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4° Concurso de Narrativa "Me lo Contaron mis Viejos"

Published by webmaster, 2014-12-04 12:37:45

Description: MEMORIA POPULAR E HISTORIAS DE LA CUENCA DEL CARBÓN

“Me lo Contaron mis Viejos”, reza el lema de esta convocatoria literaria, feliz expresión que encierra una amable y querida forma de decir, una afectiva y efectiva relación que cuenta, en su esencia, un sentido de la oralidad más genuina: la que se relata en el entorno familiar, en la mesa, de abuelos a nietos, de padres a hijos, a la hora del sueño o en el silencio cordial de una caricia.

Keywords: Me lo contaron mis viejos,Pabellón 83,Lota,Fundación CEPAS

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aconsejaba para que cambiara su manera de cavaron con mucho tesón, pero ellos no sabíanvivir. que los compañeros de las otras cuadrillas tam- bién cavaban de afuera para poder socorrerlos.Estaban trabajando y faltaban alrededor de Así pasó la mañana del 10 de septiembre y ter-quince minutos para que sonara la sirena que minó el primer turno, llegó el segundo turnoda a conocer el mediodía. Cuando de repente pero, en honor al compañerismo, ningún mine-sintieron un gran estruendo, ruidos inmensos ro del primer turno se fue y siguieron ayudan-y el polvo inundó el lugar. No se veía nada a do en su rescate.pesar de la poca luz que tenían, porque el pol-villo del carbón envolvió el lugar, se veía y se Cuando estaba por anochecer, llegaron cavan-respiraba solamente carbón. Ellos pensaron do a un punto en que entró luz, el agujero seque era su final, que hasta ahí había llegado agrandaba; al ver ellos el rostro de sus compa-su vida. Sentía gemidos de dolor de los golpes ñeros, no lo podían creer. Para ellos era comoque habían recibido por la explosión y de la haber resucitado, era un renacer, pensaban enincertidumbre que reinaba, ya que no sabían la amargura en que debían estar sometidas to-hasta cuándo les iba a durar el aire o si alguno das las familias y en la dicha de volver a salir.estaba mal herido. Cuando se disipó un poco el Al juntarse con sus camaradas, los abrazos en-polvillo miraron a su alrededor, vieron grandes tre salvadores y salvados inundaban el lugar yrocas por ambos lados y notaron que queda- las lágrimas que caían de sus ojos quemabanron atrapados en un espacio no mayor a tres sus negras mejillas.”metros. Para poder respirar se pusieron los pa-ñuelos o fallamanes en la boca, para poder pu- Don Juan Soto ahora es jubilado, rodeados derificar su aire. Don Juan recordó el lugar donde sus nietos cuenta esta historia a quien quieraestaban en el túnel, ya que era como su segun- escuchar, donde él enseña que uno nunca de-da casa, conocía cada rincón, cada centímetro, ben darse por vencido, cualquiera fuera la di-y de repente se le alumbró que si cavaban por ficultad, porque uno todo lo puede superar conuna dirección hacia arriba y por la orilla del la ayuda de Dios. La fe y el deseo de salir ade-lugar en que estaban, podían llegar a otro túnel lante siempre lo debemos tener.que estaba en paralelo. Entonces incentivó asus compañeros a cavar con toda sus fuerzas,les dijo que las máquinas no podían entrar asocorrerlos porque podían hacer un derrumbemayor y quedar sepultados. Entonces, con laesperanza que tiene un moribundo por la vida,



Se Paga con la Misma MonedaAutor: Eduardo Paredes CarrielSeudónimo: El IngenieroTal vez la experiencia avala a un ser de histo- cio que ya ha prestado al Chiflón. Para com-rias y conoce ya el territorio al cual él pertene- probar si era verdad aquel mito que rondabace, es por esto mismo que todos no corren la por las mentes de algunos trabajadores, el ca-misma suerte a la hora de trabajar en la mina, pataz encargado de la sección donde trabajabapor ello son muchos los hechos que han suce- Juan José, le dijo: “como tú sabes, tu padre ydido en ésta. tu abuelo murieron en esta mina y está la in- quietud aquí de que algún ser extraño, tal vezUn día, un joven de mediana estatura, obligado el mismo diablo, tiene algo en contra de tu fa-a trabajar por el bien de su familia, llegaba por milia. Es por esto que te quiero encargar unaprimera vez a trabajar a la mina Chiflón Pucho- misión para comprobar aquel hecho que rondaco, ubicada en Schwager, al frente del mar en por varias cabezas, además probaremos tu va-aquellos años. No tenía idea del nuevo mundo lentía, tu coraje y habilidad. Quiero que vayasal cual ya pertenecía, pero sus antecesores vi- hasta el último piso, por denominarlo así, y quevieron de esto, sustentaron a su familia y ahora aguardes allí una hora para ver qué sucede. Siera el turno de este joven llamado Juan José no llegas luego de tres horas, un tiempo nece-Mella. sario para que bajes y luego subas, este hecho será comprobado.”Su padre y su abuelo vivieron de esto, pero am-bos rodeados de tragedias. Fue así como ambos Juan José aceptó la propuesta del capataz, dijohombres murieron aplastados en las profundi- que no tenía miedo a nada de lo que pasara alládades de las minas. En algunas personas ron- abajo y que si era por el bien de su familia, másdaba la idea de que, tal vez, esta familia estaría valor tenía aún para enfrentarlo.siendo atacada por algún ser extraño, allanadoen las profundidades de las minas. Es por esto Acordaron juntarse a las diez de la mañana enque, entre algunas personas de la mina, retaron la entrada del pique en cual trabajaban ambos,a un duelo a Juan José. el capataz y el joven.Como siempre hay progenitor de toda idea, Los trabajadores alentaban a Juan José. Laeste fue el capataz, que ya conocía la mina al horarevés y al derecho, debido a los años de servi-

ya se acercaba. Nadie sabía lo que pasaba por El capataz pensaba, pensaba y pensaba “¿ven-la mente de Juan José en aquel momento, sólo drá por ahí?” Cuando de pronto un trabajadorsabían que por fin comprobarían si era verdad gritó “¡Se acabó el tiempo, capataz!, ya no lle-lo que ellos estaban afirmando. gó.”“Juan José, llegó la hora”, le dijo el capataz. La idea que rondaba por algunas cabezas se ha- bía cumplido. Todos por fin podían comprobarJuan José, sin arrepentimientos, se internó len- que era verdad lo que afirmaban y lo primerotamente en la mina, con la esperanza de poder que hicieron fue darle la noticia a su madre, quevolver con vida y ver a su familia, que era lo todos los días lo esperaba con una rica sopa deque más quería en aquel momento.Faltaba poco huevo, pero lo que no sabía era que ya no seríarecorrido para llegar al lugar de los hechos, na- necesario esperarlo nunca más.die trabajaba a esa hora, estaba completamentesolo o tal vez no. Todos esperaban a la entrada Un hombre robusto golpeó la puerta donde vi-del pique por si salía Juan José. vía el joven. La madre con mucho gusto fue aDe pronto, Juan José se vio atormentado por abrir la puerta pensando que era su hijo, perouna espesa neblina negra que se aproximaba lamentablemente no era éste sino que un com-de a poco hacia él. Luego, le comenzó a faltar pañero de trabajo que iba con la misión de co-el oxígeno, ya no tenía fuerzas para continuar municarle que su hijo había fallecido.cuando de pronto escucha unos pasos, que cadavez se acercaban más y más. Volteó para ver si Al conocer la noticia, la señora se entristeció envenía algo cuando… ¡zas! Juan José cae sobre gran manera, reventando en llanto, atónita, sinel piso sin remedio alguno. Era el mismísimo poder creer la noticia que le estaban contando.diablo que rondaba por aquella zona y ya era su La señora quiso saber quién era responsable detercera víctima en la familia Mella: primero el aquel macabro hecho y el joven robusto res-abuelo, luego su padre y ahora él. Esto ya era pondió: “fue el capataz, él fue el de la idea.”una pesadilla.Comenzaron a pasar los minutos, el tiempo se El hombre se marchó y la señora, muy triste,agotaba. Los trabajadores, atónitos, esperaban maldijo todas las veces que pudo a aquel hom-en la entrada del chiflón. bre responsable, el capataz.¡Sólo quedan diez minutos!... gritaban algu-nos.

Lo que no sabía este pobre hombre, que traba-jaba de capataz en la mina, era que la maldi-ción ahora caería sobre él, siendo ahora él lavíctima de todo lo que causó.Pero Juan José aún tenía una misión antes departir, quizás a donde; era vengar su muerte,que por culpa de un simple hombre había per-dido.Al día siguiente todo parecía normal, pero notodo era así. Aquel hombre culpable de hacemorir a un noble joven, había muerto. Nadiesabe cómo fue, sólo saben que pudo ser obra deaquel joven trabajador que aceptó una míserapropuesta, perdiendo así su vida.El alma de este joven se perderá y su cuerpodescansará en las profundidades de la mina,pero no en una mina cualquiera, sino que en lacual los hechos macabros abundarán por todala eternidad.121



Una Mujer Llora Dentro de la Mina del CarbónAutor: Camila Cofre MuñozSeudónimo: Bloods thirsty dreamSe ha dicho que hace muchos años, una mujer tarde junto a su familia, se divirtieron. Llególlamada Ana María vivía cerca de la mina del la noche y se fueron a su casa, llegaron muycarbón, con su esposo e hijo. Su esposo tra- cansados y se fueron a dormir. Al otro día sebajaba en la mina y le iba muy bien. Eran una dieron cuenta que faltaba poco para el año nue-familia muy unida, eran felices. Ella trabajaba vo. Su esposo tuvo que ir a trabajar y dejó so-vendiendo dulces con su hijo. Ella tenía mu- los a su esposa e hijo. Cuando llegó a casa, elcho miedo de que le pasara algo a su esposo marido de Ana María le contó que no estabaporque anteriormente en la mina había muerto muy bueno el trabajo, pero ella no le dio ma-un joven aplastado por unas rocas y, desde ese yor importancia y le dijo que todo iba a estarmomento, Ana María no quiere que su marido bien. El marido de ella se tranquilizó y creyótrabaje ahí, pero como no hay más trabajo su en Ana María, pero la situación no fue así. Suesposo tiene que quedarse allí a trabajar. Siem- marido empezó a traer menos dinero a su casa,pre cuando se va a su trabajo, Ana María se se dieron cuenta que la situación empeoraba ypreocupa mucho de su esposo y no se queda faltaba poco para el año nuevo. Ellos no sabíantranquila hasta que regresa. Cuando veía a su qué hacer con esta situación.marido desde la puerta, ella ya estaba mejor, seponía muy contenta e iba a abrazarlo. Al otro día, su esposo se fue a trabajar y pre- guntó si podía traer a su hijo de 10 años a traba-Pronto se venía la navidad. Ana María y su es- jar y le dijeron que sí, que no había problema.poso armaron el árbol de navidad pero no sa- Cuando llegó a su casa le dijo a Ana María quebían qué regalarle a su hijo, que ya tenía 10 llevaría a su hijo a trabajar para tener más plata.años, así que tuvieron que ir a comprar algo Ella no quería que su hijo fuera a trabajar tanque a él le gustara para regalárselo. Pasaron pequeño, que todavía le quedaba mucho poruna buena navidad los tres solos, cuando llegó estudiar. Comenzó a llorar y mucho, no parabael momento de abrir los regalos Ana María y de llorar, le decía a su esposo que no lo llevara,su esposo le pasaron el regalo a su hijo y a él que ella no quería que su hijo fuera a trabajar,le gustó. Al otro día, salieron a ver a su fami- le rogó para que nolia que vivía en Maule. Allí estuvieron toda la

lo llevara, que era muy peligroso que él estu- mina dice que ve una sombra de una mujer queviera en la mina trabajando. Su marido le dijo anda dando vueltas, que no para de llorar y deque al otro día iban a conversar, cuando ella llamar a su hijo y a su esposo, porque quiereestuviera más tranquila. Se fueron a dormir. verlos nuevamente, que los necesita y quiere estar con ellos para siempre.Al otro día, antes que su marido e hijo se fue-ran a trabajar, Ana María y su esposo conversa- Dice la leyenda que cuenta toda la gente, queron y ella no quería que fuera, pero al final ella si una niña o cualquier persona que tenga unle dijo que sí, que lo llevara, con el dolor de su hermano menor o hijo pequeño entra a la minacorazón, a trabajar en la mina. Todas las maña- o se acerca, ella los sigue hasta su casa paranas, cuando se iban, Ana María se preocupaba llevarse al niño, porque piensa que es su hijo ymucho; o sea, el doble de lo que se preocupaba comienza a decir que no quiere que se lo qui-antes. Cada vez que los veía llegar, ella salía a ten, que no quiere que su marido lo lleve a lacorriendo y se tranquilizaba. mina a trabajar, que no se lo lleve porque es muy pequeño para ir a la mina a trabajar comoLlegó el día de año nuevo. Su esposo e hijo él... pero sólo es un mito.fueron a trabajar. Ana María estaba nuevamen-te preocupaba por ellos, tenía el presentimientode que algo había pasado. Llegó la noche y suesposo e hijo no llegaban a casa. Ella sintió lassirenas de la policía que iban hacia la mina, fuerápidamente hacia allá, preguntó qué pasaba yse enteró que su hijo y esposo habían muer-to aplastados por una roca. Ella no sabía quéhacer, comenzó a llorar. Los carabineros se lallevaron a su casa, la tranquilizaron un poco yse fueron. Ella no podía creerlo, no podía so-portar que su hijo y esposo hubieran muerto. Aldía siguiente, ella se mató porque quería estarcon su hijo y esposo.Desde ese día, en la mina se escucha el llantode una mujer que dice que anda en busca de suhijo y esposo. La gente que ha entrado en la



ZorrónAutor: Delmira Melgarejo AguileraSeudónimo: DermyEn cada pueblo hay un personaje que todos co- su hambre con este hombre silencioso.nocen e identifican. La compañía de sus seis u ocho perros era vis-Sin tener nombre ni apellido, el seudónimo ta desde lejos, la comunicación entre ellos erabasta para entornar una sonrisa a la nueva tra- innegable; fieles a su amo, se perdían por unvesura del protagonista. instante para llevar en el hocico un manjar que todos compartían.Por el año ´85, bajo el régimen militar, Lotarecibió al General Pinochet con un fuerte con- Ubicar a Zorrón en el móvil policial no fue unatingente militar. tarea difícil, respetaba el uniforme.Una de las tareas de los carabineros, de todos Lo primero, cuando fue ubicado en el patio in-los trabajos que como institución tenía, era terior, era manguerearlo, fueron tres los cha-‘limpiar las calles’. El mismo día de la visita, perones que se dieron a esta tarea quitándoleuna patrulla recogió a nuestro ‘hombre perro’, los andrajos. Había que hacer tratamiento com-también llamado Zorrón. pleto, primero remojar, luego bañarlo de pies a cabeza. La tarea no era fácil, porque paraZorrón era tranquilo, pacífico, sin vicios. Vivía describir su olor fétido no había vocablo en elsu propio mundo. Caminaba por las calles ex- diccionario español. Descubrieron su melenaplorando tachos de basura en busca de comida. fusionada a la barba con piojos blancos, al afei-Vestía con andrajos y por mucho abrigo que tar y cortar el pelo aparecieron unos ojos clarosllevara no ocultaba sus particularidades mas- de mirada ausente. Zorrón no discutía, a ratosculinas. No había dudas respecto a su virilidad, tiritaba pero se dejaba hacer, como un infante.que era motivo de burla entre miradas soca-rronas. Si las féminas de burdeles concluían Un médico de la institución lo examinó deteni-ebrias, éstas le buscaban para experimentar damente sin encontrar dificultad en los pulmo-placer en algún rincón de la feria, satisfaciendo nes, tenía los ojos sanos y buen color de piel,

tenía sus dientes cariados, le faltaban algunas un pescado crudo.piezas pero estaba en su totalidad saludable. La visita especial que tenía Lota estaba en laNo hubo problema para encontrarle ropa inte- Plaza de Armas. Desde el kiosco discursabarior, camisa y pantalón; la dificultad existió en ofreciendo la doble para el minero que se re-hallarle zapatos, el hombre calzaba número 45, tirara.con los mormones consiguieron unos mocasi-nes café. Después de la ducha y cambio de ropa Tres perros no pararon de ladrar a los pies de lasurgió un individuo alto, ojos intensamente escalinata, los milicos a culatazos con los ca-verdes, cabellera castaño claro, nariz aguileña. nes que se defendían mostrando sus colmillos.A las quince horas lo pusieron en libertad. El Uno arremetió contra un milico tomándolo decabo encargado, despidiéndole dice: cuide su un tobillo y rompiendo el pantalón. Una redropa, se ve ‘encachado’, la gente no huirá. Ade- cayó sobre ellos y amarrados los sacaron delmás, no debía acercarse a la plaza hasta que lugar en vehículo militar, las miradas siguieronfuera de noche, iba bien comido y no necesita- hasta que el furgón se perdió por calle Matta.ba hurguetear los basureros. Con esos consejosquedó un tanto tranquilo y confiado en que su Poco a poco se fue dando oídos a un aullido,nuevo amigo no se acercaría por el centro. después le siguieron otros haciéndose más fuerte hasta que todo el perraje de Lota, al uní-Caminó lento escalinatas abajo, desaparecien- sono, aullaba de forma lastimera y larga. Unosdo de la vista de carabineros que en su totalidad muchachos cerca de la estación quisieron saberhabían salido a despedirse. Cuando llegó bajo con certeza de dónde era el perro que lastimo-el túnel de ‘Los Tilos’, Zorrón se perdió sobre samente lloraba, no consiguieron su objetivolos durmientes y caminando detrás de la feria, por que de todas las casas los quiltros llora-poco a poco, se fue quitando las ropas. ban.Cerca de la estación, el hombre guapo de ojos Ya cuando la tarde oscurece, del mar emergióverdes era un pordiosero más, en algún charcose había enlodado dejando ver su trasera barro-sa. Mirado frontalmente, pantalones rasgadosde la cintura y sujetos por las bastillas, lucía sugran humanidad que aún estaba limpia. En unmontículo al sol, con su dorso cubierto por unacamisa sin manga, se le podía ver engullendo

un quiltro rengueando, adolorido, goteandosangre, con el hocico y un ojo hinchado. Todoa mal traer llegó hasta donde su amo, con dóci-les ladridos, junto al Zorrón, quién con aullidoferoz y largo le acogió y en un abrazo eternose adormiló.Desde entonces, cuando la jauría de perros llo-ra sin saber un porqué, se comenta que Zorrón,caminando con sus amigos por Lota, les llama








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