐĂƌ ŵĄƐ ƟĞŵƉŽ ĞŐŽşƐƚĂ͕ĚĞƐĞĂƌşĂƋƵĞŶŽŚƵďŝĞƌĂƐŝĚŽĞůĞŐŝĚŽ͘EŽƋƵĞƌşĂƐĞƌůĂĞƐƉŽƐĂĚĞƵŶƉƌĞƐŝĚĞŶƚĞ͟. Lo juntas. Como explica T. Youngs͕ ͞ŶĞĐĞƐŝ- ƋƵĞĞƐƚĂďĂĐůĂƌŽĞƌĂƋƵĞ͕ĂƉĞƐĂƌĚĞƋƵĞůĞĂŶŽƌZŽŽƐĞǀĞůƚƚĞƌŵŝŶſƐŝĞŶĚŽWƌŝŵĞƌĂĂŵĂ͕ ƚĂďĂ ůĂ ĐŽŵƉĂŹşĂ ĚĞ ,ŝĐŬ͘ ƵŶƋƵĞ ĞƐƚĂďĂ ŶŽƐŝŐƵŝſůŽƐŵŝƐŵŽƐƉĂƌĄŵĞƚƌŽƐƋƵĞƐƵƐĂŶƚĞĐĞƐŽƌĂƐ͘zƉŽŶĚƌşĂĞůůŝƐƚſŶŵƵLJĂůƚŽ͕ĂƷŶƐŝŶ ƌŽĚĞĂĚĂ ĚĞ ĨĂŵŝůŝĂ͕ ĂŵŝŐŽƐ LJ ĂĚŵŝƌĂĚŽƌĞƐ ƉƌĞƚĞŶĚĞƌůŽ͕ƉĂƌĂůĂƐĨƵƚƵƌĂƐĞƐƉŽƐĂƐĚĞůŽƐƉƌĞƐŝĚĞŶƚĞƐ͘ŽŵŽĂĮƌŵſůĂƉƌŽƉŝĂ,ŝĐŬ͗ “La ʹLJ ƉŽƐĞşĂ Ğů ơƚƵůŽ ŵĄƐ ĞůĞǀĂĚŽ ƋƵĞ ƉŽĚşĂ ƉƌſdžŝŵĂƐĞŹŽƌĂĚĞůĂĂƐĂůĂŶĐĂ͕ĐŽŶİĂĞŶƋƵĞůĂŐĞŶƚĞƐĞŚĂďŝƚƷĞĂƐƵƐŵŽĚŽƐ͕ĂƵŶƋƵĞ ŽƐƚĞŶƚĂƌƵŶĂŵƵũĞƌĞƐƚĂĚŽƵŶŝĚĞŶƐĞʹƐĞŐƵşĂ ĞĚŝƚĞƵŶĂƌĞǀŝƐƚĂ͕ůůĞǀĞǀĞƐƟĚŽƐĚĞĚŝĞnjĚſůĂƌĞƐLJĐŽŶĚƵnjĐĂƐƵƉƌŽƉŝŽǀĞŚşĐƵůŽ͟. ŶĞĐĞƐŝƚĂŶĚŽůĂƚĞƌŶƵƌĂ͕ůĂŝŶƟŵŝĚĂĚLJůĂĂĮ- ŶŝĚĂĚƋƵĞƐĞŚĂďşĂĚĞƐĂƌƌŽůůĂĚŽĚƵƌĂŶƚĞůŽƐ ƷůƟŵŽƐŵĞƐĞƐĞŶƚƌĞ,ŝĐŬLJĞůůĂ͟. La Primera Dama y la reportera empeza- ron a verse más a menudo en los actos en los ƋƵĞůĞĂŶŽƌƉĂƌƟĐŝƉĂďĂLJ,ŝĐŬĐƵďƌşĂĐŽŵŽ periodista de la AP. Un papel que cada vez era más evidente que ejercía disfrutando de un trato de favor. Algo que a Eleanor parecía ŶŽ ŝŵƉŽƌƚĂƌůĞ͕ ƉƵĞƐ͕ ĞŶ ĂƋƵĞůůĂ ĠƉŽĐĂ͕ ƐƵ relación iba avanzando hacia un enamora- miento imposible de detener. Es cierto que Hick tuvo una posición privilegiada respecto al resto de periodistas que seguían al presi- ĚĞŶƚĞLJĂůĂWƌŝŵĞƌĂĂŵĂ͘ĞŚĞĐŚŽ͕ĨƵĞĂ ella a quien le concedió la primera entrevista cuando su marido consiguió la presidencia. dĂŵďŝĠŶ ĞƐ ǀĞƌĚĂĚ ƋƵĞ ,ŝĐŬ ƉŽĚƌşĂ ŚĂďĞƌ ĂƉƌŽǀĞĐŚĂĚŽƐƵŝŶƟŵŝĚĂĚĐŽŶůĞĂŶŽƌƉĂƌĂ sacar a la luz muchas más primicias de las ƋƵĞƐĂĐſ͕ƚĞŶşĂŝŶĨŽƌŵĂĐŝſŶǀĂůŝŽƐşƐŝŵĂƋƵĞ otro periodista no habría silenciado. Pero ƉĂƌĂĞůůĂ͕ůĞĂŶŽƌƐĞŚĂďşĂĐŽŶǀĞƌƟĚŽĞŶ CLÍO 99
ESPECIAL PIONERAS algo más importante que su propia carrera >WZ/K/^d,/<:hEdK ĞƐƚĂƌĐĞƌĐĂĚĞƐƵƋƵĞƌŝĚĂůĞĂŶŽƌ͘ƋƵĞ- profesional. >EKZZKK^s>d͘ ůůĂ ĨƵĞ ƵŶĂ ĚĞ ůĂƐ ĠƉŽĐĂƐ ŵĄƐ ĨĞůŝĐĞƐ ĚĞ ĂŵďĂƐŵƵũĞƌĞƐ͘ƌĂŶƵŶĞƋƵŝƉŽƉƌŽĨĞƐŝŽ- >ŽƌĞŶĂ ,ŝĐŬŽĐŬ ƚĞƌŵŝŶſ ƐĂĐƌŝĮĐĂŶĚŽ ƐƵ ƋƵĞƌŝĚĂ,ŝĐŬLJŶŽƉĂƌſŚĂƐƚĂĞŶĐŽŶƚƌĂƌ ŶĂů LJ ƵŶĂ ƉĂƌĞũĂ ĞŵŽĐŝŽŶĂů͘ ,ŝĐŬ ĂĐĞƉƚſ ƐƵĞŹŽ͘ Ŷ ƉŽĐŽ ƟĞŵƉŽ͕ ĚĞ ĮƌŵĂƌ ĂƌơĐƵ- ƵŶƚƌĂďĂũŽƋƵĞĐŽŵƉĞŶƐĂƌĂĞůŚĞĐŚŽĚĞ ĂƋƵĞůůĂ ƐŝƚƵĂĐŝſŶ͕ ĐŽŶƐĐŝĞŶƚĞ ĚĞ ƋƵĞ ŶŽ los pasó a protagonizarlos. Sin llegar a ser ŚĂďĞƌ ĂďĂŶĚŽŶĂĚŽ ůĂ W͘ &ŝŶĂůŵĞŶƚĞ͕ ƉŽĚƌşĂ ǀŝǀŝƌ ĐŽŶ ůĞĂŶŽƌ ĐŽŵŽ ůŽ ŚŝnjŽ ĞŶ ŝĚĞŶƟĮĐĂĚĂĐŽŵŽůĂĂŵĂŶƚĞĚĞůĂWƌŝŵĞƌĂ ůŽ ĞŶĐŽŶƚƌſ͘ ,ŝĐŬ ĨƵĞ ĐŽŶƚƌĂƚĂĚĂ ƉŽƌ ĞůƉĂƐĂĚŽĐŽŶůůĂDŽƌƐĞ͘“Hick compren- ĂŵĂ͕ ƉƌŽďĂďůĞŵĞŶƚĞ ĂƋƵĞůůŽ ĞƌĂ ĚĞŵĂ- Harry Hopkins͕ƌĞƐƉŽŶƐĂďůĞĚĞůŽƐƉƌŽ- dió ʹĞdžƉůŝĐĂYƵŝŶŶʹque iba a tener que ƐŝĂĚŽ ĞƐĐĂŶĚĂůŽƐŽ ĐŽŵŽ ƉĂƌĂ ƋƵĞ ůĂ ŐĞŶ- ŐƌĂŵĂƐĚĞĂLJƵĚĂĚĞůEĞǁĞĂů͘,ŝĐŬĚĞ- compartir a Eleanor Roosevelt con su ƚĞ ƉƵĚŝĞƌĂ ŝŵĂŐŝŶĂƌůŽ͕ ,ŝĐŬ ƐŽůşĂ ĂƉĂƌĞĐĞƌ ď ĞƌşĂ ǀŝĂũĂƌ Ɖ Žƌ ƚŽ ĚŽ Ğů ƉĂşƐ LJ ƌĞĚĂĐ ƚ Ăƌ trabajo y con el resto del mundo o per- ĞŶůĂƐĨŽƚŽŐƌĂİĂƐLJĞŶůŽƐĂĐƚŽƐĚĞůĞĂŶŽƌ ŝŶĨŽƌŵĞƐƐŽďƌĞůĂƐŝƚƵĂĐŝſŶĞŶůĂƋƵĞƐĞ derla por completo”. ĐŽŵŽ ͞ƐƵ ĂŵŝŐĂ͘͟ WĞƌŽ ƉĂƌĂ ůĂ WƌŝŵĞƌĂ ĞŶĐŽŶƚƌĂďĂŶůŽƐƚƌĂďĂũĂĚŽƌĞƐĞŶĂƋƵĞ- ĂŵĂ͕,ŝĐŬĞƌĂŵƵĐŚŽŵĄƐƋƵĞƵŶĂĂŵŝŐĂ͗ ůůŽƐĚƵƌŽƐĂŹŽƐĚĞůĂĚĞƉƌĞƐŝſŶ͘ƵĂŶĚŽ hEs//ZZ> “Has hecho tanto para formar parte de mi ƌĞŐƌĞƐĂďĂ Ă ĐĂƐĂ͕ ƚĂŵďŝĠŶ ƐĞ ĞŶĐĂƌŐĂ- ǀŝĚĂƋƵĞĞƐƚĂĞƐƚĂƌşĂǀĂĐşĂƐŝŶƟ͕ĂƉĞƐĂƌĚĞ ďĂĚĞĂƐĞƐŽƌĂƌĂůĞĂŶŽƌƋƵĞĂƷŶĞƐƚĂ- ŽŶĞůƉĂƐŽĚĞůŽƐĂŹŽƐ͕ůĂĚŝƐƚĂŶĐŝĂLJůĂ tenerla ocupada cada minuto”. ďĂĂƉƌĞŶĚŝĞŶĚŽĂŚĂďůĂƌĞŶƉƷďůŝĐŽLJĂ ŝŶƚĞŶƐŝĚĂĚ ĚĞů ƚƌĂďĂũŽ ĞŵƉĞnjſ Ă ŚĂĐĞƌ tratar con la prensa. ŵĞůůĂ ĞŶ ĂŵďĂƐ ŵƵũĞƌĞƐ͘ ^ĞŐƵşĂŶ ƋƵĞ- Ŷ ϭϵϯϯ͕ >ŽƌĞŶĂ ,ŝĐŬŽĐŬ ĂďĂŶĚŽŶſ ƐƵ ƌŝĠŶĚŽƐĞ͕ ƉĞƌŽ ĂŶŚĞůĂďĂŶ ƵŶĂ ǀŝĚĂ ƋƵĞ ƉƵĞƐƚŽ ĐŽŵŽ ƌĞƉŽƌƚĞƌĂ ĞŶ ůĂ W͘ ,ĂďşĂ Hick llegó incluso a instalarse tempo- ŶƵŶĐĂ ƉŽĚƌşĂŶ ƚĞŶĞƌ͘ Ŷ ϭϵϯϱ͕ ůĞĂŶŽƌ ĚĂĚŽ ƵŶ ƉĂƐŽ ĂĚĞůĂŶƚĞ͕ ǀĂůŝĞŶƚĞ LJ Ă ůĂ ƌĂůŵĞŶƚĞĞŶůĂĂƐĂůĂŶĐĂ͕ĚŽŶĚĞƉŽĚşĂ ĂůƋƵŝůſ ƵŶ ĂƉĂƌƚĂŵĞŶƚŽ ĞŶ 'ƌĞĞŶǁŝĐŚ ǀĞnjƉĞůŝŐƌŽƐŽ͘>ŽŚĂďşĂŚĞĐŚŽƉŽƌĂŵŽƌĂ sŝůůĂŐĞ ĚŽŶĚĞ ƉŽĚşĂ ĞƐĐĂƉĂƌƐĞ ĐŽŶ ,ŝĐŬ ůĞĂŶŽƌ͘ŶĂƋƵĞůůĂĠƉŽĐĂĚŽƌĂĚĂ͕ůĞĂŶŽƌ ƐŝĞŵƉƌĞ ƋƵĞ ƐƵ ĂƉƌĞƚĂĚĂ ĂŐĞŶĚĂ ƐĞ ůŽ LJ ,ŝĐŬ ĂƉƌŽǀĞĐŚĂƌŽŶ ĐƵĂůƋƵŝĞƌ ŽƉŽƌƚƵŶŝ- ƉĞƌŵŝƚşĂ͕ ĂƵŶƋƵĞ ĞƌĂ ŵĄƐ Ğů ƚŝĞŵƉŽ ƋƵĞ ĚĂĚ ƉĂƌĂ ǀŝĂũĂƌ ũƵŶƚĂƐ͘ ,ĂĐşĂŶ ĞƐĐĂƉĂĚĂƐ ƉĂƐĂďĂŶĂůĞũĂĚĂƐƵŶĂĚĞůĂŽƚƌĂ͘,ŝĐŬ͕ƉŽƌ ŝŶŽĐĞŶƚĞƐ ĐŽŵŽ ĚŽƐ ĂŵŝŐĂƐ ƋƵĞ ƐĂůĞŶ Ă ƐƵƉĂƌƚĞ͕ŚĂďşĂĞŶĐŽŶƚƌĂĚŽĂůŐŽĂƐşĐŽŵŽ ƉĂƐĂƌ ƵŶ ĮŶ ĚĞ ƐĞŵĂŶĂ ũƵŶƚĂƐ͕ ƐŝŶ ŵĄƐ͘ ƵŶ ŚŽŐĂƌ ĞŶ ƵŶĂ ƉĞƋƵĞŹĂ ĐĂƐĂ ĚĞ ĐĂŵ- WĞƌŽ ĂƋƵĞůůĂƐ ĞƌĂŶ ĞŶ ƌĞĂůŝĚĂĚ ŚƵŝĚĂƐ ĚĞ ƉŽĞŶ>ŽŶŐ/ƐůĂŶĚĂůĂƋƵĞďĂƵƚŝnjſĐŽŵŽ ƵŶ ŵƵŶĚŽ ƋƵĞ ŶŽ ůĂƐ ĐŽŵƉƌĞŶĚşĂ͘ ^ŽůĂƐ͕ Little House. ĞƌĂŶĞůůĂƐĚĞǀĞƌĚĂĚ͘hŶŽƐŵŽŵĞŶƚŽƐĨĞůŝ- ĐĞƐƋƵĞƉŽĐŽĂƉŽĐŽƐĞĨƵĞƌŽŶĞƐƉĂĐŝĂŶĚŽ ĞŶ Ğů ƟĞŵƉŽ͘ >Ă ĐĂĚĂ ǀĞnj ŵĄƐ ĂũĞƚƌĞĂĚĂ ǀŝĚĂ ĚĞ ůĞĂŶŽƌ ĐŽŵŽ WƌŝŵĞƌĂ ĂŵĂ ůĂ ŽďůŝŐĂďĂ Ă ĞƐƚĂƌ ĞdžĐĞƐŝǀĂŵĞŶƚĞ ŽĐƵƉĂĚĂ͘ ^ƵƐĐĂƌƚĂƐĞƌĂŶĞůƷŶŝĐŽĐŽŶƐƵĞůŽ͘ŶĞůůĂƐ͕ ĂŵďĂƐ ǀŽůĐĂďĂŶ ƐƵƐ ǀĞƌĚĂĚĞƌŽƐ ƐĞŶƟ- ŵŝĞŶƚŽƐ͗“¡Oh! Cómo querría abrazarte en persona en vez de hacerlo en espíritu. Fui y besé tu foto”͕ĞƐĐƌŝďŝſĞŶĐŝĞƌƚĂŽĐĂƐŝſŶ Eleanor a Hick. ůĞĂŶŽƌ ƚĂŵďŝĠŶ ĞƌĂ ĐŽŶƐĐŝĞŶƚĞ ĚĞů ƐĂĐƌŝĨŝĐŝŽ ƋƵĞ ƉŽƌ ĞůůĂ ŚĂďşĂ ŚĞĐŚŽ ƐƵ HICK >>'M/E>h^K /E^d>Z^ dDWKZ>DEdE> ^>E͕KE WKZ1^dZZ^h YhZ/>EKZ͘ 100 CLÍO
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